JULES VERNE: “Parece más sabio asumir lo peor desde el principio y dejar que lo mejor llegue como una sorpresa.” ARLET SEUMA
Escritor francés, Jules Verne o, tal y como se le conoce en español, Julio Verne, fue uno de los grandes autores de las novelas de aventuras y ciencia ficción del siglo XIX. Es considerado como uno de los padres del género de la literatura de ciencia ficción y la “moderna” novela de aventuras de su época. Nacido en una familia adinerada y siendo el mayor de 5 hermano Verne disfrutó de una buena educación y ya de joven comenzó escribir narraciones y relatos sobre todo de viajes y aventuras, tuvo una relación conflictiva con su padre debido a su gran autoridad, llegando a no volver a visitar su hogar al alcanzar independencia económica. Debido a su prematuro enamoramiento no correspondido por su prima a los once años, desarrolló una gran aversión hacia las mujeres, no fue hasta 1857 que se casó con un viuda rica, madre de dos hijas, y cuatro años después tuvieron su único hijo juntos, Michael Verne. Esta semana se ha publicado el último libro escrito por Verne, “20.000 leguas de viaje submarino.”, una novela que en muy poco tiempo ha llegado a tener mucho éxito. Hacía mucho que no le hacíamos ninguna entrevista a nadie y hemos pensado… ¿A quién mejor que a Jules Verne? Le preguntamos si estaría dispuesto a contestar unas pocas preguntas, y naturalmente nos dijo que sí.
Primero de todo, hablemos un poco de su infancia… ¿Cómo fue educado? Fui educado en el liceo de Nantes, donde “Siempre he cuidado mucho el permanecí hasta que concluí con mis clases estilo, pero las personas nunca me de Retórica. Luego, fui enviado a París con han dado crédito por eso.” el objetivo de estudiar Leyes. Mi estudio favorito siempre ha sido la Geografía, pero en la época en que estuve en París fui completamente atrapado por los proyectos literarios. Estaba bajo la gran influencia de Víctor Hugo, de hecho, me encontraba muy excitado leyendo y volviendo a leer sus trabajos. Por aquel entonces, si me lo preguntaban, quizás podría haber recitado páginas enteras de Nuestra señora de París. Pero fue su trabajo dramático el que más influyó sobre mí y fue, bajo esta influencia, que a los diecisiete años comencé a escribir varias tragedias y comedias, por no mencionar novelas. De esta forma, escribí una tragedia en verso en cinco actos titulada Alejandro VI, la cual era la tragedia de el papa de Borgia. Otra de las tragedias en cinco actos y en verso que escribí por esa época fue La conspiración de la pólvora, con Guy Fawkes como héroe. Un drama bajo Luis XV, fue otra de las tragedias en versos, y en cuanto a las comedias existía una en cinco actos y en verso llamada Los felices del día. Todo este trabajo fue realizado con el mayor cuidado y con la constante preocupación de que el estilo me pareciera el correcto.
Señor Verne, actualmente usted es uno de los escritores más importantes de Francia y de toda Europa. Pero si no recuerdo mal, usted en un principio estudió para ejercer otro trabajo. Sí, está totalmente en lo cierto. La verdad es que no mucha gente sabe esto, pero estudié para ejercer de abogado. Provengo de una familia burguesa en la que los estudios son muy importantes, así que me vi obligado a continuar los pasos de mi padre como abogado.
Si no es muy grosero, ¿Podría decirnos cómo fue la experiencia de estudiar derecho? Pocos dejan de ser abogados para ser grandes escritores. ¡Claro, por supuesto! Ser abogado no era una cosa que me llamase mucho la atención. Tienes que esforzarte mucho y estudiar, y yo lo hacía. El problema era que no me sentía del todo seguro y no estaba cómodo. Mi pasión era escribir y mi sueño era llegar a ser un escritor. Así que me dediqué a la literatura y parece ser que he cumplido mi sueño.
¡Y vaya si lo ha cumplido! Ha publicado más de 50 novelas y cada una es muy diferente a la anterior. ¿Podría decirme en qué se inspira a la hora de escribir? Des de muy pequeño he creído que no tengo nada de imaginación. Todos mis compañeros tenían una imaginación espectacular; cuando veían un desconocido por la calle imaginaban cómo sería su vida, cómo se llamaba, si tenía hijos, de qué trabajaba…. En cambio, a mi me costaba mucho pensar en todo eso. Sin embargo, mis sueños eran los mejores. Cada día les contaba a mis amigos el extraordinario sueño que había tenido esa noche, y los dejaba a todos anonadados. Me di cuenta de que mi imaginación se escondía detrás de los sueños. Así que cuando sueño algo que me fascina, que destaca sobre todos mis otros sueños, que es algo en lo que nadie podría llegar a pensar o imaginar…. Allí es cuando decido plasmarlo en hojas. Ah, y sobre todo la ciencia es mi gran fuente de inspiración.
