Compromiso sociopolítico desde la fe y a la luz del evangelio

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Índice Página Los Del Camino ............................................................................................................................ 2 Presentación Fe, Evangelio y Compromiso sociopolítico ...................................................... 3 Oración por la unidad de los cristianos..................................................................................... 4 Primera Reflexión, Rvda. Eunice Santana Melecio ................................................................ 5 Segunda Reflexión, Laica Melissa (Missy) Roberts ............................................................. 11 Tercera Reflexión, Dr. Wilmar Roldán Solano ....................................................................... 12 Cuarta Reflexión, Rvdo. Eduardo I. García Soto ................................................................. 15 Quinta Reflexión, Laico Javier Biaggi Caballero .................................................................. 17 Sexta Reflexión, Rvdo. P. Francisco A. Morales Pérez ...................................................... 20 Séptima Reflexión, Rvda. Ofelia Miriam Ortega.................................................................... 24 Octava Reflexión, Rvdo. P. Juan Ángel Gutiérrez Rodríguez ............................................ 26 Novena Reflexión, Rvdo. P. Juan Velázquez (Juancho) ..................................................... 28 Décima Reflexión, Laica Lcda. Agnes Rodríguez ................................................................. 29 Décima Primera Reflexión, P. Eduardo Arce Lara................................................................ 32 Decima Segunda Reflexión Rvda. Mary Pérez Pérez ........................................................ 33 Décima Tercera Reflexión, Rvdo. P. Alirio Araque Galvis ................................................... 35 Décima Cuarta Reflexión, Pastora Antonia Rosario Rivera & Diaconisa Lady Helen Echevarría González ................................................................................................................ 37 Décima Quinta Reflexión, Rvdo. Carlos Emilio Ham............................................................ 39 Décima Sexta Reflexión, Teófilo Gaivao Mier ....................................................................... 42 Décima Séptima Reflexión, Lcdo. Carlos Vega Pérez ........................................................ 45 Décima Octava Reflexión, Rvdo. P, Giovanni San Juan Zarate......................................... 47 Décima Novena Reflexión, Laica, Profesora Nery Ortega ................................................. 50 Vigésima Reflexión, Fray. Guillermo Manuel Casalins Fontalvo ....................................... 51 Vigésima Primera Reflexión, José Robles Rosario ............................................................. 54 Vigésima Segunda Reflexión, P. José Pio González Garavito ........................................... 56 Vigésima Tercera Reflexión, Laica Diana Guzmán ............................................................. 60 Vigésima Cuarta Reflexión, Laico, Profesor Alberto Lleras................................................. 62 Vigésima Quinta Reflexión, Evangelista Edmundo Álvarez ............................................... 64 Vigésima Sexta Reflexión, Héctor Felipe Soto Pérez .......................................................... 68 Vigésima Séptima Reflexión, Laica Mayra Méndez ............................................................. 70 Vigésima Octava Reflexión, Dr. Luis N. Rivera Pagán ........................................................ 71 Vigésima Novena Reflexión, Rvdo. Canónigo Dimas David Muñoz Quintana................. 73 Trigésima Reflexión, Dra. Martha Quiñonez Domínguez ................................................... 75 Trigésima Primera Reflexión, Lcdo. Rafael Pérez Abreu .................................................... 80 Trigésima Segunda Reflexión, P. Rafael Morales ................................................................ 82 Trigésima Tercera Reflexión, Dra. Agustina Luvis Núñez .................................................. 83 Trigésima Cuarta Reflexión, Jorge Daniel Zijlstra Arduin .................................................... 85 Trigésima Quinta Reflexión, Rvdo. P. Francisco Javier Rivera ......................................... 87 Agradecimientos ......................................................................................................................... 89

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LOS DEL CAMINO Los del Camino es un esfuerzo ecuménico en la Región Norte de Puerto Rico que surge de la necesidad sentida y compartida por sus miembros fundadores, personas laicas y miembros del clero de acercarnos para conocernos mejor, construir puentes para una relación duradera, explorar y crear nuevos senderos de acción. Entendiendo que juntos podemos aportar a la unidad cristiana y de nuestra gente a través del encuentro, el análisis de la realidad, la reflexión bíblico-teológica y el servicio a nuestro pueblo, sus integrantes decidimos llamar este esfuerzo Los del Camino. Inicialmente a los primeros cristianos se les llamaba así (Hechos 19:23, Hechos 24:14). Al igual que aspiramos a mantenernos activos/as, en movimiento, compartiendo el Evangelio con otras comunidades a través de la palabra y la acción solidaria, resistiendo la tentación de acomodarnos y encerrarnos en una estructura física y permaneciendo abiertos/as a nuevas experiencias y conocimientos que aporten a la renovación de nuestro entendimiento de la voluntad de Dios. Entre los integrantes iniciales de Los del Camino está la Iglesia Episcopal San Pablo, la Iglesia Discípulos de Cristo en Garróchales, la Iglesia Metodista en Hatillo, la Iglesia Presbiteriana de Lares, hermanas y hermanos católicos romanos y otras personas de buena voluntad. Este esfuerzo, como ha sido la intención desde el principio, se ha ampliado con la participación de personas de otras confesiones de Fe, así como de hermanas y hermanos de otros países a saber: Colombia, Cuba, Ecuador, y Estados Unidos. A todas y todos nuestro saludo y agradecimiento por nutrirnos con sus aportes y formar parte de este caminar. La realidad de la pandemia del Covid-19 nos ha obligado a reunirnos en forma virtual, por lo cual el 13 de octubre realizamos un conversatorio en esta modalidad. Estuvimos motivados por la proximidad de las elecciones en nuestro país y las interrogantes que siempre afloran en torno a la relación entre la fe y la política. En esta publicación compartimos las aportaciones que surgieron, comenzando con la que hiciera la Rvda. Eunice Santana, a quien le pedimos que introdujera el tema. Esperamos que estas reflexiones les estimulen a continuar profundizando sobre este tema, manteniendo este diálogo abierto, que apenas comenzamos, mientras fortalecemos nuestro compromiso en la sociedad, desde la fe y a la luz del Evangelio. Les sugerimos compartir este trabajo con otras personas a quienes les pueda ser de utilidad para su crecimiento espiritual. También será de estímulo para el estudio del contenido bíblico y para emprender acciones transformadoras en la sociedad. Además, apreciaríamos recibir sus comentarios, sugerencias o reacciones escribiéndonos a los correos electrónicos que aparecen en la última página.

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PRESENTACIÓN Fe, Evangelio y Compromiso Sociopolítico Entonces la Palabra se hizo hombre y vino a vivir entre nosotros. Estaba lleno de amor inagotable y fidelidad. Y hemos visto su gloria, la gloria del Único Hijo del Padre. Juan 1:14 La Iglesia de Jesús celebra Adviento, tiempo de preparación para la celebración de la llegada del Mesías. Un Mesías que como afirma el Evangelio de Juan en su primer capítulo, nació por su amor para con toda la humanidad. En este tiempo la Iglesia de este Jesús que nació en Belén enfrenta un suceso histórico nunca antes vivido, al menos para esta generación, debido a la pandemia del Covid 19 y todas las consecuencias que esta conlleva. Aun así en este tiempo difícil, celebramos su llegada y su presencia en la vida de todo aquel que le recibe. Continuamos siendo la Iglesia de Aquél que no considero el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse y en cambio, renunció a sus privilegios divinos adoptando la humilde posición de siervo (Fil. 2:5-7). La vida de Jesús, su entrega y sobre todo su ministerio de servicio en favor de los marginados y necesitados nos lanza un gran reto hoy: Ser la Iglesia que se parece a Jesús, ser la Iglesia que se entrega y que sirve a todos los necesitados y marginados de este tiempo. Hoy debemos ser la Iglesia que toma su cruz, pero aun así sirve, que toma su cruz y se coloca en el lugar de los que sufren, solidarizándose con su dolor. Y por último la Iglesia que toma su cruz y que abre mesa de provisión en los desiertos de las distintas personas. Hoy somos la Iglesia de Aquel que afirmó: El Espíritu del SEÑOR está sobre mí, porque me ha ungido para llevar la Buena Noticia a los pobres. Me ha enviado a proclamar que los cautivos serán liberados, que los ciegos verán, que los oprimidos serán puestos en libertad, y que ha llegado el tiempo del favor del SEÑOR. LUCAS 4:18-19

Nuestra gente hoy más que nunca necesita recibir la Buena Noticia del Evangelio, una noticia que la confirma la Iglesia de Jesús amando sin distinción de persona y dándose en servicio en favor de los demás. ¡Así nos ayude Dios!

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PRIMERA REFLEXIÓN CONVERSATORIO FE, EVANGELIO Y COMPROMISO SOCIO/POLÍTICO Rvda. Eunice Santana Melecio Discípulos de Cristo-Garróchales-Arecibo Agradezco el privilegio que me han dado de compartir una reflexión sencilla a modo de embocadura para el tema que nos ocupa: Fe, Evangelio y Compromiso Socio-Político. Permítanme comenzar con una ilustración verídica de mi caja de observaciones. A pesar de vivir en un país de un clima cálido, Puerto Rico, donde la lluvia nos acompaña sin timidez, pero también sin excederse, hace unos años sembramos una planta de cacto frente a nuestro hogar. Como vivimos en comunidad las opiniones sobre el futuro de la planta no se hicieron esperar. Independientemente de lo que cada cual pensaba, la planta se desarrolló a un buen ritmo y pronto tuvimos un enorme y bello ejemplar que cuando florecía nos obsequiaba cada noche más de 50 flores de un aroma exquisito y una belleza inigualable. Se convirtió en la admiración de la comunidad. Cuando anunciaron la posibilidad de ser azotados por el huracán Hugo, las personas apostaban a que la planta no resistiría los embates del huracán. Cuál no sería la sorpresa de todos cuando la planta sobrevivió, contrario a otros árboles fuertes y frondosos de la comunidad. Se mantuvo de pie en todo su esplendor. Días más tarde notamos que el color de los tallos iba cambiando, abandonando el verde y tornándose amarillentos. Al principio nos parecían aún más hermosos, pero al mirarla bien de cerca nos dimos cuenta que el cambio se debía a que se estaba pudriendo de adentro hacia fuera. En un esfuerzo loco por no permitirle morir la cobijé para protegerla de la lluvia que no cesaba de caer. Le hablé explicándole que tenía que dejar de absorber agua o moriría, pero nada dio resultado. Eventualmente se debilitó tanto que murió. Claro está, siendo una planta del desierto su naturaleza era acaparar el agua, a través de sus raíces, cuando esta estaba disponible y almacenarla para tiempos de sequía, pero no estaba “programada” para determinar cuánta era suficiente y eso le causó la muerte. Tenía una sola manera de actuar, de hacer las cosas, protegiéndose de todo y de todos - por eso también sus muchas espinas – velando únicamente por su propio bienestar y sobrevivencia. No tenía la capacidad de abrirse a nuevas posibilidades, a una nueva realidad y por miedo a perecer, por miedo a la muerte, a morir, se muere. Lo que le pasó no es muy distinto de lo que nos ocurre a nosotras y nosotros cuando nos encerramos en nuestra “verdad”, y en medio de ocasiones de injusticia propicias para rendir servicio y aportar a la transformación la realidad, desde la fe, asumimos posturas de miedo y de llamada neutralidad y ni nos permitimos cambios ni los estimulamos en nuestro entorno para, como ruega el Apóstol Pablo en Romanos 12:2: “No conformarnos a este siglo (a la lógica y las prácticas 5 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


prevalecientes) sino ser transformados/as por la renovación de nuestro entendimiento, para experimentar la voluntad de Dios agradable y perfecta”. El tema que hemos escogido nos obliga a dialogar sobre asuntos que a menudo postergamos, pero que son de gran importancia. El de la fe es uno conocido por todo el mundo porque toda persona confiesa tener fe en algo o alguien que puede ir desde el destino o una persona amada, hasta lo que soñó la noche anterior o lo que le indica el horóscopo. Tal parece que la sobrevivencia humana, y ni se diga la cordura, depende en gran medida de eso que llamamos fe, que no es otra cosa que confianza, creencia en algo, y hasta convencimiento de que las cosas han de acontecer como queremos, nos conviene o agrada en un momento dado. Pero el término fe, desde la perspectiva de la espiritualidad cristiana va más allá. Comenzamos por preguntarnos qué es eso que nos atrae, nos impela y nos desvela, ese sentir que más allá del mundo material, ese que podemos ver, oler, oír, palpar y saborear, más allá de la humanidad misma existe algo o alguien, una fuerza, una energía, un Ser desconocido, misterioso, que nos inspira respeto, asombro y admiración por lo que procuramos conocerle y establecer una relación positiva. La fe representa una actitud abierta a creer y va acompañada de unas formulaciones y convicciones, personales y/o comunales. El contenido de la fe es determinado por el Ser a quien va dirigida, o sea, su revelación y nuestra percepción de esta, de su naturaleza, y se puede expresar de múltiples maneras, desde expresiones cortas y sencillas hasta tratados teológicos voluminosos. “Es pues la fe la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven”. (Hebreos 11:1) La fe conlleva creer en lo que no se puede ver, pero que se siente, se intuye, se respira, se afirma, y nos reta a hacer visible lo que aún no es. En el Movimiento Ecuménico Nacional de Puerto Rico (PRISA), al que dediqué años de mi vida, ensayábamos el proyecto de unidad posible para nuestra sociedad, sumamente dividida; la entrega posible a través del trabajo voluntario con mucha dedicación y sin horario; formulando respuestas cónsonas con las necesidades de la gente; procurando lograr el análisis más completo y certero de la sociedad con la ayuda de quienes se dedicaban a esa tarea desde el ámbito profesional, pero más aún, desde las experiencias concretas de los sectores con los cuales desarrollábamos trabajo comprometido, solidario, organizativo y formativo, de quienes aprendíamos y al lado de quienes luchábamos para transformar la realidad. Además, hacíamos visible el desprendimiento y la práctica del compartir al procurar hacer el mejor uso de los recursos disponibles, y siendo solidarios con otros pueblos en lucha, entre otras cosas. Entendíamos que parte del quehacer responsable como personas de fe era asumir una postura crítica en cuanto a cómo estaba organizada la sociedad, los intereses y derechos que se fomentaban y protegían y a quiénes favorecían, el trato que se le daba a los diversos sectores, quién determinaba lo relacionado a la economía, en fin como se ejercía el poder de quienes tenían en sus manos las riendas del gobierno, asunto que nos atañe a todas y todos como miembros de la sociedad, que tenemos que juzgar si responde, como debe ser, a las necesidades del pueblo. 6 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


Levantábamos la voz y la acción profética de denuncia y anuncio a partir del análisis y la comprensión de las causas de las situaciones imperantes a la luz del Evangelio. Desde ahí formulamos la síntesis de “El Colonialismo es Pecado”, afirmando nuestro derecho sagrado a ser nación y a ser reconocida como tal a nivel mundial, para ser de bendición a las demás naciones, a pesar de la persecución de algunas autoridades eclesiales y gubernamentales. También asumimos la lucha para sacar a la marina de guerra de Estados Unidos de Vieques y denunciamos la pobreza como empobrecimiento, ausencia de justicia, resultado de la mala distribución de las riquezas del pueblo y de los pueblos, la apropiación ilegal de sus bienes a partir de los procesos de colonización, la estructura injusta de la sociedad y el mundo y la avaricia de unos pocos, y no como voluntad de Dios y /o vagancia de los pueblos. Hacíamos una relectura de los textos bíblicos a partir de nuestro contexto y compartíamos algunas Reflexiones. Asumimos la defensa del medio ambiente y nuestros recursos naturales y el derecho a la soberanía y la paz de los pueblos. Para las autoridades eclesiales estábamos metidos en política, lo cual consideraban tabú, siempre y cuando no fuera para consagrar el orden establecido, confundiendo siempre la política, que como la define Boff debe ser búsqueda del bien común, con los partidos políticos, pero sin negarse a sí mismos el poder pertenecer a alguno de ellos e impulsar su ideología. La política tiene que ver con la administración de los bienes, los recursos económicos y naturales del país, la riqueza que se produce en la sociedad y su distribución, la visión de mundo que se difunde y de acuerdo con la cual se legisla, se dictan las leyes y controla el ejercicio del poder. El partido político es una agrupación que ejerce o procura ejercer el poder de acuerdo con ciertos postulados y comprensión a su interior, de lo que conviene, para sí, los suyos o para el país. Participar en la política es inevitable, lo hacemos cada vez que nos quejamos por el desempleo, los altos costos de los servicios esenciales, los pésimos servicios de salud, la presencia de toldos azules, la violencia contra las mujeres, la poda indiscriminada de árboles, la junta de control fiscal, la corrupción, el mal uso del poder y todo lo demás. Pertenecer a un partido político y cómo votar en las elecciones del país es opción y responsabilidad personal, que requiere análisis profundo, sobre todo para las personas de fe. Entendemos que la confusión a veces es tan grande que, por ejemplo, escuchamos a la gobernadora recientemente decir: “Para mí la política terminó el 16 de agosto y con eso ahora, en el poco tiempo que tengo, se lo dedico a todos los proyectos, todas las cosas que son buenas para el pueblo puertorriqueño, así que verdaderamente la política no es una prioridad”. Y esto lo decía mientras impulsaba nombramientos a puestos claves de larga duración en el gobierno y en ellos a personas de su propio partido político. ¡Para ella eso no es política! Desde nuestra experiencia cristiana entendemos que la fe no es solo creencia o palabra sino también acción, respuesta activa y compromiso de vida, formada y formulado a la luz de la revelación en la vida y enseñanzas de Jesús, o sea del Evangelio, que nos devela la naturaleza de Dios y trae Buenas Nuevas a la humanidad, a las personas y pueblos menesterosas, -empobrecidas, marginados, excluidos, explotados, oprimidos y 7 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


colonizados - y exigencias, compromiso, a quienes reclamamos ser gente de fe, porque en última instancia la fe es una forma de vivir. Ya en el Antiguo Testamento tenemos la revelación de Dios como amor creador y su naturaleza como de quien escucha el gemir del pueblo y propicia su liberación, rompiendo las cadenas de la esclavitud formal, real, concreta, política y social, entre otras cosas, y a través de la acción de seres humanos que responden con fe y por fe a hacer lo que sea menester. También se nos presenta como presencia que acompaña al pueblo en su caminar, en la historia, toma partido a su favor, detesta la injusticia y pide del género humano rectitud, amor, que es acción y no mero sentimiento, para las demás personas, acciones de justicia, honestidad y humildad en todo. “El Señor ya te ha dicho en que consiste lo bueno y qué es lo que espera de ti: que hagas justicia, que seas fiel y leal y que obedezcas humildemente a tu Dios.” (Oseas 6:8) “Que fluya como agua la justicia, y la honradez como un manantial inagotable.” (Amos 6:24) Y quien puede olvidar Isaías 58: “El verdadero ayuno que me agrada consiste en que rompas las cadenas de injusticia y desates los nudos que aprietan el yugo, que dejes libre a los oprimidos y acabes por fin con toda tiranía …” Jesús expresa su vocación y misión como la de “… llevar la buena noticia a los pobres, anunciar libertad a los presos, dar vista a los ciegos, poner en libertad a los oprimidos, anunciar el año favorable del Señor” (Lucas 4:18). Se trataba de un proyecto preciso, dirigido a propiciar la vida en abundancia, de tareas específicas a favor de la humanidad, a ser realizado en el momento vigente, como lo demostró a través de su ministerio. Las autoridades romanas no se equivocaron al plantear que alborotaba al pueblo porque por su accionar y su prédica restauraba la autoestima, presentaba nuevas posibilidades de vida, atizaba las brasas extinguidas del fuego de luchar, despertaba las ansias de liberación, planteaba la necesidad de enfrentar a las autoridades locales así como a las imperiales, afirmaba el valor, la fe, y la dignidad de las personas, restituía al seno de la comunidad a las personas excluidas, proclamaba la justicia y la equidad como la medida para la organización de la sociedad, y señalaba los males, y a los responsables de los mismos, sin temor a las posibles consecuencias. Su ministerio, su ejemplo y su llamado a nosotras y nosotros fue de valor, entrega total, y búsqueda de transformación de la sociedad para acabar con las injusticias, la deshonestidad, la exclusión, la corrupción, la opresión y la explotación, todas ellas de hechura humana. Jesús hizo visible la voluntad de Dios, a través de su vida.

Por eso se trata del Evangelio, de las Buenas Nuevas para su contexto real, así como para el nuestro. Eso era bien entendido y practicado por los primeros cristianos hasta, que en acuerdo con y por temor al imperio, el contenido fue “espiritualizado”, negada su vigencia e interpretado como algo invisible, promesas para el “más allá”, fuera de la historia. Esto resulta en un arreglo muy conveniente para quienes ostentan el poder en la sociedad y la ordenan y la manejan a su favor, de acuerdo a sus intereses, apropiándose de lo que nos pertenece a todas y todos, maltratando el medio ambiente, 8 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


inferiorizando y empobreciendo a los demás y sometiendo a través de la violencia, entre otras cosas. Esta espiritualización malvada impuesta desde arriba, desde el temor de algunos a perder privilegios, sufrir o morir, elimina del panorama a un gran número de personas con potencial de hacer planteamientos desafiantes, presentar propuestas alternativas al orden establecido, así como combatir con autoridad y determinación las injusticias para instaurar la justicia. De esta forma se limita, opaca o hasta se elimina la vigencia de la fe en todos los ámbitos del quehacer humano y la vida cristiana se reduce a los ritos religiosos y el testimonio cristiano a “no meterse en problemas”. Nada más contradictorio a la luz de la vida y el ejemplo de Jesús. Vivimos la fe dentro de contextos concretos, en medio de situaciones reales, conflictos, pueblos empobrecidos, gente marginada y pisoteada, violencia generalizada, gobiernos corruptos, engaños, falsas promesas, deudas que nos ahogan, ante los cuales somos, como el resto de las personas, llamados/as a tomar partido, a romper el mito de la neutralidad que solo sirve para hacer visible nuestra postura real a favor de los poderes y los poderosos que rigen los destinos del pueblo, determinando su presente y su futuro, y, que a menudo, también hace visible nuestra cobardía. Es imposible vivir la fe de espaldas al pueblo, con indiferencia hacia el acontecer diario, tolerando estructuras de opresión. Traemos a la memoria el juicio de las naciones, donde quienes fueron indiferentes con las personas en su necesidad son rechazados (Mateo 25: 31- 46), y como olvidar el “no los conozco” a pesar de sus prácticas religiosas en Mateo 7:21-23. La fe arropa todas las dimensiones de la vida, no está limitada al ámbito de la religiosidad, a un rincón de nuestra vida, y debe iluminar todas nuestras decisiones y nuestro caminar. Nuestro concepto de Dios informa e ilumina nuestro entendimiento sobre la justicia y las injusticias y nuestra lectura de la realidad. De igual manera determina nuestras opciones y práctica de vida. Si Dios es amor y quiere la felicidad de la humanidad, entonces hay mucho trabajo que hacer. Si es un ente fiscalizador que impone castigos por todo a ciertas personas, y se asegura de que “cada cual reciba lo que se merece”, premiando a algunos con riquezas y todo tipo de privilegios, y castigando a otros con pobreza y todo tipo de sufrimientos, entonces lo que hay que hacer es cruzarnos de brazo y dejárselo todo a Dios.

Vivimos en sociedades imperfectas, corroídas hasta el tuétano por prácticas y políticas abusivas, corruptas, injustas, hechura de las personas humanas, lo cual significa que es posible cambiarlas, transformarlas porque no son inmutables. Dentro de ellas entendemos que es necesario levantar la voz, denunciando las estructuras de injusticia, señalando a los responsables y anunciando la voluntad de Dios y la vida en abundancia prometida a todos y todas. También es necesario asumir proyectos de formación que detengan el abuso y la manipulación de la fe de la gente sencilla, llevándolos a tolerar todo tipo de violencia y opresión y a asumir la defensa de propuestas, proyectos y/o políticas completamente opuestas a sus propios intereses, llevándolos inclusive a aspirar 9 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


dejar de ser fundiéndose en otro, por miedo al presente y al futuro, azuzadas por falsas promesas y sentimientos de impotencia. Hoy como ayer, nuestro acompañamiento a las personas necesitadas, nuestra vida de fe debe ser no tan solo para aliviar momentáneamente su situación, sino para acompañarles a descubrir y poner de manifiesto las causas de las carencias e injusticias que les atropellan y ofenden su dignidad para junto a ellos y ellas buscarles solución y organizarnos para derrumbarlas. Todo ello, por fe y desde la fe, en respuesta a la revelación de Dios, a su llamado, y en gratitud por su amor. Amén.

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SEGUNDA REFLEXIÓN Fe, Evangelio y Compromiso Sociopolítico

Joven Laica Melissa (Missy) Roberts Estudiante de Teología-Princeton University

Tuve el gran privilegio de ser parte de este evento de Fe, Evangelio y Compromiso sociopolítico el 13 de octubre de 2020. Antes de la presentación, uno de los miembros del grupo describió el movimiento como “un esfuerzo humilde y sencillo pero lleno de corazón y fe.” Este compromiso de corazón y fe fue tan evidente para mí—una fe vivida diariamente. La presentación de Eunice abordó unas preguntas fundamentales para la identidad y misión de la Iglesia ecuménica, tales como: "¿Cómo está organizada la sociedad?" y "¿A quién le beneficia?" Mientras algunos cristianos afirman que la Iglesia no debería meterse en la política, Eunice nos hizo recordar que no existe la pobreza sin el empobrecimiento, tal como no existe un crucificado sin un crucificador. Es decir: todos nosotros jugamos un papel en la política, lo reconozcamos o no. “La política es inevitable,” dijo Eunice. La verdad es que algunas personas no se dan cuenta de esto porque son miembros del grupo dominante en lugar de un grupo marginado como los pobres. Sin embargo, la Iglesia ecuménica tiene que involucrarse en los asuntos del pueblo porque Jesús mismo nos enseña que la fe es un estilo de vida más que una creencia o un sentimiento. La vida de Jesús nos muestra la voluntad de Dios—el florecimiento de toda la creación, basado en la paz y justicia. Todo lo que hacemos como Iglesia es una respuesta a la revelación de Dios en su gracia por medio de Jesucristo. Eunice me ha dejado con una gran pregunta: ¿Cómo responderemos al gran regalo que Dios nos ha dado?

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TERCERA REFLEXIÓN ¿Fue Jesús un ser político?1 Dr. Wilmar Roldán Solano Profesor de Teología-Universidad Javeriana Bogotá, Colombia Hablar de la dimensión política, en medio de la tensión generada por el desgaste de las democracias actuales, y de la crisis de polarización creada por los partidos políticos, y esto sumado a la corrupción de las estructuras políticas, no es sencillo. Más cuando el concepto de política tiene una construcción social con una imagen desgastada a causa de la manipulación de los medios de comunicación y la influencia de los generadores de opinión que no profundizan en sus aportes creando una atmosfera distorsionada del componente propio del quehacer político. Pero, el asunto de la propuesta política de Jesús se complica si se mide con los parámetros actuales y se olvida que su propuesta, del Reino de Dios, ha tenido, históricamente, incidencia hasta nuestros días. Por tanto, interrogantes como: ¿Habló Jesús de política con los de su entorno? ¿De dónde le podría venir la conciencia política a Jesús? Cuándo Jesús dice: “al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios” ¿Esta proponiendo un estilo de vida político o separando la política de la religión? Estás preguntas pueden dar orientación a una corta reflexión sobre las acciones y propuestas políticas de Jesús. Partiendo de unos presupuestos A la persona de Jesús se le ha concedido un sitio dedicado a lo sagrado y lo reservado, esa situación es el primer problema cuando nos enfrentamos a la propuesta política que él mismo hace. De modo que, al relegarlo a esa posición, sacra, se le está quitando la fuerza que comporta el contemplarlo como un ser social. Esto no impide que el pensar en Jesús como el Hijo de Dios, se prescinda de considerarlo como el hombre, puesto que Jesús en su encarnación esta abriéndole la posibilidad al ser humano de acceder a Dios. Por tanto, puede causar extrañeza el considerar a Jesús el Hijo de Dios un ser político, sin embargo, siendo consecuentes con nuestros postulados anteriores, nada más político que la forma en que Jesús mismo quiso organizar la sociedad de su tiempo, disminuyendo la exclusión, dando predilección a los pobres, los enfermos y pasando al centro de la sociedad a los niños, esto sin desconocer que él mismo habla sobre cómo las prostitutas antecederán a muchos en el Reino de los Cielos (Cfr. Mateo 21,32). De esta forma Jesús habló de una nueva manera de organizar la polis, yo no he venido a derogar la ley sino a darle pleno cumplimiento (Cfr. Mateo 5,17). Un nuevo orden de entender la llamada lógica de Dios, ya no desde la ley sino desde la persona. 1

Extracto del texto «La Propuesta Política de Jesús« perteneciente al «Secretariado Nacional de Pastoral Social / Cáritas Colombiana», preparado en 2013 por Wilmar Roldán Solano, Licenciado en teología de la Pontificia Universidad Javeriana. Magister en Misionología y Comunicación Social de la Pontificia Universidad Gregoriana, Roma. Especialista en Mariología de la Facultad Teológica Marianum, Roma.

