(1).UN RECUERDO A MI PASTOR BELGA, QUE CON 18 AÑOS SE FUE SIN HACER RUIDO, DORMIDO EN EL SITIO QUE ACOSTUMBRABA.. Estoy en mi patio amplio, y como un rayo veloz viene sacudiendo el polvo, el suelo retumba, y la yerba se recoge escondiéndose, cuando con sus patas fuertes, deja huellas, en la tierra. Es mi pastor belga que se acerca. Brinca ..brinca, loco de contento, se revuelve, y lucha por demostrarme, el fiel cariño que me tiene... Coloca sus patas en mi regazo, y con sus ojos marrones me mira, esperando que le lance el hueso, que tiene como juguete. Hago intenciones de tirarlo, ya se ha puesto a la carrera, pero al ver que lo he engañado, se para y me mira moviendo la cola, como un reproche. Es un ramo de lealtades, que todo me lo perdona.
(2).Es un gran perro que con su fina apostura, delinea una figura, que es estampa y es firmeza. Quizás saliste de un cuadro, y ese pelo dorado, que con el sol brilla de alegres tonalidades. Como tu propio carácter. Sumiso, fiero, y defensor de tu dueño. A pesar de que a mi lado ya no estas, yo siento tu agitación, tus pasos apresurados, y el responder a la orden de correr, y al momento de parar. Quizás tenga la ilusión de algún día volverte a ver en el reino de los perros, y cuando llegue, vengas raudo a mi lado. Como aquí solías hacer. Ahora me reconforto, me tranquilizo, y pienso que me distes tu cariño, tu afecto, y el bienestar, que transmitía con tu presencia arrogante de tener un dueño, y yo de tener tal perro. No te intranquilices en las sombras, nunca miedo tuviste, a las noches sin estrellas, y andas por esos valles astrales, como praderas que pondrán sus claridades. Tu espíritu me acompaña.
(3).Triunfaste como ha de ser, con afines sentimientos, que así de ser compañero, no le ladres a la LUNA. Ni le aúlles a la muerte. Que ha sido sabia y prudente, al dejarme gozar de tu presencia, durante 18 años. AROCA.- D.R.