Revista de memoria no 8 y 9

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N o . 8/9 junio - noviembre de 2014 I www.archivobogota.gov.co



CONTENIDO

2 Editorial. A cuarenta años de la revista Alternativa Gustavo Adolfo Ramírez Ariza

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Judíos y barrios obreros en Bogotá Enrique Martínez-Ruiz

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Cafés de la ciudad Gina Zanella Adarme

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Bogotá kill the radio star Alfredo Barón Leal

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La primera fábrica de papel en Bogotá Andrés Olivos Lombana

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Las juntas de manumisión en Bogotá en tiempos de la naciente república Roger Pita Rico

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Escritoras y periodistas colombianas en el siglo XiX Carlos Vidales

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Fondo Secretaría Distrital de Salud Patricia Pecha Quimbay

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“No han visto el mar mis ojos” Bernardo Vasco Bustos

76

Coleccionismo. El mundo en objetos Ángela Ovalle Bautista

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Memoria comunitaria, a resguardo Nelson Ronderos González

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Certificación de documentos electrónicos. ¿Qué es?, ¿Cómo se aplica? Leonardo Guzmán

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Consideraciones previas a la intervención y organización FDA, especialmente en las entidades del Distrito Capital de Bogotá César Augusto Russi

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INFORME ESPECIAL

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Ver con otros ojos: Alternativa, principios editoriales

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Secciones Alternativa

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Gabriel García Márquez y el periodismo político

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Conversatorio historia revista Alternativa 2014. ¡Bienvenidos!

Revista

Alternativa. 40 años

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Libros de la memoria Orlando Fénix

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Eventos

INSERTO AYER Y HOY 1885 Antiguo Camellón de las Nieves . 2015 Iglesia de las Nieves

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EDITORIAL

Gustavo Adolfo Ramírez Ariza Director Archivo de Bogotá

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esde los primeros libelos de Nariño hasta las páginas de opinión de los grandes diarios actuales, el grueso de la prensa nacional ha estado estrechamente vinculado a los intereses de las élites gobernantes. Durante todo el siglo XIX, y bien entrado el XX, el periodismo fue un arma de acción política: no se informaba para informar sino para persuadir, y no se informaba para pacificar sino para guerrear.

En 1974, el histórico bipartidismo periodístico, tan cercano siempre a la propaganda, se puso a prueba con la aparición de una revista que pintaba ser una más en el ámbito de la prensa de izquierda, pero que devino en la más importante publicación colombiana de carácter independiente. Si bien en torno a la revista Alternativa se movieron mamertos prosoviéticos, vehementes maoístas y hasta troskos y anarkos de diversas líneas, sin dejar de lado a los amigos de los fierros –como dijera uno de sus fundadores– esta puso a la vista de sus lectores, en sus diversas secciones y páginas, las profundas contradicciones sociales de un país que parecía no haber emergido del


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N o . 8/9 junio

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noviembre de

2014 I

w w w . a r c h i v o b o g o ta . g o v . c o

Alternativa con sus 257 números, editados hasta abril de 1980, aún representa un acicate a la memoria y a la reflexión por el espíritu agudo, crítico y seductor que la caracterizó (...) letargo colonial, con un lenguaje simple y profundo a la vez, muy lejos del panfleto contestatario de la prensa disidente de entonces. A cuarenta años de su fundación, la revista sigue siendo un referente ineludible del periodismo colombiano. La rigurosidad de sus fuentes, su diseño gráfico y visual, así como la calidad intelectual de quienes escribieron en ella, le siguen dando merecido renombre. El Archivo de Bogotá, con la exposición “Atreverse a pensar es empezar a luchar”, Alternativa, 40 años, y la entrega en este número de De memoria de un informe central sobre este hito de la comunicación social en nuestro país, propone una reflexión sobre el derecho a disentir y a pensar distinto. Y a decirlo en voz alta. Conmemoramos así el esfuerzo encomiable de un nutrido grupo de personas por crear nuevos espacios para la formación de un pensamiento crítico y moderno en medio de una sociedad cerrada y reacia a nuevas alternativas de cualquier género. Diríamos que coraje, un compromiso político de izquierda, cierta frescura periodística y una buena dosis de humor se sumaron en esta historia; y es que Alternativa con sus 257 números, editados hasta abril de 1980, aún representa un acicate a la memoria y a la reflexión por el espíritu agudo, crítico y seductor que la caracterizó, elementos hoy ausentes en la mayoría de los medios de comunicación de Colombia. Para infortunio de una sociedad que merece información más plural, más analítica

PORTADA: Pila en la Plazoleta de Bavaria, hoy plazoleta de San Martín. Bavaria, comienzos del siglo XX. FOTO Tomada de: Por la calle 32: historia de un barrio. MartHa Cecilia Torres Mora. Alcaldía Mayor de Bogotá, 1992, p. 72.

ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ D.C. Gustavo Petro Urrego Alcalde Mayor de Bogotá D.C. Martha Lucía Zamora Ávila SecretariA General Gustavo Adolfo Ramírez Ariza Director Archivo de Bogotá Gloria Mercedes Vargas-Tisnés SUBDIRECTORA TÉCNICa Julio Alberto Parra Acosta SUBDIRECTOR SISTEMA DISTRITAL DE ARCHIVOS

DE MEMORIA Gustavo Adolfo Ramírez Ariza DIRECTOR Gloria Mercedes Vargas-Tisnés Germán Mejía Pavony Fernando Mayorga COMITÉ EDITORIAL Bernardo Vasco Bustos Editor Blanca Duarte Dirección DE ARTE y Diseño Mónica Reyes Susana Medina DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Orlando Fénix Antonio Arévalo CORRECCIÓN DE TEXTO Antonio Arévalo Fotografías Wilson Henry Millán DIGITALIZACIÓN Subdirección Imprenta Distrital - D.D.D.I. Impresión ISSN 2322-7265


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Pasaje Michonik. carrera 2 entre calles 11 y 12 / FOTO: ANTONIO ARÉVALO


INVESTIGACIÓN Entre 1913 y 1933, diversos inmigrantes judíos contribuyeron a la expansión urbana de Bogotá con la construcción de barrios obreros como Las Ferias, 7 de agosto, Santa Lucía, Claret, La Perseverancia, Puente Aranda, La Providencia, Santa Sofía, Santa Inés y San Pedro. Crónica de un esfuerzo colectivo.

Enrique Martínez-Ruiz Antropólogo y Magíster en Historia y Teoría del Arte1

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urante los tres siglos que duró el periodo colonial, el crecimiento demográfico de Bogotá fue muy bajo debido a las altas tasas de mortalidad causadas por las pésimas condiciones sanitarias que provocaron continuas epidemias que redujeron la población, especialmente la indígena. Sin embargo, desde la segunda mitad del siglo XVIII, la ciudad experimentó un aumento considerable de su población. Entre 1778 y 1800, la población de la ciudad pasó de 16.002 habitantes a 21.464, es decir que en 22 años la población creció en un 34,13%, proporción nunca registrada en su historia2. En el siglo XIX, el fenómeno se acentuaría al multiplicarse la población 5 veces. De los más de 21.000 habitantes de 1800 se pasó a alrededor de 116.000 en 1912 , mientras que el espacio de la ciudad creció tan solo 1,81 veces, es decir, algo más que el 80% . Este aumento de su población con un escaso crecimiento del espacio urbano provocó el aumento de su densidad, que se materializó en la división de los predios para albergar a los inmigrantes: se dividieron las casas coloniales, se construyó en sus patios interiores, aumentaron los segundos pisos y se habilitaron pequeñas piezas o tiendas que fueron arrendadas al creciente número de recién llegados3.

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Plano de las nuevas urbanizaciones al occidente de Chapinero / Alberto Manrique Martín, 1919

“Lo que hicieron fue promover las creación de espacios urbanos modernos donde se forjó la identidad de una nueva clase social que poco a poco fue tomando lugar en los nuevos barrios que construyeron.” Ya en el siglo XX, el aumento de la población fue cada vez más acelerado. Para 1913 la población había alcanzado los 120 mil habitantes, para 1930 eran 240 mil y fue solo hasta mediados de siglo que alcanzó el millón de habitantes. Ya cruzando el siglo XX llegó a sobrepasar los siete millones de habitantes6. Así las cosas, es claro que para 1913, fecha en que se estima llegaron a Bogotá los primeros inmigrantes judíos que conformaron las comunidades

organizadas del siglo XX, los inmigrantes internos -que habían llegado a la ciudad a lo largo del siglo XIX-se habían instalado en el único espacio en que podían hacerlo, es decir, en el centro tradicional, causando el deterioro de las condiciones de vida, particularmente de la higiene. La mayor parte de los inmigrantes internos fueron campesinos e indígenas empobrecidos que se transfomaron en los obreros del aún incipiente proceso de industrialización, aunque también se contaron acaudalados provincianos, todos buscando nuevas oportunidades. Aunque toda la ciudad experimentó el deterioro de las condiciones de vida, los barrios habitados por los más pobres fueron los más afectados, mientras que los que contaron con algún capital prefirieron establecer su residencia en las llamadas “quintas”, las suntuosas casas en las afueras que se favorecían


INVESTIGACIÓN del aire limpio del campo. Justamente alrededor de 1913 se dieron las primeras iniciativas que llevaron a la fundación de los primeros barrios obreros, aunque hay que decir que vinieron de la iniciativa privada y no de la municipal7. Sin embargo, poco contribuyeron a la solución de un problema que se hacía cada día más dramático por el ritmo exponencial con el que crecía la población. Esa fue la Bogotá a la que llegaron los primeros inmigrantes judíos un lustro antes de volverse agentes activos de su transformación urbana. Sin duda era una ciudad por hacer cuyo más grave problema era el hacinamiento de sus habitantes. La necesidad de nuevos espacios urbanos para las clases obreras era una urgencia que se agudizaba con los años sin solución a la vista. Por eso, resulta tan importante la acción de un par de familias judías llegadas por estos años a Bogotá, que con su acción contribuyeron a solucionar la carencia de habitaciones obreras adecuadas, al tiempo que constituyeron un modelo de negocio novedoso. El éxito alcanzado por este primer grupo de inmigrantes, impulsó a los inmigrantes judíos llegados a la ciudad en las décadas posteriores a entrar de forma masiva en el negocio inmobiliario.

“Tal vez el más notable y primero en relacionarse con la fundación de barrios obreros fue Leo Siegfried Kopp Koppel, alemán nacido en Offenbach del Meno en 1858 en el seno de una familia judía y quien llegó a Colombia en 1876.”

Los urbanizadores De todos, tal vez el más notable y primero en relacionarse con la fundación de barrios obreros fue Leo Siegfried Kopp Koppel, alemán nacido en Offenbach del Meno en 1858 en el seno de una familia judía y quien llegó a Colombia en 1876. Dentro de las muchas iniciativas comerciales e industriales que emprendió una vez en el país, la Fábrica de Cerveza Bavaria, que fundó en 1889, fue su negocio de mayor impacto. Actualmente es la cervecería más grande de Colombia, si no la única, y los historiadores la han descrito como la primera industria moderna que se estableció aquí8. En cuanto al tema que nos interesa, fue justamente esta fábrica de cerveza la que hizo que que Kopp se viera involucrado en el desarrollo de barrios obreros.

Para comenzar a funcionar Kopp debió enfrentar muchas dificultades, pero entre ellas, la ausencia de una mano de obra adecuada para su empresa fue una de las mayores. Como empleados contrató a los campesinos de origen indígena que se reunían en el mercado que se llevaba a cabo cada viernes en un lote muy cerca de su fábrica. Sin embargo, dada la precariedad de los medios de transporte y dado que ellos carecían de comportamientos adecuados al sistema de producción fabril, sus nuevos empleados solían llegar tarde a iniciar sus labores luego de largas jornadas a

Familia Gutt: Salomón Gutt, Esther Gutt de Gutt e hijos.

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8 caballo o a pie desde sus residencias en los poblados periféricos de la ciudad. Y una vez allí, no eran los suficientemente “productivos”, en el sentido más capitalista de la palabra: su ritmo de trabajo no era tan rápido, constante ni mucho, sometido a largas jornadas sin descanso. Por eso, desde finales del siglo XIX, don Leo decidió apoyar la fundación de un barrio para sus empleados en las inmediaciones de su fábrica que le garantizara disponer de ellos e influir en sus comportamientos. Recuerdan los moradores del que se llamó entonces el barrio Unión Obrera fundado en 1912, que el pito de la fábrica se escuchaba por todo el sector marcando el ritmo de vida de sus residentes. Avisaba la hora de entrada, la hora del almuerzo y la hora de salida, además de variaciones en tono y duración en fiestas católicas, ocasiones especiales e incluso cuando algún trabajador fallecía.9 Sin embargo, a pesar de lo dicho, no es clara aún cual fue la relación exacta de Kopp con el nacimiento de este barrio. Si bien él no se encargó de su fundación, estimuló y apoyó a los hermanos Daniel y Froilán Vega, los propietarios del lote donde se construyó, para que lo hicieran. Al parecer también, Don Leo compró muchos de los lotes y se los traspasó a sus empleados luego de que ellos amortizaran la deuda a través de pequeños descuentos semanales sin intereses que Kopp hacía sobre sus salarios. Según otros testimonios, Don Leo también les prestó dinero a sus empleados por medio del mismo mecanismo de descuento sobre sus salarios, para que construyeran sus casas en los lotes que habían adquirido. Así las cosas, las iniciativas industriales de Don Leo lo llevaron a promover la fundación y desarrollo del primer barrio obrero de la ciudad, pero su

negocio nunca fue la fundación de barrios. Por eso, para unos, el móvil de las acciones de Don Leo era la garantía de una mano de obra barata y adecuada a la que, además, ataba a su empresa por medio de préstamos que los obreros pagaban con su trabajo. Una versión del clásico sistema de endeude. Sin embargo, para otros, sobre todo para sus empleados y sus descendientes, Don Leo fue un hombre generoso que tan solo buscó compartir el fruto de su prosperidad con los que trabajaron con él por medio de beneficios extracontractuales que mejoraron en mucho sus condiciones de vida. No por nada, los estudios sobre la formación de la clase obrera en Colombia señalan que la Fábrica de Cerveza Bavaria era la que mejores condiciones laborales ofrecía a sus trabajadores en la primera mitad del siglo XX10. Tal vez, por eso, luego de la muerte de Don Leo, ocurrida en 1927, los obreros de su fábrica empezaron a visitar el Cementerio Católico Central

para pedirle favores al oído a la estatua de bronce que adorna su tumba. Hoy, la práctica se ha popularizado y Don Leo se ha convertido en un santo popular al que se le atribuyen algunos milagros. Cientos de personas suelen hacer fila frente a su tumba todos


INVESTIGACIÓN

En Bogotá, desde la primera década del siglo XX, los inmigrantes judíos empezaron a establecer diversos tipos de negocios relacionados con el comercio de mercancías. los lunes, el día de las ánimas, para solicitar la ayuda del llamado Santo Cervecero. Sin embargo, a pesar de su papel pionero, no fue él quién más se involucró en la fundación de nuevos barrios para obreros en la capital colombiana.

Los ucranianos Como en otras partes de Latinoamérica, en Bogotá, desde la primera década del siglo XX, los inmigrantes judíos empezaron a establecer diversos tipos de negocios relacionados con el comercio de mercancías. El desempeño del oficio particular que habían aprendido en sus lugares de origen les permitió fundar algunas pequeñas industrias, así como la venta ambulante de mercancías a plazos. Pero al final de la segunda década del siglo, frente al crecimiento acelerado de la población y el déficit

de vivienda, unos pocos establecieron compañías de urbanización para entrar en el negocio inmobiliario construyendo barrios en el centro y la periferia, y luego, desde finales de la década de 1920, en el negocio de la construcción. El primero del que tenemos noticia fue José Eidelman, natural de Besarabia en el extinto Imperio Ruso, quien a mediados de abril de 1919 obtuvo aprobación para urbanizar el Barrio La Paz y en julio ya estaba haciendo lo mismo con el barrio Santa Fe. Según una entrevista que concedió por la época, antes de llegar a Bogotá, en noviembre de 1918, ya había entrado en el negocio de fundar barrios cuando estuvo viviendo en Lima y Río de Janeiro11. Durante la década siguiente Eidelman urbanizó siete barrios en otras regiones del país (El Santander, Murillo Toro y San Antonio en Giradot; Jorge Isaacs en Cali; Rodríguez Torices en Cartagena; Bellavista en Santa Marta y uno más en Zipaquirá en el sector de Llano de Ánimas). Pero volviendo a Bogotá, inmediatamente le fue concedida la licencia a Eidelman para urbanizar el primer barrio, Salomón Gutt, llegado a Colombia alrededor de 1913 junto con su primo y cuñado Moris Gutt, naturales de la región de Kherson también en el Imperio Ruso, entraron en el negocio.

Pasaje Michonik. carrera 2 entre calles 11 y 12 / FOTO: ANTONIO ARÉVALO

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Primera sede del Colegio Colombo - Hebreo . calle 52 entre Av. Caracas y carrera 15 / Diseño de Alberto Manrique Martín, 1948

Ese año Salomón inició la urbanización de los barrios Siete de Agosto, Gutt y Marly al norte de la ciudad y del barrio La Floresta y el Pasaje Gutt en el centro. A finales de ese año de 1919 Gutt había centralizado sus operaciones en una sociedad que denominó “Compañía Constructora y Protectora”, en cuyo honor bautizó su siguiente proyecto como barrio La Constructora, hoy llamado Alfonso López, fundado al año siguiente. En total, durante la década de 1920, Salomón aparece relacionado con la urbanización de seis barrios: San Bernardino, Santa Lucía, Claret, La Concordia, una urbanización en el cruce de la calle 2 con carrera 3 y, como ya se dijo, con el barrio La Constructora. Rubén Possín, otro cuñado de Salomón, urbanizó por su cuenta el barrio 20 de Julio entre 1923 y

1929. Hasta 1933, Salomón, Moris y Rubén, cuñados entre sí, emprendieron las urbanizaciones de otros seis barrios: Puente Aranda, Las Ferias, La Providencia, Santa Sofía, Santa Inés y San Pedro. En total, la actividad de estos cuatro hombres llevó a la fundación de al menos 20 barrios en Bogotá durante dos décadas. Como se ve, estos cuatro hombres -particularmente Salomón Gutt- fueron prolijos urbanizadores que participaron de la densificación del centro y la expansión de la ciudad hacia las periferias norte, sur y occidental, en donde construyeron barrios obreros tradicionales. No es claro cómo otros inmigrantes judíos empezaron también a invertir en el negocio inmobiliario, pero las sociedades que Salomón estableció con sus cuñados Rubén Possín y Moris Gutt, muestran que, como en otras


INVESTIGACIÓN épocas, las redes de parentesco sirvieron de base para el establecimiento de redes comerciales que involucraron a un número creciente de familiares y amigos en los negocios, quienes a su vez, trajeron consigo a los suyos.

Las estrategias Convencer a los obreros de la ciudad y a una naciente clase media que buscaba asegurar el capital que consolidaban no fue una tarea fácil para los recién convertidos en empresarios de la ciudad. Por eso debieron emplear varias estrategias para hacelo. En primer lugar, dieron a conocer sus urbanizaciones por medio de grandes avisos publicitarios aparecidos en varios periódicos de la ciudad en los que informaban la localización precisa de los barrios, las comodidades con que contaban como cercanía al tren o tranvía, calles amplias, solares espaciosos, parques, plazas de mercado, aire limpio y provisión de agua. También las condiciones de los créditos que otorgaban. Según éstas, los lotes eran pagaderos a plazos semanales que los urbanizadores se encargaron de hacer ver como una forma de ahorro que, además de la propiedad del lote, garantizaba una rápida valorización, lo que aumentaba el capital invertido. También, realizaron rifas periódicas entre los compradores que entregaban inmediatamente la propiedad de los lotes a quienes venían amortizando cumplidamente su deuda.

Los Gutt también construyeron las iglesias de los barrios que fundaban para atraer a los obreros, que a pesar de la influencia de las corrientes socialistas que los llamaban a alejarse de la religión, seguían manteniendo un fuerte vínculo con la iglesia católica. Y, por si fuera poco, ofrecieron un seguro de vida que garantizaba el traspaso de la propiedad a los familiares en caso de muerte del comprador. Eidelman, además, para promover la venta de sus lotes, construyó la primera casa del barrio La Paz, una pequeña casa a la que llamó Quinta Sión y que adornó con una estrella de David colocada sobre la entrada principal. En ella residieron los familiares de José que fueron llegando a la ciudad hasta que, años después, la vendió en permuta por unas tierras, en un municipio cercano a Bogotá, que dedicó a la agricultura. Por último, según una de las crónicas de las comunidades arriba: Primera Sinagoga de la Asociación Israelita Montefiore. hoy Casa del Teatro Nacional (Cra. 20 entre calles 37 y 39) ABAJO: Casas en el barrio Marly fundado por Salomón Gutt.

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12 judías de Bogotá, los Gutt también construyeron las iglesias de los barrios que fundaban para atraer a los obreros, que a pesar de la influencia de las corrientes socialistas que los llamaban a alejarse de la religión, seguían manteniendo un fuerte vínculo con la iglesia católica.

Conclusión Visto esto, no queda duda del papel que jugaron los inmigrantes judíos con el proceso de formación de las clases obreras de la ciudad. En el caso de Don Leo, la escasez de mano de obra adecuada, disponible y suficiente para satisfacer sus iniciativas industriales lo obligaron a crearla en el sentido más amplio de la palabra. Para esto la fundación del primer barrio obrero de la ciudad fue fundamental. Le garantizó la diponibilidad de mano de obra al tiempo que le permitió influir en los comportamientos de los campesinos de origen indígena para transformarlos en los obreros que tanto necesitaba. Por medio de prestamos logró garantizar su fidelidad a la compañía además de otro sinnúmero de acciones de corte paternalista. Sin embargo, su caso es excepcional y distinto al de los inmigrantes ucranianos. Ellos se dedicaron al negocio urbano aprovechando la demanda creciente de nuevos barrios por parte de la naciente clase obrera a la que la ciudad no daba solución. Aunque su proyecto no fue formar una nueva clase social ni mucho menos influir en los hábitos 1 Antropólogo y Magíster en Historia y teoría del arte, la arquitectura y la ciudad de la Universidad Nacional de Colombia y estudiante del Doctorado en Historia de la Universidad de Tel Aviv, Israel. Este trabajo se basa en parte de los resultados de la investigación que realizó como trabajo de grado de maestría presentados en agosto de 2010 y al tiempo constituye la base de la investigación doctoral bajo la supervisión de los profesores Ph.D. Raanan Rein y Ph.D. Germán Mejía Pavony. Actualmente, dicha investigación se encuentra en proceso de publicación por parte del Archivo de Bogotá y la Pontificia Universidad Javeriana.

Julián Vargas Lesmes, 1988. Historia de Bogotá, Tomo I. Bogotá: Villegas Editores y Fundación Misión Colombia, pp. 303-305.

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de los campesinos recién llegados a la ciudad, la persecusión de sus objetivos lo llevó a hacerlo. Por medio de la publicidad promovieron la difusión del continuo semántico entre los conceptos de “Ahorro, Propiedad y Progreso”, que está en la base del sistema de acumulación capitalista. También, y en este punto sería interesante profundizar, promovieron nuevos conceptos de habitar más cercanos al espacio de las ciudades y lejanos al mundo rural. En últimas, lo que hicieron fue promover las creación de espacios urbanos modernos donde se forjó la identidad de una nueva clase social que poco a poco fue tomando lugar en los nuevos barrios que construyeron; barrios que están en la base de la historia obrera de la ciudad. De manera general, la acción de este grupo de empresarios promovió la expansión de la ciudad hacia su periferia norte, sur y occidental además de promover el aumento de la densidad del centro colonial por medio de la renovación del inventario de edificios que allí se ubicaban, ayudando a resolver el grave problema habitacional que enfrentó la ciudad por la época. Finalmente, con su accionar sentaron las bases de un modelo de negocio que se convertirá en una estrategia importante de los inmigrantes judíos posteriores y sus descendientes colombianos para reconstruir sus vidas en Colombia a nivel individual y comunitario Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional, “Evolución de la Población” [documento en línea]. Bogotá: Red Bogota del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional de Colombia y Secretaría de Hacienda Distrital. Consultado el 31 de diciembre de 2009 en: www. redbogota.com/endatos/0100/0130/01311.htm

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7 Patricia Pecha Quimbay, 2008. Historia Institucional Caja de Vivienda Popular 1942-2006. Bogotá: Alcaldía Mayor de Bogotá, pp. 25.

Edgar Augusto Valero, 1998. Empresarios, tecnologías y gestión en tres fábricas bogotanas 1880-1920. Un estudio de historia empresarial. Santafé de Bogotá: Escuela de Administración de Negocios (E.A.N), pp. 165. 8

María Emperatriz Torres Mora, 1992. Por la calle 32: historia de un barrio. Santafé de Bogotá: Alcaldía Mayor de Bogotá.

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Germán Mejía Pavony, 2000. Los años del cambio. Historia urbana de Bogotá, 1820 - 1910. Bogotá: Centro Editorial Javeriano (CEJA), pp. 303305. 3

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Mejía Pavony, 2000… pp. 341.

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Mejía Pavony, 2000… pp. 297, Quinta lectura: Los hombres y los espacios.

10 Mauricio Archila Neira, 1992. Cultura e identidad obrera, Colombia 19101945. Bogotá: Ed. CINEP, pp. 143. 11 “Bogotá Moderna. Urbanización del Barrio La Paz. Un extranjero progresista”. En: La Gaceta Republicana, abril 4 de 1919.


CRÓNICAS BOGOTANAS

el legendario café saint moritz, por más de ochenta años sitio obligado de encuentro / fOTO: antonio arévalo

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Gina Zanella Adarme Historiadora

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finales del siglo XIX Bogotá contaba con cinco cafés: el Café MadridMilán, el Café Florián, el Café Italia, La Botella de Oro en el altozano de la Catedral y Los Portales, donde durante los años de la guerra de los Mil Días, luego del toque de queda, se atendía a los clientes con servicio corrido hasta la madrugada1. Estos cafés fueron el inicio de espacios de sociabilidad que le darían a Bogotá durante las tres primeras décadas del siglo XX un aire cosmopolita mediante la adaptación de nuevas prácticas urbanas sin dejar atrás las prácticas de carácter religioso y patriótico.

A principios del siglo XX existían en Bogotá numerosos cafés que gozaban de prestigio y reconocimiento; eran tiempos en los que las mentes brillantes del país se reunían para “arreglar el mundo en una noche” con discusiones, versos y argumentos. La tradición desapareció tras los sucesos del “bogotazo” y muchos de ellos cerraron sus puertas.

Una vez finalizado el conflicto bélico, Colombia entró en una etapa de estabilidad política y crecimiento económico. La expansión en la producción y exportación cafetera, acompañada de la producción de banano, petróleo y la industria manufacturera, hicieron posible que las ciudades mejoraran sus condiciones físicas. Las transformaciones más visibles fueron la introducción de elementos modernos como los servicios públicos, energía eléctrica, red telefónica, acueducto, las nuevas formas de transporte y el desarrollo de carreteras y del ferrocarril, factores que generaron cambios en el uso y concepción del tiempo y del espacio urbano.

fisonomía colonial y la zona financiera, comercial y de edificios gubernamentales. En los años veinte, el desarrollo de la ciudad hacia el norte hizo que en el barrio Las Nieves se establecieran cafés sobre la carrera 7 alcanzando el barrio San Diego. También es importante resaltar los cafés ubicados fuera del centro de la ciudad que, debido al fácil acceso por el desarrollo de las vías de transporte hacia el norte y el occidente de la capital, fueron frecuentados por el público que buscaba un ambiente campestre. Al norte se encontraban el Café Pensilvania en Usaquén y el Gran Café del Deporte en Chapinero. Al occidente el Bar Moisés en Serrezuelita y el Café del Vergel en Tres Esquinas.

Entre 1894 y 1930, la presencia de cafés en Bogotá se concentró en el barrio La Catedral, en donde la ciudad burguesa se integró y convivió con la antigua

Los cafés se dividieron en dos categorías: el café como sitio de encuentro netamente masculino y los cafés-restaurante, para mujeres. El primero fue un


CRÓNICAS BOGOTANAS

El Café Windsor fue uno de los más concurridos. En él se reunieron los miembros de la Gruta Simbólica con los llamados Centenaristas y la generación conocida como Los Nuevos.

espacio netamente masculino, en donde se reunían periodistas, escritores, abogados, comerciantes, políticos y estudiantes, que se entretenían en largas tertulias y chicos de billar. La constancia de algunos clientes dio lugar a que estos nuevos espacios se convirtieran en centro de reunión de grupos particulares, ya fuera por profesión, ocupación, tendencia política, nacionalidad o generaciones literarias. Uno de los establecimientos más antiguos fue La Gran Vía, fundado en 1892 por el músico y director de orquesta Manuel Murillo sobre la carrera 7 con calle 17, frente a la puerta principal

del desaparecido convento de Santo Domingo, barrio de Las Nieves. El nombre se inspiró en la zarzuela homónima, escrita por los españoles Federico Chueca y Joaquín Valderde, y que tuvo mucho éxito en Bogotá. Allí se ponían cita los contertulios de la Gruta Simbólica, grupo literario que surgió durante la guerra de los Mil Días. Se reunían en uno de los tres reservados y sus tertulias eran acompañadas por piezas de piano ejecutadas por el músico ciego José María Gómez y en algunas ocasiones por el propio maestro Murillo. El Café Windsor, desde su aparición, en 1916, fue uno de los más concurridos. En él se reunieron los miembros de la Gruta Simbólica con los llamados Centenaristas y la generación conocida como Los Nuevos. “Hacia 1925, acuden a las mesas del Windsor, aunque compartiendo sus predilecciones con el Riviére, el Astor y el Pensilvania: León de Greiff, Luis Vidales, Rafael Maya, Luis Tejada, José Mar, Camilo Pardo Umaña, Jorge Zalamea, Germán Arciniegas, José Umaña Bernal y Hernando Téllez”2.

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16 Algunos contaron con espacios de entretenimiento adicional como billares, salón de ajedrez, poker y tresillo. En casos excepcionales se instalaron canchas de turmequé, como en el Café Tequendama, situado en la carrera 7ª (Segunda Calle Real), hacia 1930. El Café Metropol, adquirido en 1930, fue uno de los preferidos por las colonias alemana y española, ya que sus propietarios habían importado una máquina especial para servir el sifón a la debida presión y para su acompañamiento ofrecían jamones, salchichas y chuletas ahumadas. Igualmente, fueron escenarios de eventos como cierre de negocios, despedidas de solteros, celebraciones de onomásticos, grados, aniversarios y campeonatos de billar o ajedrez. El segundo tipo de cafés -los llamados también café restaurantes- permitieron la presencia de mujeres y familias en sus reservados, lo que suponía que los asistentes debían actuar de acuerdo a las normas de comportamiento y urbanidad impuestas por la sociedad. Los cafés restaurante ofrecieron además del consumo de bebidas y licores, helados, lunchs y servicio de restaurante con acompañamiento musical. También tenían servicio de alimentación por quincenas y mensualidades para caballeros, banquetes, cenas, servicio de té y domicilios.

La presencia de cafés en Bogotá, entre 1894 y 1930, se concentró en el barrio La Catedral, en donde la ciudad burguesa se integró y convivió con la antigua fisonomía colonial y la zona financiera, comercial y de edificios gubernamentales. La presencia de cafés-restaurante cerca de teatros y salas de cine se hizo más frecuente ya que se había convertido en una práctica muy común que en los entreactos se saliera a beber y comer algo muy rápido. Para los primeros años el horario normal de cierre de los establecimientos era a las 12 de la noche, con el pasar de los años se fue extendiendo según la dinámica de la vida nocturna AQUELLA BOGOTÁ DE CAFÉS Y TERTULIAS LITERARIAS / fOTO: PRENSA DE LA ÉPOCA.


CRÓNICAS BOGOTANAS bogotana. Esta ampliación estuvo sujeta en parte a los espectáculos que se presentaron en la ciudad, como el teatro, el cine, la temporada de ópera y el pesebre. El Club Cosmopolita se ubicó sobre la carrera 8a entre calles 13 y 14. Su especialidad era la comida francesa y fue uno de los primeros establecimientos en extender su horario de atención por las actividades nocturnas de la ciudad. Algunas familias acostumbraron a finalizar las veladas con una comida en alguno de los establecimientos abiertos; por ejemplo, el Café Pensylvania anunció hacia 1924 que debido a la Temporada de Ópera realizará “Servicio de cenas. Hasta las tres de la mañana. Platos especiales. Comedores, reservados para Familias honorables” 3. Esta ampliación en la vida nocturna evidencia los cambios de los ritmos urbanos que le dieron a Bogotá un aire más moderno y cosmopolita. Los bogotanos ya no se resguardaban en sus hogares sino que disfrutaban de otro uso del tiempo y se apropiaban de nuevos espacios que les proporcionaba la vida moderna de la ciudad

El Gran Café publicó el siguiente menú para el día sábado 19 de febrero de 1905, el cual deja ver la fuerte influencia de la comida francesa en la mesa bogotana que se impuso a lo largo del siglo XIX y XX, no sólo en Colombia, sino en el mundo.

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3

Rodríguez Morales, Ricardo. Cafés y tertulias literarias, en: Gran Enciclopedia de Colombia, V5, Bogotá, Círculo de Lectores, 1994, p.233.