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El acercamiento que se intenta hacer a la figura política de Jesús estará mediado por la influencia y el talante que él mismo le quiso dar a la forma de mostrar su experiencia de relacionarse con Dios. Pero, no lo concebimos en su relación con la política desligada de su ser Hijo de Dios y de su capacidad de entrar en relación con los otros, no desde un nivel superior sino desde su misma condición, como lo dice San Pablo, “tengan los mismos sentimientos de Cristo: el cual siendo de condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios, al contrario de rebajo haciéndose uno de ellos” (Filipenses 2,5-7). Aterrizar la política a contextos humanos se convierte en la tarea que debe estar en constante construcción, el reto está en sentar las bases, alejar el manto de pesimismo y de melancolía que surge al no tener claro los horizontes de cambio. Pensar en el bien que le puede causar a la sociedad un cambio en los referentes políticos que se tienen a nivel social es una tarea generacional, en donde el acento está en la capacidad que tengamos de buscar la transformación social. Las bases estarán cimentadas en la infancia. Dejar de pensar en que los niños y niñas no son sujetos de cambio político es un propósito. Ejemplos como los parlamentos infantiles en Estados democráticos, movimientos civiles de niños y niñas constructores de iniciativas transformadoras, no hacen parte de cuentos míticos ni de hadas, es el efecto de sociedades que le han apostado al cambio y a la transformación desde las bases. Por esto, descontaminar el ejercicio de hacer política, de prácticas inadecuadas de liderazgo y mal manejo del poder y trabajar por el empoderamiento de las y los ciudadanos es la tarea que podemos adelantar como agentes de incidencia. El ejemplo más palpable de esto, es la formación de las juntas de acción comunal o comités comunitarios de líderes y lideresas, organizaciones de las que se destaca cómo estas promueven la vida política de las comunidades barriales como un ejemplo plausible y que con esfuerzo, dedicación y acompañamiento se puede rescatar en su objetivo primario, el cual giraba en torno a la participación en política de los y las integrantes de comunidades barriales, dándoles funciones locales de construcción de desarrollo de política participativa y democrática. El objetivo de la incidencia de la Iglesia en la política esta centrado en la búsqueda de la construcción del Bien Común. La misma Iglesia anima a buscar en sus integrantes espacios de participación y acción política, el Concilio Vaticano II lo describió de esta forma: “esta organización de la sociedad, para lograr el Bien Común, hace necesaria la existencia de una autoridad que dirija la acción de todos y lleve todo hacia la realización del mismo”2. Pero el trasfondo de hacer política y de construir acciones que busquen el bien común, no ha sido un asunto ajeno en el pontificado del Papa Francisco, el cual señala que "los ciudadanos no deben desinteresarse de la política, sino que es importante participar en el bien común” 3. La insistencia del Papa es tan grande que sigue describiendo a la política como: “una de las formas más altas de la caridad, porque es servir al bien común”4. De esta forma, vincula, dos elementos importantes a rescatar, el 2

Concilio Vaticano II, Gaudium et Spes, No. 74 b. Francisco. Misas matutinas en la Domus Santae Martahe. Oremos para que los políticos nos gobiernen bien. Lunes 16 de septiembre de 2013. 4 Ibid. 3

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ejercicio del servicio público para un cristiano y la oportunidad de construir acciones políticas que, desde el principio del bien común instaure el compromiso político. Pero, no pensemos que dicho tema hace parte solo de este último papado, que ha buscado reivindicaciones sociales de algunas acciones propias de la Iglesia Diogneto 5, puesto que ya en el siglo II o III animaba a las y los cristianos a dinamizar su acción política con acciones concretas: “Habitan en sus propias patrias, pero como extranjeros; participan en todo como los ciudadanos, pero lo soportan todo como extranjeros; toda tierra extraña les es patria, y toda patria les es extraña”6. Los ejemplos y referentes de hacer política desde el cristianismo son muchos, sin embargo, todos estos van a animar a los creyentes a vivir en perfecta asociación de las sociedades de las cuales ellos mismos hacen parte. El ser creyente no está alejado del ser ciudadano y, por ende, poner las dinámicas del evangelio al servicio de la conformación de una sociedad justa y recta desde la vida política, es una tarea permanente del quehacer cristiano. Por tanto, al establecerse las verdaderas acciones reivindicadoras del derecho y la participación, se insta a reconocer la fe de la cual cada uno se hace portador en acciones comunitarias concretas. El poder, una forma de hacer política Jesús Jesús tenía poder de convencimiento porque hablaba con autoridad y poder (Cfr. Marcos 4,35-41). Él aquello que decía lo hacía. Así está narrado, a tal punto que sus mismos con seguidores y contradictores reconocían en él su gran poder. La dýnamis (δύναμις) capacidad o poder de hacer las cosas que anunciaba; denotaba la fuerza que tenían sus palabras, a diferencia de los líderes que se forjaban en su contexto histórico, que hablaban y eran jueces de lo que mandaban hacer, pero no hacían (Cfr. Mateo 23,2732). Esto nos lleva a pensar en que había un componente de integralidad en la vida política de Jesús. La acción política de él surge de la fusión de tres componentes: el cultural, lo social, y lo religioso, en estos referentes Jesús empieza a definir su carácter político. Cada uno de los referentes citados tiene un contenido que va a determinar la acción propia que configura el ser ciudadano de Jesús. Del ambiente de la cultura se va a destacar la fuerza que tenía el influjo helenista o griego de aquel momento. Lo social fue también permeado por la cultura griega, característica que en cuanto a lo religioso pesaba mucho en el ambiente judío de la época y los movimientos que había al interior de esta religión que representaba el interés espiritual de toda una nación. Por tanto, sobre el tema hay mucho que ver y profundizar. La tarea que se tiene, en estos tiempos turbulentos, es buscar ser conscientes de una realidad innegable, todo ser humano es político, y, por ende, todo quehacer cristiano, también es político. 5

Es uno de los padres apologetas de la fe del siglo II.

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CUARTA REFLEXIÓN Fe, Evangelio y Compromiso Socio Político Rvdo. Eduardo I. García Soto Iglesia Metodista Pienso amado lector/a, que la teología tiene su fundamento en la praxis desde el contexto en que se vive. La fuerza de la fe cristiana nace de la misión que está marcada por la actividad y la acción en la sociedad en la que se vive, para realizar la misión a través del evangelio de nuestro maestro Jesús. Tenemos que realizar una misión coherente dirigida al amor, la caridad y la entrega, tomando como parámetro la acción y vida de Jesús. El ministerio del Caballero de la Cruz radicó en un compromiso para el cambio social. El mismo Jesús transformó el sistema de pureza a un sistema de misericordia en el cual lo importante no son los parámetros de una ley Mosaica llena de marginación, sino el amor al prójimo y la acción social. Dentro de mi tradición Wesleyana, afirmo la santidad social. Juan Wesley decía que no hay más santidad que la social, que es servir y amar el prójimo. Amar al prójimo lo visualizo como luchar para que ese prójimo tenga los mismos derechos y responsabilidades que disfruto. Ese amor se da en la diversidad, mi prójimo no tiene que tener mi ideal, ni mi orientación sexual, ni mi fe para amarlo. Jesús nos enseñó que la misión de Dios no es otra que amar, respetar y ser empático con los demás. Desde esta visión podemos ver a un Dios que no es neutral, sino que está parcializado con el que sufre, con el vulnerable, y la Iglesia está llamada a hacer lo mismo, a parcializarse a favor de aquellos/as que otros/as marginan y golpean. Ser voz profética en contra de la injusticia porque no podemos tener paz sin justicia. En nuestros días ese compromiso socio político de la Iglesia se mueve como un péndulo. En un extremo el inmovilismo que afirma que la Iglesia no debe introducirse en la política, que su misión se encapsula en un templo y en una adoración que promulga el bien propio. El otro extremo es el partidismo al nivel que se ve la fe como un proceso de conquista para tener el poder y marginan aquellos que son diferentes. Su modo de funcionar es la manipulación. De tal manera que volvemos a la ley de la pureza y nos alejamos del modelo de Jesús. Puerto Rico, nuestra nación y patria, ha vivido más de 500 años de coloniaje; y comprendiendo esta realidad podremos tener un mejor entendimiento de la psicología de dependencia que sufrimos y la falta de cohesión nacional que nos ha llevado a un tribalismo partidista dividido en colores, en estereotipos, en el cual se predica: mi color es el bueno y el tuyo es el malo. Mi partido ha robado, pero el tuyo ha robado más y de esta forma no hay transformación social, sino que caemos en un círculo de disfuncionalidad. 15 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


La Iglesia de la santidad social no se mueve en los extremos del péndulo, sino que trabaja desde el balance en la que se compromete a ser instrumento social que sobrepasa lo eclesiástico y que se mueve según la misión de Dios de dar plenitud y a ser co- igual a los demás. La Iglesia, en este sentido, le da voz a los que lo secular y algunas religiones tratan de silenciar; descubre la dignidad en los que otros marginan y golpean y ve la gracia de Dios en la diversidad. De esta forma se sirve a las necesidades fundamentales de las personas más que a los grandes intereses. Protegiendo la creación que Dios nos ha dado para que la misma nos alimente a todos/as, que no sea explotada para el desarrollo de capital. Una vida eclesiástica que fomenta la vida esforzada y laboriosa, la compasión, la hospitalidad, la buena convivencia con el respeto a la dignidad humana y a todo lo creado por el Dios Trino. El pueblo de Dios que vive una fe comprometida con la transformación de la sociedad trasmite y promulga una convivencia humana como la que nos enseñó Jesús. Este pueblo lo realiza con la palabra y la acción, con la buena voluntad que nos convierte en sal y levadura para la transformación desde nuestro cuerpo social y promulgar la calidad integral de PR y el mundo. Contribuyendo así a nuestra identidad nacional que va más allá de lo que el partidismo define como estatus. En otras palabras, es encarnarse en aquellos/as que han vivido la persecución, ponerse en los zapatos de aquellos/as que se esfuerzan por la unidad y la convivencia humana. Es marchar a favor de los que sufren marginación, de esa forma somos instrumentos de paz porque luchamos por la justicia. De esta forma y desde esta fe que trabaja en el amor y que da testimonio del evangelio de Jesús es que se anuncia que el Reino de Dios está entre nosotros/as. La función de la sal y la levadura nos hace vivir una fe comprometida con la transformación social y nos desafía a luchar junto a otros hombres y mujeres que comparten o no comparten nuestra fe, que comparten o no comparten nuestro ideal, pero que nos une la buena voluntad y el amor para que nuestra nación pueda tomar su propio destino en sus manos. En síntesis, nos compromete a luchar por una sociedad diversa pero más humana, más justa y más fraterna. Ese compromiso nos pondrá en conflicto con fuerzas e intereses contrarios al proceso de humanización social y como pueblo de Dios debemos estar prestos/as a pagar el precio de darle seguimiento al evangelio promulgado por el Jesús histórico. Es tarea ineludible, para los que seguimos el ejemplo de Jesús, discernir el mensaje cristiano para que este liberado de estereotipos sociales y religiosos que podamos llevar la nueva del evangelio y ser comunidades de fe con la fuerza del Espíritu para denunciar la injusticia que se comete contra nuestro prójimo y contra nuestra madre naturaleza y llevar el evangelio de nuestro maestro Jesús afirmando: “El tiempo de ha cumplido y el Reino de Dios se ha acercado, convertíos y creed en el evangelio”. Que así nos ayude Dios. La paz.

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QUINTA REFLEXIÓN Fe, evangelio y compromiso sociopolítico: " ...hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo.”. Laico Javier Biaggi Caballero Iglesia Católica Romana Dios en su infinita misericordia quiso revelarse al mundo y renovar la amistad con su criatura. Escogió a un hombre, Abraham, modelo de creyente y de obediencia al "primer evangelio" de la voz de Yahvé. ¡Dios está vivo y quiere tener un pueblo; somos su pueblo! Sin embargo, la historia de nuestra salvación no ha sido miel y leche; guerras, esclavitud, liberación, coloniaje, más guerras, pobreza. El amor a Dios se volvió ritualístico y superficial, se fue endureciendo hasta hacerse "de piedra". Dios siguió siendo fiel "lento a la ira y rico en misericordia" aun viendo como su pueblo con un corazón de piedra no le adoraba en espíritu ni en verdad. Harto Dios de todo les expresa por su profeta Isaías: "No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación. Luna nueva, sábado y el convocar asambleas, no lo puedo sufrir. ¡Son iniquidad vuestras fiestas solemnes!" (Isaías 1,13). Un corazón endurecido, seco, no veía el Pacto como Ley de Amor sino la ley de un Dios lejano que exigía el Sábado antes que la caridad fraterna. Y viendo Dios este endurecimiento dijo por boca de Ezequiel: "Además, os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros; quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne" (Ezequiel 3:28). Vemos desde la óptica del Evangelio, que a lo largo del Antiguo Testamento hubo lento desfase entre fe y vida del Pueblo de Dios que solo tuvo solución al cumplirse la Señal prometida “He aquí que una doncella está encinta y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel.” (Is 7,14) “Llegada la plenitud de los tiempos” Jesús nos presenta a su Padre tal cual es Él, pero aun compartiendo con ellos no le reconocen. "Le dice Felipe: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta.» Le dice Jesús: «¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre? "(Jn 14,8-9). Felipe viendo lo que vio, escuchando lo que escuchó, sintiendo lo que sintió, siendo testigo de primera línea junto a Jesús, tenía endurecido su corazón como todos. Más tarde vemos como Dios cumple su Palabra por Ezequiel ahora por boca de un Pablo convertido estrenando ese Nuevo Pueblo de Dios, "Pues no está en el exterior el ser judío, ni es circuncisión la externa, la de la carne. El verdadero judío lo es en el interior, y la verdadera circuncisión, la del corazón, según el espíritu y no según la letra. " (Romanos 2, 28-29). Es por el Bautismo que recibimos el nuevo corazón de carne y por el Espíritu Santo, el nuevo espíritu. Pablo nos advierte que no podemos ser bautizados de pintura y el verdadero cristiano lo es en su interior primero y debe florecer al exterior. Así pues, el viejo pacto con Dios donde se consagraba el varón a Dios por la circuncisión excluyó a la mujer de su consagración solo por su marido por ser carne de su carne. 17 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


Jesús restaura a la mujer en el Nuevo Pacto abriendo su corazón a la consagración a Dios por el bautismo. Jesús inaugura el Nuevo Pueblo de Dios con la liberación de la mujer, los esclavos y esclavas, los jóvenes, las viudas, los niños; todos somos hijos de Dios. ¿Pero, acaso se nos está endureciendo el corazón y el espíritu está marchito? ¿Acaso ya a la voz de Dios corremos a escondernos? ¿Es que los principios de amor, hermandad, perdón y su preferencia por los pobres agonizan en nuestros corazones y socavan los cimientos del Nuevo Pueblo de Dios que debe ser reflejo de aquel Reino que pedimos que “venga a nosotros” todos los días? Entonces, ¿cuál es el compromiso sociopolítico del evangelizado? Claramente, Dios tiene especial preferencia por los pobres. El diezmo lo instituye para que Su Divina Providencia se alargue por las manos de los agricultores para los huérfanos, las viudas, los forasteros y los levitas y por ello era en especie. Jesús confirma la opción preferencial de Dios por el pobre, el hambriento, el sediento, el desnudo, el encarcelado, el forastero, el marginado, el enfermo, el endemoniado, el sirviente, el centurión y el doliente y los puso como nuestro camino de salvación y les dijo “de cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis” (Mt. 25-46) Todo el plan sociopolítico se resume en que Todos Somos Hermanos. ¿Creemos en Él? ¿Le creemos a Él? ¿Somos del Nuevo Pueblo de Dios y se nos nota hasta… en cómo votamos? Por otro lado, examinemos lo que San Pablo le escribe a Timoteo: "...para que sepas cómo hay que portarse en la casa de Dios, que es la Iglesia de Dios vivo, columna y fundamento de la verdad. (1 Tim 3,)" Tenemos un problema planteado, para un cristiano; ¿cuándo no se está en la Iglesia? ¿Cuándo no tenemos que corresponder a la verdad? Tenemos pues que exigir de nuestros gobernantes cristianos primero la verdad de y en los problemas sociales y políticos. Se han cometido vejámenes con nuestros niños, contra personas de edad avanzada, contra los enfermos, los retirados, contra miles despojados de servicios médicos, una educación insuficiente. ¿Es la separación de Iglesia Estado una separación conveniente de la verdad y el Estado? Otra vez nuestro desfase de Fe y Evangelio. Los cristianos con corazón de carne y con un espíritu renovado y llamados a servir al pueblo en el ámbito político, no pueden sustraerse ni de su fe y ni del Evangelio. Sus propuestas tienen que eminentemente ser reflejo de lo que cree y vive. Es un servicio de alta caridad que puede ser ocasión para la salvación como para la condenación. Está llamado a ser y dar razón de su esperanza con su testimonio fiel y vivo de Jesucristo. El plan que sea tiene que estar dirigido al bien común, a la defensa de la dignidad de todos las personas, a la protección de la familia, a buscar que todas las políticas públicas tengan como objeto directo no ser obstáculo para el progreso y la felicidad de cada persona, la familia y la comunidad para que todos obren y puedan darle la mayor gloria a Dios. El gobierno de un país o de un municipio eminentemente cristiano tiene, que obrar para todo el pueblo en nombre de Dios inclusive para el forastero; para quienes también les reservó parte del diezmo. El forastero no era judío tenía costumbres, ideas y hasta una fe distinta a la comunidad. Recordemos los testigos de Pentecostés: "Estupefactos y 18 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


admirados decían: «¿Es que no son galileos todos estos que están hablando? Pues ¿cómo cada uno de nosotros los oímos en nuestra propia lengua nativa? Partos, medos y elamitas; habitantes de Mesopotamia, Judea, Capadocia, el Ponto, Asia, Frigia, Panfilia, Egipto, la parte de Libia fronteriza con Cirene, forasteros romanos, judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos los oímos hablar en nuestra lengua las maravillas de Dios.» Todos estaban estupefactos y perplejos y se decían unos a otros: «¿Qué significa esto?»" (Hechos 2, 7-12) Aún hoy resuena esa pregunta, “¿Qué significa esto?” Los forasteros representan la diversidad, no sólo geográfica, si no de valores, costumbres, ideas y credos. Con estos también tenemos que compartir el diezmo, pero de muestro corazón. ¿Son forasteros todos los que no piensan como cada uno de nosotros? ¿Son forasteros los que no viven nuestros valores? Cuidado, Dios nos advierte y nos manda: "Cuando un forastero resida junto a ti, en vuestra tierra, no le molestéis. Al forastero que reside junto a vosotros, le miraréis como a uno de vuestro pueblo y lo amarás como a ti mismo." (Levítico 19,3334). Dios nos habla hoy y siempre y nunca nos ha ordenado: Juzgarás a tu prójimo por lo que tú crees. Dios Maestro nos puso una enseñanza terriblemente más difícil que juzgar; “Amarás a tu prójimo, forastero o no, enemigo o no, como a tí mismo." Queridos compañeros del Camino: ¿vivimos con la certeza de lo que esperamos? ¿Estamos convencidos de que existe Dios y queremos que se haga hoy, aquí y ahora Su voluntad como la hace en Su Reino que no vemos? ¿Vivimos con el compromiso de vivir haciendo la voluntad de Dios para que hoy “venga a nosotros Tú reino”? Como hijos de Dios podemos intuir el compromiso sociopolítico del cristiano basta mirar la esencia del ser humano creado por Dios, de Su misma substancia, con la misma vida que Dios tiene; con la misma libertad de obrar por reflexión y elección que Dios posee; con el mismo amor que Dios Es. ¡Nos creó a Su imagen y semejanza, somos Hijos! ¡Y Todos Somos Hermanos! Cumplir con la responsabilidad democrática es alta ocasión para amar a nuestros hermanos. Por la Fe y los Evangelios, la Iglesia y la verdad que contiene, es el crisol por el cual veo y juzgo si en las propuestas se busca el bien común; si hay compromiso verdadero con los preferidos de Dios; si los programas y proyectos protegen la Casa Común; si el gobierno es uno fraternal, de acceso a todos, con respeto por todos, que sirva bien a todos, “cristianos y forasteros”. Un gobierno que sea para los olvidados, los marginados y los últimos, pradera de hierba fresca y aguas de descanso, no tormentos, percusión y desamor. Un gobierno que viva y fomente un espíritu fraternal. Que su programa sea para adelantar y acercarse lo más que pueda al Reino de Cristo, el Reino de Justicia, Amor y Paz. Sí, nuestro voto tiene que reflejar el compromiso sociopolítico contenido en Su Evangelio, columna y fundamento de nuestra Fe.

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SEXTA REFLEXIÓN Revisitando el problema de fe y política: dos puntos de partida y un horizonte Rvdo. P. Francisco A. Morales Pérez Iglesia Episcopal Diócesis de Puerto Rico A superar los dogmatismos tanto del marxismo ortodoxo como del cristianismo ortodoxo, a eliminar los dualismos del pasado entre sagrado y profano, religión y política, Iglesia y mundo, esperanza cristiana y utopías históricas, a articular de manera coherente las relaciones entre fe y política, salvación cristiana y liberación, amor cristiano y lucha de clases, experiencia religiosa y compromiso en el mundo. Juan José Tamayo, Adiós a la cristiandad. Barcelona: Ediciones B, 2003, 203. Primer punto de partida: una dialéctica inescapable y las consecuencias de una tragedia que no ha terminado No es quizá exagerado afirmar que incluso antes de Agustín de Hipona, el entendimiento cristiano de la relación entre fe y política ha estado marcado a lo largo de los siglos por una dialéctica de la que no es posible escapar. Por un lado, la persona creyente se sabe situada en un mundo constituido por cosas, otros seres vivos y personas. Su necesidad de regular su relación con estas últimas es lo que sienta las bases para la política. Al mismo tiempo, la persona creyente se sabe avocada a la plenitud de un reino de Dios que no se identifica plenamente con el mundo en ninguna de sus configuraciones históricas. El eje del conflicto radica entre otras cosas en que ese estar situada en el mundo no es meramente un dato fáctico, sino una manera constitutiva de su ser. Como nos lo han recordado Xavier Zubiri e Ignacio Ellacuría, es en la manera concreta de ese situarse que la persona humana construye, pero también se juega, su vida. Simultáneamente, en su acto de fe, actualizando su apertura radical al horizonte utópico del Reino, se juega su vida eterna. No se trata aquí de introducir dicotomías artificiosas entre mundo y Reino sino de resistir la tentación a identificarlos plenamente sin un aparato crítico que nos salve de posturas no meramente ingenuas sino ultimadamente idolátricas. Aquí es necesario ir más allá de la tradicional y engañosa división entre trascendencia e inmanencia o entre “lo espiritual” y “lo meramente humano” para afirmar la intrínseca unidad dialéctica de fe y praxis mundana. A los lectores y lectoras avezadas les será evidente la falta de una clara distinción entre religión y fe. Habría que hacerla, pero no hay espacio para ello. Usaré los dos términos indistintamente como si fuesen sinónimos. En términos generales, el cristianismo ha fallado históricamente en negociar las exigencias de esta dialléctica asumiendo unas veces posturas que apuntalan representaciones pseudo-sagradas o pseudo-demoníacas de los poderes políticos de 20 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


turno o bien discursos pseudo-espirituales que proponen la enajenación del mundo como único camino de salvación. Es imposible tratar aquí el tema con ni siquiera un mínimo de propiedad. Pero no es posible adelantar en este punto sin mencionar dos hitos importantes lamentando dejar afuera otros igualmente significativos. El primero estaría representado por todos los procesos sociohistóricos, culturales y religiosos que, al inicio de la modernidad, desembocaron eventualmente en la emancipación del ámbito secular en Occidente. El segundo es el vaciado de las metanarrativas, característico de la posmodernidad, y su corolario, la emergencia de sujetos históricos alternativos. Uno despojó a la religión de toda legitimidad en su reclamo monopolista sobre la verdad y el otro terminó de desmantelar su sólito protagonismo cultural y le colocó en medio de la plaza pública en donde ahora tiene que competir de tú a tú con noveles interlocutores. Estos son cada vez más variados y diversos, con igual o mayor valor de atracción para las masas y, en muchos casos, con mejores medios para hacerse escuchar y ganar adeptos. Como resultado, se ha amainado la prepotencia de las voces eclesiales más recalcitrantes y eso es muy bueno; pero también algunas comunidades cristianas han buscado con frecuencia refugiarse en los templos abandonando la arena pública en manos de los “mundanos” asumiendo entonces una postura sólo ilusoriamente apolítica y claramente contraria a su vocación profética. Por otro lado, el avivamiento fundamentalista ha pretendido subsanar el déficit de presencia pública con una feroz ofensiva mediática que hace de sus posturas ultraconservadoras y decididamente retrógradas la carta de presentación de creyentes de todas las persuasiones y denominaciones, erróneamente aunados de esa manera ante la opinión pública. Un puñado de laicos y clero “progresistas” ha procurado hacer aportes significativos pero no ha logrado atraer ni asegurar el apoyo de consistente de las grandes mayorías. Este apretado e insuficiente planteamiento del problema tendrá que ser el marco de referencia provisional desde el cual propongo eso que no sé cómo describir sino como una gran tragedia: sea por un erróneo entendimiento de la dialéctica entre mundo y Reino de Dios o sea por no saber responder a los retos del mundo actual, los cristianos y las cristianas hemos abandonado y, en ocasiones, simplemente dejado arrebatar nuestra voz, mutilando el rol de la Iglesia en el mundo y quebrando su voz profética. La relativamente escasa presencia cristiana en los medios ha sido en su mayor parte secuestrada por varias formas de fundamentalismo que, a pesar de sus claras diferencias de enfoque y motivación, logran coagularse en torno a proyectos integristas de nueva cuña. El clero y el laicado comprometido con la justicia no ha logrado galvanizar a las mayorías y ha tendido a permanecer, hasta ahora, como una realidad propia de las periferias eclesiales. En todos los casos, las consecuencias han sido nefastas. No hay espacio aquí para siquiera enumerarlas. “Para constituirse en signo eficaz del evangelio, la Iglesia ha de comenzar reconociendo su contribución a la opresión injusta de los hombres.” Ignacio Ellacuría, Teología Política. San Salvador: Secretariado Social Interdiocesano, 1973, 59-63. 21 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


Segundo punto de partida: una confesión de pecado Una gran cantidad de creyentes que en nuestros países sienten nostalgia por los tiempos de las cristiandades pretéritas, reales o imaginadas, parece vivir totalmente enajenada y, en algunos casos, abiertamente en negación del funesto rol desempeñado por algunas instancias eclesiales y sus representantes. Las lágrimas de su lamento por lo perdido oscurecen su mirada para no ver lo que al pueblo le parece más que evidente: por más que existen múltiples y honrosas excepciones, fueron miembros de la Iglesia quienes primero abandonaron al pueblo, quienes cerraron sus ojos a su explotación, quienes procuraron narcotizar su dolor con rosarios, inciensos y aleluyas, quienes demonizaron sus sindicatos y abrieron complacidos sus arcas para recibir el dinero manchado con la sangre de obreros y campesinos. Fueron ellos quienes santificaron la violencia doméstica y quienes aprovecharon su poder sagrado para mancillar la dignidad de numerosos niños y niñas vulnerables. Todo ello resulta en una especie de divorcio contencioso entre Iglesia y mundo que viene no ya meramente como consecuencia del reclamo de autonomía secular sino como reivindicación frente a una larga lista de agravios. Y por ello, aunque no lo quiera, la Iglesia llega a este duelo con un grave déficit de credibilidad. Un horizonte En lo que sigue esbozo algunos de los elementos que me parecen importantes a la hora de reflexionar y actuar sobre la relación de fe y política. Me ciño al ámbito eclesial porque es el que mejor conozco. Atisbando la urgencia de una presencia cristiana como détente a las terribles situaciones de opresión e injusticia en América Latina, Ignacio Ellacuría nos invitó el siglo pasado a concebir la Iglesia como “sacramento histórico de liberación.” Para el jesuita vasco-salvadoreño “la Iglesia se dedica a la liberación porque está en la esencia misma de su misión, porque es una exigencia ineludible de su servicio al mundo.” Por ello, “la exigencia absoluta de justicia” se constituye en “signo de credibilidad de la Iglesia.” Como pasó hasta cierto punto en el verano de 2019 en Puerto Rico, la Iglesia ha de acompañar al pueblo en sus luchas. Pero ha de hacerlo desde los y las más vulnerables. Al hacerlo, deberá comprometerse a evitar la paradoja de pedir democracia al mundo mientras mantiene estructuras injustas y opresivas en su interior a la vez que se sostiene de su complicidad con los opresores. El clero, por su parte, necesita escuchar al pueblo con humildad y reconocer los avances que ya están haciendo muchos laicos y laicas. El pueblo no tiene tiempo para esperar porque es su vida la que está en juego. Hace tiempo que la Iglesia no es referente de autoridad para las mayorías y ciertamente, no el único. La praxis requerida desde la fidelidad a su misión no puede actualizarse al margen de su identidad como instancia mediadora del Reino. En consecuencia, desde su realidad particular, y desde una mirada crítica sobre las concreciones históricas (eclesiales y seculares), tendrá que ir tejiendo alianzas o puentes sin perder de vista el horizonte del Reino. Concomitantemente, habrá que proseguir la tarea de renovar el discurso teológico para atender los problemas de fondo que van más allá del mero 22 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


partidismo y que conectan con temas políticos urgentes como el capitalismo rampante, el coloniaje, la corrupción, la jurisdicción del Estado sobre los cuerpos y los amores, el género, el patriarcado, la ecología y el impacto de los cambios generacionales y demográficos sobre nuestras comunidades. Estos son los tiempos de las “fake news” importunamente aderezados por los desafíos que nos impone la pandemia del Covid-19. Se hace imprescindible recuperar el verdadero discurso evangélico, tanto al interior de nuestras comunidades de fe como en los medios y redes sociales, sobre la relación fe-política. Esto sólo será factible desde una praxis liberadora que limpie tanto la palabra “política” como la praxis que la encarna, de todas las repugnantes acreciones que le sirven de dudoso adorno en el ámbito público de nuestros países y que obligue a un replanteamiento de las exigencias de la fe desde el Dios-con-nosotros.

