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28 de julio de 2019 Nº 1294 • AÑO XXVII

SALVACIÓN Y SALUD, RELIGIÓN Y MEDICINA

UN PUEBLO PARA TODOS CÁRITAS GUADIX: “LO PRIMERO ES LA ACOGIDA”

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Semanario de las Iglesias de Granada y Guadix


vozdelPapa

Un pueblo para todos El anuncio del Evangelio Extracto (puntos 112 a 114) de la Exhortación Apostólica Gaudium Evangelii del Papa Francisco sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual.. La salvación que Dios nos ofrece es obra de su misericordia. No hay acciones humanas, por más buenas que sean, que nos hagan merecer un don tan grande. Dios, por pura gracia, nos atrae para unirnos a sí. Él envía su Espíritu a nuestros corazones para hacernos sus hijos, para transformarnos y para volvernos capaces de responder con nuestra vida a ese amor. La Iglesia es enviada por Jesucristo como sacramento de la salvación ofrecida por Dios. Ella, a través de sus acciones evangelizadoras, colabora como instrumento de la gracia divina que actúa incesantemente más allá de toda posible supervisión. Bien lo expresaba Benedicto XVI al abrir las reflexiones del Sínodo: “Es importante saber que la primera palabra, la iniciativa verdadera, la actividad verdadera viene de Dios y sólo si entramos en esta iniciativa divina, sólo si imploramos esta iniciativa divina, podremos también ser —con Él y en Él— evangelizadores” El principio de la primacía de la gracia debe ser un faro que alumbre permanentemente nuestras reflexiones sobre la evangelización. Esta salvación, que realiza Dios y anuncia gozosamente

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la Iglesia, es para todos, y Dios ha gestado un camino para unirse a cada uno de los seres humanos de todos los tiempos. Ha elegido convocarlos como pueblo y no como seres aislados. Nadie se salva solo, esto es, ni como individuo aislado ni por sus propias fuerzas. Dios nos atrae teniendo en cuenta la compleja trama de relaciones interpersonales que supone la vida en una comunidad humana. Este pueblo que Dios se ha elegido y convocado es la Iglesia. Jesús no dice a los Apóstoles que formen un grupo exclusivo, un grupo de élite. Jesús dice: “Id y haced que todos los pueblos sean mis discípulos” (Mt 28,19). San Pablo afirma que en el Pueblo de Dios, en la Iglesia, “no hay ni judío ni griego [...] porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Ga 3,28). Me gustaría decir a aquellos que se sienten lejos de Dios y de la Iglesia, a los que son temerosos o a los indiferentes: ¡El Señor también te llama a ser parte de su pueblo y lo hace con gran respeto y amor! Ser Iglesia es ser Pueblo de Dios, de acuerdo con el gran proyecto de amor del Padre. Esto implica ser el fermento de Dios en medio de la humanidad. Quiere decir anunciar y llevar la salvación de Dios en este mundo nuestro, que a menudo se pierde, necesitado de tener respuestas que alienten, que den esperanza, que den nuevo vigor en el camino. La Iglesia tiene que ser el lugar de la misericordia gratuita, donde todo el mundo pueda sentirse acogido, amado, perdonado y alentado a vivir según la vida buena del Evangelio.


Sumario Directora: Paqui Pallarés Redacción: María José Aguilar Ignacio Álvarez Colaboradores: Antonio Gómez (Guadix) Ignacio Fernández

Edita: ARZOBISPADO DE GRANADA Plaza Alonso Cano, s/n 18001 GRANADA tel.: 958 215 675 e-mail: mcsgranada@archidiocesisgranada.es www.archidiocesisgranada.es Facebook: Archidiócesis Granada / Secretariado Mcs Granada Twitter: @Archigranada Diseño y maquetación: Secretariado de Medios de Comunicación de la Archidiócesis de Granada

Sumario 02. Voz del Papa Un pueblo para todos El anuncio del Evangelio

11. Textos Mateo el publicano Romano Guardini

04. Mirada

12. A fondo Salvación y salud, religión y medicina La Iglesia y el cuidado de los enfermos (I)

• Despedida de las Hermanas Josefinas Trinitarias de Churriana de la Vega • La Delegación de Migraciones se mantiene activa durante el verano • Primera Misa en Huéscar de D. Javier Sola • La parroquia de Santa María de Huéscar ofrece visitas nocturnas • La CEE edita el primer catecismo para niños de 0 a 6 años • “En mi vida sacerdotal siempre lo más importante ha sido la disponibilidad y el espíritu de servicio a los demás” • La HOAC propone superar la economía del descarte favoreciendo una cultura del encuentro • Una celebración llena de vida en San Miguel, de Guadix • Inscripciones abiertas para la peregrinación a Medjugorje 2020

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17. Cultura 7.150 reclusos participan en celebraciones religiosas en prisión Memoria de la Pastoral Penitenciaria 2018 20. Testimonio Urgido por el amor de Dios Cardenal Ángel Riesco Carbajo 21. Signo y Gracia Fundamentos de la Eucaristía Vida cristiana (VII) 22. Luz de la Palabra “Todo el que pide, recibe” XVII Domingo del Tiempo Ordinario


Mirada

Despedida de las Hermanas Josefinas Trinitarias Churriana de la Vega Tras varias décadas consagradas al cuidado de la población de Churriana, especialmente de sus enfermos, las Hermanas Josefinas Trinitarias, sor Soledad y sor Trinidad, celebraron este sábado 20 de julio una Eucaristía de despedida y acción de gracias en la parroquia de la Visitación de Churriana de la Vega. Las dos hermanas de la Congregación de las Josefinas Trinitarias, fundada hace más de un siglo por D. Eladio Mozas Santamera, han celebrado su despedida de la comunidad parroquial en esta Eucaristía presidida por D. Darío Cano, párroco de Churriana. La Misa contó con la presencia además del alcalde de Churriana, Antonio Narváez, y de varios concejales del consistorio. El alcalde les dedicó unas emotivas palabras de despedida y le ofreció a ambas un recordatorio en señal de reconocimiento por su entrega durante todos estos años.

