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24 y 31 de marzo de 2013 Nツコ 1006-1007 窶「 Aテ前 XXI
YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA 1
Semanario de las Iglesias de Granada y Guadix-Baza
Voz del Papa “Quien sirve con amor sabe custodiar” Inicio pontificado En la fiesta de San José, Esposo de María, el Papa Francisco celebró la Santa Misa de inicio del ministerio petrino. El Santo Padre habló de José y de la custodia de la creación, don de Dios, así como de la tarea del ministerio del nuevo Obispo de Roma. Quisiera pedir, por favor, a todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico, político o social, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: seamos “custodios” de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente; no dejemos que los signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro. Pero, para “custodiar”, también tenemos que cuidar de nosotros mismos. Recordemos que el odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida. Custodiar quiere decir entonces vigilar sobre nuestros sentimientos, nuestro corazón, porque ahí es de donde salen las intenciones buenas y malas: las que construyen y las que destruyen. (…) (…) el preocuparse, el custodiar, requiere bondad, pide ser vivido con ternura. En los Evangelios, San José aparece como un hombre fuerte y valiente, trabajador, pero en su alma se percibe una gran ternura, que no es la virtud de los débiles, sino más bien todo lo contrario: denota fortaleza de ánimo y capacidad de atención, de compasión, de verdadera apertura al otro, de amor. No debemos tener miedo de la bondad, de la ternura. Hoy, junto a la fiesta de San José, celebramos el inicio del ministerio del nuevo Obispo de Roma, Sucesor de Pedro, que comporta también un poder. Ciertamente, Jesucristo ha dado un poder a Pedro, pero ¿de qué poder se trata? A las tres preguntas de Jesús a Pedro sobre el amor, sigue la triple invitación: Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas. Nunca olvidemos que el verdadero poder es el servicio, y que también el Papa, para ejercer el poder, debe entrar cada vez más en ese servicio que tiene su culmen luminoso en la cruz; debe poner sus ojos en el servicio humilde, concreto, rico de fe, de San José y, como él, abrir los brazos para custodiar a todo el Pueblo de Dios y acoger con afecto y ternura a toda la humanidad, especialmente los más pobres, los más débiles, los más pequeños; eso que Mateo describe en el juicio final sobre la caridad: al hambriento, al sediento, al forastero, al desnudo, al enfermo, al encar-
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celado (cf. Mt 25,31-46). Sólo el que sirve con amor sabe custodiar. (…) Custodiar a Jesús con María, custodiar toda la creación, custodiar a todos, especialmente a los más pobres, custodiarnos a nosotros mismos; he aquí un servicio que el Obispo de Roma está llamado a desempeñar, pero al que todos estamos llamados, para hacer brillar la estrella de la esperanza: protejamos con amor lo que Dios nos ha dado.
Editorial
La hora de la salvación Con el Domingo de Ramos iniciamos la Semana Santa; iniciamos la semana de Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. A lo largo de estos días seremos testigos de las catequesis que tendremos por las calles de Granada con motivo de las salidas procesionales de las Sagradas Imágenes de más de una treintena de hermandades y cofradías. Viviremos los actos litúrgicos de estos días: Domingo de Ramos, Jueves, Viernes y Sábado Santo, y finalmente, con júbilo y alegría, el Domingo de Resurrección. A ello se une, el momento de especial conmoción que vivimos en Granada, a las tres de la tarde, en el Campo del Príncipe, el Viernes Santo. “Granada queda en silencio en la hora de su muerte, todo quieto, completo silencio, en la cruz de Nuestro Señor. No hay hora más dolorosa que su expiración, ni hora más liberadora que su resurrección. Son las tres de la tarde, la hora del Señor, el pueblo de Granada llora e implora su bendición. Madre mía, Virgen pura, tu llanto alcanza nuestro corazón, y la esperanza nace porque su muerte es nuestra salvación.
Tres días de espera como pide nuestro Dios, para comprender el hecho que nos da la salvación. Bendito sea Dios, que quiere para nosotros el perdón. Bendito sea su Hijo, que por nosotros murió. Ay, Señor mío, ten misericordia de nos, nuestro corazón está presto y henchido de conmoción. No hay hora más dolorosa que su expiración, ni hora más liberadora que su resurrección”. Paqui Pallarés La hora de la salvación
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Sumario Directora: Paqui Pallarés García Redacción: Rosa Die Alcolea Pedro Flores Medina Delegado en Guadix: Antonio Gómez Casas
Edita: ARZOBISPADO DE GRANADA Plaza Alonso Cano, s/n 18001 GRANADA tel.: 958 215 675 e-mail: mcsgranada@planalfa.es • revistafiestadigital@gmail.com www.diocesisgranada.es http://diocesisgranada.wordpress.com Diseño y maquetación: Secretariado de Medios de Comunicación de la Archidiócesis de Granada
Sumario 02. Voz del Papa “Quien sirve con amor sabe custodiar” La hora de la salvación 03. Editorial La hora de la salvación 05. Mirada • Horarios litúrgicos de Semana Santa • “Tú eres Pedro” • Venta de cuadros para Cáritas Granada • Admitidos a las Sagradas Órdenes cinco seminaristas de Granada • Invitación de las Hermanas Salesas de Granada
10. Textos “Pues miro vuestra sangre, mirad mi llanto” 12. A fondo El Camino, la Verdad y la Vida Vía Crucis 20. Cultura “El gran milagro” Cine 22. Testimonio “La sabiduría que da el Espíritu Santo” Diálogo 23. Signo y gracia El anillo del pescador Significado y actualidad
• Exposición de enseres de Semana Santa • Agenda
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24. Luz de la Palabra “Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu”
Mirada Horarios litúrgicos de Semana Santa
En Granada
En la S.I. Catedral, presididos por nuestro Arzobispo, Mons. Javier Martínez. Con el Domingo de Ramos comienza la Semana de Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, que viviremos con los actos litúrgicos en toda la Iglesia Universal. Las parroquias, templos y comunidades acogerán dichos actos litúrgicos en sus respectivos horarios. En concreto, en la Santa Iglesia Catedral, los actos estarán presididos por nuestro Arzobispo, Mons. Javier Martínez. La bendición de los ramos será a las 12:30 horas en la Plaza de las Pasiegas, y después, el cortejo de fieles y presbíteros, accederán al templo metropolitano para participar en la Eucaristía. En el Jueves Santo, la Misa Crismal, en la que se bendicen los Santos Óleos que después se utilizarán durante el año para la administración de los sacramentos, será a las 11 horas y en ella participa parte del clero diocesano. Por la tarde, la celebración de la Cena del Señor será a las 19 horas. El Viernes Santo, la Pasión del Señor tendrá lugar a las 17 horas y, previamente, un año más, el Campo del Príncipe vivirá el momento en que el Señor expiró, a las 15 horas, previa meditación de nuestro Arzobispo y oración del pueblo de Dios. A las 15 horas en punto, en completo silencio, el pueblo cristiano reza en comunión. La Vigilia Pascual con la que celebramos la Resurrección del Señor será a las 23:30 horas en la Catedral. El domingo de Resurrección, como es habitual, la Eucaristía de
SEMANA SANTA GRANADA 2013. RAFAEL CARO ORTEGA.
