El problema presocratico

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EL PROBLEMA FUNDAMENTAL: la naturaleza o ððσðσ (fisis = naturaleza) Las especulaciones de los primeros filósofos griegos se inician en torno al hecho de la mutación. Les impresionan los cambios cíclicos de las cosas, la regularidad de los movimientos celestes, el orden y la belleza del universo, los fenómenos atmosféricos, la regeneración y la corrupción de los seres. Pero contra lo que hubiera podido esperarse en la aurora misma de la Filosofía, su actitud no es de un realismo ingenuo y directo, ya que, más que las cosas particulares les preocupa la NATURALEZA ( ððσðσ - fisis): no se preguntan simplemente qué son las cosas, sino que tratan de penetrar más adelante preguntándose de qué están hechas, cómo se hacen y cual es el PRIMER PRINCIPIO ðρðð (arjé) de donde todas provienen. Esto equivale a contraponer el SER al aparecer; las ESENCIAS a los FENÓMENOS; lo cual les lleva a preguntarse si por debajo de las apariencias sensibles existe alguna realidad estable, algún PRINCIPIO permanente a través de las mutaciones incesantes de las cosas. De esta manera aún cuando el problema físico aparece planteado en función de la mutación de las cosas sensibles, este mismo planteamiento lleva implícito un sentido ontológico (parte de la Filosofía que estudia el SER) más amplio y así a través de la impermanencia de las cosas particulares buscan una realidad fija, eterna, indestructible, que ha existido siempre, de la cual salen y a la cual retornan todas las cosas, y que permanece a través de todos los cambios o mutaciones. De aquí brota el concepto, común a todos los presocráticos, de una Naturaleza (fisis) estable e inmutable, contrapuesta a la pluralidad y movilidad de las cosas particulares. La Naturaleza es la realidad que existe por debajo de todas las cosas y que aunque es común a todas ellas se distingue de ellas. En cambio las cosas particulares y múltiples más que realidades son apariencias mudables e inestables y de duración limitada. Luego la NATURALEZA o ððσðσ la entienden los presocráticos en doble sentido: Como SUSTRATO inmutable del ser, por debajo de todas las mutaciones de las cosas; También como fuerza que hace llegar las cosas a ser, es decir, como una fuente inmutable de seres. De esta contraposición entre NATURALEZA y cosas particulares derivan otras contradicciones tales como: la verdadera realidad, que sólo es percibida por la inteligencia y las apariencias mudables percibidas por los sentidos; entre lo móvil y lo inmóvil; entre unidad y pluralidad; ser y no ser; lleno y vacío; entre lo limitado y lo ilimitado; etc. Surge también el concepto de LEY UNIVERSAL que rige las mutaciones y que explica la periodicidad cíclica de las cosas. También surgen los conceptos de CIENCIA, entendida como conocimiento universal fijo y estable de las cosas que se explican por medio de causas; y en contraposición el concepto de OPINIÓN, que rebasa la particularidad e inestabilidad de las cosas que perciben los sentidos. Siglo VI a.C. Los Milesos Tales de Mileto : El primer filosófico conocido planteo el primer gran problema de la filosofía, el problema de la físis. De esta pregunta se derivaron varias respuestas, las últimas soluciones dadas son las de principio de siglo, átomos, luego electrones, protones y neutrones, ahora son los quarks pero aun no es la definitiva. Tales también dio una buena solución al problema del arjé, el agua. En esta afirmación se opina que se basó en la importancia que tiene el agua para la vida. Hay otras opiniones pero creo esta la más adecuada dada que las atrás son míticas, y ya se dio el paso del mito al logos. Anaximandro : Discípulo de Tales dijo que el arjé es el áperion, lo indefinido, una materia proteica y caótica de la que se producen unos remolinos que engendran una pluralidad de universo ( lo caliente y lo frío ), de los que nacerán el agua, el fuego, la tierra y el aire. De estos elementos se formará el individuo. Anaxímenes : Discípulo de Anaximandro, opina que el arjé es el “aér”, esta puede traducirse como aire o vapor. Del aire por condensación y dilatación se forma lo frío y lo caliente. Del aire dilatado se engendra fuego y del aire condensado se produce el agua y la tierra. Es de destacar también la explicación que da del arco iris, que no sea mítica. “ Se produce al chocar los rayos solares con una nube espesa “, teoría casi cierta. Finales s. VI a.C.


