Espiga 23

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ESPIGA DE PAPEL No. 23

Coordinación Editorial: Ma. Justina Santana Tejeda

Consejo Editorial: Rita Camarena Ramos Hugo Salvador Bautista Campos

Producción Ana Paola López Santana

Portada: “Alas rotas”

Autor: Martha Alejandra Figueroa Camarena

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Editorial El amor y el desamor: Preámbulo. Cuando la vi, no supe que decirle, lo había pensado una y otra vez, palabra por palabra, más de mi boca sólo broto silencio. Al Llegar a casa, tomé una hoja de papel y comencé a eslabonar ideas, letras, sentimientos y rimas. Salían con tal efusividad que el lienzo no fue suficiente. De ningún modo existía la certeza de ser bien correspondido, o sufrir cruelmente el abismo de su indiferencia. Lo deslumbrante de aquel impactante momento, resultó en que, fuese cualquiera de los dos caminos, daba material para escribir, una y otra vez.

El amor, el desamor y el tequila. Terminar una tertulia evocando a un ser querido, al calor del remedio etílico por excelencia en México, da como resultado la ingesta de una bebida mágica, irremediablemente familiar para los males del corazón; Dios y el diablo. Imposible pensar que una poesía, o un relato humano se vea ajeno a los dos sentimientos que rigen los destinos del mundo. En esta ocasión, y con la perfecta excusa de dar un espacio a los cardios rotos o en su defecto, bien correspondidos, las espigas se mecen a merced de las letras que sus sembradores van cosechando, a partir de su atinado instinto amoroso; las cortan con dolor, las cuidan como el ser más preciado, las recuerdan con nostalgia, intentan olvidarlas y arrancarlas de su vida, o simplemente evocar aquel momento que definió el curso de un destino imposible; en ocasiones quizás, las embriagan con el elixir del agave, cual buen descorazonado patriota, que sintiéndose un Pedro Infante en plena cantina a punto de la serenata, o una Chabela Vargas a boca de jarro, brindan la copa rota a salud del ser ajeno que quiso y nunca supo cómo perdió. El combustible ideal para trazar frases que empalagan de ternura, inundando de pasión cada palabra externada en pos de quien se quiere; el pretexto ideal para exprimir hasta la última gota de aliento o desaliento, y crear, como bien sentenciaba Benedetti, un exquisito “Papel mojado”, nutriendo este generoso campo literario que vibra al compás de la tinta que riegan sus bienhechores, y da aliento para conservarlos unidos en pos un proyecto en común. ¡Invitados estamos todos! A departir de esta velada única de corazones hinchados o destrozados, alrededor del fuego que arde eternamente en el interior de los amantes; que la noche sea testigo de la bohemia que inspira al poeta que se embriaga eternidades en su propio olvido, evocando con despilfarro al espíritu del no me olvides, que yo te esperare.

Daniel Lupercio Figueroa

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Índice Mi casa está muerta.. Aceves Ramos Gloria Patricia…………………………………………………….....…06 Tuberculoso adiós/ Aguayo Álvarez José Moisés…………………………………………………...….......07 ¡ Y me enamoré! Bañuelos Gallardo Edmi Saraí….………................................................................08 Abrazar el instante Bautista Campos Hugo Salvador………………………………………………………09 Sueños/A destiempo Camarena Ramos Rita.…………………………………………………………………10 Eunice/Isa Clavellina Víctor……………………………………………………………………….....11 Siempre contigo Carbajal Ibarra Lulú…………………………………………………………..……….. 12 Maldita oscuridad Collazo López Omar Alejandro………………………………………………….....….13 Perenne Dávalos Rocío.……………................................................................................... 14 San Valentín/ A veces pasa Delgado Guerrero Isidro…………………………………………………………..........15 Amor mío/Balada Domínguez Angélica……………………………….………………………..…….........17 Sentí el sudor correr…. Evangelista Campos Pavel…………………….…………………………..……...……19 Un verso para ti Flores Carillo Juan………………………………………………………………….……20 Gracias a ti García Suarez Austre.…..…………………………………………………………....…21 El silencio González Lira Mariana Azenet………………………………………...…………….…22 Holy poem Hernández Genoveva…….…………………………………………………….…......23 Hubo amor/ Hoy caminare… Hernández Karla…….....………………………………..……………….………….....24 Anhelo López Morales Ramón………………………………………………………..…..........26 Nada es para siempre López Ponce Luis……………………………………………………...……………..…27

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Ma_guey López Santana Ana Paola………….…………………..……………….……….….….29 El canto de Dhurzal Lozano A. Jorge……………………………………………………………………..…..30 Y que le digo a la luna Luna Marcelo José Antonio………………………………..……………………..........32 Dentro Lupercio Figueroa Daniel……................................................................................33 Temporalmente Necesario Macías Comparán José de Jesús..........................................................................34 Camino del mar Méndez Gutiérrez Cecilia………………………………………………..…………...…35 Viajo y vuelvo Méndez Gutiérrez Jonathan Federico………………………………………………....36 Oigamos al poeta/Cocodrilo Mondragón Annaid……………………………………………………………………....37 Mi pentágono Morua Viviana…….………………………………………………………………….......39 Te amaré por siempre Navarro Athziri……..…………………………………………………...…….………….40 Desamor Parada Orozco Carlos………….………………………………………………...…......41 Te perdono Parada Carmen….….….........................................................................................42 Tómame con el tequila Pimentel Verdín Luis Guillermo..............................................................................43 Ahí te amaría Reyes Adrián…..…………………………………………………………...………….…44 Levántate con un…. Santana Guty…..……………………………………………………………...…….…...45 Oasis/Consuelo Shiruvia…………………………………………………………………………………...46 Esta noche en particular Ville Aurora………...…………………………………………………………..…….…...48 El destino William Paul………...………………………………………………………….………...49

