Norte Urbano (Edición 3) 2016 - 2

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norteurbano N

el rumbo de las historias

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No. 03 / DISTRIBUCIÓN GRATUITA / BELLO / JUNIO 2016 / ISSN 2344 7222

Ilustración (Técnica: acuarela) Por: Nadia Lannina Viloria

OPINIÓN

CRÓNICAS

REPORTAJES

PERFILES

FOTOREPORTAJES

ENTREVISTAS LITERATURA


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Pág. 5

El skate park de la 65 se queda

Pág. 6

Victoria, una victoriosa de la vida

Con la salud en Colombia, amanecerá y veremos.

Desde la

dirección EDITORIAL

Por: María del Rosario Álvarez

Pág. 8-9

Manicomio de muñecos

Pág. 10-11

Rincón literario

Pág. 14-15

Una mirada a las raíces Emberá Katío

norteurbano es tu periódico. escríbelo, léelo, pásalo...

sigue el rumbo de las historias

Edición No. 03 / distribución gratuita / Bello / marzo 2015 / ISSN 2344 7222 Norte Urbano es un ejercicio académico propuesto por el programa de Comunicación Social Periodismo. Las opiniones expresadas en el periódico pertenecen exclusivamente a los autores y no comprometen la filosofía institucional de la Corporación Universitaria Minuto de Dios, Seccional Bello. Norte Urbano Publicación semestral 2.000 ejemplares Rector UNIMINUTO, Seccional Bello Padre Huberto Obando Gil Vicerrector UNIMINUTO, Seccional Bello Jorge Arbey Toro O campo Decano Facultad Ciencias Humanas y Sociales Wilson de Jesús Mazo Gómez Directora Comunicación Social Periodismo María del Rosario Álvarez de Moya

Comité Editorial Robinsson Mejía Mejía Eliana Tamayo Mejía Ángela María Zuluaga Valencia Diseño y diagramación Juan Arango Sánchez Ángela María Zuluaga Valencia Contacto norteurbano@uniminuto.edu 466 9200 ext. 4022 Rotativa LA PATRIA, Manizales

LOS CAMBIOS, actualizaciones y renovaciones planteadas para el mejoramiento continuo del programa de Comunicación Social y Periodismo de la Corporación Universitaria Minuto de Dios, Seccional Bello; se encuentra fundamentado en tres ejes principales: estudiantes, docentes y administrativos, buscando una completa armonía y sinergia entre éstos; la cual a su vez iremos logrando en medida que los tres encontremos, utilicemos y potencialicemos los espacios del programa en pro de su permanente desarrollo.

Es por esto, que como equipo nos encontramos en un momento decisivo, en el que se requiere retomar procesos valiosos, que han hecho historia y nos han llevado como programa a conseguir grandes cosas; así mismo es de vital importancia construir nuevos caminos que nos abran diferentes perspectivas, compuestas de exploración en pro del desarrollo de la comunicación como eje principal de nuestra vida profesional, utilizando el valioso potencial del componente humano del programa, en una época de cambios y nuevas exigencias del contexto socioeconómico, cultural, político, académico, entre otros.

Muestra de lo anterior es el producto que tienen ante ustedes; el cual no es otra cosa que la recopilación de un trabajo consciente, direccionado, en constante construcción y evolución, que demuestra las habilidades desarrolladas al interior de las diferentes asignaturas, en Desde la dirección del pro- el marco de los proyectos grama es completamente de aula y construcción colecsatisfactorio contar con un tiva del conocimiento; cada excelente equipo de trabajo, una de ellas acompañadas que día a día demuestra su de docentes comprometidos compromiso con el proceso con el proceso de enseñande enseñanza-aprendizaje za-aprendizaje y estudiantes al interior y fuera del aula, ávidos de conocimientos en respaldando el macroproce- el desarrollo y exposición de so misional de la institución la información. (docencia); de igual forma, es sumamente valioso encon- Finalmente queda reiterar trarse con el grupo de estudi- el compromiso que los doantes con los que cuenta el centes y administrativos del programa, lleno de potencial, programa de Comunicación habilidades y aptitudes a de- Social y Periodismo tienen sarrollar; y en conjunto ver el con el constante proceso de desarrollo social y profesional formación de sus estudiantes, que como parte de la comu- en el cual esperamos su actinidad académica del mismo va participación, en cada uno se conforma entorno a un de los escenarios propuestos fin común, el desarrollo del y desarrollados por y para conocimiento entorno a la ustedes comunicación.

OPINIÓN

Por: Juan David Saldarriaga

El déficit financiero, la calidad de atención al ciudadano -en especial del régi- ano y la esperanzadora, pero financieramente costosa, llegada de la paz ¿se men subsidiado- y la inefectividad de la Ley Estatutaria son solo algunos de los podrá atender este sector como se necesita? tantos problemas que la salud demanda en Colombia. Preocupa el hecho de que departamentos como el Valle del Cauca y Tolima, por nombrar solo La disputa entre EPS y hospitales públicos, o mejor dicho, el vacío prealgunos, presenten deficiencias desde niveles administrativos supuestal entre uno y otro es la situación a la que se debe y presupuestales. atacar con mayor urgencia -y de manera razonable-, de lo contrario, las consecuencias pueden ser faColombia es de los pocos países de Améritales para los usuarios de este régimen de saca Latina cuya problemática con la salud se lud, que según censos realizados años atrás ha extendido gravemente hasta varios por el DANE, representan más del 60% sectores de la sociedad. Como es de de la población colombiana. esperarse, la población vulnerable, es decir, personas de la tercera edad Otro aspecto importante al respeco quienes padecen enfermedades to, es la ley estatutaria, considerada terminales, sienten con mayor el marco normativo para controlar fuerza una crisis pública desborla actual crisis en la salud, el cual dante. tiene serias deficiencias debido a que está basado en generalidades Este drama lo viven por ejempque no dan respuesta acertada a lo aquellos pacientes terminales la mayoría de los problemas enque dependen de su EPS para contrados. Para comprenderlo recibir un tratamiento con el cual mejor, son simples paños de agua tratar su enfermedad y solo obtibia ante la magnitud del probletienen respuestas aplazadas. Viven ma. en una incertidumbre y enfrentan una lucha que ya creen casi perdida, Lejos de prestarse para una solución la de obtener un sistema de salud decomplaciente para quienes intervienen cente y coherente como exige la Constien la salud, Colombia convive con un tución de 1991. montón de improvisaciones y errores reunidos en materia de administración pública que Para algunos analistas, el presupuesto destinapueden estallar en tal vez la crisis social más alardo para 2016, en el que según el Departamento de mante de los últimos años. Amanecerá y veremos Planeación Nacional ya tuvo recortes para otros sectores, necesita por lo menos una ‘inyección’ entre 8 y 12 billones de pesos colombianos en los próximos 12 meses. Con la devaluación del peso colombi-

Una “inyección” de 12 billones

salvaría nuestra

SALUD

El periodista a la luz del

conflicto armado OPINIÓN

Por: Juliana Garrido Rivera

EXISTEN varios principios que rigen la labor del periodista y uno de ellos, tal vez el más importante, es el respeto por la verdad, así como la rigurosidad en la búsqueda de la información. Sin embargo, el ejercicio periodístico ha sufrido grandes cambios en los últimos años, y en nuestro país, de manera particular, se ha tenido que realizar en medio del conflicto interno más antiguo del continente americano. Si bien el objetivo principal del periodista consiste en investigar temas de interés público y darlos a conocer de manera precisa, confiable y amena, esto pasa, en ocasiones, a un segundo plano, dejando de lado el verdadero propósito de esta labor. Al respecto, Faruk Saman González Buitrago, responsable regional de comunicación del Comité Internacional de la Cruz Roja, abogado de la Universidad de Antioquia y profesor de una cátedra sobre conflicto armado en la Universidad de Medellín, demuestra una gran preocupación por las personas que ejercen esta profesión, por

lo que asegura que las características que deben tener los comunicadores, se centran en ser personas proactivas y con un amplio conocimiento de su entorno, porque el periodista se enfrenta constantemente al reto de la globalización y el desarrollo de las tecnologías de la información, que le impiden mentirle a la sociedad. De otra parte, señaló que el periodismo tiene una estrecha relación con el conflicto armado, porque estos dos términos evocan un concepto mucho más importante: El Derecho Internacional Humanitario (DIH), el cual abarca unas normas de guerra que se aplican en situaciones de conflicto para proteger a quienes no participan de ella, por lo que es necesario hacer una distinción entre el concepto mencionado y los Derechos Humanos (DDHH), ya que es aplicable en momentos de paz, y lo único que comparten en sus normas es proteger a las personas. Aunque Colombia, según Faruk González, es el país donde el periodismo es una de las profesiones más

FOTO Albert González Farran

difíciles de ejercer, lo más importante de todo esto es llegar a un compromiso con el conocimiento general del reglamento del DIH y los DDHH. De esta forma cada uno conocerá cuál es el verdadero rol de los periodistas en un conflicto armado, donde se pasa de ser una persona del común a ser un sujeto inmerso en esa realidad que se vive en los diferentes rincones del mundo, dónde la verdad depende de quienes la informan. En este punto, vale la pena recordar las palabras del periodista Roy W. Gutman, quien dice: “Personalmente he reflexionado acerca de sucesos que he presenciado y acerca de los cuáles no he informado de manera adecuada”. Es por esto que es importante hacer énfasis en que el conocimiento del reglamento de las normas de guerra mejorará nuestra cobertura mediática, transformando el concepto de periodismo, encaminado a la responsabilidad y al bienestar de una sociedad que es víctima del conflicto armado


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¡Qué va,

puro cuento! Actualmente la Institución Educativa San Elías, se encuentra en total abandono y las aulas siguen sin sus respectivos estudiantes, por lo tanto, sus instalaciones se deterioran con el paso del tiempo.

