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9 y 16 de abril de 2017 Nº 1186 -1187 • AÑO XXV
SEMANA DE PASIÓN, MUERTE Y RESURRECCIÓN DEL SEÑOR
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Semanario de las Iglesias de Granada y Guadix
vozdelPapa
Dios hecho hombre, camino concreto de salvación Desarrollo integral de la persona “¿Qué significa hoy y en el futuro próximo desarrollo integral, es decir, el desarrollo de cada hombre y de todo el hombre?”. Discurso del Papa a los participantes en el Congreso celebrado esta semana en el Vaticano y promovido por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, con motivo de los 50 años de la encíclica Populorum progressio. (…) Siguiendo la estela de Pablo VI, tal vez en el verbo integrar –tan querido por mí– podemos individuar una orientación fundamental para el nuevo dicasterio. Se trata de integrar los diferentes pueblos de la tierra. El deber de solidaridad nos obliga a buscar las maneras justas de reparto equitativo, para que no haya esa dramática desigualdad entre los que tienen mucho y los que nada tienen, entre el que descarta y el que es descartado. Sólo el camino de la integración entre los pueblos hace posible para la humanidad un futuro de paz y esperanza. Se trata de ofrecer modelos viables de integración social. Todos tienen que dar una contribución a la sociedad en su conjunto, todos tienen una característica que puede servir para vivir juntos, nadie está excluido de aportar algo por el bien de todos. Esto es a la vez un derecho y un deber. Es el principio de subsidiariedad el que garantiza la necesidad de la aportación de todos, sea como individuos que como grupos, si queremos crear una convivencia humana abierta a todos.
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Se trata, además, de integrar en el desarrollo todos aquellos elementos que realmente hacen que sea así. (…) Se trata, también, de integrar la dimensión individual y la comunitaria. Es innegable que somos hijos de una cultura, al menos en el mundo occidental, que ha exaltado al individuo hasta convertirlo en una isla, como si se pudiera ser felices solos. (…) El “yo” y la comunidad no compiten entre sí, pero el “yo” puede madurar sólo en presencia de relaciones interpersonales auténticas y la comunidad es generadora cuando lo son todos y cada uno de sus componentes. Esto se aplica todavía más a la familia, que es la primera célula de la sociedad y donde se aprende a vivir juntos. Se trata, por último, de integrar cuerpo y alma. (…) Integrar cuerpo y alma también significa que ninguna obra de desarrollo puede lograr su objetivo si no respeta el lugar donde Dios está presente para nosotros y habla a nuestros corazones. Dios se ha dado a conocer plenamente en Jesucristo: en Él, Dios y hombre no están ni divididos ni separados. Dios se hizo hombre para hacer de la vida humana, tanto personal como social, un camino concreto de salvación. (…) En este sentido, el concepto de persona, nacido y madurado en el cristianismo, contribuye a perseguir un desarrollo plenamente humano. Porque persona siempre dice relación, no individualismo, afirma la inclusión y no la exclusión, la dignidad única e inviolable y no la explotación, la libertad y no la coacción. (…)
Editorial
Dios ama al ser humano por encima de todo Yo le pido a Dios que entremos en la Semana Santa como el Señor ha entrado en nuestra vida. Vivimos en un mundo regido por unas categorías; regido por unas categorías muchas veces de intereses, de búsqueda inmediata del placer, de búsqueda de una cierta tranquilidad, de la infinitud de problemas que rodean nuestra vidas cotidianas, del cansancio y de la fatiga de esa ansiedad que se ha logrado generar en el mundo actual. ¿Qué es lo que hace bella la vida? El perdón, el amor, la misericordia. Y ése es el mundo posible, por el amor infinito de Dios, ese amor que no le ha hecho al Señor detenerse ante la muerte para que nosotros entendiéramos que su amor por nosotros, por ti, seas quien seas, sea cual sea tu historia, por mí, que no lo merezco en absoluto, ese amor por cada uno de nosotros es un amor infinito. Y eso, mis queridos hermanos, cambia el corazón. Pone belleza donde no la había; pone orden donde había caos; pone un bálsamo donde todo son heridas y picazones y cicatrices mal curadas e infecciones y pus; pone el Señor su amor y su misericordia y renace una humanidad nueva. Esto tendría que ser nuestra Semana Santa. Hay quien llama al Evangelio de San Lucas el Evangelio de la Misericordia. Sólo dos pasajes de la Pasión que solo están en San Lucas. Una de ellas es una frase de Jesús, que podría resumir todo el Evangelio: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.
Le estaban matando y le estaban matando con una muerte espantosa. No ha habido pecado en la historia, no hay pecado en la historia más grande que la Pasión y la condena a muerte del Hijo de Dios, y la reacción de Dios es esa: interceder por nosotros, ponerse Él, por así decir, para recibir todos los dardos, de la justicia y de la ira y de la venganza para proteger a quienes le estaban matando. Ese es Dios. Eso es lo que hace creíble el Dios cristiano, el único Dios verdadero porque es el único del que se puede decir Dios es amor. Y el secreto de la vida humana es amor, porque Dios es amor y nosotros somos su imagen. Señor, te basta que uno de nosotros te pueda decir “Señor, ten piedad”, y Tú puedas prometerle tenerle junto a Ti para toda la eternidad. De nuevo, ese es nuestro Dios. Ese es el único Dios verdadero. Es el Dios que ama al hombre por encima de todo. Es el Dios que es amor. Ese es su poder. Su poder está en que es capaz de despojarse de Sí mismo para comunicar su vida a su pobre criatura, a nosotros, a mí.
+ Mons. Javier Martínez Arzobispo de Granada 20 de marzo de 2016 Domingo de Ramos Santa Iglesia Catedral Palabras íntegras en www.arzobispodegranada.es
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Sumario Redacción: Rosa Die Alcolea María José Aguilar
Edita: ARZOBISPADO DE GRANADA Plaza Alonso Cano, s/n 18001 GRANADA tel.: 958 215 675 e-mail: mcsgranada@archidiocesisgranada.es www.archidiocesisgranada.es
Colaboradores: Antonio Gómez Casas (Guadix) Ignacio Fernández González
Diseño y maquetación: Secretariado de Medios de Comunicación de la Archidiócesis de Granada
Directora: Paqui Pallarés García
Sumario 02. Voz del Papa Dios hecho hombre, camino concreto de salvación Desarrollo integral de la persona
13. Textos “Bendigo vuestra piedad, pues me llamáis a que os quiera” Lope de Vega a Dios
03. Editorial Dios ama al ser humano por encima de todo
15. A fondo Por tu santa cruz redimiste al mundo Meditaciones del Vía Crucis de san Carlos Bo rromeo
05. Mirada • Pasión, muerte y Resurrección del Señor • Celebraciones de Semana Santa en Guadix • “Cáritas, comunidad que acoge”
24. Cultura Una sola cruz, una esperanza Colecta por los Santos Lugares
• Firmado el convenio que sufragará los gastos de una vivienda para madres inmigrantes • Centenario de la Borriquita en Granada • Motu Propio sobre los santuarios marianos • XIV encuentro misioneros de jóvenes
27. Signo y gracia El significado de las palmas benditas Domingo de Ramos
• “Dios mío, ¿por qué me has abandonado? • Fiesta del Cristo de la Expiración en Pitres • Descanso eterno para D. Antonio Ramos • Agenda
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28. Luz de la Palabra Domingo de Ramos Jueves Santo Viernes Santo I Domingo de Pascua
Mirada
Pasión, muerte y Resurrección del Señor Este año, con motivo del centenario de la bendición y primera salida procesional de la Sagrada Imagen de la Entrada de Jesús en Jerusalén, la Eucaristía del Domingo de Ramos estará presidida por dicha Sagrada Imagen. En nuestra Archidiócesis de Granada, junto a toda la Iglesia universal, templos y parroquias acogerán las celebraciones litúrgicas de Semana Santa. CATEDRAL En concreto, el Domingo de Ramos en la S.I Catedral la bendición de las palmas y ramos tendrá lugar en la Plaza de las Pasiegas, a las puertas de la entrada principal del templo catedralicio, a las 12:30 horas. Posteriormente, tras la lectura del Evangelio para la bendición de los ramos, el pueblo de Dios camina en procesión por las calles del entorno de la Catedral y regresará al templo para participar en la Santa Misa. Como novedad, esta Eucaristía en el Domingo de Ramos en el templo catedralicio estará presidida por la Sagrada Imagen de la Entrada de Jesús en Jerusalén, donde llegará esa misma mañana en su traslado con motivo de
Celebraciones litúrgicas en la Catedral los cien años de bendición y primera salida procesional. El Jueves Santo es el día en que se consagran y bendicen los Santos Óleos de los catecúmenos y de los enfermos, y el Santo Crisma, que después se utilizarán para la administración de los sacramentos del bautismo, confirmación, unción de enfermos y Orden Sacerdotal. La Misa Crismal será a las 10 horas. Ese día, se celebrará la Cena del Señor a las 19 horas. En el Viernes Santo, la celebración de la Pasión y Muerte del Señor, con la adoración de la cruz, es a las 17 horas, y la vigilia pascual, el Sábado Santo, será a las 23 horas. Ambos días, tanto el Jueves Santo como el Viernes Santo, el rezo de la Liturgia de las Horas será a las 9:30 horas. Las celebraciones litúrgicas de Semana Santa concluyen con la alegría de Cristo Resucitado el domingo 16 de abril, con la Eucaristía y bendición papal, a las 13 horas. Por otra parte, la iglesia Santa Josefina Bakhita en Playa Granada celebra su primera Semana Santa tras su consagración el pasado verano. Celebrará los Oficios de Jueves y Viernes Santo a las 19 horas y la Eucaristía en el Domingo de Resurrección a las 13 horas.