Mundo al Día, 8 de mayo de 1924.

4

El Nuevo Tiempo, 18 de febrero de 1905.

Rodríguez Morales, Cafés y tertulias literarias, p. 235.

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ENTRETENIMIENTO, CONFORT Y ELEGANCIA / fOTO: PRENSA DE LA ÉPOCA.

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CRÓNICAS BOGOTANAS

CAFÉ PASAJE, UNO DE LOS MÁS TRADICIONALES CAFÉS BOGOTANOS / fOTO: ANTONIO ARÉVALO.

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Desde el Instituto de Patrimonio se adelanta un proyecto para recuperar estos lugares tradicionales Por Santiago Gómez Lema Especial para Revista DE MEMORIA

En la Bogotá de hombres con sombrero de paño y traje negro que espantó a García Márquez, en la misma Bogotá repleta de billares y emboladores, donde se decía que vivían los poetas y la lluvia, los grandes temas se discutían en los cafés. Política y periodismo: todo atravesado por la poesía. “Con el mismo terror reverencial con que íbamos de niños al zoológico, íbamos al café donde se reunían los poetas al atardecer”, escribió García Márquez sobre sus primeros años en Bogotá. “Es difícil imaginar hasta qué punto se vivía entonces a la sombra de la poesía. Era una pasión frenética”. Desde el año pasado, el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, en el marco de su Plan de Revitalización del Centro Tradicional, viene adelantando un proyecto para recuperar la memoria de los cafés tradicionales de la ciudad: ‘Bogotá en un café’. Una tradición que se creía extinta para siempre parece renacer ahora para sacar a los artistas de sus refugios temporales. Para la socialización de los delirios creativos, del pensamiento, se necesitan nuevos lugares de encuentro, lejos del academicismo clasista de las universidades. Y, en esta primera etapa, se escogieron seis que conservan una historia casi intacta de los tiempos en los que la poesía

no era, como hoy, considerada un género moribundo, sin lectores, sino el centro mismo de la vida cultural: el Salón La Fontana, fundado en 1955. El Café Pasaje, fundado en 1936. El Café San Moritz, de 1937. Pastelería La Florida, fundada en 1936. Pastelería Belalcázar, fundada en 1942, y el Restaurante Café La Romana, de 1964. Todos ellos guardan las memorias de la época: las sillas de cuero rojo, los gramófonos, las viejas máquinas de café, las fotografías, el aire bohemio.

Un café emblemático En una ciudad aislada en mitad de los Andes, el poeta antioqueño León De Greiff, altivo y silencioso, era el director de orquesta de un grupo importante de intelectuales y políticos, de músicos y caricaturistas que se reunían en El Automático todas las tardes. “En ese establecimiento, a De Greiff se lo acataba como a un fetiche o como a una fuerza de la naturaleza. Sus actitudes más arbitrarias se tomaban por genialidades”, escribe Germán Espinosa, apodado el ‘Magíster’ por sus contertulios. Allí se gestaban las caricaturas demoledoras de Ricardo Rendón, caricaturista de El Tiempo y uno de los amigos más entrañables de León. Respetado y temido en los círculos políticos, el 28 de octubre de 1931, Rendón entró en La Gran Vía, otro de los lugares centrales de aquel entonces, situado en la carrera 7.ª, entre calles 17 y 18, pidió una cerveza, trazó su último dibujo y se pegó un tiro que resonó en la madrugada.


COLUMNISTA CRÓNICAS BOGOTANAS INVITADO

Los cafés, en ese entonces, eran algo así como una extensión de los periódicos, una antesala y un lugar posterior a la redacción donde se discutían las noticias. El Café Pasaje era, sobre todo, el lugar de encuentro de los abogados y los políticos (Alfonso Palacio Rudas, Vicente Laverde Aponte); allí nació la idea de fundar el equipo de fútbol Independiente Santa Fe. Mientras que El Automático era más para los periodistas y escritores (Jorge Zalamea, Ómar Rayo, Juan Lozano y Lozano), así como para una clase alta venida a menos. “Me fía porque todos los poetas son pobres”, solía decir De Greiff sobre el dueño de El Automático. Una de las primeras mujeres que logró entrar al estrecho círculo fue Emilia Pardo. Un día llegó a El Automático y un policía le dijo que tenía que marcharse. “¿Por qué?” –respondió Pardo. “Es que ni siquiera hay baño para las señoras”, –respondió el policía. “Pues no importa, yo orino parada”. Con este precedente, vendrían luego Josefina Espinosa, Marta Traba y Fanny Mikey. Todavía, en la mayoría de los cafés del centro, los viejos meseros alimentan en la imaginación de los clientes el fervor popular del 9 de abril de 1948: le van a decir que el último café que se tomó Gaitán se lo tomó ahí mismo. Que la misteriosa mujer que le dio de beber agua en la agonía, trabajó allí. Los tiempos perdidos sí tienen, entonces, una segunda posibilidad sobre la tierra. Tal vez, los días de la poesía, hoy muertos, retornen como entonces. Y que el mundo

capitalino sea como el que vivió García Márquez: “El mundo era de los poetas. Sus novedades eran más importantes para mi generación que las noticias políticas cada vez más deprimentes”.

Qué se ha hecho Después de reconocer los cafés tradicionales del centro histórico, el primer paso fue vincularlos con actividades artísticas y culturales que generen visibilización y que atraigan un público objetivo. Más adelante se buscará la intervención arquitectónica de los cafés más afectados por el paso del tiempo.

Los cafés importantes que desaparecieron para siempre En el Asturias se reunían los poetas llamados pospiedracielistas. En el café Windsor, en la calle 13 entre 7.ª y 8.ª y considerado como el mejor café de la ciudad, asistía el grupo ‘Los Nuevos’, integrado por Alberto Lleras, Jorge Zalamea, José Umaña Bernal, Rafael Maya y Luis Vidales. El Café de la Paz se acabó y fue sepultado por la avenida Ciudad de Lima. La Cigarra, La Fortaleza, La Gruta Simbólica y La Botella de Oro, también fueron víctimas de la transformación de la ciudad. El Café Molino, el As de Copas, y la Victoria tuvieron una vida corta. Muchos de ellos acabaron después del 9 de abril de 1948, con el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán.

IZQUIERDA a derecha: LA FLORIDA, ARTE Y PASIÓN Y SAINT MORITZ / fOTOS: ANTONIO ARÉVALO.

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Alfredo Barón Leal Historiador de la Universidad Nacional de Colombia y músico de Sin Remedio

A partir de agosto de 1981 la manera de percibir la música comenzó a ser distinta por la aparición del canal MTV y el surgimiento de los llamados videoclips, que permitieron a los artistas inventar y reinventar nuevos conceptos y contenidos audiovisuales para promocionar sus creaciones. El historiador Alfredo Barón Leal hace un repaso por los orígenes de este formato audiovisual en la capital.

CANCIones: EN LA CALLE, COMPAÑÍA ILIMITADA. BOLERO FALAZ, ATERCIOPELADOS

Imágenes Tomadas de: http://www.youtube.com/watch?v=a_DZsFkIH4w I http://www.youtube.com/watch?v=GEe-G4w0ifc


MEMORIA URBANA

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esde los años ochenta Bogotá ha sido utilizada como tema y telón de fondo para los videoclips de muchas bandas de rock y hip-hop capitalinas. Gracias a internet hoy podemos ver varios videos comerciales y artesanales relacionados con Bogotá, en los cuales encontramos calles, inmuebles, costumbres y temas capitalinos permeados por la música que se convierten en registros de ciudad. En unos aparece la ciudad bonita, la turística, la residencial, la central, en otros aparece la ciudad marginal, la vergonzante, la accesible sólo a través de un videoclip artesanal. Este artículo ofrecerá una muestra de algunos videos con locaciones en Bogotá para hacer un ejercicio de aproximación interpretativa a un elemento cultural no trabajado. El videoclip relacionado con la ciudad es un tema que prácticamente no ha sido estudiado, ya que el video no es una fuente tradicional de información. Sin embargo, al ser una expresión artística se convierte en el registro de una interpretación humana de lo urbano. Si existen investigaciones que se encargan de buscar rastros de ciudad en la literatura, en el cine, en las fotografías o en las letras de canciones, por qué no también

El historiador Eric Hobsbawm señala que la internacionalización de la cultura juvenil en el siglo XX se dio dentro de las sociedades urbanas y el rock es un fenómeno que lo refleja. Por eso no es extraño que las bandas locales utilicen las calles de Bogotá para realizar videos de rock, punk, ska, metal, rap o electrónica.

género en el ámbito mundial y da como ejemplo la aparición del canal de televisión MTV en 1981. Sin embargo, la historia del videoclip se puede rastrear mucho más allá, por ejemplo en videos de los Beatles como Strawberry Fields Forever o incluso de Elvis Presley con Jailhouse Rock. Pero esta es una historia que no nos atañe, por el momento. En Bogotá, rastrear la creación de un primer videoclip grabado en sus calles es difícil sobre todo en las bandas pioneras del rock nacional como los Speakers, por ejemplo, en los años sesenta y setenta. Para esa época la estrategia de comercializar un sencillo junto con un video no existía. La televisión no estaba muy difundida y en términos prácticos era caro, no se tenían los equipos técnicos y si se hacía, la opción era grabar en vivo. Sin embargo, se pueden hacer aproximaciones para comenzar esta historia desde algún punto de referencia.

La historia del videoclip señala que fue en los años ochenta cuando se dio el despegue de este

Bajo la onda del boom del rock en español en los años ochenta apareció una banda bogotana llamada

buscarla en algo nuevo como en los videos musicales de rock y rap. Parecería banal y todo un “video” entenderlo, pero se trata de llegar en el presente a tener la capacidad de ver en este tipo de interpretaciones artísticas un documento histórico y sociológico que reflejará en un futuro cómo la ciudad era interpretada en el pasado por los jóvenes músicos que la habitaban.

La ciudad como escenario

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“La internacionalización de la cultura juvenil en el siglo XX se dio dentro de las sociedades urbanas y el rock es un fenómeno que lo refleja.” Compañía Ilimitada con una canción titulada “En la calle” que fue un éxito rotundo. El nombre de este tema sin ninguna duda hace referencia directa a la ciudad. A pesar de esto la ciudad sale poco, pero se pueden apreciar a Juancho y Pillo, como se hacían llamar los músicos, tomar en varias ocasiones un bus urbano popularmente llamado “cebollero” y que prácticamente ha desaparecido del paisaje lunar que representan las calles bogotanas. Más allá de esto el video se desarrolla en concierto pero con efectos de color interesantes que muestran ya un grado de interés en realizar videos con más producción y arte visual. Si se trata de mezclar ciudad, buses y colores, quienes lograron hacerlo fueron los Aterciopelados. La época dorada de esta banda bogotana fue justamente cuando lanzaron su álbum El Dorado (1995), álbum del cual extrajeron el sencillo “Bolero Falaz” que fue acompañado con un portentoso video psicodélico grabado en las calles de San Victorino, donde se ve a los músicos caminar en medio de la gente. Lo que más impactó para su época e incluso para ésta es que parte del video se desarrolla en la, por fortuna desaparecida, Troncal de la Caracas en una de las inútiles y peligrosas estaciones que la componían frente al edificio del Sena en la calle 13. La estación se ve desordenada, gris y atestada de gente, que como en las películas de Arzuaga filmadas en medio de la gente en los años sesenta, éstas forman parte del video con sus miradas de extras espontáneos y sorprendidos ante una cámara que filma a los artistas. El video utiliza la ciudad de una forma muy fuerte, aparecen alcantarillas destapadas, las montañas y los edificios recortados como un collage, entre ellos el Colpatria inamovible o el edificio de la Asab, tiemblan y titilan, mientras que Andrea Echeverry toma trago en una tienda cualquiera

o canta en un “cebollero” como un músico urbano. Son varios los videos de los Aterciopelados que utilizan diferentes lugares de la ciudad, en especial del Centro Histórico, como escenarios, entre ellos aparecen el Pasaje Hernández y la calle de Florián en “La Estaca”, el Chorro de Quevedo en “El álbum” donde aparece el fotógrafo Manuel H, sectores como el Parque Nacional en “Baracunatana” o el Salto del Tequendama en “Florecita Rockera”, este fuera de la ciudad pero considerado tan bogotano como Monserrate y Guadalupe.

CANCIÓN: SEÑOR MATANZA, MANO NEGRA.

IMÁGENES TomadAS de: https://www.youtube.com/watch?v=9b7F-kGLEFY

Un lugar común en los videos y en general en la filmografía bogotana es el Centro Histórico y en especial la Avenida Jiménez. En “Señor Matanza” Mano Negra, única banda extranjera citada aquí, muestra armas oficiales, miseria y poder en la capital de Colombia para el año de 1994. En el video se puede apreciar el aspecto que tenía el centro de Bogotá antes de las alcaldías de Mockus y Peñalosa.


MEMORIA URBANA Se pueden observar las casetas anaranjadas de Colombiana junto con las rojiamarillas distritales, desaparecidas, al igual que los “cebolleros”, del escenario urbano pero por invasión del espacio público. El video tiene como escenario principal a la Plaza de Bolívar lugar de obligatoria visita para los extranjeros como Manu Chao y como personajes principales a niños habitantes de la calle, entre ellos está Jhonder un niño afro que se les apareció cuando grababan en San Victorino y al que supuestamente Manu Chao adoptaría. El video resultó produciendo amores y odios, con respecto al tema de mostrar la realidad versus explotación de la miseria tercermundista por parte de un extranjero. Algo de esto recuerda a la escena de los gamines filmados en el estanque de la Rebeca en Agarrando Pueblo de Carlos Mayolo y Luis Ospina donde hacía una crítica de la llamada pornomiseria. Una banda que le rinde un claro homenaje al Centro Histórico es Distrito Especial, que realiza un video casi turístico sobre el casco viejo de la ciudad con una canción titulada “Candelaria” . La canción también del año 1994, realiza una metáfora visual sobre el sector y una señora de edad que al parecer es la abuela del cantante. La señora aparece batiendo chocolate, con un pañolón sobre su pelo, mientras un niño en un automóvil de los años cuarenta recorre el sector de la Candelaria y en la letra se escucha “… Candelaria es mi niñez”. El video se filmó dentro de casas viejas del sector y resultó ser idóneo para una gran canción que fusionó rock con ritmos del altiplano pero que desafortunadamente no es muy recordada. Poligamia, Ultrágeno, la Pestilencia y Sidestepper tienen en común haber escogido la avenida Jiménez como escenarios de sus videos. Así como se puede apreciar en varias películas filmadas en Bogotá, algunos videoclips tienen como escenario esta avenida y en especial el cruce con la carrera Séptima. Es una constante que hace que, muy posiblemente, este sea el lugar de la ciudad que más fotografías, filmes y videoclips tenga, con seguridad debido a que este es uno de los corazónes de Bogotá. La canción “Confusión” de Poligamia, “la Juega” de Ultrágeno y “Deja” de Sidestepper, se sumergen en la ciudad de una forma muy similar. Los músicos caminan entre la gente o permanecen quietos mientras que gente y automóviles a un ritmo acelerado pasan a su lado. “La Juega” y “Confusión” muestran una ciudad apresurada con calles abarrotadas de gente, carros y buses. Para tratar de mostrar el ritmo caótico y vertiginoso de la ciudad, los videos utilizan la técnica del time-lapse. Ultrágeno, con el particular lenguaje urbano de sus letras, muestra diferentes situaciones cotidianas. Un hombre que lleva un tanque de gas en su hombro, un payaso CANCIONES: CANDELARIA, DISTRITO. CONFUSIÓN, POLIGAMIA

IMÁGENES TomadAS de: http://www.youtube.com/watch?v=U8q3F1KMJIM I http://www.youtube.com/watch?v=BqGnUwoeb9U

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26 que anuncia almuerzos, las palomas de una plaza, una mano que muele un moño de marihuana, una persona que se sube a una buseta, una indígena artesana, vendedores ambulantes, un malabarista rebuscándose el diario, un “picado de banquitas”, la Mariposa de Negret de la Plaza de San Victórino, el Pasaje Hernández, la Jiménez y sobre todo una población flotante que tiene que estar “en la juega” en el centro de Bogotá. Por su parte “Deja” utiliza el mismo escenario de la Jiménez, pero al contrario de las imágenes vertiginosas de los videos anteriores aquí el ritmo de la ciudad se vuelve más lento, casi hasta pausado, es el ritmo de una ciudad que se despierta lentamente, como en las primeras imágenes del corto “Rapsodia en Bogotá” de José María Arzuaga. El video trata sobre un hombre “enrumbado” y taciturno que camina lentamente por las calles y observa la ciudad con sosiego desde dos ventanales de edificios con el mismo estilo moderno. Por un lado aparece un edificio de la calle 59 con séptima donde funcionaba In Vitro un famoso bar desaparecido de la rumba Chapineruna,

y desde el cual se aprecia en dos tomas nocturnas de norte a sur la carrera Séptima. Posteriormente amanece y se ven las calles sucias y grafiteadas en un día que pareciera ser de un fin de semana. Finalmente, el protagonista del video observa la Avenida Jiménez hacia el oriente desde el edificio Francisco Camacho, construido en 1948 y que se hizo famoso por haber sido sede de la recordada Librería Buchholz. Lo interesante del edificio y que captura muy bien el video, es que el ventanal resulta ser un balcón que permite apreciar en todo su esplendor esta parte de Bogotá. Desde allí se puede ver el águila negra del escudo de la ciudad incrustado en la mitad de la avenida. Sobre este símbolo en la parte final del nocturno video “Soñar despierto” de la Pestilencia, grabado totalmente en la avenida, permanece acostado y cubierto con una bandera de Colombia el cuerpo sin vida del cantante Dilson Díaz. Sin embargo, si se trata de hablar de balcones, el mejor balcón que tiene la ciudad es Monserrate. Una conmovedora subida musical al cerro en funicular nos regala Bomba Estéreo en “Sintiendo” y luego en “Pa’ respirar”, las nubes que cubren el cerro en un crepúsculo muestran la Bogotá clásica. La encapotada con nubes a punto de romperse y descargarse sobre los cerros. La de vientos gélidos, la “nevera” pensaría Li Saumet, mientras canta con la ciudad que empieza a prender sus luces como telón de fondo. Ahora luego de la subida al cerro viene la bajada por teleférico de la mano de Monareta para terminar dándose un electrónico septimazo. Los monumentos y mobiliario en espacio

CANCIoNES: LA JUEGA, ULTRÁGENO. DEJA, SIDESTEPPER. SOÑAR DESPIERTO, PESTILENCIA. SINTIENDO, BOMBA STEREO. IMÁGENES TomadAS de: http://www.youtube.com/watch?v=5qtcgjmrh-e I http://www.youtube.com/watch?v=ns_hujowbo4 http://www.youtube.com/watch?v=bobh63ztpy8 I http://www.youtube.com/watch?v=og5yaqsy2tc


MEMORIA URBANA público también entran a interactuar en varios videos capitalinos. Policarpa y sus viciosas alguna vez hizo un homenaje al monumento de la Pola en la Jiménez con carrera tercera y de nuevo, bajando por esa misma avenida Bomba Estéreo realiza una nueva balada frente al monumento de Gonzalo Jiménez de Quesada en la Plazoleta del

Lo social de una ciudad “videosa” El rock, el rap y el hip-hop son expresiones juveniles donde la letra permite conocer lo que sienten y piensan los jóvenes sobre su entorno, sobre la época y la cultura que les tocó y desearon vivir. Esto también se logra expresar visualmente.

“Rastrear la creación de un primer videoclip grabado en Bogotá es difícil, sobre todo en las bandas pioneras del rock nacional como los Speakers.” Rosario y Monsieur Periné graba una versión de su “Suin Romanticón” en el Parque Nacional al lado de la llamada fuente de los sapitos que alguna vez formó parte de extinto Parque del Centenario. Lugar tan extinto de las tierras bogotanas como la bomba de gasolina del Parque de las Cruces. Este elemento urbano ahora solo existente en recuerdos y fotos estuvo ubicado en la calle segunda con carrera séptima. La bomba era la encargada de suministrarle gasolina al barrio en especial para cocinar y era administrada por Luis Puentes vecino del lugar. Con el tiempo la bomba cayó en desuso y terminó a merced de desvalijadores que poco a poco le quitaban partes hasta que un día fue arrancada en su totalidad del lugar. Ya hemos visto como en los videos aparecen elementos del paisaje urbano que simplemente ya no existen. En el video de “Ay que dolor” de la Derecha se hace un amplio recorrido en moto por Bogotá, desde Chapinero pasando por el centro hasta las Cruces, donde por sorpresa aparece una toma bastante generosa de la bomba de gasolina de las Cruces. Con seguridad el estilo vintage de la bomba de gasolina de los años cincuenta cautivó a Mario Duarte, a Panelo (q.e.p.d) y a su gente para grabarse bailando al lado de la bomba y constituyendo este video un registro casi único de la bomba, aunque se cuenta también que la agrupación Gotas de Rap, originaria del barrio filmó un video y se tomó fotos con la bomba de gasolina.

Aquí es donde nos damos cuenta de los fuertes contrastes que existen entre las tribus urbanas o los grupos de jóvenes que habitan a Bogotá y los videos surgen como un registro sociológico singular. Si comparamos el video “Pobre corazón” de Esteman con el video “Matices del Pantano” de Engendros del Pantano las diferencias sociales son evidentes. Mientras unos hacen letras para “niños bien” los otros hacen letras para “pillos”. Mientras una canción suena brillante y llena de colores, la otra suena oscura y cruda. La estética, el aspecto y en especial los lugares donde graban son absolutamente distantes pero no en términos geográficos sino sociales. Esteman escoge el Park Way, el parque Brasil de Teusaquillo y el barrio de la Magdalena. Los Engendros graban en los barrios de las lomas de Bogotá y en especial en la calle del Bronx donde con una letra poéticamente CANCIÓN: LLAMA, MONARETA

IMAGEN TomadA de: http://www.youtube.com/watch?v=YrQeRkpn6WU

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28 urbana mística dicen: “…la noche se ha prestado para armar la comitiva, bajo su oscuro manto y el humo de la sativa se juntaron estas almas callejeras citadinas, la fuerza de sus voces la canción de las esquinas…” Dos ciudades, dos grupos de jóvenes, dos clases sociales diferentes conviviendo en la misma época en la misma ciudad y haciendo dos estilos de videos diferentes que muestran qué es lo que ellos viven y quieren mostrar de Bogotá. Los escenarios no se escogen al azar. Con esto podemos alejarnos del centro de la ciudad donde se ha grabado la mayoría del mainstream audiovisual para sumergirnos un poco en lo más underground. Lo que surge cada vez con más fuerza son los videos artesanales y con ellos el registro del modo de vida de los jóvenes en una ciudad que crece sin control. “Suba compartir” es un interesante y llamativo video de “Presencia Verbal” una banda de rap de este barrio que sin ningún tipo de pelos en la lengua deja en evidencia la actividad delincuencial de la zona: “guelcome al barrio...donde la rata se come al gato”. Un retrato audiovisual bastante honesto y escueto de un barrio perteneciente a una de las localidades más grandes de Bogotá y más afectadas por pandillas. Así mismo pero en el otro extremo de la ciudad en el barrio Kennedy la banda “Siluetas Rapadas”, agrupación bogotana conformada en 2006, con integrantes pertenecientes a la RUK (Radicales Unidos Kennedy), filmó un video a ritmo de oi en un conjunto cerrado del barrio de los años sesenta, en el cual abogan por la unión entre skinheads y punks a favor de una misión histórica: combatir las SS de Hitler y “...limpiar al barrio de esa infección...”. Cuando se ve un video como los mencionados anteriormente o uno como “Real” de la Etnia que recorre las calles de los barrios altos del sur de Bogotá, se produce la sensación de ver una ciudad hostil, desolada y agresiva.

Qué video ese video El término “video” lo define Andrés Ospina en el Bogotálogo como: “aborrecible expresión propia de los años 90 del siglo XX, alusiva a una situación que en la mente de quien la experimenta parece rozar los límites de la ficción”. Al parecer el término tiene muy posiblemente su origen en la jerga de consumidores de alucinógenos y de allí por ósmosis lingüística se difundió a una buena capa de la juventud rola que además acompañó la palabra con la conjunción “qué” o con la expresión “montarse en”. Lo anterior nos sirve para definir los siguientes videos donde algunas agrupaciones prefieren sacar el lado divertido de la ciudad. Milmarías hace un video de su canción “Vernos” por la ciclovía sobre la carrera Séptima entre calles 67 y 65. Allí el bajista y el guitarrista de la banda se montan en una bicicleta doble utilizándola acrobáticamente mientras cantan, tocan guitarra y usan sus juguetes electrónicos. Sin Remedio graba la fauna de la ciudad con dos perros callejeros tomando agua en el eje ambiental, corriendo felices en la zona verde del Parque de los Periodistas y metiéndose entre la gente, los carros y la basura de la ciudad en su canción “La vida que va a empezar”. En “Chorizo y Degeneración” Dick my fuck you representa todo un himno a la gastronomía bogotana. El video electro punk transcurre en una lechonería mientras el cantante en una retahíla imposible de seguir habla de salchipapas, arepas cuadradas, chocorramos, panelitas, etc. etc. etc. Los chapinerunos Balde Boys en un concierto en la Plaza de Bolívar cantan el “Punk del Old John”, un whisky barato y muy popular en la rumba del


MEMORIA URBANA parque de los hippies en Chapinero y Odio a Botero saca a bailar seis mujeres disfrazadas de empanadas a la cebra de un semáforo, al igual que el Consulado Popular con su canción homónima saca a la calle un oso panda y un pollo rojiamarillo que van por la calle molestando “con j” a la gente. Es evidente que la banda retoma una idea original del humorista francés Remi Gaillard, que hace lo mismo pero con muñecos de pac-man. La banda electrónica Sexy Lucy realiza un video para su canción “Dynamite” inspirado en el género de películas series B de los setenta con imágenes eróticas, atrevidas y explosivas en el que las mujeres toman venganza de los hombres. Parte del video fue grabado en uno de los edificios abandonados y en ruinas del conjunto residencial Antonio Nariño y en los jardines de la parte habitada del edificio. El video quedó tan bien realizado que fue censurado en Youtube. Otras mujeres bogotanas protagonistas de videos son las madres de la banda Ministerio de Vagancia en el video “No más UPJ”. En el video tres señoras de una familia como la mayoría de esta ciudad, se convierten en las intérpretes de las canciones de sus hijos tocando los instrumentos y cantando el coro “…no más UPJ, no sean hijueputas”, mientras aparece una fila de jóvenes en stop motion, haciendo alusión a la fila que lleva al famoso recinto policial. Este es un video artesanal que se desarrolla, al viejo estilo Beatles sobre la terraza de un barrio popular de ladrillo y bloque a la vista de Bogotá

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o primer La aparición del videoclip tuvo com isión. telev la a o radi la de ica objetivo llevar la mús va nue una ser de allá más Su intención los de ión herramienta para la promoción y difus el álbum artistas consistía en ayudar a vender illo del senc el enía prov discográfico del cual Ya no o. biad cam ha esto d alida video. En la actu ión difus de es la televisión el principal medio de como la isión un video sino internet. Tanto la telev nes, acio ram prog a radio son selectivas y ceñidas cen ofre net inter de as form mientras que las plata r quie cual que casi r subi para luta una libertad abso La . ento cosa y reproducirla en cualquier mom lucrativo, venta de discos ya no es un negocio ya no os vide de ión así que la creación y difus er un vend de cipio prin el se rige en parte bajo dar de cipio prin el bajo sino fico, álbum discográ que as tant a conocer una banda en medio de surgen cada día. la creación Prueba de lo anterior se encuentra en de hacer de videos artesanales. Lo que pue mayores sin n un grupo de alguna banda jove distribuir de pue se e recursos en cualquier part nueva una pre siem i Cas net. fácilmente por inter como ge esco o vide un izar real banda para y en ad ciud primer escenario alguna calle de la s, letra an entr encu la realización del video se te, gen s, casa , ajes pais imágenes, personajes, interesante barrios que van a desaparecer. Lo que están de esto es que al mismo tiempo lo ción de un crea haciendo inconscientemente es la eado por perm ico ológ documento histórico y soci la creación artística.

CANCIoNES: CHORIZO Y DEGENERACIÓN, DICKY MY FUCK YOU. REAL, LA ETNIA. NO MAS UPJ, MINISTERIO DE VAGANCIA. SESIONES DE CICLOVÍA, MILMARÍAS. POBRE CORAZÓN, ESTEMAN. IMÁGENES TomadAS de: http://www.youtube.com/watch?v=4cglu4mouta I http://www.youtube.com/watch?v=89awwio0vvm http://www.youtube.com/watch?v=kaopcjl-2ni I http://www.youtube.com/watch?v=f_xzbjmdgf0 http://www.youtube.com/watch?v=x7_fb2l4hvc


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CABINA TELEFÓNICA. CALLE 19, AVENIDA CARACAS AL OCCIDENTE. 1960 FOTO: LEO MATIZ- FONDO FOTOGRÁFICO - ARCHIVO DE BOGOTÁ


CRÓNICA HISTÓRICA INFORME ESPECIAL

LA

PRIMERA

FÁBRICA DE

PAPEL EN BOGOTÁ

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Los esfuerzos comenzaron muy pronto, casi desde la misma llegada de las primeras imprentas. Pero solo hasta comienzos del siglo XIX una serie de empresarios quijotescos sacaron adelante la iniciativa. Andrés Olivos Lombana Historiador y miembro de la Academia de Historia de Bogotá

E

n agosto de 1810, en una callejuela de la capital -aún en medio de las convulsiones políticas- encontramos al socorrano Juan Bautista Estévez iniciando por su propia cuenta la fabricación de papel del que entregó 6 pliegos como muestra al gobierno en el mes de enero del año siguiente. “Los pueblos de Bogotá, -nos dice el fabricante en el año 1824 al rememorar esta experiencia - (son) testigos oculares de mis fatigosos ensayos continuados sin auxilio ajeno hasta abril de 1816; recordaría que la mitad de la última resma de las 25 poco más o menos que expedí fue la que compró el impresor Nicomedes Lora para la primera gaceta de Calzada y el indulto de Morillo de 30 de Mayo”1.

Años más tarde, en junio de 1824, hallamos algunas huellas antecesoras de la fábrica de papel que aparecería en la siguiente década. En este año 1824 dos ingleses radicados en Jamaica, Wellwood Hislop y Ricardo

Rennie, solicitan al Congreso de la República de Colombia un privilegio por 21 años para establecer fábricas de papel en Caracas y en Bogotá. Los términos de dicha solicitud fueron publicados en la Gaceta de Colombia No. 151 del domingo 5 de septiembre de 1824. La solicitud hizo su curso en la Cámara de Representantes. Finalmente el Vicepresidente de la República, General Francisco de Paula Santander, devolvió a la Cámara el expediente con la siguiente nota, la que fue acogida por esa corporación como resolución en el negocio:

La fabricación de papel era un proceso dispendioso cuyas técnicas se heredaron de artesanos de la edad media / grabadoS: León, Rafael. Papeles sobre el papel. Servicio de publicaciones de la Universidad de Málaga. Málaga: 1997.


CRÓNICA HISTÓRICA

“Excelentísimo señor: Tengo el honor de devolver a V.E. el expediente en que los señores Hislop y Rennie solicitan un privilegio exclusivo para establecer una fábrica de papel en la llanura de Bogotá. Esta solicitud parece al gobierno absolutamente contraria a la prosperidad pública, que principalmente se funda en la libertad de comercio y en la que debe tener cada uno de los ciudadanos para dedicarse a cualquier ramo de industria útil. Por otra parte, el establecimiento de fábrica de papel no es una empresa tan difícil que no pueda conseguirse en Colombia sin privilegios exclusivos, única circunstancia que pudiera inclinar el ánimo del Congreso para conceder tal privilegio. En consecuencia, soy de opinión que no es útil ni conveniente el que se acceda a la solicitud de los señores Hislop y Rennie”2.

Camino hacia Las Aguas: la zona industrial de Bogotá Para continuar con nuestras pesquisas tuvimos que esperar hasta el año 1834. Entre tanto recorrimos de oriente a occidente, de sur a norte una ciudad de alrededor de 2 kilómetros cuadrados y aproximadamente con 30.000 habitantes. Andariegos incansables, al fin nos detuvimos en la Calle del Comercio el domingo 11 de mayo de ese año: la edición No. 137 de la Gaceta de la Nueva Granada que circulaba ese día, en su primera página incluía el siguiente titular: “Decreto concediendo privilegios para fabricación de papel”.

“compraron al señor José Antonio Mendoza un molino de moler trigo ubicado a espaldas de Las Aguas, con el edificio y terreno que le corresponde, por los linderos por donde siempre se ha poseído y con los enseres y herramientas siguientes: “...la máquina montada con sus piedras y fierros necesarios y sus canales nuevos por donde se conduce el agua, una sierra nueva muy buena, un pico y una picadera nueva, una romana nueva, un asador y una pala nuevos, las trozas, tolvas, puentes de madera, cucharas, pala de madera, que todo es anexo a dicho molino...”3. Poco después los socios encargan al señor José Santos

Un mes después de la expedición del decreto que concede el privilegio exclusivo, se constituye la compañía para fabricar papel en la notaría tercera mediante la escritura No. 380 de 10 de junio de dicho año 1834, firmada por Diego Martín Peralta, Benedicto Domínguez y José Ignacio Márquez. Y los socios pusieron ¡manos a la obra!. A la semana siguiente El pApel era sometido a distintos procesos de filtrado, teñido y prensaje.

