Libro La2D

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La 2D

ARQUITECTURA


Programa DIFUNDIR LO QUE PENSAMOS Y HACEMOS

La 2D : arquitectura / Celina Caporossi ... [et al.] ; compilado por Nazario Páez Ferreyra. - 1a edición para el alumno - Córdoba : Editorial de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de Córdoba, 2017. 194 p. ; 21 x 21 cm. ISBN 978-987-1494-89-7 1. Arquitectura . 2. Diseño Arquitectónico. I. Caporossi, Celina II. Páez Ferreyra, Nazario, comp. CDD 720

© EDICIÓN, 2017 La 2D : arquitectura / Celina Caporossi ... [et al.] ; compilado por Nazario Páez Ferreyra. - 1a edición para el alumno - Córdoba : Editorial de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional Obra registrada en la Dirección Nacional del Derecho de Autor. Hecho el depósito que marca la Ley No 11.723. Libro de edición argentina. Impreso en la Argentina. Printed in Argentina. ISBN: 978-987-1494-89-7 Ø PROHIBIDA LA FOTOCOPIA (Ley No 11.723). El editor se reserva todos los derechos sobre esta obra, la que no puede reproducirse total o parcialmente por ningún método gráfico, electrónico o mecánico, incluyendo el de fotocopiado, el de registro magnetofónico o el de almacenamiento de datos,sin su expreso consentimiento. Primera edición.


AUTORIDADES FAUD

HONORABLE CONSEJO DIRECTIVO

Decano: Arq. Ian Dutari

Consejeros Titulares: Celina Caporossi / Elvira Fernandez Diego Ceconato / Mariela Marchisio Federico De La Fuente / Eduardo Bellitti Maria Celeste Guerrero / Silvina Mocci Marcos Barboza / Natalia Borello Martin Lemma / María José Antuña Arturo Maristany / Florencia Del Rio Samuel Seguel / Juan Scarpaci Juan Manuel Villanueva / Leandro Iturrioz Micaela Barbero

Vicedecano: D.I. Daniel Capeletti Secretario General: Arq. Marcos Ardita Secretaria Académica: Arq. Carolina Ferreira Centeno Sub Secretaria Académica Arquitectura: Arq. Ma. Cecilia Bergero Sub Secretaria Académica Diseño Industrial: DI. Romina Andrea Tártara Secretario De Investigación: Dr.Arq. Hugo Peschiutta Secretario De Extensión: Arq. Germán Baigorrí Subsecretario de Extensión: D.I. Marisa Navarro Secretaria de Asuntos Estudiantiles: Arq. Cecilia Chiosso Directora Escuela de Graduados: Dra.Arq. María Cecilia Marengo

Consejeros Suplentes: Fernando Rosellini / Juan Manuel Bergallo Fernando Díaz / Santiago Copertari Mariana Inardi / Sergio Priotti Javier Parra / Emiliano Inardi Cristina Debat / Denisse Gari Jonneret Marta Luisa Brossa / Osvaldo Fernandez Paula Mendez / Valentin Sahar Mariano Mendoza / Franco Mantovani Ariel Garzon /Diego Veglio


Autores Arq. Caporossi, Celina Arq. Ventura, Daniel Arq. Diéguez, Gustavo Arq. Carranza, Lucas Arq. Errasti, Maricruz Arq. Guerrero, Celeste Arq. Menéndez, Adriana Arq. Pájaro, Fernando Arq. Mir, Guillermo Arq. Rapallo, Pedro Arq. Stieger, Sigfrido Arq. Hidalgo, Magdalena Arq. Beltramo, Nicolás Civitate, Luciano Conci, Rocío Gonza, Máaximiliano Gamba, Mateo Compilación Arq. Páez Ferreyra, Nazario Arq. Caporossi, Celina Edición General Arq. Páez Ferreyra, Nazario Dibujos e Ilustraciones Choques, Rodrigo Gagliano, Agustín Gonzalez Holc, Germán Colaboraciones Gagliano, Agustín Luberriaga, Felicitas Proyectos Alumnos de Arquitectura 2D, Faud, Unc. Años 2015/2016


ARQUITECTURA

2D

Profesora Titular Arq. Celina Caporossi

Adscriptos Alumnos Joaquin Cruz Gonzalo Velez Da Porta Tomas Gilardi Petrini Profesor Adjunto Florencia Olmos Arq. Pedro Rapalo Camila Lucía Guerra Rocio Conci Profesores Asistentes Enrico Kreiman Arq. Fernando Pajaro Sofía Lazcano Arq. Luis Salvay Cecilia Marti Arq. Adriana Menéndes Javier Moran Arq. Celeste Guerrero Paula Mendez Arq. Maricruz Errasti Luciano Civitate Arq. Guillermo Mir Rodrigo Choque Arq. Lucas Carranza Agustin Gagliano Mateo Gamba Adscriptos Egresados Candela Brizuela Arq. Nazario Páez Ferreyra Liza Breuer Arq. María Emilia Daveloza Franco Ligdas Arq. Nicolás Beltramo Felicitas Luberriaga Arq. Pablo Ochoa Santiago De Francesco Arq. Paula Fossati Arq. Leonardo Botelli Dagum Clara Jubete Ana Segura Arq. Sigfrido Stieger Francisco José Figueroa Arq. Irupé Teniente Emanuel Accastello Arq. Esteban Anderson Nelson Mupane Arq. Victoria Burgos Arq. Cintia Romero Sanchez Andrea Agüero Meineri German Gonzalez Holc Arq. Magdalena Hidalgo Enzo De Dio Arq. Julieta Molina Gonzalo Arce Arq. Yanina Ferretti

Cristian Martinez Tito Maximiliano Gonza Samuel Seguel Lucio Boero Sofía Lamón Rodrigo Bustamante Catalina Ronco Daniel Giannoni Nicolás Andrenacci Paula Aimar Lautaro Quattroccolo


00 INDICE

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Arquitectura 2D Arquitectura de casas. Una arquitectura del ensayo. Por Celina Caporossi ¿Cómo enseñar a hacer una casa a un estudiante de arquitectura? Por D. Venturi ¡Argentinos, a las casas! por Gustavo Diéguez

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Taller Carranza La casa y su soporte por Lucas Carranza La casa de los comunes conviviendo por Rodrigo Choques Redes “sociales” por Agustín Gagliano Casa Barrio por Micaela Barbero Conjunto de viviendas por Melina Rivero y Alejandro Sandoval

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Taller Errasti La casa y las cinco obstrucciones por Maricruz Errasti Arquitectura ilimitada. Hacer arquitectura sin arquitectos por Mateo Gamba La casa moderna a través de la cámara por Sigfrido Stieger La vivienda temporal por Luciano Civitate De las implicancias del lenguaje en el proyecto por Maximiliano Gonza Casa Tissot por Juan Francisco Slednew Cribatres por Pilar Casorran y Catalina Buoni

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Taller Guerrero La casa y los modos de habitar por Celeste Guerrero Utopías permitidas por Nicolas Beltramo El espacio plus, incubadora de actividades por Rocio Conci

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Casa Sabattini por Nicolás Flores Conjunto MS por Jazmin Gieco y Nicolás Flores

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Taller Menéndez La casa, como el lugar de la memoria por Adriana Menéndez La casa, el lugar de los cambios por Magdalena Hidalgo Casa 8,66 por Manuel Bechis Conjunto de viviendas por Cirigliano y Zimmerann

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Taller Mir La casa y las transiciones escalares La casa por Germán Gonzáles Holc Casa 8,66 por Marcos Quirelli Encastre útil por Taranzo y Oviedo

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Taller Pájaro La casa y los discursos por Fernando Pájado Casa ICU por Maniaran Valdez Conjunto modular por Julieta Tejeda y Julieta Veraguas

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Taller Salvay La casa y la mirada del usuario por Pedro Rapallo Casa Rampa por Santiago Gudin Conjunto de viviendas por Santiago Gudín y Herrera

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ARQUITECTURA

2D

Esta publicación resume algunas de las principales reflexiones derivadas de la experiencia que el equipo de la 2D viene realizando desde el 2009, parte avance de su producción, parte síntesis de la Propuesta Pedagógica que oportunamente fuera presentada en el 2014 y que organiza a la cátedra en conceptos y contenidos. Las publicaciones de enredados, barrio, refugios y casas, que anteceden a este texto, nos dieron las coordenadas pedagógicas para una arquitectura del habitar doméstico que requiere rehabitar los espacios de reflexión. Hoy invitamos al lector a recorrer entonces estas páginas como avance de esta experiencia EN PROYECTO, intercambio y puesta en común que nos permite reflexionar y acercar hipótesis proyectuales sobre las grandes preguntas del habitar cotidiano: ¿Cómo habitamos, con que arquitecturas? ¿Qué espacios para que habitante en nuestro contexto y época? Nos une como equipo entender que el espacio académico es una oportunidad para reflexionar sobre la Arquitectura, en tanto práctica proyectual que requiere una reflexión sostenida. Pensamos haciendo o mejor aún vamos creando y sintetizando pensamiento en la propia acción de proyectar. Y en este espacio real de vínculos entre estudiantes, ayudantes y docentes se produce otro, de construcción simbólica de puesta en juego de un “pensamiento en acción”, una dinámica formalizada y pendular que requiere de un doble juego entre el aprendizaje de un “hacer” y las hipótesis de proyecto que refieren a una realidad específica. Esa es nuestra tarea y esta la invitación a compartir, ahora en papel, este trabajo en proceso. Arq. Profesora Titular Celina Caporossi


Casa del Futuro. Alison y Peter Smithson. 1956


ARQUITECTURA DE CASAS

UNA ARQUITECTURA DEL ENSAYO Por Celina Caporossi

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ensar la casa y su arquitectura es poner en el centro ese espacio vital que define culturalmente nuestro “ser en el mundo” y porque no, nuestra disciplina. Porque desde que el hombre es hombre la necesidad de protección primero y el desarrollo de la vida privada después, ha generado formas muy diversas de resolver el habitar doméstico. Desde el momento que la ciudad adquiere protagonismo como el principal hábitat humano, la vivienda ocupará el lugar central de reflexión, así todo el siglo XX hará de la proyectación de casas un laboratorio de experimentación para resolver la forma de vida moderna alentado por la arquitectura formal masiva y de escala. Funcionalidad y nuevas formas de vida, reconfiguración de las relaciones entre dispositivos espaciales y la capacidad técnica, la búsqueda de una nueva ética y estética de la forma serán algunos tópicos que encontraran en la arquitectura de casas su mejor campo de ensayo. A pura prueba el movimiento moderno desplegará una cantidad de instrumentos que hasta el día de hoy constituyen el bagaje disciplinar sobre el cual se desarrolla nuestra arquitectura. Nuestro nuevo siglo parece reforzar la idea de que es la vivienda y su proyectación la que es capaz de sintetizar en su desarrollo desde los grandes manifiestos y sistemas socio- productivos hasta los interrogantes filosóficos del ser y habitar. La abstracción de Mies puede


convivir y dar respuestas tanto como la búsqueda de primitiva esencia de Fuyimoto. De igual modo la casa contiene en su resolución la lógica de la tecnología industrializada tanto como el artesanato de la piedra o el ladrillo. Su resolución interroga también la compleja relación entre usos y espacio. La normalización de las conductas humanas, la diversidad y las nuevas relaciones interfamiliares encuentran en la casa su más claro representante simbólico individual y social. Flexibilidad, adaptación, espacios plus o neutros, etc. son conceptos que abren nuevos campos de pensamiento proyectual. En síntesis, la arquitectura de la casa es la arquitectura del ensayo donde se explora los propios límites disciplinares, campo de reflexión que no solo permite elaborar hipótesis sobre la forma de habitar lo domestico en el aquí y ahora sino que proyecta desde su génesis la forma de habitar el futuro. A continuación se esboza cinco temas-constantes, que como las muñecas rusas albergan distintos enfoques sobre la casa y su arquitectura. La casa como cobijo: el mínimo habitable Lo mínimo traducido en metros cuadrados, en tecnología o en espacio pone en evidencia la reflexión sobre las constantes en la Arquitectura acercando el proyecto a la comprensión de una arquitectura esencial. Con su prosa exaltada y poética Le Corbusier en “Mensajes a los estudiantes de Arquitectura” planteara el ideal a proyectar: una casa como un palacio,

morada del hombre pensada con materiales simples hasta pobres y un programa muy reducido. Lo mínimo en la arquitectura de casas se presenta como el espacio primario que hay que encontrar en el origen, como refugio y territorio, obligando a establecer las relaciones primarias que se establecen entre Hombre y Espacio, condición para habitar lo doméstico. Cambiará entonces la forma de manifestarse, desde las necesidades así como las distintas respuestas espaciales según la época y el contexto. Permanencias y Cambio se presentan así en permanente tensión temporal estableciendo los invariables arquitectónicos, desde la necesidad de cobijo hasta la definición del espacio de lo privado y lo domestico. Para la disciplina arquitectónica a su vez, el mínimo habitable es y ha sido un tema de permanente de reflexión práctica y teórica. Desde la Cabaña de Laugier (s.XVIII), que reivindica la relación hombre-naturaleza retomando la idea vitruviana de Edificio Primogénito, hasta la contemporánea Casa de Troncos de Fujimoto y su “futuro-primitivo”, la arquitectura ha explorado esta relación Hombre-Esencia y Espacio mínimo habitable. Solo como ejemplos: El Cabañón de Le Corbusier, la cabaña de Erskine y por supuesto la obra conceptual de Toyo, refugio para una mujer nómada, donde la cabaña se traslada a lo urbano o más acá Shigeru Ban con la cabañas de bambu para resolver emergencias. El “existenzminimum” sintetizará toda una época de exploración sobre el mínimo habitar como forma de resolver el problema de la vivienda masiva e


Wooden House. Sou Fujimoto. 2006. FotografĂ­a de Maricruz Errasti


Villa Dall’Ava. Rem Koolhaas. 1991


industrializada. Desde los mono ambientes a los hoteles cápsulas estas exploraciones siguen teniendo vigencia y plantean todo un campo de reflexión abierto y crítico sobre la puesta en práctica del mínimo en la resolución del habitar cotidiano. La casa como contenedor de actividades y objetos La casa entendida como espacio contenedor interroga al vacío, y pone el acento en la puesta en relación del Programa Social con el Espacio Doméstico que en nuestra contemporaneidad implica indagar sobre las distintas formas de vida y las nuevas unidades de Convivencia. Es abordar desde la Arquitectura al mundo de lo privado, a lo íntimo como idea de Proyecto. Interesa la comprensión del/los Habitantes con su forma particular de desarrollar la cotidianeidad, gustos, deseos, etc. quien pulsa en proyecto el programa dado y la interpretación del Proyectista. Actividades y Usos entonces son la secuencia que hay que desentrañar y sus gradientes (públicas, privadas e indiferenciadas). Espacios posibilitantes, Intensidades, posibilidades y potencialidades de uso van definiendo una acción sobre el espacio. Así, desde el espacio funcional –especializado- al espacio indeterminado se pone en juego los conceptos de flexibilidad e indeterminación espacial. El espacio doméstico a su vez define el mundo de los objetos y su relación de usos. El movimiento es parte de la definición del espacio: recorrido, visuales,obturaciones, aperturas, etc. La Arquitectura pendula en su doble condición: es reflejo espacial de formas de vidas socialmente pre-

determinadas y también es espacio de apropiación para el desarrollo de la vida doméstica. En este sentido, la relación Forma espacial y organización social no es unívoca. A lo largo de la historia, la relación entre Espacio y Sociedad, que en la vivienda se ha traducido en la relación entre Espacio y Familia, ha dado formas espaciales de organización diferenciadas en acuerdo al contexto. Pero a su vez, en muchos casos la persistencia en el tiempo de los espacios domésticos ha posibilitado adaptarse a los cambios, adecuándose a nuevos contextos sociales. Podríamos afirmar que existen entonces algunas estructuras espaciales que perduran con una cierta independencia de la forma social que lo generó. Por ejemplo, en nuestro contexto, desde la casa colonial –con la casa romana como antecedente– hasta la denominada “casa chorizo” es posible identificar Estructuras Espaciales ligadas a una forma específica de reproducción y producción social (de la casa Productiva autosuficiente a la casa Urbana). Y en todas ellas ha predominado una forma espacial de organización lo suficientemente genérica como para permitir la adecuación a lo largo de la historia y absorber los cambios. La arquitectura, a su vez, ha explorado en los dos extremos programáticos: espacios muy especializados, emergentes de usos predeterminados, por un lado, y en contrario, búsquedas de flexibilidad, adaptabilidad espacial hasta la indeterminación. Algunas de las líneas proyectuales para indagar al respecto son: - Predeterminación espacial como emergente de una forma de organización programática. Organiza-


ción por áreas funcionales: sociales, privadas, servicios. Un excelente ejemplo extremo: la Casa Fisher de L. Khan y su división formal-programática. La villa Dall´Ava de Rem Koolhaas y su interpretación de los espacios públicos y privados de la casa. - Espacios técnicos muy especializados que sirven a espacios genéricos. Concepto de Khan de espacios servidos y de servicios. Concepto de Muros útiles. La casa Farnsworth de Mies constituye un ejemplo de síntesis de concentración de servicios e indeterminación espacial a su vez. - Espacio contenedor. La idea de un Contenedor Espacial único de usos y divisiones programáticas. Como ejemplo, el espacio corbusieriano de doble altura. Casa N de S. Fujimoto, una casa dentro de otra casa, en espacios indeterminados. - Espacios flexibles. Búsquedas de Espacialidad interior con límites móviles que permitan el cambio. Una de las primeras experimentaciones proyectuales: la casa Rietveld. Otro buen ejemplo: la Casa Citroen de Le Corbusier. - Espacios indeterminados. Nuevos conceptos de indeterminación espacial con muy baja especialización funcional. Exploraciones del nuevo siglo para conseguir alta apropiación del Habitante. Ejemplo como extremo conceptual: Casa 7/2 de Suo Fujimoto o la Casa Kita de Sanaa. Es interesante también la Casa para un dentista, donde Shigeru Ban diluye por completo el interior en el exterior diluyendo el límite.

La casa como dispositivo tecnico-ambiental La Casa es también una respuesta formalizada a las Condiciones Ambientales. La Arquitectura en tanto “espacio que se construye” es posible gracias a la habilidad técnica (como toda construcción o factura humana), a partir de determinados recursos técnicos, humanos, etc. Desde este punto de vista es posible abordar los siguientes temas asociados: - La casa como respuesta formalizada y Dispositivo Espacial de Confort para conseguir condiciones de habitabilidad. Entender a la casa como dispositivo espacial integrado, de captura y obturación frente al clima. Las Casas de Wladimiro Acosta y la losa Helios. Los estudios del sol. Los espacios intermedios y sus ventajas como espacios de Confort. Galerías, terrazas, etc. El verde como Material de Proyecto. Son algunos de los temas emergentes. - La casa como Dispositivo Estructural es entender a la estructura como base de la organización espacial. Algunos de los aspectos centrales para Explorar en Proyecto son: Los Modelos estructurales básicos: Estructuras Portantes. El muro como envolvente, el filtro y la estructura. La casa-muro: El mampuesto y el muro. Horadaciones. La casa Tradicional (Muros jesuitas en Córdoba). Las Casas de Togo Diaz en ladrillo en Córdoba o Ferrari Becker en Buenos Aires. Es posible indagar también ejemplos de Hormigón donde la estructura formaliza el espacio, por ejemplo la Casa de A. Bucci en Brasil. En conjunto de vivienda, un excelente ejemplo de resolución con Predominio portante es el conjunto de Sou-


Casa Farnsworth. Ludwig Mies van der Rohe. 1951


Casa de vidrio. Lina Bo Bardi. 1951


LA ARQUITECTURA OBLIGA A ESTABLECER RELACIONES CONTEXTUALES ENTRE LA CASA Y SU SITIO, TERRENO O LUGAR EN EL PAISAJE O EN LO URBANO. to de Moura en Portugal. Estructura Independiente, ruptura del muro, espacio indeterminado. Relaciones Interior-exterior. Como ejemplos de la Modernidad: los modelos genéricos del Modulor de Le Corbusier en Hormigón, o el de Mies en metal, base conceptual de La Arquitectura Contemporánea. En los extremos contemporáneos, las casas de Sanaa o Fujimoto como estructuras en trama y disolución del límite. Estructuras Mixtas. La gran mayoría de la arquitectura de Casas se resuelve con estructura Mixta. Muy buen ejemplo: la Casa Hooper de Marcel Breuer, el muro tiene presencia estructural y compositiva. La relación entre Modulación estructural y Modulación espacial. Identificando la relación entre estructura, espacio y usos. Ejemplos como la Casa Curuchet o la Casa Farnsworth permiten identificar de forma sencilla esta relación Y sus posibilidades, ya que expresan espacialmente la estructura. Un buen ejemplo De vivienda en tejido: la casa para un Dentista de Shigeru Ban. - La casa como Dispositivo Técnico, desde la materia a las tecnologías. Es explorar las posibilidades de la materia y sus recursos con base en el espacio. La casa abre un campo de exploración que permite desde el rescate de técnicas tradicionales hasta la innovación tecnológica. La casa como lugar La casa se localiza y se funda en un territorio específico generando relaciones espaciales con el contexto natural, geográfico o urbano. Estas relaciones entre la casa y su contexto de implantación siempre son de orden complejo.

