El proceso de configuración que daría lugar a la actual Plaza de Isabel II se inicia a mediados del siglo XVI con el traslado de la corte a Madrid en tiempos de Felipe II. De este modo comienza la ordenación y adecuación del entorno del Alcázar. Las investigaciones arqueológicas realizadas han dado como resultado la documentación de un tramo de acueducto del Viaje de Agua de Amaniel, cuya finalidad era la de proporcionar agua potable a las dependencias del Alcázar; parte del recorrido de la Alcantarilla del Arenal, galería subterránea que canalizaba las aguas del arroyo homónimo; y la antigua Fuente de los Caños del Peral, cuya fachada monumental de sillares almohadillados muestra el estilo renacentista imperante en nuestro país a finales del siglo XVI y principios del XVII. La colmatación del barranco del Arenal y la ejecución de sucesivos proyectos de reforma del entramado urbano elevaron el nivel de la plaza de forma artificial hasta alcanzar la cota actual, favoreciendo la conservación de estos elementos.
INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA
Colaboran:
LA PLAZUELA DE LOS CAÑOS DEL PERAL
Los trabajos de seguimiento arqueológico y paleontológico, asociados al proyecto de implantación de nuevos ascensores en la estación de Metro de Ópera en Madrid, pusieron de manifiesto en el año 2009 la presencia de restos del antiguo entramado urbano de la desaparecida Plazuela de los Caños del Peral.
La importancia histórica de los hallazgos realizados en la Estación de Ópera y la voluntad de preservarlos en su localización original, ha impulsado un ambicioso proyecto museográfico. Al tratarse de hallazgos sobrevenidos a las obras, Metro de Madrid ha destinado un área expositiva en el lugar en el que fueron realizados los descubrimientos arqueológicos, creando para ello en la propia estación de metro el Museo de los Caños del Peral Los restos monumentales, ahora visitables, han tenido que ser extraídos de su ubicación original, en un desmontaje controlado, a fin de adecuar el espacio para
LA PLAZUELA DE LOS CAÑOS DEL PERAL
Investigaciones
arqueológicas en la estación Ópera de
su musealización. Una vez instalados de nuevo, han sido sometidos a una exhaustiva limpieza, restauración y consolidación. Con esta instalación museográfica, Metro de Madrid, en colaboración con la Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, pretenden acercar y dar a conocer a los ciudadanos las estructuras hidráulicas que configuraron en el pasado la Plazuela de los Caños del Peral.
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LA PLAZUELA DE LOS CAÑOS DEL PERAL
Investigaciones
arqueológicas en la estación Ópera de
PRÓLOGO
Metro de Madrid viene desarrollando un Plan de Calidad de la Red para equiparar los niveles de diseño y calidad de todas las líneas y evitar las diferencias entre las estaciones más antiguas y las de reciente inauguración. Dentro de este Plan de Calidad se engloban las obras realizadas en la estación de Ópera con el fin de hacerla accesible mediante la implantación de 3 ascensores, uno desde el nivel de calle a un nuevo vestíbulo de 821 m² (anteriormente tenía 114), y dos desde este a los diferentes andenes. Estas obras supusieron finalmente una remodelación integral de la estación de Ópera, que ha generado nuevos espacios en la estación, permitiendo al viajero un intercambio directo entre las 3 líneas de correspondencia (líneas 2, 5 y Ramal) mediante escaleras mecánicas, la implantación de nuevos locales comerciales, una salida de emergencia, y en definitiva, todas las instalaciones correspondientes a una estación moderna. Dentro del alcance de la obra se incluyeron las obras de peatonalización de la Plaza de Isabel II, bajo la dirección de la Dirección General de Planificación del Ayuntamiento de Madrid. La aparición, ya en fase de construcción de esta obra, de unos restos arqueológicos de gran importancia, como son la Fuente de los Caños del Peral, el Acueducto de Amaniel y la Alcantarilla del Arenal, dio lugar a la idea de realizar una musealización de los hallazgos en la misma ubicación en la que fueron encontrados, es decir, dentro de la estación de Metro, siguiendo las últimas experiencias realizadas en la estación de Metro de Carpetana y la estación de Sol de Cercanías. Esto planteó a Metro de Madrid un importante reto para solventar los problemas que suponía el habilitar un espacio no planificado como era el Museo, dentro del proyecto constructivo ya en ejecución de la estación de Metro, lo que se consiguió mediante la reordenación de espacios y usos proyectados, y eliminación de otros, con las consiguientes repercusiones estructurales, que se manifestaron en la construcción de refuerzos que recibiesen el importantísimo peso de estos restos, sobre una estructura no proyectada para este fin. Todo esto, siempre intentando minimizar la afección al proceso constructivo y los plazos comprometidos. El Museo de los Caños del Peral ha sido concebido como un elemento más dentro de la estación, integrado totalmente en la obra en su conjunto, permitiendo la libre visita de todos los viajeros de la estación y dando accesibilidad a la información de la
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PRÓLOGO
musealización mediante una gran pantalla táctil y paneles explicativos dentro y fuera del propio Museo. La explicación se ha reforzado en superficie, mediante 2 maquetas en bronce, una de la Plaza durante el siglo XVII y otra del recinto amurallado musulmán y cristiano, la representación en bronce en el pavimento de la propia Plaza de la proyección de la Fuente de los Caños del Peral, y la reconstrucción de uno de los caños de dicha Fuente, facilitando de esta forma a todos los viandantes la comprensión de la disposición de la Plaza durante el siglo XVII y la grandiosidad de la antigua Fuente de los Caños del Peral. Con la construcción del Museo dentro de la propia estación se ha acercado a los Madrileños su propia historia, aprovechando el gran número de viajeros que transporta el Metro de Madrid y el espacio expositivo que constituye la propia estación. La prueba del éxito de esta idea, puede comprobarlo personalmente el lector, mediante la visita a dicho Museo, comprobando por sí mismo el gran número de visitantes (más de 200.000 visitas mensuales). La realización de este Museo y de toda la obra en general, ha sido posible gracias a la coordinación y colaboración, a mi entender sin precedentes, de Metro de Madrid, con la Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid y con el Área de Gobierno de Obras y Espacios Públicos de la Dirección General de Planificación del Ayuntamiento de Madrid, que ha permitido dar una solución conjunta e integrada de la estación de Metro, la Plaza y el Museo. Esta colaboración se ha plasmado en la creación de un numeroso equipo interdisciplinar, que ha trabajado de forma ejemplar, y a los que quiero agradecer públicamente, su buen hacer. Permítame por último, animarle a dedicar unos minutos de su viaje diario por Metro, a la visita del Museo. José Belmonte Martínez Director de Obra de Implantación de nuevos ascensores en la Estación de Metro de Ópera y Peatonalización de la Plaza de Isabel II Metro de Madrid, S.A.
INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA u 5
PRÓLOGO
Las obras de remodelación de la estación de Metro de Ópera, situada en la plaza de Isabel II, han propiciado el descubrimiento y recuperación de un evocador espacio del Madrid renacentista que se encontraba oculto a varios metros de profundidad bajo el actual suelo de la plaza. El trabajo de un nutrido equipo de especialistas formado por arqueólogos, restauradores, arquitectos, museólogos e ingenieros y la fluida colaboración entre Metro de Madrid, la Dirección General de Planificación del Ayuntamiento de Madrid y la Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, ha impulsado un ambicioso proyecto museográfico integrado en la propia estación de Metro de Ópera, cuyo objetivo primordial es mostrar a los ciudadanos el rico patrimonio histórico y arqueológico que atesora el subsuelo de nuestra ciudad. La intervención desarrollada, que aparece descrita en detalle en la presente edición, ha aportado interesante información sobre el proceso de configuración de este espacio público a lo largo de los siglos y ha deparado el hallazgo de importantes vestigios monumentales entre los que destaca la fachada de sillares de granito de la famosa Fuente de los Caños del Peral, erigida a finales del siglo XVI bajo las trazas de Juan Bautista de Toledo, en lo que entonces era una plazuela empedrada, y que nos recuerda la importancia que siempre ha tenido el abastecimiento de agua potable en la vida cotidiana de la villa. Los trabajos han permitido documentar además diversos restos de infraestructuras hidráulicas y de saneamiento pertenecientes al Viaje de Aguas de Amaniel, que abastecía a las dependencias del Alcázar y la alcantarilla que canalizaba las aguas del arroyo del Arenal. Los elementos citados han sido restaurados y musealizados y han quedado integrados en la remodelada estación de Metro de Ópera, en un espacio especialmente acondicio-
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PRÓLOGO
nado que incluye paneles explicativos y medios audiovisuales en los que los visitantes y usuarios de este medio de transporte encontrarán información sobre el proceso de recuperación y puesta en valor de estos testimonios de la historia madrileña. La ejecución de grandes obras públicas para la modernización de las infraestructuras de la ciudad ha propiciado en los últimos años el hallazgo de importantes vestigios arqueológicos y paleontológicos cuya investigación y recuperación ha sido autorizada y supervisada por la Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid. Entre los descubrimientos más significativos cabe citar los realizados en las estaciones de Ópera, Sol, Vía Carpetana y Príncipe Pío, todos ellos incluidos dentro del Plan de Yacimientos Visitables de la Comunidad de Madrid. Puesto en marcha en el año 2003 por la Dirección General de Patrimonio Histórico, el Plan de Yacimientos Visitables tiene como objetivo prioritario la difusión social de los vestigios arqueológicos y paleontológicos más importantes y representativos de la Comunidad de Madrid, a través de su conservación y puesta en valor. Durante estos años se han aunado esfuerzos por parte de las distintas administraciones implicadas –Comunidad de Madrid y Ayuntamientos principalmente-, con el objeto de hacer accesible al ciudadano el rico patrimonio arqueológico y paleontológico de la región. Así, en la actualidad el Plan de Yacimientos Visitables cuenta con 16 enclaves, entre yacimientos abiertos y espacios musealizados, acondicionados para recibir visitas, a los que se irán sumando en el futuro aquellos que en estos momentos se encuentran en fase de estudio. Ana de Miguel Cabrera Subdirectora General de Protección y Conservación Dirección General de Patrimonio Histórico
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Créditos TÍTULO PROYECTO
SUPERVISIÓN TÉCNICA COMUNIDAD DE MADRID. VICEPRESIDENCIA, CONSEJERÍA DE CULTURA Y DEPORTE Y PORTAVOCÍA DE GOBIERNO. DIRECCIÓN GENERAL DE PATRIMONIO HISTÓRICO Subdirectora General de Protección y Conservación:
OBRAS DE IMPLANTACIÓN DE NUEVOS
Ana de Miguel Cabrera
ASCENSORES EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA
Área de Protección
DE METRO DE MADRID
Jefe de Área: Nicolás Benet Arqueología: Pilar Mena Muñoz, Carlos Caballero Casado Paleontología: Elena Nicolás Checa
EMPRESA PROMOTORA METRO DE MADRID
AYUNTAMIENTO DE MADRID. ÁREA DE GOBIERNO DE OBRAS Y ESPACIOS PÚBLICOS. DIRECCIÓN GENERAL DE PLANIFICACIÓN
Director Área Técnica: Juan Pablo Alonso
Directores del proyecto de urbanización Plaza de Isabel II:
Responsable de Unidad de Obra Civil: Juan Carlos Díez Martín
Marisol Santos Hernández, José Luis Sanz Guerrero-Strachan
Gerente: José Antonio Gallego Iglesias Directores del proyecto: José Belmonte Martínez,
EQUIPO DE INVESTIGACIÓN
Cándido Ramos Ramos
ARTRA, S.L. TRABAJOS ARQUEOLÓGICOS
Dirección de arquitectura: Maximiliano Casas Ripoll,
Director: Eduardo Penedo Cobo
Laura Guerrero Torres
Coordinadores: Juan Sanguino Vázquez, Pilar Oñate Baztán
Unidad de Patrimonio: Carlos Mendoza Tertre.
Técnicos arqueólogos: Patricia Moraga Vaz Elia Organista Labrado
Fotógrafo: Rafael Valero Huerta
Áurea Izquierdo Zamora Ana Belén Martínez Granero
EMPRESA CONSTRUCTORA SACYR, SAU Jefe de obra: Jaime García Panadero Responsable de arquitectura: Ricardo Boned Colera
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Biliana Borissova Avramova Investigación en archivos, dibujos y reconstrucciones: Patricia Moraga Vaz Elia Organista Labrado Restaurador: Javier Marañón López
PALEOCONSULT, S.L. Equipo de Paleontología
PUBLICACIÓN-MONOGRAFÍA
Santiago Pozas Requejo Virginia Blanco Alonso
Dirección de contenidos: Eduardo Penedo Cobo Textos de los capítulos: Patricia Moraga Vaz, Eduardo Penedo Cobo,
PROYECTO DE MUSEALIZACIÓN
Elia Organista Labrado, Vicente Patón Jiménez, Alberto Tellería Bartolomé y Fernando Arnáiz Barrio
Contenido Museográfico y Discurso Expositivo: ARTRA, S.L. Trabajos Arqueológicos: Eduardo Penedo Cobo Juan Sanguino Vázquez Patricia Moraga Vaz Elia Organista Labrado Arquitectura y Diseño:
AGRADECIMIENTOS Teatro Real: José Luis Guerrero Universidad Complutense de Madrid: Fernando Domenech Rico Andén 1. Asociación de Amigos del Metro de Madrid: Pedro Muñoz Real Academia de Bellas Artes de San Fernando: Ascensión Ciruelos Museo de los Orígenes. Casa de San Isidro: Salvador Quero Castro
Vicente Patón Jiménez
Museo de Historia de Madrid: Sonia Fernández Esteban
Alberto Tellería Bartolomé
Historiador: Antonio Malalana Ureña
Desmontaje, restauración y montaje de las estructuras: COTAS 0.0 ARQUITECTOS, PROYECTOS Y OBRAS, S.L.
Arquitecto: Jaime González Valcarcel Arquitecto: Francisco Rodríguez Partearroyo
Fernando Arnaiz Barrio Audiovisuales e infografías: MADRID SCIENTIFIC FILMS Javier Trueba Gabriela Villecco Javier de Prado Escaneo láser:
ARCHIVOS CONSULTADOS Archivo de la Villa de Madrid Archivo General de Palacio Archivo General de Simancas Archivo Histórico Nacional Archivo General de la Administración
ASF IMAGEN. Actividades y Servicios Fotográficos, S.L.
