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8 de abril de 2018 Nº 1231 • AÑO XXVI
CRISTIANISMO EN LA SOCIEDAD CHINA
LA VERDADERA ESPERANZA DEL MUNDO HACIA UNA ADORACIÓN PERPETUA
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Semanario de las Iglesias de Granada y Guadix
vozdelPapa
La verdadera esperanza del mundo “Jesús ha resucitado de entre los muertos”. Extracto del Mensaje Urbi et Orbi del Papa Francisco en la Pascua del Señor, el pasado 1 de abril. Junto con el canto del aleluya, resuena en la Iglesia y en todo el mundo, este mensaje: Jesús es el Señor, el Padre lo ha resucitado y él vive para siempre en medio de nosotros. (…) Esto es lo que ha sucedido: Jesús, el grano de trigo sembrado por Dios en los surcos de la tierra, murió víctima del pecado del mundo, permaneció dos días en el sepulcro; pero en su muerte estaba presente toda la potencia del amor de Dios, que se liberó y se manifestó el tercer día, y que hoy celebramos: la Pascua de Cristo Señor. Nosotros, cristianos, creemos y sabemos que la resurrección de Cristo es la verdadera esperanza del mundo, aquella que no defrauda. Es la fuerza del grano de trigo, del amor que se humilla y se da hasta el final, y que renueva realmente el mundo. También hoy esta fuerza produce fruto en los surcos de nuestra historia, marcada por tantas injusticias y violencias. Trae frutos de esperanza y dignidad donde hay miseria y exclusión, donde hay hambre y falta trabajo, a los prófugos y refugiados —tantas veces rechazados por la cultura actual del descarte—, a las víctimas del narcotráfico, de la trata de personas y de las distintas formas de esclavitud de nuestro tiempo. Y, hoy, nosotros pedimos frutos de paz para el mundo entero, comenzando por la amada y martirizada Siria,
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La Resurrección de Cristo
cuya población está extenuada por una guerra que no tiene fin. Que la luz de Cristo resucitado ilumine en esta Pascua las conciencias de todos los responsables políticos y militares, para que se ponga fin inmediatamente al exterminio que se está llevando a cabo, se respete el derecho humanitario y se proceda a facilitar el acceso a las ayudas que estos hermanos y hermanas nuestros necesitan urgentemente, asegurando al mismo tiempo las condiciones adecuadas para el regreso de los desplazados. (…) Que nuestros hermanos en Cristo, que sufren frecuentemente abusos y persecuciones, puedan ser testigos luminosos del Resucitado y de la victoria del bien sobre el mal. (…) Que la paz del Resucitado sane las heridas en Sudán del Sur: abra los corazones al diálogo y a la comprensión mutua. No olvidemos a las víctimas de ese conflicto, especialmente a los niños. Que nunca falte la solidaridad para las numerosas personas obligadas a abandonar sus tierras y privadas del mínimo necesario para vivir. (…) Traiga Cristo Resucitado frutos de vida nueva para los niños que, a causa de las guerras y el hambre, crecen sin esperanza, carentes de educación y de asistencia sanitaria; y también para los ancianos desechados por la cultura egoísta, que descarta a quien no es “productivo”. (…) ¡Feliz Pascua a todos!
Editorial
La Resurrección de Cristo El día más grande del año es la Resurrección de Jesucristo. Que alguien haya resucitado, haya vencido a la muerte y esté vivo para siempre no le es posible a ningún hombre. Todos sabemos que eso no ha pasado nunca. Sólo una vez en la historia y eso porque ese hombre era el Hijo de Dios, era Dios, y se hizo uno de nosotros para compartir nuestra muerte, matar a la muerte, y librarnos a nosotros del poder de la muerte. Y eso no es algo que le paso a Él. Él como era Dios no tenía mucho mérito que Él venciera a la muerte. Lo que tiene mucho mérito es que nos quiera y que esa victoria suya sobre la muerte sea para nosotros una victoria sobre la muerte, sobre la muerta ya ahora, en nuestra vida. El que Jesucristo haya resucitado nos hace posible no dejar de llorar porque perdemos a un ser querido, pero saber que la muerte no es lo único. Morimos, pero del otro lado de la muerte nos aguardan los brazos abiertos de Jesús, para recibirnos a todos. Esos brazos de Jesús representan los brazos de Dios y el amor que nos tiene. Un amor que es más fuerte que la muerte. Y de esa manera, los cristianos morimos. (…) pero nosotros sabemos que el amor de Jesús es más fuerte que la misma muerte, y más fuerte que el mal (…). (…) Cuando Dios dice “Yo te quiero” es para siempre. Por eso, los cristianos, aunque lloremos a veces, aunque a veces nos podamos poner tristes, aunque a veces las cosas se pongan muy difíciles, aunque a
veces se haga de noche, siempre hay una lucecita que brilla, como ese cirio grande que está ahí encendido; siempre hay en nuestra vida una lucecita que brilla y siempre está el amor de Dios con nosotros. Aunque nosotros le demos la espalda a Dios, Dios no nos da la espalda a nosotros; aunque nosotros nos olvidemos de Dios, Dios no se olvida de nosotros. Jesús lo dijo una vez de una manera muy bonita: “Hasta los pelos de tu cabeza están contados”. (…) Y cuando Dios dice “te quiero” nunca da marcha atrás. Y esa es nuestra alegría. Señor, Tú nos quieres. Y, sobre todo, Tú nunca vas a dejar de querernos a nadie. Eso es lo que aprendemos de la Resurrección de Jesús. Por eso, la celebramos todos los años. Y todos los días. Cristo ha resucitado. Y porque Cristo ha resucitado yo vivo contento y con la certeza de que mi destino no es la muerte. Pasaré por la muerte, pero mi destino son los brazos de Dios en la vida eterna. + Javier Martínez Arzobispo de Granada 1 de abril de 2018 S.I Catedral, Domingo de Resurrección Palabras íntegras en www.arzobispodegranada.es y en www.archidiocesisgranada.es
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Sumario Edita: ARZOBISPADO DE GRANADA Plaza Alonso Cano, s/n 18001 GRANADA tel.: 958 215 675 e-mail: mcsgranada@archidiocesisgranada.es www.archidiocesisgranada.es Facebook: Archidiócesis Granada / Secretariado Mcs Granada Twitter: @Archigranada
Directora: Paqui Pallarés García Redacción: María José Aguilar Mateos Colaboradores: Antonio Gómez Casas (Guadix) Ignacio Fernández González
Diseño y maquetación: Secretariado de Medios de Comunicación de la Archidiócesis de Granada
Sumario 02. Voz del Papa La verdadera esperanza del mundo La Resurrección de Cristo