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Mirada
Horarios de las celebraciones de Semana Santa en la catedral de Guadix Como en cualquier parroquia, en la Catedral se van a vivir todas las celebraciones que dan cuerpo a la semana más importante para los cristianos y que sirve para celebrar el misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Como preparación para la Semana Santa, se va a realizar el Viernes de Dolores, el 6 de abril, una jornada de oración y penitencia. La catedral estará abierta de 10:30 a 21 horas. Durante este tiempo habrá adoración al Santísimo, que estará expuesto durante todo el día hasta las 20 horas, cuando dé comienzo la celebración comunitaria de la Penitencia. Se trata de una celebración abierta a todas las parroquias de la ciudad de Guadix, que tienen así una ocasión privilegiada para rezar y, sobre todo, para confesarse de cara a los días más importantes para un cristiano. El horario de las celebraciones de Semana Santa en la catedral de Guadix es el siguiente: Domingo de Ramos, 9 de abril: a las 12 horas, bendición de los ramos en la iglesia de la Concepción y procesión hacia la catedral. Celebración de la Eucaristía.
Viernes Santo, 14 de abril: a las 18 horas, celebración litúrgica de la Pasión y Muerte del Señor y adoración de la Cruz con el Cristo de la Misericordia. Sábado Santo, 15 de abril: a las 23 horas, solemne Vigilia Pascual. Domingo de Resurrección, 16 de abril; a las 12 horas se celebrará la Eucaristía de Resurrección del Señor, con bendición papal y procesión del Santísimo por el interior de la catedral. Estas celebraciones estarán presididas por el Obispo de Guadix, Mons. Ginés García. Cabe destacar la celebración de la Misa Crismal, el Martes Santo, dado que sólo se celebra en la catedral. Presidida por el Obispo, asisten todos los sacerdotes de la diócesis y todos los fieles que quieran. En esa Eucaristía, que es muy especial, los sacerdotes renuevan sus promesas sacerdotales y se bendicen los Óleos y el Crisma, que servirán en las parroquias para la administración de los Sacramentos del Bautismo, la Confirmación, el Orden Sacerdotal y la Unción de Enfermos. Será una celebración distinta a la que se invita a todas las parroquias de la diócesis a participar.
Martes Santo, 11 de abril: a las 12 horas, Misa Crismal. Antonio Gómez Jueves Santo, 13 de abril: a las 19 horas, celebración de la Cena del Señor y procesión al Monumento.
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Mirada “Cáritas, una comunidad que acoge y acompaña” El próximo Jueves Santo se celebra el Día del Amor Fraterno, jornada en la que Cáritas, cada año, lanza una de sus campañas de sensibilización y recaudación de fondos, para subvencionar su acción social en la diócesis. Este año bajo el lema Cáritas, una comunidad que acoge y acompaña. Ofrecemos la carta de presentación de esta campaña de su consiliario en Granada. Seguimos profundizando en el lema de la campaña institucional de este año: Llamados a ser comunidad. Confío en que la reflexión que estamos haciendo, en los diferentes ámbitos en los que Cáritas desarrolla su trabajo, dé muchos frutos y renueve la vida de todas nuestras comunidades, con el fin de servir más eficazmente a nuestros hermanos necesitados y aportar nuestro granito de arena en la transformación de esta sociedad, en la que hay tantas raíces de egoísmo, indiferencia, pobreza, injusticias y en definitiva, sufrimiento, tristeza y desencanto. La comunidad cristiana, está llamada a ser sal y luz. No es un fin en sí misma, sino que está llamada a ser un instrumento al servicio de la construcción del Reino de Dios. Quiero aportar algunas claves que considero necesarias: No seremos luz, si no vivimos conectados al que es la Luz y la fuente de toda luz. Nuestra fuerza nos viene de Él. Jesús tiene que ser el protagonista de la vida de las comunidades. Nuestro modelo a seguir. Quien nos enseña cómo debemos mirar, escuchar, sentir y actuar y servir. El confía en nosotros, nos capacita, y hace fecunda nuestra labor si ponemos a su disposición nuestros cinco panes y dos peces. Jesús confía en ti, te empodera, te respalda, te acompaña, nunca retira de ti su favor ni su gracia. No podremos ser sal si no estamos dispuestos a entregarnos, a mezclarnos, a salir del bote. Si el grano no cae en tierra y muere, no puede dar fruto. Esta decisión es nuestra y es intransferible y es imprescindible. Es algo que tenemos que hacer con humildad, sin alharacas, con constancia, sin buscar el aplauso, sin afán de protagonismo, buscando siempre hacer la vida más agradable y llevadera a los demás. Nuestra luz será muy pobre, si no estamos dispuestos a vivir interconectados. Ese es el milagro más grande que puede hacer Jesús, pero recordemos que Él
no puede hacer milagros en quien no le acoge con fe. Confía en Él, ponte a su servicio. Creerán en Jesús cuando vean cómo nos amamos. Para acoger y acompañar a los que están fuera, a los que están al margen, a los pobres, necesitamos primero amarnos los que estamos dentro. Muchas luces unidas forman una gran luz. Una comunidad que acoge y acompaña. Esto es algo que requiere una actitud de apertura y disponibilidad, para escuchar y acercarse a las distintas formas de pobreza que están sufriendo las personas de nuestro entorno. Es también un arte que hay que aprender. Con este fin hemos dedicado dos sesiones del aula de formación permanente y tenemos programado un taller de escucha para este año. Contamos también con un material muy bueno para trabajar en los grupos de Cáritas parroquiales editado por Cáritas Española que se titula El arte de acogernos y acompañarnos. Espero que lo utilicemos y sigamos formándonos para que nuestras comunidades y cada uno de nosotros, seamos y sean más acogedoras. Un abrazo fraterno. Feliz Pascua. Alfonso Marín Delegado Episcopal de Cáritas Diocesana de Granada
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Mirada Firmado el convenio que sufragará una vivienda para madres inmigrantes
Suscrito entre la Cofradía de Nuestra Señora de la Esperanza y la Fundación de Solidaridad Amaranta, es la obra de misericordia Casa de Esperanza de esta cofradía con motivo de la coronación canónica de su Titular. El pasado día 2 de abril se firmó el convenio por el que se concretó la colaboración con la Fundación de Solidaridad Amaranta, de las MM. Adoratrices, por el que nace la Casa de la Esperanza, la Obra de Misericordia de la cofradía de cara a la coronación. “En esta Casa se mantendrá una vivienda dedicada a mujeres embarazadas o con hijos, procedentes de la inmigración o de otras circunstancias en exclusión social para su atención. La cofradía costeará anualmente los gastos de la misma y las necesidades que se presenten”, informó la Cofradía de Nuestra Señora de la Esperanza. El documento del convenio se firmó a los pies de Nuestra Señora de la Esperanza, ya preparada en su paso procesional, entre el Hermano Mayor de la corporación, Francisco Fernández Millán, la Directora General de la Fundación, Pilar Casas, el Consiliario
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de la cofradía, José Gabriel Martín Rodríguez, y un nutrido número de hermanos “que vivieron en silencio, recogimiento y emoción tan entrañable acto”, señaló la cofradía. Entre los presentes, y en lugar destacado, los anteriores Hermanos Mayores de la Hermandad, Antonio Reyes, Ángel Córcoles y Manuel Dorador, “porque este proyecto no es del tiempo actual, sino de muchos años atrás”, según señaló el actual responsable de la Hermandad, Francisco Fernández Millán. Y junto a todos ellos, también estuvieron presentes de forma destacada los padrinos y madrinas de coronación, y los hermanos más antiguos de esta cofradía de penitencia, según acuerdo de la Comisión de Coronación. En el mismo acto, se procedió a la firma del contrato de realización de la corona con el orfebre cordobés Manuel Valera. “La corona simboliza la realeza de María y es también la fe, el amor y el cariño de todos los hermanos”, señaló el artista. La corona es diseño de José Manuel Martínez Hurtado.
Mirada Centenario de la Borriquilla en Granada sidida por el Vicario General D. Francisco Javier Espigares, concelebrada por el consiliario de la Hermandad de la Entrada de Jesús en Jerusalén y Nuestra Señora de la Paz y la comunidad de padres redentoristas de Granada.
Las Sagradas Imágenes de la Entrada de Jesús en Jerusalén y Nuestra Señora de la Paz presidirán la Eucaristía del Domingo de Ramos en la Catedral con motivo de esta efeméride. Hace cien años, el 31 de marzo de 1917, el entonces arzobispo de Granada Meseguer y Costa y el entonces párroco de la iglesia de San Andrés, D. Paulino Cobos, bendijeron la Sagrada Imagen de Jesús de la entrada en Jerusalén en la iglesia de San Andrés. Se conmemora un siglo desde la primera vez que la Sagrada Imagen de Jesús a lomos de un borriquillo entró por el Arco de Elvira. Con motivo de esta efeméride, ese mismo día, un siglo después, se celebraba una Solemne Función en el Santuario Redentorista del Perpetuo Socorro, pre-
Asimismo, y con motivo de ese centenario, las Sagradas Imágenes serán trasladadas el Domingo de Ramos a primera hora desde el santuario del Perpetuo Socorro hasta la Santa Iglesia Catedral, donde presidirá la Eucaristía del día de bendición de las palmas y los ramos. Desde el templo catedralicio, los Titulares saldrán en procesión a las 16:45 horas para hacer su estación de penitencia también en la Catedral y regresar al santuario del Perpetuo Socorro. Es la primera de las procesiones que se sucederán a lo largo de toda la Semana Santa granadina, en la que las hermandades y cofradías realizarán su estación de penitencia en la Catedral. Por otra parte, la Hermandad realiza un Solemne Triduo en honor a Jesús de la Entrada en Jerusalén el viernes de Dolores, día 7, y la víspera del Domingo de ramos, el 8 de abril, a las 20 horas, en el santuario de los padres redentoristas.
