La conquista del aumento de la esperanza de vida de las personas con síndrome de Down en el comienzo del siglo XXI, exige planificar desde las asociaciones y las familias nuevos programas de intervención para responder a las demandas que el envejecimiento en este colectivo específico nos presenta ya de forma acuciante. Se debe garantizar el bienestar y la calidad de vida que deben acompañar a este incremento de la esperanza de vida. Para ello, es necesario mejorar el conocimiento sobre el proceso de envejecimiento saludable, tanto cognitivo, como de evolución y adaptación social. Con este fin se ha llevado a cabo la investigación que se presenta en esta publicación
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