2º EDICIÓN REVISTA GARABATTO

Page 1



Director Andrés Peña

Consejo Editorial Arquitectura Diana Barrera Edna Daniela Ramírez Esteban Pisa Miguel Sagastume

Diseño Dir.Andrea Bonilla Daniela Molano Juan Camilo Sandoval

Arte Dir.Daniel Florez Carolina Fuenmayor Ana Carolina Estarita

Colaboradores Ciudad Emergente UrbanLAB RECLAB Laboratorio Video Experimental Galería 27-72 Diseño LA Taller Trez Colectivo ComesCake Proyecto 3 y Medio

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA Dir. Carrera de Arquitectura Jorge Jaramillo Dir. Carrera de Diseño Roberto Cuervo Decano Académico Octavio Moreno Decana del Medio Universitario Luz Marina Alzate Agradecimientos JaveGraf Portada: Carolina Fuenmayor

Memoria Ponzoñosa. Daniela Molano


Figura Diseño LA- Fernando Martín Juez: “Homoindicadores”.......................3 Office Emergent Architecture............................................11

Policromo Ilustraciones ........................................................22 de: Carolina Fuenmayor, Francisco Quinche, Andrés Peña, Andrea Bonilla.

maniFiesta Ciudad Emergente Urban-Lab.............17 RECLAB...................................27 Colectivo ComesCake........................29 Galería 27-72.................................32 Proyecto Tres y Medio...........................34

EsColaR Esteban Pisa: “Memorias de España”.........................39 Daniela Molano : “Concepción del Cuerpo”...................41

Crítica Periódico El Turbión- Carlos Medina Gallego: “Contrataciones en Bogotá”.................................42 Portada: Carolina Fuenmayor


Homoindicadores Dr. Fernando Martín Juez México Universidad Autónoma de México Organización Latinoamericana de Investigaciones y Reflexiones en Diseño (DiseñoLA.Org) www.diseñola.org

Algunos conceptos y herramientas

1

La huella ecológica representa la cantidad de territorio ecológicamente productivo (tierras, cultivos, pastos, bosques, ecosistemas acuáticos, etc.) necesario para albergar y producir los recursos consumidos directa o indirectamente por una persona o un grupo, por un producto o una actividad, y por una población dada con un modo de vida específico, así como para asimilar los residuos de ellos derivados. Es, en pocas palabras, un indicador de qué tanta naturaleza requiere nuestro estilo de vida2. Expresada en hectáreas globales (gha) “unidades estandarizadas que toman en cuenta las diferencias en 3 productividad biológica de los diversos ecosistemas” , la huella ecológica (por categoría de consumo y por tipo de bioma) es una herramienta que nos ayuda a reflexionar sobre los excesos y el impacto de los modos de producción y nuestros patrones de consumo, resultado de las necesidades percibidas, de los deseos e imaginarios diversos que nos dictan una forma de vida.

Foto: Andrea Bonilla

*** El impacto y la carga ambiental son los efectos inmediatos y a largo plazo que una determinada acción produce sobre el medio ambiente. Igual que ocurre con el concepto de cambio 4 climático , se refieren exclusivamente a la responsabilidad humana.

1

Los textos siguientes son fragmentos del libro de mi autoría Homoindicadores, en prensa. Consúltese: La huella ecológica, Centro para la Economía Sustentable, en <http://www.myfootprint.org/es>. Las calculadoras de la huella ecológica, como ésta, muestran cuántas hectáreas se requieren para mantener el ritmo de vida de una persona, y cuántos planetas Tierra se necesitarían si todos los habitantes vivieran al mismo ritmo de consumo y desperdicio que los ciudadanos medios de países como Estados Unidos. La huella ecológica de esta nación supera por mucho las capacidades del planeta, lo cual es posible solamente gracias a las carencias y la huella ecológica menor de las naciones más empobrecidas. Véanse también los enlaces: <http://www.slideshare.net/pablitisclark/huella-ecolgica-2907418> y <http://www.ladyverd.com/articulo/258/la_huella_ecologica_como_estrategia_empresarial.htm>. 2

