S • E • M • A • N • A • R • I • O Año LXIII Nº 5872
ÓRGANO OFICIOSO DEL ARZOBISPADO DE SAN SALVADOR. 16 de agosto de 2015
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Al querido pueblo salvadoreño
“Exhorto a todos a rezar para que… vuelva a florecer la justicia” – Pág. 4 –
El Santo Padre, durante el Ángelus del domingo 9 de agosto, se refirió a la situación de violencia que atraviesa el país
{ Preparado por:
Mons. Jesús Delgado
El Papa, los Obispos y los salvadoreños { – Pág. 5 –
El Obispo de Roma, el papa Francisco, hizo eco al llamado de los Obispos de El Salvador, e hizo suya también la preocupación de todos los salvadoreños por la situación sangrientamente convulsiva por la que pasa nuestro país.
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IGLESIA LOCAL
Palabras del Arzobispo
REUNIÓN ORDINARIA DE LA CEDES. ORDENACIONES SACERDOTALES. FIESTA DE SAN JUAN MARÍA VIANNEY. FIESTAS PATRONALES EN HONOR AL DIVINO SALVADOR DEL MUNDO. CONSAGRACIÓN DE NUESTRO PAÍS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS – 287 – Además de las actividades ordinarias en estos días festivos, quiero hablarles de los principales acontecimientos eclesiales que hemos tenido en los últimos días. Los días lunes 27, martes 28 y miércoles 29 de julio, como estaba previsto en el calendario de la Conferencia Episcopal de El Salvador (CEDES) tuvo lugar la Asamblea Ordinaria de los Obispos, de tres días de duración. Nos reunimos los Obispos en la casa sede de la Conferencia Episcopal para tratar diversos temas de interés pastoral para nuestra Provincia Eclesiástica. Ocupó un especial lugar en nuestra agenda el tema de la violencia puesto que es de nuestra máxima preocupación la difícil situación que estamos viviendo, con tanto dolor, llanto y luto que embarga a nuestra grey. Al final de la reunión firmamos por unanimidad un mensaje de nuestra Conferencia en la que expresamos nuestra cercanía y solidaridad con las víctimas de la violencia. A la vez hacemos un llamado a los que han optado por la violencia a deponer esa actitud, pues tales actos serán juzgados por Dios, y también a la Autoridades del Estado, a los políticos de todos los partidos, como a todos los sectores de la sociedad para unir esfuerzos de manera responsable y honesta en bien de la sociedad para sacar el país de esta situación en la que ha caído. El sábado 1 de agosto, Fiesta de San Alfonso María de Ligorio, en la Parroquia San Sebastián, en Cojutepeque, conferí la Ordenación Sacerdotal al diácono José Mario García Suria, dentro de una solemne Eucaristía, concelebrada por el señor Párroco, el Padre Jesús Octavio Cruz Olmedo, y muchos sacerdotes invitados. Estaban presentes buen número de hermanas religiosas, gran cantidad de fieles y, por supuesto, la familia del nuevo sacerdote. Fue una celebración muy hermosa llena de fe a la vez de mucha alegría. Muchas felicidades al Padre Mario Suria, y a su Familia, por tan grande don de Dios. El día martes 4 se celebramos la fiesta de San Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars, patrono de todos los sacerdotes del mundo. También es uno de los patronos de nuestro Seminario San José de la Montaña. Es ya una tradición que ese día, en el Seminario, celebramos la fiesta de los seminaristas y sacerdotes; por eso tuvimos, a las 10:00 a.m., la celebración de una solemne Eucaristía presidida por este servidor y concelebrada por el señor Obispo de Chalatenango, Mons. Luis Morao; el señor Obispo Auxiliar de San Salvador, Mons. Gregorio Rosa Chávez y concelebrada
por el Equipo Formador del Seminario y un buen número de sacerdotes. Estaban presentes los seminaristas y un buen número de personas invitadas. Después de la solemne Eucaristía, tuvimos el almuerzo. Fue una fiesta muy linda con gran sentido de familia, en un ambiente de mucha fe y fraternidad.
