6(eabt4 &paño( Boletín Informativo de la Asociación Española de criadores de caballos de Pura Raza Española
Nurriero 18
MARTIN CORNELLO
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FEBRERO 1980
PEL1LJEÑA ANTOLOGIA DEL EARALLD
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YEGUADA
EN El BOSQUE II
Cuando a los pies de un haya se agrupa la yeguada, esta yegua morosa de las crines de endrino, si solamente en ella detengo la mirada, ca, a todo el grupo, un aire de abolengo latino. Batee sus pies la tierra con un acompasado bracear, que denuncia la posesión pacifica; y veo, (letras de ella_ la reja del arado rompiendo las entrañas de la Cena prolífica. Bajo el hayal oteo la clara lejania de unos campos que suenan a estrofa virgiliana. y. en el triunfo de oro de la paz octaviana, rezuma de abundar•cias la tierra labrarlia. Acóplanse las yeguas debajo del hayedo; doblan al yugo el cuello; cargan sobre las manos, y se alejan, al paso majestuoso y quedo. de un desfile de yuntas de colonos romanos... 2
Cuando en verano queme las tierras el bochorno, y, al dar¿ear de rayes de] calor que las tuesta. casi ter gan los trigos, en la abrasada siesta, el olor de los panes cociéndose en el horno, valuará la yeguada, la cabeza pendiente. requ:rier.do las sombras del hayedo nativo; y, al entorno del haya, se agrupará, paciente, en un reposo de égloga, callado y expresivo... Se agrupará. al entorno del haya, como ahora, que me insinúa en todo su abolengo latino, triunfando, por la estirpe, de la edad destructora, esta yegua solemne de las crines de endrino. Eduardo Marquina
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YEGIJADA DE CARDENAS
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cabcdeo esparioe, patkimonio nacionae
Por José María Martin Cornello No sólo los edificios monumentales, las manifestaciones plásticas del arte. las grandes obras literarias y musicales. etc.. constituyen el patrimonio cultural de un pueblo: también la conservación de algunas especies animales forman parte del patrimonio de un pais. Pero, en contra de lo que suele creerse, algunas especies animales contaron con mas protección en tiempos pretéritos que en nuestros días_ Así sucede con el caballo español, que, desde hace siglos. gozó siempre de una especial protección. cristalizada en una larga relación de textos legales que comienzan en 1347, cuando Alfonso XI promulga una primera disposición de protección al caballo, ordenando que el ganado caballar formase parte de la Cabaña Real, para que pudiese transitar seguro por todo el Reino. Tenernos aquí, en esta primera disposición conocida de protección al caballo. una 'clara intención de cubrir con un techo legal el hecho ineludible de que el caballo era parte importante del patrimonio del pais. En esta misma linea, los Reyes Católicos promulgaron una serle de disposiciones, entre las que se cuenta una que prohibia, bajo pena de confiscación y muerte, sacar algún caballo o yegua del Reino, cualquiera que fuese su clase (de freno, albarda o cerril). Hay una curiosa pragmática de -1566 por la que se ordena que quien tuviese durante tres años de doce yeguas en adelante, no pudiese ser preso por deudas, y al objeto de que se conservasen puras y se aumentasen las selectas castas andaluzas, prohibió que se sacasen, yeguas de Andalucía para Castilla, En 1772, mediante las Ordenanzas de Carlos III, se concedía la exención del
servicio militar a uno de los hijos del ganadero que' tuviese cierto número de yeguas, así como también exención de alojamientó, bagajes y repartimentos de cebada y paja para el Ejército. La larga relación de disposiciones protectoras del caballo, de la que hemos seleccionado estos pocos ejemplos, no es sino el exoonente legal de la preocupación de la sociedad española y de sus gobernantes, a través de los siglos, por conservar al caballo como algo muy estimado de su patrimonio. Es natural que el orgullo producido al español por la alta estima de que gozaban sus caballos en todo el mundo motivara esa preocupación por conservarlos. Por ello es conveniente recordar algunas citas y datos históricos: La descripción que de él hicieron Virgilio. Columela y Varrón. Vgblan de un tipo muy similar al actual ....cabeza alta y fina; grupa flexible y ancha: los colores mas apreciados son el castaño y el tordo; tiene ancho y musculoso pecho y densa crin. que, agitadas, cae sobre su espalda. (Virgilio, Geórgicas), Los autores de los siglos XVI y XVII describen al caballo español con iguales características que los clásicos de la antigüedad, y los hipólogos de la época consideran al caballo español como un mejorante por excelencia. Ahi está para demostrarlo la fundación de las yeguadas de Kladrah y Lizzipa. en Austria, y Normandía, en Francia. 3
Es conocida la influencia de los caballos andaluces sobre la población caballar inglesa: se inicia entre los años 1087 y fí 10. durante el reinado de William Rufus, y se hicieron tan célebres los caballos Powsland, descendientes de españoles. que tedavia en el reinado de Eduardo II —siglo XIV— se utilizaban como reproductores por todo el pais. Sucesivas importaciones de caballos andaluces tuvieron lugar durante los reinados de Eduardo III (132737). Enrique VIII, y ya, entre 1566 y 1625. Pacoho II llevó yeguas y potros que con la llegada, durante el reinado de Guillermo lil del RIERLEY, la del DARLEY en tiempos de la reina Ana. y del CODOLPHIN. en 1724, integran el grupa de formadores del célebre pura sangre Inglés. De la fama que gozó el caballo español en Inglaterra nos habla elocuentemente el Duque de Newscastle, de la primera nobleza inglesa y ayo de Carlos II. cuando dice .Si se sabe bien elegir el caballo español, yo respondo de que es el mas noble del inundo y de que no lo hay mejor cortado desde la punta de la oreja a .la puntada los cascos, Es el mas hermoso de que se puede hablar, pues ni es tan menudo como el berberisco. ni tan grueso como el iravelitane, sino que guarda un buen medio entre los dos.