11. Textos Luz, resplandor y gracia en la Trinidad San Atanasio, obispo
03. Editorial La Resurrección de Cristo
12. A fondo Impacto, interacción e inculturación Cristianismo en la sociedad china
05. Mirada
16. Cultura Sobre las muertes de los cristianos Los mártires de las Alpujarras. Volumen III.
• Hacia una adoración perpetua al Santísimo Sacramento • El abrazo de Dios a la humanidad. ¡Feliz Pascua de Resurrección! • El musical “Teresa de Jesús”, del grupo ARAL, llega a Alquife • Granada celebra la Jornada por la Vida • Ciclo de conferencias por el aniversario de la fundación de la Orden de la Merced • VII Jornada de Teología • Canónigos de Guadix en las Jornadas Nacionales de cabildos catedrales y colegiales • Intenciones de oración este mes de abril
18. Testimonio “Credo in Deum” San Pedro de Verona 20. Signo y gracia Doxología Celebración de la Misa (y IV) 21. Luz de la Palabra “Paz a vosotros. Recibid el Espíritu Santo” II Domingo de Pascua Domingo de la Divina Misericordia
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Mirada
Hacia una adoración perpetua al Santísimo Sacramento Se llevará a cabo en un principio dos días a la semana y se irán formando grupos en la medida en que vayan participando más personas. Desde el Domingo de Resurrección, la iglesia parroquial del Sagrario-Catedral se ha convertido en centro de adoración eucarística durante dos días a la semana. Es una iniciativa de adoración al Santísimo Sacramento que, en un principio, se desarrollará durante dos días a la semana: domingos y jueves. Posteriormente, y en la medida en que aumente el número de asistentes y se puedan formar grupos concretos, se incrementaría también los momentos de adoración al Señor, hasta llegar, si fuera posible, a una adoración perpetua. La adoración al Santísimo en la iglesia del Sagrario se celebrará los jueves –por ser el día en que se instituyó
En la iglesia parroquial del Sagrario-Catedral
la Eucaristía, en la Última Cena del Señor-, de 18 a 22 horas. A las 18 horas comenzará una adoración al Santísimo y a las 20 horas se celebrará la Santa Misa con rezo de vísperas. Posteriormente, continuará la adoración al Señor, hasta las 22 horas. En el grupo de los jueves participa ya un grupo de adoradores de la iglesia de Santa María Magdalena y está abierta a todas las personas que lo deseen. Los domingos, la adoración al Señor será de 18 a 20 horas, concluyendo a esa hora con la Santa Misa. La participación en esta adoración al Santísimo está abierta a todas las personas. Con el fin de poder formar grupos y ampliar estos horarios, las personas interesadas pueden acudir al despacho parroquial de la iglesia del Sagrario-Catedral y dirigirse a su párroco D. Juan Gutiérrez.
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Mirada El abrazo de Dios a la humanidad. ¡Feliz Pascua de Resurrección!
Mensaje de D. Javier Martínez, Arzobispo de Granada, de felicitación de Pascua de Resurrección del Señor. Normalmente pensamos que la Semana Santa empieza en el Domingo de Ramos y termina en el Domingo de Resurrección. La Semana Santa –por muy paradójico que parezca- empieza la mañana de Resurrección. Sólo el hecho de que Jesús ha triunfado sobre la muerte, y al triunfar sobre la muerte ha triunfado también sobre el pecado y sobre el significado de nuestra muerte, da sentido a todo lo que sucede en su vida anterior. Da sentido al Domingo de Ramos, a su entrada en Jerusalén, da sentido al Viernes Santo. Sin la mañana de Pascua todos esos días no serían más que un episodio más de los miles, millones de episodios, de la injusticia humana, de la tragedia humana en definitiva cuando no hay un horizonte de vida eterna. Es la mañana de Pascua la que nos abre a ese horizonte de vida eterna y del significado entero a la vida y a la persona de Jesús. Y curiosamente, y eso es quizás lo más sorprendente de todo, lo que celebramos en la Semana Santa es la dignidad de nuestras vidas. Acoger a Jesús y acoger Su persona, Su vida, Su don, el don de la vida de hijos de Dios que Él nos hace, nos hace posible amar nuestra propia vida. En realidad,
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toda la Semana Santa es un gran abrazo de Dios a la humanidad miserable, dolida, doliente del hombre, y en ese gran abrazo se descubre el valor de nuestra vida. Lo que hace bella la vida, la experiencia en la tierra es justamente cuando nos sentimos amados y amados de verdad, amados bien, y amados con ese ingrediente de respeto, de afecto, de reconocimiento del misterio grande que somos. Un amor que es para el que estamos hechos. Ese amor es el que Dios nos da. Todos nos sentimos indignos de un amor así, todos sabemos que no lo hemos merecido. Pero todos sabemos que cuando ese Amor lo hemos encontrado, la vida merece la pena ser vivida. Lo que celebramos en Semana Santa es que a pesar de todas las miserias que vemos cada día en cada telediario, en cada periódico, en cada noticia, a pesar de todo el sufrimiento humano, hay un amor que es más grande y que hace que la vida merezca la pena ser vivida, la mía, la tuya, la de todos. ¡Feliz Pascua de Resurrección! + Javier Martínez Arzobispo de Granada 2 de abril de 2018 Granada
Mirada
El musical “Teresa de Jesús”, del Grupo ARAL, llega a Alquife
Un musical sobre Santa Teresa de Jesús se presenta el sábado 14 de abril, en Alquife, a beneficio de Proyecto Hombre. Como cada dos años, el grupo de teatro ARAL (Arte Alternativo), de Granada, llegará al arciprestazgo del Marquesado para presentar su nuevo musical Teresa de Jesús. Es un espectáculo de teatro musical poprock basado en las obras de la santa andariega de Ávila, una de las grandes de la mística española y universal, así como doctora de la Iglesia. La representación tendrá lugar en Alquife, el 14 de abril, a las 20 horas, en el salón de usos múltiples (la nave). La recaudación será para Proyecto Hombre Granada, Fundación Granadina de Solidaridad Virgen de las Angustias, que se dedica a la prevención, rehabilitación y reinserción social de personas con problemas de drogas y otras adicciones.