La arquitectura obliga a establecer relaciones contextuales entre la casa y su sitio, terreno o lugar en el Paisaje o en lo Urbano. Por otro, y articulado con lo anterior el lugar de inserción genera requerimientos, establece condicionantes y define una posición de la casa, una pisada. Una forma de redefinir ese soporte previo. En acuerdo con lo anterior, es también establecer las Relaciones Interiores-exteriores de la vivienda, sus vacíos y llenos, sus obturaciones espaciales, sus capturas y visuales tanto para captar u obturar: sol, visuales, relaciones, etc. Es definir también la Posición topológica de los espacios, estableciendo sus ámbitos de relación y fricción y sus lugares aislados, privados. Un excelente ejemplo de las relaciones primarias de contexto es el texto “Una pequeña Casa” de Le Corbusier. Como territorio en el paisaje. “las casas - patios”, organizan solo con la disposición de la arquitectura un lugar propio. Como ejemplos: la Casa Experimental de Alvar Aalto o la Casa de Vidrio de Lina Bo Bardi. Una actitud similar con respecto a crear su propio territorio en “las casas-cuevas”, que se entierran, mimetizan su arquitectura; un buen ejemplo: la Casa en Moledo de Souto de Moura. En el otro extremo, “las casas miradores” se despegan del piso para capturar el paisaje o “las casas de vidrio” como la Farnsworth de Mies, que diluyen sus límites para integrarse a este. En lo Urbano: Si en el Paisaje la casa es punto, en lo urbano la casa es parte de una trama construida. Nos expone a la reflexión entre la Arquitectura y la Ciudad


estableciendo relaciones entre: Casa- tejido- manzana- espacio público- espacio urbano. Las medianeras, la posición en esquina o en tramo, las dimensiones del lote, las sombras que arrojan los vecinos, la orientación y la luz, la disposición hacia el espacio público calle, plaza, etc. son algunos de los temas proyectuales emergentes. Un movimiento de la casa a lo urbano y viceversa. Por otra parte pone en relación la arquitectura con otra arquitectura. Conceptos tales como Densidad, Diversidad Programática y Categoría de Espacios (públicos, semipúblicos, privados, etc.) son puestos actualmente en discusión en los procesos de renovación urbana. ¿Cómo vivir en conjunto? ¿Cómo resolver lo individual y lo común en la ciudad? La casa como dispositivo espacial Entender la casa como arquitectura, es entenderla como un dispositivo o estructura espacial. Una manera integrada de organizar el espacio arquitectónico. Estructuras espaciales complejas a partir de una lógica Integral de proyecto “Nadie ha triunfado tanto en la creación de sistemas totales como Le Corbusier y Mies. Su concentración es tal que la naturaleza de sus sistemas está implícita incluso en cada uno de sus fragmentos”, dicen los Smithson en su libro fundacional “El Arte de Habitar”. A esta complejidad de relaciones materializadas y sinteti-

zadas en cada una de sus obras la llamo dispositivo espacial. Una respuesta integrada que excede al tema específico que le dio origen para sintetizar en el espacio un conjunto de conceptos sobre la disciplina, “el criterio de orden capaz de soportar una estructura espacial autónoma y consistente”, dirá Helio Piñon. Una toma de posición espacial en el mundo material y en el mundo de las ideas es indagar sobre las estructuras conceptuales que organizan las distintas decisiones de proyecto. Y una y otra vez estas organizaciones son tomadas por la Disciplina para construir y para aprender. Son arquitecturas que, por la fuerza de la concentración y el poder de síntesis entre onceptos, contexto y contenido, nos enseñan. Responden a un programa, resuelven las condicionantes de contexto, proponen una técnica pero sobre todo son propuestas de Espacios para el habitar doméstico, son hipótesis de como habitar hechas arquitectura. Entender a la Casa en tanto Arquitectura, como dispositivo espacial, es acercarse a la idea de Arquitectura como totalidad con centro en el Espacio. Arquitectura Como Síntesis, el resto de las variables, forma, técnica, usos, etc., son conceptos que solidariamente se subordinan. El espacio entonces es fin y síntesis a la vez.


Casa Curutchet. Le Corbusier. 1953



¿

Cómo enseñar a hacer una casa a un estudiante de arquitectura

?

Por Arq. Profesor Daniel Ventura UBA / UFLO

Nest we Grow UC Berkeley + Kengo Kuma / Japón / Trabajo Estructura Arquitectónica Proyecto Material FADU UBA Gatto Parodi


L

a Real Academia Española define la palabra casa como un edificio para habitar y la palabra vivienda como lugar cerrado y cubierto construido para ser habitado por un grupo de personas que viven juntas en familia. La vivienda se ha ido transformando a lo largo del último siglo por múltiples factores que van desde los modos de habitar o los cambios de paradigmas hasta las transformaciones culturales y las nuevas tecnologías. Las prácticas pedagógicas contemporáneas para la enseñanza de la arquitectura deben dar cuenta de dichos cambios y habilitar espacios de análisis donde se puedan debatir las operaciones proyectuales, con el fin de dotarlas de mayor coherencia y generar procesos que abran nuevas preguntas acerca de la generación de espacios arquitectónicos y su relación con el campo material. Por otra parte, en la escuela argentina, la enseñanza de la Arquitectura ha girado tradicionalmente en torno de dar un programa de necesidades y brindar respuesta a partir de una idea rectora que sintetizara la relación entre el uso y el funcionamiento. El espacio se constituía como el resultado de esta operación. Durante el proceso de enseñanza-aprendizaje se tomaba como fundamental un concepto compositivo que había instalado la Ecòle des Beaux Arts a finales del S XIX: el de partido, que consistía en proyectar en planta desde una idea rectora. Entonces, a partir de poner en crisis aquella idea que durante tanto tiempo ha atravesado la didáctica en las escuelas de arquitectura, proponemos que por medio de una serie de trabajos indagatorios se profundice en la noción de construcción de espacio arquitectónico a través del análisis, elaboración, desarrollo y realización de ejercicios que focalicen sobre los aspectos fundamentales de la disciplina. ¿Cómo construir entonces un lugar para ser habitado? o ¿Cómo construimos un pensamiento pedagógico para producir un lugar para ser habitado? Sugerimos:

El estudio de los antecedentes Proponemos develar, a través de diferentes casos de estudio, los problemas que se originan a partir de la disposición de los elementos que los conforman. Se trata de separar los problemas para determinar con más precisión la relación intrínseca de las partes. Se entienden como problemas los factores por los que tiene que atravesar la arquitectura para poder conformar el espacio arquitectónico. La utilización del referente tiene como objetivo su utilización como material de trabajo. Su manipulación se realizará a partir de la construcción de modelos que hacen foco sobre las partes. Estas representaciones darán cuenta de los sistemas de producción, vínculos estructurales y condiciones espaciales y formales a las que están sometidas las obras. La mirada del caso es operativa, el análisis desnuda el mayor grado de precisión posible sobre los problemas que indaga el trabajo. Enrique Vila-Matas, escritor catalán, narra en la novela El mal de Montano del año 2002 las obsesiones del protagonista: “Sin prisas, fui haciéndome con un poco de estilo propio, no deslumbrante pero suficiente, algo inconfundiblemente mío, gracias al vampirismo y a la colaboración involuntaria de los demás, de aquellos escritores de los que me valía para encontrar mi literatura personal... Yo encontré lo mío en los otros, llegando después de ellos, acompañándoles primero y emancipándome después.” Si llevamos este concepto a nuestro campo disciplinar podríamos aseverar la importancia de la referencia como objeto de trabajo, no solo conceptual sino necesariamente operativo. La puesta en valor de la estructura La estructura es entendida como estructura arquitectónica. Los elementos que la componen no sólo son el sostén de la obra sino que son los que generan y producen el espacio arquitectónico. Se estudian las formas con las que llegan las cargas al suelo y cómo influyen en la percepción del sujeto sobre el peso de las mismas. Se trata de una conceptualización en tér-


Carlos RaĂşl Villanueva / Ciudad Universitaria de Caracas, Venezuela, 1954


Ejercicios de Territorio / Alumnos de Arquitectura I FADU UBA


minos tectónicos, que involucra tanto el problema de la relación entre pesos, esfuerzos y materiales como el de las formas y los requerimientos humanos. La estructura está relacionada con el orden y también con la repetición. Su organización conformará un agrupamiento de elementos sobre los que podrán generarse diferentes variaciones. Estas relaciones son entendidas como una conexión que implica una correspondencia de algo con otra cosa a manera de asociación. La Real Academia Española define a la asociación como una conexión mental entre ideas, imágenes o representaciones, por su semejanza, contigüidad o contraste. Le Corbusier solía decir sobre la estructura que “No se trata de volúmenes, sino de masas que pesan y resisten”. De todas formas, tanto los elementos constitutivos como el espacio generado están íntimamente ligados con la percepción del sujeto. La capacidad técnica del material con el cual producir la estructura proporcionará los modos productivos y expresivos para generar el espacio. La reelaboración de la construcción espacial Aldo van Eyke hace referencia en 1954 al concepto de Umbral desarrollado por los Smithson: “Los proyectos deben manifestar, en términos arquitectónicos, el deseo real de superar las polaridades que realmente no existen: individual-colectivo, material-emocional, parte-todo, permanencia-cambio, interior-exterior. No son dualidades, ni polaridades. Este hecho debe ser expresado en cualquier planeamiento.” Sin duda, el espacio de intermediación que existe entre otros dos espacios, que pueden ser tanto cubiertos como descubiertos, tendrá un rol fundamental en la construcción del Borde. Indagar particularmente sobre el espesor de este límite nos hará reflexionar acerca de sus vínculos. Esta mirada sobre la conceptualización del borde modificará sustancialmente la construcción del espacio arquitectónico. Permite establecer diferentes grados de jerarquías y resuelve nuevas instancias de recorridos. Atravesar estos espacios produce nuevas percepciones fenoménicas en el sujeto.

La relación entre la estructura y el cerramiento juegan aquí un papel significativo en la determinación, tanto física como perceptiva, de la continuidad o discontinuidad del espacio. El espacio abierto se determina a partir de la configuración del resto de los espacios. Esta poesía de Jorge Luis Borges nos hace reflexionar acerca de la importancia de la construcción de los espacios domésticos. Las medidas y las proporciones pertinentes dotarán al espacio de la escala adecuada según su jerarquía: “El patio es el declive por el cual se derrama el cielo en la casa. Serena, la eternidad espera en la encrucijada de estrellas. Grato es vivir en la amistad oscura de un zaguán, de una parra y de un aljibe”. La conciencia sobre la producción material Se trata de pensar el proyecto como una pieza arquitectónica que se va transformando a través del tiempo; el material de trabajo es el instrumento por el cual se realizan las exploraciones proyectuales. Ese material está compuesto por elementos arquitectónicos que tienen una fuerte relación con la materialidad, la estructura y el espacio. La experimentación sobre el objeto deberá develar los mecanismos de producción material para la realización de un nuevo proyecto. Ana Maria Rigotti escribe en su trabajo sobre Materialidad que existe la idea de que la forma es una manera de desmontar el modo de producción de cosas y a menudo esa forma como tal no es abstracta sino estrictamente dependiente de una materialidad. Ignacio Paricio en el capítulo Las Técnicas del libro La construcción de la arquitectura clasifica a las prácticas constructivas utilizadas en arquitectura como sistemas de producción por montaje, sistemas de producción por mampuestos y sistemas de producción por colados. Todos estos modos influirán directamente sobre la configuración del objeto arquitectónico. El estudio de las técnicas posibilitará la creación expresiva de la obra su modo coherente de utilización la vuelve inteligible. Podríamos afirmar que no hay arquitectura sin construcción.


EL ENTORNO AL CUAL ESTÁ SOMETIDO EL PROYECTO PUEDE SER FÍSICO, MATERIAL, HISTÓRICO, CULTURAL, POLÍTICO Y/O SOCIAL.

Para Zumthor los materiales no tienen límites: “(...) tomen una piedra: podrán aserrarla, afilarla, horadarla, hendirla y pulirla, y cada vez será distinta. Luego tomen esa piedra en porciones minúsculas o en grandes proporciones, será de nuevo distinta. Pónganla luego a la luz y verán que es otra…” Las piezas de proyecto abordarán instancias en el aprendizaje donde se puedan poner en relación los trabajos proyectuales y su materialización en escala 1:1. Estos procesos serán verificadores de los planteos realizados siendo ésta una instancia también transformadora al momento de concretarse la construcción material. La valoración del lenguaje como expresión “El arquitecto piensa pero no producirá una obra hecha de palabras sino un objeto hecho de formas y de materiales. Este objeto transmite su propio y particular mensaje que en buena parte no admite ser traducido a palabras. Este lenguaje arquitectónico se corresponde con un tiempo histórico del cual es expresión. Por consiguiente, requiere constantes renovaciones en función de los requerimientos sociales cambiantes y según el tiempo. Tales renovaciones ideológicas se traducen en técnicas específicas proyectuales, las que denotan y connotan al objeto en evidente constancia de semantización. En tanto expresión de un mismo mensaje, en la obra artística forma y contenido, significante y significado, conforman una unidad.”

Este texto de Charles Baudelaire refuerza nuestra idea sobre la conformación de lenguaje en una obra de arquitectura. La configuración de los elementos constitutivos de la obra y su materialización producirán una expresión particular y significativa de la obra. La técnica cumple un papel importante en la construcción material del objeto y su expresión una posibilidad de generar lenguaje. Pensar el Lugar como la presencia física de la arquitectura Rafael Moneo toma el concepto de “inmovilidad sustancial” para referirse al lugar como pertenencia. Dice que “la arquitectura alcanza su verdadero status cuando se realiza. El suelo es el que garantiza su condición de objeto. Sin el terreno, sin un específico y único lugar, la arquitectura no existe. Uno de los rasgos característicos que con más fuerza se distingue a la arquitectura es la construcción. Sin embargo quisiera reservar este concepto de arquitectura para la auténtica permanencia de la realidad construida y tal deseo implica que haga acto de presencia aquella “inmovilidad sustancial” que solo puede ser alcanzada con un lugar...” El entorno al cual está sometido el proyecto puede ser físico, material, histórico, cultural, político y / o social. El lugar podrá ser tanto la ciudad como el campo abierto. Los aspectos físicos sobre los cuales el proyecto


debe indagar son topográficos, morfológicos y climáticos. El posicionamiento físico de una obra de arquitectura implica no solo la construcción del lugar sino también una construcción de lenguaje. El clima incide necesariamente en definir la relación de la arquitectura con sus bordes. Los espacios de transición también cumplen un rol fundamental en el posicionamiento del trabajo en el territorio. El uso de los espacios para ser habitados Pensar en los usos es lo que convertirá a la arquitectura en un lugar habitable. La casa no se regirá a partir de un programa de necesidades sino a reflexionar acerca de los lugares para dormir, comer, descansar, reunirse, asearse, contemplar, etc. Pensar en las actividades contemporáneas, las nuevas conformaciones de familias y las nuevas tecnologías posibilitará la creación de lugares inéditos de uso. La flexibilidad y la fluidez de los espacios hará que los límites entre un lugar y otro sean indeterminados. Este intersticio será probablemente el que determine el límite. La condición espacial también influirá en la determinación de los espacios de uso. Será la que genere diferencias jerárquicas de los lugares. La escala doméstica de la vivienda estará en relación con la medida de los habitantes que son a su vez la medida de todas las cosas. El mobiliario cumple un rol predominante en la construcción del espacio de uso. Zaida Muxi habla de Habitar el Presente: Pensar en espacios flexibles implica, entre otras estrategias de diseño, definir una adecuada articulación de los diversos sistemas (elementos constructivos e instalaciones) que confluyen en la vivienda. Estos deben ser pensados de forma tal que permitan la mayor evolución y adecuación de los componentes a los requerimientos cambiantes de los usuarios. El objetivo es definir sistemas constructivos que no se conviertan en obstáculos para las transformaciones. La enseñanza de la arquitectura merece, desde nuestro punto de vista, un redireccionamiento que posibilite a los docentes y estudiantes un acercamiento

diferente a la disciplina del que hasta ahora han tenido. Las prácticas pedagógicas deben ser revisadas, pues las distintas culturas que coexisten en el espacio áulico así lo requieren. Por lo tanto debemos habilitar espacios de análisis donde se puedan debatir las operaciones proyectuales, con el fin de dotarlas de mayor coherencia y producir procesos que abran nuevas preguntas acerca de la generación de espacios arquitectónicos y su relación con el campo material. La profundización impactaría en la producción disciplinar y provocaría una necesaria discusión sobre la pertinencia de un lenguaje arquitectónico contemporáneo. Nos preguntamos entonces: ¿Cómo enseñamos hoy a hacer una casa a un estudiante de arquitectura? BIBLIOGRAFÍA 1. Frampton, Kenneth. Estudios sobre cultura tectónica: poéticas de la construcción en la Arquitectura de los siglos XIX y XX. Madrid, Akal Ediciones, c1999. 2. Paricio, Ignacio; La construcción de la arquitectura. Las técnicas, Barcelona, Institut de Tecnologia de la construcció de Catalunya, 1996 3. Paricio, Ignacio; La construcción de la arquitectura 2. Los elementos, Barcelona, Institut de Tecnologia de la construcció de Catalunya , 1996 4. Zumthor, Peter; Atmosferas, Barcelona, Ediciones Gustavo Gili, 2006 5. Zumthor, Peter, Madrigal, Pedro; Pensar la arquitectura, Barcelona, Ediciones Gustavo Gili, 2004 6. Vila-Matas, Enrique. El mal de Montano. Barcelona. Editorial Anagrama, colección «Narrativas hispánicas» 2002 7. Rafael Moneo Valles. Inmovilidad Substancial. Revista Circo 24. Madrid 1995 8. Josep Montaner, Zaida Muxí, David H. Falagán. Herramientas para habitar el presente / La vivienda del siglo XXI. Barcelona 2011 10. Le Corbusier. Hacia una arquitectura. Paris 1923 9. José Fernández-Llebrez Muñoz La Dimensión Humana de la arquitectura de Aldo Van Eyck. Tesis Doctoral UPV. Valencia 2013


“¡Argentinos, 1 a las casas!” Por Arqu. Gustavo Diéguez

Por Arq. Gustavo Diéguez

“En la actualidad, una de cada tres familias de América Latina y el Caribe —un total de 59 millones de personas— habita en una vivienda inadecuada o construida con materiales precarios o carente de servicios básicos. Casi dos millones de las tres millones de familias que se forman cada año en ciudades latinoamericanas se ven obligadas a instalarse en viviendas informales, como en las zonas marginales, a causa de una oferta insuficiente de viviendas adecuadas y asequibles”,señala el estudio editado en 2012 por el BID (Banco Interamericano de Desarrollo). Un espacio para el desarrollo: los mercados de la vivienda en América Latina y el Caribe”

1 “¡Argentinos, a las cosas; a las cosas!... Déjense de cuestiones previas personales, de suspicacias, de narcisismos. No presumen ustedes el brinco magnífico que daría este país el día que sus hombres se resuelvan de una vez, bravamente, a abrirse el pecho a las cosas, a ocuparse y preocuparse de ellas directamente y sin más, en vez de vivir a la defensiva, de tener trabadas y paralizadas sus potencias espirituales, que son egregias, su curiosidad, su perspicacia, su claridad mental secuestradas por los complejos de lo personal. Repito: ¡Argentinos, a las cosas; a las cosas, sí señores míos ”. Fragmento de la célebre alocución que integró la conferencia “Meditación del pueblo joven”, pronunciada por José Ortega y Gasset en la Universidad de La Plata en el año 1939.