Por otra parte. existen numerosos testimonios históricos en forma de manifestaciones artistleas. que subrayan fehacientemente la existencia en otras épocas de esta bella raza equina y la admiración que suscitaba: la cerámica ibérica de Liria. en la que aparecen caballos de perfiles frontales subconvcxos la cabeza de caballo en mármol blanco, existente en el Museo Romano de Mérida, auténtico prototipo del caballo andaluz: los numerosos retratos ecuestres que cuelgan de los muros en los museos de todo el mundo. en los que aparecen las bellas laminas de nuestros caballos. Pero quizá lo más expresivo y elocuente sea la predilección de los grandes personajes de la historia por el caballo andaluz. Ricardo Corazón de León. Godotreclo de Plantagenet, Napoleón, Federico de Prusia._ Con razón dijo el duque de Newscatle que era Dei más adecuado para que un gran monarca. en un dia de triunfo, pueda ostentar ante su pueblo su gloria. o presentarse en un dia de batalla a la cabeza de su ejército. =stos pocos —entre tantos— datos y citas sólo significan una minírna aportación a la amplia base de razones de la solicitud instada por nuestra Asociación para que la cria del caballo español sea considerarla de mierra nacional.
"A los colores del caballo" (,„„an,,,„3,0 Los tordos. con arreglo a su pelaje inicial, pueden también presentar cebraduras. Un ejemplo de esto es el semental árabe Eco, nacido en 1919 en la Yeguada Militar de Jerez. Tres distintas imágenes. quien esto escribe, guarda del espléndido caballo. La de su Fotografía de potrillo, sólo bien apreciable en la cabeza y el extremo de la cola La de presencia del animal en el Concurso Nacional de Ganados de 1926. en toda la magnificencia de su capa torda rodada. En fin la de volverlo a ver en Jerez veinte años después. decrépito y casi blanco. marcéndose netamente la raya de mulo sobre su dorso. En cuanto a reglas hereditarias, los individuos tordos pueden ser de dos clases: •Puros» e «impudos». denominaciones que por supuesto se concretan ala herencia del pelaje. Los individuos tordos puros. cruzados entre si o con individuos de pelajes sostenidos —negro. bocifuego. castaño o alazán— dan sólo productos tordos. Los individuos tordos impuros, cruzados con individuos de pelajes sostenidos, tienen aproximadamente igual probabilidad de dar un producto tordo que un producto de un color sostenido: En una estadística numerosa de apareamientos de esta clase se obtendrá alrededor de un 50 % de productos tordos y un 50 % de no-tordos. Los individuos tordos impuros, cruzados entre sí, dan —tomando un grupo numeroso— un 75 % de productos tordos y un 25 °.;o de no-tordos. Los individuos de pelajes sostenidos. cruzados entre si, dan productos no-tordos. Esto es, para la obtención de un potro tordo, se requiere que al menos uno de sus dos progenitores sea tordo. A esta última regla se conocen excepciones, pero son contadisimas. Así, según Robertson (1930), en los 22 primeros volúmenes del General Stud Book (el Libro Genealógico del pura sangre), se cuentan 44 excepciones. Pero en diez de ellas se trata de errores subsiguientemente rectificados y es probable que aun entre los treinta y cuatro casos restantes la mayoría sean errores no rectificados. ya que se puede contar con un 3 a un 4 % de errores, por término medio en los registros y libros de yeguada. Sin embargo el propio Hobertson cita al menos un caso que parece cierto, el de la yegua torda Laelia, nacida en 1842 de la unión del semental Sheet Anchor —brovvne es decir castaño o bocifuego— con la yegua castaño Cotilion. En tiempos más recientes solía citarse en Francia el caso de la potranca torda Nerboudah, hija de dos animales castaños (Harry of Hereford, Irradiante). Entre los tordos son relativamente escasos los animales puros, siendo la mayoría de la segunda clase —Impuros--. Pero casos se conocen y citan —tal el pura sangre Gipsy Minstrel, nacido en 1935
JUI3ILOSO, Yeguada CardenE
en Estados Unidos— de sementales de la 'primera clase. cuyos productos con yeguas tordas o de colores sostenidos resultan tordos sin excepción. Un tordo puro ha de tener necesariamente padre y madre tordos, pero la recíproca no es cierta. Por lo que afecta al color básico. cada tordo lo transmite con independencia del .tordisnno» y siguiendo las reglas del pelaje de que se trate. Así, resulta que en el pura sangre. por ejemplo —donde. siendo castaño y alazán los dos colores más frecuentes, la mayoría de los tordos tienen uno u otro de esos colores «básicos.—. las tres clases de tordos con que prácticamente hay que contar son: Tordo impuro sobre castaño puro. El cruce de
unJ de estos individuos con yeguas castañas o alazanas da una mitad de productos tordos y otra mitad de castaños (incluyendo los castaños obscuros y bocifuegos). Un semental de éstos debió ser Gimcrack (nacido en 1760), a pesar de que aparece registrado un producto suyo corno alazán. Tordo impuro sobre castaño impuro. En su aspecto no se distingue del anterior, pero en el cruce con yeguas castañas o alazanas da una mitad de productos tordos y otra mitad de castaños o alazanes. Un notorio ejemplo de tales sementales fue Tetratema. Tordo impuro sobre alazán. Su cruce con yeguas alazanas da una mitad de potros tordos y otra mitad de alazanes. sin que puedan aparecer castaños. Roi Herode y su famoso hijo The Te?vach fueron ejemplos de esta categoría de sementales, así como Pep-
