Mexicali, B. C. a 20 de diciembre del 2013 Comunicado de Prensa
Existen muchos individuos, movimientos y organizaciones que se han dedicado a informar, señalar y denunciar todo lo que está mal en el mundo, basta con voltear alrededor de uno mismo para darse cuenta de que la sociedad no está funcionando, es momento de que todos estos movimientos nos unamos y busquemos soluciones creativas a los conflictos. A nivel mundial están creciendo los movimientos para contrarrestar y disminuir el poder de la Oligarquía Internacional, que busca literalmente dominar el mundo, así como de los gobiernos o instituciones injustas. Si seguimos obedeciendo servilmente estas condiciones que el gobierno y la oligarquía nos han impuesto, el futuro de México será muy obscuro, pero si dejamos por un momento de aceptar ser siervos voluntarios de todos estos atropellos podemos cambiar la historia de nuestro país. Bajo este contexto, creemos que el instrumento de lucha más sólido, permanente y viable es el de la Desobediencia Civil Noviolenta, que impulsa la transformación de la sociedad. Esta arma es legítimamente utilizada cuando la tiranía de un gobierno o su ineficiencia son ya insoportables y cuando la opresión y el robo están organizados. La Desobediencia Civil se basa en acciones públicas, no violentas, que atraen la atención a los problemas para buscar solución, es una acción con la intención de frustrar las leyes, normas o políticas de un gobierno injusto. Para ello, es indispensable respetar la justicia, librarse del miedo, desapegarse de las cosas materiales y vencer al adversario con amor. El verdadero movimiento de Desobediencia Civil se logra sin jerarquías, sin acarreados, sin líderes, pues la decisión de participar en un Acto de Desobediencia es personal, libre y consciente. Yo participo en la desobediencia cuando me abstengo de hacer lo que considero injusto, cuando me separo de toda clase de explotación y actúo con compasión. Resumiéndolo todo, la Desobediencia Civil Noviolenta es muy simple, cabe en una sola frase: Si una Ley es injusta, lo correcto es desobedecerla (M. Gandhi).