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34 toma del Agua Nueva”4. Por esto en dicho sector se concentraran los molinos de la ciudad. Por entonces los molinos que se empleaban en el país eran hidráulicos, y qué mejor que aprovechar la caída de agua del San Francisco y de sus afluentes.

Con la invención de la imprentA de tipos móviles la fabricación de papel tuvo un auge inusitado.

León la adaptación del molino para la fabricación de papel. Ha llegado el momento de dirigirnos hacia el antiguo convento e Iglesia de Nuestra Señora de Las Aguas, sobre las primeras estribaciones del cerro de Guadalupe, a la margen izquierda del río San Francisco que mediante profundo tajo lo separa del cerro de Monserrate en el punto del Boquerón, cerca de la Quinta de Bolívar. En este sector se ubicaban la fábrica de velas y jabones, la fábrica de tejidos y la fábrica de papel. “Las tres fábricas, que pasaron en parte a formar lo que hoy es la Universidad de Los Andes, fueron quintas de habitación y recreo, y antes molinos, y se extendían de arriba abajo desde el Boquerón, próximo a la Quinta de Bolívar, sobre el Camino del Agua Nueva, hoy Paseo Bolívar; molinos y fábricas operados por el agua de una acequia construida especialmente a cuya vera se formó una calle. La mini-hoya hidrográfica de esta zona comprende de norte a sur el río San Francisco y los pequeños arroyos, que llamamos quebradas, del hoyo del Venado, de Guadalupe y de San Bruno, que todos desembocan en el río; y también el cauce artificial destinado a mover los molinos, derivado de la

Pero ya es tiempo de ingresar a la fábrica guiados por el Coronel de artillería Joaquín Acosta, quien cumpliendo una inspección comisionada por el Gobierno, la visitó el 17 de octubre de 1836, en compañía del señor Raimundo Santamaría: “Hemos visto el edificio en que se halla la manufactura -dice el Coronelconstruido en muy buena situación y con la capacidad más que suficiente para todas las operaciones que demanda esta industria. Las máquinas necesarias para despedazar el trapo y reducirlo a papilla están igualmente montadas. Hay agua suficiente, y la rueda hidráulica comunica el movimiento necesario, aún para un segundo molino que debe montarse. Lo único que faltan son las prensas que, aunque suplidas por una fabricada en esta ciudad, son indispensables para que el papel salga de buena calidad. Tenemos noticia segura que están las prensas extranjeras en camino viniendo de Cartagena a esta ciudad. El papel en que escribo esta comunicación es del que se ha fabricado en la manufactura de Bogotá, y del que hemos visto una resma preparada, y presenciado hacer algunos pliegos. No hay la menor duda de que esta fábrica no provea al público de papel regular, si continúa trabajándose activamente”5. Pero los primeros años de vida de la fábrica no debieron estar excentos de dificultades, según


CRÓNICA HISTÓRICA se puede deducir de la nota publicada el 18 de noviembre de 1838 en el periódico El Argos: “La fábrica de papel, después de haber sufrido muchas dificultades y contratiempos, debe comenzar de nuevo sus trabajos en estos días. Según se nos ha informado las máquinas están bien construidas; hay operarios extranjeros que parecen inteligentes, y un acopio considerable de materiales. Todo anuncia que en breve tendremos papel abundante fabricado en nuestro país”. Y la nota anterior resultó felizmente premonitoria. Poco menos de dos meses después, el mismo periódico en su primera página presenta la gran noticia a los capitalinos: “Papel bogotano” (...) Hoy tenemos la satisfacción de presentar a nuestros lectores este número de El Argos impreso en papel hecho en la fábrica de Bogotá. (...) El edificio de la fábrica es hermoso y capaz; y tan cómodamente situado, que puede decirse que está dentro de las calles de la ciudad. Las máquinas y aparatos son sólidos y perfectos. La parte de hierro de ellos ha sido traída de los Estados Unidos, y la parte de madera y otros materiales, ha sido trabajada aquí por un inteligente hijo del país, el señor Antonio Rodríguez. Actualmente trabajan en la fábrica dos obreros franceses y los demás individuos empleados en las varias operaciones y manipulaciones de la fabricación del papel, son todos granadinos”6. En este año la empresa estaba dividida en 25 acciones de las cuales Benedicto Domínguez tenía 11 y José Ignacio París 10. En 1840 Domínguez vende sus acciones a un señor Antonio Malo. Años después París compra la totalidad de las acciones. A mediados de la década del cuarenta la fábrica publica en la prensa bogotana un curioso y revelador aviso que dice lo siguiente: “En la

fábrica de papel que existe en esta ciudad se compran de contado y a precios cómodos los artículos siguientes: ni seda y Toda clase de trapo que no contenga lana . El precio que se ponga en la fábrica limpio y seco siete reales será según la calidad desde tres hasta y se pagará arroba, advirtiendo que aunque es mejor se recibe al mayor precio de los indicados el de lino, r blanco es de algodón todo el que lleven. El colo o también preferible a los demás pero se recibe trap de otros colores. ias. Palo de linaza reducido a hebras bien limp

lea para Bejuco de ají, el que comúnmente se emp reducirlo a amarrar bultos; bien majado, hasta hebras limpias. s, limpias Vástago de plátano reducido a hebras seca hebras se y blancas. La operación de reducirlo a con el sol facilita en un trapiche, y la de blanquearlo y el sereno en poco tiempo. del maíz, Las hojas blancas que cubren la mazorca por cargas. la misma Pencas de fique y de pita, o mutua, en de plátano, condición que se indica para el vástago y sin la parte verde de la penca.

cabra y de Recortes de cuero de res, de oveja, de conejo, seco y sin pelo. a ellas como En esta provincia y en las más cercanas Neiva hay son Tunja, Mariquita, Vélez, Socorro y s, siendo notable abundancia de los objetos indicado s; y desde muchos de ellos producciones silvestre mente a tales distancias pueden conducirse fácil esta ciudad.

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36 En el beneficio de muchas de estas materias puede emplearse la clase desvalida y necesitada con seguro provecho; y a la vez que con el desarrollo de este nuevo ramo de industria se sostendrá una empresa útil bajo todos respectos, principalmente porque pone en acción muchos brazos que no son a propósito para otros oficios”. Al finalizar esta misma década, el 16 de septiembre de 1848 aparece un aviso en el periódico El Neogranadino bajo el ambiguo y confuso título de “Espantosa catástrofe”. El texto del aviso dice así:

los molinos de agua se empleaban para mover los torniquetes para prensar las hojas.

Aquí cabe la duda: no se sabe si la redacción del título de este aviso obedece a una estrategia publicitaria, o si en verdad está anunciando la espantosa catástrofe de la fábrica. Lo que sí es cierto es que en 1848 los herederos del único propietario, José Ignacio París, fallecido el 31 de octubre de este año “venden a Luis Convers un

establecimiento o fábrica de papel consistente en una casa alta y baja, un solarcito y un pedazo de tierra anexo, con todos los útiles y existencias como papel fabricado, cartones y productos químicos. También entró en la venta el privilegio exclusivo que la nación dio a la fábrica de producir papel y el derecho del agua de que disfruta la casa...(...) Luis Convers estableció en la fábrica un molino de moler trigo, y, con todo

Las tres fábricas, que pasaron en parte a formar lo que hoy es la Universidad de Los Andes, fueron quintas de habitación y recreo, y antes molinos, y se extendían de arriba abajo desde el Boquerón, próximo a la Quinta de Bolívar, sobre el Camino del Agua Nueva, hoy Paseo Bolívar.


INFORME ESPECIAL 37 lo que había comprado a la sucesión de José Ignacio París, lo vendió a Camilo Sarmiento en el año de 1852”, pasando luego a propiedad de su hermano Joaquín quien finalmente vendió en el año de 1869 “... el antiguo edificio de calicanto que fue fábrica de papel y hoy convertido en molino de trigo...”7. No hemos podido precisar aún la fecha exacta de cierre de la fábrica, pero visto lo anterior pudo

situarse en los años 1852 o 1853. Esto puede corroborarse además por la observación en el terreno que realizó el viajero y profesor de química e historia natural Isaac Holton, quien estuvo en Bogotá a finales de 1852 o comienzos de 1853: “Las fábricas de algodón, de papel, de quina y la fundición -afirma Holton- han fracasado todas (...) Aún hoy se ven tantos trapos a la orilla del río San Francisco, que este parece una mina de harapos”8

Los grandes molinos europeos y americanos fueron fundamentales en la elaboración del papel.

1 Una polémica a propósito de industrialización y proteccionismo (1824-1826)”, en Boletín Histórico de la Fundación John Boulton, No. 1, Caracas, diciembre de 1962, p. 44.

5

6

El Argos, No. 60, Bogotá, 13 de enero de 1839.

Citado por Tarcisio Higuera en La imprenta en Colombia, Bogotá, 1970, p. 266.

7

Juan Carrasquilla Botero ; ob. cit,p. 85 y 86.

2

Juan Carrasquilla Botero. “La sede de la Universidad de los Andes”, en Historia Crítica, enero-julio, 1991, p. 84.

3

4

Idem, pp. 78 y 79.

Gaceta de la Nueva Granada, No. 135, domingo 23 de octubre de 1836.

Holton, Isaac. La Nueva Granada : veinte meses en los Andes. Publicaciones del Banco de la República, Bogotá, 1981, pp. 284-285.

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Roger Pita Pico Miembro de número de la Academia Colombiana de Historia

Obtener la libertad fue el principal anhelo de la comunidad esclava de Bogotá. A pesar de las promesas en los años iniciales de la independencia, el sueño sólo se logró casi finalizando el siglo XIX.

Ignacio Gómez Jaramillo, Detalle del mural Liberación de los esclavos, Capitolio Nacional, 1938, fresco, 326x303 cm. Tomado de: Ignacio Gómez Jaramillo, Bogotá, Villegas Editores, 2003, p. 211.


ANÁLISIS

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L

a presencia de los negros esclavos en Bogotá se remonta a la llegada de las primeras expediciones de los conquistadores españoles en el siglo XVI, en los tiempos mismos de su fundación como capital del Nuevo Reino de Granada. Con el paso de los años, aumentaron en número llegándose a registrar para 1778 un total de 1.174 esclavos, cifra que representaba menos del 5% del total de habitantes de la ciudad1. En la cabecera urbana, muchos de ellos estaban dedicados al servicio doméstico y al servicio personal en casas de vecinos, funcionarios, militares y religiosos. En su búsqueda por la libertad, el negro esclavo había experimentado a través de los casi tres siglos de dominio hispánico distintas opciones, tales como la manumisión por voluntad del amo, la autoliberación por compra e incluso el mestizaje.

Desde finales de esta etapa colonial, la manumisión de esclavos fue adquiriendo un auge inusitado. Los amos habían empezado a preferir la mano de obra Abolición de la esclavitud. grabada en uno de los lados asalariada por cuanto la adquisición y sostenimiento del pedestal de la estatua de Bolívar en la Plaza que lleva el mismo nombre en Bogotá. Pietro Tenerani, LITOGRAFÍA. de los esclavos se había tornado supremamente gravosa. Esto, junto al preocupante incremento [18--]. Tomado de Biblioteca Nacional, Fondo Espinosa 97. de las insubordinaciones, fueron realidades que persuadieron a varios propietarios a prescindir de sus esclavos, y un camino para ello era justamente a través de la liberación. Lo cierto es que la posibilidad de romper las cadenas de la esclavitud fue un anhelo prácticamente constante entre la comunidad negra. No en vano, lograron aprovechar cualquier oportunidad con tal de obtener ese propósito. En el contexto del periodo de independencia, el esclavo tampoco cejó en su empeño por buscar la forma de ser libre o de adelantarse a las promesas lanzadas por sus señores o por las autoridades políticas y militares. Es por ello que la libertad fue quizás lo que más lo alentó a involucrarse en estas contiendas, haciéndolo cambiar fácilmente de bando según las circunstancias o adhiriéndose a quien más le ofreciere. Solo así se entienden las crecientes deserciones ocurridas en las filas de los ejércitos, práctica denunciada con profunda preocupación por los comandantes de uno u otro bando. La ley del 11 de enero de 1820 expedida por el Congreso de Angostura y la ley del 21 de julio de 1821 promulgada por los congresistas reunidos en Cúcuta, se constituyeron en las bases del proceso de manumisión en tiempos republicanos. La primera de ellas formalizó la posibilidad de incorporar esclavos al ejército a cambio de otorgarles el beneficio de la libertad. De 76 cartas de libertad otorgadas en Bogotá durante el período de 1819 a 1851, una cuarta parte fueron en atención al reclutamiento2.


ANÁLISIS Por su parte, la ley de 1821 introdujo dos mecanismos claves: las juntas de manumisión y la ley de libertad de vientres que le permitía a los hijos de las esclavas obtener la libertad a los 18 años de edad a cambio de lo cual debían servir a los amos de sus madres. La ley estipuló que en cada localidad debía conformarse una junta de manumisión que se encargaría de recaudar los fondos para liberar esclavos, recursos que provendrían de los dineros aportados al Estado por concepto de las mortuorias. Las juntas debían elegir un comisionado encargado de cobrar a la mayor brevedad y exactitud este impuesto. Al disponer la realización del acto de manumisión para los días destinados a las fiestas nacionales, los legisladores de Cúcuta quisieron generar un mayor impacto publicitario a este evento de tal manera que sirviera de estímulo para aquellos amos interesados en liberar gratuitamente a sus esclavos. Además de coincidir con una fecha de carácter nacional, también se quiso coincidir con una de las fiestas más representativas del calendario católico, el nacimiento del niño Jesús.

de recursos logísticos y de personal para cumplir sus funciones. En un régimen administrativo en transición era más difícil implementar soluciones rápidas y efectivas.

Discurso de manumisión de esclavos

Las juntas de manumisión

El 1º de febrero de 1822, el vicepresidente Francisco de Paula Santander dictó un decreto en el que dispuso que los gastos de amanuense, papel, libros y otros, se abonaran de los mismos fondos de manumisión3. La junta de Bogotá propuso en marzo de 1822 que los comisionados nombrados para intervenir en los inventarios, avalúos y liquidaciones de las mortuorias recibieran un tanto por ciento de los bienes intervenidos. En su concepto, los ministros de Tesorería General creían que era importante hacer algunos gastos para organizar las cuentas y pagar a los amanuenses pero como este era un asunto no estipulado por la ley de 1821, le pareció a este órgano que era necesario consultar al general Santander, quien aclaró que este oficio debía ejercerse gratuitamente hasta tanto la ley dispusiera otra cosa4.

Una de las quejas más comunes presentadas por los miembros de las juntas de manumisión era la falta

En octubre de ese año renunció el Secretario de la Junta, Inocencio Galvis. La razón de fondo era

El balance de la manumisión en los primeros años de vida republicana no fue tan alentador como lo anhelaban las autoridades. La misma escasez de recursos hacía inoperantes las juntas, lo cual se vio reflejado en la poca cantidad de esclavos manumitidos por año. Era recurrente el inconformismo de los amos pues solían recibir un monto de compensación inferior al valor comercial de sus esclavos, razón por la cual preferían venderlos ya que así obtenían superior ganancia.

“Los amos habían empezado a preferir la mano de obra asalariada por cuanto la adquisición y sostenimiento de los esclavos se había tornado supremamente gravosa.”

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42 que no se había estipulado sueldo para ese cargo y él se hallaba agobiado ante la carencia de recursos para sostener su familia. Aseguró cumplir sagradamente sus tareas, asistiendo de 7 de la mañana a 12 del mediodía y de 2 a 5 de la tarde. Como alternativa, propuso que se le ubicara en otro cargo que sí tuviera remuneración5. La comisión del Senado que examinó esta situación era consciente de que todo trabajo era digno de recompensa pero el problema radicaba en que los fondos destinados para manumisión eran mínimos siendo el objeto central de estos recursos liberar a los negros de la esclavitud. De manera que acceder a la mencionada petición sería desatender ese propósito loable. En reemplazo de Galvis, se pidió nombrar a uno de los escribanos numerarios. No obstante, el vicepresidente Santander propuso llevar estas inquietudes a consideración del Congreso de la República6. En 1823 la Junta pidió se le asignara la plaza de portero para que hiciera las citas, llamadas, notificaciones, entrega de oficios y demás tareas indispensables para el normal funcionamiento de este órgano. La respuesta del Secretario del Interior era que había que aguardar al pronunciamiento del Congreso en relación con la organización de estas juntas7. Las constantes quejas y denuncias surgidas en torno a las manumisiones y al funcionamiento de las juntas obligaron varias veces al Estado republicano a expedir correctivos. Hacia 1825, la Junta de Bogotá no tenía muy en claro cómo hacer el cobro por concepto de manumisión cuando un testador dejaba bienes en varios cantones, si debía hacerse en cada lugar o debía coordinarse desde el sitio donde había residido8. Bolívar y la libertad de los esclavos.


ANÁLISIS El capitán de infantería Pedro José Velasco pidió en 1831 a la junta de esta capital la libertad de su esclavo Celedonio pero ese órgano se negó bajo el entendido de que los fondos de manumisión debían dar preferencia a los oriundos y vecinos del cantón. El capitán puso de presente la buena conducta de su negro al servicio de los intereses de la Patria y, prueba de ello, era el ascenso logrado en su carrera militar al grado de alférez. Recurrió al gobierno en busca de compensación en vista de que su precaria condición económica le impedía a él, en calidad de amo, otorgarle la libertad. Para imprimirle mayor validez a su pedimento, el capitán adjuntó el certificado del Estado Mayor del Ejército en el que se comprobaba la vinculación del esclavo a esa institución castrense. Finalmente, se dio respuesta positiva a la solicitud en virtud al precepto, según el cual, los militares no tenían domicilio fijo y, por lo tanto, debía reputárseles como vecinos del lugar donde se hallaban, así fuera temporalmente. Fue dictada entonces la orden para manumitirlo, correspondiéndole al propietario la suma de 100 pesos que fue el valor por el que fue avaluado dicho negro9.

Cifras de manumitidos A continuación, se presentará un balance cronológico del número de esclavos involucrados dentro del proceso de manumisión registrado en Bogotá. Con los datos disponibles se puede advertir como nota predominante el registro de unas cifras muy bajas que, para la opinión de muchos, no era más que la constatación del fracaso de este programa oficial. Cabe precisar que, aparte de los liberados por cuenta de los fondos de manumisión, también habría que contabilizar los que se acercaban a manumitir desinteresadamente a sus esclavos sin esperar ningún tipo de compensación. El mismo año en que fue expedida la ley del 21 de julio de 1821 no alcanzó a producirse ninguna liberación, ni siquiera en la capital. En la Gazeta de

la ciudad de Bogotá se reconoció el entusiasmo y patriotismo con que se celebraron allí las Fiestas Nacionales pero al mismo tiempo se lamentó el hecho de que no se hubiese liberado ni un solo esclavo, tal como lo prescribía la mencionada ley10. En realidad, los primeros registros de manumisiones se formalizaron en diciembre de 1822. Bogotá fue una de las ciudades que marcó la iniciativa al liberar 22 esclavos valorados en más de 2.000 pesos. De ellos, uno fue por voluntad de su amo sin espera de compensación, dos por haber prestado su servicio a las armas y, en relación con la esclava Manuela de propiedad del ciudadano Joaquín Álvarez, su madre contribuyó con 50 pesos de los 140 en que fue tasada11. Los miembros de la junta habían empezado a recaudar fondos en el mes de mayo y no vacilaron en señalar desde muy temprano las dificultades de la ley “[…] por no detallar un régimen económico que obvie los fraudes y delimite el método de proceder”12. Los registros indican que en 1823 solo fue liberado un negro y al año siguiente ascendió a 33 el número de beneficiados. Estas cifras parecen poco halagadoras al tenerse en cuenta que para 1821 en esta capital se contabilizaban 1.935 esclavos13. Dentro de las liberaciones realizadas en 1825, la Junta favoreció a los esclavos Juan Nepomuceno y Manuel Angarita, Silvestre Londoño y Nicolás Castillo que era del señor José Antonio Olaya, Julián Betancur de propiedad de Josefa Rey, todos estos al servicio de las armas. Adicionalmente fueron liberados Francisco Esteban, José Gregorio, Petronila Fernández y Lucía Caicedo14. En resumidas cuentas, al comparar las cifras de manumitidos entre 1821 y 1825, se puede concluir que la ciudad de Bogotá ocupó el tercer lugar después de las provincias de Boyacá y Antioquia.

Irregularidades y confusiones Innumerables fueron las anomalías y las inquietudes detectadas en el desarrollo de las juntas de

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44 manumisión, situación que “Los primeros registros de manumisiones se contribuyó a enturbiar aún formalizaron en diciembre de 1822. Bogotá fue una más el proceso. Obviamente, de las ciudades que marcó la iniciativa al liberar 22 los más afectados con esos esclavos valorados en más de 2.000 pesos.” cuestionados procederes eran los esclavos. En julio de 1822 la junta de manumisión de Bogotá expresó al para averiguar las conductas de los esclavos pues, gobierno central dudas sobre el modo de cobrar el según el decreto del 18 de agosto de 1823, desde impuesto de manumisión en aquellas mortuorias el 10 de noviembre se recibían memoriales de los en que no existía formación de inventarios ni negros interesados en adquirir su libertad sin que en 15 diligencias de información . ese momento se pudiese adelantar alguna diligencia de averiguación sobre el perfil de estos aspirantes En febrero de 1824 el intendente de y del 1º de diciembre en adelante los miembros Cundinamarca Enrique Umaña inició una de la Junta debían realizar la escogencia de los investigación exhaustiva tendiente a aclarar un que finalmente serían manumitidos. Sobre esto, el cúmulo de irregularidades sucedidas en la junta llamado de atención fue a manumitir únicamente capitalina. Una de las críticas era que este órgano cuando todos los requisitos y calidades de los había exigido una cierta cantidad de dinero a esclavos estuvieran plenamente comprobados. algunos esclavos por asegurar su liberación y además había ofrecido un pago a los avaluadores Igual de grave fue la denuncia, según la cual, la lista siendo esto ilegal. El secretario de la junta Joaquín de manumitidos publicados en la gaceta oficial no Zapata y Porras justificó este accionar bajo el concordaba con la lista de los que verdaderamente entendido de que había sido autorizado para ello recibieron tal beneficio. Así por ejemplo, en el por el anterior intendente Estanislao Vergara. periódico apareció la negra María Ildefonso Ortiz Después de revisados los archivos, no se halló pero en realidad ella no había sido liberada. rastro alguno de haberse dictado tal providencia. Una vez comprobado esto, Umaña mandó Lo anterior obedecía al hecho de que se habían devolver los dineros cobrados y se aseguró de manumitido muchos más esclavos de aquellos a tomar las medidas necesarias para cortar de raíz que podían dar lugar los fondos existentes dejando el abuso de dichas exacciones. Sobre este mismo pendiente el pago a algunos amos hasta el ingreso tema, se recordó el caso de un escribiente que de recursos frescos a principios del año siguiente. fue despedido por exigir un pago excesivo a los Los miembros de la Junta solían hacer proyecciones esclavos por hacerles memoriales. sobre las fechas de pago de las contribuciones por concepto de mortuorias pero al final estos aportes También se cuestionó el hecho de que la esclava no se hacían oportunamente. de la señora Manuela Arias de Ibáñez no debió haber recibido carta de libertad sin que primero Todavía en septiembre de 1824 la mencionada se satisficiera a dicha ama lo correspondiente al propietaria Manuela Arias de Ibáñez no había recibido valor de esta negra. Sobre este punto, la Junta se el pago total de los 150 pesos por la liberación de su defendió aduciendo que el desembolso estaba esclava María Lugarda, pese a los insistentes llamados pendiente en razón a que Arias no había adjuntado de las autoridades para que esa liquidación se efectuara los documentos que avalaran su condición de lo antes posible. Esta dama afrontaba una crítica ama y porque aún no se había acreditado la buena situación económica empeorada con el embargo de conducta de la esclava. Para los miembros de esta su casa, de manera que solo contaba con el valor de comisión, poco era el tiempo que establecía la ley la esclava como salvación para no ser arrojada a la


ANÁLISIS calle. El secretario del Interior José Manuel Restrepo pidió no dilatar más este desembolso y castigar a los responsables de esta tardanza. La orden para corregir esta situación era no manumitir sin tener listo el pago de contado para cada uno de los amos16. En otra denuncia que causó gran controversia, a Manuel María Álvarez, vocal de la Junta, se le acusaba de haber retenido la llave del archivo so pretexto de despachar privadamente los asuntos de manumisión para que los vocales al reunirse solo se detuvieran en firmar17. Por otro lado, el ciudadano Simón Burgos envió en febrero de 1824 una carta al semanario Correo de Bogotá, en la cual ponía de presente las faltas cometidas por la junta de manumisión de la capital, irregularidades que, según él, ni siquiera se veían en la más pequeña de las parroquias. Se criticó el hecho de que los fondos se utilizaban en dotar a amanuenses, portapapeles y porteros. Se exigían dos pesos a los amos para el avalúo de los esclavos o tres en los casos en que existían discordias. Pero lo más grave de todo era que finalmente los escogidos no eran los más honrados e industriosos, tal como se estipulaba en el artículo 13 de la ley de 1821. Se llegó incluso a manumitir a un negro que no había sido designado por la Junta mientras que un esclavo al servicio de las armas no fue liberado simplemente porque su amo se negó a pagar el perito nombrado por la junta para el avalúo. A los amos se les cobraba hasta 10 pesos por todos los trámites de manumisión. Tales denuncias fueron puestas en conocimiento del intendente y se pidió investigar las gestiones del director de la Junta don Manuel María Bernardo Álvarez, el secretario Inocencio Galvis, el amanuense Salvador Balanzo y el porta-papeles Sabino Trujillo, con el fin de castigar a los culpables por esta serie de irregularidades. El denunciante estaba convencido de

que la publicación de estas quejas en la prensa local contribuiría a que se diera una pronta solución.

Homenajes a la República Durante los tempranos años de vida republicana fue común observar la determinación de algunos amos de liberar a uno o a más de sus esclavos en tributo a la naciente Patria libre y soberana. Para ello, se tomaron como referencia fechas célebres, ya fuera en honor a los líderes republicanos o a los hitos fundacionales de la República. Estas liberaciones implicaron un ahorro para las arcas oficiales por cuanto los amos se abstenían de exigir a las juntas de manumisión el valor de los esclavos rescatados. De algún modo, eran actos de desprendimiento económico en medio de las afugias de la guerra. El administrador general de correos del centro, José Camilo Manrique, dirigió el 27 de julio de 1822 a las autoridades superiores de Bogotá un memorial en el cual anunció que estaba resuelto a liberar a sus 10 esclavos para contribuir a la conmemoración del aniversario de la batalla de Boyacá, fecha a la que bautizó como “el gran día de Colombia”. Para el efecto, pidió se publicara en la Gaceta de Colombia esta muestra de generosidad para que el dicho artículo de periódico sirviera a estos negros como carta oficial de libertad. El gobierno, mediante decreto, agradeció a aquel ciudadano su donación. En el mes de diciembre de ese mismo año, con ocasión de las Fiestas Nacionales desarrolladas en esta capital para proclamar las glorias militares de Colombia, se celebró la manumisión de trece esclavos, conforme a lo dispuesto en el artículo 12 de la ley del 21 de julio de 1821. Se rememoró

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46 Esclavos liberados en 1822 por José Camilo Manrique en memoria de la batalla de Boyacá.

el nombre del presidente Simón Bolívar como “el ilustre vengador de las libertades de Colombia y el patrono más constante de los esclavos”. De manera simbólica, el vicepresidente Santander puso sobre la cabeza de cada uno de los negros favorecidos el gorro de la libertad18. Se aprovechó además la ocasión para exaltar la memoria de José Félix de Restrepo, promotor de la ley de manumisión de 1821 y “abogado de los esclavos en el Congreso de Cúcuta”19.

Fuente: Gaceta de Colombia, No. 42, agosto 4 de 1822, p. 3.

En síntesis, la libertad seguiría siendo el principal anhelo para la comunidad esclava de Bogotá pero al mismo tiempo su mayor frustración al ver cómo se aplazaba por mucho más tiempo. Solo algunos con suerte y otros vinculados al campo de batalla pudieron acceder a tal beneficio en los años iniciales de la República independiente pero a fin de cuentas la mayoría de ellos continuaría en estado de sujeción y habrían de pasar tres décadas para abrazar el goce de la libertad definitiva

1 Tovar Pinzón, Hermes. Convocatoria al poder del Número. Santa Fe de Bogotá, Archivo General de la Nación, 1994, pp. 86-88.

11 Correo de la ciudad de Bogotá, No. 181, Bogotá, Imprenta del Estado, por Nicomedes Lora, enero 16 de 1823, p. 625.

Galvis, Antonio José, La esclavitud en Bogotá durante el período de 1819 a 1851, Bogotá, Universidad Javeriana, 1974, p. 81.

12

2

Archivo General de la Nación (AGN), Sección República, Fondo Ministerio de Hacienda, tomo 281, ff. 488r-v.

3

AGN, Sección República, Fondo Ministerio de Hacienda, tomo 274, ff. 1r-3r.

4

AAGN, Sección República, Fondo Ministerio de Hacienda, tomo 277, ff. 156r-157r.

5

AGN, Sección República, Fondo Ministerio de Hacienda, tomo 274, ff. 7r-v.

6

AGN, Sección República, Fondo Ministerio de Hacienda, tomo 277, ff. 149r-150r.

7

AGN, Sección República, Fondo Ministerio de Hacienda, tomo 283, f. 426r. tomo 283, f. 426r. 277, ff. 149r-150r.

8

9

AGN, Sección República, Fondo Manumisión, tomo 1, ff. 9r-12v.

Gazeta de la ciudad de Bogotá, Bogotá, Imprenta del Estado, por Nicomedes Lora, No. 128, enero 6 de 1822, p. 418. 10

AGN, Sección República, Fondo Ministerio de Hacienda, tomo 274, ff. 13r-v.

13 Bierck, Harold A. Jr., “Las pugnas por la abolición de la esclavitud en la Gran Colombia”, en: Bejarano, Jesús Antonio (Comp.), El siglo XIX en Colombia visto por historiadores norteamericanos, Bogotá, Editorial La Carreta, 1977, p. 329. 14 AGN, Sección República, Fondo Ministerio de Hacienda, tomo 283, f. 424Ar. 15

AGN, Sección República, Fondo Funcionarios, tomo 5, f. 627r.

16 AGN, Sección Colecciones, Fondo Enrique Ortega Ricaurte, caja 182, carpeta 669, f. 106r. 17 AGN, Sección República, Fondo Ministerio de Hacienda, tomo 281, ff. 487r-488v, 493 r-v. 18 Este era uno de los elementos más característicos de la Revolución Francesa. 19 Gaceta de Colombia, No. 64, Villa del Rosario de CúcutaBogotá, Imprenta de Espinosa, enero 5 de 1823, p. 2.


FONDOSANÁLISIS FOTOGRÁFICOS

EDIFICIO MONSERRATE, DISEÑADO POR EL ARQUITECTO ESPAÑOL GERMÁN TEJERO. ANTIGUA SEDE DEL DIARIO EL ESPECTADOR, 1950 - 1960 / FOTO: LEO MATIZ- FONDO FOTOGRÁFICO - ARCHIVO DE BOGOTÁ

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INTERIOR SANTAFEREÑO. Óleo de Ramón Torres Méndez. HISTORIA DE BOGOTÁ. SIGLO XIX. EUGENIO GUTIéRREZ CELY. VILLEGAS EDITORES, 2007.


HOMENAJE

colombianas en el siglo XIX A pesar de que las mujeres colombianas tuvieron un papel destacado en la prensa y la literatura, es poco lo que se sabe de ellas. En este ensayo, el escritor Carlos Vidales analiza las condiciones políticas, sociales y culturales que hicieron posible la emergencia de un fuerte grupo de escritoras y periodistas en aquella centuria.

Carlos Vidales* Hijo del poeta Luis Vidales, reside en Suecia desde 1980 y trabajó en el Departamento de Español, Portugués y Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Estocolmo, desde 1982 hasta su jubilación en 2006. Fue profesor de español, literatura y análisis de textos literarios. Tuvo a su cargo los cursos de Sociedad, Historia y Cultura de América Latina.

