Del 23 al 29 de septiembre de 2013 / No. 436
PAZ PARA TODOS
Bajo el lema “Paz para todos”, la Arquidiócesis de Medellín quiere continuar el llamamiento a respetar la vida humana, a educarnos para la convivencia y a construir entre nosotros una verdadera reconciliación, que se ha venido haciendo a través de la Peregrinación por las parroquias con las reliquias de Santa Laura Montoya y a través de la Semana por la Paz con la que hemos comenzado este mes de septiembre.
No podemos engañarnos. Vivimos ya por décadas un conflicto armado que resulta inadmisible. Uno de los conflictos más antiguos en el mundo. Nos hemos familiarizado con la violencia y parece que aprendimos a convivir con ella. Hemos llegado a volver o a permitir que el conflicto sea un negocio en el que, de alguna manera, muchos se aprovechan. Dejamos impasiblemente que el conflicto evolucione y se haga más complejo. No estamos bien. No siempre se respeta el valor de la vida y algunos hasta han perdido su sentido. En nuestra sociedad se suman y se entrecruzan diversas formas de violencia y delincuencia. La ilegalidad y la impunidad frecuentemente se instalan como un estilo de vida. Falta una formación ética que proteja los derechos de los demás y el primado del bien común. El tejido social está profundamente afectado por la inequidad, la mentira, el egoísmo, la codicia y la superficialidad de la vida.
Año 10 / ISSN: 2027-9205
Es una sociedad conviviendo armoniosamente, creando su desarrollo integral, construyendo solidariamente un camino histórico, marchando con un gran ideal hacia el futuro. Y esto exige la responsabilidad, la creatividad y el protagonismo de todos. “Paz para todos” es el propósito de comprometernos seriamente en la construcción de la paz mediante una educación personal y comunitaria para el perdón, la reconciliación y la solidaridad. Se llegó la hora de no esperar más que otros hagan la paz, sino de apropiarnos todos la tarea y la alegría de construirla. Esto significa apropiarnos este proyecto que somos como personas y como pueblo, apropiarnos la misión que tenemos en el mundo, apropiarnos el futuro que queremos para nosotros y para los que vendrán. Para hacernos capaces de construir la paz, propongo que continuemos una reflexión y un proceso educativo a lo largo de este año; en ello nos pueden ayudar los siguientes momentos:
Por supuesto que también tenemos muchas cosas buenas. Pero no podemos ser como la señora que se ufana de sus joyas valiosas y de sus lujosos vestidos y no se inquieta por el cáncer que padece. Lo bueno que tenemos será verdaderamente tal si logramos sanar el núcleo profundo de nuestra humanidad, del tal manera que seamos capaces de respetarnos en nuestra dignidad y derechos, de caminar juntos, de querernos de verdad. Aquí hay muchos que siguen pensando que la paz la hacen el ejército, la policía o el gobierno de turno, porque se cree que la paz consiste en que controlen a todos los demás para yo poder hacer lo que me venga en gana. La paz es otra cosa.
SEMANA BÍBLICA
1. Celebrar una Vigilia de Oración por la Paz el próximo 4 de octubre, día de san Francisco de Asís. 2. Realizar una Jornada de reconciliación el 21 de octubre, día de Santa Laura, al concluir en la Catedral la peregrinación con sus reliquias. 3. Reflexionar sobre la paz en las familias y en los grupos apostólicos de las parroquias. 4. Potenciar mejor la “Cátedra de Paz” en escuelas y colegios. 5. Invitar a los jóvenes y a las familias, en los próximos encuentros arquidiocesanos que tendremos, a ser constructores de paz. 6. Promover la celebración de la Navidad como tiempo para aprender y vivir la paz. 7. Celebrar la Jornada Mundial de la Paz el 1 de enero de 2014, como una oportuna motivación a recorrer un nuevo año en paz.
Colectas
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Kit de Aseo
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