OPINIÓN

Por: Sebastián Giraldo

ME PREGUNTO si a mis 18 años el destino se ha trabajadoras y nobles, pero también es cuna de grandes a la alcaldía del municipio aprovechando la pasada camensañado conmigo y me ha hecho padecer grandes, enormes -diría yo-, problemas donde la alteración de mi realidad es casi que inexplicable. O será que ahora a mis vecinos se les ha dado por trastearse del barrio y yo en medio de mi inocencia ni cuenta me he dado, digo. Porque ¿cómo es posible que al poner en tela de juicio al sector Araucarias en el municipio de Bello, escuche de ellos palabras salpicadas por un orgullo infundado? Afirman que desde allí se puede disfrutar de la mejor vista panorámica de la cuidad, que se sienten protegidos ya que pueden transitar a cualquier hora del día, y que ni qué hablar de la educación, dado que contamos con una institución educativa con una gran infraestructura, capaz de albergar cerca de cuatro mil estudiantes. Ahora me pregunto ¿será que estamos sintonizados en el mismo canal? ¿Será que estamos hablando del mismo barrio? Disculpen ustedes mi incredulidad, pero aspiro y espero que entiendan lo desorientado que me encuentro ¿Cómo es que ellos pueden estar hablando del mismo Araucarias que yo conozco? Sí, la vista panorámica es como para alquilar balcón. Pero entiendan, estamos ubicados en uno de los filos más altos de la cuidad. Inclusive se ha convertido en una odisea lograr que los buses suban hasta aquí. El Araucarias que conozco es cercano al temido Pachelly, barrio en el que habitan maestros, carpinteros (de los mejores que hay), albañiles, secretarias, personas

delincuentes y extorsionistas, de los peores que hay. En Pachelly, la marihuana, según sus consumidores afirman, es de buena calidad, y si vieran: “se vende como arroz”.

“Así cómo no me voy a sentir protegido, si la seguridad está en manos de los “pelaos”. Sí, esos a los que mi abuelita Francisca llama ‘‘los de la moto’’, y en donde un pacto le impide a los policías asomar las narices por allí, a no ser que tengan que arrimar por la tajada del pastel. Ya saben, por guardar información confidencial. ¿Qué un colegio con una megaestructura de tercer nivel? ¿Cuál? ¿Será ese que desde su inauguración a principios del 2010 y con una inversión de 10.000 millones de pesos, aproximadamente, funcionó por poco más de seis meses y nunca más volvió a prestarle su servicio a los bellanitas? Sí, ese que fue construido mediante un convenio entre el IDEA (Instituto para el Desarrollo de Antioquia) y la entonces Administración Municipal, y que posteriormente entró en líos jurídicos entre ambas partes por el predio, ¿será el mismo al que se refirió el Secretario de Educación y Cultura del municipio, Geovany Alexander Upegui Monsalve, cuando dijo que en el San Elías era imposible tomar decisiones radicales pues en la actualidad pertenece a una entidad privada? ¿Será ese que tanto prometieron reabrir los aspirantes

paña electoral?

Todavía me pregunto de qué manera puede ser esto posible. ¡No pues, qué dicha entonces! Es inevitable para mí sentirme como Alicia en el país de las maravillas. Me carcome la idea de solo pensar que mis vecinos se sienten orgullosos del barrio; debería darles rabia. ¿Para qué sirve un colegio que implicó una inversión tan grande, pero que continúa con las puertas cerradas para la comunidad educativa? Seré yo quien responda. Pues básicamente para dos cosas: La primera es para llenar los egos confundidos de las almas en pena que se pasean por el barrio y, la segunda, para que la institución se convierta en prueba fehaciente de unos recursos que pudieron ser invertidos de mejor manera. Por ejemplo, ¿qué tal el ofrecerle empleo a los “pelaos” del barrio? Ustedes ya saben, a ver si se encuentran alguna cosita mejor para hacer. Viendo el reflejo de estas terribles aberraciones, hoy puedo morir en paz. Finalmente ya entendí que son mis vecinos los del problema, mi realidad se encuentra intacta y en su más alto nivel. Por ahora resultaron restauraciones en casa y planeo mudarme por dos meses hacia otro barrio. Las ansias por conocer a mis próximos vecinos no se hacen esperar, me pregunto ¿con qué cuentos saldrán ahora?

Hacia la identidad

Arbitral

OPINIÓN

Por: José Ignacio Pino Aguirre

LA CRISIS del arbitraje en Antioquia es evidente desde hace más de diez años, el bajo

ios del departamento participan en el torneo intermunicipal de fútbol, cuenta con una subsede en la subregión de Urabá donde organiza su propios torneos, juzgados por árbitros de dicha zona del departamento.

Los árbitros que ocuparon las mejores posiciones en el rentado colombiano y en los torneos organizados por la FIFA, hoy solo son historia: Tener a John Jairo Toro durante diez años como el mejor árbitro del país, a Jorge Arango como el mejor árbitro asistente del mundo para la FIFA a inicios de la década del 2000; a Octavio Sierra, que estuvo más de 20 años inscrito a nivel internacional; a Armando Pérez, el único colombiano que ha actuado en una final del mundo (Italia 90); a Luis Hernando Agudelo como el mejor árbitro asistente de la Conmebol a finales de la misma década, y quien participó además en la final de la Copa América de 1999.

Esto quiere decir que los árbitros antioqueños, por defecto, tendrían que ser los mejores del país. Pero según la participación que tienen en la Difutbol y en la Dimayor, no es así. Hoy los árbitros perdieron la mística y amor por la profesión. Piensan más en la fama y en cuánto van a ganar en un partido, que en realizar bien su trabajo. Este fenómeno está acabando con la imagen del referato antioqueño.

número de representantes en el juzgamiento de los diferentes torneos organizados por la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor), así lo demuestra.

Ocupar el primer lugar en el país, más que un orgullo, era una obligación con la historia del arbitraje antioqueño para quien se vestía de negro para representar a esta tierra.

Parece que con la muerte de Arturo Bustamante también murió el respaldo dirigencial para los árbitros. Él se llevó a la tumba el apoyo y acompañamiento al juzgamiento antioqueño, con él murió aquella época gloriosa para el arbitraje regional, cuando Antioquia tuvo siete árbitros internacionales de los 14 que representaron a Colombia ante la FIFA.

Por eso, cada que observo el escalafón nacional de árbitros (cuando lo publican), y veo en los primeros lugares a colegiados del Meta, Casanare, Bolívar o Magdalena, regiones que no cuentan con equipos en la primera división del futbol profesional colombiano, me preocupo, pues esto confirma el mal manejo del arbitraje regional y lo poco que se hace, desde adentro, para cambiar esta situación.

Los malos dirigentes en Colombia, las irregularidades internas, los mismos árbitros permitiendo que el interés particular prime sobre el general; han contribuido a esta situación y a que, además, el arbitraje sea estigmatizado, que las personas del común se refieran a él con burla, como si fuera un gremio donde la promiscuidad es el mérito para ascender y tener posibilidades de figurar.

Sí, futbolísticamente somos la mejor liga del país, tenemos cinco equipos profesionales, pero ¿por qué nuestros árbitros no ocupan los primeros lugares?

Con la renuncia de Luis Bedoya a la presidencia de la Federación Colombiana de Fútbol y, por ende, a la presidencia de la Comisión Arbitral Nacional, seguramente el arbitraje dará un giro positivo y será manejado de una forma diferente para el bien del fútbol. No promocionar árbitros sin capacidad y buscar nuevos referentes en el referato antioqueño, será la misión de los próximos dirigentes para recuperar la identidad arbitral del departamento

En 88 años de historia, la Liga Antioqueña de Fútbol suma 87 títulos nacionales del fútbol aficionado en Colombia (Difutbol), lo que la avala como la mejor del país. Realiza torneos en todas las categorías en el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, casi 100 de los 125 municip-

El Skate Park de la 65 se queda CRÓNICA

Por: Fernando Rodríguez La reivindicación del lugar. -Tic, tac, tic, tac-. El reloj esta vez marcaba las 4:15 p.m. del soleado UNA TARDE gris a mediados de 2009, cerca domingo 4 de julio de 2015. Un grupo de skaters, de 20 jóvenes del grupo de skaters, bikers y rollers bikers, rollers, es decir, de personas que practican de la comuna 5 (Castilla) de Medellín, se encontraacrobacias en tablas de montar, bicicletas y patines, ban rodando en los tazones ubicados en la carrera y otros artistas de la comuna, pusieron en mar65, cerca del Parque Juanes, cuando uno de ellos cha una toma por la reivindicación del Skate Park informó que el puente de la Madre Laura, la nueva de la 65 en los coloridos y fuertes tazones donde mega obra de la ciudad, se impondría sobre ese sus ruedas toman cada vez más fuerza y llenan de lugar en el que día a día ponen a rodar sus tablas y ilusión a cada uno de los que allí practican su debicicletas una y otra vez. porte favorito.

debían ser respetados. Mientras tanto, seguían llegando niños, jóvenes y adultos para apoyar la causa y, al son de comparsas, malabares, piruetas y poesías, continuó la lucha.