Carta apostólica en forma de Motu Proprio sobre los santuarios marianos El Papa también aprobó la creación de Santuarios Internacionales para impulsar la Nueva Evangelización. El Santo Padre ha decidido potenciar el protagonismo de los santuarios y para ello a través de la Carta Apostólica con forma de Motu Proprio, Sanctuarium in Ecclesia, firmado el 11 de febrero, Fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, transfirió las competencias de los Santuarios católicos desde la Congregación para el Clero al Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.
Con el Motu Proprio publicado el 1 de abril por la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Papa también aprobó la creación de Santuarios Internacionales para impulsar la Nueva Evangelización los cuales estarán provistos de sus propios estatutos de acuerdo a lo establecido en el Código de Derecho Canónico. El Santo Padre señala en esta Carta Apostólica que “la piedad popular encuentra en el Santuario un lugar privilegiado donde poder expresar la bella tradición de la oración, de la devoción y de la confianza en la misericordia de Dios inculcadas en la vida de cada pueblo”.
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Mirada Granada, en el XIV encuentro misionero de jóvenes Un año más los jóvenes de la Pastoral Universitaria de Granada participarán en el Encuentro Nacional de Jóvenes Misioneros que organiza la OMP (Obras Misionales Pontificias). “Siempre es una nueva ocasión de compartir la experiencia que nos ha puesto en camino con aquellos que nos han sorprendido en la misión”, señala esta Pastoral en nuestra Diócesis. La Pastoral Universitaria participará con su Fundación Misionera Ahoringa Vuelcapeta con la que más de 75 jóvenes universitarios han tenido la oportunidad de participar durante un mes y medio en verano en la misión de las Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada en Beni, Bolivia. OMP España, en colaboración con la Comisión Episcopal de Misiones, y a través del Consejo de jóvenes convoca a todos los jóvenes interesados a participar en este XIV Encuentro Misionero de Jóvenes del 21 al 23 de abril en la Casa de Ejercicios San José en El Escorial (Madrid). Entre los jóvenes se encuentra un grupo de universitarios de esta Pastoral en Granada.
En esta ocasión, el grupo universitario de la Misión Bolivia 2017 participará del encuentro “con la conciencia de saber que se nos regalan unos días privilegiados para ver la razón de nuestra propuesta misionera”, explica la Pastoral Universitaria granadina.
“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” Novedades editoriales de San Pablo. El título del libro -Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?- alude a esa frase de Jesús en la cruz dirigiéndose al Padre. Es un libro de Luis Ángel Montes, especialista en San Marcos y sacerdote diocesano de Valladolid. El libro lo edita San Pablo y es una reflexión sobre el momento cumbre del relato de la Pasión de Cristo. El autor se acerca al relato de la Pasión indagando en la singularidad literaria del texto de Marcos, haciendo una interpretación del conjunto y profundizando en la significación teológica de la muerte de Jesús. Por otra parte, San Pablo también publica Mi Dios subversivo, un testimonio de Desmond Tutu, arzobispo emérito anglicano y uno de los más conocidos activistas sudafricanos de los derechos humanos. Esta obra es la revelación de su pensamiento, que a lo largo de su convulsa vida ha luchado activamente por los derechos humanos y combatido los prejuicios. Tutu impulsa la creencia inquebrantable de que cada
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uno de nosotros, sin excepción, hemos sido creados a imagen de Dios, y por eso somos infinitamente valiosos.
Mirada Celebración de la Fiesta del Cristo de la Expiración en Pitres
La parroquia de Pitres acogió el pasado 31 de marzo la conmemoración de la tradicional Fiesta del Cristo de la Expiración con una Eucaristía que estuvo presidida por el párroco de Ugíjar, D. Carlos Fernández, y contó con la presencia de un gran número de fieles de la provincia. La Eucaristía estuvo concelebrada por D. Enrique Ferrer, párroco de Pitres; D. Emmanuel Vega, párroco de Cádiar, y D. Alberto Sedano Rodríguez, párroco de Bérchules, siendo las lecturas leídas por personas del pueblo y el Salmo cantado por la solista Ana Rodríguez, miembro del coro de Santa Cecilia de la Catedral de Granada. D. Carlos empezó su homilía saludando a todos los presentes y, a continuación, hizo una reflexión sobre el misterio de la cruz, en la que manifestó que muchas veces nos quedamos en la cruz y no pensamos que por ella nos viene la salvación, plasmada en la Resurrección de Jesucristo, que vence a la muerte. Siguió explicando cómo nosotros tenemos que ofrecer nuestras vidas por los demás, según el ejemplo que Jesucristo nos da en su vida y por último en su cruci-
fixión. Terminó su homilía con estas palabras: “Que cuando contemplemos a Jesucristo crucificado que veamos nuestra propia incapacidad para vivir como Jesús vivió, de manera que podamos pedírselo al Señor, que nos lo da gratuitamente, haciéndonos el don de su propia vida. En unos momentos de silencio, vamos a pedirle recibir su propia vida, para que podamos vivir donde es imposible vivir”, afirmó. La iglesia contó con la presencia de fieles venidos de diferentes puntos ya que la fiesta del Señor de la Expiración tiene una tradición muy especial y antigua en el pueblo de Pitres. Todas las personas nacidas en este bello pueblo de la Alpujarra, estén donde estén, viven con mucha religiosidad este festividad haciendo todo lo posible por asistir en su pueblo natal a la Sagrada Eucaristía y por la tarde participar en la procesión por las calles principales del pueblo, con la excelsa y majestuosa talla de Jesucristo Crucificado, del escultor Sánchez Mesa, a la que todos adoran con un cariño especial y con mucha devoción y recogimiento espiritual. Antonio Joaquín Mezcua Roelas
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Descanso eterno para D. Antonio Ramos Salas El sacerdote diocesano falleció el jueves 30. Nuestro Arzobispo, que no pudo celebrar el funeral, trasladó su pésame y cercanía a los familiares y fieles congregados en su despedida en la iglesia de Nuestro Salvador. La iglesia de Nuestro Salvador de Granada acogió el funeral por el eterno descanso del sacerdote diocesano D. Antonio Ramos Salas, en una ceremonia presidiad por el Vicario General D. Francisco Javier Espigares. Nuestro Arzobispo Mons. Javier Martínez expresó su pésame y cercanía a familiares, amigos y fieles. En el funeral, concelebrado por sacerdotes diocesanos, se oró a Dios por su descanso eterno y se dio gracias por su persona y ministerio sacerdotal ejercicio en distintos pueblos de la Archidiócesis.
D. Antonio Ramos Salas nació en Granada el 8 de marzo de 1946 y fue ordenado sacerdote en esta misma ciudad, el 8 de septiembre de 1971. Su amplia labor pastoral se ha desarrollado en Santa Cruz del Comercio y Cacín (1971-1973), Torvizcón, Amegijar, Notaez, Cástaras y Nieles (1973-1978), Deifontes y Calicasas (1978-1981), Capileira, Bubión y Pampaneira (1981-1986), Trevelez, Pórtugos y Busquistar (1986-1991), Huétor Santillán y Beas de Granada (1991-2001) y Alfacar, desde 2001 y de donde era párroco emérito. Oramos por su descanso eterno. Descanse en paz, D. Antonio Ramos Salas.
AGENDA • Conferencia. Del Impero a los bárbaros. El cristianismo en la Península Ibérica es el título de la conferencia que el Centro Cultural Nuevo Inicio acogerá el día 20, a las 20 horas, dentro del Ciclo Bajo el signo del Crismón. Los orígenes del cristianismo a través del cómic, exposición que se ofrece hasta el 28 de abril. La conferencia estará a cargo del Ana Mª Berenjeno, arqueóloga del Puerto de Algeciras y profesora del Centro de Estudios Bizantinos, Neogriegos y Chipriotas de Granada, que colabora en su organización con el Centro Cultural. La entrada es gratuita. • Peregrinación. Hasta el 14 de abril está abierto el plazo de inscripción para peregrinar con la Diócesis de Granada a Tierra Santa y Jordania. Más información en el teléfono 958-21-59-09, en el e-mail info@viajessancecilio.com, en www.viajessancecilio.com y en su sede en C/ Libreros, junto a la iglesia parroquial del Sagrario. •Concurso. La Real Federación de Hermandades y Cofradías de Semana Santa de Granada convoca un año más su concurso de fotografía, que ilustrará el cartel oficial de Semana Santa 2018 y la distintas publicaciones que edita la Real Federación para dicha Semana Santa. •Vía Crucis viviente. Disponible en la web de la Diócesis www.archidiocesisgranada.es y en el canal en Youtube Archidiócesis de Granada, del Secretariado de Medios de Comunicación Social del Arzobispado, el vídeo del Vía Crucis viviente que tuvo lugar por las calles de Granada con fieles de la parroquia de Atarfe.