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Mi casa está muerta, lo sé ahora que volví. La dejé hace poco y muerta, casi como me sentía cuando me fui.

la encontré

Ya no hay viento dentro. No se escuchan las voces de los niños, los gritos y portazos. El sol no entra por los ángulos que antes le gustaba descubrir. Mis plantas se han secado de tristeza, de abandono; la lluvia no calma la sed de la distancia. Mi cama antes lloraba, ahora espera algo que sabe que no llegará. El piso se duerme sin que lo utilicemos ya, como antes, como siempre, el polvo lo va asesinando y sus gritos a nadie le interesan. Hasta los fantasmas se han ido ya. Las paredes se descorren, los sillones se han dormido esperanzados en el reencuentro con mi vida y confesiones. Recuerdan lo que escribí mientras me posaba en ellos, todos los amores por los cuáles lloré y la música que solíamos compartir. La tristeza se confundió con la soledad, la noche se posa en permanencia, todo en el interior se pregunta por los niños, por el sonido del agua, por el calor que despedía la sopa al calentarse, el humo que jugaba entre mis manos. Eso no existe más, mi casa muerta, no llorará más. Y me fuí, y le di vida a un espacio triste, a un espacio caído, solo, tambaleante, y le di música, y acaricié las paredes y los niños llegaron y despertaron esta casa con pelotazos, con gises y frases amorosas escritas en hojas de cuaderno arrancadas, con amigos que ríen y contagian. Traje mis plantas que crecen y observan el deambular de la gente, la vida en movimiento, y cuando escribo aquí, en este nuevo sillón, entonces recuerdo lo de antes, a mi casa sola que ahora alberga un alma inerte, una humanidad sin metas. Mi casa muerta que espera le de luz, y que le de amor a los cuartos, y deje fluir el agua para lavar prendas sucias de vida y al aire las deje para juguetear mientras las miramos. Mi casa ahora oscura, mi casa ahora iluminada. Mi alma sin voz, mi pasado sin palabras.

Gloria Aceves. 2010

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Tuberculoso adiós Le regaló su juventud, sus desvelos. Le parió una docena de hijos. Le aguantó lo inaguantable. Lo cuidó en la enfermedad y lo consoló en la pesadumbre. Por poco lo desconecta cuando en el lecho de muerte le preguntó entre tubos y estertores: ¿En verdad me amas? Antes del beso final, lo puso como camote. El verdadero acto de amor “Verona no conocerá jamás amor igual”, resonaba en su mente la voz de la gitana, “serán recordados por siglos”. No era del todo desdeñable la oferta del destino; sin embargo, siendo tan profundo como era, el joven reflexionaba en términos poco convencionales: “Reconocimiento y gloria entre los hombres, ¿de qué nos servirán? Dios no permita que mi bella tenga una muerte así”, pensaba. “Si aquello se cumplimenta, quedará mi amada en pecado mortal y será echada al lago de fuego y azufre, con los abominables y los fornicarios. De suceder aquello, no conocerá la gloria divina”. Fue así que, apenas llegó al baile, se le fue al cuello hasta asfixiarla, al tiempo que musitaba la razón de su proceder. A los tres segundos, en medio de la confusión, la espada de un tal Teobaldo terminó con la vida del muchacho. El suceso fue noticia, pero nunca se registró en libro alguno. Todo quedó entre dos, como pasa con los amores verdaderos. Tórtolos en línea o el amor en tiempos de Slim 11:50 p.m. Adiós. Te amo. Yo te amo más. Cuelga. No, cuelga tú. 11:55 p.m. Yo no voy a colgar. Bueno, adiós. 11:56 p.m. ¿Por qué me colgaste? Mmmm… ¿Mmmm? ¿Ya no me amas? Sí; te amo. Te amoteamoteamoteamo, ya…Bueno, está bien, cuelga.Okey, te amo.¿Si vas a colgar? 11:58 p.m. ¡Me colgaste otra vez, Augusto! ¿Bueno a ti no te cobran el servicio medido o qué chingados, Carmela? ¡Ah cabrón, deveras! Ahí te ves. De pelos Antes de conocer el amor de una mujer, me asustaba escuchar por doquier aquello de que todas tienen su lado oscuro. Ahora no me asusta. Bueno, a veces. José Moisés Aguayo Álvarez 7


" ¡Y me enamoré! "

¡Y me enamoré! Me enamoré de ti como no lo deseaba, como no esperaba amarte. Me enamoré con fuego encendido dentro de mi alma, con ansias locas por abrazarte cada instante, deseándote, recordándote, anhelándote.

Mi orgullo perdió la batalla ante el sentimiento al que consideré por mucho tiempo vano.

Me llevaste a la cima donde toqué el cielo con las manos y pude conocer la felicidad sólo a tu lado.

Me elevaste al viento que hoy me arrastra sólo a tu camino y he perdido el suelo donde yo creía mi destino ¡Y así te miro! Hoy así te miro... Como todo aquello en lo que te has convertido.... Mi mundo entero, mi mar pasivo, mi águila errante que encontró su nido.

Edmi Sarai Bañuelos Gallardo

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Abrazar el instante Antes que nada te necesito. No hay casa igual que la casa de tus ojos. Tu cuerpo noche sin tiempo me espera; voy a abrazarte para que te quedes y que no germine entre los dos la madrugada. Nunca mueras. Quédate cerca. Que nada quite tu sonrisa noticia buena sol: no imaginas el milagro que eres si el alba de tu cuerpo encandece a mi lado. Así de avena tu piel dan ganas de guardarte de la parvada del tiempo que este oro de la tarde aun te vista mientras pasa el mundo afuera. No te despierto cambio cuanto somos por este instante por sembrar la amnesia de nuestros nombres en la tierra

Abrazar este minuto que quizás no vuelva. Decirte la fortuna sin límites que das en el momento que nos queda antes que vuele con la piel que compartimos.