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n 1888 el escritor liberal español Juan Valera, en sus célebres Cartas Americanas se manifestaba sorprendido ante la gran cantidad de mujeres colombianas que sobresalían en la poesía y la literatura. Luego de analizar, en términos elogiosos, los versos de la poeta Agripina Montes del Valle, cuyo poema “Al Salto del Tequendama” le parecía superior en calidad y belleza al de su contemporáneo José Joaquín Ortiz, comentó: No es Agripina Montes la única poetisa de nota que el Parnaso Colombiano nos da a conocer. Hay otras que llaman mucho la atención y se ganan el aprecio de los lectores. Yo me figuro que en Colombia no deben de ocurrir las varias causas que en España, y sobre todo en Madrid, influyen para que las mujeres no escriban versos. Nuestros padres y abuelos, hartos de los discreteos, latines y tiquis-miquis de las damas de Calderón, condenaron el saber en las mujeres, denigraron a las mujeres sabias con los apodos de licurgas y marisabidillas, y pusieron el ideal femenino en la más crasa ignorancia. (3 de septiembre de 1888, p. 203) Desde los tiempos en que Valera escribió estas líneas se ha avanzado mucho en el estudio de la presencia femenina en la literatura y el periodismo colombianos. Durante las últimas dos décadas del siglo XX, nuevas perspectivas y enfoques han abierto el camino hacia una mejor comprensión sobre la situación de la mujer colombiana en la sociedad, en general, y en los campos de la creación intelectual, en particular. Los nuevos estudios han superado ya la primera fase de la investigación de género en Colombia. Ahora ya no se trata simplemente de sacar a la luz nombres olvidados o discriminados, ni de enumerar más y más mujeres ilustres. Mucho menos se trata de confeccionar elogios “políticamente correctos” hacia las escritoras que se estudian, con amables alusiones a la hermosura física de dichas damas. Si bien todo esto puede parecer encantador, hoy el investigador se encuentra frente a nuevas y más complejas tareas que lo obligan a revisar la sociedad en su conjunto: las estructuras políticas y de clases, la legislación, la historia de las mentalidades, la evolución de las relaciones en el seno de la familia, el desarrollo de la educación


HOMENAJE y la dinámica de las relaciones interétnicas e interculturales, son algunos de los más importantes campos de estudio. El proceso de la independencia y de la formación de las nuevas naciones hispanoamericanas fue largo y complejo. Las grandes rebeliones populares de 1780-83 y las conspiraciones criollas que inquietaron la vida colonial durante las dos últimas décadas del siglo XVIII contribuyeron fuertemente al surgimiento de grupos intelectuales que cuestionaban todo el sistema de dominación español. La sociedad en su conjunto era, y continuó siendo durante mucho tiempo, patriarcal y católica. Pero en su interior crecían grupos y sectores ideológicamente opuestos a los valores tradicionales. Tales grupos fueron inicialmente pequeños y necesariamente secretos. La documentación que se conserva sobre su existencia y formas de vida consiste principalmente en los papeles relacionados con los procesos a que fueron sometidos los conspiradores y rebeldes, y en la correspondencia familiar de los presos, perseguidos y desterrados. Es allí donde encontramos las primeras piezas de una literatura femenina auténticamente nacional, pues con frecuencia las esposas, novias, hermanas, primas y sobrinas informaban en ellas a sus parientes masculinos sobre el estado político de su provincia o región, sobre el estado de ánimo de la población y sobre las medidas represivas tomadas por el régimen contra las nuevas ideas. Se conservan también las peticiones jurídicas o representaciones hechas por las esposas o hermanas de los rebeldes presos, pidiendo el perdón para sus maridos o hermanos o solicitando una reducción de los castigos. Son con frecuencia documentos largos, escritos con mucho detalle y cuidado. Por ellos podemos constatar que esas mujeres pertenecían a un grupo social minoritario, constituido esencialmente por criollos (blancos descendientes de españoles, nacidos en el país) sin títulos de nobleza y pertenecientes al estado medio, es decir, al estrato social de los comerciantes, letrados, profesionales, secretarios y empleados de la burocracia colonial.

ARRIBA - IZQUIERDA

CAROLINA SAMPER ACOSTA. ÓLEO DE DOMINGO GUTIÉRREZ ACOSTA. ARRIBA - DERECHA

MERCEDES ÁLVAREZ DE FLÓREZ. ÓLEO DE EUGENIO MONTOYA. ABAJO - IZQUIERDA

SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER. ABAJO - DERECHA

LA COSTURERA. ÓLEO DE MARGARITA HOLGUÍN Y CARO.

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BAILE DE CAMPESINOS, SABANA DE BOGOTÁ / ACUARELA DE RAMÓN TORRES MÉNDEZ, 1852.

De este grupo social salieron las ideas más radicales y los proyectos ideológicos más avanzados de la independencia. Y este fue también el grupo más castigado durante las terribles guerras libradas entre 1810 y 1820. La mayor parte de sus hombres notables, y no pocas de sus mujeres, fueron sacrificados en las carnicerías de la Reconquista (1814-1816) y en los combates que siguieron hasta la consolidación de la independencia nacional. Muchas mujeres de este estrato social quedaron viudas durante este sangriento período y debieron hacerse cargo de los negocios de la familia y del cuidado de los hijos. Las leyes y decretos de pensiones vitalicias dictadas por la república en favor de estas mujeres fueron un factor determinante para su supervivencia, en muchos casos, y para asegurarles una situación económica que les permitía una participación más abierta y menos condicionada en la sociedad de su tiempo.

Es un hecho comprobable que las mujeres nacidas en las familias masónicas más radicales de ese período fueron, sin excepción, católicas y firmes defensoras del sacramento matrimonial. Este es el caso de nuestras escritoras y periodistas. La muy repetida explicación de que “la mujer es más conservadora que el hombre” me ha parecido siempre muy superficial. En el catolicismo de las escritoras y periodistas colombianas del siglo XIX, muchas de ellas hijas de próceres anticatólicos, me parece ver una reacción humanista contra la intolerancia antirreligiosa y una manera de ejercer la libertad de conciencia que esos próceres predicaban, aunque no siempre respetaban. Al producirse la caída en desgracia del vicepresidente Santander (1828) y la dictadura del Libertador Simón Bolívar, son anuladas las reformas educativas, restituidos los privilegios de la Iglesia Católica


HOMENAJE

De la extensa –y al parecer completa– lista aportada por Patricia Londoño, incluyo aquí algunas de las más notables revistas dedicadas a la mujer, publicadas en Colombia entre 1858 y 1900: 1. Biblioteca de Señoritas, Bogotá, Imprenta de Ovalles i Cia., semanal, núms. 1-67, año 1, 1858-1859. [HLLM]

12. La Mujer, lecturas para las familias. Directora: Soledad Acosta de Samper. Bogotá, quincenal, 1878-1881. [HLLM]

2. La Caridad, libro de la familia cristiana, Bogotá, semanal, 1864-1882. [HLLM]

13. La Velada, colección de lecturas para el hogar. Periódico literario, científico, industrial y novedoso. Director: José Maria Garavito. Bogotá, 1880-1883, núms. 1-19. [HLLMJ]

3. El Iris, periódico literario dedicado al bello sexo . Redactores: José Joaquín Borda, J. David Guarin y Carlos Posada. Editores: Nicolás Pontón y Daniel Ayala. Bogotá, 1866-1868, núms. 1-24, años 1-111, (Ilustrado con láminas litografiadas). [HLLM] 4. La Aurora, periódico literario dedicado al bello sexo. Medellín, Editorial Upegui y Calle, semanal, 18681869, núms. 1-24. [HLLM] 5. El Hogar, periódico literario dedicado al bello sexo . Redactor: 1. J. Taborda. Bogotá, vol. 1, núm. 1, enero 25 de 1863, vol. 2, núm. 120, diciembre 19 de ¡870. [FAES] 6. La Primavera, periódico literario dedicado al bello sexo. Cartagena, julio24 de 1871, núm. 12 (sólo se conoce este número). [U de A] 7. La Lira, periódico religioso dedicado al bello sexo. Cartagena, octubre 31 de 1872, 8 págs. (sólo se conocen los núms. 14 y 15). [U de A] 8. El Rocío, periódico literario dedicado al bello sexo y a la juventud. Bogotá, Imprenta de Nicolás Pontón & Cia., Bogotá, 1872-1875. [HLLM] 9. La Guirnalda, periódico dedicado al bello sexo”. Barranquilla, mensual, 1873-1874 (sólo se conocen los núms. 1 y 7). [Udc A] 10. El Aficionado, periódico dedicado al bello sexo. Yarumal, Antioquia, 1874 (manuscrito; ilustraciones en color; se conservan cinco números). [HLLM] 11. El Iris, periódico literario dedicado al bello sexo. Barranquilla, marzo 23 de 1874, núm. 1; sept. 26 de 1874, núm. 7. [U de A]

14. La Golondrina, hoja literaria y de variedades. Director: Juan José Botero. Medellín, quincenal, 1881. (En el subtitulo afirma que a la “producción de mujeres antioquenas se les dará preferencia”. [HLLMJ] 15. La Primavera, dedicado al bello sexo; literatura, noticias e industria. Redactores: Miguel Martínez Pitleres y Filemón S. Villalobos. Mompox, quincenal, 1882-1883, núms. 1-13. [U de A] 16. La Familia, lectura para el hogar. Directora: Soledad Acosta de 5am-per. Bogotá, mensual, 1884-1885, núms. 1-12. [HLLM] 17. El Amigo de las Damas, periódico literario dedicado al bello sexo de esta ciudad. Redactores: Enrique E. Delgado y José E. Coviedes. Cartagena, 1889-1890, núms. 1-4. [U de A] 18. El Domingo de la Familia Cristiana. Directora: Soledad Acosta de Samper. Bogotá. semanal, 18891890, núms. 1-52. [HLLM] 19. La Mañana, periódico dedicado al bello sexo. Redactor: Jesús María Trespalacios. Medellín, quincenal, abril 12 de ¡890, núm. 1; julio 23 dc 1890, núm. 6. [U de A] 20. La Mujer. Directores: RIJ (Ismael José Romero) y FAR (Fernando A. Romero). Bogotá, semanal, y después bisemanal, 1895-1897, núms. 1-150. [HLLM] 21. El Domingo. Directora: Soledad Acosta de Samper. Bogotá, semanal, 1898-1899, núms. 1-24. [HLLM] 22. Lecturas para el Hogar. Directora: Soledad Acosta de Samper. Bogotá, mensual, 1905-1906, núms. 1-12. [HLLM]

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54 y reafirmada la autoridad patriarcal en el seno de la familia y de la sociedad. El Libertador, en este momento oscuro y trágico de su existencia, recurre a los pronunciamientos de padres de familia para sostener su autoridad dictatorial, anulando de esta manera la todavía débil opinión pública, que apenas daba sus primeros pasos con sus asambleas populares, sus grupos políticos y sus publicaciones periódicas. Un patriarcalismo doctrinario y militarista se impone como fórmula sustitutiva de las consultas populares. La muerte de Bolívar (1830) abrirá en cambio el camino a una fanática reacción antibolivariana con injustas persecuciones y odiosos ajustes de cuentas. Este es el período de los Caudillos y sus guerras civiles (1831-1845), durante el cual el país se va a sumir en la violencia y los enfrentamientos regionales, y durante el cual la condición de literato, político y señor de la guerra estará encarnada en una sola persona, el jefe del poder provincial o local. Surgirá una multitud de periódicos en cada una de las regiones en conflicto, pero serán publicaciones puestas al servicio de las guerras civiles. En tales condiciones habrá poco espacio político para la expresión de literatura femenina y periodismo de mujeres. Las escritoras formadas y crecidas en aquella época se van a expresar entonces en la poesía mística o en narraciones costumbristas, principalmente. La mayoría de esas escritoras van a publicar sus producciones en los períodos subsiguientes.

Josefa Acevedo fue la primera escritora y periodista colombiana, es decir, la primera mujer colombiana que publicó sus escritos en periódicos y revistas. Su poesía es amable, de estilo llano y moderno, irónica y sin adornos retóricos. LA LECTORA. ÓLEO DE FÍDOLO ALFONSO GONZÁLEZ CAMARGO.


HOMENAJE Entre 1845 y 1860 la nación colombiana vive el período de la formación de los partidos históricos. Por primera vez comienzan a ser publicados poemas, relatos y otros escritos producidos por mujeres. La fundación de la Sociedad Literaria (1845), creada por un grupo de jóvenes estudiantes de Derecho, será el punto de partida de una gran cantidad de clubes, asociaciones y sociedades culturales en los cuales comienzan a participar las mujeres, apoyadas y estimuladas por los grupos liberales más avanzados. La sociedad presentaba entonces un cuadro contradictorio: en todas las clases sociales imperaba todavía un tradicionalismo patriarcal y se consideraba que la mujer no debía tener otro oficio que las labores del hogar, pero al mismo tiempo, una minoría intelectual ilustrada, muy ruidosa y muy entusiasta, difundía en innumerables publicaciones las más atrevidas ideas y daba espacio en sus páginas a las mujeres escritoras. Un visitante extranjero que hubiese querido conocer a Colombia por aquellos años y solamente se hubiera guiado por la lectura de la prensa, habría pensado seguramente que se encontraba en el país más avanzado del mundo. La realidad social, sin embargo, era muy diferente.

la ilustración, los Derechos Humanos, la defensa de las clases trabajadoras y el mejoramiento de la condición de la mujer. Florecieron los centros de poder regionales y surgieron innumerables periódicos y publicaciones en cada centro provincial. Las pequeñas élites intelectuales de esas provincias, hasta entonces obligadas a depender de la vida cultural de Bogotá, pudieron expresarse y fortalecerse, al mismo tiempo que participaban como detentadoras del poder en sus respectivos Estados Soberanos. Comenzaron a ser conocidas, en consecuencia, muchas escritoras, poetas y periodistas de provincia. Se multiplicaron las publicaciones dirigidas a la mujer. Más de la mitad de ellas fueron fundadas y redactadas por hombres y las demás realizadas íntegramente por mujeres, como Soledad Acosta de Samper, Agripina Montes del Valle y Mercedes Flórez.

En todo caso, en los casi ochenta años transcurridos desde los tiempos sombríos de la Reconquista, en los inicios del siglo, hasta el fin de la Regeneración, las mujeres intelectuales del país habían logrado inmensos avances y aportado con muy valiosas creaciones a la cultura nacional. Probablemente El triunfo del liberalismo, consagrado por el por eso lograron ellas resistir los años terribles ascenso de José Hilario López al poder y la victoria que vendrían. La guerra civil de los Mil Días (1899constitucionalista en la guerra civil de 1860, había 1902) fue otra de las hecatombes montruosas en sido precedido por una gran ofensiva ideológica de que la sociedad colombiana se hunde, con trágica las fuerzas más radicales de ese partido. En este punto frecuencia, desde la fundación de la República. El nuevo siglo se abrió con un baño de sangre y Colombia Policarpa Salavarrieta fue durante un tiempo maestra perdió el territorio de Panamá, de escuela en Guaduas, donde inició su actividad por su propia mezquindad y secreta en favor de la independencia. estupidez y por la inteligente rapacidad de la potencia norteamericana. Soledad debe anotarse que el liberalismo colombiano tenía Acosta de Samper se habría de distinguir durante entonces dos corrientes ideológicas muy claramente aquellos días luctuosos, movilizando a la opinión definidas: una corriente doctrinaria, ortodoxa, que pública en defensa de la paz y de la soberanía defendía sobre todo los principios del librecambio nacional. Esta es, probablemente, la mejor manera y de la absoluta libertad de comercio, es decir, los de recordar hoy a esta mujer admirable, cuando postulados económicos del más puro liberalismo de Colombia –otra vez– vive una orgía de sangre y de Manchester; y otra corriente, humanista y radical, violencia y cuando la gran potencia del Norte se que defendía los postulados sociales y políticos de apresta a sacar ventajas de esta guerra feroz

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Patricia Pecha Quimbay Historiadora e investigadora del Archivo de Bogotá

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os servicios organizados por el Estado colombiano para satisfacer las necesidades de atención en salud de la población se remontan a finales del siglo XIX. En 1887 a nivel nacional fue creada la Junta Central de Higiene con la que se institucionalizó la sanidad pública; esta Junta funcionó con tres médicos y un profesor de ciencias naturales hasta 1919, cuando fue sustituida por la Dirección Nacional de Higiene y Asistencia Pública1. En Bogotá, por medio del Acuerdo 5 de 1910, se estableció el Servicio de Higiene encargado de la asistencia y la administración sanitaria, que en 1915 pasó a

denominarse Oficina de Higiene y Salubridad a cuyo director le fueron asignadas las funciones de informar mensualmente al Concejo Municipal y al Alcalde de la ciudad sobre la marcha y movimiento de la Oficina y de cada una de las secciones, redactar y repartir el Registro Municipal de Higiene, procurando mejorar esta revista que estaba llamada a prestar importantes servicios, no sólo a la higiene y salubridad municipales sino también a la estadística y otros ramos de la administración; con respecto a los centros de salud, funcionaban en Bogotá el Hospital San Juan de Dios, la clínica de enfermedades venéreas y sifilíticas y el Campo


archivo a fondo

Partidas de defunción del día 22 de OCTUBRE. Tomado de: Archivo de Bogotá, Fondo Secretaría de Salud. Libro necrológico correspondiente al año 1900. folio 206. Ubicado en: 604.2464.

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En 1887 a nivel nacional fue creada la Junta Central de Higiene con la que se institucionalizó la sanidad pública. San José, cuyos servicios se complementaban con centros de origen privado como la Sociedad de Casas de Salud y Sanatorios y el Hospital de la Misericordia2. El ramo de higiene y salubridad tuvo un modesto progreso administrativo en Bogotá a partir de la expedición del Acuerdo 6 de 1922, según el cual la Oficina de Sanidad pasó a llamarse Dirección Municipal de Higiene. Así mismo, mediante el Acuerdo 21 de 1923 se estableció el servicio médico domiciliario gratuito y se creó una farmacia para el despacho de fórmulas. Otra norma, orientada a frenar la propagación de enfermedades infectocontagiosas y asegurar la salubridad pública, fue el acuerdo 15 de 19343 que fusionó las dependencias de Higiene y Asistencia Pública de la ciudad en un solo Departamento dependiente de la Secretaría de Gobierno. Entre 1941 y 1946 a esta dependencia le fue restituido el nombre de Dirección Municipal de Higiene y funcionó con secciones especializadas como la de epidemiología y desinfecciones, que se ocupaba de organizar y dirigir el hospital de enfermedades infectocontagiosas, llevar los libros de registro de natalidad y mortalidad, las licencias de inhumación y exhumación y los índices correspondientes manteniéndolos al día. Además debía expedir y firmar las órdenes para los entierros gratuitos de los pobres de solemnidad, de acuerdo con las disposiciones municipales y llevar las tarjetas de declaración de nacimientos. Otras de las secciones que tuvo la Dirección fueron las de previsión social, educación sanitaria y propaganda; protección materna e infantil y patronato del niño; ingeniería sanitaria; control de la higiene;

laboratorios y jurídica. La diversificación de estas nuevas dependencias especializadas en servicios de protección y previsión social, protección infantil, policía sanitaria, epidemiología y laboratorios, respondía a la intención del Departamento Nacional de Higiene y Asistencia Pública, de transformar el sector, adoptando medidas para conservar y mejorar la salud pública. En 1946, la Dirección Municipal de Higiene se convirtió en Secretaría de Higiene, Salubridad y Aseo y permaneció bajo esta denominación hasta 1952 4, dependiente directamente del Alcalde y no de la Secretaría de Gobierno; su creación respondió al desarrollo del conocimiento

Solicitud del Gobernador del Distrito Capital. Tomado de: Archivo de Bogotá, Fondo Secretaría de Salud. Libro necrológico correspondiente al año 1900. Documento inserto entre Folios 46 y 47. Ubicado en 604.2464.


archivo a fondo médico y sanitario y al cambio en la estructura administrativa de Bogotá que convirtió a la ciudad en Distrito Especial. Una de las nuevas secciones de esta Secretaría fue la de Epidemiología y BioEstadística, que tenía entre sus deberes el de expedir las libretas de sanidad, las licencias de inhumación y exhumación, así como las licencias correspondientes a la conducción y transporte de cadáveres.

Las necesidades crecientes de la población provocaron la reorganización del sector salud buscando un sistema que procurara el financiamiento de manera oportuna. El crecimiento demográfico que experimentó la ciudad en la década de 1960 y la escasez de recursos para atender la demanda en salud llevaron a la administración distrital a suscribir un contrato con el Ministerio de Salud Pública y la Beneficencia de Cundinamarca para crear el Servicio de Salud de Bogotá en 1971, como mecanismo financiero que operó a manera de un fondo encargado de la ejecución de acciones de fomento, protección y recuperación del sector de la salud. Las tareas técnicas y administrativas necesarias para su funcionamiento fueron cumplidas por las dependencias de la Secretaría Distrital de Salud Pública5. Las necesidades crecientes de la población provocaron la reorganización del sector salud buscando un sistema que procurara el financiamiento de manera oportuna. Por esta razón, por medio del Acuerdo 20 de 1990 se creó el Sistema Distrital de Salud de Santa Fe de Bogotá, dirigido por la Secretaría Distrital de Salud, que concedió autonomía administrativa a 26 establecimientos distritales y creó el sistema distrital de atención de urgencias. Por otra parte, el proceso de transformación de los hospitales públicos en empresas sociales del Estado se realizó a finales de 1997 como parte del proceso

de establecimiento del sistema de seguridad social, siguiendo el modelo establecido por la Ley 100 de 1993 y buscando dotar a estas instituciones de autonomía para facilitar su desarrollo institucional y elevar los niveles de calidad en los servicios a sus usuarios con énfasis en la población vulnerable del Distrito. Adicionalmente, a partir de la expedición del Acuerdo 11 del año 2000, la fusión de algunas Empresas Sociales del Estado adscritas a la Secretaría de Salud, les permitió adaptarse al nuevo marco legal y mejorar su competitividad para elevar los niveles de calidad en la prestación de servicios a los usuarios. El Acuerdo 257 de 30 de noviembre de 2006 por el cual el Concejo de Bogotá dictó normas básicas sobre la estructura, organización y funcionamiento de los organismos y de las entidades de Bogotá, reorganizó el sector salud, el cual quedó integrado por la Secretaría Distrital de Salud, el Fondo Financiero Distrital de Salud y los veintidós hospitales distritales.

Forma de ingreso Acopio por transferencias realizadas por la Secretaría Distrital de Salud el 11 de julio y el 29 de septiembre del año 2006.

Organización Libros necrológicos y de índice alfabético Los 60 libros necrológicos transferidos al Archivo de Bogotá cubren el período 1900 a 1938 y los 83 libros de índice alfabético de inhumaciones corresponden a los años 1900 a 1970. La razón por la cual no existen estos documentos para antes de 1900, según lo expuso el alcalde Higinio Cualla,6 es que tanto los libros necrológicos como sus índices se quemaron en el incendio ocurrido el 20 de mayo de dicho año en el Palacio Municipal. El primer libro necrológico que se conserva registra las partidas de defunción desde el primero de mayo de 1900, retomando información de las boletas de licencia libradas por la alcaldía a la administración de los cementerios.

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Plano DE LA Clínica Materno Infantil. Tomado de: Archivo de Bogotá, Fondo Secretaría de Salud. Planos de hospitales. Ubicado en: 101.12.082.02.

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62 Los libros índices fueron generados como herramientas que facilitaban la localización de una información básica, sin tener acceso al documento completo. Se trata de listas anuales alfabéticas, acompañadas de las correspondientes referencias al número de folio en el cual se hacía el respectivo registro alfabético de defunción, que permitía su correcta identificación y localización. Estos libros fueron producidos por escribientes del servicio de higiene de la ciudad, encargados también de llevar el libro necrológico y quienes en lo posible debían ser médicos. El registro en el libro necrológico era el documento mediante el cual se acreditaba el fallecimiento de una persona. La información concisa que recogía era el nombre del fallecido, los nombres de sus padres o cónyuge, la edad, el lugar de procedencia, el estado civil, la ocupación, la fecha, lugar, causas de la muerte y el nombre del médico que firmaba la certificación de fallecimiento. Antes de que comenzara a llevarse, existían los registros de la iglesia católica como fuente de datos vitales, donde se anotaban los bautismos, casamientos y defunciones de sus fieles. Tales archivos eclesiásticos llegaron a tener la calidad de prueba principal para justificar el estado civil7. El registro de defunciones comenzó a reorganizarse a partir de la expedición de la Ley 92 de 1938 que determinó como funcionarios encargados del Registro Civil a los notarios, los alcaldes en los municipios donde no había notarios y los funcionarios consulares en el exterior; desde entonces se organizaron en las notarías municipales los registros para inscribir nacimientos, matrimonios y defunciones; por esta razón sólo existen libros necrológicos hasta febrero de 1938. Por lo general, las personas que acuden a consultar este tipo de documento utilizan la información sobre sus familiares para volver a registrar la defunción, cuando no aparece en las notarías y este registro notarial es utilizado para adelantar procesos de sucesión. A nivel administrativo, junto con los datos de nacimiento, los de defunciones contribuyen a registrar, organizar y

Los 60 libros necrológicos transferidos al Archivo de Bogotá cubren el período 1900 a 1938 y los 83 libros de índice alfabético de inhumaciones corresponden a los años 1900 a 1970. almacenar la información necesaria para elaborar las estadísticas vitales que enriquecen el análisis demográfico y facilitan la labor de trazar planes y políticas gubernamentales. Por otra parte, han sido utilizados para adelantar estudios sobre epidemiología, demografía, investigaciones y análisis del sector salud, estadísticas de salubridad y sobre la organización de los servicios de salud en la ciudad. El Archivo de Bogotá expide certificaciones sobre la información contenida en los libros necrológicos.

Planos de hospitales Los 4.829 planos elaborados entre 1962 y 2002, están organizados en 135 carpetas y divididos físicamente por localidades. Esta colección contiene planos arquitectónicos; de remodelación, demolición y reconstrucción; de localización, de suministro; cerramiento, cimentación, columnas, cortes y despiece, vigas, detalles, diagramas, esquemas, fachadas, instalaciones eléctricas, hidráulicas, sanitarias y telefónicas; de alumbrado y tomas, adecuaciones y ampliaciones, áreas y cortes estructurales. Los planos corresponden a la red hospitalaria del Distrito, es decir, centros de atención médica inmediata –CAMI–, centros de salud, centros día geriátricos8, clínicas, hospitales, laboratorios, policlínicos, sistemas locales de salud –SILOS–, unidades básicas de atención –UBA–, Unidades especializadas y unidades primarias de atención –UPA– de las veinte localidades de Bogotá. Por lo general, estos planos son consultados por funcionarios de la misma Secretaría para realizar trabajos arquitectónicos de reforzamientos estructurales y ampliaciones de las edificaciones que conforman la red hospitalaria.


archivo a fondo

Unidades de descripción relacionadas En el Archivo de Bogotá están disponibles para la consulta los 339 libros producidos por la Empresa Distrital de Servicios Públicos –Edis–, que contienen las actas de inhumación y exhumación de cadáveres de los cementerios del sur, norte y central entre 1853 y 1995 los cuales aportan datos como el nombre del cementerio, el nombre del inhumado, la fecha de inhumación, la ubicación por sector, fila y bóveda; el número de licencia otorgada por la Secretaría Distrital de Salud; el número de la notaría en que se registró la defunción, en orden alfabético y cronológico. Estos libros además de contener la información necesaria para la solicitud de certificados de exhumación, de escrituras de sepulturas, y emprender juicios de sucesión, ofrecen elementos para la investigación genealógica. En la biblioteca Luis Ángel Arango se puede consultar el tomo de Acuerdos y Resoluciones dictados por la Junta Central de Higiene de enero de 1905 a diciembre de 1913, en el que se tomaron decisiones sobre higiene de productos como la carne, la leche, los cereales y otros alimentos vegetales y bebidas; medicamentos y venenos; salubridad de las escuelas, colegios, talleres, hospitales, asilos y edificios públicos; profilaxis de la lepra y condiciones sanitarias de

Saidy Núñez Cetina, Luis Enrique Rodríguez Baquero, Patricia Echeverri Posada. Fuentes documentales para la historia de la administración pública de Bogotá en el siglo XX. Tomo 3. Bogotá: Archivo de Bogotá, 2006. p. 128-131. 1

2 Margarita Pulgarín Reyes. Historia institucional Secretaría de Salud de Bogotá 1910-2007. Bogotá: Imprenta Distrital, 2008. pp. 15-37. 3 Margarita Pulgarín Reyes. Historia institucional Secretaría de Salud de Bogotá 1910-2007. Bogotá: Imprenta Distrital, 2008. p. 26.

Concejo de Bogotá. Acuerdo 78 de 1946 (7 de diciembre) “por el cual se crea el Departamento de Higiene, Salubridad y Aseo. Documento digital consultado en: 4

los lazaretos; estudios de parásitos como causa de la propagación de enfermedades; vacunas y otras medidas que debían tomarse para prevenir y detener las enfermedades contagiosas, endémicas o epidémicas; asuntos de higiene pública relacionados con los niños recién nacidos, expósitos y servicio de nodrizas; la mortalidad y sus causas y estadísticas de población. Los Acuerdos y Resoluciones de esta Junta anteriores a 1905 se encuentran en la Revista de Higiene publicada desde 1888 y de la cual se conservan algunos ejemplares en la Biblioteca Nacional de Colombia. Esta biblioteca también tiene disponible en su hemeroteca el Registro Municipal de Higiene y Salubridad, órgano de la Dirección de Higiene y Salubridad del Municipio de Bogotá. Esta revista mensual se generó entre 1912 y 1919 en cumplimiento de la función de redactar y repartir información sobre higiene. En ella se encuentra la estadística sanitaria de la ciudad con datos recurrentes sobre vacunación, veterinaria, asilos, clínicas y hospitales, en donde se especifican las labores adelantadas durante el mes, como el número de consultas atendidas, las aplicaciones de medicamentos, inyecciones y fórmulas despachadas. Esta revista también contiene artículos sobre enfermedades que azotaban a la ciudad, con su descripción y medidas preventivas

http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1. jsp?i=8904. 5 Esta Secretaría fue creada por medio del artículo 18 del Decreto 3133 de 1968. 6 Archivo de Bogotá. Fondo Secretaría de Salud. Libro necrológico. Mayo 1 a diciembre 31 de 1900. 7 Consejo Nacional Legislativo. Ley 57 de 1887 (15 de abril) “sobre adopción de códigos y unificación de la legislación nacional”. Diario Oficial nº 7.019. Bogotá: 20 de abril de 1887. 8 Según la resolución 110 de 1995 expedida por el Secretario distrital de Salud, estos centros fueron definidos como instituciones orientadas exclusivamente al bienestar social del anciano con el apoyo de servicios básicos de salud, que funcionan algunas horas durante 5 o 6 días a la semana.

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El 9 de enero de 1951, ahogado en las playas de Cartagena, falleció el compositor y cantante bogotano Julio Torres Quiroga, fundador del conjunto Los Alegres Vallenatos. Se le recuerda por canciones tan populares como El aguacero, Pomponio y Los Camarones. Tenía 21 años al morir y una promisoria carrera artística que frustró el destino.

Bernardo Vasco Bustos Periodista y comunicador social

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comienzos de diciembre de 1950, el diario El Espectador publicó una noticia a dos columnas en la que se anunciaba el “próximo viaje a México” del joven compositor Julio Torres y su hermano Carlos, quienes formaban parte de una delegación folclórica llamada “Los hoteleros colombianos”, organizada a instancias de la artista colombiana Alicia Caro. La idea, según dijeron al diario, era quedarse unos seis meses en el país azteca, “dar a conocer nuestros aires folclóricos y participar seguramente en una película” con Agustín Magaldi, el legendario cantante argentino. Para entonces, el “benjamín de los compositores colombianos”, como definían a Julio, se había convertido en el artista revelación en Bogotá e inclusive en México y Venezuela. Su música se escuchaba en la Voz de la Victor, en Nuevo Mundo, en la Nueva Granada y sus discos se vendían “como pan caliente”. Nació el 27 de marzo de 1929 en la familia conformada por Julio Torres Parra y Rosa


SEMBLANZA

María Mayorga. Su padre fue pianista y pariente de la famosa actriz y cantante bogotana Sofía Álvarez, quien emigró a México en 1928 y luego actuó en la primera película sonora mexicana, Santa, de 1930, y protagonizó filmes como Ahí está el detalle, de Cantinflas, y otros títulos junto a Pedro Infante. Ambos recorrieron casi toda Colombia con la compañía artística “Le petit trianon”, a comienzos de los años veinte. La Bogotá de entonces era una ciudad pequeña, pacata y casi conventual, que se abría tímidamente a la modernidad y pretendía ser tan cosmopolita como Buenos Aires y Ciudad de México. Tras el asesinato de Gaitán, y quizás para exorcisar tantas desdichas, los cachacos se entregaron con frenesí a bailar el porro y la cumbia en el Club Metropolitan, ubicado en los sótanos de la avenida Jiménez, o en el elegante salón de baile del Hotel Granada, frente al parque Santander, interpretados por las orquestas de Lucho Bermúdez y Alex Tovar. En una urbe de pasillos y torbellinos, de literatos y poetas, en las emisoras se trillaban una y otra vez los “vallenatos” en guitarra de Guillermo Buitrago. Tal fue el escenario artístico musical, por decirlo de alguna manera, en que creció la fotografía archivo familia torres mayorga

generación de finales de los cuarenta. Y claro, entre ellos estaba Julio Torres. Ahora, cincuenta años después, sentada en un cómodo sillón para la entrevista, con recortes de prensa en la mano que elogian a Julio Torres, y un dejo de nostalgia, su hermana mayor, Marina, rememora aquellos tiempos: “De mi padre nos vino la vena musical, y yo creo que por eso Julio se dedicó muy pronto a cantar y a componer. De noche estudiaba bachillerato y de día trabajaba en la droguería Nueva York. Cuando tenía 17 años le compró una buena guitarra a un amigo y se entusiasmó tanto que adquirió un método para estudiar el instrumento; creo que también se matriculó en las Escuelas Internacionales, que ofrecía cursos por correspondencia. Pero creyó que era mejor estudiar en una academia”, agrega. En efecto, se matriculó en el Centro de Cultura Social y empezó estudios formales de música con los maestros José Vicente Chala y el compositor y pianista santandereano Oriol Rangel. En este instituto compuso sus primeras canciones: el vals Recuerdo de tu amor y los boleros Fue un atardecer, Mujer, Amor de un día y Tu amor no me importa.

