Ubicada en el Partido de Moreno, la VII Brigada Aérea es considerada la cuna de las alas rotativas de la Fuerza Aérea Argentina. Una unidad operativa que a lo largo de su etapa con los helicópteros ,en sus dos asientos, ha albergado a los sistemas de armas de alas rotativas más reconocidos de la Fuerza Aérea Argentina. En este articulo haremos un repaso sobre el pasado y el presente de esta importante unidad de la FAA.
ARTÍCULO N°2-VII BRIGADA AÉREA !LA BRIGADA QUE NO DESCANSA!
VII Brigada Aérea: ¡La brigada que no descansa! Textos: Adrián Gomez & Gonzalo Altamirano Fotos: Gonzalo Altamirano José Soria Archivo F. A. A. Adrian Gomez Silvina Alaggio
Ingreso a la VII Brigada Aérea ubicada en Moreno, provincia de Buenos Aires (Foto: Silvina Alaggio)
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Orígenes En 1946 la Secretaria de Aeronáutica envió una comisión a Estados Unidos para evaluar los modelos de helicópteros que ofrecían los únicos fabricantes de este tipo de aeronaves por aquel entonces; y esas fábricas eran Bell Helicopters y Sikorsky United Aircraft. La misión de los helicópteros seria conformar un servicio de Búsqueda y Salvamento, este fue uno de los compromisos que acepto la Secretaria Aeronáutica con la Organización de Aviación Civil Internacional. El modelo de Sikorsky, el S51 “Dragonfly”, fue el helicóptero que se adecuaba a las tareas y servicios. para las cuales iba a ser empleado. Tras la recomendación y selección de este modelo, finalmente, se adquieren 16 unidades a mediados de 1947; los mismos fueron equipados con grúas, camillas y equipos de fumigación que en esos tiempos eran necesarios para combatir la plaga de langostas que invadían los campos de nuestro país. Posteriormente a la compra de los Sikorsky, planteando este nuevo desafío, se envió personal técnico y pilotos para que realicen los cursos correspondientes. Los Dragonfly arribaron al país a finales de 1947 y el 19 de diciembre de ese mismo año mediante el decreto N°39829, se creaba el servicio de búsqueda y salvamento. En sus inicios, operaban desde el aeródromo de San Fernando, luego lo harían desde el aeródromo Mariano Moreno (actual VII Brigada Aérea) que fue por esos tiempos la Base Oficial de la Aviación Civil
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Los primeros cursos de formación de pilotos y técnicos mecánicos se dictaron en el B.O.A.C, allí se comenzó a escribir la historia de las alas rotativas en Argentina, transformándose así en la base que acuno a los primeros helicopteristas del país. La VII Brigada Aérea nace el 9 de Enero de 1951, mediante la Resolución de la Secretaria de Aeronáutica, donde constaba la asignación a ésta de las instalaciones del Aeropuerto Internacional Comodoro Rivadavia, ubicado en los campos de Morón, Provincia de Buenos Aires. Como todas las unidades aeronáuticas, fue equipada inicialmente con aeronaves de plano fijo, contando para 1952 con aviones birreactores del tipo MK-IV Gloster Meteor, uno de los primeros aviones de caza a reacción operativos en el mundo y el primero de este tipo introducido en Latinoamérica. En 1957 pasan a formar parte de la dotación de la Fuerza Aérea Argentina los quince helicópteros Sikorsky S-51 Dragonfly que habían sido operados por la Dirección Nacional de Aviación Civil (DNAC) desde el 21 de Agosto de 1947.
La VII Brigada Aérea como hogar de las alas rotativas Los primeros helicópteros incorporados orgánicamente a la Fuerza Aérea Argentina fueron un Sikorsky S51 y un Sikorsky S55, en febrero de 1960, ambos provenientes de la Dirección Nacional de Aviación Civil donde prestaron servicio por más de 10 años con esa entidad gubernamental
. En la década del 60 se adquirieron seis helicópteros del modelo S55, los mismos formaron la columna vertebral de la flota de helicópteros de la FAA hasta 1968 año en que son dados de baja y son reemplazados por lo Bell UH-1D “Iroquois”. En 1968 la Fuerza Aérea Argentina comenzó a concentrar la actividad de los helicópteros en la VII Brigada Aérea de Morón, su primera locación, debido al crecimiento poblacional en la zona y a la baja de los Gloster Meteor que operaron allí hasta 1970. Los Bell UH-1D que operaban en el Grupo de Helicópteros que fuera creado el 12 de diciembre Un dato curioso:
«El 16 de julio de 1982 alrededor de las 20 horas, una formación del ferrocarril Sarmiento arrolló a un Bell UH1-H de la FAA que había sufrido una plantada de motor y tuvo que aterrizar de emergencia sobre las vías del tren en cercanías a la estación Ituzaingo en el Gran Buenos Aires»
