Creación de cuentos

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CUENTOS INVENTADOS (Creados por los niños/as de 6º D)


<<LA NIÑA QUE PUDO CUMPLIR SU SUEÑO>> Asia era una niña que no tenía padre porque falleció en un accidente cuando ella era pequeña. Asia, vivía con su madre, sus dos hermanos y su abuela. abuela. La madre no tenía trabajo y la abuela no tenía mucho dinero. Eran una familia un poco pobre. Asia tenía un sueño: aprender a tocar el piano, ser pianista. Todos los días le decía a su madre que la apuntara para aprender, pero su madre siempre le decía decía que no. Asia se callaba y se iba. Un día le preguntó a su madre las razones por las que no quería apuntarla y su madre le dijo: -Hija, yo no tengo dinero, tengo que alimentarte a ti y a tus hermanos. Vete a poner la mesa. Asia, muy decepcionada, fue a poner la mesa y mientras la ponía, habló con su abuela y le dijo: -Abuela, cuando tú eras pequeña, ¿cuál era tu sueño? -Mi sueño también era ser pianista. -¿Y qué pasó? -Yo estuve dando unas clases y aprendí un poco, aquella persona murió y desde entonces entonces mi sueño de ser pianista cambió. Hace mucho que no toco. -Entonces, ¿debo olvidar mi sueño de ser pianista? -¡No! ¡Eso nunca! Tienes que tener muchas esperanzas y pensar que tu sueño algún día se cumplirá. Eres muy pequeña todavía. -Vale, muchas gracias gracias abuela.


-Venga vamos a comer. Estaban hablando del tema mientras comían, Asia siempre hablaba de eso. Al día siguiente, Asia estaba con sus amigas y le preguntó a todas que cuál era su sueño. Cuando Asia dijo el suyo, una amiga le dijo que ella tenía tenía un piano y que se lo podía prestar. Asia le dijo que por favor se lo dejara y al día siguiente, el piano estaba en su casa. Su abuela le dijo que qué bonito era. Asia, muy contenta, estuvo un buen rato tocando las teclas pero su madre le relató y le dijo que dejara el piano. Entonces se fue a su habitación porque era de noche. A la mañana siguiente, nada más despertar, fue corriendo a tocar el piano. El sonido era muy fuerte y molesto y su abuela se despertó: -Asia ¿qué haces ya despierta? Es temprano. temprano. -Abuela, es que necesitaba tocarlo, porque todavía no me creo que lo tenga. -Ya lo sé, pero como alguno de tus hermanos se despierte, tu madre te “relatará”. -¡Jo! Pero yo quiero estar aquí, tocando. A lo mejor así aprendo. -Así es imposible que aprendas. aprendas. A ver ¿me dejas sentarme? La abuela se sentó y empezó a tocar pero que va, ya no se acordaba. Le vino a la cabeza su profesor, su infancia, sus primeras clases y se acordó de todo aquello . La abuela había sido de pequeña igual que Asia. Entonces pulsó varias teclas hasta conseguir tocar una preciosa canción.


Asia no se creía lo que estaba viendo y escuchando, pero era la realidad. Se puso muy contenta al ver a su abuela tocar el piano y sonreír. En la puerta estaban asomados los dos hermanos, Asia Asia los vio, entraron despacio y se sentaron con su hermana. La abuela seguía tocando pero de repente, la madre se despertó. Fue corriendo a la habitación para ver lo que pasaba. Cuando llegó, vio a los hijos sentados escuchando cómo su abuela tocaba. Todos los del barrio se asomaron a la puerta al escuchar esa antigua canción que a todos les sonaba. Todos muy felices montaron una pequeña fiesta a las nueve de la mañana. Cuando la abuela terminó, todo el mundo se fue a su casa. Asia, muy entusiasmada, sonrió y dijo: -¡Abuela, por favor, enséñame a tocar el piano, sería mi sueño hecho realidad! -Pero... bueno... yo no voy a saber darte clases y.... -¿Y... qué? ¿Qué pasa? Con que me enseñes las notas me sobrará y la canción esa tan bonita. Por favor, abuela. La abuela la miró a los ojos y le dijo: -Está bien, te enseñaré algunas cosillas de las que me acuerde, pero recuerda que yo estoy muy vieja y que no te enseñaré lo mismo que un profesional... Asia fue corriendo hacia sus brazos, la abrazó muy fuerte y le dijo: -¡Muchas gracias abuela! A partir de ese día, la abuela le daba clases todos los días de la semana. Asia ya era casi una artista tocando el piano, salía a la puerta de su casa con el piano y tocaba. Algunas personas le daban dinero y le servía para para alimentar a su familia. Su madre y su abuela estaban muy contentas con ella.