Esta toma pacífica fue similar a un campamento que se realizó en el mismo lugar, en el que los asistentes disfrutaron del arte, la música y la poesía hasta que la luna se escondió y el sol empezó a asomarse. Hubo fogata, se rayaron los tazones y las verdes lonas de construcción con las que habían cercado el lugar para las obras del puente, las rayaron con Esa tarde todo cambió. Una mezcla de sentimien-Tic, tac, tic, tac-. El reloj seguía indicando minuto a aerosoles amarillos, rojos y de otros tantos coltos se apoderó de ellos y decidieron emprender minuto cómo corría el tiempo y llegaban cada vez ores, demostrando que este espacio, opacado por una lucha para conservar este espacio. Buscaron más y más personas para apoyar este movimiento. la construcción, aún vivía en los corazones de cada soluciones, posibles estrategias y ayuda de entidades deportivas. Juan Carlos López, integrante del grupo, indagó sobre la obra con instituciones como el Inder, Indeportes y la administración del Parque Juanes. Pero nadie le supo dar respuesta, ni sobre el puente ni sobre cómo afectaría al Skate Park. Hasta que en la administración municipal le informaron que no había posibilidad alguna de que la obra no pasará sobre los tazones. El puente se empezó a construir. Cada barra de hierro, cada kilo de cemento, cada máquina puesta en marcha y cada tela verde que se imponía alrededor de los tazones, tornaban el panorama cada vez más gris para estos jóvenes. Las esperanzas parecían desvanecerse como el humo del cigarrillo en el aire, cada vez había menos posibilidades de que esta obra no interfiriera en su espacio.

“Mama el pueblo está rabioso, no tiene ni comida, no puede trabajar, ¿Mama qué será lo que tiene el pueblo?...”, cantaban las comparsas a una sola voz junto con los asistentes, adaptando esta popular canción del folclor colombiano. Unos aplaudían, otros bailaban y cada quien festejaba a su maneLuchar contra la construcción de la nueva interconra con gigantescas sonrisas que llenaban de luz el exión vial, era luchar contra la administración de la lugar. ciudad y una obra importante para ella, pero como dice el dicho: “el que no arriesga no gana” y para su -Tic, tac, tic, tac-. El reloj marcaba las 6:37 p.m., sorpresa, el concejal Yefferson Miranda, en el año Juan Aristizábal, defensor de derechos humanos,

uno de los que allí pasaban sus mejores tardes. -Tic, tac, tic, tac-. El reloj marcaba las 7:15 de la fresca mañana del lunes 5 de julio. Los obreros se preparaban para comenzar sus labores en la construcción, pero no lo pudieron hacer con tantas personas en el Parque. Y así, al menos momentáneamente, se logró parar de forma pacífica la construcción de la mega obra. -Tic, tac, tic, tac-. El reloj marcaba las 11:25 a.m., las obras del puente aún no habían podido comenzar. La toma logró otro de sus objetivos: paralizar la construcción pacíficamente hasta que alguien los escuchara. Siete funcionarios públicos llegaron esa mañana al Parque en vistosas camionetas, con chalecos rojos de la Alcaldía de Medellín, con sus cascos de protección y acompañados por la fuerza pública. Analizaron la situación, dialogaron con los afectados y, tiempo después, la Administración Municipal concluyó que el puente no pasaría sobre los tazones y que, además, construiría un nuevo Skate Park como complemento a la mega obra.

Finalmente, el pasado 4 de agosto la Alcaldía presentó los planos del que sería el próximo Skate Park de la 65, brindando una nueva ilusión a estos jóvenes que tanto anhelan este espacio en condiciones dignas para que su deporte sea cada vez más difundido, apoyado y reconocido por las adminis2013, les dio una luz de esperanza. Se ofreció a miembro de la Junta de Acción Comunal de Castraciones públicas, tanto de la ciudad como del país. ayudar luchando por las vías legales para la recu- tilla, y líder de esta lucha pacífica, llegó al lugar con peración del espacio mediante estudios formales, una vestimenta muy formal en comparación con los Por el momento, en los tazones de la 65 se sigue derechos de petición, propuestas y reuniones in- demás jóvenes y les explicó cómo debían realizar montando con la ilusión más viva que nunca, de formativas. la toma para que ninguno estuviera en riesgo de que, terminada la obra, el nuevo Skate Park recoser retenido por la fuerza pública. Así mismo, reit- brará su vida para los habitantes de la comuna y de eró que ante cualquier circunstancia sus derechos la ciudad


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Victoria,

una victoriosa de la vida PERFIL

La mañana

de un campesino en la ciudad PERFIL

Por: Melissa Santana Ocampo

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“El guardaespaldas” del barrio PERFIL

Por: Miguel Ángel Tobón Sánchez

Por: Yésica Ruiz Guzmán

Pero también ama la televisión, aunque no pueda verla. Atentamente escucha sus programas favoritos, esos donde Roberto Gómez Bolaños le daba vida a Chespirito, al Chapulín Colorado, al Chavo del 8, al doctor Chapatin, al Chompiras y todos esos personajes que la hacen carcajear.

MARÍA VICTORIA, “La Zarca”, Todas sus mañanas, tardes y noches se es una mujer valiente. A pesar de sus limitaciones físicas y mentales disfruta de las cosas simples de la vida, como chupetear un bombón o escuchar el “tiringuistinguis” de la música parrandera que tanto le gusta, mientras pasa sus días en medio de los cuidados de Rosa Emma, su madre: una anciana que a sus 92 años saca fuerzas para alimentarla, amarla y, sobre todo, entenderla.

“La zarca”, como le dice toda su familia, es de piel blanca, contextura gruesa, ojos azules, cabello corto y una gran sonrisa. Es una mujer que a sus 70 años aún es inquieta y feliz como una pequeña niña, y que hace parte del 6,4% de la población colombiana que sufre algún tipo de discapacidad, según los registros del Censo de población y Vivienda del Dane 2005. Nació el 1 de septiembre de 1945 en una vieja casa de Anzá, un pueblo del Occidente antioqueño en el que vivió sus primeros 25 años de vida, antes de llegar a Medellín. Fue la segunda de once hermanos y la más traviesa, pese a su discapacidad mental y los constantes ataques epilépticos que no le permitieron culminar su primaria y le generaron una total dependencia familiar. A los 40 años sufrió un grave accidente: se rodó por las escaleras de su casa y se le desencajó la cadera. Desde entonces no puede caminar bien. Sin embargo, después de eso, esta mujer valiente siguió su vida entre risas, amor y esperanza al lado de su madre, quien hasta ahora ha estado ahí, como ella dice: “luchando con su muchacha”.

hacen placenteras aún con sus grandes dificultades. Ahora no puede ver, no puede caminar y sus pensamientos cargan una gran inocencia, pero es la forma en que ve el mundo, la forma en que lo disfruta a través de grandes carcajadas lo que hace que su discapacidad solo sea un aspecto más de su vida y no lo que ella es como persona. Y así pasa sus días este ser puro que no distingue entre el bien y el mal, y es por lo mismo que no carga rencores, ni envidias, solo vive y disfruta cada experiencia que le otorga la vida. Ella regala vida en su entorno, siembra en quienes la rodean esa semillita de esperanza y motivación que contagia a los demás, porque demuestra que lo trascendental se encuentra en lo espiritual y no en lo material. No necesita tener todos sus sentidos para ser feliz. No reniega de su vida, por el contrario, dice que espera vivir muchos años más. Para ella, caminar es un triunfo, sobrevivir una hazaña, pues en Colombia las personas con problemas físicos y mentales frecuentemente son un estorbo que muchas familias abandonan. Pero en este caso el cariño, la constancia y la ternura han sido más fuertes. Así es como “la zarca” aprendió a disfrutar cada uno de sus días: entre reniegos, sonrisas y cantos. Victoria es una victoriosa de la vida y lo seguirá siendo hasta el último día

con amor

PERFIL

Por si fuera poco, “la zarca” perdió la visión en el año 2011 como consecuencia de unos hematomas en la cabeza que le surgieron tras los golpes que recibía por las múltiples caídas que ha sufrido. Debido a esto, ahora solo puede sentir las texturas y formas de los objetos a través de su tacto, lo cual no le ha impedido seguir superando las adversidades, pues ha contado siempre con el apoyo de su familia. Ella baila. Le gusta bailar todos los días al son de la música parrandera que escucha en alguna de las emisoras populares de la ciudad, lo que le permite salir de su monotonía y reflejar en su rostro una felicidad resplandeciente, que la lleva a tambalearse de un lado a otro alzando sus manos, mientras intenta cantar siguiendo el ritmo de la música.

Flor Alba, maestra y artista

por problemas, “incluso a mí hasta hace poco me iba tocar irme también, porque la ley me quería meter preso, solo por que cargaba un revolver para defender a mi gente”. Ser vigilante significa entregarlo todo por la seguridad de la comunidad de un sector, pero, lo curioso es que estos héroes del barrio no tienen un salario determinado, ellos viven de lo que la gente les da.