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creado el 12 de diciembre de 1962 en la I Brigada Aérea fueron transferidos a Morón en enero de 1969. Ese mismo año, el PAM (Plan de Asistencia Militar) ) propuesto por los Estados Unidos de Norteamérica, incorpora quince (15) helicópteros Hughes 369 HM/HS y cinco (5) Bell UH-1H. En el caso de los Bell, el pedido original había sido de DOCE (12) unidades pero se vio reducida la entrega por el conflicto que sostenían los Estados Unidos en el Sudeste de Asia. En 1970, con la disolución del Grupo 3 (ya que a partir de 1969 los Grupos 2 y 3 de caza pasaron a ser Grupos 2 y 3 de Caza Bombardeo) se creó el Grupo Aéreo 7, equipado con UH-1D, T-34 Mentor y Gloster Meteor MK.IV remanentes del CB3. Cuando los MK.IV concluyeron su actividad en 1970, los UH-1H, Hughes 369 HM/HS y los T-34 Mentor integraron el Grupo I de Ataque. En 1971, la Unidad también recibe al Escuadrón de Búsqueda y Salvamento I, creado originalmente en la VI Brigada Aérea en abril de 1964 y equipado con trifibios UH-16B Albatros, DHC-2 Beaver, DHC-3 Otter y LC-47H. Para 1972 arriban a la VII Brigada siete helicópteros SA 315B Lama, los cuales participan en diversas campañas de límites, para luego ser reubicados en el año 1977 en la IV Brigada Aérea con asiento en la ciudad de Mendoza. En 1975, para apoyar las operaciones de la Fuerza Aérea Argentina en la Antártida, se adquieren a la compañía norteamericana Carson Inc., dos
helicópteros Sikorsky S-58DT “Choctaw” denominados en el país como “Trompadas” y un Sikorsky S-61 N, variante comercial del conocido helicóptero S-61L “Sea King”. Debido a que las cubiertas de vuelo de los buques antárticos de la época no eran aptas para el aterrizaje de estas máquinas, los S-58DT, no pudieron ser empleados en el continente blanco, por lo cual se los utilizó para el traslado presidencial, matriculándolos H-01 y 02 respectivamente. En 1976 se completaría la compra de helicópteros del tipo medianos/ pesados con la incorporación del Sikorsky S-61R-12 que sería traído en ferry desde los Estados Unidos y participaría
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activamente en la campaña antártica 76/77 realizando vuelos de aprovisionamiento entre los buques abastecedores y distintas bases antárticas argentinas. Por la crisis del Beagle con Chile se adquirieron ocho helicópteros Bell 212 nuevos que participarían activamente del conflicto de Malvinas al igual que los tres Boeing Vertol CH-47 Chinook 308 que fueran incorporados en 1980, de los cuales dos de ellos también tendrían una activa participación en la guerra del atlántico sur. Cabe destacar que con la incorporación de los Chinook la República Argentina conto por primera y única vez con helicópteros pesados hasta el año 2000. Los helicópteros desarrollaban tareas de transporte de material, traslados sanitarios, transporte de personal y apoyo a las bases antárticas.
Luego del conflicto bélico por nuestras Islas Malvinas, más precisamente en 1988, tras la desactivación de la VIII Brigada Aérea, lugar que albergaba desde 1972 a los Mirage IIIEA, la VII Brigada Aérea se trasladó de su tradicional asiento de Morón a las instalaciones de Mariano Moreno, su nuevo hogar.
Probados en combate, los helicópteros de la FAA durante la Guerra de Malvinas Otra tarea de gran importancia que se desarrollaba, utilizando los Hughes 369HM, fue la instrucción; tal es así que en 1979 en la VII Brigada Aérea, se dicta el primer Curso de Estandarización de Procedimientos para Aviadores de Helicópteros (CEPAH), la capacitación teórico/practica de los sistemas de armas de alas rotativas dentro de la Fuerza Aérea Argentina.
La VII Brigada Aérea tuvo una actuación destacada en el conflicto del Atlántico Sur en las que estuvieron afectadas dos unidades de Bell 212 (H83 y H85) y dos de Boeing Vertol 308 (H-91 y H-93). Las unidades de la VII Brigada Aérea realizaron tareas de observación y reconocimiento, patrullaje aéreo, traslado de personal y
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PICTORIAL VII
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2 1-Un Hughes 500D “AVISPA” junto a su display de armas en la I Brigada Aérea en el año 2000 (Foto: Gonzalo Altamirano). 2-En 1997 la Fuerza Aérea adquiere un lote de ocho helicópteros UH1-H ex U.S. Army para el el Escuadrón III, aquí vemos un UH1H expuesto en la I Brigada Aérea en el año 2000 (Foto: Gonzalo Altamirano).
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3- Un Bell 212 de la FAA desplegado en Haití colaborando con las fuerzas de paz (Foto FAA vía Gonzalo Altamirano).
4- Una de las tareas que cumplen es el abastecimiento a las bases y destacamentos en la Antártida desde navíos de la Armada o desde la Base Marambio(Foto: FAA vía Gonzalo Altamirano). 5- UnBell 212, luciendo este particular esquema de pintura, aterrizando en el aeropuerto de Morón (Foto: Gonzalo Altamirano).
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6-Uno de los ejemplares únicos que utilizó la VII brigada Aérea fue este Sikorsky S61-R-12, operando en la Antártida, en misiones de SAR y como helicóptero presidencial(Foto: Carlos Ay vía Gonzalo Altamirano).
