La conducta antisocial se refiere a cualquier conducta que refleje el infringir reglas sociales y/o una acción contra los demás. Incluyen una amplia gama de actividades: Agresividad, hurtos, vandalismo, piromanía, mentira, absentismo escolar y huidas de casa, así como cualquier actividad contra el entorno -personas o propiedades-.
Las conductas antisociales van a variar en función de la edad y el sexo.
Se define la aparición de las características de las conductas en función de la intensidad y de su frecuencia, así como la repetición de tales conductas y su cronicidad. Estas conductas pueden incluirse a nivel general como incontrolables y exteriorizables. Al ser detectadas en el seno familiar muchos niños pueden llegar a ser tratados clínicamente -atención sanitaria-, o bien si se exteriorizan en contra de otros, pueden ser detectados a nivel judicial -forma de conductas delictivas-.
La diferencia en la aparición de estas conductas entre sexos es bastante notable. Evaluando la condu