Por: Lesly Pineda Roa

“La enseñanza es el paso agigantado que nuestra maestra nos brinda para convertirnos en personas sensatas y razonables, con una mirada avante que permite escribir nuestro propio futuro”.

“ME LEVANTO cada mañana pen- Es por esto que para poder sobrevi-

SUENA EL DESPERTADOR del viejo

reloj de mesa. Son las 3:30 a.m. Muy animado se levanta de la cama don Iván Flórez. -Es hora de trabajar. Debo moverme, hay mucho que hacer-, le dice a su esposa al levantarse. Toma un baño, desayuna, le da un beso a su amada, ata a la bicicleta la caja de cartón que contiene verduras, y se monta en ella para ir a trabajar. Este hombre es un bellanita de 55 años. Campesino, como dice él: “desde antes de nacer”, que trabaja en la plaza de mercado de su municipio desde que tenía diez años. Vive en la vereda Potrerito, zona rural de Bello, junto a su esposa Mercedes, el amor de su vida con quien lleva ya 40 años, en una pequeña finca que le heredó su padre al morir. En este lugar tiene tres cultivos orgánicos de tomates, zanahorias y cebolla de rama. De lo que cosecha deja una parte para el consumo de su hogar, otra para compartir con algunos vecinos y la otra para la venta. Desde Potrerito, don Iván desciende todos los días a las 4:00 a.m. montado en su bicicleta hacia su lugar de trabajo. Pasa por algunos barrios como la Meseta, el barrio Pérez y el parque de Bello. Mientras transita por esos lugares, observa tranquilamente el mundo a su alrededor. Personas apuradas, caras largas, madres adormiladas que llevan a sus hijos al colegio; buses a reventar, colmados de personas apretujadas, mientras el conductor maneja a alta velocidad; motos, motos y más motos; un sinnúmero de vehículos manejados por personas poco precavidas, personas que diariamente comienzan su día con un alto nivel de estrés. -Esto es un correcorre. Para allá, para acá, todo el mundo aburrido ¿Qué sería de mí, si en vez de trabajar en mi finca y en la plaza, trabajara en una empresa? No, no, no. Prefiero mi vida tranquila, donde el único

correcorre es cuando traen el revuelto a la plaza-, dice este campesino cuando habla del caos que ve en las mañanas de la ciudad. A las 4:30 a.m. llega a la plaza de mercado. Se dirige al local número 14, donde un amigo suyo le guarda la carreta en la que exhibe las verduras que pone a la venta. La saca entonces y la ubica en la mitad de la glorieta que está en el sector, junto a las de sus amigos. Le compra un café a doña Imelda, una señora gentil que atiende en el único kiosco de la glorieta y se lo toma sentado en una banca, mientras charla con sus amigos sobre distintos temas, como por ejemplo, los afanes de las mañanas o cómo disfrutan ellos su trabajo de vendedores de frutas y verduras. Y de tanto en tanto, van llegando los clientes a comprar las verduras frescas, clientes fieles que por años han consumido sus productos, gracias a la calidad de lo que ofrece, además de la amabilidad que lo caracteriza. Es de los vendedores de la plaza más conocidos y queridos por la gente. Al terminar la mañana, don Iván ha vendido todas sus verduras. El medio día indica que es hora de regresar a casa. Y entonces, con una sonrisa en el rostro por la satisfacción del deber cumplido, el de conseguir el sustento para su familia, regresa a casa en su bicicleta para abrazar a su esposa, trabajar la tierra y velar por que sus sembrados sigan produciendo más frutos que le generen el regocijo de tener nuevamente la oportunidad de llevar el pan a su hogar. Y así, aunque las mañanas en Bello se caracterizan por la velocidad de los autos y el estrés de la gente, para don Iván están acompañadas de tertulias con amigos, clientes y como él mismo lo dice: “las tertulias mañaneras en la plaza no serán mejores que ejercer mi oficio de campesino, labrar la tierra en mi vereda, pero me brindan amigos muy preciados y eso hace que cada mañana, en semana, regrese con ánimo a la ciudad”

sando en una sola cosa: Debo ayudar y proteger a la comunidad que me acogió hace ya 17 años, debo cuidar el barrio. Tomo mi bicicleta a las 5:00 de la mañana y comienzo a pedalear hasta aquí, a Molinares, para comenzar de nuevo un día de trabajo lleno de cosas tan inesperadas como la vida misma”, dice Jhon Jairo Ortiz, un vigilante de barrio, quien de sus 48 años de vida, ha dedicado gran parte de ellos a su profesión, sin importar los peligros y los problemas que esto significa.

vir, este hombre tiene que recurrir a su hijo, quien trabaja los fines de semana para poder ayudar con los gastos de la casa.

A diferencia de un guardaespaldas de verdad, tiene prohibido portar armas de fuego. Lo que hace su trabajo más difícil y riesgoso. Un bolillo, un machete y una voluntad de oro son los elementos que cada día lo acompañan.

Su largo recorrido por las calles de este barrio, a veces apacible y a veces tormentoso, ha puesto su vida en peligro, tanto así que ha sufrido ataques con armas de fuego, pero por fortuna hasta ahora no le ha pasado nada.

“Tener un arma encima siempre va a traer un problema con la justicia, pues por porte ilegal de armas, nosotros no podemos tener eso. Pero, ¿cómo vamos a cuidar al barrio si no nos podemos defender?, por más que tratemos, un bolillo no detiene las balas”, comenta. Y agrega: “uno llama a la policía y a veces vienen, a veces no, a veces se demoran en llegar, entonces uno no está totalmente seguro del apoyo que le puedan brindar”.

A pesar de esto, él siente un gran aprecio por la gente del barrio. Sabe quiénes se han ido, quiénes han llegado, quiénes están y quiénes faltan. Él conoce a su comunidad como si fuera una gran familia, como si fuera su propia familia.

Pero él no es el único vigilante del sector. Tiene compañeros, pero duran poco tiempo. Todos vienen por un tiempo y luego se van, mientras que Jhon Jairo sigue ahí, trabajando y viendo pasar el tiempo en el barrio. Al respecto, relata que sus compañeros se van, no porque quieran, sino porque les toca, por amenazas,

Aunque esta no es la única dificultad que tiene con su trabajo, pues a algunos vecinos no les gusta su presencia en el barrio. Cabizbajo, asegura que hay quienes le tienen rabia porque no se mete en problemas familiares o de pareja. “La gente no entiende que uno en esas peleas no se puede involucrar”.

Y así, concluye que: “si me llego a ir, me voy sabiendo que cumplí mi deber, que aunque no fui perfecto, los defendí muchas veces, los cuide. Me iría con la satisfacción del deber cumplido, me iría sin querer irme la verdad. Pero mientras siga aquí, recorriendo las calles de este lugar que me vio crecer y madurar, haré todo lo que esté en mis manos para brindar seguridad, porque mientras yo esté aquí, el barrio tiene su “guardaespaldas”

FLOR ALBA RESTREPO URIBE es licenciada en Educación Básica Primaria desde el año 2002, y todos los días, a las 12:00 del mediodía, está lista en la puerta de su trabajo para empezar su labor docente. Ella es delgada, de cabello corto, con unos visos rojos tan intensos como el amor que siente hacia la literatura y el arte, pasiones que siempre quiere transmitir a sus alumnos, dejando así un legado sobre cada una de las personas que tiene a su alrededor. Como si fuera un ritual, Flor Alba, antes de iniciar sus clases en la Institución Educativa Ciro Mendía, sección Arzobispo García, ubicada en el barrio Santa Cruz, se dirige a la cocineta, toma un vaso y se prepara un tinto antes de recibir a sus alumnos con la energía suficiente para poder transmitir los mensajes y enseñanzas que quiere dejar en ellos. Luego se dispone a dictar sus clases con pasión y amor dejando en cada niño una semilla de superación. “Florecita” como le llaman de cariño, nació un 15 de mayo, día del maestro. Quizá sea esta la razón del amor tan puro que siente por su profesión. “Desde pequeña soñé con ser docente y cambiar la visión que se tiene sobre la educación. Logré encontrar en ella un equilibrio para mi vida. Mi mayor satisfacción es que a través de la enseñanza puedo generar una transformación conjunta”, dice. Esta mujer, además, le dio vida a un proyecto cultural llamado Ciroarte, un lugar que surgió por la necesidad de tener un espacio en la Institución Educativa Ciro Mendía en el que las personas pudieran mostrar sus habilidades artísticas a través de la pintura, el teatro, la música, la danza y la literatura. Flor Alba, quien permanece seis horas, de lunes a viernes, formando a niños en competencias académicas, humanas y cívicas, es una maestra comprometida, un ejemplo de vida que, a través de sus enseñanzas y su pasión por el arte, también ofrece en esta zona de la ciudad esperanzas que le permitan a la comunidad soñar y ver el mundo desde una perspectiva diferente a la que se encuentra en la actualidad


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Conversando con la creadora del

ENTREVISTA

Por: Duver Alexánder Pérez

FOTOS cortesía Manicomio de Muñecos

Manicomio de Muñecos Los colombianos somos amantes al fútbol... -Me interrumpió- Yo no, lo odio. Me parece un deporte que mueve las masas de una manera muy absurda y cuando el público se masifica y se hace matar por un equipo, me parece lo más absurdo del mundo. Si hay un buen partido, me siento y lo disfruto, pero no soy de las que apuesta, hace la polla o va al estadio.

el inicio del Manicomio de Muñecos. Una decisión de niña, como ella la llama, determinó su existencia. Incluso cuando ingresó a la Universidad Nacional a estudiar arquitectura, le aclaró a su familia que esta carrera era un pasatiempo, porque lo de ella eran los títeres.