Pitágoras de Samos : En el año 494 Mileto es destruida por los persas, pero el filosofar seguirá en la Magna Grecia, por obra de los pitagóricos. Pitágoras funda la escuela pitagórica que era una asociación de índole religioso-filosófico-político. En principio posiblemente sólo religioso y político, luego por obra de Alcameon de Crotona, Filolao de Tarento y Arquitas de Tarento en el siglo V fue ya una escuela filosófica-científica. Se hablará siempre sobre la escuela pitagórica ya que el sistema filosófico pitagórico es fruto de la labor de diversos pensadores y no es posible definir cada parte a su autor. ( Es la tesis del historiador alemán de la filosofía griega Zeller ). Para los pitagóricos el arjé es el número, esta tesis ha tinido tres interpretaciones :  La que parece dar Aristóteles, según la cual los números serían el arjé de los seres al modo como lo era el agua en Tales o el aire en Anaxímenes, es decir, la materia constitutiva de los seres individuales. Pero esta interpretación parece falsa y posiblemente sea porque Aristóteles no comprendió el matematicismo de estos.  La interpretación que dio la corriente místico-religiosa dentro de la escuela fue la que la esencia de la naturaleza estaba expresada en números y de que la posesión del conocimiento de los números de las cosas permitiría al hombre dominar la Naturaleza y el curso de la historia. El número diez sería el nº sagrado y perfectísimo : 

Se le atribuía propiedades mágico-religiosas de protección contra el mal, otro ejemplo sería el llamado novenario pitagórico que permitía predecir quién sería el ganador de un combate.

 Para los pitagóricos pertenecientes al corriente filosófico-científico el número era el arjé significando que los fenómenos naturales son cualitativos, pueden reducirse a número. El número es lo más perfecto y todo fenómeno natural puede expresarse en ecuaciones matemáticas. Por ello los pitagóricos se interesaron por las matemáticas, realizando descubrimientos transcendentales como el teorema de Pitágoras, los números irracionales... Más adelante se diferenciara claramente entre cuerpo y alma, y lo material(decían cuerpo-tumba). También se interesaban por la astronomía y desde buen principio negaron que la tierra fuese geocéntrica y estuviese en un universo inmóvil. JENÓFANES DE COLOFÓN (530 a. C.) Su importancia depende de los autores: unos consideran que es de enorme importancia, mientras que otros afirman que se hubiese reído de saber que iba a tener tanta influencia. Fue básicamente un poeta, interesado fundamentalmente por problemas religiosos, reaccionando contra Homero, arquetipo de poetas y base fundamental de la educación contemporánea. Sus ataques se fundamentan en la inmoralidad y la naturaleza antropomórfica de los dioses de la religión convencional. Los dioses de Homero y Hesíodo son, con frecuencia, inmorales –lo que es absolutamente cierto; y en segundo lugar, no hay motivos convincentes para creer que los dioses sean en modo alguno antropomórficos. Jenófanes se da cuenta de dos cosas: 1ª. Que las diferentes razas atribuyen a los dioses sus propias características particulares. 2ª. Que por reducción al absurdo, los animales harían lo mismo. Concluye con la afirmación de que tales consideraciones son subjetivas y carentes de valor y que el cuadro establecido por Homero respecto a la concepción de los dioses como hombres y mujeres debe ser abandonado.

Heráclito de Efeso: ( 536-470 a.C.) Quizás el más grande filósofo presocrático, estará de acuerdo con Parménides en lo accesorio y en terrible oposición en lo principal ( la antinomia Herálito-Parménides es clásica en el lenguaje filosófico ).


 Heráclito sostiene que hay una oposición entre el conocimiento sensible, cambiante e inseguro, y el conocimiento racional, firme e indudable. Frente a la confianza del hombre en sus sentidos hay que tener conciencia clara de su mendacidad y de que le único conocimiento que lleva a la verdad es el ofrecido por la razón.  Para Heráclito los sentidos nos dicen que en el Universo hay cosas estables, inmutables. Pura apariencia. En oposición de lo que dijo Parménides sobre esta cuestión y también de la razón. La naturaleza es siempre cambiante, nunca la misma, es como un río en el que uno nunca se puede bañan las mismas aguas; todo fluye y nada permanece.  Esta naturaleza siempre cambiante procede de un arjé; el fuego, del que todo surge y al que todo volverá. Las cosas nacen del fuego por la vía descendente, consta de los siguientes pasos: fuego, aire, agua, tierra. La vía por la que vuelven las cosas al fuego es la vía ascendente, tierra, agua, aire, fuego.  Todo esta proceso cósmico está regulado, no se produce al azar. El regulador es el logos, la razón. El logos es la ley inmutable que regula todas las mutaciones de la naturaleza.  El motor del logos es la oposición de los contrarios, de dos fuerzas universales que promueven el origen y la destrucción de las cosas. Estas dos fuerzas son la discordia y la paz (éris y eiréne). La lucha, nacida de la oposición de los contrarios, es el motor del proceso universal: “De las cualidades contrarias nace la guerra, y de la guerra nacen todas las cosas. Por ello la guerra es el padre de todas las cosas, por ello la guerra es el rey de todas las cosas”. Hegel y el marxismo ensalzarán a Heráclito por estas palabras. Parménides de Elea: ( 530-460 a.C.) En su poema Peri Fiseos nos dejó una de las concepciones filosóficas más profundas del pensamiento griego. Dos puntos del pensamiento Parmenídeo : 

