Revista ZAP #1

ZAP #1

Argentina, Buenos Aires DIC 2014 Precio $15

ELEFANTE BLANCO

HUGO CABRET

alex de la iglesia 1

EDITORIAL Bienvenidos a ZAP! Un revista creada para los amantes del espectáculo y el arte en general, tanto nacional como internacional. Su nombre Zap nace de la abreviatura de zapping, del zapping que la revista tiene de información entre sección y sección.

Antonella Vico Jefa de arte

staff Director Editorial JUAN C. PORRAS

Director Comercial ADRIÁN DE STÉFANO

Directora PATSY BLYTHE SIMPSON

Directora de Relaciones Públicas MARÍA PERAZZO

Jefa de arte ANTONELLA VICO

Jefa de Publicidad CATALINA HLOUSEK

Jefa de producción TERESA GRASSET

Ejecutiva de ventas LAURA DOMINGUEZ

Redactoras especiales PAOLA FLORIO CONI RONCATI

Producción FÁTIMA FARGAS

Redactora CYNTHIA CACCIA Retoque digital SABRINA NAVARRO

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Editora MARCELA FIBBIANI Correciones DANIELA VULCANO

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ALEX DE LA

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IGLESIA

Niega el mito y asegura ser “normal y mimoso” POR NATALIA KIDD

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n una entrevista concedida hoy a EFE, el realizador dijo que sólo le interesa “divertir y entretener de una manera tranquila, hacer una película al año y que la gente la vea”.

“Me han hecho fama de ‘freak’ (monstruo). Es como un mito, como un personaje que han creado de mí. Arrastro ese estigma de director provocador y eso no me interesa en absoluto. Soy un tipo normal”, sostuvo Alex de la Iglesia, que abre hoy en Buenos Aires una retrospectiva completa de su filmografía.

“No me interesa nada el personaje de James Dean: un tipo con una vida muy corta y un cadáver muy bonito. Me interesa más ser un anciano venerable, que lleva cincuenta años haciendo cine y que vive tranquilamente con sus nietos en una casita”, agregó.

El famoso creador de cintas como “El día de la Bestia” (1995) y “La comunidad” (2000) es fanático de la internet, medio que utiliza a diario para conectarse con sus seguidores.

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Me gusta humillar. Me vuelvo un poco actor. Soy un cabrón insoportable. ¡Qué le vamos a hacer... somos humanos!

“Es que soy un tío muy mimoso, necesito del cariño de los demás. Incluso, trabajando en una película, yo me acostaría con todos los técnicos. A la hora de trabajar, necesito tanto cariño que me gustaría que me arroparan”, dijo el director, con su clásico humor.

Sin embargo, confesó que en un rodaje puede llegar a ser “cruel y dañino”: “Me gusta humillar. Me vuelvo un poco actor.

Soy un cabrón insoportable. ¡Qué le vamos a hacer... somos humanos!”.

Sorprendido por la acogida que recibió en Argentina (“parece que hubiera llegado Mick Jagger”, dice), Alex de la Iglesia impartirá mañana, sábado, un seminario sobre cine para jóvenes realizadores.

“A ellos les aconsejaría no meterse en una universidad o un instituto de cine.

El cine es como el sexo: no se puede aprender a practicarlo leyendo un libro”, sentenció.

Con 38 años, Alex de la Iglesia inició su carrera cinematográfica en 1991, con el corto “Mirindas asesinas”, luego de licenciarse en Filosofía en la Universidad de Deusto.

Sobre ese cambio, cuenta que fue “lógico” pues luego de cinco años de profundizar en la condición humana, “uno descubre que no es posible hablar de lo que no se sabe y, antes que el silencio, es mejor dedicarse a la comedia”.

El cineasta aprovechará su presencia en

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ENTREVISTAS

Buenos Aires para promocionar el estreno de su más reciente filme, “800 balas” (2002), un homenaje a las viejas películas del Oeste y a los dobles de riesgo que permanecen en el anonimato a la sombra de las grandes estrellas.

“Es menos cínica y más tierna”, definió el director a esta historia protagonizada por Sancho Gracia y Carmen Maura, y rodada en Texas-Hollywood, un paraje en el desierto de Tabernas (Andalucía, España), donde los años 60 se filmaron “westerns” como “Lo bueno, lo malo y lo feo” y “Los siete magníficos”.

El filme “tiene elementos localistas, como la contradicción de un tipo de Cádiz que quiere hacer parecer que es de Bilbao, pero es un humor que se comprende en otras partes del mundo, como comparar uno de Nueva York con uno de Texas”.

“En mis películas hay elementos sociales, pero no me gusta que lo social sea el protagonista. No me interesa hacer cine social, lo que no quiere decir que mi cine no tenga algo de social. Hablar del contexto no es hablar del concepto, porque si no sería un ensayo”, explica.