• Vídeo del Papa. Nuevo vídeo disponible en el canal en Youtube Archidiócesis de Granada, del Secretariado de Medios de Comunicación Social del Arzobispado. El Papa Francisco dedica su video del mes de abril a los jóvenes y pide que recemos con él “para que se movilicen y luchen con generosidad por los cambios que el mundo necesita”. •Retiro. La Comunidad Católica Shalom en Granada celebra su retiro anual de Semana Santa del 13 al 16 de abril, con el lema Ahora hago nuevas todas las cosas, abierto a la participación de las personas que quieran asistir. Gratuito. El retiro se celebra en el Centro Ágora, de 10 a 14 horas, en un ciclo de charlas con sacerdotes diocesanos. Más información en el tfno. 603-624-047 o en www.comshalom.org/es. •Nota. Con motivo de la Semana Santa, el Semanario Fiesta ofrece un número doble y volverá a editarse en internet el 23 de abril. Asimismo, y con motivo de la Semana Santa, los programas religiosos en Cope Granada (87.6 FM) El Espejo e Iglesia Noticia no se emitirán los días 14 y 16 de abril. Esta programación, que realiza el Secretariado de Medios de Comunicación Social del Arzobispado, volverá a emitirse el viernes día 21, a las 13:30 horas, y el domingo día 23, a las 9:45 horas. Por otra parte, la web diocesana www. archidiocesisgranada.es ofrecerá diariamente las meditaciones en las estaciones de penitencia de las hermandades y cofradías de Semana Santa de Granada.
Textos
“Bendigo vuestra piedad, pues me llamáis a que os quiera” Lope de Vega a Dios
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Textos Soliloquio de Lope de Vega. Una oración fervorosa en la que el alma se dirige a Dios, con deseo de acercamiento, para manifestarle su amor y arrepentimiento.
Manso Cordero ofendido, puesto en una Cruz por mi, que mil veces os vendí, después que fuisteis vendido.
¡Oh piedad desconocida de mi loco desconcierto, que adonde Vos estáis muerto, esté segura mi vida!
Dadme licencia, Señor, para que, deshecho en llanto, pueda en vuestro rostro santo llorar lágrimas de amor.
¡Pero qué fuera de mi, si me hubiérades llamado en medio de mi pecado al tribunal que ofendí!
¿Es posible, vida mía, que tanto mal os causé, que os dejé, que os olvidé, ya que vuestro amor sabía?
Bendigo vuestra piedad, pues me llamáis a que os quiera, como si de mi tuviera vuestro amor necesidad.
Tengo por dolor más fuerte, que el veros muerto por mi, el saber que os ofendí, cuando supe vuestra muerte.
Vida mía, ¿Vos a mi en qué me habéis menester, si a Vos os debo mi ser, cuanto soy, y cuanto fui?
Que antes que yo la supiera, tanto dolor os causara, alguna disculpa hallara, pero después, no pudiera.
¿Para qué puedo importaros, si soy lo que Vos sabéis? ¿qué necesidad tenéis? ¿qué cielo tengo que daros?
¡Ay de mi, que sin razón pasé la flor de mis años, en medio de los engaños de aquella ciega afición!
¿Qué gloria buscáis aquí? pues sin Vos, mi bien eterno, todo parezco un infierno, ¡mirad cómo entráis en mi!
¿Qué de locos desatinos por mis sentidos pasaron, mientras que no me miraron, Sol, vuestros ojos divinos!
Pero ¿quien puede igualar a vuestro divino amor? como Vos amáis, Señor, ¿qué Serafín puede amar?
Lejos anduve de Vos, hermosura celestial, lejos, y lleno de mal, como quien vive sin Dios.
Yo os amo, Dios soberano, no como Vos merecéis, pero cuanto Vos sabéis que cabe en sentido humano.
Mas no me haber acercado antes de ahora, sería ver que seguro os tenía, porque estábades clavado.
Hallo tanto que querer, y estoy tan tierno por Vos, que si pudiera ser Dios, os diera todo mi ser.
Que a fe que si yo supiera que os podíades huir, que yo os viniera a seguir, primero que me perdiera.
Toda el alma de Vos llena me saca de mi, Señor, dejadme llorar de amor, como otras veces de pena.
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Por tu santa cruz redimiste al mundo “El Vía Crucis es un camino amado por la Iglesia, que ha conservado la memoria viva de las palabras y de los acontecimientos de los últimos días de su Esposo y Señor” (Directorio de Piedad y Liturgia, n. 133). Acompañamos a Jesús en su Pasión y muerte, en sus horas finales, en el Vía Crucis de la mano de las meditaciones de san Carlos Borromeo, obispo de Milán en el siglo XVI, recogido en Rezar el Vía Crucis con los santos, de Pablo Cervera (Editorial San Pablo). I ESTACIÓN. JESÚS ES CONDENADO A MUERTE
Los sumos sacerdotes y el sanedrín en pleno buscaban un falso testimonio contra Jesús para condenarlo a muerte y no lo encontraban, a pesar de los muchos falsos testigos que comparecían. (Mt 26, 59-60).
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Meditaciones del Vía Crucis con san Carlos Borromeo
Reflexión: Las heridas del cuerpo abren el secreto del corazón; se desvela ese gran sacramento de piedad; se manifiestan las entrañas de misericordia de nuestro Dios, con las cuales nos ha visitado como sol que nace de lo alto (Lc, 1, 78). ¿Por qué no se nos mostrarán las entrañas a través de las heridas? ¿Dónde más claramente que en tus heridas habría podido resplandecer el hecho de que eres bueno, Señor, y perdonas, y estás lleno de misericordia (Sal 86,5), porque nadie tiene un amor más grande que éste: dar la vida (Jn 15, 13), para quienes están condenados a muerte? Oración: Padre de misericordia, mira con bondad el sufrimiento y el desamparo de tantos inocentes, que aún hoy son condenados injustamente a muerte. Danos valor y fuerza para defender, siempre y en todo momento, la vida de cada ser humano, preciosa a tus ojos. Te lo pedimos por Cristo, tu Hijo, nuestro hermano y Señor.
aFondo II ESTACIÓN. JESÚS CARGA CON LA CRUZ
Decía todos: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ese le salvará”. (Lc 9, 23-24). Reflexión: Que el soberbio se acerque a Cristo colgado en cruz, despreciado, cargado de injurias, contado entre ladrones, y conocerá su soberbia. Que se acerque el avaro y contemple la desnudez y la pobreza extrema de Cristo en la cruz, y se horrorizará de la detestable villanía de su avaricia. Que se acerque el goloso, siervo de su vientre e inmerso en las delicias y en los placeres del mundo, y medite a Cristo lacerado en todo el cuerpo, que tiene hambre y sed, que bebe hiel y vinagre, carente de todas las comodidades, incluso lícitas y necesarias de esta vida, y se avergonzará de su lascivia. De aquí resulta evidente lo necesaria que es la continua meditación de la pasión de Cristo.
Oración: Padre justo, mira con bondad y con ternura a todos los inocentes perseguidos, a los prisioneros que claman justicia en cárceles infames, a aquellos que presienten el fin después de una larga pena inmerecida. Tu presencia misteriosa haga más llevadera su amargura y disipe las tinieblas del dolor. Te lo pedimos por Cristo, tu Hijo, nuestro Hermano y Señor.
III ESTACIÓN. JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ
De tanto caminar te cansaste, pero sin decir: “Me rindo”. Hallaste el vigor de tu mano, y así no quedaste debilitada. (Is 57, 10). Reflexión: Si recordáramos tantos beneficios, que pudiéramos decir de verdad: No me olvidaré de ti, dulce Jesús: ¡en mis manos y en mi corazón te he grabado! Pero, ¡ay de mí, miserable! Está devastado todo el país y nadie se ocupa de ello (Jer 12,11). Estamos obligados a decirlo con las lágrimas: muere el justo y nadie se ocupa (Is 57,1). Muere por nosotros, pecadores y reos, Cristo, el inocente y justo entre todos los justos, y nadie piensa en ello. Fue traspasado por nuestros delitos, aplastado por nuestras iniquidades (Is 53,5); y nosotros, a menudo, nos olvidamos de todo esto, o en todo caso no reflexionamos, como si no fuera cierto o no nos afectara y no hubiera sido realizado por nuestra causa.
Oración: Padre santo, única esperanza de aquellos que, débiles y heridos, caen; tú conoces lo que hay en cada hombre. Nuestra debilidad hace crecer aún más tu perdón y tu amor hacia nosotros. Haz que, a la luz de tu misericordia, reconozcamos nuestros pasos en falso y, salvados por tu amor, podamos proclamar las maravillas que hace tu gracia en cada uno de nosotros. Por Jesucristo nuestro Señor.
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aFondo IV ESTACIÓN. JESÚS ENCUENTRA A SU MADRE Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: “Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción -¡y a ti misma una espada te traspasará el alma!- a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones”. (Lc 2,34-35) Reflexión: ¡Aquí tenéis, hijos, al Hombre, aquí tenéis a Dios! Mirad hasta dónde se abajó la Divina Majestad para arrancarte de la inmundicia, oh vil criatura; aquí está, presentado al mundo entero. Oh María, la más afligida de todos y llena de toda amargura; aquí tienes a tu Hijo amado, unigénito, hecho con tu purísima sangre, al que llevaste en tu seno durante nueve meses, alimentado y educado por ti. ¡Míralo, éste es tu amado! ¿Es éste al que nos has descrito al principio? ¿Es el que has llamado blanco y bermellón, reconocible entre miles y miles (Cant 5,10), el más hermoso entre los hijos de los hombres (Sal 45,3), todo amable (Cant 5,16) y espléndido? ¡Cuánto ha cambiado! Tú llamabas a su cabeza oro, oro puro: pero mira, ¡está coronado de espinas y de heridas! Oración: Señor, Padre santo, que has restablecido la salvación de los hombres en el misterio pascual, concédenos ser contados entre los hijos de adopción que Jesucristo, tu Hijo, al morir en la cruz, encomendó a su Madre, la Virgen María. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. V ESTACIÓN. SIMÓN DE CIRENE LLEVA LA CRUZ DE JESÚS Cuando le llevaban, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que venía del campo, y le cargaron la cruz para que la llevara detrás de Jesús. (Lc 23,26) Reflexión: ¿Cómo podemos imitar y revivir las virtudes y las costumbres de Cristo Señor, si no contemplamos atenta y frecuentemente su vida y su muerte? Ved el ejemplo; Cristo que dice de sí mismo: “Os he dado ejemplo, para que, como yo he hecho, lo hagáis también vosotros” (Jn 13,15). Observa, observa frecuentemente la vida y la muerte de Cristo, y regula así tu vida; dirige tus acciones y actúa según este modelo, que ves sobre el Monte. Cristo es el camino, la verdad y la vida (Jn 14,6): ¿Cómo podrás recorrer un camino sin observarlo? ¿Cómo podrás aprender la verdad sin escuchar a quien la enseña? ¿Cómo podrás vivir si no piensas en el autor de la vida?