La ceremonia no estuvo exenta de muestra de dolor y tristeza tanto por parte de las hermanas como de la comunidad parroquial, que tanto afecto y cuidado han recibido de ellas. Aun así, las hermanas sor Soledad y sor Trinidad también se mostraron alegres por el cariño recibido de la comunidad parroquial, que les ofreció igualmente un reloj a cada una como un pequeño obsequio en señal de agradecimiento. “La ceremonia ha sido muy emotiva”, afirma el párroco D. Darío Cano, “Hubo muchos detalles durante la celebración de parte de la comunidad parroquial a la que ha asistido durante tantos años. Fue una ceremonia muy bonita”. Aunque hayan celebrado esta Eucaristía de despedida y acción de gracias, las hermanas josefinas seguirán en Churriana hasta finales de este mes de julio. Ignacio Álvarez

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Mirada La Delegación de Migraciones se mantiene activa durante el verano La Delegación de Migraciones afronta estos meses de estío y de mayor flujo de migrantes en las costas granadinas. Desde la diócesis se han ido sumando iniciativas de ayuda en los últimos meses como la puesta en marcha del protocolo PECOL o los diversos espacios de acogida utilizados o cedidos a la diócesis, dentro de lo que se conoce como el proyecto PAIS. La diócesis no es ajena a la problemática de los migrantes que atraviesan nuestras costas buscando otro futuro o escapando de una situación insostenible en su país de procedencia. La atención en Granada está especialmente dedicada preferente a subsaharianos pues normalmente es el colectivo migratorio más vulnerable. Varios de los acogidos han sido menores que han estado en centros tutelados de la Junta y que tienen que salir por ley al cumplir los 18 años. Algunos de los espacios diocesanos infrautilizados se abrieron en el llamado Proyecto PAIS. De este modo, la diócesis ha habilitado varios pisos de acogida como los cedidos por los jesuitas situados en el Paseo de la Cartuja y que sirven ahora para la acogida de migrantes de entre 18 y 30 años. Aquí hay más de una quincena de personas que encuentran un techo mientras encuentran una salida a su situación. Además de estos espacios cedidos por los jesuitas, hay otras congregaciones religiosas que han cedido sus instalacines como las religiosas del Sagrado Corazón, que han permitido la habilitación de otro piso en el Zaidín, pensado en este caso para mujeres con niños. Igualmente. la Fundación Fray Leopoldo también abre todas las tardes las puertas de la antigua residencia de los Capuchinos a talleres de integración e idioma sostenidos por multitud de voluntarios. Sea como fuere, se trata de recursos que se encuentran lógicamente saturados y en lista de espera. TRATO HUMANO ANTE EL FLUJO “IMPARABLE” El Delegado de Migraciones en Granada, D. Manuel Velázquez, explica que el flujo migratorio es “imparable” y que, si bien ahora puede aumentar un poco debido a las mejores condiciones meteorológicas, “sigue siendo un problema mientras

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no se atajen las causas”. Especialmente dramática es esta “inmigración de la desesperación”, esas personas que tienen que salir por fuerza de sus países “porque les han robado su sitio en el mundo o no pueden vivir por el hambre, por las guerras y demás situaciones insostenibles”, comenta. “Hay que recordar lo de san Juan XXIII cuando decía que contra el derecho a emigrar, está el derecho a no tener que hacerlo. Se trata de migraciones forzadas en la mayor parte de los casos”, dice D. Manuel Velázquez. “El migrante lo que más espera y necesita es que se le tienda una mano, y que nos reconozcamos como seres humanos y nos miremos a los ojos y realmente escuchemos su peripecia vital, su historia. No solamente hay que abrirles nuestros espacios infrautilizados, sino sobre todo nuestro corazón y nuestra amistad”. Una de las novedades logradas por iniciativa de la Delegación de Migraciones ha sido la aprobación del protocolo de emergencia PECOL, que permite articular una acogida colectiva de migrantes de forma organizada durante un plazo máximo de 30 días y con una confluencia de recursos públicos y privados. Esta iniciativa, en la que están implicadas hasta 46 entidades sociales, ofrece durante ese periodo un servicio de asesoría jurídica, asistencia sanitaria, traducción y a la vez un acompañamiento personal y profesional que les permite seguir adelante en su viaje, ya que la mayoría de migrantes no dejan de estar de paso. Ignacio Álvarez


Mirada Primera Misa en Huéscar de Javier Sola García La parroquia de Santa María de Huéscar se vistió de gala el pasado viernes 19 de julio para acoger la primera Misa de Javier Sola García, tras ser ordenado sacerdote en la Catedral de Toledo el domingo 7 de julio. Por tal motivo, feligreses y paisanos del joven sacerdote se esforzaron para acompañarlo en un momento tan importante en su vida en la primera Misa que oficiaba en la parroquia que lo vio nacer a la fe. Como manda la tradición, en la torre del campanario ondeaba la bandera blanca. La devoción que Javier Sola profesa a las Santas estuvo muy presente. Por eso, nada más entrar en el templo, donde era recibido por el párroco, se dirigió a la capilla del Santísimo y después al altar mayor, donde estaban las patronas de Huéscar, ls incensó y besó la reliquia que de ellas se conserva en la parroquia, mientras que los fieles cantaban el himno a las Santas. En su homilía quiso tener un recuerdo hacia a todas aquellas personas que le han ayudado a poder llegar a este momento de tanta alegría. En especial tuvo palabras de cariño hacia su madre, enferma en silla de ruedas, y hacia su padre y hermana. La comunidad parroquial se volcó con el misacantano

para unirse a esta acción de gracias porque Dios se ha fijado en este pueblo para escoger a uno de sus hijos para el ministerio sacerdotal. Como era de esperar, la iglesia se llenó de feligreses, familiares y amigos, tanto de Huéscar como de los pueblos de alrededor. También hubo muchos sacerdotes, un gran número de ellos de nuestra diócesis hermana de Toledo, pues Javier se ha formado en el Seminario de esa diócesis, y en ella ejercerá su sacerdocio. Sin duda, fue una ceremonia muy emotiva, sobre todo, cuando sus propios paisanos le dieron la enhorabuena besando sus manos recién consagradas. José Antonio Martínez Párroco de Santa María de Huéscar

La parroquia de Santa María, de Huéscar, ofrece visitas nocturnas Un verano más, debido a la gran aceptación que han tenido en años anteriores, han comenzado en Huéscar las visitas nocturnas a la iglesia de Santa María. Organizadas por la parroquia, con estas visitas se pretende que los propios vecinos de Huéscar y los que vienen de vacaciones, puedan llegar a conocer mejor el templo y todos los detalles que en el encontramos. El encargado de llevar a cabo la visita es Manuel Carrasco García, gran conocedor y amante de la parroquia, tanto de su historia como de los objetos litúrgicos que contiene. Las visitas comenzaron el jueves 18 de julio, con una

gran asistencia de personas, y se volverán a repetir durante dos jueves más: los días 25 de julio y 1 de agosto. José Antonio Martínez Párroco de Huéscar

