Fiesta 1179

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19 de febrero de 2017 Nº 1179 • AÑO XXV

LOS GRITOS DE SILENCIO EL ARTE Y LOS CATÓLICOS LA SORDERA DE DIOS PRESENTACIÓN PROYECTO RAQUEL

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Semanario de las Iglesias de Granada y Guadix-Baza


La esperanza no defrauda ¿De qué es justo gloriarse? En la catequesis de la audiencia general de los miércoles el Papa Francisco retomó el tema de la esperanza esta vez a la luz de la Carta de San Pablo a los Romanos en la que el apóstol invita a sus destinatarios a gloriarse. ¿Pero a que se refiere? Desde pequeños nos enseñan que no está bien jactarse. En mi país a quienes se enorgullecen les llamamos ‘pavos’. Y es justo que sea así porque, además de algo de soberbia, también delata una falta de respeto hacia los demás, sobre todo de los que son menos afortunados. En este paso de la Carta a los Romanos, entretanto el apóstol Pablo nos sorprende, porque en dos oportunidades nos invita a gloriarse. Entonces, ¿de que es justo gloriarse? ¿Y cómo se puede hacer sin ofender, sin excluir a nadie, sin excluir a nadie? Estamos invitados a gloriarnos en la abundancia de la gracia de la cual somos penetrados en Jesucristo, por medio de la fe. Pablo quiere hacernos entender que si aprendemos a leer cada cosa con la luz del Espíritu Santo, nos daremos cuenta de que todo es gracia, todo es don. Si prestamos atención, de hecho, tanto en la historia como en nuestras vidas, no actuamos solamente nosotros, sino sobre todo Dios. Él es el protagonista

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absoluto que crea cada cosa como un don de amor, que teje la trama de su designo de salvación y lo lleva a cumplimiento por nosotros mediante su hijo Jesús. A nosotros se nos pide que nos demos cuenta de todo ello, que lo aceptemos con gratitud y lo convirtamos en motivo de alabanza, de bendición y alegría. Si lo hacemos, estamos en paz con Dios y experimentamos la libertad. Y esa paz se extiende después a todas las áreas y todas las relaciones de nuestras vidas: estamos en paz con nosotros mismos, estamos en paz con la familia, en nuestra comunidad, en el trabajo y con las personas que encontramos todos los días en nuestro camino. (…) Yo me glorío del amor de Dios, porque me ama. La esperanza que se nos ha dado no nos separa de los demás, ni mucho menos nos lleva a desacreditarlos o a marginarlos. Se trata, en cambio, de un don extraordinario del que estamos llamados a ser ‘canales’, con humildad y sencillez, para todos. Por lo tanto, nuestro mayor orgullo es tener a Dios como un Padre que no tiene favoritos, que no excluye a nadie, sino que abre su casa a todos los seres humanos, empezando por los últimos y, los alejados, para que, como hijos suyos aprendamos a consolarnos y a apoyarnos los unos a los otros. Y no se olviden: la esperanza no defrauda.


Editorial

Señor, danos y sostennos con tu Gracia La ley de Cristo es infinitamente más radical. Pero no es porque añada dos mil preceptos más a los seiscientos que tenía la ley judía según los fariseos, sino porque la pone en un nivel más allá. Y para ese nivel necesitamos la gracia de Dios; para vivir según lo que nos propone Jesús, que luego es muy sencillo, porque todo se reduce a amar a Dios con todas tus fuerzas y amar a cualquier hermano tuyo como a ti mismo. Esa ley tan elemental, pero tan radical, que me abre la posibilidad a una relación nueva; relación nueva entre padres e hijos; relación nueva entre hombre y mujer, como decía San Pablo en un pasaje: “Ya no hay griego ni bárbaro (han caído todas las divisiones creadas por los hombres), ya no hay (como si fueran dos categorías de hombres diferentes) judío ni gentil, ya no hay esclavo ni libre, ya no hay hombre ni mujer (como dos categorías de seres humanos: los hombres los que deciden, las mujeres en segundo plano), sino que todos sois uno en Cristo Jesús”. Necesitamos el espíritu de Dios para vivir esa relación nueva, donde es posible una amistad verdadera; donde es posible con la gracia de Dios una relación y una amistad pura entre hombres y mujeres, y una colaboración buena para el fin del mundo, para el bien de los hombres; donde es posible el amor entre el hombre y la mujer, no como una pasión de luchas de poder, o de usar al otro para satisfacer necesidades mías afectivas, sexuales, del tipo que sean, sino de-

seando que el otro, que es diferente, que la otra, que es diferente, pueda cumplir su vocación, su participación plena en la vida de Dios. Señor, nosotros hoy Te damos gracias por tu ley. Te damos gracias porque todo, todo lo que has hecho, lo has hecho para nuestro bien; la Creación, para nuestro bien; la ley del Antiguo Testamento, para nuestro bien. Y esa ley nueva que se reduce a ese “Amaos los unos a los otros como yo os he amado”, y ahí está resumido todo; esa ley nueva que no somos capaces de vivir así, mas que si Tú nos das tu Gracia. Danos tu Gracia. Sostennos con tu Gracia porque es la única manera en que se hace justicia a los deseos más profundos de nuestro corazón. Señor, danos tu espíritu, para que podamos vivir según los deseos más profundos que Tú mismo has puesto en nuestro corazón al crearnos. Y que en ese amor por todos no nos olvidemos de los que pasan más necesidad, de los últimos. + Javier Martínez Arzobispo de Granada 12 de febrero de 2017 S.I Catedral

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Sumario Directora: Paqui Pallarés García Redacción: Rosa Die Alcolea María José Aguilar Colaboradores: Antonio Gómez Casas (Guadix) Ignacio Fernández González

Edita: ARZOBISPADO DE GRANADA Plaza Alonso Cano, s/n 18001 GRANADA tel.: 958 215 675 e-mail: mcsgranada@planalfa.es • revistafiestadigital@gmail.com www.diocesisgranada.es http.//diocesisgranada.wordpress.com Diseño y maquetación: Secretariado de Medios de Comunicación de la Archidiócesis de Granada

Sumario 02. La voz del Papa “Hagan sentir a todos su grito” 03. Editorial La Gloria de Dios es que el hombre viva

05. Mirada • Ayuda en el duelo tras un aborto • II Encuentro de Equipos de Pastoral Juvenil • Eucaristía y procesión de las antorchas • La familia: Sueño de Dios • Biblioteca del Instituto “Laudato Si” en Red • Baza acogió un encuentro vocacional

14. Textos La sordera de Dios José Luis Martín Descalzo 16. A fondo Asomarse al abismo para entender la misericordia divina El arte y los católicos 21. Cultura Los gritos de “Silencio” Reflexión con motivo de la polémica suscitada 25. Testimonio “Un llamado de Dios” Siervo de Dios Juan Garrido Requena

• Declaración del Consejo de Cardenales • Rafael Tenorio, capellán del Hospital de Baza • Sor Carmen seguirá siendo la Abadesa del convento de las clarisas en Guadix • Presentados ante la Virgen de la Cabeza en Huéscar los niños bautizados en 2016 • Agenda

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26. Signo y gracia Manifestar la fe Actitudes,posturas y gestos 27. Luz de la Palabra “Amad a vuestros enemigos” VII Domingo del Tiempo Ordinario


Mirada

Ayuda en el duelo a quienes sufren tras un aborto Presentación en Granada de “Proyecto Raquel” Proyecto Raquel está dirigido a mujeres que han abortado, así como a personas que se han visto implicados en ellos. La presentación en Granada tendrá lugar el jueves día 23, a las 19:30 horas, en el Centro Cultural Nuevo Inicio (Edificio Curia Metropolitana, frente a la Catedral). El próximo día 23 de febrero, la Pastoral Familiar presentará en la Diócesis el Proyecto Raquel, una iniciativa que se ha implantado en Granada para ayudar en el proceso de sanación a las mujeres que sufren el drama del hijo abortado. La presentación tendrá lugar a las 19:30 horas en el salón de actos del Centro Cultural Nuevo Inicio (Edificio Curia Metropolitana, Plaza Alonso Cano, frente a la Catedral). El Proyecto Raquel va dirigido también a aquellas personas que se han visto involucrados en la práctica abortiva y, en conciencia, sufren en su corazón el mal causado a la persona que aborta y el feto que muere durante su crecimiento en el seno de la madre. Pro-

yecto Raquel acompaña y sostiene en un camino de duelo, que, en muchas ocasiones, no se ha llegado a realizar porque queda como herida profunda en el corazón humano. En nuestra Diócesis se constituyeron a principios de este curso una serie de grupos, tras formarse previamente para el trabajo que a partir de ahora desarrollarán con las mujeres que han abortado, así como con las personas involucradas en el aborto. Esta ayuda y compañía se realiza de forma confidencial y las personas afectadas pueden ponerse en contacto directamente en el teléfono 618-532-998. El Equipo de Proyecto Raquel en Granada presentará la iniciativa, en la que participará también el consiliario de Pastoral Familiar, D. Antonio Luis Martín. En esta presentación se explicará el porqué y contenido de Proyecto Raquel, quiénes lo integran, y su aportación y funcionamiento en nuestra Diócesis. A la presentación están invitadas todas las personas que deseen asistir.

