ORACIÓN POR LA PAZ
2 enero 2015
ACCIÓN DE GRACIAS POR EL AÑO QUE TERMINA “Señor, Dios, dueño del tiempo y de la eternidad, tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro. Al terminar este año quiero darte gracias por todo aquello que recibí de TI. Gracias por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser. Te ofrezco cuanto hice en este año, el trabajo que pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir. Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé, las amistades nuevas y los antiguos amores, los más cercanos a mí y los que estén más lejos, los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar, con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría. Pero también, Señor, hoy quiero pedirte perdón, perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado. Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho, y perdón por vivir sin entusiasmo. También por la oración que poco a poco fui aplazando y que hasta ahora vengo a presentarte. Por todos mis olvidos, descuidos y silencios, nuevamente te pido perdón. A pocos minutos de iniciar un nuevo año, detengo mi vida ante el nuevo calendario aún sin estrenar y te presento estos días que sólo TÚ sabes si llegaré a vivirlos. Hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría. Quiero vivir cada día con optimismo y bondad llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y paz. Cierra Tú mis oídos a toda falsedad y mis labios a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes. Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno, que mi espíritu se llene sólo de bendiciones y las derrame a mi paso. Amén.”
CRISTIANOS PERSEGUIDOS EN SIRIA Por primera vez en algo más de dos mil años, uno de los pueblos cristianos más tradicionales no celebró misa el último domingo. Pero la noticia no trascendió más allá de los límites en ruinas de Mosul, una de las principales ciudades iraquíes bajo el poder del Estado Islámico, el grupo terrorista más sanguinario del que se tenga memoria. Perseguidos desde el primer momento, los cristianos de Mosul viven su propio calvario sin que organismos internacionales disparen alarmas por la masacre a la que son sometidos a diario. Ni siquiera la palabra del papa Francisco fue escuchada: "Recordemos en nuestras oraciones a estos hermanos perseguidos". Sin embargo, la masacre de cristianos continúa. Y no sólo en Mosul. Ciudades enteras en Siria son "purificadas" de cristianos al paso de este grupo terrorista. A sus fusilamientos suman decapitaciones públicas y crucifixiones en el medio de las ciudades. Sus cuerpos inertes y sus cabezas son exhibidas en el centro de la ciudad. Es una advertencia del horror que padecerán si no se convierten al islam o no abandonan el pueblo. Así como durante el Holocausto los nazis rotulaban con una Estrella de David a los judíos para después exterminarlos, los "nazarenos" -como los identifican despectivamente los musulmanes extremistas- son marcados con la letra "N" o "Nun" (en árabe )ﻥen la fachada de sus casas. Esa pintura significa una sentencia a muerte. O la obligación de marcharse para siempre de Mosul.
Mosul -o Nínive como se la conocía en la antigüedad- se convirtió al cristianismo entre los siglos I y II y fue cuna de monasterios y templos sagrados que fueron foco de civilización y cultura para Oriente. Desde entonces, los cristianos no han dejado de ser perseguidos.
Primero sobrevivieron a la conquista musulmana del siglo VII. Fue en esa época cuando aguantaron la persecución de kurdos y más tarde del Imperio Otomano. Sin embargo, lo que no han podido siglos de adversidades, lo han logrado los terroristas del Estado Islámico. Los cristianos de Mosul ya no se ven. Han sido expulsados o exterminados por los yihadistas en menos de siete meses. Los terroristas los identifican marcando sus casas con la letra árabe Nun, inicial de nazareno, "cristiano". Los pocos que quedaban o se convertieron al islam, o marcharon al exilio o fueron pasados a espada. El califa del Estado Islámico, Abu Bakr Al Bagdadi, ha impuesto en su territorio la sharía -ley islámica- y no admite más creencia que la suya. La desobediencia acarrea la pena de muerte. El exterminio sistemático de cristianos en Irak y en Siria sólo despertó la indignación de organizaciones religiosas y se manifestó en las redes sociales, sobre todo en Facebook y Twitter. Bajo el hashtag #WeAreN (#SomosN) miles de usuarios alzan la voz sobre una de las masacres más silenciadas de Medio Oriente. Hacen referencia a la marca mortal de la ﻥ que abunda en Mosul. La campaña comenzó cuando la periodista Dalia Al-Aqidi llamó a sus seguidores a comentar la masacre de cristianos bajo ese hashtag. Fue en ese momento que la "N" se resignificó.
ORACIÓN FINAL Buen Dios, Tu haz sido nuestro refugio de generación en generación. Tu deseas que la Paz se irradie sobre todos los seres humanos. Dirige con tu espíritu los esfuerzos de la humanidad por lograr que haya Paz y Justicia entre las naciones de la tierra y fortalece a quienes gobiernan y trabajan por establecerlas en el mundo. Ilumina a los que se reúnen con el fin de encontrar medios para establecer la Paz, y a través de tu palabra, transforma los corazones de todos los hombres y mujeres del mundo, de modo que busquemos: la paz y no la guerra el bien común, antes que el bienestar individual Tu justicia, en lugar de la gloria propia. Tu que nos has dado tu Paz, permítenos compartirla con quienes están a nuestro alrededor para que el amor y la armonía estén siempre presentes en nuestras vidas; que todo el mundo sea feliz, que podamos vivir dignamente y como hermanos y que todos se alegren en tu presencia. Unidos en la diversidad, invocamos tu Gracia Infinita y con humildad te suplicamos recibas nuestra oración y nos conviertas en instrumentos de tu Paz.