Hugo Salvador Bautista 9


Sueños Velando tus sueños en esta canción un sueño añorado, un sueño de amor. Tus ojitos cerrados inspirando pasión Inspirando ternura con tanto esplendor.

Deseos enormes de entregarse al amor gozar de tus mieles, cantar mi canción. Recuerdos muy fieles por ti dulce amor. A destiempo Cuánto espacio, cuánto tiempo cuántos cuerpos entre el viento cuántas almas en destiempo amándose, amándose sin aliento

Dime tú alma mía porque en este tiempo te encuentro llena de armonía llena de placer sin contratiempo.

Cómo expresarte esto que yo siento que llena mi vida en plenitud que agradece mi alma al tiempo. Esa felicidad en magnitud es mi corazón, es mi corazón al viento

Mandy

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Eunice

Cuando pienso en ti veo tres lunares en tu barbilla, te veo comer con tus manos, lento, tus brazos delgados, tapas tu risa con la palma, tus ojos entre abiertos mientras duermes, hay una tú atrapada detrás de mis ojos en esta tarde de septiembre, Eunice. Has notado esos silencios que hacemos sin motivo mientras hablamos por teléfono, ayer cuando caminaba por la calle se hizo uno grande, quizá en ese momento escuchaste la ciudad transcurrir por el auricular, yo me concentré en tu respiración, te sabía ahí, un ahí que pudiera ser ningún lugar, pero que ojala fuera cerca, en estas calles y edificios, quiero estirar mi mano y alcanzar tu cabello, pero regresamos a la conversación y esa posibilidad desaparece. Cuando haces caras chistosas y sacas la lengua te ves niña, linda, como si tuvieras ocho y las rodillas raspadas, en ese instante me vuelvo chaparro y gordo y andamos en bicicleta, tú y yo, vas prendida de los diablos y atravesamos el empedrado que rodea nuestras casas, tú ríes y no te dan pena tus dientes, aunque estoy cansado sé que el corazón está en el lugar adecuado, andando hacia aquella línea que divide el cielo de la tierra. Últimamente no sonríes, qué nos pasa. Ayer al verte fue terrible, aún tengo en la mente los días de San Luis, los ríos transparentes y el sonido de la lluvia, a ti apresada en las inexistentes sábanas, tus labios apretando despacio, dulces, vi la esperanza en la oscuridad, pero ayer estabas lejana, inaccesible en aquel local de Tlaquepaque donde vendes ropa, donde las señoras te preguntan por los precios y tú dices una y otra vez gracias, entendí que fallamos, San Luis se quedaría en San Luis, allá, tus labios perfectos, tu blusa liviana que me permite ver los tirantes de tu sostén café, tu piel blanca. Debo irme muchísimas veces, las que sean necesarias, pero no es posible, me encuentro en San Luis abrazándote en esa oscuridad de nosotros, te quiero. Isa Tu cintura es suave, mis manos la rodean, antes abría mucho los ojos en la oscuridad, buscando abrirla, estoy cansado, tomo tu brazo y me tapo con él, Isa, me quieres, sin prender la luz te se desnuda a mi lado, recuerdas que fui a un internado cuando era niño, ahí me hice lejos, se me hizo un hoyo, ahora que nos abrazamos quiero que tu boca, tu lengua, que este silencio con respiraciones oprimidas me limpie, debajo de esta oscuridad; tu espalda, tus piernas, tus pechos. Hay una brisa en la habitación, quizá dejamos la ventana abierta y la mañana entra a saludar. Víctor Clavellina 11


Siempre contigo

El amor es como el viento por ser un sentimiento se siente pero no se ve, como el aire el cual aspiramos a diario más no lo podemos percibir, sentimos como nos va acariciando; conforme pasa el tiempo nosotros envejecemos constantemente, más, sin poder ver el viento o poder tocarlo, él hace todo lo contrario nos toca, acaricia y transforma día a día sin él no somos nadie en este mundo lo necesitamos tanto sin él no sería vida.

Lulú Carbajal Ibarra 12


La maldita oscuridad

Vete de mí, Huye y escóndete en algún lugar del que nunca hayamos hablado. Deja ya de ser un obstáculo para mi destino de soledad. Nunca serás tú quién me consuele, Ni quien seque mis lágrimas de arrepentimiento, Si te quedas eso jamás sucederá… Vete de mí, Quiero ser yo la única víctima de mis peores pensamientos. No interrumpas mi trayecto hacía la maldita oscuridad. Deja ya de interponerte entre el dolor y yo, No me hagas elegir entre él y tú, Siempre lo preferiré a él, Siempre a él…

Vete de mí, Te prometo que no lloraré, Nunca aprendí a hacerlo sin ganas,

Vete, A tu lado jamás podré perderme el abismo, Tú lo conoces bien, Sabes de sobra el camino, Y la verdad es que de ahí ya no quiero volver.