per arad Sale. En cuanto a los nombres del pelaje tordo, S. isidoro tiene «carvis» y quizá también su •scutulatus» y su «guttatus. que corresponderian respectivamente a las variantes rodada y mosqueada. »Rucio. es el nombre clásico español y aparece ya en el Glosa-
rio de Leyden si se acepta la antigua lectura «Ruzit», pues aunque Bertoni lee «Luzit ■ y Menéndez Pidal •Buzit-, sus explicaciones para estas palabras son .nuy alambicadas; la grafía de la letra en cuestión permite grandes dudas y si bien el equivalente árabe «mal- significa corno dice Menéndez Pidal «blanco en crines y cola-, también se aplica al parecer en Arabia a los tordos en general. Por su parte, »ashabse aplica a los tordos claros y así su enfrentamiento a otro color —•Storno albo»— en el Glosario, permite suponer que la palabra »storno» viene alli del atin «sumas-, estornino, aunque Menéndez Pidal iga que »Storno albo- es ininteligible. De la etimologia de •rucio» se hablará en el capitulo siguiente, en relación con la de •rosillo». En el »Libro de fecho de los cavallos» se describen cinco clases de rucios: »rucio pezeño- (tordo oscuro). •rucio cárdeno» (tordo flor de romero). «rucio sabino- (no descrito con precisión allí, pero si en la versión del siglo XV, según la cual correspondería al tordo castaño). -rucio ruán» (tordo alazán], ■ rucio palpado» (tordo rodado). La venerable palabra •savino» —se encuentra ya en un documento de Sahagún del año 984: •boye savino et vacca»— tiene hoy día en Argentina un significado algo distinto —dentro de lo tordo— de !o que tenía en España en el siglo XV. En la misma versión del XV aparece por primera vez —entre los cuatro colores nuevos allí agregados— el «tordillo-, con la descripción siguiente: «El XVII color se dice tordillo: porque en color parece al tordo y es verdadero: debe tener todo el cuerpo sembrado de pecas que sean blancas y entre las crines y la cola mezclados algunos pelos plancos. Los que saben poco de pelos nombran a los cavallos rucios pezeños y a los rucios escuros finos tordillos: y es gran burla y falsedad: porque deste color hay muy pocos en la fineza y son muy buenos y han el pelo muy hermoso». Claramente se ve por esta descripción, que el -tordo» en ella envuelto no es el zorzal (género reir&Jis) sino el estornino (género Sturnos) que a la vez que el primero y quizá aún con mayor frecuencia, es llamado -tordo» en España. Parece así que esta denominación, en caballos, se limita al principio a la variante que aquí ha sido llamada -tordo estorninoy es después extendida a otras variantes del pelaje a. favor de esa laxitud en la distinción entre diversos pájaros insinuada ya con motivo del •Storno albo» en el Glosario de Leyden, donde. a la recíproca, «estornino blanco» sería el tordo claro o sea el zorzal '. 1. Cuando en otros Idiomas han sido designadas variantes de lo tordo según elimino de estos pájaros. se acudió siempre al estornino y no a los del género Turd,us_ Así en alemán el -Starschimmei-, En griego. Aristófanes en -Las Nubes- menciona un caballo -de color de estornino•, Un epíteto similar, pero implicando quiá menos abundancia de motas blancas, es el que Estrabón, citando a Poseidonios, aplica a los caballos de los celtíberos. La traducción de este epiteto par -atabanado- que da Urda y Bellido no parece adecuada, ya que -atabanado- —poco usado de hecho por los caballistas— corresponde a caballos de
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Como ocurrió con el alazán respecto a otros nombres. •tordillo- o •tordo» han ido ganando cada vez más terreno a costa de «rucio». En la traducción de Grisone sólo se habla de rucios: en el tratado de Pedro de Aguilar se menciona el •rucio tordillo. como una de [as variantes de aquéllos. En la «Pintura de un potro- (fines del XVII) se mencionan los tordillos azules» junto a los rucios; pero esta última designación cae en desuso poco después. Hoy, el nombre generalmente usado es -t'urdíIlo. en Argentina y -tordo» en España, donde, sin embargo, se tiende a llamar •overos« a los tordos del grupo IV. En el Norte de la península, se dice a menudo «pedres» en lugar de »tordo-. Considerando el aspecto hereditario, tiene gran interés la diferenciación de los grupos I, 1/1 y IV, ya que entre los grupos I y II la diferenciación externa es muy dificil de establecer. Pudiera reservarse —dentro de lo tordo— la denominación de «tordillo» a los pelajes de los grupos I y II. usar la de «tordo castaño• para los del grupo 111 —pelaje inicial castaño— y la de •tordo alazán» para los del grupo IV. va que el término -overo» no va a ser aceptado en el presente trabajo. En el esquema de Grisone correspondía a los tordos corno elemento el agua y como humor, el linfático: esté o no esté un prejuicio. semejante al último. complicado en la opinión de enfermizos que a veces —véase por ejemplo De Neuter (1927)— se tiene de los tordos, cierto es que los paisanos del Plata, los llaneros de Venezuela y de América en general tienen según Granada (1920) a los tordos. por más nadadores y valientes para el agua que los de cualquier otro pelo