las 13 horas contará con la participación de la rama infantil y juvenil de la cofradía del Señor de la Humildad, Soledad de Nuestra Señora y Dulce Nombre de Jesús, en la procesión conocida como Los facundillos. En la Eucaristía los niños hacen sonar sus campanillas anunciando así la resurrección del Señor y como expresión de júbilo. PROCESIONES El Domingo de Ramos comienzan las procesiones, expresiones públicas de la fe cristiana, por las calles de Granada, en la Semana Santa de la ciudad, Declarada de Interés Turístico Internacional. Estas procesiones se inician con la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén y Nuestra Señora de la Paz, a las 16 horas desde el Santuario de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. A lo largo de toda la Semana se sucederán las procesiones, del orden de cuatro o cinco al día, sal-
vo el Sábado Santo, día de espera ante la Resurrección, que saldrá una hermandad: la Santísima Trinidad y Nombre de Jesús, y Nuestra Señora de las Angustias Coronada de Santa María de la Alhambra. Asimismo, el Domingo de Resurrección trae como novedad las procesiones que se trasladan de la tarde a la mañana. Ese día salen en procesión las Sagradas Imágenes de Nuestro Señor de la Resurrección y Santa María del Triunfo –a las 9 horas, desde la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel en el barrio del Zaidín-Vergeles- y el Cristo Resucitado y Nuestra Señora de la Alegría, a las 11 horas desde la iglesia parroquial de Regina Mundi. Junto a ellas, también sale en procesión la conocida como Los fancundillos, a las 11:30 horas desde la iglesia de Santo Domingo. Los horarios e itinerarios de las procesiones en Granada pueden consultarse en: www.hermandadesdegranada.org.
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Mirada “Tú eres Pedro”
Carta Pastoral del Obispo de Guadix, D. Ginés García, ante la elección del Papa Francisco. Queridos diocesanos: El Señor ha vuelto a sorprendernos; una vez más nos muestra que la Iglesia es suya, y es Él quien la conduce. El miércoles pasado nos regalaba un nuevo Sucesor de San Pedro en la persona del cardenal Jorge Mario Bergoglio Sj, arzobispo de Buenos Aires. Es el Papa Francisco. Cuántas opiniones y cábalas estos días acerca del sucesor de Benedicto XVI. Pero ha sido el Espíritu Santo el que, finalmente, ha hablado, sirviéndose de la mediación del colegio de los cardenales encargados de la elección del Papa. Nosotros los hemos acompañado con nuestra oración. El encargo en favor de la Iglesia que el Señor hizo al apóstol Pedro, sigue teniendo plena actualidad en sus sucesores. La edificación de la Iglesia, mediante el anuncio de la Palabra de Dios, la celebración de los sacramentos, especialmente de la Eucaristía, y la vida de caridad, constituye la misión del Papa. Como Obispo de Roma, preside en la caridad a la Iglesia extendida por todo el mundo. Su vocación es un servicio a la unidad y a la comunión de la Iglesia; está llamado a hacer presente a Cristo, como su Vicario, y a confirmarnos en la fe. El Papa está en medio de la Iglesia como oyente de la Palabra, sometido a la voluntad de Dios; y al mismo tiempo, está al frente de la Iglesia como padre y pastor solícito.
intenciones del Santo Padre; es un gesto precioso de comunión y afecto. Hemos de escuchar y seguir sus enseñanzas que serán un tesoro precioso para alimentar y animar nuestra vida cristiana. Hoy, festividad de San José, patrón de la Iglesia universal, comienza oficialmente su ministerio como pastor de esta Iglesia. Pedimos a Jesucristo, buen Pastor de nuestras almas, que lo acompañe en este arduo camino, para que la Iglesia se enriquezca con abundantes frutos de santidad.
(…) En estos pocos días de pontificado, hemos podido comprobar que estamos ante un Papa con gestos elocuentes de humildad y cercanía, pero sobre todo de fe sincera y sencilla. Nos conmovió la invitación a orar en su primera aparición ante la Iglesia, recién elegido; nos interrogan sus gestos de valentía evangélica. (…)
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A la intercesión de María, Madre de la Iglesia, encomendamos este nuevo pontificado, con el deseo de que sea para la gloria del Dios y la salvación de los hombres. Tú eres Pedro. Francisco es Pedro y sobre él, quiere el Señor edificar hoy la Iglesia.
Os invito, queridos hermanos, a acoger al Papa Francisco en la fe; a mostrarle nuestro respeto filial y obediencia; a rezar por su persona y ministerio.
Con mi afecto y bendición.
Nos cuenta el libro de los Hechos de los Apóstoles que la Iglesia rezaba por Pedro. Hoy también la Iglesia reza por Pedro. Cada día hemos de pedir por la persona e
Guadix, 19 de marzo de 2013
+ Ginés, Obispo de Guadix
Leer Carta Pastoral
Mirada Admitidos a las Órdenes Sagradas cinco seminaristas de Granada En el marco del Día del Seminario, la S.I Catedral acogió hace una semana la celebración de admisión a las Órdenes Sagradas de cinco seminaristas de Granada. Durante la Eucaristía presidida por el Arzobispo Mons. Javier Martínez, y ante un nutrido grupo de fieles y concelebrada por numerosos sacerdotes -entre ellos los rectores de los tres Seminarios presentes en la Diócesis-, fueron admitidos como candidatos a las Órdenes Sagradas Alberto Sedano, Fernando Rodríguez y Fernando Luis Roca, del Seminario diocesano San Cecilio; y Carlos Peñafiel y Esteban Torres, del Seminario Redemptoris Mater.
LOS SEMINARISTAS EN LA SANTA IGLESIA CATEDRAL.
PAPA FRANCISCO
La pintora granadina Mª Carmen Torres Contreras ha decidido destinar la recaudación de una serie de sus cuadros a Cáritas Diocesana Granada.
En su homilía, nuestro Arzobispo se refirió a la elección del Papa Francisco, que, junto con la renuncia de Benedicto XVI a la Silla de Pedro, constituyen actos de fe, con los que el mundo se sacude pero que desvela que “el hombre contemporáneo tiene hambre de Dios, aunque no lo sepa”, explicó Mons. Martínez.
Con esta aportación, la autora quiera contribuir a paliar parte de las necesidades de tantas familias afectadas por el desempleo y la crisis económica. En total hay 15 cuadros que están puestos a la venta y pueden verse en el Pub Portolano, en la calle Alhamar, en el centro de Granada, hasta la primera semana de abril.
Respecto a la renuncia de Benedicto XVI y la elección de Francisco, “vivimos unos días en los que nos rodean los signos de la fidelidad de Dios, de que Dios es fiel”, afirmó nuestro Arzobispo, al mismo tiempo que recordó que “Dios es fiel, la Iglesia permanece en medio de las tormentas de este mundo”.
“Desde aquí, le damos las gracias por su gesto de generosidad y, de paso, gracias también a todos los artistas que ponen su granito de arena en la construcción de un mundo más fraterno y equitativo”, afirman en Cáritas Granada.
Mons. Martínez dio la bienvenida a los fieles: “La Catedral es vuestro hogar, es el lugar donde enseña el Obispo y la casa del pueblo cristiano. Está por encima de un lugar de turismo para visitar y disfrutar de las bellezas de nuestro pasado, porque es un templo vivo, imagen del templo vivo que sois vosotros. Eso es lo realmente esencial e importante, al servicio de lo cual está todo lo demás”.