Omar Alejandro Collazo López

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Perenne

Deseo un lunes que perdure toda la semana, y poder eternizarlo día y noche entre tus alas, enmarcarlo con besos rebosantes en delirios; permitiendo que suspendan el avance de las horas. Entintarlo con paisajes de caricias, que confiere el erótico pincel de nuestro tacto, conversar con roces sazones y festivos; degustando a fuego lento el sabor de tu mirada. Custodiar el afable aroma que a mi sabia has legado, cultivarlo, protegerlo, atesorarlo; sólo contigo abrir mis alas antes fraccionadas por la aflicción y el llanto. Eres cada inspiración asida en mi sentir, cada paso que doy compartiendo mi adoración contigo, nadie más lo hará, ya que tus ojos me dicen la magnitud de tu querer. Concibo ahora que llorar no es deterioro si tú me alientas, desaparece el dolor entre tus brazos, penetras mi razón cuando me hablas, cada sueño se torna posible; y hoy, es factible el mañana. No hay espacios deshabitados entre tu cuerpo y el mío, nuestras almas fusionadas, vinculadas en un sólo fulgor, puedo el edén surcar sin temor a caer en el mar del olvido. Alojarme a tu lado sintiendo el placer llevado a tal punto, que conjuga la vida y la muerte en un segundo…

Rocío Dávalos

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San Valentín

Cuando uno tiene siete escribe garabatos en un cuaderno dentro de un corazón cuadrado “yo y ella se aman” Cuando a los trece copia lo de Neruda para acercarse apenas a la niña más linda de la clase Cuando tiene dieciocho remeda llanto y moco de Vicente después de cuatro copas y hace “la diferencia” mal cantada después de veinticuatro y hasta treinta Rigo tiene razón y pedimos amiga esposa amante y quién sabe a cuántas contemplemos Cuando uno viejo no lo sé se puede estar felizmente casado soltero felizmente o viejito feliz tomado de la mano de una viejita linda Una viejita que tuvo siete cuando unos garabatos que pasó por los trece temblando con Neruda que hizo la diferencia a los dieciocho

Una viejita que hasta los treinta con un Rigo, ignorado fue la mejor amiga la ardiente más amante y la mejor esposa que todavía conserva la otra mano la del viejito esposo en su regazo

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A veces pasa

A los cuatro, uno mira las niñas y se pregunta por qué a ese niño no le cortan el pelo

A los ocho, uno se da de frente con la niña más linda y los calzones se le van a las rodillas (las de uno) A los doce, por una niña (ya no tan niña) uno se vuelve el tonto de la clase y en la casa también se vuelve el tonto

Cuando dieciocho, uno quisiera una de las siete niñas lindas con que sueña y amanece mojado (ahogado en llanto) A los veintiuno y treinta, uno quisiera otra porque la una no sea tal vez la una de este uno

Entre los treinta y tantos, uno se siente otro sin la otra y la una entonces si se ahoga sin las siete del sueño quiere darse de topes aunque sea con un poste pero que lleve falda y en acción angustiosa (a veces pasa) se pone una peluca mirándose al espejo.

Isidro Delgado Guerrero

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Amor mío

Amor mío, hoy decidí pensarte unos minutos más y desgranar una parte de nuestra historia, sólo un poco, un instante muy breve. Decidí platicarte en la distancia, recordar contigo momentos nuestros, tender puentes en nuestro silencio, colmar nuestras almas de sentimientos.

Vibrar las emociones de nuevo y dejar transcurrir los versos por nuestra piel. Esos versos que hablan de nosotros, de nuestro ayer enterrado, más no muerto.

Amor mío, hoy decidí darte otra oportunidad de aprisionarme de nuevo, de envolverme en tu piel y en tus deseos. Te regalaré otro beso y te integraré en mis sueños. Amor mío, esta noche, aunque estés distante, seremos más que dos en este lecho.

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Balada

Rompe el silencio, quita la bruma de mi corazón, juega en mi vientre, escribe en mi cuerpo sin punto final.

Escríbeme un verso, con tus labios, con tus manos, con tu cuerpo, un verso sin pausas, profundo y eterno...

Vierte una melodía en mi interior y aloja en mi pecho tus sueños, descansa tus miedos en mi lecho de amor.

Angélica Domínguez

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Sentí el sudor correr por mi cara, levanté la mano para limpiarlo, el sol había taladrado hasta los huesos y el calor era insoportable. Eran las tres de la tarde y lo sabía bien porque la sombra de mi andar me acompañaba a mi derecha y el sol había apaciguado su fuerza, sólo veía el polvo de aquella vereda sin fin, que era levantado por el aire seco que corría de sur a norte. En mi cabeza no había recuerdos, no había pensamientos, sólo estaban grabadas las palabras de doña Sabina que me había dicho: “cuando llegues al final de la vereda vas a preguntar por Enemesio, él es bien conocido por el rumbo, él te va a ayudar a encontrar a tu padre. No confíes en nadie, ni los mires a los ojos, sólo busca a Mecho, sólo él te puede ayudar”. Había perdido la noción del tiempo, no sabía cuánto había transcurrido desde que mi carro pegó de frente con el muro. Sólo sentí el miedo correr por mi cuerpo y después de un largo caminar y de un cerrar de ojos me encontré de frente a Enemesio, era mi abuelo. Doña Sabina tenía razón, él era muy conocido en esa región al terminar la vereda. Me sonrió y me dijo: “aquí está tu padre, él te espera y a partir de ahora estaremos juntos al pendiente de los que aún no nos alcanzan, y desde aquí trataremos de que tomen las decisiones correctas sin prisas y sin miedos, para evitar que nos encuentren, porque al llegar aquí no existe retorno”. Y así fue como me fundió en un enorme abrazo y mis miedos desaparecieron y mis recuerdos retornaron. Fue así cuando al fin descansé y me di cuenta que ya no estaría más junto a ti…

Pavel Evangelista Campos

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Un verso para ti

Busqué las palabras más dulces y tiernas, Palabras sencillas, hermosas, eternas, de esas que al leerlas causan embeleso para expresarte lo que eres, para decirte lo que siento. Quise hacerte un poema, pero ¡caray! qué difícil es hacerte un verso.

Pero, no vayas a pensar que no lo inspiras, que es empresa titánica el intentar hacerlo; No ¡querida mía! eso no es cierto perdona la brusquedad al decirlo, pero, ¿vieras que opacas y deslucidas resultan todas las palabras cuando se trata de escribirte a “ti” un verso?