Su próximo filme, “Crimen ferpecto”, es una comedia de humor negro sobre “un hombre que ha cometido un crimen (Willy Toledo) y una mujer terriblemente fea (Mónica Cervera) que está enamorada de él, sabe que él ha cometido un crimen y le chantajea”, contó el cineasta. EFE

FILMOGRAFÍA 1991

MIRINDAS ASESINAS

1992 1995

ACCIÓN MUTANTE

1997

PERDITA DURANGO

1999

MUERTOS DE RISA

2000

LA COMUNIDAD

2002

800 BALAS

2004

EL DÍA DE LA BESTIA

CRIMEN PERFECTO

2006

LA HABITACIÓN DEL NIÑO

2008 2009

LOS CRÍMENES DE OXFORD

2010

BALADA TRISTE DE TROMPETA

2011

LA CHISPA DE LA VIDA

2013

LAS BRUJAS DE ZUGARRAMURDI

PLUTÓN B.R.B NERO

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CINE

ELEFA

POR MERCEDES BAXZOS

“E

lefante blanco” es la historia de la amistad de dos sacerdotes comprometidos con los más pobres.

La película permite al espectador ser testigo de las opciones personales, eclesiales y sociales, de la vida en las villas con sus alegrías, sufrimientos, su dinámica de poder y la vida de los jóvenes.

La villa se muestra como un escenario de luchas, donde la lucha puede ser significada como generadora de más vida a través de la denuncia, el anuncio, el compartir la vida con gratuidad, con la fortaleza de la fe, la organización comunitaria y el tejido de redes con otras personas de buena voluntad.

En el filme se ve que la lucha también puede engendrar y alimentar estructuras de muerte que atraviesan el escenario y van conviviendo con los signos de esperanza.

Con estos ingredientes se amasa esta historia contada con el estilo naturalista de Pablo Trapero en donde las emociones, las imágenes y los entramados de las vidas y los espacios son intensos.

ANTE BLANCO

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NUEVA REALIDAD

La película se sitúa en la villa Ciudad Oculta, de Buenos Aires, y tiene como protagonistas principales a Julián y Nicolás, dos sacerdotes que viven en una comunidad de inserción, y Luciana, una joven trabajadora social.

El denominador común entre los tres personajes es que hacen de su vida, su profesión y su vocación un compromiso con los más pobres.

Julián y Nicolás viven en una comunidad de inserción junto al padre Lisandro.

Nicolás es un sobreviviente, que hasta llegar a Argentina fue misionero en el Amazonas.

Los primeros minutos de la película tienen como signo protagonista al agua bajo las formas de lluvia y río que se hacen símbolo de purificación, de conexión de un lugar hacia otro, de despedida, de bienvenida y de bendición.

La llegada de Nicolás a la villa con la lluvia que se cuela por todos los lados, inclusive en la propia casa de los sacerdotes y la capilla, pone en evidencia la intemperie de la nueva realidad que le espera.

La primera aproximación al nuevo lugar

es a través de la palabra del padre Julián, quien le comparte que cerca de treinta mil personas habitan la villa y le cuenta algo de la historia del “elefante blanco”, un proyecto de hospital que data de la década de 1920 inconcluso e inacabado pero que en su momento tenía la pretensión de ser el hospital más grande de América Latina.

Así Nicolás comienza a “patear” el barrio, a andarlo y habitarlo junto a sus hermanos de comunidad; conociendo, viendo y escuchando la realidad de los jóvenes y de los habitantes que están construyendo sus propias viviendas.

Nicolás es doblemente extranjero. En principio no es argentino. Pero es además “extranjero” en la realidad que se le presenta y en la cual va a haciendo camino.

Sobre dos grandes tópicos se estructura la película, la vida amenazada de los jóvenes y su búsqueda de sentido de la vida y la construcción colectiva de viviendas en el barrio.

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ENTRE SALIR Y ENTRAR

Parte de ir transitando como extranjero la realidad de las villas tiene que ver con el preconcepto de que la villa es un lugar

del cual se desea o es deseable salir.

En la película esta premisa se contra dice con el decir de los jóvenes del barrio “a mí me gusta estar acá” y al ver que construyendo las casas sus habitantes consiguen vivir en mejores condiciones pero en “su lugar”, el lugar donde se fue construyendo también la propia existencia, la red vincular, un estilo de vida que resiste en sueños de mayor dignidad.

Con esto no quieren justificarse las condiciones injustas y no deseables con las que uno se encuentra al recorrer los barrios.