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.Es así como, emulando la frase que Ortega y Gasset volviera célebre en su visita definitiva a Buenos Aires en 1939, que la invitación a lo prioritario se podría desplazar hacia el campo de acción de la arquitectura. ¿Qué posibilidad tiene la arquitectura, como disciplina involucrada específicamente en el campo de reflexión sobre el proyecto, de incidir de manera lúcida en la remediación de los serios problemas de habitación? ¿Qué otra cosa más que un concepto político resulta ser la abstracta y abierta idea del proyecto por estos tiempos? Cotejamos sin sorpresa que el crecimiento demográfico en progresión aritmética siempre le ha llevado la delantera a los índices de la producción del hábitat. Ante ese escenario, se deberá asumir que el incremento del déficit habitacional en las condiciones planteadas tradicionalmente es una tendencia histórica irreductible.


2. La casa: ¿producto o derecho? Las operatorias de desarrollo y proyecto urbano, los mecanismos de gestión, las formas de vida todavía no encontraron un modelo de producción social del hábitat que no emule las condiciones prescriptas por la sociedad de consumo. Detrás de la idea de que con la participación basada en la consulta es suficiente, se ha dejado de lado de la escena cualquier situación vinculada a prácticas de cooperación y ayuda mutua. Es entonces que se deambula entre opuestos. Entre la situación de delegación del problema, espera y reclamo generada por las acciones del Estado, y la del fomento de la acción unitaria caracterizada por el emprendedorismo y la iniciativa empresarial, no se vislumbran alternativas intermedias vinculadas a la integración de la totalidad de los actores en el proceso. Se puede apreciar que, con cierto grado de naturalización, las conductas sociales son lineales con la presencia o ausencia de herramientas, normativas y estímulos para la cohesión y la organización comunitaria que impliquen el compromiso con un objetivo colectivo o con la consolidación de un sistema de pertenencia. En ese punto es que podemos considerarnos en un alto grado de desconocimiento o desapego de la cultura urbana. El sociólogo Jeffrey Goldfarb prefiere definir el caso, en términos de su análisis genérico del contexto internacional, como el de una sociedad cínica poco dispuesta a cooperar, en función de la declamación por la participación que se ha hecho un lugar común. Richard Sennet en su reciente ensayo Juntos cita como ejemplo superador el caso del guanxi, aquel código de cohesión social establecido de modo generalizado e informal en China, que involucra a la población en una red de contención que propicia el intercambio y el apoyo intrapersonal con un claro esquema de premios y castigos. ¿Qué tan lejos estamos de prácticas culturalmente incorporadas o de poder tener al alcance mecanismos de gestión de naturaleza jurídica para una implementación sencilla de procedimientos cohesivos?

¿Qué lugar le ha quedado a la arquitectura? O una inversión de la pregunta: ¿en qué lugar se ubica la arquitectura en la producción del hábitat? A esta altura de los acontecimientos, el arquitecto, o el colectivo de arquitectos para ser más amplio, ¿puede liderar algún proceso? ¿Puede imponer las normas? ¿Puede incidir en la educación primaria, media y superior para incluir y estudiar estos temas en las escuelas? ¿O es solo un agente, una herramienta técnica de la cadena de producción? Si bien el rol de la arquitectura se ha desdibujado desde los años del mesianismo del movimiento moderno, podemos decir que todas esas cuestiones debieran formar parte de las responsabilidades de los arquitectos en términos de su integración en un colectivo social implicado mucho más amplio, que permita la construcción de un objetivo mayor al de la salida individual. La dificultad por el momento consiste en encontrar algo más allá de la figura del aislamiento como práctica conservadora y como estrategia ligada al sistema de aspiraciones de la clase media, cuyos exponentes o estereotipos por derecha y por izquierda lo constituyen el lote del barrio cerrado o la salida hacia una nueva vida en la isla o la montaña. El mercado no representa la dimensión completa de este tema. El problema de la vivienda es inescindible de su dimensión social y atraviesa las fronteras de la disciplina arquitectónica y hasta del real estate –valga la expresión–, cuando se desplaza de su entidad como producto y se enfrenta a su condición de derecho. Allí la carrera toma otra velocidad. El hambre y el desamparo habitacional corren en paralelo sobre la situación cuantitativa de la oferta de recursos y la consecuente atadura con los medios productivos y los procesos de industrialización. Las preguntas se multiplican. ¿Cómo desnaturalizar los sistemas establecidos que no han satisfecho las necesidades básicas? ¿Cómo volver inclusiva la discusión del acceso a la vivienda? ¿Cómo transparentar la información acerca de ella? ¿Cómo


Mateo Arguello Pitt


Quintana Monroy. Elemental. 2003


ser indiferente al aspecto ideológico de la realidad habitacional en lo que al acceso a la vivienda se refiere? ¿Hay posibilidad de producir montajes sociales entre producción, trabajo y calidad técnico-arquitectónica en el cruce con una pormenorizada lectura para la gestión del territorio y de la estructura urbana? ¿Es posible reconocer y asumir en la identidad de los grupos con voluntad de autogestión y autoproducción su pertenencia a organizaciones sociales o grupos partidarios? El sueño de la casa comunitaria no parece ser hoy la enunciación de un deseo colectivo. Pero si en efecto la verdadera voluntad es solventar un déficit inalcanzable se necesitará de un nuevo paradigma que renueve la mirada sobre la industrialización, los medios productivos, el compromiso social a través de fórmulas colaborativas que integren entre ellas a la autogestión del hábitat y sobre todo una acción estatal que administre de manera estratégica los recursos dentro de la forma más creativa de administrar un país territorialmente equilibrado. 3. Las casas y las cosas Si por algo son perturbadoras las imágenes de las casas que aparecen publicadas en los medios editoriales especializados de la arquitectura y la decoración como un género literario es por el ocultamiento de la decadencia inherente a las cosas, por la ausencia y maquillaje del paso del tiempo. Las joyas de la arquitectura moderna del siglo veinte son ensalzadas en la medida que las restauraciones han llegado a tiempo. La instalación de las tendencias obliga a habitar entornos de aspiración en la que los objetos fetichizados subordinan a la experiencia del tiempo. Probablemente sería necesario detenerse por un momento a considerar de qué manera la arquitectura es superada por la propia vida, por la investidura de nuestros propios objetos o por la construcción de identidad con los otros bajo un techo. La casa puede ser, y lo es también, el lugar donde nunca terminan de aparecer problemas o deseos difíciles de cumplir. Es también el espacio de la insatisfacción o de lo inacabado, de lo pendiente y lo postergado.

Mientras tanto se consolida el sueño de la casa sustentable. En el estado de deterioro progresivo de la situación del hábitat, ya no parece muy radicalizado afirmar que la única sostenibilidad a tener en cuenta es la social. Nuestra naturaleza humana es depredadora. Como resistencia a su inevitabilidad solo nos queda producir el tiempo con los otros de la manera más integrada posible. Los intentos materiales por hacer perdurar los recursos más allá de sus límites no son otra cosa que una acción testimonial de la tarea de construcción colectiva de un entorno colaborativo y por lo tanto menos desigual. El estudio de las variables económicas del cuidado de los recursos poco sirve si las decisiones que de ellas se desprenden no colaboran a paliar las actuales asimetrías. La única sostenibilidad posible es aquella que favorece la vida de sociedades menos desiguales. La única vivienda sostenible es la que se habita. Mientras no existan viviendas al alcance de los sectores más desprotegidos, las variables de la sostenibilidad solo son argumentos perversos y localizados en minorías bien pensantes que desgravan su responsabilidad de hoy en la ilusión de un futuro perfecto. “Cuando los hombres occidentales se definen hoy despreocupadamente como demócratas, no lo hacen, la mayor parte de las veces, porque tengan la pretensión de cargar con la cosa pública en las labores cotidianas, sino porque consideran, con razón, que la democracia es la forma de sociedad que les permite no pensar en el Estado ni en el arte de la copertenencia mutua.” En el mismo Barco. Peter Sloterdijk.



TALLER

CARRANZA

EQUIPO: Profesor Asistente: Arq. Lucas Carranza. Adscripto Egresado: Arq. Nazario Páez Ferreyra. Adscriptos Alumnos: Franco Ligdas, Agustín Gagliano, Rodrigo Choques Alonzo, Daniel Gianonni, Juan Murua


“La estructura desnuda obliga a la verdad…”. Erich Mendelsohn

Columna cruciforme - Villa Tugendhat, República Checa 1930 - Mies van der Rohe.


Por Prof. Arq.Lucas Carranza

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l primer impulso del humano de crear refugio deriva en un procedimiento constructivo, en la acción de unir o articular una serie de elementos que la naturaleza le proporciona con el objetivo de configurar un espacio de resguardo. Esta premisa remite directamente a la teoría –desarrollada por diversos autores a lo largo de la historia– que postula a la “cabaña primitiva”1 como origen de la arquitectura y a la casa como su forma básica. Esta construcción primigenia se reducía a dos elementos fundamentales: un esqueleto soporte y una piel envolvente, configurando una forma esencial en cuanto a su respuesta directa a un fin y al uso eficiente de los recursos disponibles. De esta manera, la cabaña primitiva se transforma en una matriz arquetípica de cuya adaptación a lo lar-

go del tiempo podemos decantar el espíritu de cada generación y la particularidad de cada época; aquello que para el hombre primitivo fue madera y hojas, para el arquitecto moderno será acero y vidrio u hormigón armado y ladrillo. En ese sentido, el explícito interés que Mies van der Rohe manifiesta en sus escritos2 por aquello “que se encuentra en construcción” es una alusión directa al valor simbólico de la estructura y el posicionamiento de sus “esqueletos de acero” como referencia última de la cabaña primitiva. Por otro lado, el afán de Le Corbusier por desmaterializar el volumen deriva en 1914 en el desarrollo de su Maison Dom-Ino, un sistema caracterizado a través de sus elementos estructurales –losas y columnas de hormigón armado– que sienta las bases

1 De los numerosos escritos sobre la cabaña primitiva podemos destacar los siguientes: Laugier,Marc-Antoine.Essai sur l’Architecture, 1753, y Semper, Gottfried. Los cuatro elementos de la arquitectura, 1851.

2 Van Der Rohe, Mies. “Rascacielos” (Revista Frühlicht, 1, Berlín, 1922) en Neumeyer, Fritz, Mies van der Rohe. La palabra sin artificio. Reflexiones sobre arquitectura 1922/1968. El Croquis Editorial, Madrid, 1995.

39 TALLER CARRANZA

LA CASA Y SUS SOPORTES


de sus revolucionarios “Cinco puntos para la nueva arquitectura”. Bajo esta premisa de que los modos de construir albergan en su genética el espíritu de cada generación, analizaremos el pensamiento subyacente de estos dos maestros de la modernidad, a través de la disección de una vivienda de cada autor, centrándonos en un elemento estructural clave, su soporte. En el caso de Mies van der Rohe, tomaremos como muestra la columna cruciforme de la Villa Tugendhat y en el caso de Le Corbusier, el pilotis de la Ville Savoye. Cabe destacar que en ambas obras la disposición en planta de estos elementos estructurales, configuran una retícula regular, recurso que implica tanto un principio de racionalidad constructiva como un modo de entender el mundo y ordenar el espacio. Columna cruciforme - Villa Tugendhat, República Checa 1930 - Mies van der Rohe. Esta pieza estructural está conformada por cuatro perfiles “L” remachados configurando una cruz y posteriormente revestidos con una lámina de acero cromado. La materialidad y manufactura de esta columna nos sitúan temporalmente en un contexto en que el desarrollo de la tecnología del acero hizo posible el replanteo de lógicas internas de la arquitectura, inherentes a su concepción y construcción. Por una parte, el espíritu de innovación detrás de la esbeltez de este elemento de soporte se refuerza con el acabado brillante del cromado, cuyos reflejos colaboran a su vez con la ilusión de desmaterialización del apoyo. Por otra parte, la forma en que esa lámina de acero se pliega –en palabras de Kenneth Frampton– “evoca sutiles ecos de tradición”3 por su aparente similitud con el acanalado clásico. Es así que vanguardia y tradición se funden en esta particular pieza estructural. Finalmente, la indiferencia de la sección cruciforme por las direcciones del plano alude a la concepción moderna 3 Frampton, Kenneth. Estudios sobre cultura tectónica. Poéticas de la construcción en la arquitectura de los siglos XIX y XX. Ediciones Akal, España, 1999.

Ejemplo de ubicación de pilotis sobre fachada NO Y SE


del espacio multidireccional, posible gracias a la prescindencia del muro como elemento portante.

Ejemplo de ubicación de pilotis sobre fachada NE y SO

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Pilotis Ville Savoye - Poissy, Francia 1929 - Le Corbusier. Al igual que la columna miesiana, el pilotis de Le Corbusier nace de la aplicación a la arquitectura de las tecnologías desarrolladas por la industria de la época, en este caso el hormigón armado. La referencia a este elemento estructural como primer postulado de “Los cinco puntos para la nueva arquitectura” pone de manifiesto su papel central en la visión disciplinar de Le Corbusier. Al desaparecer las restricciones de los muros de carga, el pilotis despliega su capacidad de transformar la arquitectura y sanear las ciudades a través de la posibilidad de liberar el suelo y dar continuidad al espacio público. En el caso concreto de la Ville Savoye, la configuración de la planta baja libre en función del auto y de la continuidad del jardín revelan la voluntad modernizadora de su creador, pero es una sutil diferencia de posición entre los pilotis ubicados sobre las fachadas NO/ SEy los dispuestos sobre las fachadas NE/SO la que manifiesta con mayor claridad el espíritu de vanguardia de Le Corbusier. Mientras que en el primer caso el receso de los apoyos del perímetro de la obra confirman que la tecnología empleada libera esa fachada de su carácter portante, en el segundo caso la coincidencia de los pilotis con el perímetro de la planta demuestra que esa misma tecnología de estructura adintelada aún no permite que “la fachada libre” –quinto punto del listado corbuseriano– sea posible en ambas direcciones. Esto hace evidente la capacidad prospectiva del pensamiento de Le Corbusier, al dejar ver que sus ideas –en ocasionesse anticipaban a la s posibilidades de la técnica. Concluyendo, la información extraída de la observación de estos dos componentes estructurales ayuda a develar la cualidad de “lo portante” como vehículo teórico de la disciplina y colabora con la conformación de la estructura no solo como soporte físico de la arquitectura sino también como su soporte inmaterial.


LA CASA DE LOS COMUNES CONVIVIENDO Por Rodrigo Choques Alonzo- Ayudante Arquitectura 2D

LA CASA DE LOS COMUNES CONVIVIENDO, es una representación imaginaria ilustrativa, con cierto aire de sátira, sobre la transformación de la vida cotidiana doméstica y actual. Así como el Jardín de las Delicias del Bosco, y desde una postura de retratar lo hedónico y lujurioso, como también lo estoico y residual del habitar doméstico. Un paraíso terrenal que a la par viene acompañado de tragedias individuales y comunes sobre lo cotidiano, donde la licuefacción de las jerarquías espaciales, el grado de desorden y la dicotomía de lo físico y virtual son imperantes. Se ironiza el uso de los lugares dentro de lo doméstico y las acciones retratan situaciones de la realidad, aunque con cierto toque de exageración. En “la casa de los comunes” se desarrolla lo residual, lo caótico, lo humano y lo mecánico, la interacción colectiva e individual, como tratando de interpretar una modernidad en estado de licuefacción. Inspirado en la descripción de Zygtum Bauman en “Modernidad Liquida” y en la visión de Garret Hardin sobre la sociedad en la “Tragedia de los comunes”.








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Redes'sociables' Eso que vibra, que fluye, que impacta Eso que crece y conecta. Interacción constante de mundos breves e intensos

Por Agustín Gagliano - Ayudante Arquitectura 2D



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CASA BARRIO Alumna Arquitectura 2D 2015: Micaela Barbero Considerando los nuevos modos de vida, surge el proyecto de una vivienda que articula las funciones basicas del habitar domestico, con las del trabajo de un arquitecto, el cliente comitente de la vivienda. Comprendiendo los modos de vida del barrio en que sera implantada, surge este gran ‘galpon’ que es tanto una vivienda como un estudio de arquitectura. Esta tipologia ‘galponera’ vincula estrechamente con la vida del barrio, si bien formalmente sobresale de las tipologias de la manzana.La idea que genera la forma de la casa, es la de conforma un ‘patio de ingreso’, que sirve tambien como lugar de guardado del auto, provocando asi un primer estado de privacidad en la vivienda. Este gran contenedor de actividades esta resuelto con un sistema constructivo en via seca. Elegido por la rapidez de montaje y el bajo impacto ambiental. La logica de este sistema, es su modulacion tanto estructural como material. La vivienda esta configurada a partir de dos volumenes desfasados, vinculados por la continuacion del sistema estructural. En el volumen ubicado en la linea municipal, se encuentra el estudio de arquitectura y la sala en doble altua, para aprovechar la luz y la ventilacion, vinculandose con el otro volumen que contiene las actividades de la vivienda con una cocina comedor, un toilette en planta baja y en planta alta un baño y dos dormitorios con vinculo hacia el patio.



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CONJUNTO 3 3 Alumnos Arquitectura 2D 2015: Melina Rivero, Alejandro Sandoval

El conjunto de viviendas se situa en barrio GĂźemes, al oeste de la ciudad de Cordoba. Dentro de un terreno entre medianeras, cuyas dimensiones son 15,20 mts de frente y 50 mts de fondo, con orientacion sureste. Se tuvo en cuenta la dinamica del barrio y se intento incorporarla al proyecto, de manera tal que se mixtura con la idea de pasaje, ya que es un terreno pasante que une el Pasaje Escutti con la calle General Bolivar.Este conjunto esta destinado a las nuevas generaciones y costumbres, y esta organizado en tres viviendas, de dos y tres habitaciones. Una para ser piso compartido, otra para una familia tradicional, y la otra para una familia con posible incorporacion de nuevos miembros.Ademas se encuentran ubicadas a distintas alturas unas de otras, para causar visuales importantes y para generar una dinamica entre los bloquesEsto nos llevo a generar un nuevo sitio de recreacion, convirtiendolo en un lugar, que no solo se utiliza como circulacion, sino que tambien invita a la parmanencia, con una variada posibilidad de actividades vinculadas al teatro La Caracola.



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EQUIPO: Profesora Asistente: Arq. Maricruz Errasti. Adscripto Egresado: Arq. Sigfrido Stieger, Arq. Mateo Gamba. Adscriptos Alumnos: Santiago De Francesco, Daniel Gianoni, Sofía Lamon, Luciano Civitate, Tito Maximiliano Gonza, Samuel Seguel


LA CASA Y las cinco obstruciones Por Prof. Arq. Maricruz Errasti

<<En 1967 Jorgen Leth realizó un cortometraje de 13 minutos llamado “The Perfect Human”, un documental sobre el comportamiento humano. Lars von Trier lo retó a Leth a rodar cinco “remakes” de dicho corto, Para cada versión Von Trier le impone distintas dificultades, obstrucciones, condiciones. El resultado, cinco variaciones sobre el mismo tema. 1>

De Fem Benspænd (Las Cinco Obstrucciones) Película documental danesa (2003) dirigida por Lars Von Trier y Jørgen Leth.

