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Porque Caminar si puedes volar…
DESDE LO MENTAL HACIA LO SUPRAMENTAL LA LLAVE MAESTRA QUE HABITA EN EL CUERPO ENTREVISTA: Francisca Barahona “El arte de incluir las energías sutiles en el tratamiento del cuerpo.” (Kinesióloga en Matanzas- Chile)
DISTRIBUCIÓN GRATUITA aquariaterapias@gmail.com
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AQUARIA Espacio de Investigación Terapéutica Presenta : “La humanidad tal y como la conocemos en la actualidad, no está acabada, el ser humano es un ser de transición…” (Sri Aurobindo, 1920) Con esta profunda frase de Sri Aurobindo, pensador y yogui de la India quiero presentar esta iniciativa literaria. Consiste básicamente, en compartir con cada uno de ustedes un conjunto de reflexiones, sobre el instante actual en el que se encuentra el ser humano; en su aspecto mental, emocional, corporal y espiritual. Porque el fenómeno humano, esta a las puertas de un nuevo escalón evolutivo sin precedentes, un proceso que ya esta en marcha, al cual no es posible renunciar. Como seres conscientes, podemos conocer algunas claves importantes para afrontar despiertos esta transición. Los invito a deleitarse con el acto propio y personal de la reflexión; sobre la vida, el planeta, lo conocido y lo desconocido. La belleza de las preguntas básicas de la existencia, radica precisamente en el acto mismo de someter todo a nuestra capacidad de reflexión, de revisión, de cuestionarnos, sintiendo asombro y curiosidad por la inmensa maravilla que nos rodea. Y aunque muchas de nuestras interrogantes, no encuentren respuestas definitivas, el acto en sí mismo de la reflexión, hace cada vez más sutil y perceptiva nuestra capacidad de entendimiento. Sin ser una revista propiamente dicha, estas publicaciones se enviaran mensualmente a tu correo y podrás compartirlo con quien creas que pueda estar interesado. Junto con los temas a exponer, se compartirán a través de entrevistas, todas las iniciativas conscientes, de aquellas personas que en silencio, pero de manera constante, están trabajando por producir un cambio real en la sociedad en que vivimos. Los números publicados son de distribución gratuita y no se comercializa con ellos. Representan un conocimiento, que nos pertenece a todos como especie humana. Por mi parte es un honor, hacer realidad este anhelo literario… “Como una onda que se expande en el agua, entrego la voz de mi alma al ritmo sagrado de la madre consciencia, para que ella guie esta iniciativa al rincón humano que lo necesite.”
CAROLINA LEÓN Dirección Revista
AQUARIA (E.I.T)
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INDICE DE CONTENIDO
Desde lo mental hacia lo Supramental………………………. 4 El poder Supramental……………………………………………. 6 La crisis individual en los 3 planos del ser………………….. 8 La llave maestra que habita en el cuerpo……………………. 10 La alquimia energética del cuerpo……………………………. 11 Entrevista: Francisca Barahona (Kinesióloga)………………. 13
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DESDE LO MENTAL HACIA LO SUPRAMENTAL Como seres humanos, cada espacio de nuestro cuerpo, mente y espíritu, pertenece a una larga y bella historia. Una historia escrita en cada hebra de nuestro ADN, y en cada pedacito de célula que nos constituye. Somos un gran ser, con infinitos pensamientos y emociones del pasado, del presente, y un inmensa masa de expectativas hacia el futuro. Nuestro planeta tierra, es nuestro gran cuerpo. Cada herida y logro de los estadios vividos, cada época y civilización pasada, están presentes en la tierra que pisamos hoy. Somos un todo viviendo y evolucionando, gracias a una fuerza inconmensurable que rige los ciclos de la creación. Sin embargo, nuestra idea subjetiva de las cosas, nos impide ver el todo en vez de las partes, quedándonos mucho tiempo anclados en los ámbitos de MI vida, MI historia, MI cuerpo. Cuando en realidad no hay nada más iluso que la idea del YO, lo MIO, el TU y lo TUYO. Cuando hablamos de consciencia, podemos hacer analogía con el concepto de fuerza, ya que representa un movimiento con intención y dirección presente en cada ser vivo, que se orienta hacia el logro de objetivos bien definidos. Es una onda de inteligencia expansiva, que sobrepasa los limites del YO individual, para alcanzar a ver su reflejo en el todo manifestado. Por ello, en cada etapa de desarrollo de este único ser vivo que somos todos, la consciencia- fuerza ha venido desarrollando un preciso programa evolutivo, en cada plano de su existencia y manifestación, para hacer cada vez más inclusiva la experiencia del todo. Al igual que un espiral que en cada nueva vuelta recoge lo pasado y abarca algo nuevo, esta conciencia- fuerza ha revisado cada uno de los puntos de su creación y ha almacenado sin excepción, toda la información recogida. Toda la información recopilada por la consciencia, durante el curso de historia planetaria, se alberga en cada uno de sus seres vivos. Es así como podemos encontrarla materialmente, en las células de nuestro cuerpo y también en los planos más sutiles de nuestro ser, en donde esta registrado el “nivel” vibratorio de consciencia que ha alcanzado nuestra alma. En nuestra vida cotidiana, podemos experimentar la presencia de esta consciencia- fuerza, cuando asumimos el desafío de descubrir y mantener nuestro ser más profundo, despierto y presente ante la maravilla de la creación. Solo desde este acto de observador despierto, surge el amor como movimiento central, ante el insondable misterio de todo lo manifiesto; amor profundo y consciente, que deja al ser humano que lo experimenta, en un estado de permanente sobrecogimiento, gratitud y entrega al todo tal y como ES. Por ello se dice que la consciencia no nombra, no clasifica, es el estado más puro del SER. No divide la realidad entre sujeto y objeto, porque es previa a esta dualidad. Podríamos decir, al intentar definirla, que la consciencia simplemente ES. En su cualidad de fuerza transformadora, la consciencia evoluciona. Esto significa como se mencionaba antes, que cada vez abarca más realidades que antes estaban oscurecidas, tras el manto espeso de la inconsciencia.