Pasaron los años y Asia se hizo mayor, seguía con su piano, tocaba en grandes teatros y ganaba un dinero muy bueno para la familia. Su madre encontró trabajo y su abuela daba clases de piano y se hizo famosa en el pueblo. Una noche, Asia se iba a dormir y su abuela la acompañó. Asia le dijo: -¿Ves abuela? Los sueños se cumplen y como tú me decías: siempre hay que tener esperanzas para todo porque los sueños siempre se cumplen. cumplen.

FIN

Marta Contreras


<<El sueño de un niño>> Había una vez un niño que se llamaba Fernando. Su familia era muy grande, tenía 12 hermanos y su padre trabajaba en el campo. Tenían muy pocos recursos. Vivían en el campo y justo al lado, había una gran ganadería de un señor muy adinerado. El sueño de Fernando era ser torero pero claro, como eran muchos hermanos, sus padres no le podían pagar las clases, ni las vacas, ni nada. Todos los días se iba a ver cómo cuidaban el ganado en la finca de al lado. Un día, cuando el dueño de la finca estaba cuidando su ganado, vio a Fernando observándolo. A los dos o tres días también lo vio y le dijo: - Chiquillo ¿te pasa algo? Fernando se lo contó todo. - Señor ¡quiero ser torero! El señor de la finca le dijo: - Trabaja para serlo.


Él le dijo que no podía por la situación económica de su familia. Al señor le dio un poco de pena y le regaló una vaquilla. Fernando disfrutó todo lo que pudo de la vaca pero tuvo mala suerte; a los cinco meses se murió. Como Fernando cogió mucha amistad con el dueño de la ganadería se lo dijo y el dueño le dijo: - Como yo no tengo hijos, si quieres te pago las clases y te metes a torero. Fernando se puso muy contento y se lo comento a sus padres, que también se alegraron mucho. Cuando ya estuvo preparado, llegó la hora de su alternativa. Fernando triunfó en la maestranza, fue una gran figura del toreo y sacó a su familia de la pobreza.

FIN Isabel García


<<EL NIÑO QUE QUERÍA SER FUTBOLISTA>> Pablo quería ser futbolista pero era muy chico. Su hermano sí jugaba porque ya era mayor y muy buen jugador de fútbol. Un día, el hermano de Pablo, jugó un partido de fútbol con todos sus amigos y se llevó a Pablo con él. Lucas, el hermano de Pablo, marcó cinco goles y al final del partido, quedaron 5- 0, ganando el equipo de Lucas. Ningún equipo les ganaba porque eran un “equipazo”. Pablo le dijo a su hermano que si podía jugar con él y Lucas le dijo que no porque todavía era muy chico y le podían da un “pelotazo”. Poco después, los dos hermanos se fueron a casa y Pablo le recordó a su hermano que le quedaban hora para cumplir años y que a partir de ese día, podría jugar al fútbol. Al día siguiente, fueron a la escuela y en el recreo, Pablo jugó al fútbol y su equipo perdió 8-0. Pablo estaba triste y cuando llegó a cosa, le dijo a su hermano que si le enseñaba a jugar mejor y su hermano le ayudó.


En el siguiente recreo, jugaron al fútbol y esta vez quedaron 3-0 ganando el equipo de Pablo. Cuando Lucas jugó otra vez con sus amigos, le dejó jugar con ello y Pablo le dijo que sí. Durante el partido, Lucas marcó un gol y poco después Pablo. Fue un partido victorioso. A partir de ahí, Pablo se convirtió en un gran futbolista junto con su hermano y fueron los mejores jugadores de fútbol.

FIN

José Manuel Martínez


<<No <<No te rindas>> rindas>> Érase una vez un mono llamado Jorge que vivía en un zoo de Londres. Un día, estando en su jaula, contempló la luna y pensó que ¿qué hacía él en esa jaula mientras otros monos estaban en la selva? Y pensó salir de la jaula e ir a la Luna o donde nadie lo pudiese encontrar y estar tranquilo. Más adelante, hablando con los otros monos que estaban con él, les dijo que ¿por qué no se escapaban e iban a la Luna? Y todos se empezaron a reír de él diciéndole que eso era imposible y que nunca lo conseguiría. Jorge, triste y decepcionado, se quedó en una esquina de la jaula. Al cabo de dos días, se le levantaron los ánimos y se puso a idear un plan. Se llevó días y días ideándolo hasta que lo consiguió. Trataba de que cuando el cuidador fuera a llevar la comida se metería en su mochila y se iría, pero el guarda se dio cuenta y lo volvió a meter en la jaula. Jorge con los ánimos por los suelos, recordó una cosa que decía: - Nunca te rindas hasta llegar a la meta. Y volvió a idear un plan, pero está vez más difícil, para que no volviera a tener problemas: Era hacerse el enfermo para que lo llevaran al médico y una vez allí,