Venta de cuadros para Cáritas Granada
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En su homilía, nuestro Arzobispo habló sobre la penitencia y subrayó que “el Señor nos quita la venda de los ojos, nos abre los ojos, nos permite reconocer quién es la plenitud de anhelo profundo de nuestro corazón: Cristo. Y Cristo es la vida de nuestra vida”. “Convertirse es abrir la vida a Cristo, abrirle nuestro corazón”, destacó. Para escuchar la homilía completa.
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Mirada Invitación de las Hermanas Salesas de Granada Todos los viernes a las 20 horas, en nuestra oración llamada Getsemaní. Descubre en tu vida / la dulzura de Dios y / el amor de Cristo, / y así encontrarás la verdadera felicidad. Nuestro Santo Doctor del Amor, San Francisco de Sales, nos manifestaba que la verdadera dulzura y felicidad surgía del trato abundante de la oración. Ella es esencial e imprescindible para la vida cristiana, nos lleva a entregarnos a Dios, uniéndonos a Él muy estrechamente en una comunicación continua y serena, lo que nos lleva a transmitir la verdadera felicidad a todos los hombres, “por ello la oración como encuentro con Dios amor, nos lleva a un gran compromiso de entrega por amor al prójimo”. San Francisco de Sales nos invita en unos de sus sermones a no dejarnos llevar por el puro sentimentalismo (…). Estaremos unidos al Señor, buscando su gloria, no nuestra satisfacción personal. ¡Y la oración nos dará fuerzas para llevar bien alta la cruz de Cristo!... De la oración extraemos energías, para estar dispuestos a cumplir la voluntad divina, ¡sea la que sea!... Perseverando en el espíritu de la oración, ¡creemos en el amor y en la unión con Dios! Ello exige de nosotros grandes dosis de humildad y paciencia. Dios no ha puesto la perfección en la multiplicidad de los actos que hemos de realizar para agradarle, sino en el método que empleemos en el amor, por el amor y para el amor. (Cf. Sermón I Domingo de Cuaresma. En Obras selectas de S. Francisco de Sales, v.I, 8, pg.304). La Eucaristía es el centro y núcleo de nuestra vida cristiana, donde vivimos el encuentro gozoso con el Señor. “La sagrada Eucaristía, en efecto, contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, Cristo mismo, nuestra Pascua y Pan de Vida, que da la vida a los hombres por medio del Espíritu Santo. Por tanto, la mirada de la Iglesia se dirige continuamente a su Señor, presente en el Sacramento del altar, en el cual descubre la plena manifestación de su inmenso amor”… (Cf.Encíclica, Ecclesia de Eucharistia).
Cristo Nuestro Señor está presente con su Cuerpo y Sangre en medio de nuestra vida cristiana. Todo fluye a partir de Él, la fuerza de la Fe en el Sacramento Eucarístico, como presencia y eficacia de la esencia divina, es la presencia trinitaria entre nosotros: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. La Eucaristía es realmente el bien más alto de la vida de la Iglesia y la vida de todo cristiano. Es el encuentro del Dios eterno, a través de su amado Hijo Nuestro Maestro y Señor, a la frágil humanidad de nuestras vidas. Por ello, nos dejamos seducir por este encuentro donde Cristo se hace presente en el caminar de nuestras vidas. El Señor se entrega con su Cuerpo y con su Sangre, nosotros debemos complacerlo en ese encuentro, abriéndonos a su gracia y al gran don de su Amor y Misericordia. Cristo haciéndose presente en la Eucaristía permanece en el amor y la entrega perenne, y espera que nosotros permanezcamos en ese estado de Amor. Aquí encontraremos la verdadera dulzura, ternura, amabilidad, cariño y la verdadera felicidad para afrontar nuestras realidades personales. Nuestra casa es vuestra casa, por ello os invitamos a vivir este encuentro con Cristo en una hora de adoración en la Eucaristía. Todos los viernes a las 8 de la tarde, en nuestra oración llamada Getsemaní para vivir en unión con la Stma. Virgen el gran Amor de Dios derramado en su Hijo Jesucristo Nuestro Señor, y desde la Eucaristía poder ser auténticos testigos del gran Amor de Dios en medio de nuestras vidas. ¡Dios sea Bendito!
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“¡Amémosla con el mismo amor que Jesucristo espera de nosotros al instituirla!”, nos recuerda nuestro fundador. La Eucaristía es el sacramento del amor, ¡el gran signo de Cristo para testimoniar que Dios nos ama!... Él se entregó a la muerte por amor, y por amor instituyó el Sacramento de su Cuerpo y su Sangre (Cf. Lc. 14,15).
Nuestra dirección: C/ San Francisco de Sales, 2 (Granada- Cerrillo de Maracena). Teléfono 958 16 08 22. Autobuses Urbanos: Líneas, 22 y 6. Hermanas Salesas Convento de la Visitación de Santa María-Granada
Mirada Exposición de enseres de Semana Santa En plena Cuaresma, los alumnos de las etapas educativas de Infantil y Primaria del Colegio concertado Santa María Micaela, en el barrio de La Chana, han elaborado diferentes enseres y cortejos procesionales a modo de manualidad. Con motivo de la Semana Santa, los centenares de alumnos han realizado diversos trabajos manuales guiados por unos docentes muy cofrades, haciéndoles ver no sólo la cultura cofrade que tenemos en nuestra ciudad, sino el sentido máximo de toda esta catequesis que es cada año nuestra Semana Mayor, la evangelización y propagación de la fe a través de los actos penitenciales que hacen miles de granadinos en nuestra Semana Santa. Los diversos trabajos van desde cortejos procesionales con todo tipo de detalles hasta enseres a tamaño real elaborados por los alumnos de los cursos superiores. Esta exposición no es otra cosa que una muestra más del espíritu evangelizador y cofrade de nuestra ciudad, trasladado a cada rincón y demostrado por los más pequeños que ya esperan con ansia en la Semana de Pasión la llegada del Domingo de Ramos. Colegio concertado Santa María Micaela Barrio La Chana (Granada)
AGENDA • Fiesta. Las personas que lo deseen pueden enviarnos sus testimonios, informaciones, iniciativas o hechos relevantes en su parroquia, carisma, orden religiosa, etc que ayude a conocer y comunicar la vida de nuestra Iglesia de Granada, al correo mcsgranada@planalfa.es. • Concierto de Pascua. El día 6, a las 19:30 horas, en la S.I Catedral concierto de Pascua, a cargo del Coro Tomás Luis de Victoria, dentro del III Ciclo de Música y Tiempo Litúrgico. • JMJ 2013. El Director del Secretariado de Juventud de Guadix, D. José Antonio Martínez, convoca a los jóvenes de esta Diócesis a participar en el Encuentro de la Juventud que se va a celebrar en el Rocío, coincidiendo con la JMJ de Río de Janeiro, del 25 al 28 de julio. Más información en la Diócesis accitana.
Primera foto oficial del Papa Francisco Firmada y con la fecha de su elección. Difundida por las redes sociales, la fotografía muestra al Santo Padre con su habitual vestimenta blanca, la cruz pectoral y sonriendo. Al pie de la imagen, se lee su nombre y la fecha de su elección como sucesor de San Pedro. El Papa Francisco ha enviado una serie mensajes al mundo. Por ejemplo, a los periodistas les recordó que la Iglesia no tiene naturaleza política, sino profundamente espiritual y al Cuerpo Diplomático ante la Santa Sede les recordó que “no hay verdadera paz sin verdad. No puede haber verdadera paz si cada uno es la medida de sí mismo, si cada uno puede reclamar siempre y sólo su propio derecho, sin preocuparse al mismo tiempo del bien de los demás, de todos, a partir ya de la naturaleza, que acomuna a todo ser humano en esta tierra”.
