Sofía Liuzzi y Junnueth Valencia
TLAHUICAS, TLAXCALTECAS, Y OTOMÍES
EXPLORANDO LAS CULTURAS MEXICANAS
ÍNDICE
01
Introducción
02 03 04
El lugar donde las civilizaciones Otomíes se formaron
Los sitios arqueológicos que nos transporta la cultura Otomí La creación del hombre a los ojos Otomíes
05 06
Las riquezas Tlahuicas
Las victorias Tlahuicas
07
Las veneraciones Tlahuicas
08
Los Tlaxcaltecas, el origen
09
El legado Tlaxcalteca
10
El día en una vida Tlaxcalteca
INTRODUCCIÓN En las vastas extensiones de lo que ahora conocemos como México, se tejía una trama cultural rica y diversa mucho antes de la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XVI. En este escenario de biodiversidad geográfica y cultural, florecieron distintas civilizaciones, cada una con sus propias raíces, creencias y formas de vida. Entre estas culturas precolombinas destacan la Otomí, la Tlahuica y la Tlaxcalteca, que contribuyeron de manera significativa a la complejidad y diversidad de la Mesoamérica antigua. La cultura Otomí, arraigada en las zonas montañosas centrales de México, no solo se distinguió por su habilidad agrícola, sino también por su arte vibrante y sus expresiones culturales únicas. Los Otomíes, expertos agricultores, cultivaban maíz, frijoles y calabazas, y su presencia se extendía desde las altas mesetas hasta las selvas y bosques de la región. En las fértiles tierras del Valle de Toluca, la cultura Tlahuica se desarrolló con una fuerte conexión con la naturaleza. Estos habitantes de la región, hábiles agricultores y comerciantes, crearon una sociedad compleja con una marcada influencia tolteca, reflejada en su arte, arquitectura y mitología. Sin embargo, es en el corazón de la región central donde la cultura Tlaxcalteca floreció con gran esplendor. Ubicados en lo que hoy es el estado de Tlaxcala, estos indígenas náhuatl desempeñaron un papel clave en la historia de México. Su alianza con los españoles durante la conquista marcó un episodio fundamental que afectó no solo a Tlaxcala sino a la conformación del México colonial. A medida que exploramos estas culturas, nos sumergimos en sus complejas estructuras sociales, sus creencias religiosas arraigadas en la cosmovisión mesoamericana, sus avanzadas prácticas agrícolas y sus contribuciones al arte y la arquitectura prehispánica. Esta odisea a través del pasado nos brinda una perspectiva única sobre la diversidad cultural que caracterizaba la vida en México antes de la llegada de los europeos. Acompáñanos en este viaje exploratorio para descubrir la riqueza y la complejidad de las culturas Otomí, Tlahuica y Tlaxcalteca que forjaron los cimientos de la historia mexicana.
EL LUGAR DE ORIGEN DE LAS CIVILIZACIONES OTOMÍES La historia de las civilizaciones Otomíes se entreteje con la rica diversidad geográfica y cultural de México, encontrando sus raíces en un territorio que abarca Hidalgo, Querétaro, México, Tlaxcala, Puebla y Guanajuato. Estas regiones no solo sirvieron como el hogar ancestral de los Otomíes, sino que también fueron testigos del florecimiento de una civilización que dejó una marca indeleble en la historia prehispánica de Mesoamérica. HIDALGO: CUNA DE LA CULTURA OTOMÍ En las tierras altas de Hidalgo, los Otomíes establecieron comunidades prósperas, adaptándose a las diversas condiciones geográficas de la región. Su presencia se evidencia en sitios arqueológicos como Tula, donde la influencia otomí se mezcla con la mítica ciudad tolteca, reflejando una interacción cultural que caracterizó la historia de la zona.
QUERÉTARO: ENCUENTRO DE CULTURAS En Querétaro, la cultura Otomí se entrelazó con otras culturas prehispánicas, generando una dinámica de intercambio cultural y comercial. La ciudad de Tancama es un testimonio de la influencia Otomí en la región, con vestigios arqueológicos que revelan su presencia.