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Sin embargo, hay épocas en la historia de la humanidad, en que esta consciencia tiene poderosos estallidos vibratorios que se viven en el cuerpo terrestre como un despertar generalizado. Esto ocurre precisamente para acelerar el cambio y dar un salto a otro nivel de realidad del ser. En esta oportunidad, justamente quiero hablarles de este bello despertar, a través de esta iniciativa literaria. Porque actualmente, tenemos la fortuna de ser testigos y actores de un eclosionar de consciencia, que tendrá efectos en todos los niveles de nuestra existencia humana: físico, mental y espiritual. Y aunque estos fenómenos se han dado en muchas ocasiones en el largo andar evolutivo, con variados resultados para la civilización que los experimenta, solo podemos centrarnos en nuestra vivencia y responsabilidad actual. Si asumimos que esto esta pasando aquí y ahora y reconocemos que realmente algo muy profundo y radical, grita por cambiar y ser diferente, podremos ser las manos que guían con intención despierta, los hechos. Y dejar de ser meras marionetas del río evolutivo, que se dejan arrastrar hacia consecuencias inciertas, para recién ahí despertar y actuar. Quiero invitarlos entonces, a asumir el desafío de este viaje, en el que estamos todos embarcados. Y sumergirnos en la danza de la reflexión, atrevernos con ella a remover nuestras ideas, abrirnos y sacudirnos la inercia. Permitirnos sin temor, a nada ni a nadie, conectarnos con esta fuerza consciencia, para no ser solo espectadores del cambio, si no que darnos cuenta que somos el cambio y el milagro que viene de su mano. Comprender que hay algo mas allá de los triviales temas de nuestra vida cotidiana y privada. Salir de ese preciado cascarón de individualidad, para entrar en el colectivo sanador que somos todos, como hijos de esta tierra. Recorrer juntos el maravilloso sendero de la curiosidad, que es la única que nos permite no dar nada por sentado, ni nada por ganado. Porque la verdad es que aún no hemos ganado nada, nuestras vidas individuales han cambiado muy poco desde las épocas pasadas, tal ves en la superficie se vea mucho cambio. Ciudades más modernas y casas más cómodas, mejores medios de transporte, y ropa más abrigada. Pero la verdad, es que eso no significa una mejora sustancial en la experiencia humana, porque a pesar de todos nuestros vistosos avances, las personas en sus corazones continúan sufriendo, sintiendo vacío, enemistándose y marcando fronteras. En espacios más cómodos y vistosos, seguimos enfermando por nuestros miedos, nuestra profunda y tenaz desconexión con la fuerza original que pulsa en la vida. Ven a reflexionar conmigo, no importa si estas de acuerdo o no con lo que escribo, lo importante es atreverte a cuestionar todo lo que ya sabes.
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EL PODER SUPRAMENTAL EL fenómeno que atravesamos como humanidad, puede describirse como la emergencia de un potente nivel vibracional, llamado Poder o fuerza Supra-mental. Tal como su nombre lo indica, representa una cualidad que trasciende a la mente y va más allá de sus características tal y como las conocemos hasta ahora en el hombre. La fuerza Supramental, es entonces la progresiva manifestación de un nuevo nivel de vibración en la consciencia humana, aun no perceptible por nuestros sentidos físicos. Podríamos decir que es como una pauta melódica, de tonos más elevados, que hace su ingreso en la persona, a través del centro energético situado en la coronilla, la parte más alta de la cabeza, en el 7º chakra. Este ingreso vibracional, de alta frecuencia, esta relacionado con un cambio en el magnetismo en el planeta tierra, que a su vez depende de los cambios de radiación en nuestra principal fuente de energía, el sol. Sin entrar en los detalles científicos de este tema, te recomiendo profundizar por ti mismo este y otros fenómenos plantarios actuales, en el libro: “Entra en la mente del planeta tierra”, Bianca Atwel (Editorial Obelisco). Para tener presente, que cualquier fenómeno que experimentamos, como seres vivientes, en nuestras realidades individuales (mente- cuerpo) y colectivas (sistemas sociales), están siempre asociadas al acontecer vibracional y energético del universo. Este descenso supramental, sobre nuestro cuerpo y su campo energético, tiene efectos que ya comenzamos a vislumbrar. Su poder de acción no representa un perfeccionamiento de las aptitudes del cuerpo, ni tampoco es una realidad mejorada en la calidad de los pensamientos. Es más bien, la aparición de diminutas expresiones de armonía y perfección, que se expresan en la realidad mas simple y cotidiana. Es precisamente en la rutina y monotonía de nuestros quehaceres mundanos, donde este cambio de vibración planetaria comienza a abrirse paso y expresarse. En la repetición y mecanización de tantos gestos, conductas y hábitos, aparece una nueva melodía que se deja ver solo a instantes (para el buen observador del sí mismo), produciendo el efecto de pequeños despertares en nuestro ser, sorpresivas conexiones que nos lleva a decir: ¡Ahh… ahora comprendo! Son estados internos que nos ayudan a ver, en un segundo, todo con suma claridad, nos permiten ver la simpleza que hay detrás de los conflictos, disfrutar de una alegre sintonía que nos hace sentir conectados con todo. Son estados que sacan a la mente de su confusión habitual y la sacuden de creencias rígidas y limitantes y nos permiten simplemente respirar, sentir, ser y estar. Nos llevan a darnos cuenta en un segundo, de una simple, pero radical verdad: “Tal ves puedo hacer todo diferente…” Esta es la vibración a la cual como humanidad debemos ingresar, en la simpleza de ese gesto esta la presencia y el efecto, del descenso de esta fuerza supramental.