Juan Flores Carrillo

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Gracias a ti

Estas ahí paciente quieta dispuesta a todo dispuesta a mí eres radiante como el oro pareces fría más provocas un raro calor cuando estás en mí cambias mi entorno para bien o para mal si llegas soy feliz tu partida es fatal eres callada y entre los dos no hay secretos, sabes quién soy tus amargos besos, acarician mi dolor no nos ata el odio, la rutina, o el amor te quiero toda, te quiero así te encuentro fácil te busco siempre tal vez por débil, finjo ser fuerte puedo dejar todo quedarme en la nada pero estar sin ti no tiene sentido que exista un mañana tal vez me mate, el estar contigo mas gracias a ti, me mantengo vivo.

Austre García.

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El silencio, compañero de la noche, que solo lo interrumpe los suspiros de recuerdos que a duras penas emite el alma, mientras agoniza tu ausencia, y se pregunta ¿Por qué no estás aquí? ¿Por qué no vuelves?.

Mientras tanto te pienso, linda, dulce y alegre; de piel aterciopelada, impregnada por ese sutil aroma que se obtiene en los campos de alcatraces.

Será que tanto te extraño, que pienso en aquel día que te vi, y se paralizaron mis sentidos, al ver tu silueta, ese sentimiento que me envolvía e invadía solo al verte, un fuerte palpitar dentro de mí, capaz de mover montañas y de hacer cosas imposibles e inimaginables.

Desde que te alejaste solo me consuela la luna, que alumbra mi rostro humedecido, por las lágrimas que llevan tu nombre. A la cual pregunto por ti y el porqué de no merecerme tu amor; pero ni ella ni nadie me da la respuesta, ¿Qué habré hecho mal? ¿A caso seré merecedor de esta gran pena?. ¿Será que no oyes mi llanto’ ¿Será que no ves mi anhelo. Tal vez mi amor nunca te convenció, tal vez nunca merecí amarte; quisiera cerrar el libro del recuerdo, dejando paso al presente, encontrando el amor verdadero igual al que tú pudiste darme.

Mariana Azenet González Lira

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Holy Poem

All I can see one grey clouds and white clouds I remember one time when I could see God’s kingdom the ruler of this world.

It’s odd now mostly everyone wants to go up there but most of us go down there.

We all have a choice, be good or be bad go up there or go down there.

But one day just one day everything will and the ruler of everything will save us all from darkness and nightmares. It will only be light and dreams coming true.

Genoveva Hernández

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Hubo amor.

¿Cuándo? No lo recuerdo, sólo sé que lo hubo. Hubo noches con ausencia de mi alma, Noches que desgarraron a mi corazón. Hubo tanto en mí, que hoy al mirarme al espejo no lo encuentro, lo he olvidado, lo he dejado de sentir. Hubo vida, y sólo recuerdo, que antes de que partieras estaba viva...

Hoy caminaré por la arena, de puntitas. Hablaré con el sol de esto que siento. Mis caderas harán coro con sus movimientos. Hoy el viento aconsejara a mi alma. Ya que yo, pobre bailarina, no sé nada del amor, no sé amar. Pero hoy el cielo me parece más bello, el tiempo es lento, y en mi pensamiento tú estás. Yo no sé nada pero el corazón te aclama y necesita estar a tu lado para sentir paz...

¿Triste triste yo? No, triste la noche que ya no encuentra entre su oscuridad al amor. Triste el cielo que ya no se refleja en alguna mirada de un enamorado. ¿Triste yo? No, triste los días que vivo, las horas que respiro, en donde no hay emoción, no hay ninguna sustancias de vida, de alegría. Triste mi alma que ya hace años no sabe del amor. No recuerda la calidez de la pasión, no tiene más inspiración que la melancolía que desde años vive en ella, por culpa no de ti sino del destino que nos mintió. Permitió que nos amáramos para después burlarse de mi alma, burlarse de mí.

Karla Hernández

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Anhelo

El aire se mueve despacio, esquiva tu cintura, se porta travieso. Tu vientre es donde ha soñado, jugado y vivido; ahí es el lugar donde quiere habitar.

Se desliza por arriba de tu ombligo, suave, tierno, delicado. Se queda quieto bajo tu pecho jugueteando con mil ideas trasparentes, como susurros de agua clara sobre tu piel.

Pero reanuda lento su aventura en busca de un sueño anhelado a cada instante. Fluye sobre tu cuerpo con precaria sensatez, con ausencia de pudor.

Y al fin acierta su destino: es mi aliento que busca a tu boca, y sonriendo la encontró.

Ramón López Morales

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Nada es para siempre

Lo que nace muere, lo que sube cae Así fue la historia de nuestro amor, que vio por primera vez la luz, En una tarde de otoño. el viento jugaba con todo a su paso, dentro de esa violencia cegadora, tu figura parecía que escapaba por ese camino que nunca se trazó.

Fueron tus pasos vacilantes que te llevaron a mí, sin tener conciencia alguna. Puntual a la cita el destino nos presentó las olas del viento movían tu falda con tus manos impedías que se levantaran y en un breve instante tu mirada en la mía en un silente momento...te abrasé sin decir nada me correspondiste.

Tus labios en forma de corazón reflejaban seductoras caricias que con desesperación robe ese día. nuestras manos se entrelazaron imposible fue detener el tiempo. Al llegar la media noche… sin el poder de la fuerza de voluntad en tu vientre me conecté al universo; fue tu aroma que en mi cuerpo se impregno como esencia de eterna paz. 27


Con los sentimientos a flor de piel. besos y caricias delinearon nuestros cuerpos sentimientos y deseos fluyeron en el tiempo, no hubo juramentos o promesas huecas unimos nuestras vidas llenas de ilusiones días, meses y años pasaron. Muchos fueron los proyectos de vida mismos que no se lograron concretar Fue una mañana de febrero aun en mi pensamiento presente está tú figura recuerdo con esas maletas estática tranquila y con gran determinación. te fuiste de mi vida en un instante.