1.VON TRIER Lars, LETH Jørgen. (2003) De Fem Benspænd (The Five Obstructions) Las cinco Obstrucciones. Sinopsis


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l concepto de Partido en la arquitectura es un recurso de abordaje proyectual que en décadas pasadas se se puso en valor en nuestro medio asociado a las prácticas impartidas en la Escuelita. La noción de partido, era un recurso destinado a garantizar la unidad de la obra, a partir de ideogramas elementales predeterminados que contenían la complejidad de las condiciones y necesidades. Sin embargo la idea de partido en la arquitectura fue tomando otras interpretaciones siendo éste el punto que pretendo exponer centrando la mirada en la “toma de posición” frente al ejercicio del proyecto. La película de Lars Von Trier y sus condiciones sustenta la afirmación de que la acción proyectual es mas potente mientras mas se condicionen los grados de libertad. Esta analogía con el cine nos permite entender que es en el límite donde trabaja la creatividad, razón por lo cual se constituye como el recurso perfecto para analizar el “partido” en la arquitectura de la casa. Esta lógica de operar en analogía con el cine sitúa al arquitecto en el rol de director y demuestra que para una misma historia, pueden existir múltiples variaciones en su modo de relatarla. Frente al mismo programa -una casa en un lote urbano con un usuario determinado- existen diferentes respuestas que pueden ser verificadas en el taller de arquitectura año a año. El proyectista debe seleccionar sus

propias “obstrucciones”, impedirse acciones, imponerse reglas de juego y hacer del límite su potencia de acción. La afirmación de Mies “Menos es Mas” hace de la obstrucción su lema sosteniendo que “Todos los problemas nunca pueden ser resueltos” 2, por lo que selecciona detalladamente los temas a trabajar. La arquitectura encierra una colección infinita de posibilidades frente al desafío de proyectar el espacio doméstico, y es el arquitecto quien tiene la misión de definir que variables a poner en juego en el proyecto y a cuales renunciar. Ahora bien, claro está que al momento de comenzar a proyectar existe un estado de incertidumbre que abarca desde el horror vacui hasta la saturación de imágenes propia de la cultura de la hiperconectividad y de la inmediatez. El culto a la imagen nos lleva a bordear una arquitectura que tiene la amplitud del mar pero la profundidad de un estanque y nos hace proclives a caer en maquillajes que no representan la realidad compleja y efímera que vivimos, y es allí donde la arquitectura debe esforzarse en recuperar el lugar que le ha sido usurpado. Una de las claves se puede buscar en como filtramos los datos, que obstrucciones ponemos para que emerja el proyecto de arquitectura, para tomar partido. 2. HEREU Perre, MONTANER Josep, OLIVERAS Jordi.(1999) Textos de Arquitectura de la Modernidad. Editorial Nerea S.A, España.

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PRIMERA OBSTRUCCIÓN: La realidad – El partido inclina el contexto a su favor Las certezas con las que contamos son las primeras anclas que nos ayudan a abordar el tema. La primer obstrucción del proyectista son las condicionantes externas de tiempo y espacio, es decir el contexto sociocultural, la economía, el clima, el lugar, las dimensiones del lote, la normativa, los metros cuadrados y fundamentalmente los usuarios y sus modos de vida. Esa realidad casi objetiva ahora pasa por el filtro del proyectista, quien la debe decodificar a través de una mirada direccionada y cargada de intencionalidad. En esa acción la Intencionalidad se traduce a proyecto: Lo que veo se ancla definitivamente a lo que decido ver. SEGUNDA OBSTRUCCIÓN: La mirada crítica – El partido saca provecho de la carga cultural “Los procesos de diseño en general y el diseño de casas en particular traen aparejada, consciente o inconsciente, la investigación histórica. Proyectar una casa implica rastrear y pensar lo preexistente como núcleo proyectual de lo nuevo propuesto”. 3 La arquitectura no es una disciplina de invenciones y grandes rupturas, sino un proceso evolutivo que permite comprender los cambios socioculturales y traducirlos a espacio para como fin último introducir pequeñas mejoras en la vida de quien habita. Todo proceso de proyecto es un acto creativo resultado de la reflexión crítica sobre los sistemas culturales preexistentes. El partido hace uso de los tipos arquitectónicos para traducirlos en lenguaje contemporáneo. Dentro de los tipos domésticos podemos abordar, entre otros, el claustro, cuyo interés está puesto en la re significación del vacío. La barra que evoca la casa pabellón donde se exacerban sus condiciones de podio de contemplación del paisaje (un tipo muy explorado en la modernidad). El panóptico que traduce en la arquitectura una clara ideología del control y jerarquía o el patio, un


TERCERA OBSTRUCCIÓN: La Renuncia – El partido descarta ideas para que emerja el proyecto “Claro que con una mesa llena de tantas posibilidades (como un inmenso buffet) el mayor problema del (“Arquitecto”) es desechar algunas opciones. (…) Y para que las posibilidades sigan siendo infinitas no hay que permitir que ninguna se petrifique cobrando vida para siempre”. ZygmuntBauman. 4 Este es el punto en que decidimos “como vamos a contar el guion”, que aspectos ponderar. El partido se ancla en un interés personal : el proyectista clasifica, selecciona y descarta. Este interés no implica que la arquitectura se sostenga en un único argumento, sino que es este aspecto el que va a predominar y las otras variables acompañarán en menor grado o se resignarán. Un partido de casa compacto renuncia a la extensión para explorar la verticalidad, en esa renuncia libera suelo y conquista el aire, las vistas. Por antítesis un partido de casa extendido renuncia a la compacidad para poner en juego la construcción del vacío, los patios y la extensión en el territorio. El partido explora en la renuncia su potencia de acción: es la síntesis irreductible de ese conjunto de ideas. Es el ADN de la arquitectura. Excluye posibilidades. CUARTA OBSTRUCCIÓN: El esencialismo - El partido 3. MARCHISIO Mariela et al.(2015) Domestialidades, Paradojas del Habitar. Un Patio, Mil Patios. FAUD-UNC, Córdoba. 4. BAUMAN, Zygmunt(2000). Modernidad Líquida. Cap. Emancipación –refiriendo al consumidor– Grafinor S.A. Buenos Aires, Argentina

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tipo atemporal explorado en todos los momentos históricos en la arquitectura doméstica. Este último recorre desde la casa chorizo con sus programas y niveles de intimidad, las exploraciones conceptuales de Mies Van Der Rohe en sus casas patios a las conceptualizaciones contemporáneas de patios-intersticios de la casa Moriyama del estudio SANAA. Cada época y cada cultura asimila los tipos de diferentes maneras. Los tipos conviven, se resignifican, mutan y se transgreden.


hace uso de la estructura y ordena las infraestructuras No hay arquitectura sin estructura, ni habitabilidad sin infraestructura. La arquitectura se reduce a dos componentes esenciales: La estructura, que hace que la arquitectura no colapse, y las infraestructuras de circulación y servicios que permiten manejar la in-determinación programática y la adaptación a los cambios de la vida cotidiana. El esencialismo, la insistencia en la simplificación, en la reducción del número de componentes aparece no como un acto simplista sino como la manifestación de un complejo proceso de selección y potenciación de la arquitectura. QUINTA OBSTRUCCIÓN: La honestidad – El partido hace bandera de la nobleza material Según Loos, la decoración era pecado, Perry creía que siempre escondía un defecto en la construcción e incluso Mies Van der Rohe quiso suprimir lo superficial, y ponderar la estética de la lógica constructiva. Lo cierto es que la honestidad material y estructural son los pilares de una arquitectura despojada y atemporal. El Partido debe perseguir la esencia material <los materiales son lo que son> así como su reducción en cantidad de elementos. Las obstrucciones, en relación a las propuestas por Von Trier, se plantean aquí como un proceso de búsqueda en la toma de posición frente al ejercicio de proyecto, mirar la obstrucción como posibilidad nos permite ser muy selectivos, operar en la complejidad y entrenarnos en el pensamiento crítico. Las obstrucciones son solo un juego de analogías que permiten abordar algunas ideas sobre el partido, no obstante cada proyectista irá adaptando sus recursos en la búsqueda de una manera de hacer y pensar, esta es una (de tantas) forma de entenderla.

4.HEREU Perre, MONTANER Josep, OLIVERAS Jordi. (1999) Textos de Arquitectura de la Modernidad. Editorial Nerea S.A, España.


Arquitectura [i]limitada Hacer arquitectura sin “hacer arquitectura’’ Por Arq. adscripto egresadoMateo Gamba

Golconda. René Magriette. 1953


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n cierto punto nuestra disciplina se presenta como una suerte de institución que parcializa el diseño y acota su alcance al abordaje de ciertas problemáticas, perspectivas, escalas, instrumentos y lógicas consensuadas a lo largo del tiempo, que conforman un cuerpo disciplinar más o menos estable. Este se constituye a partir de herramientas teórico-prácticas que condicionan los modos de interpretar y dar respuesta a los fenómenos estudiados, conduciendo a la disciplina hacia un modo de pensar y hacer, adaptado al paradigma del momento histórico en que estemos situados. Ahora bien, ¿es posible entender la ciudad moderna sin comprender las características y lógicas del automóvil? ¿Hasta qué punto el desarrollo de este nuevo invento no fue quizás la forma más radical de urbanismo? ¿Se puede llevar la disciplina más allá de las herramientas teórico-prácticas que la constituyen y definen como tal en un determinado periodo histórico? ¿La arquitectura es una forma de pensar y hacer, o es una voluntad de transformación de la realidad? ¿Se puede hacer arquitectura sin “hacer arquitectura”? En primera instancia es necesario correr el foco de las nociones disciplinares instauradas y entender que los problemas de arquitectura se encuentran por fuera de la arquitectura, es decir, los temas que nuestra disciplina aborda comienzan y terminan por fuera de ella. Esto implica dejar de interpretar el contexto social/económico/tecnológico como una contingencia y convertirlo en instrumento pertinente de proyecto; pensar la época como resultado del diseño y no el diseño como resultado de época, para así asumir un rol activo y abordar la disciplina como una vocación analítico-crítica que posee como fin último la revisión y reestructuración de pautas que rigen el mundo en que vivimos, más allá de los aspectos metodológicos. De esta manera se busca abrir el juego a nuevas formas resolutivas, no asociadas con el cuerpo disciplinar conformado pero no por eso menos “arquitectónicas” en sus fines.

EL ENTORNO AL CUAL ESTÁ SOMETIDO EL PROYECTO PUEDE SER FÍSICO, MATERIAL, HISTÓRICO, CULTURAL, POLÍTICO Y/O SOCIAL.

Propongo entender y valorar la arquitectura a partir del potencial transformador generado, es decir, arquitectura entendida no como un modo de hacer o pensar, como un objeto material o acción concreta, sino como un efecto ocasionado, inmaterial y totalmente desligado de los aspectos metodológicos que le dieron origen. Pensar que algo es arquitectura en tanto consigue generar un potencial concreto de transformación de la realidad, relacionado con el habitar humano.


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Para ejemplificar esto a partir de fenómenos contemporáneos cabe mencionar el impacto que genera la implementación acelerada de redes intangibles de información en la dinámica de flujos de la ciudad. Podríamos decir que además de llevar una vida urbana, tenemos paralelamente una vida virtual, donde los mismos actores se multiplican y operan bajo lógicas disímiles a las de su realidad inmediata. Por esta razón, el movimiento de los individuos en la ciudad, su percepción de la misma, los bienes y servicios que consumen y su comportamiento frente a determinados sucesos se vuelven muchas veces imprevisibles y contradictorios, en constante dialéctica con un ámbito virtual que opera bajo lógicas espacio-temporales radicalmente distintas, transpoladas al hecho urbano a través de propagandas, servicios intangibles, redes sociales, foros, medios masivos de comunicación, etc. El impacto de esta “realidad paralela” en el fenómeno urbano, a pesar de ser difícilmente cuantificable en los términos habituales, es muy alto y constituye una variable no arquitectónica pero determinante en la construcción del habitar contemporáneo.

Estos fenómenos pueden estudiarse desde diversos enfoques (técnicos, económicos, antropológicos, filosóficos), pero es nuestra disciplina la encargada no solo de estudiar los impactos en el funcionamiento de la ciudad sino de comprender su potencial transformador y utilizarlos de manera estratégica; esto implica pensar y hacer urbanismo también en el plano de lo virtual, hacer uso de las redes intangibles de información para abrir paso a nuevas realidades. Desde esta perspectiva, el potencial transformador de los proyectos crece, entran en juego variables “no arquitectónicas” que hoy definen la ciudad como hecho concreto. Es importante devolverle a nuestra disciplina el potencial transformador que la instrumentación le dio en otros tiempos, dar pertinencia disciplinar a variables que se encuentran por fuera de nuestro campo e intervenir de forma positiva sobre ellas. Si hacer arquitectura es pensar y transformar el habitar humano, se puede hacer arquitectura en términos económicos, tecnológicos, comunicacionales, políticos, mediáticos, sociológicos…


La casa moderna

a traves de la camara El habitar visto a través de Jacques Tati

Por Arq. Sigfrido Stieger - adscripto egresado

A lo largo de la historia, el cine nos ha ofrecido una gran oportunidad para examinar los modos de habitar y vivir en la ciudad. La relación entre el cine y la arquitectura puede ser vista desde muchos aspectos, ya sea imaginando situaciones nuevas o retratando las existentes. La técnica del cine permite recorrer el espacio y por tanto obtener una imagen secuencial de ese espacio fotograma a fotograma, describiendo una determinada situación o lugar.


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l legado cinematográfico que nos dejó Jacques Tati (1907-1982) puede considerarse una herramienta cercana para entender el conflicto social y constructivo que se estaba dando en la Europa posguerra —especialmente en Francia, que se convertirá en el centro simbólico de Europa tras la derrota de la Alemania nazi— donde se producirá un revisionismo en todos los campos del diseño, provocando una puesta en crisis del funcionalismo arquitectónico y, en especial, de los fundamentos del Movimiento Moderno. La llegada del Plan Marshall y la fuerte influencia que producirían Estados Unidos con su “American Way of Life” y la cultura Pop con su modelo de vida consumista serán el marco de esta crisis cultural y arquitectónica. Tati es considerado uno de los grandes del cine cómico; fue capaz de reírse del mundo y de sí mismo asumiendo el papel de Monsieur Hulot, un personaje de gabardina, pipa y paraguas que llevó al cine en una serie de películas donde criticaba y satirizaba la uniformización del individuo contemporáneo que habita en las grandes ciudades y la arquitectura y el diseño moderno. Mon Oncle (1958) es una película que resume maravillosamente la arquitectura y la ciudad de finales de los 50, mostrando los contrastes entre dos mundos, dos maneras de vivir y de entender la ciudad y la arquitectura. Por un lado, tendremos el mundo moderno de la reconstrucción de posguerra y, por el otro, la ciudad tradi-

cional; ambos serán representados a través del habitante, su casa y su entorno cotidiano. Un niño –Gérard Arpel, pequeño burgués– será el conector entre estos dos mundos completamente diferentes. Su casa, La Villa Arpel, es una burbuja súper moderna cerrada al exterior mediante un muro que la separa del resto del barrio. Una casa completamente estereotipada y rígida como sus habitantes mientras que, al otro lado tendremos al tío, Monsieur Hulot, quien habita un complejo laberinto de viviendas, escaleras y pasillos donde difícilmente se pueda escapar de la mirada y del contacto social con el barrio. El argumento de Mon Oncle, se basa en la incongruencia que supone para un personaje que vive en una casa de un barrio tradicional el uso de la arquitectura moderna (vivienda o fábrica) “robotizada”. Citando a Josep María Montaner, “se contrapone la vida cotidiana neurotizada que comporta la nueva arquitectura cubista y automatizada, frente a la amabilidad del ambiente del hábitat tradicional”. Monsieur Hulot pasa habitualmente a buscar a su sobrino por la escuela, para llevarlo luego a la casa de su hermana, casada con Arpel, un exitoso fabricante de plásticos. Será en esos trayectos y junto a su tío donde el hijo de la pareja moderna tendrá acceso a otro ambiente (personal y urbano) mucho más cálido y cercano, escapando del ambiente frío y maquinal de su hogar. Según el mensaje de Tati, este modernismo extremo genera un aislamiento de las personas que actúan como marionetas dentro de una arquitectura “eficiente”, con sus mecanismos electrónicos a distancia y los electrodomésticos omnipresentes en la vida familiar (aunque más de una vez los artefactos no responderán a sus amos). Sin lugar a dudas el protagonista del film es la casa de los Arpel, con su sofisticado diseño rectilíneo y geometrizado (Jacques Lagrange será el arquitecto de esta vivienda) que, sin ningún tipo de ornamentos, convierten a esta arquitectura en algo frío e impersonal. La casa de los Arpel refleja la fascinación de sus dueños por lo automático y lo moderno, por un progreso técnico en el que, no importa que celebren reuniones o reciban visitas, siempre será

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Título original: MonOncle Fecha de lanzamiento:1958 Duración: 110 min País: Francia Director: Jacques Tati Escritor(es): Jacques Tati con la colaboración de Jacques Lagrange y Jean L’Hote. Reparto: Jacques Tati, M. Hulot. Jean-Pierre Zola, M. Arpel. Adrienn Servantie, Mme. Arpel. Alain Bécourt, el niño Gérard.


un buen momento para ponerlos en marcha y exhibirlos. Tati repite una y otra vez las escenas en las que los personajes se ven esclavizados por los dispositivos de la vida moderna sin que ello realmente mejore la calidad de vida de las personas. Así, los muebles de diseño de MonOncle son sumamente estéticos pero muy incómodos, hasta el punto que los usuarios —a través de la ridiculización en escena— se verán forzados a alterar el uso para el que fueron pensados. La eficiencia será contrastada con el caos de la ciudad tradicional, donde aparentemente nada funciona como debería. La casa de Hulot, situada en la plaza de Saint-Maur, representa la “ineficiencia” con su desorden compositivo, la construcción por adición y su laberíntico recorrido, ciertamente anti funcional: para llegar a su casa el protagonista sube escaleras, baja y vuelve a subir, pero eso produce un contacto fluido con sus vecinos que no ocurre en la residencia Arpel, donde todo está programado y formalizado, incluso las visitas. El habitar se ve condicionado por la modernidad, postura que se hace más evidente en otra película de Tati. En el caso de Playtime (1968) vemos a Hulot que visita a su amigo parisino quien vive en un departamento de planta baja de una calle muy transitada en la cual se ha sacrificado la intimidad hogareña por un diseño moderno, mostrando, a modo de vidrieras urbanas, la vida moderna en la que todos los habitantes hacen de manera simultánea las mismas actividades, como ver TV por la noche. Retomando Mon Oncle, en una de las escenas de la película se ve a Hulot saliendo de la residencia Arpel de noche y vemos como la casa controla todo a su alrededor, observándolo a través de sus “ojos” (ventanas con forma de “ojo de buey”, cuyas pupilas son las cabezas de los Arpel), confirmando la idea de que la casa se ha convertido en una auténtica máquina de habitar. La arquitectura moderna pasó por muchos estadios, representando y simbolizando poderes, utopías e ilusiones que venían acompañados de una fuerte


Referencia bibliográfica HELIA DE SAN, Nicolás Juárez. «La ciudad moderna según Jacques Tati. en TEATRO Marittimo: revista de cine + arquitectura. “La identidad de la ciudad”». Madrid: Fundación Diego de Sagredo, 2011, junio de 2016. «Cine y Arquitectura: “MonOncle” | Plataforma Arquitectura». Accedido 18 de febrero de 2017. http://www.plataformaarquitectura.cl/ cl/02-38701/cine-y-arquitectura-mon-oncle. MONTANER, Josep María. La crítica a la metrópolis: de Aldo Rossi a Ridley Scott en Los cuadernos del norte n.º 47. Oviedo, enero-febrero. 1988.

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impronta formal y estética. Sin embargo, la postura de Tati no estaba en contra de esa arquitectura ni de la tecnología en sí sino de su mal uso y de la homogeneización de los modos de vida, la incomunicación y la alienación. Resulta admirable la capacidad casi profética de Tati con respecto a los comportamientos de la sociedad contemporánea —sin tener en cuenta el impacto del mundo digital de nuestros días— casi sesenta años atrás. La globalización, la masividad de los medios de comunicación y la facilidad con la que podemos acceder a la información nos influyen constantemente y lo podemos advertir en nuestros comportamientos, actos y manera de habitar. Hoy en día la modernidad ha seguido con su seducción, invadiendo nuestros modos de vida con todo tipo de dispositivos y creando un mundo virtual en el que vivimos fragmentos a modo de una viñeta de comic digital. ¿Cómo plasmaría Jacques Tati su postura a nuestros modos de vida hoy en día? Mon Oncle nos deja una enseñanza muy valiosa con respecto a cómo habitar y vivir en la ciudad: por un lado, el mensaje de recuperar la “riqueza” presente en la tradición, en la ciudad real, donde el contacto físico y personal es mucho más valioso que lo frío e impersonal de lo virtual y lo ajeno a ella (podríamos incluir aquí la vida en el country) y, por otro, la “pobreza” de vivir en un mundo normalizado, estandarizado, donde todo está calculado y dogmatizado. En definitiva, un mundo inhumano.


vivienda TEMPORAL Por Luciano Civitate - Ayudante Arquitecrura 2D

La vivienda, según la RAE, significa ”Lugar cerrado y cubierto construido para ser habitado por personas”. Esta descripción como tal no varía a lo largo del tiempo pero si lo hará su morfología y la forma de vida de sus ocupantes con el paso de los años.¿Se envejece en la casa que uno vive? ¿Se vive para envejecer en una casa?