El señor Arzobispo, Mons. Escobar Alas, preside la Eucaristía en honor a San Juan María Vianney, patrono de todos los sacerdotes del mundo, en el Seminario San José de la Montaña
El día miércoles 5, en la Basílica del Sagrado Corazón, a las 3:00 p.m., tuve el inmenso gusto de presidir las solemnes Vísperas en honor al Divino Salvador del Mundo. Concelebraron conmigo, el Excmo. señor Nuncio Apostólico Mons. Léon Kalenga; nuestro Obispo Auxiliar, Mons. Gregorio Rosa Chávez; el Ilmo. Mons. Gabriel Viola, Secretario de la Nunciatura Apostólica; el Ilmo. Mons. Jesús Delgado, Vicario General de nuestra Arquidiócesis; el Rvdo. Párroco de la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús y un buen número de sacerdotes de nuestra Arquidiócesis. La predicación estuvo a cargo del Rvdo. Padre Edgardo Hernández, OCD; dirigieron el canto de la Salmodia los Frailes Dominicos de su Teologado en San Salvador. Estaban presentes los seminaristas, gran cantidad de Hermanas Religiosas y Hermanos Religiosos y una gran cantidad de fieles. Inmediatamente después de las Vísperas tuvo lugar la solemne Procesión del Santo Patrono, el Divino Salador del Mundo. También llevamos en la procesión las Reliquias de nuestro Beato Monseñor Romero. Hubo una inmensa participación de fieles en dicha procesión, que culminó como de costumbre con la tradicional “Bajada”, en la que dimos un breve mensaje y la bendición a todos. El jueves 6, a las 9:00 a.m. en el atrio de nuestra Catedral Metropolitana, tuve la dicha de presidir la santa Misa en honor al Divino Salvador del Mundo. Concelebraron conmigo el señor Nuncio Apostólico, Excmo. Mons. Léon Kalenga; los señores Obispos de la Provincia Eclesiástica en pleno; el Ilmo. Mons.
Gabriel Viola, Secretario de la Nunciatura Apostólica; gran cantidad de Sacerdotes, la mayoría de nuestra Arquidiócesis, pero también de todo el país e inclusos de otros países. Hicieron acto de presencia representantes de las autoridades del país y del municipio capitalino; el señor Presidente de la República en funciones, el señor Presidente de la Corte Suprema de Justicia, la señora Presidenta en Funciones de la Asamblea Legislativa, el señor Alcalde Municipal y su señora Esposa, algunos señores Diputados y Embajadores. Participaron además nuestros seminaristas, gran cantidad de Hermanas Religiosas y Hermanos Religiosos y una multitud de personas, fieles laicos de todo el país. Fue una hermosísima celebración, una gran manifestación de fe. En la celebración rendimos honor al Divino Salador y le suplicamos el don de la paz para nuestro país. Y dentro de la celebración Eucarística tuvo lugar la renovación de la Consagración de El Salvador al Sagrado Corazón de Jesús. La renovación de la Consagración del país fue presidida por este servidor, pero el señor Nuncio y todos los Obispos de El Salvador allí presentes me acompañaron al unísono en dicha consagración; y todo el Pueblo de Dios nos siguió con su oración. Fue un acto muy hermoso y de mucha fe. El sábado 8 de agosto, Fiesta de Santo Domingo de Guzmán, en la Parroquia San Pablo Apóstol, en Tacachico, La Libertad, tuve el gusto de conferir la Ordenación Sacerdotal al diácono Donis Ernesto Morán Vega. La celebración tuvo lugar a las 10:00 a.m. en el Centro Deportivo de la ciudad. Fue un evento muy solemne y muy hermoso a la vez, en un ambiente de mucha fe y alegría por la celebración de un hijo de esa tierra. Con la presencia de gran cantidad de personas. Concelebraron conmigo un buen número de sacerdotes de nuestra Arquidiócesis. La ciudad toda estuvo de fiesta. Felicitamos de corazón al nuevo sacerdote, Donis Ernesto y le encomendamos al Señor. Queridos hermanos, les comparto reflexiones sobre la Liturgia de este Vigésimo domingo del Tiempo Ordinario. En línea con los domingos precedentes, continúa hoy el discurso del “pan de vida” (Jn 6, 51-58) presentado explícitamente en términos sacramentales: carne y sangre de Cristo dados en alimento a los hombres. (pasa a la página 9)
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Parroquia San José, Cojutepeque
Oración para pedir favores por la intercesión de MONSEÑOR ROMERO
Abriendo el corazón a Dios
152 jóvenes fueron confirmados en su fe en la Parroquia San José, del municipio de Cojutepeque, por el Pbro. Ernesto Bernabé Juárez Sánchez (al centro)
“El Sacramento de la Confirmación es un sí decisivo, un consolidar la relación con Cristo Jesús y abrirle las puertas del corazón para que Él lo transforme y lo renueve con el poder del Espíritu Santo, es el comprometerse y enamorarse de Dios a fin de ser partícipes de su obra salvadora”, expresó durante la Homilía el Padre Juárez.