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66 Alternando su trabajo como almacenista-jefe de la cooperativa de trabajadores de Avianca, con frecuentes y asiduas presentaciones en radio y en fiestas familiares, Julio Torres empezó a componer lo que era conocido entonces como “música caliente”, es decir, porros, cumbias y merengues. “En cierta ocasión estaba en la casa estudiando y le dio por fumar. Entonces le preguntó a mi abuelita, Berenice Torres, si tenía algunos pielroja por ahí, y como le contestó que no, decidió ir a la tienda a comprarlos. Allí, mientras charlaba con un amigo y se fumaba su cigarrillo se desgajó un aguacero y decidió irse rápido a la casa. Pero quizás porque mi abuelita ya no escuchaba bien no se dio cuenta de que Julio estaba golpeando a la puerta, empapado de agua”. Más tarde, mientras se secaba, al calor de un chocolate con queso, Julio se sentó en el comedor y ahí mismo, en media hora, le vino la inspiración para una jocosa canción: “El aguacero que me está cayendo negrita linda ya me tiene loco... Con este frío que me está matando, y del aguardiente queda ya muy poco. Ábreme la puerta, mi nena, que me estoy mojando... Ya no aguanto más este aguacero, me estoy congelando”.

Otra tarde, la del 17 de diciembre de 1949, mientras iba en un bus del centro de Bogotá hacia su casa en el barrio Ricaurte, Julio se enteró por un pasajero que Myriam Sojo Sambrano había sido elegida semanas antes como reina del Concurso Nacional de Belleza, en Cartagena. “Como estaba sonando en el bus una canción de Garzón y Collazos, que tenía un verso que se refería a los camarones, pues a Julio se le ocurrió hacerle el homenaje a la reina usando también algunos versos de Los Camarones”; al llegar a casa pidió que le buscaran una hoja de papel y delante de Marina y de su hermano Jaime le resultó otra canción:

“Camarón de mi vida, los chirriquiticos los zambullidores que andan por debajo del agua, por debajo del agua clara por debajo del agua, por debajo del agua clara...”

Con esta composición, Julio Torres se presentó a un concurso de música en la emisora Nuevo Mundo y ganó el primer premio de 500 pesos. Como era de esperarse, y gracias a la popularidad de esta canción, las ofertas para grabar discos llegaron de inmediato. El ingeniero electrónico Gregorio Vergara, conocido en Bogotá por un taller de reparación de radios ubicado en la avenida Caracas con calle 18, había decidido crear una empresa de discos con una máquina prensadora de acetatos que obtuvo tras un negocio. Creyó que una manera rapida de dar a conocer su nueva empresa discográfica era contratar al joven intérprete. Le pagó 300 pesos por los derechos de Los Camarones y a principios de junio de 1950 grabó esta pieza -junto con El Aguacero- en los antiguos estudios de la emisora Nuevo Mundo, localizados en la carrera 9 No. 12-23. Para las grabaciones, Julio se hizo acompañar de un conjunto integrado dos años antes por varios de sus amigos: los barranquilleros Homo y Custodio Morales, Eliseo Márquez, José Mejía y Jorge Rojas (acordeón, dos guitarras, guacharaca y bongó). No recuerdo de quién fue la idea, acota Marina, pero lo cierto es que a ese conjunto le pusieron por nombre Los Alegres Vallenatos. Es posible que hubiera sido en homenaje a Guillermo Buitrago, a quien Julio admiraba, y quien se hizo conocido en Bogotá por la canción de La víspera de año nuevo. A finales de septiembre de 1950, se hizo el lanzamiento oficial de la empresa de discos Sello Vergara con el prensaje de Los Camarones y El


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PARTITURAS ORIGINALES DE EL AGUACERO Y POMPONIO / CORTESÍA LUZ MARINA DE DÍAZ

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SEMBLANZA Aguacero, de las que para diciembre de ese mismo año se habían vendido 300 mil copias. Naturalmente, y convencido de que Torres era una mina de oro, Vergara firmó con Torres un contrato de exclusividad por un año. A cambio le ofreció 200 pesos por la firma del contrato, 100 por cada pieza grabada, 50 por cantarla y una regalía de 6 centavos por disco vendido. Torres se comprometió, de inmediato, a grabar otras diez canciones: La canoa, La lora de don Facundo, Cuando aparece el amor, etc., que también fueron grabadas en el radio teatro de Nuevo Mundo. En otra sesión, y por sugerencia de Torres, se grabaron otras dos composiciones con el acompañamiento del cantante magangueleño Tito Ávila, voz principal en Mi totuma y El sancocho, y quien es conocido por ser el intérprete original del merengue Arbolito de navidad, de José Barros. Como homenaje a su novia Olga, hija de Gregorio Vergara, Torres se animó a componer algunas canciones para llevarlas al estudio: “Dicen que yo no te quiero porque no me ven contigo a cada rato. Eso no es cierto prenda de mi vida, Esos son cuentos de tu primo el ñato...”

También se animó a “retratar” a uno de los más personajes más excéntricos de la Bogotá de los años treinta y cuarenta, Manuel Quijano y Guzmán, conocido como Pomponio, quien lanzaba improperios a quien lo “invitara” a comer queso. “Señores he recibido noticias nuevas del manicomio, dicen que un loco allá ha llegado es muy simpático se llama Pomponio. Cuando en Bogotá paseaba todas las calles andaban de fiesta, por allá viene miren a Pomponio, díganle duro que si quiere queso. Mirá Pomponio habla más pasito, Mirá que ahí viene una señorita…”

Igualmente compuso tonadas sobre anécdotas que le ocurrieron en algunas fiestas a las que fue invitado con Los Alegres Vallenatos. “Fueron donde un señor llamado Facundo, y a la mitad del toque el señor paró el baile y le reclamó a mi hermano porque había dejado abierta la puerta y se había escapado su lora consentida”, asegura Marina. Aunque ellos negaron tal acusación, el suceso le sirvió a Julio para otros versos musicales:

O esta otra: “Cuando aparece el amor ya no se piensa más en esta vida cuando ese amor se nos va ya nada nos puede consolar, y yo le digo a mi nenita consentida que no se vaya muy lejos porque me puede matar (bis)”

PARTITURA ORIGINAL DE CUANDO APARECE EL AMOR / CORTESÍA LUZ MARINA DE DÍAZ

“Don Facundo dice, don Facundo dice que su lora se perdió. Que los vallenatos, que los vallenatos la sacaron al portón…”

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CONJUNTO LOS ALEGRES VALLENATOS Julio se hizo acompañar de un conjunto integrado dos años antes por varios de sus amigos: los hermanos barranquilleros Homo y Custodio Morales, Eliseo Márquez, José Mejía y Jorge Rojas (acordeón, dos guitarras, guacharaca y bongó).


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Homo Morales, acordeonista de Los Alegres Vallenatos, se radicó en España a mediados de los años sesenta. Su hijo Iker, nacido en Madrid, es un conocido cantante local.

Esta agrupación musical fue la primera en usar en Colombia la palabra “vallenato” para denominar el tipo de ritmos que interpretaban / CORTESÍA LUZ MARINA DE DÍAZ - ARCHIVO FAMILIAR

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Mientras iba en un bus hacia el barrio Ricaurte, a a Julio Torres se le ocurrió la melodía de Los Camarones, que luego dedicó a la reina nacional de la belleza de 1949, Miriam Sojo. *** nte el repentino y contundente éxito del compositor bogotano, Hernando Téllez, director de la antigua revista Semana, le encomendó a su jefe de redacción, Belisario Betancur, un reportaje con el joven artista. En la última edición del año, la del 30 de diciembre de 1950, apareció el rostro de Julio Torres rodeado de camarones, dibujado por Enrique Carrizosa. Se tituló “El autor de Los Camarones: para cada fiesta un merengue”. Adentro, entre las páginas 26 y 28, se hace un recuento somero de la vida del artista, aparece la única foto conocida de Los Alegres Vallenatos y se transcriben las letras de algunas de las más populares canciones de aquel año, entre ellas, además de las de Torres, La piña madura, de Guillermo Buitrago, y Salsipuedes, de Lucho Bermúdez.

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En el primer intertítulo del reportaje, “No han visto el mar mis ojos”, el periodista señala las virtudes del cantante bogotano: “El estudiante por correspondencia y compositor Julio Torres, no conoce el mar. Sin embargo es, a los 21 años, uno de los principales autores de música costeña en Colombia. Los Camarones y El Aguacero encabezan la mayoría de las listas cuando se quiere determinar cuáles fueron las canciones PARTITURA ORIGINAL DE LOS CAMARONES / CORTESÍA LUZ MARINA DE DÍAZ


SEMBLANZA más populares de 1950. Y han sido de las más oídas por radio. (…) Gracias a los alegres (y para algunos hasta salvajes) ritmos costeños, la música colombiana domina en estos días, aún sobre los ritmos extranjeros cantados por el trío Los Panchos. En las viejas navidades y año nuevos, era la música antillana la que mandaba la parada, o mejor, el movimiento. Algo se ha avanzado en materia de nacionalismo, aunque en cuanto a calidad todo es igual. (…) En una canción popular no existe -y sobra buscarla- la misma pureza literaria, aún gramatical, que en una romanza clásica. Es su música la que pretende alegrar, y si lo logra, el autor ha triunfado. Como ha triunfado Julio Torres con Los Camarones, nacido de un suceso de la actualidad, sobre la observación de una cadencia en un bus, y de unas coplas tolimenses anónimas que comienzan (así): camarón de mi vida.”. Orgullosos de su nieto e hijo, la abuelita y madre de Julio guardaron aquella revista Semana, No. 219, “y cada vez que alguien nos visitaba ellas sacaban el reportaje y duraban horas y horas hablando de los logros de mi hermano”, dice Marina. Curiosamente, y por esas cosas del destino, Torres no alcanzó a ser testigo de su propio éxito. De hecho, es posible que no alcanzara a leer el reportaje de Semana, pues este apareció el 30 de diciembre de 1950, el mismo día cuando viajó a conocer el mar, en un vuelo de Avianca que partió del antiguo aeropuerto de Techo.

Sus primeras canciones fueron el vals Recuerdo de tu amor y los boleros Fue un atardecer, Mujer, Amor de un día y Tu amor no me importa.

Con el dinero que le pagó Vergara y algunos ahorros preparó viaje hacia Cartagena con Olga Vergara, su novia, y sus cuñados, Estela y Germán. “Después de tantas cosas, de estar grabando y todo lo demás, decidió que ya no esperaría tanto. Poco antes de partir me dijo que se iba de incógnito para estar tranquilo y porque los periodistas lo acechaban y a él eso le incomodaba. Se hospedaron en el Hotel Cartagena y al tercer día de llegar salieron a bañarse. Él se puso a cantar La vieja Sara, de Rafael Escalona, y estando en esas le dijo a Olga que se sentía mal, y al momentico se fueron a bañar. Me cuentan, porque yo no vi nada de eso, que estando todos ya en el agua, apareció de pronto una ola inmensa y los dispersó. Y entonces Julio, al ver que la ola se llevaba a Olga, la agarró pero no pudo sostenerla y la ola se lo llevó a él”. 1. JULIO TORRES, SU PADRE Y SU HERMANO JAIME. 2. ROSA MARÍA MAYORGA, MADRE DE JULIO, JUNTO A SUS OTROS HIJOS. 3. JULIO TORRES EN PORTADA REVISTA SEMANA / DICIEMBRE DE 1950.

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n día cualquiera de 1966, el fallecido cantante, compositor y productor Nelson Díaz, fundador de Los 50 de Joselito y hermanastro materno de Julio Torres, coincidió con un grupo de amigos en una fiesta organizada por la empresa de discos CBS, donde él trabajaba... “Estando en esa reunión se me acercó el jefe de prensa, el periodista antioqueño Raúl Molina Isaza y me dijo, -´Usted se ríe como un amigo mío´Yo no le di mayor importancia al comentario, que me repitió un par de veces, y ahí terminó el asunto. Pero en otra reunión, a la que asistí con un conjunto vallenato que tenía, me encontré otra vez con Raúl y me hizo el mismo comentario, de que yo me reía como un viejo amigo suyo y que tocaba muy parecido la guitarra. Cuando terminamos de tocar me acerqué a él y le dije - ´Bueno, don Raúl, usted me tiene intrigado porque me lo ha dicho varias veces, ¿ a quién me le parezco? -Y él me dice, ´pues a un amigo mío que murió casi en mis brazos hace muchos años, y al verlo a usted se me pareció a él y me dio mucha nostalgia. Se llamaba Julio Torres´. De inmediato, Nelson Díaz le revela el parentesco y Molina Isaza, emocionado, lo abraza de inmediato, se echa a llorar y le dice, -´Yo estaba con él en ese momento... Lo sacamos a la playa y él tenía un golpe en la espalda, como si lo hubieran golpeado con algo contundente y, bocarriba, se le salían las lágrimas y se quejaba del dolor tan terrible que sentía. Lo recojimos y lo llevamos al hospital. Pero déjame decirte que él no murió ahogado, él murió asesinado. Sesenta y cuatro años después de su fallecimiento, la familia de Julio Torres sigue creyendo que murió ahogado y revela el dictámen médico de la autopsia: “muerte por inmersión”

OBITUARIO EN EL ESPECTADOR / CORTESÍA NELSON DÍAZ MAYORGA


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En un reportaje publicado en El Espectador, se “quejaba” ante el periodista de que “no conocía la costa” y que ese era su gran sueño. Con algunos ahorros preparó viaje hacia Cartagena. Quería pasar allí el año nuevo con su novia Olga.

La entrevista a Marina Torres y Nelson Díaz, ya fallecidos, fue realizada en enero de 2003. El autor agradece a Luz Marina de Díaz la gentileza DE facilitar datos importantes PARA este reportaje, así como el acceso a las partituras originales de Los Camarones y Pomponio, obras cumbres de Julio Torres.


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Ángela Ovalle Bautista Restauradora de bienes muebles, Magíster en Historia y Archivística

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ntre las pasiones e intereses que despierta el coleccionismo, se mezclan el mismo gusto por la colección y el deseo de propiedad con motivaciones de prestigio, ostentación, estatus, conocimiento y reconocimiento. En esta misma acción de atesorar, el coleccionismo está íntimamente aliado con la temporalidad, con la permanencia y con una clara intención de recuperar aquello susceptible de ser perdido, de allí, el interés por salvaguardar y conservar para el futuro. El coleccionismo subraya la forma en que diversas experiencias, hechos y objetos se seleccionan, se reúnen, se extraen de sus situaciones temporales originarias y se les otorga un valor permanente en una nueva configuración. Coleccionar implica

rescatar un fenómeno de su inevitable decadencia o su pérdida histórica, y así, la colección contiene lo que ‘merece’ preservarse, recordarse y atesorarse [Clifford, 1995, p. 274]. En el ritual de coleccionar se pueden observar las canalizaciones de la obsesión por reunir, acumular, retener y poseer, como un especie de ejercicio para congregar y apropiarse del mundo, “el yo que debe poseer, pero no puede tenerlo todo, aprende a seleccionar, ordenar y clasificar en jerarquías” [Clifford, 1995, p.134], es decir, aprende a coleccionar. En esta medida, el coleccionismo es útil para comprender la forma en que el individuo y los grupos sociales utilizan estrategias y artificios de


CULTURA

selección, posesión, acumulación y clasificación de objetos. Como afirma Jean Baudrillard, el objeto es lo que más se presta a ser personalizado y contabilizado a la vez. Y para esta contabilidad subjetiva, no hay nada exclusivo, todo puede ser poseído, investido o, en el juego del coleccionista, colocado, clasificado y distribuido [Baudrillard, 1995, p.102]. La formación de colecciones se ha vinculado con el “individualismo posesivo”, con aquel ideal de sujeto como propietario: el individuo rodeado de bienes y propiedades acumuladas. Esta manipulación cuantitativa involucra la idea de

Los objetos aislados carecen de sentido, sólo en la asociación y articulación adquieren su identidad como colección. identidad como una especie de riqueza, ya sea de objetos, conocimientos, recuerdos o experiencias. Y en este sentido, el fanatismo acumulativo ha extendido en Occidente una estrategia para el despliegue de un sujeto, una cultura y una autenticidad de naturaleza posesiva [Clifford, 1995, p. 260].

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78 En relación con la figura del coleccionista, Walter Benjamin afirma que la propiedad es la relación más profunda que puede entablarse con los objetos, no es que los objetos despierten a la vida gracias al coleccionista, por el contrario, es el coleccionista quien habita en sus objetos. De manera paralela a esta inclinación por poseer y acumular coexiste un cierto control cuando entran en juego las estrategias de seleccionar y clasificar; pues se accede al orden a través de la discriminación y la clasificación.

de alcanzar, porque toda colección es incompleta, inconclusa y fragmentada, nunca se logra conservar la población entera, pero sí una muestra que sirve de garante y testimonio. “Lo mismo que por su complejidad cultural, por la falta, por lo inacabado, la colección se distingue de la acumulación pura. La falta es siempre, en efecto, una exigencia definida, la de tal o cual objeto ausente y esta exigencia se traduce en búsqueda y pasión” [Baudrillard, 1995, p.105].

Al respecto Benjamin señala: “Toda pasión linda con el caos y la pasión de coleccionar limita con el caos de la memoria […] Porque ¿qué otra cosa es la colección que un desorden en el que la costumbre se instaló de tal forma que puede revestir la apariencia de un orden?” [Benjamin, 1966].

Tal como lo plantea Bruno Latour cuando afirma que “una entidad adquiere mayor realidad si está asociada a otras que se consideran unidas a ella por una relación de colaboración” [Latour, 1999, p.190]; en una colección sucede lo mismo, los objetos aislados carecen de sentido, sólo en la asociación y articulación adquieren su identidad como colección. Por ello, los objetos de una colección se definen en función de su sucesión en una serie y de su respectiva singularidad. Además, en los procesos de ordenación y clasificación, los objetos remiten los unos a los otros, se vuelven

Pero más que la costumbre, el soporte lógico de este orden reside en las operaciones de diferenciación y clasificación, las cuales fluctúan entre la heterogeneidad de lo muy dividido y la homogeneidad de lo muy agrupado. Por lo tanto,

Walter Benjamin afirma que la propiedad es la relación más profunda que puede entablarse con los objetos, no es que los objetos despierten a la vida gracias al coleccionista, por el contrario, es el coleccionista quien habita en sus objetos. este umbral cuantitativo de la acumulación es regulado por las acciones taxonómicas de escoger, excluir, ordenar, categorizar y simplificar; las cuales están orientadas a ensamblar la diversidad y a ofrecer una estructura comprensiva y sistemática, cuya organización final es la colección. Otro rasgo característico de la posesión coleccionista es la acumulación serial, es decir, un solo objeto no basta, la colección es siempre una sucesión de objetos, así sea la repetición del mismo. Este cuadro clasificable y discontinuo de la serie también remite a una totalidad imposible

contemporáneos unos de otros y así “todos visibles bajo un mismo vistazo unificador conspiran para configurar un cuadro sinóptico” [Latour, 1999, p.53]. Tampoco podemos descontar cierto grado de descontextualización, al ser objetos extraídos de su función y de su contexto originario. Las colecciones, en especial, las que se refieren a la historia, no pertenecen más al pasado del cual han sido extraídas, ni tampoco pueden reinsertarse en el presente más que de manera actualizada. Los objetos una vez arrancados de su tiempo histórico


CULTURA

“Toda pasión linda con el caos y la pasión de coleccionar limita con el caos de la memoria […] Porque ¿qué otra cosa es la colección que un desorden en el que la costumbre se instaló de tal forma que puede revestir la apariencia de un orden?”

escenario ficticio o deliberado, donde tienen lugar ciertas historias y representaciones. Por ejemplo, crean la ilusión de tener el mundo en las manos y de poder transportar el mundo en objetos, pues la colección se convierte en un microcosmos o “resumen del universo”. Este acceso a la realidad y la ilusión de poder crear un inventario y una escenificación del mundo, se reúnen en la categoría de representación como un “hacer presente aquello que está ausente” [Ankersmit, 2006, p.140], como

y de sus referentes originales son reinsertados en un contexto distinto y transfigurado por otros valores y relatos [Morales, 2000, p.156 y 167].

una manifestación visible de lo invisible, como un “hablar” en lugar de otro, como un volver donde se estuvo antes.

Esta pérdida de su articulación local y originaria es el costo que se asume con el fin de ganar un nuevo ordenamiento y una nueva configuración; y puede estar impulsada ya sea por la búsqueda de la novedad y ubicarse en el núcleo de la ostentación [Appadurai, 1991, p.45]; así como también puede conectarse con aquellos deseos de protección y rescate de un coleccionismo salvador y redentor ante las amenazas de pérdida o daño.

En el coleccionismo se inscribe una lectura del tiempo y del espacio, adoptando una forma de narración histórica. El tiempo de la colección no es el tiempo real, es su misma organización la que sustituye al tiempo y esa es la función fundamental de la colección: resolver el tiempo real en una dimensión sistemática [Baudrillard, 1995, p.109].

Los objetos como indicadores espaciales y temporales configuran en el coleccionismo un

Frente a esta posibilidad que tienen las colecciones de acumular tiempo y espacio, surgen los denominados centros de acopio, definidos como archivos de consulta para reflexionar sobre la

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80 amplitud de la invención humana, como lugares o emplazamientos desde los cuales se desarrollan estrategias de ordenación y representación. Dentro del coleccionismo se presentan varios ejemplos históricos de centros de acopio, como es el caso de los gabinetes de curiosidades o cuartos de maravillas, las bibliotecas, los archivos, museos, herbarios y gabinetes de naturalistas, por mencionar algunos. En el caso particular de los archivos y museos, la historia se hace visible, legible y tangible, se trata de referencias parciales y fragmentarias del tiempo, de relatos vivenciales de una realidad ausente y perdida, que se construyen a partir de lo que ya no está y tratan de representarse a partir de los fragmentos de lo que quedó, pasando revista a la memoria y al conocimiento

ANKERSMIT, Frank [2006]. “Representación, ‘presencia’ y experiencia sublime”. En: revista Historia y Grafía, No 27. México: Universidad Iberoamericana. BAUDRILLARD, Jean (1969) [1995]. El sistema de los objetos. España: Siglo Veintiuno Editores. BENJAMIN, Walter (1966) [1972]. Desempacando mi biblioteca En: Iluminaciones. Madrid: Ediciones Tesaurus. CLIFFORD, James [1995]. Dilemas de la Cultura. Antropología, literatura y arte en la perspectiva posmoderna. Barcelona: Gedisa Editorial. APPADURAI, Arjun. La vida social de las cosas. Perspectiva cultural de las mercancías. México: Grijalbo. LATOUR, Bruno [1999]. La esperanza de Pandora: Ensayos sobre la realidad de los estudios de la ciencia. Barcelona: Gedisa Editorial. LATOUR, Bruno [1988]. “Drawing things together”. En: LYNCH, Michael y WOOLGAR, Steve. MORALES, Luis Gerardo [2000]. “La invención de la colección museográfica en la producción de significado”. En: revista Historia y Grafía, No 15. México: Universidad Iberoamericana.


FONDOS FOTOGRÁFICOS

AEROPUERTO DE TECHO, PISTA DE AVIONES (AVENIDA DE LAS AMÉRICAS CON CARRERA 80 - ZONA OCCIDENTAL). 1940 FOTO: LEO MATIZ- FONDO FOTOGRÁFICO - ARCHIVO DE BOGOTÁ

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Como parte de su política de acopio, conservación, divulgación y puesta al servicio del patrimonio documental e histórico de la ciudad, el Archivo de Bogotá está avanzando en la creación de la Hemeroteca Comunitaria de Bogotá, proyecto con el que se pretende conservar la producción periodística en prensa, radio, televisión y página web de las comunidades bogotanas. Esta iniciativa guarda correspondencia con lo establecido en los acuerdos 175 y 228 de 2001, que definen el desarrollo de una política pública en asuntos de comunicación comunitaria en el Distrito Capital.

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a conformación de la Hemeroteca comunitaria y de medios alternativos de Bogotá constituye un primer paso en la dirección de construir una memoria diversa, plural, multicultural y verdaderamente colectiva, que brinde a la academia, al estado y a la sociedad bogotana fuentes que den cuenta del universo social en el que se mueve la ciudad del siglo XXI.

La memoria de la ciudad también la brindan aquellos medios de comunicación que nacen como respuesta a la necesidad de informar desde lo local, desde el barrio, desde lo territorial; igualmente, en los medios que hablan y cuentan desde una temática específica: cultural, racial, ambiental, etc. Estas formas no tradicionales de comunicación significan nuevas modalidades cada vez más importantes, no sólo en el ejercicio de la información sino a la hora de pensar en la memoria y en el patrimonio documental bogotano. Como dice Gustavo Adolfo Ramírez Ariza, director del Archivo de Bogotá, “el proyecto de hemeroteca se centra en esos medios llamados comunitarios y alternativos, tales como impresos, periódicos, revistas, boletines, y de la radio comunitaria y productos audiovisuales, de contenidos digitales para la web, etc., todos puestos al servicio


ACTUALIDAD

de necesidades territoriales específicas y en ejercicio de procesos comunicativos claramente diferenciados de aquellos que adelantan los medios masivos en cuanto a los intereses que defienden y difunden y a sus particulares formas de dialogar con su receptor”. Según expresa el historiador Luis Enrique Rodríguez Baquero, coordinador de valoración documental del Archivo de Bogotá, “lo territorial no debe ser entendido aquí como una limitante espacial, como unas simples fronteras o coordenadas geográficas, si no como un espacio de intereses comunes, pues lo comunitario, lo propio de una comunidad, es lo que une e identifica a un grupo humano determinado. Es por esto que uno de los más importantes valores agregados de este tipo de comunicación es la fortaleza que brinda al tejido social al propiciar que se asuman las dinámicas y las realidades del territorio, de lo local, desde la perspectiva de la inclusión y la participación de lo singular, de lo marginal”.

La conformación de una hemeroteca quedó definida en el documento técnico línea base para la conformación de colecciones patrimoniales preparado para la Dirección Archivo de Bogotá, en diciembre de 2010.*

La memoria de la ciudad también la brindan aquellos medios de comunicación que nacen como respuesta a la necesidad de informar desde lo local, desde el barrio, desde lo territorial. Veamos algunas de sus recomendaciones, las cuales son pertinentes a la presente propuesta:

Pertinencia jurídica La Ley General de Cultura, Ley 397 de 1997, recoge y desarrolla el espíritu de la Constitución de 1991, consagra los lineamientos fundamentales en materia de patrimonio cultural y establece las normas generales para su definición, reconocimiento y protección.

ALGUNAS DE LAS PUBLICACIONES COMUNITARIAS DE LA CAPITAL

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En el ámbito distrital, el Archivo de Bogotá, desde su creación en el año 2003, tiene como función misional investigar, acopiar, adquirir, conservar y difundir el patrimonio bibliográfico y documental de la ciudad, tal y como lo estableció el Decreto 331 de 2003, en su artículo 30, literales b, d, y f. Adicionalmente, el Decreto 173 de 2004, en sus artículos 1 y 2 estableció las obligaciones de la Dirección Archivo de Bogotá pertinentes al patrimonio bibliográfico, hemerográfico y documental de la ciudad. Más recientemente, en el año 2010, la Ley 1379, organizó la red nacional de bibliotecas públicas. Y en su artículo 27 definió que el “Patrimonio Bibliográfico y Documental de la Nación es toda obra o conjunto de obras o documentos, en cualquier soporte, que incluye las colecciones recibidas por depósito legal y toda obra que se considere herencia y memoria, o que contribuya a la construcción de la identidad de la Nación en su diversidad. Incluye libros, folletos y manuscritos, microformas, material gráfico, cartográfico, seriado, sonoro, musical, audiovisual, recursos electrónicos, entre otros.”

El Archivo de Bogotá, desde su creación en el año 2003, tiene como función misional investigar, acopiar, adquirir, conservar y difundir el patrimonio bibliográfico y documental de la ciudad.


ACTUALIDAD

Fuentes de acopio La Hemeroteca Comunitaria y de medios alternativos de Bogotá se conforman inicialmente con las siguientes fuentes de acopio: - Por adquisición directa de las colecciones hemerográficas de interés para la memoria de la ciudad. - Por canje de servicios con las entidades poseedoras de la colección hemerográfica que haya sido determinada como de interés de la Dirección Archivo de Bogotá. - Por compra directa de colecciones hemerográficas identificadas y referenciadas como de valor patrimonial y cuya adquisición sea estimada como necesaria. - Por donación directa de los autores o de personas jurídicas y naturales de derecho privado.

Condiciones de acopio - Acopiar ejemplares en papel, microfilmes, microfichas y en imágenes digitalizadas. - El acopio de colecciones hemerográficas digitales podrá hacerse siempre y cuando se garantice su migración a formatos de mayor perdurabilidad: microfilm u otros.

Condiciones de uso - Uso por parte de la Administración Distrital. - Uso en los programas de difusión de la memoria histórica de la ciudad. - Uso por parte de los investigadores en actividades de orden académico e investigativo. - Uso para consulta por parte de la ciudadanía. - Uso para los fines propios de quienes han producido los fondos.

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Nelson Ronderos González Sociólogo

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n la construcción de una memoria diversa, plural y multicultural –como se lee en el epígrafe-, la conformación de la Hemeroteca del Archivo de Bogotá es decisiva y necesaria no solo para la administración pública, sino también para los investigadores y la ciudadanía en general; ayuda en la conformación de “(…) una memoria incluyente que permita, así mismo, la construcción de relatos históricos sobre la ciudad con una visión de totalidad, rom-piendo de esa manera la segregación simbólica y permitiendo la visualización de los sectores alternativos de la ciudad.” 2 En la Hemeroteca del Archivo de Bogotá existen un total de 185 publicaciones, en su mayoría de periódicos comunitarios y alternativos, caracterizados y clasificados de la siguiente manera: De carácter institucional: Aquellos que son producidos por las diferentes entidades públicas de la administración distrital (Alcaldía Mayor, Alcaldías Locales, Secretarías, Departamentos, Institutos y Unidades), los de centros educativos de nivel secundario (colegios, Inem, IED), y los de centros educativos universitarios (públicos y privados). Los de diferentes organizaciones de carácter social y comunitario: Aquellos que son producidos por las diversas organizaciones

“La conformación de la HEMEROTECA COMUNITARIA Y DE MEDIOS ALTERNATIVOS DE BOGOTÁ constituye un primer paso en la dirección de construir una memoria diversa, plural, multicultural y verdaderamente colectiva para brindar a los investigadores, a la administración pública y a la ciudadanía, fuentes que den cuenta del universo social en constante transformación que se presenta en la Bogotá del siglo XXI (…)” Germán YancEs, Proyecto Hemeroteca

sociales, o comunidades organizadas de tipo barrial y/o local, en torno a distintos temas, en esta tipología se diferencia los que se producen con recursos propios, de los que reciben apoyo de recursos públicos (local o distrital). Los de otras características: que se pueden clasificar como privados, producidos con recursos propios y por organizaciones como asociaciones, corporaciones, fundaciones, u otras; por lo general su enfoque y temáticas son sectoriales y específicas. A su vez en una primera revisión y clasificación preliminar de esta misma base de datos se encontró: 71 Periódicos de carácter institucional: 35 de Alcaldías Locales, 10 de Alcaldía Mayor, 5 Departamentos Administrativos del Distrito, 8 Secretarías del Distrito, 1 Cadel Localidad (18), 1 Instituto para la Investigación Educativa, 1 Escuela Nacional de Comercio 1, Contraloría Distrital, 1 Concejo de Bogotá, 1 Consejo de Danza de Bogotá, 1 Hospital de Usme, 1 Imprenta Distrital de


ACTUALIDAD

ALGUNAS DE LAS PUBLICACIONES COMUNITARIAS DE LA CAPITAL

Bogotá, 2 Instituto Distrital de Cultura y Turismo, 2 Instituto Distrital para la Participación, 1 Imprenta Nacional, 1 Unidad de Gestión Ambiental (EAAB). 33 Periódicos de centros de educación secundaria: 32 de colegios oficiales del Distrito; 1 de carácter privado. 5 Periódicos de centros de educación superior: 4 de universidades públicas; 1 de universidad privada. 7 Periódicos de asociaciones sectoriales: 4 de carácter particular; 1 de Asociación de Juntas

Comunales (Asojuntas), 1 de prensa comunitaria, 1 de carácter sindical. 41 Periódicos del sector privado: conformados por fundaciones, corporaciones, sociedades, particulares, y medio masivo. 4 Periódicos de JAC: Juntas de Acción Comunal de diferentes localidades de Bogotá. Otros: 4 Periódicos sin nombre corporativo; 1 Periódico del sector de discapacidad; 1 Periódico de carácter extranjero; 1 Periódico municipal; 17 Periódicos aún sin clasificar.

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La Hemeroteca del Archivo de Bogotá es decisiva y necesaria no solo para la administración pública, sino también para los investigadores y la ciudadanía en general.

