Neuroarquitectura

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República Bolivariana de Venezuela Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria Instituto Universitario Politécnico “Santiago Mariño” Extensión Porlamar

Prof.

Alumna:

Ing. Daniel Ramírez

Br. Luisangge Arenas C.I 28.189.379

Estructuras IV

#41- Arquitectura Porlamar, Junio 2021


INDICE:

INTRODUCCIÓN PERSONAJES QUE PROMUEVEN ESTE CONCEPTO (NEUROARQUITECTURA)

COMO FUNCIONA LA NEUROARQUITECTURA

EJEMPLOS ARQUITECTÓNICOS

CONCLUSIÓN


Introducción

Los arquitectos siempre han sido conscientes de que sus diseños influyen en los usuarios y en su experiencia de un lugar. La neuroarquitectura va un paso más allá y trata de entender cómo influye el entorno arquitectónico en nuestros procesos cerebrales y, por tanto, en nuestro comportamiento, para después aplicar estos descubrimientos al diseño y construcción de espacios que mejoren nuestro

bienestar.


“La arquitectura es una experiencia. O al menos debería serlo”, define Frederick Marks, expresidente y miembro fundador de la Academia de Neurociencia para la Arquitectura de Estados Unidos (Anfa). “Somos seres emocionales que cada vez que entramos a un espacio, reaccionamos”, describe Marks. El especialista pone el ejemplo de una catedral de cientos de años de antigüedad con su imponente fachada exterior, su gigantesca altura y su inmensa puerta de ingreso Podemos oler un cierto tipo de edad asociada al edificio, escuchar el sonido posiblemente del agua, de gente caminando, tal vez de música. Experimentamos la luz que atraviesa tanto vidrios transparentes como de colores y se refleja en muchas superficies diferentes. Podemos tocar esas superficies y tener ciertas reacciones.

La catedral fue construida con una intencionalidad de provocar esas emociones indistintamente de la creencia religiosa, aunque, ciertamente,

hace cientos de años no había evidencia científica sobre la respuesta del cerebro a la arquitectura.

Existe una diferencia entre tomar una decisión intuitiva sobre la arquitectura y tener evidencia sólida basada en el conocimiento", dice Marks. Por eso "es importante no confundir una intuición en arquitectura, que podría hacer cualquier arquitecto a través de su experiencia y su buen criterio de diseño, con la neuroarquietectura"

Frederick Marks, AIA, LEED AP BD + C, Six Sigma Green Belt, comenzó su carrera como asistente legislativo del Comité de Medio Ambiente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos bajo la dirección del congresista Morris K. Udall. Luego trabajó como subdirector de Comunidades de Conocimiento en el Instituto Americano de Arquitectos en Washington, DC. Como arquitecto con licencia en la práctica privada, se ha centrado en la planificación, el diseño y la gestión de instalaciones científicas y sanitarias. El Sr. Marks es un ex director de Ciencia y Tecnología de AC Martin Partners Inc. en Los Ángeles. Es miembro fundador de la Junta y actual director financiero de la Academy of Neuroscience for Architecture en San Diego. El Sr. Marks tiene títulos en arquitectura y negocios y fue un estudiante becado en el Instituto Wright-Ingraham / Centro Richard T. Parker para Estudios e Investigación Avanzados en Colorado Springs, CO.

PERSONAJES QUE PROMUEVEN


JONAS SALK

FUE UN VIRÓLOGO QUE DESARROLLÓ UNA DE LAS VACUNAS EFECTIVAS CONTRA LA POLIOMIELITIS. TAMBIÉN, DIO UN IMPORTANTE APORTE A LA NEUROARQUITECTURA Uno de los primeros en darse cuenta del efecto de la fusión entre la arquitectura y la neurociencia fue el virólogo estadounidense Jonas Salk (1914-1995), quien desarrolló una de las vacunas contra la poliomielitis. Además de regresar a Estados Unidos con la solución para crear la primera vacuna segura y efectiva contra la poliomielitis, Salk volvió también con la idea de construir un nuevo instituto de investigación que aplicara conceptos que inspiraran la mente. Así que convocó al arquitecto Louis Kahn para desarrollar y construir en 1960 el Instituto Salk, un centro de investigación de vanguardia con sede en La Jolla, California, considerado un referente de la neuroarquitectura. El instituto está conformado por 29 estructuras. Dos de ellas en forma de espejo, cada una de seis pisos de altura, que miran a un gran patio. Tres pisos albergan laboratorios y los tres niveles superiores brindan acceso a los servicios públicos. También cuenta con un edificio de oficinas con vista al océano Pacífico.