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Mirada La CEE edita el primer catecismo para niños de 0 a 6 años

La Conferencia Episcopal Española ha publicado el primer catecismo para niños de 0 a 6 años, Mi encuentro con el Señor. Los primeros pasos en la fe. Los obispos de la Subcomisión Episcopal de Catequesis, dentro de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis, explican en la presentación que se trata de una reedición, renovada en sus ilustraciones, del libro Los primeros pasos en la fe. Sin embargo, el texto adquiere categoría de Catecismo tras recibir la aprobación del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización. Así, pasa de ser una “herramienta” para la catequesis a ser un “documento de fe”. Este catecismo tiene como objetivo acompañar el despertar religioso e iniciar en la fe a los niños y niñas tanto en la familia como en la parroquia. TRES CATECISMOS PARA ACOMPAÑAR Y FORMAR DE LOS 0 A LOS 14 AÑOS Teniendo como punto de referencia el Catecismo de la Iglesia Católica, la Subcomisión Episcopal de Catequesis ha trabajado en estos años en la elaboración de los tres Catecismos de la Conferencia Episcopal Española para acompañar y formar de los 0 a los 14 años.

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En 2008 se hace público Jesús es el Señor, un catecismo para la iniciación cristiana. Está destinado a niños de entre 6 y 10 años que se inician en la vida sacramental y recibirán, en esta etapa del proceso, el sacramento de la Penitencia y de la Eucaristía. En junio de 2009, se publicó la guía básica de este catecismo, del que ya se han vendido 1.055.529 ejemplares. También se ha puesto en marcha un canal de youtube donde se van subiendo semanalmente unos tutoriales con recursos, ideas, actividades, juegos y oraciones para que el catequista pueda desarrollar cada uno de los temas de este catecismo. En el 2014, se presenta Testigos del Señor. Los niños y adolescentes de entre 10 y 14 años son sus principales destinatarios. Su objetivo es ayudar a personalizar la fe y ser un instrumento que dé continuidad a la catequesis de iniciación cristiana; que se utilice más concretamente para la preparación del sacramento de la Confirmación. También se editó la guía básica y unos recursos para el desarrollo de la catequesis que incluyen un cuaderno explicativo, 11 pósters con ilustraciones a doble página que recorren todo el catecismo y 52 tarjetas diseñadas en diversos colores para ayudar al desarrollo de las catequesis. 80.702 ejemplares se han vendido ya de este catecismo. También encontramos en el mismo canal de youtube tutoriales para la preparación de los catequistas de la sesión de catequesis con este catecismo.


Mirada “En mi vida sacerdotal siempre lo más importante ha sido la disponibilidad y el espíritu de servicio a los demás” D. José María Fernández de Haro, sacerdote granadino ordenado el 12 de abril de 1969 ha cumplido este año su 50º aniversario de ministerio sacerdotal. Ya jubilado y residente en Málaga aún sigue dedicándose a los demás, especialmente a los que se encuentran en “las periferias”, los alejados de Dios. Cuéntenos como fue su llamada vocacional. Desde pequeño era monaguillo en el Convento de las Carmelitas, me llamaba la atención, quería ser sacerdote. Estudié en los Salesianos en Granada y después en Antequera. Ingresé en el Seminario de los Salesianos de Antequera en 1953 y me ordené un 12 de abril de 1969 en Sevilla. Volví a Granada en 1986 sirviendo desde entonces como pastor en la diócesis. ¿Qué ha significado para usted cumplir estos 50 años como sacerdote? “Servir y dar la vida” era el lema de la foto de grupo que hicimos el día de mi ordenación. Mi lema como sacerdote es “Heme aquí”. Yo siempre tuve muy claro que tenía que estar disponible para servir donde me enviasen. Esta disponibilidad ha llegado hasta el extremo, en estos 50 años he tenido 17 destinos diferentes en varias provincias y para mí eso ha sido muy importante. El Señor es el que en último término ha llevado a buen término todo lo que yo haya podido hacer. Háblenos de sus destinos pastorales en la diócesis Mi servicio pastoral en Granada comenzó como coadjuntor en Almuñécar, y también dando clases en el instituto, después pasé por La Herradura, Albondón, Albuñol y en 1997 llegue a la parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación, en Motril, que para mí fue de los destinos más inesperados, estaba recién llegado a la diócesis Mons. Antonio Cañizares como arzobispo de Granada, y para mi fue una sorpresa ser nombrado párroco de Nuestra Señora de la Encarnación. Mi último destino fue la parroquia de Santa Teresa a la que actualmente sigo visitando de vez en cuando. ¿Cuál es la principal bendición de la vida sacerdotal para usted?

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Sin duda la gente que he podido conocer a lo largo de mi ministerio, me he sentido querido y acogido.

¿Y el principal desafío? Mantenerse siempre disponible y obediente sin apegarse a nada. La disponibilidad es fundamental. ¿Qué le diría a los jóvenes que se sienten llamados hoy en día a ser sacerdotes? Los animaría a dar su sí al Señor y también a prepararse muy bien, no andarse por las ramas ni a medias. ¿Cuáles son sus aficiones? Me gusta mucho leer, viajar también, conocer mundo y gente. ¿Cuál es el sacramento más especial para usted? Sin duda la Eucaristía. Mi centro es la Eucaristía y procura celebrarla con toda devoción y teniendo presente al mundo entero, Cristo murió por todos y la Eucaristía es para todos sin excepción, eso yo lo llevo en el alma, y coloco en ella como intención a los que más sufren y más lo necesitan. ¿Qué experiencia le queda aún por vivir? Tal vez me gustaría poder estar en Roma con el Papa Francisco igual que estudié mis tres años de filosofía allí en los tiempos del San Juan XXIII. También me quedé con las ganas cuando era joven de partir en misión a otro país. En mi vida siempre me ha gustado estar con aquellos a los que nadie echa cuenta. María José Aguilar


Mirada La HOAC propone superar la economía del descarte favoreciendo una cultura del encuentro

