Había una vez tres cerebros...

Page 1

Los seres humanos tenemos tres cerebros… Había una vez un cerebro que en realidad eran tres…

MS.c Karen Rodríguez Castro. Posgrado en Estudios Interdisciplinarios sobre Discapacidad. Facultad de Medicina. UCR.


Aprender a responder y no solo a reaccionar!!!

Aprender a “ver” la situación desde los lóbulos frontales, construir puentes desde el Cerebro Emocional al Cerebro Cognitivo Cerebro emocional y Cerebro instintivo son los más fuertes por ser los primeros en evolucionar!!!


NO TE VAYAS POR EL CAMINO CORTO… Las rutas cortas de la emoción son peligrosas…


Asalto Límbico PELIGRO


¿Alguna vez se ha encontrado en la situación de que sus hijos lo han sacado de sus casillas y siente que comienza a perder el control? Puede escuchar lo que dice, pero no puede parar. La frustrada y poderosa voz que utiliza con sus hijos proviene de un extraño “estresante volver al pasado”. Se escucha hablando exactamente igual a como lo hacían su madre o su padre cuando usted se portaba mal. Y paradójicamente recuerda con claridad que en esos momentos juraba y perjuraba que cuando creciera JAMÁS les hablaría así a sus hijos. Pero aquí está, utilizando las mismas palabras con el mismo tono de acero. Y como si verse actuar de esta manera no fuera suficientemente malo, está enloquecido con sus hijos y muy enojado consigo mismo. En secreto desea de todo corazón que alguien se meta en la situación y lo rescate. Pero si un familiar o un amigo trata de interceder, usted “ladra”: “¡Estoy bien! ¿Me dejás solo?”. Este es el clásico ciclo de acción y reacción de los hábitos emocionales que dejan al padre y al hij@ llenos de enojo y vergüenza en todos los hogares a través del mundo. Sus hijos dicen o hacen algo que es provocador. Usted les recuerda que eso es inaceptable y les pide que se detengan. En lugar de hacerle caso, sus hijos lo evaden o lo ignoran y hasta pueden reforzar la provocación. Usted se contiene por un tiempo, pero puede sentir con toda claridad cómo se eleva en su cerebro ese “vapor rojo y ardiente” que es la emoción. Su irritación emocional pasa de caliente a hirviendo y entonces usted reacciona. Ahora sí consiguió la atención de sus hijos, pero también tiene esa horrible sensación de que todo se está acelerando y no va a terminar bien. ¿Y si hubiera una forma de romper este ciclo? Esta nueva manera requiere desarrollar un músculo de memoria emocional que nos permite comunicarle a nuestro hij@ que venimos de un lugar diferente: un espacio en el que nos hemos vuelto más centrados, cariñosos y también firmes aun cuando nuestro hij@ nos esté provocando.


PASO 1:ALTO: deténgase

Suba a la Torre prefrontal de su cerebro y desde allí OBSERVE LA SITUACION Primero de todo necesitamos algo de objetividad (¡encender nuestro prefrontal!), no es fácil de encontrar, lo sé, pero es esencial. Es útil subir a nuestra “torre” prefrontal, pararse en su balcón y ser testigo de lo que está sucediendo. ¿Qué necesidades no se están encontrando que están causando que las tensiones emocionales se exacerben? Podemos identificar una maraña que se está formando y dar instrucciones en vez de ciegamente hacer un desastre y ser incapaz de evitarlo.


Paso 2:Conéctese: “Puedo ver que esto es difícil para nosotros” Iniciando una conversación con “Puedo ver…” envía un mensaje de que usted ha estado observando. También les asegura a todos que usted no está enojado. Lo más importante de todo: sutilmente le refuerza a su hij@ que ustedes son una familia cariñosa. Estos son algunos ejemplos: •

• • • •

“Puedo

ver que esto no está andando bien”. “Puedo ver que esto realmente te molesta”. “Puedo ver que ahora necesitás algo de espacio. Podemos hablar de lo que te molesta más tarde”.


Paso 3: Trate de ser empático ¿Podrías por favor ayudarme a comprender como ves vos esta situación?

La solución de cualquier situación es un viaje no un destino. Los niños tienen sus propias perspectivas sobre cómo sucedió una situación difícil. Podemos manejar la situación de una forma más efectiva si apretamos el botón de pausa (¡autocontrol!) y les pedimos a nuestros hij@s su punto de vista.


Paso 4: Cambie su tono No es tanto lo que se dice como el tono en que lo dice…

Las dos estrategias anteriores (Puedo ver… y ¿Podrías por favor ayudarme?) lo ayudan a bajar el tono de su voz, al cual sus hij@s son muy sensibles. Sobre todo, lo ayuda a cambiar de lugar en su interior. En vez de caer en el usual patrón de incremento, usted puede situarse en el balcón de la objetividad y al mismo tiempo conectarse con sus hij@s


Dos errores Es histérico histórico

Si es histérico, es histórico”, me di cuenta de que esta frase perfectamente resume cuan desproporcionados pueden ser nuestros estallidos emocionales en relación a las causas que las gatillan. Muchos de nuestros sentimientos más intensos e históricamente no resueltos se originan en nuestra niñez y en nuestra adolescencia. Pero también muchos problemas no resueltos pueden haberse generado durante la vida adulta y causarnos desproporcionados arrebatos emocionales que confunden y asustan a nuestros hij@s. Debido a nuestros arrebatos nuestros hij@s comienzan a observarnos con recelo y a distanciarse de nosotros, generando conductas parentales aún más problemáticas. De esta forma se inicia un ciclo de desavenencias entre padres e hij@s.


Dos errores Adicción a la armonía

Debemos cuidarnos de la “adicción a la armonía” en la cual nos esforzamos diariamente por lograr experiencias familiares tipo “arco iris de colores”. Todo el mundo sabe que una imagen idealizada de la familia en la cual todos son felices y están contentos todo el tiempo es un espejismo, y a pesar de esto el deseo de lograr este espejismo yace profundamente en nosotros. Necesitamos recordar que no logramos la felicidad en el funcionamiento familiar meramente rechazando las partes de nosotros que no nos gustan,


1. Adicción a la armonía: el espejismo Dos patrones principales del pasado pueden causar malestar cuando nos enfrentamos a conflictos parentales. El primero se manifiesta cuando provenimos de un hogar en el cual el principio prevalente era “no nos metemos en conflictos”. En familias como estas, las tensiones son silenciadas rápidamente y nunca se permite que salgan a la superficie.

2. Cuando afirmamos que vivimos en una familia en la que somos tan honestos que nos decimos la “cruel verdad” El segundo patrón involucra la expresión externa frecuente de un enojo siniestro, indiscriminado y absoluto. Los niños simplemente se sienten completamente abrumados por estas expresiones. No saben cómo hacer frente a estas emociones brutales. Cuando afirmamos que fuimos criados en una familia en la cual “nos decíamos la cruel verdad” estamos en plena justificación de la ira.


Si podemos aprender a evitar la adicción a la armonía y aceptar que las tensiones emocionales son una parte natural de vivir en una familia, podemos experimentar una felicidad saludable en nuestra vida en común. Referencia bibliográfica:

• •

Healy, M. (2018). The Emotionally Healthy Child. California: New World Library.


Malos hábitos en la comunicación… Patrones ineficaces de resolución de conflictos

• Estilos de comunicación sarcásticos o provocadores. • Ofensas involuntarias. • Preguntas excesivamente asertivas. •


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.