Museo de los Orígenes de Madrid. Casa de San Isidro
José Latova Fernández-Luna
Museo Municipal de Madrid
Maquetas plaza de Isabel II:
Biblioteca Nacional
ARTE-6
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando
Ismael García
Biblioteca Municipal de Madrid
INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA u 9
Índice
1. Introducción Configuración histórica de la Plaza de Isabel II
2. La excavación arqueológica y resultados El control arqueológico de las obras Excavación arqueológica Primer Ámbito Arqueológico: Plazuela y Fuente de los Caños del Peral Segundo Ámbito Arqueológico: Viaje de Amaniel Tercer Ámbito Arqueológico: La Alcantarilla del Arenal
3. Contextualización de los hallazgos Plazuela y Fuente de los Caños del Peral El Acueducto de Amaniel La Alcantarilla del Arenal
4. Proceso de desmontaje, restauración y montaje Procedimiento de desmontaje y montaje Tratamientos de restauración Tratamientos preventivos
5. Proyecto de musealización
INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA u 11
1 Introducción “Fui sobre agua edificada, mis muros de fuego son, esta es mi insignia y mi blasón.” “Declaración de las Armas de Madrid”, Juan López de Hoyos (1511-1583).
1
INTRODUCCIÓN
esde principios del sigo XXI Metro de Madrid ha venido desarrollando numerosos proyectos destinados a mejorar la calidad de sus infraestructuras adaptándolas a los nuevos avances en sistemas de transporte viario, facilitando así la accesibilidad a todos los usuarios de la red y mejorando la calidad del servicio.
D
Gracias a la estrecha colaboración mantenida entre Metro de Madrid y la Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, se ha realizado un ambicioso proyecto museográfico, el Museo de los Caños del Peral, cuyo objeto ha sido el de recuperar, conservar y difundir el patrimonio histórico descubierto durante la ejecución de las obras.
L a mayor parte de estas obras se vienen desarrollando en el interior del Recinto Histórico de la Villa de Madrid, declarado Bien de Interés Cultural por Real Decreto el 20 de mayo de 1993, en la categoría de zona arqueológica, coincidiendo con el trazado de la cerca de Felipe IV, el último de los cerramientos de la villa en el siglo XVII1. La zona arqueológica así delimitada engloba el recinto islámico, el recinto cristiano y la ampliación de la ciudad acontecida bajo el reinado de Felipe II.
Debido a la importancia histórica de los hallazgos y la voluntad de preservarlos en su localización original, Metro de Madrid ha destinado un área expositiva en el lugar en el que fueron realizados los descubrimientos arqueológicos, en la propia estación de Metro de Ópera.
Dentro de esta política de mejora, se está haciendo especial hincapié en la fusión del legado antiguo de la ciudad y los avances del presente siglo, apostando por la completa difusión y puesta en valor de los restos históricos existentes y aun visibles. Los trabajos de seguimiento arqueológico y paleontológico, asociados al proyecto de implantación de nuevos ascensores en la estación de Metro de Ópera en Madrid, pusieron de manifiesto en el año 2009 la presencia de restos del antiguo entramado urbano de la desaparecida Plazuela de los Caños del Peral, actualmente Plaza de Isabel II.
Configuración histórica de la plaza de Isabel II La actual Plaza de Isabel II, localizada en el distrito de Palacio, se encuentra en una de las zonas más transitadas y visitadas de Madrid. Su fisonomía actual responde a la evolución histórica del núcleo originario de la ciudad, si bien no siempre gozó de la consideración turística y cultural que se le dispensa en la actualidad. A ella confluyen las calles de Arrieta, Campomanes, Caños del Peral, Arenal, Escalinata y Vergara. En torno a este espacio cuadrangular se articulan toda una serie de edificios que por si solos reflejan los cambios más profundos experimentados en esta zona de Madrid, albergando en sus sótanos, en el mejor de los casos, retazos de su origen que sorprendentemente han sobrevivido al devenir de los años.
(1) Decreto 61/1993, de 20 de mayo, por el que se declara bien de interés cultural, en la categoría de zona arqueológica, el recinto histórico de Madrid. Incoado el 30 de septiembre de 1993.
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INTRODUCCIÓN
1
Infografía de Madrid con el recinto amurallado musulmán y el cristiano.
Fundada por el Emir de Córdoba en torno al siglo IX, Mayrit surge como enclave fortificado en la margen izquierda del río Manzanares. Su función era la de vigilar y repeler las incursiones de las tropas cristianas provenientes del Norte. Tras la conquista de Madrid en el siglo XI por Alfonso VI, comenzó la repoblación de la villa y la ampliación del recinto fortificado
El Alcazar de Madrid, por J.Cornelius Vermeyen, 1534.
INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA u 15
1
INTRODUCCIÓN
La villa de Madrid en tiempo de Juan II (Urgorri Casado, F.).
Infografía con la localización de los arrabales.
cristiano, cuyo límite al Norte fue el Arroyo del Arenal, cava natural de la muralla.
extensas huertas sino también de “industrias” tales como tenerías, alfares, carnicerías, pescaderías, que pese desarrollar actividades destinadas a satisfacer las necesidades básicas de la población, resultaban notablemente malsanas e insalubres por las inmundicias, pestilencias y los humos que originaban.
Esta zona apenas ocupada durante la mayor parte de la Edad Media, fue testigo del surgimiento de importantes arrabales. Las fundaciones religiosas establecidas en torno a los siglos XII y XIV a extramuros del recinto amurallado, próximas a la puerta de Balnadú, favorecieron el desarrollo de amplias barriadas de carácter rural, de las que tomaron su nombre Santo Domingo al Norte, San Martín al Noreste y San Ginés al Este. Originariamente la presencia de arroyos y manaderos en la zona propició, ya desde antiguo, la proliferación no solo de
16 u INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA
La más importante de estas corrientes era el Arroyo del Arenal de San Ginés que discurría a lo largo de la actual calle del Arenal y atravesaba la plazuela de los Caños de Peral en sentido sureste-noroeste. Su presencia dejó una notable huella en el terreno en forma de barrancos y profundas depresiones, de ahí que en el siglo XV se conociera a esta zona con el nombre de “las Hontanillas”.
INTRODUCCIÓN
1
Fotos diversas de las Parroquias de los Arrabales mencionados. De izquierda a derecha: arrabal de San Ginés, arrabal de San Miguel y Arrabal de Santo Domingo.
Pero esta no era la única fuente de agua presente en la zona. Numerosos regatos cuyo nacimiento se situaba en la laguna de Luján, localizada en las inmediaciones de la zona que hoy ocupa la Plaza Mayor, vertían sus aguas en estos barrancos. El agua de estos arroyos menores era reconducida a aljibes o pilas públicas que por lo general se situaban en la proximidad de las puertas y murallas. En esta zona se conocen al menos dos, el Pilar Nuevo y el Pilar Viejo.
Localización de las antiguas tenerías, el pilar viejo y pilar nuevo, según Urgorri Casado, F.
En 1561 Felipe II decide establecer la corte en la Villa de Madrid, fijando su residencia en el antiguo Alcázar. Pero muy pronto resultó evidente que la ciudad no poseía las condiciones necesarias para acoger a los monarcas y a toda la población que llegaba atraída por la Corte. En el siglo siguiente se inició un largo proceso de reformas que cambiaron totalmente el aspecto de la ciudad. Influidos por la pujanza del Renacimiento italiano, la ciudad acogió a numerosos artistas y arquitectos formados en esta corriente, si bien desarrollaron un estilo de líneas más sobrias y geométricas.
Cuenca del arroyo del Arenal en el siglo XVI, según Urgorri Casado, F.
INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA u 17
1
INTRODUCCIÓN
Infografía de la Plazuela en un momento previo a la construcción de la fuente.
La pretensión de los nobles de fijar su domicilio en las inmediaciones de la Residencia Real hizo precisa la materialización de proyectos de reforma cuyo objetivo principal fue el embellecimiento del Real Palacio y su entorno, especialmente hacia oriente. En tales empresas se verían inmersos tanto los arquitectos reales como los de la villa, si bien la colaboración entre ambos no siempre fue fácil.
18 u INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA
La forma de la plazuela de los Caños del Peral y la configuración de las manzanas de viviendas que la circundan se irían perfilando a tenor de las sucesivas trasformaciones acontecidas. Todas las curtidurías fueron trasladadas a la Ribera de Curtidores y a las proximidades de la Puerta de la Vega, ya que no solo con-
INTRODUCCIÓN
1
Infografía en la que se representa la configuración de este espacio en el siglo XVII.
taminaban el agua de las fuentes y dificultaban el tránsito hacia el Alcázar, sino que además rompían con la estética regia que los monarcas pretendían dar al entorno. Es en estos momentos cuando aprovechando los manaderos que existían en el fondo del barranco de la plazuela, el Concejo de Madrid mandó construir la fuente de los Caños del Peral, así
como unos lavaderos públicos que se surtirían con el agua sobrante de la fuente. Pero sin lugar a dudas, el principal inconveniente con el que se encontraron los monarcas fue el suministro y evacuación de aguas. La morfología del terreno, el aumento de población y los largos periodos de sequía hicieron necesaria la explotación de acuíferos
INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA u 19
1
INTRODUCCIÓN
en la zona Noreste de la ciudad, en los antiguos términos de Fuencarral, Canillejas, Canillas y Chamartín, a la par que prosiguió el desarrollo del antiguo sistema de galerías filtrantes o viajes de agua que ya los árabes habían puesto en práctica. En este contexto se inscribe el trazado del viaje de agua de Amaniel, que nacía al norte de la ciudad, en la heredad de un mayorazgo antiguo en la Dehesa de Amaniel, hoy Dehesa de la Villa. Desde allí el agua era canalizada en cañerías primero de barro y posteriormente de plomo, atravesando la ciudad en dirección a Palacio. En otro sentido, resulta curioso cómo la escasez de agua acrecentó la dificultad para desembarazarse de todo tipo de residuos, llegando al punto de ser relativamente permisivos con las leyes que prohibían arrojar “aguas sucias” a la vía pública. Sólo cuando los olores eran insoportables con el calor del verano, o cuando los lodazales formados en el invierno hacían imposible transitar por las calles, se buscaban soluciones ante tan desagradable problema. No hay que olvidar que el barranco del Arenal se convirtió en uno de los principales muladares de la ciudad.
Palacio Real y dependencias según Texeira, 1656.
20 u INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA
La construcción del complejo de la Casa del Tesoro, el pasaje de la Encarnación, así como los diversos jardines contenidos en su interior implicaron la edificación de potentes muros de cimentación y aterrazamientos destinados a contener las tierras vertidas para suavizar los desniveles existentes en la zona. Las arroyadas causantes de tales quebradas, entre las que se encontraba la del arroyo del Arenal, fueron encauzadas y reconducidas desde el siglo XVI por medio de galerías de ladrillo y piedra, para minimizar los daños en las cimentaciones de las edificaciones, y facilitar de este modo la edificación de su entorno. Parte de esta alcantarilla del Arenal ha sido descubierta y estudiada en las excavaciones llevadas a cabo. La mayoría de los trazados de alcantarillas se realizaron aprovechando la pendiente natural de las calles madrileñas por las que discurrían arroyos y vaguadas orientadas hacia el Manzanares o el Prado. En 1704 el lavadero junto con un corral cercano perteneciente a las huertas existentes en la zona, fue arrendado al Ayuntamiento por una compañía de comediantes y operetistas italianos que lo ocuparon para dar sus representaciones al aire libre. Dos años más tarde, la compañía italiana de los Triufaldines, bajo la dirección de Francisco Bartoliu, construyó en el terreno ocupado por los lavaderos un teatro de escasa entidad que en 1737 fue sustituido por el nuevo Coliseo de los Caños del Peral, que superó en planta y alzado al anterior.
INTRODUCCIÓN
1
Infografía con la representación del proceso inicial de colmatación de la Plaza.
A comienzos del siglo XIX, las propuestas encabezadas por José Bonaparte encaminadas a transformar la Villa en una gran ciudad de corte europeo, supusieron la desaparición definitiva de la Fuente y Plazuela de los Caños del Peral. Influido por las reformas urbanísticas llevadas a cabo en París, promovió el derribo de numerosos edificios con la intención de crear calles más anchas y despejar el abigarramiento de viviendas surgidas junto al Palacio.
Fachada del Coliseo de los Caños del Peral 1737-1738.
INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA u 21
1
INTRODUCCIÓN
Construcción del Coliseo de los Caños del Peral
Isidro González Velázquez, 1818-1822.
22 u INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA
Posteriormente, las reformas promovidas por Fernando VII para dar fin a las obras de Palacio y su entorno, supusieron la nivelación definitiva de los declives aun visibles. De este modo, en la segunda mitad de siglo se originó un espacio de mayores dimensiones, bautizado con el nombre de Plaza de Isabel II en honor a la recién coronada reina, cuya estatua fue obra de José Piquer.
INTRODUCCIÓN
1
Estado actual de la plaza de Isabel II.
Durante la Revolución de 1868 la plaza recibió el nombre de Prim, recuperando poco después el de Isabel II. Hasta que finalmente con la Segunda República pasó a denominarse plaza de la Ópera, en honor al Teatro Real que preside este espacio. En 1936 cambió de nuevo de nombre por el de Fermín Galán, capitán que, junto al teniente García Hernández, se alzó en 1930 en
Jaca contra la monarquía. En el año 1941 la plaza recuperó su nombre de Isabel II, popularmente llamada plaza de Ópera. La última reforma de la plaza tuvo lugar en 1977 con el objetivo de descongestionarla de los servicios que se venían acumulando en ella, al tiempo que se cambiaba la orientación de los jardines centrales. n
INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA u 23
1
INTRODUCCIÓN
|
ANEXO
F. de Wit, 1635.
Texeira, 1656.
Nicolás de Fer, 1706.
Nicolás Chaldmandrier, 1761.
Tomás López, 1785.
Juan López, 1812.
24 u INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA
ANEXO
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INTRODUCCIÓN
Juan López, 1828.
Plano Oficial de Madrid, 1846.
Instituto Geográfico Estadístico, 1872-7874.
Planos Parcelarios, 1929.
1
INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA u 25
2 La excavación arqueológica y resultados “Las dificultades encontradas en la ejecución de las obras han sido muchas; la estrechez de las calles del Arenal y San Bernardo… Por la poca profundidad del trazado, éste se desarrolla en la capa del subsuelo ocupado por alcantarillas, acometidas, etc., que fue preciso desviar en gran número y en la que aparecían socavones, restos de antiguas canalizaciones, pozos abandonados, galerías sin revestir… un pequeño puente o paso de arcos de fábrica hallado en la Plaza de Isabel II, cerca de la del Arenal, y a unos 6 metros de profundidad… Revista de Obras Públicas. “Las nuevas líneas del Metropolitano y la urbanización de Madrid. Línea Sol-Quevedo.” Año 1926.