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Oración: Señor mío Jesucristo, dos gracias te pido me concedas antes de mi muerte: la primera, que yo experimente en vida, en el alma y en el cuerpo, aquel dolor que tú, dulce Jesús, soportaste en la hora de tu acerbísima pasión; la segunda, que yo experimente en mi corazón, en la medida de lo posible, aquel amor sin medida en que Tú, Hijo de Dios, ardías cuando te ofreciste a sufrir tantos padecimientos por nosotros pecadores. nuestro Hermano y Señor.
aFondo VI ESTACIÓN. LA VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS Creció como un retoño delante de él, como raíz de tierra árida. No tenía apariencia ni presencia; (le vimos) y no tenía aspecto que pudiésemos estimar. Despreciable y desecho de hombres, varón de dolores y sabedor de dolencias, como uno ante quien se oculta el rostro, despreciable, y no le tuvimos en cuenta. (Is 53, 2-3) Reflexión: ¡Cómo resplandece la luz sobre ese rostro, en el que no se ven más que escupitajos y contusiones, golpes y sangre, lágrimas y llagas hinchadas! Sin embargo, queridos hijos, todo esto resplandece en el rostro de Jesucristo tan deformado que parece más un monstruo que el rostro de un hombre: la deformidad de ese rostro hacía vislumbrar la inmensa luminosidad de la bondad divina, el deslumbrante esplendor de la justicia, la inefable belleza de la misericordia, el amor ardentísimo hacia todos los hombres, desde el momento en que el Hijo Unigénito de Dios aceptó todos estos ultrajes para renovar nuestra imagen. Este, al que veis clavado en cruz, es el Libro, que contiene descritas todas estas cosas con caracteres facilísimos, y las propone a todos.
Oración: Dios todopoderoso y eterno, que creaste a todos los hombres para que te buscaran y, cuando te encontraran, descansaran en ti, concédeles que, en medio de sus dificultades, los signos de tu amor y el testimonio de los creyentes les lleven al gozo de reconocerte como Dios y Padre de todos los hombres. Por Jesucristo nuestro Señor.
VII ESTACIÓN. JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ Ciertamente, fue crucificado en razón de su flaqueza, pero está vivo por la fuerza de Dios. Así también nosotros: somos débiles en él, pero viviremos con él por la fuerza de Dios sobre nosotros. (2 Cor 13,4)
Reflexión: Este recuerdo de los dolores y de las penas del Hijo de Dios hace dulce y suave todo lo que parece más amargo y más pesado para nuestra carne y para los sentidos. Este madero, con mayor eficacia que el antiguo madero inmerso en las aguas amargas, las hace dulcísimas. Para vosotros es como un poderoso estímulo para soportar todas estas cosas, e incluso más ásperas, con gran tranquilidad de ánimo. ¿Quién, viendo a Cristo y su cabeza coronada de espinas, abrevado con hiel y vinagre, sufriendo numerosos y diversos dolores, no soportará también él con gusto y durante poco tiempo alguna dureza, ayunará y se esforzará por someter su carne? Oración: Señor Jesucristo, que por nuestra salvación te sometiste al tormento de la pasión, y en la debilidad de tu naturaleza humana: purifica con tu sangre salvadora a quienes piadosamente recordamos tus tormentos. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
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VIII ESTACIÓN. JESÚS ENCUENTRA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia” (Mt 5,7) Reflexión: Mete tu mano, pecador, en el sagrado Costado, y mira cuánta es la fuerza y la severidad de la divina justicia, ¡y qué terrible pena te domina, si no te corriges! El Hijo del hombre ha cargado sobre sus hombros con los pecados de los hombres, y por ellos, que no eran suyos, se ha sometido al despiadado suplicio de la cruz. ¿Qué te tocará, indignísimo tanto tiempo esperando a penitencia, y en qué piensas para convertirte? Que se te graben en el corazón las palabras que el mismo Hijo de Dios, pensando en esto, dijo, cuando era arrastrado a la muerte, a fieles y piadosas mujeres que lo acompañaban y que amargamente lloraban su suerte.
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Oración: Dios todopoderoso y eterno, que en Cristo manifiestas tu gloria a todas las naciones, vela solícito por la obra de tu amor, para que la Iglesia, extendida por todo el mundo, persevere con fe inquebrantable en la confesión de tu nombre. Por Jesucristo nuestro Señor.
IX ESTACIÓN. JESÚS CAE POR TERCERA VEZ “Horrorizados de mí, se quedan a distancia, y sin reparo a la cara me escupen. Una ralea se alza a mi derecha, exploran si me encuentro tranquilo, y abren hacia mí sus caminos siniestros”. (Job 30, 10.12) Reflexión: ¡Ay si nos eleváramos a menudo desde la tierra a la contemplación de esta gloriosa Pasión! ¡Cuánto gusto, cuánta dulzura sentiría nuestra alma con ello, y cuánto menos pecaríamos de lo que lo hacemos! Cristo crucificado es el remedio, y, por así decirlo, el antídoto contra el veneno pestilente de los pecados. En definitiva, este es el libro donde se lee toda nuestra doctrina, de donde se saca todo remedio para nuestras enfermedades. Oración: Dios todopoderoso y lleno de amor, concédenos recibir del Corazón de tu Hijo la inagotable abundancia de tu gracia. Por Jesucristo nuestro Señor.
X ESTACIÓN. JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS Los soldados, después que crucificaron a Jesús, tomaron sus vestidos, con los que hicieron cuatro lotes, un lote para cada soldado, y la túnica. La túnica era sin costura, tejida de una pieza de arriba abajo. Por eso se dijeron: “No la rompamos; sino echemos a suertes a ver a quién le toca”. Para que se cumpliera la Escritura: “Se han repartido mis vestidos, han echado a suertes mi túnica”. Y esto es lo que hicieron los soldados. (Jn 19,23-24) Reflexión: Somos nosotros, buen Jesús, quienes hemos pecado, no tú. Tu cabeza era inocente, pero la mía, llena de soberbia y de vanidad, debía ser traspasada por aquellas espinas; mi indecencia era la que merecía ser desfigurada por escupitajos, no ese rostro santo, gloria y gozo de los ángeles; no debían velarse esos ojos purísimos, que a quien miraban atraían a penitencia y a enmienda de vida, sino más bien los míos impúdicos, que tantas veces han hecho presa de mí y de las demás almas. Tú no debías gustar la hiel y el vinagre, sino yo, que he secundado muchas veces el sentido y me he dado a graves excesos.
XI ESTACIÓN. JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ
“Desde la hora sexta hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona. Y alrededor de la hora nona clamó Jesús con fuerte voz: “¡Elí, Elí! ¿Lemá sabactaní?”, esto es: “¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?”. (Mt 27, 45-46) Reflexión: Oh buen Dios, ¿dónde salvo en el cruz y en la muerte de tu Hijo Unigénito hemos conocido los múltiples regalos de tu Divinidad, comunicados sin ninguna esperanza de retribución a tus enemigos, por los cuales habías sido ofendido y todavía eres aún ofendido? Te habría sido posible redimir y liberar al mundo entero sin ofrecer ningún precio; pero la pasión de Cristo tu hijo manifestó ampliamente tu incomprensible misericordia. Por eso, el apóstol dice: “Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, de muertos que estábamos por los pecados, os ha hecho revivir con Cristo”. (Ef 2, 4-5) Oración: Omnipotente, santísimo, altísimo y sumo Dios, Padre santo y justo, porque todos nosotros no somos dignos de nombrarte, imploramos suplicantes que nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo amado, en quien bien te complaciste, junto con el Espíritu Santo Paráclito, te dé gracias por todos como a ti y a él os place, él que te basta siempre para todo y por quien tantas cosas hiciste en favor nuestro.
Oración: Dios justo y misericordioso, que quisiste que tu único Hijo fuera condenado a muerte por nosotros, pecadores, danos la compunción saludable del corazón, para que quienes, prevaricando, hemos pisoteado al autor de la vida, podamos, mediante la penitencia, obtener por su muerte la vida. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
aFondo XII ESTACIÓN. JESÚS MUERE EN LA CRUZ Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, para que se cumpliera la Escritura dice: “Tengo sed”. Había allí una vasija llena de vinagre. Sujetaron a una rama de hisopo una esponja empapada en vinagre y se la acercaron a la boca. Cuando tomó Jesús el vinagre, dijo: “Todo está cumplido”. E inclinando la cabeza entregó el espíritu. (Jn 19, 28-30) Reflexión: Mira, Padre, a todos los pecadores con la mirada de tu misericordia, y no tengas en cuenta el mal que han cometido, sino más bien tu imagen, la sangre de tu Hijo, con la que son lavados y redimidos; que vuelvan finalmente de sus pésimos caminos, y te busquen a ti, único autor de la vida y de todos los bienes. Mira, por último, en este rostro, en estas llagas, en esta Sangre de tu Cristo, a todos los hombres de todo tipo, rango y condición; ya que por todos y por cada uno fue derramada esta Sangre. Oración: Padre santo, sólo un pequeño resto, al cual has querido entregar tu Reino (…) concede a los que anuncian la Palabra en el mundo entero, la audacia y la libertad de los hijos de Dios, mediante las cuales tu Espíritu irrumpe con la fuerza de la Pascua y el lenguaje misterioso de la Cruz, escándalo a los ojos del mundo, pero sabiduría para los que creen. Por Jesucristo nuestro Señor.