Sin protestar deje que partieras finalmente a la eternidad ya le había robado esos grandes momentos que compartimos juntos. no hay reproches ni reclamos al Creador. tranquila y serena partió.

No le pedí ninguna explicación la tuve entre mis brazos muchas noches fui dichoso mientras estuvo a mi lado con ella la vida ya me dio todo

Luis López Ponce

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Ma_guey

Ebria, con el mismo licor de tu transpiración, me alcoholiza la idea de encontrarte después de la última borrachera.

Aletargados los sentidos me dispongo a beber de tu savia, que en proceso de fermentación me induce a tomar lentamente; sorbo a sorbo, tu néctar.

Y después de perderme en tu enervante estructura, soy presencia, aroma… soy tu esencia.

Ana Paola López Santana

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El canto de Dhurzal

Han pasado incontables temporales Sobre los cúmulos de arena que conforman la estepa del Obeid miró hacia el Sur; al lugar dónde por última vez te vi. Caminaste con rumbo a Uruk con el peso de la inmortalidad sobre tus hombros, mientras mi amor por ti se fundía entre las aguas del Éufrates. Al lado de mis hermanos, vimos Babilonia en lontananza, con su muralla protectora, sólo permitía ver la cúspide de su hermoso templo al momento de tu adiós. Varada, como estatua de sal contemplo el tiempo pasar. Las palmeras han crecido y sus dátiles ahora prometen dar frutos. Recuerdo ese otoño, recuerdo cuando me tomaste en el desierto para darme tu inmortalidad sobre la ruta que conectaba Girsu con Lagash; mi amada patria, a la cual no he vuelto. Recuerdo también las hojas, su música al caer sobre la calzada del templo de Ishtar, donde fui tuya para siempre, con tu promesa de volver, algún día a mí. 30


Vi tu silueta alejarse y perderse entre las dunas del desierto. mi corazón sin vida; me dolió al saber que te irías, que quizás nunca más volvería a verte. Hoy, bajo los pilares de Assur la ciudad de los asirios, donde se me rinde culto como a una diosa, anhelo esas noches: Cuando me protegía en tus brazos y me mostrabas tu mundo, bajo el cobijo del templo blanco de Ur. Hoy, al ver las doradas hojas sobre las losas del templo, mis ojos se pintan de grana y mi corazón sólo anhela volver a tenerte a mi lado, para ver las hojas caer y sentirme otra vez viva en esta existencia sin vida. Aquí te esperaré, como cada estación, como cada otoño lo he hecho desde hace cientos de temporadas de hojas doradas mi amado, Natael.

Jorge A. Lozano

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Y qué le digo a la luna

Triste y muda está la luna porque sabe que te vas, juraste amor eterno y lo hiciste ante un altar, vivimos tantas historias como ninguna pareja quizás solo dejas un escrito que dice que no aguantas más, yo con los ojos llorosos y que no acabo de leer, sólo entiendo que me dejas y no vuelves más. No encuentro una justificación, me pregunto una y otra vez ¿por qué tomaste esa decisión? Dios…..y qué le digo a la luna que fue testigo de nuestro amor, ayer tan enamorados y hoy, lo nuestro se acabó, si fuiste buscando a otro amor, tal vez yo nunca lo sabré…pero a la luna cómo… dime cómo….se lo ocultaras, si ella lo mira todo y nadie la puede engañar; te deseó de corazón que encuentres la felicidad; quiero mentirme a mí mismo tú no buscas el amor del alma te encanta lo material y eso……eso se acaba. Después de que todo pase…. sé que me buscarás, será fácil encontrarme porque sentado frente a la luna…..sacando notas de mi guitarra, componiendo algunos versos, así, es como estaré…fiel compañera nocturna…… a ella le cantare; que no te sorprenda si no te reconozco, porque a su lado te olvidare.

José Antonio Luna Marcelo

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Dentro

Fuera de ti, todo enmudece, todo calla y se pierde entre las voces. Fuera de ti, ni soy, ni existo todo cesa y se va donde no he ido. Fuera de ti, es invierno todo pasa y se extingue la luz Fuera de ti, me resigno a no olvidarte todo así me lo dice y continuamente lo creo. Fuera de ti me sostiene la locura de haberte perdido y no volverte a encontrar. Fuera de ti, lo que quise ser desaparece Todo atrás es camino sin rumbo final. Fuera de ti, jamás es posible todo emerge y se impregna de ausencia.

Fuera de ti me pierdo y me encuentro a ratos sin ti. Fuera de ti confundo los sueños con fragmentos de realidad y tu aroma vela en mi. Fuera de ti mi sol es luna mi fuego es sed y mi llanto mentira. Fuera de ti yo me dedico a esparcir tu presencia entre mi pena perdida dentro, solo callado, te llevo dentro de ti en mí.

Daniel Lupercio Figueroa 33


Temporalmente necesario

Pisando los recuerdos quisiera descubrirte destrozo la memoria en pedazos sin hallarte. Tu sonrisa se diluye sin sosiego tus labios viajan llenos de ironía escapan transitando mil favores en sueños prolongados. Eres sin fin de maravillas, tetraédrica y tridimensional huye tu piel al tacto, corre captura mis sinapsis fugitivas. Encuentro en tu silueta la desnudez del alma que enloquece lo prohibido y despedaza mis temores. La cobardía se diluye en la disyuntiva fugaz de ser temporalmente fiel o un amante necesario. Por fin la conciencia fluye al tenerte al fin en cada trozo de memoria y regalarte luz de contrabando.

