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Revisitar Brasil La literatura brasileña en
from Espejismos, 2384
by Ariel Sosa
Revisitar brasil
Rosa Martínez Alfaro
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Un día cualquiera en 2013 recibí un correo electrónico inesperado con una propuesta de colaboración como traductora para la revista 2384. La invitación era verter al castellano el relato de un autor brasileño poco conocido y divulgado en España. Tengo que confesar, antes de nada, que hasta que Sergio Colina Martín contactó conmigo, no conocía en absoluto esta publicación digital. Lo primero que hice fue sumergirme en internet en busca de referencias sobre la revista y el autor propuesto. Traducir del portugués es para mí un placer. Que el relato fuera inédito y de un autor brasileño, un reto. Además, la idea inicial de colaboración con 2384 se transformó en un aliciente cuando ojeé y hojeé las páginas de la revista. Aquel mar de textos literarios y culturales de calidad en un formato innovador y poco corriente hizo que me decidiera a participar en el proyecto. Cómo Sergio Colina llegó a mí lo desconozco con exactitud. Puede que mis años como lectora de español en Mozambique y como gestora cultural para la Embajada de España favorecieran los contactos responsables de esta aproximación. Puede, simplemente, que conociese mi actividad traductora. Lo importante de ese encuentro fue que el espíritu de 2384 aunaba las ideas que tengo de entender la cultura, en general, y la literatura, en particular. Facilitar el acceso a fuentes poco conocidas o alejadas de los circuitos más establecidos es, sin duda, el catalizador del conocimiento de los nuevos flujos culturales. Y esa es la esencia de 2384.
Traducir a los autores que me propuso la revista significó para mí revisitar Brasil desde la distancia y asumir con entusiasmo el desafío de hacerlo desde la traducción. El conocimiento que se tiene en España de la literatura brasileña está lejos de poder considerarse bueno. Para ser realista, este conocimiento es más bien pobre o, peor aún, muy pobre. Y no hace falta ninguna investigación profunda para llegar a esta afirmación. Basta observar, investigar informalmente, y la conclusión es obvia. En España, como en el resto del mundo, más del 50% de las traducciones que se realizan en la actualidad proceden del inglés, lo que la convierten en una lengua hipercentral. Salvo algunos nombres como Jorge Amado, Guimarães Rosa, Clarice Lispector, João Ubaldo Ribeiro, Rubem Fonseca, Nélida Piñon o el archiconocido Paulo Coelho, los lectores españoles no suelen encontrar en las librerías ejemplares de la diversidad de géneros y autores existentes en las letras brasileñas. Ernest Hemingway habló por vez primera de la «teoría del iceberg» en ficción literaria. Esta teoría dice que el texto debe mostrar solo una pequeña parte de la historia que queda sumergida bajo la superficie, dejando el resto a la lectura y a la interpretación del lector, tal y como sucede con un iceberg. Las letras brasileñas responden claramente a esta teoría y 2384, desde su nacimiento, ha ayudado a su difusión. La literatura brasileña, como el portugués que se habla allí, refleja una realidad diferente e innovadora. Es rebelde, novedosa, está empapada de otras esencias, es urbana y rural a la vez, llena de exotismo y de sutilezas en el lenguaje, exuberante, imprevisible y creativa. De la oralidad al pop pasando por la vanguardia y la crítica social, la literatura viva de Brasil es tan amplia y diversa como el propio país. La revista 2384, como agente propagador de culturas, ha contribuido a difundir algunas voces contemporáneas que nos muestran una parte del mosaico de un país tan poliédrico. Sin duda, mi labor como traductora ha contribuido con un granito de arena a dar visibilidad a una parte del desierto de desconocimiento de la calidad de la literatura brasileña.