XIII ESTACIÓN. JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ Pero al llegar a Jesús, como lo vieron ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua. (Jn 19, 33-34) Reflexión: Todos los bienes y todos los favores nos llegan desde el Costado de Cristo. De ahí los sacramentos, las ayudas, las gracias, la gloria. Este Costado abierto ha abierto de par en par las puertas del Cielo, ha roto los poderes del infierno, ha reprimido la facilidad para pecar. Quienes se refugian en este Costado caen más difícilmente en el pecado, más fácilmente se levantan desde el pecado, y actúan con más alegría. Para ellos, la virtud es más amable; para ellos, la fatiga es más dulce; para ellos, en una palabra, el yugo de Cristo es dulce y su carga ligera. Oración: Omnipotente, eterno, justo y misericordioso Dios, da-
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nos a nosotros, miserables, hacer por ti mismo lo que sabemos que tú quieres, y siempre querer lo que te place, para que, interiormente purificados, interiormente iluminados y abrasados por el fuego del Espíritu Santo, podamos seguir las huellas de tu amado Hijo, nuestro Señor Jesucristo.
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XIV ESTACIÓN. JESÚS ES COLOCADO EN EL SEPULCRO “El que ama su vida, la pierde; y el que odia su vida en este mundo, la guardará para una vida eterna”. (Jn 12,24). Reflexión: ¿Quién habría pensado jamás que precisamente con los ultrajes y los escupitajos de Cristo, con los azotes y las espinas, con la ignominia y los insultos de la cruz, toda la tierra se habría sometido al imperio de Dios, el príncipe de este mundo habría sido expulsado (Cf Jn 12,31), se nos habría dado la dulce libertad de hijos de Dios, se habrían abierto las puertas del cielo, se habría vencido a la muerte, y por último se derivarían tantos bienes de salvación y de felicidad para las almas? Queda, pues, confusa, humana sabiduría; reconoce a Dios, teme a Dios y adora sólo a Dios. Oración: Padre, Tú has querido que tu Hijo Jesucristo se hiciera hombre para poder ser hermano nuestro y, con su muerte, vencer nuestra muerte. Él descendió al lugar de los muertos para liberar a la humanidad, para hacernos revivir y así poder sentarnos en la mesa festiva de tu Reino. ¡Ven en ayuda de los que tantas veces caminamos en tinieblas y en sombras de muerte! No permitas que nada ni nadie nos aparta de tu amor. Por Cristo nuestro Señor. Tomado de Rezar el Vía Crucis con los santos (Editorial San Pablo).
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Cultura
Una sola cruz, una esperanza El Papa León XIII, en 1887, instituyó la Jornada de oración y ayuda en favor de la Custodia de los Santos Lugares y de la Iglesia presente en el País de Jesús. Se trataba de mostrar, cada Viernes Santo, la comunión de las iglesias de todo el mundo con la Iglesia de Jerusalén y de Tierra Santa. El próximo 14 de abril, Viernes Santo, celebraremos la Jornada de este año con el lema Una sola cruz, una esperanza. Los Lugares Santos son conocidos como el Quinto Evangelio, aquel que nos recuerda el amor extremo del Señor Jesús, particularmente en la entrega de su vida en la Cruz. Pero la memoria se actualiza en la vida de muchos hombres y mujeres por el simple hecho de vivir y, también, por el hecho de vivir su fe. De esta difícil realidad nos hablan muchos lugares de Tierra Santa: Siria e Irak también son Tierra Santa, y allí nuestros hermanos cristianos sufren persecución y muerte. Cuando todo alrededor es violencia, guerra, ruinas, éxodo... ¿Cómo permanecer en pié? ¿Cómo seguir caminando? ¿Cómo seguir viviendo? ¿Cómo mantener la esperanza? Son preguntas que se hacen muchos hombres y mujeres de allí, y particularmente nuestros hermanos cristianos mártires de su fe. Son preguntas que también nos hacemos nosotros desde esta orilla cómoda del Occidente europeo cuando
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Colecta por los Santos Lugares
contemplamos sus imágenes y oímos sus testimonios. Y sin embargo, ese milagro está sucediendo. ¿Quién los sostiene? ¿Quién los fortalece? ¿Quién les da esperanza? Nosotros los creyentes, cuando nuestra fe es viva y no renegamos de ella, sabemos que NUESTRA FUERZA ES EL SEÑOR, que es Él el que hace posible lo que nos parece imposible. Qué bien lo expresaba San Pablo, cuando predicaba con su palabra y su vida a Cristo Crucificado, “fuerza de Dios y sabiduría de Dios”: “Pero llevamos este tesoro en vasijas de barro, para que se vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros. Atribulados en todo, mas no aplastados; apurados, mas no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, mas no aniquilados, llevando siempre y en todas partes en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo” (2 Cor 4,7-10). Sabemos bien que en esas difíciles situaciones nuestros hermanos de Tierra Santa esperan y necesitan de nuestra caridad generosa y solidaria. El Año de la Misericordia nos lo ha recordado y subrayado; nuestro Dios así lo quiere siempre, nuestros hermanos así lo necesitan. Pero sabemos también que, si no ponemos nuestros ojos en el Señor Jesús crucificado, si no le pedimos que esté presente en nuestra vida, no es posible la redención, la salvación que todos necesitamos.
Cultura Es por esto que la Iglesia es misionera, quiere estar cercana a todos los hombres, para suscitar, animar, celebrar la fe salvadora. Quiere acompañar el camino creyente de hombres y mujeres de todos los pueblos, especialmente a las naciones mártires, para sostenerlas y alimentar la esperanza que no defrauda (cfr. Rom 5,1-5). Y con esa Iglesia misionera estamos los franciscanos, está la Custodia de Tierra Santa, queriendo, con la ayuda del Señor, ser servidores de la fe del pueblo de Dios en aquella bendita Tierra, donde hoy toca revivir “la pasión”. Fray Ibrahim Alsabah, franciscano responsable de la comunidad latina de Alepo y párroco de la iglesia local de San Francisco de Asís, en su libro Un instante antes del alba, en el que narra sus dos últimos difíciles años al servicio de su comunidad Siria, confiesa: “Nosotros los franciscanos vemos al Señor resucitado en estas ruinas de Alepo, la luz de Cristo en medio de la oscuridad. Mientras la gente observa con sabiduría humana y ve que no hay vía de salida, que no hay futuro, nosotros con los ojos de la fe y de la sabiduría divina logramos ver a Cristo resucitado que está presente en medio de su pueblo, que obra todos los días milagros entre nosotros... Esto nos alegra el corazón y nos da siempre la esperanza de un futuro mejor en el que la guerra y el odio no tendrán la última palabra”. A fray Ibrahim se le preguntó ¿qué nos pide a los que vivimos en Europa? Y nos decía: “Ante todo conti-
nuar con vuestras oraciones por el Oriente Medio, especialmente por los cristianos de Siria y Alepo, porque orar es una señal de fe y hace que la comunión que existe entre nosotros sea aún mayor. Además, aquí hace falta de todo. A veces ni siquiera podemos decir qué es lo que nos hace falta de verdad. Cuando nos llegan las ayudas, podemos hacer muchas cosas para ayudar a la gente, aunque sea con poco. No olvidéis ser generosos”. Así pues, el recuerdo de los lugares de la Pasión en Tierra Santa y la memoria de los padecimientos de los cristianos de Oriente Medio nos llaman a la solicitud y preocupación por aquellos que, sostenidos por la fuerza del Señor, allí viven, trabajan y testimonian nuestra común fe en medio de muchas dificultades. Siempre, pero especialmente el próximo Viernes Santo, estamos invitados a hacer nuestro el texto del Evangelio de Juan que nos dice: “Junto a la cruz de Jesús estaban su Madre... y el discípulo amado” (Jn 19,25-28). También hoy Jesús y los cristianos en su pasión esperan encontrarnos junto a ellos a los discípulos de esta hora, a ti y a mí. Sí, hermano, pongámonos junto a la cruz, hagámosla cercanía y solidaridad, con la oración y la ayuda solicitada por la Iglesia en la Jornada a favor de Tierra Santa. PP. Comisarios de Tierra Santa
Santo Sepulcro
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Cultura Finalización de la restauración del Edículo del Santo Sepulcro El pasado día 22, después de diez meses de obras de restauración, el Edículo fue reinaugurado en una ceremonia ecuménica con los representantes de las tres Iglesias que firmaron el acuerdo que ha hecho posible realizar estas obras: S.B. Teófilo III, Patriarca greco-ortodoxo; Fr. Francesco Patton, ofm, Custodio de Tierra Santa; S.B. Nourhan Maougian, Patriarca armenio apostólico; y monseñor Pierbattista Pizzabala, actualmente administrador apostólico. El Edículo que guarda los restos de la tumba de Jesús como un cofre, ha sido consolidado, reparado, estabilizado, limpiado y despojado de las vigas de acero instaladas en 1947 por los británicos entonces al mando, para sostener la construcción que amenazaba con derrumbarse. Construido en 1801, después del incendio de 1808 que destruyó la estructura anterior, el Edículo fue dañado por un fuerte terremoto en 1927. En esa época, las Iglesias no llegaron a un acuerdo para su restauración. Entonces los británicos, algunos meses antes de terminar su mandato sobre Palestina, prefirieron rodear de hierro el edificio para impedir que se derrumbara sobre sí mismo. Setenta años después –gracias al acuerdo entre las iglesias greco-ortodoxa, latina (representada por los franciscanos de la Custodia) y armenia apostólica y como continuación de las obras iniciadas en mayo de 2016– el Edículo ha sido objeto de una restauración estructural de forma que ahora puede sostenerse sin estructura externa, aunque a los ojos de los habituales les resulta extraño ver un Edículo en apariencia “tan desprotegido”. Pero las causas de su fragilidad aún no han sido eliminadas completamente y, en concreto la humedad crónica, debido a que en Jerusalén, las agua de lluvia, una vez alcanzan el nivel de la roca, al no poder fluir, se estancan o ascienden por capilaridad o se evaporan produciendo un alto grado de humedad en todas las viviendas de la ciudad, incluida la basílica. Puede no gustar mucho el estilo barroco otomano en que fue construido el edificio, pero sin embargo sí es digno de admirar el resultado de las obras.