Al finalizar la Santa Eucaristía se invitó a cada padre de familia a que se comprometan
cada día más en la formación cristiana de sus hijos e hijas, y además se exhortó a los jóvenes a buscar las respuestas a sus inquietudes ante Jesús Sacramentado.
(Si recibe el favor solicitado, repórtelo por escrito a la Oficina de Canonización de Monseñor Romero en el Arzobispado de San Salvador)
La celebración del Sacramento de la Confirmación también fue propicia para que el Padre Juárez les regalara un árbol frutal para contribuir a restaurar nuestro medio ambiente.
163 niños y niñas de los diferentes sectores parroquiales recibieron su Primera Comunión
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ORACIÓN DE
Así como en el día de Pentecostés los Apóstoles fueron llenos de los dones del Espíritu Santo, el 8 de agosto de 2015 la Parroquia San José, en Cojutepeque, se revistió de mucho gozo y alegría al presentar a 152 jóvenes para ser ungidos con el Santo Crisma. Dicha celebración fue presidida por delegación del señor Arzobispo, Mons. José Luis Escobar, al Vicario Foraneo, Pbro. Ernesto Bernabé Juárez Sánchez, quien es también párroco de la localidad.
Oh Dios Padre Misericordioso: que por mediación de Jesucristo y la intercesión de la Virgen María, Reina de la Paz; y la acción del Espíritu Santo concediste al Beato Oscar Romero la gracia de ser un Pastor ejemplar al servicio de la Iglesia; y en ella preferencialmente a los pobres y los necesitados. Haz Señor, yo sepa también vivir conforme al Evangelio de tu Hijo y dígnate glorificar a tu Beato Oscar Romero y concédeme, por tu intercesión el favor que te pido… Así sea.
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para tiempos de violencia
Oh Dios, que dominas todo, oye el clamor de los desesperados: Líbranos del poder de los malvados y líbrame a mí del miedo. Amén. (Ester 14,19)
Una de las jóvenes es ungida con el Santo Crisma acompañada de su padrino y madrina
Dios Padre nuestro, que, con admirable providencia gobiernas el mundo, atiende nuestros ruegos por la Patria, para que la sabiduría de sus autoridades y la honestidad de sus ciudadanos robustezcan la concordia y la justicia, y podamos vivir en paz y progreso constante. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
DIRECTORIO
Mons. Jesús Delgado DIRECTOR
Roger Herrera EDITOR EN JEFE
Efraín Caravantes DISEÑO GRÁFICO
Roger Herrera DISEÑO DE PORTADA
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EN EL MUNDO
VOZ DEL PAPA
Papa en el Ángelus
Al querido pueblo salvadoreño
La mejor forma de ganar una guerra es no hacerla “Exhorto a todos a rezar El Papa recordó después del rezo del Ángelus guerra y prohíba las armas nucleares y todas para que… vuelva a el 70 aniversario de los bombardeos nucleares las armas de destrucción masiva”, expresó el florecer la justicia” en las ciudades japonesas de Hiroshima y papa Francisco.
Nagasaki. Explicó que estos hechos causan aún horror y repulsión y dijo que tienen que servir al mundo de ejemplo.