2
LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA Y SUS RESULTADOS
El control arqueológico de las obras La finalidad de los trabajos desarrollados ha sido realizar un control arqueológico de todos los movimientos de tierra derivados del proyecto de implantación de nuevos ascensores en la estación de Metro de Ópera en Madrid, con el objetivo de localizar, registrar, documentar, recuperar y conservar los restos de interés histórico y/o arqueológico que pudieran hallarse en el subsuelo. En una primera fase se llevó a cabo un seguimiento intensivo de las remociones de tierras (niveles vegetales superficiales y niveles de origen antrópico), para determinar la presencia/ausencia de elementos de interés arqueológico. Posteriormente se realizó la excavación manual en extensión utilizando el método estratigráfico, con la consiguiente documentación de todas las unidades y contextos hasta alcanzar los niveles geológicos estériles.
28 u INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA
Dadas las características de la intervención y la amplitud de la misma, tanto en extensión física como temporal, se realiza en los siguientes apartados una descripción de los restos arqueológicos en cada uno de los niveles de la estación.
La excavación arqueológica Los trabajos arqueológicos se inician en el primer nivel de la estación, localizados en la zona del vestíbulo principal y cuartos técnicos. Los niveles retirados se corresponden con estratos antrópicos muy superficiales, en su mayoría escombros de cronología contemporánea originados por los sucesivos procesos de remodelación de la plaza. Únicamente cabe destacar el hallazgo aislado de una estructura de morfología cuadrangular, construida con ladrillo macizo trabado con mortero de cal y arena, y rematada en la base de cada
LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA Y SUS RESULTADOS
2
Primera fase de cimentación Estatua de Isabel II.
Plano del primer nivel con la ubicación de los restos de la Estatua de Isabel II.
Segunda fase de cimentación con sistema de evacuación de agua de los jardines existentes en superficie.
esquina y en la zona central de cada cara con sillares trapezoidales de granito. Debido a sus características y ubicación, en la zona central de la plaza, así como por las pruebas analíticas realizadas, se ha interpretado como una de las cimentaciones que ha tenido la estatua de Isabel II que adorna la plaza desde la segunda mitad del siglo XIX. En el segundo nivel, correspondiente a la zona de conexión de las líneas 2 y 5 de metro, los trabajos de excavación dieron lugar a varios hallazgos que se englobaron dentro de tres ámbitos diferenciados aunque interrelacionados. El primero de ellos abarca la fuente y plazuela de los Caños del Peral (verde), el segundo corresponde al acueducto del Viaje de Agua de Amaniel (rojo) y el tercero a la Alcantarilla del Arenal (azul).
Plano del segundo nivel con los tres ámbitos arqueológicos.
INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA u 29
2
LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA Y SUS RESULTADOS
Primer ámbito arqueológico: Plazuela y Fuente de los Caños del Peral.
Sección de la fuente y galería de abastecimiento en andén línea 2.
Primer ámbito arqueológico: Fuente y Plazuela de los Caños del Peral
La fuente presenta tres cuerpos horizontales, el superior compuesto de dos hiladas de sillares de granito escuadrados que alternan el almohadillado convexo de la primera con el cóncavo de la segunda, destacando el medio-relieve geométrico existente sobre la venera. El segundo cuerpo aparece separado del anterior por una moldura de pecho de paloma muy deteriorada. Presenta cuatro hiladas de sillares almohadillados bien escuadrados. Finalmente, la base cuenta con una única hilada de sillares labrados y escuadrados con ausencia de almohadillado.
En 1990, con motivo de la creación de un cuarto técnico en el andén de línea 2 de Metro se realizó un pozo de unos 8 m, que a través de una mina orientada Este-Oeste y con una longitud de 13 m, conectaba con el andén. Dicha intervención dio como resultado la documentación de parte de la Fuente de los Caños del Peral y su galería de abastecimiento, si bien, ambas se vieron afectadas por las obras perdiendo parte de sus alzados. Pese a las dificultades de la excavación en mina y a la presencia del cuarto técnico que alteró las estructuras, se ha podido descubrir buena parte de su fachada, permitiendo de esta manera completar la caracterización de la Fuente de los Caños del Peral.
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En el extremo Oeste del área excavada se ha documentado uno de los caños de la fuente, consistente en una hornacina construida mediante tres sillares cóncavos rematados con una bovedilla de cuarto de esfera con forma de concha o venera. Ésta aparece flanqueada por dos columnas que presentan un alto relieve que imita la morfología de la hornacina. La pila está labrada sobre un bloque rectangular de granito exento y esta cubierta
LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA Y SUS RESULTADOS
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por una reja móvil de hierro. En el interior y a ambos lados hay dos orificios que sirven para conectar con las tuberías de cerámica que desaguan el sobrante de la pila y que se encontrarían bajo el empedrado de la plazuela. De la galería de abastecimiento de la fuente se ha podido excavar un tramo de 23 metros. Presenta una orientación NoroesteSureste, una altura media de 2’54 metros y una luz de 1’55 metros. Está construida mediante una bóveda de medio cañón corrido fabricada con ladrillo macizo dispuesto a soga que se sustenta en dos recios alzados de mampostería careada de pedernal y caliza trabados con mortero de cal y arena. En su pared Oeste se documentaron un total de 4 vanos conectados con sus correspondientes hornacinas exteriores, construidos con ladrillo macizo dispuesto a soga y trabado con mortero de cal y arena, teniendo como fondo los sillares de las hornacinas.
Alzado de la fuente en andén línea 2.
El primer vano, situado al norte, presenta un arco peraltado y los otros tres, arcos escarzanos. A estos vanos se adosan 4 piletas cuya función era la de recoger, decantar y expulsar a través del surtidor de la fuente el agua que llegaba por medio de un canal existente en la pared opuesta y que conectaba con las pilas mediante un encañado cerámico. Los trabajos de ejecución de las obras de ampliación en el segundo nivel se centraron en el sector norte de la estación-plaza, donde se produjo el hallazgo del remate norte de la fuente de los Caños del Peral.
Representación del alzado de la fuente en el andén de línea 2.
INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA u 31
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LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA Y SUS RESULTADOS
Pila y galería de abastecimiento de la fuente en andén línea 2.
Tercera pileta.
Primera pileta.
Alzado de la galería de abastecimiento con sus vanos y piletas.
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LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA Y SUS RESULTADOS
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Alzados del remate Norte de la Fuente.
Remate Norte de la fuente durante el proceso de excavación.
Recreación de la Fuente de los Caños del Peral.
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LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA Y SUS RESULTADOS
Atarjeas para el suministro y evacuación de aguas del remate norte de la fuente.
Foto del sistema de suministro de agua en el remate norte de la fuente.
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LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA Y SUS RESULTADOS
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Restos de tuberías pertenecientes al sistema de evacuación de aguas asociadas a la pila del remate Norte.
Formando un ángulo de algo más de 90º, sus características formales son las mismas que las observadas en el tramo del andén de la línea 2, aunque con alguna variante decorativa, como es la presencia en el extremo Oeste de una columna entregada, labrada en los sillares a modo de alto relieve, con base cuadrada y pie circular, coronada por un capitel sobre el que reposa una estructura de forma trapezoidal rematada por una bola. El agua sobrante vertería fuera de la pila mediante una hendidura labrada en el borde exterior, aunque no se ha podido determinar si iría a parar a un pilón de mayores dimensiones o directamente hacia un albañal. Al retirarse la parte superior en la que se encajaba la reja móvil, se documentó un segundo sillar rectangular de granito hueco, con dos orificios circulares enfrentados, tapados con placas metálicas que servirían para conectar con una tubería de cerámica que no se ha conservado.
La prolongación del trazado de la galería adosada a la fuente y el hallazgo del remate norte han permitido reconstruir la morfología de la fuente, con una planta en L donde el brazo más largo alcanza una longitud aproximada de 34 metros en cuyo frente se disponen cinco caños y el brazo más corto donde aparece el sexto. El suministro y desagüe en el remate norte de la fuente se realizaba mediante una atarjea doble que discurría en sentido oeste-este, hasta alcanzar la fuente, donde se bifurcaba yendo una de las atarjeas a conectar con la trasera de la fuente y la otra junto a la pila. Dado que el trazado de suministro se encontraba a una cota inferior a la de la embocadura del caño, se dispuso un codo cerámico de diámetro mayor al resto de las cañerías con el fin de hacer que el agua remontara gracias a la presión ejercida. Completando el hallazgo, se han podido documentar los restos de otros sistemas de captación y evacuación de las aguas de este caño, pero ya amortizados.
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LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA Y SUS RESULTADOS
La excavación arqueológica realizada en el ámbito de la fuente, ha posibilitado la documentación del recinto original de cierre de la plazuela, llegando a identificar dos importantes reformas en su
trazado. En líneas generales, la valoración de los datos en conjunto, definen una plazuela rectangular de grandes dimensiones aparentemente cerrada en todos sus flancos y con un único acceso.
Primer cercamiento de la Plazuela de los Caños del Peral. Representación de la plazuela, fuente con las atarjeas de suministro y evacuación, y el primer muro pretil.
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LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA Y SUS RESULTADOS
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Alzado del muro Norte del primer muro pretil.
Alzado del muro oeste del primer muro pretil.
En un primer momento aparece conformada por el remate norte de la fuente y por un muro pretil de mampostería de pedernal y caliza que la prolonga, mientras que el tramo mas largo discurre en paralelo a la fachada de la fuente que quedaba adosada a la manzana 402 de la Planimetría General de Madrid. De este modo. De este modo queda configurado un espacio interior rectangular. Con el tiempo, se construye otro muro pretil que modifica el trazado de la plazuela. Parte en diagonal desde el alzado oeste
del remate norte de la fuente hasta alcanzar el primer muro, sobre el cual se apoya. Al igual que el anterior está construido por mampuestos irregulares de pedernal y caliza, calzados con ripio y trabados con mortero de cal y arena. En la parte central de su alzado se localiza un albañal y su canal de desagüe del cual solo se ha conservado una losa de granito que vendría a evacuar los sobrantes de la fuente para verterlos al arroyo del Arenal. Asociado al momento de uso de este canal se encuentra un suelo de mortero de cal y arena muy mal conservado.
Alzado del segundo muro pretil.
Representación gráfica de las dos fases constructivas del segundo muro pretil.
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LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA Y SUS RESULTADOS
Plano del recinto de la Plazuela con la fuente, atarjeas, los muros pretiles, contrafuertes y empedrado.
Posteriores reformas llevarían a elevar la cota del suelo de la plaza implicando a su vez el alzado de esta pared. En este caso el muro se amplia con mampuestos regulares de pedernal más o menos aparejados. El aumento en la altura del lienzo obligaría a reforzarlo hacia el exterior, como se ha podido confirmar con el descubrimiento de dos contrafuertes de gran envergadura, el
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primero, arrasado prácticamente hasta la cimentación, en el extremo más próximo a la fuente, y el segundo, mejor conservado, en el extremo suroeste. En este último sector se observa una embocadura adintelada que se corresponde con un segundo albañal que al igual que el
LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA Y SUS RESULTADOS
Segundo cercamiento y empedrado de la plazuela.
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Segundo albañal localizado en el muro pretil más moderno.
anterior, desagua a través de un canal de losas de granito de morfología cuadrangular y superficie cóncava, que por sus características formales parece haberse construido reutilizando la fábrica del albañal anterior. Asociado a este momento encontramos un segundo suelo que se corresponde con el último uso de la plazuela asociado a la fuente, consistente en un empedrado de cantos de pedernal y sílex.
Segundo ámbito arqueológico: Acueducto de Amaniel Durante las obras de metro realizadas en 1925, hallaron bajo la bóveda que estaban construyendo varias arcadas que se interpretaron como un puente, “…que cruzaba, sin duda, antiguamente la zona de los Caños del Peral”.
Segundo ámbito arqueológico: Acueducto de Amaniel.
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LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA Y SUS RESULTADOS
Las excavaciones actuales han permitido documentar un nuevo tramo de 11 metros de longitud que vuelve a resurgir en el antiguo vestíbulo de la estación de Ópera, aunque en esta ocasión el viaje de agua de Amaniel aparece soterrado careciendo de arcada. Los tres nuevos arcos señalan el inicio del desarrollo del acueducto en su extremo noreste y su morfología responde a su adecuación al terreno para salvar el desnivel existente. Todos ellos presentan el arranque oeste a una cota inferior que el este, pero sin llegar a ser del todo asimétricos, mostrando más bien una
Alzado Este del viaje de agua de Amaniel.
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tipología de arco rebajado, donde la altura es menor que la mitad de su luz, excepto el arco situado más al oeste donde su adecuación a la vaguada del Arroyo del Arenal dio lugar a un arco rampante asimétrico o por tranquil. Están construidos mediante la disposición de ladrillos macizos a soga y tizón generando dovelas aglutinadas con mortero de cal y arena. Las albanegas se componen de grandes bloques de pedernal, caliza y algún granito sin labrar y escuadrar aglutinados con mortero de cal y arena. La cimentación al igual que los arcos se han adecuado al terreno de modo que el primer arco carece de ella reposando directamente sobre el nivel geológico, el segundo arco muestra
LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA Y SUS RESULTADOS
Arcadas halladas durante las obras de Metro de 1925.
Arcadas halladas en las obras de Metro de 2009-2010.
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Galería de acometimiento hallada en las obras de Metro de 2010.
Plano con la planta del Acueducto en toda su extensión.