Pero al mismo tiempo es un lugar de pertenencia y de identificación que, lejos de ser negado, invita a ser reconocido como espacio de lucha y resistencia de muchos hombres y mujeres de nuestro tiempo y en Argentina.

Jorge Tasin, en su libro “La oculta”, expresa que “las villas no están al margen de nada, no son ni un apéndice indeseado del sistema ni una anomalía social; muy por el contrario, nos constituyen, nos representan, nos configuran como personas y como sociedad”.

En este entrar y salir de la villa, el proyecto comunitario busca generar una trama

LA REALIDAD DE LAS VILLAS TIENE QUE VER CON EL PRECONCEPTO DE QUE LA VILLA ES UN LUGAR DEL CUAL SE DESEA O ES DESEABLE SALIR.

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CINE

de contención para los jóvenes en medio de otras tramas que atentan contra sus vidas vinculadas a las drogas y la delincuencia.

Los jóvenes son escuchados y acompañados para encontrar el sentido de la vida.

En esas tramas se inserta la Iglesia, constantemente invitada a desinstalarse ante la intensidad de la vida en el contexto de la villa en donde hasta los discursos más cercanos de una imagen de Dios amigo pueden verse cuestionados ante la realidad de los pibes del barrio que responden: “los amigos no siempre te llevan por el lado bueno”.

Es interesante como las imágenes o comparaciones que permiten compartir parte del misterio de Dios desinstalan el propio discurso. Cómo un mismo significante adquiere diferentes significados conforme a la comunidad de hablantes y sus experiencias y, al mismo tiempo, resignifica la experiencia educativa y la acción pastoral.

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LA VIDA INSERTA

La comunidad de Nicolás y Julián comparte la vida, las alegrías y la fiesta y al mismo tiempo los dolores y sufrimientos de los habitantes del barrio saliendo al encuentro de la realidad de los chicos, buscándolos donde están.

La fiesta se hace de la celebración, de la devoción popular, de la diversidad, del baile, la mesa compartida, de la presencia mariana, de la santidad cotidiana.

En ese sentido está presente la figura del

padre Carlos Mugica, hermano y amigo de su gente en la villa.

Su testimonio se hace siembra y cosecha en los caminos y opciones de la comunidad que le hacen construir un proyecto común.

Al mismo tiempo, vivir en la villa como comunidad eclesial a veces los enfrenta con una doble impotencia ante las redes delictivas con las que no hay instancias de diálogo porque han convertido el territorio en una guerra y con una Iglesia institucional que sólo atiende parcialmente las situaciones del barrio o las mira de lejos.

También es encontrarse con el cansancio, el tener que decir “no tengo” y no poder mirar a los ojos a las personas diciendo esas palabras. Estas expresiones salen de Julián que se encuentra gravemente enfermo y va experimentando la debilidad y el agotamiento pero confía en la continuidad de un proyecto colectivo diciendo: “Para enfrentar la violencia y combatir la violencia con amor. No es la misma la violencia de ayer y de hoy, pero nuestro amor es el mismo”.

En relación al proyecto y la continuidad se contrapone la figura de Nicolás, que ante la realidad actúa con buena voluntad pero a veces de manera impulsiva, sin medir las consecuencias y sin la referencia al discernimiento comunitario.

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Aquí cabría la pregunta que instala la carta a Santiago: “¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras?” (Sant. 2,13).

En un diálogo entre los sacerdotes, la asistente social y los constructores de las viviendas que reclaman por la falta de fondos para continuar con los trabajos, uno de estos últimos dice: “Acá las cosas no se arreglan con un Padrenuestro, con la voluntad y con la fe”.

En otro momento de la película puede verse un momento de oración de la comunidad religiosa en el que queda muy bien expresado el vínculo entre la oración y la vida cotidiana del barrio. Y con el proceder de la comunidad también se ve cómo la actividad externa busca ser expresión del amor y de la fe, de una Iglesia que se hace camino en el compromiso histórico con el hermano, porque a Jesús no le fue ajena la deshumanización que vivía el pueblo en su tiempo.

HAY QUE ACTUAR

El subtítulo de la película “Elefante blanco” es “cuando la fe no basta para salvar vidas hay que actuar”.

FICHA TÉCNICA TÍTULO ORIGINAL ELEFANTE BLANCO

INTÉRPRETES RICARDO DARÍN, JÉRÉMIE

GÉNERO DRAMA

RENIER, MARTINA GUSMÁN MÚSICA MICHAEL NYMAN

ORIGEN ARGENTINA, ESPAÑA, FRANCIA

FOTOGRAFÍA GUILLERMO NIETO

AÑO 2012

DÍA DE ESTRENO EN ARGENTINA 17/5/2012

DURACIÓN 110 MINUTOS

SÍNTESIS ARGUMENTAL Dos sacerdotes, Julián (Ricardo Darín) y

Nicolás (Jérémie Renier), trabajan junto a Luciana (Martina Gusmán), una asisten-

CALIFICACIÓN APTA PARA MAYORES DE 16 AÑOS

te social, en una villa de Buenos Aires.