Las entradas ya están a la venta en las diferentes parroquias del Marquesado a un precio solidario de 10 euros. Es un precio, además de solidario, reducido, ya que en el musical intervienen más de 70 actores, que actúan con canciones y coreografía en directo. ARAL es un grupo de teatro formado por aficionados que actúan como profesionales, ya que llevan más de 30 años representado obras musicales por toda la geografía española. Es la quinta vez que estará en el arciprestazgo del Marquesado y nunca ha dejado indiferentes. Desde las parroquias anima a todos a disfrutar de una buena obra de teatro musical y, sobre todo, a ser solidarios con Proyecto Hombre. J. Tortosa Alarcón Director de Cáritas Arciprestal
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Mirada Granada celebra una nueva Jornada por la Vida
Vida, una iniciativa organizada por la Pastoral de la Familia de la Archidiócesis con la que se pretende poner de relieve el valor de la vida humana. Este año, los actos conmemorativos de este día tendrán lugar en el colegio Virgen de Gracia donde se desarrollarán varias actividades que podrán de relieve la importancia de la vida y su protección desde distintas disciplinas artísticas. Entra las actividades programadas, que se desarrollarán de 18 a 20 horas de la tarde con entrada libre, habrá representaciones musicales de guitarra y danza, testimonios, exposición de escultura y pintura, fotografía, un número de magia y la proyección de un cortometraje. Organizada por la Pastoral de la Familia de la Archidiócesis, la Jornada por la Vida se celebrará en nuestra diócesis con distintas actividades el domingo, 8 de abril, en el colegio Virgen de Gracia y con una Eucaristía en la parroquia de Santa Micaela el lunes, día 9, a las 20 horas. La entrada será libre. Este domingo, 8 de abril, tendrá lugar la celebración en nuestra diócesis de Granada de la Jornada por la
Además de esta celebración festiva, el lunes, día 9, tendrá lugar la celebración de la Misa por la Vida, día en que se conmemora la Encarnación del Señor. La Eucaristía, abierta a la participación de todos, será en la parroquia de Santa Micaela a las 20 horas y con el lema: Seres humanos, desde el principio hasta el final, estará presidida por el Delegado de la Pastoral Familiar, D. Antonio Luis Martín.
Ciclo de conferencias por el 800º aniversario de la Fundación de la Orden de la Merced Organizado por la Hermandad de la Merced, el ciclo tendrá lugar en el Centro Cultural Nuevo Inicio del Arzobispado. La Hermandad de la Merced organiza en conmemoración del 800º aniversario de la fundación de la Orden de la Merced, un ciclo de conferencias que tendrá lugar los días 11, 12 y 13 de abril, a las 20 horas, en el salon de actos del Centro Cultural Nuevo Inicio.
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De entrada libre, la conferencias conferencias tratarán sobre: Los Conventos de la Merced y de Belén de Granada. De la fundación a la desamortización, impartida por D. Miguel Luis López, profesor de la Universidad de Granada, Los cautivos del reino de Granada, a cargo de D. Antonio Reyes, miembro del laboratorio de Arqueología y Arquitectura de la ciudad y La influencia de la reforma carmelita en la descalced mercedaria, con D. Ángel Martín, profesor de la de la Universidad de Sevilla.
Mirada VII Jornada de Teología dedicada a la Carta sobre la salvación cristiana
del clero diocesano, en el marco de su Formación Permanente. La Jornada, que tendrá lugar el día 9, en el Seminario diocesano San Cecilio, versará sobre la Carta Placuit Deo de la Congregación para Doctrina de la Fe dedicada a la salvación cristiana.
Organizada por el Instituto de Teología Lumen Gentium de la Archidiócesis y la Delegación Episcopal para el Clero. La Delegación Episcopal para el Clero y el Instituto de Teología Lumen Gentium de la Archidiócesis organizan la VII Jornada de Teología, abierta a la participación de todo el mundo y que contará con la asistencia
Los sacerdotes padre Ricardo Aldana y D. Alfonso Aguilar explicarán los principales puntos y aspectos de esta Carta, en un acto moderado por el Instituto de Teología Lumen Gentium y Rector del Seminario Mayor D. Enrique Rico Pavés. Posteriormente, tendrá lugar un turno de preguntas en torno a este importante documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe, publicada recientemente.
Canónigos de la catedral de Guadix asisten a las Jornadas Nacionales de cabildos catedrales y colegiales Millán, y los canónigos Manuel Amezcua y Juan Sáez.