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Si embargo, al instante siguiente de percibir esta verdad, la dinámica es volver a caer en el adormecimiento, en el olvido, en el mismo cansador parloteo mental, confuso y lleno de prohibiciones. Hasta que llegue otro maravilloso instante de la vida, en donde volvemos a pararnos en seco en medio del caos de nuestra rutina, para decir, ¡Ahh... ! Podríamos decir entonces, que esta fuerza nos lleva inevitablemente a la transición, pero su modo de actuar no es bajo llamativas iluminaciones, o catarsis que reciclan todo el registro de una vida de un solo viaje, no se trata de cambios abruptos y espontáneos o aconteceres apocalípticos. No, la característica principal de esta fuerza supramental, es su simpleza y humildad. No deja rastros luminosos ni despampanantes, si no que habita en la humilde repetición de nuestros actos y en la placida monotonía de nuestras vidas, pero su efecto incluso, es tan implacable, que va penetrando y transformando la infinitesimal realidad de nuestras células. Este acontecer vibracional esta ocurriendo hace muchos años, sobre la superficie de la tierra, en realidad todo lo que ocurre evolutivamente se ha venido formando desde un gran SIEMPRE. Sin embargo, no podemos saber con exactitud cuando “lo nuevo” se manifestará, es decir, cuando se hará visible aquí en la tierra, la totalidad de esta humanidad con cualidades cambiadas en lo físico y lo mental. Solo podemos hacernos valer de nuestra elevada percepción interior, para corroborar con certeza, que algo muy profundo esta cambiando y que ese cambio es realmente necesario. La incógnita cronológica, sobre el momento exacto de manifestación de un cambio evolutivo, se debe a que el patrón de la evolución, no es lineal, sino que espiral. Esto significa, que en cada vuelta de esta larga historia humana, se solapan y manifiestan al mismo tiempo, tanto los viejos mecanismos y patrones, como las nuevos brotes de algo diferente. Desde el homínido, hasta nuestros tiempos, la especie humana sufrió cada cambio corporal y psíquico, bajo el ritmo de esta gran espiral inclusiva. Ella lleva a coexistir durante un tiempo, lo viejo con lo nuevo, el pasado y el futuro, coexistiendo en el presente. Hasta que sin darnos cuenta, sin grandes estruendos, aparecen las nuevas formas y funciones que hoy vemos expresadas, en nuestra naturaleza humana y en todo lo nos rodea. Asique podemos estar seguros de que la evolución sigue ocurriendo instante a instante, como un rio infatigable que sigue su curso desenfrenado. Pero también debemos ser capaces de detectar, cuando la espiral esta a punto de cerrar una vuelta, e iniciar otra, con la aparición de un conjunto de brotes nuevos que están a un paso de florecer. Para muchos es un hecho que somos la afortunada generación (como ha habido otras antes) protagonistas en experimentar; en lo físico, mental y espiritual, una transición que ya ha comenzado. Puede resumirse como un preciso cambio vibracional, producto del descenso de esta fuerza supramental, que nos llevara a salir de la vibración del miedo para entrar en la maravillosa frecuencia del Amor.
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LA CRISIS INDIVIDUAL EN LOS 3 PLANOS DEL SER Como decía, el descenso de esta fuerza supramental, no es un fenómeno llamativo a simple vista, todos hablan de cambio, pero nadie ve que algo realmente contundente pasando. Esta percepción, totalmente “normal”, pero errónea, se debe a que en esta oportunidad de ciclo evolutivo, el cambio antes que social o estructural, es más bien INDIVIDUAL. Es en el interior del ser humano, donde se esta gestando el gran movimiento, para desde allí emerger a la estructura exterior. En el plano personal, muchos están experimentando este cambio a través de la fuerza transformadora que gatillan las crisis y los conflictos. Esta situación, es la que explica porque en la actualidad ha aumentado la vivencia individual de quiebre, ruptura y total hastío interior, sobre todo lo aprendido y mecanizado de nuestra vida, tanto familiar como social. Podemos corroborar, sin demasiado esfuerzo, que el ser global que llamamos humano, se encuentra experimentando una profunda catarsis individual, con aumento en la población de crisis angustiosas o de pánico, confusión mental extrema, y enfermedades físicas que son una somatización de la crisis generalizada del ser. Del mismo modo, en la sociedad como entidad colectiva, se vive un replanteamiento de todo lo establecido en el sistema social, con sus pautas de obligaciones, deberes y conductas establecidas. Crisis en el plano Mental: El primer plano del ser en que se manifiesta a la consciencia individual, este cambio vibratorio, es en la MENTE. En este nivel, el descenso supramental, genera una crisis del pensamiento intensa y radical, donde cada persona se ve en la obligación de revisar su sistema de ideas y creencias, más arraigado, sobre sí misma y el mundo. De lo contrario, los patrones acostumbrados llevan una y otra vez a experiencias de conflicto y sufrimiento, por no ser capaces de recibir y abrirnos a nuevas visones de la realidad, a verdades mas amplias, que implican vibraciones más elevadas. Esta revisión interna, de las propias ideas y creencias, siempre enfrenta a la persona a tener que tomar decisiones y generar cambios. Lo cual sin duda, activa nuestro miedo primordial a lo desconocido. La mayoría de las crisis que podemos evidenciar en el plano mental, se deben a la resistencia interna que oponemos a lo nuevo. En definitiva, asistimos en la actualidad a una especie de reset del pensamiento, que no es posible de detener o evitar, porque sabemos que el cambio ocurrirá igualmente (la evolución no espera), en realidad solo podemos entregarnos y confiar o resistirnos y sufrir. En el plano mental, el cambio no se reduce a un simple flujo renovado de ideas y conceptos, o de pensamientos más bonitos y refinados. Lo que se esta forjando en este reset mental, es la emergencia de una cualidad y función totalmente distinta de la mente como plano vibratorio. En donde va surgiendo progresivamente, en algunas personas, un modo de percibir y manejar la realidad totalmente fuera del ámbito de la palabra y el concepto, es otra cosa...