Definiciones de periodismo comunitario y alternativo, por sus propios protagonistas: Para llegar a obtener las definiciones de periodismo comunitario y alternativo que aquí aparecen, se les envió un cuestionario a los productores de medios escritos referenciados en la base de datos del inventario de medios del Archivo de Bogotá; así mismo de la consulta directa de los periódicos, como también de las entrevistas proporcionadas por algunos de sus productores. El periódico el Vocero 25, es un medio que circula principalmente en los barrios de la UPZ 25 de la localidad de Suba, considera que el periodismo comunitario y alternativo de Bogotá debe ser referente para mejorar la historia de la ciudad, la historia oficial corresponde a los boletines y comunicados de prensa de los ganadores de las guerras.3 San Victorino es un periódico de carácter particular del sector de los comerciantes de esta zona de Bogotá con 10 años de existencia, sale mensualmente, obedece a la iniciativa y apoyo de la comunidad de San Victorino, pertenece a las localidades del centro de Bogotá como son Santafé, Candelaria y Mártires.4 Escuela País es un periódico producido y dirigido principalmente al sector de la educación en Bogotá, aunque circula en otras ciudades del país: “claro que nos NELSON RONDEROS TIENE A SU CARGO LA CatalogaCIÓN de colecciones hemerográficas del Archivo de Bogotá


ACTUALIDAD consideramos un medio alternativo, ya que su creación se origina en la necesidad de visibilizar problemáticas y acciones específicas del sector de la educación y los educadores.” 5 La concepción de la comunicación popular y alternativa de los productores del periódico Bosa Voz, está definida como que la primera es “lo de todos”, sin que esto quiera decir que ésta no incluya lo estético y lo técnico, ni mucho menos pobreza en el lenguaje; es todo lo contrario, porque consideran: “(…) el juego de colores, los matices, la luz, las costumbres, los modos de expresión, verbales y no verbales, hacen que cada cuadra, cada repertorio cotidiano de los bosunos, se convierta en un pincelazo, en una nota musical, en una poética urbana –y rural- no sólo de la localidad, sino del país” 6. Y la segunda la entienden desde la pregunta por lo diferente: “sí, pero no. Sí porque esa

El periódico o magazín Urbes y Entornos, es una publicación de la localidad de Teusaquillo y define que: “cumplimos con la función de informar desde y para las comunidades sobre temas locales y de interés para la comunidad.” 9 El magazín Aula Urbana es un medio escrito que se considera: “institucional-académico ya que allí se publican los adelantos y/o resultados de las investigaciones realizadas por el IDEP.” 10 El periódico Reminiscencias es una publicación dirigida al sector del adulto mayor de la localidad de Rafael Uribe Uribe, dicen que: “nos consideramos un medio comunitario porque nuestras ediciones están dirigidas a informar a nuestra comunidad y a los administradores de turno sobre las problemáticas sociales de nuestra localidad 18, informar a las comunidad sobre programas y

público: comunidades Los periódicos comunitarios están dirigidos a un variado lación raizal, etc. cristianas, asociaciones comunales y sindicales, pob tendencia, de lo diferente, implica que el formato empleado, en lo comunicativo y en lo periodístico, tenga un nuevo juego de lenguajes, de estéticas, de abordajes, de construcciones, de reconocimientos, de inclusión que fácilmente lo diferencia de los modos tradicionales de comunicar (...) No, porque aunque hay una indagación hacia cómo ordenar y contar unos procesos, unos usos y prácticas de ciertos actores sociales en unos momentos determinados, empleando la comunicación, el formato periodístico en especial, no se escapa a emplear modelos artísticos o estructuras periodísticas clásicas o nuevas.” 7 La Asociación de Copropiedades y Entes Jurídicos de Ciudad Salitre con sede en el mismo barrio de la localidad de Fontibón, produce el periódico Asosalitre: “Nuestro periódico es comunitario y alternativo porque toca temas de la problemática del sector, recibe opiniones de los habitantes del mismo y temas de la UPZ 110.” 8

proyectos y convenios que la benefician para, al aplicarlas en sus vivencias, adquirir una mejor calidad de vida.” 11 El periódico Sxxi.net, es una publicación de la ciudad capital especializado en temas de la naturaleza y el medio ambiente, se considera un medio de comunicación ciudadano. 12 Valores Cristianos, como su nombre lo indica, es un periódico de la comunidad cristiana de Bogotá: “nos consideramos medio comunitario y alternativo ya que a través de nuestra página impresa, llevamos información desde la comunidad (cristiana), hacia toda la opinión pública del país y el mundo. No contamos con grandes recursos económicos ni hacemos parte de la ‘Gran Prensa’, desarrollamos periodismo con enfoque social y orientado a la construcción de espacios comunicativos que beneficien a la comunidad en general.” 13

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90 El periódico Desde Abajo se considera medio comunitario y alternativo: “porque ofrece otro punto de vista y contrasta con la versión de los conglomerados de la información al tratar la crónica social.” 14 El periódico Clases es una publicación del sector institucional de la educación pública: “básicamente se considera como un medio de comunicación y de expresión alternativo porque se pretende fomentar la práctica de los procesos de lectoescritura.” 15 El periódico El Hormiguero es un medio alternativo toda vez que surge como una opción diferente e independiente de y para las comunidades de base. Publica información que no cabe dentro de los medios masivos y evidencia problemáticas de las entrañas sociales.16 El periódico Informativo Ciudadano experto en la divulgación y trabajo con las comunidades con presencia física en las localidades del Distrito Capital como son: Engativá, Suba, Barrios Unidos, Fontibón. Se considera un tipo de medio comunitario alternativo porque divulga toda clase de noticias e información, y aborda la parte social de las comunidades y las entidades. 17 El periódico Localidad 13 Teusaquillo, se considera un medio comunitario y alternativo: “porque no es un periódico comercial, sino dedicado a intervención comunitaria local. Por consiguiente es alternativo de los grandes medios (…) La prensa comunitaria tiene enorme dificultad para su existencia debido a la falta de colaboración institucional (publicidad), pues no se considera competitiva comercialmente.

Alcaldía Mayor de Bogotá, Secretaría General, Dirección Archivo de Bogotá, “Documento técnico para la conformación de colecciones patrimoniales preparado para la Dirección Archivo de Bogotá”. Diciembre de 2010. Pág. 66 y siguientes.

*

Tomado del documento proyecto: “Construcción, desarrollo y consolidación de la hemeroteca comunitaria y de medios alternativos de Bogotá”, junio de 2012.

1

Tomado de cuestionario diligenciado por Laureano Monroy, director del periódico El Vocero 25.

2

Tomado de cuestionario diligenciado por Jorge Eliécer Gil Corrales, director del periódico San Victorino

3

Tomado de cuestionario diligenciado por Miguel Antonio Chavarro Buriticá, director del periódico Escuela País.

4

La información y comunicación popular y alternativa “La comunicación alternativa y popular trata de rescatar y recuperar la cultura popular convirtiéndola en sujeto de información.” Luis Ramiro Beltrán Si se parte de la base de clasificar los medios de información y comunicación en pequeños, medianos y grandes medios de comunicación (Prensa, radio y televisión), se encuentra que en Colombia, estos últimos responden a intereses de poderosos gremios económicos y de sectores de poder de la dirigencia política del país; no se constituyen en herramientas de información y divulgación imparcial y fiables de los asuntos que determinan el acontecer socio-político del país, ni mucho menos son medios de comunicación de y con la población, por consiguiente, son fuentes incompletas, carentes de objetividad y fidelidad de la realidad nacional, en tanto que los enfoques y sentidos de los mensajes que vehiculizan obedecen a un tratamiento sesgado, fragmentado y descontextualizado; corresponden a una línea editorial predeterminada por quienes los dirigen, en representación de los propietarios, miembros de esos grupos poderosos de la vida nacional del país. Partiendo de esta realidad, surge otro tipo de medios de información y comunicación que se han dado en llamar de comunicación popular, alternativa y comunitaria, y que se pueden definir así: Son medios que responden a un modelo opuesto y antagónico al modelo tradicional de la comunicación -llámese información masiva-, imperante en el orden nacional e internacional. En respuesta y aunado a la necesidad de otras (lo alter) formas de expresión, surge la comunicación (otra), alternativa y popular: la que habla pero que también escucha; que pretende la interacción, el rescate y recuperación de la cultura propia y auténtica, la que representa a las mayorías excluidas y segregadas, convirtiéndolas en sujeto actuante y participante de la información y la comunicación.

5 Tomado del primer número del periódico Bosa Voz “El juego local de identidades”, febrero de 2002, p. 5. 6 Id., p. 5. 7 Tomado de cuestionario diligenciado por Marcela Ortíz Rozo, Gerente Asosalitre. 8 Tomado de cuestionario diligenciado por Luis R. Rojas Méndez, director Urbes y Entornos. 9 Tomado de cuestionario diligenciado por Fanny Cuesta, Atención al Ciudadano. 10 Instituto Para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico – IDEP. 11 Tomado de cuestionario diligenciado por Jairo Alejandro Álvarez, director de Reminiscencias.


ACTUALIDAD

Este nuevo tipo de comunicación genera lazos de identificación y socialización en cuanto al tratamiento de temas variados y relacionados con el entorno inmediato de los sujetos, sus necesidades, creencias y vivencias de la cotidianidad, creando empatías y retroalimentación que a su vez dinamizan procesos sociales y comunitarios en sus entornos concretos. El sentido de los mensajes que trasmite la comunicación popular y alternativa, es de carácter cualitativo y crítico, que se liga a proporcionar y socializar información, opinión y conocimientos de esos procesos desplegados en sus entornos concretos, creando ligazón, conciencia y solidaridad, de tal forma que recrea, educa y comunica; amén de ser como medio, una herramienta que da cuenta de realidades concretas con incidencia en el desarrollo socio-cultural, y que además ayuda a la recuperación y recreación de la memoria histórica de las comunidades. En uno de los estudios de la comunicación popular y alternativa 22 en América Latina, se señala que ésta surge en los años 80, en respuesta y necesidad de informar y comunicar de la “otra realidad” de “los otros” sectores sociales, que no aparecen ni se ven representados en los tradicionales medios de comunicación; como también ante la pretensión de estos mismos, de imponer una forma única (vertical) de modelos comunicacionales. Los comunicadores de la comunicación popular y alternativa, encuentran que hay otros métodos más adecuados para llegar a sus lectores: la utilización de pequeños y medianos formatos que no exigen grandes recursos de carácter económico y técnico; el abordaje de temáticas que obedecen al sentir e inquietudes más cercanas e inmediatas que atañen a las comunidades, además de plantearse la necesidad de contribuir a los cambios y transformaciones de sus entornos concretos, siendo, o por lo menos cuestionando por el ejercicio crítico, la matriz comunicacional de la dominación ideológica y política imperante de los grandes medios.

Valdría la pena producir un cambio oficial sobre este concepto.” 18 El periódico Colarte se considera un medio comunitario y alternativo: “por las temáticas que tratamos, la inclusión con la comunidad, lo más importante es la labor social que venimos realizando exitosamente.” 19 Para uno de los fundadores del periódico Ecos, la comunicación popular, alternativa y comunitaria “(…) es una estrategia que la comunidad tiene como herramienta para decir lo que piensa y no que esté mediada por ningún tipo de censura, que no esté mediatizada por ningún interés económico y político, si no que cada uno exprese lo que piense, lo que cree sobre la base del respeto (…) La comunicación comunitaria es la posibilidad que tiene la ciudadanía, a través de medios de comunicación que están a su alcance (…) donde pueda expresarse libremente, creo que ahí es donde se ve realmente lo alternativo, que no es condicionada por los grandes intereses económicos.” 20 Los productores del periódico Bosa con los de Bosa, consideran que: “somos un espacio de expresión, libre y popular, que tiene por objeto transmitir con todo respeto a ustedes, nuestra comunidad, las palabras más sinceras, dentro de las cuales está promover la comunicación popular desde y para toda Latinoamérica. Con nuestro trabajo queremos aportar a la construcción de ideas, lograr el diálogo que permita a las comunidades solucionar sus conflictos y qué mejor que un medio de expresión popular para llegar a la comunidad” 21

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Tomado de cuestionario diligenciado por José Darío Salazar Ramos, director SXXi.net.

18

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Tomado de cuestionario diligenciado por David Gaitán, coordinador Valores Cristianos.

19

Tomado de cuestionario diligenciado por Rigoberto Moncada, productor del periódico Desde Abajo.

20

14

Tomado de cuestionario diligenciado por Uriel Bonilla Estrada, coordinador del periódico Clases.

15

Tomado de cuestionario diligenciado por Nidia Acevedo, directora del periódico El Hormiguero.

16

Tomado de cuestionario diligenciado por Magdalena Arévalo Canchón, directora del periódico Informativo Ciudadano.

17

Tomado de cuestionario diligenciado por Leonor Moreno Ruíz, editora del periódico Localidad 13 Teusaquillo. Tomado de cuestionario diligenciado por Reiner Javier Sánchez, director del periódico Colarte. Tomado de entrevista a Carlos Carreño Carvajal, archivo de audio: Entrevista Ecos del 26-11-2014.

21 Tomado de periódico Bosa con los de Bosa, edición de agosto de 2011.

BELTRÁN, Luis Ramiro. Las políticas nacionales de comunicación en América Latina. Documento de Trabajo para la Reunión de Expertos sobre la Planificación y las Políticas de Comunicación en América Latina. UNESCO. Bogotá y París, 1974.

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Leonardo Guzmán1 Ingeniero de Sistemas

Estas son algunas inquietudes que necesitan respuesta oportuna para poner en práctica una valiosa iniciativa que ayude en la reducción sistemática del uso de papel en la administración. Entendemos la necesidad y propósito de esta práctica -que orientada de forma acertada- permite avanzar en la implementación de eficacia y eficiencia administrativa, reduciendo el consumo de papel. Sin embargo, es indiscutible que se ha fallado en la orientación de uso en el entorno nacional colombiano.


ARCHIVÍSTICA

E

sta es una visión con enfoque práctico que permite argumentar de forma simple mi posición frente a la certificación de documentos electrónicos. Quiero compartir apreciaciones, mecanismos de uso; interpretaciones legales y sugerir la forma de hacer realidad un uso de estas herramientas mediante un par de conclusiones. Precisamente, una conclusión anticipada es que si la certificación de documentos electrónicos no es aplicada y de uso confiable en las instituciones, la iniciativa de Cero Papel, no va más allá de ser una buena intención, carente de aplicación real y sin resultados prácticos para el país.

Definición Por definición y con el objetivo de comprender el marco normativo que aplica en Colombia, el mensaje de datos es cualquier documento electrónico: Un texto hecho en Word es un mensaje de datos, al igual que un Excel o que una imagen digitalizada; también una llamada telefónica que ha sido grabada de forma digital, es un mensaje de datos. Certificar significa DAR FE; creer de forma garantizada en el contenido informativo de los documentos –es decir de los mensajes de datos-, conociendo quién, cuándo y en qué contexto se han producido. Como su nombre lo indica, una certificación asegura que el documento es de quien dice ser; que nadie lo ha cambiado; que el productor no puede negar que él lo emitió y, por tanto, hacerse responsable de su contenido. A estos tres aspectos la normativa colombiana los denomina: AUTENTICIDAD, INTEGRIDAD y NO REPUDIO.

Propósito La certificación busca que exista confianza entre las partes cuando realizan transacciones que se evidencian mediante el uso de documentos electrónicos. Debido a la interpretación de fácil usurpación (vulnerabilidad -si quiere-), que afecta los documentos creados de forma electrónica, la certificación tiene, en la práctica, una función garantista para el intercambio de información, basada en métodos que permiten otorgar autenticidad e integridad. El propósito de certificar documentos se concreta entonces en garantizar de alguna forma que los documentos electrónicos son auténticos e íntegros.

Referencias jurídicas de certificación de documentos electrónicos Si queremos garantizar confianza entre las partes que intercambian información basada en documentos electrónicos, lo primero que tenemos que hacer es conocer las líneas jurídicas que en Colombia le confieren esa condición a los documentos. Es decir, tenemos que hablar sobre las normas que le imprimen condiciones de valor jurídico y soporte probatorio para los documentos electrónicos. Por alguna razón que desconozco, Colombia ha utilizado dos denominaciones para un mismo tipo de funciones de garantía sobre los documentos electrónicos: Firma Digital y Firma Electrónica.

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94 Son dos conceptos que en otros países se utilizan como Firma Electrónica Avanzada y Firma Electrónica Simple, que correspondientemente cumplen los mismos efectos, por lo que utilizaremos las denominaciones nacionales. La Firma Digital está definida en la Ley 527 de 1999 (hace 15 años) y establece las condiciones de regulación para que los documentos electrónicos gocen de autenticidad, integridad y no repudio. Una característica importante de esta norma, es que establece una Entidad de Certificación como garante de las transacciones documentales, siendo esa entidad quien inserta la fe y da garantía irrefutable sobre los documentos. Es decir, aquí operan tres actores: La parte 1, la parte 2 y el tercero que certifica, en el que ambas partes confían. Por otra parte, la facultad de uso de la Firma Electrónica es el resultado del Decreto 2364 del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, de diciembre de 2012 (hace 2 años). A diferencia de la Firma Digital, la Firma Electrónica simplifica los aspectos técnicos y establece la misma validez y efectos jurídicos que la firma tradicional, tomando como base acuerdos directos entre las partes. Llama especial atención que el contenido de esta norma cita el documento Conpes 3620 de 2009, recomendando promover el uso de la Firma Electrónica, como esquema alternativo de la Firma Digital, con lo que se simplifica una implementación y se reducen de forma drástica los costos. Mientras la Firma Digital involucra un tercero de confianza, que hace las veces de entidad de certificación; la Firma Electrónica faculta acuerdos entre las partes, para garantizar la confianza, mediante el uso de claves y contraseñas como mecanismos de transacción documental. En concreto, Colombia dispone de dos (2) alternativas jurídicamente válidas para certificar documentos electrónicos: La Firma Digital

y La Firma Electrónica. Las dos se basan en medios tecnológicos de aceptación generalizada, confiable y apropiada para los fines con los cuales se generó y comunicó el mensaje de datos. Con un marco jurídico definido como mecanismos de certificación de documentos electrónicos, basado en dos opciones alternativas, resta toda una gestión documental y archivística técnica, que defina de forma apropiada y particular en cada caso, cuál deberá ser el grado de aplicación en entornos particulares.

Estado del arte en Colombia La certificación de documentos electrónicos no es un problema de carácter tecnológico. Esto está técnicamente resuelto a través de mecanismos criptográficos, sistemas de llave pública/privada y soluciones de cifrado complejo, que basados en estándares técnicos, son de aceptación universal. Primera consideración: certificar documentos electrónicos, entonces, no es un problema tecnológico. ¡Tampoco es un problema jurídico! Como hemos visto, el país se encuentra alineado con los ejercicios de mejores prácticas internacionales, teniendo legalmente válidos dos sistemas de firma para documentos electrónicos: La Firma Digital y la Firma Electrónica. Si la comunidad dispone de un marco jurídico nacional y existen medios tecnológicos para la certificación de documentos electrónicos, vale la pena entonces preguntar ¿por qué la implementación del Cero Papel y las iniciativas gubernamentales no han logrado eco de aplicación práctica y real en el mundo de la gestión documental en Colombia? Basta preguntar por casos en donde la gestión documental haya cambiado radicalmente del mundo físico al mundo electrónico, en el corto plazo. ¿Qué entidad ha puesto en práctica

El propósito de certificar documentos se concreta entonces en garantizar de alguna forma que los documentos electrónicos son auténticos e íntegros.


ARCHIVÍSTICA la Directiva Presidencial 04 de 2012 que estableció tiempo de 6 meses para su aplicación (llevamos año y medio de retraso)? ¿Por qué continúa el Estado produciendo inmensas cantidades de papel cuando todo, absolutamente todo, se genera electrónicamente? Aquí unas respuestas a estos interrogantes: 1) La cultura del papel. De manera infortunada para los propósitos de la certificación de documentos electrónicos, tengo que decir que nos gusta, a todos, sentir el documento. Tenemos la concepción –errada- que si no hay un documento tangible de por medio, corremos un enorme riesgo en nuestra transacción. Desconfiamos –no sin algo de razón- de la seguridad informática que nos brindan los sistemas actuales. Conozco proyectos en donde los email se imprimen, es decir se bajan a papel y sobre éstos se aplican técnicas de organización. Tengo que mencionar de forma especial, mi percepción cuando veo que muchos archivistas requieren del papel para aplicar Procedencia y Orden Original, pasando por Clasificar y Describir. Es como si la teoría archivística se debilitara conceptualmente cuando el papel desaparece, llegando incluso a preguntarnos cuál es el tiempo de retención de un documento, por el solo hecho de estar soportado electrónicamente. Lo sabemos si tenemos el papel; pero si el soporte es electrónico, dudamos frente a la retención y/o valoración. Lo más preocupante de esta respuesta no es la cultura y el tiempo que tardemos en asimilar la nueva forma en que se manifiesta la información, sino lo dispuestos que estamos para asumir la realidad de producción y salir de la “comodidad del manejo del papel, dejando de lado los argumentos que usamos para no trabajar con documentos electrónicos: la información no es segura; los documentos se pueden cambiar; nadie puede garantizar la permanencia de la información; los entes de

control solo piden papel; los jueces creen únicamente en el soporte físico, etc. 2) Mitificación del firmado electrónico. El uso de firmas (digitales/electrónicas) se ha convertido desde sus inicios en un mito que no hemos podido asimilar de manera concreta y práctica. Muchos desconocemos la forma en que se hace y por consiguiente no entendemos cómo aplicar principios seguros de uso. La reducida oferta de mercado de entidades de certificación desde 1999; la poca o nula comprensión por parte de los responsables de la toma de decisiones corporativas para ir hacia la oficina sin papeles; el bajo nivel de uso de técnicas criptográficas en la gestión documental tradicional, hace excepcionalmente útiles los ejemplos del sector financiero, que sí pudo enfrentar, culturizar e instrumentar sus transacciones, de modo tal que hoy por hoy, cualquier usuario, de cualquier nivel, tiene un dispositivo y un mecanismo de firma válido jurídicamente para interactuar con su respectivo banco. En el sector documental y archivístico, especialmente de la línea Estatal, seguimos siendo cautos –mucho para mí gusto-y faltos de osadía para incursionar en un mundo de gestión electrónica, que es la realidad documental que vive nuestro país desde hace casi tres décadas. La firma electrónica/digital es un mito al que le tenemos miedo o prevención, desde

En concreto, Colombia dispone de dos alternativas jurídicamente válidas para certificar documentos electrónicos: La Firma Digital y La Firma Electrónica. las propias instituciones, hasta los usuarios finales. ¿No entiendo por qué si funciona en el sector financiero? 3) Propósitos comerciales. De cara a la firma electrónica de documentos el tema es polémico porque está mitificado. Pienso que en Colombia han existido afanes comerciales, que benefician el sector de oferta para firmas, que

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96 mal contadas son tres entidades a nivel nacional. A esto se suma la redacción genérica de las normas, que aparentemente “obligan” que los mensajes de datos -todos-, es decir todos los documentos, deben estar firmados digitalmente. Esta tesis ha persistido, incluso luego de la expedición del Decreto 2364 de 2012, con lo que las entidades interesadas y las necesidades obligadas, tienen un solo camino de opción y es pagar por cada firma asociada a un documento. Solo pido que piensen en la cantidad de documentos que puede producir el Estado en un día y multipliquen por el valor de cada firma asociada a un documento, para que puedan entender un propósito comercial en manos de particulares. Siempre me he preguntado ¿dónde está la entidad de certificación estatal? Tienen las entidades la posibilidad de autocertificarse? ¿Por qué un tercero de confianza de carácter privado tiene que “avalar” las transacciones documentales entre el mismo Estado? Creo que estas preguntas requieren respuestas concretas y oportunas, es decir, inmediatas. 4) Ciclo de lo absurdo. Desde hacer más de 30 años, la producción documental en Colombia es de carácter electrónico, o como se dice ahora, “nacido digital”. El ambiente público y privado, está creando sus documentos con base en sistemas informáticos: los contratos, las actas, los recibos, los estudios, los proyectos, todo se genera electrónicamente. Del mismo modo, la totalidad de las entidades lo imprime para darle trámite y organización documental. El documento entonces, se firma tradicionalmente en papel y toma un flujo de actividad hasta que finaliza y se traslada como documento en fases archivísticas precaucionales quedando en archivos de gestión o archivos centrales. Las entidades, al ver el cúmulo de documentos en papel, optan por digitalizarlos, invirtiendo grandes cantidades de recursos. Si esta consideración es cierta, que lo es, observen que el documento nació digital; se imprimió por alguna razón; tramitó y se archivó en papel,

para tiempo después pagar a un tercero para que lo vuelva a la forma original, es decir digital. Cuál es el sentido de existencia, entonces, de la certificación electrónica? La posibilidad de firma está disponible jurídica y tecnológicamente desde 1999, pero a la fecha actual, seguimos trabajando en este ciclo de lo absurdo. 5) Normatividad y guías. La normativa existente es ambigua y difícilmente aplicable a la realidad documental del país. La falta de claridad confunde a los potenciales interesados y la postergación reglamentaria deja en suspenso la forma en que se debe hacer la implementación. Las directrices impartidas hablan de tiempos para su aplicación, pero nunca escapan de los comodines de reglamentación que vendrá. Esto genera incertidumbre en las entidades y perentoriedad en el cumplimiento, obligando a que cada cual haga lo que considere oportuno, todos con las mejores intenciones de cumplir los mandatos normativos. Por otra parte, me parece poco acertado el enfoque diferencial que se está presentando en el tratamiento de los documentos tradicionales, confrontado con el tratamiento de los documentos electrónicos. Me llego a confundir si es que hay dos formas técnicas de organizar archivísticamente la documentación. El PGD –Programa de Gestión Documental- es el mismo, sean documentos físicos o documentos electrónicos. La organización de los expedientes obedece a los mismos criterios técnicos, sean los documentos físicos o electrónicos. Por naturaleza el soporte le es indiferente a la definición de archivo. El reto actual es, precisamente, aprender a administrar y controlar los documentos como se están produciendo en la realidad, es decir, en formato electrónico y/o soporte informático. A eso es a lo que se tienen que enfrentar los archivistas actuales. Los expedientes ahora son híbridos: están conformados por papel y otros soportes, entre ellos los electrónicos. Nadie va a imprimir todo; ni nadie va a digitalizar todo. Los principios archivísticos subsisten a la naturaleza


ARCHIVÍSTICA de los soportes y no deben existir enfoques diferenciales para la organización conceptual de los documentos, sean estos físicos o electrónicos.

Conclusiones Mientras no entendamos, no vamos a hacer uso de las funcionalidades de la certificación de documentos electrónicos. Mientras no hagamos uso de la certificación de documentos electrónicos, tendremos argumentos válidos para seguir imprimiendo y manejando tradicionalmente los documentos, con lo que se hace inviable la iniciativa del Cero Papel y las consecuencias lógicas de eficiencia y eficacia administrativa. Colombia dispone de marco jurídico y tecnología que permite aplicar la certificación de documentos, pero esta no es una realidad de uso en la gestión documental cotidiana de las entidades. La aplicación de certificación de documentos electrónicos es absolutamente baja, comparada con el tiempo de disponibilidad tecnológica y expedición de la normativa legal. Vendría bien analizar los tiempos de utilidad de la firma, porque podemos estar enfocados en una complejidad de preservación innecesaria, aunque tecnológicamente viable. Puede resultar útil privilegiar el uso de metadatos, trazabilidad y auditoría, en lugar del cifrado y encriptación de documentos, especialmente si ya se ha concluido el trámite. Creo firmemente en la necesidad de modernizar los instrumentos archivísticos, especialmente el de Tabla de Retención Documental, como mecanismo para tipificar los documentos y determinar la clase de firma que aplica en cada uno de ellos. La iniciativa del Cero Papel no tendrá posibilidades mientras haya desconfianza y poca claridad en el proceso. A este propósito ayudaría mucho la expedición de una normatividad simple, práctica y de rápida aplicación.

Consecuencias para los archivos históricos A pesar de la existencia tecnológica que habilita la existencia de firmas electrónicas longevas (XAdes PAdes, CAdes), y más allá del beneficio que representan para hacer de la iniciativa Cero Papel una realidad, me permito proponer, en relación a la documentación con valor permanente que actualmente se genera en formatos electrónicos, se analice la posibilidad de no llevar firmas (de ninguna naturaleza) al Archivo Histórico. Si bien la firma es un componente importante en ciertos documentos y para determinadas transacciones, lo cierto es que la utilidad y conveniencia se presenta en un momento de tiempo determinado, que no es precisamente el de archivo; por el contrario es en la etapa transaccional cuando resulta útil a los intereses de las partes. Una vez ésta etapa finaliza y existen decisiones y acuerdos, la firma pierde un alto grado de relevancia frente al documento. La información relativa a firma y cifrado de documentos bien pueden almacenarse como metadatos que evidencien esa gestión administrativa, y que en su momento garantizó la autenticidad e integridad en el trámite, pero no es estrictamente necesaria la conservación activa y validación de firmas, dados los altos riesgos de accesibilidad que pueden representar en el futuro de custodias archivísticas permanentes

Leonardo Guzmán. Técnico profesional en Ingeniería de Sistemas. Jefe de sistemas y responsable del proyecto tecnológico del Archivo General de la Nación de Colombia 1992-2004. Desarrollador de la versión a español del software Winisis de UNESCO y consultor en automatización de archivos de la OEA para América Latina. Miembro de la Comisión Ad Hoc del Consejo Internacional de Archivos que evaluó para Colombia la Norma Internacional General de Descripción Archivística ISAD(G). Consultor funcional para el proyecto IBERODOC: la oficina sin papeles. Actualmente se desempeña como asesor en proyectos y planes de automatización integral de gestión de documentos. 1

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C茅sar Augusto Russi L贸pez Profesional en Sistemas de Informaci贸n. Bibliotec贸logo y Archivista


ARCHIVÍSTICA

Las entidades del Estado incluidas las distritales y sus funcionarios a veces se preguntan cuál es la razón por la cual los documentos de archivo deben guardarse y no eliminarse; especialmente cuando han cumplido su aparente función ante la administración. El sostenimiento de toda la infraestructura de los depósitos donde se guardan los llamados Fondos Documentales Acumulados y los mismos fondos se han convertido en un verdadero problema para la administración.

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a intervención de un Fondo Documental Acumulado-FDA- resulta un proceso costoso especialmente cuando su volumen es grande, además si se tiene que contratar con una firma especializada se cobrará por metro lineal, o por el contrario cuando la organización la asume la misma entidad sus costos son altos por todas las acciones requeridas. Generalmente el surgimiento de los FDA es una muestra clara del uso de malas prácticas con respecto al manejo de los archivos en las entidades, pero cuando se deben emprender las acciones para solucionar esta problemática, es necesario tener presente ciertas consideraciones. La intervención del FDA debe abordarse de manera integral y total con el propósito de dimensionar totalmente el panorama con respecto a: volumen en metros lineales, recursos necesarios, tiempo de intervención. Para la gran mayoría de entidades resulta difícil contar con todos los recursos para la intervención total en una vigencia (un año), por esta razón su intervención debe planificarse en mucho más tiempo; pero debe hacerse de manera integral, con los mismos lineamientos y metodología archivísticas. Para este efecto se requiere de la asistencia técnica de la Dirección Archivo de Bogotá, para el caso de las entidades del orden distrital, o el

Archivo General de la Nación para entidades del orden nacional, con el propósito de garantizar la calidad de los procesos técnicos. Es necesario igualmente contar al interior de la entidad con personal cualificado en el tema para poder liderar las acciones en este sentido, o avalar los productos cuando se hace a través de la contratación de una firma especializada. La intervención de un FDA conlleva una serie de tareas, muchas de las cuales se pueden adelantar de manera simultánea, para ir ganando tiempo y ahorrando recursos; como puede ser el levantamiento de todas las fuentes de información para construir la historia de la entidad, con el proceso de pre-valoración

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La legislación archivística colombiana se ha convertido en una herramienta de primera mano, especialmente para las entidades del Estado. que busca principalmente la identificación de documentación que no hace parte del fondo. Previa a la cuantificación en metros lineales del FDA se debe tener pleno conocimiento de todos los depósitos o áreas donde se almacena la documentación, para que sean contemplados durante la elaboración del plan de trabajo y la propuesta económica. De la misma manera se requiere hacer una pre-valoración de la documentación para poder establecer si toda se puede considerar como material de archivo del FDA, en este sentido es necesario tener presente que dentro de los llamados fondos documentales acumulados es muy usual encontrar materiales con características diferentes (bibliográfico, publicaciones periódicas, etc), colecciones de legislación, boletines de prensa, informes de gestión de otras entidades.

Es indispensable contar con un inventario de toda la documentación; utilizando el formato único de inventario propuesto por el A.G.N. para garantizar la consolidación de toda la información y las características de la misma, para poder hacer una descripción real del fondo. La elaboración de los cuadros de evolución orgánica y funcional para cada periodo de la entidad a partir de los organigramas existentes, son una herramienta fundamental para la intervención del FDA. No a toda la documentación del FDA se le deben aplicar procesos archivísticos completos y hacerle inversión de insumos; porque la documentación declarada para eliminación no lo amerita con esta especificidad. La TVD debe estar debidamente soportada y avalada, especialmente para los procesos de eliminación de documentos, a partir de las fichas de valoración, para el caso de las entidades del orden distrital. Para los procesos de valoración y organización archivística de la documentación para transferencias secundarias, deben ir acompañados y avalados siempre por las instancias competentes, siendo la primera de éstas el Comité Interno de Archivo de la entidad.