La oposición entre el conocimiento sensible y el racional. El conocimiento que obtenemos por los sentidos no es fiable, sino falaz; engañoso sólo nos conduce a la dóxa, pero nunca a la certeza. Es un conocimiento que tiene por objeto el estudio de las cosas sensibles y mutables, es por ese motivo que se crea una ciencia mutable y perecedera. Así aunque este mundo es perecedero y mutable, considera como principio natural y causa inmediata de todo lo que sucede en la naturaleza, dos elementos . El fuego y la tierra. Modelo geocéntrico del mundo y éste está formado por mezclas de fuego y tierra.

Como opción nos muestra que no podemos hacer ciencia sobre una cosa mutable, esto nos lleva a un planteamiento racional de lo que es el mundo, de ahí su planteamiento sobre el llamado ser de Parménides tan simple como decir que lo que es es y no que no es no es, es decir no es posible la afirmación de un contrario. De este modo Parménides llega a conclusión que es necesaria la existencia de un ser eterno, imperecedero, continuo, indivisible, homogéneo, inmóvil, y como no esférico.

De esta forma Parménides establecerá el segundo de los puntos trascendentales de su filosofía, la existencia de una realidad única e inmutable que trasciende a los infieles sentidos y que sólo es captable por la razón. Por ello se denomina a Parménides el padre del monismo estático. ANAXÁGORAS (460 a.C.) Natural de Cilazamenes, colonia del Asia Menor. Fue el primer filósofo que abrió escuela en Atenas, muy frecuentada por la Aristocracia: Eurípides, Mirón, Filias, Protágoras, etc. Acusado de ateísmo e impiedad fue encarcelado y ayudado por su amigo Pericles pudo refugiarse en Lampsaco, donde fue muy estimado. Es el tipo perfecto de sabio jónico: cosmopolita e individualista, desarraigado de la metrópolis e indiferente a la Patria. Destacó como Físico, Matemático y Astrónomo. Escribió “Sobre la Naturaleza” y “Sobre los Escenarios”. FÍSICA: Se enfrenta con el problema de la unidad del ser y la pluralidad de las cosas. Admite un doble principio. Uno pasivo frente a la masa caótica en la que están mezclados todos los elementos de las cosas; otro activo, motor, inteligente, regulador del Cosmos, causa de la unidad y movimiento. A este último lo llama MENTE o nous (ðððs).