escaparse. Pero cuando llegó a la consulta le pincharon en el brazo y se mareó. Lo devolvieron a la jaula, mareado y cayéndose por los suelos. Los otros monos se empezaron ha reír de él diciéndole: - ¿Has llegado ya a la Luna? En ese momento, Jorge se enfadó y dijo: - A la tercera va a la vencida. Y volvió a idear un plan. Cuando sea la hora de visitas iba a atacar a alguien y así lo expulsarían del zoo. Al día siguiente, llevó ha cabo su plan: cogiéndole de los pelos a una mujer, le quitó la cámara de fotos y el móvil. Los guardias entraron a por las pertenencias de la mujer. Jorge las tiró lejos de la puerta de la jaula y aprovechó para escapar y dijo a los monos que se rieron de él: - ¿Ahora quién está fuera? Salió rápidamente para que no lo pillaran los guardias y, pasando por el lado de la gente asustada porque tenían miedo de que les mordiera, salió a la ciudad y por poco lo pilla un coche, se subió encima de uno de los coches, llegó al puerto y se montó en un barco y se metió en uno de los camarotes de los pasajeros. Empezó a revolver en la ropa, se cansó y se acostó.


Cuando se despertó sonó un ruido y entró una mujer que chilló al verlo allí y salió a correr, mientras la mujer decía - ¡Seguridad, seguridad! Salió a las afueras del barco y se fue hacia la piscina. Se puso a jugar con un niño en la piscina, corrió para esconderse y entró en el salón. Se puso a “recolingarse” por las lámparas y a romper vasos. Sonó un pitido y era la hora de zarpar. Jorge bajó el primero y vio a la gente hablando otro idioma, salio para la selva y dijo: - Ahora tengo que llegar a la Luna. Intentó trepar por los árboles pero no llegaba, hizo una escalera pero tampoco, se monto en un avión y llegó y dijo: - Ahora sí.

FIN

Felipe Delgado


<<MANÚ Y SU ENTRADA EN EL COLEGIO>> Había una vez, en un pueblo de la India, una niña llamada Manú. Tenía 10 años, bueno por ahora, porque al día siguiente, 11 de abril, era su cumple. No sabía que le iba a cambiar su vida porque mañana iba por 1ª vez al colegio. Por la noche, sentada en la cama, vio una estrella fugaz. Entusiasmada pidió un deseo. - ¿Quieres que te lo diga? Pero es un secreto. He deseado que mañana sea un día fantástico. Vino la madre de Manú con su hermano de 5 años; era muy revoltoso y muy pesado,-bueno que esperabas de un hermano pequeño. La madre le dijo - Manú ya es hora de dormir para mañana ir al colegio. Cuando amaneció, desayuno rápido, cogió la mochila y se puso delante de la puerta. Su padre cogió las llaves del coche y la llevó al colegio. Vio a muchos niños. Todos los niños la miraban y dijeron


-¡Mirad, mirad a la nueva! Entonces llegó la maestra y le explicó que tenían una compañera nueva. Le dieron una lista y, con lo poco que sabía leer, lo pudo leer aunque le costó mucho. Llego la hora de matemáticas donde le explicaron las proporcionalidades y porcentajes. Le mandaron muchas cosas, aunque no sabía si se había enterado muy bien de lo que le habían explicado. Llego el recreo, dio vueltas al recreo sin saber con quién ir. Una niña de su clase llamada Malaya, se aproximó a ella y jugaron todo el recreo. Cuando llegó a casa le contó todo a sus padres entusiasma y le preguntó su padre cómo eran las proporciones y porcentaje y se lo explicó, pero no se enteró bien. Por la tarde, a las 6:00, celebró su cumpleaños y había invitado a su amiga Malaya, la cual, llevó a una prima mayor que sabía mucho de proporcionalidades y porcentaje y estuvieron parte de la tarde repasando la materia, hasta que Manú se enteró.


Esta es la historia de la superación de Manú, pues se integró en el colegio y aprendió lo que no sabía. Al día siguiente, el profesor de le preguntó y ella y su amiga Malaya se lo supieron todo.