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Crisis en el plano emocional: El siguiente plano del ser que recibirá el influjo de este descenso supramental, es el ámbito EMOCIONAL. Todas las vibraciones emocionale, están determinadas por la capa mental, esto quiere decir que mi sentir esta determinado por mi pensar. Por esta razón si las ideas se desorganizan y se tornan confusas o incluso negativas, las emociones se vuelven igualmente oscuras, desagradables y absorbentes, manifestándose como miedo, inseguridad, tristeza, desesperanza, culpa, rabia, frustración, aislamiento, soledad, etc. En este sentido, se entiende que la cualidad de los pensamientos, es lo que determina la cualidad y característica de las emociones. Por lo que pensamientos de baja frecuencia, llevan a emociones de baja vibración, como las mencionadas anteriormente. Concretamente en el plano emocional, debemos aprender a construir un puente entre pensamientos y emociones, que nos de la posibilidad real de escuchar y considerar, tanto lo que pienso, como lo que siento, en todas las situaciones que vivimos. Crisis en el plano corporal Finalmente, siguiendo una escala de efecto vibratorio descendente. Podemos decir, que el ingreso de fuerza supramental que la mente no asimila, pasa a las emociones, y lo que ellas no logran canalizar, expresar, o armonizar de ese excedente de energía, pasa directamente al cuerpo. Por lo tanto, cuando los pensamientos se rigidizan y se resisten al cambio vibratorio que nuestro verdadero ser nos exige, esta resistencia se manifiesta en emociones discordantes, asociadas principalmente al MIEDO (emoción primordial que late en la vida). Si estas emociones negativas de baja vibración, se prolongan en el tiempo, acabaran expresándose tarde o temprano en el cuerpo, como síntoma o señal, que busca canalización y equilibrio para el ser completo. En este sentido, el cuerpo es el ultimo eslabón de resolución de la energía. Solo nuestro cuerpo, es capaz de evidenciarnos con signos concretos y de un modo absoluto, lo que es necesario de resolver y asimilar en nuestro interior. Vamos a introducirnos con mayor profundidad, en la consideración del cuerpo, porque si bien la mente y las emociones, tienen la primera palabra en este cambio vibratorio. El cuerpo, es el verdadero contenedor de todas las energías y solo un conocimiento de sus cualidades como materia viva, nos permitirán, manifestar el cambio aquí en la tierra.
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LA LLAVE MAESTRA QUE HABITA EN EL CUERPO El cuerpo, representa el ultimo escenario en donde se manifiesta el descenso de la energía supramental. Es el lugar donde se librará la batalla final del cambio vibracional y de consciencia, para la manifestación de otra humanidad en la tierra. Por este motivo, se plantea que todo lo que no se logre armonizar en la mente o en las emociones, deberá ser trabajado en el terreno material y solido del cuerpo, porque es finalmente en las células, donde se expresara, terrenalmente esta transmutación. “El ser humano no esta acabado, el ser humano es un ser de transición…” (Sri Aurobindo). Esta frase, que ha sido el hilo central de esta exposición, nos muestra en definitiva que el hombre tal y como lo vemos, no esta en su estado final, sino que esta EVOLUCIONANDO. Lo cual implica, que todo el sentido que hay detrás de los efectos en los movimientos y cambios vibratorios, en el ser humano, radica en materializar y expresar aquí en la tierra, una realidad concreta y diferente, de cualidades humanas cada vez más perfectas. Por lo tanto, si este cambio de consciencia no se materializa en el cuerpo y en sus células, si no se produce también en la materia, de nada nos sirven las altas cumbres de ansiada iluminación espiritual. Porque, en realidad, si la materia no se transforma, nada cambia para la experiencia terrenal de dolor y sufrimiento, del ser humano, estos seguirán siendo los emperadores de la vida y los maestros de la consciencia. Es en el cuerpo donde habita el dolor de la humanidad y es en el cuerpo donde se debe finalmente transformar y manifestar, otro tipo de vibración más elevada, asociada al amor, como vehículo de crecimiento. Retomando la idea de que esta fuerza supramental desciende y afecta a la mente, a las emociones y luego al cuerpo. Podemos decir que la expresión material de toda resistencia a abrirse al necesario cambio de vibración, para transformar el ser interno, son los síntomas y las enfermedades físicas. El cuerpo materializa todas las energías de la mente y las emociones, que no han sido asimiladas por la persona, y la presencia de síntomas son la ultima oportunidad para volver al equilibrio, en realidad son un mecanismo de protección para el sistema humano. Si los síntomas no son escuchados, entonces aparecen las enfermedades crónicas, ellas obligan a la persona a tratar permanentemente con ese dolor emocional y ese conflicto mental no resuelto (cambio vibracional), porque el dolor físico, la molestia intensa, es lo que lleva o arrastra al ser humano a transformarlo todo, con tal de aplacarlo. Solo la prueba del dolor que el cuerpo nos impone, lleva a las personas a escucharse, atenderse, a aceptarse, para llegar finalmente a la única sanación real. El amor a la propia existencia, el amor al propio ser tal y como es. La vida esta hecha para la alegría y el bienestar, no para el dolor y el sufrimiento y muchas veces a porrazos debemos aprender esto.