Se celebran en Santander, del 3 al 6 de abril. Tres canónigos de la diócesis de Guadix están asistiendo esta semana a las XXXIII Jornadas Nacionales de la Confederación de Cabildos Catedrales y Colegiales de España, que se están celebrando en Santander del 3 al 6 de abril. En representación de la catedral de Guadix asisten el presidente del cabildo, Manuel
En estas Jornadas, los canónigos de todas las diócesis de España comparten experiencias y abordan temas de interés, tanto en relación a la conservación y administración del patrimonio como a la acción pastoral que debe realizarse, también y sobre todo, desde la catedral, como el primer templo de la diócesis. Además, los canónigos aprovecharán estos días para conocer la catedral y los monumentos más emblemáticos de Santander. Antonio Gómez
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Intenciones de oración este mes de abril
Animadas por el Papa Francisco confiadas a la Red Mundial de Oración y la CEE encomendadas al Apostolado de la Oración. La Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española aprobó en su 109ª reunión, del 13 al 17 de marzo de 2017, las intenciones por las que reza el Apostolado de la Oración durante el año 2018. Además, el Papa Francisco confía a su Red Mundial de Oración las intenciones de oración para este año. Conferencia Episcopal Española: “Por los que son bautizados, los que reciben la Eucaristía por primera vez o la Confirmación; para que sean miembros vivos de la Iglesia y colaboradores activos de su misión”. Papa Francisco: “Por aquellos que tienen una responsabilidad en la economía. Para que los responsables del pensamiento y de la gestión de la economía tengan el coraje de refutar una economía de la exclusión y sepan abrir nuevos caminos o rutas”. AGENDA
•Teatro. Representación teatral de la obra La Casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca, a beneficio de La Casa de la Esperanza, obra social dedicada a madres solteras y con riesgo de exclusión social, de la cofradía de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y Nuestra Señora de la Esperanza, con motivo de la próxima Coronación canónica de su Titular. La representación, interpretada por actores con discapacidad visual del grupo teatro Jacaranda 11, tendrá lugar el 7 de abril en el Teatro Municipal Isidro Olgoso, en el
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Zaidín, a las 20 horas. Las entradas podrán adquirirse en la entrada del teatro. •Vida Ascendente. Eucaristía paso a paso es el tema del próximo encuentro del Movimiento Apostolado Seglar de Jubilados y Mayores Vida Ascendente, que tendrá lugar el día 9, a las 17 horas, en la residencia de los padres capuchinos (Avda. Divina Pastora), a cargo de su consiliario D. Antonio Bonilla.
Textos
Luz, resplandor y gracia en la Trinidad y por la Trinidad Siempre resultará provechoso esforzarse en profundizar el contenido de la antigua tradición, de la doctrina y la fe de la Iglesia católica, tal como el Señor nos la entregó, tal como la predicaron los apóstoles y la conservaron los santos Padres. En ella, efectivamente, está fundamentada la Iglesia, de manera que todo aquel que se aparta de esta fe deja de ser cristiano y ya no merece el nombre. Existe, pues, una Trinidad, santa y perfecta, de la cual se afirma que es Dios en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, que no tiene mezclado ningún elemento extraño o externo, que no se compone de uno que crea y de otro que es creado, sino que toda ella es creadora, es consistente por naturaleza y su actividad es única. El Padre hace todas las cosas a través del que es su Palabra, en el Espíritu Santo. De esta manera queda a salvo la unidad de la santa Trinidad. Así, en la Iglesia se predica un solo Dios, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo. Lo trasciende todo, en cuanto Padre, principio y fuente; lo penetra todo, por su Palabra; lo invade todo, en el Espíritu Santo. San Pablo, hablando a los corintios acerca de los dones del Espíritu, lo reduce todo al único Dios Padre, como al origen de todo, con estas palabras: Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de servicios, pero un mismo
San Atanasio, obispo
Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. El Padre es quien da, por mediación de aquel que es su Palabra, lo que el Espíritu distribuye a cada uno. Porque todo lo que es del Padre es también del Hijo; por esto, todo lo que da el Hijo en el Espíritu es realmente don del Padre. De manera semejante, cuando el Espíritu está en nosotros, lo está también la Palabra, de quien recibimos el Espíritu, y en la Palabra está también el Padre, realizándose así aquellas palabras: El Padre y yo vendremos a fijar en él nuestra morada. Porque donde está la luz, allí está también el resplandor; y donde está el resplandor, allí está también su eficiencia y su gracia esplendorosa. Es lo que nos enseña el mismo Pablo en su segunda carta a los Corintios, cuando dice: La gracia de Jesucristo el Señor, el amor de Dios y la participación del Espíritu Santo estén con todos vosotros. Porque toda gracia o don que se nos da en la Trinidad se nos da por el Padre, a través del Hijo, en el Espíritu Santo. Pues, así como la gracia se nos da por el Padre, a través del Hijo, así también no podemos recibir ningún don si no es en el Espíritu Santo, ya que hechos partícipes del mismo poseemos el amor del Padre, la gracia del Hijo y la participación de este Espíritu. De las Cartas de san Atanasio, obispo
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aFondo
Impacto, interacción e inculturación Cristianismo en China: Impacto, interacción e inculturación es el tema de la Conferencia Internacional promovida en Roma, en la Facultad de Misionología de la Pontificia Universidad Gregoriana los pasados 22 y 23 de marzo. Publicamos a continuación el discurso que Mons. Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado de la Santa Sede, pronunció durante la sesión de apertura. Sin querer entrar en los detalles de los diversos temas que tratarán apropiadamente los oradores, me gustaría presentar algunas consideraciones que creo que son útiles en el contexto actual, en el que China está tomando su lugar de forma estable e influyente en la red de relaciones internacionales, con su propia visión original del mundo y su propia herencia inestimable de cultura y civilización. Comenzaré con una observación. A nivel internacional, hoy más que nunca, China continental se encuentra en el centro del interés político, económico y cultural. China se ve a sí misma como un cruce de caminos de desarrollo, gracias a proyectos tan impor-