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Textos “Pues miro vuestra sangre, mirad mi llanto”
Lope de Vega
Hemos sido aferrados por Cristo. Lope de Vega tomó conciencia de ello, así como de que somos llanto, súplica y petición con la certeza de que Dios responde siempre: “Jesús de María / Cordero santo, / pues miro vuestra sangre, / mirad mi llanto”.
Entre estas cinco llagas, oh Cristo soberano, y al son de sus corrientes comenzaré mi llanto. ¿Cómo estáis desa suerte, decid, Cordero casto, pues naciendo tan limpio, de sangre estáis manchado? La piel divina os quitan las sacrílegas manos, no digo de los hombres, pues fueron mis pecados. Aquella blanca niña tan virgen en el parto, como antes y después, más pura que el sol claro, parió vuestra hermosura De sólo catorce años en un pesebre humilde como a Cordero manso; Y desde el mismo día siempre os está mirando, vertiendo por el hombre la sangre que os ha dado. Jesús de María, Cordero santo, pues miro vuestra sangre, mirad mi llanto. Bien sé, Pastor divino, que estáis subido en alto, para llamar con silbos tan perdido ganado. Ya os oigo, Pastor mío, ya voy a vuestro pasto,
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que como vos os dais, ningún pastor se ha dado. Pelícano amoroso, con sangre estáis llamando, que corre a toda priesa de pies, costado y manos. Ponedme vuestros clavos, quitaldos, vida mía, descansaréis los brazos. (…) Jesús de María, Cordero santo, pues miro vuestra sangre, mirad mi llanto. ¿Qué piedra o bronce duro, qué acero, jaspe o mármol, qué basilisco fiero, os puede estar mirando, sin distilar el alma por los ojos turbados, como quien es la culpa, en amoroso llanto? Tenedme, Señor mío, mirad que me desmayo. mas, ¡ay, que estáis asido con esos fuertes clavos! Nadie tendrá disculpa, diciendo que cerrado halló jamás el cielo, si el cielo va buscando. Pues Vos con tantas puertas en pies, costado y manos, estáis a todas horas llamando y aun rogando.
¡Ay, si los clavos vuestros para llegarme tanto, clavaran a vos mismo mi corazón ingrato! ¡Ay si vuestra corona por este breve rato pasara a mi cabeza, y os diera algún descanso! ¡Ay si me deshicieran esos divinos rayos en fuego de amor vuestro, aunque por Vos me abraso! Jesús de María, Cordero santo, pues miro vuestra sangre, mirad mi llanto.
Textos
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aFondo El Camino, la Verdad y la Vida
Vía Crucis
Ofrecemos el Vía Crucis presidido el año pasado por Benedicto XVI en el Coliseo, con las meditaciones a cargo de Danilo y Anna María Zanzucchi, matrimonio italiano, con 60 años de vida en común, pertenecientes al Movimiento de los Focolares e iniciadores del Movimiento Familias Nuevas. Jesús dice: “Quien quiera seguirme que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga”. Es una invitación que vale para todos: casados o solteros, jóvenes, adultos y ancianos, ricos y pobres, de una u otra nacionalidad. Vale también para cada familia, para cada uno de sus miembros o para la pequeña comunidad en su totalidad. FLAGELACIÓN (S. XIV). DUCCIO DI BUONINSEGNA.
Antes de entrar en su Pasión final, Jesús, en el Huerto de los Olivos, abandonado por los apóstoles adormecidos, tuvo miedo de lo que le esperaba y, dirigiéndose al Padre, suplicó: “Si es posible, que pase de mí este cáliz”. Pero añadiendo de inmediato: “No se haga mi voluntad sino la tuya”. En aquel momento dramático y solemne se percibe una profunda enseñanza para todos los que se han puesto a seguirle. Como todo cristiano, cada familia tiene también su vía crucis: enfermedades, muertes, apuros económicos, pobreza, traiciones, comportamientos inmorales de uno u otro, discordias con los familiares, calamidades naturales.
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Pero, en este camino de dolor, todo cristiano, toda familia puede fijar la mirada en Jesús, HombreDios.
I ESTACIÓN. JESÚS ES CONDENADO A MUERTE Muchas de nuestras familias sufren por la traición del cónyuge, la persona más querida. ¿Dónde ha quedado la alegría de la cercanía, del vivir al unísono? ¿Qué ha sido del sentirse una sola cosa? ¿Qué pasó de aquel “para siempre” que se había declarado? Mirarte, Jesús, el traicionado, y vivir contigo el momento en el que se derrumba el amor y la amistad que se había creado en nuestra pareja, sentir en el corazón las heridas de la confianza traicionada, de la confianza perdida, de la seguridad desvanecida. Mirarte, Jesús, precisamente ahora que soy juzgado por quien no recuerda el vínculo que nos unía, en el don total de nosotros mismos.
Solo tú, Jesús, me puedes entender, me puedes dar ánimo, puedes decirme palabras de verdad, incluso si me cuesta entenderlas. Puedes darme la fuerza que me ayude a no juzgar a mi vez, a no sucumbir, por amor de esas criaturas que me esperan en casa y para las cuales soy ahora el único apoyo. II ESTACIÓN. JESÚS CON LA CRUZ A CUESTAS Jesús, viéndote así, sangrando, solo, abandonado, escarnecido, nos preguntamos: “Pero aquella gente que tanto habías amado, iluminado y hecho del bien, aquellos hombres, aquellas mujeres, ¿acaso no somos también nosotros hoy? También nosotros nos hemos escondido por miedo a vernos implicados, olvidando que somos tus seguidores”.
aFondo Pero lo más grave, Jesús, es que yo he contribuido a tu dolor. También nosotros, esposos, y nuestras familias. También nosotros hemos contribuido a cargarte con un peso inhumano. Cada vez que no nos hemos amado, cuando nos hemos echado las culpas unos a otros, cuando no nos hemos perdonado, cuando no hemos recomenzado a querernos. Y nosotros, en cambio, seguimos prestando atención a nuestra soberbia, queremos tener siempre razón, humillamos a quien está a nuestro lado, incluso a quien ha unido su propia vida a la nuestra. Ya no recordamos, Jesús, que tú mismo nos dijiste: “Cuanto hicisteis a uno de estos pequeños, a mí me lo hicisteis”. Así dijiste precisamente: “A mí”.
IV ESTACIÓN. JESÚS ENCUENTRA A SU MADRE
LA PIEDAD. MIGUEL ÁNGEL.
III ESTACIÓN. JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ Jesús, tu caída nos hace sufrir porque comprendemos que somos nosotros la causa; o tal vez nuestra fragilidad, no sólo física, sino la de todo nuestro ser. Quisiéramos no caer más; pero después cualquier cosa, una dificultad, una tentación o un contratiempo, y nos dejamos ir, y caemos. Habíamos prometido seguir a Jesús, respetar y cuidar a las personas que ha puesto a nuestro lado. Sí, en realidad las queremos, o al menos así nos parece. Si faltaran sufriríamos mucho. Pero, después cedemos en las situaciones concretas de cada día.