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Mirada Granada acoge el II Encuentro de Equipos de Pastoral Juvenil de la CEE

Nuestra diócesis acogerá del 28 al 30 de abril el II Encuentro de Equipos de Pastoral Juvenil organizado por la CEE, que, bajo el lema: ...y se puso a caminar con ellos, congregará en Granada a delegados, agentes, movimientos y congregaciones dedicadas a la juventud a nivel nacional para reflexionar sobre el acompañamiento a los jóvenes. Entre las actividades programadas, el día 29, se celebrará un Festival musical en la Plaza de la Catedral seguido de una vigilia de oración juvenil en el templo. El departamento de Pastoral de Juventud, dentro de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar, está organizando este II Encuentro de equipos de pastoral juvenil, dirigido a los equipos de Pastoral Juvenil de las delegaciones diocesanas, de los movimientos y de las congregaciones religiosas de ámbito nacional. En total está prevista la participación de alrededor de 600 personas. El Encuentro responde a una de las acciones previstas en el Plan Pastoral de la Conferencia Episcopal Española para este año 2017 (Iglesia en misión al servicio de nuestro pueblo, Plan pastoral 2016-2020; pág. 41-42): “Atender la Pastoral Juvenil en todas su dimensiones y, mediante grupos de reflexión y oración, ayudar a discernir su identidad, vocación y misión en la Iglesia y en el mundo”.

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En este contexto, el Departamento de Pastoral de Juventud quiere dar prioridad a la labor de acompañar a los adolescentes y a los jóvenes en el crecimiento de la fe. Como base para este trabajo proponen el icono de Emaús, de ahí la elección del lema que guían este Encuentro. En Granada se abordará como trabajo conjunto el modo de organizar la pastoral juvenil desde el acompañamiento. Para ello, se proponen tres objetivos: concienciar y mo tivar sobre la importancia y necesidad del acompañamiento en Pastoral Juvenil; situar qué se entiende por acompañamiento en Pastoral juvenil en sentido amplio y específico; y capacitar a los equipos de pastoral juvenil en su responsabilidad para impulsar el acompañamiento en sus distintas realidades: compartiendo prácticas sobre el acompañamiento en pastoral juvenil y proponiendo caminos concretos para hacer práctico dicho acompañamiento. Las jornadas del encuentro se celebrarán en el Centro de Estudios Superiores La Inmaculada. El sábado, habrá asimismo un festival en la Plaza de las Pasiegas, a las 22 horas, seguido de una vigilia de oración, que comenzará a las 23:30 horas, abierta a la participación de todo el mundo.


Mirada Eucaristía y procesión de las antorchas con Pastoral de la salud

La Archidiócesis de Granada ora especialmente por los enfermos. Y más aún está presente en sus oraciones en la celebración de la Campaña del enfermo, que en nuestra Diócesis se celebra el domingo día 19. Aunque en la Iglesia la Jornada del enfermo tuvo lugar el pasado día 11, Fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, guía y patrona de quienes padecen la prueba de la enfermedad, a la que nos sumamos en oraciones, en Granada se inicia la Campaña del enfermo el día 19 con una procesión de antorchas y la Eucaristía. Ese día la procesión de las antorchas con la Virgen de Lourdes se celebrará a las 17 horas en la parroquia de San Agustín (C/ Doctor Barraquer, 6, junto a la plaza de toros) y también la Eucaristía, que presidirá nuestro Arzobispo, Mons. Javier Martínez. La Campaña del enfermo la lleva a cabo en nuestra Diócesis la Pastoral de la salud, junto con la Hospitalidad Granadina Nuestra Señora de Lourdes. Ambos participarán también en esta procesión de antorcha y Eucaristía en la parroquia de San Agustín.

VIVIR LA ENFERMEDAD “¿Quiénes son los enfermos?: Todos. O lo estamos, o lo hemos estado o lo vamos a estar. Orar por los enfermos. Señor, acuérdate de nosotros. Pedirle que nos ayude a vivir bien la enfermedad.”, señaló nuestro Arzobispo en la Eucaristía dominical el pasado día 12 en la Catedral. “Que ayude a los enfermos a vivir bien la enfermedad. Y cuando tengamos cerca enfermos sepamos darles algo del cariño que recibimos de Dios”, subrayó Mons. Javier Martínez. OTROS ACTOS Por otra parte, la Pastoral de la salud celebra también este mes sus habituales encuentros mensuales, abiertos a la asistencia de todo el mundo. Tras la charlacoloquio el pasado día 16, el martes día 21, a las 17 horas, tendrá lugar la oración y Eucaristía por los enfermos en la residencia de las Hermanitas de los pobres (C/ Dr. Félix Rodríguez de la Fuente, 8, en el Zaidín).

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Mirada La familia: sueño de Dios y despertar de la persona

Celebrada la XIV Semana diocesana de la familia del 13 al 17 de febrero, organizada por esta Pastoral con el lema La familia: sueño de Dios. La Semana se abrió con una ponencia en la que el sacerdote diocesano D. Ildefonso FernándezFígares profundizó sobre la familia y en el designio de Dios, así como en el aspecto constitutivo que es la persona, única y amada infinitamente por Dios. Acogida y apertura distinguen la familia soñada por Dios, porque en ella el ser humano descubre una existencia donada previamente y de forma gratuita. Asimismo, partiendo de las preguntas fundamentales que toda persona tiene en su corazón –“¿quién soy?, ¿nos hacemos a nosotros mismos?, ¿somos fruto del azar?, ¿qué es el hombre y qué papel juega su libertad en el contexto de su relación con otra persona?-, D. Ildefonso Fernández-Fígares profundizó en la dimensión constitutiva de la persona humana, que no se hace a sí misma y vive siempre, desde su individualidad, en relación con otras personas. En este sentido, el sacerdote diocesano, Doctorado por el Instituto Juan Pablo II para el Matrimonio y la Familia en Washington, subrayó que “antes que un hecho cultural o psicológico o histórico, la familia es el ámbito constitutivo de la persona, le precede a todo”, siendo el designio de Dios. “Dios sueña

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con cada uno de nosotros y en su esencia no necesita de nosotros, pero al mismo tiempo se hace mendigo de cada uno”. D. Ildefonso Fernández-Fígares abordó también la comunión de personas, de la que –dijo- toda persona humana procede, porque todos procedemos de una familia, con un padre y una madre, aunque los progenitores sean desconocidos, explicó. Asimismo, la paternidad y maternidad no es exclusivo de la biología, ya que “todos estamos llamados” a ella y, más aún, “lo cierto es que todos somos hijos”. En este sentido, destacó que la persona se da a sí misma y ama cuando hace experiencia de que ya ha sido amada previamente. “Somos amados y eso nos constituye. Somos hijos de Dios”. De la familia, D. Ildefonso Fernández destacó que es el “sueño de Dios”, que da título a la Semana diocesana, “en la medida en que es el despertar del hombre. Lo primero que la persona descubre es que su existencia es dada por otro: un padre y una madre”. Ambos –padre y madre- son colaboradores de Dios en la Creación, explicó D. Ildefonso, al mismo tiempo que recordaba que “el Señor hace su historia de Salvación a través de una relación familiar” y cómo el propio Hijo de Dios vino de la mano de una familia, en la Encarnación.