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LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA Y SUS RESULTADOS
una zapata de pequeñas dimensiones construida con mampuestos irregulares de pedernal y caliza trabados con mortero de cal y arena. Finalmente, la tercera zapata coincide con la zona más profunda del barranco, y presenta las mismas características morfológicas que la anterior. Sobre la arcada se encuentra una galería abovedada cuya cubierta quedó destruida durante el proceso de construcción
de la losa del primer nivel. Ésta se sustentaba en dos alzados realizados de ladrillos macizos dispuestos en su mayoría a soga y trabados con mortero de cal y arena. Sus dimensiones dejaban espacio suficiente para permitir paso al personal encargado de su mantenimiento y limpieza. La base la conforma una atarjea de ladrillo que servía para proteger dos órdenes paralelos de cañerías de plomo de 8 cm de diámetro, por los que discurriría el agua y de los cuales solo se ha conservado un orden. Al exterior los alzados de la galería presentan aparejo toledano en el que se alternan cajas de mampuestos de pedernal con aparejo de ladrillo dispuesto a tizón, en consonancia con los materiales empleados en la construcción de las arcadas, dando a la estructura global una apariencia más homogénea. Al oeste del acueducto, en un espacio de reducidas dimensiones enmarcado por el actual pasillo de tránsito de la Línea 2 de Metro, se localizaron varios restos en muy mal estado de conservación. Varios de ellos por su tipología y funcionalidad se han adscrito al ámbito arqueológico de la Alcantarilla del Arenal.
Sección del Acueducto de Amaniel donde se aprecia la galería de acometimiento y la atarjea con el encañado por donde discurría el agua.
42 u INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA
Se documentaron los restos de dos lienzos de muro perpendiculares entre sí, uno orientado Este-Oeste y otro orientado Norte-Sur, delimitando parte de una estancia. La fábrica de ambos era de aparejo toledano, alternando mampuestos de pedernal sin escuadrar con verdugadas de ladrillo macizo. En sus paredes interiores y suelo eran visibles restos de mortero hidráulico.
LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA Y SUS RESULTADOS
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Arca Cambija.
Muros del arca cambija construidos mediante aparejo toledano.
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LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA Y SUS RESULTADOS
Plano con la alcantarilla del Arenal y cloacas.
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LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA Y SUS RESULTADOS
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Dadas las características formales observadas podría tratarse de un aljibe o arca cambija, aunque como ya se apuntaba, el arrasamiento de la estructura y el estrecho espacio que se ha podido intervenir dificultan la correcta interpretación de los restos.
Tercer ámbito arqueológico: la Alcantarilla del Arenal Situada a extramuros de la plazuela de los Caños de Peral, ocupaba y canalizaba el cauce del arroyo del Arenal. Se ha podido documentar un tramo aproximado de 15 metros de longitud con una orientación sureste noroeste, si bien en su extremo sureste gira levemente hacia el sur, como si evitara el recorrido del pretil más antiguo de la plazuela. Se trata de una galería construida mediante la disposición de ladrillos creando una bóveda de medio cañón peraltado que reposa sobre dos alzados de mampostería, que a su vez se asientan sobre un zócalo compuesto por dos hiladas de sillares de caliza bien escuadrados. La base está formada por planchas cuadrangulares de piedra caliza alineadas en dos filas paralelas, siendo visibles en muchas de ellas epígrafes numéricos que podrían corresponder con marcas de cantero. A lo largo del recorrido de esta conducción aun son visibles las entradas de otras galerías menores destinadas a la evacuación hídrica de esta zona de Madrid, en diferentes momentos históricos.
Planta de la Alcantarilla del Arenal.
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LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA Y SUS RESULTADOS
Sección de la Alcantarilla del Arenal.
La Alcantarilla del Arenal.
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Detalle epígrafes numéricos.
LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA Y SUS RESULTADOS
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Planta de las cloacas que desaguan en la Alcantarilla del Arenal.
En primer lugar se halló un pozo de registro colmatado en parte por materiales contemporáneos que horadaba el suelo del arca cambija, descrita anteriormente, hasta alcanzar la galería 310, identificada como la alcantarilla de la Calle de los Caños del Peral.
Interior alcantarilla de los Caños
Dicha alcantarilla discurría de forma paralela a la galería de acometimiento del Acueducto rompiendo el alzado exterior del muro norte sur del arca cambija y avanzando hasta llegar a la Alcantarilla del Arenal donde vertía su contenido. Está construida mediante una bóveda de medio cañón corrido sustentada
INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA u 47
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LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA Y SUS RESULTADOS
Canalizaciones bajo el arca cambija.
Planta de canalización con cubierta de granito y sin cubierta.
por dos alzados de ladrillo que reposan sobre un zócalo de sillares de granito y solera de planchas del mismo material. Junto a ella encontramos la conducción 450 que viene a unirse a la anterior en la zona del pozo. El desmontaje del muro norte-sur del arca cambija posibilitó la documentación de una nueva estructura con la misma orien-
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tación, y unas dimensiones de 4’50 metros de longitud por 1’75 metros de ancho, siendo su alzado de 1’30 metros. La canalización está compuesta por una cubierta formada por siete bloques de granito semicirculares apoyados sobre su cara plana, en disposición longitudinal y paralelos entre sí. Los huecos entre sillares fueron tapados con cantos de sílex de tamaño pequeño-
LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA Y SUS RESULTADOS
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Embocadero con entrada a la Alcantarilla del Arenal.
medio, todo ello cubierto por una capa de mortero de cal y arena, con mayores aportes arenosos, que atenuaban el espacio entre bloques. Como elementos sustentantes hay dos muros de entidad considerable formados a de mampuestos de piedras de silex de tamaño variado sin escuadrar, trabados con mortero de cal y arena, originando una superficie irregular. Al interior no se observan restos de revestimiento aunque si aparece mampostería careada.
El canal de desagüe vierte a la Alcantarilla del Arenal a través de una embocadura de ladrillo y de un pequeño rebaje existente en la junta superior de uno de los sillares que compone el zócalo de dicha Alcantarilla. Todas estas estructuras son la evidencia de los procesos de urbanización de la plaza a lo largo de su historia, mostrando como lo reducido y escarpado de la zona obligó a la superposición de las diferentes edificaciones. n
INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA u 49
3 Contextualización de los hallazgos “La historia de las Grandezas de Madrid contiene dos partes principales. Una propia y natural de su antigüedad, religión, nobleza, valor y fidelidad de sus habitantes; otra accidental de las grandezas que le ha venido por merecer tan buena dicha de su Corte de Nuestros Católicos Reyes, y cabeza de su Gran Monarquía… Madrid a 20 de julio de 1628. Don García de Barrionuevo”. A la muy antigua, noble corona Villa de Madrid. Historia de su antigüedad y grandeza. Por el Licenciado Gerónimo Quintana. Imprenta del Reyno. Año de 1629.
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CONTEXTUALIZACIÓN DE LOS HALLAZGOS
Plazuela y Fuente de los Caños del Peral Son muchos los siglos de historia que esta plaza ha visto discurrir desde el momento en el que se erigió la emblemática fuente de los Caños del Peral, elemento fundamental en la definición de este pequeño y escarpado espacio.
En este ambiente de transformaciones que vivió Madrid, cobró especial importancia el agua, elemento indispensable en el desarrollo de la ciudad. En esta época el agua aun no llegaba a las casas, resolviéndose el abastecimiento de la Villa mediante la disposición de aljibes o pilas en las plazas y junto a puertas y murallas.
A comienzos del siglo XVI Madrid apenas era una villa semirural de pequeñas dimensiones, de calles sin empedrar, y sin capacidad suficiente como para asumir la avalancha de población que llegaría atraída por el establecimiento de la Corte de Felipe II.
Las fuentes públicas sustituyeron a los aljibes en la Edad Moderna. A ellas acudía la población a recoger agua, a charlar, intercambiar chismes y noticias de la vecindad. La mayoría fueron construidas por iniciativa de las autoridades locales, si bien el patrocinio real también fue destacado. El manantial de aguas gordas existente en la plazuela de los Caños, próximo a las curtidurías, fue canalizado en el siglo XVI para crear la fuente homónima de cuyo remanente se surtían unos lavaderos cercanos. Los dueños de estos establecimientos a cambio de servirse de ella debían mantener reparadas y corrientes las aguas de la Fuente de los Caños del Peral.
Infografía en la que se reconstruye la plazuela y la fuente.
Fig. 1. Fuente de los Caños del Peral.
52 u INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA
Como parte de las reformas aparejadas al asiento de la corte, se desarrolló un proyecto de transformaciones urbanas, cuyo máximo exponente fue el artista Juan Bautista de Toledo, recién llegado de Italia. Estas actuaciones aparecen recogidas en un documento de la época atribuido al corregidor don Antonio de Lugo
CONTEXTUALIZACIÓN DE LOS HALLAZGOS
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Plano trazado por Texeira en 1656.
Infografía de detalle de los caños de la fuente.
“Memorial dirigido a Felipe II sobre las obras de la Villa de Madrid”. En este documento el corregidor, hace la siguiente petición en relación a la fuente: “...Vuestra Majestad mande a Juan Bautista, su obrero maior, que juntamente con los alarifes de esta villa, vean las siete Fuentes del Peral y hagan una traça como conviene para que se acaben conforme a lo comenzado. Y que visto y dado su parescer cerca de lo que falta de minar en las dichas fuentes se mande de continuar satisfaciendo el daño, si alguno se hiciere, no teniendo consideración ni respectos a ningún particular, porque ha esta causa ha habido alguna dilación y embarazos por tocar al contador Peralta que es regidor y sacar sea mucha más agua acabado de minar.” (Rivera Blanco, 1984, pág. 328).
Contaba con seis caños y sus correspondientes pilas, cinco dispuestos en el frontispicio y el sexto formando ángulo en su extremo norte.
La mayor parte de la fachada, se hallaba adosada a la vivienda perteneciente a Don Urban de Peralta, Regidor de Madrid, identificada en la planimetría General del siglo XVIII como nº 2 de la Manzana 402. Las ventanas de la casa que caían sobre las pilas fueron tapiadas para evitar que se tirara basura desde ellas y se ensuciara el agua de los surtidores (A.V.M. 1-180-16).
En 1626 se decide aprovechar las aguas sobrantes de las fuentes de las casas de Tomás de Angulo en la manzana del Convento
Proyecto de reforma de la fuente, 1621.
INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA u 53
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CONTEXTUALIZACIÓN DE LOS HALLAZGOS
de Santo Domingo, para completar el abastecimiento de la Fuente de los Caños del Peral. El Contador de la Hacienda Real, Don Tomás de Aguilar, se refiere a la recogida de dichas aguas de la siguiente forma: “… deseoso del bien común, ornato y policía de esta villa he visto cierta cantidad de agua considerable de los remanentes de las fuentes de Tomas de Angulo y de las Monjas de Santo Domingo que van perdidas sin aprovechamiento pudiéndose a poca costa encauzarlas y llevar las dichas remanentes al pilón grande que está seco y sin aprovecharse de el a los Caños del Peral que serviría para beber las cabalgaduras y regar en tiempos de verano.” (A.V.M., 3-400-31).
Infografía en la que se representa el cerramiento original de la plazuela.
54 u INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA
Adosado al ángulo de la fuente, por la parte trasera, existía un pilón en el que se recogían todos los aportes acuíferos. Desde aquí partía una galería cuya función era la de contener los encañados de barro que daban agua a los seis caños y permitir el acceso de los fontaneros encargados de su mantenimiento. Su ubicación en la parte baja del barranco y las continuas riadas de barro y basura arrojadas sin miramiento a las calles anegaban la plazuela e hicieron necesario la construcción de altos muros en sus flancos Norte y Oeste.
CONTEXTUALIZACIÓN DE LOS HALLAZGOS
A comienzos del siglo XVII, Juan de Hita, Maestro de Obras del Ayuntamiento, acompañado por Juan Díaz, alarife a su servicio, realizaron una valoración del estado en el que se encontraba el lugar, llegando a la conclusión de que “…nos parece que el suelo delante de las fuentes de los caños que está muy lleno de tierras e inmundicias de manera que están los caños bajos que no se puede coger el agua de la fuente de los Caños de dos pies más altas que el suelo y esto es de mucho daño y este daño procede de las avenidas de las aguas de los arroyos que bajan y encuentran con las dichas fuetes y para quitar este daño nos urge que se haga un reparo de cerramiento de todo el largo… y que viese
3
limpiar lo demás de la plaza y la basura e inmundicias que están a la entrada de las alcantarillas porque estando las aguas detenidas y da un mal olor…”. El problema se prolongó durante años, obligando a continuas reformas de la plazuela “…Y en el claro del pretil como entramos entre pedestal y pedestal se ha de criar de piedra de pedernal una pared de dos pies y medio de grueso y su alto hasta el zócalo…”. El zona comprendida entre la fuente y su cerramiento fue empedrada para evitar que se formaran lodazales “… ha de quedar
Jerónimo Hurtado Mendoza. Obras en la zona de los Caños del Peral, 1634. Archivo de la Villa de Madrid.
Croquis de la plazuela.
INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA u 55
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CONTEXTUALIZACIÓN DE LOS HALLAZGOS
Infografía en la que se muestra la reforma del muro-pretil de la plazuela.
muy bien empedrado de piedra crecida con que quedará defendida la entrada de las mareas y suavizada la de las cabalgaduras…”., y se trazaron desaguaderos o albañales para reconducir fuera del recinto las aguas sobrantes de los caños. Cristóbal Aguilera, Maestro de Obras de Madrid dispuso que: “...visto el desaguadero de los Caños del Peral que se aviniera al paredón nuevo son aparecer corrientes que no las ha. Por fue de las avenidas ordinariamente. Vienen por allí se entraran por el mismo albañal y entraran muchas inmundicias y se vendrán a cegar de la manera que estaban antes, y conviniese que pegado a los caños se haga un conducto con un canal de piedra en que
56 u INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA
se recojan los remanentes de las fuentes y caiga en una arca y desde allí vaya por sus caños cerrados con su corriente hasta pasar el lavadero donde tenga corrida la fuente.” (A.V.M., 3-400-31). En la plazuela así creada se reunían los vecinos y aguadores a la espera de su turno para poder llenar sus cántaros y cubas de madera o metal. La labor desempeñada por lo aguadores fue fundamental, pues las casas no disfrutarían de agua corriente hasta la llegada del Canal del Isabel II a mediados del siglo XIX. El agua era vendida en la calle a los transeúntes o trasportada de las fuentes a las casas. Este gremio estuvo compuesto mayoritariamente por gallegos y asturianos que mantuvieron en activo el oficio hasta el siglo XX.
CONTEXTUALIZACIÓN DE LOS HALLAZGOS
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Jerónimo Fernández Hurtado. Pilas y cobertizo en los lavaderos de los caños del Peral, 1642. Archivo de la Villa de Madrid
Aguador de cuba.
Aguador de cántaro.