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BRIGADA AÉREA 7-La Fuerza Aérea utilizó dos Hughes 500E, uno se perdió en un accidente en el 2001, mientras que el otro fue dado de baja en el 2004 (Foto: Silvina Alaggio). 8-El Plan Nacional de Manejo del Fuego utilizó a los Bell UH1H del escuadrón III para combatir incendios en el sur de nuestro país utilizando los bambi bucket de 500 litros (Foto: Adrián Gomez). 9-Bell UH1-H dentro de los hangares de la VII Brigada
® Silvina Alaggio
® Silvina Alaggio
Aérea foto del año 2000, por detrás se ve asomar un Bell 212 del escuadrón I (Foto: Silvina Alaggio). 10-Uno de los dos Hughes utilizados en Chipre en los hangares de la VII Brigada Aérea (Foto: Silvina Alaggio).
11-El Boeing Vertol 308 Chinook en el Museo Nacional de Aeronáutica (Foto: Adrian Gomez). 12-Un RACA/Hughes 500D en la I Brigada Aérea (Foto: Adrián Gomez)
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material, transporte táctico (implementación de la Base Aérea Militar Cóndor), abastecimiento de la Red de Observadores del Aire y evacuación de heridos. Los Bell 212 tuvieron destacadas actuaciones en el conflicto del Atlántico Sur realizando las operaciones de RESCOM (rescate en combate), que hasta ese entonces no eran conocidas como tal, realizando el rescate de siete pilotos derribados en combate, una patrulla de la Red de Observadores del Aire de la Base Aérea Militar Cóndor y a veinticinco náufragos pertenecientes a la lancha patrullera Río Iguazú de la Prefectura Naval Argentina, concretándose 250
horas de vuelo, siendo un sistema de armas que se mantuvo operando hasta último momento del conflicto. Los días transcurrían y la situación se hacía cada vez más difícil. La guarnición de Darwin había caído y poco a poco, las tropas inglesas iban ocupando las alturas que rodean Puerto Argentino. La Fuerza Aérea finalmente dispuso el regreso, a Río Grande, de los dos Boeing Vertol 308 Chinook. El 9 de junio, a las 6, ambas máquinas despegaron por última vez de Puerto
Argentino. La primera parte del vuelo se realizó de noche y a muy baja altura para evitar ser detectados. Los Bell 212 no tuvieron la misma suerte. El 14 de junio los encontró operativos, pero con el material muy degradado por las constantes operaciones. Los “cazadores de recuerdos” los desmantelaron; lo que quedaba del H83 fue destruido en un incendio accidental y los restos se enterraron en la zona del hipódromo de Puerto Argentino.
El H-85 fue desarmado y el fuselaje, sin el conjunto de cola, fue trasladado a Inglaterra. Los registros nos muestran la actividad del escuadrón entre el 1° de mayo, hasta la caída de la base Cóndor.
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Así, desde el inicio de las hostilidades, los helicópteros realizaron un total de140 vuelos que insumieron 176 horas de vuelo. Con lo realizado en abril, los treinta y cinco hombres que compusieron las distintas tripulaciones totalizaron 425 horas de vuelo sobre nuestras Malvinas, sin bajas ni novedades. Un 21 de mayo de1982… El Bell 212 H-85 al mando del Teniente Luis Longar y el Teniente Gustavo “Gato” Brea como pilotos, el Cabo 1º Ernesto Palacios como mecánico y el Cabo 1º Sergio Quiñónez como operador de carga fueron en búsqueda del My. Carlos Tomba en pleno desembarco enemigo en la zona del Estrecho de San Carlos, logrando su recuperación en horas de la noche. Primero se halló al avión y luego, a varios kilómetros, al piloto, que había emprendido el regreso a la base Cóndor a pie. De esta manera se realizó el primer rescate en combate de la FAA. Años mas tarde el Comodoro (R) Gustavo Brea relataba: "Mientras festejábamos, le escuché decir al Mayor Tomba que se dio cuenta que éramos nosotros y no los ingleses por el ruido de las palas del Bell, lo que me atrajo a la mente las estrofas que transcribo: Antes de verme llegar me anunciaré con golpes secos y constantes contra el aire y el viento". Este rescate se conmemora cada 21 de mayo, fecha en la cual se instauró como el Día del Helicopterista.
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VII Brigada Aérea, Día y Noche volando para servir El Grupo Aéreo 7 El Grupo Aéreo 7 cuenta con tres escuadrones, diferenciados sencillamente por el tipo de aeronave utilizada y la misión específica de cada uno, el Escuadrón I (Bell 212/412), el cual realiza tareas de búsqueda y rescate en combate, abastecimiento de bases antárticas, traslado de autoridades y operaciones de paz a través de la ONU. El Escuadrón II (Hughes 369/500) realiza operaciones de escolta aérea, plataforma de
francotiradores del Grupo de Operaciones Especiales pertenecientes a la misma unidad y operaciones de paz junto a la ONU, es el encargado a su vez, de llevar adelante el CEPAHC (Curso de Estandarización de Procedimientos para Aviadores de Helicópteros de Combate) y el Escuadrón III (Mil-Mi 171E) para transporte de carga, vuelos logísticos y sanitarios cuyos propósitos son específicamente destinados a operaciones antárticas.