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LA ALQUIMIA ENERGETICA DEL CUERPO En el cuerpo humano ocurre el más sorprendente milagro de la naturaleza. Se trata del encuentro entre materia y energía, entre lo inmóvil y el movimiento. Cada partícula de átomos y moléculas, que se reúnen para conformar las células, representan una danza amatoria entre estas dos fuerzas. En este encuentro se produce la transmutación de todas las energías que circulan en el universo. En este escenario, el ser humano es como un centro de recepción energética muy potente, que contiene dentro de sí las vibraciones de todos los elementos físicos de la naturaleza (tierra, agua, fuego, aire, éter) y también de los elementos más sutiles que componen la realidad (energías de variada frecuencia vibracional). Cada una de estos elementos palpita, fluye y alimenta el cuerpo humano y en resumidas cuentas, son los que permiten su materialización como tal (el átomo es cualidad vibratoria y energética). Por lo tanto, podemos asegurar, que lo que ocurra en el cuerpo en términos de síntomas y desequilibrios, tiene su antecedente en el plano vibratorio de cada uno de estos elementos. Que por su parte están en sintonía con el resto del planeta, como ser vivo global y con el cosmos como ser vivo Universal. Este fenómeno, permite a los seres humanos, tener la privilegiada oportunidad de encontrar en sí mismos, las claves de salud cuando estos elementos están en equilibrio, o enfermedad cuando han perdido su orden natural. Lo cual se traduce, en aprender a vivir según las pautas de armonía del todo, o transgredir este principio básico y padecer las consecuencias, con desperfectos en el plano material, es decir, el cuerpo. Todo se resume en que logremos captar la chispa divina, que se produce en el instante de encuentro entre la materia y la energía, o lo que es igual, entre la materia y la consciencia. En ese instante fugaz, pero eterno, radica la única y poderosa clave que tenemos para cambiar, como verdaderos alquimistas, la información que estamos dejando entrar en nuestras células y órganos físicos. Ellos asumen esa información, como directriz única, programando la vida para el bienestar o el sufrimiento. Cada señal dolorosa que manifiesta el cuerpo, es el recorrido final de una energía de vibración baja con la que hemos sintonizado, (es energía baja, porque no esta en sintonía con la fuente primordial de Amor). Sintonizamos con ella primero a nivel de los pensamientos y luego a través de la emoción. Cuando esta baja vibración, se ha mantenido un tiempo continuo en torno al espacio vital de la persona, cada uno de los elementos físicos o sutiles que anteceden y sostienen la materia, se desequilibra, en cantidad, cualidad y función. Esto se traduce por ejemplo, en un exceso de fuego en el estomago, para las emociones que se traducen en rabia, o dolores de cabeza, cuando se ha alterado el elemento aire, generando pensamientos obsesivos, o desordenes en las funciones sexuales, cuando el elemento tierra se ha perturbado, por un sentimiento de no pertenecer o no estar enraizado. La alquimia que el ser humano es capaz de producir, consiste en reconocer los cambios de vibración que producen en su interior, las situaciones que enfrenta en su realidad exterior, (conflictos, relaciones, pasado, etc.)
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Aprender a reconocer cuando algo ha afectado, su espacio intimo e interno, para poder intervenir en ese instante, activando su potencial vibratorio que emite frecuencias más elevadas, como los son: la confianza, el perdón, aceptación, amor. Para realizar este acto de alquimia interior, es imprescindible, aprender a conocer el lenguaje vibratorio de nuestro cuerpo. Escuchar primero como habla en sus necesidades básicas, por ejemplo cuando tiene hambre, sueño, cansancio, tensión, miedo, nervios, excitación, etc. Para aprender a reconocer luego, sus vivencias más complejas, que le hacen vivir situaciones muchas veces repetitivas y molestas como: sensación de abandono, falta de cariño, desprotección, etc. El cuerpo habla todo el tiempo, todo el día, y muy pocos se dedican a escuchar y atender sus señales. Muchas veces, cuando esto ocurre, el cuerpo debe hablar aun mas fuerte, con síntomas mas radicales, que lleven a la persona a escucharlo. Te propongo para iniciar este dialogo, con este gran maestro, llamado cuerpo, que comiences simplemente, por percibir en diferentes instantes del día tu propia respiración. Solo con este gesto inmediato, ya estarás despertando al mágico encuentro entre energía y materia. Debemos recordar, que la respiración transporta prana, es decir, energía. Y en el momento en que entra a nuestro cuerpo, ya se inicia el dialogo entre esa energía, que transporta a nuestra consciencia, a las diminutas células de nuestro cuerpo, que es materia. Por eso la consciencia en nuestra respiración, es un primer paso para cambiar la información que le damos al cuerpo. Y también, a través de esta respiración consciente, silenciamos nuestra mente para oír los susurros y mensajes que nos envía el cuerpo, a través de palpitaciones, fluidos, corrientes eléctricas, temblores, temperatura, etc. Su lenguaje es la más tierna y dulce melodía que nos transporta a los orígenes del universo, sin la palabra, sin el concepto, solo simple y humilde vibración.
