Mudanzas

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ArgĂŠnida Romero

Mudanzas


Argénida Romero Mudanzas Marzo 2009 ISBN 978-9945-410-46-4 Ilustración de portada: Paola de la Cruz Foto contraportada: Enmanuel Bretón © Todos los derechos reservados. Queda hecho el depósito que previene la ley. Esta publicación no puede ser reproducida sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes. Este libro fue impreso en los talleres de Editora Búho, en Santo Domingo, en papel libre de ácidos y su proceso de impresión cumple con las exigencias requeridas para garantizar su permanencia y durabilidad.

Editorial Letra Gráfica Calle Marginal Primera No. 12, Mirador Norte, Santo Domingo, R. D. Teléfono: (809) 482 4700 • Fax: (809) 482 8842 • email: libros@mail.com


Índice

Pasatiempo .......................................................................................................................... 9 De noche .............................................................................................................................. 10 Despedida ........................................................................................................................... 12 Preámbulo ........................................................................................................................... 13 Mudanza .............................................................................................................................. 14 Espejo ....................................................................................................................................... 15 A medias .............................................................................................................................. 16 Reciclada ................................................................................................................................ 17 Destiempo ............................................................................................................................ 18 Permanencia ..................................................................................................................... 19 In memoriam ..................................................................................................................... 20 Punto final ............................................................................................................................ 22 Estás ............................................................................................................................................ 24 Incongruentes .................................................................................................................... 26 Agonía ..................................................................................................................................... 27 Calles ........................................................................................................................................ 28 Pendientes ............................................................................................................................ 30 Ronda bajo la lluvia .................................................................................................. 31 Ofrenda .................................................................................................................................... 32 Eros .............................................................................................................................................. 33 Antítesis de la mujer de Lot ................................................................................ 34 Instante .................................................................................................................................... 35 Mal sueño ........................................................................................................................... 36


Pereza matinal ................................................................................................................ Corinne ..................................................................................................................................... Sadness .................................................................................................................................. Credo ......................................................................................................................................... Un hombre .......................................................................................................................... Perdida .................................................................................................................................... Alfa .............................................................................................................................................. Huida ........................................................................................................................................ Constancia ...........................................................................................................................

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“Stat rosa pristina nomime, nomina nuda tenemus”. (“De la rosa no nos queda sino el nombre”) El nombre de la Rosa, Umberto Eco

“Toda literatura es autobiográfica. Todo es poético en cuanto nos confiesa un destino”. Jorge Luis Borges



Pasatiempo

Amplia, alada de cristales, persigo los fantasmas, pasatiempo del taciturno aliento que descansa en mis rodillas.

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De noche

Mis versos vuelan a travĂŠs de los sueĂąos en una pirueta de luces y sombras reducen los mares reposados de luna a rayos de sombra fugaces. Piden a gritos absoluto silencio sumen mis calmas en la locura desbordada de utopĂ­as cumplidas, de realidades amoldadas. Esperan las voces en las horas silenciosas y en ellas traducen los deseos anhelados de sonrisas fingidas, de lĂĄgrimas ausentes, de penas sin tiempo, de pasos sin camino, de amores sin destino. Revolotean audaces cantando las rimas que definen los matices del alma y desgarran las verdades y las mentiras. Alborotan sus alas al sentir la huida

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de una noche cansada y agonizante que da la bienvenida a las luces que desnudan las sombras y matan el silencio. Alzan el vuelo mis versos junto a la noche dejĂĄndome a la incertidumbre del dĂ­a sin voces, sin sueĂąos, con el recuerdo pasado en las horas silenciosas, con el recuerdo atado en las redes de mi mente.

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Despedida

No apresures la huida, quédate, sólo hasta el instante de las auroras. Después vete. Fingiré las luces del amanecer, robaré flores al viento, planearé el atardecer sin prisas. Después moriré.

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PreĂĄmbulo

Se han ido los cantos en las horas del otoĂąo, cuando se han desvanecido los colores de la aurora. Se escaparon, entre la duda impaciente de las musas.

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Mudanza

Vendí tus secretos a un atardecer que me ofreció el consuelo del ocaso. Al prestidigitador del infinito alquilé la ecuación inconclusa de tus deseos. Colgué mi simulado horizonte en un taciturno suspiro. Levanté la azarosa carga de recuerdos y partí.