MÉXICO: EN EL CENTRO DE LA CIVILIZACIÓN OTOMÍ El territorio que hoy conocemos como el Estado de México albergó comunidades Otomíes que contribuyeron a la riqueza cultural de la región central de México. Su presencia se manifestó en la agricultura, la cerámica y otros aspectos fundamentales de la vida cotidiana. TLAXCALA: LA CONTRIBUCIÓN TLAXCALTECA A LA CIVILIZACIÓN OTOMÍ
PUEBLA: VÍNCULOS Y LEGADOS OTOMÍES Puebla, con su diversidad geográfica, fue un punto de encuentro para las culturas prehispánicas. Los Otomíes dejaron su impronta en la región, y su legado persiste en manifestaciones artísticas y arquitectónicas.
En Tlaxcala, el cruce de las culturas Otomí y Náhuatl generó una riqueza única. La alianza histórica de los tlaxcaltecas con los españoles durante la conquista añade capas de complejidad a la historia Otomí en esta región.
GUANAJUATO: LA EXTENSIÓN OTOMÍ EN EL BAJÍO
En las tierras bajas de Guanajuato, los Otomíes también dejaron su huella. Aunque el terreno es diferente al de otras regiones, las comunidades Otomíes adaptaron sus modos de vida a este entorno, evidenciando su capacidad de adaptación.
LOS SITIOS ARQUEOLÓGICOS QUE NOS TRANSPORTAN A LA CULTURA OTOMÍ: ENTRE EL CENTRO CEREMONIAL Y LA INTERVENCIÓN GUBERNAMENTAL En el vasto paisaje de la historia prehispánica de México, los sitios arqueológicos se erigen como portales hacia el pasado, revelando las complejidades de civilizaciones antiguas como la Otomí. Entre estos sitios, destaca el centro ceremonial Otomí, un lugar sagrado que sirvió como epicentro para los rituales y prácticas espirituales de los Otomíes en el siglo XX.
EL CENTRO CEREMONIAL OTOMÍ: VÍNCULO CON EL PASADO Este centro ceremonial, ubicado en la región que abarca Hidalgo, Querétaro, México y otras áreas Otomíes, representa una ventana única hacia las costumbres y rituales de esta civilización. Aquí, los Otomíes llevaban a cabo ceremonias sagradas, expresando sus creencias religiosas y su conexión con la tierra. Las estructuras arquitectónicas, los altares y los petrograbados en este sitio atestiguan la riqueza espiritual de los Otomíes. Sin embargo, es esencial reconocer que, a diferencia de muchos sitios prehispánicos, el centro ceremonial Otomí no fue erigido por los propios Otomíes, sino por intervención gubernamental en el siglo XX. Este hecho añade una capa adicional de complejidad a la interpretación del sitio, ya que la construcción moderna coexiste con la autenticidad cultural de los rituales ancestrales realizados en este espacio.
INTERVENCIÓN GUBERNAMENTAL: CONSTRUYENDO SOBRE EL LEGADO OTOMÍ La construcción del centro ceremonial Otomí fue iniciativa del gobierno mexicano con el objetivo de preservar y promover la herencia cultural de los Otomíes. Aunque la intención era noble, la creación de este sitio por parte de una entidad externa plantea cuestionamientos sobre la autenticidad y preservación genuina de la cultura Otomí. Este fenómeno ilustra la complejidad de la relación entre la preservación del patrimonio cultural y la intervención gubernamental. Aunque el centro ceremonial Otomí se ha convertido en un recurso valioso para aprender sobre la cultura Otomí, su construcción moderna plantea preguntas sobre la autenticidad de la experiencia y la interpretación de los rituales en un contexto contemporáneo.
LA CREACIÓN DEL HOMBRE A LOS OJOS OTOMÍES: LA HISTORIA ANCESTRAL En el tapiz mitológico de los Otomíes, la creación del hombre es un relato intrincado que se entreteje con leyendas sagradas y narrativas que han sido transmitidas de generación en generación.
LA LEYENDA DE LA CREACIÓN DEL HOMBRE: UN ACTO DIVINO La leyenda de la creación del hombre entre los Otomíes es un relato de la intervención divina y la forja de la humanidad. Según esta leyenda, los dioses modelaron al hombre a partir de maíz, moldeando su figura con gran destreza. Este acto divino no solo subraya la importancia del maíz en la vida cotidiana y espiritual de los Otomíes, sino que también enfatiza la creencia en una conexión intrínseca entre los seres humanos y la naturaleza. Esta narrativa no solo ofrece una ventana a la comprensión de la creación del hombre desde la perspectiva Otomí, sino que también refleja la profundidad espiritual de esta cultura indígena. En esta encontramos la riqueza de una mitología que perdura en la tradición oral de los Otomíes, iluminando su visión única del origen y el propósito del ser humano.