Mirada La familia como ámbito de acogida y apertura a todos, no sólo a los hijos, y como escuela desde donde la persona descubre quién es son otros de los aspectos que explicó el sacerdote y vicerrector del Seminario Mayor en la inauguración de esta Semana diocesana. Asimismo, D. Ildefonso Fernánde-Fígares aludió a la “Iglesia doméstica” de la que hablan en su magisterio los Papas e insistió en que la misión de la Iglesia es la familia. “El deseo de la Iglesia es que la misión de la Iglesia debe ser en sí misma la misión de la familia en todo lo que es y hace. Así se comprende qué es Iglesia doméstica”. Y es que la pastoral familiar no es una parte de la pastoral de la Iglesia, sino que es la pastoral de la Iglesia. “Ser Iglesia doméstica es reconocer en la familia el sueño de Dios y el despertar del hombre en su totalidad”, subrayó D. Ildefonso Fernández-Fígares. Además, incidió en la necesidad de recuperar la dimen-

sión del hogar. “Ser hogar es que la familia es el lugar constitutivo de las personas”, señaló. En esta Semana diocesana también la psicóloga María Victoria Romero Hidalgo, del Instituto Secular Alianza en Jesús por María, que abordó la parte psicológica que somos cada uno de los que formamos la familia. Asimismo, tuvo lugar la mesa redonda de testimonios de familias misioneras que viven su vocación al amor como iglesias domésticas. La Semana diocesana de la familia concluye con la oración en familia con los seminaristas diocesanos en la parroquia de Santo Tomás de Villanueva, el día 17 a las 20 horas. Paqui Pallarés

La biblioteca del Instituto “Laudato Si’” entra en Red

La Red de Bibliotecas del Arzobispado de Granada acaba de asumir la gestión de la biblioteca del Instituto Laudato Si’ para la Custodia de la Creación. Este centro, fundado en mayo de 2016 por nuestro Arzobispo Mons. Javier Martínez supone una respuesta a la Encíclica Laudato Si’ (del dialecto umbro, Alabado seas, en español), segunda carta del Papa Francisco, firmada el 24 de mayo de 2015, Solemnidad de Pentecostés, y presentada el 18 de junio de 2015. Esta encíclica se centra en el planeta tierra como lugar en el que viven los hombres, defendiendo la naturaleza, la vida animal y las reformas energéticas.

Con su entrada en el sistema, ya son 13 las bibliotecas del Arzobispado de Granada que han apostado por trabajar en Red para la constitución de su Catálogo colectivo: Abadía del Sacromonte, Archivo Histórico Diocesano de Granada, Biblioteca Arzobispal, Centro Balthasar, Instituto de Filosofía Edith Stein, Instituto de Teología Lumen Gentium, Instituto Laudato Si’, Biblioteca actual e histórica del Seminario Diocesano de Granada, Capilla Real de Granada, Catedral de Granada, Centro de Estudios Superiores La Inmaculada y Centro Internacional para el Estudio del Oriente Cristiano (ICSCO). La biblioteca de este Instituto, tal y como recoge su decreto de erección, se gestionará directamente desde la Biblioteca Diocesana de Granada, cabecera y oficina central de la Red.

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Mirada Baza acogió un encuentro vocacional

Tuvo lugar el pasado día 11 en la parroquia de San Juan, organizado por Confer y la delegación de vocaciones. Es un encuentro que se había programado para mediados de enero, pero que tuvo que ser aplazado por la nevada que hubo esos días. Asistieron chicos y chicas de distintas procedencias como Benalúa, Guadix, Cúllar y Granada además de la ciudad anfitriona, Baza. El párroco de San Juan, Emilio Fernández, acogió este encuentro con la alegría que comporta su disponibilidad. Así mismo, quienes pudieron participar, constataron el ambiente favorecedor en el que se movía el Espíritu en las actividades propuestas. Se trataba de un encuentro que es continuación del que hubo en la parroquia de San Miguel Arcángel, de Guadix. Los temas que se trataron fueron los referentes a la vocación, en concreto, la llamada a ser cristiano. De manera sencilla y profunda, Madre Doris del Ro-

sario, de las religiosas Esclavas de la Inmaculada Niña, para actualizar a todos, recordó nuestra vocación primera cristiana desde nuestro bautismo y la respuesta que hemos dado, la que damos y la que hemos de seguir dando. Después de todo lo experimentado, en esta jornada de un día, con la cercanía a la Eucaristía, la formación para la vida cristiana y el intercambio de pareceres, todos quedaron emplazados para el próximo encuentro que se realizará, si Dios quiere, en Huéscar. Quienes estén disponibles e interesados pueden ponerse en contacto con su maestro o profesor de religión, párroco o religiosas que conozcan, o en estos contactos 645-888925 y 616-065-446, donde podrán recabar más información para estas experiencias que, sin lugar a dudas, son gratificantes y necesarias. Sergio Villalba Delegado de pastoral vocacional

Declaración del Consejo de Cardenales Ha celebrado esta semana su XVIII reunión con el Papa. Al principio, el cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, coordinador del grupo, después de saludar al Santo Padre, le ha agradecido en nombre de todos los miembros, las palabras que dirigió a la Curia romana

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en el discurso de Navidad el pasado 22 de diciembre, reconociendo en ellas aliento y directrices para los trabajos del Consejo. En relación con hechos recientes, el Consejo de Cardenales ha expresado su apoyo pleno a la obra del Papa, asegurando al mismo tiempo adhesión y sostén total a la persona del Pontífice y a su magisterio.


Mirada Rafael Tenorio, capellán del Hospital de Baza: “La vida cristiana del enfermo influye mucho en su actitud ante la enfermedad” El pasado sábado 11 de febrero se celebró en la Iglesia la Jornada Mundial del Enfermo, una jornada que se vivió de manera especial en el Hospital Comarcal de Baza. Con motivo del día de Nuestra Señora de Lourdes, el 11 de febrero se celebró en la Iglesia la Jornada Mundial del Enfermo, con el lema Salud para ti, salud para tu casa. En el Hospital de Baza, se celebró esta fiesta de la Virgen, con una misa en la Capilla del Hospital, el día 12. Como en años anteriores, un mismo tema nos une para realizar la Campaña del Enfermo, que va desde el día Mundial del enfermo, 11 de febrero, hasta la Pascua del enfermo, el 21 de mayo, VI domingo de Pascua. En el Hospital de Baza, los enfermos los hay los 365 días del año; pero es bueno tener presente este día, para expresar que los enfermos y sus familias tienen un lugar importante en la vida de la Iglesia, en las comunidades parroquiales y, sobre todo, en el corazón de Cristo. La salud, con sus limitaciones, es don y tarea que no puede separarse de la vocación de todo ser humano hacia la plenitud del plan salvífico de Dios en Cristo. Por eso, la celebración de la Pascua del enfermo es un buen momento para visitar y recibir el Sacramento de la Unción a aquellos enfermos que lo necesiten. La experiencia como capellán de este Hospital, está siendo muy positiva al ver la gracia de Dios ante el dolor. Con esta experiencia, se aprende mucho, al descubrir a Cristo en el dolor unido a la Cruz de tantos enfermos que se encuentran con la enfermedad en algún momento de la vida. También se puede comprobar cómo las convicciones espirituales y la vida cristiana del enfermo influyen mucho en su actitud ante la enfermedad, en su forma de afrontar el dolor.