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Espejo

Desnuda, cardinalmente reposada, sin mĂĄs nada que el profundo eco de mis poros. Castidad reparada olor a rosas marchitas. Ă?ntimamente desnuda con el color dormido y las ansias liberadas. Absuelta de visiones transpiro cenizas.

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A medias

A medias los besos de una madrugada despistada que cayeron en mis manos polvorientas, espacio de tormento. Insensibles. Inservibles. A medias la alegrĂ­a de las quimeras, espejismos insalvables del inhĂłspito desierto de los sueĂąos. Invisibles. Imposibles. A medias las mil y una palabras de la noche viciosamente repetibles, recicladas en todos los instantes. Incontables. Deseables.

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Reciclada

Despierto. Nada que ofrendar sólo el instante renovado acompaña esta vertical plegaria disuelta en el primer suspiro. Repudiada por el ayer, desbarato la maraña que me anega. Manecillas vigilantes, en punto, anuncian el monótono comienzo. Abandono mi amnesia y recojo los puntos suspensivos que colgados dejé en el ocaso de la última palabra.

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Destiempo

A resucitar mariposas has vuelto ¿Las recuerdas? Solían salir por mis poros y colgarse en el segundero del reloj. Uno, diez, treinta, sesenta. Reiniciaban su juego, puntuales, me ataban los cabellos a los ojos confundían mis dedos con el vacío. Pero crecí de repente el día en que las mataste deshaciendo sus alas en el minuto sesenta cuando te dio por quebrar su vuelo. Y ahora ¿Cómo las hago regresar ? Ya no hay reloj.

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Permanencia

Sé que no te has ido que te has mantenido agazapado en el repetido monólogo de mis causas perdidas, sobreviviendo a sorbos de nostalgia de esa que se cuela en el improvisado insomnio de alguna madrugada y fulmina el espejismo del olvido de ese que espero que anda por ahí, perdido, dejándome vulnerable al beso que dejaste agonizando junto a mi cama.

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In memoriam A los héroes y sus fechas

Se levantan los muertos, aquellos que vivos proclamaron la revolución de los sueños con la rabia de las utopías y el fusil encendido de sus labios. Resurgen del ominoso limbo de las memorias, se les exhibe en polvorientas vitrinas, añejados, con sus agotadas aureolas. Se les reinventa en cada estación con disfraces de hojalata y caras de cristal, espantando la parsimonia de las sienes en el breve suspiro de su carnaval. Luego los vuelven transparentes se les regresa a sus fosas, a la fábula de sus palabras, rehechas en tantas voces que ya les son propiamente ajenas. Pobres ellos,

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Los fantasmas de la gloria del calendario recluidos en el purgatorio redundante de sus ecos, sin la redenci贸n de sus batallas ganadas sin la condena del descanso eterno.

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Punto final

Antes de engavetar el punto final de esta breve historia y despedir al fantasma escondido en mi lĂĄpiz quiero dejar constancia, en la repetida levedad de la memoria, de que un dĂ­a, a una hora, decidimos tejer ansias al amparo de la luna juguetear con los versos de un poeta comernos la soledad a besos robados prometernos medias verdades confesarnos medias mentiras darnos permiso para burlar las profecĂ­as deshacer los dogmas y robarnos las predicciones. Que una noche, a una hora, al mirarnos nos dimos cuenta de que ĂŠramos ajenos retamos a duelo a las incongruencias, dimos media vuelta

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y al terminar el conteo de las quimeras disparamos, con certera precisión, a la luciérgana que tejía mis trenzas y caminaba por tu espalda y ahora yace junto al punto final de esta breve historia que engavetaré, bajo el testimonio de la tinta, en el preciso momento en que el fantasma, escondido en mi lápiz, cierre la puerta de mi habitación.

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Estรกs

Estรกs como siempre entretenido en tus colores y tus sombras lejano y distante leyendo el secreto del horizonte transparente insondable mientras te escondes en tus quimeras. Pero regresas tangible y ensartas tu ayer al dubitativo aliento del presente entonces respiras y te tornas silenciosamente dulce y espantas tus fronteras, te decides a cruzar, y yo desarmo mis palabras

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las de sangre las de viento las de cielo las de mar y te las regalo.

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Incongruentes

Estas aquí exactamente donde estabas ayer predecible por defecto vencido por la distancia que me roba de tus manos y que te ha dejado mudo de caricias indefenso ante las razones inconclusas contando los pasos de tu huida. También yo estoy aquí exactamente donde estaba ayer impredecible por defecto inquilina de la distancia que me roba tus manos compañera de la voz de tus caricias cómplice de las certezas despidiéndome de tus cansados pasos. Estamos aquí exactamente donde estábamos ayer incongruentes.