La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) expresa, en un comunicado de sus Cursos de Verano en Salamanca, la necesidad de un cambio de paradigma económico, que ponga en el centro el trabajo como medio de humanización de las personas. La primera de las ponencias corrió a cargo de Enrique Lluch, doctor de Ciencias Económicas, que expuso cómo el sistema capitalista normaliza y genera una mentalidad que justifica un trabajo precario y la exclusión. Señaló algunas propuestas para cambiar y conseguir que la economía sea de otra manera, en línea con lo que plantea la Doctrina Social de la Iglesia. Por su parte, Cristina Vega, militante de la HOAC, destacó los valores de la cultura hegemónica, centrada en el consumismo, el individualismo y la meritocracia, señalando a las personas empobrecidas como “culpables de su propia situación”. Plantea que necesitamos reorientar nuestra mirada para recuperar los valores del trabajo y del movimiento obrero. Asimismo, releyendo el pensamiento del papa Francisco, señaló la necesidad de acompañar estas realidades, con ternura, humildad y sacrificio, para situar a la persona en el centro de las decisiones y no al dinero. Concluyeron las ponencias con la intervención de Juan Francisco Garrido, que se centró en cuáles debían ser las principales orientaciones para propiciar un cambio de mentalidad y alentar una nueva cultura. “Este cambio necesita que se hagan visibles estilos de vida solidarios y fraternos, que sumemos a nuestros compañeros y compañeras a estas iniciativas de comunión; así como

que generemos acciones orientadas a las instituciones y al seno de la Iglesia, para que estén al servicio de las personas descartadas por este sistema”, manifestó el también militante de la HOAC. El secretario general de CCOO, Unai Sordo, estuvo presente en una de las jornadas y tuvo la oportunidad de saludar a los asistentes, a quienes animó a seguir implicándose en el mundo obrero y en sus organizaciones. Finalizaron los cursos con una mesa de experiencias de Trobades (encuentros) que la HOAC de Segorbe-Castellón están promoviendo, el café de los sábados de la Diócesis de Jaén o el acompañamiento y apoyo al conflicto de una empresa de Canarias. Ejemplos todos ellos de cómo una cultura del encuentro puede propiciar un cambio de mentalidad hacia valores como la solidaridad y el compromiso comunitario. En el marco de estas Jornadas de Profundización y Diálogo, se celebró la Eucaristía con la comunidad parroquial de la iglesia de San Sebastián. Y, a continuación, tuvo lugar el gesto público en la plaza de Anaya, en el que se manifestó la voluntad en promover esa cultura del encuentro, cuyo itinerario pasa, entre otras, por impulsar acciones que dignifiquen la vida de los trabajadores y las trabajadoras; por formarse para vivir desde la solidaridad y la fraternidad; por crear espacios de encuentro; reclamar unas instituciones al servicio de todas las personas, prioritariamente, de las más desfavorecidas; o anunciar un trabajo digno y para una sociedad decente. Todas estas respuestas son concreciones para plantar cara a este sistema económico que “mata”, en palabras del papa Francisco, y precariza la vida de las personas y de nuestra “casa común”.

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Mirada Una celebración llena de vida en San Miguel, de Guadix La parroquia de San Miguel, de Guadix, vivió el pasado 18 de julio la celebración del Bautismo, Confirmación y Primera Comunión de una joven que ha decidido abrazar la fe cristiana. El obispo de Guadix fue quien presidió esta celebración llena de vida Hay momentos en los que la vida te recuerdan que no todo es fácil, que no todo es llevadero. Hay personas que sufren desde que nacen, personas que son traicionadas por los suyos. Pero es también la propia vida la que te encamina hacia Dios, Él es la Salvación, Él es el verdadero Amor. El momento vivido el jueves 18 de julio en mi parroquia de San Miguel me demostró que Dios está con los débiles, pero también con los valientes, con los que le gritan al mundo que ellos quieren seguir a Jesucristo por encima de todo. Gracias don Francisco Jesús por acompañarnos en esta tarde tan especial en la que Rita entró a formar parte de la gran familia de la Iglesia de Dios, al

recibir los sacramentos del Bautismo, Confirmación y Eucaristía. Nuestro Obispo recordó en la homilía que nunca estamos solos, que Dios está con nosotros siempre, el que dio la vida por nuestra salvación nos acompaña en todo momento. Muchas gracias querido don Francisco Jesús por ser nuestro pastor y guiarnos con el cariño y cercanía del buen Padre. Laura Serrano Catequista de San Miguel

Inscripciones hasta el próximo 9 de agosto para la peregrinación a Medjugorje 2020 La agencia de viajes San Cecilio organiza una peregrinación a Medjugorje que tendrá lugar del 29 de abril al 4 de mayo de 2020. Las inscripciones podrán realizarse hasta el próximo 9 de agosto en info@viajessancecilio.com. Aquellas personas en nuestra diócesis que estén interesadas en peregrinar a Medjugorje podrán hacerlo el año que viene, del 29 de abril al 4 de mayo, apuntándose en la peregrinación que organiza la agencia de viajes San Cecilio. La peregrinación discurrirá desde Granada hasta Medjugorje pasando por Dubrovnik y recorriendo lugares en este enclave mariano como el Monte de las Apariciones, el Krizevac o “Monte de la Cruz”, punto central de la ruta, también se visitarán otros puntos como la iglesia de Santiago o la iglesia de Tihaljina de la Inmaculada Concepción. Asimismo se visitará la aldea con los puntos centrales

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donde se produjeron las primeras apariciones de la Virgen permitiendo al peregrino profundizar, con la compañía de un sacerdote, en los acontecimientos de este lugar mariano donde aún se encuentran los videntes en la actua Para más información se puede contactar con San Cecilio escribiendo al correo info@viajessancecilio.com, en la página web www.viajessancecilio.com o llamando al teléfono 958 21 59 09. María José Aguilar


Textos

Mateo el publicano Romano Guardini El publicano o recaudador de contribuciones era un personaje despreciable en el Imperio romano. No había recaudación oficial. El cuidado de recoger el dinero se confiaba en cada provincia a un empresario privado que era fiador de la suma fijada. En contrapartida, se le daba carta blanca con respecto a los contribuyentes. Era frecuente que exigiera una suma mucho más elevada, y disponía de la fuerza pública para imponer el pago. Generalmente delegaba sus poderes en los distritos más pequeños, y los recaudadores auxiliares trabajaban también para su bolsillo, a imitación de su jefe. La recaudación se hacía con una dureza implacable y no era otra cosa que un bandidaje estampillado por el Estado. Esto acaecía en Palestina como en otras partes. El publicano era realmente la sanguijuela del pueblo. Por estar asociado a los romanos era un traidor y un enemigo, y éste era otro motivo para aborrecerle más y marginarle de la sociedad. Jesús hace salir de su oficina de peaje a un hombre de esta especie, y le pide que le siga y qué entre en el círculo intimo de sus discípulos. Y no contento con llamar a este individuo y conversar con él, lo que ya era inaudito. entra en su casa y se sienta a su mesa. Los amigos de este hombre, publicanos y pecadores, se reúnen en su casa en gran número, y Jesús es el convidado de estos seres despreciables. Esto produjo un gran escándalo, porque la comida común tenía un carácter religioso que pertenecía al culto y constituía una unión sagrada. El convite unía en la vida. Comer con seres impuros era compartir su impureza. Ahora comprendemos la pregunta que