y posiblemente Abu Zacaria se refiere a los tordos al mencionar el color (traducido como «ceniciento« por Banqueri) de los caballos que tienen los Persas. «de seis propiedades hasta la de cortar el agua nadando, en las cuales escapan libres por ella». Evocando ante esto la explicación de S. Isidoro para el origen de •vadius-, un defensor de los tordos podía atribuir más mérito al nado que al vadeo. El pelaje tordo es muy frecuente en caballos orientales en general. Se ha pretendido que es el pelaje caracteristico del árabe e incluso que cuando aparece en poblaciones equinas nórdicas —tales como el percherón y algunas razas de poneys— ha sido directa o indirectamente transmitido por el árabe. Aparte de lo peligroso de aplicar tales generalizaciones a un pelaje muy difundido, sucede que el árabe actual no constituye la mayoría como suele creerse. ya que es generalmente aceptado el cómputo de Blunt (1879) de un 30 % de yeguas tordas en la tribu árabe de los Anazeh. Naturalmente, cábe que la frecuencia de tordos fuese mayor en tiempos antiguos, pero los datos históricos no parecen sostener tal afirmación. Si se piensa en los árabes que contribuyeron a la formación del pura sangre, aparepelo oscuro que tienen mechones de pelos blancos como consecuencia de heridas, en las regiones afectadas por silla, espuela o bridas.
cen entre ellos, quizá en mayor número que los tordos, los castaños —entre estos los dos más faino• sos, el de los Darley y el de Lord Godolphin—. En cambio abundan los tordos entre los designados como «turcos• y los tordos parecen constituir los dos tercios de los berberiscos actuales; como si el tordo fuese mayoritario no precisamente en el árabe, sino en las poblaciones orientales sujetas a su inde torflujo_ En la raza española se halló un 40 dos. incluyendo los descritos como «blancos•. En cuanto al pura sangre, el tordo es un pelaje poco frecuente en él, siendo ésta la principal diferencia en distribución de pelajes, entre su población y la árabe. La poca frecuencia unida al rigor en el registro, permite seguir con bastante transparencia la transmisión de este pelaje en el pura sangre. En e! cuadro 1 sólo aparecen nombres de animales tordos. En él figuran los más salientes ejemplares de ese pelaje en el pura sangre contemporáneo y las líneas de ascendencia por las que han heredado el color. Todos los actuales caballos tordos de carrera (1) deben dicho color al semental Master Robert. nacido a principios del siglo pasado, ya que éste representa el eslabón obligado en la única linea
«ininterrumpida. de ascendientes tordos de los actuales ejemplares_ Master Robert a su vez, debía el color a su bisabuela Bah, que por cierto, fue muy probablemente uno de los escasos ejemplos de individuo tordo •puro. con que cuenta el Stud Book. ya que tuvo sucesivamente diez productos, todos tordos, del semental «brown. Sir Peter. Como torda «pura•, Bab tenía padre y madre tordos. En la genealogía de la madre. Speraroza, se encuentra una sola linea ininterrumpida de tordos, que va a parar a través de Crab, al Alcock*s Arabian. El padre. Bordeaux, remonta por una linea de tordos a BIOSsoITI, donde la linea se bifurca. ya que si el padre de Blossom era Crab, su madre era una yegua torda (innominada) que debia su color a uno de sus bisabuelos, el Brovvrllovv Turk. En suma, entre todos los primitivos ascendientes de cualquier pura sangre tordo de hoy día, son sólo :•os, el Aicock's Arabian y el Brownlovv Turk,, los posibles originadores de su «tordismo•, con probabilidad mayor —3 a 1— de serlo el primero. Lo cual no quiere decir que no haya otros nombres de tordos en su remota ascendencia. Pero estos otros aseen(enn in uord 1
NJAVID, potro 2 años, Yeguaoa Cárdenas
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'La herencia española del caballo criollo" (conginuación)
.¿Oue hubiera pasado con un d pesado frisón o un danés. carentes de agilidad o velocidad para eludir los muchos enemigos que tuvo Que enfrentar el caballo en América, o qué hubiera sucedido con el espléndido árabe, acostumbrado a vivir bajo una tienda, a comer la comida de su dueño o a beber en caso de necesidad el agua de los camellos que se sacrilicaban para salvarle fa vida, debiendo vivir al aire libre. seleccionando los pastos buenos de los venenosos. haciendo leguas y leguas para conseguir agua, durmiendo baje la lluvia, la escarcha y la nevada? ¿Hubieran acaso mantenido las condiciones que hoy son el orgullo de quienes crian al caballo criollo? Segurarnenle la respuesta seria negativa. Algo tenia entonces ese caballo de especial, que le permitió adaptarse tan bien a su nuevo medio, algo que se le transmitió a través de su herencia española. Los criadores saben muy bien que la manera de perpeivar en la descendencia caracteres fijos y uniformes, depende de la capacidad de los ascendientes de transmilir SUS cernterlsticas a las nuevas generaciones; esto se puede obtener en forma rápida a Iravés de una estrecha consanguinidad entre individuos homocigotas, donde la dominancia genética sea completa, o en forma mucho más lenta a través de una previa selección donde todos los Individuos tienen las mismas características sin posibilidad de producirse regresiones o dominancias incomple tas.
