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La opinión ¿En qué sectores o actividades cree que se deben emplear los fondos europeos que van a llegar a España?
Sonia Mora
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Fotos: Ai
Los fondos europeos Next Generation despiertan grandes expectativas entre los españoles, esperanzados en que sirvan para revitalizar la economía, al tiempo que propicien la modernización y transformación del tejido productivo español, al objeto de ser menos vulnerable ante futuras crisis de similar naturaleza. Estos fondos deben buscar, a juicio de los expertos consultados por Ai, la transformación integral de la economía española, con el fin último de reforzar su sostenibilidad económica, social y ambiental. En lo que al sector inmobiliario y de la construcción respecta, están llamados a jugar un papel fundamental, toda vez que será uno de los artífices fundamentales de la economía libre de carbono que estos fondos persiguen. Acciones relativas a movilidad sostenible y a rehabilitación edificatoria tendente a alcanzar la eficiencia energética, son clave en los proyectos objeto de destino.
Leopoldo Parias Mora-Figueroa Socio director de Andalucía en Deloitte
En mi opinión, el destino de los fondos europeos debe perseguir objetivos a corto plazo, enfocándose en la recuperación tras la emergencia sanitaria, pero sobre todo debe enfocarse en los objetivos a medio plazo, impulsando la transformación integral de la economía española, y en los objetivos a largo plazo para lograr que España alcance un desarrollo robusto, sostenible y resiliente desde un punto de vista económico-financiero, social y medioambiental.
No podemos permitirnos que se repitan errores del pasado como el plan E. Estos fondos tienen que conseguir que las empresas, especialmente las pymes, que son la base de nuestro tejido empresarial, anticipen a los dos próximos años los planes de inversión que tenían previstos para los próximos 5-10 años. Esta será la única forma de conseguir que de verdad se logre acelerar nuestro crecimiento económico y la competitividad de nuestras empresas. Por eso es crítico que el plan, y los componentes de inversión en que se desglosa, se construya a partir de las necesidades de inversión que el tejido empresarial está demandando.
La información de la que se dispone ahora mismo está todavía poco concretada, pero si nos atenemos a las diez principales inversiones del plan, cabe destacar la apuesta por la movilidad sostenible, la digitalización de las pymes, las energías renovables y la nueva política industrial España 2030 y estrategia de economía circular. También la rehabilitación de vivienda y regeneración urbana se lleva un bocado importante. Son desde luego ámbitos de actuación en los que las empresas tienen que estar, y cada una por sí sola o mediante agrupaciones sectoriales tienen que analizar cómo sacar el máximo provecho. De momento, hay sectores que están tomando la delantera: automoción, energía, aeroespacial, agrícola, tecnológico y sanitario tienen ya seis posibles proyectos estratégicos presentados, los famosos PERTEs. El reto es importante y los plazos van a ser muy ajustados. Esto exigirá que tanto las administraciones públicas para la gestión de todo el proceso como las empresas, den lo mejor de sí mismas.
Chus Escobar, Socia responsable de Sector Público de EY
La propuesta definitiva del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia español ya ha sido remitida a Bruselas el pasado 30 de abril por el gobierno a la Comisión Europea, que tendrá dos meses para revisarlo y elevarlo al Consejo Europeo, estando prevista su aprobación definitiva hacia finales de julio.
Dicho plan contempla en su segundo componente, el Plan de rehabilitación de vivienda y regeneración urbana, una serie de actuaciones a las que se destinará casi el 10% de los fondos del Plan de Recuperación, 6.820 millones de euros hasta 2023; que suponen un 60% de la inversión total prevista. Por tanto, se estima una inversión privada de 4.547 millones de euros.
En este contexto, las comunidades de propietarios, no sometidas al régimen de ayudas de estado, serán perceptoras de un volumen relevante de subvenciones, con un elevado porcentaje de cofinanciación pública para las actuaciones de transformación del parque residencial, con especial incidencia en la transición energética de las viviendas. También se contempla construir vivienda en alquiler social en edificios energéticamente sostenibles.
El sector inmobiliario tendrá que jugar un papel importante para conseguir implementar estas acciones en tiempo y forma, y alcanzar los objetivos previstos en el Plan, que es lo que, en definitiva, verificará Bruselas. Por un lado, aglutinando y coordinando, en la medida de lo posible, las actuaciones de las comunidades de propietarios e impulsando la rehabilitación residencial y, por otra, promoviendo por cuenta del sector público vivienda que cumpla con los principios de sostenibilidad exigidos.
El sector viene desde hace tiempo preparándose para promover viviendas sostenibles, existiendo ya ejemplos exitosos en nuestro país, y acumulando conocimiento y profesionales más que capacitados para este importante Plan. Es momento ahora de ejecutar esta transformación.
Carlos López Mariano Socio responsable del área de Andalucía y Canarias de Garrigues
El programa Next Generation EU representa un instrumento de estímulo económico sin precedentes en la Unión Europea, a la altura del gigantesco desafío que para la economía ha representado el coronavirus. En España es una oportunidad histórica para acometer las reformas e inversiones necesarias para transformar nuestro modelo productivo de manera definitiva.