ESTE CONCEPTO

John P. Eberhard fue presidente fundador, de Neurociencia para la Arquitectura (ANFA). ue nombrado presidente de ANFA también recibió un premio Latrobe de $ 100,000 de la AIA por dos años de investigación en neurociencia. Esa investigación condujo, entre otras cosas, a dos libros escritos por Eberhard sobre arquitectura y neurociencia: Architecture and the Brain: A New Knowledge Base from Neuroscience (2007) y Brain Landscape: The Coexistence of Neuroscience and Architecture (2008). Eberhard se jubiló en 2008 y se mudó a una comunidad de jubilados en Maryland con su esposa, quien murió en abril de este año a causa de una hemorragia cerebral. En 2018, la ANFA creó una beca que lleva su nombre: la Beca John Paul Eberhard, que actualmente está aceptando solicitudes para su iteración 2020.

NEUROARQUITECTURA


La neuroarquitectura es una rama de la neurociencia, es decir, del campo de estudio del sistema nervioso. Básicamente, la neuroarquitectura tiene como objetivo el análisis y la explicación de la arquitectura y sus efectos en el estado de ánimo del ser humano. ¿Puede un edificio hecho de materia inerte hacernos sentir angustiados o felices, aburridos o estimulados, comprometidos o indiferentes?

Fred Gage, neurocientífico del Salk Institute, parece haber hallado una respuesta: al diseñar los edificios que habitamos, el entorno construido cambia nuestra conducta y modifica nuestro cerebro. Esto explica la íntima relación que guardan la Arquitectura y las Neurociencias, y su enorme sinergia a la hora de diseñar espacios que ayuden a mejorar la experiencia de las personas que viven, aprenden y trabajan en ellos. Comprender cómo funciona el cerebro humano en la percepción y la navegación por el espacio nos permitirá incluir estrategias de diseño que van más allá de la necesidad de funcionalidad, confort y rentabilidad. Desde la antigüedad, los seres humanos nos hemos valido de los edificios para expresar y provocar determinadas emociones en la gente. En la arquitectura religiosa, los templos, las tumbas y las catedrales, lograban crear un ambiente sagrado, misterioso o monumental gracias a la elección apropiada de la escala, la gradación de las alturas, el uso deliberado de la iluminación, la acústica, la simetría, etc. Utilizando recursos similares, los poderes terrenales también se sirvieron de esta capacidad de la Arquitectura para transmitir ideas, estados de ánimo y sentimientos. El lujo y la grandiosidad con que reyes, príncipes y emperadores construyeron sus palacios y sedes de gobierno ayudaban a consolidar y a fortalecer su imagen y su poder frente al pueblo. A fines del siglo XVIII, el entorno construido también se empleó para controlar la conducta de los prisioneros en las cárceles. Con la aplicación del modelo panóptico de Bentham, la exposición visual provocaba que las sensaciones de vigilancia y control fueran omnipresentes. Así, a través de un uso adecuado de la composición y el diseño de los edificios, los arquitectos de todas las épocas han sabido intuitivamente cómo movilizar las emociones de la gente, modelando sus percepciones y su pensamiento. Esta fue la revelación que llevó a Jonas Salk a relacionar las Neurociencias con la Arquitectura.

A mediados de los 50, Salk estaba empeñado en encontrar una vacuna contra la poliomielitis pero, recluido en su laboratorio ubicado en un sótano de la Universidad de Pittsburgh, su trabajo no progresaba. Fue entonces cuando decidió viajar a Asís, Italia, donde pasó una temporada en el Convento de San Francisco, una construcción del siglo XIII. Allí, admirando y recorriendo esos amplios claustros, las ideas fluyeron nuevamente. Salk quedó convencido de que la arquitectura del convento había estimulado su imaginación otorgándole la claridad mental necesaria para encontrar el concepto de la vacuna que tanto buscaba junto con la forma de producirla. Gracias a esta experiencia, se afianzó su creencia de que el entorno construido tiene una profunda influencia sobre la mente y, una vez de regreso en los EE.UU., convocó al arquitecto Louis Kahn para desarrollar y construir el Instituto Salk, un centro de investigación de vanguardia con sede en California, considerado el primer referente de la Neuroarquitectura.

COMO FUNCIONA LA


La función primordial del entorno construido es dar cobijo y protección frente a las inclemencias y las amenazas del ambiente. Un

edificio bien diseñado tiene que responder tanto a las necesidades funcionales como a los requerimientos de confort de sus ocupantes. No obstante, tal como afirmaba Le Corbusier, la Arquitectura no solo tiene que servir sino también conmover. Es esta amalgama de elementos dispares la que otorga a la Arquitectura su gran complejidad ya que, mientras que los aspectos técnicos pueden ser abordados con criterios o métodos científicos, su efecto sobre las personas suele quedar librado a la intuición del profesional.