Hablemos un poco de ciertos personajes a nivel nacional e internacional ¿Juan Manuel Santos? Terrible, traidor.

¿Qué la llevó a inclinarse por el teatro de títeres? Esa fue una decisión de niña, una decisión motivada tal vez por una intuición, por un gusto infantil o un juego, pero que se quedó arraigada y toda la vida tuve claro que iba a ser titiritera.

¿Uribe? Tiendo a ser uribista, a diferencia de la mayoría de teatreros. Pienso que Uribe hizo cosas buenas con el país y que el país estuvo bien a nivel de seguridad para el pueblo, mientras Uribe estuvo. Digamos que es acosta de una violencia, de unos grupos paramilitares que dicen que él comanda; pero no sé qué es peor, si los paramilitares, los guerrilleros o el mismo ejército.

¿Su familia cómo lo tomó? Inicialmente me tomaron como la niña que quiere jugar con muñecos y me alcahuetearon el juego. Empecé a hacer funciones y dejaban que entrarán hasta 80 personas al patio de la casa, con la única condición de que no tocarán las paredes porque las ensuciaban. AL LLEGAR a la Estación Estadio del Metro, pregunté por el Manicomio de Muñecos. Los taxistas se miraron extrañados, hasta que uno exclamó: _Joven, si desea yo lo llevo al Sanatorio Mental de Bello. _No señor, yo voy para el teatro Manicomio de Muñecos_, respondí. Los taxistas se volvieron a mirar y hacían comentarios entre risas, acerca de la posible ubicación del lugar. Al verlos tan perdidos, saqué el celular y busqué la dirección: Calle 32EE No. 82-26 y de inmediato, uno dijo que me llevaba. El recorrido fue breve, no más de 15 minutos y ya habíamos encontrado la dirección. Observé el lugar y si no es por los distintos letreros que decían Manicomio de Muñecos, el sitio pasaría desapercibido, una casa más del barrio Laureles. Toqué el timbre y al balcón se asomó la señora del aseo: _Buenos días, ¿a quién necesita? _Preguntó. _Buenos días, estoy buscando a Liliana Palacios. _Espere un segundo. La puerta la abrió un joven alto, moreno, de pelo negro, que volvió a preguntar: _Buenos días ¿a quién necesita? _Buenos días, estoy buscando a Liliana Palacios. _¿De parte de...? Le expliqué y me dejó pasar, indicándome dónde me podía sentar mientras la esperaba. En la sala habían unas cuantas mesas de madera, coloqué el bolso en una de ellas y miré los afiches colgados en las paredes. Todos hacían referencia a festivales de títeres que ya habían pasado, mientras que en la pared que daba a las escaleras que conducían al segundo piso, habían máscaras de arlequines. Entonces apareció ella, una señora de mediana estatura, vestida con un bluyín, una camisa manga larga y unos zapatos de color café. Liliana empezó en el mundo de los títeres cuando tenía solo diez años y ya suma cuatro décadas como directora del Manicomio de Muñecos, uno de los teatros de títeres más antiguos de Medellín. Su abuela fue una de las personas que la apoyó en ese arrebato de niña en 1975. Cuando Liliana llegó a casa y le contó su deseo de ser titiritera, la anciana le hizo once vestidos iguales con una sábana vieja y ese hecho marcó

Siempre tuve el apoyo de mi mamá, incluso ella era la que me tomaba fotos en cada función, aunque a mí eso no me gustaba, y me pedía que conservara todas las notas que me sacaban en uno que otro periódico, diciéndome: “guárdelo, usted no sabe dónde va a llegar”, “mejore las condiciones del grupo, del teatro, usted no sabe dónde va a llegar”... y eso de alguna manera u otra me impulsaba. ¿Existió algún antecedente de un familiar que se haya dedicado al teatro? Ninguno. Yo leía mucho cuando era niña y en la biblioteca del colegio descubrí unos libros muy interesantes, entre ellos, dos de la española Ángeles Gasset: “Títeres con cabeza y Títeres con cachiporra”. ¿Cómo fue esa etapa del colegio, cómo la veían los compañeros? Como la niña rara... la diferente, la loca -risas-. ¿Y cuándo empezó a estudiar arquitectura en la Universidad Nacional? Ya era una profesional en los títeres, ya había hecho mucho con los títeres... Ahí mi idea estaba clara, le dije a mi mamá que quería ser arquitecta como hobby. ¿Cuáles han sido las personas que más la han marcado, no solo en el teatro? Mi mamá, a ella le debo todo lo que soy. Una mujer de armas tomar, disciplinada... muchas cosas de las que sé, se las debo a ella. ¿Cuándo no está haciendo teatro a qué más se dedica? Lo que pasa es que todo tiene que ver con el teatro. Me encanta viajar, pero me gusta más viajar haciendo teatro. Disfruto combinar esas dos cosas, que los títeres me permitan viajar es fantástico. ¿A parte de leer sobre títeres, sobre que otros temas lee? Me gusta mucho leer lo que tenga que ver con el teatro y la ciencia ficción. La ciencia ficción me inspira. En mi juventud leí mucho a Kafka, Albert Camus, mucho existencialismo. Sin embargo, me gusta mucho leer sobre títeres porque me enriquece. ¿Cuál fue el último libro que se leyó? Todavía lo estoy leyendo, es un compendio que hizo una chica sobre el teatro en Colombia. ¿Practica algún deporte? Ah... hasta los 24 años y de ahí para acá murió. Monté bicicleta, jugué baloncesto, fui judoca, practiqué natación, tenis de mesa.

Quizás ese planteamiento que postuló Hugo Chávez se ha tergiversado un poco con Maduro. No, yo creo que ya venía en declive, la diferencia es que por lo menos Chávez sabía para donde iba. Yo digo: si se cayó el Muro de Berlín, es por algo y si ahora Cuba está tratando de establecer alianzas con Estados Unidos es por algo. Significa que el comunismo no es tan bueno como parece y que mientras Fidel estaba en su mansión, el pueblo se estaba muriendo. Sí, está bien, educación gratuita para todos y en Cuba todo el mundo es médico, ingeniero o arquitecto, pero están manejan-

“Toda la vida tuve claro que iba a ser titiritera”.

¿Y aspectos como la ley de la salud, la educación y demás? Sí, pero la Ley 30 y la Ley 100 que afectaron tanto a los médicos, permitieron que el pueblo tenga acceso al sistema de salud, que se creara el Sisben... entonces son unas cosas por otras. Además, tener en un país a todo el mundo contento, es imposible, no hay forma. Vamos al ejemplo de Venezuela, yo conocí a Venezuela en dos instancias, cuando estaba empezando el señor Chávez y en los últimos años de Chávez. Fueron dos Venezuelas distintas y la segunda Venezuela es un asco, vivir allá es terrible, gente que en un momento determinado luchó a favor de este señor, me decía: “no, no podemos ir a tu festival porque estamos dedicados a pelear por la causa”; hoy nos llaman pidiendo que los invitemos, que necesitan salir, que por favor los ayudemos.

metido de lleno en una profesión, se entrega de manera total y el titiritero es itinerante, se mueve, hoy está en Medellín, mañana en España y después en Argentina y criar niños en esa situación es muy difícil. Yo decidí ser titiritera toda la vida y por eso decidí no tener hijos. ¿Cuáles son las personas que más admira en el mundo del teatro? A Cristóbal Peláez, me parece una persona muy inteligente, es un hombre muy tenaz, ser capaz de sacar adelante el Matacandelas con tan buenas propuestas. Admiro mucho a mi socia Alejandra Barrada, Manicomio de Muñecos no sería lo mismo si ella no estuviera aquí, para mí es la mejor dramaturga de títeres que tiene el país. Nunca montaría una escena que no fuese escrita por ella.

do un taxi o vendiendo helados porque no hay dónde ejercer.

El reportaje estaba pensado para una hora, sin embargo, dejé de mirar el reloj luego de que a Liliana se le iluminarán los ojos cada que mencionaba los títeres o el teatro y todo su mundo. Al ver esa pasión infantil de la que hablaba de su vocación, venía a mí el recuerdo de esa misma pasión con la que alega un niño cuando está jugando, un hincha de fútbol cuando grita un gol o cuando un lector se compra el nuevo libro de su autor favorito.