LAS RIQUEZAS TLAHUICAS: COMERCIO, AGRICULTURA Y EL SISTEMA DE TRIBUTO AZTECA La historia de los Tlahuicas, arraigada en las fértiles tierras del Valle de Toluca, destaca por la abundancia de riquezas que florecieron en este fértil enclave. Su prosperidad se basó en una combinación astuta de actividades comerciales y prácticas agrícolas avanzadas, y su contribución al sistema económico mesoamericano se evidencia en la diversidad de productos que comerciaban y en su inserción en el sistema de tributo azteca.
COMERCIO PRÓSPERO: MAÍZ, FRIJOL, ALGODÓN Y MÁS Los Tlahuicas, con acceso a tierras agrícolas privilegiadas, se destacaron como hábiles agricultores y comerciantes. El maíz, el frijol y el algodón fueron los principales productos que sustentaron su economía. La producción excedentaria de estos alimentos les permitió participar activamente en las redes comerciales que conectaban a las diferentes culturas mesoamericanas. El maíz, en particular, no solo constituía la base de su alimentación, sino que también se convirtió en una moneda de cambio vital en el comercio con otras civilizaciones. Los Tlahuicas, conscientes de la importancia estratégica de este cultivo, lo utilizaban como herramienta para establecer alianzas comerciales sólidas y fomentar el intercambio de bienes y servicios.
SOMETIMIENTO AL SISTEMA DE TRIBUTO AZTECA: UNA RELACIÓN ECONÓMICA COMPLEXA A pesar de su prosperidad, los Tlahuicas no estaban exentos de las dinámicas políticas y económicas de la región. Estaban sometidos al sistema de tributo establecido por los Aztecas, quienes, tras la expansión de su imperio, impusieron un régimen tributario a las civilizaciones vecinas. Como parte de este sistema, los Tlahuicas debían entregar bienes y productos valiosos, como mantas de algodón, metales preciosos y plumas exóticas, a los Aztecas como tributo.
LAS VICTORIAS TLAHUICAS: RESILIENCIA ANTE LA CONQUISTA ESPAÑOLA Y LA PERSEVERANCIA CULTURAL La historia de los Tlahuicas está marcada por victorias que trascienden las conquistas militares, centrándose en la resiliencia cultural y la preservación de tradiciones a lo largo de desafíos monumentales, como la llegada de los conquistadores españoles. Estas victorias son un testimonio de la fuerza intrínseca de la identidad Tlahuica y su habilidad para resistir los embates del cambio cultural.
PRESERVACIÓN CULTURAL: UN ACTO DE RESISTENCIA La conquista española trajo consigo cambios radicales en la forma de vida de los pueblos indígenas, pero los Tlahuicas lograron preservar su cultura y tradiciones a pesar de los desafíos. La resistencia cultural de los Tlahuicas se manifestó en la persistencia de sus prácticas espirituales, su lengua y sus festividades ancestrales.
TRADICIÓN DEL CARNAVAL DE LOS TLAHUICAS: CELEBRACIÓN DE IDENTIDAD Una de las tradiciones más emblemáticas de los Tlahuicas es el Carnaval. Esta festividad, que tiene sus raíces en épocas prehispánicas, se ha convertido en una celebración colorida y alegre que destaca la identidad cultural Tlahuica. Durante el Carnaval, la comunidad se reúne para participar en danzas, música y vestimenta tradicional, creando un espacio donde la memoria histórica y la expresión cultural se entrelazan de manera vibrante.
TRADICIÓN DE LA DANZA DE LOS TLAHUALILES: VÍNCULO CON LO ANCESTRAL Otra tradición distintiva de los Tlahuicas es la Danza de los Tlahualiles. Esta danza, con vestimenta y movimientos característicos, es un homenaje a los antiguos guerreros y héroes de la cultura Tlahuica. A través de esta expresión artística, los Tlahuicas no solo rinden tributo a sus raíces, sino que también transmiten a las generaciones futuras la importancia de mantener viva la llama de su herencia cultural.