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a arquitectura, hecha instalación, intenta decir más que mostrar y apoyar a entender el lento cambio de paradigma de una arquitectura fuertemente anclada en la racionalidad a otra obra intuitiva y despojada del discurso moderno. Primero está el vacío, ese ESPACIO infinito, abstracto y cotidiano. Después, recién después, los límites, solo para contener algunas dimensiones y dejar fluir el nuevo espacio. La arquitectura puede ser aire y vacío y el espacio que estos construirán no es otra cosa que aquella porción que limitamos. Todo debe cambiar, mutar, convertirse en otra cosa. Una casa significa mucho, demasiadas cosas; es un refugio, es un campo de batalla, un salón de fiestas, un semáforo, una iglesia, una cancha, una fuente de alegría, un campo minado y también un paraíso.

Somos una sociedad que descarta fácilmente, podemos hablar de esto en cualquier lugar, en cualquier nivel y escala. La construcción y la arquitectura en general poseen uno de los puestos más destacados en la lista de productores masivos de consumo y de desechos mal utilizados. Deberemos entender que hay nuevas reglas para habitar o actuar en este contexto, nuevas formas de construir, de comunicar, de lograr cierta simbiosis con un medio al que llamamos natural. Las sociedades contemporáneas ya no lo pueden sostener conductas, tal vez debemos confiar en la inestabilidad, conductas más aliviadas y adaptarlas. Debemos provocar una arquitectura que muta de los desechos de la sociedad y que pueda mutar, moverse, romperse y alterarse todo el tiempo para adaptarse.


La arquitectura no debe tener muros gruesos y rígidos, sino una epidermis flexible y suave, como nuestra piel, como muestra fiel, que nos permitiera intercambiar información con el mundo exterior. Tal vez deberíamos construir un soporte mínimo con la rigidez suficiente como para sobrevivir un tiempo, permitiendo siempre la adaptabilidad de todo lo demás, para luego pensar en cómo otro puede variar constantemente con la simple acción del que habita; pieles porosas y cambiantes, provistas de mecanismos simples y de bajo costo que tal vez utilicen el desecho como material primario. Debemos pensar un futuro donde las personas individuales ya no tengan lugar y todo se oriente a lo colectivo, hacia lo compartido, en donde ya nadie pueda ser concebido como un hecho aislado, autónomo, con lógicas que sean propias y no provengan de sus muchos e infinitas relaciones con todo aquello que lo rodea.

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Preguntarnos hacia dónde vamos, cómo será la vivienda del próximo siglo, de qué manera se refleja en el estudio social y como debe responder el territorio urbano ante los cambios de un mundo cada vez más heterogéneo. En contextos donde la vida es esencialmente urbana, digital e hiperconectada, una persona busca ser muchas personas, vivir muchas vidas, moverse, rotar, trasladarse, una casa no puede ser siempre una casa, puede serlo cuando se lo necesite. Como ejemplo construido, podemos citar, las viviendas sociales del estudio Adamo-Faiden en la ciudad de Buenos Aires. El proyecto Casas MuReRe (Mutualismo Residencial Regenerativo) propone un nuevo contrato entre vivienda social y entorno. Encuentran en las azoteas de aquellas construcciones dispuestas a recibirlas el soporte necesario para su construcción. Es así como, al atomizarse en el tejido existente, evitan la guetificación de la vivienda social al mismo tiempo que favorecen su integración en entornos ya consolidados. Por otro lado, al duplicar la densidad del lote donde se insertan, logran optimizar la sostenibilidad de ambas construcciones (la nueva y la existente) fomentando simultáneamente la diversidad programática del área. Una vez construida, la nueva vivienda se transforma en infraestructura de la construcción que la soporta. Las ciudades evolucionarán en el futuro, pero se construirán sobre lo ya existente. El hombre sobrevive, la historia demuestra que una de sus cualidades es su poder de adaptación. Mientras la adopción siga siendo parte del instinto, los cambios siempre serán posibles. Ante tal complejidad, cada uno deberá contestar a las preguntas desde su modo de ver, solo uno mismo podrá saber: si quiere convivir solo, o compartir su privacidad con otras personas. O si preferirá ir al trabajo en el mismo edificio que vive o pasearse por la ciudad hasta llegar a él. O podrá elegir entre utilizar el aire acondicionado o abrir una ventana para su propio bienestar. Una casa tiene que ser una solución a muchas variables, una innovación.



Pensamiento sobre el hacer proyectual en el ámbito de la arquitectura domestica

Por Maximiliano Gonza - Ayudante Arquitectura 2D

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l abordaje de la labor proyectual en lo concerniente al habitar doméstico y la problematización de su complejidad implica una toma de conciencia y un posicionamiento concreto. Un partido, entendiéndolo no sólo como arranque sino como toma de postura; hacernos consientes de las responsabilidades que implica el diseño del espacio/lugar donde se desenvuelve el habitar cotidiano; responsabilidad y conciencia de la labor proyectual y por ende de nuestra comprensión de la disciplina, de nuestras incumbencias e implicancias. Es realizarnos también la pregunta: ¿qué pretendemos con la arquitectura?

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De las implicancias del lenguaje en el proyecto


El uso del lenguaje y el pensamiento proyectual Hablamos, pensamos. Esclavos del lenguaje, según algunas corrientes del pensamiento que lo postulan como la última barrera para la libertad. Quizás la comprensión y la reflexión crítica del peso conceptual que cada componente del lenguaje posee nos permite lograr cierta libertad a la hora del pensamiento proyectual, al comprender las visiones de realidad a las que nos enfrentamos y por ende tomar una postura crítica y valorativa. Expuestas el peso del lenguaje y su significado, nos detendremos ahora en uno de los focos primordiales del pensamiento proyectual: ¿QUIÉN? Con esto pretendo plantearlo como tema problema, como interrogante a las formas que tenemos de llamar a quienes vivirán en esa concreción proyectual: usuario, individuo, habiente, ciudadano, hombre, mujer, ser humano, entre otros. ¿Tiene nombre propio? ¿Existencia y experiencias adquiridas que consideramos de vital importancia? ¿Tiene género? ¿Es necesario responder a estos interrogantes? ¿Por qué? No quiere decir este breve ensayo que los demás elementos intervinientes en el pensamiento proyectual, en lo que concierne al lenguaje, no tengan importancia, a decir: la casa / vivienda / unidad / hogar / residencia; proyectista / diseñador / arquitecto / constructor / etc. Sino que se tomará como punto de partida del análisis al destinatario final del objeto proyectar, el cual no pierde relación dialéctica con los demás elementos mencionados. A continuación se exponen analíticamente algunas de los términos frecuentemente utilizados en el ámbito proyectual de lo doméstico. Individuo Lógica propia de una concepción positivista y moderna, la cual postula al ser humano cual objeto-sujeto universal, canónico y genérico. Bajo esta mirada, quien habitará es igual a cualquier otro; no existen diferencias, todos comparten

las mismas características inherentes a su condición de ser humano. Hablamos entonces de ser humano universal, lo que nos lleva a pensar en un ser ahistórico, anónimo y alejado de pulsiones culturales, sociales y económicas de carácter dinámico. En el marco proyectual, esta concepción permite comprender en primera instancia aspectos esenciales que el proyecto debe contemplar, como por ejemplo aspectos funcionales del programa y su expresión métrica. Sin embargo podría considerarse un punto de arranque, pues hablamos de aspectos esenciales que el ámbito doméstico debería satisfacer, pero no coartamos el cómo, las diversas expresiones que estos podrían adoptar a la hora del quehacer proyectual y su concreción espacial. Usurario Propio de una lógica consumista y materialista y de raigambre capitalista, nos presenta al quién como alguien anónimo, plagado y víctima de gustos preestablecidos por el entorno socio-ambiental en el que está inserto. Objeto de las tendencias del nicho en el que se desenvuelve y opera, comprensible desde el punto de vista de sus gustos y capacidades adquisitivas. Asimismo nos lleva a pensar la vivienda como mero objeto de consumo y posible descarte una vez que su uso ha culminado. No se puede negar la validez de esta conceptualización en el escenario en el que hoy se desenvuelve la arquitectura doméstica, acercándonos a escenarios actuales en los que las obras de arquitectura se transformaron en objetos de consumo que se deben adaptar de la mejor manera a este usuario. No quiere decir que todos sean iguales, ya que las condiciones de mercado han obligado a un segmentación y nichos cada vez más específicos para lograr ofrecer el producto adecuado al comprador, es decir, se trata de un tipificación de quienes van a vivir en estos proyectos. Pone en jaque la universalidad versus la particularidad en conjunto, fragmenta lo colectivo.


Yo Más que una forma de aproximarse al quién se trata de un ejercicio mental, el cual implica la totalidad de la particularidad, quizás una de las visiones más ricas y complejas. Al utilizar el término yo pretendo señalar y ejemplificar la particularidad de la persona, la cual implica experiencia, existencias, historias, hábitos, gustos, ánimos, sentimientos, pasiones, temporalidades, deseos, etc. Podría referirme a ello como una visión espejo, es decir reconocerme como tal, reconocerme en complejidad para poder identificar también la complejidad de quien vivirá en el espacio que estoy diseñando. Asimismo plantea estoicamente el hecho de que jamás se podrá comprender la totalidad del otro, sin embargo es la aceptación de esto lo que lleva a comprender al proyecto como un ente siempre inacabado. El proyecto no finaliza, siempre continúa, su concreción se vuelve infinita, el proyecto muta y se transforma. De esta manera también comprendemos como el proyecto no de-

El habitar en acción, es decir entender el habitante como un concepto dinámico mutable a lo largo del tiempo en relación a los vínculos que este va generando con los demás elementos.

pende solamente de nosotros en el rol de proyectista y el objeto en sí, sino también depende en gran medida del quien lo vivirá, no solo como un ente al cual se le entrega un objeto, sino como parte integral del hecho en cuestión. De alguna forma es un proceso de diseño participativo en el cual nosotros nos implicamos en dos escalas, el yo y el yo académico, el cual posee el capital propio de la disciplina Sobre el ejercicio proyectual en el taller Esta exposición acotada de las diferentes implicancias conceptuales del uso del lenguaje en la labor proyectual pretende tomar conciencia del proyecto que creamos quienes están implicados en ello. El taller como ámbito de experimentación y de proyecto halla su riqueza en la multiplicidad de miradas existentes, múltiples conceptualizaciones del quién. Lleva asimismo a planteos que permiten verificar críticamente el camino que este va tomando. Al realizar, desde los diversos puntos expuestos, preguntas como: ¿viviría aquí?, ¿es la mejor variable para resolver las relaciones del habitante, etc.? Preguntas simples, pero que permiten comprender que el quién en el taller de arquitectura no es solamente una escala humana (figura subordinada el mero hecho de la comprensión dimensional del espacio) sino es un quién cargado de complejidad, un tema inacabable.

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Habitante En estrecha relación con la acción, el habitar y con el espacio, hábitat. Esta relación lleva a pensar en el quién no como un ente aislado sino más bien relacionado y relativo a diversas variables. El habitar en acción, es decir entender el habitante como un concepto dinámico mutable a lo largo del tiempo en relación a los vínculos que este va generando con los demás elementos. El habitante abandona lo exclusivamente genérico, adquiriendo particularidad en base a quienes conoce, que hace, a donde va, que quiere, etc. Nos lleva a pensar en el hábitat como el espacio, el medio que cumple con las condiciones, no sólo eco-ambientales sino también sociales, económicas y culturales necesarias para su desenvolvimiento. Es así que en cuanto a diseño y proyecto del hábitat domestico no puede comprenderse sin estos otros componentes, por ende siempre es relacionativo, variable y particular.



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CASA TISSOT Alumno Arquitectura 2D 2015: Juan Francisco Slednew

La familia Una pareja joven que desea vivir en la ciudad - Santiago: es un joven arquitecto de 33 años que ejerce la profesión desde su casa y Andrea de 32 años, es kinesióloga y ejerce su profesión en otro sitio. Aun no tienen hijos pero planean tenerlo en un futuro cercano. El cliente desea una unidad que responda a sus gustos sobre la arquitectura haciendo incapié en el uso de materiales económicos y que se muestren a la vista. Un patio con huerta y espacio para juntarse con amigos numerosos para hacer asados, al igual que el Living. El matrimonio tiene una mascota con un trato muy cercano, actualmente puede pasearse por toda la casa.



Estructura y materialidad

El proyecto surge de la necesidad de un espacio unico que contenga todas las actividades que al elevarlo crea el espacio de basamento libre otorgando un espacio continuo semicubierto multifunción ideal para asado y actividades al aire libre, totalmente integrado al patio. El primer nivel contiene el área de cocina, estudio y estar comedor casi como un único espacio dividido por un núcleo húmedo. El segundo nivel contiene un área mas íntima con un dormitorio comunicado espacialmente con el área social mediante una doble altura y el dormitorio del futuro hijo/a en el otro extremo separados únicamente por un núcleo que contiene un baño sectorizado. Los cerramientos laterales se resuelven con dos paneles de hormigón separados e independientes de la medianera. Al frente (noroeste) un parasol con espesor protege del sol sin quitar las visuales.

En la búsqueda por exprimir al máximo los beneficios que tiene el lote se tomó la decisión de elevar el volumen sobre cuatro pilares que junto a vigas pasantes ocultas en las losas conforman pórticos (planos resistentes) que le otorgan rigidez. Las losas son regulares para conseguir la mayor estabilidad geométrica y menor excentricidad mejorando así el comportamiento ante los posibles sismos. Toda la casa esta resuelta en hormigón visto y vidrio a excepción de los núcleos húmedos que están dispuestos con un montaje de panelería en seco. La terraza inundable aporta al confort térmico interior mejorando el comportamiento climático de la casa.

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La propuesta



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CRIBATRES Alumnos Arquitectura 2D 2015: Pilar Casorran – Buoni Catalina

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El conjunto de viviendas situado entre Calles Obispo Ceballos y Paso de Uspallata en Barrio San Martín. Se estructura en una barra a lo largo del terreno delimitando claramente el espacio público de la calle y el privado de los patios. La propuesta se dispone retirada de la línea municipal respetando el atrio de la Iglesia San José, cediendo espacio público sobre el frente de la plaza. El conjunto expresa su unidad a partir de una envolvente de ladrillo cribado, que cumple el rol de filtro visual, espesor habitable y protector solar. Junto al parasol, otro de los elementos determinantes es la resolución del techo mediante seis de bóvedas trapezoidales que descansan sobre muros de carga, aportándole movimiento y jerarquía espacial. Las viviendas se organizan en tres niveles: en planta baja los espacios de trabajo en directa relación con la calle, el espacio de cochera pasante en relación al patio privado. En el primer nivel se organizan los espacios mas privados con expansiones a balcones y en el ultimo nivel las áreas sociales coronadas por el techo de bóvedas. Entre el primer y segundo nivel se generan conexiones espaciales dadas por la doble altura en el espacio de circulación. Los espacios interiores se encuentran directamente relacionados con los espacios exteriores en todos los niveles. Se enfatiza el uso del ladrillo visto y el hormigón armado expresando sus cualidades materiales tal cual son, haciendo uso de su capacidad plástica y de posibilidad de trabajar con mano de obra local.



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TALLER

GUERRERO

EQUIPO: Profesora Asistente: Arq. Celeste Guerrero. Adscripto egresado: Arq Nicolas Beltramo. Adscriptos alumnos: RocĂ­o Conci, Florencia Olmos, Enrico Kreiman


Ilustraciรณn: Arq. Celeste Guerrero


Tres interrogantes posibles para proyectar domesticidad Por Prof. Arq. Celeste Guerrero

”El constructor contemporáneo abandona la certidumbre y la objetividad como metas del pensamiento, se instala dentro de un contexto heterogéneo e inestable y lo hace con un cierto optimismo, entendiendo que inestabilidad y heterogeneidad no son un accidente engorroso sino un material creativo precioso, el genuino objeto de la imaginación contemporánea .” El constructor contemporáneo. Sebastián Adamo, Marcelo Faiden (2009).

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LA CASA Y los modos de habitar

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l presente texto no pretende dar instrucciones ni recetarios acerca de la arquitectura doméstica. Por el contrario, su objetivo es invitar al lector a re-pensar de manera crítica y reflexiva los modos de habitar contemporáneos que con frecuencia, por su condición de cotidianos, se dan por supuestos sin cuestionarlos. Poner en discusión cómo habitamos hoy y qué versatilidad tienen nuestros proyectos en el tiempo probablemente nos permita proponer una arquitectura que supere la mera acumulación de ámbitos, que no sea sólo función, que no sea sólo belleza, que sea ARQUITECTURA, que sean las personas disfrutando esos espacios. Uno. ¿Para quién diseñamos? Diseñamos el espacio doméstico para personas que integran un núcleo de convivencia o sistema familiar específico o genérico, y para los objetos con los que dicho sistema se vincula. Las personas El formato hegemónico de “familia tipo” (padre, madre y dos niños pequeños) ha sido desplazado por sistemas familiares más complejos, dinámicos e inclusivos. Familias ensambladas. Personas solas.

Parejas heterosexuales. Parejas homosexuales. Pares convivientes. Adultos con niños a cargo. Adultos con adultos mayores a cargo. Y todas sus posibles combinaciones. Cabe preguntarnos entonces: ¿Cómo son los espacios domésticos para estos núcleos de convivencia? ¿Cómo son en cada caso las relaciones entre lo individual y lo colectivo de la casa? ¿Cuáles son las condiciones de intimidad deseadas entre los miembros del sistema y de éstos con los vecinos, el barrio y la ciudad? Probablemente algunas alternativas tengan que ver con pensar sistemas espaciales integrados, arquitecturas menos rígidas y menos particionadas, espacios con posibilidad de albergar distintos usos y actividades, relaciones francas entre interior y exterior, etc. Los objetos Utilizamos objetos. Necesitamos -y deseamos- objetos para comer, dormir, estudiar, higienizarnos, disfrutar del ocio y la recreación. Los objetos son parte de la vida diaria y de todas las prácticas cotidianas que desplegamos al habitar.En las últimas dos décadas, la aparición de nuevas tecnologías ha generado cambios que impactan directamente en la relación entre las personas y los objetos. Muchos de los objetos que hasta hace algunos años ocupaban espacios o muebles de la casa (libros,


Casa del Futuro. Alison y Peter Smithson. 1956


discos, fotos en formato papel, etc.) han migrado a espacios virtuales. Televisores, videograbadoras, equipos de música y sus accesorios han sido prácticamente reemplazados por los ordenadores y equipos móviles. Cambian los objetos y con ellos las maneras en que los usamos. Otros aun permanecen y necesitan ser contenidos en sistemas de soporte que el proyecto debe contemplar: ropa, zapatos, muebles, aparatos, comida, bicicletas, herramientas, etc. ¿Qué arquitectura proyectamos para los objetos? ¿Dónde se ubican las cosas que cada sistema familiar utiliza? ¿Es un equipamiento fijo o móvil? ¿Es un equipamiento que tiene más de una función? ¿Es en el espesor de los límites de la arquitectura donde se sitúan los objetos? Lo que sin duda no podemos hacer es invisibilizarlos. Los objetos son parte de la vida de las personas y habitarán con ellas los espacios que diseñamos. Dos. ¿Qué casa proyectamos para nuestro tiempo? Proponer una arquitectura para esta época dinámica y cambiante nos lleva a pensar en la arquitectura como soporte, como infraestructura de la vida cotidiana. ¿Qué atributos debiera tener una arquitectura de nuestra época? ¿Cómo proyectar una casa para dar respuesta a dinámicas de cambio que aún desconocemos? Creo que una arquitectura contemporánea debería al menos trabajar sobre tres situaciones:

Flexibilidad Los modos de vida actuales y las maneras en que desarrollan sus prácticas cotidianas los nuevos sistemas familiares necesitan de una arquitectura que posibilite cambios casi instantáneos en la organización interior de sus espacios: unificar dos ámbitos para un solo uso, cambiar temporalmente “el rol” de un espacio por otro, ampliar hacia el exterior una actividad interior, etc. Evolución Los sistemas familiares mutan a través del tiempo y esa mutación impacta directamente en la arquitectura. A veces los procesos de cambio son de crecimiento: se necesita aumentar la superficie habitable debido a la incorporación de nuevos usos o personas. Otras veces los procesos son de decrecimiento: uno o más integrantes del sistema familiar se desvincula del mismo, o se independiza, lo cual genera espacios vacantes que podrían albergar nuevos usos. Indeterminación La arquitectura que producimos al menos en su mayoría y hasta el momento– trasciende la vida de quienes la habitan. Podríamos imaginar entonces que la arquitectura que producimos hoy para albergar la vida


doméstica podría cambiar su uso en el futuro siendo espacios de trabajo, locales comerciales, espacios culturales, etc.

