EL CERRO CRISTALINA / JA JUYU’ K'ISTILIN En San Juan la Laguna hay un cerro llamado Cristalina. “Ese cerro es cerro duro” decían los abuelos cuando nosotros éramos niños. Anteriormente allí vieron algo los abuelos. Ellos vieron a un hombre que aparecía sobre el cerro y aún está la plataforma donde se paraba. Ese cerro es de pura piedra, pura roca. El pie del cerro era un lugar de ceremonias. Había a media cuesta un lugar para ceremonias y otro en la cumbre. Anteriormente la gente Pablo Quiacaín Ujpán, TEJIENDO allí era donde iba a agradecer sus riquezas y allí iba a pedir PETATE, Óleo sobre lienzo. también. samajibalachibal@gmail.com Antes había un personaje que se mantenía sobre el cerro. La gente se había fijado que ese personaje tenía un traje rojo y, de vez en cuando, bajaba al pie del cerro. La gente lo encontraba muy raro porque su traje era todo rojo y lo que hacía era corretear. Algunas personas lo querían capturar, pero él no se dejaba. Correteaba y se desaparecía delante de ellos. De esa manera se mantuvo por mucho tiempo. Cuando ese personaje bajaba al pie del cerro, al siguiente día allí la gente recogía monedas de plata. A veces levantaban piedras y encontraban cosas debajo. La moneda del cerro era de plata. Así fue durante mucho tiempo. A la gente no le gustaba ese personaje y eso por los gritos que daba cada vez que bajaba. Gritaba muchísimo, además, cuando miraba a las personas, las insultaba, les decía “comilones de pescados, comilones de cangrejos, huelen muy feo; son hediondos, eso era lo que les decía.
Eso no le gustaba a la gente, por eso lo perseguían, por eso lo correteaban. Por último ya no se vio más a ese personaje. Cando el personaje se fue, cuando ya no lo vieron más, todos los que encontraban y recogían monedas de plata se sintieron mal. Ya no recogieron más monedas de plata, ya no encontraron esas riquezas propias del cerro; pues el hombre aquel era quien dejaba las monedas de plata. Entonces la gente comprendió que ese personaje no bajaba por gusto al pie del cerro, a la parte plana, sino que venía para dejar algo. El pueblo recibía de regalo alguna cosa. Cuando aún estaba ese personaje en San Juan la Laguna, había mucha gente que tenía dinero; tenían monedas antiguas, tenían monedas de plata. Al desaparecer aquel extraño personaje, cuando nadie más lo vio; entonces poco a poco se acabó la riqueza; cayó sobre el pueblo la pobreza, la miseria, la muerte que los obligó a partir hacia otros lugares en busca de nuevas fuentes de vida. Poco a poco se fue acabando el pueblo. Recién entonces se dieron cuenta, razonaron que todo eso les había ocurrido porque habían tratado mal a aquel personaje. Por detestarlo tuvieron problemas. Eso fue lo que no contaron nuestros abuelos. Actualmente aún está la piedra sobre el cerro, donde se mantuvo, donde estuvo bailando el personaje. La piedra es muy grande. Tal vez tenga de ancho unos diez metros cuadrados; pero ahora ya nadie va a ver, ya no hay quien vaya. Las personas antes iban muy seguido para celebrar ceremonias, lo hacían para pedir, para agradecer sus cosas. Hoy ya no hay quienes hagan eso, sin embargo San Juan la Laguna tuvo que atravesar graves problemas cuando trató mal al extraño personaje. RELATOR: Juan Manuel Mendoza EDAD: 50 años IDIOMA: Tz’utujil PUEBLO: San Juan La Laguna RECOPILACIÓN: Daniel Mendoza Ujpán TRADUCCIÓN: Lorenzo Tuy Navichoc
Pablo Horacio García Cruz, DINTEL, corte con cuchilla sobre papel negro. Galería Samajib’Al Achib’Al, San Pedro La Laguna, Tzunun’Ya, Atitlán, samajibalachibal@gmail.com
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