LAS VENERACIONES TLAHUICAS: TRIBUTO A LOS DIOSES QUE TEJEN EL COSMOS La cosmovisión Tlahuica se entrelaza con una rica tradición de veneraciones a deidades que personifican aspectos fundamentales de la naturaleza y el universo. Entre los dioses a los que rendían tributo, destacan Tlaloc y Tezcatlipoca, quienes ocupan un lugar preeminente en el panteón Tlahuica.
TLALOC: SEÑOR DE LA LLUVIA Y LA FERTILIDAD
TEZCATLIPOCA: ESPEJO HUMEANTE Y HACEDOR DEL COSMOS
Tlaloc, dios de la lluvia, es venerado con devoción por los Tlahuicas. Su papel trasciende lo meramente meteorológico; es el guardián de los campos y la fertilidad. Los Tlahuicas, cuyas vidas dependían en gran medida de la agricultura, veían en Tlaloc al proveedor de las aguas que aseguraban cosechas abundantes y tierras fértiles. Las ceremonias dedicadas a Tlaloc eran momentos de reverencia y súplica por la lluvia y la prosperidad.
Tezcatlipoca, el espejo humeante, es otra divinidad venerada entre los Tlahuicas. Su influencia se extiende a diversos aspectos de la vida, desde la creación del cosmos hasta la supervisión de la dualidad del mundo. Tezcatlipoca era considerado un dios astuto y poderoso, simbolizando el equilibrio entre la luz y la oscuridad, el bien y el mal. Las ceremonias en su honor buscaban obtener su favor y eludir su potencial ira.
XOCHIQUETZAL: DIOSA DE LA BELLEZA Y LA FERTILIDAD Xochiquetzal, la diosa de la belleza y la fertilidad, es otra figura venerada entre los Tlahuicas. Su nombre significa "flor preciosa", y su influencia se extiende a la fertilidad de la tierra, así como a la inspiración artística y la armonía en las relaciones humanas. Las ofrendas y rituales dedicados a Xochiquetzal buscaban atraer su benevolencia y asegurar la prosperidad en diversas facetas de la vida.
LOS TLAXCALTECAS, EL ORIGEN: GUARDIANES DE TLAXCALA Y ALIADOS ESTRATÉGICOS El término "tlaxcalteca" se traduce literalmente como "habitantes de Tlaxcala", y encierra una historia rica y compleja en la narrativa prehispánica de México. Los Tlaxcaltecas, habitantes de la actual Tlaxcala, desempeñaron un papel crucial durante la conquista española, convirtiéndose en aliados estratégicos de Hernán Cortés y preservando así su legado ancestral.
ALIANZA ESTRATÉGICA CON HERNÁN CORTÉS: PRESERVANDO IDENTIDAD Y AUTONOMÍA
Alianza Estratégica con Hernán Cortés: Preservando Identidad y Autonomía Cuando los españoles liderados por Hernán Cortés llegaron al territorio mesoamericano, los Tlaxcaltecas tomaron una decisión táctica: aliarse con los extranjeros en lugar de resistirlos. Esta alianza no fue solo por sometimiento, sino una estrategia calculada para preservar su autonomía y protegerse de otros pueblos dominados por los Aztecas. La colaboración entre Tlaxcaltecas y españoles fue clave en la caída de Tenochtitlán y la posterior conquista de México. Este episodio singular en la historia resalta la complejidad de las dinámicas políticas y las estrategias de supervivencia que los Tlaxcaltecas implementaron para salvaguardar su identidad y territorio.
LA HISTORIA DE LA TORTILLA: EL SELLO DE LOS TLAXCALTECAS La historia de los Tlaxcaltecas también se entrelaza con un elemento fundamental de la dieta mesoamericana: la tortilla. Aunque la tortilla era consumida en diversas culturas, los Tlaxcaltecas han dejado una impronta única en su preparación y consumo. La técnica tradicional de elaboración de tortillas entre los Tlaxcaltecas implica el uso de metates y comales, herramientas que han perdurado a lo largo de los siglos. La preparación de la masa de maíz y su cocción en estos utensilios no solo representa una habilidad culinaria refinada, sino que también simboliza la conexión continua con las tradiciones alimenticias ancestrales de los Tlaxcaltecas.