Escuadrón I (Bell 212/412) "Los todo terreno” El Escuadrón I fue creado en 1978, originalmente utilizó los Bell UH-1H a los que tiempo después se les suman los biturbina Bell 212, los cuales permanecen operando en la actualidad junto a los nuevos Bell 412EP(Enhanced Performance). Estos versátiles helicópteros son intensamente utilizados no solo en misiones de estricto carácter militar sino también en innumerables tareas de apoyo a la comunidad donde realizan traslados sanitarios, evacuación en inundaciones o abastecimiento a zonas de difícil acceso. Cabe destacar que desde la creación del escuadrón, este ha estado ligado a las operaciones en el sector antártico.
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Los pilotos del escuadrón realizan tareas específicas en la zona las cuales requieren un entrenamiento especial dado el característico clima que predomina en la zona antártica. Entre el año 1978 y 1994 realizaron tareas de traslado presidencial. Los dos sistemas de armas que conforman al escuadrón I, Bell 212 y 412EP, se complementan el uno con el otro para el cumplimiento de todas las operaciones que este escuadrón efectúa tales como operaciones CSAR (Combat Search and Rescue),S.A.R (Search and Rescue), apoyo a la comunidad y a las actividades Antárticas.
Escuadrón II (Hughes 369/500) “Del ataque a la enseñanza”
Hughes sigue siendo normal verlos a diario volar sobre la brigada demostrando la capacidad de los pilotos y mecánicos del Grupo Técnico 7 y las cualidades de un helicóptero que no pierde terreno ante sus competidores más modernos. Dentro de las tareas habituales del escuadrón es normal ver involucradas a estas aeronaves en vuelos de apoyo a la ciudadanía, como evacuaciones, traslados sanitarios o transportes de cargas livianas. Asimismo estos helicópteros son utilizados para la instrucción de los pilotos de la Fuerza Aérea realizando el CEPAHC (Curso de Estandarización de Procedimientos para Aviadores de Helicópteros de Combate).
Creado en 1983, está equipado con helicópteros RACA/Hughes 500D, sobrevivientes de la totalidad de aparatos similares utilizados en su historia, entre los que podemos nombrar los Hughes 369HM/HS y un Hughes 500E. Si bien hoy se ha reconfigurado la tarea de los
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Escuadrón III (Mil-Mi 171E) Adquiridos en el año 2010, el Escuadrón III incorporó 2 Mil Mi171-E a finales del año 2011con la finalidad de operar en el continente antártico, en apoyo a las actividades científicas que se desarrollan allí, como así también abastecimiento a las bases antárticas, enlace y operaciones SAR. Ambas unidades cumplieron con creces las operaciones efectuadas en las distintas Campañas Antárticas de Verano en las que participaron,
debemos agregar además que los Milmi cumplieron misiones en distintos puntos del país. Actualmente, las unidades pertenecientes a este escuadrón se encuentran en inspección de ciclo mayor de célula de 2000 hs, estos trabajos están siendo efectuados de forma conjunta por personal técnico argentino y ruso.
La necesidad de incorporar nuevas unidades a las filas del Escuadrón III es imperativa, tal es así que durante los primeros meses de 2021 hubo reuniones entre el Jefe de la Fuerza Aérea Argentina y el embajador ruso para conversar sobre cooperación técnico militar entre ambos países y la posibilidad de adquirir nuevos helicópteros Mil Mi171-E.
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CEPAHC (Curso de Estandarización de Procedimientos para Aviadores de Helicópteros de Combate) Desde 1979, la VII Brigada fue la encargada de realizar los cursos de instrucción para los futuros pilotos de helicóptero de la fuerza, para tal fin se implementaría el CEPAH (Curso de Estandarización de Procedimientos para Aviadores de Helicópteros) donde los recién llegados aviadores militares egresados de la EAM realizarían la adaptación.
El curso consistía en que el alumno realice unas 100 horas de vuelo con las características propias de las alas rotativas a diferencia de las obtenidas en la EAM en aviones monomotores de ala fija. Una vez realizado el curso, el piloto sería destinado a las brigadas donde se poseía helicópteros para búsqueda y rescate, a la IV Brigada Aérea donde el vuelo de montaña es característico de los SA-315B Lama o bien proseguir los vuelos dentro de la misma VII Brigada Aérea.
Con el tiempo el curso ha ido variando su estructura fundamental, hoy el Escuadrón II realiza el CEPAHC (Curso de Estandarización de Procedimientos para Aviadores de Helicópteros de Combate) donde los pilotos llegan luego de realizar su formación en la EAM (Escuela de Aviación Militar) durante 4 años y el CBCAM (Curso Básico Conjunto de Aviador Militar) con una duración de 1 año. El mismo complementa la formación recibida para la obtención de la especialidad de piloto de helicóptero. El curso se orienta a dos especialidades definidas, una de ellas como Piloto de Helicópteros de Ataque, el cual cumple tareas de interdicción, apoyo de fuego, defensa de aeródromos, escolta armada, exploración y reconocimiento aéreo y operaciones especiales con las fuerzas del tipo comando que se encuentran en la brigada, la segunda como piloto de búsqueda y salvamento, donde realiza operaciones de patrullaje y comanda las tripulaciones para llevar a cabo dichas tareas. Destacando que en este curso los alumnos también reciben el curso inicial de vuelo con visores nocturnos (NVG).
