Del 11 al 16 de junio de 2013 / No. 421 Año 10 / ISSN: 2027-9205
“CREYENDO TENDRÁN LA VIDA” El próximo 16 de junio, como está señalado en nuestro Cronograma Pastoral, nos uniremos en la Arquidiócesis de Medellín a la Jornada del “Evangelio de la Vida” que presidirá en Roma el Papa Francisco, en el contexto del Año de la Fe, con el lema “Creyendo tendrán la vida”. Se trata de un momento importante y significativo en el que, una vez más, la Iglesia manifiesta su compromiso con la promoción, respeto y dignidad de la vida humana. Es también la ocasión para acompañar y alentar a cuantos con fe y generosidad siguiendo la caridad del Buen Pastor, se dedican a atender las necesidades físicas, emocionales y espirituales de los ancianos, discapacitados, enfermos, no nacidos y sufrientes en general. La Iglesia ha buscado siempre defender la vida de todos, de quienes todavía no han nacido, de aquellos que viven afligidos física y mentalmente, de los ancianos, de los agonizantes y de cuantos están en situaciones de dolor. El Beato Juan Pablo II en su encíclica Evangelium Vitae señalaba que “el Evangelio de la vida está en el centro del mensaje de Jesús”, y que “la Iglesia sabe que este Evangelio de la vida, recibido de su Señor, tiene un eco profundo y persuasivo en el corazón de cada persona”. Así mismo indicaba que toda amenaza a la vida humana le duele a la Iglesia: “Cada persona, precisamente en virtud del misterio del Verbo de Dios hecho carne es confiada a la solicitud materna de la Iglesia. Por eso, toda amenaza a la dignidad y a la vida del hombre repercute en el corazón mismo de la Iglesia, afecta al núcleo de su fe en la encarnación redentora del Hijo de Dios, la compromete en su misión de anunciar el Evangelio de la vida por todo el mundo y a cada criatura”. Esta celebración cobra importancia cuando vemos que en varios países del mundo, entre ellos Colombia, avanza lo que se conoce como la “cultura de la muerte”, con la que se trabaja por introducir en la sociedad prácticas como el aborto y la eutanasia. Para nosotros
Diezmos
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resulta especialmente preocupante que recientemente la Superintendencia de Salud ha dirigido una circular en la que trata el tema de la obligación de la prestación del servicio de interrupción voluntaria del embarazo para las IPS y EPS de Colombia, indicando las sanciones que se impondrán a las instituciones que se opongan con medidas administrativas u obstáculos institucionales. Además de ser una disposición jurídica contra la vida, va contra la identidad y la misión de las instituciones de salud que se han comprometido con el ejercicio digno de la medicina, contra la libertad de conciencia de los médicos y contra el ejercicio libre de la democracia. Invito, por consiguiente, a todos los miembros de esta Iglesia particular de Medellín a unirse a esta Jornada con la oración y con los medios más oportunos para promover el valor, el respeto y la dignidad de la vida humana, desde su concepción hasta su muerte natural. Que en un momento de confusión moral y de oscuros intereses ideológicos, políticos y económicos hagamos resonar en la sociedad el mensaje esencial de la misión salvadora de Jesús: “Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia” (Jn 10,10). Más aún, tratemos de involucrar todas las fuerzas vivas de la sociedad en este propósito, pues como se afirma en la encíclica Evangelium Vitae: “Trabajar en favor de la vida es contribuir a la renovación de la sociedad mediante la edificación del bien común. En efecto, no es posible construir el bien común sin reconocer y tutelar el derecho a la vida, sobre el que se fundamentan y desarrollan todos los demás derechos inalienables del ser humano”. Así el Año de la Fe que celebramos también nos permite servir, de un modo concreto, a la causa de la humanidad.
Día del Padre
Óbolo de San Pedro
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