¿Podría decir que fue particularmente atrapado por la ciencia? No, no puedo decir que fui particularmente atrapado por la Ciencia. “La fábrica de Indret, las excursiones en De hecho, nunca he estudiado Ciencias. Pero en la época en que era un muchacho adoraba ver el Loira y mi intento de escribir versos como trabajaban las máquinas. Mi padre tenía fueron las tres grandes pasiones y una finca en Chantenay, una ciudad situada cerca ocupaciones de mi juventud.” del Loira. Cerca del lugar se encontraba la fábrica de máquinas gubernamentales de Indret. En ninguna de mis estancias en Chantenay dejé de visitar la fábrica. Allí, me quedaba de pie horas y horas observando cómo las máquinas hacían su trabajo. Esta característica ha seguido conmigo por el resto de mi vida. Aún hoy, siento tanto placer en mirar cómo trabaja la máquina de vapor de una locomotora como en contemplar un cuadro pintado por Raphael o Correggio. Mi interés en las industrias humanas siempre ha sido un marcado rasgo de mi carácter, tan marcado, de hecho, como mi amor por la Literatura -de la que hablaré en unos momentos- y mi deleite por las bellas artes que me han llevado a visitar cada museo y galería de alguna importancia en Europa.
¿A qué edad empezó a escribir usted? Déjeme pensar... Si no recuerdo mal empecé a escribir cuando tenía doce años. Escribía entonces poesía, y los poemas no eran muy buenos. Aún recuerdo una que compuse para el cumpleaños de mi padre. Fue recibida muy bien, incluso, fui felicitado y me sentía bastante orgulloso. Recuerdo que por esa época yo solía pasar un gran tiempo ocupado con mis escrituras, copiando y corrigiendo. Nunca llegaba a sentirme satisfecho con lo que había hecho.
Antes hemos hablado de imaginación… ¿Se imagina que le pongan su nombre a una de las montañas de la Luna? Sé que todo el tema del espacio y los planetas siempre le ha gustado mucho. Si, la verdad es que siempre me ha gustado mucho saber cosas sobre el universo. Creo que es fantástico que haya todo un mundo que está por conocer. Obviamente me gustaría mucho que le pusieran mi nombre a cualquier cosa, ¿a quién no? Pero creo que una pequeña parte de la Luna lleve mi nombre es un poco imposible.
¿Podría hablarnos un poco sobre su método de trabajo?Me despierto todas las mañanas poco antes de las cinco, quizás un poco más tarde en invierno. A las cinco ya me encuentro en mi escritorio y permanezco trabajando hasta las once. Trabajo muy despacio y con gran cuidado, escribiendo y volviendo a escribir hasta que cada oración tome la forma que yo deseo. Siempre tengo, al menos, en mi mente las ideas de hasta diez novelas paralelas, siempre estoy pensando en nuevas historias. Pero es en las correcciones donde invierto la mayor parte del tiempo. Nunca estoy satisfecho cuando he hecho menos de siete u ocho revisiones y las corrijo una y otra vez, hasta que se pueda decir que la última corrección tiene pocos rastros de lo que una vez fue el manuscrito original. Esto significa un gran sacrificio, tanto desde el punto de vista monetario como de tiempo. No obstante, siempre he intentado hacer todo lo que esté a mi alcance para respetar la forma y el estilo, aún cuando las personas nunca me han hecho justicia en lo que respecta a esta consideración."
¿Y entre los escritores de su misma época, prefiere a alguno?Esa es una pregunta más difícil y debo hacer una pausa antes de contestarle… Hay un autor cuyo trabajo me ha atraído muy fuertemente teniendo en cuenta su posición imaginativa. He seguido sus libros con considerable interés. Me refiero al señor Herbert George Wells, autor de “La máquina del tiempo” o “La Guerra de los Mundos”. Algunos de mis amigos me han dicho que su trabajo se parece mucho al mío, pero creo que se equivocan. Lo considero como un escritor completamente imaginativo y es merecedor de un gran aprecio, pero nuestros métodos son completamente diferentes. En mis novelas siempre he basado “mis invenciones” en algún hecho real y utilizo en sus construcciones métodos y materiales que no están completamente lejos del alcance del conocimiento y la habilidad de la ingeniería contemporánea.