01/03/2018
PRONUNCIAMIENTO DE ALEJANDRO REZA Ante la insistencia de varios medios de comunicación, solicitándome un posicionamiento personal en torno a la aclaración expresada por Sabina Berman en las dos entrevistas con Carmen Aristegui, quiero expresar lo siguiente: Sabina Berman me señaló públicamente como responsable de un incalificable acto de abuso sexual; sus declaraciones se reprodujeron profusamente en decenas de medios de comunicación. Tuvieron que pasar 12 horas para que rectificara y me ofreciera una disculpa a través whatsapp y twitter , aclarando que no se trataba de mí, pero sosteniendo que los hechos que narró sí habían sucedido. Esta señora asegura que hubo un delito (que ella califica como acoso pero que, de acuerdo a su descripción correspondería a abuso sexual infantil) en perjuicio de varias personas; dice que fueron ella y el director de la película quienes “interrumpieron” tal conducta y por ello reclama que “se le reconozca”. Comenta que estos hechos tan alarmantes eran “una cosa que se conocía” y que sobre ellos hubo un posterior silencio porque “… no nos escandalizaba porque era parte de una normalidad”. En su aclaración no solo no ofrece información sobre quién o quiénes cometieron los supuestos abusos, tampoco informa quiénes tuvieron conocimiento y guardaron silencio. “…en su momento la gente que las rodeaba calló el asunto, como era la costumbre, como sigue siendo la costumbre”. Yo estoy al frente de un equipo de trabajo (Reza Casting) por cuyo profesionalismo e integridad respondo; negamos categóricamente el involucramiento de cualquier persona de nuestra empresa en hechos como los referidos y nos parece pertinente reiterarlo porque las imputaciones de la señora Berman expresan claramente que las supuestas vejaciones se cometieron como condición para el otorgamiento de papeles en la filmación, función que directamente nos atañe y no al Departamento de Arte al que posteriormente acusó. Durante las diversas etapas en la producción de esta película ínter actuamos con varios departamentos y muchas personas y nunca tuvimos conocimiento ni mucho menos presenciamos hechos tan deleznables como los que refiere esta señora; no lo habríamos tolerado, hubiéramos denunciado, jamás los asumiríamos como “parte de una normalidad” ¡Estamos hablando de hace 4 años!, es falso que fuera aceptable pedirle a las chicas que “se desnudaran, se tiraran al piso y abrieran las piernas a cambio de un papel”, como también es falso que tales delitos hubieran prescrito (razón que ahora ella aduce para no proceder legalmente); de ahí que resulte imprescindible el esclarecimiento puntual de sus dichos como reiteradamente se lo hemos solicitado. Ante nuestra defensa y petición de aclaración, la señora Berman reduce su calumnia a “imprecisión" y “pequeño error”, nos señala de actuar “un poco injustamente”, producto de la “indignación” y sostiene que hay una “sobre reacción al detalle”. Nos atribuye una actitud de “…ahora incurrió en una coma fuera de lugar y entonces la vamos a demandar” y llega al extremo de afirmar: “me está pretendiendo callar”. Es importante destacar que no se trata de “una coma fuera de lugar” y que no pretendemos callarla, lo que le estamos pidiendo es que deshaga el enredo que solo ella creó. Nos convoca a “disminuir el calibre de los adjetivos” pero al parecer no ha dimensionado las consecuencias de la enorme irresponsabilidad de eso que ella llama “pequeño error”. ¿Se imaginará qué se siente verte calificado repetidamente en redes sociales como “maldito abusador”, “cerdo
pederasta” o “violador”? ¿Se habrá puesto a pensar que muchas personas se quedarán con la primera versión? ¿No se le ocurrirá que la sola sospecha puede influir para que una productora o empresa dude en contratar nuestros servicios? ¿No se imaginará que muchos actores o actrices y sobre todo, padres de niños o niñas pensarán dos veces antes de asistir a un casting convocado por nuestra firma? ¿Habrá reflexionado Sabina Berman sobre las consecuencias que puede tener el difundir que las adolescentes que actuaron en la película fueron sometidas a las pruebas vejatorias que ella señala, a cambio de un papel?, ¿habrá revisado en redes el escarnio al que las ha expuesto?, ¿habrá leído los comentarios culpabilizando a los padres por “vender” a sus hijas” ?, ¿imaginará las burlas de las que ya son víctimas algunas niñas que asistieron al casting? Sabina Berman me ha retirado la acusación de abusador pero ahora me acusa de “sobre reaccionar”, de pretender silenciarla, de provocar que “los pequeños errores centren la atención y censuren la conversación”; de poner en el centro “el detalle” para “amedrentar a las mujeres de hablar”. Ubica nuestra legitima defensa y petición de esclarecimiento como algo que “busca inconscientemente en la cultura callar a las mujeres.” (Menos mal que en su psicoanalítica interpretación lo dejó en el ámbito inconsciente) y señala que “hay un dejo de hipocresía porque fue una cosa que se conocía”. Si ella conoció esos hechos y guardó silencio es su responsabilidad, yo no acepto que se me señale como cómplice entonces ni como hipócrita ahora. Para mí y para mi equipo es imprescindible aclarar que nuestro reclamo no es una reacción ante la decisión de las mujeres a señalar y denunciar el acoso, es una respuesta ante una calumnia y una petición de esclarecimiento sobre una serie de dichos plagados de inexactitudes pero referidos a situaciones que no pueden ser tratadas con superficialidad. No pretendo silenciar un movimiento legítimo y necesario, pero invito a que estas manifestaciones se hagan con responsabilidad, teniendo pruebas, nombres y hechos. Una acusación sin sustento, no es más que un chisme, y un chisme dicho en un noticiero tan importante es muy peligroso. Reitero mi absoluta condena hacia toda forma de acoso o violencia sexual y de género. En Reza Casting no solo apoyamos la lucha en favor de espacios de expresión y denuncia, nos sentimos parte de ella. Jamás pretenderíamos silenciar a las voces que demandan justicia, solamente pedimos la seriedad y la responsabilidad que una causa tan necesaria impone a sus participantes.
Alejandro Reza