I.E. “NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO” Hermanas Dominicas de la Inmaculada Concepción Chiclayo - Perú
MONÓLOGO “DESPUÉS”
Andrea Rojas Rioja
N° 5
5to “G”
“DESPUÉS” Parece que todo hubiera sido ayer. Mi madre conduciendo a esta universidad, dejándome en los dormitorios del campus, diciéndome lo mucho que me iba a extrañar, su cara de horror al ver después quién iba a ser mi compañera de cuarto, o como ella diría “la chica de cabellos rojos y tatuajes”, su cara de terror al ver quiénes eran sus amigos, más tatuajes. Con su autoritario tono me dijo que tenía que buscar otro dormitorio, pero por primera vez en mi vida me negué a hacer algo que ella quería, y al parecer esta fue la causa del drama en el que se ha convertido mi vida. Uno de sus amigos, al que no le importaba nada en realidad, llegó a convertirse en mi dolor de cabeza y alivio más grande. Era rudo, demasiado. Era malo, demasiado. Me volvía loca, demasiado. Llegó a decir que el sr. Darcy solo pidió la mano de Elizabeth porque era ella la que lo buscaba. Siempre me buscaba para hacerme enojar. Un día trató de ser amigable pero su amabilidad duró eso, un día. Al día siguiente continuó con sus duros comentarios: “¿Estás consciente de que estamos yendo a una fiesta y no a la iglesia?” “Te vistes como una mujer de ochenta años” “Tu falda parece un saco de papas” Peleábamos, nos amistábamos. Le contaba mis cosas, pero él no lo hacía y cada vez que yo trataba de saber más sobre él, me decía: “¿por qué siempre haces demasiadas preguntas?”. Cuando por fin me contó su pasado entendí por qué era de esa forma. “Me conoces mejor que nadie” llegó a decirme. Él no tenía novias, solo “amigas”. Le creí, le creí todo su “tú no eres mi tipo así como yo no soy el tuyo, pero esa es la razón por la que somos buenos el uno para el otro” le creí también cuando dijo que yo le inspiraba a ser mejor, cuando me dijo “you make me want to date”, o cuando me dijo irritado que estaba haciendo cosas buenas y que cogía mi mano pero yo no lo entendía, lo que él no sabía era que yo sí lo entendía pero no me cabía en la cabeza la idea de él “enamorado”. Todas sus declaraciones y esfuerzos se fueron al bote de la basura cuando decidí ir a la fiesta que Steph me había invitado. Esa fiesta se convirtió en la peor pesadilla y yo ya lo sabía antes de entrar. Ahí estaba él, con Molly, una de sus “amigas”. Ella, como la peor persona del mundo que es, me miraba con una sonrisa en los labios; sabía perfectamente lo que significaba para mí que ella esté ahí con él. Alguien me llamó e inmediatamente él giró su cabeza y me miró en completo estado de shock. No se movió, siguió con ella, mirándome. Salí del lugar, después escuché como llamaban mi nombre por detrás. Dijo “lo siento”. Él creía que todo se resolvería pidiéndome perdón, yo aceptaría y estaríamos bien otra vez. No esta vez. Un “estás sobreactuando” salió de sus labios y no pude evitar preguntarle qué le hice, por qué me hacía daño de esa forma, por qué perdía su tiempo conmigo. “Piensas que voy a aceptar tus disculpas y voy a continuar siendo un secreto, tu aburrida novia oculta” le dije pero no esperé lo siguiente, no esperé que casi se riera en mi cara y me dijera “¿novia? ¿Pensaste que eras MI novia?” esas palabras hicieron que el agujero en mi corazón se hiciera mil veces más grande. Más cuando dijo “Lo hiciste, ¿verdad?” y esta vez sí empezó a reírse más fuerte. Creí en todas y cada una de sus palabras. Pero no estoy enojada con él, estoy enojada conmigo misma por creer todo lo que me dijo, Yo sabía perfectamente cómo era él antes de empezar a enamorarme, sabía que me haría sufrir. Y ahora es que recuerdo que él le dijo a Steph que me destruiría y pues debo felicitarlo porque logró su cometido, me destruyó.