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Cristianismo en la sociedad china tantes como la Nueva Ruta de la Seda (Un cinturón, un camino). En la política exterior, está adoptando claramente un nuevo enfoque sobre los equilibrios existentes en las relaciones internacionales y también está consolidando su presencia en los países en desarrollo. En la política interna, China promueve programas a largo plazo, encaminados a brindar a un número considerable de ciudadanos la posibilidad de superar la pobreza. Al mismo tiempo, el sistema cultural chino impulsa con decisión las áreas de la investigación científica y tecnológica. También cabe señalar que China está abordando el desafío global insistiendo en su identidad propia mediante un modelo económico, político y cultural que busca dar “características chinas” a la globalización. De esta manera, el Reino Medio quiere recuperar una posición central en el mundo, de acuerdo con lo que ya era la manera de ver las cosas de Matteo Ricci, cuando trazó un mapa geográfico completo de todos los países del mundo para los chinos. Este fue el primer gran mapa del mundo en idioma chino; su sexta edición fue encargada por el mismo Emperador en 1608. En este contexto, y también en el nivel reli-
aFondo gioso, la palabra clave que se repite constantemente y se ofrece a la consideración general es el término “Sinización”. Dado que estamos aquí en la Pontificia Universidad Gregoriana, quisiera mencionar otra consideración. En este lugar es natural recordar, con profunda admiración, la extraordinaria contribución que muchos jesuitas a lo largo de los siglos aportaron al redescubrimiento de la cultura china, permitiéndonos pasar del impacto inicial con un mundo tan lejano al encuentro con el patrimonio científico, técnico, filosófico y moral de Occidente. Fue una extraordinaria aventura humana y eclesial, impulsada por un espíritu profundamente misionero, que inspiró a muchos miembros de la Compañía de Jesús, así como a otras órdenes religiosas, a emprender el viaje al continente asiático y, en particular, a China. En este sentido, cuando se encontró con los jesuitas de La Civiltà Cattolica el 9 de febrero de 2017, el Papa Francisco los alentó de esta manera: ¡Quedaos en mar abierto! Un católico no debe temer al mar abierto, no debe buscar refugio en puertos seguros. ... El Señor nos llama a participar en la misión. ... Cuando nos adentramos en las profundidades, nos encontramos con tormentas y puede haber un viento contrario. Sin embargo, el santo viaje siempre se hace en compañía de Jesús, que dijo a sus discípulos: “¡Ánimo, soy yo, no temáis!” (Mt 14:27). En esa ocasión, el Papa también enumeró tres cualidades que nos hacen permanecer en este mar abierto: “inquietud”, sin la cual “somos estériles”, “incompleto”, que nos recuerdan que “Dios es el Deus semper maior “ , el Dios que siempre nos sorprende “,” imaginación “, que nos consiente practicar sin rigidez el discernimiento de los signos y las cosas que suceden. En este punto, deseo referirme a la dinámica del discernimiento en conexión con la tarea de la evangelización. El discernimiento nos permite no solo obtener una comprensión cada vez más profunda de la Palabra de Dios, sino también proclamarla, evitando al mismo tiempo dos peligros bastante comunes. El primero es el proselitismo, que mide el éxito de la misión en términos de números en lugar de en calidad de la elección del que entra en contacto con la experiencia cristiana. El segundo peligro es el de una proclamación abstracta de la fe, que no tiene en cuenta la compleja naturaleza social y cultural de los contextos humanos a los que se dirige el mensaje del Evangelio. Ambas actitudes arañan solamente la superficie de
una auténtica tarea misionera, porque no pueden captar las coordenadas espacio-temporales que hacen posible una inculturación fecunda de la fe. Sin embargo, debería ser posible discernir un horizonte aún mayor en la misión “ad gentes”, es decir, la verticalidad de la primacía de la gracia de Dios, que precede a la acción humana y anima la historia de los pueblos desde dentro. También en China, Dios ya
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aFondo está presente y activo en la cultura y en la vida del pueblo chino. Como el padre Federico Lombardi, SJ expresaba muy bien en una charla reciente, “la comunidad católica nace, crece y aporta su contribución en el contexto chino no por causa de un vínculo externo y extraño, sino como el fruto de la semilla del Evangelio que fue plantada en la tierra y la cultura de China y se desarrolla de una manera que corresponde a su ‘identidad genética’”. Así, esta semilla produce sus fruto al obtener sustento y asumir las características propias de la cultura local en la que se siembra. Es algo como lo que sucede con muchas plantas que producen fruta que comemos todos los días y que consideramos como nuestras durante siglos, mientras que, en realidad, fueron introducidas en nuestras tierras en el pasado y desde lugares lejanos. A la luz de estas breves consideraciones, parece claro que la misión de la Iglesia en China hoy es la de ser “totalmente católica y genuinamente china”, haciendo que el Evangelio de Jesús esté a disposición de todos y poniéndolo al servicio del bien común. Además, a lo largo del tiempo, las relaciones entre China y la Iglesia Católica han pasado por diferentes fases,
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alternando momentos de cooperación fructífera a otros de gran incomprensión y hostilidad, llevando, a veces, a situaciones en las que la comunidad de fieles experimentaba grandes sufrimientos. Sin embargo, observando cuidadosamente las cuestiones, el método que en el pasado hizo posible un encuentro fructífero entre el “mundo cristiano” y el “mundo chino” fue la inculturación de la fe a través de la experiencia concreta del conocimiento, la cultura artística y la amistad con el pueblo chino. A este respecto, sigue siendo ejemplar la tarea de misioneros como Alessandro Valignano, Matteo Ricci, Giuseppe Castiglione y muchos otros, que deseaban abrir el camino al catolicismo con “formas chinas”, sólidamente arraigado en el corazón del Reino Medio para proclamar el Evangelio de Jesucristo desde una perspectiva totalmente china. Por lo tanto, al considerar la misión y la reflexión teológica, cabe destacar dos expresiones o, más exactamente, dos principios que deberían interactuar entre sí, a saber, la “sinización” y la “inculturación”. Estoy convencido de que, de forma casi natural, brota un significativo desafío intelectual y pastoral de la reunión de estos dos términos, que indican dos visiones reales