“Se ha convertido en un símbolo del desmesurado poder destructivo del hombre cuando hace un uso distorsionado de los progresos de la ciencia y de la técnica y constituye una advertencia permanente para la humanidad; para que repudie para siempre la
Su Santidad pidió que este recuerdo empuje a buscar la paz y la concordia entre los pueblos y contribuya a extender una ética de fraternidad. El Papa hizo además un llamamiento mundial. “Que desde cada rincón se alce una sola voz: ¡No a la guerra, sí al diálogo, sí a la paz! Con la guerra siempre se pierde. El único modo de ganar una guerra es no hacerla”, reseñó el papa Francisco. (Cf. Romereports.com 10 ago. 2015)
“Si se vence la indiferencia se conquista la paz”
CIUDAD DEL VATICANO. “Vence la indiferencia y conquista la paz” es el tema elegido por el papa Francisco para la próxima Jornada Mundial de la Paz. La Jornada se celebra el 1 de enero de cada año y en su mensaje el Pontífice pidió el esfuerzo de “familias, docentes”, así como de “operadores culturales y de los medios, intelectuales y artistas”, para generar verdadera atención. “La indiferencia -subrayó- se puede vencer sólo afrontando juntos este desafío”.
Estado Islámico libera a 22 católicos BEIRUT. Milicianos del grupo extremista Estado Islámico dejaron en libertad, este once de agosto, a 22 cristianos que mantenían cautivos desde febrero después de la mediación de líderes tribales, dijeron activistas. Los 22 son una décima parte de los más de 220 cristianos asirios capturados cuando los extremistas ocuparon varias comunidades agrícolas en la ribera sur del río Jabur en la provincia nororiental de Hassakeh. La Red Asiria por los Derechos Humanos dijo que 14 de los liberados son mujeres. Los rehenes fueron conducidos a la Iglesia de la Virgen María en la ciudad de Hassakeh, agregó. También cargó fotografías en su página en Facebook que muestran a una mayoría de ancianos, hombres y mujeres, algunos llorosos, recibidos por un sacerdote. La semana pasada, Estado Islámico secuestró a unos 60 cristianos en la ciudad de Qaryatain, horas después de ocuparla. Casi la mitad de ellos fue dejada en libertad pero se ignora lo que ocurrió con el resto. (Cf. Elnuevodia.com 10 ago. 2015)
“La paz debe ser conquistada, no es un bien que se obtiene sin esfuerzos, sin conversión, sin creatividad y confrontación”, aseguró Francisco, agregando que se trata de “formar el sentido de responsabilidad” sobre “cuestiones gravísimas”: “el fundamentalismo y sus masacres”, “persecuciones debido a la fe y la etnia”, “violaciones de la libertad y los derechos de los pueblos”, “esclavización de personas”, “corrupción y c r i m e n o rg a n i z a d o ” . (Cf. Ansalatina.com 11 ago. 2015)
VATICANO. Concluido el rezo del Ángelus dominical, en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco expresó este 9 de agosto su deseo de que “renazca la justicia y la paz” en El Salvador. Francisco señaló que sigue “con viva preocupación las noticias que llegan desde El Salvador, donde en los últimos días se ha agravado la situación de la población a causa de la miseria, de la crisis económica, de agudos contrastes sociales y de la creciente violencia”. El Papa Francisco expresó su aliento “al querido pueblo salvadoreño a permanecer unido en la esperanza, y exhorto a todos a rezar para que en la tierra del Beato Óscar Romero vuelva a florecer la justicia y la paz”. (Cf. Aciprensa.com 9 ago. 2015)
Católicos preparan visita del Papa Francisco con nueva “casa de misión” Como parte de la preparación para la visita del Papa Francisco a Cuba el próximo mes de septiembre, fue inaugurada en el poblado de Santa Margarita, poblado de Bejucal (La Habana), una casa de misión cuya función durante estos días será “dar a conocer” entre los pobladores la figura del Santo Padre y su mensaje. Las casas de misión son una iniciativa evangelizadora que nació aproximadamente
en 1970, y si bien fueron muy mal vistas por las autoridades, nunca se dictó una ley que las prohibiera. Actualmente en La Habana hay 242 de estas casas y unas 2,330 en toda Cuba. Por su parte, el P. Hernández afirmó a Aciprensa que “estas casas de misión son, sin lugar a dudas, el futuro de nuestra Iglesia” y con ellas se busca que la evangelización “pueda llegar a las periferias de la Iglesia”. (Cf. Aciprensa.com 11 ago. 2015)
Ya hay himno oficial para el Jubileo de la Misericordia El Año de la Misericordia, que comenzará el 8 de diciembre con la misa de apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, ya tiene himno oficial. Una música que invita a rezar, está en latín y comienza con las palabras “Misericordiosos como el Padre”, inspiradas en el Evangelio de san Lucas y que hacen referencia al lema del Jubileo. Las tres primeras estrofas de la canción
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hablan de la Santísima Trinidad. La primera resalta la sabiduría con la que Dios Padre ha creado el mundo. La segunda es un canto de alabanza a Dios Hijo y la tercera invoca los siete santos dones del Espíritu Santo. El himno termina con una petición de paz y la esperanza de la llegada del nuevo cielo y la nueva tierra. (Cf. Romereports.com 11 ago. 2015)