Carolina León Psicóloga- Terapia integral. Instructora de Yoga. Dirección AQUARIA (E.I.T)
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ENTREVISTA:
Francisca Barahona: “El arte de incluir las energías sutiles en el tratamiento del cuerpo”.
Nuestra entrevistada para este primer numero, fue escogida por la revista, por su implicación y participación activa, en generar dentro de su quehacer y en la pequeña localidad de Matanzas, un cambio de consciencia comprometido y renovado, que se traduce en una visión más unitaria del ser humano y la realidad. Francisca Barahona, tiene formación de kinesióloga, estudios en medicina china, nutrición y actualmente indaga en las técnicas energéticas de sanación. Ejerce su oficio desde el año 2011. Comienza en el área del deporte y la traumatología, para luego derivar en la hidroterapia. En el año 2013, comienza a trabajar como kinesióloga en el Hotel “Surazo”, (Matanzas- Chile), con una práctica que le permite combinar y aprender de la experiencia con huéspedes del hotel (enfocado más a sesiones de masaje) y con pacientes en tratamiento, en el ámbito más clínico y terapéutico. La creciente necesidad de expandirse y salir del cerrado sistema de la ciudad, la lleva en el año 2015 a dejar definitivamente Santiago, e instalarse con su consulta propia, en Matanzas. A partir de entonces, comienza a dirigir su quehacer, de un modo más integral y acorde con la visión que desarrolla del cuerpo, el ser humano y el planeta.
¿Cómo fue tu formación en kinesiología? El comienzo de mi formación como terapeuta, comenzó desde lo racional y científico, lo que no deja de fascinarme. Las bases del cuerpo y movimiento que me ha entregado la profesión de Kinesióloga, siempre será un pilar fundamental en el abordaje y mi visión con respecto a la Salud. Hoy, sin embargo, veo que en el cuerpo encontramos esas dolencias que enmascaran realmente asuntos del alma y donde al mismo tiempo se encuentra el potencial para conectar y sanar… Es por esto, que cada día, decido expandirme hacía una terapia Corporal Holística, integrando también el cuerpo vital-energético y emocional. Mediante el trabajo de la Kinesiología, Masoterapia, Educación Nutricional, manejo de la energía y la Medicina China (Acupuntura y masaje Tuina), busco activar procesos de curación en las personas, a la vez que les muestro la importancia de hacer de estos pequeños pero poderosos rituales, partes de nuestras vidas, tanto de autocuidado como de amor propio.
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¿Cómo ejerces actualmente esta profesión? Trato de abordar el cuerpo de la forma más integral y personalizada posible. Es muy importante indagar un poco más allá en la salud general y hábitos de las persona. Creo que ese momento es muy importante para educar y ayudar a los pacientes a conocer su cuerpo y entender porque pueden estar cursando ciertos síntomas y malestares. Se trata de ir tomando profunda consciencia de nosotros mismos. La Kinesiología me ha permitido enfocar la sanación principalmente en el cuerpo físico, más específicamente en el sistema músculo-esquelético, último eslabón donde se pueden manifestar los desequilibrios de los cuerpos más sutiles. Es realmente a través de este que podemos comenzar a sentir y ajustarnos según nuestras necesidades y habilidades. Cada persona es distinta e involucra un mundo de posibilidades, pero a grandes rasgos, la intensión apunta a liberar tensiones y cicatrices energéticas que pueden quedar alojadas en nuestros tejidos blandos, luego de ciertos periodos emocionales o traumas físicos, logrando romper círculos de estrés. Para esto, debemos volver a lograr que la energía y la sangre circulen por el cuerpo de manera uniforme y equilibrada. Es por esto que paralelamente debo trabajar con la Energía Vital del cuerpo, neutralizando de alguna manera los efectos que provocan los actuales contextos de vida. Técnicas como los masajes, la acupuntura y el traspaso energético a través de las manos son principales en la sesión. Sin dejar de lado estiramientos y ejercicios de yoga, además del desarrollo de consciencia postural-corporal, la relajación y la respiración.
¿Cuál es tu visión del cuerpo humano y la salud? El cuerpo humano es una manifestación más de la consciencia perfecta, y está muy lejos de tener un funcionamiento mecánico, como se le ha tratado en la medicina occidental bajo las bases netamente científicas. Las funciones corporales no solo pueden explicarse por la existencia de la materia, dependen de un tipo de información muy elevada y universal, cuyo punto de partida es la consciencia. Cuando por medio de esta, comenzamos a ver más allá, y realmente vamos entendiendo como se desenvuelve este Ser multidimensional, podemos empezar a hablar de Salud. Cuando las funciones de nuestros cuerpos mental, energético y físico, se desarrollan en armonía obtenemos el equilibrio que trae la salud. La búsqueda de este equilibrio es uno de los caminos más exitosos y profundos que podemos realizar, este nos empuja a activar el proceso de Autosanación y la magia de nuestras facultades. Enfermedad y salud son “Estados”, realmente el cuerpo nunca está sano o enfermo, solo se manifiestan informaciones y desequilibrios de la mente. La pérdida de armonía se produce en el plano que conecta mente-cuerpo; la consciencia. El cuerpo solo nos muestra, porque es vehículo de la manifestación o realización de todos los procesos y cambios que se producen en la consciencia. El cuerpo humano y sus emociones (manifestaciones de nuestros pensamientos en el cuerpo) nos abren la posibilidad de conectarnos con la vida y con nuestros estados internos, el cuerpo nos permite habitar aquí y ahora.