Volvamos a hablar de usted ¿por qué no tuvo hijos? Porque soy inteligente -risas-. Hay varias razones, la primera es que yo creo que el ser humano no termina de formarse, como para ponerse a criar otro ser, que viene a un mundo que cada vez se pone más difícil. La segunda, y aunque suene contradictorio, yo trabajo para niños pero no me gustan los niños. Los pequeños son lindos con sus papás, lindos viendo la función y hasta ahí. Tercero, siempre he creído que cuando uno está

Terminamos hablando de sus gustos por el rock y las baladas, de los medios de comunicación y hasta del Papa. Le pedí que posara para una foto y a pesar de que no le gustan, posó muy amable. Me despedí y al salir del Manicomio de Muñecos, ingresé de nuevo al manicomio de la calle, al manicomio del ruido de los carros, de las construcciones, al ruido de la ciudad. Salí del Manicomio de Muñecos, para caminar por el manicomio de Medellín


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Insensato

Mi madre, mi mejor maestra POESÍA

POESÍA

Por: María Natalia Yanguas Jiménez

Por: Leidy Johana Gómez Vélez

QUIÉN batallaría mis luchas y celebraría mis derrotas La misma que dejó sus tacones por comprarme unas botas. Ella, la que ríe cuando triunfo, sin importar dejar sus ilusiones rotas, La que está a mi lado acompañándome en este largo camino llamado vida Siempre sacándome del laberinto de dudas en el que he caído perdida Guiándome por el verdadero sendero con una segura salida. Despierto cada mañana con su voz, no existe algo mejor Ni el sol alumbraría tanto mi vida, ella solo lo hace brindándome su gran amor. La que me hace fuerte y reconforta cuando siento algún dolor, La maestra que no enseña literatura ni filosofía Pero ni todas mis profesoras del colegio me han servido tanto de guía. La que llora a mi lado y hace hasta lo imposible para que yo sonría. No es arquitecta, ni ingeniera ni doctora Pero me ha construido un futuro seguro. Ha ingeniado una manera de borrar todo lo oscuro Y ha curado mi corazón aunque sea necesario esto cada hora. La que sin ser bachiller Me enseñó cómo a la vida querer, Que en ella para ganar hay que perder Y que no por eso debo dejarme vencer. Mi mayor fanática, En ocasiones una bestia para defenderme. La guerrera para protegerme Y para consolarme una hada romántica. Sé que no es la mujer perfecta Pero transitaría mil curvas entregándome una vía recta. Hasta por Dios para mí fue la persona electa Para decirme en mis malos momentos la palabra correcta. No necesita ser la primera dama del país Para ser electa eternamente Como la protectora de mi corazón y mente. Es la única que cambia mis días cuando tienen un tono gris. Tal vez solo se leen como palabras cursis... Pero tú, mi gran maestra y yo, tu más agradecida aprendiz

“Besos a los que simplemente por egoísmo quisiera dejar de llamar besos”.

Insensato es no poder hablarte porque la voz falla, las palabras faltan y la imaginación queda corta y es limitada por cada palabra que escapa de tu boca, dando a conocer la excitante gravedad de tu voz. Insensato es querer erotizar cada una de esas indefensas palabras. Insensato el mirar tus labios y querer tocarlos, tocarlos y desear con ímpetu poder besarlos, besarlos y por mi arraigada falta de cordura anhelar eternizar esos dulces y a la vez amargos besos.

¿Dónde está esa mujer? POESÍA

INSENSATO es verte acercarte desde lejos con tu penetrante y bella mirada, es eternizarla y guardarla como un único y memorable recuerdo.

Besos a los que simplemente por

egoísmo quisiera dejar de llamar besos y ponerles otro nombre para que sean solo míos, para que sea algo solo de dos, para que nadie más que yo pueda disfrutarlos, para que solo yo me estremezca al pronunciar ese único y peculiar nombre, para que nadie más tenga el placer de imaginarlos. Insensato es querer poseer y no compartir más que contigo cada una de tus caricias, pensamientos y todos y cada uno de esos suspiros que develan la necesidad de ti y de mí.

pañadas por tus besos. Insensato sería no disfrutar cada uno de tus gemidos que dan cuenta de lo mucho que lo disfrutas. Insensato es querer contener los míos. Insensato sería no dejar que mi cuerpo se estremezca al rose fino de tu cuerpo sobre el mío. Insensato sería contener mi cuerpo y ponerle fin a este momento. Insensato sería dejar que tanto deseo muriera sin ser explotado.

Insensato es querer que se pare el ti- Insensato es que el tiempo se las dé empo y pensar que sería mucho me- de cabrón y pase tan pronto. jor si estuvieras dentro, muy dentro Insensato es que den las 5:30 a.m. y de mí, como dice Rosalen. suene ese estúpido despertador Insensato sería no permitir que tus manos exploren mi cuerpo acom-

Por: Aleja Llano Ríos

DÓNDE ESTÁ esa mujer que conocí, que le sonreía a la vida, Dónde está esa mujer que con solo mirarla alegraba todo el día, Dónde está esa mujer que a pesar de estar a kilómetros yo sentía su energía, Dónde está esa mujer que era una excelente amiga, Dónde está esa mujer que llenaba su vida con pequeños detalles, Dónde está la mujer que creía en el amor aunque siempre la defraudaban, pero que aun así siempre tenía esperanzas y en el fondo siempre admiraba eso de ella. Dónde está esa mujer que me salvó de mi sufrimiento, Dónde está esa mujer que me enseñó que puedo contar con ella, para mis locuras, dónde está esa mujer que me enseñó amar la vida.

Entre las letras y el chat NARRACIÓN

Por: Jennifer Tatiana Serna Osorio

CUANDO ENTRÉ por primera vez a un chat solo tenía 14 años. Lo hice porque deseaba tener amigos y consideraba que tenía un grave problema de comunicación: no era buena conversando, y ya había intentado varias cosas: dejé mi número en emisoras, me uní a grupos de deporte, a grupos de estudio, entre otras cosas. Tampoco era de Medellín así que los cambios de ciudad, de colegio y de amigos me afectaron notablemente. En el chat, entonces, encontré mi refugio. Amaba escribir y así, comunicarme, era mucho más sencillo.

Dónde está esa mujer que me enseñó a apreciar esos pequeños momentos que nos da la vida, Dónde está esa mujer que me enseñó a valorar y amarme, Dónde está esa mujer que me enseñó que vale la pena vivir...

Conocí buenas personas, con hermosas maneras de expresarse, con una increíble forma de jugar con las letras. Pero cuando decidí conocerlos, no eran como mi pensamiento los había imaginado. Las letras no concordaban con su físico, muchas veces pensé: “¿porque habrán personas tan bellas en su interior, pero no así físicamente?” Después de eso, conservé algunos amigos,

Si alguien te hizo cambiar todo lo que eras, pues no te merece, porque esta es la razón por la cuál te escribo, para demostrarte lo importante que eres y que no debes perder tu esencia, por lo tanto siempre te recordaré y solo espero nunca decir: “la mujer que fuiste”

Años después, un día que me encontraba una vez más en la misma situación, sin alguien con quién conversar, recordé aquella página que había traído a mi vida tantas sorpresas. Decidí ingresar nuevamente, echar un vistazo y salir.

con quienes me entendía y disfrutaba horas conversando con ellos.

Me encontré frente a la misma situación de años atrás, me enfrenté con personas desagradables, pero ya no era una niña. No tenía temor, ya sabía cómo responder. Cuando me aburrí y decidí cerrar el chat, me habló Andrés.

conversando con aquel extraño, pero llegó la pregunta nuevamente a mi cabeza: “¿será lindo?” Muchas veces somos superficiales, no por lo que nos ha implantado la sociedad, sino porque nuestra mente va creando un imaginario frente aquella situación o persona que solo empezamos a conocer interiormente y deseamos que así como es de bella en su interior, lo refleje en su exterior, que es con lo que nos topamos constantemente. Llegó el momento de desconectarme pero no quería perder el contacto con este hombre con el que había conversado un buen rato, así que nos agregamos a Whatsapp. La química que surgió desde el comienzo, continuó. Conversábamos de muchas cosas, pero me entró la curiosidad por ver quién era aquella persona que me deleitaba con sus palabras, que por medio de mensajes de voz endulzaba mis oídos con cada palabra que pronunciaba. Nos agregamos a Skype y cuando lo vi, quedé perpleja. No podía creer que mi imaginación se había quedado tan corta frente a lo que había imaginado de él. Aún seguimos conversando. Es maravilloso hablar con una persona que tiene tantas cosas en común conmigo. Jamás imaginé conocer a una persona así, pero no me arrepiento de haberlo hecho, porque sea destino o coincidencia, está haciendo mi vida más amena. Ahora espero conocerlo en persona y que las bellas promesas que un día nos hicimos, las podamos cumplir

Él me saludó de una manera diferente. Me llamó la atención al instante y decidí conversar con él. No pasó mucho tiempo para sentirme cómoda ILUSTRACIONES Tomadas de freepik.com

ILUSTRACIONES Tomadas de freepik.com


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Desmovilizados urbanos en época de posconflicto REPORTAJE

Por: Lina Marcela Mazo Arango Fotografía: Juan Arango Sánchez

Este trabajo se construyó en el marco de un programa especial de asesoría a periodistas regionales en Colombia, liderado por Consejo de Redacción (CdR) y su iniciativa de Plataforma de Periodismo y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

“AHORA la ciudad está muy buena. Hasta para matar se necesita

pedir permiso” dice un joven de 25 años, ex integrante de un combo que operaba en alguna comuna de Medellín al servicio de la Oficina de Envigado, reconocida ésta por ser una organización criminal fundada por alias “Don Berna” para unir a las demás agrupaciones que delinquían en la ciudad después de que desapareciera el Cartel de Medellín.