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GOE (Grupo Especiales)
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Operaciones
Dentro de la VII Brigada Aérea se encuentra el Grupo de Operaciones Especiales. El personal se adiestró directamente con los comandos del Ejército Argentino hasta 1984 donde el GOE comenzó a realizar sus propios cursos. Los integrantes se adiestran en paracaidismo, buceo, esquí, andinismo y además ejecutan tareas especiales como pararrescate y apoyo terrestre a las operaciones aéreas de transporte. Este grupo está capacitado para realizar tareas de BYRCOM (Búsqueda y Rescate en Combate) junto a los helicópteros de la brigada.
Grupo Técnico 7 El Grupo Técnico 7 de la VII Brigada Aérea es el encargado del mantenimiento que se realiza a diario en las aeronaves del Grupo Aéreo 7, trabajando sin descanso, las 24 horas y con turnos rotativos para así poder darle continuidad a la operatividad del componente aéreo de esta unidad militar. El personal está abocado de lleno a mantener operativos a los helicópteros, los que demuestra la entrega y el profesionalismo de los mecánicos y técnicos de la VII Brigada Aérea.
UNFLIGHT ARGAIR Desde el ya lejano 30 de Septiembre de 1994 la Fuerza Aérea se desempeña de manera ininterrumpida como garante de paz en Chipre, dentro del UNFICYP (United Nations Peacekeeping Force in Cyprus). Chipre es la tercera isla del Mediterráneo y se encuentra a 64km de la costa de Turquía. Desde el comienzo de la participación de la Fuerza Aérea Argentina en el UNFICYP fue elegida como reemplazante del escuadrón británico de helicópteros y en la actualidad, la unidad aérea, UNFLIGHT ARGAIR está compuesta por militares de la institución con el apoyo de un Bell 212 y dos Hughes 500D de la VII Brigada Aérea. Los pilotos operativos destacados en Chipre permanecen en alerta las 24hs cumpliendo ,además de las tareas habituales, con un entrenamiento constante en tareas de evacuación y rescate
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Sala de supervivencia La sala de supervivencia y equipos personales de la VII Brigada Aérea, es una pieza clave para el desarrollo de las diversas operaciones realizadas por la VII Brigada Aérea. Es la responsable de llevar a cabo el mantenimiento calendario y preventivo de los equipos de supervivencia, rescate y equipo de vuelo (chalecos y cascos) que son utilizados a diario en las operaciones que efectúan los distintos escuadrones de esta unidad. El personal de dicha sala posee las certificaciones que permiten realizar dicho mantenimiento. Asimismo existen determinados elementos específicos utilizados por las tripulaciones de la VII Brigada Aérea a los cuales se les efectúan en otras unidades como por ejemplo: los arneses de recate y chalecos de flotación que son inspeccionados por la sala de supervivencia de la I Brigada
Aérea, mientras que de los trajes anti exposición y los tubos de oxigeno HEED (Helicopter Emergency Egress Device) son inspeccionados en el Arsenal Naval Comandante Espora de la Armada Argentina. Para finalizar, debemos mencionar que la sala de supervivencia se encarga, de forma autónoma y con la correspondiente certificación; del mantenimiento, limpieza y calibración de los visores NVG (Night Vision Goggles) de todas las unidades de Fuerza Aérea Argentina, para lo cual dispone de un laboratorio NVG certificado a tal fin.
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PICTORIAL VII 1- El Mil Mi171E demuestra sus capacidades de carga levantado una pieza de artillería antiaérea de 20mm (Foto: Adrián Gomez). 2-Un Hughes 500D del Escuadrón II en la VI Brigada Aérea de Tandil (Foto: Gonzalo Altamirano). 3-Sin dudas el Bell 212 es el verdadero “caballo de batalla” de la VII Brigada Aérea operando en todo tiempo y lugar (Foto: Adrián Gomez).
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4-Un Bell 412EP se prepara para realizar una demostración de operaciones con grúa en el Área de Material Quilmes (Foto: Adrián Gomez). 5-Las capacidades que ofrece el Mil Mi171-E lo hacen un helicóptero que puede operar en cualquier tipo de misiones y todo tipo de clima(Foto: FAA vía Adrián Gomez). 6-Dos Hughes 500D se aprestan a despegar para realizar un nuevo vuelo de adiestramiento en la VII Brigada Aérea(Foto: Adrián Gomez).
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BRIGADA AÉREA
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9 7- Un Bell 212 con el Grupo de Operaciones Especiales luego de hacer su demostración en la EAM en 2012 (Foto: José Soria). 8 y 9- El componente aéreo de la FAA destacado en Chipre cumple diversas misiones a requerimiento de la ONU para mantener la paz en ese país(Foto: FAA vía Adrián Gómez).
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11 10-Un Bell 412EP operando junto al GOE luego de un ejercicio de ByRCOM( Foto: Adrián Gomez). 11-Dos Hughes 500D ingresan a la plataforma de la VII Brigada Aérea luego de efectuar un vuelo en formación (Foto: Adrián Gomez).
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12-Operar en la Antártida conlleva a trabajar en condiciones extremas tanto para hombres como para las maquinas(Foto : FAA vía Adrián Gomez).