Recomendaciones para el éxito de la propuesta para la organización de un FDA Antes de cualquier iniciativa para la elaboración de una propuesta o un plan de trabajo para la organización de un FDA se debe ser consciente de las implicaciones de tipo económico generadas PAnorama general de los FDA.


ARCHIVÍSTICA para la entidad por el mantenimiento de éste; representadas en pago de alquiler de depósitos para su bodegaje o mantenimiento de los mismos cuando se cuenta con estos en la misma entidad, recursos humanos para su administración y otra serie de costos indirectos que van incrementando su sostenimiento en la entidad. Adicionalmente se puede estar incumpliendo con la Ley, este panorama debe ser conocido principalmente por las directivas. Es fundamental para cualquier iniciativa contar con el total respaldo de la alta dirección porque son ellos quienes finalmente le pueden dar viabilidad a la organización de un FDA, porque ellos intervienen en el manejo de los recursos económicos, por otra parte el tema de los archivos hace parte de la llamada cultura organizacional, en la cual todos los funcionarios deben conocer pero principalmente ayudar a cambiar.

Los documentos de archivo hacen parte de los activos de las entidades y son pieza fundamental, igualmente se convierten, después del Talento Humano, en los recursos más valiosos para las mismas; porque son depositarios de su gestión. Durante la fase de planeación, aprobación del plan de trabajo y la organización del FDA debe necesariamente estar presente la alta dirección con el fin de mantenerlos enterados en todas las labores, involucrarlos y hacerlos responsables porque quienes responden ante las autoridades tanto por los recursos comprometidos como por los resultados obtenidos son ellos, además como estrategia es altamente beneficiosa su participación en todo el desarrollo, igualmente se debe lograr la participación de todas las instancias requeridas para el desarrollo del proyecto como el Comité interno de archivo de la entidad y las dependencias que hacen parte de este

RECOMENDACIONES tengan Es necesario que las instancias nes y isio dec sus que reuniones regulares, y mo el mis Así s. acta en den compromisos que ón nici defi la de ida med na bue en éxito depende, el , ado lific y selección del equipo de trabajo cua de rios iona cual debe estar conformado por func cuando la entidad y por un grupo contratado, ajo es trab de ipo equ sea el caso, dentro de este : necesario contar con

cargo Profesionales quienes tendrán a ar

coordin labores como proyectar, definir y ación serv con n, ació stig inve los procesos de con la y organización del FDA, de acuerdo ada aval y propuesta aprobada por la entidad es idad (ent ivo por el Comité interno de arch os carg cen ene pert distritales). A este grupo archivista como: director del proyecto, r, invesrado stau r-re ado serv coordinador, con gado e tigador en ciencias sociales, abo que el le ingeniero industrial. Es recomendab dad y enti la a director del proyecto pertenezca de área el en a rquí que sea un funcionario de jera r, ado rdin coo o jefe su archivos, preferiblemente n ació form con tar con e quien además deb específica en Archivística. volumen Personal técnico que de acuerdo al y hacer ar rdin del FDA, se encargará de coo icos técn s ento ami seguimiento a los line de ipo equ el por definidos y acordados era man ma mis la de s, nale trabajo de profesio oración consolidará la información para la elab ce de avan de informes y reportes del estado de los procesos de organización. los Operativo: su labor es desarrollars del ione procesos siguiendo las instrucc este grupo personal especializado y técnico. A deben nes quie pertenecen los auxiliares, tema el en ncia erie exp y contar con formación n. ació serv con de s eso archivístico y en proc por Apoyo administrativo: compuesto vos trati inis adm os carg funcionarios que ocupan icipación y directivos en la entidad. Su part realizar el tiene el doble propósito de apoyar y seguimiento y auditoría. de los Para cada uno de los integrantes ión func la de bre nom grupos se deberá detallar el que s ona pers de d tida general, el perfil, la can s en que atienden dicha función, los proceso uctos. prod sus y s ione gac obli intervienen, las

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Con motivo de los cuarenta años de la revista Alternativa, el Archivo de Bogotá organizó la exposición “Atreverse a pensar es empezar a luchar, Alternativa, 40 años” y un conversatorio con sus fundadores y miembros. Este informe especial recoge distintos momentos de la exposición y apartes del interesante diálogo realizado.


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“El clima de la libertad de prensa era precario en un momento dado. Alternativa se quedó sola como el único medio de circulación masiva en el país en oponerse al régimen bipartidista Liberal-Conservador y a la brutal ofensiva de la clase política contra la protesta popular y la izquierda.” Carlos Augusto Agudelo, “Atreverse a pensar es empezar a luchar. Elementos para el análisis de la revista colombiana Alternativa”, 2009

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l 18 de febrero de 1974 aparece el primer número de la revista Alternativa. Fue la respuesta que inventó un grupo de escritores, periodistas, artistas y académicos colombianos para hacer frente al control desproporcionado de los medios de comunicación por parte de grandes grupos económicos con una agenda política propia. La nueva revista se propuso crear las condiciones de información necesarias para educar al gran público en la necesidad de un cambio social, a la vez que servir de canal abierto a las voces dispares de la izquierda, que en ese momento tenían escasa salida en impresos de carácter gremial o partidista (Voz Proletaria, órgano del Partido Comunista Colombiano, Frente Unido y Alerta, entre otros).

El amplio espectro que quiso abarcar —conformado por sectores sociales y políticos diversos— enfrentó a la dirección de la revista con el desafío de construir una política editorial que evitara alinderarse con doctrinas, ideologías u organizaciones bien definidas. Esta decisión, combinada con el arsenal de investigaciones, informes especiales y entrevistas exclusivas con las que Alternativa forjó su reputación, le aseguraron también una provisión amplia de antipatías, opositores y enemigos, que espoleados por los constantes ejercicios de denuncia de la revista, arremetieron con brutales represalias. En 1975, por ejemplo, se detonaron bombas en la sede y en la casa de uno de sus fundadores. La revista también enfrentó las pugnas internas de la izquierda, que invariablemente demandaban una afirmación de identidad política organizada.


INFORME ESPECIAL

Alternativa nunca censuró la opinión de las organizaciones armadas —tanto colombianas como extranjeras— y en muchas ocasiones acudió a fuentes directas dentro de ellas para obtener información. Aunque evitó la defensa abierta de la lucha armada, recurrió en este tema a un discurso histórico y político explicativo, marcado por una concepción que oscilaba entre el nacionalismo cultural y el socialismo internacionalista. En términos generales, la revista fue comprensiva con el punto de vista de la insurgencia, esquivando el rechazo categórico de sus métodos. En sus páginas se escucha la aspiración del guerrillero colombiano —hoy día muy desgastada— que es mejor representada por leyendas nacionales como Guadalupe Salcedo o Camilo Torres. Fue al parecer la dificultad para definir una posición clara respecto de las formas de lucha, la que históricamente ha opacado la importancia de este semanario, que sin duda instaló en la agenda de la opinión pública temas vetados hasta el momento: los derechos humanos; la legalización de la marihuana; la recién fundada alianza de las mafias con intereses políticos; la alianza cerrada entre los medios de comunicación y los gremios económicos; la seguridad social como un derecho inalienable y el problema del aborto, entre otros. Sin duda, esta revista debe ser considerada como un verdadero patrimonio de la historia del periodismo colombiano, a la vez que fuente de investigación obligada para quienes deseen aproximarse a la formación del pensamiento de izquierda y las luchas políticas sostenidas durante el tiempo que duró.

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Ver con otros ojos: Principios editoriales

Alternativa le apuntó a un público variado, compuesto por cuadros políticos y sindicales, el movimiento estudiantil, intelectuales, académicos y ciudadanos de a pie con tendencias ‘de avanzada’ —esto es, de izquierda—. Contrainformar, divulgar las luchas sociales, crear un puente de comunicación entre los sectores populares y la academia y unir el pensamiento de izquierda, fueron los pilares fundantes de la política editorial de la revista a lo largo de su existencia.

Contrainformar:

una opinión pública de izquierda “No es fácil en Colombia abrir una ventana por donde entre el viento fresco de un pensamiento de izquierda. Este esfuerzo es Alternativa, que nace con y desde una posición. […] Alternativa busca contrarrestar la desinformación sistemática de los medios de comunicación del sistema y se ha comprometido a servirle en una forma práctica, política y pedagógica, a todos los sectores de la izquierda colombiana.”

En principio, la revista evitó alinearse con grupos u organizaciones específicas y rechazó la designación de grupo político: “Alternativa no da línea”, dice en su tercer editorial. Con este enunciado, quiso marcar diferencia tanto con la ‘gran prensa’ como con la ‘prensa gremial y partidista’ de izquierda, dirigiéndose a la opinión pública general. Es esta orientación la que provocó la pronta salida de Orlando Fals Borda y la Fundación Rosca, denunciando la condición ‘pequeño-burguesa’ que este criterio suponía: […] porque se mantiene en una indefinición […] frente a los grandes problemas de la revolución colombiana, porque asume una posición “por encima de clases, grupos y partidos”; porque renuncia a sus deberes de “organizador”; […] porque, defendiendo principios socialistas, no se pronuncia concretamente sobre las vías, las formas y los caminos que conducen al socialismo; […] porque desde el primer número mantiene la ilusión de que puede ser simplemente una revista “para la opinión pública general.”

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Remedio para la

Puente en un

Alternativa se quiso posicionar como un medio de expresión de las luchas de obreros, campesinos, estudiantes, maestros “y otros sectores populares”, publicando en sus páginas reportajes, informes especiales, entrevistas, debates y columnas de opinión dirigidas a realzar este punto de vista desde una perspectiva crítica e independiente a la de la “gran prensa”, concentrada en manos de una minoría política y económica.

Quizás inspirada por la obra y la fuerte presencia política de Orlando Fals Borda, así como por el respeto académico de Bernardo García, Alternativa buscó también convertirse en un puente entre la academia, en particular de las ciencias sociales, con las organizaciones políticas y sindicales, que en su opinión se encontraban aisladas por el lenguaje técnico o especializado y la escasa circulación de “estudios, análisis e investigaciones […] indispensables para la correcta conducción de las luchas sociales, políticas y económicas.”

“desinformación sistemática”

La revista dio un lugar privilegiado a la denuncia de violaciones y atropellos. Tampoco dejó de plantear temas polémicos, incluso dentro de la izquierda y los movimientos sociales, tales como el aborto y la legalización de la marihuana. Con ello dio voz a una corriente de modernización cultural y política de notas claramente urbanas y juveniles.

“archipiélago de incomunicación”

En consecuencia, la sátira, el humor político, el uso de encabezados llamativos, las ilustraciones y los fotomontajes sobresalieron como esfuerzos para lograr un lenguaje atractivo y didáctico, privilegiando “los

datos concretos, los hechos y los documentos —materia prima para la reflexión— [sobre] las consideraciones puras y las especulaciones personales, aptas para publicaciones ideológicas.”


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“La revista Alternativa fue la primera revista crítica que tuvo Colombia; la fundamos con Gabo, Gabriel García Márquez, y Enrique Santos. De ahí han salido los más grandes, los mejores periodistas que ha tenido Colombia”. Orlando Fals Borda

La aspiración unidad más allá del idilio y del sectarismo

El propósito político por excelencia de Alternativa, y probablemente el que en menor grado pudo realizar, fue la unidad de la izquierda y la superación de los “sectarismos políticos”, que entonces y todavía hoy la caracterizan. Así, en mayo de 1974, su editorial plantea que, “Alternativa seguirá propiciando el intercambio libre e independiente de las experiencias e ideas que lleven a una mayor comprensión de la realidad política y a una más firme coordinación en los esfuerzos de los grupos de avanzada, excluyendo las fobias y tabúes tan gratuitos como estériles para la causa popular.”

Sin pauta Alternativa consideró necesario renunciar a la gran pauta comercial para garantizar la independencia de su política editorial y se fue ‘lanza en ristre’ contra los íconos de los grandes conglomerados económicos y mediáticos, como Julio Mario Santo Domingo y Carlos Ardila Lülle. Como

consecuencia, la revista padeció numerosas crisis financieras. Aunque en su último periodo abrió sus puertas a la pauta publicitaria, ninguna empresa accedió a comprometerse con su nombre; de otra parte, la presión gubernamental impidió la posible colaboración de los pocos interesados.

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“Ante el fracaso de López, la respuesta debía ser de izquierda, pero no lo es. Los diferentes grupos se encuentran atascados en un diálogo sordo, separados por un pantano de sectarismo; creo, según lo hemos discutido aquí, que una de las funciones de Alternativa puede ser la de oxigenar ese pantano para facilitar el acuerdo entre los diferentes grupos. Creo que en esas estamos.” Gabriel García Márquez, “Y la izquierda, ¿qué?”, Alternativa No. 29, 1975


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Secciones Además del obligado editorial - Carta al Lector-, las secciones estaban dirigidas a apoyar el desarrollo de las noticias o las investigaciones en curso, entre las más representativas se destacan: “El Zancudo”, “Y qué hay de nuevo en Macondo”, “Sucedió en la quincena”, “Lo bueno, lo malo, lo feo”, “Historia prohibida”, “Noticiero latinoamericano” y la “Voz” o “Breves de la Base”.

“El Zancudo”

Dirigida a denunciar las políticas intervencionistas económicas y militares de los Estados Unidos.

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“Y qué hay de nuevo en Macondo” Crítica y parodia de la política colombiana. Al parecer, los primeros números estuvieron bajo la responsabilidad de García Márquez y luego del equipo editorial.

“Sucedió en la quincena” Noticias sobre los procesos y acontecimientos más destacados en el panorama nacional. Esta sección normalmente antecedía al Noticiero Latinoamericano.


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“Voz de la Base” Dirigida a denunciar la situación de los campesinos, los obreros, los indígenas, los sindicatos y demás sectores considerados miembros de la base popular y a difundir conceptos e indicar estrategias de acción.

“Noticiero Latinoamericano” Noticias sobre los procesos y las luchas sociales en el continente. Se trataba de documentar el movimiento de izquierda como una reivindicación latinoamericana; construir un discurso de pueblos en maduración revolucionaria con especial énfasis en los procesos de Argentina, Chile, Brasil y Cuba.

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“Historia Prohibida” Creada y redactada al principio por Fals Borda, tenía por objeto construir las rutas históricas de la reivindicación de las luchas populares en Colombia y Latinoamérica, incorporando al sujeto social a partir del reconocimiento de historias personales.

“Lo Bueno, lo malo, lo feo” Crítica de cine nacional e internacional, con el objeto de educar en una perspectiva analítica sobre los diferentes guiones, directores y personajes.


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“[Alternativa] hizo escuela. Con nosotros se formó una generación de periodistas –obviamente de izquierda– que entendió los elementos esenciales del oficio. La revista marcó la pauta del periodismo nacional, sembró semillas, reflejó una época. En una ocasión, Fals Borda escribió: La Colombia de hoy le debe mucho a Alternativa. Merece que resucite su espíritu independiente y rebelde. El país sigue necesitando de ese periodismo serio, investigativo y crítico que hizo de Alternativa el fenómeno comunicativo de la época”. Enrique Santos Calderón, 2011 “Hoy se necesita un periodismo independiente: Enrique Santos Calderón”, El Tiempo, mayo de 2014.

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GAbriel garcía márquez. en un consejo de redacción de la revista alternativa


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Gabriel García Márquez y el periodismo político

“Yo creo haber encontrado en Alternativa una forma de militancia que he buscado durante muchos años: un trabajo periodístico serio, comprometido hasta el tuétano, y con un sentido muy claro de la realidad y de las proporciones. […] No tengo vocación, ni formación, ni decisión para ir más allá. Sé que circulan algunos rumores, pero que nadie espere de mí, en el campo de la política, nada distinto, ni más importante, ni más heroico, que mi trabajo en esta revista.” Gabriel García Márquez, “Y la izquierda, ¿qué?”, Alternativa No. 29, 1975

Tras su paso como reportero durante los años cincuenta en El Universal de Cartagena, El Heraldo de Barranquilla y El Espectador de Bogotá, Gabriel García Márquez reafirmó su vocación de “estar comprometido hasta el tuétano con el periodismo”. Gabo nunca concibió al intelectual o al personaje público fuera de un compromiso de transformación social y, con ello, su postura como intelectual encontró la armonía entre la labor social del periodismo y la estética literaria. La revista Alternativa hizo posible sus proyectos de carácter político, destacándose sus crónicas y reportajes situados en la Cuba revolucionaria, Angola y Mozambique después de la colonización portuguesa y el Vietnam comunista en los albores de la guerra. García Márquez centró su práctica escritural en función de las luchas sociales de su época, de la liberación del hombre por el efecto de la palabra reflexiva y estética, haciendo de la máquina su inseparable compañera en su oficio de ser un “incansable buscador de historias”.

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conversatorio revista alternativa izquierda - derecha: Jorge orlando Melo, antonio caballero, hernando corral, enrique santos, bernardo garcía, gustavo adolfo ramírez, juan gabriel gómez y jaime abello. archivo de bogotá

Gustavo Ramírez: Quiero en primer lugar decir que para el Archivo de Bogotá es un honor poder inaugurar en el día de hoy esta exposición conmemorando los 40 años de la fundación de la revista Alternativa y hacerlo en compañía y en presencia de este grupo de periodistas e intelectuales que impulsaron este proyecto periodístico; sentimos en un momento como este que estamos cumpliendo con nuestra misión de

preservar la memoria colectiva en este caso de una revista como Alternativa (...) Enrique Santos: Bueno, debo expresar mis agradecimientos muy sentidos al Archivo de Bogotá, a su director Gustavo Adolfo Ramírez quien tuvo la feliz ocurrencia de hacer esta exposición que para todos los que estamos aquí nos resulta muy emocionante, muy nostálgica, muy evocadora. A Gloria Vargas-Tisnés, quien hizo la

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122 investigación y la curaduría de la misma, a Susana Medina quien hizo el diseño de la exposición, a Bernardo Vasco antiguo colega periodista que trabajó conmigo en El Tiempo que también estuvo en la coordinación de la exposición, al compañero Hernando Corral quien hizo todos los contactos para que la exposición se hiciera realidad y a todo el equipo del Archivo de Bogotá y el área de comunicaciones que apoyó este trabajo.

primer número que resume un poquito la filosofía que nos animaba y algunos apartes del último número de Alternativa, del número de despedida 6 años después.

Nuestros editoriales se llamaban siempre Carta al lector y en el primer número decíamos que “Amplios sectores de la opinión pública colombiana están sintiendo ahora más que nunca, la carencia de una publicación nacional, periódica independiente Han pasado cuarenta años desde la aparición de y crítica. La progresiva concentración de los medios Alternativa, se pone uno a pensar cómo pasa el masivos de información en manos de quienes tiempo, qué viejos estamos, detentan el poder político y pero muy vivos los recuerdos económico, ha permitido que “...desde un comienzo la y las experiencias: yo tengo esta minoría oculte, deforme y idea de Alternativa era que acomode a su antojo los grandes grabado aún en la mente ese 15 de febrero cuando apareció por fuera una revista dirigida al hechos nacionales. La inaplazable primera vez en la calle Alternativa, de sacar adelante gran público, (no a sectas, necesidad en los kioscos, con voceadores, una publicación que interprete no a militancias, no a con canales comerciales de críticamente esta realidad nacional grupúsculos), y contamos y suministre material de análisis a distribución, porque desde un comienzo la idea de Alternativa las organizaciones profesionales con la afortunadísima era que fuera una revista y populares comprometidas coincidencia de que en el dirigida al gran público, (no a con el cambio, nos ha llevado a primer número trajimos sectas, no a militancias, no a crear esta revista que aparecerá grupúsculos), y contamos con un artículo exclusivo de quincenalmente en todo el país. la afortunadísima coincidencia Gabriel García Márquez...” de que en el primer número No es fácil en Colombia abrir trajimos un artículo exclusivo una ventana por donde entre de Gabriel García Márquez sobre el golpe en el viento fresco de un pensamiento de izquierda. Chile y una contracarátula sobre como operaba Este esfuerzo es Alternativa, que nace con y desde la contraguerrilla en Colombia, esta circunstancia una posición. Alternativa busca contrarrestar la y además la torpeza de que muchos atolondrados desinformación sistemática de los medios de agentes de policía que no estaban acostumbrados comunicación del sistema y se ha comprometido a a ver una revista de esta índole la decomisaran en servirle en una forma práctica, política y pedagógica los kioscos fueron la garantía de éxito, se agotaron a todos los sectores de la izquierda colombiana”. 10.000 ejemplares que imprimimos para el primer número en menos de 24 horas y así fue realmente el Así resumíamos en el primer número la filosofía, bautizo de Alternativa hace ya 40 años. los principios que nos inspiraban. Seis años después en el número de despedida, hicimos un resumen de Yo sé que un conversatorio no es para leer textos la historia de Alternativa y quiero leerles algunos pero no resisto la tentación, y creo y me parece párrafos de ese último número: “Hace 6 años y ilustrativo, ya que aquí han reproducido el primer dos meses un ya lejano mes de febrero de 1974, número, leeré algunos párrafos del editorial del el primer número de Alternativa salía a la calle,


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Fundador, director, miembro del Comité Editorial.

anunciaba en la carátula todo un informe de la y el saboteo de la distribución ha padecido esta actividad de la contraguerrilla en Colombia y un publicación en sus 6 años de existencia y en buena artículo exclusivo de García Márquez sobre el golpe medida determina el que ahora esta sea una edición militar en Chile ocurrido pocos meses antes, fue un de despedida. La idea de lanzar Alternativa nació a tiraje de 10.000 ejemplares que se agotó en 24 horas finales de 1973 de un grupo de personas vinculadas y cuya irrupción en el panorama periodístico hizo a la comunicación y preocupados por el creciente que algunos números fueran monopolio de la información decomisados en el centro “...Alternativa nació a finales que padecía y padece la de Bogotá por atolondrados sociedad colombiana por de 1973 de un grupo de oficiales de policía que no parte de los mismos intereses aceptaban entender la súbita personas vinculadas a la que controlan la política aparición de una publicación comunicación y preocupados y la economía nacional, el de esa naturaleza en todos por el creciente monopolio sociólogo Orlando Fals Borda, los kioscos de prensa de la el economista Bernardo de la información que capital, el primer número de García, el inves-tigador Jorge Alternativa fue el único que padecía y padece la sociedad Villegas, tan prematuramente sufrió una censura directa, colombiana por parte de fallecido, el periodista Enrique rápidamente desautorizada los mismo intereses que Santos y Gabriel García por el gobierno central que Márquez formaban parte de controlan la política y la sirvió paradójicamente para ese grupo fundador que se garantizar el lanzamiento economía nacional...” propuso la tarea de impulsar publicitario de la revista, pero el una publicación periódica de tiempo se encargaría de demostrar que existe otros carácter nacional que pudiera constituirse en una mecanismos más sutiles para asfixiar a la prensa de alternativa informativa a la imagen unilateral de la oposición, todo esos medios de censura indirecta realidad que presentaban los órganos de prensa desde los atentados con bombas, pasando por los del sistema. El éxito inicial sobrepasó todos los estrados judiciales hasta el bloqueo económico cálculos, la revista en ese momento quincenal con

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Fundador, director, miembro del Comité Editorial.

un formato más grande se vendía como pan caliente en todo el país entre un público ávido de conocer la otra cara de la realidad de esa otra Colombia que nunca aparece en la páginas de la gran prensa ni en las pantallas de una televisión cada día más subordinada al control oficial y económico. A los pocos meses de tiraje ya sobrepasaba los 30.000 ejemplares, algo insólito para una publicación de izquierda que sin embargo había sabido mantener una independencia política, un diario informativo y una calidad en la presentación que la diferenciaban del tono panfletario y la pobreza tipográfica que caracteriza a los órganos partidistas de la izquierda. Pero con los primeros éxitos llegaron también los primeros problemas, por un lado los económicos que rápidamente advirtieron que no era factible mantenerse a largo plazo con el solo producto de la venta y también los políticos, en septiembre de 1974 a escasos 6 meses de su lanzamiento Alternativa tuvo su primera crisis interna que se tradujo en la separación del grupo que orientaba el sociólogo Fals Borda, discrepancias profundas en materia de política editorial y de concepción periodística dieron lugar a una división interna que rápidamente se hizo pública y que fue jubilosamente explotada por la prensa liberal y conservadora, el grupo disidente hizo tolda aparte y publicó otra revista idéntica en formato y presentación llamada Alternativa del pueblo que duró menos de un año, pero que alcanzó a sembrar desconcierto entre un público lector que se había entusiasmado con el espíritu unitario que proclamaba Alternativa, la división interna, agria, virulenta y pública afectó la credibilidad misma de la revista y se reflejó en una reducción de su venta callejera la cual nunca recuperó sus índices originales, esta crisis fue un ejemplo aleccionador de cómo la revista por más amplia, unitaria y tolerante que pretendiera ser no podía escapar a los conflictos y desgarramientos que sacudían a la izquierda colombiana. Dos años más tarde a finales de 1976, Alternativa sufrió otra crisis interna producto también de desacuerdos sobre orientación económica y política pero agravada por serias dificultades económicas, en esa


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EJEMPLOS DE CARICATURAS POLÍTICAS SIEMPRE PRESENTES EN LA REVISTA ALTERNATIVA

ocasión salió del grupo, del cuerpo de la revista a los demás órganos de prensa, fueron 6 años de el economista Bernardo García reunido hoy en esfuerzo periodísticos, llenos de éxitos y de reveses, torno a la editorial Oveja Negra, en ese momento hemos sufrido atentados dinamiteros a finales del el agudo problema financiero nos obligó a un 75, cuando denunciamos problemas de corrupción cierre de cuatro meses mientras se pagaban las en la cúpula militar, bloqueos publicitarios, sabotaje considerables deudas acumuladas y se lograba una en la distribución en el correo aéreo, divisiones refinanciación y fue así como en mayo del 77 la internas producto de nuestra propia miopía, revista reapareció con un equipo más amplio y pero también sentimos la enorme satisfacción consolidado que es el que ha de haber contribuido, así sea trabajado en su orientación en los “Alternativa ha vivido todos mínimamente, a una nueva últimos tres años, hasta llegar a los rigores propios de una conciencia en el país, y si hoy la presente crisis económica más Alternativa se despide tampoco publicación cuyo único compleja y profunda que todas queremos dar la impresión de compromiso ha sido con la las anteriores y que ha llevado a que se debe exclusivamente que nuevamente se suspenda la verdad...” a las canalladas del sistema, publicación. A lo largo de estos 6 también hemos sido víctimas años desde cuando nacimos como quincenarios en de la improvisación, del sectarismo, de nuestra los albores de la administración Pastrana Borrero, incapacidad empresarial y nuestro olímpico e Alternativa ha vivido todos los rigores propios de ingenuo desprecio por las implacables reglas una publicación cuyo único compromiso ha sido económicas de la llamada libre empresa, pero con la verdad y que por eso mismo nunca gozó todo esto constituyó una fértil y singular oferta de la publicidad financiera o privada que alimenta acumulada, que será clave en la reestructuración

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126 eventual de un proyecto informativo más ambicioso y más moderno que perpetúe y consolide el propósito fundamental que dio origen a Alternativa.”

a pesar de que yo no estaba allí estaba al tanto de lo que sucedía, por que ocurrió la toma de la embajada dominicana por el M19, para cubrir esa toma que fue una de las noticias más importantes que se dieron en esos años, en pleno centro de Eso decíamos en el último número resumiendo Bogotá una acción guerrillera, entonces una revista un poco lo que ha querido ser Alternativa. Bueno, como Alternativa que había tenido altibajos con los hoy 40 años después queremos hablar un poco qué distintos grupos guerrilleros desde el Eln hasta el significó Alternativa, lo que representó, qué sería M19, pasando por grupos como el Epl y como Alternativa hoy en un país como Colombia pero incluso las Farc, pues tenía que estar allí, yo había creo que por ahora he hablado demasiado, quiero vuelto a España, pero participé en los 5 años más cederle la palabra a mis compañeros de mesa para importantes de la revista creo yo, salvando los que podamos realmente entrar en un conversatorio primeros meses del entusiasmo y bueno, creo que sobre lo que representó esta publicación en la sigo compartiendo la mayor parte de los objetivos historia del periodismo colombiano. que tenía esa revista y que he seguido tratando de aplicar en los otros medios de prensa en los Antonio Caballero: Yo no que he participado, aunque son participé en la fundación de la “hoy 40 años después medios de prensa tradicionales, primera Alternativa, yo entré queremos hablar un poco lo que en la época de Alternativa cuando vino la ruptura con el llamábamos con desprecio la qué significó Alternativa, lo grupo La Rosca de Fals Borda gran prensa. que representó, qué sería y el surgimiento de Alternativa del pueblo. Yo venía de trabajar Alternativa hoy en un país Hernando Corral: Bueno yo en una revista española que como Colombia...” también llegué después a la se llamaba Cambio 16 que fue revista Alternativa, pero yo venía la primera revista en España que intentó hacer de otra experiencia, era dirigente sindical bancario, antifranquismo, vivo todavía el dictador, y entonces del Banco Popular en una época de bastante tenía cierta experiencia, no de la izquierda, porque agitación laboral del movimiento sindical, la en Cambio 16 existía gente de todos los matices, Uso, el movimiento campesino, Anuc, y distintos desde el partido comunista español clandestino sectores del movimiento sindical, pero además prohibido, desde anarquistas hasta la derecha venía de una experiencia en materia de Derechos liberal que en esa época de todas maneras estaba Humanos que Enrique Santos me dio esa prohibida en España, yo no tenía ninguna oportunidad de vincularme al primer Comité de experiencia en publicaciones de la izquierda pero Derechos Humanos que se creó en este país que fue si en publicaciones de oposición y creo que fue por el Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, ese motivo que Enrique Santos y Gabriel García eso lo crearon entre Enrique Santos y García Márquez me propusieron que viniera a trabajar en Márquez y vincularon a una serie de abogados, Alternativa. defensores de derechos humanos y de presos políticos, algunos intelectuales, y organizaciones A la vez yo me retiré también antes de que se populares, yo entré allí en nombre del sindicato terminara Alternativa, unos pocos meses antes del Banco Popular, Sintrapopular pero además yo cuando la hondura de la crisis económica ya venía de haber estado preso en el año 71 acusado anunciaba que la revista se iba a cerrar y la revista de pertenecer a una red urbana del Eln. Yo creo solo se prolongó esos pocos meses según entiendo, que fue una oportunidad para mí en ese momento


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Exposición revista alternativa, archivo de bogotá

de vincularme a esas experiencias muy grandes formadas, de entrar en contacto con otros sectores, que no se pueden desligar, yo creo que Alternativa entrar en contacto directo con la izquierda, con en mi particular opinión tiene que ver mucho otra izquierda, mirarla de otra forma, porque en el con la experiencia del Comité de Solidaridad con Comité de Derechos Humanos nos encontramos los Presos Políticos por que en esa experiencia con esa izquierda pero era una izquierda muy encontramos falta de información en los medios radical, muy fundamentalista, muy caníbal en el de comunicación sobre la violaciones de derechos sentido de que había que defender unos presos humanos, tal vez la violaciones se acentuaban políticos y a otros no, el sectarismo del Partido mucho en el campo y los campesinos, ni los Comunista o del Epl o de otros sectores que dirigentes populares tenían medios para expresarse, veían como enemigos fundamentales a otros para denunciar, y también lo que sectores de la izquierda y de eso se vivía en el movimiento sindical, “Pero se llegó a Alternativa nos cansamos y nos salimos, pues que era una gran actividad de con Enrique y otros compañeros, denuncia, de protesta, también con un espíritu de cómo pero se llegó a Alternativa con un muy vinculado en algunos casos convencer a la izquierda espíritu de cómo convencer a la al movimiento guerrillero hay que había que dejar ese izquierda que había que dejar ese que decirlo, entonces había una sectarismo...” sectarismo, de intentar buscar un gran necesidad de expresarse, de diálogo interno con esa izquierda opinar, de denunciar, en todo sentido, a nivel de radical y en verdad, a pesar de todos los enredos derechos humanos o a nivel social, como había que cometimos, Alternativa en un momento dado dicho en su intervención el director del Archivo de fue muy propagandista de la lucha armada y en Bogotá. Entonces yo llegué con otra experiencia, ese papel caímos todos a pesar que después nos además yo no era periodista, a mí me volvieron fuimos desencantando, pero también logramos periodista Enrique que me metió allí y Antonio, como buscar cómo acercar esos sectores de la yo no sabía como se escribía un artículo con izquierda, cómo sentarlos a dialogar por que lo reglas periodísticas, yo dirigía un periódico en el hicimos, y fue una experiencia que realmente que sindicato del Banco Popular, pero era un periódico marcó a la izquierda colombiana, yo creo que agitacional totalmente, y en verdad eso me marcó con el tiempo la izquierda miraba con nostalgia mucho, a mí me cambió la vida Alternativa, no que no existiera un órgano como Alternativa y solamente por poder estar al lado de gentes muy que nos marcó personalmente, yo creo que en


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Miembro del ComitĂŠ Editorial, periodista y caricaturista


