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Sentires Antárticos
En la Antártida no hay casos de Coronavirus cerraron fronteras como hice con mi corazón y a esa misma temperatura, nadie entra, nadie sale, nadie se queda, Al final nadie se terminará infectando
versos de Janiela Cid Publicados en Pinterest @janielacid ig: janielacid
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MALDOROR
Canto Cuarto Fragmento
Por Isidore Ducasse El Conde de Lautremont
En homenaje al cumplirse 150 años de la muerte del joven poeta franco uruguayo, nacido en Montevideo el 4 de abril de 1846 y a su obra Los Cantos de Maldoror, escrita en 1868
Únicos habitantes del frío pórtico, custodian la entrada de los vestíbulos como un derecho hereditario. Comparo el bordoneo de sus alas metálicas con el incesante choque de los témpanos, precipitándose unos contra otros, durante el deshielo de los mares polares. Pero si considero la conducta de aquel a quien la providencia dio el trono de esta tierra, los tres alerones de mi dolor dejan oír un mayor murmullo. Cuando un cometa, durante la noche, aparece de pronto en una región del cielo, tras ochenta años de ausencia, muestra a los habitantes terrestres y a los grillos su cola brillante y vaporosa. Sin duda no es consciente de tan largo viaje; no ocurre así conmigo: acodado en la cabecera de mi cama, mientras los aserrados festones de un horizonte árido y lúgubre destacan vigorosamente sobre el fondo de mi alma, me absorbo en las ensoñaciones de la compasión y me ruborizo por el hombre. Doblegado por el cierzo, el marinero, tras haber hecho su cuarto de guardia nocturno, se apresura a regresar a su hamaca: ¿por qué no se me ofrece este consuelo
Un radioteatro hecho con distanciamiento social
Escúchalo en Escrito y dirigido por Waldemar Fontes
Cuatro cuadrantes - geometría polar Fotografía de David Burdeny
Plaza de la Exploración Antártica: un reto, por una utopía a perseguir. Por Waldemar Fontes
Explorar la Antártida es un sueño para muchos y es una aventura difícil pero no imposible de alcanzar. Explorar mundos desconocidos es posible si se participa de grandes emprendimientos pero también si se emplea la imaginación. Un astrónomo observa y explora el universo a través de vehículos que lo llevan a distancias inimaginables y puede hacer descubrimientos fantásticos sin salir de su observatorio. Unos pocos astronautas, viajeros privilegiados representantes de la humanidad, tal vez puedan algún día llegar a otros planetas, sin que por eso, los que exploran desde acá, abandonen sus sueños de aventura.
Guiados por la curiosidad, la imaginación es la herramienta más poderosa del ser humano, capaz de conducirlo a lugares insospechados, inhóspitos y extremos, como la Antártida.
Nuestro territorio, fue desde siempre el umbral a la Antártida, la tierra ignota, desconocida pero imaginada por los griegos muchos siglos antes. Desde nuestros puertos de Montevideo y Maldonado, salieron rumbo al sur, las primeras embarcaciones, que procurando la caza de la ballena o las pieles de lobos marinos y focas, fueron llevando a osados marinos cada vez más lejos, hasta tomar contacto con los blancos témpanos y los hielos eternos.
Desde Montevideo, zarparon luego expediciones que preparadas en lejanas tierras, se aventuraron al sur, hasta descubrir la tierra firme que el blanco manto de la Antártida, pretendía esconder, abriendo caminos a otros que llegaron a sus entrañas, trayendo a su regreso el relato de aventuras, que ávidamente escuchadas, reinventándose, provocaron nuevas exploraciones.
En los años 20 de este Siglo XXI, celebramos el bicentenario de aquellas exploraciones pioneras y desde nuestras costas, vislumbramos el resplandor del mítico sur que nos llama a seguir explorando a través de las nuevas tecnologías, a través de la ciencia, el arte, la literatura, la música o hasta de un viaje como turistas a regiones que antes eran veladas solo para los aventureros.
La exploración siempre será posible si tenemos abierta la imaginación a querer descubrir nuevos universos. Por eso, construir un monumento en homenaje a la Exploración Antártica, es un hito que nos debe orientar en el camino a la conquista de una utopía que está allí, esperando por nuestra voluntad para conquistarla…
La asociación antártica uruguaya ANTARKOS, cumple sus primeros veinte años de vida y ha tomado el desafío de organizar una campaña para obtener fondos para construir un monumento alusivo a la Exploración Antártica en la plaza ubicada entre las calles Lieja, Espínola y Teniente Botto, en la zona de Carrasco, en un espacio libre que antes tenía la denominación de Pioneros Antárticos Uruguayos y que desde el 14 de mayo 2018, según la Resolución Nº 2129/18, de la Intendencia Municipal de Montevideo, se llama Plaza Exploración Antártica.
El proyecto incluye un mural escultórico a construirse con acero de corten y roca salina blanca rústica, evocando dos elementos importantes de la Antártida; por un lado el acero de corten, reflejo de la actividad humana, que por contraposición resalta la pureza y blancura del continente, produciendo a través de estratégicas perforaciones, "Sombras de Luz", que generan movimiento en el espacio y por otro lado, la utilización de la roca salina blanca rústica, que con su color y brillo alude a la blancura de las zonas heladas donde están ubicadas las estaciones antárticas uruguayas, transportándonos a las mismas, a través de la imaginación.
El monumento tendrá cuatro metros de largo por dos de altura, insertándose en la vegetación existente, sin afectar la calidad de las vistas del espacio público, ubicándose en un punto donde sea visible por quienes transiten por las calles que rodean la plaza, permitiendo acercarse al mismo, desde diversos ángulos, como si fuera el objetivo de la exploración que cada uno lleva en su interior y al cual sabemos que debemos algún día, llegar.
El proyecto está en marcha y es necesario obtener recursos para concretarlo. La asociación Antarkos ha comenzado una campaña de recaudación de fondos, a través de su página web: www.antarkos.org.uy y desde aquí, al despedirnos, los invitamos a visitarla.
Por Donaciones y Aportes: comunicarse por mail: info@antarkos.org.uy
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