FIN

Elena Bermejo


<<UN <<UN SUEÑO HECHO REALIDAD>> REALIDAD>> Érase una vez una niña que se llamaba María y tenía 5 años. Era muy lista y con tan corta edad, sabía leer y escribir. Un día, soñó que era una gran escritora y tenía escritos muchos libros por ella. Cuando despertó, se puso muy triste al ver que todo había sido un sueño, pero se interesó mucho por la escritura. Entonces se puso a investigar. Cada sábado, iba a visitar a alguna escritora de su ciudad en su bicicleta. bicicleta. Así pasó sus 5 años siguientes. Cuando cumplió los 10 años de edad, visitó a una escritora muy importante `Carmen Gil´. Le hizo una entrevista y cuando llegó a casa, se puso a investigar sobre ella. Estuvo 2 años investigando, y cuando a los 12 años años volvió a verla, le contó el sueño que había tenido con 5 años, diciéndole que había soñado que era una gran escritora. Carmen Gil se puso a pensar y recordó que a ella le pasó exactamente lo mismo y le explicó cómo podía hacerlo realidad. Cuando Carmen terminó de contarle todo, ella la informó de la pobreza y humildad de su familia. Entonces


decidió darle 1000 euros todos los meses. María se puso muy contenta por semejante ayuda y se puso a trabajar muy duro para conseguir su sueño. Cuando pasaron 6 años, años, ya había escrito 3 colecciones enteras e iba a empezar a escribir otra. Estuvo hasta los 22 años soltera y escribiendo libros hasta que un día, escribiendo su nueva colección, fueron a su casa a hacerle una entrevista. Era un periodista de 23 años llamado llamado Javier. Javier. Haciéndole la entrevista se enamoraron, se citaron y se comprometieron. Estuvieron dos años siendo novios y se casaron. Con el tiempo tuvieron una hija, a la que decidieron llamar Ana. María, durante su embarazo, no dejó de escribir libros pero cuando nació Ana fue cuando María tuvo que dejar de escribir para poderla cuidar. Cuando Ana cumplió los 5 años tuvo el mismo sueño que su madre con su edad y al contárselo a su madre decidió enseñar a Ana a leer y escribir. Era una chica lista, pero no tanto como su madre y cuando ya sabía escribir y leer muy bien, su madre le ayudó a escribir su primer libro que lo


termino teniendo 8 años. Su libro fue un éxito porque a los niños, de 5 años a 8, les encantaba. Su padre tuvo la idea de hacerle una entrevista entrevista con su madre y gracias a eso, Ana se hizo muy popular. María estaba muy orgullosa porque había cumplido su sueño gracias a Carmen Gil y también por su hija que también había resultado ser una gran escritora. Un día, fueron a visitar a Carmen Gil para para que conociera a su hija y para agradecerle todo lo que había hecho por ella. Y así fue como vivió esta familia. María seguía escribiendo. Ana, al igual que su madre, también se dedicó a la escritura haciendo libros preciosos y su padre, siguió entrevistando entrevistando a las personas importantes.

FIN Almudena Barrero


<<ANA, LA NIÑA QUE QUERÍA SER MÉDICA>> Ana, era de una familia humilde, pero su sueño era ser médica. Un día le dijo a su padre: - Papá quiero ser médica ¡es mi sueño! Y su padre le dijo: - Vale, pero espera espera a ser mayor. Fueron pasando los años y, cuando el colegio terminó, tenía 18 años y le dijo a su padre: - Papá, me dijiste que podría ser médica cuando fuera mayor. Y el padre le dijo: - Ahora no nos podemos permitir pagarte los estudios, ni tampoco el piso piso donde quieres irte a vivir. La niña se fue a su cuarto llorando y allí, se le ocurrió una idea. Como se le daba bien hacer pulseras y joyeros, pensó en hacer cosas así para sacar dinero. Así que con algo que tenía ahorrado, se fue a comprar.


Compró: hilo hilo y cuero para las pulseras y conchas y piedrecillas para los joyeros. Cogió una mesa que tenía en su casa y se puso en la calle a hacer y vender las cosas que elaboraba. Al cabo de unos días ganó 100euros, pero no tenía suficiente. A ella se le ocurrió hacer hacer platos de comida y los fue vendiendo por ahí. Ganó unos 300 euros, y estaba muy contenta. Se lo dijo a su padre, - Necesitas 100 euros más. No sabía qué hacer pero se le ocurrió hacer espectáculos. Le gustaba mucho bailar y cantar. Fue así como ganó 100 euros que le faltaban. Corriendo fue a decírselo a su padre que, muy contento, la llevo a Sevilla, buscaron y encontraron piso, era espacioso y bonito. Valía 200 euros, pero necesitaba comida, agua, ropa... Así que, se puso a cantar en un teatro. Fue así como ahorró para completar los gastos que faltaban para poder vivir en Sevilla. Estuvo estudiando, aprobó todo y con muy buenas notas. Pasaron unos años y consiguió ser médica. Operó a un


niño que tenía unos problemas de respiración. Lo ayudó, pero el niño niño estaba muy grave. Al final, consiguió salvarse y, cuando pasaron 5 meses, ya estaba alegre y jugando con sus amigos. Hizo muchas operaciones y todos los niños querían estar con ella. Era la mejor médica. Era amable, les daba regalos y caramelos a los niños niños y ella era muy feliz. Al final… Cumplió su sueño