Hay espacios que nos agobian porque son muy pequeños y pueden generar determinadas tensiones y otros que sabemos que nos relajan. Esa evidencia es clara y a veces bastante obvia. Pero el estudio científico que da respuesta a estas reacciones es en realidad un área muy nueva con varias corrientes que las analizan, aunque todas comenzaron en la

segunda mitad del siglo pasado.

La neuroarquitectura “pura” sería aquella que se sirve de instrumentos de la neurobiología, como electrocardiogramas, electroencefalogramas o sensores de sudoración, para medir de madera objetiva cómo reacciona nuestro cuerpo ante determinados estímulos arquitectónicos, con el objetivo de diseñar teniendo en cuenta las emociones que genera la arquitectura. Sin embargo, hoy en día los estudios de arquitectura no cuentan con todos estos aparatos científicos, ni con la tecnología y el tiempo necesarios para el tratamiento de datos, para finalmente aplicar las conclusiones a sus diseños.

En la actualidad, el equipo de la investigadora realiza este tipo de experimentos de estudio del cerebro y la arquitectura. "Lo que nosotros hacemos a través de un análisis muy riguroso es estudiar cuáles son los efectos del espacio en determinados aspectos de las personas. Pueden ser emocionales o comportamentales; cómo las personas se sienten y cómo se van a mover, por ejemplo: El paso a paso de los estudios comienza con identificar las emociones que se quieren resaltar en esos espacios. Iñarra Y luego le siguen pruebas para determinar cómo las personas pueden responder a esas emociones aplicando determinados diseños que pueden incluir factores como colores, formas y distribución del espacio. "No somos tan simples como creíamos. Somos complejos y todos somos diferentes. Entonces necesitamos construir un mundo para ser más complaciente al reaccionar ante esas diferencias"

NEUROARQUITECTURA


“A veces el espacio no está pensado para mejorar la vida de las personas (que lo utilizan), sino para atender distintos criterios funcionales de seguridad, de resistencia de materiales, de limpieza, de mantenimiento, etc. Y un caso claro de ello es la arquitectura escolar, en la que no se ha pensado en el desarrollo de los niños”, explica Susana Iñarra, doctora en Arquitectura y profesora en la Universidad Politécnica de Valencia, España. Son instituciones como la Academia de la neurociencia para la arquitectura en San

PAUTAS GENERALES El resultado de un estudio de neuroarquitectua en cada espacio y grupo es único, pero hay ciertos parámetros generales que pueden ayudarnos a combatir el estrés y a ser más creativos.

Diego o el Grupo de Investigación Neuroarquitectura LENI de la Universidad Politécnica de Valencia quienes desarrollan estudios sirviéndose de la metodología

Numerosos estudios revelan que

científica. Un ejemplo es el estudio del LENI para mejorar el diseño de las sala de

la presencia de naturaleza relaja

espera pediátricas. ¿Cómo trabajan? Primero realizaron una encuesta a un grupo de

el estado emocional.

usuarios sobre los elementos que se encuentran en las salas, para identificar los que les generaban mayor relajación. Después, diseñaron un entorno que los potenciase.

Observar vegetación a través de

En este proceso, la neuroarquitectura ha encontrado en los simuladores virtuales una

una ventana y la presencia de

herramienta muy útil: permite al usuario experimentar un espacio, aunque no esté

plantas en los interiores suele

construido, y estudiar su influencia en su comportamiento.

rebajar los niveles de ansiedad y de estrés.

La neuroarquitectura establece aspectos claves a la hora de configurar los espacios para lograr que la mente se encuentre relajada. La iluminación, las zonas verdes, los colores o los techos son algunos de los elementos estudiados.

También se demostró en sitios experimentales que los techos altos propiciarían las actividades creativas y artísticas. Mientras que los techos bajos favorecerían la

concentración, el trabajo rutinario y la sensación de seguridad para dormir.