En cuanto al vecino edificio y lavaderos propiedad de la Villa fueron arrendados a particulares por el Ayuntamiento. En numerosas ocasiones los monarcas ordenarían el desvío del agua que surtía a los lavaderos para poder disfrutar de las fuentes y riego de sus jardines reales durante los áridos meses de verano, sin importarles en lo más mínimo el prejuicio que pudieran causar a sus propietarios. Fueron muchos los pleitos entablados por esta causa, y no menos los propietarios encarcelados al no poder pagar la renta requerida, ya que no sacaban rentabilidad al establecimiento en dichos meses. En la primera mitad del siglo XVIII, la construcción del Coliseo de los Caños del Peral, implicó la desaparición definitiva de los lavaderos causando un gran daño no solo a la propia fuente, que quedó encajonada a espaldas del teatro, sino también al uso que se daba a las aguas sobrantes. De este hecho son conscientes los propios regidores de Madrid, pues con la desaparición
Fig. 10. Dibujo del cobertizo de los lavaderos fechado en 1642.
INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA u 57
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CONTEXTUALIZACIÓN DE LOS HALLAZGOS
Anfiteatro del Baile de los Caños del Peral, 1789. Archivo de la Villa de Madrid.
de los lavaderos estas aguas se perdían irremisiblemente en la Alcantarilla del Arenal. Queda patente tal preocupación en un legajo existente en el Archivo de la Villa de Madrid, redactado con motivo de las resoluciones emitidas por S. M. acerca de la propiedad del sitio de los Caños del Peral y del aprovechamiento de sus aguas, haciendo presente “… los graves perjuicios que están ocasionando al público con el despojo en que se hallan los propios de esta villa del sitio y casa que les pertenece, junto a los Caños del Peral; cuya fuente es uno de los más estimables monumentos que se conservan de la antigüedad de Madrid.” (A.V.M., 3-134-25).
Infografía del Coliseo de los Caños del Peral.
58 u INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA
CONTEXTUALIZACIÓN DE LOS HALLAZGOS
Plano de Madrid elaborado por Nicolás de Chaldmandrier, 1761.
3
Detalle del Coliseo de los Caños del Peral según Nicolás de Chaldmandrier, 1761.
El documento además hace hincapié en “...que respecto de que ha quedado inútil el agua sobrante de la Fuente de los Caños del Peral discurra darla algún destino en que se aproveche.” Ante esto, con fecha de 25 de octubre de 1749, S. M. emite una real orden por la que decreta que todo el agua que sale por los Caños del Peral, se desvíe e incluya en el viaje que va a la Priora para destinarlo al riego de los jardines reales y al abastecimiento de las reales oficinas de Palacio. El gasto de la obra se cubriría con los fondos de la Fábrica de Palacio. Como reconocimiento a este favor “…se dexará que corra uno de estos Caños, para beneficio y servicio del público...”. Con motivo de la ejecución de las obras del nuevo Teatro de la Ópera a comienzos del siglo XIX, se vio la necesidad de cambiar de lugar la embocadura de la Alcantarilla de los Caños del Peral (A), a
Localización del pozo del viaje de los Caños del Peral. Archivo de la Villa de Madrid.
INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA u 59
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CONTEXTUALIZACIÓN DE LOS HALLAZGOS
“Red de conducción de aguas y saneamiento del área comprendida entre: Plaza de Isabel II, Plaza de San Marcial, puente del Rey y Plaza de la Armería, Madrid, 1894.
la calle de los Tintes (B) (A.V.M. 1-166-3), así como hacer nuevos ramales de mina para desviar las aguas, para que la plaza quedara libre para la consecución del proyecto aprobado por Su Majestad.
esta fuente, enterrada años antes, y junto con las aguas gordas del Viaje de los Tintes, reconducirlas como agua de riego para los jardines de Oriente.
Durante el reinado de Isabel II, se excavaron nuevos pozos en la recién creada plaza para tratar de encontrar el remanente de
El Viaje resultante fue destruido en parte con la ampliación de los sótanos del Teatro Real ya en el siglo XX.
60 u INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA
ANEXO
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CONTEXTUALIZACIÓN DE LOS HALLAZGOS
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LA FUENTE GRANDE DE OCAÑA “…se dice que esta villa tiene dos fuentes junto a los muros della, la una se llama fuente vieja y esta tiene poco agua, aunque muy buena y delgada, y la otra es de más cantidad y se labra al presente sumptuosísimamente de piedra muy bien labrada y con diez arcos y aunque tiene solo dos caños son tan bastantes y copiosos que dellos se sustentan tres mil vecinos que esta villa tiene y todas las bestias mayores y menores de que se sirven en el pueblo y en el campo y de doscientos molinos de aceite que en él hay.” Relaciones Topográficas de los pueblos de España, ordenada por Felipe II, 1576.
En torno a los años de 1573 y 1578 tuvo lugar la construcción de la Fuente Grande de Ocaña o Fuente Nueva. Su diseño, atribuido a Juan de Herrera, discípulo y sucesor de Juan Bautista de Toledo, recuerda a la estética arquitectónica empleada en la construcción de la fuente de la Plazuela de los Caños del Peral.
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El Acueducto de Amaniel El trazado del viaje de Amaniel se remonta al siglo XVII. Su origen queda registrado en los numerosos expedientes administrativos conservados en el Archivo del Palacio de Oriente, que con el nombre de Amaniel o Viaje de Palacio, recogen las vicisitudes de su historia. Resultan especialmente útiles los diversos memoriales hechos por encargo de los monarcas que gozaron de sus aguas. Durante siglos, el agua proveniente de arroyos y manantiales cercanos había abastecido a los habitantes del castillo madrileño, entre ellos los manaderos existentes en las cercanías de los Caños
del Peral, que no sólo surtieron a la fuente del mismo nombre, sino también a los jardines y dependencias menores del Real Alcázar. Pero su agua no era de buena calidad y su caudal resultaba insuficiente para la creciente población atraída por el establecimiento definitivo de la Corte, por lo que fue necesario buscar nuevos manantiales. En palabras de Don Tomás de Angulo, Secretario por aquel entonces de la Casa Real y de la Junta de Obras y Bosques: “…habiendo reconocido quando entró en el oficio de Obras y Bosques por los papeles del gran deseo que el Rey Phelipe 2º nuestro señor (que haya gloria) tubo de traer Agua a Palacio
Hallazgo del acueducto en las obras de Metro de comienzos del siglo XX.
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Reconstrucción del acueducto de Amaniel a su paso por la Plaza de Isabel II.
y que nunca tubo quien se le cumpliese, se trabajó para ver si esto podía tener remedio; y habiendo descubierto en el valle de Amaniel, Heredad de un Mayorazgo antiguo desta Villa una fuente en Cantidad de hasta seis Reales de agua, la hizo nivelar y halló que tenía bastantísima altura para ponerse en Palacio, y subir hasta los corredores dél; representolo a du Mag. De Pehlipe 3ª nuestro señor de gloriosa memoria; y ofrecióle hacer este servicio…” (A.G.P. Leg. 10/1.).
A lo largo de su recorrido, el viaje llegó a tener hasta 12 arcas cambijas que servían para contener y distribuir el agua a los conventos y particulares que habían recibido este privilegio real. Las cañerías que llevaban el agua de Amaniel desde el Arca Cambija de la Plaza de Santo Domingo discurrían por la bajada de los Ángeles hasta alcanzar la plazuela de los Caños del Peral, dónde disponía de otra arca junto a las tapias del Convento de
Para traer las aguas desde el norte, los fontaneros de Corte y Villa recurrieron a antiguos sistemas de captación y distribución de aguas legados por los árabes, los llamados “viajes de agua” o “qanat”. Desde comienzos del siglo XVII, el Alcazar disfrutó de su propio viaje, el Viaje de Palacio o Amaniel. Su origen se encontraba en la actual Dehesa de la Villa, desde donde fue canalizado y conducido atravesando la ciudad en dirección a la residencia real. Las primeras obras fueron iniciadas en 1614, bajo el auspicio de Felipe III y duraron aproximadamente tres años.
Infografía que muestra el trazado del acueducto de Amaniel.
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Santo Domingo. La presencia del profundo barranco del Arenal obligó a adoptar medidas excepcionales. Con fecha del 18 de septiembre de 1615, se emitió un libramiento originado por el gasto de ciertas labores que se estaban ejecutando en la plazuela con motivo de las obras del Viaje de Amaniel: “Para Don Domingo Navarro a Melchor [ ] de haber por diez y nueve mil y quinientos ladrillos rosados a razón de ochenta reales el millar que por cédula de Alonso Rodríguez, fontanero se [ ] ha en quince deste presente mes parece haberle entregado para los arcos que va haciendo para pasar el encañado desde los Caños del peral a la Casa del Tesoro= y tome carta de pago del uso de ,los ocho mil y quinientos y sesenta Reales.”. Firmada por Don Thomas de Angulo. (A.G.P. Leg. 14-2/4).
Obra de Teodoro de Ardemans.
Acueducto de la Casa de Campo.
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La disposición de este sistema de arcadas permitió salvar la depresión de un extremo a otro del barranco, garantizando la correcta nivelación del encañado. La alusión a este tipo de soluciones a lo largo del recorrido del viaje fue constante en los diarios de obras de los Fontaneros de Palacio y Villa. De esta manera, Teodoro de Ardemans, Fontanero Mayor y Maestro Mayor de las Obras Reales en el siglo XVIII, expone en sus “Ordenanzas de Madrid y otras diferentes que se practican en las ciudades de Toledo y Sevilla…: También suele suceder ser todo el terreno muy irregular, así en barrancos como en cerros, y es necesario en los barrancos hacer paredones, o arcos para el paso del agua, con la arte, que aunque por los barrancos vayan avenidas de agua, se les deje libre el paso, y aun que sean paredones se les hace en medio un arquillo, para que también pasase el
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Sección de la galería del acueducto.
agua, poca, o mucha, la que viniere. Estos paredones se hacen de mampostería, o de albañilería de cal, y arena, o de piedra labrada, conforme socorre la tierra de material, y encargo mucho, que para costas semejantes no se use de yeso ni de la piedra de que se hace, porque es muy perjudicial” . En siglos posteriores, con las consiguientes reformas del viaje en la Plazuela, se recomendaría continuar usando este sistema si las circunstancias así lo imponían: “Previniendo, que si al tiempo de ejecución, se encontrase en las calles por donde transita este viaje, algunos movidos de tierra echadiza, o cuevas perdidas, que para asegurar la planta de esta nueva cañería, precise sacar paredones
de fábrica de mampostería, o arcos de albañilería sobre sus cepas, para pasar encima de estos las cañerías…” (A.G.P. Leg. 11/1). El orden original de cañería de barro cocido, fue sustituido por otro de plomo más resistente, a finales de la primera mitad del siglo XVII (A.G.P. Leg. 10-1/4). Además, en la segunda mitad del siglo XVIII, la imperiosa necesidad de agua en las obras de Palacio obligó a aumentar la cantidad de agua conducida, si bien planteó un nuevo problema: “…como lo ha manifestado la experiencia en distintas ocasiones que se la ha violentado cargándola más porción de agua para el consumo de la obra, se ha visto es inútil esta diligencia, por retroceder el agua a las dos arcas anteceden-
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tes de la Botica del Rey, y a la que hace esquina a la Calle del Tesoro, y frente a la Plazuela de los Caños del Peral, rebosando por ellas hasta salir a la calle” (A.G.P. leg. 11/1). Este se solucionó añadiendo un nuevo orden de cañería. Muchos fueron los proyectos de reparación y reformas del antiguo trazado, orientados a restaurar los continuos desperfectos que sufría, así como acometer nuevos manantiales y fuentes para aumentar su caudal. Venían motivados en su mayor parte por su merma continua, debido a las concesiones hechas a particulares y comunidades religiosas, y agravado por los largos períodos de sequía que azotaron Madrid durante el siglo XVIII. A comienzos del siglo XVII se crea un impuesto especial que afecta a la mayor parte de los beneficiarios del agua de Amaniel. Las rentas obtenidas sirvieron para sufragar los gastos de mantenimiento del viaje. El viaje de Amaniel estuvo en uso hasta el siglo XX, momento en el que, con fecha del 22 de junio de 1932, el Consejo de Administración de Palacio propuso al Ayuntamiento de Madrid la cesión de los Viajes de Amaniel y Fuente del Berro “…en vista de que carece de utilidad para el Patrimonio el abastecimiento de aguas procedentes de los antiguos viajes…” (A.G.P. Leg. 20/82). n “Red de conducción de aguas y saneamiento del área comprendida entre: Plaza de Isabel II, Plaza de San Marcial, puente del Rey y Plaza de la Armería”. Madrid, 1894.
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ANEXO
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INGENIERÍA HIDRÁULICA “… y por esta razón se inventaron los acueductos, para poder llevar el agua donde la tenían menester y a esta causa hicieron unos arcos para poderla pasar de un monte a otro…” “Los veintiún libros de los Ingenios y de las Máquinas de Juanelo Turriano”. Considerado como el primer tratado español sobre ingeniería hidráulica, este manuscrito fue escrito en el siglo XVI. Acerca de su autoría existe cierta discrepancia. Inicialmente fue atribuido al ingeniero e inventor italo-español Juanelo Turriano, si bien su autor pudo ser el ingeniero español Pedro Juan de Lastanosa, ambos al servicio de Felipe II. Originalmente se componía de veintiún tomos que, en el siglo XVII Juan Gómez de Mora distribuyó en 5 volúmenes. De todos ellos, resultan de gran interés los diez primeros tomos, en los que se describen tanto la problemática a la que se enfrentaron los fontaneros a la hora de localizar fuentes de agua y canalizarla, como las mejores soluciones a tal fin. Esta magnífica obra sería ampliamente utilizada por los maestros fontaneros de Madrid, entre los que destacan Teodoro de Ardemans, fontanero del siglo XVII, por su obra “Fluencia de la tierra y curso subterráneo de las aguas. Medidas de las aguas”, o Juan Claudio Aznar de Polanco, matemático del siglo XVIII, con su obra “Arithmética inferior y geometría práctica y especulativa: Origen de los nacimientos de las aguas dulces y gordas de esta coronada villa de Madrid, sus viajes subterráneos con la noticia de las fuentes públicas y secretas de las casas de señores y particulares, y la quantidad que tiene cada uno”.
LIBRO VI: De llevar aguas en diversas maneras y de aguaductos. “Los veintiún libros de los Ingenios y de las Máquinas de Juanelo Turriano”.
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La Alcantarilla del Arenal
Dibujo de la recreación de la alcantarilla y el embocadero.
