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ARANDU, UNA PASIÓN

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N.º 24 Mayo 2023

N.º 24 Mayo 2023

Por Hugo Espínola Morel

Renovar y mantener esta quijotada, una tarea como la de “hacer ciudadanía” con el psicoanálisis, es un desafío, una aventura sin más norte que nuestro deseo articulado con los lineamientos de la Red de Asociaciones Analíticas y Publicaciones Periódicas-AAPP. Apostamos a ello y queremos compartirlo con ustedes.

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Aunqueenmipresentaciónhabléderelanzar, creomásbienquesetrataderenovar,renovar compromiso,renovarfuerzas,despuésdedos años de distanciamiento social por la pandemia,esmomentodeirgradualmentede nuevo a poner el cuerpo. La virtualidad dejó sus secuelas, reforzó ese estado de confort que nos volvió algo adictos a ello.

Hace como 20 años que venimos trabajando, investigando, difundiendo, aprendiendo, todos los sábados acá en nuestra casa, la Alianza Francesa de Asunción, espacio que agradecemos en la persona de su director, Joseph Abado y Valeria Canata, secretaria de cultura. No queremos perder este sitio, por eso hoy con este evento que fue pertinente llamar “Intersecciones entre el psicoanálisis y la cultura”, renovamos ese compromiso de hacer ciudadanía, desde una lectura y a partir de estas intersecciones siempre válidas para arrojar luz sobre nuestra realidad.

Renovamos también nuestro compromiso político con la Red-AAPP como una manera de estar unidos por estas tramas de la Red, que tan generosamente nos dejara como legado Enrique Acuña.

Es una época con nuevos desafíos. Por lo que, ante el avance de las tecnociencias, necesitamos con más fuerza aclarar las diferencias epistemológicas con la supuesta “salud mental”, con sus sesgos peligrosos que convierten al sujeto y su cuerpo en una mercancía, en un organismo que disfunciona y que hay que arreglar con medicamentos, como si fuera éste un mero animal. Y ante una creciente pérdida de nuestras identidades por una trepidante globalización que intenta homologarnos y simetrizarnos, fiel a los fines de un mercado de consumo que deshumaniza.

Frente a esto, y más, debemos estar atentos para entender y defender que el sufrimiento humano es más complejo que un organismo que disfunciona. Nosotros los psicoanalistas sabemos que el lenguaje transforma al ser humano en lo más profundo de sí: en sus afectos y necesidades, e incluso al cuerpo. En efecto, nada más venir al mundo, la cría humana es capturada por una estructura que le preexiste: el lenguaje. A partir de esta capturaporlareddellenguaje,larelacióncon su propio cuerpo y con el de los demás ya no va a ser una relación puramente natural. El lenguaje, la estructura significante, tiene un efecto de desnaturalización, de desvitalización, de mortificación, sobre el cuerpo.

En suma, por el hecho de que habla, las necesidades biológicas quedan profundamente trastocadas en el hombre, perdidas en su naturalidad, para transformarse en esa otra realidad específicamente humana que Freud nombró deseo. Por ello apostamos al psicoanálisis como una manera de entender al “Homo Patiens”, y al decir de Enrique Acuña, saber del Homo Sapiens, ¿Quo Vadis?

Desde Arandu, y a partir de este relanzamiento y renovación, seguiremos trabajando por el país con el deseo decidido y el compromiso de todos, desde una comprensión diferente de lo que se llama salud mental.

Arandu, por presentar sus interesantes trabajos;a losparticipantes quecompartieron con nosotros este día de feria y de intersecciones; y en especial a los queridos amigos extranjeros que cruzaron frontera para compartir con nosotros sus trabajos y experiencias,haciendoposibleunapolíticaen red. Gracias: Clara Schor, Julia Pernía y a nuestro asesor, Christian Gómez.

Queridos amigos todos: quisiera expresar mis agradecimientos a cada uno de los compañeros colegas de Asunción y de

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