EL LEGADO TLAXCALTECA: COLABORACIÓN EN LA CONQUISTA Y MARCAS CULTURALES DURADERAS COLABORACIÓN EN LA CONQUISTA: ALIADOS ESTRATÉGICOS Cuando Hernán Cortés y sus tropas españolas llegaron al territorio mesoamericano, encontraron en los Tlaxcaltecas no solo una resistencia feroz, sino también una oportunidad de alianza. La astucia política y militar de los Tlaxcaltecas los llevó a unirse a Cortés contra el dominio azteca, una colaboración que resultó determinante en la caída de Tenochtitlán en 1521. La participación activa de los Tlaxcaltecas en la conquista de México les aseguró un lugar en la formación del México colonial y una consideración especial por parte de los conquistadores. Esta colaboración estratégica, aunque polémica, dejó un legado de adaptabilidad y pragmatismo que ha influido en la historia y la identidad de Tlaxcala.
MARCA CULTURAL Y ARTÍSTICA: PRESERVANDO IDENTIDAD El legado Tlaxcalteca trasciende las páginas de los eventos coloniales para abrazar un riquísimo patrimonio cultural. La preservación de sus tradiciones y rituales, como la Danza de los Tlaxcaltecas, refleja una conexión viva con sus raíces prehispánicas. Estas manifestaciones artísticas son testimonios de su capacidad para adaptarse sin perder su identidad. En el ámbito artístico, los Tlaxcaltecas han dejado una marca distintiva. Sus expresiones artísticas abarcan desde la pintura y escultura hasta la alfarería y la arquitectura. Ejemplos notables incluyen la Iglesia de San Francisco en Tlaxcala y el exconvento de San Juan Bautista en Huamantla, que representan la fusión de estilos indígenas y europeos.
UN DÍA EN UNA VIDA TLAXCALTECA: SOCIEDAD AGRÍCOLA Y ESTRUCTURAS JERÁRQUICAS La cotidianidad de una vida Tlaxcalteca estaba inmersa en la labor agrícola y guiada por estructuras jerárquicas que delineaban roles y responsabilidades dentro de la sociedad. Desde el amanecer hasta el ocaso, la vida en una comunidad Tlaxcalteca estaba marcada por una interdependencia cuidadosamente organizada.
UAMANECER Y LABORES AGRÍCOLAS: LA BASE DE LA VIDA TLAXCALTECA El día comenzaba con el amanecer, momento en que las familias Tlaxcaltecas se embarcaban en las labores agrícolas, la piedra angular de su subsistencia. El cultivo de maíz, frijol y calabaza era esencial, y cada miembro de la comunidad desempeñaba un papel específico en estas tareas. Desde la siembra hasta la cosecha, la colaboración era fundamental, y las técnicas agrícolas se transmitían de generación en generación.
ESTRUCTURAS JERÁRQUICAS: NOBLEZA Y CLANES La sociedad Tlaxcalteca estaba organizada en estructuras jerárquicas que reflejaban roles diferenciados. En la cima de la jerarquía se encontraba la nobleza, compuesta por líderes militares y políticos. Estos líderes desempeñaban un papel crucial en la toma de decisiones y en la coordinación de asuntos tanto internos como externos. Justo debajo de la nobleza se encontraban los clanes o linajes, formados por familias extensas con vínculos ancestrales. Cada clan tenía su propia historia y prestigio, contribuyendo al tejido social de la comunidad. Los líderes de los clanes tenían responsabilidades específicas y participaban en las decisiones colectivas que afectaban a la comunidad en su conjunto.
FUENTES
https://arqueologiamexicana.mx/mexicoantiguo/el-papel-de-los-tlaxcaltecas-en-laconquista https://www.historiademexico.info/2018/10/cu ltura-tlaxcalteca.html https://cedipiem.edomex.gob.mx/tlahuica https://sic.gob.mx/ficha.php? table=grupo_etnico&table_id=2 OTOMÍES - Gobierno de México https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment /file/12560/otomies.pdf https://atlas.inpi.gob.mx/otomies-etnografia/ https://www.mexicodesconocido.com.mx/pueb lo-otomi-otomies.html