LA GITANA.-

Page 1

LA GITANA...


HISTORIAS DE LA CALLE... LA GITANA..

UN DOLOR IMPRESO. LA PROMESA.

Tiempo hace que veo una gitana,

deambulando por la ciudad, y para ganarse la vida, y mantener a su familia. Vende:

Cupones. Lotería.

Y boletos de la PRIMITIVA rellenos.

Y un día en el MERCADO

CENTRAL, me paré a tomar un

café y coincidimos, codo con codo, asiento con asiento.

Y a pesar de verla siempre vestida

de negro enteramente, y la cabeza también cubierta, no me hacía la

cuenta de una mujer joven vestida de luto riguroso.

Y como soy dado a la conversación pronta, intentando sacar alguna


historia, si la hubiera.

Le miro, me mira, y le pregunto, ¿que por que lleva ese habito ? Con el que siempre la veo enfundada.

Y me mira nuevamente, y de forma educada me contesta..

ya yo me temía una mala respuesta. Se entristece su cara, y sus ojos se humedecen..

Y al momento me arrepiento de haber destapado un sufrimiento. Del bolsillo del delantal saca un

pañuelo negro, y se seca la gota que resbala por su cara.

UN SILENCIO...UNA MIRADA PERDIDA.

Pues mire..me dice...separando las palabras.

No soy dada , a darle cuentas a nadie de mis penas, pero hace

tanto tiempo que no lo cuento, que quizás me haga bien.

Alguna vez lo cuento, y siento

alivio en mi corazón roto... lleno


de dolor... tan largo tiempo ...y como si fuera ayer.

Un profundo suspiro...

Puse toda mi atención, sin

perder detalle y esto fue lo que me dijo:

HACE ALGUNOS AÑOS, PERDÍ EN UN ACCIDENTE, A MI

ESPOSO, Y MIS DOS HIJOS

PEQUEÑOS, QUE ME DEJARON

COMO PUEDE SUPONER, SUMIDA EN UN INMENSO DOLOR , Y UN NEGRO LLANTO.

Y desde ese momento ante su tumba hice promesa, solemne de mantener vivo su recuerdo, como sabe usted,

en nuestro pueblo, es normal el luto eterno.

Y enseñar al mundo, mi pena mi desconsuelo.

Cubrí mi cuerpo joven con estas prendas, y escondí de la vista, las formas que a mi esposo di en el matrimonio.

Cubriéndolos con habito negro, lo mas negro que en la tela hubiera, que con


los visos, con sus reflejos en azules se convirtieran sus destellos.

Y este habito arrastrare siempre hasta la muerte, como ala de cuervo.

Todavía tengo dos hijas, que les he hecho prometer, jurando sobre los

restos de su padre, y sus hermanos. Que no obliguen a quitarme este

habito que llevo, y cuando la muerte me reclame...

Me envuelvan en el como sudario, con

una foto de mi esposo y los pequeños.

Dicho esto. Toma el café que ya estaba

frío.. y como si despertara de un sueño me mira, y se pone en pie y me dice: ¿Quiere un cupón.?. ¿una lotería?

Tire del monedero, y le compre, un cupón y una PRIMITIVA.

A cambio de la historia, que bien lo valía.

Pague también la consumición.

Y le dije unas palabras de consuelo.

Aunque en realidad no le hacían falta estaba serena.


Y dando la vuelta se ajusto el

pañuelo en la cabeza, escondiendo los rizos de su negro pelo.

Y camino hacía el pasillo donde

las gentes hacían las compras en los puestos, a pesar de que ella decía que el habito era para

esconder las formas, las mismas se marcaban poderosamente.

Sin poder esconderlas totalmente. Y siguió con su tarea de vender cupones, sin ponerme mas

atención en mi persona, como si allí nunca estuviera.

Ella se perdió en la distancia.

Yo me marche en dirección contraria. Y alguna vez más la veo. Siempre diciendo:

¿Quiere un cupón.?

¿Quiere una lotería...? ¿Una primitiva?

Arnoldo Rodriguez Cabrera.- Derechos Reservados.-


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.