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SÉPTIMA REFLEXIÓN Fe, Evangelio y Compromiso Sociopolítico Rvda. Ofelia Miriam Ortega Seminario Evangélico Teológico-Iglesia Presbiteriana Provincia de Matanzas, Cuba Después de la experiencia que hemos tenido algunos pastores y laicos cubanos al participar en el Parlamento Cubano como Diputados, tenemos ahora el propósito de escribir un libro contando nuestras experiencias en ese espacio de la "Teología Pública". No sé si lo lograremos, pero en nuestros corazones está esa intención. El teólogo Metz nos asombra con esta afirmación: "La teología ha reducido el núcleo central del mensaje cristiano al ámbito privado, y la práctica de la fe a una decisión a espaldas del mundo. Es cierto que la absolutización de la política es incompatible con la fe. Pero, a la vez, la absolutización de la fe sin contenido político alguno es incompatible con el evangelio". Según Metz, en un momento existió el primer peligro, pero en nuestros días el real peligro está en la segunda posición, y esto no es una postura religiosa, sino profundamente ideológica y política que es urgente desenmascarar. En un artículo de un joven teólogo cubano Ary Fernández en la revista Cuba Teológica del Seminario Evangélico de Teología leemos: "Otro de los aportes importantes de este quehacer teológico cubano es que fue desde sus comienzos un pensamiento teológico explícitamente político. En otras palabras, fue un pensamiento que dotó, o mejor aún, devolvió a conceptos y dogmas teológicos fundamentales de la fe cristiana un contenido político que había sido ocultado o negado por teologías de corte más intimista, e incluso, liberal burgués... el desafío para el actuar quehacer teológico será entonces rescatar la dimensión política, que es inherente a los orígenes del cristianismo y a la historia del pensamiento cristiano". Me gustaría compartir mi experiencia como Diputada del Parlamento cubano por 10 años (2008-2017). ¿Cómo llegué allí? Fui propuesta por la Federación de Mujeres Cubanas con la intención de incluir mujeres en el Parlamento que han trabajado por la liberación de las mujeres por muchos años, desde sus trabajos eclesiales o seculares. Esta fue una experiencia pastoral y ecuménica de un valor incalculable en mi vida. Aprendí el verdadero sentido de lo político durante esos diez años donde las palabras comunidad y participación fueron esenciales. Participé en la Comisión de Asuntos Internacionales del Parlamento y en todas las reuniones donde se discutía el futuro de la Nación a través de los cambios históricos significativos que fueron ocurriendo. Experimenté una emoción muy grande cuando en la última Asamblea Nacional del Poder Popular a la que yo asistía en el 2017, una compañera dirigente dijo: “No podemos terminar esta Asamblea sin agradecer la presencia de Ofelia Ortega que ha sido para nosotras y nosotros una gran ayuda espiritual". 24 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


Me asombré ante estas palabras que me ayudaron a discernir que mi participación política siempre estuvo inspirada por el compromiso " crístico" de Jesús de Nazareth. Quisiera terminar con las palabras de Miguel Barnet, presidente de Honor de la UNEAC (Unión Nacional de Escritores y Artistas cubanos) en su poema “La Política": "La política es el arte de hacer el bien a quien lo necesite, o mejor dicho, al prójimo, para que sepa más a un versículo de la Biblia". A estas palabras solamente podemos añadir: !AMÉN!

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OCTAVA REFLEXIÓN LA CARTA A FILEMÓN Y LA P(p)OLÍTICA Rvdo. Juan Ángel Gutiérrez Rodríguez Iglesia Bautista El Evangelio de Juan (10.10) afirma que Jesús vino “para que tengan vida y la tengan en abundancia”. Esta promesa es lo que nos permite afirmar que una fe activa cambia la vida concreta de los seres humanos. El reverendo Martin Luther King Jr. nos que el Evangelio “trata del hombre total no solamente de su bien espiritual, sino también del bienestar. Una religión que tiene una preocupación por las almas de los hombres, pero que no se preocupa de los barrios de barracas, las condiciones económicas asfixiantes y las condiciones sociales paralizadoras, es una religión espiritualmente moribunda”. En su discurso “Una religión de hacer” de 1954 pronunciaba King precisaba lo anterior al afirmar que “si la religión ha de ser real y genuina en nuestras vidas, entonces debe ser vivida como una fuerza dinámica. La religión debe ser eficaz en el mundo político, el mundo económico, y de hecho toda la situación social. La religión debería fluir a través de la corriente de toda la vida. La dicotomía fácil entre lo sagrado y lo secular, el dios de la religión y el dios de la vida, el dios del domingo y el dios del lunes ha causado estragos en los portales de la religión. Tenemos que darnos cuenta de que el Dios de la religión es el Dios de la vida y que el Dios del domingo es el Dios del lunes”. Sin cambiar esas condiciones concretas de la vida, la fe en un Dios viviente y de vida, pierde su poder transformador. Es por esa razón que la fe tiene, urgentemente, que reconocer la necesidad de la participación en la política y en lo político. El teólogo y filósofo Leonardo Boff en su reflexión “La dimensión política de la fe hoy” nos señala que “la fe engloba también la política con P mayúscula (política social) y con p minúscula (política partidaria). Siempre se puede preguntar: ¿en qué medida la política, ya sea social o partidaria, es instrumento para la realización de los bienes del Reino como el amor social, la fraternidad sin fronteras, la justicia personal y social, la solidaridad y la tolerancia? En qué medida la política crea las condiciones para que las personas se abran a la cooperación y no se devoren unas a otras mediante la competición sino en comunión unos con otros y con Dios”. Boff en su trabajo, nos señala que “…hay dos tipos de política: una escrita con P mayúscula y otra con p minúscula: Política social (P) y política partidaria (p). Política social (P): es todo lo que concierne al bien común de la sociedad, o bien es la participación de las personas en la vida social. Política partidaria (p): es la lucha por el poder del estado, para conquistar el gobierno municipal, estatal y federal”. La fe no puede desatender de la P(p)olítica, ambas son fundamentales para asegurar y proveer una vida plena y abundante a toda la creación (humanidad y naturaleza). La carta de Pablo a Filemón nos puede dar algunas claves sobre cómo podemos enfrentar y manejar la participación P(p)olítica de una manera que sea liberadora. Reconozco que Pablo no 26 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


condena la esclavitud, no le era posible hacerlo. Su forma de enfrentar el asunto de Onésimo, un esclavo prófugo, puede darnos luz de cómo enfrentar la P(p)olítica. − Primero, el acogimiento. Onésimo era un esclavo fugitivo. Pablo no se fija en su condición de esclavo fugitivo, sino que lo ve y lo trata como un hermano y lo acoge. En la P(p)olítica tenemos que aprender a acogernos mutuamente para construir, juntos y juntas, una nueva sociedad. − Segundo, la desobediencia. Pablo, al acoger al esclavo fugitivo Onésimo y al no denunciarlo a las autoridades ni a su amo de manera inmediata, está desobedeciendo las leyes de la época. Un paso esencial para construir una nueva sociedad es una P(p)olítica de desobediencia a las leyes, reglamentos y regulaciones que promueven la opresión y la exclusión. Una P(p)olítica que rompa con el pasado de pecado y maldad. − Tercero, la libertad. Pablo reconoce que lo fundamental para construir nuevas relaciones sociales, políticas, económicas y culturales no es la imposición sino la libertad de recibir y aceptar al otro o a la otra. En muchas ocasiones creemos que lo más importante es tomar el poder para imponer, por la fuerza de la ley, nuestra concepción de justicia y equidad. La verdadera liberación comienza cuando desarrollamos una P(p)olítica educativa donde el ser humano pueda vivir y actuar en plena libertad y optar por el acogimiento y el amor. − Cuarto, el amor. Pablo le pide a Filemón que actúe en amor. Si el fundamento de nuestra acción P(p)olítica es el amor entonces podemos actuar con libertad para desobedecer leyes injustas y opresivas y acogernos mutuamente. − Por último, la igualdad y la equidad. Pablo le pide a Filemón que reciba a Onésimo no como un esclavo o fugitivo sino como un hermano en la fe. Nuestra participación en la P(p)olítica tiene que procurar actuar con el entendimiento de la igualdad y la equidad entre todos y todas los y las que participan de la sociedad. La participación P(p)olítica es una necesidad imperiosa en el mundo en que vivimos. Reconociendo los obstáculos, los retos y las dificultades de esa participación, los principios de acogimiento, desobediencia, libertad, amor e igualdad y equidad son actitudes que nos permitirán dejar de ser meros oidores de la palabra y convertirnos en verdaderos hacedores de ella “para que todo y todas tenga vida y la tengan en abundancia”.

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NOVENA REFLEXIÓN Fe-Esperanza-Compromiso-Sociopolítico Rvdo. P. Juan Velázquez (Juancho) Iglesia Episcopal Diócesis de Puerto Rico La historia de la salvación del pueblo de Dios que leemos en la Biblia trata de como Israel, es guiado por Dios a través de sus profetas a la tierra prometida, tras vivir bajo el yugo de los gobernantes egipcios. Ese Dios es el mismo que los acompaña posteriormente a luchar y erradicar de la mente del pueblo sus miedos a realizar el camino difícil de construir una nación libre y soberana. Era Dios o en su defecto, los profetas; empezando por Moisés, políticos que en vez de congregar a su pueblo para tener servicios religiosos para encontrar paz espiritual en medio del caos en que vivían, estaban creando conciencia de que aunque en Egipto, el pueblo de Israel tenía un techo seguro y comida en abundancia, lo cierto era que vivían bajo el dominio del imperio egipcio y sus faraones, donde carecían de los derechos fundamentales que el resto de los ciudadanos egipcio poseían. Así es como comienza la historia de Israel como pueblo escogido de Dios. Su fe estaba comprometida con el Dios de la esperanza para una vida espiritual y materialmente mejor. Posteriormente llega Jesús a quien le mataran por revoltoso. Por cierto, aunque buen judío, no se pasaba metido en la sinagoga celebrando o asistiendo a servicios religiosos para encontrar paz espiritual y alabando al Señor. Estaba acompañando a las víctimas de un estado sistemático de opresión. Su más grande discurso para la historia de la salvación fue el de las bienaventuranzas en el Sermón del Monte (Lucas 6: 20-23 ). Este trozo de escrito establece con claridad la opción por una sociedad igualatoria y denuncia los atropellos cometidos por los que oprimen a los pueblos. Muchas personas, con muy buenas intenciones, van a la Iglesia a buscar un recogimiento espiritual y se encuentran con que el celebrante les predica un sermón político sobre los valores que corresponden a una mejor versión de nuestra humanidad, que fue el norte de los antiguos profetas, de Nuestro Señor Jesús y la de todos los mártires que han ofrendado sus vidas por un mundo donde se respete la dignidad de los seres humanos. No está mal buscar el recogimiento espiritual, lo que no está bien es vivir enajenados en un recogimiento espiritual que no permite juzgar el papel tan importante que tiene el proyecto de salvación en la vida de los cristianos. ¿Qué pasaría si el mundo estuviera siguiendo y viviendo dentro de los principios que predicó el Salvador? La respuesta es obvia, entonces no existiría la iniquidad y la justicia sería igualmente aplicada a todos por igual. Se erradicaría la pobreza. Los caminos serían allanados ya no existiría un mundo de opresores y oprimidos. Esto es lo que pretendió la llamada tradición de los profetas, seguidores de Dios. Entonces; por lo tanto, predicar y profetizar dentro de esta premisa es no solo bueno, pero un imperativo adquirido en nuestra iniciación y como seguidores de Los del Camino. 28 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


DÉCIMA REFLEXIÓN FE, EVANGELIO Y RESPONSABILIDAD SOCIO POLITICA Laica Lcda. Agnes Rodríguez Iglesia Episcopal Diócesis de Puerto Rico-Misión San Pablo Arecibo, Puerto Rico ¿Qué contestación darás al juez, tú que decoras paredes, pero no das de vestir a un hombre?; tú que engalanas caballos, pero ignoras al hermano que viste pobremente; tú que dejas que el grano se pudra en vez de alimentar a los hambrientos; tú que entierras tu dinero, y desprecias a los oprimidos. Estas fueron las preguntas que el pastor y teólogo Basil de Cesárea dirigió a los miembros adinerados de su congregación allá para el siglo cuarto. Ya Basil había puesto su dinero donde estaba su boca, pues había utilizado todo su dinero para construir un hospital para los pobres, y una clínica para los leprosos. Ahora estaba haciendo el llamado para que los demás lo imitaran. El ejemplo de Basil ilustra claramente que los retos sociales, políticos y económicos de los cristianos de aquella época, son muy similares a los retos del cristiano hoy día. A tan solo semanas del proceso eleccionario en Puerto Rico, es común asociar el término "política" con la inclinación o favoritismo hacia un partido político. Por eso me parece menester definir el término política antes de continuar. El termino política en su esencia se define como "la actividad de los que gobiernan o aspiran a gobernar los asuntos que afectan a la sociedad o a un país". En otras palabras: la política es el proceso de tomar decisiones que se aplican a todos los miembros de una comunidad humana, con el fin de resolver los problemas que le plantea su convivencia colectiva. Es un quehacer dirigido al bien común. Ignorar nuestra realidad social, política y económica, y dejar que las cosas sigan como hasta ahora, permite que las fuerzas exteriores a la Iglesia actúen discrimidamente lo cual fomenta la teoría de Darwin: "sobrevive el más apto". Empeñarnos en nuestro punto de vista acerca de la sociedad, sean conservadoras o liberales, permite que nos volvamos “político-partidistas" lo cual nos aleja del propósito del bien común. Reconocer que la misión de la Iglesia es desarrollar un fuerte compromiso en la defensa de los débiles y más vulnerables; como una señal del amor de Dios, me parece que es el camino y la opción más certera. Por tal razón, el pensamiento o idea de que los cristianos no debemos envolvernos en la política es errónea. Hoy más que nunca, dado la creciente injustica social prevaleciente, es necesario que los cristianos ejerzamos un rol protagónico en este asunto. Habiendo dicho que el quehacer político va dirigido a lograr el bien común, significa entonces que hace falta acción. Es decir que no basta con anhelar y desear el bien común, sino que tenemos que hacer algo para lograrlo. La virtud más grande del 29 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


cristiano es la fe, pero según se establece en Santiago, Capítulo 2, versículos del 14 al 18: "Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno decir que tiene fe, sino tiene obras? ¿Acaso podrá esa fe salvarlo? De qué sirve si uno de ustedes al ver a un hermano o una hermana desnudos, o sin el alimento necesario, les dice, vayan en paz, caliéntense y coman, y no les da lo que necesitan para sus cuerpos. Así lo mismo pasa con la fe, si no va acompañada de las obras, está completamente muerta. Sin embargo, alguno pudiera objetar, uno tiene la fe, y otro las obras. A ese habría que responderle: Muéstrame si puedes tu fe sin las obras. Yo en cambio por medio de las obras, te demuestro mi fe." Nadie en este mundo tuvo más fe que Jesucristo, sin embargo, Él siempre fue un hombre de acción, un hombre de obras. Siempre se identificó grandemente con los huérfanos y las viudas, y con toda aquella gente que no era capaz de valerse por sí misma, o no contaba con ningún sistema de apoyo. En los evangelios vemos múltiples ejemplos de cómo Jesús actuaba en favor de la justicia social. Ejemplos de Inclusión: Mateo 8,1– 3, Lucas 17, 11-19, Marcos 1, 40-44: Mostrando compasión hacia los excluidos socialmente, específicamente a los leprosos. Lucas 10,38– 42, Mateo 9,19– 26, Juan 20,11– 18: Protestando ante la desigualdad de género, específicamente contra las mujeres Lucas 18,15– 17, Mateo 18,1- 7: Abrazando al excluido específicamente a los niños. Ejemplos de Desafío hacia Prácticas Culturales. Juan 4,1– 42 Rechazando el racismo, caso de la mujer samaritana Lucas10, 25– 37 Dignificando ciudadanos de segunda clase, caso de el buen samaritano Mateo9, 9– 13, Lucas7, 36– 50, Mateo 21,28- 32 Arriesgando su propia reputación, defendiendo a borrachos y prostitutas Ejemplos de Rechazo al Poder y la Injusticia Lucas19, 1– 10 Desafiando conductas y prácticas injustas, caso del cobrador de impuestos Lucas 6,1– 11; Mateo 23, 1– 3, 23- 28 Confrontando la arrogancia espiritual de los Fariseos 30 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


Marcos 12,13– 17, Mateo 20:20– 28, Reordenando el poder político de las autoridades Ejemplos de Intercesión por los Oprimidos Lucas14, 12– 14, Mateo 25,31– 46 Intercediendo por el pobre hambriento, enfermo y oprimido Lucas18, 18– 27, Juan3:1– 16 Intercediendo por los privilegiados, caso de el joven rico y Nicodemo Marcos1, 21– 34, Lucas 4,16– 21 Liberando a los oprimidos endemoniados En el segundo mandamiento también encontramos una exhortación a lograr el bien común: "amaras a tu prójimo como a ti mismo". Como ven, Jesús intercedió por las mismas personas y asuntos que aún nos ocupan hoy día: enfermos, mujeres, niños, borrachos, prostitutas, hambrientos, oprimidos el racismo, la arrogancia, la desigualdad económica, el poder desmedido, etc., etc. etc. Así que, si por "justicia social" queremos decir que la sociedad tiene la obligación moral de cuidar de aquellos menos afortunados, entonces es correcto y no podemos ni debemos ignorar o eludir esta responsabilidad. Dios nos dejó disposiciones en el Antiguo y Nuevo Testamentos para cuidar de estos marginados de la sociedad. El modelo de tal comportamiento fue y sigue siendo el mismo Jesús, quien reflejó el sentido de justicia de Dios, al traer el mensaje del Evangelio aún a los marginados de la sociedad. Pidámosle a Dios que nos ayude a cumplir responsablemente con nuestro deber socio político. Que no nos volvamos indiferentes a la injustica, al sufrimiento ajeno, a las necesidades de nuestros hermanos. En Mateo 25, versículos 35 al 40, Jesús nos dice, Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme". Entonces los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, ¿y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, ¿y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?". Y el Rey les dirá: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis". De modo que Jesús nos lanza el reto. Vamos a aceptarlo. Solo así podremos decir: He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe( 2 Timoteo, 4, versículo 7). ¡Que así nos ayude Dios!

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DÉCIMA PRIMERA REFLEXIÓN FE - EVANGELIO Y COMPROMISO SOCIO-POLÍTICO P. Eduardo Arce Lara Iglesia Católica Romana Abordar este tema implica acercarnos a dar por supuesto de que los seres humanos son conscientes de que son hijos de Dios y de alguna manera son temerosos de él y dando por entendido que queda una gran mayoría de personas indiferentes, ateos, masones etc., que tienen espacios de relevancia dentro de los que se ordenan las decisiones de los destinos de los pueblos. Frente a este panorama hay que trabajar un plan que llegue y toque las estructuras y las sacuda con las armas del evangelio. El señor Jesús afirma que el reino de Dios es como la levadura que fermenta la gran masa pues de la misma manera es el proceso de transformación y formación de hijos de Dios capacitados para construir una nueva sociedad. La política en su esencia es construcción de sociedad en democracia ciudadana, participativa e igualitaria cuyo objetivo es el bien común con sabor a evangelio que implica los valores del reino de Dios. La Iglesia como depositaria de la misión de Jesús tiene la tarea de seguir anunciando y comprometiéndose en fidelidad al proyecto de su fundador en crear y renovar nuevos enfoques pastorales que respondan a esta construcción socio-política tan urgente en todas las áreas sociales donde se originan y organizan las decisiones para bien o para mal que afectan la vida y convivencia de los seres humanos. La Iglesia que somos todos los bautizados adolecemos de espíritu profético, conversión y compromiso en amor a Jesucristo guiados por el espíritu santo, este sería como un primer paso para esta construcción, lo segundo y urgente en las áreas pastorales la formación humana en todos sus aspectos para poder convivir y crear comunidades pequeñas en experiencias de vivir el evangelio para evangelizar. Tercero lo fundamental la familia como creadora y célula de la nueva sociedad que queremos, procesos formativos para hijos desde la infancia y escuelas de padres que estarán junto a los futuros profesionales y políticos de nuestros pueblos y países. Es de primordial importancia el lenguaje como vehículo formativo para construir la nueva sociedad donde no haya exclusiones, porque lo que se pretende es establecer un perfil que muestre lo nuevo de las estructuras socio-políticas que promuevan el desarrollo integral de la vida de nuestras comunidades. Este plan ambicioso es inseparable dela experiencia de Jesús nuestro maestro Jesús nunca se separó de su padre su continua relación con el padre en la oración permitió que su proyecto de reino de Dios tuviera éxito, esto nos enseña que el trabajo de compromiso socio-político no tendrá éxito si no va acompañado de la espiritualidad y la oración. 32 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


DÉCIMA SEGUNDA REFLEXIÓN Jesús y su Programa de Trabajo Rvda. Mary Pérez Pérez Iglesia Metodista de Puerto Rico-El Olivo Carrizales, Hatillo Puerto Rico En la medida en que se acerca los comicios eleccionarios en nuestro país, los sistemas de comunicación como la prensa escrita, radio, televisión y redes sociales son saturados con anuncios acerca de las campañas y planes de trabajo de los distintos partidos políticos y sus respectivos candidatos/as. En sus respectivos discursos nos presentan cuáles son sus proyectos de trabajo en el cuatrienio venidero, de salir electos, y de igual forma a quienes serán dirigidos estos esfuerzos, y que población en necesidad les preocupa y quieren beneficiar. Lamentablemente la historia nos confirma que la mayoría al llegar al poder durante los cuatro años de su incumbencia se olvidan de sus promesas de campaña, de los pobres y necesitados, y si encargan de beneficiarse a si mismo y a su círculo de amigos más íntimos. Y algunos ni siquiera terminan su cuatrienio al ser acusados por corrupción gubernamental. El Evangelio de Mateo, específicamente en los versículos del 1 al 12 del capítulo 5 se resume el programa de trabajo de Uno que es fiel y nunca miente con relación a lo que promete, Jesús. Las bienaventuranzas nos detallan a quienes van dirigido su plan trabajo, además de que nos confirman, quienes le importan a Él. El Sermón del Monte o las Bienaventuranzas se consideran la “Declaración del Reino de Jesús”. En las Bienaventuranzas Jesús trastoca los ideales del mundo. El mundo en su mayoría promueve el orgullo personal, el placer, la buena comida y la bebida, la prosperidad. Por el contrario, la bendición de Jesús es sobre la pobreza de espíritu, es con los que lloran, con los frágiles, con los humildes y con los que tienen hambre y sed de justicia. Entonces ante el plan de trabajo de Jesús expuesto en este pasaje bíblico del Evangelio de Mateo, ¿De qué lado esta Jesús? El teólogo José Antonio Pagola expreso: Los que no le interesan a nadie, son los que le interesan a Dios; los que nosotros marginamos son los que ocupan un lugar privilegiado en el corazón de Dios. Los que no tienen quien los defienda, le tienen a Él como Padre. Jesús deja muy claro a todas las generaciones que pudiéramos leer su palabra siglos más tardes, que la vida de estos marginados, de los pobres, de los que lloran, de los humildes, de los que tienen hambre y sed de justicia, de los compasivos, de los pacificadores, de los maltratados por sus convicciones, están en el corazón de Dios, y el Dios de la Eternidad les hará justicia. Jesús quiere dejar claro que en un mundo injusto: los que no les preocupan a los grandes poderes de este mundo, son los mas que le interesan a Dios. Entonces la Iglesia de Jesús hoy, en especial en este tiempo de pandemia no puede ignorar a los débiles y a los indefensos de la tierra, tampoco a los marginados/as, ni mucho menos a los grupos de minoría. Este pasaje bíblico de Mateo 5 en su enseñanza nos hace un llamado a que, 33 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


en nuestros programas de alcance social, evangelísticos, en nuestros ministerios, estos grupos deben ser nuestra prioridad. En estos tiempos se hace cada vez más pertinentes las palabras de Jesús cuando dijo: 24 ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. [a] Marcos 6:24 Con estas expresiones, Jesús desenmascara la maldad de la codicia por el dinero y el poder en su raíz más profunda: la idolatría al dinero, al poder, es rival irreconciliable del Dios de las bienaventuranzas, cuya santidad se manifiesta en el esplendor de su generosidad. Oremos para ser la Iglesia de Jesús en este tiempo. Que así nos ayude el Señor.