Por eso, la pastoral que se ejerce en un Hospital con los enfermos, es el estar presente, el escuchar, el tener paciencia, sin olvidar los que piden la Comunión y recibir la Unción de los Enfermos. Esto último, se repite con mucha frecuencia en el día a día de mi trabajo en este Hospital. Sin olvidarme de las enfermeras, que ayudan y facilitan a avisar al capellán: ¿Podrían atender al enfermo de la habitación tal y tal? Su familia o el mismo pide su presencia…”. Casi siempre te llaman desde la UCI o de Urgencias. En el 25 aniversario de la Jornada Mundial del Enfermo, instituida por el santo Papa Juan Pablo II, tenemos que recordar que los enfermos, tienen una dignidad inalienable y una misión en la vida, aunque es frecuente que en esta sociedad se quiera ocultar la enfermedad o se vea como algo tabú. Las personas, ante la enfermedad, se sienten vulnerables a todo. Por eso, como dice el Papa Francisco, la figura de la Virgen María, “consoladora de los afligidos”, ayuda a iluminar a la Iglesia en su compromiso diario en favor de los necesitados y los que sufren. Hoy, más que nunca, debemos potenciar el respeto, la integridad y la dignidad de las personas, protegiendo a las más débiles, como son los enfermos. Virgen de Lourdes, ¡rogad por nosotros! Consuelo de los afligidos, ¡rogad por nosotros! Salud de los enfermos, ¡rogad por nosotros!

Rafael Tenorio Capellán del Hospital de Baza

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Mirada Sor Carmen seguirá siendo la Abadesa del convento de las Clarisas de Guadix

El convento de las religiosas Franciscanas Clarisas de Guadix ha elegido, por tres años más, como Madre Abadesa a Sor Ana del Carmen Durán García, conocida familiarmente como sor Carmen. Es La elección tuvo lugar el pasado día 14, en un acto presidido por el Obispo de Guadix, Mons. Ginés García, que estuvo acompañado por el Vicario para la Vida Religiosa, Emilio Fernández, y el párroco de Santiago, Pedro Aranda, a cuya parroquia está adosado el convento.

Después, en la parroquia de Santiago se celebró la Eucaristía, dando gracias por la nueva Abadesa y pidiendo al Señor por ella y por nuevas vocaciones a la vida contemplativa. El Convento de las Clarisas de Guadix está situado junto a la parroquia de Santiago, en el centro de la ciudad accitana. Es un convento de vida contemplativa y sus religiosas son muy queridas en toda la ciudad. Antonio Gómez

Presentados ante la Virgen de la Cabeza en Huéscar los niños bautizados en 2016 Esta hermosa celebración siempre comienza en la iglesia de Santiago, donde se bendicen las “candelas” y se sale en procesión con la Virgen y el Santísimo Cristo de los Milagros. Una vez llegados a la parroquia de Santa María, se celebró la Eucaristía y se presentó los niños ante la imagen de la Virgen de la Cabeza. Este año, por primera vez, la hermandad ha querido tener un recordatorio con los niños y les ha entregado un diploma como recuerdo de este día.

El acto tuvo lugar el pasado día 4, en torno a la fiesta de la Presentación del Señor en el templo.

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José Antonio Martínez Párroco de Santa María (Huéscar)


Mirada AGENDA

• Cristianos perseguidos. Conferencia en Guadix sobre los cristianos perseguidos en Pakistán. Tendrá lugar el día 20, a las 20 horas, en el salón de actos del obispado. La impartirá el responsable de Andalucía de la Fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada, Juan de Dios González, con el título Cristianos perseguidos en Pakistán. • Retiro del clero. El día 20 con el tema Dios proveerá. Dios es siempre fiel tendrá lugar el retiro del clero, a las 11:15 horas, en el Seminario diocesano San Cecilio, a cargo de D. Francisco Tejerizo, C.Ss.R

• Concurso. El Instituto de Filosofía Edith Stein convoca la IV Edición del Concurso de Retórica y Argumentación en Granada, con el tema Qué esperas del mundo digital, dirigido a estudiantes de Primero y Segundo de Bachillerato de todos los centros educativos de Andalucía. Los centros podrán mandar tantos vídeos como deseen, hasta el 20 de febrero de incluido (hora límite 24 horas). Los vídeos se deberán enviar a través de la plataforma gratuita Wetransfer a la dirección secretaria@institutoifes.es. Más información en www.institutoifes.es

• Cáritas. Aula de formación permanente dirigido a miembros y voluntarios de Cáritas Diocesana el próximo día 22 con el tema Sal de tu tierra: desaprender y crecer, a las 18 horas, en el CC. Nuevo Inicio, a cargo de Juan José López, del Equipo de Desarrollo Institucional de Cáritas Española. Al día siguiente, el día 23, se llevará a cabo para el Arciprestazgo de Motril, costas y Alpujarra, en la parroquia Divina Pastora de Motril, a las 19:30 horas. • Peregrinación. Peregrinación a Tierra Santa del 28 de mayo al 4 de junio con Viajes San Cecilio, acompañados por el sacerdote D. Juan Bautista Amat Medina, vicario territorial de la zona III y párroco del Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza y de San Antonio de Padua de Motril. El plazo de inscripción es hasta el 15 de marzo. Más información en el número 958215-909, en info@viajessancecilio.com o en persona en Viajes San Cecilio (junto a la iglesia parroquial del Sagrario-Catedral). • Liturgia. Jornada diocesana de liturgia el día 25, de 11 a 13:15 horas, en la casa de las Siervas del Evangelio (C/ Obispo Hurtado, 6), para presentar el Misal Romano en castellano, que entra en vigor el 4 de marzo (para las misas vespertinas), con el inicio del nuevo tiempo litúrgico de Cuaresma.

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Textos

La sordera de Dios El otro día recibí una carta que me produjo una gran tristeza, sobre todo porque dejaba ver lo mucho que aquella buena señora estaba sufriendo: hacía pocos meses que había muerto, casi repentinamente, su marido, y ella, no sólo no había logrado digerir esa muerte, sino que la estaba envolviendo en un odio creciente a Dios y a toda su formación religiosa. Se sentía estafada. ¿No le aseguraban que Dios protegía y amaba a los buenos, a los que le amaban? ¿No le habían contado mil veces que la oración todo lo puede? ¿ Por qué Dios se había vuelto sordo ante sus gritos la primera vez en que realmente había clamado hacia Él? Y las promesas que algunos le daban ahora de que algún día le reencontraría, ¿no serían un cuento más para tranquilizarla? De otro modo, ¿por qué en su alma, lejos de crecer la pacificación, aumentaba de hora en hora la “certeza”, decía ella, de que detrás no hay nada, de que todo es una gigantesca fábula, que la habían engañado como a una niña desde que nació?

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José Luis Martín Descalzo, en “Razones para la esperanza” Me hubiera gustado poder charlar serenamente con esta señora. Averiguar, sobre todo, si estos desgarramientos venían del impacto de un golpe tremendo del que no se había repuesto y que le impedía hasta discurrir, o si eran fruto de un discurso sereno (y envenenado) de su alma. Pero toda esa posibilidad me la negaba al no firmar su carta y tampoco podía esperar, sensatamente, que en el corto espacio de un artículo yo contestara y tratara de curar cada una de “sus” heridas, distintas sin duda de las de otras personas que hubieran pasado por un problema parecido. Tal vez en esa conversación yo hubiera podido ser hasta un poquito duro con esa señora y decirle abiertamente que ese gran dolor podía ser “su gran clarificación”, la hora en que descubriera que la educación que le dieron y el Evangelio que ella de hecho practicaba no eran, en realidad, un verdadero cristianismo, sino una variante de religiosidad egoísta y piadosa. Al parecer su Dios era algo hecho para hacerla feliz a ella y no ella alguien destinada a servir a Dios. Su Dios era “bueno” en la medida que le concedía lo que ella deseaba, pero dejaba de serlo cuando señalaba un camino más empinado o estrecho. Tal vez hubiera po-