Juntos luchan para resolver los problemas

DIRECCIÓN PABLO TRAPERO

sociales del barrio.

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16 16LENGUAJE JUVENIL

ESTÉNCIL AL

ATAQUE! POR NATALIA KIDD

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E

n la jerga lo llaman “atacar”. De hecho, la acción puede describirse como una toma por asalto de un blanco inmaculado: una pared que, en pocos segundos, se convertirá en soporte de un mensaje de fuerte contenido estético y social, rayano al arte político o de protesta.

Se trata del “esténcil”, un lenguaje juvenil que ha ganado espacio en las calles de Argentina, especialmente desde el estallido de la crisis a finales de 2001.

Probablemente haya visto algunos esténciles mientras caminaba por el barrio o desde la ventanilla de un colectivo. Los hay por todas partes y, de hecho -aunque sus autores sean anónimos o actúen furtivamente-, están hechos para ser vistos, para reclamar la atención y suscitar una reacción, cualquiera sea.

El esténcil es una plantilla con una imagen calada que se transfiere luego a una superficie, como una pared, mediante la aplicación de pintura, generalmente en aerosol.

En las calles porteñas el más célebre quizá sea “Disney War”, que muestra a George W. Bush con las orejas del ratón Mickey, un diseño lanzado en 2004 contra las intervenciones militares estadounidenses que se difundió en todo el mundo.

Estas imágenes son creadas y estampadas por los llamados “estencileros” o “estencilistas”, quienes generalmente

trabajan en forma colectiva. Los grupos argentinos más conocidos son Vómito Attack, Burzaco Stencil, Doma, Buenos Aires Stencil -los creadores de “Disney war”-, Mujeres Públicas, El Plan y Stencilland.

A partir de un diseño o dibujo previo, los “estencileros” realizan cortes en una plancha de acetato, como una radiografía vieja, creando lo que en la jerga se conoce como “matriz”. Luego, este diseño se transfiere a una pared con un “ataque” de aerosol.

Los “estencileros” prefieren no dar su nombre verdadero o se identifican con sobrenombres o nombres de fantasía, “artísticos”. Trabajan rápido y generalmente de noche. Esta aura de clandestinidad se debe a que su arte se plasma sobre un espacio público, muros y paredes, algo penado por las normas.

De todas formas, ellos aseguran que entre sus códigos está el de no atacar monumentos históricos ni paredes recién pintadas.

La mayor parte de estos artistas callejeros son jóvenes de clases medias y medias altas, vinculados al mundo de la imagen y el diseño gráfico.

Según Claudia Kozak, doctora en Letras e investigadora de las Universidades de Buenos Aires (UBA) y de Entre Ríos (UNER), lo que mueve a estos jóvenes a estampar sus diseños en los muros es

“la visibilidad en público de su obra, de aquello que quiere mostrar, como lo hace cualquier artista”.

“Hay distintos objetivos: darles color a las calles, intervenir la vía pública, otorgarle otro sentido a la ciudad. Hay ciudades que favorecen el anonimato, el anestesiamiento de los sentidos, y, en muchos casos, apuntan a leerla de otra manera, a quebrar esa indiferencia y despertar los sentidos”, explica.

La investigadora indica que estos diseñadores trabajan con la paradoja, la ironía y el juego de opuestos.

Entre los diseños, prevalecen las imágenes pequeñas, pero hay también imágenes más grandes, incluso en tamaño real como la bicicleta del artista plástico Fernando Traverso, estampada en varios lugares de Buenos Aries En cuanto a los temas, lo político es un aspecto recurrente. “Los políticos duermen en Argentina, nos duermen a nosotros. Entonces hago algo que represente esa idea y me guste como diseño el Congreso durmiendo”, dice Rober I, de Stencilland.

En esta línea están los famosos esténciles “Hello Kirchner”, que retrata al personaje Hello Kitty con los ojos del presidente argentino, y “Terminestor”, una especie de Kirchner “cyborg”, tipo Terminador.

Otro de tono crítico que apareció en las calles porteñas es “Asfalto electoral”,

La mayor parte de estos artistas callejeros son jóvenes de clases medias y medias altas, vinculados al mundo de la imagen y el diseño gráfico.

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LENGUAJE JUVENIL

STICKERS Y CARTELES, LA OTRA FORMA DE “ATACAR” El grafiti y el esténcil son parte del “street art” o “arte callejero”, una forma de intervención artística urbana.