El problema de abastecimiento de agua potable con el que se enfrentaron los habitantes de esta villa, estuvo acompañado por otro no menos acuciante a la par que molesto, la evacuación de las aguas sucias.
al grito de ¡agua va!, generando malolientes lodazales en época de lluvias. A lo sumo se disponía en las calles de una abertura central o lateral, las esguevas, a la que iban a parar las aguas domésticas y fluviales.
Y es que Madrid carecía de cloacas, siendo habitual que los arroyos recogieran todo tipo de residuos arrojados desde las casas
En la antigua plazuela de los Caños del Peral, el paso del arroyo del Arenal procedente de la Puerta del Sol, en dirección a la actual calle de Arrieta, produjo un profundo barranco que durante siglos condicionó la ocupación de esta zona de Madrid. El mal encauzado curso del Arenal, alterado fundamentalmente por la edificación descontrolada en sus inmediaciones durante la Edad Media, unido al continuo vertido de desechos, ocasionó continuos desbordamientos del cauce haciendo intransitable el lugar.
Infografía en la que se ve el recorrido del arroyo.
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La situación se volvió insostenible para las autoridades municipales que temían el desencadenamiento de epidemias, a la par que los monarcas se quejaban de la pestilencia que inundaba el Alcazar Real. Sólo las lluvias, que de vez en cuando barrían la ciudad, proporcionaban un alivio momentáneo a los malos olores.
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Entre las medidas planteadas por la villa se procedió al encauzamiento del arroyo y al empedrado de las calles y plazas adyacentes; además, se elevaron los pretiles para contener las tierras de las zonas más altas de ambas orillas, que estando habitadas iban a dar al barranco. Con la edificación de puentes se facilitó el paso de una orilla a otra, y es que hasta ese momento los madrileños cruzaban el Arenal saltando sobre grandes piedras de granito echadas en el cauce a tal fin. Prueba de ello es un documento que, fechado en 1563, expresa como el Ayuntamiento se dirige “…al señor licenciado Barrionuevo para que haga traer nueve piedras berroqueñas, para poner en tres partes en el arroyo del Arenal, por donde pase la gente los días que llueve.” (A.V.M. 4-I-1563). Desde el siglo XVI el arroyo del Arenal sería progresivamente canalizado, “ver como se podrá hacer la bóveda en el barranco para echar tierra encima y que por debajo valla el agua y de donde a done habría de ser esta bóveda” (Rivera Blanco, 1984, pag.328), y su barranco colmatado inicialmente en las proximidades de las nuevas dependencias del Palacio Real. La conducción resultante, conocida inicialmente como “alcantarilla vieja o bóveda del arroyo”, origen de la Alcantarilla del Arenal, discurría bajo la huerta de la Priora y atravesando la plaza de la Armería vertía al arroyo de Leganitos en algún punto de lo que hoy es la cuesta de San Vicente. Hacia oriente, la obra inicial de la Alcantarilla del Arenal no llegaría hasta la Plazuela de la Fuente de los Caños del Peral, situán-
Detalle del la maqueta de Texeira en la que se aprecia la salida del arroyo por debajo de los jardines. Museo de los Orígenes, Madrid.
dose el embocadero a la altura del muro Norte de los lavaderos. En su avance hacia Oriente, la alcantarilla discurría bajo el cuarto arco del acueducto de Amaniel. En 1625 el arrendador por aquel entonces de los lavaderos del Peral remitió una súplica al Ayuntamiento en la que se recogía, entre otras quejas: “...es menester remediar los desaguaderos y albañales que salen a la alcantarilla por donde baja el agua llovediza de la calle Arenal y la que se vierte de las pilas [entre unas y otras] y la que llueve y este remedio es necesarísimo porque me han informado que [ ] poco agua que llueva ni baja por el alcantarilla principal antes vuelve atrás y se vuelve a entrar por los diez albañales y dicen es la causa al haber levantado demasiado el empedrado y suelo de la alcantarilla principal en el reparo que se hizo en la plazuela del Juego de Pelota.” (A.V.M. 1-4-1).
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Jerónimo Hurtado Mendoza. Obras en la zona de los Caños del Peral, 1634. Archivo de la Villa de Madrid.
La mayoría de los trazados de alcantarillas se realizaron aprovechando la pendiente natural de las calles madrileñas, surcadas antaño por arroyos y vaguadas orientadas hacia el Manzanares o el Prado. Y es en este principio en el que se basaría Joseph Alonso de Arce a la hora de redactar su proyecto de alcantarillado en el siglo XVIII, si bien no se llevó a cabo hasta mucho tiempo después.
Estas quejas, unidas a los graves daños que originaba el continuo paso del agua a la citada estructura, obligaron a adelantar progresivamente el embocadero hasta situarlo a la altura del muro pretil de la fuente.
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Arce proponía el trazado de un sistema de minas secundarias que irían a parar a la vaguada del Arenal, donde se juntarían en una “mina real” o “principal” cuyo inicio se estableció en la Calle Alcalá. Además, incluía el esquema de conductos que permitiría evacuar las aguas residuales de las viviendas directamente a estos colectores, erradicando el problema de los malos olores. Durante el reinado de Carlos III (1759-1788), se daría un nuevo impulso a la política de higiene urbana. Francisco Sabattini,
CONTEXTUALIZACIÓN DE LOS HALLAZGOS
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Infografía en la que se aprecia el adelantamiento de la Alcantarilla.
Proyecto de alcantarillado elaborado por José Alonso de Arce, 1735.
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CONTEXTUALIZACIÓN DE LOS HALLAZGOS
arquitecto italiano y maestro Mayor de la Obras Reales, sería el encargado de dar forma al sistema general de saneamiento, tomando como punto de partida el proyecto de Arce. Con todo, las obras no debieron ser del todo efectivas, pues pese a contabilizarse 8 alcantarillas principales que recorrían el centro de la población a comienzos del siglo XIX, no eran suficientes, ya que al parecer su uso quedaba limitado a la recogida de las aguas de las calles, no así la de las viviendas.
Detalle del Proyecto de alcantarillado elaborado por José Alonso de Arce, 1735.
En 1845 el Ayuntamiento de Madrid desarrolló un nuevo proyecto basado en la ejecución de dos ramales de alcantarillas de segundo orden, cuya finalidad era recoger el agua sucia vertida por conducciones menores para desaguarlas directamente en la Alcantarilla principal de la calle Arenal.
Alcantarilla de 2º Orden de la Calle de los Caños del Peral hallada durante los trabajos arqueológicos realizados.
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CONTEXTUALIZACIÓN DE LOS HALLAZGOS
Plano del anteproyecto de distribución de Aguas del Canal de Isabel II.
Así, para el 2º Ramal identificado como alcantarilla de las calle de los Caños se dispone lo siguiente: “…debe construirse desde la Plazuela de Isabel 2ª en el punto de la alcantarilla que se halla frente a la calle de los Caños, subida de Jacometrezo y Tudescos…”, su profundidad en el “…punto en que vierte en la general o de primer orden será de veinte y cuatro pies, ocho pulgadas; frente a la esquina de la casa señalada con los números seis y dos de la Manzana 402, diez y seis, cero; en la unión de los arroyos de los Caños y Priora, de diez y ocho, ocho, seis en arroyo de los Caños con el de la subida de los Ángeles, veinte y seis, tres y ocho…” Uno de ellos era el de la calle de los Caños del Peral que conectaba con la Alcantarilla Principal a la altura de la Plaza de Isabel II. La obra en la plazuela se completó con la excavación de un pozo frente a la esquina de la casa señalada con los nº
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“Red de conducción de aguas y saneamiento del área comprendida entre: Plaza de Isabel II, Plaza de San Marcial, puente del Rey y Plaza de la Armería” Madrid, 1894. (A.G.P. Sig. 1949).
2 y 6 de la manzana 402, según la numeración de la Planimetría General. Ya en la segunda mitad del siglo XIX, la puesta en marcha del sistema de abastecimiento de aguas desarrolladas por el Canal de Isabel II, hizo necesario dar desagüe a la enorme cantidad de agua que se iba a introducir en la Villa, por lo que iniciaron las obras necesarias para dotar a Madrid de una amplia red de alcantarillas y colectores.
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CONTEXTUALIZACIÓN DE LOS HALLAZGOS
Red de evacuación de Madrid 1929.
Pronto se emprenderían las obras en el entorno del Palacio Real, en las que se propuso tanto la ejecución de galerías nuevas como el acondicionamiento y restauración de ramales antiguos, ya fueran cloacas o viajes de agua reutilizados a tal fin. Entre los trabajos acometidos por el Canal destaca el: “Trazado de las Alcantarillas de Thalweg de la cuenca de la Calle Arenal, entre la de las Fuentes y el Campo del Moro”, por el que se llevó a cabo la corrección de los defectos observados en la antigua galería del Arenal. El reaprovechamiento de las conducciones antiguas, tanto por el Ayuntamiento como por el Canal, provocó serios conflictos con el Palacio Real en cuanto a la titularidad de dichas galerías,
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su derecho de uso y responsabilidad sobre su mantenimiento. (A.G.P. Leg. 51). La Alcantarilla del Arenal ha estado en uso hasta época reciente, si bien su trayectoria se vio interrumpida a su paso por la plaza de Isabel II, por la construcción de las galerías de la estación de Metro de Ópera a comienzos del siglo XX.
ANEXO
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CONTEXTUALIZACIÓN DE LOS HALLAZGOS
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LOS VIAJES DE AGUA MADRILEÑOS “En general la técnica consiste…en drenar el agua que contienen ciertas capas de arena permeable, las cuales descansan sobre otras impermeables. Para ello, en una zona situada a mayor altura que la ciudad, y a bastante distancia de la misma, se abren una serie de pozos que recogen el agua de las arenas acuíferas, las cuales se unen por galerías subterráneas construidas generalmente de ladrillo y de la altura suficiente para poder ser recorridas por el hombre, en cuyo suelo suele ir una cañería de barro por la que el agua camina. Dichas galerías siempre en suave declive, y siempre con pozos de trecho en trecho, llegan hasta la cuidad donde se ramifican por el subsuelo de la misma y de sus alrededores, para llenar una serie de arcas sucesivas, casi siempre subterráneas, desde cada una de las cuales pasa el agua en un volumen convenido a las fuentes públicas, casas, huertas y jardines1.” Oliver Asín: Historia del nombre de Madrid.
Fabricación de tuberías según libro de Juanelo Turriano.
Comúnmente denominadas quanat en las zonas desérticas del Próximo Oriente, donde se sitúa el origen de estas galerías, fueron concebidas para captar las aguas de lluvia que habían quedado retenidas en las capas permeables del terreno. Sin entrar en discusiones acerca del origen etimológico del nombre de Madrid, Oliver Asín estableció la teoría de cómo el nombre de nuestra ciudad derivaría del término árabe Mayrit empleado para designar “…un lugar dónde abundan las mayras…” definiendo estas como “…canales subterráneos propios de una técnica hidráulica oriental…”
Fuente de Lavapies.
Los “viajes de agua” eran conducciones subterráneas que permitían canalizar y reconducir el agua existente en el nivel freático La profundidad de estas conducciones venía determinada por el propio desnivel de terreno.
1 OLIVER ASÍN, J : Historia del nombre de Madrid. Instituto de Cooperación con el Mundo Árabe. Madrid, 1991. Pg. : 81.
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CONTEXTUALIZACIÓN DE LOS HALLAZGOS
En origen no presentaban revestimiento, dando lugar a galerías conocidas como de “lomo de caballo”, si bien en aquellos puntos dónde el terreno era de naturaleza arenosa e inestable hacia imprescindible la elaboración de galerías de cubiertas abovedadas sustentadas por paredes verticales realizado todo ello en mampostería y ladrillo. En la base se disponía un canal, ya fuera en el centro o en un lateral, para que corriera el agua. Con el tiempo sería sustituido por tuberías de barro cocido vidriadas o sin vidriar y tuberías de metal, fundamentalmente de plomo.
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ANEXO
pido por depósitos o “arcas cambijas”, donde se juntaba el caudal para su reposo y repartimiento. Desde la arcas partían conducciones menores que llevaban el agua a jardines, casas y fuentes públicas. Los principales viajes de agua de Madrid (Abroñigal Alto y Bajo, Fuente Castellana y Alcubilla) nacían al Noreste de la ciudad, en los términos de Fuencarral, Canillejas, Chamartín y Canillas. Estos dependían directamente del Concejo que se encargaba de su gestión a través de la Junta de Fuentes creada en 1617.
Además se crearon otros menores de propiedad particular pertenecientes a la realeza, como es el caso del Viaje de Amaniel o Palacio, o a establecimientos LIBRO I: De las calidades del agua y de sus conventuales. También se canalizaron las A lo largo del recorrido del viaje propiedades y de su generación o nacimiento. aguas de menor calidad destinadas a riese disponían pozos verticales go de jardines, como es el caso del Viaje de los Tintes o el de que servían para dar paso a los fontaneros y mantener oxilos Caños del Peral. genados los túneles. Por lo general el trazado era interrum-
76 u INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA
ANEXO
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CONTEXTUALIZACIÓN DE LOS HALLAZGOS
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Plano de Carl Troll y Cornel Braun, 1974.
INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA u 77
4 Proceso de desmontaje, restauración y montaje “En Madrid a 24 de noviembre de mil y seiscientos y veinte y siete años. Se juntaron los señores licenciados Gilimon de la Mota del Consejo de Su Majestad y su contador mayor de Hacienda Don Francisco Brizuela Cárdenas Corregidor de la Villa y Juan de Pinedo regidor de ella que por cuanto habiéndose hecho en los Caños del Peral un aderezo muy costoso con aquellas fuentes quedan restituidas a la fábrica y posesión primera con que empezaron a correr...” Libro de Acuerdos de la Junta de Fuentes A.V.M.
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PROCESO DE DESMONTAJE, RESTAURACIÓN Y MONTAJE
Procedimiento de desmontaje y montaje Las pautas de actuación desarrolladas durante este proceso responden a las prescripciones técnicas emitidas por la Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, orientadas a la conservación de los bienes inmuebles documentados durante el transcurso de las excavaciones arqueológicas y cuyo objetivo ha sido la musealización de los mismos. Se ha procedido al desmontaje y traslado provisional de los restos arqueológicos hallados en el transcurso de las obras, permitiendo facilitar los trabajos de ejecución proyectados. En primer lugar, se realizó un análisis de los daños y patologías de los elementos, protegiendo aquellas superficies susceptibles
Consolidación previa.