Textos dido aclararle que es cierto que la oración concede todo lo que se pide, siempre que se le pida a Dios que nos conceda lo que Él sabe que realmente necesitamos, y que la gran plegaria no es la que logra que Dios quiera lo yo quiero, sino que yo logre llegar a querer lo que quiere Dios. Amar a Dios porque nos resulta rentable es confundir a Dios con un buen negocio. La fe en Dios, su amor, la confianza en Él son cosas bastante diferentes de lo que mucha gente cristiana piensa. Los verdaderos santos, como los auténticos amantes, vivieron el amor de Dios, pero sin pasarse toda la vida preguntándose cómo se lo iba Él a agradecer. Sería interminable hablar de todo esto. Pero yo quiero concluir citando unos fragmentos de una carta de santo Tomás Moro, escrita en la Torre de Londres, cuando esperaba que, por su fidelidad a Dios y a su conciencia, iban a cortarle dentro de muy pocos días la cabeza: “Aunque bien sé -dice a su hija- que mi miseria ha sido tan grande que merezco que Dios me deje resbalar, no puedo sino confiar en su bondad misericordiosa que, así como su gracia, me ha fortalecido hasta aquí y ha hecho que mi corazón se conforme con la pérdida de todos mis bienes y mis tierras, y la vida también, antes que jurar contra mi conciencia. Nunca desconfiaré de Él, Meg; aunque me sienta desmayar, sí, aunque sintiera mi miedo a punto de arrojarme por la borda, recordaré cómo san Pedro, con una violenta ráfaga de viento, empezó a hundirse a causa de su fe desmayadiza, y haré como él hizo: llamar a Cristo y pedirle ayuda. Y espero que entonces extienda su santa mano hacia mí y, en el mar tempestuoso, me sostenga para no ahogarme. Sí, y, si permite que aún vaya más lejos en el papel de Pedro y caiga del todo por el suelo y que jure y perjure también, aún así confiaré en que su bondad echará sobre mí una tierna mirada llena de compasión, como hizo con san Pedro, y me levante otra vez y confiese de nuevo la verdad de mi conciencia. Sé que sin culpa mía no dejará que me pierda. Me abandonaré, pues, con buena esperanza en Él por entero. Y, si permite que por mis faltas perezca, todavía entonces

serviré como una alabanza de su justicia. Pero la verdad, Meg, confío en que su tierna compasión mantendrá mi pobre alma a salvo y hará que ensalce su misericordia (…) Nada puede ocurrir, sino lo que Dios quiere. Y yo estoy muy seguro de que, sea lo que sea, por muy malo que parezca, será de verdad lo mejor”. Ser cristiano es aceptar cosas como éstas, disparates como éstos. Saber que la hora de la oscuridad es la mejor hora para verle. Aceptar que un dolor, por espantoso que sea, puede ser el momento verdadero en que tenemos que demostrar si amamos a Dios o nos limitamos a utilizarle. José Luis Martín Descalzo Razones para la esperanza

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aFondo

Fotograma de la película La Pasión de Cristo, de Mel Gibson.

Asomarse al abismo para entender la misericordia divina

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El arte y los católicos

Con motivo de la película Silencio de Martin Scorsese, sobre dos sacerdotes jesuitas que llegan a tierras japonesas en 1640 para evangelizar, y que ha posicionado tanto a favor como en contra del film a los espectadores, el escritor Juan Manuel de Prada reflexiona sobre el verdadero sentido y la finalidad del arte y los católicos. “Arte católico no es el que se fuga ante el peligro, sino el que se zambulle en él, a sabiendas de que esa zambullida puede conducirlo hasta el corazón de las tinieblas”, señala el escritor en el artículo que ofrecemos a continuación, publicado por el periódico de la Santa Sede L’Osservatore Romano.

tólicos. Mentiría también si dijese que me ha escandalizado que, para denigrarla, se hayan empleado recursos torticeros, divulgando interpretaciones falsas o estrambóticas de la película. Pero mentiría igualmente si ocultase que, como artista, tales execraciones me han consternado y lastimado muy profundamente. Pues en estas obtusas reacciones se vuelve a probar la incomprensión que desde ciertos ámbitos católicos se profesa a todo arte que no sea esquemático o doctrinario, sino complejo y problemático (o sea, auténtico arte). Fenómeno que, a mi juicio, constituye una de las pruebas más lastimosas de la decadencia de la cultura católica.

Mentiría si afirmase que me han sorprendido las execraciones y anatemas que ha recibido Silencio, la última película de Scorsese, desde ciertos ámbitos ca-

Que existe una franca hostilidad hacia el arte en ciertos ámbitos católicos es una evidencia innegable. También lo es, desde luego, que tal hostilidad es en


aFondo ocasiones la reacción lógica hacia un arte nihilista que se regodea en el feísmo, como expresión de una época que odia la Belleza y acuchilla nuestra sensibilidad. Pero esta hostilidad se dirige también con frecuencia hacia obras muy estimables que, simplemente, no incurren en el sentimentalismo pío. No se nos escapa que en esta hostilidad subyacen razones o sinrazones de tipo ideológico (ya Charles Péguy nos advertía sobre los peligros de convertir la mística en política, de envolver con coartadas religiosas nuestros prejuicios ideológicos); y tampoco que cierto fariseísmo ha hallado en esta hostilidad la excusa perfecta para condenar al artista, que suele ser persona de hábitos licenciosos o heterodoxos. Pero lo cierto es que muchas de las cúspides del arte católico fueron realizadas precisamente por artistas de hábitos licenciosos y heterodoxos, desde Caravaggio a Pasolini, pasando por Lope de Vega u Oscar Wilde. Y es que la Gracia –como también nos enseñase Péguy— utiliza muchas veces la puerta de entrada del pecado para bendecir a sus predilectos. Dios elige con frecuencia a los caídos y a los sucios como depositarios del arte más elevado y sublime; y el rechazo a los artistas “réprobos” es en el fondo rechazo a la

Gracia divina. Tal rechazo ha provocado una penosa decadencia del arte católico, hoy náufrago en la más absoluta irrelevancia, que a la vez que expulsa a artistas como Scorsese acoge obras inanes, almibaradas, cursilonas y relamiditas, puro arte desgraciado en el más estricto sentido de la palabra. Sin darnos cuenta, los católicos empezamos a parecernos a aquellos herejes iconoclastas de la Antigüedad, que proclamaban orgullosos su odio a la expresión sensible de la divinidad. La unión del Creador y la criatura no se detiene, para el católico, en el ser racional del hombre, sino que abraza también su ser corporal y, por intermedio de éste, la naturaleza material del universo entero. Y esta unión de Dios con el mundo material y sensible alcanza su expresión más gloriosa en el arte, que es instrumento real e imagen visible de Dios. Rechazar el arte es quitar a la encarnación divina toda realidad y constituye, como escribía Solovief, una terrible “supresión del cristianismo”. A esta tentación iconoclasta se suma cierta infección de raíz puritana, que al rechazar el dogma del pecado original niega la posibilidad del “drama”, que es el meollo constitutivo del verdadero arte. Suprimiendo

Abel es hallado por el Adán y Eva. William-Adolphe Bouguereau.

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aFondo el pecado original, se niegan las consecuencias del mal en la naturaleza humana; y tal negación ha dado lugar en ámbitos anticatólicos a un arte frívolo en el que las categorías morales se desdibujan hasta hacerse intercambiables, o bien un arte cínico en el que mal se torna fatídicamente invencible y se niega la capacidad del hombre para combatirlo y derrotarlo. Pero en el ámbito católico esta infección puritana también ha tenido consecuencias funestas, dando carta de naturaleza a un arte infantilizado que niega el principio de la felix culpa y la naturaleza dramática de la vida humana, esa “libertad imperfecta” que caracteriza la lucha del hombre en busca de redención. Una lucha que, como nos advertía Flannery O’Connor, se desenvuelve en un territorio que es en gran medida “propiedad del Enemigo”; una lucha que a veces se resuelve en un triunfo, otras en una derrota, y otras en un conflicto desgarrador, con una infinita gama de zonas penumbrosas que cierto catolicismo tentetieso pretende negar. Pero negar esas penumbras es tanto como negar el arte; y, además, es también una sórdida blasfemia. Leonardo Castellani se rebelaba contra esos católicos que reclaman un arte de soluciones netas, de triunfos apoteósicos, un arte sin penumbra ni conflicto. Son católicos que quisieran asignar a Cristo “el papel de un conquistador, de un Atila igualitario y devastador”. Pero el mismo Cristo probó en repetidas ocasiones el sabor del fracaso. ¿O acaso no fracasó con el joven rico? ¿Acaso no fracasó con aquellos nueve leprosos que no volvieron a darle las gracias, tras su curación? ¿Acaso no fracasó con Pilatos o con Judas? ¿Acaso cuando sudó sangre en Getsemaní no fue consciente de que su sacrificio iba a ser rechazado por muchos hombres? Cristo sabía que la vida del hombre es drama; sabía que en la vida hay jóvenes ricos, leprosos ingratos, gente acomodaticia o cobarde, traidores y apóstatas; y a todos los amó, sabiendo que muchos flaquearían y vacilarían, e incluso rechazarían su Redención. Y si Cristo los amó, ¿por qué el arte va a ignorarlos? Ciertamente, pintar o escribir las vidas de los santos puede ser una excelente motivo artístico; pero también lo es pintar o escribir la vida de quienes no son (¡de quienes no somos!) heroicos ni impecables. Porque esas vidas conflictivas y dramáticas pueden ayudarnos tanto o más a superarnos; porque, asomándonos a su abismo, entenderemos mejor la misericordia divina, el profundo amor que Cristo nos mostró, inmolándose también por nosotros.