Adicionalmente, “los desmovilizados deben reservarse toda la información... seguramente les deben pedir prudencia y que no digan que fueron integrantes de las FARC. Para todo esto el gobierno tiene un plan, debe conocer el problema urbano y de los combos y cómo guiar el comportamiento de los reinsertados en los barrios”. Posconflicto para todos

Sentado en una acera del barrio en el que siempre ha estado, se toma un tinto y comienza a explicar cómo podría ser la situación de los desmovilizados que lleguen a la ciudad después de la firma del tratado de paz con las FARC. Desde los 12 años empezó a andar con los muchachos que mandaban en la zona, no sabe si buscaba reconocimiento o respeto, pero le gustaba la sensación de poder que eso le daba. Llegó a manejar varias plazas de vicio en su comuna y en otros sectores de la ciudad; hasta que un día, cansado de esa vida; negoció su salida con sus superiores y pagó lo que debía a la justicia. Hoy enfoca sus energías en su familia y en el deseo de convertirse en un empresario. Los años en este negocio y su pasado le permiten comprender y visualizar el escenario futuro de los reinsertados que lleguen a Medellín. Y es que un desmovilizado de este grupo en un barrio de la ciudad en un momento de transición como éste, en el que se está pasando de concebir al guerrillero como factor armado y violento a reconocerlo como un miembro más de la sociedad; plantea una serie de retos para el gobierno nacional, para la administración local, la comunidad y sin duda para el mismo grupo guerrillero. Y aunque, como dice Luis Fernando Quijano, director de la Corporación para la Paz y el Desarrollo Social -CORPADES- el posconflicto está pensado desde la ruralidad, con zonas de reservas campesinas; no se puede desconocer el hecho de que van a llegar a los barrios integrantes de las filas guerrilleras que ahora se reinsertarán a la sociedad. ¿Los combos que operan en las comunas les van a permitir su reintegro?

”Hasta para matar se necesita pedir permiso”. La Secretaría de Seguridad de la ciudad en el documento de Exposición de Motivos de la Política Pública de Seguridad y Convivencia de Medellín sostiene que “la historia reciente del municipio ha generado un contexto complejo, caracterizado por la confluencia de muy diversas formas de ejercicio de la violencia, en una mezcla de prácticas ligadas a trámites violentos, dinámicas de delincuencia común, cuestionada legitimidad de las autoridades y, de manera significativa, ejercicio de poder ilegal propio de la delincuencia y la criminalidad organizada”, que ha generado que el afianzamiento y la sostenibilidad de las estructuras criminales sea “una de las problemáticas más complejas que atraviesa Medellín en la actualidad”.

Las bandas son estructuras criminales organizadas, que tienen tanto unas líneas de mando como unas funciones establecidas, además de un reconocimiento, y aceptación, en el común de la ciudadanía que pretenden mantener; y aunque los diálogos urbanos que existen entre ellos y el gobierno les pide respetar los acuerdos firmados en La Habana para el posconflicto; no pueden arriesgarse a perder el control y el poder que ya poseen; por eso la condición para que haya una pacífica convivencia en los barrios es que los reinsertados de las FARC lleguen sólo con intenciones de hacer una nueva vida, de integrarse a la sociedad y ser unos ciudadanos más del común, y no de conformar grupos o enfrentarse a los que ya existen.

¿Una mesa alterna? Este panorama plantea un futuro incierto para aquellos desmovilizados que deseen establecerse en la ciudad. Sin embargo, continúa relatando el joven que sí se firma la paz “ellos llegan bajo otras condiciones. Ya está establecido todo con las organizaciones y los combos saben que deben respetar a los desmovilizados.” “Al entrar a negociar con las FARC se entra a negociar con mucha gente. El gobierno tiene contacto con los altos mandos de las organizaciones y dicen cómo tienen que ser las cosas. Debe haber una mesa que maneje información”. Luis Fernando Quijano sostiene la misma idea de unos diálogos urbanos o mesa alterna paralela a la que hay en La Habana con los guerrilleros de las FARC, y con la cual se pretende garantizar seguridad a los desmovilizados en el posconflicto.

proceso de paz debe considerar; y por eso, se han acercado a los grupos criminales urbanos, para preparar espacios seguros para aquellos reinsertados que lleguen a los barrios a hacer vida social o política. Cuando estas personas lleguen van a encontrar una realidad establecida y aceptada en la que confluyen diferentes factores, como la ilegalidad, la poca presencia del Estado, y la aceptación de todo esto por parte de la comunidad; a la que ellos deberán adaptarse, pero entendiendo su nuevo papel como ciudadanos integrales y no como actores armados.

De acuerdo con Quijano, “una paz rural debe ir acompañada de una paz urbana y lograr así que el posconflicto sea para todos”. El proceso de paz con las FARC está concebido desde el campo; de ser firmado supone el cierre de una puerta del conflicto colombiano y un alivio para los pequeños pueblos y ruralidades que han sido afectadas por el grupo guerrillero; y además, el posconflicto se daría, sobre todo, en zonas de reservas campesinas, donde los desmovilizados podrán trabajar a la par que se reintegran a la sociedad. Sin embargo, el posconflicto urbano no va a ser tan fuerte. En las comunas siguen presentándose hechos violentos perpetrados por grupos y bandas criminales que, por poca presencia del Estado o por aceptación de la comunidad, ostentan un poder territorial y pone en duda la legitimidad de las autoridades.

luchar con armas sino con otro tipo de herramientas, como las sociales y de participación ciudadana”. La clave para la reinserción integral de los desmovilizados parece estar en la actitud de estos frente a las comunidades, el deseo de integrarse y de ser partícipes de las actividades sociales, culturales y políticas del entorno donde establezcan su nueva vida. No es fácil cambiar de realidad y pasar de ser un actor armado a uno propositivo y aportante a la sociedad. Ya lo dice el muchacho que alguna vez perteneció a un combo, la situación con los desmovilizados no va a ser conflictiva siempre y cuando no lleguen conformando grupos e invadiendo territorio porque se puede ver afectada la ciudad y “ni el gobierno ni la Oficina van a estar de acuerdo con eso”. “Si entran como personas propositivas que quieren trabajar con la comunidad les va a ir bien; si aprovechan su experiencia a

El posconflicto será una época de cambio para el país, tanto los pequeños pueblos como las grandes ciudades sentirán los efectos del tratado de paz, unos más que otros, pero al fin y al cabo todos deberán pasar por una etapa de transición en la que las dinámicas sociales y de seguridad van a dar un giro en torno a los grupos de personas que van a llegar en busca de una segunda oportunidad.

Quijano, reconocido defensor de los derechos humanos, es además un experto en violencia y líder social que a través de CORPADES lidera un equipo de trabajo que viene investigando y denunciando, desde su agencia de prensa, la connivencia de estructuras armadas criminales como las Convivir, los Urabeños y la Oficina, con algunos funcionarios del Estado, y especialmente con algunos integrantes de la Fuerza Pública. De ser así, y si ambos tienen la razón, esta mesa, como comenta Quijano, estaría propiciada por el llamado pacto del fusil o pacto de no agresión entre las bandas criminales, que ha permitido a la ciudad estar en un estado de calma. “Hasta para matar hay que pedir permiso”, no es más que el ejemplo de los acuerdos establecidos entre las organizaciones delictivas para no atacarse unas a otras. Y aunque mucho se ha dicho de la ruptura del pacto, su sombra sigue en algunos barrios de Medellín, pues no todos los sectores son iguales ni están todos bajo la misma estructura; y las bandas conviven tranquilamente.

Los desmovilizados de las FARC en el posconflicto van a atravesar un proceso de cambio de realidad y deberán adaptar sus vidas a las nuevas condiciones de resocialización que el país pide para cerrar este ciclo violento. Quienes lleguen a ciudades como Medellín van a encontrar contextos ya conformados con muchos matices sociales, culturales y políticos que deberán asimilar con una actitud discreta, receptiva y muy propositiva. Sin embargo este proceso no es sólo de ellos, es tiempo de pensar de manera colectiva y entender que “la paz no es para uno solo, sino para todos”.

Es evidente que el tratado de paz va a cambiar todo y les va a permitir a los desmovilizados hacer un proceso de resocialización; sin embargo, la situación interna de cada barrio sigue siendo compleja, y aunque “ellos van a llegar bajo unas condiciones establecidas se van a encontrar con algo que ya está conformado”

Esto habría permitido que esta mesa alterna con las bandas criminales se dé. Al no estar en medio de disputas por el control de negocios o territorio, el gobierno ha podido acercarse a sus líderes y comunicarles todo lo que se va concretando en La Habana.

Para Daniel Uribe, representante del Comité Municipal de Planeación y Presupuesto Participativo de la Comuna 13, “estas personas van a llegar a barrios de connotación popular, en los que va a ser mucho más factible que la comunidad se adapte a los nuevos ciudadanos; pero aun así siempre va a estar el estigma”. Para acomodarse fácilmente a las condiciones sociales y culturales de la ciudad y de cada comuna la prudencia será clave, “no es que escondan su pasado, sino que sean discretos con él.”

Negociar con las FARC implica reconocer las problemáticas sociales del país e intentar resolverlas para que los acuerdos funcionen, pues la firma de la paz y el posconflicto no sólo afectan a quienes están negociando; las ciudades, el campo, la ciudadanía y los guerrilleros que aún hoy están en la selva y que luego pasarán a ser desmovilizados son parte importante que el

Asegurar que en cada barrio los desmovilizados van a tener las mismas condiciones es complicado, cada barrio es un mundo diferente con reglas diferentes; pero “si llegan a retomar su vida normal, es probable que no les pase nada, ¡tienen derecho!; pero si llegan a atacar y a invadir el territorio, no se puede garantizarles seguridad”.