Pero la institucionalización y el uso publicitario de éstos ha hecho surgir nuevas alternativas, como el pegado de stickers y la intervención sobre carteles en la vía publica.

Si los aliados de los estencilleros son las matrices y los aerosoles, las armas de los “stickeristas” son los calcos, los marcadores de trazo grueso, los papeles y el engrudo, y su forma de “atacar” el espacio público es pegando sus mensajes.

Esta otra forma de intervención urbana nació en los colectivos, pegando etiquetas autoadhesivas escritas con marcador al lado del timbre del ómnibus. Al principio, las etiquetas o stickers en blanco fueron muy utilizadas para promocionar nuevas bandas de rock “under”, pero luego evolucionaron estéticamente hacia diseños más sofisticados, como seres sobrenaturales o monstruos. Más tarde, se pasó de las etiquetas al dibujo con trazos anchos sobre hojas A4 e, incluso, afiches publicitarios usados del reverso que luego se pegan en semáforos, teléfonos públicos, vidrieras y vehículos.

La intervención sobre carteles y afiches publicitarios es otra forma de expresión joven. Haciendo agujeros sobre el papel, agregados con marcador o tachando algunas palabras, los mensajes originales pueden ser resignificados, incluso en el sentido inverso...

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frase pintada en amarillo sobre pavimentos nuevos junto a la imagen de uno de los candidatos al gobierno local.

Los de contenido social también son populares y la crisis de 2001-2002 los alimentó. Así surgieron diseños como “Arde Buenos Aires”, con la imagen de un neumático incendiado como símbolo de las protestas en calles y rutas, o “Se cayó el sistema”, en el que un Titanic hundiéndose representa el derrumbe del país.

Después del incendio de Cromañón, en diciembre de 2005, aparecieron esténciles con la imagen de las zapatillas y el número de chicos que murieron en el siniestro.

La imagen de Julio López (desaparecido tras atestiguar contra el represor Miguel Ángel Etchecolatz) sobre el texto “¡Aparición con Vida Ya!” también apareció en los alrededores de la Plaza de Mayo_ Como en “Disney War”, la protesta antibelicista también es común. Otro diseño popular de este tipo es el que muestra los rostros de Bush, Tony Blair y José María Aznar con la leyenda “Podemos ser peores”.

Pero no todo es denuncia y protesta. Hay muchos esténciles que rinden homenaje a la cultura pop, el mundo de las historietas, personajes célebres, el cine, los juguetes de la infancia, los íconos religiosos y aquellos cuya única intencionalidad es el humor.

Aunque se trata de un arte “alternativo”, muchas veces cercano a la cultura anti-globalización, el esténcil fue cooptado últimamente por la publicidad, un fenómeno que es criticado por los “estencileros de raza”.

En mayo de 2004, aparecieron en Buenos Aires esténciles donde se leía “27 de mayo: ¿estás preparado?”. La incógnita que encerraba ese mensaje se reveló ese día con el estreno del filme “El día

después de mañana”. Del mismo modo se publicitó en Londres la película “Exterminio”, mientras que Nike utilizó este recurso con sus diseños de “escorpiones”.

Heineken llegó a regalar planchas con su logotipo y John Foos usó pintadas de murales como fondo en sus publicidades.

Ya imbuido de cierto aire “cool”, el esténcil se está convirtiendo en moda y pasando del terreno clandestino a los circuitos oficiales de arte, No sólo muchos de los esténciles más populares se estampan ahora en remeras que se venden, sino que también el fenómeno ha sido motivo para la publicación de libros (“Hasta la victoria stencil”, de La Marca Editora, y “Contra la pared”, editado por el Centro Cultural Rojas) y exposiciones como en el Centro Cultural Borges y la muestra Estudio Abierto.

Según Kozak, “el uso del esténcil como técnica gráfico-testimonial, artística o decorativa se remonta a la Antigüedad e incluso a épocas prehistóricas”. “Muchas de las obras rupestres encontradas en diversos lugares del planeta fueron realizadas por medio de esta técnica aplicando pintura soplada sobre un molde apoyado en la roca. Los casos más comentados en este sentido son los de las figuras de manos encontradas en cavernas que datan de 22.000 años atrás”, señala.

Daniel Wolkowicz, director de la carrera de Diseño Gráfico de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) de la Universidad de Buenos Aires, coincide en que ésta es una técnica muy antigua, pero redescubierta y resignificada hace pocos años: “Si bien ya los chinos usaban este recurso para estampar telas varios siglos atrás, el recurso fue tomado por jóvenes grafiteros a los cuales les permite reproducir innumerable cantidad de copias sobre los muros de la ciudad”.