FIN

Ana Nogales


<<EL <<EL SUEÑO DE MARTÍN>> MARTÍN>> Este cuento trata sobre un ratón que se llama Martín. Martín era ratón, era la mascota de una niña que se llamaba Lilly. A Lilly no le gustaba Martín, siempre le hacía cosas malas. El ratón soñaba con solo una cosa: irse de esa casa para siempre. Lilly, para que el ratón no se escapara, compró un gato al que llamo Frank. El gato tampoco quería a Martín, así que siempre le hacía cosas malas. Martín siempre soñaba con salir de esa casa y marcharse con su familia, pero sabía que eso no iba a ser imposible porque Lilly había puesto un montón de trampas para que no se escapara. Martín recordó el día en que el padre de Lilly, Eduardo, lo capturó. Él tenía cinco años y estaba andando con su padre y de repente, apareció una sombra y cuando estaba corriendo, el padre de Lilly lo cogió con una red. Cuando entró Martín se encontró con un perro que se llamaba Boby, ese era el perro más bonito que él había visto en toda su vida. Boby era el que se portaba mejor con Martín, por eso Lilly, como no quería a Martín, no dejaba pasar a Boby porque sabía que él se iba a divertir y a Lilly eso no le gustaba. Martín como llevaba diez años en esa casa se sabía todos los cuartos que había allí.

CAPÍTULO II <<EL <<EL PLAN>> PLAN>> Como iba diciendo antes… Martín tenía un plan que se trataba de distraer a Frank, escaparse de la jaula, encontrar el


conducto de ventilación para escaparse por ahí y después, ya pensaría qué hacer cuando estuviera fuera de la casa. Cuando Lilly le diera la comida iba a dejar una cosa en la puerta para que cuando saliera fuera más fácil irse y distraer a Frank. Cogió un ovillo de lana, porque como a los gatos les encantan los ovillos de lana, le sería más fácil que no lo vieran. Después de deshacerse de Frank, se iría a la habitación del padre de Lilly para irse por el conducto de ventilación y después de meterse por el conducto de ventilación, se iría por el campo de Lilly porque el campo era muy grande… pero primero, tendría que pensar cómo entrar por el conducto de ventilación, porque era muy difícil ya que era muy pequeño y no sabía cómo llegar al techo.

CAPÍTULO III <<LA <<LA HIDA>> HIDA>> Como había calculado Martín, cuando Lilly le echó la comida dejó la puerta medio abierta, así que Martín se escapó por la noche. Como sabía que Frank iba a estar despierto, cogió el ovillo de lana y se lo tiró, así que Frank se embobó con el ovillo y no se dio cuenta de que Martín se había escapado. Ahora tenía que encontrar el cuarto del padre de Lilly. Cuando dio con el cuarto del padre de Lilly, se dio cuenta de que el conducto de ventilación estaba en una esquina en el techo. Se subió al armario y después como había un montón de cosas, hizo como una escalera y consiguió meterse en el conducto de ventilación. Dentro, conoció a una lagartija que


lo guió hasta fuera de la casa y, cuando ya estaba fuera de la casa, se fue por un caminito que estaba ya viejo. Cuando estaba andando, Martín conoció a una hormiga y se hizo su amigo. La hormiga lo guió y cuando llegó a la casa de sus padres se despidió de la hormiga. Entró en la casa de sus padres y sus padres no lo reconocían, Martín les dijo a sus padres que había aprendido una cosa: ¡No dejar de luchar por sus sueños!

FIN

Josué Carrizo


<<EL <<EL SUEÑO DE RAFA>> RAFA>> Rafa era un niño que desde que era chico soñaba con ser futbolista. Le encantaba el fútbol pero todo el mundo le criticaba porque era muy malo. Decían que nunca iba a ser futbolista y que nunca jamás sería famoso. Sus padres tenían mucho dinero y lo apuntaban a equipos, pero no superaba las pruebas. Los padres no sabían que hacer y Rafa cada vez se deprimía más. Pasaban los años y a Rafa cada vez le criticaban más. Un día un nuevo vecino llegó al barrio. Antiguamente había convertido a paquetes en máquinas del fútbol. Los padres de Rafa le pidieron a Carlos que que era el entrenador que entrenara a su hijo. Vio como jugaba Rafa y Carlos dijo que iba a ser difícil pero con esfuerzo lo conseguiría. Los padres de Rafa le dijeron a su hijo la gran noticia. Rafa se puso tan contento que al día siguiente se lo contó a sus amigos. Con el tiempo


Rafa iba mejorando hasta que al fin lo ficharon para un equipo valenciano. En ese equipo fue mejorando en ese equipo. Llego a estar con el tiempo en el Barcelona. Pero cuando Carlos falleci贸 Rafa dej贸 el f煤tbol para estar con su entrenador.