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DÉCIMA TERCERA REFLEXIÓN Fe , Evangelio y Compromiso Sociopolítico Rvdo. P. Alirio Araque Galvis Iglesia Episcopal Diócesis de Puerto Rico En el libro de Génesis, observamos que la creación se presenta como una alianza o “berit” entre Dios y el ser humano. Esto implica una corresponsabilidad entre Dios, el gran tutor, el ser humano, la creatura amada, y las demás obras, que deben ser cuidadas. En esa alianza, Dios sostiene sus obras haciéndose presente por su gran amor, mientras que el ser humano, escucha, obedece y cuida de ellas. Se nota además en el texto del Génesis, que el ser humano ha sido creado para vivir en comunión, en relación con él mismo, con el otro y con su ambiente. No es una rueda suelta, sino que en la medida que se relacionan, se va realizando en esa comunicación. Todos estos elementos de corresponsabilidad se dan dentro de una auténtica perspectiva de fe. Más aun, la fe nos conduce a ver al otro en la tarea de acompañarle, de cuidarle y de saber cómo se va desarrollando el hermano. Esto se recoge en la escena de Caín huyendo en el desierto cuando escucha las palabras de Dios cuestionándole: “¿dónde está tu hermano?” Caín no puede estar insensible frente a la situación de Abel. Esta interrogante le sacude su conciencia y debe reiniciar otro estilo de vida. La sangre de un hermano seguirá clamando al cielo mientras no se dé ese cambio de vida. El libro de Éxodo nos ayuda a ir mirando otro elemento esencial de la fe: el de un Dios que se va revelando a Moisés, de nombre Yahveh, que significa el existente, el que es, el que siempre permanece (Ex 3,14). Yahveh es un Dios sensible, que, ante el clamor y dolor de su pueblo, no es indiferente (Ex 3,9) y envía a Moisés a liberarlos de la esclavitud, despertado y creando así una conciencia de humanidad. Moisés fue dócil y obediente a esta tarea e invitó a su hermano Aarón para que lo acompañara e igualmente se complementaron en la misión. Moisés y Aarón van fortaleciendo su fe, siendo portadores del fuego inextinguible que incendia los corazones de sus hermanos. Luchan con amor ardiente por la libertad, contra toda forma de esclavitud. Así Israel, como pueblo, va experimentando un Dios que libera, que camina junto a ellos, que hace historia al participar en sus gestas. Esto se va narrando de generación en generación y se consolida la “memoria histórica” que ayuda a aprender de ella comprometiéndose a no repetir esas esclavitudes. En resumen, podemos observar que la fe tiene un gran compromiso de corresponsabilidad con la creación, con el cuidado del otro, con el rompimiento de esclavitudes y de condiciones inhumanas e indignas, transformándolas en humanas y solidarias. La fe es una gran confianza en el Dios gestor de vida. En los profetas de Yahvé encontramos que su fe los lleva a denunciar con toda forma de injusticia, oprimiendo a los débiles y engañando con las medidas, Am 4.1ss. Jeremías denuncia a 35 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


los jefes del culto, que se han acostumbrado a abusar del poder y dejaron de cuidar a su pueblo (Jr 23:9). La propuesta de Jesús de Nazareth, ungido por el Espíritu de Dios, genera un movimiento grande con fuerza profética que manifiesta la misión de anunciar la buena noticia a los pobres y marginados, de romper las cadenas opresivas y de proclamar un tiempo de gracia y de bendición (Lc 4,14ss). El evangelio o buenas nuevas, da un cambio a las situaciones presentes e incide en la realidad social, como lo expresa el cántico de María, Lc 1,51-53. Son los pobres y marginados los que van a iniciar el camino y hacer creíble el Reino de Dios. Es Jesús de Nazaret quién nos propone a mirar la realidad desde otro ángulo, desde los pequeños y marginados, desde los que no cuentan. Nos enseña que el Reino de Dios se va desarrollando como una semilla pequeña que llegará a ser como un gran árbol donde habrá cabida para todos (Mt 13,31). En Cristo observamos que la fe evangélica tiene que ver con nuestro quehacer cotidiano, con nuestra realidad y por este motivo tiene implicaciones con el cuidado del bien público (política), con la justicia y con el cuidado de la creación, nuestra casa común. La fe cristiana nos conduce a defender la vida en todas sus dimensiones, pues, el Dios que nos revela Cristo es fuente de vida y en toda manifestación de vida se encuentra la presencia Divina. La gran misión hoy es ir discerniendo el plan de Dios, el proyecto del reino, aquí y ahora, para pasar de situaciones inhumanas a condiciones dignas llenas de humanidad, venciendo toda forma de corrupción, cuidando la creación y creando espacios de encuentro y de participación descubriendo así carismas y dones para el bien común. Presenciamos las grandes desigualdades entre pueblos que viven la opulencia y otros en la miseria absoluta, que crecen en forma aritmética siendo esto doloroso y un gran pecado social. Se observan grupos minoritarios que tienen el noventa por ciento de los bienes, creando una brecha social alarmante que indigna a la gran mayoría. Las clases sociales se manifiestan como grandes castas que regulan la política, la economía, generando una gran estela de miseria y de esclavitud. Las estructuras sociales se vuelven cada vez más injustas, poco participativas, cerradas y excluyentes, generando inconformidad y deseo de ardiente liberación. La fe cristiana debe conducir a la sensibilidad social, en opción al marginado, a crear lazos solidarios, mentalidades abiertas y participativas, hábitos en favor de la vida y cuidados del medioambiente. La fe cristiana tiene un gran compromiso de ayudar a ser instrumento de transformación de las instituciones sociales. Estamos toda la humanidad en esta barca, en medio de grandes olas a punto de hacer naufragar. Es tarea de todos remar en la misma dirección. Nadie puede decir “sálvese quien pueda”, expresión tan inhumana, pues, es cuestión de vida o muerte. Nos salvamos o nos ahogamos todos.

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DÉCIMA CUARTA REFLEXIÓN

Congregación Tallaboa Encarnación Sector El Pueblito, Peñuelas PR

Historia de Esperanza Intervención de la IEUPR Tallaboa Encarnación en la eco justicia y el desafío de la crisis ambiental en el pueblo de Peñuelas

Antonia Rosario Rivera Pastora IEUPR Tallaboa Encarnación Lady Helen Echevarría González Diaconisa IEUPR Tallaboa Encarnación “Entonces David dejó su carga en mano del que guardaba el bagaje y corrió al ejército; y cuando llegó, preguntó por sus hermanos, si estaban bien.” (1 Samuel 17:22). En nuestras comunidades, país y planeta, las personas y la naturaleza sufren por la degradación del medioambiente. La contaminación no sólo afecta la salud física, sino también nuestra salud emocional y espiritual. Cuando se dañan los hermosos espacios naturales que Dios ha creado para su gloria y nuestro disfrute hay consecuencias muy difíciles para todos/as pero en especial para las comunidades más vulnerables que sufren esta injusticia. El relato de 1 de Samuel 17 nos relata cuando David enfrenta al gigante Goliat y al ejército filisteo en una batalla desigual, en la cual el poder de Dios y la fe marcan la diferencia hacia la victoria por la justicia. La eco-historia que se comparte en este escrito está enmarcada en las luchas desiguales contra las gigantes que simbolizan las poderosas industrias y la Iglesia unida a la comunidad luchando en fe y con esperanza en Dios contra las injusticias cometidas. La comunidad de Tallaboa Encarnación en Peñuelas lleva más de sesenta años sufriendo por la contaminación ambiental. La más reciente es el depósito de cenizas de carbón de la Planta de Appplied Energy Sistems (AES) de Guayama, en Peñuelas. El Campamento en contra de las cenizas estuvo desde el 2014 al 2017. El problema no es sólo de Peñuelas, es de Puerto Rico. En información recopilada se encontró que entre el 2004 y 2011, 2 billones de toneladas de cenizas fueron depositadas a través de Puerto 37 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


Rico por la planta AES. Los depósitos de las cenizas fueron utilizados como relleno en urbanizaciones y carreteras en Guayama, San Juan, Dorado, Toa Alta, Caguas, Juncos, Ponce, Santa Isabel, Coamo, Arroyo y Mayagüez. Dentro de nuestras vivencias como comunidad de fe, movidos por la angustia, el deterioro de la calidad de vida de la comunidad y el aumento de la mortalidad en nuestro pueblo, que afecta directa e indirectamente, la salud física, emocional y espiritual de nuestras familias, la comunidad y el país; y a esto le añadimos la inacción del gobierno y sus agencias dentro de esta lucha por hacer justicia del medio ambiente. Líderes religiosos y comunitarios ante este panorama, nos unimos, las mujeres nos armamos de fuerza y valor empoderándonos de la situación de emergencia que estaba pasando nuestra comunidad, nuestro pueblo, no importando la edad, nos tiramos a la calle para defender los derechos de nuestros residentes y pueblos adyacentes. Nos enfrentamos a las autoridades policiacas y gubernamentales, levantando nuestra voz, con nuestros reclamos por una mejor calidad de vida dentro y fuera del país. Una razón justificada ya que estaba comprobado científicamente los danos y efectos tóxicos que contenían las cenizas al medio ambiente y a la salud. Como grupo organizado nos presentamos en diferentes foros defendiendo la vida; en el Capitolio, la Fortaleza, Recursos Naturales, oficinas de AES en Arlington Virginia, Congreso de los Estados Unidos, Jacksonville y el Departamento de Salud. A nuestros reclamos se unieron la diáspora de latinos en los Estados Unidos que se identificaron con nuestra causa. Entre ellos Educadores, abogados, ambientalistas, ACASE, ministros y líderes eclesiales, pacientes de cáncer y otras condiciones catastróficas, entre otros. Puedo reseñar que la Hna. Lady Helen en un viaje que hizo a Israel lleve la petición de intervención divina, en el Muro de los Lamentos. Allí me presente con mi camiseta de no a las cenizas. Esta lucha fue reseñada por la prensa y fue muy intensa para toda la comunidad. La Iglesia fue clave en traer paz y ser mediadora en estas situaciones de eco justicia. Esta lucha continua hasta el cierre de AES en Guayama. Si vemos la cita bíblica mencionada al comienzo; al parecer todo estaba en contra de David al enfrentarse al gigante, pero nada apagó su fe. Al contrario, David se mantuvo centrado, fija su esperanza en Dios. Con esta fe enfrentó a cada uno de estos gigantes y venció todo obstáculo para así liberar a su pueblo de la opresión. La IEU de Tallaboa, Peñuelas ha enfrentado varios gigantes con fe, oración, valentía y perseverancia. Como David la Iglesia ha enfrentado luchas e incomprensión, pero su fe ha brillado como una antorcha en medio de la oscuridad. La Iglesia ha iluminado el camino hacia la justicia y la paz en su caminar de amor y acompañamiento a las familias y a la comunidad. La contaminación en las aguas y el aire de Tallaboa, son las aguas y el aire de Puerto Rico y de la Tierra. La Iglesia continúa caminando en fe, arraigada en las promesas de la palabra divina, difundiendo el evangelio de amor que restaura al ser humano y también los recursos que nos da la naturaleza, orando sin cesar por piedad y misericordia divina y por último promoviendo la paz y la concordia en las manifestaciones para el bienestar de la comunidad, el pueblo y nuestro Puerto Rico. 38 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


DÉCIMA QUINTA REFLEXIÓN Fe, Evangelio y Compromiso Político Rvdo. Carlos Emilio Ham Rector Seminario Evangélico de Teología Provincia de Matanzas, Cuba La manera en que entiendo esta ecuación es en primer lugar reconocer la centralidad del evangelio, como la proclamación de las buenas nuevas del reinado de Dios, a la manera de Jesús de Nazaret (Mt 4,23), al cual llegamos y por el cual luchamos a través de la fe, que, como consecuencia inevitable, nos empodera y desafía al compromiso político. El reinado de Dios, al decir del Apóstol Pablo en Romanos 14,17, “… es cuestión de justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo”, consiste en la promoción y el disfrute colectivo de las buenas nuevas de vida plena para toda la creación. El sacerdote católico-romano francés Alfred F. Loisy (1857-1940) en una ocasión expresó que “Jesús vino predicando el reinado y entonces llegó la Iglesia”, significando que la Iglesia no debe ser un fin en sí misma, sino una comunidad que proclama y vive estos valores del reinado antes mencionados. Es el propio Jesús quien afirma: “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos ha venido avanzando contra viento y marea, y los que se esfuerzan logran aferrarse a él” (Mt 11,12). Al mismo tiempo, el compartir las buenas nuevas del reinado de Dios implica un compromiso político en la lucha por la justicia (Mt 6,33). Así el compromiso político hay que matizarlo y definirlo, pues no se trata de cualquier involucramiento con la polis, sino una responsabilidad que conduzca hacia la transformación, siguiendo las pisadas del Maestro. Así, por ejemplo, Mateo 25,44 ⸻denominado “El juicio de las naciones”⸻, donde se aclara que cuidar a los más pequeños, dar de comer a los hambrientos, dar de beber a los sedientos, dar la bienvenida a los extranjeros, dar ropas a los desnudos, ayudar a los enfermos o visitar a los presos, son todos servicios ofrecidos al propio “Hijo del Hombre”. De este modo, servir a los necesitados es como servir a Cristo mismo, como condición sine qua non para realizar esta misión de Dios. Por tanto, la tarea de compartir las buenas nuevas del reinado de Dios —la llamada “Gran comisión”—, de hacer discípulos de todas las naciones (Mt 28,19), puede leerse como un complemento de Mateo 25; significando que las palabras y los hechos, las prédicas y las prácticas, van siempre juntos en la proclamación del euangelion ⸻“evangelio”, en griego.

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Esta ‘apropiación’ del reinado de Dios, por parte de la Iglesia unida, se produce por la fe en Jesús y mejor aún, por la fe de Jesús, una fe sencilla y en el Dios de la vida. Así, al decir del cantautor guatemalteco Ricardo Arjona, “Jesús es verbo, no sustantivo”. Tenemos en Cuba un refrán popular que dice que la FE significa “Familia en el Exterior” (para recibir las remesas), sin embargo, nuestra FE, como la define un querido compañero en el pastorado cubano, Edelberto Valdés, expresa Fortaleza, por un lado y Esperanza, por el otro. Creo que en esto consiste nuestro compromiso político, a saber, empoderados por el Espíritu, llevar a nuestras comunidades un mensaje de aliento, de esperanza, realizando actos concretos de “amor eficaz”. En una ocasión viajando por San José, Costa Rica, me encontré un gran cartel en un enorme camión que rezaba: “no le digas a Dios que tienes un gran problema, dile al problema que tienes un gran Dios”, para enfrentarlo creativamente. Jesús le expresó a los fariseos: “Dense cuenta de que el reino de Dios está entre ustedes” (Lc 17,21). Frente a esto, en su artículo “El ‘ya’ y el ‘todavía no’ del Reino”, Juan Stam nos comenta, “… pero hay un detalle. El reino de Dios ha venido, pero el reino del mal no se ha ido. Por ahora el reino de Dios vive en tensión, contradicción y combate”.12 De modo que, en nuestro compromiso político, nos toca trabajar en la parte del “todavía no”, de proclamar con esperanza las buenas nuevas del evangelio frente a situaciones de ‘malas noticias’, de injusticias, pobreza, exclusión, discriminación, entre otros males. Toda la Iglesia, como cuerpo de Cristo presente en el mundo de hoy, como “sal y luz” (Mt 5,13-14), estamos llamados a realizar una labor profética, de ministrar a las necesidades humanas, enfocándonos en los marginados ⸻“los más pequeños”⸻, consolándolos y encarando las causas fundamentales de su dolor, pena y carencias. Este ministerio profético busca hacer frente a los poderes de este mundo, que llevan a la violencia, la exclusión, la muerte y la destrucción, y llama a la transformación de estructuras injustas y a prácticas del reinado de justicia de Dios, de vida abundante para toda la Madre Tierra. Este compromiso social, más que militar en un partido político, para pretender ejercer un poder dominante, consiste realizar acciones concretas y liberadoras para propiciar la transformación: participar en movimientos sociales; empoderar a las víctimas vulnerables y desplazadas para que salvaguarden sus derechos; proteger los derechos de la comunidad a través de la defensa en lo político y lo social, y del establecimiento de nuevas relaciones que busquen la equidad e inclusividad; y transformar la sociedad con vistas a la dignidad y la paz con justicia. Así, el paradigma del reinado nos orienta como cristianos/as en nuestro esfuerzo por construir una nueva sociedad, libre e independiente, donde prime “la justicia, la paz y la integridad de la creación”.

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https://protestantedigital.com/magacin/37798/El_ya_y_el_todavia_no_del_Reino

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Esta labor profética consiste en luchar de manea unida por los oprimidos de toda índole para confortarlos y al propio tiempo, confrontarlos con las raíces de la injusticia que padecen. Ya que la missio Dei (misión de Dios) es holística, se expresa a través de la diaconía (servicio), el kerigma (proclamación de la Palabra), la didache (educación), la leitourgia (adoración) y la martyria (testimonio), los cuales, asimismo, conducen a la koinonia. La koinonia, que se extiende más allá de los límites de la Iglesia, es el resultado y la meta última de estas funciones o actividades, que marcan la presencia de la Iglesia en el mundo, como comunidad que vive el evangelio. La Iglesia, por tanto, no es un fin en sí misma, sino, más bien, un instrumento usado por Dios, junto con otros, para construir una comunidad incluyente y justa, un oikos, una casa, en donde la creación en pleno esté comprendida, gozando la plenitud de la vida que nuestro común Señor Jesucristo ofrece a todos.13

Este pensamiento se basa en el contenido del “Informe del Secretario General” del CMI, Philip Alford Potter, a la VI Asamblea, celebrada en Vancouver, Canadá (1983): “El movimiento ecuménico es […] el medio por el cual las Iglesias que forman la casa, el oikos de Dios, están tratando de vivir y de testimoniar ante todo el mundo para que la totalidad de la oikoumene pueda convertirse en el oikos de Dios gracias a Cristo crucificado y resucitado con el poder del Espíritu, dador de vida” (Julio Barreiro, dir.: El combate por la vida. El Consejo Mundial de Iglesias. Breve historia. Funcionamiento. Informe Oficial de la VI Asamblea, Vancouver, Canadá, 24 de julio al 10 de agosto de 1983, Buenos Aires, Ediciones La Aurora, 1984, p. 348). 13

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DÉCIMA SEXTA REFLEXIÓN Teófilo Gaivao Mier Iglesia Católica Romana-Ecuador FE EVANGELIO Y COMPROMISO SOCIOPOLÍTICO “SI A LA COSA MISMA EN SÍ SE LE QUITARA UN ÁPICE NO PODRÁ SEGUIR SIENDO ELLA MISMA”. T.S.G. ¿Podrá un buen psicólogo separar la dimensión espiritual de los otros factores que inciden en el comportamiento de su consultante? ¿Un sociólogo quitarle al hombre su lenguaje? ¿O un politólogo al ser humano su opinión sin que en los tres casos pierda la persona parte de su esencia? Pienso que les ocurriría lo mismo si a un café con leche un químico lograse separar la leche del café. Lo espiritual, lo social y lo político son dimensiones tan consustanciales al ser humano que quitarles alguna de ellas, si es que fuese posible, significaría también conculcarles el derecho inalienable de llamarse integralmente persona. Algo similar sucedería si a un cristiano, por su condición, se le impidiera participar activamente en las decisiones de organizar y gobernar la sociedad de la cual es parte constitutiva. Aunque es fácil comprobarlo, porque la historia de la Iglesia está escrita, me gustaría saber a ciencia cierta a quién o a quiénes se les ocurrió la brillante idea de presentar como cosas inmezclables la fe y la política. Cuestión que es absurda si tenemos en cuenta que la tarea esencial que el Padre Celestial encomendó a su hijo Jesucristo, es salvar integralmente a la humanidad. Siendo exactos, la última expresión de la primera parte de este párrafo abarca a todo el hombre y a todos los hombres, a quienes él vino a redimir de las distintas situaciones y realidades que puedan causar algún detrimento a su dignidad como hijos de Dios. Los que conocen la historia de la Iglesia saben que en su origen no fue así, pues su fundador no tuvo pelos en la lengua para retar al rey de turno, cuando valiéndose de su poder político pretendió impedirle el cumplimiento de su ministerio público, como consta en Lucas 13:32 cuando textualmente respondió a sus emisarios: “Vayan a decir a ese zorro: hoy y mañana expulso demonios y realizo curaciones y al tercer día llegaré a mi término”. El anterior testimonio del fundador de la Iglesia demarcaba ya la total independencia de lo religioso con lo político, pero no su incompatibilidad y mucho menos la subordinación de la institución sagrada al Estado laical; esto parece que se mantuvo en los tres primeros siglos, donde recordamos con agrado la contundente respuesta que dieron los apóstoles al sumo sacerdote enviado por el rey, cuando le dijeron: “Nosotros tenemos que obedecer a Dios antes que a los hombres” Cfr. He 5,29. Esta posición se conservó hasta cuando los emperadores de oriente (Ticinio) y de occidente (Constantino) en el año 313 promulgaron, más para mal que para bien de la Iglesia, el Edicto de Milán, que aunque en principio se trató más de una declaración de libertad religiosa para todas las confesiones, terminó convirtiéndose en el primer paso para el matrimonio que, con el correr del tiempo, se realizó y consolidó entre el supremo poder religioso (Iglesia) y el poder secular (Estado). 42 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


Por la condición de este artículo, no pretendo entrar en detalles pormenorizados sobre el tema. Pero sí me referiré al alto precio que ha tenido que pagar la Iglesia para poder conservar dicha unión; y sin importar que no se hubiera realizado sacramentalmente, sí han sabido respetar el carácter indisoluble que le imprimió su autor. En esta relación, que también es hija de la sociedad machista que mundialmente ha existido a través de la historia, la Iglesia, como la mayoría de las esposas, ha tenido que soportar: soberbia, arrogancia, prepotencia, maltrato y hasta infidelidades de su flamante esposo. Entre los grandes costos que ha tenido que pagar la institución sagrada, destaco la pérdida de su independencia, lo cual condujo inevitablemente a la hipoteca de su auténtico papel profético. Como a todas las mujeres, a la Iglesia y a sus ministros, por lo consiguiente, desde la celebración de la boda se les ha vulnerado el derecho natural que tienen para participar activamente en el ejercicio y la toma de decisiones que se requieren para la organización civil de las comunidades, de tal forma que no puedan contribuir en el diseño y ejecución de sus formas de vida, que fundamentadas en el derecho y la justicia garanticen la convivencia armónica con Dios, con el otro, con su entorno y consigo mismo. Como toda esposa sumisa, la Iglesia no solo sugiere a sus ministros no involucrarse en asuntos de la cosa política, sino que les impone sanciones si por algún motivo desobedecen la normativa consuetudinaria impuesta por su querido esposo. Esto ha constituido el principal obstáculo que hemos tenido los cristianos consagrados para ejercer plenamente nuestro papel profético. Pues para que este sea completo, además de anunciar el reino de Dios caracterizado por ser de justicia, de amor y de paz, tiene necesariamente que denunciar todo lo que a él se opone, provenga de donde provenga y cuéstele lo que le cueste, en este caso, aunque sea el divorcio, pues si bien es cierto que está contraindicado en las Sagradas escrituras, también es cierto que se puede gestionar una declaratoria de nulidad, argumentando las tantas causales que en este sentido pudieron existir y que serían favorables para que el proceso, llevado a los tribunales eclesiásticos, pueda culminar exitosamente. Para nadie es un secreto que, en los últimos tiempos, el profetismo en la Iglesia Universal y especialmente en América Latina ha sufrido un gran descalabro, cada vez que bajo el pretexto de conservar las relaciones diplomáticas entre el Estado Vaticano y el resto de los Estados de la geografía universal, debe permanecer callada y hasta entrar en complicidad, muchas veces, con las injustas estructuras sociales establecidas por los reducidos grupos que ostentan el poder político y económico de los pueblos. Basta que un clérigo, de cualquier rango, con su predicación o actividad pastoral pise los cayos de los líderes políticos o de los gremios económicos, para que caiga sobre él con todo su rigor el peso de las leyes civiles y de los códigos del derecho canónico. Es cierto que en virtud del bautismo recibido todos los cristianos tenemos el insoslayable compromiso de ejercer un rol profético completo. No a medias como parece que se ha venido dando en la mayoría de los sacerdotes, a quienes por el mismo hecho de haber sido ungidos y consagrados para tal ministerio en la Iglesia de cualquiera denominación religiosa, nos corresponde en este sentido un compromiso mayor.

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Con esa mordaza, ¿cómo podríamos dar una respuesta a las comunidades que nos piden cuentas de su esperanza? Si los espíritus inmundos hoy se han encarnado, entre otros, en la politiquería y los politiqueros que saquean el erario público empobreciendo cada vez más al pueblo, ¿cómo podríamos expulsarlos si se nos ha impedido que toquemos lo que a ella y a ellos concierne? ¿Podremos los ministros consagrados y laicos comprometidos bajar tranquilos al sepulcro habiendo permanecido indiferentes ante el vilipendio al que ha sido sometido el nuevo pueblo de Dios? ¿Tendremos clara conciencia del carácter perentorio que tiene para un profeta de hoy proclamar la redignificación de la persona humana? ¿No estará haciendo falta en nuestro continente Latinoamericano y en la Iglesia Universal profetas de la talla de monseñor Óscar Arnulfo Romero, Pedro Casaldáliga, Leonardo Boff, Ernesto Cardenal y Leónidas Proaño? Los profetas de hoy tenemos el compromiso perentorio de evangelizar la política y evitar que esta termine politizando el evangelio. Queda claro entonces que en lo concerniente a nuestro papel profético tenemos una hipoteca con la Iglesia; la pregunta que surge es: ¿Cuándo y cómo podremos saldarla?