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ditorial
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Papa, los Obispos y los salvadoreños {
Con ocasión de las fiestas patronales en honor al Divino Salvador del mundo, la Conferencia Episcopal de El Salvador (CEDES), en pleno, nos hizo el llamado misericordioso de Jesús: “Vengan a mí, los que están… agobiados, yo los aliviaré” (Mt 11, 28). Y con todo el énfasis de sus corazones, los Obispos añadían: “En este momento de mucho sufrimiento, dolor y luto, les animamos a fortalecer su fe y mantener la esperanza, confiando en la misericordia divina; supliquemos al Divino Salvador que proteja y salve nuestra nación. Invitamos a todos a unirnos en oración por la paz. A nuestros sacerdotes les pedimos promover la oración por la paz en todo el país”. El Obispo de Roma, el papa Francisco, hizo eco al llamado de los Obispos de El Salvador, e hizo suya también la preocupación de todos los salvadoreños por la situación sangrientamente convulsiva por la que pasa nuestro país. Dijo el Papa: “Sigo con viva preocupación las noticias que llegan desde El Salvador, donde en los últimos días se ha agravado la situación de la población a causa de la miseria, de la crisis económica, de agudos contrastes sociales y de la creciente violencia. Animo al querido pueblo salvadoreño a permanecer unido en la esperanza, y exhorto a todos a rezar para que en la tierra del beato Oscar Romero renazca la justicia y la paz”. En una entrevista televisiva, el Presidente Sánchez Cerén habría agradecido al Papa, en nombre del pueblo salvadoreño, sus palabras de aliento y de orientación, y dijo: “Yo creo que ese es un llamado de esperanza, y que no tenemos ninguna duda de que el pueblo salvadoreño, los diferentes sectores, nos vamos a unir ante esta amenaza”. Las palabras del Papa evocan a nuestra memoria el modo cómo Monseñor Romero iluminaba con la Palabra de Dios los sectores oscuros del pecado, tanto social como personal, para buscar caminos de solución a los problemas, y no meros entendimientos políticos al servicio de intereses partidarios. En este sentido, el Papa nos invita a enmarcar el problema de violencia ocasionada por las “maras”, dentro de la compleja realidad social, considerada desde la perspectiva no meramente económica ni política, sino también, profundamente humana, y desde la fe cristiana que es lo que une a todos los salvadoreños, como quedó demostrado el día de la beatificación de Monseñor Romero.
El Papa llama al pueblo salvadoreño a “permanecer unido en la esperanza”. No dice “unidos” (en plural). El referente de las palabras del Papa es el pueblo salvadoreño, no los partidos políticos ni facciones por el estilo. Es preciso puntualizar, además, que el Papa no dice permanecer unidos ante la amenaza, sino “Unido en la esperanza”. Es pues un llamado a que el pueblo salvadoreño, unido y deponiendo toda clase de interés meramente grupal, busquemos en la esperanza una solución a la violencia impuesta al país por fuerzas oscuras y opuestas al bienestar humano, social, político y económico del país. Las “maras”, todos lo sabemos, no es un fenómeno salido del infierno. Es un brote, negativo por cierto, del tronco sensiblemente podrido de la sociedad salvadoreña. La represión, la marginación, la humillación social han dejado una huella profunda en el alma del salvadoreño. La violencia y el miedo forman parte del modo de ser salvadoreño. Por mucho tiempo nuestros mayores estuvieron atrapados por el miedo de la represión. La administración social, económica y política se han realizado, las más de las veces, con una clara ausencia de conciencia social, generando una pobreza que raya en la miseria. Es todo esto lo que tenemos que tener ante nuestros ojos al buscar solución al problema de la violencia actual en El Salvador. Así lo insinúa el Papa. El Papa y los Obispos de El Salvador hacen un llamado a todos los salvadoreños a deponer los intereses meramente individuales o de grupos, para formar un frente común decidido a sanar las negatividades que destruyen y a promover las positividades que edifican. Para unir esfuerzo positivo de todos, son bienvenidas las palabras del Presidente de la república, cuando dijo: “que en un plazo no mayor de quince días se realizará una reunión de la comisión interpartidaria. Todos los partidos políticos van a analizar la situación de seguridad del país; nosotros estamos dispuestos a escuchar, a retomar todas aquellas iniciativas (de solución)”. Unámonos salvadoreños y salvadoreñas, brazo a brazo, para rescatar a los salvadoreños de la violencia que los tiene encadenados, y librar del miedo a los que sufren de la amenaza de los violentos. Oremos a nuestros Divino Salvador del mundo, para que su misericordia se derrame en nuestros corazones.
