(1).ERASE QUE SE ERA, UNA VEZ.. Siete islas, y un islote, que los ATLANTES, subieron con su fortaleza a flote. Se convirtió en un vergel de verdor muy tropical, de cálidas arenas , una PRIMAVERA eterna. A sus costas arribaron , por estar en aguas cercanas.. del CONTINENTE AFRICANO, hollando las nuevas tierras, navegantes bereberes. El tiempo pasó en armonía y crearon sus costumbre, sus reinos, y sus MENCEYES, guayarminas a sus mujeres llamaron de una singular belleza. De tez bronceada, formas generosas, y ardientes en sus entregas. Cultivaron bien la tierra, sacaban provecho de la altiva palmera, platanales,
frutales en abundancia.
( 2)
Arboles que eran pinares, cubrían las cumbres, dando sombra en superficies extensas. Pero llegaron los primeros navegantes castellanos, de viaje hacía las AMERICAS ,arboles cortaron para reparar sus naves. Sabido por ellos en la vecina PENINSULA, que solo estaba poblado, por indigenas, que andaban con taparrabos. Mandaron expediciones, provistos de armaduras, fusiles, espadas de buen acero fabricadas en TOLEDO. A sangre y fuego los isleños se defendieron, con hondas, piedras, largos palos de acebuches, que luchaban cuerpo a cuerpo. Al invasor que en su pecho, tenía un peto, de metal, y cascos en la cabeza, que lanzaban destellos y abandonaba a su suerte, cuando eran derrotados. Subieron a las montañas, riscando al castellano, despeñando a los jumentos, haciendo la fortaleza un bien preciado, reducto donde tenían sus viviendas. Pero poco a poco, en la insistencia, se fueron disminuyendo, y al final esta
tierra de arboles abundantes, platanales, frutales, y pesca en las riberas. Quedo invadida , conquistada, y de aquel vergel inmenso, queda señales en arboles que son ahora de cemento. Y de aquellas sombras que arrojaban los pinares, se han formado grande claros, que alumbra el SOL, y se convierte en desierto. Los platanales, son solares de tierra estéril y muerta. La fruta viene en contenedores, que las traen los extranjeros Y se oyen las promesas, de los moradores nuevos, que quieren destrozar el mar, buscando al perforar el despertar los submarinos volcanes. Que lancen vomitando el negro crudo que según dicen se hallan grandes reservas, en su fondos submarinos. Y nos mandará NEPTUNO, sus flatulencias, que soltaran llamaradas, en forma de una protesta. La MADRE TIERRA, se resiente, sin poder alzar su voz, y advierte con señales de advertencia haciendo sonar los volcanes....
(3)
En la PALMA, en el HIERRO, y uno latente y tranquilo en LANZAROTE, que permite que lo pisen, lanzando un chorro de blanco caliente humo, para asombro del turista.
(4).-
Esta tierra nuestra, que es un pequeño continente, por su diversidad de climas, por sus montañas altivas, por sus playas por sus dunas, se ha convertido, en un reducto que se seca en sus reservas, y el cielo que fue generoso, nos castiga, no humedeciendo la tierra. Así eran los nombres de nuestras islas, españolizados...
y así son ahora
Arnoldo Rodriguez Cabrera.- Derechos Reservados.