LA BANDA MUNICIPAL, SU HISTORIA Y SU MUSICA Archivo Metropolitano de Historia
Por: Hugo González
Un poco de historia sobre las bandas militares y las bandas de pueblo Después de la Batalla de Pichincha (24 de mayo de 1822), la música militar se hizo más frecuente en las ciudades, gracias a la presencia de los diversos batallones del ejército libertador. Con las bandas aparece también la famosa “retreta”, la misma que consistía en una función de música al aire libre realizada por bandas militares en las principales plazas de las ciudades. Así mismo, según cuentan los relatos de viajeros en el siglo XIX, todos los actos seculares y religiosos de la ciudad eran acompañados con la música de las bandas militares. Según las narraciones del diplomático norteamericano, Friedrich Hassaurek, citado por Miriam Navas, “a finales del siglo XIX la banda ya era parte de nuestra cultura, animaba las corridas de toros, los bailes de máscaras que se realizaban por época de inocentes entre Navidad y Año Nuevo”.1
Corrida de toros y en el graderío una banda de música militar y algunos indígenas, hacia 1914. Fuente: Archivo Fotográfico del Ministerio de Cultura y Patrimonio. 1 Miriam Navas, El alma de la fiesta. Bandas de pueblo en Quito, Quito: Fundación Museos de la Ciudad, 2011, p. 19.
Es a inicios del siglo XX, como lo relata Manuel Espinosa Apolo, que la denominación “banda de pueblo” se empezó a aplicar a las agrupaciones musicales pueblerinas que tratando de imitar a las bandas militares de los regimientos urbanos habían incorporado algunos de sus instrumentos de bronce. Es decir las bandas de pueblo se forman con los instrumentos desgastados y desechados por las bandas militares, pero también con la disolución de los integrantes de estas. Esto se confirma con un documento de archivo de 1933, en donde el Sr. Rafael A. Sojos, ex director de Bandas en el Ejército, se dirige al Presidente del Ilustre Municipio Cantonal para solicitarle sea tomado en cuenta su nombre como posible Director de la Banda Municipal, la misma que se hallaba vacante. “Con el largo tiempo de diez años, dedicados al cultivo del Arte Musical, especialmente en organización i dirección de Bandas Civiles i Militares, he adquirido la necesaria i concienzuda práctica profesional en este ramo”2, decía el comunicado. La prensa se constituyó en uno de los instrumentos para difundir las diversas actividades que cumplían estas bandas. Por ejemplo, eran muy requeridos para participar en los actos religiosos, acompañaban en las frecuentes procesiones que se realizaban en honor a los santos y vírgenes o la tradicional procesión de Corpus Cristi. Así lo citaban, “Durante la procesión en honor a la Virgen de Pompeya, la concurrencia fue numerosísima, la banda de los alumnos de los talleres salesianos acompañaba al canto del Ave María y una banda militar cerraba la procesión”. 3 Además de las retretas, las bandas militares animaban a los pobladores formando parte de las fiestas paganas. En los primeros días de 1916, una nota de prensa recogía cómo se desarrolló la fiesta de fin de año, en la que a las doce de la noche del 31 de diciembre las bandas del ejército y los cañonazos anunciaban la llegada del nuevo año.4
2 Libro de Comunicaciones dirigidas al Presidente del Concejo, año 1933, tomo II, folio 382. Archivo Histórico Metropolitano. 3 El Ecuatoriano, Año 1, Nº 194, lunes 15 de mayo de 1911, p. 3. 4 El Día, Año III, Nº 751, domingo 2 de enero de 1916, p. 2.
Minga en el Barrio Obrero, organizado por Isidro Ayora, acompañada de una banda hacia 1931. Fuente: Archivo Histórico del Ministerio de Cultura y Patrimonio.