3

“Acerca del cuestionario La huella ecológica: qué mide”, en <http://www.myfootprint.org/es/about_the_quiz/what_it_measures//>. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático usa el término sólo para referirse al cambio por causas humanas (artículo 1, párrafo 2): Por "cambio climático" se entiende un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables. También se le llama: cambio climático antropogénico. 4

3


Los ecoindicadores son cifras que valoran el impacto y la carga ambiental resultantes de un proceso de transformación y consumo de un material, su distribución como materia prima o producto, su uso y desecho. Existen muchas herramientas, programas electrónicos, bases de datos, aplicaciones y guías de trabajo relacionadas directamente con los ecoindicadores. A continuación se mencionan algunos:

- Ecoindicador 99 (y su antecedente, el 95). Aplicado desde hace más de una década en trabajos académicos y diseños profesionales, utiliza unidades que se expresan en “puntos/unidad funcional”. La “unidad funcional” se refiere a un kilogramo, un litro o una pieza del material para el que se ha generado el ecoindicador. Por ejemplo, la producción de cobre tiene un ecoindicador de 1.4 pt/kg. Esto significa que producir un kilo de cobre origina un impacto ambiental de 1.4 puntos5. - Mapas de fuentes (Sourcemaps) o demanda acumulada de energía (DAE) [en inglés, Cumulative Energy Demand (CED)]. Cuantifican el consumo de energía para la obtención de un bien6. - Matrices de análisis MET (materiales, energía, productos tóxicos). Muestran en forma de matriz los impactos ambientales por consumo de materiales, consumo de energía y emisiones tóxicas asociados a cada una de las etapas de vida del producto. - MIPS (Material Input per Service Unit). Cuantifica el consumo de materiales y energía para la obtención de un bien, dividido por la unidad de servicio prestado. Las entradas (input) de material y energía están agrupadas en cinco categorías: materiales abióticos, materiales bióticos, alteración del suelo, agua y aire. - Evaluación de cambio de diseño (ECD). Herramienta que analiza la generación de residuos tóxicos asociados a las distintas etapas de vida de un objeto. - Valoración de la estrategia ambiental (VAE) / Rueda de LiDS (Lifetime Design Strategies). Sitúa en un diagrama (tipo “tela de araña”) las estrategias de mejora de diseño comparando el impacto ambiental de dos productos (generalmente un objeto actual contra un nuevo diseño).

Otras

herramientas comunes en la indagación del impacto potencial de un producto, un proceso o una actividad sobre el ambiente son el análisis del ciclo de vida (ACV) y su complemento, el análisis del inventario. A través de ellas se cuantifican y examinan, a efecto de conocer límites, características y posibles soluciones, el uso de recursos ("entradas": energía, materias primas, agua) y las emisiones ambientales ("salidas" al aire, agua y suelo) asociados con el producto, proceso o actividad que se está evaluando. 5 6

4

Un punto (pt) es la centésima parte de la carga ambiental anual de un ciudadano medio europeo.

Consulte el enlace <http://stage.sourcemap.org/>.


El análisis del ciclo de vida tiene algunos aspectos críticos que es importante considerar: en las palabras análisis (que implica separar, aislar) y ciclo (conjunto de fenómenos u operaciones que se repiten ordenadamente) se expresan conceptos comprometidos con posturas teóricas y un modelo de la realidad, que no son ni los únicos ni probablemente tampoco los mejores paradigmas a efecto de evaluar problemas de gran complejidad, como los vínculos entre medioambiente y sociedad. El análisis aísla las etapas de vida del producto, las separa como problemas diferentes. Nos da la sensación de que resolver una etapa, o algunas de ellas, utilizando el material o proceso con el “mejor” ecoindicador basta para hacer del objeto un mejor diseño (un “ecodiseño”, un “diseño verde”, un “diseño sustentable”). Esto es como resolver cada uno de los padecimientos y las manifestaciones aisladas de una enfermedad, sin descubrir cuál es la causa real, cómo y de dónde surgen los problemas. El paciente se llena de soluciones parciales a un mal que reside en otra parte o en el conjunto de ellas: un remedio para el cólico, otro para el dolor de cabeza, otro más para ese dolor muscular; un medicamento para la hipertensión, otro para la fatiga, uno más para la depresión… Remedios parciales para padecimientos que son producto, tal vez, del estrés de una vida violentada por crisis diversas, por carencias en la calidad de vida y el bienestar social.