aFondo del mundo. A partir de estas dos visiones, debería ser posible establecer las coordenadas de una auténtica presencia cristiana en China, que podría presentar la naturaleza especial y la novedad del Evangelio en un contexto profundamente arraigado en la identidad específica de la milenaria cultura china. En su tratado sobre la amistad, el padre Matteo Ricci decía: “Antes de entablar amistad, uno debe observar; después de comprometerse, uno debe confiar”. Padre Rector, distinguidas Autoridades, Señoras y Señores, la universalidad de la Iglesia Católica, con su apertura natural a todos los pueblos, puede contribuir en términos de inspiración moral y espiritual al gran esfuerzo de diálogo entre China y el mundo contemporáneo precisamente a través de la comunidad católica china, que está completamente integrada en el dinamismo histórico y actual de la tierra de Confucio. Al mismo tiempo que deseo un gran éxito a esta iniciativa encaminada a promover el diálogo y el encuentro, estoy seguro de que los oradores y expertos que tendrán la oportunidad de participar durante este Simposio podrán identificar y evaluar los mejores enfoques para garantizar que la amistad entre los mundos cristiano y chino produzca frutos genuinos de comprensión mutua y fraternidad. Paul Richard Gallagher Secretario para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado de la Santa Sede
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Cultura
Sobre las muertes de cristianos en el alzamiento morisco La Editorial del Arzobispado de Granada publica el tercer libro de la colección Monumenta Christiana Granatensia: Los mártires de las Alpujarras Volumen III. Informaciones del Arzobispo don Diego Escolano (1668-1669). Edición y Nota preliminar de Valeriano Sánchez Ramos. Don Diego Escolano y Ledesma recibió del Papa Clemente VII el 12 de marzo de 1668 su designación como arzobispo de Granada. Llevaba poco tiempo en la ciudad cuando el 16 de noviembre el licenciado don Antonio de Torres, fiscal general de la audiencia arzobispal, le informaba que en breves meses se cumpliría el primer siglo del alzamiento morisco y de las muertes de los cristianos. Se trataba de un hecho histórico que “era publico y notorio” y por ello le solicitaba que, aprovechando que por aquellos días don Juan de Leyva -visitador general del arzobispado- estaba en la comarca alpujarreña, le comisionase “para que aberigüe la tradiçión, voz y fama pública que sobre lo dicho corre en dichos lugares y raçones en que se funda”. La finalidad de Torres no dejaba dudas y le recordaba al Arzobispo: “tocando como toca y perteneçe a la dignidad y cuidado pastoral de vuestra señoría ilustrísima el conocer y esxaminar las cosas perteneçientes al culto y beneraçión de los santos para consultar sobre ello a la Santa Sede Apostólica y pedir justa determinación sobre la calidad y verdad de la rectitud de su bida y muerte”. Así comienzan las Informaciones del Arzobispo don Diego Escolano que se editan, y que responden a un material histórico excepcional depositado en la Biblio-
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Los mártires de las Alpujarras. Volumen III
teca Arzobispal de Granada. Son nueve volúmenes que reúnen una serie de documentos de dispar procedencia y cronología sobre las muertes de cristianos acaecidas en el alzamiento morisco (1568). La edición que se presenta es la referida a los tomos I, V, VI, VII, VIII y IX, que son propiamente los autos realizados por Leyva, constituyendo en sí un documento coherente. Los tomos II, III, IV y V corresponden a múltiples documentos que le presentaron -de los que se hicieron traslados de visu-, cuyas diferentes cronologías y naturalezas han merecido o merecen tratamientos de edición separadas. Por último, ha sido aconsejable eliminar aquellos documentos que por idénticos se presentaron en varias localidades y por diferentes parientes y allegados de los mártires; de forma que por reiterativos eviten al lector innecesarias lecturas repetitivas. Por último, cuando ha sido necesario se han introducido notas que faciliten la comprensión lectora, así como en otros casos con información complementaria y bibliográfica que mejora la contextualización del hecho o personaje que describe. Este volumen ha sido elaborado como parte de trabajos preparatorios de la Comisión histórica orden a un eventual proceso de beatificación de conocidos popularmente como “Mártires de las pujarras”.
los en los Al-
Disponible en las librerías de toda España y también on-line desde www.nuevoinicio.es
Testimonio
“Credo in Deum” San Pedro de Verona Defensor de la fe frente a la herejía maniquea. Un excelso predicador que convirtió a incontables personas en Italia, donde evangelizó. Fue agraciado, entre otros dones, con el de milagros. Es protomártir de la orden dominicana. Nació en 1205 en Verona, Italia, cuando los cátaros propagaban el maniqueísmo. En su propia familia tenía a los enemigos de la fe ya que había quedado atrapada por las consignas de la herejía. Pero sus padres, respetuosos, abiertos y generosos, posibilitaron sus estudios en un centro católico. De allí salió pertrechado con una gran preparación que le permitiría hacer frente a los opositores con el rigor debido. Un tío suyo, cátaro convencido, tuvo ocasión de constatar de primera mano lo consolidados que estaban los principios en el ánimo del adolescente, que recitó con fervor el símbolo de la fe nicena. Este pariente al escucharle quedó impresionado por la contundencia de los argumentos esgrimidos, y no ocultó su inquietud. Más tarde, siendo Pedro estudiante universitario en Bolonia, compañías poco aconsejables le jugaron malas pasadas y se vio asaltado por distintas tentaciones.