FIN

Juan Ignacio Mart铆n


<<Yo no valgo para nada>> Paula era una niña muy pesimista y que no tenía autoestima alguna. Ella era no muy alta, delgada, con el pelo rizado y rubio, los ojos grandes y azules, le encantaban las faldas y su color preferido era el verde. Vivía en un pueblo de Huelva que se llamaba Aracena. Tenía 13 años. Todo el mundo le caía bien. Era una niña bastante lista en todo lo que le pusieras por delante, pero todo lo que hacia ella, veía que estaba mal y siempre se creía las bromas que les gastaban sus compañeros de clase. Ella siempre creía que los problemas que había en la clase, en el patio del recreo, en su casa y en todos los sitios, eran por su culpa. Pasaba el tiempo y Paula seguía siendo igual de pesimista. Un día, llegó a la clase una niña nueva, se llamaba Selena. Todo el mundo decía que Selena era muy “rarita”. Paula se hizo íntima amiga de ella. Selena, un día por la tarde, fue a casa de Paula a hacer un trabajo de Conocimiento del Medio que había mandado su “profe”. Cuando terminaron de


hacer el trabajo se pusieron a jugar. Jugaron a todo lo que tenía Paula en casa: a las Nancy, al parchís, a la oca, a las tiendas, a pintar cuadros en lienzo, a hacer manualidades, etc., hasta que llegaron al último juego, ese juego era al ajedrez, en el que Paula siempre ganaba. Por supuesto ganó Pula y entonces le dijo Selena: - ¡¡¡¡Qué bien juegas!!!! ¡¡¡Paula has ganado!!! - Bueno...., pero yo creo que deberías de haber ganado tú, porque yo... es que.... no... Ahí fue cuando Selena se dio cuenta de lo pesimista que era Paula. Selena estuvo hablando con ella, para convencerla que tenía que tener mucha más autoestima, pues era una chica trabajadora, lista., guapa, buena...Y además, ayudaba a todo el mundo. Al día siguiente, a la hora de entregar el trabajo, la “profe” les dijo que estaba una cosa mal. - Si es que no valgo para hacer nada, como me va a salir bien.-dijo Paula. La maestra le “relató” y le dijo que ella si que valía para hacer muchas cosas y que era muy lista, pero que un fallo lo podía tener cualquiera y que


en todos los trabajos había millones y millones de fallos y que, porque ese día tuviera un fallo, no pasaba absolutamente nada. Su madre también estaba cansada de decírselo, pero ella no le echaba cuenta ninguna y seguía creyendo que no valía absolutamente para nada.. Un día, Selena habló con la madre de Paula y quedaron para hablar junto a la maestra, con Paula. Cuando hablaron con Paula le dijeron de todo hasta que se quedaron sin palabras. A Selena se le ocurrió un plan perfecto; Selena apuntaría en un papel todas las cosas buenas que hacia Paula durante el día y a la noche se lo enseñaría y verían lo buena que es, Paula intentaría ser cada día más optimista, a ella le gustó la idea y prometió que día a día se vería menos defectos y se valoraría más. Cuando por la noche se reunieron, la lista estaba llena de cosas buenas, se portaba muy bien en la clase, sacaba buenas notas, ayudó a su madre en las tareas de casa, a su hermana con los deberes, a su abuela con la compra... etc. Ella misma se quedó asombrada con todas las cosas buenas que


hacía durante el día. Se convenció de que era una muy buena persona. Al día siguiente, hicieron lo mismo y así hasta que ella descubrió que era verdad todo lo que le decían. A partir de entonces, todo lo que hacía lo veía bien y, aunque tuviera fallos, no se disgustaría e intentaría arreglarlo. Así fue como Paula, poco a poco, fue consiguiendo toda la autoestima que tiene hoy en día y descubrió que si se equivocaba, siempre había otra oportunidad y que nunca se desilusionaría. Así cumpliría todos sus sueños