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DÉCIMA SÉPTIMA REFLEXIÓN FE, EVANGELIO Y COMPROMISO SOCIAL DESDE LA PERSPECTIVA CATÓLICA Lcdo. Carlos Vega Pérez Iglesia Católica Romana Cada individuo ve al mundo desde la perspectiva en la que se ha desarrollado, ésta a su vez está determinada por un número de factores que le han tocado experimentar y vivir. Uno de esos factores es la fe, y la forma en que ésta ha sido transmitida, presentada y vivida. La mía en particular viene de una formación católica, de una familia muy ligada al cristianismo visto desde la perspectiva de esa particular comunidad de creyentes. Pero en adición de una familia también influenciada por una visión política particular con relación a nuestra nación/patria, Puerto Rico. Me crie en el seno de una familia popular soberanista, pero donde muchos de sus miembros eran independentistas. La formación que eso me dio fue una de compromiso con un ideario y compromiso social con nuestro pueblo y con trabajar hacia mejorar la vida de nuestra gente, defender nuestra cultura, nuestros recursos, nuestro ambiente y trabajar por un país más justo e igualitario. Debo indicar que también influyó en mi forma de pensar el que creciera en los Estados Unidos de América en la época de la segregación racial, donde sufrí los efectos de las políticas sociales de discrimen contra las minorías, y donde fui influenciado por personas que me ayudaron a tener una visión distinta de mí como individuo y mi valía. Debo agradecer a Dios esa oportunidad, porque ayudaron a moldear la persona que hoy soy, entre ellas se encuentran la Rvda. Eunice Santana y su esposo, con quienes aún mantengo unos lazos de estrecha amistad, cariño y solidaridad. La Iglesia Católica al contrario de lo que pueden pensar algunas personas tiene un alto compromiso social que proviene de su lectura del evangelio de Jesús y de la fé en esa figura redentora que cambio la historia para siempre. En las bases del pensamiento y doctrina católica ésta el entendido y valor de la persona humana, de su valor único como criatura de Dios hecha a su imagen y semejanza, lo que le confiere una dignidad incomparable. La Iglesia Católica ha adoptado el concepto de derechos humanos para comunicar que toda persona tiene unos derechos e inmunidades insoslayables que tienen que ser respetadas, y que estos incluyen derechos económicos y sociales que propendan a elevar la dignidad de todo ser humano. Es obligación de todos y todas trabajar por el bien común, definido como el conjunto de aquellas condiciones de la vida social que permiten que cada uno de sus miembros pueda conseguir más, plena y fácilmente su propio desarrollo. La Iglesia reconoce que la propiedad privada puede convertirse en ídolo, que lleva a las personas a olvidarse de trabajar por el bien común y evaluar el objetivo y significado de la vida humana simplemente en función de su valor monetario. La participación en todos los aspectos de la vida social y la solidaridad son igualmente dos principios fundamentales. Esa participación del individuo lo hace responsable de contribuir a la vida cultural, económica, política y social de la comunidad 45 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


a la que pertenece con miras al bien común. Es deber de todo ciudadano/a velar porque el Estado cumpla con su función de defender el bien común, que significa defender y tutelar los bienes colectivos, como son el ambiente natural, las riquezas y recursos del país para que estos sean usados en beneficio de todos y todas. Lamentablemente, como es el caso de Puerto Rico, el estado representado por los gobiernos de turno ha fallado y hasta claudicado en esta obligación y debe ser el compromiso de todo y toda creyente con un trabajo social más efectivo y militante para que el gobierno entienda cuál es su responsabilidad. La Iglesia Católica también impulsa el respeto al trabajo y a los trabajadores/ras, la búsqueda de la paz intra e internacional y con la mejor distribución de las riquezas para atender el problema de la pobreza y las consecuencias que está implica. La pobreza hace que millones de seres humanos vivan sin poder satisfacer las necesidades básicas de alimentación, vivienda, educación y salud. Esto debe movernos a todos y a todas a trabajar por un mundo de mayor justicia y equidad. Dicho lo anterior, en el caso particular de Puerto Rico han sido recibidas con mucha satisfacción y agrado expresiones y acciones tomadas por la Iglesia católica en los últimos meses relacionadas a nuestra historia como pueblo y en torno a las elecciones celebradas en este mes de noviembre en nuestro país. El obispo de la diócesis de Mayagüez Ángel Luis Ríos Matos en el mes de septiembre declaró el día 23 de dicho mes, fecha en que se conmemora la Revolución de Lares contra la ocupación Española de Puerto Rico mejor conocida como Grito de Lares, día festivo en dicha diócesis y que a partir del 2021 todas las instituciones de la Iglesia en dicha diócesis celebrarían dicha efeméride. Lo cual es un reconocimiento a nuestro acervo histórico y cultural. Reconociendo cuando así lo decretó la importancia de dicha fecha en la constitución de nuestra patria. Igualmente podemos referirnos a la instauración del Altar de la Patria en la diócesis de San Juan. Importante también son las expresiones realizadas por la Conferencia Episcopal de Puerto Rico en relación con las elecciones de este mes de noviembre de 2020. Concluyo mi reflexión sobre este tema citando parte de dicho comunicado: “A todos y todas les recordamos que no se pueden exigir los derechos de la democracia si esa democracia no la vivimos nosotros mismos como ciudadanos y como electores. Tenemos que asumir nuestra responsabilidad personal y política y ser, en nuestro diario vivir, actores y constructores de la sociedad a la que aspiramos. Esta aspiración democrática es parte de nuestra identidad. Esa realidad de reconocernos como un pueblo, con aspiraciones propias, con una cultura y valores identificables, debe ser el factor de cohesión que nos vincule en la construcción de un nuevo Puerto Rico. Pedimos que la sabiduría que viene del Espíritu Santo se derrame sobre nuestro pueblo, se derrame sobre nuestros líderes políticos y se transforme en acciones de vida y esperanza para todos. Que, con firmeza y prudencia, con valentía y generosidad, caminemos juntos y construyamos una sociedad que sea reflejo del reino de justicia y amor que Cristo vino a establecer entre nosotros.” Todos y todas tenemos la responsabilidad de ser actores sociales y comprometernos por fe con el evangelio en la construcción de un mejor Puerto Rico. 46 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


DÉCIMA OCTAVA REFLEXIÓN

Rvdo. P. Giovani San Juan Zarate Iglesia Católica Romana-Colombia

EL HOMBRE INTRÍNSICAMENTE TIENE UNA NATURALEZA SOCIAL

El hombre es una totalidad psicosomática, dotada tanto de un elemento orgánico como de un elemento espiritual, capaz de entender y querer libremente; todo esto quiere decir que es persona. El hombre es la realidad más perfecta de las criaturas del universo, diverso a todo lo creado en el cosmos. Es único, e irrepetible. Entonces nuestras comunidades adquieren un compromiso socio-político, en la medida que cada uno asume su roll de cristiano y esté comprometido desde su óptica como ser social; es decir, ve al otro como su hermano, con sus necesidades y angustias propias de cada pueblo o nación. Cada uno puede transformar su pueblo o ciudad desde la perspectiva de un buen discípulo que asume en la totalidad de la persona sus condiciones de ser. Tenemos que correr cualquier riesgo; porque lo que está en juego es el progreso y bienestar de todo un pueblo que aclama al Señor de la vida no más de aquello u otro. Cada individuo como ser debe comprometerse socialmente al cambio desde cualquier ángulo que se encuentre, pero sin perder el horizonte de ser hijo de Dios. Compromiso socio político se asume con una característica bien definida y pensando siempre en la comunidad porque su principal recurso del hombre junto con la tierra son sus semejantes, es la sociedad. El hombre es un ser social por naturaleza, no puede estar aislado de las demás personas; para poderse realizar en la vida necesita de los otros a nivel afectivo, cultural, artístico, religioso, procreador, económico, político… en este sentido el principio y el fin de todas las instituciones sociales es la persona la cual, por su misma naturaleza, tiene absoluta necesidad de la vida social, ésta no es una carga para el hombre, sino el ambiente donde se mueve. Una dimensión social del hombre muy afortunada para cada uno de nosotros 47 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


puede ser esta: Dios, que cuida de todos con paterna solicitud, ha querido que los hombres constituyan una sola familia y se traten entre sí con espíritu de hermanos. Todos han sido creados a imagen y semejanza de Dios, por lo tanto, la causa política debe ser asumidas con una paterna amplitud de conocimiento social, para que puedan dar resultados en la comunidad y está a la vez despierta del letargo sueño que América latina tiene hace años. Como hombres de fe, con un espíritu altruista, si mescla el Evangelio y la fe, puede perder su horizonte, recordemos que Jesús fue un hombre con una radicalidad en lo social muy profunda porque se entró en la comunidad y asume su compromiso transformador; porque se preparó para esto. Cada comunidad hay que prepararla para que asuma también su roll de cooperadores de sus comunidades y a la vez tengan ese sentido de pertenencia. Recordemos que el Maestro solo sembró y otros recogieron sus cosechas. Cada pueblo debe conquistar el corazón mismo de su gente; pero con la ayuda adecuada que cada miembro debe trasmitir. Por ejemplo, actualmente las naciones no pueden vivir solas, se juntan y forman grupos de naciones como el G8, el G20, la Comunidad Andina de Naciones CAN, Unasur. Además, entre seres humanos existen infinidad de grupos con diversos fines. No quiere decir esto, que no podamos, sino que tenemos que ser diferentes, convencidos del compromiso social y político que tenemos por naturaleza. Una política para la persona y para la sociedad encuentra su criterio básico en la consecución del bien común, como bien de todos los hombres y de todo el hombre, correctamente ofrecido y garantizado a la libre y responsable aceptación de las personas, individualmente o asociadas. “La comunidad política – leemos en la Constitución Gaudium et Spes – existe precisamente en función de ese bien común, en el que encuentra su justificación plena y su sentido, y del que deriva su legitimidad primigenia y propia. El bien común abarca el conjunto de aquellas condiciones de vida social con las cuales los hombres, las familias y las asociaciones pueden lograr con mayor plenitud y facilidad su propia perfección. La solidaridad es el estilo y el medio para la realización de una política que quiera mirar al verdadero desarrollo humano. Esta reclama la participación activa y responsable de todos en la vida política, desde cada uno de los ciudadanos a los diversos grupos, desde los sindicatos a los partidos. Justamente, todos y cada uno, somos destinatarios y protagonistas de la política. La solidaridad “no es un sentimiento de vaga compasión o de superficial enternecimiento por los males de tantas personas, cercanas o lejanas. Al contrario, es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos. Es de suma importancia que la política de Jesús es liberar al hombre de toda opresión, y por eso choca con toda forma de vida. Empieza su predicación de igualdad, de fraternidad, de amor recíproco, rechaza la opresión a la persona de donde venga, de los 48 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


jefes y autoridades del pueblo, de los fariseos, de la misma religión y aún de los vicios. Rechaza el modelo de dominación y sometimiento. El busca el bien común, Jesús golpea a la estructura política de la época, que no da libertad para el bien común de los pueblos y bienestar de los ciudadanos.

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DÉCIMA NOVENA REFLEXIÓN Laica, Profesora Nery Ortega Iglesia Católica Romana-Colombia Desde un apartado lugar en la sub- región Sabanas del departamento de Sucre en la República de Colombia, envío mí fraternal saludo a todos los integrantes del grupo Ecuménico " Los del Camino " También mis felicitaciones por el trabajo que realizan en sus respectivas comunidades. Mirando el aspecto sociopolítico, la problemática es la misma casi que a nivel del mundo entero; Sucre no es la excepción. En todas partes hay comunidades pobres gobernadas por ricos. Al lado de pequeños grupos campesinos, hay grandes latifundios y hatos ganaderos. Paradójicamente el grupo familiar del campesino arrendatario, o de una pequeña parcela, es de 8, 10 o más personas; mientras que el del hacendado, propietario de miles de hectáreas, casa en la capital, cabaña en la playa, es de 3 o 4 personas. Aquí como allá el pobre es cada día más pobre, el rico cada vez más rico ( la explotación del hombre por el hombre ) El que tiene el poder, a menudo explota u oprime al marginado, humillándolo y hasta comprando su conciencia para sostenerse en el poder representado por una falsa democracia. Pero eso no debe ser motivo para dejar a su suerte al campesino. Nosotros como docentes, como enfermeras, como médicos rurales podemos ayudar a esas pequeñas comunidades, integrándonos a ellas y enseñarles a producir, no solo agricultura de pan coger, sino a vender los excedentes y procurar una vida digna para él y los suyos. Este acompañamiento para el marginado debe hacerse con mucha cautela. Son granitos de arena que podemos aportar en pequeñas comunidades a ver si es posible que..." Las estirpes condenadas a Cien Años de Soledad tengan una segunda oportunidad sobre la tierra ". G. García Márquez. Nuestra Fe es adhesión libre y consciente a la persona de JESUCRISTO, asumimos los sentimientos de Él en el amor, en el perdón y en la reconciliación. Como cristianos, la Fe, nos lleva a dar testimonio de su reinado, de su entrega, testimonio que se traduce en servicio, en obras de caridad, en ayudar al prójimo, a los más necesitados, a los más humildes y vulnerables, a llevarles un mensaje de esperanza a tantas personas que muy cerca de nosotros sufren y esperan quizá una voz de aliento. Hoy en medio de esta pandemia, estamos llamados a ser testigos de la esperanza, testigos del amor y comprometidos con el hermano en la búsqueda de nuevas oportunidades que nos lleven a vislumbrar " Un cielo nuevo y una tierra nueva ".

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VIGÉSIMA REFLEXIÓN Fray. Guillermo Manuel Casalins Fontalvo Iglesia Católica-Romana O.S.A La Cruz como Evangelio La soledad, los miedos y la inseguridad de tantas personas que se sienten abandonadas por el sistema, hacen que se vaya creando un terreno fértil para las mafias. Porque ellas se afirman presentándose como “protectoras” de los olvidados, muchas veces a través de diversas ayudas, mientras persiguen sus intereses criminales. Hay una pedagogía típicamente mafiosa que, con una falsa mística comunitaria, crea lazos de dependencia y de subordinación de los que es muy difícil liberarse (P. Francisco FT. 28). La experiencia de un pueblo La experiencia de una larga esclavitud del pueblo de Israel en Egipto lo llevó a liderar un proceso de cambio basado en la promesa de la tierra que el Dios de Moisés le había prometido, la “tierra que mana leche y miel” (Ex 3,17) Una vez libre de la esclavitud el Pueblo busca diferentes formas de gobierno hasta querer tener un rey como los demás pueblos, pese a la advertencia de Dios, de lo que le sucedería con un gobierno monárquico (Cfr.1Sm 8) el pueblo decidió tener un rey. El sistema de la monarquía no surtió los efectos queridos por el pueblo y fracasó. El fracaso de la monarquía llevó al pueblo a idear un sistema de gobierno, que ejerció al volver a su tierra prometida después de un largo exilio en Babilonia. Toda acción gubernamental se centraría en el Templo: El poder político, religioso y cultual, se impartía desde allí, el Templo era el centro desde donde se dirigían los destinos del pueblo. La codicia como concentración del poder La concentración del poder político del templo se fue desarrollando a lo largo de la historia de Israel acentuándose en el privilegio de unos pocos, generando pobreza en la mayoría de los pobladores. Esto creó inconformismo entre los más vulnerables que no encontraban un lugar en la sociedad, la pobreza fue generada por la codicia que hizo mucho daño. La codicia es una actitud viciosa contrario al acontecer de Dios en la historia. Muchas personas están poseídas por los bienes materiales en lugar de poseerlos: “La codicia-orgullo odia una relación de igualdad bajo Dios, y, como si el ser humano fuera Dios, al orgulloso le encanta imponer su dominio sobre los otros seres humanos” (San Agustín. Civ. Dei. XIX,12). La riqueza se junta siempre con el poder y la codicia: “Más tienes, más grande eres, esta es tu divisa, y esto significa que más dinero y más propiedades posees, más pudiente eres” (San Agustín. En. In ps 51,14) La codicia lleva a la utilización de los bienes materiales en provecho propio de la minoría: “Son los bienes que poseemos como individuos los que dan un lugar a enemistades, desacuerdos, pleitos, guerras civiles, disturbios, conflictos sociales, escándalos, pecados, crímenes y perversidad general... 51 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


¿A caso tenemos un pleito sobre cosas que poseemos en común? (S. Agustín. In sp 131,5-6.) El hombre en la Cruz Por esta razón desde el Evangelio miramos al hombre que, con corazón abierto en la Cruz, nos permite acercarnos al clamor sufriente del pueblo que le dio sentido a su opción. Su muerte es la consecuencia radical de su predicación a ella le dedicó todo su empeño e incluso se enfrentó a las autoridades judías por defender la causa de los pobres, por esta razón él ha tomado hasta la última gota del dolor, se hizo hombre de dolores para aliviar los dolores de la humanidad. El siente que su misión está cumplida, ha ido como el siervo doliente que hoy se ve reflejado en el pueblo desplazado por la violencia, en el pueblo sin trabajo, en el pueblo sin vivienda, en el pueblo sin esperanza. El pueblo sigue siendo sacrificado en la Cruz al igual que Jesús: La muerte, el hambre lacera sin piedad. Seguimos presenciando actos de masacres selectivas, se ha vuelto a la violencia de grupos ilegales y legales, dineros de sangre se entregan para justificar crímenes, todo asociados con nuestro silencio cómplice. El principio fundamental del derecho a la vida y al respeto ha sido violado porque el verdadero problema no ha sido combatido, la verdadera violencia sigue reinando en las cruces que soporta nuestro pueblo: La corrupción política y los dineros del pueblo son destinados a intereses personales de gobernantes y de los que financian sus campañas políticas. Paz Creímos en un proceso de paz, pudimos haberlo logrado, el deseo se ahogó por el miedo que le inculcaron al pueblo los que propician la ideología del odio, ellos se inventan los enemigos fantasmas creando pánico con mentiras repetitivas. Para ellos la violencia es generada solamente por movimientos de izquierda o comunistas, al aprovecharse de la ignorancia del pueblo se sigue difundiendo el odio y la muerte a través de un sistema propagandístico prepago. Se hace de suma importancia romper estos miedos y avanzar hacia un proceso de paz sin rencores y tolerante en el que todos podamos asumir la presencialidad de la justicia en una paz realizable realizándose. Esto sería posible desde la pedagogía de Jesús que presenta a Dios como Padre (Jn 5,20) y amor (Jn 14,23) confianza en la justicia. La predicación de Jesús es la más clara motivación a vivir desde la solidaridad, amando al Padre con todo el “corazón, con toda el alma y con todas las fuerzas” (Dt 6,5) amando al “prójimo como a nosotros mismos” (Lv 19,18) Jesús asume en su pedagogía esta realidad de Dios y la da a conocer al pueblo que lucha por una convivencia justa y fraterna, la paz es la raíz última de la alegría festiva y del encuentro esperanzador de la libertad humana. La realidad de la paz denuncia a sus enemigos: ¡Ay de ustedes que siguen creando una cultura de muerte! ¡Ay de ustedes que distribuyen el dinero de los pobres a los grandes terratenientes! ¡Ay de ustedes que niegan con decretos de emergencias el derecho a la salud del pueblo! ¡Ay de ustedes que han condenado al pueblo a la pobreza insostenible! ¡Ay de los que por el terrorismo democrático han creado una hecatombica miseria mental! 52 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


Esperanza Ahora, bien desde el Evangelio vemos que, en esta época de angustia, la justicia, la paz y el amor es un don de Dios que se dará cuando los cristianos unan sus fuerzas y esfuerzos, para lograr dejar atrás toda ideología de guerra, ideología de odio, ideología de codicia que se convierten en ideología de poder sembrado con el miedo, con la violencia, con la traición, con mentiras. Estas ideologías basan sus principios en la ignorancia del pueblo al que le han inculcado rencor jugando con sus emociones, recreándose con la ignorancia y el miedo, para mantenerse en el poder. Por lo anterior planteado creemos que debemos hacer caminos de paz-esperanza, asumir la utopía de la esperanza esperanzadora que abre caminos hacia la plenitud de los tiempos en el Kayrós de Dios, allí participaremos de su presencia salvadora, allí se dará a plenitud, la realización de las promesas de la felicidad: “¡Qué intensa será aquella felicidad, donde no habrá mal alguno, donde no faltará ningún bien, donde toda ocupación será alabar a Dios, que será el todo para todos! No se qué otra cosa se puede hacer allí, donde ni por pereza cesará la actividad ni se trabajará por necesidad (…) Habrá verdadera gloria allí donde nadie será alabado por error o adulación de quien alaba. No se dará el honor a ningún indigno donde no se admitirá sino al digno. Habrá paz verdadera allí donde nadie sufrirá contrariedad alguna ni por su parte ni por parte de otro. Será premio de la virtud el mismo que dio la virtud…” (San Agustín Cv. Dei XXII, 30,1).

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VIGÉSIMA PRIMERA REFLEXIÓN José E. Robles Rosario-Puerto Rico Tema: La separación de Iglesia y estado: un mito que favorece al sistema imperante Los protestantes de Puerto Rico hemos sido sometidos por más de un siglo a la doctrina de la separación de Iglesia y estado, la que también podemos describir como neutralidad, vivir aparte del mundo, rechazo a la vida mundana y otras similares. Debemos recordar que, ante la injusticia, el silencio es cobardía o complicidad. Si miramos para otro lado cuando las rodillas del policía asfixiaban a George Floyd, somos indiferentes y podríamos ser acusados de homicidio. Si no somos acusados legalmente, la conciencia, si existe, nos acusará ante su propio tribunal y ante la presencia de Dios. Al nivel legal, la doctrina de la separación se reconoció en P.R., (claro que la copiamos de la Constitución de E. U.A.) en el Artículo II, Sección 3: “No se aprobará ley alguna relativa al establecimiento de cualquier religión ni se prohibirá el libre ejercicio del culto religioso (muy bien hasta aquí). Habrá completa separación de la Iglesia y el estado.” Parece contradictorio que, tanto E.U. como P.R., han aprobado en este siglo leyes que chocan con esa doctrina (separación), muy en particular la creación de “las comunidades de base de fe”. En la implementación de esa ley, hemos visto cómo se premia con puestos y sueldos jugosos a líderes religiosos que auspician y santifican a sus líderes políticos. Incluso, tengo amigos y otros que no quisiera como amigos, por lucrarse de sus posiciones pastorales o de evangelistas, y otros/as que asumen posiciones políticas (como legisladores) y terminan sus discursos con el conocido “Dios los bendiga” para sacralizar sus agendas políticas. Antes de pasar al análisis de algunos textos bíblicos pertinentes, recordemos que la propia constitución de P.R. reconoce que la dignidad del ser humano es inviolable (Art. II, Sec. 1). Claramente, un componente esencial de la dignidad es la libertad de pensamiento y acción. Creo que nuestros amables lectores/as están de acuerdo en que se utiliza mucho la supuesta separación para mantener el status quo, lo que resulta en una conducta, de un amplio sector de los que nos identificamos como cristianos, de apoyo a un sistema plagado de injusticias, por temor a que se nos identifique como subversivos, rebeldes o revolucionarios, desconociendo el verdadero sentido de esos conceptos. Esa actitud llevó a un muy reconocido autor nuestro, René Márquez, a escribir un ensayo de amplia repercusión intelectual en la sexta década del siglo pasado, en P.R. y fuera de P.R., a saber, EL puertorriqueño dócil. Al nivel bíblico, tenemos muchos textos que respaldan a los gobernantes y otros tantos que retan a los sistemas políticos imperantes. Para muestra del respaldo, puedo mencionar el muy citado escrito de Pablo, ordenando a los seguidores de Jesús, abiertamente: “Todos deben someterse a las autoridades establecidas. Porque no hay 54 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


autoridad que no venga de Dios…Así que quien se opone a la autoridad, va en contra de lo que Dios ha ordenado” (Rom 13:1-2, versión DHH). Claro que ese texto no resiste una exégesis profunda que lo valide en esta época, pero la brevedad de este ensayo no permite intentar entrar en esa discusión. Son incontables los textos que van en dirección contraria, pero sólo mencionaré unos pocos por falta de tiempo y espacio. Veamos primero un texto del A.T., la comisión a Moisés para liberar a su pueblo de la esclavitud en Egipto. No se trata de ir a pedirle o suplicarle al Faraón la liberación de los judíos. Dios le ordenó muy claramente: “Mira, he escuchado las quejas de los israelitas, y he visto también que los egipcios los maltratan mucho. Por lo tanto, ponte en camino, que te voy a enviar ante el faraón para que saques de Egipto a mi pueblo…” (Ex 3:9-10). Es de notar que concurren aquí varios eventos: un país esclavizado, un país opresor y explotador, un clamor a Dios de los oprimidos, la elección por Dios de un caudillo y la orden de caminar a un nuevo destino, donde puedan vivir en paz y armonía, bajo la dirección de Dios. Es claro que toda la narrativa del libro es la historia de un pueblo que lucha por su liberación integral, o sea, política, económica, social y religiosa. No hay duda alguna que es mandato de Dios a Moisés que vaya a sacar a su pueblo de la esclavitud, un claro contraste con la visión paulina de someterse todo el pueblo a los gobernantes siempre. Aunque he dicho en ocasiones que Pablo defiende a los gobernantes por su formación militar, debo mencionar que el Apóstol se contradice aparentemente al decir, en otro texto: “Porque no estamos luchando contra gente de carne y hueso, sino contra malignas fuerzas espirituales del cielo, las cuales tienen mando, autoridad y dominio sobre este mundo oscuro.” (Ef. 6:12) Entonces, cabe la posibilidad de que existan gobernantes que no han sido puestos por Dios, por lo que es válido protestar o luchar en su contra. Vale también recordar que Pablo, en la propia carta a los Romanos, exhorta a los creyentes a cuestionar los criterios imperantes en su época, “para que así cambie su manera de vivir” (Rom. 12:2). Debo mencionar también un clásico poema de reivindicación social y patriótica, inspiración del salmista del pueblo, David: el Salmo 137 es un canto al amor patrio, un lamento nacional escrito desde el exilio en Babilonia que tiene un climax de dolor, “ Cantar canciones del Señor en tierra extraña? Si llego a olvidarte, ¡Jerusalén, que se me seque la mano derecha!” (Sal 137:4-5). Una experiencia muy distante de la actitud de someterse a toda autoridad, a pesar del atropello y el abuso. Un llamado a la solidaridad activa con los oprimidos, con los más pequeños del reino. En uno de sus discursos largos y profundos, Jesús contestó a los que alegaron que nunca lo vieron con sed, con hambre o escaso de ropas y no le ayudaron en su necesidad, que “todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes, por mí mismo lo hicieron”. (Mt 25:40). Po r lo tanto, no creo que el llamado a ser indiferentes a las angustias y necesidades físicas, emocionales, económicas de las minorías oprimidas, según lo pretende la llamada separación de Iglesia y estado, sea el llamado de Jesús a nosotros/as, su pueblo.