hicieron con indignación a los Apóstoles: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores? (Mt 9,11). ¿Por qué obra Jesús de esta manera? Podríamos suponer que es por un romanticismo antiburgués, que desprecia a los que no carecen de nada y a los hombres del orden establecido, considerando a los reprobados como los únicos hombres verdaderos. Pero éstos son puntos de vista modernos que aquella época ignoraba, y Jesús más que nadie. El está a cien codo; de lo social en el sentido actual de esta palabra, y con mucha mayor razón de los sentimientos producidos por la hiperestesia y por la fatiga de vivir. Sus palabras y sus acciones tienen otro origen y otro objetivo. Jesús pone la mira en el hombre y en sus relaciones con Dios. Jamás consideró como un bien en sí el hecho de estar al margen de la sociedad, ni como un mal el de poner orden en las cosas y en la vida, Todas las situaciones pueden conducirnos a Dios o apartamos de él. Lo que es importante para Jesús nos lo dice él mismo: No necesitan médico los sanos, sino los enfermos (Mt 9, 12). Aquí tenemos un “enfermo”: un hombre que tiene necesidad de que se le cuide; por eso, el médico le visita. Y añade, quizá con una ironía muy seria: Porque no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores. Examinaos, pues, cuidadosamente y ved si sois justos; si lo sois, no he venido para vosotros. Si queréis que me ocupe de vosotros, reconoced que sois pecadores. En este caso, ¿qué diferencia existe entre aquéllos y vosotros?

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aFondo

Salvación y salud, religión y medicina La Iglesia y el cuidado de los enfermos (y II) “Ahora bien, si algo de esto que acabamos de decir se acerca a la verdad, sitúa la tarea de los médicos y de otros que se han comprometido a estar con los enfermos en una perspectiva interesante. Porque entiendo que su actividad como médicos se caracteriza por el compromiso fundamental de hacerse presentes a los que sufren, al igual que los consoladores de Job. En este momento no es mi preocupación explorar la razón moral para ese compromiso, sino sólo observar que médicos, enfermeras, capellanes y muchos otros están presentes a los enfermos como ninguno de los demás estamos. Ellos son el puente entre el mundo de los enfermos y el mundo de los que tienen salud”. Ofrecemos la segunda parte del escrito de Stanley Hauerwas, teólogo metodista norteamericano, dedicado a la Iglesia y el cuidado de los enfermos. Ciertamente, los médicos están allí porque han sido

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entrenados con unas competencias que les permiten aliviar el dolor de los enfermos. Han aprendido de unas personas enfermas cómo ayudar a otros enfermos. Y sin embargo, cualquier médico aprende pronto los terribles límites de su oficio, por la simple particularidad de que la enfermedad de un paciente desafía con frecuencia el mejor conocimiento y la mayor destreza. Más dramáticamente aún, los médicos aprenden que servirse del mejor conocimiento y de la mejor habilidad de que disponen tiene a veces resultados terribles sobre algunos pacientes. Y, no obstante, el hecho de que la medicina no siempre “cura”, ni siempre puede “curar” mediante el trabajo de los médicos no limita en manera alguna el compromiso del médico. Al menos no lo hace si recordamos que la promesa básica del médico no es curar, sino cuidar del que sufre haciéndose presente a él. Sin embargo, no es fácil llevar a cabo ese compromiso día tras día y año tras año. Porque ninguno de nosotros tiene los recursos para


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ver demasiado dolor sin que el dolor nos endurezca. Sin ese endurecimiento, al que a veces damos el nombre de distancia profesional, tememos perder la capacidad de sentir en absoluto. Sin embargo, el médico no puede evitar ser tocado y, por lo tanto, llagado por el mundo de los enfermos. Por su voluntad de estar presentes en nuestros momentos más vulnerables están para siempre marcados con nuestro dolor, un dolor que los sanos queremos negar o al menos mantener a distancia. Han visto un mundo que nosotros no queremos ver hasta que nos vemos forzados a ello, y los aceptaremos cortésmente en nuestra sociedad sólo en la medida en que mantienen ese mundo oculto a nuestros ojos. Pero cuando somos arrastrados a ese mundo, entonces queremos poder contar con su destreza y su presencia, aunque no hayamos estado dispuestos a afrontar esa realidad mientras estábamos sanos. Pero, ¿qué tienen que ver estas observaciones un tanto aleatorias y discutibles con ayudarnos a entender mejor la relación entre medicina e Iglesia y/o con la historia de mi amistad de infancia con Bob? Comenzando por lo último, pienso que en cierto modo el mecanismo que estaba trabajando durante aquel tiempo difícil con Bob es bastante similar al mecanismo que funciona diariamente en medicina. Porque el médico, y otras personas afectadas por nuestra enfermedad, están llamados a estar presentes en tiempos de gran dolor y tragedia. De hecho, los médicos, debido a sus compromisos morales, tienen el privilegio y la carga de estar con nosotros cuando somos más vulnerables. El médico conoce

nuestros miedos y esperanzas más profundos como pacientes. Como pacientes, ésa es también la razón por la que tememos al médico, porque resulta que él o ella puede conocernos mejor de lo que nosotros nos conocemos a nosotros mismos. Seguramente ésa es una de las razones por las que la confidencialidad es tan crucial para la relación paciente-médico, precisamente porque es una situación de tanta intimidad. Pero justo en la medida en que al médico se le ha concedido el privilegio de estar con nosotros mientras estamos sufriendo, esa misma experiencia crea las semillas de la desconfianza y el miedo. Tenemos miedo del uso recíproco del conocimiento obtenido, pero tememos aún más profundamente recordar el dolor como parte de nuestra historia. Así, cada crisis que nos une en la lucha común por la salud también tiene el potencial de separarnos más profundamente después de la crisis. Y, sin embargo, el médico se comprometió a venir en nuestra ayuda una y otra vez, al margen de cómo podamos tratar de protegernos de su presencia. El médico, por otro lado, tiene otro problema. Porque, ¿cómo puede alguien estar presente diariamente ante el dolor sin aprender a sentir disgusto, cuando no abiertamente aborrecimiento, dada nuestra pequeñez ante el dolor? Las personas que padecen dolor son omnívoras en su apetito de ayuda, y nos utilizarán si les dejamos. Afortunadamente, el médico tiene otros pacientes que pueden ayudarle a distanciarse de cualquier paciente que requiera demasiado. Pero sigue existiendo el problema de cómo, moralmente, quienes