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La Piedad, Miguel Ángel.

“Cristo sabía que la vida del hombre es drama; sabía que en la vida hay jóvenes ricos, leprosos ingratos, gente acomodaticia o cobarde, traidores y apóstatas; y a todos los amó”


Y el verdadero arte católico tiene que asomarse a ese abismo. Castellani consideraba que el gran poeta católico del siglo XIX había sido Charles Baudelaire, que desde luego —apostillaba, con su habitual gracejo— “no es una lectura para chicas que se alimentan de bocadillos y de novelas yanquis, ni para beatos, ni para burgueses, ni para burros, ni para sacerdotes no advertidos, ni para hombres sin percepción artística, ni para la inmensa parroquia de la moralina y de la

ortodoxia infantil”. Pero esta “moralina” y “ortodoxia infantil” es lo que hoy, tristemente, se exige desde ciertos ámbitos católicos, cuando se preconiza un arte sin conflicto, un arte de soluciones netas y triunfantes. Sólo que esta “moralina” y “ortodoxia infantil”, lejos de ser instrumento para la evangelización, generan repugnancia en las almas sensibles que, sintiendo curiosidad por la fe, rechazan —con buen criterio— las soluciones fáciles.

Baudelaire fue condenado como “inmoral” por un tribunal. Pero aquella condena no era católica, sino “burguesa” en el sentido más sombrío y anticatólico de la palabra. Baudelaire fue condenado por el fariseísmo y la majadería religiosa de los gazmoños; fue condenado porque sus libros —auténticas obras de arte— se atrevían adentrarse en el territorio “propie-

dad del Enemigo”, mostrando ese conflicto desgarrador que es el meollo y la sustancia del drama. Eran, en fin, libros plenamente católicos; pues arte católico no es el que se fuga ante el peligro, sino el que se zambulle en él, a sabiendas de que esa zambullida puede conducirlo hasta el corazón de las tinieblas. Por supuesto, leer a Baudelaire —como Marcelino

Flagelación, Caravaggio.

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aFondo Menéndez Pelayo escribía sobre La Celestina— “puede tener sus peligros para quien no esté muy seguro de contemplar las obras de arte con amor desinteresado. Pues, cuanto más vigorosa y animada sea la representación de la vida, más participará de los peligros inherentes a la vida misma”. Pero es ahí, precisamente ahí, en los “peligros inherentes a la vida misma” donde el artista católico desempeña su labor.

“Arte católico no es el que se fuga ante el peligro, sino el que se zambulle en él, a sabiendas de que esa zambullida puede conducirlo hasta el corazón de las tinieblas” Resulta, por cierto, muy instructivo descubrir que La Celestina, obra sumamente escabrosa, gozó desde el primer momento de “franquicia” entre los consultores del Santo Oficio, que la consideraron plenamente católica, pues aunque mostraba el mal sin recato, también retrataba el veneno que el mal introduce en las almas. Sería a principios del siglo XIX, cuando ya la Inquisición se había llenado —en palabras de Menéndez Pelayo— de “jansenistas y hazañeros” (de puritanos y meapilas, diríamos hoy) cuando La Celestina fue incluida en el Índice. Y es que aquellos “jansenistas y hazañeros” ya no eran capaces de entender que el arte que retrata las debilidades del ser humano puede ser profundamente moral, infinitamente más moral que el arte buenista e infantilizado que nos muestra un falso mundo de color de rosa; un mundo sin jóvenes ricos, sin leprosos ingratos, sin cobardes ni traidores, un mundo sin sudores de sangre en Getsemaní. Tenebrismo barroco, Israel Adorna Cabrera. Durante siglos, al arte católico fue un arte lleno de Gracia porque supo adentrarse en el “territorio del Enemigo” y alumbrar el conflicto que se libra en las penumbras del corazón humano. Por eso, la Iglesia no tuvo empacho en abrazar el arte de los muy procaces Plauto y Terencio, o del irreligioso Lucrecio. Gracias a ello, hoy podemos leer a los maestros antiguos, que los monjes de los monasterios salvaron de la destrucción, incorporándolos a una portentosa —utilizamos la afortunada expresión de Giovanni Maria Vian— “biblioteca divina”. Decía Barbey d’Aurevilly en el prólogo de Las diabólicas que “los pintores de nervio pueden pintarlo todo y su pintura es siempre moral cuando es trágica e inspira horror hacia aquello que reproduce; sólo son inmorales los impasibles y los burlones”. D’Aurevilly tendría que haber incorporado a su elenco de inmorales a los iconoclastas y puritanos de nuestra época.

Juan Manuel de Prada L’Osservatore Romano 3 de febrero de 2017

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Cultura

Los gritos de “Silencio” Estas anotaciones sólo pretenden ofrecer algunas reflexiones y claves que puedan ayudar a clarificar criterios de quienes lo deseen. Obviamente no expresa una posición oficial del Departamento de cine de la Comisión Episcopal de Medios, ni de la Revista Pantalla 90, posición que no existe ni puede existir ante una obra de arte, necesariamente abierta y necesariamente ambigua. Pero sí aspira a ofrecer una cierta objetividad que tenga en cuenta el mayor número de factores posible, factores que a menudo se han abordado de forma aislada o parcial. Se advierte que inevitablemente el texto está lleno de spoilers. Hacía bastante tiempo que una película no suscitaba un terremoto en el ámbito católico como el que ha provocado la última obra de Scorsese. Se ha generado una cantidad ingente de artículos, con infinidad de análisis diversos, que van desde la ponderación más

Reflexión con motivo de la polémica suscitada

entusiasta, hasta la descalificación más agresiva. (…) Esta dispersión de interpretaciones es indudablemente lícita, pero no debe dar la impresión de que analizar un film es un ejercicio de arbitrariedad sometido a un total relativismo. De hecho, casi todos los autores citados basan sus afirmaciones en argumentaciones afinadas. En todo caso, es necesario reclamar la atención sobre algunos puntos básicos. 1. Hay una objetividad artística que es necesario respetar. Por eso, no pueden tomarse en serio algunos artículos contra la película firmados por quienes declaran abiertamente no haberla visto (…). 2. Tampoco se deben psicoanalizar libremente las intenciones del director, interpretando su inconsciente, y reflexionando a partir de supuestos traumas o conflictos interiores del autor. Es necesario partir de la obra artística objetiva, de lo que hay –o no hay- en ella, y fundamentar desde ahí cualquier argumentación.

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Cultura de historicidad; su interés no está en los hechos que sucedieron, sino en el relato de Endo y en los problemas que plantea. TEMAS Vamos ahora a detener la mirada en algunos de los temas que se ventilan en las polémicas sobre el film, tratando se exponer lo que se ve y se oye en el film al respecto.