Si el análisis con la disyunción que entraña no cura la enfermedad, sino solamente malestares aislados, la idea de ciclo puede ser aún más perversa. El concepto de re-ciclo ha sido desvirtuado: perdidos sus propósitos iniciales, se le utiliza como sinónimo de aprovechar todo lo que desechamos regresándolo a la circulación como un producto comercial más. El empate (uno a uno) con un nuevo objeto a la muerte de otro. Así, aprovechando como negocio la “reencarnación” de la materia, se pone en circulación un objeto más en lugar de cuestionar su existencia. El análisis de ciclo de vida se ha convertido en una estrategia novedosa para generar nuevos nichos de mercado: un modo parcial, una moda académica y comercial, en el mejor de los casos ingenuas y, sin duda, insuficientes para la sustentabilidad. Hoy la idea generalizada no es reutilizar, reducir el número de objetos, aprovecharlos de mejor manera, sino reciclar las cosas para hacer más cosas. El análisis de ciclo de vida omite muchos procesos singulares de la vida compleja de un diseño o de un servicio: no contempla procesos y etapas como lo hacen la biografía cultural de las cosas (Igor Kopytoff), la vida social de las cosas (Arjun Appadurai) o la historia de vida del objeto (Fernando Martín); tampoco nos invita a investigar los aspectos sociales y antropológicos de cada etapa. Sus indicadores no consideran o reportan los asuntos concernientes a la explotación de la fuerza de trabajo y del tiempo humano, a la calidad de vida y el bienestar, a las sutiles u ostentosas modalidades con que se abusa de cada uno de nosotros a través del precio final del producto. Por ello propongo la incorporación de la historia de vida del objeto (véase más adelante)

5


para comprender mejor y con mayor detalle cada una de las etapas en que los ecoindicadores deben ser aplicados junto con los que 7 llamo homoindicadores. Las corporaciones, aprovechando la tragedia que ellas mismas han propiciado por décadas, crean hoy nuevos nichos de mercado y oportunidades para su lucro promoviendo el uso de energías “alternas”, de formas corruptas de comercio “justo”, de soluciones “verdes” sin consideración del bienestar de sus empleados y los usuarios. Hablan del problema superficialmente; promueven fundaciones de “respeto” al medioambiente, y nos hacen los responsables de problemas y soluciones, del consumismo y el desperdicio. Sobredimensionando el cambio climático, a efecto de convertirlo (vaya cinismo y desvergüenza) en lucro,

imponen a los gobiernos políticas de Estado estratégicas para sus intereses y ganancias. Cuando los ecoindicadores se aplican aislados de los asuntos de la economía, la política y la antropología (homoindicadores), el resultado es otra oportunidad para que las corporaciones inventen nuevos negocios y utilidades sin resolver los problemas de fondo. En cambio, cuando e c o i n d i c a d o r e s y homoindicadores se ligan, se denuncia una situación que no pueden encubrir los “buenos propósitos” ni las soluciones parciales. Los problemas relativos al cambio climático persistirán si no detenemos el ritmo y modalidades de nuestros actuales modos de producción y consumo; si no modificamos nuestras maneras de entender el problema. El significado del concepto

8

sustentabilidad debe ser entendido en sus dimensiones tanto económica como antropológica. La moral de la sustentabilidad debe ser producto de la ética de lo humano; la comprensión del daño a la naturaleza, ligarse a la compasión con lo dañado. De nada sirve decirse “ecologista” y defensor de la “madre naturaleza” si no se consideran los problemas económicos y políticos, psicológicos, antropológicos y sociales implicados; las causas de las desgracias y desequilibrios; si no comprendemos por encima de 9 otros los derechos humanos .