INFORME ESPECIAL

eso se avanzó, somos productos de eso y bueno entonces, para la práctica periodística nos ayudó muchísimo, después como periodistas sobre todo en los consejos de redacción para defender unos principios, no dejarnos achicopalar o imponer los criterios de un director, dimos pelea en los consejos de redacción en los medios que trabajamos tiempo después, y bueno eso por ahora yo creo que es una experiencia que quería contar. Bernardo García: Buenas tardes, muchas gracias a los amigos del Archivo de Bogotá por este

conversatorio. El problema con los archivos es que obviamente no pueden ver lo invisible por que no tiene documentos, entonces es interesante por lo menos hablar de Alternativa como el embrión que no vieron. ¿Hay archivos sobre eso? No hay archivos, ¿documentos? No. Resulta que existía en Lovaina un cura que ustedes conocen, el padre Camilo Torres, obviamente Bélgica queda cerca a los países socialistas, inclusive por esos tiempos García Márquez hacía con su amigo Plinio un viaje por los países socialistas y dejó un libro que se llama De viaje por los países socialistas, obviamente en

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130 ese vecindario europeo ya era muy sensible, muy del Valle, ¿por qué?, por que hubo una serie de visible, lo que pasaba en la Unión Soviética, muy incidentes muy concretos en torno a las reformetas triste, ya había pasado lo de Hungría y estaba por que se hacían en la época, que por cierto nunca pasar la primavera de Praga que puso ya un poco al más se volvieron hacer, porque en el movimiento viento lo que pasaba con nuestra famosa izquierda del 71 los estudiantes tienen miedo, el gobierno soviética, todo era soviético. En 1973, creo que tiene miedo y los profesores tienen miedo, porque el Mrl ya había muerto, liberal de izquierda más hubo expulsiones masivas de todos lados y hubo o menos pero liberal, todo el resto era soviético parálisis de 42 universidades en total, año 71, ¿sí?, o chino, modelo soviético, por que China es bueno el caso es que tampoco es tan lejano, lo modelo soviético o era modelo soviético, entonces que quiero es que lo que más nos indignaba en la en ese momento ya había conciencia de en qué Universidad del Valle era que teníamos periodistas caballo estábamos montados y Camilo Torres del periódico El Tiempo, de El Espectador, Semana hasta el final hablaba de la no había nacido todavía pero unidad de la izquierda, de una “...con Enrique y con sí El Espacio, El Periódico, de alternativa para la izquierda, Antonio, con muchos más Consuelo Montejo, a ellos se murió predicando la unidad compañeros vivíamos de les contaba en detalle en que de la izquierda, pero como consistía el problema real, el una o de otra manera nosotros también lo decíamos incidente con el señor rector, en Alternativa: ¿cuál izquierda?, el desconcierto que no los juramentos públicos de si es que la izquierda estaba había muchas alternativas hacer esto y esto otro y hacían toda unida en torno al modelo otra cosa, la indignación de posibles y les pregunto a soviético o chino que es lo los estudiantes era concreta, mismo, bueno con algunas ustedes dentro del presente pues no señores: que hay diferencias de táctica pero colombiano, alternativas protesta estudiantil, que Mayo bueno es el mismo modelo, de izquierdas de la nueva del 68 en Colombia, que yo entonces cuando decíamos se que tantas fantasías, pero izquierda, ¿cuáles y Alternative y nació el primer nunca nos dieron espacios, boletín embrionario que se cómo?...” los historiadores no tienen en llamó Alternative, en Lovaina, era buscando esa ningún periódico, documentos sobre los incidentes alternativa, la izquierda buscando algo que no sea reales que provocaron la muerte del famoso tan desconfiable como el capitalismo puro, y tan estudiante Jalisco que era un voleibolista, campeón temerario como es el socialismo real, entonces ese nacional, de los 20 o 30 muertos que hubo en la es el primer capítulo, el primer comentario que los carrera décima con quinta, no hay documentos archiveros y historiadores pueden tener en cuenta porque sencillamente la prensa no quería publicar, de donde nace la idea de buscar una alternativa, por esa digamos, fue la segunda indignación por lo cual que el chiste era ese, y con Enrique y con Antonio, nació Alternativa en Cali, pero desgraciadamente, el con muchos más compañeros vivíamos de una o de grupo que se fundó en torno a ese primer núcleo otra manera el desconcierto que no había muchas de Alternativa, con ese nombre, resultó un grupo alternativas posibles y les pregunto a ustedes dentro político, que era Ricardo Sánchez, Cruz Kronfly, del presente colombiano, alternativas de izquierdas un grupo trotskista, muy simpáticos, por cierto de la nueva izquierda, ¿cuáles y cómo?, parece que eran compañeros nuestros naturalmente, pero nos por allí hay unas posibles señales nuevas. Entonces exigían que Alternativa fuera un órgano de la Cuarta ahora hablemos de otro desconocido, busquemos Internacional por lo cual no se pudo dar a luz al feto, el feto se dio a luz en la Universidad Alternativa en ese año, en esta segunda observación


INFORME ESPECIAL para terminar, lo que quiero decir, es que ese problema educativo que tuvo una turbulencia tan grande en 1971, la reforma educativa quedó paralizada, entonces yo creo que es suficiente con esos dos puntos, el primero era la famosa unidad de izquierda que viene desde Camilo Torres y la segunda de que la prensa no traduce los problemas que son, lo cual dio lugar a que naciera Alternativa en 1973, muchas gracias. Jorge Orlando Melo: También yo llegué tarde a Alternativa, había estado en la Universidad del Valle desde los 70, pero no participé en ninguna reunión de Alternativa en esos años y salí del país, cuando volví en el 76, Alternativa era una revista de mucho impacto, de mucha fuerza y que realmente convocaba a todos los lectores de lo que uno podría llamar la izquierda más o menos universitaria, más o menos compuesta por profesionales, por estudiantes, profesores, etc. Había otra izquierda por supuesto, que era la izquierda que estaba en la lucha armada en el campo, o los organizadores campesinos. Parte de los debates de la época eran porque algunos de los dirigentes, como Orlando Fals, decían que en realidad no había que escribir para la gente de izquierda como estudiantes e intelectuales, había que escribir para los campesinos, guiar a la masa para llevarla a la revolución, esa visión alteraba la visión de fondo de Alternativa que era hacer un gran medio de comunicación para que lo que no salía en los demás medios pudiera conocerse y llevó a que siempre Alternativa estuviera enredada con su relación con los grupos políticos. Yo creo que la visión original fue bastante limpia y clara: no queremos comprometernos con ninguno en particular, pero realmente todos los grupos de la izquierda decían queremos la unidad, pero la queremos a la manera nuestra, no se puede hacer con los demás y Camilo, que murió 8 años antes de la fundación de Alternativa, también quería la unidad pero alrededor de la lucha armada, y así, en cierta manera Alternativa vivió en una relación muy compleja con la lucha armada y con la función de la información. En el 77 - 78 comencé a colaborar

Corresponsal

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132 con Alternativa, hacer artículos, algunos salieron publicados con mi nombre, yo era profesor en la Universidad del Valle, otros salieron sin nombre como informaciones de noticias y en esos artículos yo discutía mucho de los problemas que en esos momentos discutían los profesores y la gente de la izquierda: qué pasa con esta izquierda colombiana, tenemos una lucha armada que no avanza mucho, pero una lucha armada que además sufre una persecución muy violenta por parte del sistema, etc.

Miembro del Comité Editorial, periodista.

Yo creo que Alternativa fue la gran denunciadora de las violaciones de los derechos humanos, de las torturas, de las formas de represión de la izquierda, el establecimiento colombiano, ya en el 74 cuando se abre la revista estaba torturando y en el 78 estaba torturando con mucha energía con el apoyo adicional del nuevo Estatuto de Seguridad aprobado por Turbay Ayala, y esa represión violenta, esa represión ilegal, hacía que la función de Alternativa de denuncia de violaciones de derechos humanos fuera fundamental, esa fue una de las cosas más fuertes, de mayor impacto y en el 77, 78, 79 fue creando un ambiente para un cambio en cierta manera dentro de la visión de la izquierda y era la idea de que era necesario buscar alternativas diferentes a las tradicionales, a la de la lucha armada guiada por tres o cuatro modelos internacionales: las guerrillas procomunistas de Moscú, las guerrillas procomunistas maoístas, guerrillas procomunistas elenas que eran inspiradas por Cuba, las guerrillas trotskistas, habían guerrillas de otro estilo y por supuesto el M19, esa búsqueda de una salida, de una alternativa nueva, se expresó mucho en algo que desde el primer número de Alternativa se hablaba y era la necesidad de la unidad de la izquierda, pero Alternativa no tenía un movimiento político y lo que creó, que es otra forma de ambigüedad, fue el espíritu que en los años 78 - 79 llevó a la formación de un movimiento en el cual la gente dijo: firmemos que queremos un candidato único de la izquierda, y se creó Firmes yo creo que Alternativa se muere en cierta manera por razones económicas en un momento en que


INFORME ESPECIAL se expresa en los años siguientes por el abandono era un éxito intelectual, en el momento en que del respaldo a la lucha armada por la mayoría de lo que dice Alternativa es aceptado por la gente y los grupos de izquierda del país, y por la búsqueda en que la izquierda misma ve en la nueva visión de una solución de una negociación eventual con de Alternativa algo muy positivo, pero le crea una la guerrilla para salir del conflicto, y realmente ambigüedad porque la convierte en una guía más el haber creado en Colombia una conciencia que simplemente en un informante, Alternativa se masiva, pública, amplia de defensa de los derechos volvió un poco, un vocero informal, simultáneo de humanos, que después siguió jugando muy fuerte Firmes por una parte, era lo más claro y en cierta en los periodos siguientes, creo que esa fue un manera un vocero indirecto de la necesidad de poco la etapa que me tocó vivir de Alternativa, me proteger a la izquierda reprimida por la violación tocó vivir la etapa de Firmes y por supuesto todas de derechos humanos, era el sitio donde uno las ambigüedades y dificultades del proceso, pero encontraba todos los elementos de lucha contra yo creo que finalmente fue un fracaso económico, el gobierno por la violación de derechos humanos pero fue un triunfo político el que a la larga logró y todos los elementos de información, por la Alternativa. creación de la multitud de instituciones que se hicieron para defender los derechos humanos, Antonio Caballero: -Yo quiero decir también algo desde el Comité en Defensa de los Presos Políticos, sobre Firmes, efectivamente el de los Familiares de los Firmes fue la convocatoria que desaparecidos, ASFADDES, “ ... pero yo creo que mucha gente de la izquierda y eventualmente el Comité finalmente fue un fracaso de Derechos Humanos que económico, pero fue un triunfo firmara por la existencia de un candidato presidencial único de habíamos creado o dirigido en político el que a la larga logró la izquierda, tenía para empezar algún momento por Vázquez el problema de que buena parte Carrizosa, con participación de Alternativa.” de la izquierda colombiana toda la izquierda del momento, siempre fue antielectoralista, empezando por entonces, Alternativa finalmente entró en crisis Camilo Torres, por supuesto, el que escruta elije, por razones económicas, pero de alguna manera etc. La izquierda colombiana era abstencionista, lo que pasó en los últimos años acabó yo creo llamar a la participación en unas elecciones ganando la batalla, y fue que esta línea de rechazo presidenciales con un candidato único era a la lucha armada y de búsqueda de una alternativa realmente bastante cuesta arriba, yo lo recuerdo de participación política democrática, acabó porque desde que se organizó Firmes en un foro se ganando mucho peso dentro de la izquierda, no escogió a un candidato único que acabó siendo el unanimidad, pero acabó ganando mucho peso doctor Gerardo Molina, fundamos un periodiquito dentro de la izquierda, y acabó desacreditando que se llamó Firmes y yo acabé de director de ese la violencia contra la guerrilla, hasta tal punto periodiquito y recuerdo lo difícil que era, pues que, el siguiente presidente colombiano que fue nunca he conocido un trabajo periodístico más Belisario Betancur tuvo que iniciar esa eterna arduo, yo creo que los consejos de redacción de tarea colombiana de hacer la negociación con la ese periódico Firmes, en donde participaban guerrilla que todavía sigue, porque el descrédito de trotskistas, maoístas, comunistas, guevaristas, la represión y del gobierno por la violencia fue tan alternativistas, eran una tarea verdaderamente grande, que la opinión pública dijo hay que hacer interminable y dolorosísima para lograr sacar por una negociación, hay que salir de la lucha armada consenso artículos que a la vez tuvieran cierta mediante una negociación, yo creo que eso fue enjundia informativa. En ese sentido, yo creo que un poco un triunfo indirecto de Alternativa que

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134 pues uno de los fracasos de Alternativa, a diferencia de los que habla Jorge Orlando Melo, fue que nunca consiguió lo que oficialmente constituía su objetivo principal que era, conseguir una unidad de la izquierda, y en eso seguimos en este momento, 40 años después.

Colombia, yo le dije: Gabo eso no existe todavía en Colombia, y me dijo: ¡fúndala, nojoda, fúndala! Y así fue como nació el Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, que era el destino de esos 10.000 dólares, y además era una oportunidad increíble para organizar un Comité de Solidaridad con los Presos Políticos o de Derechos Humanos Gustavo Ramírez: A mí me gustaría introducir un y allí la condición era reunir organizaciones tema y no sé si el director Bernardo o el director populares, ahí ingresaron la Uso, la Unión Sindical Enrique traen a colación y nos cuenta la historia del Obrera, la Anuc (usuarios campesinos), Fecode, vínculo tan estrecho de Gabriel García Márquez, los barrios orientales, populares del sur oriente, cómo fue que Gabo terminó en Alternativa. intelectuales como Vásquez Carrizosa, Diego Montaña, surgió el Comité de presos para darle Enrique Santos: Yo cuento mi versión corta y tu destino al premio de Gabo, en esos mismos contarás la tuya, ¿no?. Yo lo he momentos estaba caminando escrito y lo he contado muchas “...bueno me gané este la iniciativa de Alternativa, ya veces cómo Gabo se vinculó muy habíamos conocido al grupo premio, quiero donárselo a regañadientes a la iniciativa de de Bernardo García, habíamos Alternativa, porque él de entrada a alguna organización conocido al grupo de Orlando dijo que una revista de izquierda de derechos humanos Fals Borda, otros periodistas que en Colombia estaba condenada a en Colombia, yo le dije: trabajábamos en eso, y cuando fracasar, además que las revistas entendido la necesidad Gabo eso no existe todavía habíamos eran un género desdichado en de crear una publicación para la Colombia, que eso no prosperaba, en Colombia, y me dijo: izquierda, pero una publicación pero García Márquez cuando ¡fúndala, nojoda, fúndala!” seria, con rigor profesional, sin se ganó su premio de literatura tono panfletario, ni jergoso, de la Universidad de Oklahoma que era de 10.000 dirigida al gran público, y ya estaba concebido el dólares, ya había sucedido un año anterior que nacimiento de Alternativa, Bernardo y su grupo se había ganado el premio Rómulo Gallegos, dijeron …¿usted es amigo de García Márquez?, que el premio literario mas importante de América tal que García Márquez se vinculara a esta revista, Latina de 100.000 dólares y se los había donado a esta iniciativa, que fue cuando se la plantié y que al MAS de Venezuela (Movimiento al Socialismo Gabo inicialmente dijo que no, que estaba muy de Venezuela) que estaba surgiendo y aquí le escéptico que eso no iba a funcionar, yo le saqué armaron un escándalo espantoso los movimientos a relucir que él me debía una, con lo de los presos de izquierda comunistas, que cómo era posible que políticos, y allí a regañadientes Gabo, aceptó hacer García Márquez donara esa plata a la izquierda parte del grupo fundador de Alternativa, de escribir venezolana como si la izquierda colombiana no para su primer número y a partir de allí, García existiera, y Gabo quedó muy impresionado con ese Márquez se convirtió poco a poco en un entusiasta debate que le armaron, entonces cuando se ganó fervoroso de Alternativa en un colaborador el premio de la Universidad de Oklahoma fue permanente y fue realmente un alma y una guía y cuando, yo lo había conocido poco antes, me llamó un motivo de inspiración enorme para nosotros, a mí a través de su amigo Álvaro Cepeda Samudio, porque además el rigor periodístico profesional bueno me gané este premio, quiero donárselo de Gabo, el manejo del lenguaje, su imaginación a alguna organización de derechos humanos en además fue como un Salomón en todas las


INFORME ESPECIAL

antonio caballero, roberto pombo, Gustavo Adolfo Ramírez, Enrique Santos y hernando corral recorren la exposición.

divisiones que tuvimos, Gabo siempre mediaba con los consejos perfectos, en fin realmente el aporte de Gabriel García Márquez a lo que fue Alternativa fue fundamental y es imborrable.

nuestros amigos, Gabo nos cedió por supuesto su lista de amigos, Fals Borda también, Enrique, en fin todos contribuimos a buscar los amigos que estaban dispuestos a financiar como suscriptores de apoyo una publicación que no conocían, entonces Bernardo García: Bueno para no perder el hilo, allí se logró el capital de la sorpresiva Alternativa, habíamos hablado del embrión y luego del feto, ahora como llegó Gabo, bueno creo que eso es un hay otra cosa que es invisible que es el bebé, problema de que tenemos un poco cruzados los entonces el bebé empezó un año antes de fundarse cables pero no importa, en pleno proyecto o sea en Alternativa porque obviamente un proyecto de esa el número 00 estaba Jorge Villegas, yo no sé tal vez naturaleza no se puede improvisar, un año antes ustedes no conozcan a Jorge, fallecido ya, era un no existía ni García Márquez, muy buen compañero y amigo “... en fin todos contribuimos a ni Enrique Santos Calderón nuestro, con él diseñamos lo y menos Antonio que llegó buscar los amigos que estaban que llamamos el formato, él un poco más tarde, es un dispuestos a financiar como era arquitecto por lo tanto proyecto que suele ser una con buena mano para la suscriptores de apoyo una especialidad de economistas diagramación, bueno hicimos naturalmente, de ingenieros, publicación que no conocían, el número 00, se discutió con el proyecto se puede resumir entonces allí se logró el capital nuestros amigos por allí, por muy brevemente diciendo de la sorpresiva Alternativa” allá con una novedad especial que la estructura es la de un porque era un tipo magazín, magazín, fusilar al Time o fusilar entonces pensar en quién va al Newsweek, a la manera colombiana, haciendo hacer esa revista, naturalmente estaba Orlado Fals columnas, artículos, lo que sea, una estructura de Borda que hasta ese momento estaba financiando magazín, segundo punto un financiamiento en el proyecto, o sea el machote, naturalmente Enrique el cual no fueron contantes hasta el final, pero era un destacado periodista además de ser Santos en fin así se fundó Alternativa, no hubo cheque tenía una pluma supremamente fuerte, muy bien de Gabo, ni de Santos, ni de Fals Borda, ni de documentada, una lumbrera en las columnas de Bernardo García, ni de nadie. Hubo una campaña El Tiempo que él llamaba Contraescape y obviamente de suscriptores de apoyo de antemano, o sea de había que buscar a Enrique, pero Enrique era

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conversatorio revista alternativa. archivo de bogotá

inencontrable en ese tiempo no sé por qué, parece que estaba enredado con Diego Arango y estaban planeando unos periódicos murales, pero en fin el que busca encuentra, y al fin encontré a Enrique en la feria de teatro de Manizales y hablamos del asunto, él probablemente ya había hablado con Bateman que simultáneamente estaba huyendo de las Farc y estaba fundando el M19 en Bogotá, por lo menos en algunos pasajes dice Enrique que se habló de eso con Bateman, el caso es que con Jorge Villegas cuando hablamos de Enrique y de otros amigos que podían tener buena pluma, Jorge dijo y por qué no invitamos a Gabo ¿pues si no encuentro a Enrique ¿cómo voy a encontrar a Gabo, dónde está Gabo?, me dijo Bernardo, no sea pendejo, si Gabo es mi gran amigo hombre, pues dónde está Gabo en Barcelona, en México, ¿en dónde esta? está en la séptima con 28 me dijo ¿quieres que lo llame? Lo llamó -Hola Gabo, por favor te queremos presentar un machote y un

proyecto y toda esa vaina de una revista, y Gabo de inmediato dijo ven, y fuimos. Efectivamente tenía un apartamentucho junto al Banco de Colombia, muy simpático Gabo, leyó y miró el machote, lo analizó por todas partes, ¿quién mete la plata? le dijimos suscriptores de apoyo, tu lista y además tu cheque, 100 dólares, entonces inmediatamente hizo el cheque, le gustó mucho el proyecto. Enrique Santos: Ese machote del numero 00 a Gabo le pareció un boletín sindical. Bernardo García: No, no, no, usted sabe que Gabo decía muchas cosas, pero ese machote no era un boletín sindical, sino el machote de un magazín con sus columnas, y sus noticias, un magazín como les dije yo, fusilado obviamente de Newsweek y de Time y de los grandes magazines, y lo de los suscriptores de apoyo es del Le Nouvel Observateur que nació así, nació con suscriptores de apoyo y


INFORME ESPECIAL con avisitos de profesionales así de pequeñitos de una pulgada, que es la manera de financiar sin que entren los grandes capitales a molestar, pero teniendo publicidad, bueno el caso es que Gabo lo recibió muy bien, nos dijo que contáramos con él para el grupo fundador y desde el número 1 aparece García Márquez.

participación fue muy inspiradora y de mucho compañerismo, pero obviamente él tenía sus deberes en el Comité Roser de los crímenes de Chile, en sus escrituras y otros compromisos en México, etc, pero nos visitaba periódicamente. Jaime Abello: la última pregunta es ¿Gabo subsidió la revista? - Bernardo García: Hasta donde yo estuve, hasta el número cien, no.

Jaime Abello: Bernardo tengo una pregunta que hacerte: ¿ese encuentro con Gabo fue antes o después del golpe de Chile?

Enrique Santos: Sí y muy generosamente. Gabo la subsidió bastante hasta un momento dado que dijo esto es un hueco sin fondo, realmente, porque era “... fusilado obviamente de un hueco sin fondo Alternativa, Newsweek y de Time y de los no había subsidio, ya no grandes magazines, y lo de los ahí tenía suscriptores de apoyo, suscriptores de apoyo es del inclusive nosotros fuimos tan ingenuos o tan arrogantes Le Nouvel Observateur que nació que al comienzo cuando nació así, nació con suscriptores Alternativa tuvimos ofrecide apoyo y con avisitos de miento de avisos, recuerdo la profesionales así de pequeñitos licorera del Valle, y no, cómo vamos a tener avisos del de una pulgada, que es la estado, de la empresa privada, manera de financiar sin que entonces toda esa actitud un entren los grandes capitales a poco purista pues realmente molestar” nos perjudicó mucho.

Bernardo García: En el 73, casi simultáneo porque el golpe fue en septiembre del 73. Bueno para redondear entonces salgo de lo financiero, estábamos en la cosa de los periodistas, estuvo la vinculación de Gabo. Gabo tenía un problema y allí va la chiva y yo creo que a estas alturas de la vida quien haya leído El otoño del patriarca, del cual Gabo se burlaba mucho porque sus amigos el General Torrijos y otros tantos no podían leerlo. Jorge Villegas el amigo que me llevó donde Gabo, ¿por qué era tan amigo de García Márquez?, en la biblioteca Luis Ángel Arango en el archivo de la biblioteca Luis Ángel Arango está el trabajo de Jorge Villegas Arango sobre el lenguaje de los culebreros y obviamente si quieren volver a leer El otoño del patriarca se ponen de pie junto a la playa, junto al mar y lo leen en voz alta como culebreros y eso tiene una musicalidad excelente, yo creo que eso no le quita a nadie el mérito de haber hecho lo que hizo Gabo, una belleza de libro y de inspirarse en el trabajo de Jorge Villegas, pero es por eso que Jorge Villegas era muy allegado a Gabriel García Márquez, y García Márquez en segundo lugar no sé tenía un problema en ese momento, estaba escribiendo El otoño del patriarca y realmente su

Para terminar creo que parte del éxito de Alternativa era que teníamos humor, éramos irreverentes, creativos, le dábamos mucho énfasis a la imagen, a las portadas para que tuvieran impacto visual, las caricaturas de Antonio Caballero, todo lo gráfico que no era un género que la izquierda cultivara, el humor, la divulgación histórica, la denuncia frontal, esa combinación de factores contribuyeron al éxito de Alternativa. Esta fue la participación de los invitados especiales al conversatorio Historia de la revista Alternativa, a continuación siguieron las preguntas del público sobre la revista, las cuales fueron abundantes y prolongaron el encuentro en más dos horas

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LIBROS DE LA MEMORIA Reseñas, artículos y comentarios sobre libros relacionados con Bogotá, la Memoria y las Memorias.

Bogotá para niños Alcaldía Mayor de Santa fe de Bogotá D.C. Bogotá, 1999

Esta guía pensada, diseñada y lograda para niños y niñas, contiene cuatro tipos de información en buena medida aún vigente con un diseño colorido y sencillo que permite adentrarse, fácilmente, en sus páginas. Esta información está dividida en zonas. La primera, de color amarillo, presenta la historia de Bogotá con los datos básicos que abarcan rápidamente desde la prehistoria, epóca precolombina, Conquista y Colonia hasta nuestros días. La zona naranja explica de manera sucinta y clara las características geográficas del territorio de la sabana. La zona roja del libro, “Así era Bogotá”, se concentra en describir la arquitectura y las formas de vestir durante la Colonia y la República. En la zona violeta nos enteramos sobre qué ver y qué hacer en la ciudad, para armar plan. La zona azul llamada “Lo de toda una vida”, es una de las más interesantes de la guía, trata sobre las leyendas

Orlando Fénix Profesional en estudios literarios

indígenas, los juegos, las onces y colaciones tradicionales que son temas de eterno interés para el gusto infantil. Al final, la zona verde bautizada como “¡Bogotá es una fiesta!” explica el funcionamiento, las reglas de uso y convivencia de los nuevos espacios sociales, espacios que han surgido de cambios recientes en el imaginario y las valoraciones que hacemos los bogotanos de nuestra ciudad. Una guía verdaderamente útil para generar en niños y niñas curiosidad y proximidad al tema de Bogotá como territorio de exploración y disfrute. Las orientaciones para vivir y sobrevivir que hallamos en Bogotá para niños son muy comprensibles, al alcance de todos y todas, sin perder la calidad técnica de la información que ofrece. Por ejemplo, enseña las clases de árboles y de animales que tenemos en la sabana y en la ciudad, los nombres de los humedales, los ríos, ubicándolos en la ilustración y explicando con lenguaje sencillo sus funciones y su importancia. La información histórica es la necesaria y suficiente para entender el origen, los cambios y la situación de los espacios públicos y culturales de la ciudad. Una vez recorrida la guía el lector queda listo para recorrer entonces la ciudad y escoger entre varias clases de actividades: al aire libre, ecológicas, artísticas, comerciales, académicas, deportivas, religiosas y museológicas. Las ilustraciones son de un colorismo fresco, agradable, que no quita protagonismo a los textos sino que dialogan con ellos para construir un amplio panorama de lo que es Bogotá y de su diversidad social y cultural.

Los oficios del parque Varios autores Colección Libro al viento. Alcaldía Mayor de Bogotá. Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte Bogotá, 2012. ISBN: 978-958-99935-9-0 Este conjunto de crónicas sobre los parques de Bogotá reúne doce distintas miradas sobre estos espacios donde ha transcurrido una no despreciable parte de la vida de la ciudad. Desde el venerado Parque Estadio Olaya Herrera, cuna barrial del fútbol capitalino, hasta el Parque Renacimiento construido en el terreno de un antiguo cementerio del cual heredó extraños visitantes que se ven entrar pero no salir. Crónicas que además de su buena calidad literaria pueden configurar una particular guía turística para conocer las atmósferas y los personajes del pasado remoto y reciente que perviven en la nítida imaginación citadina. Los parques en las ciudades deben servir básicamente, según los expertos, para regular el


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clima, reducir contaminantes atmosféricos, dar cobijo-alimento a la fauna y estimular la convivencia social. Sin embargo, si es verdad que la leyenda es la poesía de la historia este libro muestra otra función igual de importante porque recupera poéticamente, en varias de sus crónicas, los relatos populares que transitando entre la realidad y lo deseado convierten a los parques bogotanos en refugios perdurables de la memoria social, en puertas para entrar a la ciudad que ya no existe. Por ejemplo, “El parque de los Hippies” y sus alrededores, ubicado en la actual calle 60, que se disolvió como el humo que solía inundarlo y del cual se recuerdan los curiosos nombres de las tiendas (Safari mental, Las madres del revólver), en una de ellas vendían ropa interior y cepillos de dientes… usados. O el presunto influjo masónico en el diseño y la construcción del Parque nacional. La crónica que nos presenta al “Parque de los perros”, sí, de los perros, en el barrio Bosque izquierdo que según se dice es el barrio más pequeño de Bogotá, aclara cómo a partir de un desafortunado hecho no comprobado –la muerte de un travesti por un pastor alemán- el parque se fue poblando de perros y su descendencia. Cada texto de esta selección da cuenta de cómo la ciudad crece y se transforma al ritmo de sus parques, cómo cada parque, Timiza, Tercer milenio, Nacional, etc., es memoria local que activa su acumulado invisible de vivencias cuando los cronistas conversan con sus usuarios y los recorren como territorio social. Cada historia de este libro nos instala en un momento de la historia más grande, la de la ciudad.

El edificio Jairo Buitrago, ilustraciones de Daniel Rabanal Babel libros Bogotá, 2014 ISBN: 978-958-8841-67-0 Se ha llegado a decir que la reseña de un libro es también una noticia humana, hay libros y autores más propicios que otros para ese tipo de reseña. Jairo Buitrago -ganador del Premio A la orilla del viento en 2008 con Camino a casa- nos entrega, esta vez con las ilustraciones de Daniel Rabanal, una buena carga de humanidad en una historia de la Bogotá de antaño. En El edificio los hechos habituales que mientras leemos van llenando el acontecer de una zona de la ciudad y la vida del relojero Levin están bien dosificados, desenvueltos pausadamente en el desarrollo de lo narrado, de manera que en ellos se transluce lo que a simple vista no es perceptible: la interioridad de los personajes sociales que por azar o elección terminan dando sentido a los relatos urbanos.

El edificio tiene dos cosas que no en todos los libros vienen

juntas, preciosas ilustraciones y una magnífica historia. El ilustrador toma como punto de partida fotografías antiguas en un proceso creativo para entregarnos imágenes nuevas que conservan la atmósfera, el encanto, el progreso y el atraso de la época. Levin llega a Bogotá en 1938 y monta su almacén en el que vende y repara alhajas y relojes -todo el cuento es un gran reloj-, por entonces casi nadie sabe de relojes y él aprovechará ese vacío del mercado. Sin embargo la historia revela un vacío más grande, un apacible vacío en la vida de Levin. Blanca es una maestra casi de la misma edad de Levin, según la ilustración. Cada mañana Levin y la señora Blanca se saludan muy corteses y cálidos; con la ciudad y en la ciudad encanecen, se transforman, él la visita, conversan el café. Quizá en la tranquilidad de su vieja amistad acecha sutil un amor no confesado, no correspondido o malogrado. ¿ Son el señor Levin y la señora Blanca una sublime variante de Florentino Ariza y Fermina Daza? Al cuento y al edificio llega un niño, Iván, en él viene la infancia de entonces y la infancia de siempre interesada por los animales. Siendo ya Blanca una maestra pensionada acostumbra a dejar afuera de la puerta de entrada de su apartamento el único par de zapatos que, al parecer, tiene. Situación difícil de ayer y de hoy con lo mal que pagan a los docentes. Un día Iván toma los zapatos de Blanca para darles un curioso uso del cual nos enteraremos... abriendo el libro estimado lector


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EVENTOS

DÍA DEL ARCHIVISTA DIVERSOS REPRESENTANTES DEL GREMIO ARCHIVÍSTICO Y ACADÉMICO DURANTE LA CELEBRACIÓN DE SU DÍA, EL 9 DE OCTUBRE DE 2014. IZQUIERDA - DERECHA: GUSTAVO RAMÍREZ ARIZA, DIRECTOR DEL ARCHIVO DE BOGOTÁ; CARLOS ALBERTO ZAPATA, DIRECTOR DEL AGN Y JULIO ALBERTO PARRA, SUBDIRECTOR SISTEMA DISTRITAL DE ARCHIVOS.

Nuestra compañera Luz Stella Pérez obtuvo el primer lugar en el Concurso de Muestras Artísticas, categoría Literatura, género Poesía, convocado por la localidad de Teusaquillo para el Festival Arteusaquillo Multicolor 2014. Aspectos de la premiación en el Círculo Colombiano de Artistas. LUZ STELLA PÉREZ SIERRA, nació en Bogotá, es bibliotecóloga y archivista egresada de la Universidad de La Salle, desde el año 2003 trabaja en el Archivo de Bogotá y actualmente hace parte de la Subdirección del Sistema Distrital de Archivos. Amante de la lectura y el cine, fue integrante de grupos de teatro como Grieta y Ventana Teatro. Desde hace más de diez años escribe poesía, ha participado en talleres y recitales en la Casa de Poesía Silva.



ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ - SECRETARÍA GENERAL - ARCHIVO DE BOGOTÁ Calle 6B No. 5-75 / pbx. 381 3000 ext. 4113 contactoarchivodebogota@alcaldiabogota.gov.co www.archivobogota.gov.co Síganos en twitter: @archivodebogota

Sala de consulta Lunes a Viernes: 7:00 a.m. - 4:30 p.m. / Sábado: 9:00 a.m. - 2:00 p.m. Salas de exposiciones Lunes a Sábado: 9:00 a.m - 5:00 p.m. / Último domingo de cada mes: 9:00 a.m - 5:00 p.m. Entrada Libre


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