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VIGÉSIMA SEGUNDA REFLEXIÓN FE, EVANGELIO Y COMPROMISO SOCIOPOLÍTICO Rvdo. P. José Pio González Garavito Iglesia Episcopal Diócesis de Puerto Rico-Misión San Pablo Arecibo Puerto Rico El hombre y la mujer son animales políticos, como decía Aristóteles, zoom politikon (Aristóteles, Política); “el que es incapaz de vivir en sociedad o el que ninguna necesidad tiene de ello por bastarse a sí mismo, ese ha de ser una bestia o un dios” (Aristóteles, Política). Al ser humano le es propio el vivir asociado con otros, hasta el punto de que si la existencia deja de ser social no estaríamos hablando ya de existencia humana. Es en lo social donde, día a día, nos vamos configurando como personas, como hombres y como mujeres. En esa relación hombre-mujer-sociedad y sociedad-mujer-hombre, la sociedad configura al ser humano y el ser humano, hombre y mujer aportan en la construcción de la sociedad. Hay toda una dialéctica entre individuo y sociedad: no se puede hablar de hombre-mujer si no es referido a la sociedad, pero tampoco se puede plenamente hablar de la sociedad sin verla como producto humano. Si el hombre y la mujer son seres eminentemente sociales, también son animales dotados de unas capacidades que los hacen verdaderamente especiales en el conjunto de los seres vivos: la racionalidad, capacidad de lenguaje y la libertad. Este conjunto de capacidades, lenguaje como poder de expresar la realidad, y conocimiento, como posibilidad de aprehensión de la realidad, hacen del ser humano un animal volcado en la realidad, una realidad que, en su aspecto más humano, se muestra social. El ser humano como ser social, se verá obligado entonces a convivir, a decidir libre y racionalmente, a tomar en cuenta a los demás para organizar su vida, a participar. Al ser humano le es propia, en consecuencia, la acción política. La sociedad humana es una sociedad política. Dicho de otra manera, la sociedad es una realidad políticamente organizada. La más clásica definición de la política se refiere a esta en relación con el bien común (Platón y Aristóteles). Política sería todo aquello que tiene que ver con el bien común. La política en este sentido es constitutiva de la persona y del ser humano. La negación de los derechos políticos fundamentales desde esta concepción ofende grandemente a la persona y daña a la comunidad social. Por otra parte, hay otra manera de entender la política, que la caracteriza como todo aquello que tiene que ver con el poder (Maquiavelo). En Aristóteles, la ética y la política están en estrecha relación y, desde ahí, considera que la política debe posibilitar el desarrollo humano de los ciudadanos tomando como eje el bien común. Con Maquiavelo, ya en la época moderna, la política comienza a distanciarse de la reflexión ética. El poder político se convierte en objeto de una reflexión autónoma que no tiene en cuenta más que el poder mismo. 56 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


La consecuencia que se sigue de esta separación es que la seguridad y el bienestar del Estado y el mantenimiento del poder, justifican la utilización de cualquier medio al alcance. Este último punto es importante para comprender la realidad actual de nuestros estados, de nuestros gobiernos y de las practicas “políticas” (“politiquería”) imperantes. Para profundizar sobre estos dos enfoques, les sugiero leer “Ética nicomaquea o Ética a Nicomaco”, de Aristóteles y “El Príncipe”, de Nicolás Maquiavelo. Dimensión política de la fe La fe cristiana no puede negar eso que es constitutivo del ser humano y sin lo cual no se puede ser humano plenamente: ser social llamado a convivir y ser político llamado a participar para contribuir con otros(as) o en “junte” con otros(as) en la construcción y organización del Bien Común. El Reino de Dios fue el centro de la vida y la misión de Jesús. Por ello, para comprender la totalidad del misterio de Jesucristo en su ayer y en su hoy, hay que hacerlo desde el Reino de Dios. Prescindir de este acercamiento ha traído y trae como consecuencias, que la Iglesia caiga en la tentación de hacer de ella misma su propio centro en lugar de ser instrumento de algo mayor y más importante que ella misma: el Reino; el “divorcio” entre fe y vida, privatización (de privado) de la fe, evasión de la realidad, desconexión entre fe y el mundo, separación entre lo divino y lo humano, lo espiritual y lo material, lo individual y lo social, espiritualización de la fe y del evangelio, pastoral para salvar “almas y no cuerpos” y la reducción del concepto reino de Dios para referirse “ a la otra vida” descartando la dimensión histórica del mismo. “El Reino de Dios tal como fue anunciado y practicado por Jesús, presenta al Dios cristiano como un Dios solicito, volcado apasionadamente hacia el mundo y hacia el ser humano, con predilección por los más pobres y necesitados, por los marginados y excluidos (Mt 4:23-25); (Mt 5:1-12); (Mt 8: 1-4); (Mt 15: 21-22). Si hay algo que llama la atención en la vida de Jesús, es que atiende a personas con todo tipo de carencias, y que nunca les dice que no puede hacerlo porque tal o cual carencia no forma parte de su misión salvadora. Todo lo contrario, Jesús va liberando a cada uno de “su esclavitud” particular, sin considerar de qué tipo de esclavitud se trata. Jesús no se especializa en nada. Libera a quien vive atrapado en alguna red, sea cual sea el tipo de red que tenga la libertad o la felicidad encerradas. Este tipo de actuación de Jesús muestra que la salvación-liberación humana, concebida desde la óptica cristiana, es integral, pues debe incluir a “todo el ser humano”, hombre y mujer. Aquí es donde el evangelio se convierte en voz profética, pues recuerda a cualquier proyecto histórico liberador que, por muy importante que sea lo liberador que propone, no puede dejar de lado otros aspectos también importantes de la vida humana: lo trascendente, lo afectivo, lo artístico, lo psicológico. No se trata solo de una liberación política y económica que son parte de la liberación total, sino que esa liberación debía extenderse a la liberación del pecado, de todo pecado, tanto personal como institucional y estructural; y debe extenderse también a la liberación de las raíces del pecado en el hombre, como son el egoísmo, el consumerismo, 57 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


la codicia de dinero y de poder y el afán de dominación sobre el ser humano y sobre la creación. En resumen, la salvación-liberación cristiana tiene que ver con todo lo que oprime al ser humano y le impide gozar de su vocación de hijo de Dios. Un segundo aporte de lo cristiano a la salvación-liberación humana consiste en no excluir a nadie de la liberación. Jesús de Nazaret no solo no excluyó nada de lo humano cuando ofrecía su salvación-liberación, sino que tampoco excluyó a nadie, cosa que no era tan evidente en aquellos tiempos. No excluyó ni a niños(as) ni a mujeres, ni a paganos, ni a leprosos, ni a prostitutas, ni a publicanos, ni a presos clavados en cruz, ni a fariseos ni a samaritanos. Nadie quedó fuera de su oferta de salvación. Este es un rasgo fundamental de la salvación-liberación cristiana o del aporte cristiano a la liberación humana.” (Ellacuria, Ignacio, “En torno al concepto y a la idea de liberación”). Termino esta reflexión esbozando brevemente algunos retos para la Iglesia de Jesús en lo sociopolítico. Cada día los retos son mayores y los recursos disponibles son menores en muchos aspectos. La realidad nos reclama una intervención concertada en un “junte de denominaciones”. Boff, Leonardo, en “La Nueva Evangelización”, nos plantea que la pregunta fundamental hoy es, ¿cómo podemos ayudar los cristianos, junto a otras fuerzas, a preservar el don sagrado de la vida (sistema vida) que está amenazado? Podemos hacerlo si asumimos conscientemente una perspectiva de liberación, en función del todo y no de los intereses confesionales. El meollo de la cuestión no está en salvar el cristianismo, sino en salvar a la humanidad y todos los ecosistemas que están amenazados. La Pandemia y el COVID-19 nos plantean a los cristianos y a los pastores de la Iglesia el reto de ser creativos y responsables ante las exigencias de solidaridad y de justicia por parte de los más pobres, cuya situación ha empeorado en muchos de nuestros pueblos, especialmente en aquellos donde la economía informal predominaba desde mucho antes y donde la desprotección social era característica. La compasión y las palabras de Jesús, “denles ustedes de comer” (Mt 14: 14-16) nos deben confrontar. Debemos usar la mascarilla, desinfectarnos las manos y mantener el distanciamiento físico y social para protegernos de la infección, pero no podemos poner en cuarentena nuestra compasión, solidaridad y nuestra acción política en favor del ser humano necesitado de dignidad y excluido de participar. En Puerto Rico, después del proceso eleccionario celebrado en días pasados, a pesar de la incertidumbre y las dudas que han quedado, ha habido un movimiento de conciencia ciudadana que ha roto la inercia acostumbrada. Las estadísticas de la votación y la composición de la nueva legislatura, así nos lo han indicado. Como cristiano y como pastor de la Iglesia, me pregunto: qué podemos hacer como cristianos, pastores, Iglesia y como movimiento ecuménico para acompañar y potenciar la conciencia ciudadana en nuestras comunidades hacia una mayor participación de los pastores, de los cristianos, de las Iglesias y los ciudadanos(as) teniendo como norte la modificación de las viejas y “modernas” costumbres políticas que atentan contra el 58 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


bienestar de la mayoría, en un país donde cerca del 44.5% de la población y el 40.9 de las familias viven bajo condiciones de pobreza, según los datos de la Encuesta sobre la Comunidad de Puerto Rico, del Censo de los Estados Unidos (2014-2018). Además, el 58% de todos los niños y niñas puertorriqueños viven bajo los niveles de pobreza, lo que convierte a la Isla en la jurisdicción con mayor pobreza infantil en todo Estados unidos. Unido a lo anterior, Puerto Rico experimenta una drástica reducción en la cantidad de menores que viven aquí (informe Kids Count Data Book). Además, más del 40% de los adultos mayores tienen ingresos a nivel de pobreza extrema, escaseándoles los recursos para poder vivir adecuadamente (2017). Junto a lo anterior, las proyecciones demográficas del Censo de 2020 nos indican que el 25.5% de los habitantes de la isla tienen 60 años o más. Es apenas lógico pensar que estos porcientos bajo condiciones de pobrezas arriba presentados han tenido que aumentar y seguirán aumentando por cuenta de los efectos del huracán “María”, de los sismos y de la pandemia, en la economía personal y familiar de los más pobres. Como si eso fuera poco, la corrupción administrativa nos ha puesto en manos de algunos bonistas “buitres” y de una Junta de Control Fiscal que al realizar sus “arreglos” para el pago de la deuda, puede apretar tanto que la soga siga rompiéndose por el lado más débil. En este contexto, a las Iglesias, a los cristianos(as), pastores(as) que vivimos la fe en Puerto Rico, nos corresponde estar atentos a la evolución de estos procesos, para acompañar a la gente y para emprender esfuerzos colectivos que tiendan a levantar la voz por los que no tienen voz y a crear conciencia de justicia. La situación de nuestro pueblo y especialmente de los más pobres, ya no aguanta más un cristianismo de palabras o un cristianismo que se quede únicamente en el asistencialismo y en el devocionismo religioso, ignorando sus búsquedas de dignidad y de pleno desarrollo. La nueva normalidad para los cristianos y para la Iglesia de cara a la realidad tiene que venir acompañada de un compromiso renovado.

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VIGÉSIMA TERCERA REFLEXIÓN Laica Diana Guzmán Iglesia Episcopal Diócesis de Puerto Rico-Misión Matías Lares, Puerto Rico Pregunté a algunos, ¿Qué es el amor para ti en pocas palabras? José - Compenetración de una amistad sincera q resalte los valores de un amor puro y verdadero Lourdes- amar el alma y el espíritu de otra persona y ver más allá de las debilidades y fortalezas que pueda tener. Mari – respeto, consideración, compasión hacia cualquier cosa sea animal, persona o cosa. Todos son hermosos y excelentes descripciones. Es verdad que, sin amor la vida termina en un abismo. El amor le da sentido y sabor a la vida y “ES” el sentido de la vida. Toda nuestra vida vale en proporción al amor que encontramos o damos en ella. Dice el apóstol San Pablo en 1ra Corintios: Cap. 13: 1 Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un címbalo que retiñe. Y luego continúa diciéndonos como es el amor que es paciente, servicial, no es envidioso, etc. y sabemos el resto. Desde el huracán María y luego los terremotos, la pandemia y el resto del 2020 y tomando a San Pablo en cuenta, mi vida giró 380 grados desde que comprendí que el amor va mucho más allá de una definición escrita, aunque San Pablo es muy sabio en su carta. Debemos entrar primero en contacto con nosotros mismos y sumergirnos primero en una relación íntima con nosotros mismos, descubriendo y experimentando nuestras capacidades de encontrar lo que nos brinda paz, felicidad y armonía y transformar exteriormente esos sentimientos, antes de poder ocuparnos y valorar abiertamente de un amor hacia afuera. Una vez logrado este concepto estamos en un lugar idóneo para movernos hacia Dios y el mundo. El amor hacia el exterior es la acción de resucitar a Jesús de Nazaret cada día que despierto, al abrir mis ojos poder ver el sol, la luna y las estrellas. Amor es dar gracias a Dios por permitirme la vida y vivir la lucha junto a los que amo y por los que no conozco ayudarles a luchar también. Amor es llegar a los barrios pobres y necesitados, y cuando digo necesitados no es monetariamente. A veces hay necesitados de amor, hay necesitados de comprensión o simplemente necesitados de ser escuchados. Es llegar al residencial Dr. Sein de Lares y hacerme presente y entender que existen otros seres humanos desvalidos, deambulantes, pobres de espíritu, adictos, enfermos, desempleados, encamados y más aún, para mí el amor 60 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


es extender mi mano amiga para ellos y acompañarles, orarles, buscar ayudas, socorrerlos, hablarles de todo pero más de la Palabra de Dios, es hacer silencio y dejar que ellos se desahoguen y te hablen, para darles aliento y paz para que entiendan que mañana será mejor si ponemos nuestro grano de arena, aunque los demás no lo hagan. Es vivir en comunidad, pero estar alegre con mi individualidad de quien yo soy, en mis creencias, mis virtudes y debilidades y aceptar a los demás como son y por quienes son y que me acepten por quien soy. Que no seamos simplemente como dice San Pablo de ser un címbalo que resuene, sino que seamos una orquesta sinfónica para anunciar que Dios es la vida que se comparte, es la necesidad de relacionarnos en amor y por amor.

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VIGÉSIMA CUARTA REFLEXIÓN SE ES CRISTIANO SIENDOLO POLÍTICAMENTE Laico Profesor Alberto Lleras Iglesia Católica Romana Desde hace décadas la relación entre fe y política ha soportado debates por parte de los creyentes y los que no lo son. Como si se tratara de temáticas excluyentes pero ambas realidades tienen que ver con la persona su desarrollo, progreso y evolución. Dando por entendido que cada vez más se comprende su relación en las explicaciones, disertaciones y teorías no así en su práctica de vida cotidiana. Es allí, en la cotidianidad donde se gesta la vida como una unidad sellada donde se tejen las relaciones y el sinsentido. Lo contrario a esta coherencia de sentido esta la mentalidad dicotómica que todo lo divide, lo separa, lo desvía, etc. olvidando que la persona vive una sola realidad y es en ella que debe desenvolverse y dar soluciones a las incertidumbres que le acompañan en el diario vivir. Para encontrarle sentido en el hoy de la historia y una historia que se mueve porque existe un Dios siempre actuando con el propósito de humanizar al hombre y esa fuerza lo lleva al encuentro con el otro para formar un nosotros-comunidad. Entonces la fe es el encuentro de la divinidad que habita en nosotros con los otros, impactando nuestra interioridad e impulsándonos hacia afuera para crear común-unidad donde a través de los diversos encuentros crecemos como personas – en – relación- con los –otros. La sociedad está llamada a desarrollarse de cara a lo típicamente humano, el hacerlo o no, es una decisión de quienes participan en ese acontecer cotidiano. Este es el hecho político, no politiquero. Es en lo político que los ciudadanos encuentran razones para dirimir y decidir qué caminos compartir para fortalecerse, crecer y darle esperanzas de vida a la comunidad o la sociedad. Pero la pregunta a responder es ¿Por qué el mundo cristiano cuenta con países demasiado corruptos? Qué tipo de formación imparten las universidades católicas, cristianas a sus neo-profesionales que terminan siendo los saqueadores de la salud, ¿educación y demás? Pareciera que en nombre de Dios se educara en la conciencia humano-divina pero en la realidad esto no se palpa con facilidad, los resultados así lo demuestran. Entonces ese debate que si la fe y la política se relacionan o si se contraponen es un distractor que evidencia aquellos tiempos donde la jerarquía eclesiástica se creía exenta de responsabilidad social porque ellos “salvaban almas” y podían ver a los políticos de turno hacer con la sociedad su espacio de poder. Hoy el enfoque a cambiado Dios es la fuerza esperanzadora de una sociedad sedienta de libertad y el avance o detrimento de una sociedad depende de la claridad que habita en el corazón de sus ciudadanos-cristianos. Incluso nadie está obligado a ir en contra de sus principios como la libertad, derechos humanos, bien común, etc. para sostener acciones corruptas que benefician a unos pocos. Un ejemplo sucedió con monseñor 62 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


Romero cuando pedía a los soldados del gobierno “que en nombre de Dios cese la matanza de hermanos” Por otro lado, toda acción humana es mínimamente ética, y de esto Jesús también hace alusión. En el pasaje bíblico donde dice “al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios” se puede inferir varias líneas de acción. El hecho de devolver a cada uno lo que le pertenece, en este caso al Cesar y a Dios, es en el fondo un acto de saber que corresponde, no se trata de dar sino de devolver. Es decir, el cristiano devuelve a la vida social lo que debe y a Dios reconocerlo como su Señor. Un compromiso político que vaya en favor del bien común es propio de la acción social pero no le podemos atribuir divinidad a esa acción porque sería como sacralizar lo político o legalizar la divinidad. La ética de Jesús no radica en normas sino en coherencia de vida. Es mostrar con el comportamiento lo que habita dentro del corazón cristiano. Es procurar obrar como el Dios vivo que decimos habita en nosotros. Es la doble moral lo corruptible que termina enredando la conciencia con los deseos mundanos. Para eso podemos buscar guía en Mateo “arrepiéntanse que Reino de los cielos está cerca” es como decir “cambia tu manera de ser porque el nuevo mundo o sociedad está por venir”. Por último, pregúntese si ¿estoy en el camino correcto de mi compromiso social de acorde con el Dios que habita en mí? La respuesta sería ¿Cómo actuaria Jesús ante este hecho de vida? ¿Haría lo mismo que yo? el gran reto es construir mundo donde quepamos todos. Algo preocupante es la falta de liderazgo en el campo político que hace del mundo un lugar vacío de Dios y la campante corrupción haciendo cultura. Los cristianos deben saber que no se trata de ser militante de un partido, sino que son los partidos los que son impactados por la conciencia, justicia y equidad social del militante. Lo que estamos viendo es una permisividad en todo el acontecer social dando la sensación de impotencia para aquellos que han sido coherente con su dimensión política. Como conclusión debo decir, que la tarea de todo cristiano es enderezar su vida a cambio del amor a Dios y al prójimo. Para la biblia es la acción de Dios creador quien entrega el mundo al hombre para que lo administre y siga co-creando. Viendo Dios que el ser humano no hace esa gestión, se convierte en hombre y así Dios se expone a la reducción de su capacidad cada vez que el hombre cercena esa grandeza pero Jesús a través de sus acciones en la vida pública o ciudadana hace consciente la experiencia de nuestra divinidad en la historia siempre resurgiendo en la vida misma y todos los entornos de incidencia. ¡Resucitemos!!!

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VIGÉSIMA QUINTA REFLEXIÓN La Fe, El Evangelio y el Compromiso Sociopolítico Evangelista Edmundo Álvarez Iglesia Episcopal Diócesis de Puerto Rico-Misión San Pablo Arecibo, Puerto Rico

Hermanos y hermanas, queremos traer en este escrito la correlación que debe existir entre estos temas que tan indispensables son para una mejor sociedad, independientemente el país que suceda, la cultura que afecte y las condiciones geográficas donde se puedan desarrollar. Puede un llamado cristiano apartar de su comportamiento algunas de estas tres facetas de su vida o de nuestra vida cotidiana; ¿la familiar, la cristiana y ser solidario con situación actual de su país? ¿Puede existir una preferencia hacia una de estas, y dejar una o dos sin ser atendidas? ¿Podría llamarme buen cristiano siendo de la forma formulada en la pregunta anterior? Hermanos y hermanas, con este escrito, tal vez se lastime la sensibilidad de algunos\as debido a que intentaremos, de una forma simple y a tono con la realidad que vive nuestro amado Puerto Rico, llevar a ustedes mi propia apreciación y percepción de como se está desarrollando nuestra vida, a nivel familiar, comunitario y político. Fe: Veamos, en Hebreos 11:6 nos dice, “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, ya que es galardonador de los que le buscan”. La fe es una elección necesaria, todo cristiano la necesita y debe hacerla parte de su estilo de vida. Tenemos fe porque creemos en Cristo, que entrego su vida para el perdón de nuestros pecados. Lo creemos así, y lo afirmamos al conocer en el Evangelio de San Juan 3:16 “que Dios nos amó tanto, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, más tenga vida eterna”. Considero como base fundamental para la fe, que este conocimiento, este presente siempre en nosotros para llevar una vida repleta de determinaciones de buena conducta en todos los órdenes que nos permitan alcanzar la vida eterna en el recinto que el Señor nos tiene preparados desde hace siglos, el Reino de los Cielos, donde moraremos con compañía de los que nos han precedido. Si no fuera así; ¿Qué valor tendría para los cristianos genuinos llevar una vida llena de sacrificios y limitaciones terrenales? Todos/as sabemos que el camino hacia este recinto del Reino no es uno que se considera apropiado para muchos, ya que nos presenta una serie de restricciones terrenales y nos lleva a sacrificios que requieren esfuerzos físicos, mentales y materiales, los cuales muchos de nosotros no estamos dispuestos, ni aun, a considerar, menos a ejecutar. Y Dios; ¿nos entregó a su hijo y nosotros que aportamos? Meditemos sobre esto, y extendamos nuestra fe, no solo para el hacer sacrificio propio, sino para el bien comunitario y ahí se verá que nuestra fe no solo sirve para nuestro propio beneficio, sino 64 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


que la ponemos a la disposición de causas beneficiosas para nuestra comunidad, nuestro país y por ende, el planeta que Dios nos regaló. Evangelio: Hermanos y hermanas, preguntémonos; ¿Qué es el Evangelio para mí como persona? ¿En qué consiste el Evangelio para mí? ¿Qué importancia yo le daría al Evangelio? San Pablo en su primera carta a los Corintios nos ofrece una obligación para el cristiano, el modelo de este para llevar el Evangelio cuando relata en esta; 1 Cor. 9:16 “Para mí no es motivo de orgullo anunciar el Evangelio, porque lo considero una obligación ineludible, ¡y ay de mi si no lo anuncio! Primero, desde que estoy más inmerso en los menesteres de nuestra Iglesia y como parte del ministerio de evangelismo, he podido comprender que el Evangelio no es solamente “el plato fuerte” de la celebración Eucarística y la homilía que dice el sacerdote, pastor, reverendo o predicador, no, es algo más que eso. Debemos verla y además practicarla como la forma que Jesús, en su paso por la tierra, nos dejó como enseñanza para que sirviera como ejemplo y modelo de tener un estilo de vida comprometido un mejor estilo de vida, tanto para nuestra familia, como para el entorno de nuestra comunidad, y que sirva para no alejarnos de las necesidades de nuestro país en todos los sentidos, que deberá incluir el sentido socio político, de tal forma que no seamos indiferentes a los malestares que nos afecten como pueblo. Segundo, para mi consiste, que entendamos mediante este regalo de Cristo, que es fundamental y debemos dar a conocer su presencia en nuestras vidas que nos llevan a cambios de conducta, que producen y crean conciencia de ser parte del proyecto de Jesús de interés socio político, de ayuda comunitaria y conciencia gubernamental. Esto comentado, aunque quizás no se presenta en libros cristianos ni teológicos, pero no se me escapa que lo considero como un hecho real, parte del plan de Jesús. Tercero, el Evangelio no debe quedarse en las Iglesias, templos, recintos cristianos y lugares donde se proclame la Palabra. El Evangelio debe ser llevado a las comunidades diversas, desde las de más altas clases sociales, hasta los menos afortunados. Esto se traduce a que quizás conociendo que la promulgación de la Buena Noticia llevada a las más altas esferas sociales podría ser de mucho beneficio si se logra concientizar a los que la escuchan, que su aportación podría traer cambios radicales en todas las comunidades de las ciudades, países y terminara impactando beneficiosamente en planeta que Dios nos regaló, así lo presento Jesús a las comunidades que visito y lo proyecta a través de todos los años que se difundido a través de todo el mundo. Compromiso Socio Político Si nunca es vano hablar del compromiso de un cristiano, mucho menos lo es cuando nos referimos al compromiso en el campo sociopolítico. No puede haber un divorcio entre la Fe-El Evangelio y el Compromiso Socio Político. Este sería considerado como uno de los más graves errores de nuestra época. No deberíamos crear y mucho menos apoyar el distanciamiento entre estos tres elementos que moldearan nuestra conducta y nos llevaran a estar y ser los más fervientes patrocinadores, que guiados por una buena 65 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


relación entre las tres habremos de tener una mejor calidad de vida espiritual por la fe, cristiana por el Evangelio y socio política por nuestra atención e intromisión en los asuntos de nuestra comunidad conducentes por el gobierno. No podemos ser cobardes para defender los ideales que defienden los asuntos sociopolíticos, no podemos ser cobardes, nuestro espíritu debe ser valiente ante las amenazas para cambiarnos y no identificar las luchas por las defensas de nuestra existencia. San Pablo, en 2 Timoteo; 1:7 nos dice; “Porque Dios no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”. Esto no permitirá saber que no podemos ser indiferentes a las situaciones sociopolíticas que nos afecten. Sería irresponsable de nuestra parte, no ser críticos usuales de las causas gubernamentales que pondrían en una situación de aprietos la calidad de vida de nuestro pueblo, mirando hacia el lado y asumiendo sentido de indiferencia. Cualquier intento de apartarnos de esta causa nos llevara y conducirá a hacernos cómplices de los males que sufra nuestro pueblo. Sabemos que existe el temor de sufrir persecuciones y danos, tanto físicos como emociónales de distintas maneras cuando nos identificamos con las causas que señalamos, pero; ¿no fue eso lo que sintió y sufrió Jesús cuando se identificaba con las causas de los menos afortunados y sistemas de injusticia? El cristiano no puede ser ajeno a nada de lo humano, menos aún puede evadirse de una acción en la que tan profundamente implicados están el hombre y la sociedad. La política por ser una actividad donde lo humano esta tan manifiestamente en juego apela a la responsabilidad de la fe cristiana, su atención y su solidaridad con este asunto tan propio de nuestra vida. Presentamos un compendio que nos mostrara como Jesús, el Hijo de Dios, vivió completamente los tres tópicos que nos ocupan como temas de este escrito. Jesús, atravesó todos los procesos de Fe, pues como judío heredaba todas las profecías que precedieron su llegada al mundo. El pueblo judío, nos dice en Hebreos 11: 1-40; mediante la Fe fue guiado por ella abrigaba esperanza y eso lo llevaba a superar todos los eventos o procesos que los desorientaba y guiaba a cautiverio, que conllevaban dolor, sufrimiento, angustia y otros que fueron superados. Mediante la Fe, el pueblo judío, aunque de una forma inequívoca esperaron la venida del Hijo de Dios como un rey Isaías 9:7-1 (pensaban que vendría un guerrero más grandioso que los reyes anteriores, David, por ejemplo, que los liberaría de los cautiverios y males). Jesús con su Evangelio (Buena Noticia) proporciono a su pueblo e intento llevarle a todos\as las enseñanzas básicas para una vida plena. Primero, Dios, para que se cumpliera la profecía, envió a Juan el Bautista, véase Mt. 3:1-12; a preparar el camino de Jesús para iniciar su obra Evangelizadora. Desde el momento de su bautismo comienza su obra de llevar la Buena Noticia, comienza a seleccionar sus discípulas, véase Lc. 5:1-11, y de allí mediante las bienaventuranzas, véase Mt. 5:1-48, nos regala los más sabios consejos para llevar una vida plena, cumpliendo con los decretos de Dios y manteniendo el compromiso social con todos y todas. El Hijo de Dios, El Salvador del mundo, fue un judío, véase Lc. 3:23-38 y Mt. 2:1, disciplinado en la doctrina judía, venia dispuesto y cumplió a cabalidad la fase Política 66 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


Social de su pueblo. pero como hijo de Dios, venia con una misión que fue profetizada siglos anteriores. Como sabemos el pueblo judío, que muchas veces atravesó procesos de cautiverio y opresión, con la llegada de Jesús no fue la excepción. Jesús nace bajo la era del coloniaje romano. Al ser llamado rey, se crea la confusión de que intentaba usurpar el trono romano (cesares) y habiendo nacido en su tierra judía, sus padres (José y María) tienen que huir a Egipto para salvar su vida, véase Mt. 2: 13-15. Sus padres al regresar a la tierra judía (Nazaret) se establecieron allí y cumplieron cabalidad con las normas políticas (ya previamente los padres de Jesús habían cumplido con el censo, véase Lc. 2:1-4). Jesús durante su ministerio enfrento las leyes político-religiosas de la época, y demostró a través de hechos concordantes con la vida humana, que las cargas impuestas por las políticas-religiosas, no eran las más justas para los seres humanos y combatió con su Evangelio el poder político-religioso, de una manera que fuese aceptada por todos\as, llevando mensajes que convencieran no solo a los menos instruidos en indoles político-religioso-social, sino a los más eruditos, aunque fuera sumamente difícil. Con su oposición a la postura sobre el sábado, en Evangelios separados demuestra claramente su distanciamiento de las normas y la Ley, que privaban al ciudadano de muchos privilegios que podían ser beneficiosos para su vida cotidiana, véase Mt. 12:18, que los privaba de comer para su alimentación y véase Lc. 14-1-6, donde se les impedía curar un enfermo un sábado. También, los judíos tenían, dentro de sus preceptos que los leprosos eran seres impuros y Jesús se acerca a ellos, véase Mt. 8:24. Eso demostraba el compromiso que asumió Jesús de anteponerse a los dictámenes que impedían y limitaban a los ciudadanos de ayudas y medidas de perdón que los inculpara de pecados y faltas, aun habiendo realizado hechos contrarios a la llamada Ley. Jesús, en sus Evangelios demostró un fiel cumplimiento de la Ley y llevo la misma a un plano superior con solo dos mandamientos, que el llamo nuevos véase Mc. 12:2834. Jesús asume su rol de buen ciudadano cuando insta a los judíos que deben pagar los tributos al Cesar, pero deja claramente establecido que den a Dios lo que corresponde a Dios, véase Lc. 20:20-26. Hermanos y hermanas, podríamos escribir mucho más sobre todo lo que Jesús, mediante su Evangelio nos demostró los tres temas que nos ocupa, Fe-Evangelio y Compromiso Sociopolítico, siempre demostrando una disciplina ejemplar de manera que sirviera de forma instructiva para todos\as desde aquel tiempo hasta hoy. Por lo tanto, hermanos y hermanas, no dejemos de mantener nuestra postura como cristianos comprometidos con la Fe, El Evangelio y el Compromiso Socio Político y seamos solidarios con estos tres elementos que no se pueden desvincular uno de otro por un fin común que es mantener estabilidad de una buena conducta cristiana que debe motivar a que no desatendamos las causas por las cuales lucha Jesús constantemente para mantener un buen equilibrio la buena conducta humana en todos los aspectos.