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14 13-14-15 El factor humano es vital, para el buen funcionamiento de los medios aéreos de esta unidad. El Grupo Técnico 7 es el lugar donde este importante eslabón de la FAA, compuesto por hombres y mujeres, se encarga del mantenimiento de los helicópteros del Grupo Aéreo 7 con una gran entrega, dedicación y sacrificio durante las 24 horas, todo el año (Fotos: 13-15 Adrián Gomez / 14-Gonzalo Altamirano).
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16-17 El Grupo de Operaciones Especiales (GOE) es sin dudas un claro ejemplo del personal altamente calificado para realizar operaciones complejas en combate como también búsqueda y rescate; conjuntamente con los medios aéreos de la FAA(Fotos :16-Adrián Gomez / 17-FAA vía José Soria).
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Ayuda humanitaria y lucha contra incendios Ante emergencias producidas por catástrofes climáticas dentro de nuestro país, los medios aéreos pertenecientes a la VII Brigada Aérea y sus tripulaciones son desplegados a la zona donde este ocurriendo el desastre, para brindar apoyo no solo a la población, sino también para colaborar con el comité de crisis que esta a cargo de las tareas, tales como evacuación, búsqueda y rescate, relevamientos y misiones de índole humanitaria. Las alas rotativas de la VII Brigada Aérea han sido participes de varias campañas por inundaciones en distintos puntos de nuestro país Otra tarea realizada por los helicópteros de la VII Brigada Aérea fue la lucha contra incendios forestales en zonas montañosas ubicadas al sur de nuestro país como parte del Plan Nacional de Manejo Del Fuego (PNMF) desde 1997 hasta los primeros años de la década del 2000. Las primeras operaciones contra incendio por parte de la FAA datan de 1996, cuando dos Hughes 500D participaron del operativo contra los incendios desencadenados en la provincia de Rio Negro, equipados con baldes de 250 lts que eran llevados con eslinga, los cuales no arrojaron buenos resultados. Los helicópteros empleados para estas tarea fueron los Boeing Vertol 308 Chinook equipado con un balde rígido de 7000lts; los Bell UH1-H y los Hughes 500D, utilizando los «Bambi Buckets» de 250 y 500 lts respectivamente y a esto agregamos también el traslado de los brigadistas a la zona de incendios . En octubre de 2021, un Bell 412EP del escuadrón I, el cual se encuentra basado
en la Escuela de Aviación Militar traslado brigadistas a los incendios que se desataron en Chamical, provincia de la Rioja.
Operaciones durante la pandemia del COVID-19 La pandemia por el COVID-19 obligo a reducir al personal operativo de todas las unidades de la Fuerza Aérea Argentina, los cuales trabajaron por grupos para evitar los contagios, a pesar de la situación reinante, la operatividad no sufrió modificaciones. Dentro del marco del operativo “Gral. Manuel Belgrano”, la VII Brigada Aérea dispuso a los helicópteros Bell 212 y 412EP (Enhanced Performance) del Escuadrón I junto al personal del GOE para realizar vuelos de vigilancia y control de la población sobre el Área Metropolitana de Buenos Aires conjuntamente con unidades del Ejército Argentino y las fuerzas de seguridad. Estos vuelos se llevaron a cabo de forma diurna y nocturna, motivo por el cual los Bell 412EP utilizaron el sistema FLIR (Forward looking infrared) que permitió realizar un mejor reconocimiento de las zonas a evaluar. Asimismo se utilizaron dispositivos de visión nocturna y equipos de iluminación Nightsun.
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Operaciones Antárticas Los Helicópteros de la VII Brigada Aérea pertenecientes a la Fuerza Aérea Argentina, son una herramienta de vital importancia para el desarrollo de Campaña Antártica de Verano o C.A.V. (por sus siglas en español); para poder realizar las tareas de abastecimiento logístico, distribución de personal y material, evacuación aeromédica o tareas de búsqueda y rescate en las distintas bases argentinas que se encuentran en el sector antártico. Desde que este tipo de aeronaves fueron introducidas en las tareas antárticas debido a sus capacidades y performances operativas, generaron un cambio radical en las operaciones helitransportadas realizadas desde la Base Marambio o desde la cubierta de los navíos de enviados por la Armada Argentina para complementar la C.A.V. La Fuerza Aérea Argentina ha empleado una amplia gama de helicópteros en el sector antártico a lo largo de los años, como los Bell UH1-D/H, Hughes 369HM, Sikorsky S61-R y Boeing Vertol 308 Chinook; hasta llegar a los modelos más contemporáneos y utilizados en la actualidad como los Bell212, Bell 412 y Mil Mi-171E; los cuales operan junto a los Sikorsky UH3-H Sea King de la Armada Argentina.
La campaña antártica La campaña antártica de verano tiene una duración aproximada de entre tres y cuatro meses donde los tripulantes y mecánicos de la VII Brigada Aérea afectados a la C.A.V trabajan al máximo de sus capacidades para cumplir con las tareas encomendadas. Los primeros días de trabajo del personal afectado realizan vuelos de reconocimiento en cada una de las zonas de operación, donde luego
realizaran sus operaciones aéreas. En caso de realizar operaciones de larga duración se trabaja con personal de recambio para evitar el agotamiento físico de los tripulantes y los operadores de carga, ya que este tipo de operaciones suelen ser muy estresantes. Se aprovecha los breves periodos de buena meteorología que ofrece el verano, ya que la misma es muy cambiante con el correr de las horas y torna peligrosa la operatividad.
