“Entender significa ponerse en los zapatos de los demás”
JUEVES
Durante la homilía nocturna en la que es su tercera Navidad en El Vaticano,el Papa Francisco invitó a “ponerse en la piel del otro”y aprender a escuchar el sentimiento de quiénes nos rodean para entender cómo son,qué les sucede y cuáles son sus circunstancias.“Ante una cultura de la indiferencia que,con frecuencia,termina por ser despiadada,nuestro estilo de vida ha de estar lleno de piedad,de empatía,de compasión,de misericordia”.
24 de Diciembre de 2015 Editor: Mariana Figueroa marianafm@gmail.com
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JUAN PABLO ARREDONDO
C
uando entendemos que el Ser Supremo, el Creador del Universo, el principio y el fin de la existencia misma, el que todo lo puede, el que todo lo abarca y el que todo lo sabe le pidió a una mujer su aprobación para albergar un niño en su vientre, nuestra cosmovisión del mundo cambia ¿No es cierto? Dios consultó a María, solicitó su aprobación, pidió su consentimiento, buscó su opinión, y le reconoció tan a su imagen y semejanza que ella fue quien eligió criar, educar y amar al Mesías. Si tenemos una mujer fue tratada por el Todopoderoso en condiciones de equidad y vivimos en un México donde 110 millones de personas dicen ejercer la doctrina del Señor, ¿Por qué entonces uno de cada cuatro hombres no reconoce a las mujeres como iguales? De acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis), 24.60% de los varones en nuestro país son quienes toman las decisiones en una pareja; niegan la capacidad para discernir de hijas, hermanas, madres, novias o esposas; y tienen la última palabra para que ellas salgan solas, realicen gastos, visiten amistades, pasen tiempo con familiares, salgan a votar, usen anticonceptivos o participen en actividades de cualquier índole. “Entendamos entonces que, quien tiene verdadera fe, no puede sentirse incómodo ante una mujer libre, sino que va a replantear y redimensionar su lugar en el mundo”, reflexiona María Consuelo Mejía Piñeiros, fundadora de Católicas por el Derecho a Decidir (Capítulo México), y quien concluye el mensaje de Cristo se construye en la libertad, la empatía, la equidad, la inclusión y el reconocimiento de todas las personas, sin distinción, como hijas e hijos de Dios. Esto, explica, porque Jesús “volteó de cabeza la sabiduría aceptada de su época hacia las personas oprimidas para que tuvieran los mismos derechos y oportunidades ante la vida”, y sabía muy bien cuáles eran las condiciones de inferioridad a las que hombres sometían (y todavía someten) a la mitad de la población. Por ejemplo, 59.8% de los varones en México opina que las mujeres que trabajan deben ocuparse también de cada labor doméstica en su totalidad, 26.4% piensa que el marido es el único integrante de la familia que debe llevar el pan a la mesa, 22.6% supone que ellos deben ganar más dinero que sus parejas, y 22.4% todavía cree que algunas mujeres son violadas porque provocan a los hombres.
Las mujeres en la vida de Cristo y su mensaje Si admiramos su gesta, su palabra y el sentido espiritual de su mensaje, debemos entender que Jesucristo profundizó esta dimensión a partir de las mujeres con las que tuvo contacto, de manera que no solo enseñó para ellas…
El argumento fundamental es que Cristo confía en la autoridad moral de las mujeres como PERSONAS para tomar cualquier decisión y que una mirada misericordiosa y caritativa de la existencia tiene que permitirles decidir sobre sus vidas y sobre sus cuerpos”
También aprendió de ellas. Después de todo, estrechó una profunda amistad con Marta y María (Lucas 10: 38-42); concedió voz, autoridad y reconocimiento a las enseñanzas de María Magdalena, Juana, Salomé y otras mujeres que aportaban con su intelecto al grupo itinerante con el que peregrinaba (Mateo 15: 21-28,Marcos 7: 24:30, Lucas 11 27:28); y desató una verdadera controversia al dirigirse, en público y privado, hacia las mujeres marginadas (Juan 4: 1-42), las mujeres enfermas (Lucas 13: 10-17) y las mujeres consideradas “pecadoras públicas” (Lucas 7: 36-50), provocando el enojo de sus adversarios.