La aparición del esténcil se empalma en la evolución de las intervenciones en el

espacio urbano. En los años 80 del siglo XX ganó fuerza en las calles la pintada político-partidaria, con frases y leyendas con bastante ironía del estilo “Argentina va en vías de desarrollo, lástima que viaje en el Roca”.

En los 90, el tono político cedió para dar lugar a un salto de lo privado a lo público. Así surgieron pintadas con declaraciones de amor y graffitis de bandas de rock que utilizaron los muros como medio de promoción gratuita. Luego se impuso el graffiti de la cultura hip-hop, con grandes pintadas.

Wolkowicz señala que el esténcil es esencialmente diferente a la práctica espontánea del grafiti por dos razones fundamentales: la repetición y el diseño.

“Nacido de madre serigráfica y padre anarquista, el esténcil irrumpe como grito repetido de una forma más de la necesidad de decir cosas que afectan a los humanos”, sostiene Wolkowicz.

Internet también ha sido decisivo en la difusión masiva de este lenguaje juvenil.

Para dar un vistazo, algunas páginas emblemáticas son: Buenos Aires Stencil http://www.bsasstencil.com.ar/index2.htm Doma http://www.doma.tv/ftpdoma/ Burzaco Stencil http://www.burzacostencil.com.ar/ Vómito Attack www.vomitoattack.com.ar Stencilland www.fotolog.net/stencilland Run Don’t Walk www.rundontwalk.com.ar SMNR www.smnr.com.ar

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LA

INVENCIÓN DE

HUGO CABRET POR DORA MARÍA EYLENSTEIN

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CINE

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H

uérfano, relojero y ladrón, Hugo vive entre los muros de una ajetreada estación parisina de ferrocarriles. Si quiere sobrevivir, nadie debe saber de su existencia. Sin embargo, un día tiene un descuido y es descubierto por una excéntrica chica, amante de los libros, y por un viejo y amargado juguetero.

Ya nada será como antes. Un críptico dibujo, un valioso cuaderno de notas, una llave robada, un autómata y un mensaje oculto del difunto padre de Hugo son algunas de las claves del intrincado misterio que plantea este filme, el primero que Martin Scorses realiza en 3D. El director marca así el camino para una industria -la cinematográfica- que, una vez más, debe reinventarse para sobrevivir.

Por eso recuerda y trae a escena al espíritu visionario y empresarial del mago francés que recupera sus películas, repara sus juguetes, su memoria y alivia el dolor por la pérdida y la indiferencia en las que cayó.

Asombro y expectación son los parámetros que acompañan al protagonista. La imaginación le permite avanzar.

Hugo es un soñador incansable, dispuesto a todo por mantener el recuerdo de su

padre. Es un hábil relojero capaz de dar sentido a cada pieza de la máquina, un valiente aventurero que no duda en viajar a la luna con Isabelle para repetir el milagro del cine y del amor.

El diseño de producción de “La invención de Hugo” es brillante e impecable y contribuye a la creación de atmósferas de ensueño y a respirar la misma fe, bondad y esperanza que respiraba el protagonista.

La fotografía tiene el color de la historia y la música marca el tono de cada escena, empuja al espectador a vivir la aventura de sobrevolar la realidad.

El acertado manejo de travellings permite conocer cada lugar, cada escondrijo de las fascinantes maquinarias convertido en hogar para el pequeño protagonista como también pasear por la estación de trenes y presenciar los tímidos y silenciosos coqueteos de enamorados o la amargura de quien fuera un hombre festivo y vital.

El empeño de producción es grande y fuerte, pero también debemos admitir que no todo funciona al mismo nivel.

La perfección artístico-formal consigue deslumbrar pero no logra emocionar.

Hay momentos tiernos, entrañables y

nostálgicos, pero falta sentimiento e intimidad entre los personajes. La amistad entre Hugo e Isabelle es fría; el amor entre las diversas parejas que se dan cita en la estación ferroviaria es acartonado. El tono elegido es el del encanto, pero pintado con tonos fríos.

•

ENIGMA

Un prólogo magistral introduce al espectador en el fantástico mundo de Hugo, metido entre engranajes, envuelto por el enigma de un robot al que le faltan piezas y en busca de una llave para poner en marcha al muñeco.

A modo de leiv motiv atraviesan el filme, entre otras lecturas. las máquinas, la orfandad y soledad de Hugo, la búsqueda de una llave, el misterio...

La presentación y la lectura de estos contenidos interpelan.

No sólo en la obra de Scorsese se hallan chicos (personas) huérfanas, solas, necesitadas de una mirada de comprensión, de afecto, de cariño.

No sólo en las películas se muestra a alguien buscando una llave para poner en marcha un robot, como tampoco topándo-

EL DISEÑO DE PRODUCCIÓN ES BRILLANTE E IMPECABLE Y CONTRIBUYE A LA CREACIÓN DE ATMÓSFERAS DE ENSUEÑO.