3. Otra cuestión relevante en este caso es la fidelidad de la película a la novela que adapta su guión. Muchos reproches o alabanzas que se le hacen a Scorsese deben dirigirse en primer término a Sushako Endo, ya que Scorsese plasma con bastante exactitud el contenido de la novela, aunque en algunas cosas la mejora. 4. Por otra parte, no se puede perder de vista que no estamos ante una película con vocación catequética o evangelizadora. Silencio no pretende ser un film que exponga ante el mundo la verdad de la fe, ni aspira a representar a los católicos en el mundo del cine, ni a ilustrar la vida de la Iglesia con intención pastoral. Sencillamente, cuando Scorsese leyó la obra, según dice él, le impresionaron los conflictos morales y religiosos que allí se planteaban, así como el tratamiento de la Gracia y de la debilidad humana, y quiso adaptarla cinematográficamente. 5. Por la misma razón, no estamos ante lo que comúnmente se conoce como una película histórica. A Martin Scorsese no le interesaba contar la historia de los mártires del Japón, sino los citados conflictos humanos expuestos en una novela de ficción inspirada libremente en unos sucesos de los que no hay profusa información. Por ello no se le puede reprochar falta

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El martirio. La película ¿elogia o descalifica el martirio? La secuencia inicial del film es un impactante homenaje a tantos religiosos que sufrieron tortura y martirio por su fe. Un poco más adelante se nos muestra el martirio en cruz de los que se niegan a escupir al crucifijo. Incluso vemos en flashback cómo toda la familia de Kichihiro murió mártir por no apostatar. Testigo de ello es el padre Ferreira que escribe cómo aquellos testimonios eran motivo de esperanza para los sacerdotes. A lo largo de toda la película vamos a ver diversos martirios, realmente heroicos, de fieles cristianos que no renuncian a su fe. No se puede afirmar, sin censurar gran parte de la obra, que Silencio es un film sobre la apostasía que ignora la realidad de tantos mártires que dieron su vida por Cristo. Por otra parte, en la exposición fílmica no hay atisbo de menosprecio de dichas muertes, que conmueven a los jesuitas que las ven, y extradiegéticamente, a los espectadores que las contemplan.


Cultura Los cristianos perseguidos. Se ha dicho en diversas críticas que los japoneses cristianos que aparecen en el film son tristes y taciturnos. Aunque hay breves instantes que desmienten momentáneamente esa impresión, en términos generales se puede decir que es verdad. Esta tristeza no es ni casual, ni fruto de un inconsciente rencoroso del director. El mismo protagonista da cuenta de ello cuando afirma que sus rostros no son capaces de expresar el amor que viven, como consecuencia de tantos años de disimulo y secreto. Pero ese no es el único trazo que se ve en el retrato de aquellos conversos. En el primer encuentro de los dos jesuitas con la comunidad cristiana perseguida, se pone de manifiesto que se trata de una comunidad que vive de la fe, que comparten la oración, y que sufren con dolor la carencia de sacerdotes que administren los sacramentos. En ese sentido experimentan con gozo la llegada de los jesuitas a su comunidad. Cuando grupos de cristianos son hechos prisioneros siguen rezando juntos, cantando, confesándose, apoyándose en la fe. Hay muchos momentos de elogio del sacerdocio y de los sacramentos. Los jesuitas se pasan las noches confesando a los cristianos, celebrando la eucaristía y bautizando. (…) La apostasía. El padre Rodrigues es sometido a un plan estudiadísimo de tortura psicológica por parte del inquisidor. Una tortura realmente maquiavélica y dilatadísima en el tiempo. Consiste en dosificar chantajes morales extremos, en los que él va viendo cómo sufren y mueren buenos cristianos sólo por la negativa de Rodrigues a renunciar a su fe. Pero lo más diabólico de todo es la explicación que le dan: “No tienes por qué renunciar a tu fe. Es un gesto meramente formal. Basta con que poses suavemente tu pie en el retrato”. Este mensaje repetido, combinado con las brutalidades que le hacen ver al jesuita, es una estrategia realmente perversa, pues introduce una duda razonable sobre la decisión que tomar. Los torturadores le van haciendo pensar que la decisión de no pisar el cuadro, planteado como un acto formal y externo, es una cuestión de soberbia, y que además cuesta la vida a mucha gente. Es admirable el tiempo que Rodrigues aguanta esta presión, fiel a su fe, pero inevitablemente cada vez con más dudas y oscuridad sobre lo que hacer. Hasta experimentar el silencio de Dios. La puntilla, por parte del inquisidor, es el encuentro meticulosamente preparado con Ferreira, que vivió exactamente las mismas tribulaciones que él, y que finalmente, al no soportar más sufrimientos, apos-

tató. Una vez apóstata, para sobrevivir psicológicamente, buscó una justificación intelectual pobre, muy levisstraussiana, y que Rodrigues le reprocha, aunque finalmente él mismo la acabará asumiendo. Pero Ferreira se ha vuelto un hombre triste, que en algunos momentos quiebra su discurso y vuelve a hablar como cristiano. Por otro lado, la voz que Rodrigues oye en el momento de apostatar ¿es de Dios o del Demonio? Lo ignoramos, sólo sabemos que Rodrigues cree oír la voz de Cristo que le consuela y le dice: “Todo está bien […] Entiendo tu dolor […] Pisa”. Es la voz que necesita oír para dar ese paso sin romperse interior-

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Cultura mente en dos. (…) Lo que deja claro esa voz es que Rodrigues sigue sintiendo la misericordia de Cristo en el momento de su apostasía, mientras el asistente del inquisidor le recuerda que se trata de una mera formalidad. (…) La gracia. Se reprocha al film que la gracia no salga al encuentro de los jesuitas. La gracia, por su propia definición, es un don imprevisto, inmerecido, absolutamente gratuito. No es un derecho, ni un suceso automático. Y además toma una forma que no tiene por qué ser la que se espera o considera conveniente. Rodrigues ¿ha sido desasistido por la gracia? ¿O más bien no la ha sabido reconocer? Scorsese no lo sabe ni se atreve a decirlo, aunque hay un momento en que el jesuita, después de apostatar, habla con Dios, y este le dice: “Nunca he estado en silencio”. En cualquier caso, ¿qué es lo que hace dudar al Padre Rodrigues en su primera larga oración? El aparente silencio de Dios ante al mal y el sufrimiento de los inocentes, por otra parte, una clásica pregunta de la teodicea. La clave del film. El propio Scorsese, en la entrevista ofrecida por La civiltá católica, señala la clave del film en el personaje de Kichijiro. Un hombre que peca y cae continuamente, y que no cesa de buscar el perdón en el sacramento de la penitencia. Incluso después de que Rodrigues haya apostatado, Kichijiro, que nunca duda de la condición sacerdotal del jesuita, le suplica la absolución. Kichijiro es la encarnación del binomio pecado-gracia, debilidad-misericordia, y es como el leitmotiv que atraviesa toda la película. (…) CONCLUSIÓN Dejando abiertas muchas posibilidades de interpretación, creemos que no se puede afirmar que el film sea un atentado contra los creyentes, ni que sea dañino para la fe. Tampoco es un canto a la fe. Ciertamente es una película que plantea problemas, muy dramáticos, y que no se preocupa de contestar satisfactoriamente las preguntas que provoca. Silencio se enmarca intelectualmente en el siglo XX, probablemente por la formación de Scorsese y de Endo, en lo que se refiere a una aproximación casi trágica a la fe. Pero la salida que propone está muy sintonizada con los acentos de los papas del siglo XXI, esto es, con la Misericordia del Padre como última palabra de la historia. Juan Orellana Director Pantalla 90

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Testimonio

Colegio Ave María Casa Madre.