Arquero parto utilizando la táctica de combate de todos los pueblos "caballistas" del Asia Central; el tiro de arco
sobre el anca del caballo y la monta en pelo (Borde de un vaso etrusco del siglo 111 A.C.J. Las reglas de la genética moderna no eran conocidas en la Edad de Bronce ni en la Edad Media, la alquimia de la consanguinidad no era aún dominada por los criadores. de Po que se deduce que sólo luego de muchos siglos, la estricta selección dirigida a obtener un caballo completo fue la que fijó los caracteres del caballo español. Existe un enunciado ya clásico para la raza criolla "es produclo de cuatro siglos de vida al aire libre, adaptación al medio y estricta selección natural'', que ha pasado a ser la premisa básica de sus características y condiciones: es intención de este trabajo aportar los elementos que nermitan ampliar el anunciado con el siguiente: "cuatro siglos de selección natural en América no fueron suficientes para modificar más de veinte siglos de selección funcional en España".
Creemos que el estudio del caballo cerero histórico, a iraves de sus antecesores, aún hoy que ya se encuenlra bien consolidada la raza, sigue siendo de vital importancia para descubrir y detectar en qué consistió tal selección y las posibles influencias y rnestizaciones con razas pesadas o livianas modernas. cuyos caracteres se presentan hoy en día en ejemplares aun de pedigree definitivo. Resultando probado que las yeguedee criollas de indiscutido origen hispánico no recibieron tales Influencias sino recién a fines del siglo XIX, en nuestro propio territorio, evitaremos atribuirlas a su origen histórico, como es muy común escuchar, y
no defenderemos como criollos a esos Individuos fronterizos porque su fenotipo nos permita considerarlos dentro de la raza.
3 Una de las más antiguas reproducciones de un hombre
a caballo. Relieve representando un guerrero Hitita (Ruinas de Bogazkoy o Karatepe en la actual Turquía), Nótese el caballo pequeño de perfil recto, de tipo IV que luego vemos en las reproducciones de carros egipcios. El jinete maneja con la derecha y lleva un látigo en la izquierda.
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Porque es tan común que se atribuya la presencia en el criollo de rasgos y características de razas pesadas, responsabilizando de ello a las invasiones celtas o bárbaras en la Península. como es aún más generaiizado explicar supuestas similitudes con razas livianas africanas o asiáticas modernas, pretendiendo una directa y determinante influencia del árabe en el
caballo español anterior a la Conquista. Esas confusiones provienen siempre del análisis de sus caracteres morfológicos. va que pocas veces se sondean cuáles son los rasgos funcionaies. que nos pueden dar una guía infalible en la pureza de !a raza.
Lo que no podemos aceptar, si esiudiarnes cuales fueron las exigencias funcionales a que se s‘rneliercn a Jos cabellos peninsulares durante más de veinte siglas, es que tanto el ca• bello español como su descendiente el criollo, deban sus aptitu• des al azar y no o una constante directriz que se mantuvo durante todo ese licropo y cuyo fundamental secreto consiste en que todas las influencias recibidas responden al mismo boa u origen caballar y a la misma aptrturl funcional. Acepthm02, lo que dice Angel Cabrera cuando sostiene que -cuando una raza caballar sufre una sensible influencia extran jera. las costumbres hipicas locales experimentan Igualmente una profunda modificación.; España es el pass que menos moddloai. sus coHlurnbres hípicas durante la hislaria, o si las modificó lo hizo con insensib.e gradualisma, hasta el advenimiento del si• 1.1/o XVII donde comienza la verdadera influencia extranjera que no sólo modificó (ales costumbres sino que hizo desaparecer pot ciiitioleto al famoso caballo español. 3. EL CABALLO ESPAÑOL Y EL CABALLO AFRICANO PEIMITIVO La historia del caballo español puede Iniciarse abarcando en LID SO/0 CM:11nd° une dilatada N}rna, quo comienza al finalizar la ultima glaciación, unos 10-tes años antes de Cristo y se ex• tiende hasta los Inicios de la calda del Imperio Romano, en el Siglo IV .ide. la Era Cristiana
5 Cabello Persa del Siglo V A.C.. transmitido a los Escitas a través de los Sarrnatas y de aquelk.s a los pueblos arios bajados del norte, sobre el cual adaptaron sus armas de infacteria, y aprendieren a cabalgar.
Esta historia estrechamente vinculada a la del caballo del Sur de Francia y del Norte de Africa, al que no gLiarenliel denominar -berberisco. corno es CWido Cuando se aborda al terna > pues esta denominación r coincide con esa época y responde .72 (ton ráza relativamente moderna, que no irilluyó en el caballo nsoinol anterior n iL conquista de América.