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CINE

se con engranajes y maquinarias deterioradas y/o abandonadas, herrumbradas.

Permitámonos por un rato trasladar los cuadros, las imágenes del filme, al entorno en que nos movemos y actuamos, primero al campo que nos es más propio, cercano, conocido, nosotros mismos -sentimientos, pensamientos, conciencia, nuestro yo-, y luego, ampliando el círculo, lleguemos a la propia familia, el barrio, el trabajo, la escuela, la parroquia, la sociedad…

De frente al robot de la pantalla, contemplemos y descubramos el cuerpo, muchas veces robotizado, ¿luce entero, fuerte, vigoroso, solidario? ¿presenta deterioros, herrumbre? ¿le faltan piezas? ¿está abandonado?

El cuerpo requiere de alimento sano y de buen trato (relaciones humanas cercanas, afectuosas, fraternas, cordiales, sinceras). ¿En qué medida caminamos con un cuerpo robotizado y/o deteriodado? ¿cuáles son los motivos del deterioro? ¿cómo llegó a herrumbrarse? ¿qué piezas faltan y por qué? ¿fueron buscadas oportunamente o a medida que las piezas se “pierden” nos acostumbramos a vivir sin ellas? ¿Qué significa ser una persona robótica?

En una palabra, por lo que sea que el cuerpo está abandonado, ¿hasta cuando pensamos dejarlo así? ¿Hemos buscado la llave que pone en “movimiento” el motor? ¿qué nombre tiene la llave?

El sueño del protagonista del filme es el de restaurar el robot, encontrar la llave para ponerlo en movimiento, pues basta con hallarla para amar esa aventura.

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REPARAR

De algún modo, a la obra de Scorsese se la aprecia envuelta en un halo de frialdad. Nos preguntamos si es un propósito del director o si “su propósito” es mostrar desde la frialdad un campo a “restaurar” a través de cálidas relaciones humanas.

Una línea casi invisible pero constante y firme permea el tema de la aventura de Hugo. Alimenta y fortalece su espíritu, espíritu de reparación que toca a todos y a todo lo que entra en escena, desde el niño al relojero, los personajes que frecuentan la estación de trenes, el robot y más allá...

Toda reparación presupone algo previamente existente, armado, confeccionado por manos artesanales anteriores al presente. ¿Qué significa reparar? Son varias las acepciones según se refiera a cosas o personas. Entre otras, reparar significa ajustar, componer, enmendar, arreglar lo que está estropeado, desagraviar satisfactoriamente una ofensa, daño o injuria, prestar atención, etcétera. Resumiendo, se trata de volver a la vida a aquello que sufre un deterioro, “sea un objeto, sea una persona.

Ambos dos necesitan de manos artesa-

nales, manos amigas, para ser reconstruidos, reanimados, vueltos a la vida.

La propuesta es volver a la película, traer a la memoria distintos momentos en que los protagonistas reparan algo. ¿Qué herramientas utilizan? ¿De qué modo lo realizan? ¿qué dificultades encuentran?

Logrado el objetivo, ¿qué experimentan?

En tu vida, ¿hay algo que restaurar? ¿con qué herramientas cuentas? ¿Conoces a

alguien a quien ayudar? Busca “la llave” del corazón, te ayudará.

A Hugo, encontrar esta llave le solucionó el problema.

La llave del corazón, la llave del amor, es la industria a instalar.

FICHA TÉCNICA TÍTULO ORIGINAL HUGO GÉNERO AVENTURA ORIGEN ESTADOS UNIDOS AÑO 2011 DURACIÓN 126 MINUTOS CALIFICACIÓN APTA PARA TODO EL PÚBLICO DIRECCIÓN MARTIN SCORSESE INTÉRPRETES

Asa Butterfield (Hugo Cabret), Chlöe Grace Moretz (Isabelle), Ben Kingsley (Georges Méliès), Sacha Baron Cohen (inspector de estación), Jude Law (padre de Hugo), Christopher Lee (labisse), Richard Griffiths (frick), Ray Winstone (tío Claude), Emily Mortimer (Lisette), Frances de la Tour (emilie).

MÚSICA MICHAEL NYMAN FOTOGRAFÍA GUILLERMO NIETO DÍA DE ESTRENO EN ARGENTINA 17/5/2012 SÍNTESIS ARGUMENTAL “La

Invención

de

Hugo

Cabret”

cuenta la historia de un niño huérfano que vive una vida secreta en las paredes de una estación de tren en París. Con la ayuda de una chica excéntrica, él busca la respuesta de un misterio que une al padre que acaba de perder, al dueño con mal genio de una tienda de juguetes y a un candado en forma de corazón, al parecer sin llave.