FIN Esperanza Fernández


<< ¡TÚ PUEDES! >> Había, hace tiempo en un pueblo, un chico al que llamaban Nick. El pobre era tímido y no era capaz de ser quien era. No se atrevía a decir o a hacer lo que quería y si lo hacía, la gente decía que quería imitar a su hermana. Un día, su hermano se puso enfermo y él encontró la manera de ayudarle; había una mujer, una curandera, que vivía en un bosque y quizás, con diferencia de todo el pueblo, supiera cómo ayudarle. Antes de nada, decidió hablar con el sabio líder de la aldea. - Bueno Nick- dijo el sabio. ¿Has decidido qué hacer? - Sabio, sé que no puedo enviar a gente a buscar a la curandera, pero ¿seguro que alguien puede ir y que yo tengo que enviarle? ¿Y quién es? - Eres tú. Recogió algo del suelo. Era una semilla. Nick tú eres una pequeña semilla destinada a convertirse en algo grande y ahora es el momento de que germines. Si no lo haces, no podrás ayudar a tu hermano. Eres el único que puede ir y decidir si lo haces o no. - Iré… iré por mi hermano. - Buena suerte y Nick… Tú puedes. Esa noche, Nick abandonó el pueblo y caminó sin descanso durante tres días y dos noches, llevando consigo una bandolera marrón. Por fin, llegó a la <<Montaña Espinosa>> que le separaba del bosque donde estaba la curandera. Un recuerdo de cuando era niño afloró en su mente y le produjo una sonrisa. Pues veréis, adoraba la escalada libre y eso le facilitó la subida. - ¡Ay! ¡Menudo golpe! Protestó cuando a iba por la mitad. Siguió subiendo hasta la cima… pero en cuanto llegó vio a lo lejos su destino y se emocionó tanto, que perdió pie y aterrizó, después de rodar por la cara opuesta de la montaña, sobre la rama de un roble, lo


que le salvó la vida, pero la rama se partió y se cayó al suelo, llevándose consigo a Nick que despertó en la casa de la curandera. - ¡Ten cuidado chiquillo!- dijo la curandera. Los golpes que te distes al caer de la montaña te dejaron secuelas y has sufrido una conmoción de las serias. - ¿Quién es usted? - Soy Nadya. Soy o, mejor dicho, era una curandera pero ahora sólo soy una anciana que vive a los pies de una montaña. - ¡La estaba buscando curandera! - ¿Por? - Mi hermano tiene una extraña enfermedad, “la escamosis aguda” que ninguna persona puede curar y… - Lo sé. - Esto… ¿A qué se refiere? - Mi enamorado la contrajo y yo, intenté curarle pero fallé. Creé un filtro que podría sanarle pero el pobre falleció cuando sólo faltaba un ingrediente para tenerlo completo. No lo conseguí. - ¿Podría intentarlo de nuevo? - Puedo darte el filtro, pero seguirá incompleto. - ¿Qué ingrediente falta? - Mira. La anciana Nadya le mostró la imagen de una flor de cinco pétalos de color oro con las puntas blancas y el centro de color rubí. Esta flor, llamada <<Gema Dorada>>, es el ingrediente que falta. - ¿Dónde está? - Tienes coraje chico. Si usas esto- explicó la anciana- serás teletransportado a tu casa en cuanto cojas la flor. - ¿Qué es esto? - Una reliquia que te llevará a la cueva donde crecen las flores. Pero ten cuidado con su guardián.


Minutos después el chico estaba en una cueva oscura. Cuando se metió por un pasillo, todo lleno de un humo morado… ¿quiénes aparecieron ante él? Sus amigos, sus padres y su hermano. - Nick, la aventura no es para ti. - No pasarás la prueba del guardián. Todos empezaron a hablar, coincidiendo en algo: No podía hacerlo. Entonces Nick recordó algo que uno de ellos había dicho: “No pasarás la prueba del guardián”. Si de algo estaba seguro era de que tenía baja autoestima y, desde que nació, había estado diciéndose a sí mismo, que no podía. El guardián debía saberlo y lo usaba en su contra. Nick, por fin, dijo lo que nunca se había atrevido a decir: - Yo… puedo hacerlo. Confió en sí mismo. Entonces, las imágenes desaparecieron, encontró la flor, usó la reliquia y volvió a casa donde, gracias al filtro, curó a su hermano y pudieron vivir en paz. El sabio, también conocido como el guardián de la flor “Gema Dorada”, dijo: - ¡La pequeña semilla está germinando!

FIN María del Mar González


<<El Hombre sin confianza>> Érase una vez, hace mucho mucho, en un pueblo había un hombre que le gustaba mucho hacer deportes. Tenía que estar moviéndose de un lado para otro así que decidió sacarse el carne de conducir. Entonces fue a las oposiciones para poder sacarse el carné del coche y como estaba muy nervios, decidió llamar a un amigo para que le aconsejara. Su amigo le dijo que no se agobiara porque con nervios no conseguiría nada y además, lo veía altamente cualificado para obtenerlo. El consejo de su amigo lo calmó un poco y gracias a eso, aprobó su examen obteniendo así, el permiso de circulación.