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Desde tú perspectiva, ¿Qué es el Cuerpo energético? Podríamos decir que el cuerpo energético es lo que está detrás del cuerpo físico. Es decir, es una especie de molde por donde circula el Qi o el Prana, la energía vital que finalmente se traduce en el funcionamiento de los órganos y glándulas del cuerpo. A esto también le llamamos el cuerpo vital, (esquema de funciones biológicas). La energía se mueve y recorre el cuerpo de la misma manera que lo hace la sangre. El cuerpo energético se puede afectar, agrandar, disminuir, desequilibrar y también resplandecer, es dinámico en su profundidad y muy estable a la vez. Guarda información que responde a patrones cósmicos que permiten la vida y está fuertemente conectado con la inteligencia universal. Su cuidado depende, en gran parte de nosotros mismos, para sanar hace falta vitalidad, energía vital. El mantenimiento de la integridad del yo y el conocimiento de uno mismo, así como la supervivencia son moldes que también se encuentran en este cuerpo. Al entrar en la evolución de la consciencia, el cuerpo energético nos permitirá llegar a un gran entendimiento y conexión con el espíritu. Este cuerpo se siente, no se piensa y es la consciencia la que crea el programa, que es universal. Para comenzar a conectar con este cuerpo, debemos lograr estabilidad. Con esto me refiero, a aceptar y entender que somos seres terrestres y que debemos enraizar nuestra energía siempre con la de la Tierra. En ella están todos los elementos que nos dan vida y energía, todo se mueve dentro de este gran ecosistema. Es sentir que “pertenecemos”.
Desde tu quehacer como kinesióloga, ¿De que manera intentas introducir cambios? En el caso de mi quehacer apunto a aliviar ese síntoma que ya se encuentra instaurado en el cuerpo físico, esto a través de la aplicación de estímulos corporales de leve a mediana intensidad para activar mecanismos de autosanación en el cuerpo. Algo que siempre intento hacer notar a mis pacientes, es que comprendan, que contamos con la sabiduría necesaria para sanar, el desafío está en enfrentar estas alarmas primero desde la aceptación, como parte de un momento sagrado para cambiar. Y luego hacerse cargo del problema, entendiendo que nuestro cuerpo es el santuario que nos permite expresarnos y crear. En este proceso es importante comenzar a buscar ayuda con cosas que te hagan sentido, por ejemplo un proceso terapéutico, un guía o algo que te entregue herramientas para comenzar a mejorar. Hoy en día creo que una de las cosas más importantes es poder repasar nuestros estilos de vida, hábitos y aun más importante, nuestra higiene mental, estos son temas que abordamos para ir sanando.
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¿Qué significado le asignas a las diferentes problemáticas físicas, que debes tratar? El cuerpo nunca está enfermo, el que se enferma es el “ser humano”, por más que el estado de enfermedad se manifieste en el cuerpo como síntoma. El síntoma puede expresarse a nivel físico o psíquico. Estos no son más que señales que atraen nuestra atención y energía, para incentivarnos a actuar. Muchos creen que esta interrupción viene de fuera, situándolos en un condición de lucha con el síntoma. Debemos apartar la mirada del síntoma e ir más bien a la causa, ir hacia el interior, hacia zonas más profundas. Nos cuesta mucho aceptar estos cambios como situaciones de profundos y maravillosos cambios. Los significados pueden ser variados, lo importante es ir construyendo con la persona hábitos de autobservación y aumento de su consciencia corporal para que pueda ir descifrando y asociando sus propios estados y manifestaciones. Intento no descuidar el hecho de que es un Individuo el que está enfermo.
¿En que consiste para ti, el llamado “Cambio de consciencia” que como seres humanos, estamos atravesando? Estamos en transición sin lugar a dudas. Personalmente me enfrento cada día a este gran cambio vibracional. Lo siento, lo veo y lo comparto con un creciente número de personas a mi alrededor. Hemos entrado a la nueva Era de Acuario, esto principalmente marca la caída de viejas estructuras que hasta hoy nos han regido y muchas veces limitado. Ahora el tópico serán los fuertes movimientos expansivos en la tierra y nuestros corazones, donde como seres humanos debemos alcanzar la EVOLUCION de la CONSCIENCIA. Nuestras facultades como seres infinitos, con alto grado de presencia consciente, nos permitirán entender que los límites estaban en nuestra mente y que tenemos la capacidad de lograr una gran conexión con el SER y la Existencia. Nuestras vibraciones cambiarán si así lo elegimos, ya que hay mucha información y energías dispuestas para esto, el avance es vertiginoso. Es un momento para sanar y lograr profundos entendimientos, además de liberarnos del sufrimiento que traemos, por estar siempre buscando nuestra identidad en lo “externo”. El exterior consta de miles de variables que nunca se mantienen estables, solo en la profundidad de nuestro interior podremos encontrar esa paz, pero para esto debemos evolucionar y soltar viejos condicionamientos. Sin duda, estamos en el punto de quiebre, y como habitantes de la tierra escogimos este gran momento para comenzar a manifestar nuestro infinito amor, tenemos la oportunidad y responsabilidad de pulsar todos juntos en este cambio de paradigmas. Dentro de todo este cambio, vemos que una sorprendente fuerza comienza a teñir todo este proceso, me refiero a la mujer, su claridad y manejo espiritual está partiendo por sanar lo Femenino, que sin duda, hasta ahora estaba muy dañado. Ya vemos como esto ha traído graves problemas a nosotros y a nuestra Madre Tierra. Los humanos debemos volver a hilar y a unirnos en un colectivo amoroso, donde la mujer ya está manifestando su energía de transmutadora, apartando la separación y el egoísmo.