CRISTO CARGA CON LA CRUZ (DETALLE, S. XVI). LOTTO.
¡Cuántas caídas en nuestras familias! ¡Cuántas separaciones, cuántas traiciones! Y después, los divorcios, los abortos, los abandonos. Jesús, ayúdanos a entender qué es el amor, enséñanos a pedir perdón.
Para todos los hombres y mujeres de este mundo, pero en particular para nosotros, familias, el encuentro de Jesús con la madre allí, en el camino del Calvario, es un acontecimiento intensísimo, siempre actual. Jesús se ha privado de la madre para que nosotros, cada uno de nosotros -también nosotros esposos- tuviéramos una madre siempre disponible y presente. Por desgracia, a veces nos olvidamos. Pero cuando recapacitamos, nos damos cuenta de que en nuestra vida de familia muchísimas veces hemos acudido a ella. ¡Qué cerca de nosotros ha estado en los momentos de dificultad! ¡Cuántas veces le hemos recomendado a nuestros hijos, le hemos suplicado que intervenga por su salud física y aún más por una protección moral! Y cuántas veces María nos ha escuchado, la hemos sentido cercana, confortándonos con su amor materno. En el vía crucis de toda familia, María es el modelo del silencio que, aún en medio del dolor más desgarrador, genera la vida nueva.
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aFondo V ESTACIÓN. EL CIRINEO AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ Tal vez Simón de Cirene representa a todos nosotros cuando de repente nos llega una dificultad, una prueba, una enfermedad, un peso imprevisto, una cruz a veces dura. ¿Por qué? ¿Por qué precisamente a mí? ¿Por qué justamente ahora? El Señor nos llama a seguirlo, no sabemos dónde ni cómo. Jesús, lo mejor que se puede hacer es ir tras de ti, ser dócil a lo que nos pides. Tantas familias lo pueden confirmar por experiencia directa: no sirve rebelarse, conviene decirte sí, porque tú eres el Señor del Cielo y de la Tierra. Pero no sólo por esto podemos y queremos decirte sí. Tú nos amas con amor infinito. Más que el padre, la madre, los hermanos, la mujer, el esposo, los hijos. Nos amas con un amor que ve más lejos, un amor que, por encima de todo, aun de nuestra miseria, nos quiere salvos, felices, contigo, para siempre. También en familia, en los momentos más difíciles, cuando se debe tomar una decisión importante, si la paz habita en el corazón, si se está atento a percibir lo que Dios quiere de nosotros, somos iluminados por una luz que nos ayuda a discernir y a llevar nuestra cruz. El Cirineo nos recuerda también los rostros de tantas personas que nos han acompañado cuando una cruz muy pesada se ha abatido sobre nosotros o nuestra familia. Nos recuerda a tantos voluntarios que en muchas partes del mundo se dedican generosamente a confortar y ayudar a quien pasa por momentos de sufrimiento o dificultad. Nos enseña a dejarnos ayudar con humildad, si lo necesitamos, y también a ser cireneos para los demás.
CRISTO Y EL CIRINEO. TIZIANO.
VI ESTACIÓN. LA VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS En nuestra vida, a veces hemos tenido ocasión de enjugar lágrimas y sudor de personas que sufren. Tal vez hemos atendido a un enfermo terminal en un pasillo de hospital, hemos ayudado a un inmigrante o a un desocupado, hemos escuchado a un recluso. E, intentando aliviarlo, quizás hemos limpiado su rostro mirándolo con compasión. Y, sin embargo, pocas veces nos acordamos de que en cada uno de nuestros hermanos necesitados te escondes tú, Hijo de Dios. ¡Qué distinta sería nuestra vida si lo recordáramos! Poco a poco tomaríamos conciencia de la dignidad de cada hombre que vive en la Tierra. Toda persona, bonita o fea, capaz o no, desde el primer instante en el vientre de la madre o tal vez ya anciana, te representa, Jesús. No sólo. Cada hermano eres tú. Mirándote, reducido a bien poca cosa allí en el Calvario, entenderemos con la Verónica que en toda criatura humana podemos reconocerte.
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CRISTO CARGADO CON LA CRUZ. TIÉPOLO.
VII ESTACIÓN. JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ Cómo nos reconocemos en ti, Jesús, también en esta nueva caída por agotamiento. Y, sin embargo, te alzas de nuevo, quieres conseguirlo. Por nosotros, por todos nosotros, para darnos el ánimo de levantarnos de nuevo. Nuestra debilidad está ahí, pero tu amor es más grande que nuestras carencias, siempre puede acogernos y entendernos. Nuestros pecados, que has cargado sobre ti, te aplastan, pero tu misericordia es infinitamente más grande que nuestras miserias. Sí, Jesús, gracias a ti nos levantamos. Nos hemos equivocado. Nos hemos dejado vencer por las tentaciones del mundo, quizá por espejismos de satisfacción, por querer escuchar que alguien todavía nos desea, porque alguien dice que nos quiere, incluso que nos ama. Nos cuesta a veces hasta mantener el compromiso adquirido en nuestra fidelidad de esposos. Ya no tenemos la frescura y el dinamismo de una vez. Todo se hace repetitivo, cada acto parece una carga, vienen ganas de evadirnos. Pero tratamos de levantarnos de nuevo, Jesús, sin caer en la más grande de las tentaciones: la de no creer que tu amor lo puede todo. LA VERÓNICA. EL GRECO.
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aFondo VIII ESTACIÓN. JESÚS ENCUENTRA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN QUE LLORAN POR ÉL Entre la multitud que lo seguía hay un grupo de mujeres de Jerusalén, lo conocen. Viéndolo en aquellas condiciones, se confunden entre la multitud y suben hacia el Calvario. Lloran. Jesús las ve, percibe su sentimiento de piedad. Y también en aquel trágico momento quiere dejar una palabra que supera la simple piedad. Quiere que en ellas, en nosotros, no haya sólo conmiseración sino conversión del corazón, esa conversión de reconocer el error, de pedir perdón, de reiniciar una vida nueva. Jesús, cuantas veces por cansancio o inconsciencia, por egoísmo o temor, cerramos los ojos y no queremos afrontar la realidad. Sobre todo, no nos implicamos personalmente, no nos comprometemos en la participación profunda y activa en la vida y las necesidades de nuestros hermanos, cercanos y lejanos. Continuamos a vivir cómodamente, reprobamos el mal y quien lo hace, pero no cambiamos nuestra vida y no arriesgamos personalmente para que las cosas cambien, el mal sea abatido y se haga justicia. CRISTO CARGADO CON LA CRUZ. EL GRECO.
MATER DOLOROSA. TIZIANO.
CRISTO CAE CAMINO DEL CALVARIO. RAFAEL.