80 u INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA
de desprendimiento. De este modo se garantizaba que todas las piezas pudieran ser manipuladas con el mínimo riesgo de degradación posible. Posteriormente, se procedió al desmontaje y traslado provisional de los restos arqueológicos hallados, permitiendo facilitar los trabajos de construcción de las losas en el segundo y tercer nivel de la estación. El proceso de desmontaje fue distinto dependiendo de las características formales de cada uno de los tres elementos. La fuente permitió una descomposición por piezas, anteriormente numeradas y timbradas impidiendo posibles confusiones durante el proceso de montaje. Los sillares se liberaron de las juntas de manera manual con ayuda de cuñas y se extrajeron con pinzas.
Numeración de las piezas.
PROCESO DE DESMONTAJE, RESTAURACIÓN Y MONTAJE
Extracción de los sillares.
Corte con hilo diamantado.
En el caso del acueducto y la alcantarilla, se procedió a seccionarlos en grandes bloques mediante disco e hilo diamantado. El desmontaje del conjunto estuvo condicionado por el tamaño, peso y traslado de las cargas, así como el hueco disponible de salida de obra. Para el izado, transporte y posterior descenso de los elementos, fue necesaria una estructura portante suspendida de la
Montaje de los paramentos de la Alcantarilla.
4
Traslado de los elementos.
losa superior, ayudada por perfilería metálica, trácteres y diferenciales. El montaje se realizó en orden inverso al desmontaje ubicando los elementos en su zona de estabilización. Para el trabado de los diferentes conjuntos, se dotó en los flancos de las piezas mortero de recibido y asiento, actuando a modo de aglutinante en unos casos y como menisco de asiento en otros.
Colocación de los sillares tomando como referencia la malla metálica y las plantillas de troquelado.
Entramado de perfiles HBE de 220 unidos entre si con una trama de barras aceradas, formando una tela de araña para absorber las posibles vibraciones. En el eje del perfil se colocan los polipastos para poder elevar y desplazar las piezas según su posición.
INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA u 81
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PROCESO DE DESMONTAJE, RESTAURACIÓN Y MONTAJE
Tratamientos de restauración Las piezas fueron tratadas siguiendo un protocolo de actuación que consistió en un reconocimiento de las alteraciones existentes, para posteriormente realizar una intervención adecuada según las necesidades. Las patologías observadas tanto en las fábricas de ladrillo como en la mampostería, corresponden a fisuras, grietas, decoloración superficial, arenización y afección por sales, que provoca la disgregación de las piezas. Una vez localizadas y documentadas las patologías se procedió a su restauración: • En primer lugar se llevó a cabo una limpieza de las superficies, eliminando la suciedad que causa deterioro y perturbaciones
Limpieza de sillares.
82 u INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA
a la estética del conjunto. Para ello se utilizaron aspiradores, brochas y cepillos, aplicándose el tensoactivo neodesogen en las zonas de suciedad persistente. • Las afecciones por sales fueron abundantes en la fuente y alcantarilla donde el paso del agua era continuo. Esta patología se produce por la humedad que penetra en la piedra aprovechando las grietas, su porosidad y capilaridad. Las sales que se producen por la disolución de la roca y mortero quedan en la superficie una vez se ha evaporado el agua que las contenía. Estas sales cambian su tamaño al absorber y ceder el agua, provocando disgregación o arenización en la pieza. La desalación de las piezas pétreas se realizó mediante la aplicación de sepiolita impregnada en agua desionizada.
Aplicación de biocida.
PROCESO DE DESMONTAJE, RESTAURACIÓN Y MONTAJE
4
• El tratamiento biocida se realizó para la eliminación y prevención de nuevas colonias de líquenes, algas y mohos, consiguiendo una perfecta aplicación y funcionamiento del posterior tratamiento de consolidación.
• La consolidación de las superficies más descohesionadas se realizo mediante la aplicación de silicato de etilo. De este modo se dio a las piezas su dureza original, sin alterar el resto de sus propiedades.
• Las piezas pétreas que presentaban grietas de longitud y profundidad considerable, se cosieron con varillas de acero inoxidable. Los orificios de cosido y las grietas leves fueron sellados con resina epoxi, cargada con polvo de granito.
• Finalmente, se aplicó una veladura para homogeneizar cromáticamente las superficies a base de pigmentos minerales dispersos en acetona con un porcentaje de resina acrílica al 2%.
• Los materiales más deteriorados fueron substituidos reintegrando otros similares, manteniendo así la estabilidad del conjunto. En los casos donde la pérdida de pieza no era total, se procedió a su reposición con mortero de restauración, con criterio de prótesis reversibles.
Tratamientos preventivos
Cosido de fragmentos pétreos.
El estudio y puesta en valor de la Fuente de los Caños del Peral, ha estado determinado por el hecho de encontrarse cortada por el muro pantalla que marca el límite del proyecto de eje-
Restitución de ladrillos.
INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA u 83
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PROCESO DE DESMONTAJE, RESTAURACIÓN Y MONTAJE
cución, quedando fuera del mismo la mayor parte de su fachada principal. La inestabilidad de las tierras existentes sobre la zona sur de la fuente, aneja al andén de Línea 2 de Metro, y sobre su galería de abastecimiento/acometimiento, hizo necesario que ambas fuesen protegidas y cubiertas por mortero aligerado, a la espera de que se den las condiciones favorables para la musealización de estos vestigios. Dependiendo del tipo de alteraciones existentes, se realizaron diversos métodos de limpieza mecánica superficial en seco mediante brochas, o limpieza puntual de biocostras y otros productos de alteración superficial adheridos mediante lanza de agua a baja presión.
Aplicación de consolidante.
84 u INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA
Para asegurar la integridad de los elementos, devolver la resistencia mecánica perdida por la acción de los agentes de alteración y evitar la aparición de eflorescencias, se aplicaron sobre la superficie productos derivados del ácido silícico de doble acción consolidante e hidrofugante, aplicado por aspersión. Seguidamente, se añadió un biocida de amplio espectro contra hongos, bacterias y algas en forma de preparado líquido de sales de amonio cuaternario para erradicar la actividad biológica y facilitar la eliminación completa de los distintos agentes de biodeterioro. Para una mejor recepción del consolidante, previamente se humidificó con una mezcla de hidrocarburos alifáticos desnaturalizados con dicloropropano, aplicando tantas capas de hidrofugante-consolidante como fue necesario. Con este
Tratamiento de consolidación e hidrofugación.
PROCESO DE DESMONTAJE, RESTAURACIÓN Y MONTAJE
4
Sistema de protección aplicado.
producto se garantizó la estabilidad frente a la humedad, reduciendo la absorción de agua y la retención de humedad, sin ocasionar la obstrucción total de la red porosa de los elementos.
las vibraciones e impactos, y otra de lámina transpirable Permo® Forte.de 175 g/m² de gramaje, con tres capas de poliolefina y dos de tratamiento hidrófobo, que permite respirar al elemento.
Por último, se realizó una protección física de la fuente y su galería de suministro y acometimiento, evitando o retardando la acción de los agentes bióticos y antrópicos de deterioro. Para ello se aplicaron dos capas: una de geotextil–poliéster de alta densidad, aplicada de forma doble, para amortiguar
Para sujetar ambas capas al muro de la fuente, se colocaron entre los sillares unos elementos prefabricados de madera con la ayuda de tacos de expansión. El armazón supone una barrera física para aislar el elemento en su posterior cubrición con mortero empobrecido. n
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5 Proyecto de musealización “… se hace presentes los graves perjuicios que están ocasionando al público con el despojo en que se hallan los propios de esta villa del sitio y casa que les pertenece, junto a los Caños del Peral; cuya fuente es uno de los más estimables monumentos que se conservan de la antigüedad de Madrid.” Madrid 1 de Agosto de 1749. A.V.M.
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PROYECTO DE MUSEALIZACIÓN
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a importancia histórica de los hallazgos realizados en la Estación de Ópera y la voluntad de preservarlos en su localización original, ha impulsado un ambicioso proyecto museográfico. Al tratarse de hallazgos sobrevenidos a las obras, Metro de Madrid ha destinado un área expositiva en el lugar en el que fueron realizados los descubrimientos arqueológicos.
A través de esta iniciativa se asumía el compromiso de llevar a cabo un proyecto de protección, conservación y difusión de estos restos al mayor número de espectadores posibles. Para ello se ha planificado una exposición permanente, en la que el discurso museístico gira en torno a los restos expuestos, la Fuente de los Caños del Peral, la Alcantarilla del Arenal y el Acueducto de Amaniel, aunando las particularidades de cada
una de las disciplinas científicas que han intervenido en su creación. El resultado ha sido la creación de un espacio expositivo permanente, El Museo de los Caños del Peral, con el que no solo se garantiza la conservación de estas tres piezas de especial relevancia cultural y social, sino también su puesta en valor y divulgación.
El discurso expositivo Al abordar el discurso expositivo, se ha tenido en cuenta la gran cantidad de datos obtenidos, no solo de la intervención arqueológica, sino también del desarrollo de las labores de investigación en archivos y bibliotecas. El aprovechamiento del agua en la ciudad de Madrid, aspecto fundamental en el origen y evolución de la ciudad, constituye el hilo conductor de esta exposición, siendo los hallazgos expresión palpable de las infraestructuras hidráulicas típicas de este proceso.
Plaza de Isabel II.
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Partiendo de la idea de que la Plaza de Isabel II y la Estación de Metro de Ópera constituyen un espacio global y versátil, susceptible de ser utilizado como soporte del mensaje que se pretende hacer llegar a los viajeros de Metro y al público en general, el discurso expositivo se desarrolla en dos niveles, comenzando con una idea general que se va concretando a medida que nos aproximamos a los restos musealizados.
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Plaza de Isabel II A la hora de plasmar el mensaje que se quiere transmitir al público, se ha recurrido a diversos soportes, siendo sin lugar a dudas uno de los principales la propia Plaza de Isabel II, concebida como espacio de encuentro cultural y lúdico. La excelente disposición del Área de Gobierno de Obras y Espacios Públicos de la Dirección General de Planificación del Ayuntamiento de Madrid, ha determinado que el discurso histórico y contextualización de los hallazgos se iniciara en la misma superficie de la plaza, sirviendo de llamada e iniciación al conocimiento de los contenidos desarrollados en el subsuelo de la estación. Maqueta de los recintos amurallados de Madrid.
El recorrido por la historia de esta zona de Madrid comienza con las dos maquetas de bronce instaladas en los extremos de un banco corrido que flanquea la plaza hacia el Sur salvando el desnivel existente. En la primera, próxima al Teatro Real, se han recreado los recintos fortificados medievales de la ciudad, mientras que en la segunda, justo enfrente de la boca de Metro, se representa la Plazuela de los Caños del Peral a comienzos del siglo XVII. Desde esta última se alcanza a ver la recreación a escala real de uno de los caños de la fuente realizada en granito. En el reverso de este se introduce al viandante, con un texto grabado en el granito, en el origen de la plazuela y de la fuente.
Maquetas situadas en la plaza de Isabel II.
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Para facilitar la comprensión de esta fuente monumental se ha trazado, sobre la posición real con respecto a la original, la planta completa en el pavimento, utilizando para ello pletinas de bronce. En definitiva, este espacio se emplea para acercar al espectador, en un marco físico real, una idea global del contexto social e histórico de los hallazgos que están a punto de contemplar en el interior de la estación.
La estación de metro de Ópera A medida que nos adentramos en subsuelo de la plaza, la idea se va concretando.
Recreación de uno de los caños de la fuente en la superficie de la plaza.
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Una infografía de la Plazuela de los Caños de Peral situada en el acceso a la estación anuncia la posibilidad de contemplar los restos en el siguiente nivel. De esta forma el vestíbulo se convierte en un área de acogida y referencia en el que la señalética de Metro orienta al viajero a descubrir, en el Nivel 2 de la estación, el Museo de los Caños del Peral. A medida que descendemos y nos aproximamos a la zona de exposición situada en el Nivel 2, aquella en la que se produjeron los hallazgos, la información se va centrando en la excavación arqueológica, restauración y musealización en el contexto de la obra de remodelación de la estación, para culminar en la contextualización a nivel histórico, social y funcional de los restos.
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Infografía del la Plazuela de los Caños del Peral en acceso a Metro. Señalética en el interior de la estación.
EL MUSEO DE LOS CAÑOS DEL PERAL En el Museo de los Caños del Peral, el principal reto con el que se parte es el de garantizar que el visitante comprenda el mensaje que se quiere transmitir. Para lograr esto, resulta fundamental alcanzar un equilibrio entre las propias características arquitectónicas del espacio del museo y los recursos didácticos empleados para plasmar el contenido.
en el que fueron realizados los descubrimientos arqueológicos, y que se sitúa a un metro y medio por debajo de la cota de andenes de la línea 2, contigua al recinto escogido.
Proyecto de acondicionamiento arquitectónico El principal objetivo ha sido el de mostrar y explicar al público los tres importantes hallazgos arqueológicos. Debido al escaso espacio disponible en el subsuelo de la estación, Metro habilitó un área, restada a la superficie de instalaciones y servicios, que corresponde al segundo nivel subterráneo de vestíbulos, lugar
Museo de los Caños del Peral.
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El posicionamiento de las piezas en el museo ha sido en el lugar en que fueron encontradas, pero la geometría y límites del recinto excavado, han obligado a una reorientación de las mismas. Esa condición de objetos extraídos y recolocados para su mejor comprensión, es similar a la de tantos objetos escultóricos o muebles que se exhiben en museos, lo que es un dato a la hora de valorar el criterio expositivo objetual sobre el referencial. Partiendo de estas premisas, se ha valorado en primer lugar las condiciones de exhibición de las piezas, que debían convertirse en protagonistas absolutas del espacio, supeditado éste a mostrar la potencia escultórica y expresiva de unos documentos arqueológicos únicos, que cobran nueva vida al ser extraídos de un sueño de siglos y mostrarse con toda la rudeza
Acueducto de Amaniel.
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que les confiere el paso del tiempo. Ese carácter de expresividad brutalista contrasta con el ambiente tecnificado de unas de las mejores redes de transporte urbano del mundo, lo que se ha querido acentuar con un diseño constructivo discreto pero refinado en el detalle. Esta intención se traduce en la idea de que las piezas sorprendan a los usuarios de Metro como los monumentos urbanos sorprenden al visitante nocturno de la ciudad: muy iluminados sobre un fondo oscuro. El lugar disponible ha sido suficiente pero estricto, y tiene muchos accidentes en su forma: saltos en el techo, rincones, columnas estructurales, escaleras mecánicas intercaladas, suelos
Alcantarilla del Arenal.