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VIGÉSIMA SEXTA REFLEXIÓN Fe, Evangelio y Compromiso Sociopolítico Héctor Felipe Soto Vélez Pastor Metodista Sabiduría está pregonando, la inteligencia levanta su voz. 2 Sobre los promontorios al borde del camino, de pie en las encrucijadas, 3 junto a las puertas de la ciudad, a la entrada de los patios está gritando: 4 “A ustedes, seres humanos, los llamo, a ustedes dirijo mi pregón. Proverbios 8 [BLPH - La Palabra (versión hispanoamericana)] 1La

El tema que nos hemos propuesto ofrece un desafío extraordinario para el momento histórico que enfrentamos en Puerto Rico al finalizar el año 2020. Este tiempo se ha caracterizado por unas condiciones sociales y existenciales de excepción debido a la pandemia del covid19, una situación política muy dramática vivida en el verano de 2019 que nos llevó a la realización de manifestaciones de protesta por la toma de conciencia ciudadana que culminó con la remoción del gobernador electo y su camarilla que también nos dejó una herencia de actos de corrupción administrativa. Luego, somos gobernados por una gobernadora no electa y lo peor, continuamos pisados por la bota de una Junta de Supervisión (Control) Fiscal impuesta por el régimen dominante estadounidense. Tenemos que añadir las condiciones climatológicas catastróficas que padecemos periódicamente en la zona caribeña como los huracanes y los temblores de tierra que han afectado a una gran parte de la población en el sur de la isla. Muchas de nuestras familias y especialmente los miembros más jóvenes de ellas han tenido que emigrar y trasladarse a la metrópoli buscando mejorar sus condiciones sociales y económicas. La crisis al interior de las familias se caracteriza por una disfunción y falta de comunicación, han aumentado las distintas formas y maneras de expresión de la violencia: violencia doméstica, violencia de género; en lo que va del año se ha informado por las autoridades el asesinato de 40 mujeres. No deja de sorprender el surgimiento de dos nuevos movimientos o partidos políticos con muy buen arranque desde el punto de vista de las luchas político-partidistas que se dan en el país. Tendremos el oído en tierra para observar el desarrollo y los acomodos necesarios de estos nuevos movimientos. Los fundamentalistas y conservadores en el Proyecto Dignidad han hecho una alianza bastante lógica y lograron entrar por la puerta ancha. Y creo que Movimiento Victoria Ciudadana tiene futuro si puede recoger entre los disidentes, liberales y enchismados que siempre dejan estas contiendas. Como un pastor evangélico cultivo la disciplina espiritual de la < Lectio Divina >. Leo, oro, medito, contemplo y reflexión y comparto la Palabra; guiado por una lectura íntima, profunda e iluminadora de las Escrituras judeocristianas y con una apertura al fluir del Espíritu de la Justicia y la Verdad que como dice el Evangelio según Juan, es como el viento. “El viento sopla donde quiere; oyes su rumor, pero no saber ni de dónde viene y a dónde va.” (Evangelio según Juan 3:8 BLPH). Y vuelvo sobre el texto del profeta 68 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


Jeremías, en el capítulo 23, cuando emite un juicio terrible contra los pastores, los dirigentes y gobernantes del pueblo, y también, contra los profetas falsos. Ninguno de estos pastores o pastoras y profetas o profetizas se ocupó de la gente de a pie ni fueron diligentes, tampoco respondieron a la altura de la responsabilidad que se les encomendó. de los pastores que descarrían y dispersan el rebaño de mi pastizal! —oráculo del Señor—. 2 Por eso, así dice el Señor, Dios de Israel, acerca de los pastores que apacientan a mi pueblo: Ustedes dispersaron mi rebaño, lo expulsaron y no se han preocupado de él. Pues bien, yo les voy a pedir cuentas de sus malas acciones — oráculo del Señor— 3 y yo mismo reuniré al resto de mis ovejas de todos los países por donde las dispersé y las haré volver a su pastizal, donde fructificarán y se multiplicarán. 4 Les pondré pastores que las apacienten; ya no tendrán miedo, no se espantarán ni faltará ninguna —oráculo del Señor—…11Hasta profetas y sacerdotes son impíos, hasta en mi Templo encuentro su maldad —oráculo del Señor—. 12 Por eso, su camino se les hará resbaladizo; empujados a las tinieblas, en las tinieblas caerán. Traeré contra ellos la desgracia el año en que les pida cuentas —oráculo del Señor—. 13 Entre los profetas de Samaría he visto una cosa inmoral: profetizan en nombre de Baal y extravían a mi pueblo Israel. 14 Entre los profetas de Jerusalén he visto una cosa espantosa: son adúlteros, van tras la mentira, se ponen a favor de los malvados y nadie se aparta de su maldad. Son todos para mí como Sodoma, sus habitantes igual que Gomorra. 15Por eso, así dice el Señor del universo acerca de los profetas: Voy a darles a comer ajenjo, y a beber, agua emponzoñada, pues los profetas de Jerusalén han esparcido la impiedad por el país. 16 Así dice el Señor del universo: No escuchen las palabras de los profetas que les despiertan esperanzas vanas y les transmiten visiones imaginarias, cosas que no ha hablado el Señor. …25 He oído lo que dicen los profetas, los que profetizan mentiras en mi nombre, los que dicen: “He tenido un sueño, he tenido un sueño”. 26 ¡Basta ya! La mente de los profetas está repleta de falsas profecías, producto de su fantasía. 27 Con los sueños que se cuentan entre sí, tratan de que mi pueblo me olvide, como me olvidaron sus antepasados por Baal. 1¡Ay

Volvamos al suelo boricua, quizá esta lectura en la pared nos señala que ha llegado el tiempo del cambio y la renovación social, política y económica. Es tiempo de abrazarnos a la esperanza. Porque las fuerzas para la transformación necesaria están en las profundidades de la conciencia del pueblo. Surgen de la vida en comunidad, de la koinonia o comunión, de la espiritualidad que purifica, produce y reproduce la vida; como se enseña en las comunidades cristianas. ¿Habrá llegado el juicio de la historia y del dios-pueblo para el pulseo bicolor (PNP-PPD) o el #bipartidismo que hemos padecido? ¿Será el tiempo de la manifestación de la #PatriaNueva? Parece que ni pastores ni profetas conocen el oráculo para el futuro inmediato de nuestra historia. Entre tanto, continuaremos creyendo y luchando porque un Puerto Rico nuevo ya está surgiendo. Y por los boricuas y las boricuas de pura cepa, nacidos y por nacer, no perdamos la esperanza. Desde la fe que mueve montañas un mundo nuevo siempre será posible.

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VIGÉSIMA SEPTIMA REFLEXIÓN Si no fuera por los americanos Laica Mayra Méndez Iglesia Católica Romana Desde pequeña escucho esta frase: “si no fuera por los americanos”. Muchas veces la escuché decir a mi santa madre. Me crie con mis padres y mis hermanos en una familia católica y republicana y luego novoprogresista cuando se fundó el PNP. En el año 1968 el partido salió victorioso en las elecciones generales. Recuerdo en esa campaña las 315 razones del PNP para atacar al adversario. Desde entonces he presenciado dos partidos alternándose en el poder con sus respectivas campañas de sucio difícil. Mi familia paterna era PNP, pero la materna estaba dividida. Así viví inmersa entre estas dos opciones políticas tanto, que no dejaban mucho espacio para considerar una tercera opción que se colaba de vez en cuando. Recuerdo claramente cuando estando cerca de la casa de mi tía mi familia se percató que había una bandera popular sembrada en el frente de la casa. Mi madre juntó las manos en signo de oración y clamó al cielo. En algún momento de mi adolescencia, luego de mi madre haber expresado la célebre frase que da título a este artículo, le pregunté por qué la decía. Entre emoción y agradecimiento contestó: “porque cuando mi hermano se fue para el ejército comenzaron a llegar chavitos a casa (donde quedaban cinco hermanas y una madre viuda en extrema pobreza)”. No solo a estadistas sino también a populares los he escuchado decir “si no fuera por los americanos”. Hasta la fiscal federal Rosa Emilia Rodríguez no hace mucho la utilizó. Esa sumisión a personas de otro lugar que ni siquiera conocía, de otro país, frase que implicaba nuestra inferioridad como puertorriqueños, no la entendía del todo. Además, no compaginaba con mi sentimiento religioso de que sólo dependemos del Dios creador y salvador que nos dio la vida y nos ubicó en un terruño borincano en el Caribe. Pero al pasar de los años comprendí qué mucho de miedo y terror había en esta frase. Después de haber presenciado 13 elecciones generales aún se continúa machacando la idea de que no hay otra opción para este pueblo creyente, que sólo los americanos nos podrán salvar de la pobreza y la incapacidad. En un reciente debate televisivo, el líder máximo del partido que predica la estadidad debido a los muchos fondos federales que se recibirán en Puerto Rico le preguntó a su contrincante cuál era su plan para la independencia sin fondos federales. Implícita estaba la certeza de que sin los americanos no hay salvación. Irónicamente, con los americanos es que Puerto Rico ha llegado a su crisis sociopolítica y económica más profunda reflejando a su vez nuestra cruda condición colonial.

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VIGÉSIMA OCTAVA REFLEXIÓN Con fe y acción sé guardián de la creación Dr. Luis N. Rivera Pagán A veces los cristianos cometemos el error de creer y pensar que la gracia divina es un don exclusivo para el bienestar de los seres humanos. Pero esa visión descuida algo esencial en las escrituras sagradas: Dios es el forjador, preservador y renovador de toda la creación. Génesis 1:1 nos indica que Dios es el creador de “los cielos y la tierra”. Ciertamente también es creador del ser humano, pero como guardián y preservador de toda la naturaleza. Con excesiva frecuencia se limita la reflexión teológica a la relación exclusiva entre Dios y el ser humano. La conclusión del libro de Isaías insiste en que al final de los tiempos Dios renovará toda la creación. “Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra. De lo pasado no habrá memoria ni vendrá al pensamiento. Mas os gozaréis y os alegraréis para siempre en las cosas que yo he creado.” (Isaías 65:17-18) Y concluye prometiendo un futuro excepcional, en el cual los seres humanos vivirán en paz, sin temor alguno a guerras mortales y destructoras, disfrutando de los dones de la tierra, comiendo el pan, sin temor a la violencia de los frecuentes conflictos bélicos, y tomando el vino para alegrar continuamente la vida. Más aún, se elimina la violencia mortal y trágica no solo entre las comunidades humanas, sino en toda la creación. “El lobo y el cordero serán apacentados juntos; el león comerá paja como el buey y el polvo será el alimento de la serpiente. No afligirán ni harán mal en todo mi santo monte.” (Isaías 65:25). Ese es el tema que recupera y acentúa Pablo en el octavo capítulo de su epístola a los Romanos (8:18-22). “Tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse, porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. La creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza. Por tanto, también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora.” Es, por lo tanto, un error limitar la gracia divina a los seres humanos, excluyendo a toda la naturaleza. El proceso final de redención de la historia debe incluir a la totalidad del universo y no puede limitarse a la transformación celestial de la humanidad. Es la totalidad de la naturaleza la que gime a causa de “la esclavitud de la corrupción”. Esa 71 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


“esclavitud de la corrupción” es la que causa la creciente mortalidad en diversos lugares del planeta, entre ellos la zona amazónica del Brasil, donde innumerables comunidades nativas se enfrentan a la posibilidad de su disolución y exterminio. Esa “esclavitud de la corrupción” es la que obliga a muchos seres humanos a abandonar sus lugares de nacimiento, su patria, e intentar migrar a otras naciones, en las que con mucha frecuencia son tratados con escarnio y maltrato. Como escribe el excelso poeta Alfredo Pérez Alencart sobre el infeliz destino de los migrantes, en un verso – Ojalá que nunca te suceda - de su reciente poemario dedicado a la tragedia que sufren innumerables migrantes… “Serás como el recién llegado que busca comida en la basura y debe dormir bajo los puentes mientras todo brilla por arriba… Sí: ojalá que nunca te suceda” Pablo nos exhorta a no limitar ni reducir la esperanza en la gracia redentora divina. Es toda la creación la que sufre las consecuencias del pecado humano. Es también toda la creación la redimida y transformada por el Dios redentor. Esa esperanza, sin embargo, contiene un desafío para todo creyente: laborar por la sanidad de la naturaleza; denunciar todo proyecto que la degenere y maltrate solo con el propósito de enriquecer a una minoría de empresarios voraces y avaros; apoyar los esfuerzos de descontaminar las aguas de ríos y mares cercanos a las ciudades; preservar la vida de tantas criaturas cuya existencia está en grave peligro de extinción. Pablo, por tanto, no solo promete la gracia divina de redención universal. También nos desafía, en nombre de Dios, a luchar por la sanidad de toda la naturaleza, criatura insigne de Dios. Al enfrentar en misión profética los desafíos que sufren nuestros países latinoamericanos y caribeños nunca debemos olvidar las penurias que sufre toda la naturaleza – las tierras, vegetación, ríos, lagos, mares – de nuestros lares nativos. La teología siempre debe incluir una dimensión, desafiante y fascinante, ecológica. Las escrituras sagradas nos conminan a que con fe y acción seamos guardianes de la creación.

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VIGÉSIMA NOVENA REFLEXIÓN Apuntes en torno a la Fe, Evangelio y Compromiso Sociopolítico Rvdo. Canónigo Dimas David Muñoz Quintana Catedral San Juan Bautista Iglesia Episcopal Diócesis de Puerto Rico

Existe la noción entre muchos algunos sectores del cristianismo que hay una especie de muro entre la fe el evangelio y el compromiso sociopolítico de la Iglesia, esto igual que el asunto de la sexualidad humana, no se debe tocar ni con un palo largo. Pero nada más lejos de la verdad, me recuerda la sentencia de San Agustín de Hipona (354-430) que decía: “Soy un ser humano y nada de lo que verdaderamente humano me es ajeno”. Los profetas en las escrituras hebreas, además de llamar a la conversión y de la necesidad volverse a Dios, constantemente denuncian la situación de esclavitud, explotación y sufrimiento en que vive el pueblo. Su labor profética les costaba el rechazo y persecución, especialmente, por sectores del liderato político y religioso, que no querían oír ni que el pueblo escuchara ni prestara atención a su mensaje profético. Luego con Jesús, el amor, el respeto a la dignidad humana, la restauración de cada ser humano, la denuncia de la injusticia cruel, las riquezas y la hipocresía religiosa fueron su accionar. Pero Jesús nació y vivió en medio de una muy explosiva situación política. Un pueblo dominado y humillado por el imperio romano con la resistencia de varias de grupos de zelotes judías. Fariseos, Saduceos, y otros grupos o partidos religiosos judíos encontrados no solo en la religión judía, sino como responder a la ocupación y dominación romana. Pero curiosamente, estos partidos religiosos judíos se pusieron de acuerdo para exigir a las autoridades romanas la ejecución de Jesús. En el juicio contra Jesús, las acusaciones que lanzaron contra Él eran casi todas políticas. ¡Le acusaron de hacerse rey de los judíos, “Nosotros no tenemos más rey que el emperador!” (Juan 19:15 DHH), de sedicioso: “Ustedes me trajeron a este hombre, diciendo que alborota al pueblo; pero yo lo he interrogado delante de ustedes y no lo he encontrado culpable de ninguna de las faltas de que lo acusan.” (Lucas 23:14 DHH), de sedicioso que prohibía dar tributo a César “Hemos encontrado a este hombre alborotando a nuestra nación. Dice que no debemos pagar impuestos al emperador, y además afirma que él es el Mesías, el Rey.” (Lucas 23:2 DHH). En su crucifixión sobre su cabeza: “Y pusieron un letrero en el que estaba escrita la causa de su condena: «El Rey de los judíos.» (Marcos 15:26 DHH) y Pilato escribió un letrero que decía: «Jesús de Nazaret, Rey de los judíos», y lo mandó poner sobre la cruz. Muchos judíos leyeron aquel letrero, porque el lugar donde crucificaron a Jesús estaba cerca de la ciudad, y el letrero estaba escrito en hebreo, latín y griego. (Juan 19:19-20 DHH). En nuestra época estamos padeciendo y sufriendo no solo la pandemia del COVID-19 con todas sus secuelas, sino con un tiempo de deterioro en las instituciones gubernamentales y políticas, en donde reina la corrupción y la impunidad, la ineficiencia, la dejadez, las prebendas, el nepotismo, la politiquería y una completa ausencia de 73 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


transparencia en el en los asuntos del gobierno. Llevamos años con arrastrando con una grave crisis social y económica con una deuda que nos exigen pagar sin una auditoría necesaria de la misma. La situación de la condición colonial de Puerto Rico queda hoy más que nunca al desnudo, con la ley PROMESA y una junta de control fiscal con poderes omnímodos nombrada por el Congreso y Presidente de los EE.UU. Sectores del pueblo que han ejercido su derecho a protestar, lo han hecho con mascarilla y distanciamiento social, son acosados por las autoridades policiacas y en ocasiones arrestados, sin embargo, durante las campañas de primarias y elecciones muchos de los políticos violaron impunemente la orden ejecutiva del gobierno en la cara de todos y escoltados en ocasiones por la propia policía. Como escribiría el escritor inglés George Orwell en su obra "Rebelión en la granja" - “Todos somos iguales, pero hay algunos más iguales que otros”. Algunos en Borinquen no ven posibilidad de cambio, y por necesidad deciden tomar el camino del aeropuerto y sumarse a las filas de nuestros hermanos y hermanas en la diáspora. El pueblo se siente harto, cansado y agobiado. Algunos piensan que cumplir nuestro deber como cristianos y ciudadanos es únicamente la participación en las elecciones generales cada 4 años y algún referéndum ocasional. Cuando hay otras formas de que el ciudadano puede participar políticamente ya sean por medio de cartas, resoluciones etc. Pero el cristiano pude dar testimonio por medio de piquetes por medio de marchas, por medio de boicots, protestas y huelgas. A veces estas últimas actividades son mal vistas, se entiende que el cristiano, no debe participar en ellas, pero sin embargo son parte del testimonio cristiano de que se preocupa por lo que pasa en el país, se preocupa por lo que le pasa a los necesitados, se preocupa por los más vulnerables. Jesús demandó el hacer justicia como forma de vida y nuestras denominaciones cristianas han servido solidariamente y con amor al pueblo puertorriqueño durante los pasados dos huracanes, terremotos y durante la pandemia del COVID-19. Pero es necesario escuchar más la voz profética de la Iglesia y de los Cristianos denunciando cuales son las causas y responsables de la corrupción la injusticia y la destrucción de nuestros recursos naturales. Es necesario, hoy más que nunca, que el pueblo pueda escuchar esa voz profética a favor de los que han sufrido y sufren las injusticias y desigualdades que desfiguran su dignidad y derechos que les corresponden como seres creados a imagen de Dios. Una voz que sea propia y la del evangelio, solidaria no sectaria, pero sabiendo que se va a pisar algunos callos. Es necesaria la fe, la oración y acción pero que siempre nos ajustemos a los valores del reino de Dios.

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TRIGÉSIMA REFLEXIÓN Compromiso Sociopolítico del cristiano: luchar contra la corrupción Dra. Martha Quiñones Domínguez Catedrática Universidad de Puerto Rico-Recinto de Arecibo

¿Cuál es el compromiso del cristiano en la sociedad actual? ¿Podemos decir que existe una crisis de identidad? La respuesta no es tan sencilla, en especial cuando la fe se cuestiona, se tuercen los conceptos y las ideas. Expresamos temor a manifestarnos, debido a que enfrentamos cristianos que se han convertido en políticos y utilizan su fe para manipular, robar con diversos actos de corrupción, sembrar odio y destruir la sociedad. Entonces ¿cuál es el compromiso del cristiano en la sociedad en especial ante la existencia de la profunda crisis de identidad hoy en día? Es ser cristiano, ser ciudadano y a veces ser servidor público, que debe ver la política como una oportunidad de servicio, como el arte de bien administrar y como ejercicio del poder en representación del bien común. Su deber es luchar por la justicia, y luchar en contra de la corrupción, de la ilegalidad, del abuso de poder, pues son actores del bien común. Los profetas y apóstoles señalaban que la principal fuente de corrupción y desorden era la codicia. La codicia y la corrupción van de la mano, destruyen al mundo y al ser humano. El compromiso es de luchar por la paz, la libertad y el amor al prójimo para desarrollar seres humanos libres. Libres de las circunstancias que nos oprime y desvía de Dios y construir ese mundo mejor. En el Viejo y Nuevo Testamento los jueces, profetas y apóstoles respondían a su época, denunciaban, protestaban y se alejaban de todo lo que los desviaba del amor al prójimo y de Dios. Debemos hacer lo mismo. Jesús nos enseñó a orar el Padre Nuestro donde pedimos y “líbranos del MAL” y además dio el gran mandamiento luego de amar a Dios, “amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:3640) y de ahí surge el compromiso del cristiano. El cristiano vive en contexto socio-culturales bien concretos, por eso cuando huimos del compromiso social-político presentamos una respuesta torcida de la fe para justificar nuestro NO hacer, nuestra NO participación en denunciar y nuestro odio al prójimo. A pesar de que decimos que creemos en Dios, muchas de las acciones o no acciones dan a entender que Dios ha muerto, que no existe, que no ve y es sordo como dice Tito1:16 “Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan”. Esto sucede cuando vivimos la vida pendiente a cosas que nos esclavizan, que nos desvían, nos llevan a adorar otros dioses que tuercen el camino: el dinero, el poseer bienes, el consumo, la fama o éxito y el poder o adorar otros dioses como el capital y el poder económico y político y a odiar y despreciar a los que son diferentes. Llegamos a querer participar del poder y somos esclavizados, y nos olvidamos del compromiso transformador que es trabajar por los pobres, por la justicia, contra el robo y el egoísmo (contra la corrupción), contra la falta de justicia, contra la opresión, etc. Y 75 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


en especial cumplir con amar al prójimo como a uno mismo. Señala la palabra; “Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra; más cuando domina el impío, el pueblo gime” (Proverbios 29:2). La acción de la Iglesia es política en tanto que mira por el BIEN COMÚN de la sociedad, donde el silencio u omisión tiene repercusiones políticas. Pero nuestras acciones demuestran que no amamos a Dios, ni al prójimo y nos desviamos de Dios. La pregunta que hacen, ¿por qué no participar de los puestos políticos o hacer un partido? Todas esas acciones nos desvían, empezamos perdiendo autoridad moral, credibilidad y lleva a caer los vicios de la corrupción que tanto los profetas denunciaban. Las acciones que se llevan a cabo colocan al ser humano en el debate de escoger entre hacer el bien, el mal o hacerse el ciego. Y lo peor limita nuestra capacidad para denunciar el desorden político, social y económico. La crisis de los políticos es una crisis ética. No se puede gobernar al pueblo sin amor y sin humildad. Otros señalan que con elegir personas honestas se resuelve. Y qué hacemos si al juntarse con el mal, el mal los domina, practican la corrupción y no siguen por el camino de la justicia, la equidad, la igualdad, la transparencia y el amor al prójimo. Cuando se participa del mundo y sus actos de corrupción es como decir que Dios no existe, se cometen violaciones éticas. Creen que no los ven, que pueden ser corruptos, tener enriquecimiento ilícito, hacer nepotismo, destruir el ambiente y la vida, etc. y que luego con pedir ORACIÓN se resuelve todo. La demagogia se impone, esa estrategia utilizada para conseguir el poder político que consiste en apelar a prejuicios, emociones, miedos y esperanzas del público para ganar apoyo popular, mediante el uso de la retórica, la desinformación, la ignorancia y la propaganda política. Nuestro deber es denunciar, exigir que se gobierne con justicia, solidaridad y equidad para que se conviertan en fuerzas liberadoras y ayudan a construir un mundo mejor. La corrupción es pecado La corrupción, que para el cristianismo entraña pecado, es una agresión al prójimo (robar bienes del pueblo y dejar sin servicios necesarios) y también al bien común. De los principios éticos en los Diez Mandamientos (en Éxodo y Deuteronomio) que engloba este tipo de actuaciones, encontramos dos, el que afirma que "no robarás" y el de "no codiciarás los bienes ajenos" (Ex. 20;2-17; 34: 10-28 y De. 5;6-21). Además de ellos, la Biblia está repleta de alusiones muy explícitas a la corrupción, que se asemeja mucho a la que está destruyendo a Puerto Rico, al mal gobierno, a la corrupción y la codicia (de los ricos y políticos, mentirosos y avaros). El profeta Amós condenó los lujos de la corrupta clase alta de Israel (Amós 8:5-6) y Jeremías señalaba las “palabras engañosas, la injusticia, la opresión de los pobres, la violencia, el robo, el adulterio y la idolatría se practicaban en sus atrios (Jeremías 7:4-9). Dios se ha toma muchas molestias para advertirnos sobre la corrupción en todas y cada una de sus formas directas o indirectas (injusticia, soborno, avaricia, torcer la justicia, testigos falsos, extorsión, exacciones ilegales, abuso, usura, mentira, entre otras incluyendo dejar de pagar los impuestos), denunciándolas como pecado y por ende que trae maldición al ser humano y los pueblos. 76 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