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Tres. ¿Cuáles son las condiciones de habitar que queremos dar? Sentarse a leer un libro al lado de una ventana. Cocinar mirando el verde (del patio, de la terraza, de la plaza de enfrente). Comer un asado con la familia a la sombra. Sentarse al sol en las siestas de invierno. Tener un lugar para las plantas, para la huerta. Guardar la bici, la carpa y las bolsas de dormir. Compartir un vino con amigos mientras preparamos la cena. Ventilar la casa en verano para dormir sin aire acondicionado. ¿Cuánta domesticidad hay en los espacios que diseñamos? ¿Qué condiciones creemos que generan buena calidad de vida para las personas y con qué recursos proyectuales pensamos lograrlas? ¿Cuánto de la vida diaria somos capaces de imaginar para proyectar una arquitectura versátil, posible y de calidad? Una casa en la que entra el sol en invierno pero no en verano, donde el aire circula y barre el calor expulsándolo hacia afuera, donde puedo mirar y transitar desde adentro hacia afuera y viceversa, donde los espacios son amplios, luminosos y generosos en sus posibilidades, seguramente será habitada con intensidad. Esas posibilidades las da la arquitectura y las condiciones de proyecto que como diseñadores seamos capaces de generar. Concebir la arquitectura desde la noción de habitar nos remite a la idea de vivirla desde adentro y en movimiento y no a pensarla como un objeto al que observo desde afuera. Habitar implica poner el cuerpo, accionar en el espacio, experimentarlo, transitarlo, movernos e involucrarnos con lo que en él sucede. Pensar la arquitectura en acción, como proceso y no como objeto. En ese sentido, podríamos suponer que los espacios tendrán mayor nivel de apropiación cuanto más agradable e intensa sea la experiencia de habitarlos.

Casa Eames. Charles and Ray Eames.1949


Imagen: Fotograma del film ‘This was not my dream’ de Gabriel Kogan & Pedro Kok + código QR del film.


UTOPÍAS permitidas

‘Nuestros recuerdos se hibridan con nuestros conocimientos, con nuestros deseos.’ José Antonio Marina. El aprendizaje de la creatividad: la creatividad, el oficio y el arte de vivir, 2013. (p. 167)

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l presente texto aborda el relato del usuario como prueba testigo de un habitar singular. Se trata de esa exposición personal que atraviesa fronteras para manifestar y, en ese acto, legitimar aquellas acciones que posibilitan descubrir voluntades, preferencias, sueños, anhelos, ambiciones, obsesiones e incluso desengaños. Traducido como un retrato activo del escenario doméstico, a veces auténtico y otras idealizado, condensa vivencias, reminiscencias y utopías inherentes a sus moradores. A partir de una historia peculiar –ficticia– pero plenamente reveladora, pretendo explorar y aventurarme a conquistar el significado que entrañan las memorias del usuario como fruto de usar, experimentar, ocupar y compartir un lugar, una casa. De acuerdo a sus autores, el cortometraje titulado ‘This was not my dream’1 (Este no fue mi sueño) busca cruzar la arquitectura con una narración, convirtiendo el espacio per se en el personaje central de la historia y en torno al cual las relaciones humanas tienen lugar. A lo largo del mismo se retrata en primera persona el desenlace fortuito de una historia de amor. Se revela además el poder que encierra el acto de habitar, como conjunto de experiencias que atestiguan un proceso de transformación inmaterial material2 implicado en el acontecer diario de sus residentes. En efecto, el narrador nos invita a formar parte de su historia –es decir,

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Por Arq. Nicolás Beltramo - Adscripto Egresado

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nos involucra– y nos manifiesta de manera detallada los efectos ocasionados en relación a la concepción, asimilación y posterior apropiación de su casa; anhelado sueño solicitado y, por momentos, impuesto. Este fenómeno parece confirmar que toda obra de arquitectura origina la convivencia de dos acontecimientos asociados a una misma realidad, una dualidad. Por un lado una arquitectura que moldea, condiciona y transforma al individuo pero también posibilita, estimula y provoca su accionar. Y por el otro, un individuo que se encuentra afectado, influenciado y, por ende, reacciona a esa arquitectura; a la vez que juega, explora y se apropia de la misma. En consecuencia, podría decirse que la casa es como un experimento, una plataforma de prueba y error que funciona como productora de atmósferas y momentos, en ocasiones mágicos. Le permite al usuario descubrir y, al mismo tiempo, descubrirse en esa búsqueda personal, íntima y sumamente subjetiva propia del habitar cotidiano. En esa interacción personal de viejos –heredados– y nuevos hábitos construye su memoria como habitante. Así pues, realiza una exploración que indefectiblemente está acompañada de ciertos objetos que hacen al personaje y a su camino recorrido. Colección de pertenencias personales, familiares, que funcionan de referente y, a su vez, de inspiración. Piezas que le otorgan singularidad a la vivienda; incluso le transmiten y conceden un alma propia. Son memorias vivas que denotan el transcurso del tiempo. De esta manera, la casa actúa como refugio de una esencia3 en continua evolución – en tránsito. Conjunto de datos blandos4 que necesitan ser comprendidos, acogidos, abrazados en el espacio doméstico y, a su vez, dar lugar a generar nuevos, proyectarse a lo desconocido. Me refiero a los futuros recuerdos que estarán ligados a ese nuevo hogar. En otras palabras, utilizar la historia del usuario como insumo del proyecto; otorgarle valor. Rescatar, manipular y traducir ese bagaje inédito como fuente de inspiración, estímulo para animar el programa y, a partir del cual, diseñar, crear. Es indudable que la acción de habitar transforma a las personas, las hace ver y actuar diferentes. De hecho,

ese devenir puede provocar o contagiar dos tipos de sucesos: positivos o negativos, nunca neutrales. Puesto que vivir es un crecimiento ininterrumpido, implica desafíos, revelaciones, apegos, rutinas y prácticas propias de existir; coexistir. A mi parecer, una persona inventa su historia –es decir, se inventa constantemente– y en esa progresión habita esa historia, permanece. Por ende, una casa puede ser comprendida como una instalación, una exhibición mudable que cuenta algo. Destinada a expresar una biografía, un lapso de tiempo que ha sido aprehendido; evidencia al usuario. En resumidas cuentas, este acotado pero aventurado recorrido permite reunir episodios, escenas y actores propios de un mismo escenario. Me refiero a ese relato crítico y genuino que trae consigo el usuario como intérprete de su propia vida. Un habitar incipiente producto de esa idea inicial, imaginario que proyecta su condición de habitante. En definitiva, se trata simplemente de una historia que desea ser escuchada, dado que no busca invadir, sino conectar y ser protagonista en el encuentro entre arquitecto y destinatario. Hago alusión a esa conversación que engendra un habitar ajeno y en la cual el rol del sujeto creador es crucial, ya que intervendrá, permitiendo o no, esa inesperada y, a veces, orgullosa utopía personal. Por último, y a modo de interrogante, los invito a unirse al narrador, acompañarlo en esa admirable contemplación y, a lo lejos, sentir el (des)amor de Suzana.

1 Cortometraje de Gabriel Kogan & Pedro Kok. Bienal de Venecia, 2014. Obra: Redux House (Brasil) de Studio MK27. https://vimeo. com/96252361 - vimeo.com/8736244 2 Véase: “Acouplamientos”, de Manuel Gausa en Diccionario metápolis de arquitectura avanzada, 2001. (p. 30). 3 Véase: “Se viene conmigo”, cortometraje de Álvaro Santos & Jorge Dévora. Corzo Films, 2014. https://vimeo.com/113220875 4 Véase: “Un ruido naranjo”, conferencia de Smiljan Radic. BIArch, 2009. https://vimeo.com/8736244


El espacio plus, Por Rocio Conci - Ayudante de alumno Arquitectura 2D

“Es cuestión de saber dónde parar, de dónde terminar el proyecto y de cuánta libertad le procuras al habitante. El espacio no debería imponer un estilo de vida en particular, y no se tiene por qué proyectar todo; solo has de proporcionar un espacio potencial para poder ser apropiado y usado. Habrá un máximo de oportunidades y el proyecto asumirá ser cambiado, transformado y reapropiado”. Anne Lacaton sobre Ocupar el espacio.

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incubadora de actividades

¿Dónde arreglo la bicicleta? ¿Dónde tomo mate con mis amigos? ¿Dónde duermo la siesta? ¿Dónde dibujo, leo y escribo? ¿Dónde hago el asado con mi familia? ¿Dónde tomo un poco de aire? ¿Dónde tiro el colchón en verano? ¿Hay un lugar determinado para cada una de estas actividades? No. Pero lo que sí hay es un espacio in-determinado capaz de adaptarse y permitir la superposición de todos estos usos: el espacio plus. La vivienda contemporánea ya no posee un programa estrictamente zonificado e inmutable sino más bien todo lo contrario. Nuestras rutinas, gustos y costumbres van cambiando con el tiempo; por eso, la idea de un espacio extra desprogramado, flexible y sin restricciones es un tema recurrente a la hora de proyectar.


El espacio plus es un espacio “comodín”. Abandona lo genérico, blanco, pulcro y ajustado de la arquitectura moderna que impone un modo de vida único para transformarse en una incubadora de lo cotidiano, un lugar que se puede ocupar y vivir de diversas maneras. La característica principal es su neutralidad: la capacidad de mutar y adaptarse al paso del tiempo, al clima, al crecimiento de la familia; es decir, a la necesidad del momento. Tiene la posibilidad de ser una cosa y otra, abierto y cerrado a la vez, exterior e interior; cualidades que nos abren un mundo de posibilidades en cuanto a apropiación y experimentación. Gracias a estos espacios entre-medio los límites se vuelven difusos, la casa se expande. Los muros adquieren espesor y usos, el exterior invade el interior, la sombra se vuelve habitable, el paso de afuera hacia adentro se convierte en una transición; en fin, se crean nuevas capas para ser habitadas. Podríamos lograr estos espacios trabajando tres dispositivos: un techo, una pared y una plataforma.

Ed. Sucre 4444 Arq. Esteban Tannenbaum

Casa Martos Arq. Adamo Faiden

El espacio plus es un espacio “comodín”. Abandona lo genérico, blanco, pulcro para transformarse en una incubadora de lo cotidiano, un lugar que se puede ocupar y vivir de diversas maneras. El primero actúa en vertical, cubriendo un exterior, dándole escala humana, apropiándoselo. Permite habitar la sombra (muy necesaria en nuestro clima) y colonizar espacios que antes no considerábamos, como las terrazas sin protección climática alguna. El segundo (la pared), funciona de manera horizontal, empujando los límites del interior, mejorando la privacidad y la transición del exterior al interior mediante el filtro de las visuales. Propone también espesores que mejoran térmicamente los cerramientos y admiten nuevos usos. Por último, la plataforma, dispositivo que actúa en horizontal, extiende la superficie del interior, desdibujando sus límites, incorporando el exterior adentro y creando un arriba y un abajo. A continuación, un par de ejemplos.

Casa Umbraculo Arq. Javier Corvalán


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CASA SABATTINI Alumno Arquitectura 2D 2016: Nicolas Flores

La casa Sabattini es un proyecto que se inserta en Barrio San Martin (Cba.) en situación de un terreno angosto entre medianeras, donde surge la necesidad por parte del usuario “aprovechar al máximo cada superficie“ es por ello que se toma como idea de partido una vivienda que se desarrolla en vertical, generando distintas instancias de habitabilidad/permanencia, espacios con distintos grados de privacidad y de apropiación. La vivienda se desarrolla en tres niveles, en planta baja se plantea un espacio (estudio) destinado para ser utilizado por el usuario en su desempeño laboral, a su vez se trabaja con la idea de relación interior/exterior, posibilitando la expansión del trabajo al exterior si se quiere. En primer nivel se desarrollan las actividades sociales, donde la vivienda se abre gentilmente hacia una terraza contenedora de múltiples actividades (mates/asados con amigos/fiestas etc.)



medianeras esto aporta una gran flexibilidad espacial liberando el espacio central de la vivienda. En cuanto a la materialidad se trabaja con una estructura de hormigón visto blanco, el aporte que brinda el blanco sobre los espacios es muy noble y sutil. Los muros “sur” estarán aislados térmicamente, las ventanas deberán ser herméticas y para evitar posibles corrientes de viento por los paños de vidrio se colocan cerramientos metálicos aislados térmicamente. Para controlar la privacidad, radiación solar se colocan placas metálicas al norte, estas podrán girar y plegarse entre si.

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El segundo nivel fue diseñado para los espacios de descanso pensando a su vez en la posibilidad de vincular e integrar los dormitorios de los chicos logrando así una unificación espacial que le permitirá al usuario apropiarse del mismo y adecuarlo a nuevas actividades a futuro. Como espacio “PLUS” para la familia se diseño una cubierta para ser utilizada a fines de recreación al aire libre, descanso, contemplar etc. Se entiende que es una vivienda en situación de entre medianeras es por ello que se decide que los servicios se ubican sobre las



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CONJUNTO MS Alumnos Arquitectura 2D 2015: Jazmin Gieco y Nicolas Flores

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El contexto donde se inserta el conjunto “SM” se caracteriza por la densa edificación circundante. Esto conduce a la idea de diseñar un conjunto sutil y ligero de materiales de montaje (acero) que reste densificación al barrio, donde predomina el vacio sobre el lleno. La situación del lote es entre medianeras motivo por el cual optamos por diseñar espacios de guardado y núcleos duros de servicios sobre las medianeras laterales, esto otorga flexibilidad al programa de cada vivienda, de esta forma da fuerza a la idea de darle un espesor a las mismas. En planta baja se desarrollan las actividades sociales de cada vivienda priorizando la flexibilidad interior/exterior posibilitando su expansión de acuerdo a la necesidad del usuario. Consideramos que en una vivienda es necesaria la presencia de un espacio verde (patios) que aporte buena iluminación, ventilación y esparcimiento de las actividades recreativas. Por esto último cada vivienda es contenida por una alternancia de patios. El primer nivel está destinado a las áreas de descanso, donde se trabaja con la idea de integrar los espacios posibilitando nuevas actividades a futuro. El segundo nivel contiene las actividades laborales que desempeña cada usuario, brindamos la posibilidad de que cada taller se pueda abrir hacia el exterior y a su vez al punto de cultura (centro cultural colindante) a través de una plataforma que surge como intervención, donde se podrán desarrollar exposiciones de los talleres al aire libre, vinculando al barrio con el conjunto.



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TALLER

MENÉNDEZ

EQUIPO: Profesora Asistente: Arq. Adriana Menendez. Adscripto Egresado: Arq. Paula Fossati, Arq. Magdalena Hidalgo, Arq. Julieta Molina. Adscriptos Alumnos: Javier Moran, Luciano Boero



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como el lugar de la memoria

Por Prof. Arq. Adriana Menéndez

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ncuentro inquietantes algunas búsquedas arquitectónicas que proponen la casa como dispositivo espacial indeterminado. Algunas son valiosas, otras provocativas; en general provocan algunas reflexiones que comparto en estos párrafos. Un contenedor despojado de toda referencia cultural, contextual y además “neutral”, indeterminado en cuanto a la espacialización de un programa; la indeterminación como un objetivo del proyecto arquitectónico en general y de la casa en particular. La pretensión de cierta asepsia de quirófano en el concepto de “dispositivo espacial” puede inscribirse o alentar la perspectiva que el antropólogo Marc Augé describe como los no-lugares de esta sociedad globalizada. Dice el Diccionario de Arquitectura: “Dispositivo: lo que dispone”. (CASARES, Julio. Diccionario ideológico de la lengua española, Barcelona; GG, 1966.) Sistema, mecanismo, criterio, lógica, pauta, mapa o diagrama…

Nuestro reto como arquitectos es producir nuevos dispositivos de acción ajustados a –y en recurrencia con– los estímulos propios del nuevo orden global en constante situación de suspense. ..El sistema operativo así concebido se define, entonces, como un “dispositivo abierto”, vehículo de información, respuesta global y local e instrumento operativo a la vez. Tal vez se esté presumiendo que el arquitecto debe ser un proveedor de productos anónimos, atemporales, del tipo “ármelo Ud. y vívalo como quiera”. Cercano al “use y tire” de la segunda posguerra. Una especie de “composición: tema libre”, en donde ningún espacio está orientado a ser el lugar de reunión, ni el lugar de la intimidad. Dispositivos que parecen destinados a individuos básicamente solos, cohabitando bajo un mismo techo, sin lazos entre sí que valgan la pena ser reflejados en la organización espacial de la casa. Extraña libertad.


Adhiero al concepto de casa como “lugar”, que connota pertenencia cultural, más que como dispositivo espacial abstracto. Lejos de pretender una vuelta al pasado, ni deseable ni posible, aliento la idea de que el arquitecto se involucre en una interpretación de un modo de vida, sugiriendo determinados rituales en el ámbito de la casa, con la flexibilidad que ya desde los años 70 es un “deber ser” del proyecto. Espacios y relaciones que quienes habiten necesariamente van a modificar, a resignificar. Una propuesta cultural, una mirada que consiente o inconscientemente el arquitecto pone en juego en el proyecto, en tanto él mismo es un producto social e históricamente determinado. ¿O será que es precisamente eso lo que hacen algunos arquitectos japoneses al proponer espacios indeterminados e intemporales: justamente, interpretar sus modos de vida? En una nota aparecida en Archdaily a fines de 2013, el arquitecto Alastair Townsend de Tokio señala que “la tendencia por la vivienda de vanguardia podría estar siendo impulsada tanto por la extraña economía de bienes raíces propia del país, como también por la creatividad de sus diseñadores. Las casas en Japón se deprecian rápidamente como bienes de consumo duraderos – automóviles, refrigeradores, palos de golf, etc. Después de 15 años, una casa pierde todo valor y es demolida, en promedio 30 años después de su construcción”. Este carácter perecedero modifica sustancialmente el significado de la vivienda y su posibilidad de preservar registro espacial de la familia que la habita. Además de los condicionamientos del mercado inmobiliario, la recurrencia de severos terremotos hace de la periódica destrucción-reconstrucción parte de la vida aprendida por generaciones. La impermanencia es en Japón un valor cultural. Así como los postulados de la arquitectura moderna de los años 20 y sus exploraciones en torno a la casa mínima fueron apropiados por el capitalismo, redireccionando la búsqueda de soluciones a la demanda social de vivienda que los había motivado hacia la maximización de la ganancia representada en el International Style, me pregunto si la idea de la casa como dispositivo despojada

Lejos de pretender una vuelta al pasado, ni deseable ni posible, aliento la idea de que el arquitecto se involucre en una interpretación de un modo de vida de cargas contextuales puede resultar funcional al estadio actual del sistema global. Un producto, la casa como producto de resguardo de valor y el arquitecto como un proveedor de esta industria, en un mercado que compite con la tasa de interés bancaria. En otro plano, la institución de la cual la casa es sede, la familia, atraviesa fuertes transformaciones, en tensión con su propia inercia. En nuestra región la casa, como objeto construido, perdura en el tiempo tal vez más de lo que tardan en modificarse las formas sociales. Hay un registro material - espacial de la vida inscripto en la arquitectura de la casa, y esa memoria es necesaria, no como museo sino como anclaje vivencial de cada generación en el tiempo, contrarrestando el vértigo de cambios cada vez más acelerados. Lo intemporal puede remitir a la esencia, también puede implicar cierta alienación. Todo se transforma, mas no todo cambio es positivo, ni su sentido inexorable. Dice Eric Hobsbawm en su Historia del Siglo XX: “La destrucción del pasado, o más bien de los mecanismos sociales que vinculan la experiencia contemporánea del individuo con la de generaciones anteriores, es uno de los fenómenos más característicos y extraños de las postrimerías del siglo XX. En su mayor parte, los jóvenes, hombres y mujeres, de este final de siglo crecen en una suerte de presente permanente sin relación orgánica alguna con el pasado del tiempo en el que viven”. La velocidad y simultaneidad de los cambios que experimentamos como sociedad demandan profundizar la reflexión disciplinar acerca del rol que jugamos los arquitectos en este sistema, en tanto encargados de configurar el soporte del habitar cotidiano, la casa. Luego, todo vuelve a comenzar.