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Pero ese tiempo no se dilató. Dios tenía para él grandes misiones. La Orden de Predicadores estaba en su apogeo en el momento en que el joven, que tenía 16 años, conoció a Domingo de Guzmán. Seducido por sus palabras se hizo dominico y recibió el hábito que le impuso personalmente el santo. Si de niño había destacado por su inteligencia, sinceridad y firmeza en sus decisiones, como religioso cumplió con estricta fidelidad su compromiso. Tomó el evangelio, se aplicó en el estudio y mantuvo vivo un estado de oración. Además, buscando una penitencia radical se abrazó a las austeridades, como había hecho su fundador. De manera concienzuda preparaba ante Cristo su predicación, para lo cual se recogía durante la noche meditando y orando. Mientras evangelizaba en Lombardía, en estas cotidianas vigilias que tenían lugar en su celda, hallándose en estado de contemplación se le presentaron tres santas que fueron martirizadas: Inés, Cecilia y Catalina de Alejandría, con las cuales mantuvo un diálogo. Informado el prior por otros frailes, que habían escuchado voces tras los muros, fue severamente reprendido en el capítulo. Le recriminaron por haber violado la clausura amén de introducir a mujeres
Testimonio en su humilde aposento. Se juzgó con severidad esta supuesta imprudencia que revestía innegable gravedad para un consagrado. Él guardó escrupuloso silencio y acogió obedientemente su traslado al convento de la Marca Ancona. Le habían prohibido predicar, de modo que se dedicó a estudiar con más ahínco. Suplicaba a Dios con insistencia: el peso del apego a la fama era importante. Él conocía su inocencia, pero, ¿qué pensarían los demás? Un día se dirigió al crucifijo y mostró su desconsuelo: “Señor, Tú sabes que no soy culpable. ¿Por qué permites que me calumnien?”. Jesús respondió: “¿Y qué hice yo, Pedro, para merecer la pasión y la muerte?”. Impactado por estas palabras se sintió avergonzado y afligido. También salió fortalecido para afrontar la pena. Poco tiempo después quedó al descubierto su inocencia. Volvió a la predicación y cosechó mayores frutos apostólicos. Ordenado sacerdote, y siendo hombre de diálogo, comenzó a difundir el evangelio por la Toscana, Milanesado y la Romaña. Su objetivo primordial eran los cátaros. Fueron incontables los herejes que volvieron a la Iglesia tras escuchar sus palabras. Uno de ellos Rainiero de Piacenza. Las multitudes buscaban su curación espiritual y física tratando de acceder a él aunque para ello tenían que abrirse paso a empujones. Él mismo tenía que ser izado porque de otro modo habrían podido arrollarle. Las iglesias y espacios al aire libre servían a los fieles para acoger jubilosos a este gran confesor. Tenía para cada uno de los penitentes el juicio justo, sabio, encarnado en el amor misericordioso de Dios. En la intensa labor evangelizadora que llevaba a cabo su virtud le precedía. Creó las “Asociaciones de la fe” y la “Cofradía para la alabanza de la Virgen María”. A lo largo de su vida experimentó muy diversas pruebas, menosprecios y ataques. Pero amaba a Cristo y nada trocó su voluntad. Llegó a ser superior de los conventos de Piacenza, Como y Génova. Predicó por Roma, Florencia, Milán… Por todos los lugares iba dejando una estela de milagros, don con el que fue agraciado. Alguna vez personas maliciosas intentaron tentarle fingiendo una enfermedad. Es lo que hizo un hereje en Milán que gozaba de buena salud. Si lograba confundir al santo, lo dejaría en evidencia. Pedro le dijo: “Ruego al Señor de todo lo creado, que, si tu enfermedad no es verdadera, te trate como lo mereces”. Inmediatamente sufrió el mentiroso los síntomas de la lesión que simuló, y rogó la curación que en ese momento precisaba para huir de tan punzantes dolores. Compadecido el santo de su arrepentimiento, trazó la
señal de la cruz y le liberó del mal. Además, logró su conversión. A Pedro siempre le acompañó la sed de martirio que no dudaba en suplicar le fuera concedida. En 1232 Gregorio IX, que lo conocía, le nombró inquisidor general (como luego hizo Inocencio IV), lo que suscitó muchas enemistades. Incluso hubo una conjura para asesinarle. Veinte años más tarde, mientras predicaba en Como fue informado de que se conspiraba contra su vida tasada en 40 libras milanesas. Respondió sin inmutarse: “Dejadles tranquilos; después de muerto seré todavía más poderoso”. Transcurridos quince días, concretamente el 6 de abril de 1252, cuando regresaba a Milán desde Como, convento del que era prior, cerca de la localidad de Barlassina recibió dos hachazos en la cabeza que le profirieron los enemigos de la fe. Sangrando, pero aún con vida, recitaba el Credo y, según narran las crónicas, a punto de expirar con su propia sangre escribió con un dedo en el suelo: “Credo in Deum”. Tenía 46 años. El 25 de marzo del 1253, al año siguiente de su muerte, fue canonizado por Inocencio IV. Es protomártir de la Orden dominicana. Carino, ejecutor del santo, se arrepintió después, y se hizo dominico. Sus signos visibles de virtud hicieron que fuese venerado por parte del pueblo. Isabel Orellana Vilches Publicado en Zenit
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SignoyGracia
Doxología Al final de la Plegaria eucarística, el sacerdote, tomando la patena con la hostia y el cáliz y elevando ambos, pronuncia él solo la doxología: “Por Cristo…” Al concluir, el pueblo aclama: Amén. Después el sacerdote pone la patena y el cáliz sobre el corporal. Terminada la Plegaria eucarística, el sacerdote, con las manos juntas, hace la monición al padrenuestro y luego la recita, con las manos extendidas, juntamente con el pueblo. Concluido el padrenuestro, el sacerdote, con las manos extendidas, dice él solo el embolismo: “Líbranos de todos los males…” al terminarlo, el pueblo aclama: “Tuyo es el reino… A continuación, el sacerdote, con las manos extendidas y en voz alta, dice la oración: “Señor Jesucristo, que dijiste…”, y al terminarla, extendiendo y juntando las manos, anuncia la paz, vuelto al pueblo, mientras dice: “La paz del Señor esté con vosotros”, y el pueblo le responde: “Y con tu espíritu” Luego, si se juzga oportuno, el sacerdote añade: “Daos fraternalmente la paz” El sacerdote puede dar la paz a los ministros, pero siempre permaneciendo dentro del presbiterio para no perturbar la celebración. Haga lo mismo si, por alguna causa razonable, desea dar la paz a algunos pocos fieles. Y todos se intercambian un signo de paz, comunión y caridad, según lo que haya establecido la Conferencia de los Obispos.