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IX ESTACIÓN. JESÚS CAE POR seria, nuestras pequeñas y grandes penas cotidianas. Vivimos con freTERCERA VEZ cuencia anestesiados por el bienesEl camino de subida es corto, pero tar, sin comprometernos con todas ya no tiene fuerzas. Jesús está aca- las fuerzas en levantarnos de nuebado física y espiritualmente. Siente vo y levantar a la humanidad. Pero sobre sí el odio de los jefes, de los podemos volver a ponernos en pie, sacerdotes, de la muchedumbre que porque Jesús ha encontrado la fuerza parecen querer descargar sobre él la de volverse a alzar y reemprender el rabia reprimida por tantas opresiones camino. del pasado y del presente. Como si buscaran la revancha, haciendo valer También nuestras familias son parte de este tejido deshilachado, están su poder sobre Jesús. sujetas a un estado de bienestar que Y caes, caes Jesús, por tercera vez. se convierte en la meta misma de la Pareces sucumbir. Pero he aquí que vida. Nuestros hijos crecen. Intentecon extrema fatiga te vuelves a le- mos habituarles a la sobriedad, al vantar y reemprendes el terrible ca- sacrificio, a la renuncia. Tratemos de mino hacia el Gólgota. Ciertamente, darles una vida social satisfactoria en muchos de nuestros hermanos en el ámbito deportivo, asociativo y retodo el mundo están sufriendo prue- creativo, pero sin que estas actividabas tremendas porque te siguen, des sean sólo un modo para llenar la Jesús. Están subiendo contigo hacia jornada y tener todo lo que se desea. el Calvario y contigo están también cayendo bajo las persecuciones que Por eso, Jesús, necesitamos escuchar desde hace dos mil años laceran tu tus palabras, de las que deseamos dar testimonio: «Bienaventurados los cuerpo que es la Iglesia. pobres, bienaventurados los mansos, Con estos hermanos nuestros en el bienaventurados los constructores de corazón, queremos ofrecer nuestra paz, bienaventurados los que sufren vida, nuestra fragilidad, nuestra mi- por la justicia…».
X ESTACIÓN. JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS Cuántos han sufrido y sufren por esta falta de respeto por la persona humana, por la propia intimidad. Puede que a veces tampoco nosotros tengamos el respeto debido a la dignidad personal de quien está a nuestro lado, “poseyendo” a quien está a nuestro lado, hijo, marido, esposa, pariente, conocido o desconocido. En nombre de nuestra supuesta libertad herimos la de los demás: cuánto descuido, cuánta dejadez en los comportamientos y en el modo de presentarnos el uno al otro. Jesús, que se deja mostrar así a los ojos del mundo de entonces y de la humanidad de siempre, nos recuerda la grandeza de la persona humana, la dignidad que Dios ha dado a cada hombre, a cada mujer, y que nada ni nadie debería violar, porque están plasmados a imagen de Dios. A nosotros se nos confía la tarea de promover el respeto de la persona humana y de su cuerpo. En particular a nosotros, los esposos, la tarea de conjugar estas dos realidades fundamentales e inseparables: la dignidad y el don total de sí mismo. XI ESTACIÓN. JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ Apenas podemos imaginarnos el dolor de Jesús durante la crucifixión, cruenta y dolorosísima. Nos asomamos al misterio: ¿Por qué Dios, haciéndose hombre por amor nuestro, se deja clavar en un leño y alzar desde la tierra entre atroces espasmos, físicos y espirituales?
EXPOLIO. EL GRECO.
Por amor. Es la ley del amor lo que lleva a dar la propia vida por el bien del otro. Lo confirman esas madres que han afrontado incluso la muerte para dar a luz a sus hijos. O los padres que han perdido un hijo en la guerra o en atentados terroristas y que no desean vengarse. Jesús, en el Calvario nos representas a todos, a todos los hombres de ayer,
de hoy y de mañana. Sobre la cruz nos has enseñado a amar. Ahora comenzamos a comprender el secreto de aquella alegría perfecta de la que hablabas a los discípulos en la última cena. Has tenido que bajar del cielo, hacerte niño, después adulto y entonces padecer en el Calvario para decirnos con tu vida lo que es el verdadero amor.
Mirándote allí arriba en la cruz, también nosotros, como familia, esposos, padres e hijos estamos aprendiendo a amarnos y a amar, a cultivar entre nosotros esa acogida que se da a sí misma y que sabe ser aceptada con reconocimiento. Que sabe sufrir, que sabe trasformar el sufrimiento en amor.
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CRUCIFIXIÓN (S. XVI). TINTORETTO.
XII ESTACIÓN. JESÚS MUERE EN LA CRUZ Un grito surge de improviso: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”. ¿Blasfemia? ¿El condenado grita el Salmo? ¿Cómo aceptar a un Dios que clama, que se lamenta, que no sabe, no entiende? ¿El Hijo de Dios hecho hombre que se siente morir abandonado por su Padre? Jesús, te has hecho uno de los nuestros hasta este punto, uno con nosotros, excepto en el pecado. Tú, Hijo de Dios hecho hombre, tú, que eres el Santo, te has identificado con nosotros hasta experimentar nuestra condición de pecadores, la lejanía de Dios, el infierno de aquellos que no tienen Dios. Tú has probado la oscuridad para darnos la luz. Has vivido la separación para darnos la unidad. Has aceptado el dolor para dejarnos el amor. Has sentido la exclusión, abandonado y suspendido entre el cielo y la tierra, para acogernos en la vida de Dios. Un misterio nos envuelve al revivir cada paso de tu pasión. Jesús, tú no guardas celoso el tesoro de tu ser igual a Dios, sino que te haces pobre de todo para enriquecernos. “En tus manos entrego mi espíritu”. ¿Cómo has hecho, Jesús, en aquel abismo de desolación, para confiarte al amor del Padre, para abandonarte a él, para morir en él? Sólo mirándote a ti, sólo contigo, podemos afrontar las tragedias, el sufrimiento de los inocentes, las humillaciones, los ultrajes, la muerte. Jesús vive su muerte como don para mí, para nosotros, para nuestra familia, para cada persona, para cada familia, para cada pueblo, la humanidad entera. En aquel acto renace la vida.
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aFondo XIII ESTACIÓN. JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ Y ENTREGADO A SU MADRE María ve morir a su Hijo, Hijo de Dios y también suyo. Sabe que es inocente, y que ha cargado con el peso de nuestras miserias. La Madre ofrece al Hijo, el Hijo ofrece a la Madre. A Juan, a nosotros. Jesús y María, he aquí una familia que, sobre el Calvario, vive y sufre la suprema separación. La muerte los aleja, o por lo menos así parece, a una madre y a un hijo con un lazo al mismo tiempo humano y divino inimaginable. Lo ofrecen por amor. Juntos se abandonan a la voluntad de Dios. En la grieta abierta en el corazón de María entra otro hijo, que representa a la humanidad entera. Y el amor de María por cada uno de nosotros es la prolongación del amor que ella ha tenido por Jesús. Sí, porque verá
su rostro en los discípulos. Y vivirá para ellos, para sostenerlos, ayudarlos, animarlos, llevarlos a reconocer el Amor de Dios, y que en su libertad se dirijan al Padre. ¿Qué me dicen, qué nos dicen, qué les dicen a nuestras familias esa Madre y ese Hijo en el Calvario? Uno sólo se puede parar, atónito, ante esta escena. Se intuye que esta Madre, este Hijo nos están dando un don único, irrepetible. En efecto, en ellos encontramos la capacidad de ensanchar nuestro corazón y abrir nuestro horizonte a la dimensión universal.
LAMENTACIÓN (S. XIV). GIOTTO.
Allí, sobre el Calvario, junto a ti, Jesús, muerto por nosotros, nuestras familias acogen el don de Dios: el don de un amor que puede abrir los brazos al infinito.