LA CASA, 127 TALLER MENÉNDEZ

el lugar de los cambios

Por Arq. Magdalena Hidalgo - Adscripto Egresado

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l conocer una ciudad, siempre hago el ejercicio de imaginar cómo es la sociedad que la habita. Con mí sociología de bolsillo saco conclusiones de lo más variadas y de dudosa cientificidad. Como expresa Norberto Chavez en El diseño invisible: “Todo bien cultural, material o inmaterial, es tal por que porta un sentido compartido por toda la comunidad, es decir una significación de alcance social. En palabras de Manuel Delgado: La cultura es lo que llamamos “Naturaleza humana”. Entonces [...] “El hábitat, primera y más profunda huella material de la vida humana, es la manifestación más completa y universal de la matriz cultural de una comunidad:refleja e induce el sistema de relaciones físicas y simbólicas de los individuos entre sí y de estos con el medio” [..]. Nos enseña de antropología, expresa a través de sus formas, tejidos, alturas, líneas compositivas y geométricas, las relaciones entre los miembros de una sociedad.

De modo natural, mis razonamientos me llevan a la micro escala, la vivienda, y pienso en sus habitantes, cómo deben ser sus hábitos, personalidades. ¿Se han moldeado sus estructuras psíquicas a partir del lugar donde habitan? ¿Habrán podido elegir ellos el lugar para habitar por que les permitía desarrollar sus modos de ser? Y dado el caso que hayan hecho su propio hogar con el asesoramiento y diseño de un Arquitect@,¿habrán ell@s podido materializarles sus deseos? Recuerdo mi paso por el taller de “Arqui” 2D; el profe planteó la consigna: hacer un proyecto de viviendas agrupadas, que debían responder a los “nuevos modos de habitar”, cuando el trabajo rentado vuelve a desarrollarse en el ámbito privado. ¿Cómo se debería abordar la temática? ¿Qué diseño puede facilitar la vida de ese usuario? Debíamos elegir cuál sería ese oficio rentado con la salvedad casi tácita de “proponer cosas compatibles, ¡no van a poner un boliche! ¿Se entien-


de?”. Instantáneamente, mis amigos me miran y estallan en risas. Y sí, yo era una habitante de una casa con actividad incompatible, vivía en una “casa boliche”. La historia era así: mis padres compraron un boliche, o lo que quedaba de él. Nos llevaron a mi hermana y a mí a conocer la futura casa y muy orgullosos nos dicen… “¡Acá vamos a vivir!” Al ver esa construcción derruida, nuestra cara se fue transformando de una expresión de sorpresa a una de desagrado. Sus muros exteriores plateados, los interiores azules, con signos del zodíaco dibujados en colores flúor. En las paredes perimetrales de una bow window había unas gradas y en su centro un hogar. Paradoja, poco se parecía a un hogar. Mi madre con optimismo muy creativo visualizaba ese espacio como el “Living”. Mmmh… eran nuestros murmullos. Y la expresión de sorpresa aumenta, al llegar a ver los supuestos futuros dormitorios… -“¡vengan!” decía mi mamá, con cierta picardía, “¡elijan su cuarto!”. Aunque sabíamos que escondía cierta malicia, nos generó expectativa, y entusiasmadas fuimos a primerear el mejor. Hasta que vimos que… ¡había que optar por los baños de hombres o de mujeres! Era impensable un dormitorio ahí. Volví a reparar en que mi mamá era una visionaria creativa. Tras dos años de construcción, eso sí se convir-

tió en una casa. El “Living” era un estar, ya no mas una pista de baile; los baños se convirtieron mágicamente en dormitorios y dejó de lucir azul, astrológica: se veía una casa amplia. Casa. Y funcionaba como tal. Así la vivimos por un año, hasta que de repente un helicóptero se eleva de la terraza de otra casa, la de todos los argentinos, la Rosada. Y estalló la crisis del 2001 y con ella el desempleo; mis padres no fueron la excepción. Aquella casa, espaciosa, a la que le quedaban holgados los muebles y con un pasado nocturno pasó a ser una solución provisoria que pensaron mis padres para sobrevivir al panorama económico desalentador. Aprovechando que los mayores de 45 no tenían donde salir a bailar, mi casa volvió a ser un boliche. En el estar apareció una barra, se pobló de mesitas con sus sillas y manteles, se llenó de humo y luces de colores. Esta es la historia de cómo vivo en una atipología, una vivienda mutante, un boliche-casa o casa-boliche que los fines de semana se trasviste, se pone las luces y los brillos, estalla en ruido, música y personas. En la semana el silencio inunda una casa de mobiliarios poco convencionales. Entonces me pregunto ¿habrá moldeado el hábitat mi personalidad? Probablemente… Mejor lo charlo en terapia.


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Ilustraciรณn: Arq Magdalena Hidalgo



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CASA 8,66 Alumnos Arquitectura 2D 2016: Manuel Bechis La idea principal del proyecto consistió principalmente en que todos los espacios tengan una relación directa entre interior y exterior, para así relacionarlos de diferentes maneras. Se optó por una “forma” de prisma rectangular (vertical) para poder distinguir diferentes ambientes y dividirlo en tres niveles, y que a su vez mediante características particulares como la doble altura, permitiendo tener un vínculo constante entre lo social y de lo que sería el trabajo, produciendo un gran balconeo. Así también generar un nivel para disponer del área privada (dormitorios). A partir de esto se crea en base a los tres niveles, una columna de núcleos húmedos adaptados a estos, para la comodidad y uso del usuario. Otro rasgo importante fue la continuidad espacial, como sucede desde el comienzo del terreno hasta el fondo de este, en planta baja principalmente y que fue capaz gracias a la disposición de estructura, forma, ideas, y también la incorporación de filtros necesarios para protección, como así también para darle privacidad a la vivienda.



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CONJUNTO 3 3 Alumnos Arquitectura 2D 2016: Cirigliano y Zimmerann

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Resulta de un estudio del contexto, y un plan de masas, que se conjugan para lograr una volumetría aireada, donde los llenos son contundentes y se cortan con espacios vacíos predominando el verde, como una respuesta en forma de negativo a lo que dice el entorno. Disponiendo al conjunto como franjas, la primera por su conexión con el centro vecinal se abre como espacio público y de circulación, comunicando el patio con los trabajos, las viviendas, y a un conjunto con el otro, la segunda es de carácter privado, donde se desarrolla el programa de cada vivienda y la tercer franja de espacios exteriores se corresponden al uso privado de las viviendas, patios continuos que se cortan con la visual a la plaza, filtrando lo público y lo privado por un núcleo de escaleras. La distribución de las tipologías es longitudinal, generando un gradiente desde la vivienda más flexible a las de uso más definidos o familiares si se quiere, esto respondiendo al programa. Las cocheras agrupadas al frente, generan una planta baja libre, que puede ser usada cuando los autos no se encuentran, sobre estas y con más contacto con el movimiento de la ciudad, elevados un nivel del suelo está la vivienda transitoria, donde los usuarios de esa vivienda podrían cambiar con el tiempo, se le dio flexibilidad funcionalmente con un núcleo duro central que separa los ambientes pero a la vez los conecta. Ingresando más al lote se disponen las viviendas familiares, de dos y tres dormitorios, cuyas tipologías desarrollan la parte social en planta baja y la privada en planta alta. Sus áreas sociales también adquieren un carácter flexible por no cerrar los espacios si no, permitirles una total conexión, que los usuarios pueden modificar.



ahí, paredes de ladrillo visto que se adosan como planos completos a la estructura de hormigón, dejándolo a la vista en vanos y ventanas, definen a las viviendas. Los trabajos que buscan ser vistos como contenedores, están fabricados con una estructura liviana, usando chapa. El núcleo de circulación, está recubierto con un filtro de metal desplegado, protegiendolo, pero permitiendo su que su traslucidez deje ver a través. La conexión con el conjunto de viviendas colindante, se logra no solo por el paso público entre uno y otro, sino también por el lenguaje de la materialidad en los filtros.

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Todas las tipologías conforman paquetes donde se agrupan núcleos húmedos y escaleras y estos se alinean ordenando el programa y dándole funcionalidad. La disposición del espacio público al sur, permite a las viviendas abrirse a al norte, y cerrarse a la mala orientación y al espacio público dándole privacidad.Un punto importante es la conexión con la plaza al frente del conjunto, para lo cual una terraza común al frente del edificio, les permite a todos los usuarios del conjunto disfrutar de las mejores visuales y realizar diversas actividades. La materialidad habla también de las funciones que se dan



TALLER

MIR

INTEGRANTES: Profesor Asistente: Arq. Guillermo Mir. Adscrpto Egresado: Arq. Victoria Burgos, Arq. Pablo Ochoa, Arq. Paula Fossatti. Adscripto Alumnos: Joaquín Cruz, Enzo De Dio, Germán González Holc, Camila Guerra, Esteban Anderson, Cecilia Martí, Rodrigo Bustamante, Catalina Ronc



LA CASA Y 141 TALLER MIR

LAS TRANSICIONES ESCALARES

Por Prof. Arq. Guillermo Mir

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A CASA es parte de un sistema con complejidad urbana, simbólica y espacial. Como en todo sistema, entender las relaciones y articulaciones entre las partes es fundamental. Entendemos a la vivienda de la ciudad como un objeto arquitectónico con escalas propias del habitar íntimo y doméstico, pero que también integra una trama del habitar en conjunto en el espacio urbano-colectivo. La arquitectura de la vivienda crea objetos que son parte de una trama mayor compleja y compuesta por usos diversos, en donde la casa crea su cosmos que péndula entre grados de intimidad, domesticidad y socialización. Podríamos entonces, interpelar el modo en que entendemos y proyectamos las viviendas: ¿cuál es la variedad de escalas a las que la casa debe dar respuesta? ¿Entre qué tipo de relaciones entre lo íntimo y lo colectivo debe la casa mediar? ¿Cómo son los espacios de la casa que plantean esta mediación? ¿Cómo insertamos a la casa en una escala urbana mayor? Si tomamos como referente el pensamiento desarrollado por Hundertwasser (1958) y su teoría de las cinco pieles, podríamos establecer un paralelismo con

el planteo anterior. En dicha secuencia se abordan una serie de pieles como entornos personales sucesivos, de los más íntimos y propios como la piel hasta los más sociales y antropológicos como el entorno y la identidad. En palabras de Hundertwasser estas pieles nos conforman como individuos, partes de una sociedad y miembros de un entorno. La tercera de las pieles es la de LA CASA, la del habitar doméstico. La propuesta implica profundizar en esta piel de manera interna y externa, para comprender las relaciones que establece LA CASA con su interior, espacio doméstico, y con sus tensiones hacia fuera, espacio urbano. Cuando nos referimos a las escalas de la casa no hablamos específicamente de medidas, ni de dimensiones, sino de capacidad de relación y articulación entre elementos en determinada situación. De un objeto puesto junto a otro y estos a su vez en relación a un conjunto aún mayor. Sería posible abordar una dinámica de reconocer a la casa en un sistema de relaciones escalares con la ciudad, con el barrio, con la manzana, con los espacios propios interiores y exteriores, como así también con las personas que la habitan, con


sus vecinos, con sus amigos y familiares. Dicho de otro modo, incorporar al proyecto de la casa la secuencia escalar y sus transiciones escalares. Propongo las siguientes afirmaciones para esbozar las transiciones escalares que LA CASA asume: La casa entre la escala de lo íntimo y lo social Desde una mirada más simbólica, se considera a la casa como un elemento que intermedia relaciones entre el afuera y el adentro. Como un dispositivo que regula escenas de intimidad, vínculos hacia el afuera y estructuras de poder. En relación a este tema, el arquitecto finlandés Juhani Pallasmaa hace referencia a que las personas tenemos personalidades privadas y sociales, y es la casa, más específicamente el hogar, el sitio en donde las primeras tienen lugar. En su texto expresa: “... el papel del hogar es el del delineador o mediador entre el reino de lo público y el de lo privado” (PALLASMAA, 2005). La casa como arquitectura debe articular los ámbitos espaciales propicios para la vida íntima de sus habitantes, como así también dar lugar a espacios que garanticen las relaciones de estos con sus pares, familiares, amigos. Desde este lugar, el proyecto de la vivienda tendrá que explorar en los modos de habitar para establecer una variedad de espacios, como un sistema espacial complejo, en donde el habitante intercale ámbitos con mayores o menores niveles de clausura y transparencia como parte de la complejidad tipológica de la casa. LA CASA transiciona entre lo íntimo y lo social como parte de su representación propia, permitiendo los encuentros y las manifestaciones de las prácticas sociales de sus habitantes como una arquitectura del intercambio y la flexibilidad. La casa entre la escala de sus habitantes y sus vecinos Dentro de la variedad de espacios que la casa ofrece existen algunos en donde la interioridad se comparte. La vivienda urbana construye un fragmento de ciudad, como parte de esta se generan una serie de interfases entre el espacio público y el espacio privado. Vale aquí indagar sobre qué tan actuales son las categorías espa-

ciales de las cuales la vivienda se alimenta: el espacio público, el espacio semi-público, el espacio colectivo y el espacio privado. El antropólogo Manuel Delgado Ruiz (2014) hace referencia a que podemos leer los espacios públicos y privados como una “antropología de la espacialización”, considerando en ella una serie de vínculos más o menos efímeros que tienen impacto en el soporte físico. Ahora bien, sería apropiado valerse de otra de sus frases: “una antropología de una vida en las aceras”, que son en nuestra cultura un espacio más de la casa, una expansión, un territorio de apropiación y de encuentros con vecinos. Si el proyecto de la vivienda considera esta relación tensa, pero necesaria, entre el espacio de los habitantes de la casa y el espacio de interacción con sus vecinos, deberá dar lugar a ámbitos que son parte del sistema espacial de la vivienda y que se manifiestan como intermediarios, reguladores, expansiones… espacios híbridos entre lo familiar y lo vecinal. LA CASA transiciona entre la escala de sus habitantes y sus vecinos a través de un sistema de gradientes espaciales, con dominios y usos mixtos, que varían entre el interior y el exterior, para reafirmar la condición urbana y barrial de una vivienda cada vez más introvertida. La casa entre la escala del lote y la manzana Referirnos a la casa urbana implica reconocerla como parte de un tejido, de una calle, de una manzana. El tejido urbano, la manzana, el lote, son elementos morfológicos-urbanos que hacen a la definición escalar de la vivienda. En una ciudad como Córdoba, con la mayoría de sus manzanas cuadrangulares, la sucesión de parcelas y la profundidad de las mismas son condicionantes a la vez que posibilitantes en la definición de la vivienda como parte de un tejido. Las casas en lotes urbanos deben atender a una serie de encuentros propios de su ocupación: el modo de interacción con el espacio canal de la calle, el vínculo planar con las fachadas colindantes, la decisión sobre el contacto con las medianeras y el cómo llegar al fondo del lote, y en la variedad de respuestas a estos elementos encontramos una diversidad acotada de


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tipologías de vivienda que se repiten desde hace tiempo. “En las fachadas está la arquitectura, con sus cambios de estilo y moda. En la profundidad de la manzana está la construcción práctica y el habitar”, dice Alfonso Corona Martínez (2009). A partir de dicha afirmación, podríamos cuestionarnos en dónde radica la verdadera esencia de la arquitectura de la vivienda (¿en el espacio interior, en el partido respecto del lote, en su cara visible, en el habitar que aloja?) y qué recursos de proyecto se ponen de manifiesto para entender que es parte de un sistema mayor, y que como tal funciona como componente de un conjunto. LA CASA transiciona entre escalas del lote y de la manzana; tomando decisiones respecto de una serie de volúmenes, planos, líneas, llenos y vacíos que definen un tejido urbano que la contiene y la sitúa, proporcionando contexto y cualidad.

Entonces LA CASA como arquitectura tensiona con variables que son propias de su esencia como habitar, de su implantación y de sus espacios. LA CASA tiene el compromiso de resolver ciertas transiciones escalares simbólicas, propias del habitar en intimidad y en sociedad. Como así también poner de manifiesto recursos de proyecto para plantear espacios que actúan como reguladores de las relaciones entre interioridades privadas y exteriores públicos, como parte de un continuo espacial complejo. Posibilitando así definiciones respecto a una inserción determinada en un lote que es parte de una manzana, que conforma tejido urbano desde el grano pequeño y en dicha acción plantea formas de usar el suelo urbano y generar espacios propios para el habitar contemporáneo.


LA CASA

Por Germán Gonzáles Holc - Ayudante Arquitectura 2D

Definir casa. No es simplemente un lugar o una palabra para nombrar una construcción. Son objetos acumulados y un contenedor vacio al mismo tiempo. Es todo aquello que construimos y destruimos. Rutina e indiferencia. Alegrias. Comportamientos mecánicos repetidos en un lugar donde las cosas se rompen y dejan de funcionar. Es también como las relaciones que de a poco se desgastan, se retoman o crecen. Es donde olvidamos que cosas queríamos hacer cuando éramos jóvenes, cuando teníamos proyectos. Es un lugar donde nos damos cuenta que la vida pasó. Que tal vez no tuvimos fuerzas para cambiar. Que fue mas importante permanecer, continuar y hasta cierto punto resignar que cambiar. Es también crecer y decidir. La casa existe? O es una imagen de un lugar donde queremos volver. Volver y darnos cuenta que no queda nada mas que una pila de muebles viejos. Una imagen donde fuimos felices. Un recuerdo y lo que fue una vida. Nuestras vidas.




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CASA 8,66 Alumno Arquitectura 2D 2016: Marcos Quirelli Vivienda unifamiliar ubicada en un terreno rectangular de gran longitud y poco ancho, precisamente 8,66 de ancho por 25,00 metros de largo. La misma está localizada en el barrio San Martín de la ciudad de Córdoba. Su entorno carece de vacíos, donde predominan los llenos y la superposición de viviendas y usos construídos. La propuesta radica en abrir el tejido, esponjar el espacio con volúmenes de geometrías simples equidistados paralelamente al pasaje. Se propone en un mismo acto la aparición de espacios verdes y la continua relación entre ellos. La misma se hace evidente tanto en el desarrollo horizontal como en las evolventes verticales, con muros y aventanamientos retraídos. El primer volumen se divide en dos plantas, en el primer nivel se encuentra el espacio para uso flexible y guardado del auto, el cual se conecta con el único espacio seco, desde aquí, se tiene la posibilidad de ingresar dentro de la vivienda por medio de un estar, éste permite acceder a la segunda planta en donde se encuentra el espacio apto para el trabajo. Avanzando en el recorrido por la planta baja, accedemos a un segundo ambiente, la cocina-comedor con visuales hacia dos espacios verdes, este sirve de conexión entre el estar, antes mencionado, y más alejado aún, el sector privado, dormitorios y baños, con salida a un patio de uso íntimo.



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ENCASTRE ÚTIL Alumna Arquitectura 2D 2016: Lautaro Taranzo y Aylen Oviedo Una plaza, un espacio institucional cultural y entre estas nace una nueva densidad que cambia y regenera a través de la vivienda agrupada, convocando a nuevas unidades de convivencia y proponiendo nuevos modos de habitar la escala barrial. El conjunto se localiza en barrio San Martin, Córdoba, sobre la calle Colombres frente a la plaza Concejal Francisco Díaz, más conocida por los vecinos como “Plaza de los burros”. El sitio cuenta con 400m2 entre medianeras, dejando 16m de fachada hacia la plaza y a un pequeño pasaje peatonal, que es servidumbre de paso de otros lotes. El programa presenta 3 viviendas domesticas (Nuclear completa tradicional (3 dormitorios), pares residentes: grupo de convivientes (2 dormitorios), y solas/solos (2 dormitorios). + 3 trabajos. Se optó por un partido que tiene su origen en una trama modulada que se levanta en forma de prismas superpuestos que van intercalando llenos y vacíos generando sus propios espacios de expansión. El conjunto cuenta con una flexibilidad de usos proveniente de la estructura independiente propuesta, además del agrupamiento de núcleos húmedos y de circulación que se compactan hacia los extremos, liberando la planta baja completamente. Las plantas altas son menos abiertas ya que buscan la privacidad tanto a dormitorios como a espacios de trabajo. El rasgo característico en la totalidad del proyecto es la utilización de un muro útil que va quebrándose siendo lugar de guardado, abertura y asiento a la vez, posibilitando que los límites adquieran espesores propios de las necesidades domésticas.