En un escenario como este, la seguridad tanto para los desmovilizados como para la ciudadanía, se vuelve un tema complejo; pues, continúa Quijano “es peligroso para quienes buscan en la ciudad una segunda oportunidad de vida, pero es peligroso para todos si no se resuelven primero los problemas locales”. Lo que él, como director de CORPADES propone es aprovechar el pacto del fúsil y la mesa alterna que hay entre los grupos criminales y el gobierno para garantizar la seguridad urbana en el posconflicto cuando lleguen los desmovilizados; “plantear un diálogo con estos grupos y someterlos, con dignidad, a la justicia; de no ser así podría haber una nueva explosión de violencia en la ciudad”. Todo esto, dice Daniel Uribe, “nos pone un reto muy grande como país: nos toca aprender a perdonar sin olvidar y pone a Colombia en un momento crucial para la paz. Esos colombianos que están en la selva luchando por una razón social que muchas veces se desvirtúa con las acciones pueden encontrar otra razón mucho más pacífica pensando en que ya no van a

nivel de organización; si vienen con ideas de participación, con deseos de aportar su granito de arena a la sociedad de manera positiva y no recaen en el círculo vicioso de ser violento” van a ser sin duda, bien recibidos por los habitantes de la ciudad y no van a tener inconvenientes con los grupos ilegales; es más, según sigue afirmando Daniel, pueden ser ejemplo de resocialización para los combos y de cómo estos pueden retomar el camino e involucionar sus grupos para darles un rumbo positivo. Como lo afirmó Gustavo Petro, “la paz es una construcción social, la paz se construye en los barrios, en el parque del barrio, se construye alrededor de la experiencia vivencial misma de cada ciudadana, de cada ciudadano, de cada niña y niño en un rincón rural de Colombia o también en estas inmensa ciudades”.

“Una paz rural debe ir acompañada de una paz urbana y lograr así que el posconflicto sea para todos”.


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14 FOTOREPORTAJE María Alejandra Llano Ríos

Una mirada a las raíces

Emberá Katío

Por aquí todos sonreímos.

FOTOREPORTAJE Grupo de investigación UNIMINUTO con Piel Indígena Docente Jorge Hernán Jaramillo Estudiantes Trabajo Social Daniela Cardona González

Comunicación Social y Periodismo Katherine Mesa Tatiana Moreno Lina Betancur Prisco Víctor Hugo Betancur María Alejandra Llano Ríos FOTOREPORTAJE María Alejandra Llano Ríos

La sazón al calor de la leña. Unos días antes de viajar

con el grupo de estudio “Uniminuto con Piel Indígena” al Resguardo de Choromando en Dabeiba Antioquia, la gente nos comentaba: “tenga cuidado con los indígenas, a ellos no les gusta trabajar, son muy desjuiciados ¡Y quién sabe que le den de comer!”. Pero esta percepción cambió cuando interactuamos con ellos, pues los indígenas tienen sus propias normas y leyes que son desarrolladas en el entorno en que viven. Antes de que salgan los primeros rayos de sol, las mujeres ya deben estar levantadas, pero no sólo eso, ya deben estar buscando la leña para hacerles el desayuno a sus esposos e hijos que deben ir a trabajar al pueblo o en alguna finca de los alrededores, (el plato típico de la comunidad es “primitivo”, es decir, es plátano muy pequeño y verde, este es muy tradicional de los Embera Katió). Cada vez que nosotros nos levantábamos ellas ya nos tenían el desayuno, pero no era cualquier cosa: tenía su arroz, su carne y que no falte el “primitivo” que al comerlo tenía ese sabor de leña con el dulce del plátano dando un sabor característico del resguardo, en realidad en ningún momento del viaje consumimos bichos o animales raros, la única diferencia es que comen con mayor cantidad y que todos los días deben levantarse a tempranas horas de la mañana para conseguir lo necesario

La verdad desde un principio nos preocupaba que los indígenas no nos entendieran o que no nos sintiéramos capaces de comunicarnos con ellos, ya que no todos hablan español, la gran mayoría de ellos hablan su lengua nativa. Entre nosotros hicimos estrategias para resolver esta problemática de comunicación, a la hora de socializarnos, ellos simplemente nos observaban, hacían ciertos gestos y conversaban entre sí, pero al final sonreían. Esto nos sucedió a menudo, y solo hasta al final nos dimos cuenta que la mejor forma de comunicarnos con ellos es sonreírles, ellos nos entendían, así que lentamente aprendimos y comprendimos sus palabras. Quedando con una enseñanza gracias a los indígenas: “La mejor forma de vivir y de enfrentar las diferencias es sonreír, así lentamente llegará la solución”

FOTO María Alejandra Llano Ríos REPORTAJE Daniela Cardona González La sabiduría ancestral. Debajo de cada arruga y fisura de la piel de esta sabia mujer, se encuentran las grandes tradiciones y los años de lucha de una comunidad que resiste y se viste de amor, estas manos, son quienes labraron la tierra, cocinaron, tejieron, criaron y acompañaron de cada Guarrana y, los más importante en ellos, sembraron una semilla de sabiduría ancestral que luego florecerá. Estos ojos, que miran hacia el horizonte, perciben la grandeza del mundo a la luz de la experiencia vivida, estos ojos marrones y grises, que no ven por el peso de los años y se niegan a apagarse, hablan desde el ser, desde el alma, nos sirven a nosotros los Capunia para encontrar las pequeñas cosas que nos brindan la Pachamama, la grandeza de tener una comunidad Embera-Katió de paz, de lucha y resistencia

FOTOREPORTAJE María Alejandra Llano Ríos

Ser mujer Emberá Katió. Ellas tienen un ritmo

FOTOREPORTAJE María Alejandra Llano Ríos

El encanto en medio de la selva. Qué nos íbamos a imaginar, que nos iba a cautivar la mirada inocente de una hermosa bebé quien en sus ojos refleja la tranquilidad

que respiran sus pulmones; el afecto de su madre con sus rituales y de sus brebajes para el cuidado de ella, que al mirarla sonríe dejándola dar sus primeros pasos en la selva, la casa donde vivieron sus ancestros, donde ambas, madre e hija, se sienten protegidas por los majestuosos árboles; donde las montañas son sus guardianes de quienes los persiguen. Al caer la noche la madre la arrulla en su hamaca, mientras le canta canciones de cuna autóctonas de la comunidad. Cautelosamente la alimenta de la leche de sus pechos naturales. La selva, donde la crianza de la pequeña estará familiarizada con el trinar de las aves, la voz que le canta, el viento y el calor de su comunidad

de vida donde respetan a la madre naturaleza, a sus parientes, saben los secretos que esconde la selva, los menjurjes y las pócimas que se deben hacer para estar bien de salud y tener energía, saben que se debe hacer ante una enfermedad, saben lo que las montañas y el viento les dicen, saben el estado del ánimo en que se encuentran los demás. Ellas son las que buscan el alimento para la comunidad, son las mujeres las que tienen el poder de procrear vida, ellas son las guardianas de la cultura indígena que proyectan en su linaje, mujeres sabias y emprendedoras; esto se ve reflejado en están mujeres que trabajan por su bienestar y el de su familia con lo que les brinda la naturaleza y con la experiencia que han adquirido tras generaciones. Un pequeño indígena que en su inocencia sigue su camino sin preocupaciones, sin ataduras, demostrándole al mundo tal como vino y que esto no tiene nada de maligno sino que es simplemente un ser humano en su total naturaleza


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Retratos de Carpinelo FOTOREPORTAJE

Por: Jorge Humberto Monsalve y Guillermo Amórtegui

Los habitantes del barrio Carpinelo en la Comuna 1 -una comunidad que se siente olvidada- reclamó mediante una protesta pacífica la instalación del servicio de agua potable, el cual han solicitado a las autoridades locales desde hace 10 años

Nacho, el joven de esta fotografía, hace parte del grupo de teatro de Carpinelo, y él, entre el arte y las ganas de luchar por su comunidad, protesta pacíficamente por el derecho a una mejor calidad de vida en su barrio

La capacidad de esta comunidad para superar sus dificultades, está presente en la amable sonrisa y en el fraternal apretón de manos de sus habitantes; quienes improvisando con tarros, globos y en medio de la alegría, hacen que sus niños caminen alejados de la violencia, y poder borrar con sus sonrisas el dolor que trajo el conflicto armando, la pobreza y el olvido

-¿Por qué lloras? le pregunté a Daniel, el niño de siete años que enjuga sus ojos de alegría. -Él me respondió: “Es que nunca había visto esto tan alegre y tan bonito.” -Y de nuevo le dije: ¿Entonces por qué lloras? -Me expresó: “Es que yo sé que nunca van a volver a estar así”

Carpinelo es un barrio periférico, sus viviendas, en su mayoría, son elaboradas en madera y tejas de zinc; ubicado sobre una montaña intenta distanciarlos de la ciudad, los habitantes día a día lucha por una vida digna, por una niñez educada y ante todo, feliz

“Esta es nuestra casa y estamos felices de tenerla, quisiéramos otras condiciones pero es lo que tenemos”, dice Doña Martha.

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