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aFondo se comprometen a estar con el enfermo nunca pierdan su capacidad de ver esa humanidad que con frecuencia nuestro sufrimiento casi llega a borrar. Porque el médico no puede, como Bob y yo lo hicimos, separarse y alejarse de aquellos a los que él o ella se comprometieron a servir. Al menos no pueden si es que tengo razón en que la medicina se compromete en primer lugar en no ser sino una presencia humana ante el rostro del sufrimiento. Pero, ¿cómo explicar ese compromiso, el de estar presente a los que sufren? Sin duda, la simpatía humana básica no puede descartarse, pero no parece ser suficiente para explicar la existencia un grupo de personas dedicadas a estar presentes en la enfermedad como su vocación de por vida. Tampoco parece suficiente para explicar el hecho de tener que adquirir las habilidades necesarias para sostener esa presencia de una manera que no sea, ni alienante ni fuente de desconfianza en una determinada comunidad. Para aprender a estar presente de esa manera necesitamos ejemplos: es decir, un pueblo que haya aprendido a encarnar esa presencia en sus vidas de tal manera que esa presencia se haya convertido en la médula de sus hábitos. La Iglesia afirma al menos ser esa comunidad, ya que es un grupo de personas llamadas por un Dios que, creemos, está siempre presente a nosotros, tanto en nuestro pecado como cuando somos fieles. Debido a la fidelidad de Dios, se supone que somos personas que han aprendido a ser fieles los unos a los otros mediante nuestra disponibilidad a hacernos presentes,

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con todas nuestras vulnerabilidades, los unos los otros. Porque ¿qué es lo que nuestro Dios pide de nosotros, si no es nuestra presencia fiel en medio del pecado y el dolor del mundo? Así, nuestra disponibilidad a pedir ayuda cuando estamos enfermos, así como nuestra disponibilidad a estar presentes con el enfermo, no es una actividad especial o extraordinaria, sino una forma de la obligación cristiana de estar presentes unos a otros, tanto dentro como fuera del dolor. Más aún, un pueblo así debería haber aprendido a estar presente a los que sufren sin que ese dolor les aleje de ellos. Porque ya hemos visto que el mismo vínculo que el dolor forma entre nosotros se convierte en el fundamento de la alienación, ya que no tenemos los medios para saber cómo hacerlo parte de nuestra historia común. Así como es doloroso recordar nuestros pecados, tratamos de no recordar nuestro dolor, ya que deseamos vivir como si en nuestro mundo y en nuestra existencia el dolor no existiera. Sólo personas entrenadas en recordar, y en recordar sus pecados y sus dolores como un acto comunitario, pueden ofrecer un paradigma para sostener en el tiempo una memoria dolorosa de un modo que sane en vez de dividir. Así, la medicina necesita a la Iglesia, no para que provea una fundamentación a sus compromisos morales, sino como una fuente de hábitos y prácticas necesarios para sostener a largo plazo el cuidado de los que sufren. Porque no es fácil estar con el enfermo, especialmente


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cuando no podemos hacer por ellos mucho más que simplemente estar presentes. Nuestra misma impotencia se convierte a menudo en odio, tanto hacia quien sufre como hacia nosotros mismos, ya que los despreciamos por recordarnos nuestra impotencia. Sólo cuando recordamos que nuestra presencia es nuestro hacer, cuando recordamos que estar sentados en el suelo siete días sin decir nada es lo que podemos hacer, podemos ser salvados de nuestro intento febril y desesperado de controlar la existencia de los demás y la nuestra. Por supuesto, creer que tal presencia es lo que podemos y debemos hacer implica la creencia en una presencia en este mundo y más allá de este mundo. Y es verdad que muchos hoy en día ya no creen ni experimentan esa presencia. Si ese es el caso, me pregunto si la medicina como presencia es posible en un mundo sin Dios. Otra manera de plantear esta cuestión es preguntarse acerca de la relación entre oración y atención médica. Nada de lo que he dicho sobre el compromiso básico del médico de estar presente implica que no deba tratar de desarrollar las habilidades necesarias para ayudar a los que sufren dolor y enfermedad. Ciertamente debe hacerlo, ya que el suyo es un arte que es uno de nuestros más valiosos recursos para el cuidado de unos a otros. Pero independientemente de lo poderosa que llegue a ser esa técnica, no puede en principio eliminar la necesidad de la oración. Porque

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la oración no es un suplemento ante la insuficiencia de nuestros conocimientos y de nuestras prácticas médicas; ni es una póliza de seguro divino que nos garantiza que nuestra destreza médica tendrá éxito; más bien, nuestra oración es el medio que tenemos para hacer presente a Dios, tanto si nuestra destreza médica tiene éxito como si no. Entendida así, la cuestión no es si la atención médica y la oración son antitéticas (esto es, una empieza donde termina la otra), sino cómo la atención médica puede sostenerse siquiera sin la necesidad de una oración continua. Por último, los involucrados en la medicina necesitan la Iglesia porque de otro modo no pueden evitar el ser alienados del resto de nosotros. Porque a menos que haya un cuerpo de personas que haya aprendido las habilidades de la presencia, el mundo de la enfermedad no puede evitar convertirse en un mundo aislado, tanto para los enfermos como para quienes los cuidan. Sólo una comunidad que esté comprometida a no temer al extraño —y la enfermedad siempre nos hace extraños a nosotros mismos y para los demás— puede dar la bienvenida a la presencia continua de los enfermos en medio de nosotros. En último término, el hospital es primero y ante todo una casa de hospitalidad a lo largo de ese camino que es nuestro viaje por la finitud. Es nuestro signo de que no abandonaremos a los enfermos simplemente porque están sufriendo en este momento las señales de esa finitud. Si el hospital, como sucede hoy

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con demasiada frecuencia, se convierte simplemente en un medio de aislar al enfermo del resto de nosotros, entonces hemos traicionado su finalidad decisiva, y hemos distorsionado nuestra comunidad, y también a nosotros mismos. Si la Iglesia puede ser ese tipo de personas que muestran claramente que han aprendido a estar con los enfermos y los moribundos, pudiera muy bien ser que mediante ese proceso entendamos mejor la relación entre salvación y salud, entre religión y medicina. O tal vez aún más, entenderemos mejor qué tipo de medicina debemos practicar, ya que con demasiada frecuencia tratamos de sustituir la presencia por “hacer algo”. Tiene sin duda razón Ramsey cuando nos recuerda que “desde que Sócrates planteó la pregunta, no hemos aprendido a enseñar la virtud. Los dilemas de la ética médica no son diferentes de aquella pregunta. Pero ya no podemos confiar en que los presupuestos éticos de nuestra cultura sean lo suficientemente poderosos o claros como para enseñar la profesión en la virtud; por lo tanto, la profesión médica ya no debería creer que la integridad personal de los médicos es suficiente por sí misma; ni nadie puede contar con que los valores se transmiten sin necesidad de pensamiento” ([14], p. xviii). Todo lo que he tratado de hacer es recordar que tampoco podemos contar con que tales valores se transmitan sin que haya un grupo de personas que crean y vivan confiando en la presencia indefectible de Dios.