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Las obras han sido financiadas por las tres principales denominaciones cristianas del Santo Sepulcro: los greco-ortodoxos, los franciscanos y los armenios. A su participación se han añadido ayudas públicas del
gobierno griego y de benefactores privados. El Fondo mundial para los monumentos (World Monuments Fund, WMF) ha desempeñado un importante papel en la recaudación de los fondos necesarios. La Santa Sede igualmente ha ofrecido su contribución económica tanto para la restauración del Santo Sepulcro como para la Basílica de la Natividad de Belén. En la región, el rey Abdalá II de Jordania ha hecho una makruma, una donación real benéfica, y las autoridades palestinas no han querido ser menos, participando también. Comisaría de Tierra Santa Provincia La Inmaculada
SignoyGracia
El significado de las palmas benditas Nos preparamos adecuadamente para cuando Cristo venga glorioso entre las nubes a establecer su Reinado definitivo. SIGNIFICADO TEOLÓGICO Y ESPIRITUAL DEL DOMINGO DE RAMOS Se trata, ante todo, de un domingo. Y como todos los domingos, lo primordial en él es la celebración de la Resurrección del Señor. La estructura de la celebración del Domingo de Ramos corresponde a la de cualquier celebración de la Eucaristía dominical. Sin embargo, el Domingo de Ramos presenta una peculiaridad que le distingue de otros domingos: la proclamación de la Pasión del Señor y la procesión de los ramos.
Domingo de Ramos sión debe leerse también en todas las demás, al menos en su forma breve. Por medio de esta procesión nosotros conmemoramos la entrada mesiánica de Jesús en Jerusalén. Pero no se trata de representar simplemente un hecho del pasado. Es hoy cuando aclamamos al Mesías Jesús que, a través de su muerte y resurrección, ha entrado triunfante, no ya en la Jerusalén terrena, sino en la Jerusalén del cielo, para sentarse a la derecha del Padre. Jesús quiso entrar en Jerusalén como Rey Mesías. Pero, lo hizo en la forma que había profetizado Zacarías: no con prepotencia sino humildemente montado en un burrito, rodeado de niños que lo aclamaban agitando ramas de olivo.
LA LECTURA DE LA PASIÓN DEL SEÑOR Nos recuerda que la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte se ha conseguido a través de su entrega amorosa hasta dar la vida. La muerte de Jesús no es un imprevisto. Es fruto de su amor al Padre y de su entrega al Evangelio de la salvación. Por eso, el color litúrgico morado, propio de la Cuaresma, se cambia hoy por el rojo, como en las fiestas de los mártires, para recordarnos que la sangre del mártir Jesús se derrama por nuestra salvación. LA SOLEMNE PROCESIÓN CON QUE DA COMIENZO LA MISA La procesión de entrada, con las palmas y los ramos, aunque resulte tan vistosa y entrañable, posee una importancia mucho menor. Por eso no se hace más que en una de las misas del día, mientras que la Pa-
El Mesías Jesús no entraba en Jerusalén para luchar contra la dominación romana, sino contra el dominio del pecado y de la muerte. SIGNIFICADO DE LAS PALMAS BENDITAS DEL DOMINGO DE RAMOS Recuerdan las palmas y ramos de olivo que los habitantes de Jerusalén movían y colocaban al paso de Jesús, cuando lo aclamaban como Rey y como el venido en nombre del Señor. Las palmas benditas significan que con ellas proclamamos a Jesús como Rey de Cielos y Tierra, pero -sobre todo- que lo proclamemos como Rey de nuestro corazón. Ignacio Fernández González Sacerdote Diócesis Granada
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luzdelaPalabra
“Padre, hágase tu voluntad y no la mía” Isaías 50, 4-7 Salmo 21 Filipenses 2, 6-11 Mateo 26, 14 - 27, 66
Al atardecer se puso a la mesa con los Doce. Mientras comían dijo: “En verdad os digo que uno de vosotros me va a entregar”. Ellos, muy entristecidos, se pusieron a preguntarle uno tras otro: “¿Soy yo acaso, Señor?”. Él respondió: “El que ha metido conmigo la mano en la fuente, ese me va a entregar. Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: “¿Soy yo acaso, Maestro?”. Él respondió: “Tú lo has dicho”. Mientras comían, Jesús tomó pan y, después de pronunciar la bendición, lo partió, lo dio a los discípulos y les dijo: “Tomad, comed: esto es mi cuerpo”. Después tomó el cáliz, pronunció la acción de gracias y dijo: “Bebed todos; porque esta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados. Y os digo que desde ahora ya no beberé del fruto de la vid hasta el día que beba con vosotros el vino nuevo en el reino de mi Padre”. Después de cantar el himno salieron para el monte de los Olivos. Entonces Jesús les dijo: “Esta noche os
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Domingo de Ramos vais a escandalizar todos por mi causa, porque está escrito: Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño. Pero cuando resucite, iré delante de vosotros a Galilea”. Pedro replicó: “Aunque todos caigan por tu causa, yo jamás caeré”. Jesús le dijo: “En verdad te digo que esta noche, antes de que el gallo cante, me negarás tres veces”. Pedro le replicó: “Aunque tenga que morir contigo, no te negaré”. Y lo mismo decían los demás discípulos. Entonces Jesús fue con ellos a un huerto, llamado Getsemaní, y dijo a los discípulos: “Sentaos aquí, mientras voy allá a orar”. Y llevándose a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, empezó a sentir tristeza y angustia. Entonces les dijo: “Mi alma está triste hasta la muerte; quedaos aquí y velad conmigo”. Y adelantándose un poco cayó rostro en tierra y oraba diciendo: “Padre mío, si es posible, que pase de mí este cáliz. Pero no se haga como yo quiero, sino como quieres tú”. Y viniendo otra vez, los encontró dormidos, porque sus ojos se cerraban de sueño. Dejándolos de nuevo, por tercera vez oraba repitiendo las mismas palabras. Volvió a los discípulos, los encontró dormidos y les dijo: “Ya podéis dormir y descansar. Mirad, está cerca la hora y el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. ¡Levantaos, vamos! Ya está cerca el que me entrega”.