En mi opinión, la decisión sobre la afección a sectores o actividades concretos debe estar presidida por la consideración de los principales desajustes estructurales de nuestro modelo económico, social, y tecnológico. Sin abandonar una visión crítica de los pasos que se están siguiendo en su gestión, considero que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) tendrá como destinatarios un variado grupo de sectores y actividades. Este enfoque es el más acertado para resolver nuestros desequilibrios estructurales y permitirá que la inversión tenga un carácter lo más transversal posible.
En ese sentido, se prevé que los fondos se destinen, principalmente, a los sectores con mayor capacidad de transformación y modernización del tejido económico y social, tales como el industrial, el tecnológico, el energético, el agroalimentario, el turístico, el sanitario, cultural y, como no podía ser de otro modo, el inmobiliario, al que el PRTR le otorga un papel protagonista debido a su condición de tractor para la economía española. El PRTR apuesta por la reactivación del sector mediante la inclusión de un programa específico destinado a la rehabilitación de viviendas y regeneración urbana, con una inversión estimada de 6.820 millones de euros para la primera fase.
En todo caso, será necesaria una gran coordinación de todos los operadores económicos para resolver los problemas de gestión que, sin duda, habrá que afrontar. Supone desde esa perspectiva un gran reto para todos.
Nicolás Sierra Socio director de Andalucía en KPMG
El nuevo fondo Next Generation, dotado con 750.000 millones de euros, es un instrumento impulsado por la Unión Europea para impulsar la economía de la Unión tras el enorme impacto que ha tenido la pandemia ocasionada por el Covid-19, con un plan de inversiones y reformas con un triple objetivo: apoyar a corto plazo la recuperación tras la crisis sanitaria, impulsar a medio plazo un proceso de transformación estructural y llevar a largo plazo a un desarrollo mas sostenible y resiliente desde el punto de vista económico-financiero, social, territorial y medioambiental.
En este sentido, los cuatro grandes países de la zona euro, esto es Alemania, Francia, Italia y España, han entregado ya sus propuestas antes del 30 de abril, junto con otros 10 Estados Miembros. En el caso de España, que junto con Italia son los dos países que más dinero recibirán del fondo de recuperación (140.000 y 192.000 millones, respectivamente), con fecha 27 de Abril de 2021 se presentó ante la Comisión Europea el Plan de recuperación, Transformación y Reisiliencia, con un detalle de los hitos e inversiones propuestas que ya está empezando a ser evaluado por la Comisión Europea para emitir una propuesta al Consejo. El escenario que se está manejando es que en Julio debe estar todo preparado para iniciar las emisiones de deuda y empezar a distribuir los primeros tramos del fondo en un plan trianual.
En el caso de España, el Gobierno ha solicitado a la UE por el momento 65.000 millones en transferencias de los 140.000 millones que el plan tiene reservado para nuestro país, dejando para un momento posterior la solicitud de la parte correspondiente en préstamos (el 50% del total), que están a priori alineados con el objetivo perseguido por la Unión Europea. Entrando en detalle, las inversiones para proyectos de apoyo a la transición ecológica acaparan una parte muy relevante del plan presentado por el Reino de España, en torno al 40% del mismo. En segundo lugar, los proyectos de inversiones para acelerar la transición digital ocupan un lugar muy destacado en la distribución de la propuesta ya presentada, acaparando el 29% del mismo. Finalmente es destacable que proyectos impulsores de la educación y formación acaparan el 11% del plan e inversiones que fomenten la actividad de I+D+i acaparan el 7,5% del plan presentado. Como el plan presentado anuncia, el plan de Recuperación incorpora una agenda de inversiones estructurales interrelacionadas y retroalimentadas entre sí para lograr cuatro objetivos transversales: Avanzar hacia una España más verde, más digital, mas cohesionada desde el punto de vista social y más igualitaria. El tiempo dirá si estos objetivos se cumplen.
En relación a la batería de inversiones dirigidas a acelerar la transición ecológica, la descarbonización, la eficiencia energética, el despliegue de las energías renovables, la electrificación de la economía, el desarrollo del almacenamiento de energía y la economía circular son los grandes objetivos. En este sentido, es de destacar un plan para fomentar la movilidad sostenible tanto en vehículos privados como transporte público sin emisiones, con objetivos presentados por importe de 13.200 millones, junto con un plan para fomentar las inversiones en rehabilitación de edificios con el mismo objetivo, por importe de 6.800 millones.
En relación a la digitalización de nuestra economía y la agenda digital 2025, segundo gran eje en el que se estructura el Plan, se proponen inversiones que potencien las infraestructuras, competencias y tecnología para una transición digital. Es de destacar el objetivo principal de digitalización de las Administraciones Públicas y es de destacar la capilaridad del mismo, que pretende que permee en todo nuestro tejido productivo y en especial propuestas concretas que aceleren la digitalización de las PYMES para la que se destinarán 4.000 millones de euros, así como el despliegue de la tecnología 5G, que acapara otros 4.000 millones.
Asimismo, se están negociando con la Comisión Europea reformas estructurales de nuestra Economía como la reforma laboral, que está significativamente avanzada y se espera que vea la luz en este mismo año, y está prevista la reforma de las pensiones y la fiscal donde por el momento tenemos poca información.
De la ejecución y éxito de todas estas reformas estructurales dependerá en gran medida la recuperación y modernización de nuestra economía para las próximas décadas. Solo el tiempo dirá si son las acertadas. Ojalá así sea.