XIV ESTACIÓN. JESÚS ES COLOCADO EN EL SEPULCRO
sión del Espíritu Santo. Con ellos está la madre de Jesús, María, que el Hijo había confiado a Juan. Se Aquel Jesús, que poco a poco han reúnen con ella, alrededor de ella. reconocido como Dios hecho hom- En espera. A la espera de que el Sebre, está allí, muerto. En la soledad ñor se manifieste. desconocida se sienten perdidos, no saben qué hacer, cómo com- Sabemos que aquel cuerpo después portarse. Sólo les queda consolarse de tres días ha resucitado. Así, Jesús mutuamente, darse ánimos unos a vive por siempre y nos acompaña, él otros, abrazarse. Pero justamente personalmente, en nuestro viaje teallí donde en los discípulos madura rreno entre alegrías y tribulaciones. el momento de la fe, recordando lo que Jesús ha dicho y hecho cuando Jesús, haz que nos amemos mutuaestaba entre ellos, y que entonces mente. Para tenerte de nuevo entre habían comprendido sólo en parte. nosotros, cada día, como tú mismo has prometido: “Donde dos o tres Allí comienzan a ser Iglesia, en es- están reunidos en mi nombre, allí pera de la Resurrección y de la efu- estoy yo en medio de ellos”.
ENTIERRO DE CRISTO. CARAVAGGIO.
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Cultura
“El gran milagro” “Quien ve esta película no vuelve a asistir a la Santa Misa de la misma manera”. Es la definición de Bruce Morris, director de El gran milagro, una película mexicana de animación en 3D, que narra la historia de tres personajes en crisis, quienes en un momento determinado encuentran la respuesta al drama de sus vidas. Se trata de una película dirigida a toda la familia, con la que se pone de manifiesto la fe, el amor y la esperanza. El gran milagro es la historia de tres personajes en crisis: una joven, Mónica, viuda y con un niño pequeño al que sacar adelante; un conductor de autobuses, Chema, con un hijo gravemente enfermo; y una anciana, doña Cata, quien siente que su misión en la vida ha terminado. La historia de todos ellos se entrelaza en un determinado momento encontrando
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Cine un oasis de paz en medio de su dolor. Con la ayuda de sus ángeles de la guarda, serán testigos del verdadero significado de la misa, de la lucha constante entre el bien y el mal, y del triunfo de la fe. Ninguno de ellos se imagina que lo que va a vivir está a punto de cambiar su vida para siempre. En esta película de animación hay tres personajes: Mónica, Chema y doña Cata. Mónica vive en un enfrentamiento constante con su vida y las situaciones que le han tocado vivir. Sus problemas económicos hacen que se queje todo el tiempo y viva enfadada por la pérdida de su esposo. No ha superado su muerte, y su enfado disfraza en realidad un vacío enorme que le impide ver que en el presente su hijo es el sentido de su vida.
Chema representa al hombre sin fe. Es profundamente terrenal, y para él hacer el bien necesita ser correspondido con un beneficio inmediato. Nada puede poner en peligro la estabilidad de su familia por lo que se queja amargamente si sucede lo contrario, su sentido racional y practico lo convierten en una persona totalmente escéptica ante los milagros. Doña Cata refleja el ocaso de la vida y la espera del encuentro directo con Dios. Ella ha dejado atrás la vorágine del mundo moderno y ahora solo busca encontrar la paz.
RECONCILIACIÓN La intención de El gran milagro es llevar un mensaje esperanzador a todo el mundo, en los tiempos actuales de crisis que vivimos y que sufren todas las sociedades. El largometraje narra la historia de personajes cotidianos, con historias reales y que podemos encontrar en cualquier parte del mundo, lo que hace que el espectador se identifique fácilmente con ellos desde el principio sintiendo una gran empatía. “En El gran milagro podemos apreciar el tema de la reconciliación del hombre con Dios. El hombre moderno se ha dejado llevar por la velocidad de la vida cotidiana y se ha olvidado de los valores esenciales. Agobiado y superado por los problemas se mueve sin rumbo ni sentido por la vida, alejado cada vez más de su parte espiritual, ese vacío se hace cada vez más grande y la cotidianidad le impide ver que sus problemas no son el todo de su vida. Esto los lleva a vivir sin fe. Los personajes al inicio de la historia representan a este hombre moderno incapaz de ver más allá de lo inmediato”, explica su director.
PRODUCCIÓN La película está dirigida por Bruce Morris, escritor visual de películas como Pocahontas, Buscando a Nemo o Tiana y el sapo, por la que obtuvo una nominación al Premio de la Academia de Artes y Ciencias de Estados Unidos de América; y producida por Pablo José Barroso, fundador y presidente de Dos Corazones Film, productora de El gran milagro y en cuya filmografía encontramos títulos como Cristiada, Hacia la vida o Guadalupe. Respecto a la música, Mark McKenzie, miembro de la Academia de Artes y Ciencia de Estados Unidos ha sido el encargado de componer las melodías de esta producción animada. McKenzie ha contado con una orquesta de 80 piezas y un coro de 32 voces, 24 de ellas mujeres y otro de 18 voces infantiles. El gran milagro se estrenó el pasado 8 de marzo en los cines. En Granada no está disponible en ninguna sala, pero la productora se ofrece para organizar una sesión por las mañanas, como actividad extraescolar para niños. Más información en los tfnos. 629-787-466 y 629-300-341.
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Testimonio
“La sabiduría que da el Espíritu Santo”
Diálogo
En su primer Ángelus como Santo Padre, Francisco habló de cómo el Señor nunca se cansa de perdonamos y, en cambio, somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón. En este punto, el Papa reveló el diálogo que tuvo en una ocasión con una anciana, quien le dio razones de por qué tenía fe y estaba cierta de que el Señor perdona siempre todos los pecados. Así lo cuenta el Santo Padre Francisco. Recuerdo que apenas era obispo, en 1992, llegó (la imagen) de Nuestra Señora de Fátima a Buenos Aires y se celebró una gran misa para los enfermos. Fui a confesar a aquella misa. Y casi al final, me levanté, porque debía administrar una confirmación. Pero vino una anciana, humilde, muy humilde, octogenaria. La vi y le dije: “Abuela -porque así le decimos a las personas ancianas: abuela-, ¿quiere confesarse?”. “Sí”, me dijo. “Pero si usted no ha pecado...”. Y ella dijo: “Todos tenemos pecados...”. “Pero tal vez el Señor no la perdona...”. “El Señor perdona todo”, me dijo. “¿Segura? ¿Pero cómo lo sabe usted, señora?”. “Si el Señor no perdona todo, el mundo no existiría”. Sentí ganas de preguntarle: “Dígame, señora, ¿usted estudió en la Gregoriana?”. Porque ésa es la sabiduría que da el Espíritu Santo: la sabiduría interior ante la misericordia de Dios.