Celebración de la Misa (y IV) Mientras se da la paz puede decirse: “La paz del Señor esté siempre contigo”, a lo que se responde: “Amén” A continuación, el sacerdote toma el pan consagrado, lo parte sobre la patena, y deja caer una partícula en el cáliz diciendo en secreto: “El Cuerpo y la Sangre…” Mientras tanto, el coro y el pueblo cantan o recitan: Cordero de Dios. Entonces el sacerdote dice en secreto y con las manos juntas la oración para la Comunión: “Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo…” o “Señor Jesucristo, la comunión de tu Cuerpo…” Terminada esta oración, el sacerdote hace genuflexión, toma el pan consagrado y, teniéndolo un poco elevado sobre la patena o sobre el cáliz, de cara al pueblo, dice: “Éste es el Cordero de Dios…”, y, a una con el pueblo, añade una sola vez: “Señor, yo no soy digno…” Luego, de pie y vuelto hacia el altar, el sacerdote dice en secreto: “El Cuerpo de Cristo me guarde para la vida eterna”, y, con reverencia, toma el Cuerpo de Cristo. Después, coge el cáliz, y dice en secreto: “La Sangre de Cristo me guarde para la vida eterna”, y, con reverencia, sume la Sangre de Cristo. A los fieles no les es lícito tomar por sí mismos ni el pan ni el cáliz ni pasárselo entre ellos de mano en mano. . Ignacio Fernández González Sacerdote Diócesis Granada
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“Paz a vosotros. Recibid el Espíritu Santo” Hechos 4, 32-35 Salmo 117 1 Juan 5, 1-6 Juan 20, 19-31 Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros». Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo». Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».
II Domingo de Pascua
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor». Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo». A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: «Paz a vosotros». Luego dijo a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente». Contestó Tomás: «¡Señor mío y Dios mío!». Jesús le dijo: «¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto». Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Estos han sido escritos para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.
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CRISTO ESTÁ VIVO, Y NOSOTROS SOMOS LLAMADOS A DAR TESTIMONIO DE ÉL
Estamos en el segundo domingo de Pascua, celebrando la resurrección del Señor. El tiempo pascual comienza con el domingo de resurrección y dura hasta Pentecostés. En este tiempo celebramos el “paso” de Jesús de la muerte a la resurrección. Este domingo es el domingo de la Divina Misericordia. El Evangelio de San Juan, insiste hoy en que Jesús, a pesar de la incredulidad de los apóstoles, está vivo y presente en la comunidad, sobre todo cuando nos reunimos el domingo para celebrar la Eucaristía. El Evangelio nos deja claro que la misión de los apóstoles comienza después de la resurrección de Jesús. Si Cristo no hubiese resucitado, los apóstoles no hubiesen realizado la misión de anunciar el evangelio, pues ¿qué habrían anunciado? La resurrección es el centro de nuestra fe, el motor de la Iglesia, la verdad central sin la que la Iglesia no hubiese comenzado. La resurrección obra una transformación en quien la vive; nos hace crecer en la fe: pasamos de la cobardía a la valentía. Los apóstoles estaban reunidos, con las puertas cerradas, por miedo a los judíos, pero después de la aparición de Jesús resucitado daban testimonio de la resurrección de Cristo con mucho valor. A pesar de que más de dos mil años han sucedido desde este encuentro con Cristo Resucitado, nosotros
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hoy todavía seguimos viviendo estas dos actitudes de los discípulos: temor y desconfianza. Cada vez que en la vida nos toca vivir una prueba difícil nos llenamos de miedo y angustia; cuando las situaciones nos piden confiar en Dios, nosotros tenemos miedo, cuando nos piden amar y perdonar, tenemos miedo y desconfianza; cuando nos piden dar parte de lo que no me sobra, nos llenamos de temores y justificaciones. Por eso hoy el Evangelio nos llama a no tener miedo, a creer verdaderamente que Cristo ha Resucitado, que su Espíritu está entre nosotros y que tenemos que dar testimonio de ello. Qué fácil es tomar la posición desconfiada de Tomás, qué fácil es decir, hasta que no vea no creeré; pero esa no es la actitud de un cristiano. Nosotros estamos llamados a creer y a vivir conforme a lo que creemos; a dar testimonio que vale la pena creer en Jesús; que tal vez no podamos “meter” nuestros dedos en sus llagas, pero sí lo podemos reconocer en el hambriento, el sediento o el encarcelado injustamente. Cristo está vivo, y nosotros somos los llamados a dar testimonio de ello; Él nos ha enviado y nadie se puede llamar cristiano si no está dispuesto a dar testimonio de la Resurrección. Ignacio Fernández González Sacerdote Diócesis Granada
laPuntada Reflexiones para nĂĄufragos
Cada hombre predestinado, al menos una vez en su vida, ha creĂdo hundirse en picado, tocar fondo. La ilusiĂłn de que todo nos falta a la vez, ese sentimiento de desposeimiento completo es el signo divino de que, al contrario, todo comienza. George Bernanos
En su obra Santo Domingo