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Elsa Milena Arango Torres
ELSA MILENA ARANGO TORRES
En el Silencio - Cuerpo Endeble
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Este videoarte utiliza el cuerpo como base para componer una obra visual. Explica cómo los usos y las significaciones sociales y culturales determinan nuestra biografía e identidad personal y colectiva a través de nuestras experiencias corporales. Adquiere una dimensión de ficción y una artística para convertirse en un espacio conceptualmente descriptivo que va más allá de la simple postura de la representación de la realidad para arrojar una mirada artística, original y desafiante sobre el mundo. Aquí, se representa la angustia, un cuerpo inestable que vive un caos y se resiste a caer luchando por encontrar una estabilidad y perderse del lado agonizante. Así, este videoarte tiene el objetivo de evidenciar la relación que existe entre la práctica ritual, el arte y el cuerpo.
La sociedad actual está inmersa en cambios de tipo económico, tecnológico, cultural, religioso y ambiental, entre otros, que mal encaminados conducen a la generación de conflictos internos por la falta de comunicación, pérdida de la identidad, un equivocado manejo de las emociones y, con ello, la fragmentación del vínculo social para la convivencia. En la antigüedad, cuando el hombre vinculaba el rito a la forma de comunicación con las fuerzas superiores le daba una especial importancia al cuerpo, pues era un medio para establecer el contacto con lo divino. Así, la práctica ritual artística es el retorno al origen, actúa como método catártico-espiritual que libera, purifica y permite un desdoblamiento de aquella parte de nosotros que deseamos sanar con la intención de estar más livianos, en paz y en sintonía con la misma existencia. El ser humano, por medio del ritual, intenta reconciliarse con una condición previa a su propia existencia que lo orienta hacia su enriquecimiento y realización espiritual. Además, sirve de modelo para toda clase de “creación”, tanto para la creación de un mito como para el restablecimiento de un equilibrio psíquico amenazado por la melancolía o la desesperación.
El hombre era uno con el cosmos, pero al llegar el progreso fue perdiendo su capacidad de expresar libremente aquello que percibe y, por ende, su conciencia corporal. Fue separándose no solo del cosmos, de lo natural y de su entorno, sino también de sí mismo. Perdió por completo su actitud natural. Esta separación es un quebranto que condujo al hombre a un caos personal y social. Así, el sujeto contemporáneo se encuentra afectado de una falta de corporeidad, no es consciente de la existencia de su cuerpo como materia física, ni de la relación expresiva, comunicativa y simbólica que establece a través de él. Nuestro cuerpo es fundamental en nuestra existencia, no solo porque es el espacio físico que alberga nuestros órganos, carne, dolores y enfermedades, sino porque nuestra experiencia corporal y humana, que siempre es subjetiva, está cargada de una significación simbólica que acompaña y transforma nuestra existencia. Es el medio a través del cual podemos sentir, manifestarnos y expresarnos. Se vale del movimiento, uno de los primeros lenguajes utilizados por el ser humano para comunicar sus necesidades y elecciones en el entorno.