Por Mons. Jesús Delgado Acevedo, Director de Semanario Orientación
tioziggi@hotmail.com • Sigfrido Munés
Vigorosamente contra la violencia y la guerra Su Santidad el Papa Francisco ha reiterado enfáticamente su oposición a la violencia y la guerra, concluyendo que “la única forma de vencer en la guerra es no hacerla”. El Pontífice conoce bien el drama que vive hoy nuestro país y frente a la multitud congregada en la Plaza de San Pedro se refirió a los males que afligen en la actualidad a los salvadoreños: “ la miseria, la crisis económica, los agudos contrastes sociales, el aumento de los precios y la creciente violencia”.
La gente de El Salvador vivió una profunda angustia de 12 años. Una guerra que produjo cerca de 80 mil muertos, la destrucción de la red de interconexión eléctrica y de carreteras y puentes que fueron el orgullo del país. Daños humanos y materiales. Asfixia de la economía. El colapso de un patrimonio multimillonario construido con mucho sacrificio. Independientemente de las causas internas y externas del conflicto, cabe preguntarse serena y seriamente, ¿valió la pena tanto dolor y tan cuantiosas pérdidas? ¿cuánto y en qué hemos avanzado? ¿cómo podemos corregir nuestros errores y pecados históricos? Antes de la guerra hubo indiferencia y egoísmo.
Durante el conflicto mucho miedo. Después de la guerra más miedo, indiferencia y egoísmo. Y nuestra fe cristiana, nuestra comunidad de hermanos, ¿dónde estaba y dónde está? El Papa nos sugiere trabajar juntos en la tierra del beato Romero, para recobrar la justicia y la paz. Hay que meditar y orar mucho, para alimentar la esperanza de un mañana mejor, en el que nuestros hijos no tengan que salir en busca de su realización en tierras extrañas, renunciando al paisaje propio. Unámonos en nuestra diversidad, con fines compartidos generosamente, para salir del drama que victimiza a un pueblo bondadoso que no se lo buscó. En Dios confiamos.
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“Nuestro pueblo necesita escuchar la Palabra (…) en medio de las tristezas y preocupaciones que sufre” – Reflexión de Mons. José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador, sobre la Transfiguración del Señor durante el acto de la “Bajada del Divino Salvador del Mundo”. Atrio de Catedral Metropolitana. 5 de agosto de 2015 – Saludo de corazón a todos: al Excmo. Mons. Gregorio Rosa Chávez, Obispo Auxiliar de San Salvador. Al honorable señor Alcalde Municipal Don Nayib Bukele y su señora esposa. A los Ilmos. Monseñores, a los Reverendos Sacerdotes, a los señores Diáconos, a los seminaristas, a las hermanas religiosas y hnermanos religiosos. A todos los amadísimos hermanos y hermanas en Cristo, los aquí presentes y a todos los que por radio y televisión están unidos a nosotros en esta magna celebración. La celebración del Divino Salvador del Mundo nos permite encontrarnos en torno a Jesús como sus discípulos. Esta tarde queremos no solo ser espectadores, sino tomar parte de ese mismo y singular acontecimiento que vivieron los apóstoles Pedro, Santiago y Juan. Jesús emprende un camino con sus discípulos hacia una montaña alta. La misma vida cristiana es un caminar tras Jesús y nuestra historia es un caminar con Jesús, como pueblo de Dios. En su transfiguración, por un momento, Jesús les muestra la gloria de su divinidad. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador. Los discípulos escuchan la voz del Padre que les dice: Éste es mi Hijo amado, escúchenlo. Escuchar es la actitud que tantas veces el Padre había pedido a su pueblo. “Escucha Israel, el Señor nuestro Dios es el único Señor…” (Dt. 6, 4), así se conservarán como pueblo de la Alianza. Escuchar es también la característica de Dios: “he visto la aflicción de mi pueblo en Egipto, he escuchado su clamor” (Ex 3,7). Escuchar la voz de Dios es también lo que nosotros queremos hacer hoy. Nuestro pueblo necesita escuchar la Palabra del Hijo de Dios vivo, entre tantas voces y propuestas de la vida de cada día, en medio de las tristezas y preocupaciones que sufre por la pobreza, la violencia, la injusticia y la falta de fraternidad: “Mi paz les dejo” (Jn 14, 27), nos dice el Señor.
