ﾃ］gela Fernﾃ｡ndez Sainz
Nació en París el 26 de agosto de
1743 en una familia burguesa.
Su educación se encaminó a su
futura incorporación al mundo de las leyes.
En 1761 dejó el colegio para cursar
Derecho, estudios en los que se licenció en 1764.
Formación polivalente que incluía
clases de física, de botánica y de química.
En 1763 elaboró su primer informe
científico con ocasión de la observación de la Aurora Boreal.
Fue Guetard quién le inició en la química entendida como
una ciencia al servicio de la mineralogía. En 1767 efectuaron juntos una expedición de 5 meses a los Vosgos que tenía por objetivo elaborar un atlas mineralógico del suelo de Francia, que sirviera para explotar sus riquezas. En 1764 participó en un concurso impulsado por la
Academia de las Ciencias, presentando un proyecto para iluminar las calles de París de forma económica En 1768 compró acciones en la Ferme Générale, empresa
privada contratada por el gobierno francés para recaudar los impuestos indirectos y para hacer respetar los monopolios del estado respecto al contrabando.
En 1771 Lavoisier se casó con Marie Anne Pierrette Paulze. Él tenía 28 años mientras que ella tenía 13.
En 1772, uno de los trabajos que debían efectuar los
químicos franceses era determinar el grado de pureza del agua que llegaba a París a través de una conducción al aire. Para ello efectuaban diferentes análisis entre los que se encontraban sucesivas destilaciones y la evaporación de la muestra por sequedad. Con este procedimiento, se obtenía de agua teóricamente pura un residuo sólido, que sugería la posibilidad de que el agua se trasmutara en tierra según las concepciones alquimistas. En 1773 estudió de forma sistemática la actuación de los
gases en las reacciones químicas.
A lo largo de 1774, la mayor parte de
sus estudios se orientaron al estudio de la calcinación de los metales y a la reducción de sus óxidos con carbón comprobó que las masas totales antes y después de una reacción no variaban.
En 1775 fue nombrado director de la
compañía de pólvoras y salitres, teniendo como misión el hallar solución a la escasez de pólvora que afectaba a Francia.
En 1777 comenzó a estudiar el
fenómeno de la respiración. Supuso que en ella se consumía aire eminentemente respirable (oxígeno) y se producía ácido calizo aeriforme (CO2).
En 1779 demostró que el oxígeno formaba parte de
todos los ácidos, e incluso podía crear ácidos por sí mismo. Para ilustrar esta afirmación hizo reaccionar azúcar con ácido nítrico; este se descompuso, cedió el oxígeno que formaba parte de su composición y originó el ácido oxálico. En
1783, Lavoisier y Laplace demostró cuantitativamente, en presencia del rey de Francia, que el agua no era un elemento químico.
En
1787 junto con otros investigadores presentó una nueva nomenclatura. Los 4 elementos de tierra, fuego, aire y agua fueron desechados y en cambio aceptaron 55 sustancias que no pueden ser descompuestos en sustancias más simples por ningún medio químico conocido provisionalmente como elementos químicos.
En
1789, Lavoisier presentó “El tratado fundamental de química” que recopilaba de forma íntegra y sencilla las bases de su nueva química y contrariamente a lo que solía ser habitual en sus trabajos, está dirigida a principiantes y no a eruditos.
El 24 de noviembre de 1793 se emitió un decreto de arresto
contra los antiguos asentistas generales, exigiendo la rendición de las cuentas de la Ferme Générale. El tribunal revolucionario acusó a los funcionarios de
malversación de fondos, beneficios excesivos, gratificaciones abusivas, retrasos injustificados en los pagos al Tesoro Público y haber realizado un importante fraude en el comercio del tabaco. Los condenados fueron guillotinados ese mismo día y se confiscaron todos sus bienes, considerados propiedades de la República.
Lavoisier utilizaba instrumentos científicos tan sofisticados, que
sus colegas tuvieron serias dificultades para verificar los resultados obtenidos. Cuando
fue guillotinado, las autoridades confiscaron su laboratorio, aunque posteriormente fue devuelto a su viuda.
Se realizó un inventario de los bienes existentes en él y
registraron 13.000 aparatos de química por un valor global de 7.000 libras, mercurio por valor de 2.023 libras y más de doscientos cincuenta instrumentos de física por valor de 3.500 libras. Además, también se encontraba el instrumento más valioso que poseía Lavoisier (el gasómetro). Los dos aparatos se realizaron en 1787 y costaron 7.554 libras.