“Un llamado de Dios”

El Siervo de Dios don Juan Garrido Requena es uno de los 115 mártires que el próximo 25 de marzo serán beatificados en Almería. Es uno de los mártires vinculados a la Diócesis de Granada, puesto que fue capellán de las Escuelas del Ave María, a las que dedicó casi 40 años de su ministerio. Tras su nacimiento en Alcóntar, recibió el Santo Bautismo dos días después en la Iglesia Parroquial de Santa María de Serón. Estudió en el Seminario de Guadix, diócesis a la que entonces pertenecía su tierra natal, y fue ordenado presbítero el 19 de septiembre de 1896. Fue nombrado coadjutor de Caniles el 1 de febrero de 1897. El beato don Manuel Medina Olmos lo recomendó al célebre pedagogo don Andrés Manjón para que fuera capellán del primer colegio del Ave María en Granada. Llegado el 30 de julio de 1900, a las Escuelas del Ave María dedicaría los casi cuarenta años restantes de su ministerio. Un entrañable cariño y mutuo afecto estableció con el padre Manjón, así como con los beatos

Siervo de Dios Juan Garrido Requena

Manuel Medina Olmos y Diego Ventaja Milán. Un alumno suyo recordaba que: “Era el que llevaba prácticamente el Colegio del Ave María del Sacromonte en Granada, aunque el padre Manjón era el director. Era una persona excelente, un llamado de Dios; daba buen ejemplo en el colegio; tenía un carácter abierto y alegre; era muy activo. Era un hombre piadoso, hacía apostolado entre los maestros y los alumnos, gozaba de fama de buena persona y era querido y estimado por niños y maestros”. El 16 de julio de 1936 llegó a Almería, invitado por su buen amigo el beato don Diego Ventaja. Al sorprenderles la persecución religiosa, acompañó hasta el mismo martirio a sus íntimos amigos los beatos Obispos de Almería y Guadix. Tenía 62 años de edad, gastados casi todos en la educación cristiana de la infancia. Murió el 30 de agosto de 1936 en Enix y está sepultado en la Catedral de Almería. Será beatificado el 25 de marzo en Aguadulce (Almería).

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SignoyGracia

Manifestar la fe Actitudes, posturas y gestos Cuando estamos en la Eucaristía, nuestro cuerpo, participa a través de gestos, posturas y palabras, que nos ayudan a manifestar la actitud que nos une a la Comunidad de los que creemos en Jesús.

Caminar Ir de procesión es un gesto de oración que evoca el encuentro (procesión de comunión) y nos recuerda además que somos pueblo en marcha.

Cada vez que la Iglesia quiere actualizar el Sacrificio de Cristo, no sólo renueva sus palabras sino que también realiza de nuevo sus gestos fundamentales.

Sentados Actitud fundamental del que escucha y del que, medita o hace una oración meditativa. Es también una actitud de reposo, necesaria a veces. El evangelio muestra, en esta actitud, a Jesús niño entre los doctores (Lc 2, 46); y a María, la hermana de Marta, a los pies del Maestro (Lc 10, 39). Así se hacía también en la Iglesia Apostólica (Hch 20, 9; 1Cor 14, 30).

Mediante la Palabra y el gesto, celebra y actualiza el Memorial de nuestra salvación. Toda la Asamblea tiene que participar de la Palabra y de los gestos en la liturgia. La actitud común del cuerpo, seguida por todos los que toman parte en la celebración, es un signo de comunidad y de unidad de la asamblea, ya que expresa y fomenta al mismo tiempo la unanimidad de todos los participantes. Por ello son importante las actitudes corporales y realizarlas correctamente y con conciencia de un significado. Estas actitudes son siempre las mismas, y expresan sentimientos fundamentales del hombre para con Dios. A.- ACTITUD FUNDAMENTAL Nuestra participación personal en una Asamblea cristiana, supone la conversión y la fe, las cuales deben llevarnos a realizar las acciones litúrgicas dentro de un clima de comunión e intercambio. B.- POSTURAS De pie Nos levantamos para acoger y saludar, para aclamar o para honrar a una persona (ejemplo, el evangelio). Esta posición es también el símbolo de la dignidad del hombre. Para los cristianos, evoca a Cristo resucitado, aquel que se levantó a la luz de la mañana de Pascua. De pie uno se muestra dispuesto a caminar, como los hebreos en la primera pascua.

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Es la propia durante las lecturas y durante los cantos de meditación. De rodillas Expresa humildad y pequeñez ante Dios, reconocimiento interior, súplica intensa. Signo de adoración, que se reserva exclusivamente a Dios (ante el Santísimo). Es más bien una postura para la oración individual. Inclinación Indica veneración (ante la Virgen o los santos) Postración Gesto máximo de humildad, tocando el suelo con el rostro o extendiéndose totalmente sobre él. Está recogida en varios pasajes bíblicos y evangélicos (1Cor 14, 25; Sal 94, 6; Mt 26, 29). Sólo se encuentra en algunas grandes ocasiones, como la liturgia de la ordenación sacerdotal y de la profesión religiosa.

Ignacio Fernández González Sacerdote Diócesis Granada


luzdelaPalabra

“Amad a vuestros enemigos”

VII Domingo del Tiempo Ordinario

Levítico 19, 1-2. 17-18 Salmo 102 1 Corintios 3, 16-23 Mateo 5, 38-48 Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente”. Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas.

Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo” y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.

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luzdelaPalabra

LLAMADOS A LA PLENITUD DE LA VIDA CRISTIANA

La Palabra de Dios de este domingo nos habla a los cristianos de cosas muy importantes: de las condiciones para ser discípulos de Jesús, de ser templos del Espíritu, de la bondad de Dios para con todos y de nuestro comportamiento con los hermanos. El Evangelio de san Mateo nos presenta a Jesús diciendo: “Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente”. Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia”. La Ley del Talión decía: “ojo por ojo, diente por diente”. Esta ley ha quedado totalmente abolida por Jesús. Sin embargo, y por desgracia, la ley del Talión sigue existiendo en muchas culturas, aunque oficialmente haya desaparecido de nuestro mundo actual, la violencia legalizada sigue estando muy vigente. Aún existen países donde está en vigor la pena de muerte, donde hay guerras, donde innumerables poblaciones mueren de hambre, donde hay niños condenados a morir en su infancia. Son las violencias de las desigualdades sociales, las violencias personales, las violencias de género, y tantas y tantas violencias que avergüenzan a nuestro mundo civilizado. Jesús nos dice que amemos a todos, también a nuestros enemigos, sea cual sea su posición política o ideológica. Nuestros enemigos no pueden seguir siéndolo para siempre, porque ellos también son seres humanos, seres que sufren, que buscan y esperan,

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como nosotros. Sí, ya sé que en la mente de muchos de nosotros, al hablar de enemigos, no sólo estarán esas personas molestas y pesadas que nos cuesta mucho tratar diariamente con cariño, sino también estaremos pensando en los grandes asesinos, en los narcotraficantes y en los corruptos. ¿Cómo amar o aceptar a tales personas? Los cristianos tenemos que saber que amar al delincuente injusto y violento no significa dar por buena su actuación injusta y violenta; condenar la injusticia y la violencia no significa que tengamos que odiar a esas personas. La violencia nunca se solucionará con violencia. El mal, a pesar de las apariencias, siempre será débil. El odio brota del miedo; la ofensa tiene necesidad de venganza. En cambio el amor es la única fuerza capaz de cortar de raíz la violencia. Es urgente un “¡ya basta!” a la violencia y aceptar la propuesta de la no violencia que Cristo nos ofrece. El cristiano es vencedor no cuando consigue quitarle las armas a su enemigo, sino cuando dejando sus propias armas, convierte al enemigo en amigo. La fuerza del amor es la única fuerza capaz de acabar con el mal y con los enemigos. Ignacio Fernández González Sacerdote Diócesis Granada


laPuntada Reflexiones para náufragos

Creo que la vida nos parecería de repente deliciosa si hubiéramos de morir así como dice usted. Imagínese cuántos planes, viajes, affaires amorosos, objetos de estudio están contenidos, en forma disuelta, en nuestra vida, invisibles para nuestro aletargamiento que, dubitativo con el futuro, los está posponiendo una y otra vez… No obstante, no debería hacer falta una catástrofe para amar hoy la vida. Bastaría con pensar que somos seres humanos y todavía hoy nos podría sorprender la muerte. Alain de Botton, personaje del libro Cómo puede cambiar nuestra vida, del escritor Marcel Proust


laPuntada Reflexiones para náufragos

La razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a la unión con Dios. Desde su mismo nacimiento, el hombre es invitado al diálogo con Dios. Gaudium et Spes, 19

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