Se ha oreado la concienGik1 de nwr;fins criadores y aticio• nadas al criollo la idea que la raza es el producto de un desor• denado y oscuro pan?ranla de cru2ainjentos producidos durante muchos siglos en la península !barrica, panoraina que linajiza para mayor ormlusion:de todos. con las obligadas comparaciones con los caballos pintados por Velázquez. y con el caballo andaluz actual, con el berberisco, a quien pocos conocen y finalmente con el denominado -caballo árabe-. moderna eifiburazien j1581Tzuoiemlin. tada sobre uno de los mitos más sólidos de toda moderna. Ce este confuso atolladero nos sacan algunos amantes del caballo español que nos presentan fi los pequeñOS y rúlliC09 caballos de las orillas del Guadalquivir. a guiones denominaran ..marismenes, o raza de .sorearla•. Intuyendo en ellas a los primitivos oahallos ibéricos prehistóricos, salvados a través de ics
Moles del Caos de la mestizad& Estos serian ros • caballos interiores. (Ve ciertos COM-Clantes deshonestos, proveedores del segundo viaje de Colón. introdujeron en las carabelas en lugar de los espléndidos andaluces que el creyó COmpran y de ros cuales descanderian nuestros criollos, Pretender que una desordenada y antiluncional mezcolanza de sangres de distintas aptitudes y nrigenes, o que la providen, cial superylvencia de un “cabalro inferior- puedan ser los responsables de la génesis y consolidación del mundialmente famoso caballo español del siglo XV y de las probadas virtudes zoo técnicas y luncionales de nuestro criollo. es reducir el problema a muy estrechos aimlles arrles9ándoae a llegar a conclusiones equwocas. Ni podemos desconocer qu olemos caballos primitivos. cuya Tecuerdo nos llaga por reproducciones y crónicas muy an. ilguas. guardan sirnilliud con la .raza de snrrais» y que muchas de sus caracterlsiicas están hoy en el criollo: tampoco podemos negar que el caballo iberico primitivo haya recibido influencias en toda su historia y que estas infiueoCia$ sean quizás las cal', cantes de la presencia de don tipos dentro de la rasa: el hrevl• lineo de perfil recta y el lonffilineo de perfil subconvexo mol.
.acarnerado.
6. Guerrero bárbaro cargando en un caballo del tipo que hemos. atribuido a tos Escitas heredado de los Persas, se delinea en embrldn la carga medieval de caballería pesada poco desarrollada en la reconquistar espahoia. Hornos élehe Ya qua el estudio de J05 rucios lostieS o de las pinturas rupeslres del palealitico superior (2a.a.01 anos antes de Cristal no nos permiten saber cuales de las especies allí representadas fueron la base del caballo que luego aparece domesticado en épocas historicas, ni siquiera nos consta que fue, ron éstas las domessicadas, siendo más lógico pensar que muchas de ellas se extinguieron mucho antes de que este tense. meno se produjera. Aunque dichos reproducciones, cuya finalidad lue muchas veces ritual o mágica, nos parecen de valor relativo, es de interés destaCar entre las perfectas y menos sospechosas de estilización, los bajorrelieves de la •Grotte Roo" departamento de Charente: las escuIluraS de la cueva del Tuc D'Audoubert, departamento de Arilágei 4.2.11 de Montespan Mude Ganarme) y la de /a Grotte des Esplugues, todos estos en Francia. asi corno las pinturas rupestres de AltarrrIm (Santillana del IVIer]. 13uxn lAsturas). Parpalló 111/Menaje] y Hornos de la Peña (Santander], donde se representan con reriular parecido a un Cabello del tipo L del perfil rectilineó y forrolis redondeadas, que Cabrera y Ruy WAndrada denominaron hilo -iii irrano.
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—BRUNETE (Madrid)—
VALDEMORILLO (Madrid) FERNANDEZ DE CASTILLEJO JIMENEZ. CAMARA GALVEZ, D. FERNANDO DE LA, HROS. Av. República Argentina. 16
D. JOSE L, Gran Capitán. t8.
SEVILLA -11
CORDOBA
CAÑERO MURUBE. D. JUAN LUIS
FERNANDEZ-DAZA Y FDEZ. DE CORDOVA,
Guatemala, 1
D. FRANCISCO
MADRID. 15
Reina Victoria, 13
CARDENAS LLAVANERA, Hros. DE D. MIGUEL A.
ALMENDRALEJO (Badajoz)
Avda. de Italia, 3
FERNANDEZ OFICIAS, D, ANICETO
ECIJA (Sevilla)
Paseo Pintor Rc-sales. 18
CID FERNANDSZ-MENSAOUE,
CYRA DEL
MADRID - 4
Virgen de los Buenos Libros. 1
FERNÁNDEZ DE LA VEGA Y SEDANO.
SEVILLA - 2
D. JOSE M. Plaza del Caudillo e
CONDE MUÑOZ. D. JOSE MARIA
LILLO (Toledo)
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TI.