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EQUIPOS: Profesor Asistente: Arq. Fernando Pรกjaro. Adscripto alumnos: Gonzalo Velez, Paula Mendes, Felicitas Luberriaga, Cintia Romero, Paula Aimar, Florencia Olmos, Tomas Gilardi, Javier Moran.


LA CASA Y LOS DISCURSOS Por Prof. Arq. Fernando Pรกjaro

Casa en la Falda, Wladimiro Acosta


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l proyecto de la casa, al igual que cualquier otro, se enriquece y retroalimenta de los discursos que lo estructuran. En una relación dialéctica donde se conjugan recursos espaciales y lenguaje. Muchos de esos discursos no son específicamente “arquitectónicos”; el núcleo de ideas que desarrollan se toma de un contexto más amplio, cualquiera sea, para vincular la disciplina a otros temas -por ejemplo la arquitectura y los sistemas de producción, el hábitat natural, etc. En general, el océano discursivo busca palabras que puedan condensar rápidamente su razón principal, palabras que además tengan una pronta identificación espacial o que puedan ser visualizadas en el bagaje de lo construido, física o teóricamente; palabras que a su vez llegan a tomar independencia de su misma base, pudiendo servir, aun en su descontextualización, para cualificar por si solas un proyecto. Asimismo, el status de estas palabras es temporal, tiene una duración determinada hasta que las palabras de otros discursos resultan ser más útiles para adjetivar un proyecto en un contexto determinado, aun si en la realidad de la práctica los conceptos anteriores siguen vigentes o si una palabra desplaza a otra diciendo lo mismo. Las palabras ac-

túan así condensando un criterio de valor, más aun si su uso tiene una pregnancia positiva en un marco mayor al de la disciplina. Un ejemplo de esto es la reducción de la palabra sustentabilidad por el solo uso del “verde”, que se utiliza en muchos casos para cualificar un proyecto que solo agrupe una sumatoria de imágenes fugaces. Y esto en detrimento de acciones proyectuales diversas, fruto de la investigación y amplias búsquedas que se pueden encontrar en la relación entre arquitectura y medioambiente, energía, etc. Así, la conciencia medioambiental creciente a partir de los 60/70´s tuvo en la arquitectura expresiones discursivas variadas –arquitectura ambiental, eco-arquitectura, arquitectura bioclimática, energéticamente responsable, arquitectura-verde, etc.– que produjeron edificios cuyas búsquedas residían en soluciones que comprendieran el cuidado del ambiente, aunque esta preocupación tiene expresiones muy anteriores a esta fecha (Wladimiro Acosta por citar un caso). La palabra parece asociarse a un imaginario congelado, a veces falto de referencia espacial, pero lo suficientemente efectivo como para que el proyecto pueda ser sostenido sobre una forma vacía de contenido crítico. Por otra parte, algunas palabras engloban nociones


que son usadas en muchos temas de la arquitectura, mientras que otras se vinculan con más fuerza a temas específicos. La idea que abarca la palabra flexibilidad es muy útil para visualizar todo lo anterior en el contexto de lo doméstico. Esta palabra contiene un marco conceptual y de práctica fuertemente relacionada a lo residencial desde al menos un siglo y ha sido usada para cualificar y encuadrar propuestas diversas, casi siempre con un valor positivo. Asociada a la experiencia moderna, expresó la noción de cambio de la vivienda conformada por compartimentos estancos a otra que pudiese variar su capacidad de uso incorporando la noción plástica o temporal del espacio, como puede verse en la icónica casa Rietveld Schröder (1924), donde la disposición de planos móviles y mobiliarios permitían variar el uso de la planta alta. Asimismo, el concepto fue tomado para valorar el uso de la planta libre y la lógica de la zonificación en el agrupamiento de los servicios en proyectos de vivienda para alquiler, donde la determinación de ámbitos se contraponía a la adaptación del espacio según las necesidades diferentes de potenciales usuarios –véase por ejemplo el edificio de Departamentos Transformables en Belgrano, de Ferrari Hardoy y Kurchan. La flexibilidad como soporte de proyecto se entendía al servicio del cambio de funciones y servía para explicar acciones que incorporaran la diversidad del habitante urbano en una misma estructura espacial. Esta relación entre independencia estructural, continuidad espacial y habitantes diversos persiste aun hoy y con algunas variaciones puede encontrarse por ejemplo en las viviendas Mulhouse de Lacaton & Vassal. Más cercana a la contemporaneidad, la búsqueda de “flexibilizar” –o mejor dicho, el apoyo de los hechos arquitectónicos sobre la idea de flexibilidad– ha hecho mella en la noción de programa, sobretodo en la discusión sobre la jerarquización de las relaciones espaciales. Así, flexibilizar en la vivienda ha sido la carta desde donde generar discursos, entender o incorporar las necesidades de nuevos modos en las relaciones de

Mulhouse, lacaton & vassal


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convivencia; en tanto que bajo su paraguas también se ha vaciado muchas veces el pensamiento ambiental, reduciendo la complejidad del espacio doméstico a cajas anodinas con servicios mínimos de cocina y baño. Asimismo, la indefinición y, en tal caso, la escasa toma de posición respecto al rol de la disciplina en la intensificación de las relaciones domésticas subyace bajo esta noción de “libertad”;dicho de otro modo, si los proyectos donde la jerarquización del espacio expresada en particiones reproducen los vínculos y las relaciones de poder de una familia tradicional, con rasgos de conservadurismo o anacronismo, que cultura del habitar o que relaciones estaría reproduciendo el contrario flexible y variable. Cabe entender entonces que la flexibilidad como valor puede corresponder a acciones proyectuales distintas y, según cuales se soporten bajo ese discurso, se puede estar diciendo mucho o casi nada. Así por ejemplo, un proyecto doméstico puede entender esta aparente necesidad rompiendo la relación entre programa y estructura, generando máxima independencia entre el sistema circulatorio y las áreas de uso –la lógica del palier–, proyectando posibilidades de crecimiento o subdivisión espacial o proporcionando espacios cuya indefinición programática e independencia relacional permitan incorporar actividades diversas a lo largo del tiempo. En tal caso, cualquiera de estas acciones pone al proyecto a decir nociones similares pero no necesariamente iguales y será el marco contextual el que determine el valor de la búsqueda. Es preciso entender que lo anterior no guarda absoluta contraposición entre la arquitectura como hecho y el valor de sus discursos o las indagaciones de conceptos cuya síntesis permitan una práctica de proyecto o critica, lo cual es indisoluble de la propia disciplina. Por el contrario, persigue una reflexión acerca de cómo se utiliza el lenguaje para cualificar positiva o negativamente un proyecto, aun cuando el contenido de la palabra se encuentre tan vacío como el proyecto mismo que se desea sostener.



CASA ICU Alumna Arquitectura 2D 2016: Mariana Valdez

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La vivienda 8,66 se encuentra en el barrio San Martin, sobre el pasaje Cames, un lugar tranquilo rodeado de calles ruidosas, la plaza del barrio, y la ex cárcel. La residencia viene marcada por tres elementos muy importantes: 1. Los promotores, Iván, Carolina y su pequeño hijo Ulises 2. La situación, San Martin 3. La búsqueda del contacto con los espacios verdes, y el aire. 1. Iván y Carolina son una pareja de arquitectos con necesidad de una vivienda, donde pudieran trabajar y vivir al mismo tiempo. A él le gusta la pesca aunque no se dedique a ello. A ella le gusta pintar y tener plantas. A su hijo Ulises le gusta jugar al futbol. 2. La situación de la vivienda viene determinada por su ubicación en barrio San Martin y con un terreno de 8.66 metros de frente por 25 metros de profundidad, entre medianeras, con un tejido denso, en una calle angosta, con apenas una vereda para caminar y un par de árboles. 3. Lo que la familia mantenía en común era la necesidad de tener espacios verdes donde poder vivir a diario sin sofocarse, a demás compartían la necesidad de tener un asador, y espacios relativamente amplios para poder invitar amigos o familia con quien poder compartir un buen rato. Con estos tres elementos muy importantes se decidió hacer una casa, donde estuviera incluido el trabajo pero desvinculado en sí. De esta manera dividimos la casa en dos sectores muy grandes, lo social, lo vivencial del día a día, con lo privado, lo íntimo. Surgen de esa forma dos bloques donde dentro de uno están los dormitorios y el trabajo como privado, y lo social, cocina comedor, en otro bloque. Los bloques están conformados de medidas exactamente iguales, de 8.0 metros por 8.66 y dejando entre medio de cada espacio, espacios verdes, patios, galerías, y circulación. La vivienda está formada como si tuviera ‘capas de cebolla’ donde hasta llegar al interior debes atravesar varias pieles exteriores.



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CONJUNTO MODULAR Alumnos Arquitectura 2D 2016: Julieta Tejeda y Julieta Veraguas El conjunto de viviendas “Modular” se ubica en barrio San Martín, frente a la “Plaza de los burros”. Consta de un lote pasante, que conecta a la calle Zelaya. Posee 3 viviendas + trabajo, cochera, y espacio común. Al investigar sobre los nuevos modos de habitar, las característas del barrio y de sus habitantes, se creyó conveniente buscar potenciar los siguientes ítems: 1.Conexión vivienda - pasaje: para que no sea sólo el camino de ingreso a casa, se colocaron las terrazas por las cuales se accede al área social. El trabajo en planta baja tiene expansíon directa hacia el pasaje. 2. Adaptabilidad en las viviendas: por cuestiones de ventilación, iluminación y vistas se dejó el área social en el primer piso, posibilitando que la planta baja y el segundo piso esten dispuestos a tener modic 􀃶 aciones en cuestión de uso y programa. Se aprovechó la estructura independiente para liberar espacios interiores, y se usó tabiquería no portante para posibles cambios futuros.



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3. Conexión entre vecinos, con la plaza: el asador y las cocheras se dispusieron de forma comunitaria frente a la plaza. Así como también las terrazas de las viviendas sobre el pasaje tienen una clara visual entre ellas permitiendo el contacto (sin despojar de privacidad al habitante ya que tambien cuenta con espacios de expansión más privados). 4. Relación interior - exterior: para tener mejores condiciones de habitabilidad, y aprovechar siempre la vista al resto del conjunto y la plaza, cada piso cuenta con su lugar de expansión (patio o terraza, con diferentes grados de privacidad).



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INTEGRANTES: Profesor asistente: Luis Salvay. Adscriptos egresados: Victoria Burgos, Pablo Ochoa. Adscriptos alumnos: Ana Segura, Clara Jubete, Lautaro Quattroccol



la mirada del usuario: RICARDO ELIÉCER NEFTALÍ REYES BASOALTO Por Prof. Arq. Pedro Rapallo

Muchas veces, abordar un proyecto de arquitectura en diversas temáticas y escalas, incluyendo algunos trabajos relacionados a la vivienda y habitar cotidiano, nos exige el tratar de entender a quienes van a vivir, usar o simplemente pasar por la obra que tenemos entre manos, recurriendo para ello a modelos o estereotipos impersonales y abstractos. Igualmente impersonales, amplias y poco estimulantes, suelen ser las denominaciones con las cuales intentamos definirlos en la necesidad de comenzar a operar y que varían según el ámbito donde estemos desenvolviéndonos, hasta desembocar en la académica y genérica denominación de “usuario”, a la cual seguiremos recurriendo hasta que podamos convenir una mejor.

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LA CASA Y


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in embargo, diseñar una vivienda, proyectar una casa en la que tengamos la oportunidad de interactuar con las personas concretas que van a habitarla, nos abre una posibilidad distinta: la de ponerle a ese usuario un nombre propio y por ende darle rostro, entidad, cuerpo, sentimientos, historia… Y nos pone en el compromiso de dar respuestas más apropiadas y también más complejas. Por eso es interesante, para ayudarnos a reflexionar sobre las múltiples experiencias vitales alrededor de la idea de casa, tener de vez en cuando nuevos puntos de vista, miradas sensibles y profundas de otras personas o personajes no arquitectos. Tal es el caso de Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto. Es difícil visitar Chile sin encontrarse de alguna manera con él, directa o tangencialmente, adrede o de forma casual. Como seguramente es difícil imaginar también que alguien hubiera apostado en aquel 1904 en que nació en Parral, pueblo del interior chileno, hijo de padre ferroviario, huérfano de madre al mes de vida, que llegaría a ser uno de los poetas latinoamericanos más famosos del mundo, al punto de inspirar al escritor español Rafael Alberti a decir: “La poesía del continente americano limita al norte con Walt Whitman y al sur con Pablo Neruda”. Porque efectivamente, Pablo Neruda es el seudónimo

que eligió para abrirse paso en su tiempo dentro del universo de la poesía, hasta ganarse el reconocimiento de los ámbitos académicos (Nobel incluido) y el amor / admiración / idolatría de colegas y lectores. Pero además de poeta y referente cultural de su época, ciudadano comprometido con la realidad social y política de Chile, senador, diplomático, viajero incansable, coleccionista variopinto, fue también, con una intensidad similar a aquella con la que escribía, un apasionado de las casas que pensó, construyó y habitó. “La Chascona” en la capital Santiago, “la Sebastiana” en Valparaíso y la casa de Isla Negra son tres casas emblemáticas del poeta que hoy podemos conocer (convertidas en casas museo por la Fundación Pablo Neruda), gestadas en consonancia con distintos momentos de su vida y en las cuales dejó marcada su impronta. Así lo reconoció el arquitecto catalán Germán Rodríguez Arias, proyectista de la Chascona, al decir que la casa terminó siendo más creación de Neruda que de él. Mucho podríamos decir, pero sólo tres cosas me gustaría resaltar en esta ocasión de estas casas, que hablan del alma del poeta puesta en ellas. En primer término un fuerte apego al entorno natural y símbolos de su tierra, representado por la montaña, los cerros a los cuales aferra la construcción respetando su realidad pétrea y vegetal, y por el océano; el mar no sólo como excusa para visuales desde sus grandes o pequeñas


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La Sebastiana, Valparaido, Chile. Foto de Camila Guerra


ventanas sino captándolo e introduciéndolo a la casa con su movimiento, sonidos, aire, cielo. En segundo lugar la simplicidad de sus formas y el uso de materiales propios de la región y de la cultura popular, con sus colores y texturas, en una simbiosis respetuosa con el entorno construido. Y finalmente la interioridad que logra construir, cargada de personalidad y contenido significativo, a partir de posibilitar el uso y apropiación de cada espacio y rincón en toda la complejidad que implica la vida misma, con sus objetos cotidianos, con detalles personales y con los recuerdos que dan continuidad a esa vida y sentido de pertenencia. El espíritu de Neruda parece estar todavía presente allí, a veces él con su amada Matilde o sus amigos, otras veces solo, y escribiendo… DE BANDERAS, PUERTAS Y PRIMAVERAS Pero lo principal de esta invitación a reflexionar, es acceder a la mirada de Neruda a través de su arte. Adentrarse en su poesía, en este caso un poema síntesis de sus vivencias personales en la génesis y concreción de la casa de Valparaíso, pero experiencia que se puede proyectar en algunos aspectos para ayudarnos a entender las expectativas de cualquier persona frente a su casa, o de la humanidad frente a todas las casas… Y como arquitecto termino preguntándome: ¿Somos capaces de asumir las banderas del otro (usuario), o sea sus ideales, sueños más o menos ambiciosos, conscientes o inconscientes, pragmáticos o utópicos, hacerlos propios y traducirlos en la mejor arquitectura posible? ¿Escuchar, entender y ponernos en su lugar? ¿Aceptar sus puertas y pinturas de colores, que es comprender sus esfuerzos y realidad? ¿Podemos dejar de lado nuestras vanidades, y explorar y disfrutar la idea del diseño de la casa como una experiencia compartida? ¿Y dejar el espacio a lo más importante, a la primavera, como sinónimo de la vida real en su dinámica cambiante, transformadora, sin la cual nuestro diseño resultaría incompleto y perdería su sentido?

Valparaido, Chile. Foto de juan accotto


La hice primero de aire. Luego subí en el aire la bandera y la dejé colgada del firmamento, de la estrella, de la claridad y de la oscuridad. Cemento, hierro, vidrio, eran la fábula, valían más que el trigo y como el oro, había que buscar y que vender, y así llegó un camión: bajaron sacos y más sacos, la torre se agarró a la tierra dura -pero, no basta, dijo el constructor, falta cemento, vidrio, fierro, puertas-, y no dormí en la noche. Pero crecía, crecían las ventanas y con poco, con pegarle al papel y trabajar y arremeterle con rodilla y hombro iba a crecer hasta llegar a ser, hasta poder mirar por la ventana, y parecía que con tanto saco pudiera tener techo y subiría y se agarrara, al fin, de la bandera que aún colgaba del cielo sus colores. Me dediqué a las puertas más baratas, a las que habían muerto y habían sido echadas de sus casas, puertas sin muro, rotas, amontonadas en demoliciones, puertas ya sin memoria, sin recuerdo de llave, y yo dije: “Venid

a mí, puertas perdidas: os daré casa y muro y mano que golpea, oscilaréis de nuevo abriendo el alma, custodiaréis el sueño de Matilde con vuestras alas que volaron tanto”. Entonces la pintura llegó también lamiendo las paredes, las vistió de celeste y de rosado para que se pusieran a bailar. Así la torre baila, cantan las escaleras y las puertas, sube la casa hasta tocar el mástil, pero falta dinero: faltan clavos, faltan aldabas, cerraduras, mármol. Sin embargo, la casa sigue subiendo y algo pasa, un latido circula en sus arterias: es tal vez un serrucho que navega como un pez en el agua de los sueños o un martillo que pica como alevoso cóndor carpintero las tablas del pinar que pisaremos. Algo pasa y la vida continúa. La casa crece y habla, se sostiene en sus pies, tiene ropa colgada en un andamio, y como por el mar la primavera nadando como náyade marina besa la arena de Valparaíso. Ya no pensemos más: ésta es la casa: ya todo lo que falta será azul, lo que ya necesita es florecer. Y eso es trabajo de la primavera. Gracias Don Pablo.

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A ‘’LA SEBASTIANA’’ de Pablo Neruda Yo construí la casa.



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CASA RAMPA Alumna Arquitectura 2D 2016: Santiago Gudín Bajo este concepto, se desarrolla en base a una circulación espaciosa, iluminada por una cascada de luz que cae desde arriba mediante una franja que recorre toda la rampa que llega a todos los pisos. En planta baja, se ubica el sector social. En planta alta, el sector privado y por último, el estudio en terraza, lugar más tranquilo donde solo se ubica el trabajo. Se unió el estar y la cocina, de manera de fomentar lo más posible el intercambio social. Todos los ámbitos en planta baja están conectados mediante un patio interno, dando luz y aire a los espacio de circulación y las habitaciones, logrando constantemente una sensación dentro/fuera, respaldando este concepto con grandes ventanales y persianas que ayudan a bloquean los rayos de sol cuando se lo requiera. Algunos conceptos e ideas generadoras que guiaron el proyecto fueron: Conexión interior exterior. Circulación fluida, generosa e interesante. Luz natural y aire. Terraza accesible para libre albedrio.



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RUPTURA Alumnos Arquitectura 2D 2016: Milena Herrera y Santiago Gudín

Romper con la ortogonalidad del barrio fue lo que nos impulso a crear este proyecto. Acompañamos esta fuerte idea elevando el ingreso a un primer nivel accediendo mejor a las visuales de la ciudad, como consecuencia de la topografía elevada de la zona. El ingreso al complejo se genera a partir de una sucesión de planos creando una escalera-grada con el fin de lograr no solo el acceso a la circulación principal del trabajo y las viviendas, sino también a que los habitantes se apropien de este espacio, de diferentes formas. En esta premisa de romper utilizamos diferentes ángulos (no ortogonales) para generar espacios sin perder la funcionalidad de los mismos. Además, buscamos privatizar la entrada a cada tipología empleando filtros que a si vez nos brindaban un juego de luces muy interesantes. La sucesión de espacios verdes fue algo que no quisimos perder de vista en planta baja, estos se interconectan logrando un verde comunitario, pero en la terraza, se vuelve de un carácter privado.



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