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La UNIDAD es otro de los puntos centrales ahora, comenzaremos a entender la potencia de unir vibraciones, intenciones y propósitos, siempre con el objetivo de ayudarnos, compartir y sanar nuestras relaciones. Cambiaremos la noción de muchos conceptos con respecto al real significado de estar cursando una vida, volveremos a los ritos y a la comunicación sincera y verdadera. En esta nueva Era prima la Transparencia. Este proceso no será difícil si aprendemos a fluir y realmente a mirar a través de los ojos del corazón, confiemos que algo nos está moviendo, solo hay que entregarse y soltar los fuertes apegos. Dejemos de sentirnos carentes y separados, aferrémonos desde el amor incondicional a la vida. Quiero compartir con ustedes unas preguntas muy simples, pero útiles para comenzar a acceder al real potencial que trae consigo este aprendizaje terrestre: ¿Cuan conectado te sientes realmente con la vida? Y ¿como puedes comenzar a sentir esa energía vital que inunda cada rincón de tu cuerpo? ¿ te encuentras presente como para dar paso a la transformación y autoconocimiento, o estás obnubilado por el futuro o el pasado?
¿Crees que el cuerpo también esta este cambio de consciencia? ¿De que manera?
involucrado
en
Claro, sin lugar a dudas este cambio evolutivo nos está comenzando a afectar. La consciencia viene primero, es el fundamento de todo ser, todo lo demás, incluida la materia, es una posibilidad de la consciencia. Y la consciencia elige o elegimos, dentro de un mundo de posibilidades, todos los acontecimientos que experimentamos. Según mi opinión uno de los cambios más importantes de este gran movimiento vibracional, es que nos está permitiendo ser testigos de nosotros mismos. Creo que el mayor cambio se dará a nivel mental, iremos dejando de lado contenidos y patrones obsoletos que habitan en nuestras mentes. Poco a poco nos dejaremos de identificar con nuestros pensamientos. La mente es solo una parte de la totalidad de la consciencia. Seguramente al dejar de identificarnos con los condicionamientos y acceder a estos nuevos estados más sutiles, nuestras herramientas cambiarán, también nuestro foco y la manera de materializar nuestra realidad. Creo que los cambios se darán a nivel del SER, donde el cuerpo es clave para conectarnos con las verdades que dan vida, con esa fuente que está detrás de todo. Este acceso podría generar un perfeccionamiento cada vez mas acabado del ser humano. Sin duda seguiremos avanzando cada día en la evolución de todo lo que nos conforma y, como no, del mismo cuerpo con sus funciones biológicas y energéticas. Estos cambios corporales y psíquicos ya se están extendiendo a nivel de las relaciones energéticas entre las persona, objetos y variadas situaciones que experimentamos. Pienso que nuestros moldes irán afinando los cuerpo morfogenéticos y niveles de intuiciones, entre otros, llegando a tener incluso la opción de la información supramental, que se menciona en este numero. Poco a poco nos comenzaremos a inundar de vida y consciencia, lo que seguramente nos permitirá prosperar con mejores estados de salud y herramientas espirituales, que se manifestarán en patrones constructivos y no autodestructivos como llevamos hoy en día.
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¿Qué consejos prácticos podrías darnos, a la hora de atender y cuidar tanto nuestro cuerpo físico, como energético? Una de las primeras cosas que debemos comenzar a observar e incrementar es nuestra inteligencia emocional y dejar la inteligencia mental para fines más prácticos y cotidianos. La mente rápidamente nos lleva a autosabotearnos. Dentro de la inteligencia emocional debemos; conocernos a nosotros mismos y aceptar nuestra naturaleza emocional, gestionar las emociones, ser empáticos y sanar nuestras relaciones. Todo esto, lo logramos con el adiestramiento de la toma de consciencia y siendo testigos de nosotros mismos, nuestros pensamientos y acciones. Sí además de esto somos capaces de Sentir y Conectar con el cuerpo vital, podremos acceder a su transformación sin lugar a dudas. Esto nos dará PRESENCIA, acompañado de una gran paz interior. Recomiendo la meditación, como la instancia para conectar con el cuerpo y observar la manera en que maquina la mente, solo practique aquietando su cuerpo y sintiéndolo, mientras observa su estado general y el ruido mental. Sea el que conoce de sí mismo, el testigo. Y nunca desconecte con su Respiración, esta le permite gestionar muchas funciones corporales, además de la atención en el presente. Cada día se puede ir avanzando en esta práctica, para finalizar llevándola durante la rutina cotidiana. Esto ya se transforma en un Estado, estado de presencia. Finalmente creo que estamos acá para experimentar la Unicidad y la Totalidad de la existencia. No debemos esperar más para comenzar a sentirlo! FRANCISCA BARAHONA Kinesióloga, Matanzas- Chile.
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Agradecimientos: Quiero agradecer a todos los que apoyaron y alentaron el lanzamiento de este primer Numero: - Alfredo Atucha, por creer desde el principio en este proyecto y apoyarme con tus intuitivos dibujos. - Francisca Barahona, por el entusiasmo en esta publicación y tu compromiso con el cambio. - Santi, por el apoyo incondicional en cada paso de mi vida y tu amor sincero a la expresión de mi ser… - Alicia, por la oportunidad que me das de conocer lo divino y lo sagrado. CONTACTO:
AQUARIA es un espacio dedicado a la investigación y desarrollo, de herramientas terapéuticas, de uso practico, para los diferentes conflictos psicológicos y anímicos que la persona pueda estar atravesando, en esta época de cambios vibratorios. Para cualquier información sobre los temas tratados en este numero, puedes escribir a: aquariaterapias@gmail.com o llamar al: (+56) 9 92766484
GRACIAS
¡¡Saludo a la divinidad
que hay en ti!!
16 AGOSTO 2016 Matanzas, Chile.
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