2 minute read
Emma Hancock
EMMA HANCOCK
El lenguaje de la fractura
Advertisement
El lenguaje de la fractura hace parte de una serie de pinturas públicas que vengo realizando en Barranquilla desde el 2015.
En el paisaje urbano se localizan grietas sobre el pavimento deteriorado. Estas se rellenan con vinilos al azar y una paleta de colores de alto contraste, usando como guía los espacios delineados por las fracturas. A continuación, se registra fotográficamente el pavimento de hormigón intervenido. El trabajo final aparece en reproducciones fotográficas inicialmente como un gran campo de colores abstracto. Es entonces cuando el contexto urbano de la imagen se revela a través de la contemplación de la misma manera que se puede estudiar un mapa para ayudar a dar sentido a un paisaje previamente desconocido o inexplorado. De esta forma, considero esta obra una forma de topografía urbana.
El efecto general de la serie es amplificar y celebrar la imperfección del paisaje deteriorado, imbuyéndolo de asociaciones metafóricas. El lenguaje de la fractura se puede leer de diversas maneras como un nuevo tipo de mapa, un comentario sobre el quebrantamiento de la sociedad y de los propios seres humanos, la necesidad de reparaciones, el poder abrumador de la naturaleza para atravesar cualquier estructura impuesta por los humanos y los procesos de sanación, tanto en el sentido comunitario como individual. En el contexto de la pandemia mundial actual, el trabajo insinúa la necesidad de reformar y rehacer para crear nuevos planes para el futuro.
Una fuente de inspiración para la serie es el proceso de decadencia y una celebración de la belleza de la imperfección. El lenguaje de la fractura se inspira en la filosofía japonesa del wabi-sabi y técnicas como el Kintsugi (un proceso que implica la reparación de cerámica quebrada, orientado a valorar la atención y cuidado de nuestras heridas). Estudié estas técnicas e ideas durante una residencia realizada en Japón en 2018. Entiendo la resonancia de ambas dentro del contexto social y político de Colombia y los esfuerzos nacionales por sanar y reparar el conflicto en el que está inmerso.
La serie también está muy influenciada por las tradiciones pictóricas indígenas de mi Australia natal, en las que se pintan sobre lienzo mapas simbólicos y abstractos de vastos territorios. Estas obras cuentan las historias de The Dreamtime, la religión indígena de Australia, y a menudo relatan los mitos de creación de varios animales y lugares. Las pinturas se realizan a menudo en colaboración y siempre con el lienzo dispuesto en el suelo, como si los pintores fueran exploradores y cartógrafos, y detallan sus rutas y observaciones territoriales. Los panoramas que representan son vistas aéreas de las llanuras y paisajes sobre los que vuelan los pájaros.
El lenguaje de la fractura expone mi interés continuo por el arte en el espacio público y, en especial, el formato horizontal que nos conecta con las energías de la tierra como un sitio potente para la expresión de ideas.