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Agonía

Para ti sólo tengo un atardecer que se escurre en el tristísimo olvido de las flores sobre la mesa de mis flores mustias y calladas que agonizan llorando el color que escapa de su aliento y el atardecer las acompaña también muriendo de a poco y a su agonía se une a tus palabras, que también moribundas, yacen en el hastío de esta tarde sin promesas donde todo se despide y sólo deja esta ofrenda de mis flores marchitas sobre la mesa.

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Calles

Estas calles las de todos los dĂ­as llenas de gente que va y viene de ruidos feroces que martillan las paredes de cientos de miradas que mueren en el pavimento. Estas calles las mĂ­as, las tuyas, las nuestras guardan historias de viento, de fuego de flores, de miedo que se cruzan en las esquinas y te saludan cuando caminas sin preguntas.

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Estas calles las de ayer, las de hoy, las de siempre cuentan los pasos de nuestra incertidumbre mientras nos regalan el paisaje de la vida que se mueve imperfectamente plena en la gente que va y que viene.

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Pendientes

Tengo pendiente Un amanecer de julio Un espacio en mi espalda Un canto de palabras susurradas Un aliento de mar en mi boca Un atardecer recostado en mis manos Una lágrima dormida en el camino Una cita con la sombra de mis pasos Un presente con hábitos de ayer Una nube colgada en el espejo Un arsenal de rosas en el tintero Un lugar donde guardar mis silencios. Sí, están pendientes Y yo sigo aquí, levemente quieta.

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Ronda bajo la lluvia

Tintinean en las calles gotas de mar robadas por el escurridizo capricho de las nubes, gotas amantes sinfonĂ­a a cielo abierto y danzan los recuerdos en su canto hĂşmedo voces azules que ruedan por los techos tocan las ventanas martillan la tierra y se cuelan en mi sangre helada de espantos. Entonces, la magia se teje en la noche atrapa las leves olas de las miradas perdidas en este huĂŠrfano horizonte y se diluye bajo el latido de mi piel preĂąada de ausencias.

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Ofrenda

A esos, que renacen cada día bajo el amparo de sus pasos. A esos, a los reinventados que suspiran en el color de cada esquina y se niegan a morir ausentes de versos. A esos, los de siempre a los eternos Mesías profetas del eco que sostienen las horas A esos‌a ellos la ofrenda de mi terca esperanza.

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Eros

La sombra de tu mano en mi cintura se cuelga caprichosa en esta lejanĂ­a de fragancias rotas, preludio pasado presente de sonĂĄmbulas caricias

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Antítesis de la mujer de Lot “La mujer de Lot miró atrás y se quedó convertida en estatua de sal”, Génesis 19, 26

No, mujer, no voltees a tu espalda, el rubor de las sombras se consume, y bajo la profecía incendiaria de tus pasos mueren los otoños se deshacen las palabras y el verbo se hace nada. No voltees, mujer las cenizas descansan Sodoma y Gomorra no existen y eres sangre y carne.

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Instante “Lo precioso es el instante que se va”. La canción del presente, Antonio Machado

Tocas sigiloso y puntal la puerta de mis dedos se posan las libélulas en mis pies y tu vas al norte sorteando el hechizo que amarra el viento entre mis piernas, presagio que deshoja las flores atadas a mis poros y así regreso, eterna y azul, al encuentro con el lunar de tu hombro derecho. Mientras abrimos las alas, vuelo de mariposas nocturnas suma de formas cóncavo y convexo (y viceversa), una apócrifa sinfonía se desgasta en el aire y somos un instante que se desangra en el futuro altar de un recuerdo.

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Mal sueño A Mabel (1991-2000). Porque a veces tu recuerdo me visita.

Mabel, si estuvieras, te contaría, como de costumbre, que las cicatrices son tan eternas como la arena mecida por el mar y que tú siempre podrías volar con las olas hasta el firmamento del atardecer. Si estuvieras, te regalaría a trozos este día que muere recostado al final de la calle, lienzo de tu sombra y, como antes de tu partida, tejería el color de las mariposas en tus trenzas. Si estuvieras, Mabel, si estuvieras, amarraría a tu voz las palabras que nunca mueren, aquellas que nacen con las primeras estrellas y que deambulan, por los siglos de los siglos, entre las esquinas olvidadas del calendario. Mabel, si estuvieras, tu ausencia sería un mal sueño.