María Consuelo Mejía Piñeiros Fundadora de Católicas por el Derecho a Decidir (Capítulo México)
Lo detestaban porque Jesús corrigió la interpretación del divorcio para responsabilizar también al hombre adúltero (Lucas 16: 18,Mateo 5: 27-32),porque salvaguardó la dignidad de la mujer que estaba por ser apedreada (Juan 8: 1-11) y porque conceptualizó una visión del matrimonio que confería derechos a las mujeres (Mateo 19: 1-12, Marcos 10: 1-12). Este es un hecho verdaderamente insólito para la jerarquía establecida de cualquier época, ya que Jesucristo se muestra sensible a todo lo que pertenece a la esfera de “lo femenino”, las mujeres se suman a su causa como discípulas (Lucas 8: 1-3, Lucas 23: 49, Lucas 24: 6-10) y en él encontramos aptitudes que se oponen a la masculinidad tradicional. Por ejemplo: La gentileza para aceptar,la inteligencia para amar, la sabiduría para perdonar, la ternura hacia la niñez, la compasión con las personas en situación de calle,y la apertura indiscriminada hacia cada humana y humano, con lo que nos propone muchas figuras femeninas que replican todos estos axiomas en sus parábolas sagradas... La mujer que no descansa hasta encontrar la dracma perdida (Lucas 15: 8-10), la viuda pobre y generosa (Marcos 12: 41-44, Lucas 21: 1-2), la moza que enfrentó al sistema de justicia con su temple (Lucas 18: 1-3) o la panadera que, metafóricamente, guarda las claves el Reino entre la levadura (Mateo 13: 33, Lucas 13: 20-21) son algunos ejemplos donde Cristo las enuncia, las visibiliza y las enaltece como modelos a seguir, evitando presentarlas como entes discriminados, sino con toda su dignidad, a la altura de los varones, y admitiendo una valentía particular de su género.
Para María Consuelo Mejía, esas actitudes atentan completamente contra el mensaje de Cristo, que es el fundamento de nuestra fe. “En la época de Jesús, las mujeres éramos invisibles y no teníamos poder alguno para casi nadie, excepto para Él, quien, tal como demuestran los Evangelios, tenía un afecto especial por aquellas personas rebajadas por otras. “Por ejemplo: en aquel entonces, la menstruación era un signo total de impureza y las mujeres menstruando no podían ir al templo, se consideraba que vivían en estado de inmundicia y todo lo que tocaban quedaba inmundo hasta el atardecer. No obstante, Jesucristo se acercó a la hemorroísa, la mujer que sufría de flujos de sangre desde hacía 12 años, y la curó.
“Contraviniendo la ley religiosa de la época, estableció un diálogo con ella, enseñó por igual a hombres y mujeres, y acogió a todas las consideradas ‘parias sociales’: prostitutas, leprosos, pobres, ancianos, discapacitados, enfermos, extranjeros, niños... todas las opciones y posibilidades de personas. “Por ello digo que Jesús fue el primer feminista de la historia con un mensaje tan moderno e inclusivo que se mantiene vigente a 2015 años de su nacimiento: hacer uso activo de la misericordia, la compasión y la bondad para establecer con el entorno una relación liberadora basada el respeto mutuo”.
Después de todo, quienes estuvieron a los pies de Jesús crucificado fueron todas mujeres (en tres de los cuatro Evangelios se menciona a María Magdalena y solo una vez a un discípulo: el apóstol Juan), lo que sería considerado de alto riesgo para ellas al estar no solo prohibido, sino que a todas las discípulas y discípulos de la persona ejecutada se les condenaba de la misma manera.
Cristo es amor, e independientemente de la misión del Mesías y de la visión teológica de su figura, Cristo enmarca la insistencia de un mundo en el que caben todos los contextos en la diversidad de sus personas, en la amplitud de sus condiciones, y en la riqueza de sus potenciales, con lo que, definitivamente, no hay que esperar a la llegada del Reino para que construyamos ese mundo. Y tú, ¿Qué haces para incluir a tod@s en ese mundo?
Por otra parte, las mujeres son las primeras en reconocer que Cristo ha resucitado sin siquiera haberlo visto y, en todas las versiones de las escrituras, sus apóstoles no creen en la Resurrección cuando ellas les prodigan la buena nueva. Tenemos entonces un Mesías que pregonaba un mensaje modernísimo e inclusivo donde abrazaba a las personas marginadas, oprimidas, menesterosas y pecadoras para ofrecerles un indiscutible y escandaloso upgrade.
El primer feminista de la Historia
Jesucristo pregonaba un mensaje contra el sexismo y la discriminación que se encuentra vigente a 2015 años de su nacimiento: la capacidad para reconocer a las mujeres como iguales
¿Qué nos dice la Encuesta Nacional de Discriminación?
59.8% 26.4% 24.6% 22.4% 11.5%
De los varones en México piensa que las mujeres son quienes principalmente deben ocuparse del trabajo doméstico. Solo 18.9% de ellos considera que las tareas deben repartirse por igual.
Asegura que el marido es el único integrante de la familia que debe cumplir el rol de proveedor y 22.6% supone que los hombres quienes deben ganar más dinero que sus parejas.
De los hombres obliga a su pareja a pedirle permiso para salir sola, hacer gastos, visitar amistades, decidir por quien votar, usar anticonceptivos o participar en actividades sociales.
De la población masculina considera que algunas mujeres son violadas porque provocan a los hombres y 55.2% dice que, cuando ellas ganan más dinero, le terminan perdiendo respeto al varón.
Justifica que hay casos en los que sí es comprensible golper a una mujer y 12% opina que las autoridades gubernamentales no deberían intervenir en el tema ya que se trata de un asunto completamente privado.
I L U S T RAC I Ó N: CATÓ L I CA S P O R E L D E R E C H O A D E C I D I R ( CA P Í T U LO M É X I CO )