7

Cabe señalar que, en cierto modo, los homoindicadores y la historia de vida del objeto están incluidos en las formulaciones históricas de las primeras definiciones de los conceptos de ecoindicadores y análisis de ciclo de vida. Lamentablemente, se han utilizado, las más de las veces, sólo para dar cuenta de lo inanimado: materiales y tecnologías de transformación, la energía invertida y algunos recursos (el agua o el aire), olvidándose de los asuntos que cuestionan los derechos humanos en armonía con la conservación de la naturaleza. Todos y cada uno son temas que debemos tener presentes en toda la historia de vida de los objetos urbanos, arquitectónicos, del paisaje, industriales o artesanales, gráficos, textiles, museográficos…

8

“Satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades.” Principio 3 de la Declaración de Río (1992).

9

6

Véase como referencia la Carta de la Tierra, en <http://www.cartadaterrabrasil.org/esp/text.html>.


10

Homoindicadores

Designo homoindicadores a los medios de evaluación que nos permiten reconocer, y califican, el abuso y la explotación del ser humano en los diversos procesos y etapas de la historia de vida de los objetos. Su propósito final es impulsarnos a desarrollar contrapropuestas, ya existentes o novedosas, que proporcionen bienestar y respeto a la dignidad humana y toda forma de vida. Tres son los homoindicadores principales: -los que nos indican el porcentaje del costo final de un producto que por cada una de sus etapas de vida pagamos; — el correspondiente al tiempo humano invertido en un objeto o un servicio, y — aquellos que nos muestran la relación entre la explotación de la fuerza de trabajo y la calidad de vida de quienes intervinieron en su producción.

Homoindicadores de porcentaje ¿Cuánto pagamos por cada etapa en la historia de vida de un objeto? Por ejemplo: Por el costo de patentes, derechos de autor y del proyecto. Por los gastos derivados de la obtención de créditos y financiamientos para la producción o el consumo, así como aquellos que proceden del pago de impuestos y, con frecuencia, de la estafa por autoridades abusivas. Por las ganancias obtenidas (lucro) a partir de la explotación y el deterioro en la calidad de vida del ser humano y la naturaleza (desde la extracción de las materias primas hasta el consumo del objeto). Por las ganancias que se derivan de la creación, la distribución, el transporte y la comercialización de componentes y productos terminados. Por los costos que proceden de la publicidad y la propaganda. Por los gastos adicionales (muchos generalmente) que el uso y posteriormente el desecho del objeto 11 entrañan .

¿Qué porcentaje del costo de un producto o de un servicio corresponde a su diseño, cuánto a su fabricación, cuánto a la publicidad y la comercialización? Al adquirir un diseño, ¿qué porcentaje de su precio pagamos por las patentes o el registro de las marcas (que pertenecen al empresario aunque nosotros las financiamos)? ¿Qué tanto el precio de un objeto aumenta por los intereses que le cobraron al empresario en créditos para la producción; o por los impuestos, las multas y los sobornos que paga, y que luego carga al precio final del producto o del servicio? ¿Cuánto pagamos por la publicidad que nos cobran para convencernos de comprar las cosas? ¿Y cuánto más tendremos que pagar, después, por el uso, el mantenimiento y el desecho (del que por cierto nos hacen responsables)?

10

Concebí inicialmente el término homoindicadores y su definición enriquecida en los últimos años en 2008 para la página web de la Red del Taller de Servicio Social: Desafíos del diseño en las próximas décadas, del Centro de Investigaciones de Diseño Industrial, Facultad de Arquitectura, Universidad Nacional Autónoma de México. Los participantes del taller contribuyeron con su esfuerzo para generar muchas de las ideas expuestas. De nuevo mi agradecimiento para todos ellos.

11

Para una lista más completa de cada etapa, véase más adelante historia de vida del objeto.