Virgen de Luján, 1, 1.' B SEVILLA • 11
GOMEZ-CUETARA FERNANDEZ. D. JUAN
CORELL CORTES, D. EUGENIO
VILLAREJO DE SALVAN ES {Madrid)
José Rivero s n. Puerta Osario. 4 CORDOBA
GOMEZ LOPEZ. D. JOSE LUIS
CORTES GARCA, D. SALVADOR
SEVILLA-11
Virgen de Luján, 39 A,
A
Pl. Generalísimo, 11 FUENGIROLA (Málaga)
GONZALEZ BARBA, D. JOAOUIN Sierra Brava
DIOSDADO PALACIO, D. ANTONIO
Av. Victoria, 34
Marta Antonia de Jesús Tirado, 1
SEVILLA -12
JEREZ DE LA FRONTERA (Cádiz) GONZALEZ DEL VALLE, D. JOSE MARIA DOMECO ZURITA. CV BLANCA
Marqués de la Vega de Anzo
Apartado 310
Av. del Generalisimo. 16
JEREZ DE LA FRONTERA (Cádiz)
MADRID -16
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\A)
GRANDA TORRES. D. NTLIGUEi. Conde de Campos de Orellana Finca Dofia Catalina ALDEA DE TRUJILLO [Cacero.$)
ORIOL V unourro, D. JOSE MARIA DE Marqués de Casa Oriol Conde de Ybarra, 23 SEVILLA-4
CUAL DE PONS. D.' MARIA TERESA Marqués de Comillas, 17 CALA D'OR SANTANY (Raleares)
ORIOL VELARRA. D. LUIS FERNANDO DE Conde Ybarra, 4 SEVILLA -4
GUARDIOLA FANTONI, HROS, DE D. SALVADOR Plaza Calvo Sotelo, 5 SEVILLA • 1
OTADUY MAIDAGAN, D. JAVIER DE Santo Domingo, JEREZ DE LA FRONTERA (Cádiz)
LAZO DIAZ, D. FRANCISCO Hacienda Lorena GARREON DE LOS CESPEDES (Sevilla]
POL TORNERO, D: MARIA LUISA Plaza 15 de Julio, 3 SEVILLA • 2
LEBRENA. S. A. Patio de Banderas. $0 SEVILLA -4
RODRIGUEZ SEVILLANO. D. LUIS
Madrid, 3 EL ESCORIAL (Madrid)
LOPEZ MENDEZ, D. RAFAEL Sta. Ca/alina, 2 AFIACENA [Huelva) LOPEZ PACIOS, D. JOSE Plaza de Ralbuena. 1 VALDEPEÑAS [Ciudad Real) LOVERAS PORRAS, D. ENRICUE Jesús Maria, 16, 1: luida. CORDOB A MALDONADO RODRCGO. D. ALFONSO Paseo del Prado, 12. 1' Izqda, MADRI11- 14 MARIN Y AVALA. HIJOS DE D. JOSE Palos, 7. S:
ROMERO BENITEZ, HIJOS DE RAFAEL Juan Gavala, 4 JEREZ DE LA FRONTERA (Cádiz)
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RUIZ SANCHE2 DE LI3ARGUEN, HERMANOS Asunt wn. 3D SEVILLA-11 SAGERAS Y ALCAZAREN Conde de Montaren Paseo de la Castellana. 63 MADRID .7
Y
SANCHEZ BARBUDO, D. SALVADOR Gerona, 5 SEVILLA • 3
HUELVA MARTINEZ BOLDIX, D. MANUEL Cortijo -Las Caleras,' FUENTE PALMERA (Córdoba)
MENDEZ MORENO, D. DI E GO Princesa, 1 MADRID - a MIGUEL-RMIERO GOMEZ RODULFO . D. ANTONLO Marqués de Borja Díaz Calvo. 2 VILLANUEVA DE LA SERENA (Badajoz) MONTIJANO CARBONELL, D. CARLOS Angel de Saavedra. 15 COROORA MORENO LOTERA. D. JOSE Obispo. Perez Mufloz, 8 LA RAMBLA (Córdoba) NAVARRO GOMEZ, D. PATROCINFO Alférez Provisional. 5 TOLEDO OLIVERA DELMAS. D. MARIANO Cervante$, 7C CORTA DEL FIJO (Sevilla) KLAAS ME SDAG Hacienda «La .Camera. CFIURRIANA [Málaga)
SANCHEZ BEDOVA FERNANDEZMENSAOUE, D. ANTONIO Imagen, 1 SEVILLA -3 MERELLO. D • ISABEL. VIJA, DE TERRY SAN JOSE DEL PEDROSO, S. A. Generai Mula, 2 PUERTO DE SANTA MARIA [Cádiz) SES BOTES, S. A. Muelle Viejo, s n. PALMA DE MALLORCA DE LA CALLE JIMENE2, D. MANUEL TABAJETE Lechugas, 1 JEREZ DE LA FRONTERA tCadiz) UROU1,10 Y NOVALES. D. JUAN MANUEL DE Conde de Odie[ Apartado Correos num. 9 LOS PALACIOS Y VELLAFRANCA (Sevilla)
VIZCONDE DE LA MONTESINA Guadalupe, 2 ALMENORALEJO [Badajoz) YEGUADA LOS CIERVOS D. Antonio de Lorenzo Joaquín M.' López, 62 MADRID - 15
N
En .as cuevas del norte de Africa también se reproduce a un caballo salvaje de perfil recto, no pudiendo tampoco asegu. rarse nue fue precisamente a éste a quien se domestica. Cuando hacernos referencia a Africa para el estudio del caballa, estarnos indicando la región del norte. el .Africa mencir•. lo que hoy es Marruecos, Argelia. Túnez, Tripolitania Egipto, zona mediterránea totalmente distinta a la que se extiende al sur. luego de la faja desértica, la Gran Africa, el continente negro. cuya flora, fauna y Población es totalmente diversa a Ea del norte. Esta zona estuvo afectada por las glaciaciones durante la época cuaternaria, experimentando grandes precipitaciones en los periodos terglaci r e s que crearon una red hldrográfica mu, cha mas extensa que la actual; hubo extensas sabanas herboreas donde hoy se encuentro el Sahara, produciéndose su desecación progresiva al pasar de la era glaciar a la actual (entre t0-1:100 y '.0t10 años Antes de Cristo). Pero esta desecación no fue unifor. .ne ni se produjo en el mismo periodo. Pues se han descubierta ijitimarnente numerosas estaciones neoliticas en plena Sahara, que prueban la subsistencia aislada de las condiciones generales arriba Indicadas.