Cuando terminĂł el examen y supo que habĂ­a aprobado, fue a visitar a su amigo para contarle los resultados y agradecerle sus palabras. A partir de ese dĂ­a, fueron amigos inseparables.

FIN

Guillermo Prieto


<<El <<El sueño en la cancha>> cancha>> Había una vez un niño llamado Antonio que soñaba con ser un gran jugador de baloncesto. Cada día practicaba, pero era un poco patoso y siempre se ponía triste porque sus amigos lo superaban. Un día, se rindió y dijo que no jugaría más al baloncesto porque nunca conseguiría su sueño. A los dos días, sus compañeros de entrenamiento, que eran muy amigos suyos, se lo llevaron a una cancha de baloncesto donde practicaron mucho, hasta que Antonio mejoró. Lo que más motivó a Antonio fue una frase que sus amigos repetían continuamente. Esa frase era: ¡Tú puedes! Desde entonces, Antonio pensaba en esa frase y se animaba a sí mismo.


Al final, consiguió su sueño y, además de ser un buen jugador, se hizo profesor de baloncesto de niños porque le recordaba su infancia y le hacía feliz. Justo por aquellos tiempos, un niño le dijo que no jugaría más a baloncesto, que estaba harto de fallar siempre y Antonio habló con él y le dijo que la vida le había dado dos lecciones: la primera que nunca había que rendirse y la segunda que, si tienes buenos amigos de verdad, ellos te ayudarían en los momentos malos. El niño se conmovió tanto que empezó entrenar durísimamente y lo más importante, entre sus amigos y él empezó a haber mucha más confianza y mucho más apoyo.

FIN Ana María Díaz


<<UN <<UN SUEÑO CUMPLIDO>> CUMPLIDO>> Érase una vez una niña de 14 años que a sus 7 años tuvo el sueño de ser escritora. Entonces a sus 14 años hizo un esfuerzo, pero no consiguió cumplir ese sueño por culpa de los estudios. Pero ella sabía que no de debía rendir, porque todo en la vida se consigue si lo intentas. La chica, llamada María, llegó a su casa sin deberes y se fue a su habitación a escribir un libro. Después de unos 15 minutos llegó su madre, llamada Carmen. María había escrito 80 páginas con letra pequeña. La madre le dijo: -Hija, sal a dar una vuelta con tus amigas que están fuera en la puerta. Y María dijo: -Voy mamá. María recogió sus cosas, cogió su bolso, se puso sus zapatos de tacón, se peinó y se maquilló y por su puesto se quitó el uniforme de la escuela y se vistió. A la salida, la esperaban sus amigas.


María salió por la puerta de su casa y se fueron al centro comercial a comprar ropa, maquillaje, zapatos..., lo que haría cualquier chica de 14 años en un centro comercial con sus amigas y con dinero. Después de un día de compras, María se duchó, se puso el `pijama y se puso a leer un libro titulado “Nunca renuncies a tus sueños”. Llegó el padre llamado Jesús y le dijo: -Hija dentro de 5 minutos bajas a cenar ¿vale? María contestó: -Vale papá, ahí estaré. Pasaron los años, María ya era toda una mujer de 22 años bien desarrollada. Un día María fue a una editorial a ver si publicaban sus 20 libros hechos a mano. María tuvo muy buena suerte y publicaron ¡LOS 20 LIBROS! María llegó a su casa emocionada y se lo contó a sus padres. María dijo: -¡Papá, mamá me han publicado los 20 libros que escribí! Dijo emocionada y gritando


La madre dijo: -Hija mía, que bien, ya podrás cumplir tu sueño. Dijo emocionada. El padre dijo: -¿Y de qué trataban esos libros? Preguntó entusiasmado. María dijo: -Lo tendrás que averiguar tú papá, jajaja. Dijo feliz. La madre dijo: -Muy bien dicho, pero dime a mí de que tratan ¿no? Es de madre a hija,jejeje. Dijo con la risa nerviosa. María dijo: -Mamá, lo tendrás que averiguar tú también. El padre dijo: -Eso, vamos a ver si solo se enteran las mujeres ¿eh? Jajajaja. Se llevaron casi toda la noche riendo. María soñó que salía en televisión en todos los programas y que era muy famosa y que todo el dinero que ganaba lo repartía, una parte para su familia y otra para hacer hospitales, ayudar a los pobres...


Una semana después su sueño se hizo realidad, ¡Aah, por cierto! Se me olvido decir que acabó sus estudios a los 20 años y que es andaluza. Bueno ya todos sabréis que cualquier sueño se puede hacer realidad si os esforzáis y dais toda vuestra fuerza en conseguirlo y no ser egoístas ni consentidos. Y a vivir la vida, que todo se puede conseguir.

FIN

Anais Fabián


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