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Es por eso que el entrenamiento de los pilotos y el personal del Grupo de Operaciones Especiales (G.O.E) es muy importante, teniendo en cuenta las condiciones en las cuales se desarrollan las tareas y la complejidad de las mismas. De esta manera la C.A.V. se ve enmarcada en límites de seguridad con mayores restricciones que lo habitual, pero cumpliendo con lo requerido con una total eficacia año tras año.
Entrenamiento de las tripulaciones La capacitación de las tripulaciones se inicia en la VII Brigada Aérea ubicada en Moreno, provincia de Buenos Aires, donde el personal habilitado en el sistema de armas que será destinado al continente antártico realiza su adiestramiento en operaciones con carga externa, operaciones con grúa; y búsqueda y rescate (SAR), el cual se realiza conjuntamente con el G.O.E.
días. En la primera parte de la instrucción sobre esta técnica, se efectúa la parte teórica, donde las tripulaciones adquieren los conocimientos sobre las operaciones VERTREP y procedimientos de evacuación de aeronaves sumergidas; en la cual realizan actividades de pileta y cabina sumergida; en la parte final del adiestramiento, la actividad practica se traslada a la cubierta de una nave de la Armada Argentina, en donde el personal de la VII Brigada Aérea efectúa el procedimiento supervisado por pilotos de la A.R.A a bordo de los helicópteros. A todo esto, debemos agregar que los tripulantes de los sistemas de armas afectados a la C.A.V. complementan su capacitación realizando simulador de vuelo en los Estados Unidos de Norteamérica.
Luego, el entrenamiento se traslada a la Base Comandante Espora donde se realiza el curso de Vertical Replienishment o VERTREP, este entrenamiento se realiza para efectuar operaciones de carga externa desde el rompehielos Almirante Irizar y el mismo tiene una duración de ocho
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3 1-El personal técnico trabaja en un MI171-E antes de efectuar un nuevo vuelo sobre la Antártida(Foto: FAA vía Adrian Gomez). 2-El éxito de la Campaña Antártica de Verano se debe en gran medida al profesionalismo de las tripulaciones de los escuadrones de la VII Brigada Aérea, las cuales se capacitan durante todo el año para realizar las complejas misiones que se realizan en el continente antártico(Foto: FAA vía Adrian Gomez).
3-Un Bell 212 realizando una operación de carga con eslinga, en este caso trasladando una moto de nieve(Foto: FAA vía Adrian Gomez).
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4-Finaliza una jornada mas de trabajo en Marambio (Foto: FAA vía Adrian Gomez).
BRIGADA AÉREA 5-El imponente paisaje antártico es sobrevolado por un Bell 212, se puede observar que lleva instalados los flotadores en sus laterales (Foto: FAA vía Adrián Gomez).
6-Los Bell 212 junto a un DHC6-200 Twin Otter de l escuadrón VII de la IX Brigada Aérea en la Base Marambio(Foto: Silvina Alaggio). 7-Se inicia una nueva jornada de operaciones en la Base Marambio con los Bell 212 (Foto: Silvina Alaggio).
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® Silvina Alaggio
® Silvina Alaggio
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8-Un Mil Mi171-E con el Cerro Cockburn de fondo(Foto: FAA vía Adrián Gomez) 9-Un Bell 212 es cargado en la bodega de carga de un Hércules C130 de la FAA para ser trasladado a su base de origen, tras finalizar su participación en la Campaña Antártica de Verano(Foto: FAA vía Adrián Gomez)
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Ejercicio Glaciar Con el objetivo de adiestrar al personal de los distintos sistemas de armas de la Fuerza Aérea Argentina que participaran en la Campaña Antártica de Verano , se realiza el ejercicio “Glaciar” organizado por el Comando de Adiestramiento y Alistamiento de la Fuerza Aérea Argentina. El mismo tiene como meta, el adiestramiento del personal en un lugar con las condiciones extremas similares a las del continente antártico, en la cual se realizan prácticas de anevizaje, operaciones de grúa, carga externa y S.A.R. A través de este ejercicio, las tripulaciones adquieren las habilidades que le permitirá cumplir con las funciones que desarrollarán en la Base Marambio en apoyo a las actividades de investigación científica que se efectúan en el resto de las bases.
La importancia del helicóptero como un medio de abastecimiento y rescate rápido En la actualidad, la FAA destaca dos helicópteros de la VII Brigada Aérea en la Base Marambio durante todo el año, necesarios para poder realizar las operaciones cotidianas en las bases
antárticas y misiones SAR, en caso de ser necesario. Durante los primeros años de operaciones helitransportadas en la Antártida hubo claros ejemplos de las capacidades que poseen los helicópteros a la hora de operar en el continente blanco. En 1968 los, por entonces, recién llegados Bell UH1-D Iroquois realizaron el abastecimiento de la Base Aérea Militar Matienzo en la Antártida en aproximadamente 30/37 horas ininterrumpidas, tras declararse la emergencia por la falta de víveres y combustible para hacer funcionar los equipos de radio y la
calefacción, trasladando más de 170 toneladas de carga; y en 1970, un C130 Hércules despegó desde El Palomar, el cual transportaba en su bodega a los Hughes 369HM H31 y H-33, los cuales realizarían una misión de rescate la cual consistía en evacuar hacia la Base Marambio al Jefe de la Misión Científica de la Base Antártica Almirante Brown, cabe destacar que estos helicópteros
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realiza el mantenimiento y preparación de los elementos de supervivencia que utilizarán las tripulaciones y el helicóptero en caso de alguna eventualidad. carecían de preparación para operaciones antárticas. La operación resultó exitosa gracias al personal actuante, que una vez más dejo en evidencia su preparación y capacidad. Tiempo después de esta misión, se realizó una operación similar evacuando a personal siniestrado de la dotación de la Base Esperanza, esta vez con los Hughes H-32 y H-33.