Cultura

7.150 reclusos participan en celebraciones religiosas en prisión Memoria de la Pastoral Penitenciaria 2018 El departamento de Pastoral Penitenciaria, dentro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, hizo pública la Memoria de la Pastoral Penitenciaria en España en el año 2018. Un informe que se presenta como “un homenaje y recuerdo a los 164 capellanes de prisiones y a los 2.755 voluntarios y voluntarias de Pastoral Penitenciaria que, tanto dentro como fuera de la cárcel, llevan y transmiten la misericordia de Dios”, según señala el director de este departamento, Florencio Roselló. La Pastoral Penitenciaria en datos: La Pastoral Penitenciaria en España está organizada en 12 zonas pastorales: Andalucía; Canarias; CastillaLeón y Asturias; Cataluña; Aragón; Valencia y Murcia; Baleares; País Vasco, Navarra, La Rioja y Santander; Galicia; Extremadura; Castilla-La Mancha; y Madrid y Sigüenza-Guadalara. Las capellanías penitenciarias cuentan con 164 capellanes.

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2.755 voluntarios y voluntarias: 766 fuera del centro penitenciario. 1.989 dentro del centro penitenciario. 1.678 mujeres. 1.077 hombres. 916 programas: 744 dentro del centro penitenciario. 172 fuera del centro penitenciario. 329 área religiosa. 496 área social. 91 área jurídica. 7.150 reclusos participan en las celebraciones religiosas (un 12% de la población total). 756 entidades colaboradoras: 378 parroquias 198 congregaciones religiosas 180 ONG


Cultura Ayudas dentro del centro penitenciario: Peculio (aportación mensual a los internos que no reciben ninguna otra ayuda económica). 239.844,75 € 9.530 personas beneficiadas. Paquetes de ropa 10.448 paquetes 7.166 personas beneficiadas. Ayudas fuera del centro penitenciario: Casas de acogida 75 casas de acogida 3.394 permisos acogidos 810 personas con trabajos por el Bien de la Comunidad (TBC)

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1.302.629,55 € invertidos por las delegaciones y capellanías. 718 encuentros de formación y coordinación con voluntarios organizados en las diócesis o por regiones. MÉTODO DE TRABAJO Esta Memoria se ha elaborado con los datos que han aportado 74 de los 82 centros penitenciarios, lo que supone un 91% sobre el total. No obstante, precisa Florencio Roselló, se han recogido datos de 80 centros penitenciarios, pues se han incorporado las prisiones que sí contestaron el año pasado, al entender que no hay mucha variación de un año a otro. Por lo tanto, serían datos del 97,50% de las prisiones, que engloban al 99% de los presos de todas las prisiones en España a finales de 2018.


Cultura “Estuve en la cárcel y vinísteis a verme” Tres serían los aspectos que me gustaría resaltar de la Memoria: 1. Primero la alta participación en las respuestas de la memoria. Han aportado datos 74 de los 82 centros penitenciarios, lo que supone un 91% sobre el total. No obstante hemos recogido datos de 80 centros penitenciarios, incorporando las prisiones que sí contestaron el año pasado, pues entendemos que no hay mucha variación de un año a otro, por lo tanto tenemos datos del 97,50% de las prisiones, que engloban al 99% de los presos de todas las prisiones en España a finales de 2018. Presentación de D. Florencio Roselló, Director del Departamento de Pastoral Penitenciaria de la CEE con motivo de la presentación de la Memoria 2018. Me siento testigo privilegiado al presentar la Memoria del la Pastoral Penitenciaria de España en el año 2018. Porque viendo todos los datos recogidos veo que somos muchos hombres y mujeres, sacerdotes, religiosos y laicos que creemos en Mt. 25, 41 “estuve en la cárcel y vinisteis a verme”. Creemos que cuando vamos a la cárcel, vamos a ver al mismo Jesús preso. Esta memoria quiere ser un homenaje y recuerdo a los 164 capellanes de prisiones y a los 2.755 voluntarios de Pastoral Penitenciaria que, tanto dentro como fuera de la cárcel, llevan y transmiten la misericordia de Dios. Esta memoria que tienes en tus manos refleja el signo de comunidad, de sinodalidad de la Iglesia. Juntos somos más, juntos somos mejores, juntos somos más visibles como Iglesia y como Pastoral Penitenciaria. Y sobre todo mostramos al mundo, a la sociedad que esta pastoral es una Iglesia en salida, que nos recomienda el Papa Francisco. Una iglesia que va a las periferias de la prisión y su entorno para ser compañera de camino, caminante junto con tantos hombres y mujeres en prisión. Una Iglesia que se encarna en situaciones que la propia sociedad rechaza.

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2. Otro aspecto a destacar es que seguimos llegando a través de nuestros programas a muchos internos: realizamos 916 programas, tanto dentro como fuera de las prisiones; acogemos a 3.394 permisos, y sin condiciones de credo, sexo o procedencia. Los datos de peculio 239.844 internos atendidos y los 10.448 paquetes de ropa hablan de que la atención de la Iglesia es integral, nos preocupa del interno todo, material, espiritual, social y jurídico. 3. Y en tercer lugar quiero destacar los 718 encuentros de voluntariado de capellanías y delegaciones. La mayoría de ellos “encuentros formativos”, porque para trabajar en Pastoral Penitenciaria no es suficiente solo la buena voluntad, hace falta formación, y en eso esta pastoral está trabajando mucho y bien, muestra de ello son estos encuentros que en muchos casos son cursos, jornadas, asambleas, seminarios donde queremos formar a los agentes de Pastoral Penitenciaria. Madrid 5 de julio de 2019 P. Florencio Roselló Avellanas, mercedario Director del Departamento de Pastoral Penitenciaria de la CEE