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A PARAR LA OREJA ¿

LA

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Quién no ha escuchado una conversación ajena mientras viajaba en el colectivo? ¿O una conversación de dos vecinas en la vereda mientras caminaba por la calle?

Por casualidad o por curiosidad, todos alguna vez hemos escuchado al pasar comentarios ajemos sorprendentes. Frases curiosas pero de vida efímera que ahora han encontrado un sitio donde quedar inmortalizadas gracias a internet.

Se trata del proyecto “La gente anda diciendo”, creado en agosto de 2012 por dos jóvenes de Buenos Aires, Tatiana, de 28 años, y Ezequiel, de 32. Ambos dan vida a esta idea que recolectar lo que la gente dice en lugares públicos, casi siempre sin advertir que otros los están escuchando.

Los comentarios más llamativos son subidos por estos jóvenes a Facebook y Twitter, donde el proyecto tiene miles de seguidores, quienes, a su vez, colaboran enviando lo que escuchan por ahí...

Sus creadores aseguran que no lo hacen por “chusmas” sino por diversión y un interés “casi antropológico” por lo que la gente que no conocemos dice cotidianamente en ámbitos públicos, como la calle o el transporte público.

Cada comentario se sube como un cartel, con lo escuchado textualmente y una breve descripción de la edad aproximada de quién lo dijo, donde, a quién y en qué contexto, aunque nunca se identifica a la persona.

“No somos chusmas ni atentamos contra la privacidad. No publicamos aportes donde las personas puedan ser identifica-

das. La idea es rescatar la espontaneidad de lo que dice la gente”, explica Tatiana.

Estos dos jóvenes creen que su proyecto ganó tantos seguidores rápidamente porque “todos escuchamos todo el tiempo conversaciones ajenas”.

Apuntan que este fenómeno se ve potenciado por el hecho de el uso del teléfono, gracias a las comunicaciones móviles, se ha transformado notablemente. Así, por ejemplo, hoy la gente tiene la posibilidad de hasta hacer llamadas gratuitas desde su celular mientras camina o viaja en el colectivo. Se despacha hablando, sin percibir que puede ser escuchado por desconocidos. Algunos hasta van a los gritos hablando por la calle, como si estuvieran locos, contando intimidades por celular. Muchas de los comentarios que se recogen en el proyecto tienen este origen.

También quedan al descubierto las mentiras: una señora, mientras juega en un bingo, se excusa sin pestañear a quien le llamó: “Ya te llamo, estoy en el banco”...

Otro clásico son las conversaciones captadas en el transporte público, como el tren o el colectivo.

Mientras viajan en ómnibus, un adolescente le dice a otro algo insólito: “Ya llevo 37 días sin bañarme y voy por el récord de mi viejo, que es de 73”.

También resultan hilarantes las frases dirigidas a mascotas. “Cuando el muñequito esté en verde, cruzamos”, le dice una mujer a su perro en una esquina.

Pero los comentarios hechos por los niños son unos de los que más aceptación tienen dentro del proyecto.

“¡Mirá, un concurso de flores!”, le dice un niño a su hermano más pequeño al pasar con el colectivo frente al Congreso Nacional, lleno de coronas florales durante el velatorio del cineasta Leonardo Favio.

Caminando por el barrio porteño de Oncce, un niño, de unos 6 años, le replica a su padre, un judío ortodoxo: “Pero yo quiero jugar a la pelota y comer ‘asadito’ como el resto de los chicos”...

La calle y los adultos son, de todas formas, la cantera más fértil de comentarios curiosos.

“No le aciertan al fin del mundo y quieren acertar el pronóstico”, le comenta una mujer a un vendedor de periódicos en Buenos Aires.

En la ciudad de Mar del Plata, en la puerta de un banco, una mujer le cuenta a su amiga: “Me acaban de decir el mejor piropo de mi vida: ‘Mirá qué bien estacionaste el auto, con vos me caso’”.

“Si Félix Baumgartner tenía señal en la estratosfera, vos no esperarás que yo me coma que no tenías señal en ese bar de cuarta”, le grita una joven a su novio discutiendo en la calle. ¿Escuchaste algún comentario curioso al pasar alguna vez? ¿Esa frase te disparó alguna reflexión? ¿Qué podemos aprender de este proyecto? ¿Qué dice la gente y cómo lo dice cuando está en lugares públicos? ¿Somos conscientes de qué decimos y cómo hablamos en la calle o mientras viajamos?

Buenas preguntas sobre la comunicación cotidiana que dispara “La gente anda diciendo”...

cada comentrio se sube como un cartel, con lo escuchado textualmente y una breve descripción.

COMUNICACIÓN

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