Zenón de Elea Zenón, en la línea de su maestro, intenta probar que el ser tiene que ser homogéneo, único y, en consecuencia, que el espacio no está formado por elementos discontinuos sino que el cosmoso universo entero es una única unidad. Sus aporías están diseñadas bajo los siguientes ejes argumentativos: 1. Contra la pluralidad como estructura de lo real. 2. Contra la validez del espacio. 3. Contra la realidad del movimiento. 4. Contra la realidad del transcurrir del tiempo. Aplicando este esquema se le ha considerado el primero en utilizar la demostración llamada ad absurdum (reducción al absurdo), que toma por hipótesis lo contrario de lo que se considera cierto (en su caso, las afirmaciones del adversario) y muestra las incongruencias que se derivan de una consideración de esto como verdadero, obligando al interlocutor a rechazar las premisas y a aceptar las tesis opuestas, que eran las que se querían demostrar en un principio. Este procedimiento lo lleva a cabo mediante sus aporías. Como ejemplo de (1) tenemos en Fr. 3, Simplicio, Fís., donde probablemente argumenta que, para que una cosa sea una y no otra, entre ambos miembros dentro de un conjunto, debe haber algo que los separe. Podríamos refutar alegando que el enunciado es válido sólo si se aplicase a conjuntos sistemáticamente ordenados -como series de puntos- y que en la realidad, siendo objetos en tres dimensiones se comportan de una manera muy distinta, pero Zenón bien podría seguir “indagando” sobre esto, y haciéndonos preguntas que no podríamos responder hasta que hayamos resuelto mediante una reflexión filosófica qué es lo que hace a una cosa ella misma y no otra ni muchas. Aquiles y la tortuga, Aristóteles, Fís., es un claro ejemplo de (3), pero también nos crea dificultades en (2) y (4); consiste en una carrera entre Aquiles -el de los pies ligeros- contra una tortuga, pero empezando la tortuga desde una distancia más adelantada… El problema consiste en mostrar cómo es imposible que el corredor más rápido adelante al más lento, pues para poder siquiera alcanzar Aquiles a la tortuga debería antes pasar por la mitad de la distancia de ese recorrido, y para alcanzar esa distancia, antes debería alcanzar la mitad de ese recorrido, y así infinitamente, en una serie de números que convergen hacia cero, donde no sólo plantea un problema de cómo medimos y percibimos el tiempo y el espacio, sino que hace racionalmente imposible la idea de movimiento. PROTÁGORAS (444 a.C.) Natural de Abdera, se dice que fue educado por los magos que acompañaban a Jerjes en sus campañas. Hizo varias visitas a Atenas y fue muy estimado por Pericles. Acusado de impiedad fue condenado a muerte y se salvó huyendo. Su libro “Sobre los Dioses” fue quemado en la plaza pública. Es el más eminente de los sofistas. Platón lo llama “Padre de la sofística” y lo trata con respeto en el “Protágoras”, aunque después lo ridiculiza en el “Teeteto”. Fue sutil gramático y brillante orador. En Gramática distingue los géneros, masculino, femenino y neutro; y las partes de la oración: sustantivo, adjetivo y verbo. En Retórica distinguió las partes del discurso: exordio, preámbulo, disposición, exposición, discusión, refutación y conclusión. Enseñó durante 40 años haciéndose muy rico con sus lecciones. Cobraba 100 minas por cada curso. Sus obras son: “La Verdad”, “Los Destructores”, “Contradicciones”, “Sobre los Dioses”, “Gran discurso” y “Sobre el Ser”. Empédocles de Agrigento : ( 490-435 a.C. ) En su obra Perí físeos defenderá la tesis de que el arjé es múltiple: el agua, el aire, la tierra y el fuego (de Tales y otros ). A estos cuatro arjés los denominará raíces de todas las cosas. La teoría de los cuatro elementos constitutivos de lo real, por Aristóteles que durará hasta el siglo XVIII.