Eslos invasores Introdujeron una nueva táctica de guerra desconocida por los egipcios. el Carro tirada por caballos. desde el cual se arrojaban flechas -• venablos contra la puco protegida infantería_ Egipto y ruega toda Asia menor, no conocieron a partir de este hecho, otro caballo que ese pequeña •porae• del tipo IV, que era usado sólo ciara el tiro de los carros y que será el gen del llamado «caballo arabe• actual- excepcionalmente era montado pero no para usos guerrerosLa táctica del carro fue usada por todos loe pueblos semitas y por todos los induarios, asirios y persas: luego los macedonios adoptaron paralelamente la caballeria montada, Alejandro la perfeccionó signando el fin del carro de guerra que pasó en Roma a convertirse en elemento deportivo o sólo de ostentaciónTodos ellos aprendieron y copiaron las tácticas de la taba, Hería montada de los pueblos jinetes y .catiallistasx del centro de Asia que nunca utilizaron el carro sino el sistema de cabe, liarla ligera combinada con el uso de armas arrojadizás. LuS terteSIOS y los :bares, hule son los primeros pueblos que la Historia registra habitando la Peninsula Ibérica y cuyo origen africano, o su provenlericia caucásica aun no está deflai , tivamente decidida, utilizaron siempre el caballo como arma moro tadá, y las mismas tácticas asiáticas de la caballeria ligera que eran desconocidas por Egipto. Grecia. Cartago y Ponla en esa época. Croemos, pues, más probable que el arte de la equivalan entrara a España a través de la Europa Central y de Francia en los oscuros tiempos del Mesolítico. importado por pueblos de origen caticasico o centrossiatioo. cuna de la caballería, y que cuando se produjo el intercambio con los pueblos carnitas del norte de Alpina, base etnica de los iberos, todos ellos adop taren a sta gran arma que fue el secreta de Anibal, uno de los tácticos más grandes de la historia de la humanidad. OLliZáS 1133 propios caballos de Is Mauretanis, Numidia y Labia fueron incluso de origen español. si aceptamos como regla constante y comprobada que, salve los prInnitivo.s prole. mongoles que domesticaron al caballo salvaje iniciando la casi iotaiidad de las razas caballares conocidas. los demás descienden de pahlacianes domésticas, y que cuando se produjeron in. VaiSlerkeS a conquistas de pueblos ya jinetes sobre otros desconocedores del caballo. éstos adoptaron el mismo caballo ya domesticado. desechando los salvajes. o porque ya se hablan extinguido, o porque prefirieron usar caballos ya domésticas- y seleccionadas.
7. Caballa visigodo (brande ornamental de un arreo del Siglo VIII), Nótese el tamaño mediano, el cogote erguido y el perfil recto- Nada que ver con el pretendido caballo linfotico, acamerado y de gran masa y alzada atribuido a las invasiones barbaras-
Recordarnos como ejemplo que los indios de nuestra pampa. prefirieron siempre usar caballas o potrillos robadas a los «cristianos• que utilfar baguales, que ni siquiera eran salvajes solo simplemente caballos domésticos alzado, pero que habinn perdida la direclriz de la selección orientada por el hombre para pasar a la que dictaba In naluralen,
La Luna diluvia' del norte de Alrica t'Eme caracturisticas propias_ pero influida por la europea y manos rica que ésta, pero F. /escrita varios tira-ás de caballos sa.vajus
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Traspuesto el nebuloso periodo del Mesolitico, donde se produce el verdadero cambio de la humanidad. aparecen en Afri , ca y luego en España las primeras culturas nesiliticas, alrededor del año 3.06E1 Antes de Cristo cuundo ya en Asia se han dilundido y asentado las primeros pueb.oa agricultores y pastores que pasaron de la caza la recolección al cultivo y a la &n'OMSlicación obieniendo el trigo y la cebada, el buey, la oveja, la cabra y el asno, siendo ei caballo el último animal en domes, ticarse.
ir
La desecación del nurse de Alrica, que dilimaS roa fue unilumia pera que se produce a partir del año 14.tlbO Antes de Cristo, parece haber causada fa emigración de pueblos camitas hacia el Valle del Nilo. que luego de varios milenios queda ais• lado en medio del desierto; el caballo pudo subsistir más al oeste y se mantuvo cerca de los ríos y praderas de las cuencas hidrográficas existentes en esa epoca y en épocas posteriores. De alta que en el Egipto antiguo el caballo lucra &escena. cido, tfornestic.andrise sólo al asno de Nubla, que ración fue sustituido al recibirse de loe invasores hicsos el impacto de su cahalleria.
12
7" ... .S9' •
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S Arqueros sarracenos tirando Sobre el anca del caballa GGE: sus arcos contra caballeros cristianos, al estilo de los partos /Tapiz de la epcaa de ras CrInadeS). Doce siglos después de la figura 4, se mantiene la misma táctica, adoptada por los pueblas del Asia Menor y Africa asir/111.160S al Islam,