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Remate Norte de la Fuente de los Caños del Peral.
a distinto nivel, etc., de modo que toda la labor encaminada a ordenar y limpiar la geometría del espacio ha redundado en claridad expositiva. También el “diluir” los límites del recinto para distraer de sus reales y limitadas dimensiones se ha considerado una estrategia estimable, así como el no hacer alardes formales que puedan competir con la obra mostrada. Por estas razones se decide encerrar las tres piezas en un recinto único acristalado. Esta solución de “sala de museo” con acceso controlado, permite ver en cualquier momento tras los cristales las dos piezas principales: fuente y acueducto, desde los vestíbulos de paso de la estación, pero admite una contemplación más directa y pormenorizada a los que accedan al
recinto, que además pueden asistir a la explicación directa de un guía o a la de un audiovisual específico, en unas condiciones de aislamiento acústico superiores a las que tienen los espacios de tránsito de la estación. La sala, de planta aproximadamente cuadrada, se halla “mordida” en su lado exterior por el foso de escaleras mecánicas de bajada a la línea 5. Tiene doble acceso por sendas puertas situadas a derecha e izquierda de la bajada de las escaleras mecánicas, y a partir de ese umbral el suelo desciende 30 cm en rampa suave durante 4,5 m. para conseguir al fondo del local una altura libre de 2,70 m, adecuada a una pantalla de retroproyección de documentos audiovisuales. Enfrentado a la pan-
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talla, sobre el foso de las escaleras, se dispone un pequeño graderío sobre el techo en pendiente de las mismas, que tiene capacidad para sentar a 24 personas. La elección de los materiales y sistemas constructivos se ha hecho en función del planteamiento espacial del pequeño museo, y así se persigue la mayor sencillez y limpieza constructiva, pero diferenciando los recintos de los fosos donde se hallan las piezas expuestas, del plano que recorre el público. El cerramiento se ha realizado mediante la instalación de grandes lunas de suelo a techo, sin carpintería vertical, a fin de que las piezas expuestas se integren en los espacios generales de la estación. Para los fosos se ha instalado un fondo de pared “indefinido”, que no defina aristas ni límites claros, a base de líneas verticales que se adaptan a las irregularidades de los muros de cerramiento del recinto, y un suelo de resina de color negro y brillante como un estanque de aguas quietas, que confiere a las moles allí asentadas el efecto de hallarse flotando en un lugar que no pertenece a su tiempo ni a su espacio. En cambio, el área pisable se ha definido en su carácter de plataforma ligera alzada sobre la losa portante, mediante un entarimado con tablones de madera baquelizada.
Exterior del museo.
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Las paredes que delimitan la parte del área pisable donde no existe foso, se disponen paneladas con lunas de suelo a techo tintadas de negro, que también borran límites mediante su efecto reflejo y contrastan con los espacios de los fosos. Bajo la
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Espacio expositivo. Graderío.
superficie de esas lunas se han instalado paneles de luz en los puntos en los que se han colocado los paneles explicativos de los elementos. La pantalla de retroproyección esta integrada en una de las lunas de la pared que hace fondo al recinto. Se ha considerado de especial importancia para este espacio museístico la iluminación, pues en ella está la clave para resaltar las piezas expuestas, eliminando en lo posible la presencia de aparatos o artefactos visibles, y facilitar un ambiente discreto y confortable para los visitantes. Para minimizar los problemas de mantenimiento y reducir los tamaños de las fuentes de luz, se ha proyectado iluminar en su totalidad el espacio con tecnología LED, usando temperaturas de color cercanas a los 3600ºK, que potencien los colores pardos de la piedra y los terrosos del ladrillo.
Medios de apoyo al discurso expositivo A la hora de definir el ámbito y los recursos expositivos a desarrollar ha sido fundamental tener en cuenta que el patrimonio conservado y mostrado se encontraba fragmentado, como consecuencia de las características del entorno en el que se ha ubicado, limitado por el proyecto constructivo, así como por las condiciones para su recuperación y puesta en valor. Por estas razones, ha sido imprescindible desarrollar un ambiente de comunicación con el usuario destinado a completar la información asociada a cada uno de los elementos presentes, es decir, la contextualización de este patrimonio, su interpretación y su presentación con el objetivo de fomentar su comprensión.
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A través de paneles explicativos, equipamientos multimedia y proyecciones audiovisuales, recursos didácticos cada vez más demandados por la sociedad, se hace más digerible y atractivo el discurso histórico que se pretende contar. La ventaja con la que se cuenta a la hora de determinar el discurso que debe reflejarse en los paneles expositivos es, por un lado, la presencia física en el espacio musealizado de los elementos más destacados de la excavación, es decir, la Fuente de los Caños del Peral, el Acueducto de Amaniel y la Alcantarilla del Arenal, y por otro el apoyo que supone la utilización de audiovisuales e infografías. A la hora de definir su diseño se ha procurado que la imagen primase sobre el texto, siendo este breve y conciso, mostrando una idea general relacionada con el contenido del museo. Así, en los paneles situados en el exterior junto al acceso al recinto del museo, se narra de forma concisa las circunstancias en las que se produjo el hallazgo y documentación arqueológica de los restos durante la ejecución de la obras de la estación, así como las motivaciones que posibilitaron su restauración y musealización.
Paneles expositivos.
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La información aportada se complementa con el desarrollo breve del hilo argumental del discurso expositivo, es decir, el aprovechamiento del agua en Madrid, tomando como referente la alcantarilla del Arenal, la Fuente de los Caños del Peral y el acueducto del viaje de agua de Amaniel.
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Por el contrario, los paneles interiores centran su contenido en cada una de las piezas expuestas, poniendo de relevancia su contexto histórico, social y funcional, precisando y completando la información contenida en los audiovisuales. El desarrollo de medios audiovisuales ha sido considerado en el presente proyecto como el complemento divulgativo fundamental a los restos expuestos, ya que posibilita su transmisión a través de la reconstrucción virtual del contexto histórico, imprescindible para su comprensión. Realizados con el máximo rigor, sirven de complemento científico y educativo para la divulgación de los hallazgos, tanto a los profesionales del sector, como al público en general, sin olvidar el sector turístico que a diario visita el casco histórico de Madrid. Se ha pensado en un sistema de retroproyección digital con pantalla táctil interactiva, que permite una multiplicidad de programas dirigidos desde un ordenador y manejados desde el exterior. La aplicación de las Nuevas Tecnologías al estudio y difusión de los Bienes Culturales se ha revelado como parte fundamental de la investigación arqueológica, optimizando la representación de los datos a la par que facilita el acercamiento del gran público a la información arqueológica. El soporte fundamental sobre el que se apoya el contenido de los audiovisuales son las infografías y las reconstrucciones virtuales mediante imágenes en 3D, completadas con grabaciones e imágenes reales que muestran el proceso de excavación, restauración y musealización.
Panel explicativo en el interior del Museo.
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Proceso de modelado de la Plazuela y Fuente de los Caños del Peral.
Para la reconstrucción y digitalización en 3D de los diversos momentos históricos que conforman la contextualización de los restos hallados, se ha recurrido a la elaboración de: • Visualizaciones tridimensionales realizadas a partir del material escaneado en 3D1 de los elementos documentados durante la fase de excavación. Uso de las ortoimágenes, nubes de puntos e imágenes capturadas durante el escaneo. • Reconstrucciones tridimensionales de la plaza de Isabel II y su entorno urbano en diferentes épocas a partir de la planimetría histórica. • Animaciones de la evolución de la plaza a lo largo de su devenir histórico: grabados históricos del entorno de antiguo Alcazar. 1 ASF IMAGEN. Actividades y Servicios Fotográficos, S.L.
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Creación de personaje virtual como narrador.
• Restitución infográfica de la plazuela de los Caños del Peral a partir de los datos extraídos en campo y en los archivos, de modo que la comprensión del conjunto sea total. El hallazgo de las diferentes estructuras arquitectónicas construidas en granito, pedernal, caliza y ladrillo permite realizar una anastilosis virtual, aunque hay otros aspectos que no se llegan a conocer totalmente recurriendo al estudio de paralelos en la arquitectura forense para poder levantar las plantas en 3D, como es el caso
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de la casa de Don Urbano de Peralta o los Lavaderos de los Caños del Peral, entre otros. • Sistema de renderizado que garantiza la optimización de las imágenes procesadas. La reconstrucción virtual se ha basado tanto en la toma de datos de las evidencias materiales descubiertas en la excavación, como en los datos históricos recopilados en archivos y bibliotecas. Aunque continua siendo fundamental la aplicación de métodos convencionales de recogida de datos, ya sea a través del dibujo de campo, la topografía y su posterior procesado con programas de diseño como Autocad, el uso de Escaneo Láser 3D en contextos arqueológicos garantiza una mayor fiabilidad a la vez que proporciona un formato digital de dichos datos que permite su representación formal con un elevado grado de precisión. El uso del sistema Láser Escáner 3D consiste en la elaboración de un estudio integral de los restos mediante el registro exhaustivo de los mismos a través de la caracterización geométrica y levantamiento topográfico de detalle, completándose la planimetría así generada con la realización de composiciones fotográficas-fotogramétricas. El modelado en 3D de la ciudad de Madrid se ha apoyado en los mapas topográficos y cartográficos existentes. Para el diseño del modelo de terreno virtual se procedió a obtener el modelo digital de elevación del terreno (MDT) de la zona a partir de planimetrías con curvas de nivel.
Proceso de escaneo láser.
Escaneado láser de parte de la Fuente de los Caños del Peral.
Escaneo láser del acueducto de Amaniel.
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Una vez recreada la topografía histórica de esta parte de la ciudad mediante una malla, se procedió a la construcción de la trama urbana sobre el modelo virtual generado, tomando como base el plano histórico de Pedro de Texeira (1656). A pesar de todos los datos con los que se cuenta es imposible realizar una reconstrucción totalmente fiable, ya que en muchas ocasiones la ausencia de evidencias materiales suficientes obliga a la especulación. No obstante, este tipo de recreaciones son la herramienta perfecta para representar aquello que ya no existe o que se encuentra alterado por el paso del tiempo. El ambiente reconstruido se ha centrado principalmente en el casco histórico de Madrid y la Plazuela de los Caños del Peral,
teniendo como objetivo la máxima rigurosidad en las vistas panorámicas desarrolladas. El resultado es una sucesión de imágenes virtuales a través de las que se pretende mostrar al público en general la evolución de la Plaza de Isabel II a lo largo de 400 años de historia. Teniendo en cuenta los diferentes targets o segmentos de población, en función de la edad y del contenido del mensaje a los que va dirigida la exposición, se han elaborado tres audiovisuales: • Nivel Infantil: destinados a niños de edades comprendidas entre los 5 y los 12 años. • Nivel Usuario: destinados a los usuarios de la Red de Metro de Madrid, al público adulto en general. • Nivel Profesional: destinado a los profesionales de la historia y la arqueología, básicamente. En la recreación de la evolución urbana se representan los principales momentos históricos que han acontecido en el ámbito estudiado:
Recreación de la topografía original y trabajos previos de levantamiento arquitectónico infográfico.
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• Representación de los recintos amurallados musulmán y cristiano, y recreación del poblamiento de la zona anterior al siglo XVI. • Representación de la plazuela de los Caños del Peral, Acueducto del Viaje de Agua de Amaniel y Alcantarilla del Arenal, entre los siglos XVI-XVIII, dentro de su recinto urbano correspondiente, con especial detalle de la plazuela de la fuente en el siglo XVII.
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• Evolución de la zona desde el reinado de José I, momento en el que se colmata la plazuela y se cubre la fuente, hasta la actualidad. Por último, la divulgación social de los hallazgos se ha completado con dos soportes tradicionales. Se ha editado un tríptico explicativo, incluyéndose el museo dentro del Plan de Yacimientos Visitables de la Comunidad de Madrid. Además, se ha realizado la presente monografía específica en la que se plasman los resultados de todo el proceso de investigación de manera secuencial.
Evolución histórica a través de infografías.
Tríptico del Museo de los Caños del Peral.
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El proceso de configuración que daría lugar a la actual Plaza de Isabel II se inicia a mediados del siglo XVI con el traslado de la corte a Madrid en tiempos de Felipe II. De este modo comienza la ordenación y adecuación del entorno del Alcázar. Las investigaciones arqueológicas realizadas han dado como resultado la documentación de un tramo de acueducto del Viaje de Agua de Amaniel, cuya finalidad era la de proporcionar agua potable a las dependencias del Alcázar; parte del recorrido de la Alcantarilla del Arenal, galería subterránea que canalizaba las aguas del arroyo homónimo; y la antigua Fuente de los Caños del Peral, cuya fachada monumental de sillares almohadillados muestra el estilo renacentista imperante en nuestro país a finales del siglo XVI y principios del XVII. La colmatación del barranco del Arenal y la ejecución de sucesivos proyectos de reforma del entramado urbano elevaron el nivel de la plaza de forma artificial hasta alcanzar la cota actual, favoreciendo la conservación de estos elementos.
INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ESTACIÓN DE ÓPERA
Colaboran:
LA PLAZUELA DE LOS CAÑOS DEL PERAL
Los trabajos de seguimiento arqueológico y paleontológico, asociados al proyecto de implantación de nuevos ascensores en la estación de Metro de Ópera en Madrid, pusieron de manifiesto en el año 2009 la presencia de restos del antiguo entramado urbano de la desaparecida Plazuela de los Caños del Peral.
La importancia histórica de los hallazgos realizados en la Estación de Ópera y la voluntad de preservarlos en su localización original, ha impulsado un ambicioso proyecto museográfico. Al tratarse de hallazgos sobrevenidos a las obras, Metro de Madrid ha destinado un área expositiva en el lugar en el que fueron realizados los descubrimientos arqueológicos, creando para ello en la propia estación de metro el Museo de los Caños del Peral Los restos monumentales, ahora visitables, han tenido que ser extraídos de su ubicación original, en un desmontaje controlado, a fin de adecuar el espacio para
LA PLAZUELA DE LOS CAÑOS DEL PERAL
Investigaciones
arqueológicas en la estación Ópera de
su musealización. Una vez instalados de nuevo, han sido sometidos a una exhaustiva limpieza, restauración y consolidación. Con esta instalación museográfica, Metro de Madrid, en colaboración con la Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, pretenden acercar y dar a conocer a los ciudadanos las estructuras hidráulicas que configuraron en el pasado la Plazuela de los Caños del Peral.