Todo ser natural está compuesto por uno o más de los cuatro elementos, el proceso de composición está provocado por una fuerza, el amor, y el de descomposición está causado por el odio. Antifonte Fue un sofista contemporáneo de Sócrates algo más joven que Gorgias. Nació en Ramnunte, aproximadamente en el año 411 a.de C. y murió cerca del 480. Tenemos noticia de que escribió las siguientes obras: Tetralogías, Sobre la verdad y Sobre la concordia. Antifonte fue un refinado y culto intelectual que incluso ejerció labores de psicólogo en sus tiempos. Según Guthrie, Antifonte tuvo en Corinto un despacho cerca del Ágora en el que anunciaba que podía curar con la palabra a todos los afligidos, de la misma manera que se hace hoy en las clínicas psiquiátricas. Según este sofista, las raices de todas las enfermedades físicas se encuentran en la mente, llegando a ser, a veces, evasiones de la vida activa. Todo ello se halla en relación con la afirmación de la necesidad del autocontrol y la moderación en la vida. Respecto al problema de la relación entre nómos y physis propio de la sofística, Antifonte fue un defensor de la physis frente al nómos. La ley es un acuerdo antinatural, artificial, que es respetado únicamente cuando tenemos miedo a las consecuencias de su violación. Las leyes no se fundan en la naturaleza, son convenciones sujetas al cambio continuo. Hay cosa buenas por naturaleza y cosas buenas por nómos. Los hombres debemos seguir los preceptos de la naturaleza antes que los de las leyes. La naturaleza nos empuja a evitar el dolor y buscar el placer. Cuando la búsqueda de placer choca contra las leyes, sólo se seguiran éstas si el no hacerlo nos acarrearía un dolor mayor, como castigo. La ética de Antifonte, por lo tanto, es un hedonismo moderado GORGIAS (444 a.C.) Natural de Leontinoy (Sicilia). Fue enviado a Atenas como embajador para solicitar ayuda contra los siracusanos, dejando a los atenienses admirados con su elocuencia. Se presentó en teatro de Atenas diciendo: “Preguntad”. Escribió “Sobre la Naturaleza”, “Arte Retórica”, “Elogio de Elena” y “Elogio a la Ciudad de Elea”. Fue el orador más brillante de los sofistas y profesaba confianza ilimitada en poder de la palabra: “La palabra es una gran dominadora que con cuerpo pequeñísimo realiza obras divinas”. “El sofista hace discursos como el médico medicinas”. SU FILOSOFÍA: Está inspirado en Empédocles y en los eleatas, llegando hasta los máximos límites del escepticismo y el nihilismo. Pues no sólo niega la realidad del espacio, vacío, movimiento del tiempo y cosas particulares, sino hasta la misma existencia del ser. Dice: “No existe nada, no existe el no ser (Heráclito). Si existiese alguna cosa es ser o no ser. Existir el no ser implica contradicción porque sería y no sería al mismo tiempo. Tampoco existe el ser (Parménides), ni creado, ni uno, ni múltiple. Tampoco existe un ser mezclado de no ser (Pitágoras)”. Aún cuando existiera el ser sería incomprensible para nosotros y no podríamos conocerlo. Aún cuando pudiéramos conocerlo no podríamos comunicar a otros nuestro conocimiento. Meliso de Samos Lo que sabemos sobre la vida de Meliso es lo siguiente: Su floruit lo situa Apolodoro entre 441/40 a de Cristo. Diógenes Laercio afirma que fue discípulo de Parménides. Tambien parece que estuvo muy relacionado con el pitagorismo de su época. Simplicio, a quien debemos la conservación de los 10 fragmentos que subsisten, nos informa de que el libro de Meliso se titulaba Sobre la naturaleza o la realidad. Tambien parece que intervino activamente en la política de su ciudad, llegando a ser comandante de la flota Samia venciendo en una batalla naval al mismo Pericles. A pesar de ser un seguidor de Parménides, Meliso, se separa de él en un punto esencial. Mientras que el Uno de Parménides era finito y esférico, Meliso, afirma, sin que halla lugar a la más mínima duda, que su Uno, para irritación de Aristóteles que lo califica de grosero y de rústico, era infinito en extensión (algo que niega Vlastos) y en tiempo.


¿Cuáles fueron las razones que llevaron a Meliso a separarse de su maestro, Parménides, afirmando que lo Uno era infinito? Meliso observa que al ser ( uno-limitado-similar a una esfera ) de Parménides se le podría hacer una clara objección: si la esfera de Parménides esta efectivamente limitada por todos los lados, entonces podría haber algo que estuviera fuera de sus límites y este algo sólo podría ser el vacío. Además, según Meliso, lo Uno no debería tener ni comienzo ni fín. Y es que si lo Uno tiene un comienzo, un medio y un fín, como lo sugieren las propias palabras de Aristóteles, ya no sería, con toda seguridad, uno, sino tres. Existen datos - por ejemplo, en el Parménides de Platón se habla de aquellos que tratan de burlarse del Uno de Parménides, demostrando sus numerosas consecuencias absurdas y contradicctorias - que nos hacen pensar que, lo señalado en los puntos 1 y 2, podrían ser algunas de las objecciones que sus adversarios hacían a Parménides. En este contexto son tambien significativos dos pasajes que, sobre este mismo tema, nos transmite Aristóteles. Pues bien, es muy posible que Meliso, para hacer frente a todas estas críticas, decidira abandonar una de las tesis (la finitud) de lo Uno de Parménides para señalar que éste tenía que ser infinito. LO UNO ES INCORPOREO Pero aún hay más. Simplicio, que manejó directamente el libro de Meliso, cita un fragmento en donde se señala que, según Meliso, lo Uno era algo incorporeo. Aunque Burnett y Zeller lo niegan, la cita es tan clara que resulta absurdo negar su veracidad. ¿Por qué, Meliso, postula la incorporeidad de lo Uno? No hay que olvidar que los pitágoricos atacaban a Parménides por describir a lo Uno, por un lado, como indivisible y homogoneo, pero, por otro, al ser similar a una esfera, debería ser algo corporeo y, por tanto, tener partes.


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