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Pereza matinal

Aquí está, este instante, seis en punto, techo blanco, ojos abiertos, resurrección momentánea la efímera eternidad sacude el silencio de las paredes y la vida espera, detrás de la puerta, con su carga cotidiana: ducha, café, sol o lluvia, noticiarios, asfalto, tránsito, escritorio, flores, palabras, periódicos, verdades, mentiras, él, ella, nosotros, agendas, risas, llanto (a veces), políticos, discursos, recuerdos, él (a veces también), esperanzas, hastíos, rabias, cielo… Ojos cerrados, otro instante. Seis y media.

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Corinne

Él la ve Corinne va agita las azules sombras curiosa, descaradamente impredecible camina, grita, llora sonríe irreverente mira el día gastarse en las calles desarma el frío construye escaleras hacia la nada vive, muere, resucita frente al espejo, se desnuda desata el olor de su cuerpo calla, descansa, olvida es un eco que se pierde. Corinne va Él sólo la ve.

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Sadness “Mi tristeza es un ancla”. Mi tristeza, Rosa Silverio

Mi tristeza es una estación extraviada sin calendarios ni pretextos para la siesta. Me sorprende sentada frente a la ventana recortando atardeceres lluviosos y se estaciona, sin cómplices, tras las últimas sonrisas del día para enlazar su voz al letargo de mis manos. Una voz hueca poblada de una bulliciosa ausencia de mí misma.

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Credo

Creo en la todopoderosa vida que despierta en las mañanas incompresible dispuesta a robarnos las certidumbres inminente y rebelde por las calles sin Dios, sin Diablo y sin limbo escurrida en las paredes de esta ciudad que, a medias, conjuga el perenne pasado de nuestro presente. Creo en ti, vida colgada del viento en las tardes de lluvia dueña y señora de las profecías amante y asesina y en ti creo aún cuando te atrincheras en la sangre y el espanto y te vuelvas verdugo del sueño que se acurruca en las esquinas. En ti creo en todo tu visible, que se agota en mi frontera en todo tu invisible, que permanece más allá de mis respiros

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hija Ăşnica del tiempo irrepetible secuencia de suspiros nacida antes de todos los dĂ­as y todas las noches. Te creo, vida aunque muera en el intento.

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Un hombre

Un hombre despierta puntual y ajeno se viste con sus poses rutinarias guarda las preguntas se atrinchera tras el eco de su propia ausencia habita el silencio prolongado de sĂ­ mismo, paraĂ­so de fronteras donde guarda los besos pasajeros que recoge en las esquinas mientras calla y espera. Es una mueca colgada en el viento siervo y esclavo del instante que se escapa y del futuro que no llega.

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Perdida

A veces, no soy y me pierdo porque quiero y queda esta ausente levedad de carne que deambula respira duerme llora sonríe que está lejos de mí que me da la espalda y camina dueña del reverso de mis palabras.

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Alfa

He vuelto tras todas las batallas dolorosamente atravesada de otoĂąos cargada de nidos vacĂ­os taciturna, hueca estĂŠril de promesas atada al aliento irrespirable de estas horas, de estas pesadas horas donde perece el presente sin herencia. Ahora, estoy irremediablemente en la piel de la sombra que me mira en el espejo destejiendo fantasmas dueĂąa del eco que me aguarda tras la puerta.

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Huida

Me fui antes de las lágrimas y las preguntas dispuesta al olvido con el testamento de tus labios cosido al ruedo de un bostezo. Cerré las ventanas (la puerta nunca existió) me desvestí la piel, ajada de tanta espera, cancele los abriles y te deje, por si lo necesitas, el insomnio desgastado de mis sábanas.

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Constancia

Aquí casi todo sigue igual los periódicos y sus malas profecías el olor añejado de los pasos en la calle las mismas ruidosas promesas rodando por los alcantarillados la reiterada esquizofrenia del poder los por qué de los no sé el dolor de todas las verdades escondidas el hastío de todas las mentiras purificadas las repetidas postales de un sueño, que descansa su muerte sobre la mesa, el oscuro pudor de las voces compradas el lastimoso vacío de las flores marchitas y yo también sigo aquí casi tan igual que ayer tras el ocaso de estas palabras.

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