José de Jesús Macías Comparán

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Camino del mar

Comienza a salir el sol y yo acudo a mi mar. Ahí estás parado… esperándome que a tus brazos pueda yo llegar como siempre tan puntual.

Eres el que se viste de blanco como un muelle de arena y sal Me haces temblar… y por momentos sudar.

Sonrojas mi mirar… cuando tomas mi mano comenzamos el caminar me robas un beso le damos la pauta al tiempo.

¡Amor!... No te puedo ver a diario y sufro por eso… Eres tú el que se visite de sentimiento blanco, como un muelle de arena y sal.

Mi gran amor leal para vivir y morir, contigo siempre en paz

Cecilia Méndez Gutiérrez 35


Viajo y vuelo

Viajo y vuelo, aterrizo en tus besos Mis alas te abrazan. Te llevan a volar hacia el soñar. Situado en un lugar que está rodeado de rosas La invitada especial, es tu mirada. Viajo con tu mano por todo el firmamento no hay momento donde todo sea bello los canarios silban de felicidad Las palomas adornan el volar del amar. Vuelo prendido de tu cuerpo… que es el templo de un encuentro de tocar el paraíso, de perderme en tus ojos y descubrir lo eterno… Eres tú mi vuelo y mi sueño esbelto.

Jonathan Federico Méndez Gutiérrez

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Oigamos al poeta

No trates de darle sentido a los impulsos que ahora aquí nos colocan, que no te tiente ponerle un nombre a las caricias que ahora nos tocan, entre suspiros y trazos a contra luz nos hemos besado, hablamos de sombras, de risas y desengaños. Camina libre, siéntete lejano, besa mi cuello por si nos olvidamos. Digo que te quiero y lo sostengo con las manos, con los pies, con los labios, con los dedos y si hablamos en secreto para no ser escuchados, sostengo también el tiempo en el que nos encontramos. Después de la imprudencia y la osadía, bailamos, subimos a las nubes y después aterrizamos ¿Qué más puedo yo añadir? ¿Que sí te creo? ¡Tú escuchaste mis versos infortuitos! Difusos, insólitos, vagabundos, te quiero porque no te necesito, porque puedo extender las alas; y fue la noche ya tarde y la mañana, en que tu voz en la oscuridad estremeció el silencio, para avisarle que es verdad, que las sábanas lo han visto que las caricias que contengo se me escapan por los dedos, porque todavía están confusos, porque no conocen su rumbo... Todo estaba para el diablo, en esa habitación, mis intenciones oscuras y toda tu inspiración, no figura en la locura, de las piernas mudas, las promesas nulas y una insistente canción. Aun el vuelo era lento y siempre parece el final, con puntos suspensivos o pausas indefinidas, el primer indicio de la soledad, hasta que vuelve el día con su misterioso resplandor, nos encuentra cara a cara respirando aire del mismo color.

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Cocodrilo

Y si quiero te escribo en prosa, en papelitos, callejones fortuitos, te susurro en el oído, te dedico algún beso infinito; cruzamos en el camino las miradas y los labios, un poco el abrigo de noches de desvelos, un poco rebeldía de sueños y de anhelos.

Arrogantes nos quisimos sin reparos, sin velos, las verdades que nos comemos ahora, son los restos de esos brillos, de orgasmos enganchados a poemas, de paseos sin dueños.

Tomados de la mano en ráfagas de terciopelo, caminamos entre soles, entre mares de celos ajenos; hoy si te miro por la calle me detengo, a robarte algún suspiro, para hacerlo verso; aunque ya no estés en este cielo lo sostengo, yo te quiero, Y te voy a seguir robando un poco, ¡porque me sale muy bien escribir cuando te topo por ahí! Ya lo dije: quién sabe qué tendrás, cierres perfectos en prosa ... ¡ESO Y MÁS!

Annaid Mondragón

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Mi Pentágono

A veces te quiero con todos los complementos que te hacen ser tú, que te hacen ser él: el cineasta, el chelista, el poeta, el bajista, el mecatrónico.

Todos con oficios diferentes, con sueños distintos, pero con la única cualidad compartida de ser el amor de mi vida.

Viviana Morúa

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Te amaré por siempre

-“Recuerdo el día más feliz de mi vida, también ese día escuché mi más profundo temor: hasta que la muerte los separe. Lo que ellos no sabían, es que ni la muerte nos podría separar”.

Pudo escuchar el joven de la voz de su amada, mientras dejaba caer una rosa blanca junto a su última lágrima y una carta con el título de "te amaré siempre" sobre el féretro que se hundía en lo profundo de la tierra.

Athziri Navarro

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Desamor

Te sacaré de mi vida Recuerdo te dije un día, Y hoy que todo ha sucedido No pensé fuera tan fácil Y cuán poco dolería. Qué pasó saber quisiera, Qué me despertó del sueño, Tantos años oprimido Y hoy que sé vivir mi vida, Sé que vuelvo a ser mi dueño. Qué sientes, no me interesa, Tú ya estabas advertida, Ya no sé si aún te quiero O este desprecio que siento Me ayuda a vivir mi vida. Que si hay otro no me importa, Ya no me duele el presente, En el pasado me apoyo y sacaré algunas fuerzas con un gran futuro al frente. Y si es cierto que no hay prisa, Para encontrar tu remplazo, Puedes darlo por seguro Será una bella criatura Quien se acueste en mi regazo.