Testimonio

Urgido por el amor de Dios Cardenal Ángel Riesco Carbajo El papa Francisco autorizó el pasado 5 de julio a la Congregación para las Causas de los Santos a promulgar el decreto relativo a las virtudes heroicas del siervo de Dios Mons. Ángel Riesco Carbajo, obispo titular de Limisa, obispo auxiliar de Tudela y fundador del Instituto secular de las Misioneras de la Caridad. El Papa aprobó la publicación de ocho decretos de la Congregación para las Causas de los Santos por un milagro y las virtudes heroicas de siete bautizados: un patriarca, dos obispos, dos sacerdotes, un religioso y un laico. Mons. Ángel Riesco Carbajo nació en Bercianos de Vidriales (Zamora, España) el 9 de julio de 1902. Ingresó en el seminario de Comillas a la edad de 12 años y luego en la Universidad Pontificia de Comillas, que en aquel momento estaba dirigida por los jesuitas. Era un seminarista “fiel y piadoso”, un “gran devoto de San José”, dedicado desde muy joven al “apostolado eucarístico y mariano”, según una nota biográfica publicada por el Servicio de Información Católica el 9

de julio de 2019. Su ordenación sacerdotal tuvo lugar el 25 de julio de 1926. Más tarde fue nombrado coadjutor y ecónomo en La Bañeza, en la parroquia de El Salvador, donde realizó una gran labor apostólica y social, con gran dedicación a la catequesis y a la asistencia a los pobres y enfermos. Allí formó grupos de catequistas entre las mujeres de la parroquia. En 1932 fundó el periódico El Adelanto Bañezano. En 1948 fue nombrado vicario general de la Diócesis de La Bañeza. En 1957, decidió crear un instituto para acoger a todos aquellos que no tenían lugar entre los demás: enfermos, analfabetos, indigentes – respondiendo así a las palabras del apóstol Pablo: Caritas Christi urget nos (El amor de Cristo nos obliga). En 1957 fundó el Instituto de las Misioneras de la Caridad Apostólica, cuya aprobación papal fue concedida el 15 de agosto de 1982. Fue consagrado como obispo auxiliar de Oviedo el 11 de mayo de 1958. Después de más de un año, fue

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Testimonio

trasladado como obispo de Tudela en Navarra (Pamplona), pero esta minidiócesis quedó administrada por el arzobispo de Pamplona. Después de diez años de dificultades, dimitió como obispo de Tudela en 1969, dedicándose al instituto fundado por él mismo. Durante estos años de “momentos difíciles” en Tudela, nunca se quejó y siempre repitió: “Es el Señor”. Murió el 2 de julio de 1972 en La Bañeza, donde el proceso de beatificación se abrió 23 años después, el 12 de octubre de 1995. Marina Droujinina Publicado en www.zenit.org

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SignoyGracia

Fundamentos de la Eucaristía Vida cristiana ( y VII) Las Iglesias cristianas consideran los relatos de la cena del Señor como el fundamento histórico y teológico de la eucaristía. Estos relatos se remontan a la última cena, que celebró Jesús con sus íntimos, la noche anterior al día de su muerte. ACENTOS LITÚRGICOS Y TEOLÓGICOS DE LA HISTORIA DE LA EUCARISTÍA En las narraciones de la última cena, tal como hoy se encuentran, se han introducido la praxis litúrgica de las primitivas comunidades y las interpretaciones de tipo teológico-religioso. El relato de Marcos (14, 22-25), de quien depende enteramente Mateo (26, 26-29), alude a la idea del derramamiento de sangre “por muchos” con el inciso clarificador que es “para el perdón de los pecados”. Son redacciones antiguas tomadas de una fuente no conocida. De la misma fuente, pero independiente del evangelio, es el relato de Pablo (1 Cor 11, 23-26) Ambos inscriben esta cena en el marco de la liturgia judía de la cena de Pascua. Pablo censura los abusos cometidos en la celebración de la eucaristía en Corinto. Ello permite establecer ya una clara distinción entre la cena del Señor y las comidas ordinarias. Pablo y los destinatarios compartían la fe en una actualización real, “sacramental” de Jesús. Pero los destinatarios habían olvidado que en el banquete eucarístico se trata de un encuentro personal con el Crucificado, que

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presupone y debe producir como efecto resultante un comportamiento humano solidario. Lo importante de esta acción es la concepción actualizadora de los hechos poderosos de Dios, que era parte constitutiva y esencial de la liturgia judía de la Pascua. Esta última cena se distingue de todas las anteriores en virtud de la interpretación que el mismo Jesús da de su muerte ya prevista. Sin embargo, tiene conexión con las que celebró anteriormente con discípulos, publicanos y pecadores (Mc 2, 16; Mt 15, 2), en las que, a modo de anticipación de una época de salvación mesiánica, garantizaba la comunión salvífica con Dios. Pero el punto de diferencia está en que, si hasta entonces la comunión había sido posibilitada por la presencia de Jesús, la cena de despedida contempla ya situaciones nuevas, determinadas por la inminencia de su muerte. El evangelio de Juan indica que los dos sacramentos principales, y con ellos la Iglesia, tienen su origen en el Crucificado (Jn 19, 33-37). Este evangelio se refiere a la eucaristía en el gran discurso del pan (Jn 6, 2265), que ha sido situado en el contexto de la fiesta de Pascua (6, 4) y de la comida de cinco mil personas (6, 5-15). Al “pan verdadero de Dios” se le compara con el maná del desierto, tipo del pan verdadero. Ignacio Fernández Sacerdote diocesano


luzdelaPalabra

“Todo el que pide, recibe” XVII Domingo del Tiempo Ordinario Gén 18, 20-32 - Sal 137 - Col 2, 12-14 - Lc 11, 1-13 Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: “Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos”. Él les dijo: “Cuando oréis, decid: Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en tentación”.

venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle; y, desde dentro, aquel le responde: No me molestes; la puerta ya está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos; os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por su importunidad se levantará y le dará cuanto necesite. Pues yo os digo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama se le abre. ¿Qué padre entre vosotros, si su hijo le pide un pez, le dará una serpiente en lugar del pez? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?”.

Y les dijo: “Suponed que alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche y le dice: Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha

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laPuntada Reflexiones para náufragos

Si el poder y la dulzura de la Sabiduría eterna han brillado tanto en la creación, belleza y orden del universo, han fulgurado mucho más en la creación del hombre. Este, en efecto, constituye su obra maestra, la imagen viviente de su belleza y perfecciones. Luís María de Montfort


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