Los elementos de las Neurociencias La Academia de Neurociencias para la Arquitectura –creada en 2003 con el fin de dirigir investigaciones en Neurociencias que puedan ser relacionadas con la práctica de la Arquitectura–, estudió los requisitos funcionales para distintos tipos de edificios a partir de los cuales estableció las principales áreas de estudio que deben ser abordadas. Percepción sensorial La percepción es un evento multisensorial que involucra a la memoria, las emociones y las experiencias de los órganos de los sentidos. Influye tanto en el comportamiento como en la imaginación, la manera de procesar la información nueva y la respuesta de las personas al medio ambiente. Recorridos Los puntos de referencia junto con los recorridos presentes en un espacio son características que definen tanto su forma como su función al mismo tiempo que ayudan a significar la percepción espacial. Las investigaciones demuestran que en los espacios que se pueden transitar en dos direcciones, cada una de ellas está representada por distintos patrones de actividad neuronal de tal manera que el cerebro las trata como entornos diferentes. De esto se infiere que los espacios que fomentan la libre exploración crearán representaciones menos influenciadas por los recorridos mejorando la experiencia personal. Aprendizaje y memoria La memoria espacial necesita referencias visuales para determinar nuestra ubicación y orientación dentro de un entorno dado. Cuando estas referencias faltan se retrasa el aprendizaje de la ubicación y se activa la respuesta de estrés. Esto indica la importancia de incorporar elementos de diseño que permitan el reconocimiento espacial y la recordación. Emociones

El entorno construido se percibe inicialmente a través de la emoción, un sistema rápido y eficaz del que nos ha dotado la evolución para juzgar lo que es bueno o malo, seguro o peligroso, para poder sobrevivir. Antes de que las sensaciones que evoca un edificio lleguen a la consciencia ya hemos hecho juicios sobre los materiales, las relaciones espaciales, las proporciones, la escala, los ritmos, la comodidad, etc. Dado que las respuestas emocionales incluyen las áreas del cerebro relacionadas con los movimientos corporales y con el sistema nervioso autónomo que regula la homeostasis, la Arquitectura se convierte en un elemento capaz de alterar nuestros estados fisiológicos. Espacio y lugar Aunque los lugares se asocian más que nada con ambientes espaciales, la noción de “lugar” difiere de la de “espacio” en un aspecto fundamental: la interacción por parte del individuo. La representación interna de un lugar está muy influenciada por la forma en que las personas se mueven dentro de él. Una separación de vidrio –que no interrumpe las vistas pero sí el desplazamiento– puede ser suficiente para que el cerebro perciba como distintos a dos espacios físicamente adyacentes. Esto significa que el sentido de lugar se construye a través del movimiento y las conexiones espaciales que se pueden realizar junto con la propia configuración del espacio. Una guía para la Neuroarquitectura La comprensión de los principios de las Neurociencias puede servir de guía para el diseño del entorno construido mejorando la orientación espacial, reforzando las capacidades cognitivas y facilitando las emociones positivas y la motivación. A continuación se enumeran algunos aspectos que se pueden tener en cuenta a la hora de diseñar espacios de trabajo efectivos y centrados en el bienestar de las personas: Cronobiología y ritmos circadianos La luz solar es fundamental para la regulación de los sistemas endocrino e inmunológico, e influye en el correcto funcionamiento de los ritmos circadianos a lo largo del día y de las estaciones. Cuando no se cuenta con un aporte adecuado de luz pueden producirse problemas tales como alteraciones del ciclo sueño-vigilia, fatiga, falta de concentración, depresión, estrés, etc.


EJEMPLOS ARQUITECTÓNICOS Toda primera impresión es visual…


Conclusión Actualmente, los avances en las tecnologías y los estudios en Neurociencias son capaces de revelar las reacciones de la mente y del cuerpo frente al entorno construido. A la luz de este conocimiento, la Arquitectura debe ser abordada teniendo en cuenta los efectos que el diseño produce tanto en la fisiología como en la psicología de sus ocupantes. Esto nos dará la oportunidad de crear espacios que tengan en cuenta las disposiciones biológicas de las personas para mejorar la experiencia de trabajar dentro de un ámbito saludable y motivador. Con todo ello, en el caso de que la Neuroarquitectura sea realmente un avance, está muy bien estar al día, para que la labor de arquitectos sea mejor. Y, en el caso de que no fuera para tanto y “solamente” reforzase los conceptos básicos de cualquier buena arquitectura, también sería una gran noticia. ¿Y por qué lo sería? Porque, para empezar, nos ayudaría a presentarnos en sociedad con más claridad, que no es poco. Los arquitectos no han sabido conectar con el grueso de la sociedad a la que servimos y desde la neuroarquitecutra nos puede ser más sencillo conseguirlo Las Neurociencias pueden ayudar a los arquitectos a comprender científicamente este aspecto que, a través de la historia, había quedado sujeto al talento personal.


SOLO SE PUEDE APRENDER AQUELLO QUE SE AMA

Es en este momento donde Arquitectos, empiezan a cambiar su manera de pensar, haciendo que sus edificios no sólo posean exquisita razón y calculo en su diseño y construcción, sino

también emoción y sentimiento en grado sublime y, desde luego, su impacto sobre el funcionamiento especifico de un cerebro que aprende y memoriza.

Luisangge Arenas 28.189.379


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