Carlos Parada Orozco

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Te perdono

No ha llegado el olvido ni el dolor ha cesado, pero me siento tranquila a pesar de lo pasado. Tanto daño me has causado y el amor aún sigue vivo, mas por el bien de los tres de ti yo me despido. Sigue feliz tu camino llorar por ti ya no quiero hombre de dos amores, tu libertad te concedo. Sé que no fue desamor la causa de tu abandono, y aunque te fuiste con ella de corazón: te perdono.

Carmen Parada

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Tómame como el Tequila

¡Oh amada! no dejes de beberme por nada olvida el tiempo y todo lo que te agoniza yo te cantaré con voz rota esas notas que la piel te erizan

Estaré esperando hasta el momento en que recibas mis brazos, y así cubrirte con mis sentimientos para terminar con este eterno sufrimiento y coser mi corazón que está en dos pedazos

No pares de beberme porque yo no pararé de apreciarte, me olvidarás pero volverás a recordarme y yo continuaré intentando enamorarte

Recuérdame, escucha mis pisadas me acerco a ti pero esquivas la mirada, bébeme como el tequila sólo así sentiré que me amas o que al menos lo pensabas.

Luis Guillermo Pimentel Verdín

43


Ahí te amaría

Te miré al son de los días y tras techos y paredes ahí te adoré, ahí me adorarías.

Pasearíamos al ras del suelo viviendo nuestras incoherencias y hablaríamos de lo que no ha pasado sin el miedo a las renuncias.

Te miraría tan cercana sin sentirte consecuente te llamarían mis pupilas con suspiros de agua ardiente

Hablaríamos mismo idioma independiente a los demás te tomaría las pieles más de lo que se permite.

Así seria, así te amaría sin hacer énfasis en los ruidos ni de los oyentes sus murmullos Así te amaría...

Adrián Reyes 44


Levántate con un orgasmo nuevo asolea tu convalecencia atrapa el aire con tus manos.

Orea tus dolencias vuela al otro lado de la luna te llaman tus zapatos y pantuflas.

Vuelve al combate no te venzas. Todo está donde mismo: tu cama, tu mujer tus cuadernos, tus libros.

Cuando amanezca toma un lápiz y un papel y traza una línea en la hoja del olvido.

Guty Santana

45


Oasis

Me perdí en el desierto de tu dura indiferencia se acabó el agua que le daba vida a tu nobleza.

Y deambulé entre las sombras buscando sobrevivir en las penumbras viviendo de espejismos de mentiras absurdas.

Hoy encontré un manantial y es una fuente de agua viva ese yacimiento riega los campos de mi vida.

Hoy el invierno quedó atrás llegando a mi vida la primavera, hoy toma fuerza el entusiasmo que había olvidado entre el polvo de tu indiferencia. 46


Consuelo

Espero que después de ti aún me quede París con el mismo gusto de antes con el mismo olor de abril.

No como lo veo ahora porque contigo es todo bello ni como lo veré mañana cuando ya te hayas ido de mi.

Ojalá y el gusto te dure más de lo común ojalá y siempre sea algo nuevo como Rue Rívoli

Porque aún no te tengo y ya me pesa el perderte ojalá y sea conmigo con quien vayas a París.

Shiruvia 47


Esta noche en particular te extraño con los ojos extraviados y anegados te recuerdo y siento tu ausencia tan presente y vienen a mi mente imágenes y palabras indescifrables las que omitimos las que nunca nos dijimos y recuerdo cuando dijiste que los muertos nunca se van sino que se vuelven más vivos y ahora tú eres uno de ellos eres parte de ese abismo parte de la nada parte de lo mismo y me resisto a creer a olvidar a llorar a soñar a sentir lo que no es, ni será. hoy tus ojos están exiliados de los colores y de los sonidos y me siento de nuevo sola inmersa en este nuevo abismo Donde no soy yo Donde hoy no existo Y cuestiono al destino ¿Cómo mirar? ¿Cómo hacer? ¿Cómo sentir? Algo distinto… Esta noche hay demasiadas preguntas Y pocas/ninguna respuesta Es el éxodo de vos/voz Imágenes de tinta y papel Sueños desmembrados Paraísos del ayer Hoy nuevamente exiliados. Aurora Ville 48


El Destino

Siempre he creído que la vida tiene un destino que el tiempo se encarga de seccionarlo en la eternidad. Desde un principio te soñé te anhelé, te esperé tú, delicada rosa, tan pura y perfecta. Te tuve en mis brazos y contigo aprendí, aprendí el amar y cómo caminar entre años de encrucijadas entre noches tan amadas nos besamos sin cesar. Quizás nos hemos herido Quizás tus espinas me sangraron pero siempre te sostuve siempre enamorado. Quizás te llegué a desconocer. Quizás me dejaste de querer pero siempre tuve fe, siempre en qué creer. Te perdono mi linda luna.

Te perdono mi pequeña pues soy tuyo en esta vida y en el infinito.

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Ten paciencia y espera lo que crece pronto en ti el mejor regalo que pude darte el que después tú me darás a mí.

Crece y brilla, en tu interior brota esa esperada flor que con años añoramos, que con ansias lo planeamos y que consolide nuestro amor.

El destino es así, no preguntes más, sí estamos. Quizás así deba de ser o quizás no…¿Quién lo sabe? Pero con eso soy feliz Te amo compañera, compañera de vida. Te amo pequeña flor son la fuerza en mis tristezas son mi refugio, son mi corazón. Te amo amigo querido pequeño hermano de mi reencarnación. Que el destino nos lleve siempre juntos a donde nunca caiga el sol…

Paul William

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Estos poemas podrán ser reproducidos y difundidos respetando los créditos y solicitando el consentimiento de los autores por escrito.

ESPIGA DE PAPEL No. 23 “y después del amor...” se terminó de imprimir en febrero de 2014. Guadalajara, Jal. Méx. .………………………

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