La Banda Municipal de Quito Según algunas investigaciones esta banda fue fundada el 11 de julio de 1933. Los músicos provenían de las diferentes bandas militares que se habían desorganizado después de la Guerra de los Cuatro Días, que la ciudad capital vivió a finales de agosto de 1932. Como decíamos anteriormente las bandas militares en aquella época formaban parte de los diferentes actos de la ciudad, su presencia contribuyó al desarrollo de la música popular. Entre los batallones que contribuyeron a la constitución de la Banda Municipal, estuvieron, el regimiento Bolívar y los batallones Constitución y Manabí, así como de la Banda de la Policía Nacional. En sus inicios contó con el respaldo importante de “la Banda del Gremio de Albañiles de Quito, de la Banda de la población de Guápulo, del Conservatorio Nacional de Música y de algunas otras entidades que proporcionaron los instrumentos musicales necesarios, el local y demás implementos indispensables para su normal funcionamiento”.5 Otro de los documentos de 1933 y que se conserva en el Archivo Metropolitano de Historia, permite ver que la Comisión de Instrucción Pública proponía el nombre del 5 Pablo Guerrero G., Enciclopedia de la Música Ecuatoriana, Tomo I, 2001, p. 300.
señor Clarence Jones, ciudadano americano residente en la ciudad, para ocupar el puesto de Director de la Banda Municipal por ese año. El mencionado caballero, según dice el documento, “tiene el mérito especial de haber formado y dirigido con gran éxito bandas musicales en Estados Unidos y de haberse especializado en este ramo. De manera que su labor en esta materia será muy eficiente y promete desarrollar el funcionamiento de la banda municipal dentro de un ambiente de verdadero arte…”6 Los acontecimientos políticos de aquella época, influyeron para que la vida de los quiteños se polarice, la institucionalidad del Estado entra en crisis y existe una pérdida de su legitimidad, entre estas se encontraba la misma institución militar. La crisis se extendió a las bandas militares, las mismas que quedaron desmanteladas por la salida de sus miembros. Es así como, la Banda Municipal surge para cubrir esos vacíos, constituyéndose en sus inicios con 50 músicos entre ex-militares y policías. Pero a la vez, la Banda cumple un papel fundamental en ese momento, que fue el de aportar a la consolidación de la sociedad quiteña, convirtiéndose en un soporte de la identidad de los capitalinos.7 Un ejemplo de esto podemos apreciarlo cuando, la Banda Municipal forma parte de las Fiestas de Quito, poniendo un sello de quiteñidad en los diferentes actos en los que participa y entona su tradicional tema “El Chulla Quiteño”.
La Banda Municipal en las escalinatas de La Catedral, en 1953. 6 Libro de Comunicaciones dirigidas al Presidente del Concejo, año 1933, tomo II, folio 380. Archivo Histórico Metropolitano. 7 Edison León, quitovivetupatrimonio.blospot.com.
Fuente: Fotografías de Luis Pacheco, Quito Los Cincuenta, 2008, p. 84.
Según Miriam Navas, desde sus inicios la banda tuvo una buena acogida en la población, de ahí que sus presentaciones públicas eran bien esperadas por la comunidad quiteña. El conocido compositor Francisco Salgado fue uno de sus primeros directores, también estuvo Clarence Jones, quien disputó ese puesto con Rafael Sojos en 1933 como lo relatamos anteriormente. Luego estuvieron en su dirección, Carlos E. Ramírez (1933-1950), Néstor Cueva (1951-1952), José I. Rivadeneira (1952-1955), nuevamente Ramírez (1955-1962), Ernesto Rivadeneira U. (1962-1966), Gerardo Obando (19661967), Daniel Hidalgo (1967-1970), Luis Villarroel, Ernesto Rivadeneira.8 La Banda Municipal a lo largo de sus años supo sintetizar muchas de las expresiones musicales ecuatorianas, como yaravíes, albazos, pasacalles y en menor medida los pasillos. En los actuales momentos, la banda es conocida a nivel nacional, no solo por su música, sino también por sus integrantes que representan a diferentes ciudades del país, todos ellos con un criterio de identidad a partir de la música. La presencia femenina y de jóvenes músicos le han sabido dar nuevos aires y sonoridades.
Noviembre, 2014
8 Guerrero, Enciclopedia de la…, p. 300.