En la Biblia se confronta la corrupción y el mal gobierno en todas sus formas y efectos, dando un diagnóstico amplio y profundo, ofreciendo muchos ejemplos de crítica social. Un breve repaso de los profetas del Antiguo Testamento y de la crítica que ellos hacen de la corrupción puede resultar instructivo. En el Éxodo se trata del relato de un proceso histórico de liberación de un pueblo oprimido que es paradigma y meta para todo un pueblo, luchar por la liberación. El relato de José en Egipto señala como el funcionario debe administrar bien los asuntos públicos y cómo se debe actuar en épocas de crisis para ayudar al pueblo (Génesis 41). Posteriormente se habla de los jueces y profetas que era la voz que anuncian las buenas nuevas, luchaban contra los abusos y explotaciones, liberar a su pueblo de la opresión y recordaban volverse hacia Dios. Los jueces que gobernaban y eran defensores de la justicia, que luego al concluir volvían a su vida ordinaria, son ejemplos de hacer justicia y vivir en comunidad. Los profetas denunciaban el mal gobierno, la opresión al pueblo, y cuando se desviaban llamaban al pueblo a volverse a Dios, además de criticar y denunciar la alianza oculta que había entre gobernadores, sacerdotes y mercaderes y que construía un entorno cultural basado en la codicia y el hambre de poder. Enseñan el camino, denunciar la inequidad y los excesos, sostenidos por estructuras de miedo, violencia y opresión, con un sistema judicial corrupto que “han vendido al justo por dinero y al pobre, por un par de zapatos”, pisotean al desvalido, tuercen los caminos y abusan de las mujeres (Amós 2:6-7). Además de denunciar los impuestos injustos, los atropellos de los poderosos, ricos, mentirosos y avaros. Hace mención de nuestro deber de proteger al trabajador y denunciar los abusos laborales, el que quiten derechos y exploten al trabajador -”¡Ay de ti, que explotas a tu prójimo y no le pagas el salario de su trabajo!” (Jeremías 22:13) y “sólo ves lo que te conviene; sólo piensas en saciar tu avaricia” (Jeremías 22:17). Así que un compromiso del cristiano era y es denunciar los abusos de poder y el que quiten derechos laborales a los trabajadores con la Reforma Laboral 2017, los abusos de aumentar los impuestos y el exceso de la deuda pública. En el Antiguo Testamento las referencias son muchas de codicia, robo, opresión, Isaías habla de ganancias fraudulentas, sobornos y corrupción. El profeta Amós denuncia como “venden al inocente por dinero, abusan de la criada” y otras formas de corrupción, de violación a derechos humanos, desorden. Pero es el profeta Oseas el que nos brinda una teología práctica respecto de lo repudiable que es para Dios la corrupción, de cómo destruye la sociedad y genera el crimen; “Perjurar, mentir, matar, hurtar y adulterar prevalecen, y homicidio tras homicidio se suceden”. Miqueas nos recuerda la corrupción del pueblo de Israel y denuncia a los que piensan inequidad y la ejecutan, a los que codician y roban. En el Nuevo Testamento las referencias a sobornos, fraude, extorsiones tienen cabida en todos los Evangelios y especialmente en los escritos paulinos. Sentencia el libro de Tito: “Todas las cosas son puras para los puros, más para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas. Profesan 77 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra” (Tito 1:15-16). Es claro el corrupto NIEGAN a DIOS y la sentencia es: “Ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios” (I Co. 6:10), aunque ores y practiques la fe falsa en las Iglesias. Debemos volvernos a Dios y resarcir daños a la sociedad. La corrupción, la opresión, los maltratos, los sobornos, las injusticias, la violación a derechos humanos, el favoritismo, el nepotismo, la destrucción ambiental, cultural y social, lleva a la destrucción, a las drogas, el crimen organizado, la violencia, la degradación y la muerte. Las ganancias económicas que no vemos, pero están ahí detrás de toda esa corrupción, es una gran empresa productiva que compra políticos y empresarios, logra favores e impunidad y destruye a la sociedad. La corrupción se mueve en ese mercado de la violencia, que es inmenso y se extiende en el mundo, e incitan a las personas a entregarse a un modo de vida que destruye, arruinan la Tierra y perjudican a los ciudadanos de todo el mundo. Conclusión Cuando leemos y estudiamos la palabra encontramos que la Biblia ofrece muchas relaciones sobre el compromiso del cristiano con la sociedad y su deber de denunciar la opresión, violación de derechos humanos, injusticias, corrupción y mal gobierno. Desde el Antiguo Testamento les correspondía a los jueces y profetas ser abogados de Dios llamando al pueblo a volverse a Dios y cumplir la ley, luego se asignó a los apóstoles y posteriormente a nosotros. También se señaló que no participemos de los malos actos, políticas corruptas y torcidas, pues no se puede servir a dos amos y nuestro deber es defender al pueblo, en especial a los perseguidos, pobres y maltratados y que sean liberados de la opresión. Cuando pedimos en oración a Dios: “Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra” (Mateo 6:10), pedimos auxilio divino que se complementa con acciones humanas. Nuestro compromiso es eliminar la corrupción a todos los niveles, y eso exige un segundo paso mucho más difícil: requiere un cambio, no se logra con encíclicas, sermones, oraciones, con falso espiritualismo, sino con transformación y compromiso, luchar contra las injusticias, la opresión y esa desviación hacia el MAL para amar a nuestro prójimo. Requiere compromiso y participación activa, por eso las Iglesias deberían fomentar el trabajo en ámbitos como la auditoría forense de la deuda, la penalización de la corrupción, la erradicación del crimen y la violencia en todas sus formas, la representación legal del oprimido y del pobre, el periodismo de investigación, los organismos de orden público, la administración estatal eficiente y transparente (como oportunidad de servicio, como arte de bien administrar y como ejercicio del poder en vista del bien común) y la gestión de organizaciones sin fines de lucro (ONG) en diversas áreas de liberación del ser humano. Denunciar la alianza secreta e impía entre “gobernadores, religiosos y mercaderes”, involucrarnos en la esfera pública estableciendo un diálogo crítico y constructivo por el bien común y la solidaridad, ayudando a edificar una infraestructura social y ética que resista la corrupción y el odio hacia el prójimo. La Palabra de Dios es clara respecto a la corrupción y la posición que 78 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


los cristianos deben tomar. Hay que defender la dignidad humana, los derechos fundamentales del ser humano, luchar contra la injusticia, la corrupción, la ilegalidad y del abuso de poder y cuando los políticos dejan de ser lo que deben, o sea, servidores públicos y actores del bien común, denunciarlos. El compromiso socio-político del cristiano implica una superación del falso espiritualismo que trata de refugiarse en el área de lo sagrado, huyendo de los compromisos. La ética es el aspecto más importante, sin demagogia, con amor, fraternidad, solidaridad, equidad y justicia. La ética que permita denunciar la corrupción. Esa corrupción se ha expresado, principalmente, en enriquecimiento ilícitos, negociados, cuentas bancarias secretas, nepotismo y podemos seguir señalando. Nuestra aportación encauzar a los partidos por caminos de honestidad, de justicia, de equidad, de igualdad, de transparencia, de amor al prójimo y de respeto a la diversidad. El Evangelio es el manantial de valores para orientar la vida de las personas y de los pueblos. Jesús nos enseñó que no se puede ceder ante la injusticia, ni siquiera a costa de la propia vida, luchemos por un mundo mejor. Con pequeños actos, construimos un mundo mejor.

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TRIGÉSIMA PRIMERA REFLEXIÓN LA FE Lcdo. Rafael Pérez Abreu Laico Iglesia Episcopal Diócesis de Puerto Rico-Misión San Pablo Arecibo, Puerto Rico Es forzoso reconocer que Jesús tenía una preocupación continua y frecuente con la Fe. Sus expresiones de, “hombres de poca Fe”; “si tuvieran la Fe del tamaño de una semilla de mostaza”; “tu Fe te ha salvado, vete y no peques más”; cuando la mujer cananea le pide por la salud de su hija, que estaba endemoniada, Él la ignora. Los discípulos le pidieron que la escuchara para que dejara de gritar. Jesús les dice: “he sido enviado para las ovejas perdidas de Israel”. Ella se postró y le dijo: “Señor ayúdame”, él le contesta, “que no está bien quitar el pan a los hijos para dárselo a los perritos”. Ella le dice: “es verdad Señor, pero también los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus dueños”. Jesús le contestó: “Mujer ¡que Fe tan grande tienes!”: “Que se cumplan tus deseos” y su hija quedó curada. Cuando Jesús caminó sobre las aguas del lago, Pedro le pidió que él pudiera hacer lo mismo. Pedro entró al agua; por el camino el viento que hacía, le dio miedo y se hundió. Le pidió a Jesús que lo salvara. Jesús lo sostuvo y le dijo " Hombre de poca fe, ¿Por qué dudaste?” La mujer que tenía hemorragias por 12 años toca el borde del manto de Jesús y quedó sanada de inmediato, pues así pensaba ella que ocurriría. Jesús le dice: “ten confianza hija, tu Fe te ha sanado”. Al instante la mujer quedó sana. Cuando el centurión le dice a Jesús:” mi muchacho está postrado, paralítico y sufre terriblemente”. Jesús le dice que irá a sanarlo. El centurión le contesta entonces, “Señor no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que digas una palabra y mi muchacho quedará sano”. Luego Jesús le manifiesta a los que le seguían: --“Les aseguro que no he encontrado una Fe semejante en ningún israelita”. Luego le dijo al centurión—“Ve y que suceda como has creído”. En aquel instante el muchacho quedó sano. Debe ser nuestro deber social, cristiano y político, promover el crecimiento de la Fe. La manera más segura y eficaz para lograr esto, es viviendo una Fe con un Cristo Resucitado Vivo. Debemos y tenemos que llevar a Jesús Resucitado Vivo con y entre nosotros a la comunidad. Ello nos traerá un renacer del llamado de Jesús, e ineluctablemente acrecentará nuestra Fe. Es no solo aconsejable, sino que es indispensable para vivir plenamente, una vida con y entre el Jesús Resucitado Vivo. Jesús ama la vida y nos quiere dar vida Eterna. Este nuevo sentir debemos extrapolarlo a todos los ámbitos, incluyendo el político; pero el político en un sentido muy amplio.

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Veamos: Compartir con mis vecinos haciéndoles saber que estoy lleno de vida porque estoy con Jesús Resucitado Vivo y a mi lado. Cuando les colabore a resolver sus situaciones lo sentirán como lo siento yo. Producirá un infinito calor de vida un Cristo Vivo y presente entre nosotros. Se tornará la vida cristiana en una reacción en cadena interminable hasta el fin de los tiempos. Veremos el amor, la Fe y la esperanza, doquiera que vayamos. Comenzaremos a vivir o previvir la vida eterna. Esto es una conmoción claramente política. Así serán los otros quehaceres nuestros cuando continuemos con nuestro Jesús Vivo Resucitado. Jesús no Resucitó hace más de 2,000 años y se quedó entonces en esa época; Jesús está Vivo y Resucitado hoy en el siglo XXI (el año 2020) y se encuentra tan Vivo como entonces, con y entre nosotros. Soy un cristiano que duda mucho y que necesita acrecentar y cultivar su Fe. ---Que Dios quede con todos nosotros y nos colabore para aumentar significativamente nuestra Fe.

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TRIGÉSIMA SEGUNDA REFLEXIÓN VIVIR EN NUESTRO DESIERTO Padre Roberto Morales Sacerdote Jubilado de la Iglesia Episcopal

Basado en las lecturas de Éxodo 3:1-15; Ira. Corintios 10:1-13; Lucas13: 1-9 Dios le habla a Moisés en la experiencia de la “zarza que arde” y que no se extingue. El recibe esa señal de Dios para que sea el líder que saque el pueblo de su opresión. Ese fue el propósito de Dios, algo más allá de una experiencia espiritual maravillosa. Muchos de nosotros hemos recibido esas señales de Dios, pero se ha quedado en una mera experiencia espiritual y emocional. Hay que darse cuenta de que Moisés vivió una experiencia única, que lo llevó a entender, a conocer a un Dios libertador. El llamado de Moisés no fue para que experimentara algo sagrado solamente, sino que el propósito primordial de Dios, que escoge a Moisés para ACTUAR y liberar a su pueblo de la opresión y de la esclavitud. Ese fue también el camino de Jesús hacia Jerusalén para enfrentarse a los poderosos, a las fuerzas contrarias al establecimiento del Reino de Dios y la creación de ese nuevo hombre y mujer. Moisés y Jesús son parte de la historia de este mundo; a través de sus acciones se hicieron realidad en nuestro medio ambiente. Ambos nos llaman, educan y guían para que le demos sentido a la vida que tenemos. Tenemos que reconocer que nosotros también estamos viviendo en un desierto: por el sistema de vida de tener posesiones y no del dar; del yo individualista en vez de compartir en comunidad con el otro; del egoísmo y la avaricia, en vez de solidaridad con el prójimo. Esto es solo una muestra del desierto que vivimos. A nosotros se nos invita a una espiritualidad liberadora, que tenga un sentido más humano y se respete la creación de Dios. Dios llamo a Moisés; a los profetas para que denunciaran la explotación del pueblo y a la vez anunciar el Reino de Dios que es: justicia, solidaridad, amor, paz, y felicidad. Dios nos alerta que el caminar en este desierto (como el caminar de Moisés y Jesús), no va a representar llevar una vida fácil y cómoda; sino una de sufrimientos, dificultades y riesgos. ¿Estamos nosotros dispuestos a ello? “Buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia y las otras cosas serán añadidas.” Aceptemos y reconozcamos que vivimos en este desierto y recibimos muchas tentaciones que nos duermen como una droga – opio, para no cuestionarnos el origen y el porqué de la opresión y la pobreza existente. No solo eso, sino que nos mantenemos en una espiritualidad –emocional infantil, que duerme y nos hace olvidarnos de los vicios y tentaciones que no nos permiten escuchar la voz de Dios, para actuar de acuerdo a sus exigencias. Caminemos en comunidad y como Iglesia “hacia esa tierra prometida” que es su Reino. El que tenga oídos que oiga. 82 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


TRIGÉSIMA TERCERA REFLEXIÓN La Iglesia y el Testimonio Público en Puerto Rico Dra. Agustina Luvis Núñez Profesora Seminario Evangélico de Puerto Rico ¿Dónde está la sal, dónde está la luz? Antes de que Jesús les dijera a sus seguidores y seguidoras: "Ustedes son la sal del mundo, ustedes son la luz del mundo", les explicó con detalles que significaba eso. Les recitó las bienaventuranzas, unas declaraciones breves que resumen cómo la Iglesia puede ser sal y luz en el mundo. Una Iglesia que quiere contribuir a la transformación y al bien común tiene que ser capaz de ser compasiva, llorar con quienes sufren, trabajar por la paz, mostrar misericordia, ser de corazón limpio, estar dispuesta a sufrir y ser perseguida por causa de la justicia. Ser sal no parece gran cosa, pero cuando la sal se va disolviendo, cuando se mezcla con los alimentos, cuando parece que ha desaparecido, le da sabor a todo. No solo da sabor, también previene que los alimentos se corrompan. Lo mismo sucede con la luz, puede iluminar solo cuando la ponemos en medio de la oscuridad. Jesús no pretende que convirtamos a la sociedad en sal ni en luz. La sal añade lo que hace falta a este mundo para que sepa bien. Tiene que ser administrada en la justa medida, sin que quede insípido ni salado. Porque algo soso sabe mal, es peor si es salado. No basta con ser sal, hay que ser sal que transforme, que sane, que evite la corrupción, no que le suba la presión al mundo y haga que infarte. Una Iglesia que vive para ser sal, contribuye a que la sociedad no se corrompa y se deshumanice más. Ser sal y luz, implica ayudar a que nuestro país descubra el verdadero sentido de la vida. Jesús le advierte a sus oyentes que aún la sal puede corromperse. La sal puede convertirse en insípida y cuando eso sucede, ya no sirve para nada y es pisoteada por el mundo. Lo hemos visto en nuestro país, discípulos y discípulas de Jesús que pierden su identidad de sal y luz y echan a perderlo todo. Y cuando eso sucede la Iglesia y su testimonio queda anulado, estamos de sobra, no producimos lo que Jesús quisiera. Lo mismo sucede con la luz, si en lugar de aportar claridad con nuestras vidas para que la sociedad vea el verdadero rostro de la justicia, nos servimos de la Iglesia y de nuestras posiciones para satisfacer nuestros propios intereses, oscurecemos la vida misma. La Iglesia no necesita ir en contra la sociedad, no necesita llegar al poder para imponerse, y coartar los derechos de los demás. Ser Iglesia va de la mano con un testimonio y una fe pública. Nuestra fe está orientada hacia el futuro, hacia la esperanza de una transformación de la sociedad, y la preocupación por el impacto público de nuestro testimonio. El proyecto de Dios a quien Jesús se refirió como el reino de Dios en 40 parábolas, requiere visibilidad y esfuerzo que solo los valientes asumen. Pero no 83 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


debemos confundir ese testimonio público con imposición a la sociedad de nuestras doctrinas. Como sal y luz, acompañamos en proyectos que afirmen los valores de ese reino de Dios cuyo fundamento es la justicia. Ser creyentes no significa enajenación, representa ser un elemento constitutivo de las dinámicas sociales y el fortalecimiento de personas y grupos. Trabajar en la sociedad, presentando a la misma las diversas maneras en que se puede ser un estado laico, donde ninguna religión sea privilegiada y a la misma vez estar presentes en el espacio público, es un desafío para la Iglesia. Resignificar la laicidad, conectar con las ciencias sociales, las biológicas y físicas, con la defensa de los derechos humanos, con la protección del ambiente, a favor de proyectos de paz, combatir la violencia intrafamiliar, acompañar a quienes lloran, mostrar misericordia hacia las personas más vulnerables de la sociedad y trabajar para reducir la desigualdad social, son solo algunos caminos para ese testimonio público. La Iglesia necesita vivir el Evangelio y así dar testimonio de dónde está la sal y dónde está la luz en el aquí y el ahora.

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TRIGÉSIMA CUARTA REFLEXIÓN Jorge Daniel Zijlstra Arduin Iglesia Presbiteriana ADVIENTO-ESPERANZA A los pocos días María emprendió el viaje y se fue de prisa a un pueblo en la región montañosa de Judea. Al llegar, entró en casa de Zacarías y saludó a Elizabet. Tan pronto como Elizabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre. Entonces Elizabet, llena del Espíritu Santo, exclamó: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el hijo que darás a luz! Pero ¿cómo es esto, que la madre de mi Señor venga a verme? Te digo que tan pronto como llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de alegría la criatura que llevo en el vientre. ¡Dichosa tú que has creído, porque lo que el Señor te ha dicho se cumplirá! (Lucas 1:39-45 NVI) El sacerdote contemporáneo Julián Zini canta el texto sagrado de hoy con ritmo folclórico sudamericano. En su canción «Dios familia» expresa con ritmo y pertinencia: “Cada vez que nos juntamos siempre vuelve a suceder Lo que le pasó a María y su prima la Isabel. Ni bien se reconocieron, se abrazaron y su fe, Se hizo canto y profecía casi, casi un chamamé. Cada vez que nos juntamos, siempre vuelve a suceder, Lo que dice la promesa de Jesús de Nazareth: Donde dos o más se juntan, en mi nombre y para bien, Yo estaré personalmente, con ustedes yo estaré Y es que Dios es Dios familia, Dios amor, Dios trinidad. De tal palo tal astilla, somos su comunidad» Confrontados con la realidad que nos toca vivir: ¿Cómo experimentar la alegría de un tiempo nuevo en estas navidades en que tantas personas han sido marginadas del trabajo, de la vivienda, de la comunidad? ¿Cómo cantar esperanza y buenaventura en un tiempo con tantas dificultades, dolores, injusticias y sufrimientos de tanta gente? Hoy todos hablan del cambio necesario para generar un mundo con lugar para todos y todas. Este tiempo árido de cambios reales es desde la fe un tiempo fecundo que llama a las esperanzas y anuncia un cambio no solo necesario, sino más aún, posible. La bienaventuranza en la vida no proviene de la inexistencia de dificultades, sino de la certeza del alma que cree y que actúa por la gestación de un mundo nuevo. La esperanza de la joven María y de la anciana Isabel, es la esperanza de todas las personas que a lo largo de la historia han confiado en una nueva realidad posible, que surge precisamente en contextos de opresión y dificultades. La esperanza nace de mujeres y varones, jóvenes y ancianas que se involucran activamente en la gestación de un tiempo nuevo. “Cualquier alma que cree, concibe y engendra al verbo de Dios” decía San Ambrosio. Ahí está la dinámica de la fe saltando en el vientre del pueblo de la fe 85 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


para que se sienta. Creemos, concebimos y engendramos un mundo nuevo para nuestra gente porque a eso nos ha llamado el Señor. Engendrando los proyectos de Dios en el hoy histórico que nos toca vivir: encarnamos a Cristo nuevamente en medio de los dolores y las esperanzas de nuestra gente. En medio de las tinieblas de la vida, la luz de Cristo resplandece y los problemas y dificultades no pueden opacar la luz de éste nuevo tiempo (Cf. Juan 1:4-5). El texto de hoy nos desafía a embarazarnos de los proyectos de Dios. La preñez, tan simbólica de nuestra realidad y de nuestras vivencias, llama a la comunidad a REFLEXIÓNar sobre el proceso de espera, esperanza y advenimiento de un tiempo nuevo luchando por la preservación de la vida y anhelando un futuro mejor para las nuevas generaciones. Así como durante nueve meses María e Isabel esperaron, así hoy nosotros esperamos y acompañamos el proceso de gestación de un mundo nuevo que nace cuando encarnamos la justicia, la equidad, la inclusión y la solidaridad en las acciones cotidianas de personas, las instituciones y los gobiernos. Debemos preñarnos de esperanza y encarnar a Cristo y sus valores en el diario de la vida. El cruce del tiempo litúrgico, la realidad social y el texto sagrado nos pone en el kairós de Dios para nuestra tierra: Hoy es el tiempo oportuno para anunciar esperanza y trazar sendas concretas de solidaridad con las madres que sufren violencia, con las adolescentes embarazadas, con los niños abusados, con los pobres y con toda persona explotada, discriminada, sufriente o excluida de la vida. ¡Un tiempo nuevo ya se está gestando! ¡Dichos@ tú que has creído porque lo que el Señor te ha dicho: se cumplirá!

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TRIGÉSIMA QUINTA REFLEXIÓN El Compromiso Sociopolítico con el Medio Ambiente Rvdo. P. Francisco Javier Rivera Iglesia Episcopal Diócesis de Puerto Rico Presidente Comisión de la Creación La Sociedad no existe por si sola… existe porque las personas tienen por naturaleza la necesidad de interrelacionarse de acuerdo con determinadas reglas de organización acordadas. Por tanto, el eje fundamental de toda sociedad es la persona humana. Partiendo de esta premisa el compromiso con la protección del medio ambiente, el entorno en donde vivimos y la interacción con el mismo inicia con mis acciones y comportamiento. A la luz de la palabra de Dios nos dice: “Dios el Señor puso al hombre en el jardín de Edén para que lo cultivara y lo cuidara” (Gen. 2: 15) Dios nos encarga la responsabilidad de cuidar nuestra tierra, nuestro Jardín, nuestro hogar, cada uno debe ser responsable de sus acciones ante el encargo divino. Cada ser creyente debe tener este principio fundamental en nuestro actuar cotidiano. Debe ser una de las reglas fundamentales de todo comportamiento humano. Porque indudablemente no podemos subsistir sin el hogar que nos cobija y alimenta. Negar esto sería ir en contra de la vida misma, auto destruirnos aun sabiendo que lo estamos haciendo. Los especialistas de la conducta humana nos dicen: “El ser humano por naturaleza tiende a auto conservarse y protegerse”. Lamentablemente este principio en la relación con la naturaleza y el medio ambiente el hombre no lo ve como una amenaza instintiva. Sino que para que sea posible debe ser fruto de una reflexión, análisis y descubrimiento personal para que nos lleve a actuar, para que realmente tomemos medidas de conservación y protección del lugar que nos cobija y alimenta. Esta es una de las contrariedades del comportamiento humano autodestructivo. El comportamiento social nunca será posible si los individuos que la componen no han realizado este ejercicio de reflexión y análisis que le lleve a una praxis de vida. Por tanto la sociedad debe iniciar el compromiso de la educación humana ante nuestro deber de auto conservar nuestra vida en unidad con la conservación del medio ambiente que nos sirve de hogar y fuente de vida. Partiendo de esta realidad debemos tener en cuenta las premisas fundamentales de la protección al medio ambiente. Proteger el medio ambiente es proteger nuestras vidas. Proteger el medio ambiente se puede lograr desde nuestro hogar con conductas diarias muy sencillas… 1. Separa la basura. 2. Usa productos que puedan reutilizarse. 3. Apaga las luces en tu hogar. 4. Consume frutas y verduras ecológicas. 5. Evita dejar los aparatos conectados o encendidos. 6. Cierra las llaves de agua correctamente. 7. Utiliza correctamente el termostato de tu hogar, 22 grados centígrados (76 grados Fahrenheit) es una temperatura aceptable para el clima en tu hogar. 8. Movilízate en transporte 87 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


público donde esté disponible. Son conductas y comportamiento básico para proteger el medio ambiente. Pero si queremos proteger el medio ambiente tenemos que reducir las emisiones de CO2 (Dióxido de carbono) en el aire. ¿Porqué? Porque LA CONTAMINACIÓN POR LOS COMBUSTIBLES FÓSILES CAUSA 4,5 MILLONES DE MUERTES AL AÑO EN TODO EL MUNDO. Y no solo eso genera unas pérdidas económicas estimadas en 2,9 billones de dólares, lo que equivale a aproximadamente un 3,3% del PIB mundial. Así lo revela un informe elaborado por Greenpeace y el Centro de Investigación en Energía y Aire Limpio (CREA) considerando tanto los costes sanitarios adicionales como los días perdidos por baja por enfermedad o muerte prematura. Si queremos ser socialmente responsables con el medio ambiente tenemos que comenzar a pensar en el futuro de nuestro planeta. La principal forma de ser responsable con el medioambiente y la pureza del aire que respiramos que es fuente de nuestra vida es la reducción de las emisiones de CO2 y dióxido de nitrógeno NO2 que se producen en las diferentes formas de producción de electricidad y transporte mediante el uso de combustibles fósiles (Derivados de petróleo, Gas Natural y Carbón en la civilización moderna. La producción de electricidad en el mundo es la 3ra fuente de contaminación mundial del aire que respiramos y el principal efecto invernadero que va aumentando la temperatura de la tierra, y como efecto dominó la alteración de los fenómenos atmosféricos y desastres naturales asociados a estos cambios climáticos. Es en resumen una acción autodestructiva del ser humano que pasa desapercibida si no tomamos conciencia hoy. La producción de electricidad es un gran contaminante de nuestro ambiente… por cada KWH de electricidad que se produce por energías limpias como la energía Solar en sus diversas vertientes se evita contaminar nuestro ambiente 0.45kg de CO2 (1 libra de CO2) Una casa promedio de 4 habitantes consume un promedio de 38 KWH por persona al mes (456 KWH al año), esto equivale a 152 KWH por hogar al mes que totaliza unos 1824 KWH al año. Estamos hablando de que cada persona contamina solo por uso de electricidad unos 205.2 Kg de CO2 a nuestra atmosfera y al aire que respiramos. Prácticamente estamos autodestruyéndonos nosotros mismos y a las generaciones futuras. La producción solar fotovoltaica en nuestros hogares es una alternativa de reducir este asesino silente. Reducir las emisiones de CO2 en nuestros hogares con la producción de energías limpias como la producción fotovoltaica es un compromiso con el medio ambiente y con la vida. Todos podemos ser promotores de un real Compromiso Sociopolítico con el Medio Ambiente y nuestras vidas. No solamente produciendo activamente energía limpia sino también siendo promotores de la educación social activa en la protección del medio ambiente. Proteger el MEDIO AMBIENTE es proteger la VIDA misma. 88 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


AGRADECIMIENTOS

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AL DIOS DE LA VIDA, Y LA LIBERTAD, QUE NO ACEPTA NI LA INJUSTICIA NI LA OPRESIÓN DE SU PUEBLO (Ex. 3:7-8).

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A LOS(AS) INTEGRANTES DEL PROYECTO ECUMÉNICO “LOS DEL CAMINO” INSPIRADORES DE ESTA INICIATIVA.

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A LOS HOMBRES Y MUJERES, DE AQUÍ Y DE ALLÁ, QUE DESDE LA FE Y/O DESDE EL AMOR A LA HUMANIDAD, ENTREGAN SU VIDA POR EL SURGIMIENTO DE UN MUNDO NUEVO.

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A CADA UNO (A) DE LOS QUE HAN APORTADO DE SU TIEMPO, TALENTO Y EXPERIENCIAS A TRAVÉS DE SUS ESCRITOS PARA ENRIQUECERNOS A TODOS Y TODAS.

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A EUNICE SANTANA MELECIO, EDMUNDO ÁLVAREZ CRUZ, MARY PÉREZ PÉREZ, ILLIANA CUEVAS MOLINA Y JOSE PIO GONZÁLEZ GARAVITO, QUIENES COORDINARON Y MANTUVIERON EL ÁNIMO DEL PROYECTO .

Nota Cualquier reacción, comentario o sugerencia pueden enviarla a las siguientes direcciones de correos electrónicos: josepiogonzalez@yahoo.com santaniza@gmail.com obrerodelevangeliodecristo@gmail.com mary_delos_a@yahoo.com

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Porque, así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta. Santiago 2:26 90 Grupo Ecuménico Los Del Camino Arecibo, Puerto Rico


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