El cruce a la Antártida Una vez que las aeronaves junto a su equipamiento correspondiente se encuentran en condiciones, comienza el traslado hacia la Antártida. Los Bell son transportados desde la I Brigada Aérea de El Palomar, en la provincia de Buenos Aires, hacia la Base Marambio en la bodega de carga de los aviones C130 Hércules de la Fuerza Aérea Argentina.
Helicópteros Los helicópteros que son utilizados actualmente durante la C.A.V son los Bell 212 y Bell 412 pertenecientes al escuadrón I; y los Mil Mi 171-E del escuadrón III, todos pertenecientes a la VII Brigada Aérea de Moreno, provincia de Buenos Aires. Meses previos a las operaciones en la Antártida, el personal del Grupo Técnico 7 comienza a preparar a las dos unidades que estarán afectadas a las tareas en el continente antártico. El personal técnico del G.T.7 instala en los Bell 212 un kit de flotadores a ambos lados del fuselaje, los cuales son inspeccionados en el Área de Material Rio Cuarto, en la provincia de Córdoba. Mientras que los Bell 412 poseen sus propios flotadores ya instalados; paralelamente, la sala de supervivencia de la VII Brigada Aérea
Ya en el continente antártico, los helicópteros son descendidos del Hércules y trasladados al hangar de la base donde el personal técnico realiza su labor para dejarlos rápidamente en condiciones operativas.
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En el caso de los Mil Mi171-E, el cruce hacia el continente blanco lo realizan por sus propios medios, saliendo desde su base de origen, realizando un largo derrotero hasta llegar a Ushuaia, lugar donde realizan una escala técnica y aguardan las mejores condiciones meteorológicas para efectuar el cruce. Apoyados en todo momento por medios aéreos y navales, se realiza la
operación de cruce a través del Pasaje de Drake. Durante el trayecto los Mil son acompañados por un C-130 Hércules argentino, que les brinda asistencia en la navegación y retransmisión en vuelo. Cabe destacar la colaboración de la Base Eduardo Frei Montalva de la Fuerza Aérea de Chile , la cual funciona como alternativa de aterrizaje para los Mi171E ante cualquier inconveniente.
En Marambio Una vez arribadas las unidades y el personal a la Base Marambio, se comienza a trabajar en cómo se van a llevar a cabo las tareas de reabastecimiento a las distintas bases científicas, por ese motivo durante los primeros días se efectúan vuelos de reconocimiento en cada una de las la
zonas de operación donde se ejecutaran las misiones, para luego dar inicio a las operaciones. Teniendo en cuenta la dificultad que representa operación en la Antártida, no solo por la meteorología reinante sino también por la complejidad de las tareas, se realizan los briefings antes de cada misión, en donde se señala hasta el más mínimo detalle de la labor que se realizara, desde las tripulaciones hasta el tipo de carga que llevaran. Las actividades que se desarrollan durante la C.A.V exigen al máximo a las tripulaciones de helicópteros. Esta exigencia permite que los pilotos aprendan a volar en zonas de meteorología extrema, siendo esta experiencia realmente enriquecedora en su carrera como pilotos de helicópteros; y también consolidan lazos estrechos con las demás Fuerzas Armadas trabajando de forma conjunta. Y no debemos olvidar al personal técnico, quienes trabajan incansablemente día y noche para que las maquinas estén en óptimas condiciones.
Sin importar las inclemencias climáticas o la difícil misión que haya que realizar, el personal de la VII Brigada Aérea conjuntamente con sus helicópteros cumplirá con las operaciones solicitadas, volando día y noche; y haciendo valer su lema en cada rincón de nuestro país…“SEMPER ET UBIQUE” (siempre y en todo lugar). Notas realizadas por: Adrián Gómez y Gonzalo Fox Altamirano
Agradecimientos: Nicolás De Natale, Cap. Lucas Sasone, 1er Teniente Franco Saravalli, Suboficial Principal Hugo Barrera, RR.PP de la VII Brigada Aérea, Secretaria General de FAA (Prensa) y a todo el personal de la VII Brigada Aérea. Fotografías: Archivo FAA- Revista Aeroespacio, Adrián Gómez, José Soria, Gonzalo Altamirano, Silvina Alaggio. Material consultado por los autores: Revista Aeroespacio N°491/527/536/541 y 624 Revista DeySeg N°25 Libro “El vuelo del cóndor” Archivo VII Brigada Aérea Revista Malvinas “La Guerra Aérea”
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