Publicado el sábado, 12.29.13
Julio Larraz: el regreso a casa
‘One Day in October’, 2013, óleo sobre lienzo. CORTESÍA / Ascaso Gallery Pantalla Completa anterior | próxima Imagen 1 de 5
Janet Batet Especial/El Nuevo Herald Después de una significativa ausencia dentro del panorama artístico local, la obra del maestro Julio Larraz se ofrece al público en Ascaso Gallery, en el Wynwood District.
Titulada Coming Home ( De vuelta a casa), la exposición se compone de una veintena de cuadros, en su mayoría realizados entre el 2012 y el 2013. La curaduría, a cargo de Bélgica Rodríguez, procura un vuelo panorámico de la obra reciente de este indiscutible maestro del arte latinoamericano, concentrándose la primera sala en la obra más reciente mientras las dos salas aledañas presentan obras realizadas con antelación. La obra de Julio Larraz (La Habana, Cuba, 1944) se caracteriza por un particularísimo uso de la luz. Siempre plana, frontal, pródiga e implacable a un tiempo, la iluminación deviene una suerte de fogonazo de la memoria o la alucinación del recuerdo que trastoca y sobrecoge. En este sentido, destacan sus paisajes, resueltos a partir de grandes áreas contrastadas de color plano donde las figuras, más que integrarse, parecen recortarse del fondo. Su estilo, si bien entronca con la tradición naturalista y/o realista, tiene mucho de halo metafísico, a lo cual contribuyen los caprichosos encuadres, muchas veces como planos detalles sustraídos de un paisaje mayor que nos es desconocido y del cual el centro de interés pareciera extirpado, acentuándose así ese nimbo de expectación tan caro a su obra. Across the Bay of Mirrors, 2013, incluida en la presente muestra, es sintomática en este sentido. Del antojadizo vano interior donde la luz dibuja formas puras, se recorta una ventana que deja ver el imponente azul, sobre cuyo horizonte, en el extremo derecho, se prefigura el acantilado, la ribera ignota. El telescopio, ubicado en primer plano sustituye –al tiempo que enfatiza– la ausencia del humano, encarnado el deseo de subvertir la distancia en cercanía. Para los amantes de la obra de Larraz esta pintura funciona inevitablemente como un clin d ’oeil a En Cuba (2000). Julio Larraz, quien a la temprana edad de 16 años (en 1961) abandona la isla en compañía de su familia, avanza sus primeros pasos en el arte a través del mundo de la caricatura política en publicaciones como The New York Times, The Washington Post, The Chicago Tribune y Vogue, entre otras. La influencia de Burt Silverman, artista estadounidense conocido por la humanística interpretación del paisaje, será fundamental en la carrera de Larraz, quien para 1967 se dedica por entero a la pintura, sin abandonar por ello su interés por la crítica social que asoma como constante a lo largo de su carrera. En los retratos de Larraz hay siempre esa incómoda sensación que se desprende de momentos de esparcimiento –en apariencia intrascendentes– y la enrarecida atmósfera que circunda a sus personajes. En ocasiones, la confluencia del asueto y el poder (resumido en el sopesado atuendo de los personajes) crea una fastidiosa antípoda que deviene denuncia de la confabulación entre poderes (económico, político, religioso). Pensemos en este sentido, en obras como For You, Anaxagoras (2008), Amigos Together, The Oracle of Agua Dulce Airbase (ambas de 2012), o The Alternate Passage, (2013), esta última incluida en la presente muestra. En otros retratos más intimistas, lo enigmático asoma a través de la figura incompleta, cuyo rostro muchas veces nos es negado, ya sea por radicales sombras, enrevesados sombreros o encuadres que nos permiten sólo acceso a la parte inferior del torso. ( The Poet King, 2007, y Desplante, 2013).
Lo mismo ocurre con sus bodegones o naturalezas muertas, donde el fruto enrarecido por la luz no se ofrece al convite sino a la reflexión. De este género, Coming Home tiene varias obras de interés. Entre ellas, Victory (1999), Target Jupiter (2001), Homage to Carmen Miranda (2003) y Dutch Traders (2012). Esta última, de gran interés por el tratamiento de la imagen y la alusión a través del título a la Dutch East India Company, considerada la primera compañía multinacional a nivel mundial y cuya corrupción la llevó a la bancarrota hacia principios del siglo XIX. Coming Home hace hincapié en los paisajes marinos, recurrentes dentro de la trayectoria de Julio Larraz. Dotados de alta carga simbólica, estos paisajes devienen una suerte de quimera. One Day in October (2013) se impone por el ímpetu de la naturaleza. En él, además, puede sentirse una elipsis temporal tras la que transpiran las inigualables marinas de ese otro grande de la plástica cubana: Leopoldo Romañach. Coming Home, la pieza que da título a la muestra, funciona como un autorretrato. En ella, un velero blanco se adentra en un peñasco cuya vasta masa ocre cubre el cuadro casi en su totalidad. En el centro, un hueco negro, en el que se aventura la embarcación, inevitablemente a ciegas, mientras arriba, a cielo despejado, se ofrece amable el paisaje y un torreón blanco –elemento periódico dentro de la obra de Larraz–, como guía y refugio.• Janet Batet es escritora, curadora y crítica de arte. Escribe de arte para diferentes publicaciones, galerías y museos. Coming Home, Ascaso Gallery, 2441 NW 2 Ave., Miami, 33127. (305) 571-9410. ww.ascasogallery.com. Abierta hasta finales de febrero.