Todavía estaba hablando, cuando apareció Judas, uno de los Doce, acompañado de un tropel de gente, con espadas y palos, enviado por los sumos sacerdotes y los ancianos. El traidor les había dado esta contraseña: “Al que yo bese, ese es: prendedlo”. Después se acercó a Jesús y le dijo: “¡Salve, Maestro!”. Y lo besó. Pero Jesús le contestó: “Amigo, ¿a qué vienes?”. Entonces se acercaron a Jesús y le echaron mano y lo prendieron. En aquel momento todos los discípulos lo abandonaron y huyeron. Los que prendieron a Jesús lo condujeron a casa de Caifás, el sumo sacerdote, donde se habían reunido los escribas y los ancianos. El sumo sacerdote se puso en pie y le dijo: “¿No tienes nada que responder? ¿Qué son estos cargos que presentan contra ti?”. Pero Jesús callaba. Y el sumo sacerdote le dijo: “Te conjuro por el Dios vivo a que nos digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios”. Jesús le respondió: “Tú lo has dicho. Más aún, yo os digo: desde ahora veréis al Hijo del hombre sentado a la derecha del Poder y que viene sobre las nubes del cielo”. Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras diciendo: “Ha blasfemado. ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Acabáis de oír la blasfemia. ¿Qué decidís?”. Y ellos contestaron: “Es reo de muerte”. Pedro estaba sentado fuera en el patio y se le acercó una criada y le dijo: “También tú estabas con Jesús el Galileo”. Él lo negó delante de todos diciendo: «No sé qué quieres decir». Y al salir al portal lo vio otra y dijo a los que estaban allí: «Este estaba con Jesús el Nazareno». Otra vez negó él con juramento: “No conozco a ese hombre”. Poco después se acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro: “Seguro; tú también eres de ellos, tu acento te delata”. Entonces él se puso a echar maldiciones y a jurar diciendo: “No conozco a ese hombre”. Y enseguida cantó un gallo. Pedro se acordó de aquellas palabras de Jesús: “Antes de que cante el gallo me negarás tres veces”. Y saliendo afuera, lloró amargamente. Jesús fue llevado ante el gobernador, y el gobernador le preguntó: “¿Eres tú el rey de los judíos?”. Jesús respondió: “Tú lo dices”. Y mientras lo acusaban los sumos sacerdotes y los ancianos no contestaba nada. Cuando la gente acudió, dijo Pilato: “¿A quién queréis que os suelte, a Barrabás o a Jesús, a quien llaman el Mesías?”. Pues sabía que se lo habían entregado por envidia. Y mientras estaba sentado en el tribunal, su mujer le mandó a decir: “No te metas con ese justo porque esta noche he sufrido mucho soñando con él”. Pero los sumos sacerdotes y los ancianos con-
vencieron a la gente para que pidieran la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús. El gobernador preguntó: “¿A cuál de los dos queréis que os suelte?”. Ellos dijeron: “A Barrabás”. Pilato les preguntó: “¿Y qué hago con Jesús, llamado el Mesías?”. Contestaron todos: “Sea crucificado”. Pilato insistió: “Pues, ¿qué mal ha hecho?”. Pero ellos gritaban más fuerte: “¡Sea crucificado!”. Al ver Pilato que todo era inútil y que, al contrario, se estaba formando un tumulto, tomó agua y se lavó las manos. Entonces los soldados del gobernador se llevaron a Jesús al pretorio y trenzando una corona de espinas se la ciñeron a la cabeza y le pusieron una caña en la mano derecha. Y se burlaban de él Al salir, encontraron a un hombre de Cirene, llamado Simón, y lo forzaron a llevar su cruz. Cuando llegaron al lugar llamado Gólgota (que quiere decir lugar de “la calavera”), le dieron a beber vino mezclado con hiél; él lo probó, pero no quiso beberlo. Después de crucificarlo, se repartieron su ropa echándola a suertes y luego se sentaron a custodiarlo. Encima de la cabeza colocaron un letrero con la acusación: “Este es Jesús, el rey de los judíos”. A la hora nona, Jesús gritó con voz potente: Elí, Elí, lemá sabaktaní , es decir: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”. Jesús, gritando de nuevo con voz potente, exhaló el espíritu. Entonces el velo del templo se rasgó en dos de arriba abajo; la tierra tembló, las rocas se resquebrajaron, las tumbas se abrieron y muchos cuerpos de santos que habían muerto resucitaron y, saliendo de las tumbas después que él resucitó, entraron en la ciudad santa y se aparecieron a muchos. El centurión y sus hombres, que custodiaban a Jesús, al ver el terremoto y lo que pasaba, dijeron aterrorizados: “Verdaderamente este era Hijo de Dios”.
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“Si no te lavo los pies no tienes parte conmigo” Éxodo 12, 1-8. 11-14 Salmo 115 1 Corintios 11, 23-26 Juan 13, 1-15 Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Estaban cenando; ya el diablo había suscitado en el corazón de Judas, hijo de Simón Iscariote, la intención de entregarlo; y Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido. Llegó a Simón Pedro y este le dice: “Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?”. Jesús
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Jueves Santo
le replicó: “Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde”. Pedro le dice: “No me lavarás los pies jamás”. Jesús le contestó: “Si no te lavo, no tienes parte conmigo”. Simón Pedro le dice: “Señor, no solo los pies, sino también las manos y la cabeza”. Jesús le dice: “Uno que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. También vosotros estáis limpios, aunque no todos”. Porque sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: “No todos estáis limpios”. Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo: “¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis “el Maestro” y “el Señor”, y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros: os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis”.
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“Mi reino no es de este mundo”
Viernes Santo
Isaías 52, 13 - 53, 12 Salmo 30 Hebreos 4, 14-16; 5, 7-9
al hablar, muestra en qué he faltado; pero si he hablado como se debe, ¿por qué me pegas?”. Entonces Anás lo envió atado a Caifás, sumo sacerdote.
Juan 18, 1 - 19, 42
Simón Pedro estaba de pie, calentándose, y le dijeron: “¿No eres tú también de sus discípulos?”. Él lo negó, diciendo: “No lo soy”. Uno de los criados del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro le cortó la oreja, le dijo: “¿No te he visto yo en el huerto con él?”. Pedro volvió a negar, y enseguida cantó un gallo.
Después de decir esto, salió Jesús con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón, donde había un huerto, y entraron allí él y sus discípulos. Judas, el que lo iba a entregar, conocía también el sitio, porque Jesús se reunía a menudo allí con sus discípulos. Judas entonces, tomando una cohorte y unos guardias de los sumos sacerdotes y de los fariseos, entró allá con faroles, antorchas y armas. Jesús, sabiendo todo lo que venía sobre él, se adelantó y les dijo: “¿A quién buscáis?”. Le contestaron: “A Jesús, el Nazareno”. Les dijo Jesús: “Yo soy. Si me buscáis a mí, dejad marchar a estos”. La cohorte, el tribuno y los guardias de los judíos prendieron a Jesús, lo ataron y lo llevaron primero a Anás, porque era suegro de Caifás. El sumo sacerdote interrogó a Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina. Jesús le contestó: “Yo he hablado abiertamente al mundo; yo he enseñado continuamente en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he dicho nada a escondidas. ¿Por qué me preguntas a mí? Pregunta a los que me han oído de qué les he hablado. Ellos saben lo que yo he dicho”. Apenas dijo esto, uno de los guardias que estaba allí le dio una bofetada a Jesús, diciendo: “¿Así contestas al sumo sacerdote?”. Jesús respondió: “Si he faltado
Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era el amanecer, y ellos no entraron en el pretorio. Entró Pilato en el pretorio, llamó a Jesús y le dijo: “¿Eres tú el rey de los judíos?”. Jesús le contestó: “¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?”. Pilato replicó: “¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?”. Jesús le contestó: “Mi reino no es de este mundo”. Dicho esto, salió otra vez Pilatos a donde estaban los judíos y les dijo: “Yo no encuentro en él ninguna culpa. Es costumbre entre vosotros que por Pascua ponga a uno en libertad. ¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?”. Volvieron a gritar: “A ese no, a Barrabás”. El tal Barrabás era un bandido. Pilato entonces, al oír estas palabras, sacó afuera a Jesús y se sentó en el tribunal, en el sitio que llaman “el Enlosado” (en hebreo Gábbata). Era el día de la Preparación de la Pascua, hacia el mediodía. Y dijo Pilato a los judíos: “He aquí a vuestro rey”. Ellos grita-
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luzdelaPalabra Los soldados, cuando crucificaron a Jesús, cogieron su ropa, haciendo cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura, tejida toda de una pieza de arriba abajo. Y se dijeron: “No la rasguemos, sino echémosla a suerte, a ver a quién le toca”. Así se cumplió la Escritura: “Se repartieron mis ropas y echaron a suerte mi túnica”. Esto hicieron los soldados. Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo al que amaba, dijo a su madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Luego, dijo al discípulo: “Ahí tienes a tu madre”. Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como algo propio. Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, para que se cumpliera la Escritura, dijo: “Tengo sed”. Había allí un jarro lleno de vinagre. Y, sujetando una esponja empapada en vinagre a una caña de hisopo, se la acercaron a la boca. Jesús, cuando tomó el vinagre, dijo: “Está cumplido”. E, inclinando la cabeza, entregó el espíritu.
ron: “¡Fuera, fuera; crucifícalo!”. Pilato les dijo: “¿A vuestro rey voy a crucificar?”. Contestaron los sumos sacerdotes: “No tenemos más rey que al César”. Entonces se lo entregó para que lo crucificaran. Tomaron a Jesús, y, cargando él mismo con la cruz, salió al sitio llamado “de la Calavera” (que en hebreo se dice Gólgota), donde lo crucificaron; y con él a otros dos, uno a cada lado, y en medio, Jesús. Y Pilato escribió un letrero y lo puso encima de la cruz; en él estaba escrito: «Jesús, el Nazareno, el rey de los judíos». Leyeron el letrero muchos judíos, porque estaba cerca el lugar donde crucificaron a Jesús, y estaba escrito en hebreo, latín y griego. Entonces los sumos sacerdotes de los judíos dijeron a Pilato: «No escribas “El rey de los judíos”, sino: Este ha dicho: Soy el rey de los judíos”. Pilato les contestó: “Lo escrito, escrito está”.
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Los judíos entonces, como era el día de la Preparación, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día grande, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran. Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua. El que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice verdad, para que también vosotros creáis. Esto ocurrió para que se cumpliera la Escritura: “No le quebrarán un hueso”; y en otro lugar la Escritura dice: “Mirarán al que traspasaron”. Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús aunque oculto por miedo a los judíos, pidió a Pilato que le dejara llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato lo autorizó. Él fue entonces y se llevó el cuerpo. Llegó también Nicodemo, el que había ido a verlo de noche, y trajo unas cien libras de una mixtura de mirra y áloe. Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en los lienzos con los aromas, según se acostumbra a enterrar entre los judíos. Había un huerto en el sitio donde lo crucificaron, y en el huerto, un sepulcro nuevo donde nadie había sido enterrado todavía. Y como para los judíos era el día de la Preparación, y el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús.
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“Se han llevado al Señor y no sabemos donde lo han puesto” Hechos 10, 34a. 37-43 Salmo 117 Colosenses 3, 1-4 Juan 20, 1-9 El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: “Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto”.
I Domingo de Pascua
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.
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Pascua es la fiesta de la nueva creación. Jesús ha resucitado y no morirá de nuevo. Ha descerrajado la puerta hacia una nueva vida que ya no conoce ni la enfermedad ni la muerte. Ha asumido al hombre en Dios mismo. Se ha abierto una nueva dimensión para el hombre. La creación se ha hecho más grande y más espaciosa. La Pascua es el día de una nueva creación. Benedicto XVI En la Vigilia Pascual el 7 de abril de 2012
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