Lindo y Lando son gemelos con dos mundos paralelos. Lindo es esbelto y flaco Lando es grueso y un retaco. De estatura diferente su talante es divergente: uno es puro, el otro, en fin, revoltoso y malandrín. Lindo siempre es amoroso, Lando siempre belicoso. Lindo estudia apasionado, Lando siempre está tumbado. Lindo es manso como un perro: Lindo no es ningún gamberro. Lando es guarro, puerco e ingrato sucio es él, sucio su gato. Ya termina este cantar y ahora empiezo a relatar, el porqué, el cómo y el cuándo de este cuento: Lindo y Lando.
1. ¡Lando, despierta!
—¡Lando, despierta! —¡Grrr! —¡LANDO, DESPIERTA! —¡GRRR! Lando siempre responde «grrr» cuando la señorita Esonosehace le obliga a levantarse de la cama todas las mañanas. Sabe que, una vez en pie, no le queda más remedio que ir al colegio, algo que odia con todas sus fuerzas. Lando aborrece levantarse para ir a la escuela y unas cuantas cosas más: no soporta hacer los deberes, lavarse, acostarse cuando se lo ordenan, rezar, ordenar la habitación, leer libros instructivos, ver documentales en la tele, dar largos paseos, el puré de verduras, 11
la compota de manzana, las lentejas, las coles hervidas y los garbanzos. Normalmente se levanta al séptimo «¡grrr!», es decir, cuando los gritos de la señorita Esonosehace son tan agudos que le perforan los tímpanos. No obstante, esta mañana no ha podido abrir los ojos hasta el octavo gruñido. Ha dormido muy mal, pues la noche anterior se dio un auténtico atracón de callos encebollados. Lando ha dormido con su jersey de rayas encima, que no se quitará hasta que no esté lleno de lamparones. Esta mañana no se va a lavar porque ya lo hizo anteayer, ni tampoco se va a peinar porque su cabellera es híspida e hirsuta como las púas de un puercoespín. Sale rápidamente de su habitación, que parece un estercolero, y se dirige hacia el comedor. Ya ha terminado de digerir la cena, así que tiene un hambre canina. Su hermano Lindo ya está en la mesa, desayunando un vaso de leche con tostadas, 12
mantequilla y mermelada. Lindo es rubio, huele a jabón de lavanda y lleva el pelo peinado hacia atrás. Viste una camisa blanca de lunares azules con una pajarita al cuello. —Buenos días, Lando. ¿Has dormido bien? Voy a untarte la mermelada en el pan tostado —dice Lindo con voz aflautada. —¡GRRR! —respondió su hermano. Lando se dirige al frigorífico. Saca un pedazo de queso, unas salchichas y se sienta a comer. Hasta la sexta loncha de queso y la tercera salchicha no se da cuenta de la presencia de Lindo. —¿Dónde está mamá? —pregunta con la boca llena. —En su habitación. Tiene jaqueca. Papá salió esta mañana temprano. Lindo y Lando no sabrían qué responder si alguien les preguntara qué aspecto tenía su padre. Él sale pronto, vuelve tarde y, durante las vacaciones, se queda dormido en una butaca con el periódico sobre la cara. 13
Lindo y Lando tienen orden de no molestarlo. Su madre también sale muy a menudo, pero cuando se queda en casa está siempre con «jaqueca». Lindo y Lando creían al principio que se trataba de su mejor amiga, pero la señorita Esonosehace les explicó que era algo así como un dolor de cabeza. —¿Llevas los ejercicios de clase? —pregunta Lando por fin. Lando, que no quiere sacar malas notas, siempre le copia los deberes a su hermano. —¡Claro! Todo en orden —asiente Lindo—. Qué conmovedora era la poesía de hoy, ¿verdad? —¡Cuando la recuerdo me echo a llorar! —refunfuña Lando mientras lanza una salchicha al gato, que acababa de subirse a la mesa. El gato negro de Lando se llama Pústula. ¡Nunca se ha visto un ser más sucio que él! Es tuerto, le falta un trozo de oreja, tiene la cola cortada y el pelo erizado. Lo peor de todo es 14
VOY A UNTARTE LA MERMELADA EN EL PAN TOSTADO.
ยกGRRR!
15
que Pústula es un ladrón de primera. ¡El señor Tirantes, que trabaja en el supermercado de la esquina, tendría algo que decir al respecto! A Lando le regalaron el gato por su sexto cumpleaños, es decir, hace dos años. Pústula, por aquel entonces, era una bolita de pelo y maullaba como un poseso. Su primera proeza fue hacerse pis en el sofá del salón, hazaña que todavía repite con asidua regularidad. A Lindo, para la ocasión, le regalaron un caniche blanco como la nieve, que no molesta ni siquiera cuando ladra. Se llama Cándido y, en este momento, se encuentra a los pies de su adorado dueño, comiendo pan mojado en leche en un cuenco reluciente. De tanto en tanto mueve la cola y observa el entorno con mirada tierna. A Cándido le gustaría entablar amistad con Pústula, pero lo máximo que ha conseguido ha sido un arañazo en el hocico. Lindo le dice siempre que no debe enfadarse con él. 16
—Pústula tiene mal carácter, pero te quiere. A Lando le pasa lo mismo conmigo. Es mi hermano gemelo: ¡cómo no me va a querer! Así es. Aunque no se parecen ni en el blanco de los ojos, Lindo y Lando son hermanos gemelos. Tienen ocho años. Ni siquiera coinciden sus fechas de nacimiento: Lando nació a las 23:58 de un viernes 17 de marzo y Lando vino al mundo el sábado 18 de marzo a las 00:12. ¿Será ese cuarto de hora lo que tanto diferencia a los dos gemelos? 17
¡ATENCIÓN! ¡Este libro es DE RISA!
No recomendado para aburridos ni para gente sin sentido del humor.
¡Te reirás a carcajadas! Lindo es más bueno que el pan: un ángel sin alas. Lando es malo malo de verdad: un auténtico diablo. A Lindo le encanta el colegio. Lando no lo soporta. Lindo quiere a todo el mundo. Lando siempre está tramando algo contra alguien. ¡Y sus turbios planes siempre tienen éxito! www.anayainfantilyjuvenil.com
¡No te lo pierdas!
1578188