Animazules zine 01

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El coronel Niceto Vega Comenzó a escuchar la brisa poco a poco, acercándose. Se dió cuenta de que estaba despertándose, de que su conciencia comenzaba a tomar control. Abrió los ojos, se quedó ciego por la luz que emanaba de entre los árboles. Fue como un flash aéreo. Entonces volvió a cerrar los ojos para preguntarse: ¿Dónde estoy y como llegué hasta este bosque? La verdad es que el no sabia nada, ni lo que estaba diciendo. Estoy muy drogado, debe ser. De repente se sumergió en una agradable agua verdusca. Ah, eso está mejor, un baño de burbujas siempre es bueno para fomentar un viaje astral… creo que debería dejar de usar maquillaje. ¿Que decís? Es que el maquillaje no es bueno, además pasó de moda. Yo no sé, de todas formas te ves hermosa para mí. ¡Hey, Pibe! ¡Movete! Estas usando mi espacio. ¡pero si acabo de llegar! No me importa, mové tu culo pelotudo. Ahora si abrió bien lo ojos y se recordó que lo que vio no eran árboles, sino edificios muy altos, que la brisa era un tren pasando, y que de sus pantalones mojados se escapaban las ultimas burbujas amarillas con un olor pestilente. Dios! ¿Como lo pude olvidar? Talvez por que era su única forma de escapar de esas calles que lo atrapaban desde hace ya 12 años.



Receta practica y deliciosa para algun dia de Junio

CHINA DAILY Ingredientes: 1 Baguete de pan estilo “melcochón”. 1 taza de dulce de leche Havana. 1 taza de mermelada de guayaba Tricopilia. de queso cremoso de la carnicería de la esquina Sur Oeste del parque de Desamparados. Preparación: Cortar el melcochón en trozos de aproximadamente 10 cm de largo, luego dividir a la mitad. Este proceso es conocido como “cortar el pan para hacer sanguchitos”. A continuación, aplicar la mermelada a una de las mitades y colocarle encima una lamina de 2mm grande como para cubrir la mermelada. Colocar esta exquisita combinación en un hornito por unos 5 minutos a unos 350F°. Una vez afuera, colocar la cucharadita de dulce de leche Havana encima del queso derretido (preferiblemente que el dulce de leche esté frío para generar un contraste con el pan caliente). Una vez esto, el China Daily está listo para ser disfrutado por una boca hambrienta!

Bon appetit!





El hormiguero Roberto se despierta con un dolor de cabeza terrible. Debe ser por la fiesta de anoche. Camina al baño sin ver a su alrededor, sus pies eran su punto de interés. Ese movimiento continuo sobre la madera lo hipnotiza. Se ve en el espejo sin pensar y empieza a cepillarse los dientes. La pasta se siente espectacular sobre la saliva seca de sus encías. Le duele la garganta. Tal vez durmió con la boca abierta. Escupe. Y al ver la espuma observa una hormiga moviéndose en ella. Como ver a un alpinista luchando contra una avalancha o a un bañista que lo traga el mar, Roberto observa pero no puede hacer nada por salvarla. Su fijación en la hormiga dura pocos segundos, entre 1.5 y 2. Termina la cepillada y orina. La orina le quemaba por dentro, piensa que esta deshidratado y que las hormigas que flotan en su inodoro solo pueden significar que tiene una plaga. Debe llamar al exterminador. Vuelve a la cama. Se pone los anteojos de lectura y agarra su libro. Se da cuenta que esta cansado de leer Rayuela y decide empezar uno nuevo de la torre que tiene en su mesa de noche. CUENTOS CHINOS DE TRADICION ANTIGUA No recuerda tener ese libro. Pagina 39: El país de Lo Cha’a y el mercado del mar “Había una vez un joven nombrado Ma Chün, conocido también por el apodo Lung-Mei….” Mientras lee siente poco a poco sus manos fusionándose con el papel y sus ojos saliendo de su cabeza y alargándose hasta topar las letras. Se ve a sí mismo cruzando el pacifico con Ma Chün. “Sigo borracho”- piensa- “Mejor tomo algo para que se me baje esta porquería” Baja las escaleras a la cocina en media hora. Toma un jugo de apio con tomate que había en el refrigerador y lo traga de un golpe. Inmediatamente siente como se le revuelve el estomago, como si tuviera algo vivo adentro. Aguanta la necesidad de vomitar para no tener que limpiar el piso. Se viste y sale a la calle. Iba a topar a sus amigos en San Pedro. Al sentarse en el bus luego de no entender el precio del pasaje se da cuenta que no se había bañado y que no aguanta el dolor de cabeza. Maldita goma. A la par suya hay un señor hindú con turbante y traje entero que habla apresuradamente en un teléfono celular bastante viejo en un idioma incomprensible para Roberto.


Al verlo detenidamente no piensa que hace un hindú en ese bus tan especifico, solo se queda admirando las hormigas que paseaban por la enorme barba del señor. Anonadado desvía la mirada y las ve también en el techo del autobús. Se restriega los ojos. Ya no estaban. Inmediatamente siente una pulsante acidez en el estomago. “Gastritis por el apio y el tomate”- se dice- “Debí comer algo más, tal vez pan con…” No puede terminar el pensamiento porque nota una irritación fuerte en su antebrazo derecho. Como una reacción alérgica al bloqueador solar o un sarpullido causado por plantas con ortigas. Es color rojo incandescente. Gira el brazo para ver por donde más había irritación pero su mente se detiene al ver que en sus marcadas venas se ve un movimiento. No es la sangre fluyendo sino se ve como las hormigas están caminando dentro de sus venas, se delinean sus pequeñas patas y cuerpos con la tensión del tejido vascular. Roberto se agarra el pelo espantado pero siente como sus colochos ya no son colochos sino más hormigas que se suben a sus dedos. Vuelve a ver sus manos y están cubiertas de insectos. Desesperado mira a su lado y el señor hindú ya no está, el bus tampoco está. Decide dejar de ver pero al cerrar los ojos y quedar solo con su mente se da cuenta que estas hormigas aparecen porque viven en el. Anoche durmió con la boca abierta y ellas entraron a colonizarlo atraídas por la melaza de su estomago. Por eso la hormiga en la espuma, por eso los orines, por eso la acidez estomacal y la cabeza y venas y sentir como se mueven en su cerebro y como salen por sus poros y abrir los ojos y no poder ver porque las hormigas lo han cegado. Colapsa.

La hoja medica leía así: Paciente: Roberto Gómez Solís 1-1248-0329 El paciente fue encontrado por su esposa en la cama de su casa de habitación. Al ver que el sujeto no responde a estímulos notifica a emergencias. Diagnostico: Accidente vascular cerebral. Falta de circulación sanguínea al lóbulo derecho del cerebelo lleva a un infarto del tejido cerebral. Sujeto estuvo en un breve estado comatoso antes de morir. En la sección de notas se leía: Su esposa agrega haberlo oído murmurar la palabra hormiga mientras dormía.



animazules-zine animazules@gmail.com facebook.com/animazules edici贸n y dise帽o SRC y JSA Junio2013 SJO CR



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