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SignoyGracia
El anillo del pescador Significado y actualidad
La imposición del anillo papal es mucho más que un antiguo rito. Sella la identidad del Pontificado y simboliza el desposorio del Vicario de Cristo con su Iglesia. La ceremonia de inicio del Pontificado contiene dos gestos de profundo simbolismo. El primero es la entrega del palio, una estola tejida de lana pura que se pone sobre los hombros del nuevo Papa, como imagen del Pastor que lleva la oveja perdida. El segundo signo es la imposición del anillo del pescador, el oficio que desempeñaba Pedro, y que simboliza la misión papal: ser pescador de hombres. El mundo entero ha podido ver, en la sencilla liturgia de entronización del Papa Francisco, cómo el Santo Padre recibía el anillo que le imponía solemnemente el Decano del Colegio Cardenalicio, Angelo Sodano. El anillo había pasado la noche sobre la tumba de San Pedro. Como un precioso signo, desde allí salió para ser puesto en las manos del nuevo Papa. La existencia del anillo papal está documentada desde 1265, en una carta escrita por el Papa Clemente IV a su sobrino Pedro Grossi. Ésta era la primera vez en la historia que se mencionaba el anillo del Pescador, que entonces se usaba para sellar la correspondencia privada y las bulas papales presionando el anillo sobre lacre. Este signo se identifica con el Pontífice de tal modo que no puede sobrevivirle. La tradición indica que, tras la muerte o renuncia papal, el camarlengo lo destru-
ye. Generalmente, fallecido el Papa, este cardenal le retira el anillo y lo golpea con un martillo de plata y marfil para que la imagen se deforme. Con frecuencia, el material se utilizaba para realizar el anillo del nuevo Pontífice. En el caso de Benedicto XVI, se ha decidido conservarlo, aunque anulándolo con un rallado sobre el relieve, como símbolo del final de su pontificado. Ahora permanece en la colección vaticana de la Oficina de las Ceremonias Pontificias. El anillo que ha elegido el Papa Francisco es uno de los que fue ofrecido en su día a Pablo VI, siendo finalmente usado por su secretario, y después por el cardenal Giovanni Battista Re. Fue diseñado por Enrico Manfrini, y no es de oro, sino de plata dorada. Lleva incisa la imagen de Pedro con las llaves, sujetando las redes para pescar. Más allá de la expresividad de la imagen grabada, este anillo está en la mano con la que el Santo Padre imparte la bendición. Además, besarlo con una inclinación es un modo de mostrar el respeto al Papa. Pero sobre todo, hace visible una historia de amor, un desposorio en el que el Vicario de Cristo se une a la Iglesia en alianza de bodas.
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luzdelaPalabra “Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu”
Domingo de Ramos (C)
Isaías 50, 4-7 Salmos 21, 8-9.17-24 Filipenses 2, 6-11 Lucas 23, 1-49 El senado del pueblo, o sea, sumos sacerdotes y letrados, se levantaron y llevaron a Jesús a presencia de Pilato. Y se pusieron a acusarlo diciendo: “Hemos comprobado que este anda amotinando a nuestra nación, y oponiéndose a que se paguen tributos al César, y diciendo que él es el Mesías rey”. Pilato preguntó a Jesús: “¿Eres tú el rey de los judíos?”. Él le contestó: “Tú lo dices”. Pilato dijo a los sumos sacerdotes y a la turba: “No encuentro ninguna culpa en este hombre”. Ellos insistían con más fuerza diciendo: “Solivianta al pueblo enseñando por toda Judea, desde Galilea hasta aquí”. Pilato, al oírlo, preguntó si era galileo; y al enterarse que era de la jurisdicción de Herodes, se lo remitió. Herodes estaba precisamente en Jerusalén por aquellos días. Herodes, al ver a Jesús, se puso muy contento; pues hacía bastante tiempo que quería verlo, porque oía hablar de él y esperaba verlo hacer algún milagro. Le hizo un interrogatorio bastante largo; pero él no le contestó ni palabra. Estaban allí los sumos sacerdotes y los letrados acusándolo con ahínco. Herodes, con su escolta, lo trató con desprecio y se burló de él; y, poniéndole una vestidura blanca, se lo remitió a Pilato. Aquel mis-
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CRISTO ANTE PILATO. TINTORETTO.
mo día se hicieron amigos Herodes y Pilato, porque antes se llevaban muy mal. Pilato, convocando a los sumos sacerdotes, a las autoridades y al pueblo, les dijo: “Me habéis traído a este hombre, alegando que alborota al pueblo; y resulta que yo lo he interrogado delante de vosotros, y no he encontrado en este hombre ninguna de las culpas que
le imputáis; ni Herodes tampoco, porque nos lo ha remitido: ya veis que nada digno de muerte se le ha probado. Así que le daré un escarmiento y lo soltaré”. Por la fiesta tenía que soltarles a uno. Ellos vociferaron en masa diciendo: “¡Fuera ése! Suéltanos a Barrabás”. (A éste lo habían metido en la cárcel por una revuelta acaecida en la ciudad y un homi-
cidio). Pilato volvió a dirigirles la palabra con intención de soltar a Jesús. Pero ellos seguían gritando: “¡Crucifícalo, crucifícalo!”. Él les dijo por tercera vez: “Pues, ¿qué mal ha hecho este? No he encontrado en él ningún delito que merezca la pena de muerte. Así es que le daré un escarmiento y lo soltaré”. Ellos se le echaban encima pidiendo a gritos que lo crucificara; e iba creciendo el griterío. Pilato decidió que se cumpliera su petición: soltó al que le pedían (al que había metido en la cárcel por revuelta y homicidio), y a Jesús se lo entregó a su arbitrio. Mientras lo conducían, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que volvía del campo, y le cargaron la cruz para que la llevase detrás de Jesús. Lo seguía un gran gentío del pueblo, y de mujeres que se daban golpes y lanzaban lamentos por él. Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: “Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos, porque mirad que llegará el día en que dirán: “Dichosas las estériles y los vientres que no han dado a luz y los pechos que no han criado”. Entonces empezarán a decirles a los montes: “Desplomaos sobre nosotros” y a las colinas: “Sepultadnos”; porque si así tratan al leño verde, ¿qué pasará con el seco?”. Conducían también a otros dos malhechores para ajusticiarlos con él. Y cuando llegaron al lugar llamado “La Calavera”, lo crucificaron allí, a él y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús decía: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. Y se repartieron sus ropas echándolas a suerte. El pueblo estaba mirando. Las autoridades le
LA RESURRECCIÓN. BELLINI
hacían muecas diciendo: “A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido”. Se burlaban de él también los soldados, ofreciéndole vinagre y diciendo: “Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo”. Había encima un letrero en escritura griega, latina y hebrea: ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS. Uno de los malhechores crucificados lo insultaba diciendo: “¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros”. Pero el otro le increpaba: “¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en el mismo suplicio? Y lo nuestro es justo, porque recibimos el pago de lo que hicimos; en cambio, éste no ha faltado en nada”. Y decía: “Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino”. Jesús le respondió: “Te lo aseguro: hoy
estarás conmigo en el Paraíso”. Era ya eso de mediodía y vinieron las tinieblas sobre toda la región, hasta la media tarde; porque se oscureció el sol. El velo del templo se rasgó por medio. Y Jesús, clamando con voz potente, dijo: “Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu”. Y dicho esto, expiró. El centurión, al ver lo que pasaba, daba gloria a Dios diciendo: “Realmente, este hombre era justo”. Toda la muchedumbre que había acudido a este espectáculo, habiendo visto lo que ocurría, se volvían dándose golpes de pecho. Todos sus conocidos se mantenían a distancia, y lo mismo las mujeres que lo habían seguido desde Galilea y que estaban mirando.
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laPuntada Reflexiones para nรกufragos
Si no esperas lo inesperado, no lo reconocerรกs nunca. Herรกclito
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Filรณsofo griego