7


Antes de adquirir un producto (¡incluso sin adquirirlo!)

pagamos para que el empresario pueda ofrecernos sus servicios y obtenga su lucro. ¿Cuál es el gasto social por la externalización (como la llaman los economistas)? Es decir, ¿cuánto pagamos por las carreteras, la urbanización, los servicios de comunicación, las guerras, los basureros, etc., que las corporaciones necesitan para vender sus productos y servicios? ¿Cuánto nos cuestan el miedo y el estrés, las enfermedades físicas y mentales que provocan? El costo de cada etapa en la historia de vida de un objeto y en consecuencia el porcentaje que pagamos en el precio final es muy alto, porque desmesuradas son las ganancias y muchos los intermediarios y abusos: protección de derechos y monopolios; créditos bancarios costosos; impuestos estatales incoherentes, multas y corrupción; maquila dispersa por el mundo y transportación ineficiente; publicidad innecesaria; irresponsabilidad e indiferencia del productor por la calidad, el mantenimiento, el uso y el desecho del producto… El propósito de los homoindicadores como señalé anteriormente es darnos información y, con ella, la conciencia de lo que se oculta

12

detrás del elevado precio de las cosas a costa del abuso de seres humanos y la naturaleza. Los homoindicadores de porcentaje nos revelan datos, pero lo más importante también nos invitan a proyectar otras estrategias para hacer las cosas de diferente manera. Algunas opciones tendrán que ser novedosas; otras ya las conocemos: tecnologías y códigos abiertos, “software libre”, dominio publico; diseño participativo o en colaboración; cooperativas de préstamo, de ahorro, o de consumo; propiedad y uso colectivos; comercio justo y otras formas de intercambio y trueque; redes de información autónomas; empresarios honestos y concientes, etcétera.

Huella homológica / Homoindicador del tiempo humano El tiempo es oro… ¿Cuántas horas-hombre son necesarias para que exista un bien de consumo? ¿Cuánto tiempo humano se invierte en cada etapa de vida de un producto o de un servicio? La huella homológica es el homoindicador del tiempo humano. Si conocemos el número de horas invertidas en cada etapa de vida del objeto, obtenemos el homoindicador del tiempo humano para ese producto o servicio. Así como la huella ecológica se refiere a la marca, al diseño, que deja el paso del hombre en la tierra (consumo y desperdicio), la huella homológica se refiere al tiempo humano necesario para generarla. La huella homológica son las horas-hombre invertidas para que 12 podamos utilizar un objeto o un servicio . Siguiendo el ejemplo bien conocido: ¿cuántas horas-hombre son necesarias para mantener el ritmo de consumo actual de un ciudadano medio de Estados Unidos o de la Unión de Emiratos Árabes? ¿Cuánto tiempo humano se requeriría para que todos los habitantes del planeta viviéramos de esa manera?

En rigor, en el calculo de la huella tendríamos que incluir también el tiempo de otros seres vivos que para nuestro provecho explotamos.

8


Hoy un número pequeño de naciones, y en ellas un número limitado de sus habitantes, viven en cierta bonanza; y es gracias al extraordinario número de horas de las que dan cuenta las poblaciones sobreexplotadas del mundo. La huella homológica de nuestra especie es descomunal, y todo ello a costa de la calidad de vida de la humanidad misma. La ecología estudia las relaciones de los seres vivos entre sí y con su entorno; es decir: intenta comprender lo humano en la complejidad de sus propias relaciones y vínculos con la naturaleza. Las huellas homológica y ecológica sirven para ubicar críticamente las dimensiones físicas y temporales de nuestras interacciones; son un modo de medir las repercusiones de nuestros modos de consumir, producir y diseñar.

Mi agradecimiento a Jacqueline Fortson Mayagoitia especialmente, Laila Salomón Chida y Andrea Román Díaz por sus comentarios y correcciones. Dr. Fernando Martín Juez / noviembre 2010

Agradecemos al Diseñador Fernando Martín y a la Organización Latinoamericana de Investigaciones y Reflexiones en Diseño (DiseñoLA.org) por permitirnos publicar de manera paralela esta

investigación, la cual podrá encontrar completa y gratis en la plataforma editorial online de la Organización. www.diseñola.org Revista Garabatto

9


“Abuelas” María José Giraldo


11


12


13


14


15



En el marco de la consolidación ciudad-región/Bogotá-Cundinamarca, y los diversos desafíos que atañen a tal operación territorial y sus 12 millones de habitantes, surge Ciudad Emergente - Urban Lab buscando incidir en tal operación territorial, siendo nuestro objetivo principal promover e integrar Bogotá (sus localidades) y Cundinamarca (sus municipios) a través de industrias culturales, como mecanismos que dinamicen la transferencia de conocimiento como sustento del Desarrollo en la región central de Colombia. Siendo que el espacio de la región capital es tan amplio, consideramos que los Territorios donde la Ciudad Emergente debía actuar tenían que ser muy puntuales para lograr una mayor incidencia en un variado -target- de la población, por lo cual escogimos el Plan de Ordenamiento Zonal del norte que vincula las localidades de Usaquén y Suba con los municipios de Chía, Cota, Sopó y La Calera; y el Plan Zonal del centro que vincula las localidades de La Candelaria, Santa Fé, Teusaquillo y Chapinero con los municipios de Choachí y Ubaqué.

17


Para sustentar la presente propuesta recurrimos a la búsqueda de estructuras conceptuales que nos dieron, por lo menos desde la teoría, un buen augurio y nos sirviera de guía en la ruta, por lo cual en los siguientes párrafos podrán encontrar un brevísimo abstracto del sustento literario y conceptual que define en un primer momento a Ciudad Emergente Urban Lab durante el 2010. Gracias al legado de sociólogos, anarquistas y utopistas, economistas e ingenieros (entre otras disciplinas) tales como Saint-Simon, Proudhon, Horkheimer, Adorno, Perloff, Durkheim, Mumford, Castells, entre muchos otros que se dieron la posibilidad de pensar la ciudad como el mayor constructo social de la humanidad y por ende el lugar donde los sueños y aspiraciones de los hombres deben consolidarse satisfactoriamente por medio de la libre elección racional y la pacífica autorregulación de la sociedad, en contraposición al modelo rígido, burdamente operativo y funcionalista que ha caracterizado en el mundo moderno post-industrial el urbanismo y el diseño de ciudades; nace la presente propuesta de construcción colectiva, liderada por jóvenes con el apoyo de un grupo social diverso, donde se invita a pensar una vez más lo urbano y lo local, el barrio y sus habitantes, el modo en que se construyen puentes, avenidas, distritos comerciales o industriales, tejidos por las relaciones invisibles que unen sueños y anhelos de libertad, colectivos pero separados, diseminados por el mundo, los cuales parecieran querer marchar hacia un nuevo horizonte más lleno de igualdad, más lleno de esperanzas, con ciudades mejores procurando su bienestar desde lo que los distingue en la aldea global, y dispuestos a [vender] su creatividad, su innovación, sus talentos y sueños como modos de vida ejemplares, respetuosos de la diferencia, rentables, dignos y con argumentos suficientes para asumir posturas radicales frente al cambio, alzando una sola voz en procura de la tan anhelada paz perpetua. 18


19


20


21


Ilustraci贸n: Carolina Fuenmayor


Ilustraci贸n: Francisco Quinche


“MamaPacha” Andrés Peña


Ilustraci贸n: Andrea Bonilla


Ilustraci贸n a l谩piz. Felipe Gaona


27



29


No somos ni sumisos ni sublevados sin fundamentos. Somos sediciosos e indóciles, no nos conformamos con ideas únicas. El concepto que atraviesa el corazón de ComesCake parte de la unión de personas que dibujan una realidad que se expresa a través de la creación de arte, abarcando múltiples dimensiones, somos creadores de experiencias y sensaciones. Nuestro trabajo parte de la fusión de medios expresivos, buscamos expandir límites que se separan de las raíces que nos han sido impuestas, liberando así la expresión de la lógica de lo cuerdo para llegar a lugares creativos nuevos y sugestivos.

30



32


33


34


35


36


37


Taller de Grabados taller.trez@gmail.com


39



41


42


43


44


45


46




Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.