La Palabra del Hijo de Dios pone esperanza en los corazones. Nos ha dicho el Papa Francisco: “La esperanza nos invita a reconocer que siempre hay una salida, que siempre podemos reorientar el rumbo, que siempre podemos hacer algo para resolver los problemas” (Laudato Si’ n. 61). Nuestro Señor Jesucristo nos revela que Dios Padre nos ha dado este mundo como casa común para todos los hombres y mujeres; ha querido construir una sola familia, derribando el muro del odio que nos separaba; nos ha reconciliado para que vivamos como hermanos. En la cruz ha vencido la venganza, el odio y la muerte. Dios no se cansa de perdonar porque su misericordia es infinita. Con corazones divididos en miles de fragmentos será difícil construir una auténtica paz social. La paz se construye día a día, en la instauración de un orden querido por Dios que comporta una justicia más perfecta entre los hombres, la paz que no surja como fruto del desarrollo integral de todos no tendrá futuro y siempre será semilla de nuevos conflictos y de variadas formas de violencia, nos ha enseñado el Papa en la Evangelii Gaudium, 219. La dignidad de la persona humana y el bien común están por encima de los intereses particulares y personales (Cfr. Evangelii Gaudium, 218). “Cristo es nuestra paz” (Ef 2, 14). La paz es posible porque el Señor ha vencido al mundo y a su conflictividad permanente “haciendo la paz mediante la sangre de su cruz” (Col 1, 20). El Papa Francisco afirma: “El primer ámbito donde estamos llamados a lograr esta pacificación es en nuestro interior” (Evangelli Gaudium, 229). Basta que haya un hombre bueno para que haya esperanza. El Creador no nos abandona, nunca hizo marcha atrás en su proyecto de amor, no se arrepiente de habernos creado. La humanidad aún posee la capacidad de colaborar para construir
nuestra casa común (Laudato Si’ n. 13). Todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación –de las personas en primer lugar–, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus capacidades (Laudato Si’ n. 14). Hoy más que nunca debemos vivir nuestra fe con autenticidad. La fe auténtica se traduce en buenas obras, en solidaridad, en ayuda al hermano, como nos lo enseña el Apóstol Santiago (St 2). La situación de violencia en la que vivimos pareciera que no tiene solución, pareciera que cada vez es más difícil salir de ella, sin embargo Cristo es la solución. Pidamos al Divino Salvador del Mundo salve nuestra nación y nos bendiga siempre.
Renovación de la consagración de El Salvador al Sagrado Corazón de Jesús – Durante la Misa Patronal de la nación. Fiesta de la Transfiguración del Señor. 6 de agosto de 2015 – Señor Jesús, nuestro Redentor y Salvador: venimos ante Ti en este día de Acción de Gracias. Tuyos somos y tuyos queremos ser, y para manifestar públicamente nuestra fidelidad, queremos, en este día, renovar nuestra consagración a Ti, esa consagración que hicimos en nuestro Bautismo. Sabemos que muchos no te han conocido, otros han rechazado tu Evangelio o algunos han renegado de Ti. Te pedimos que con la fuerza de tu Espíritu
los atraigas a todos al amor del Padre, manifestado en tu Corazón. Señor, ejerce tu reinado de amor no solo sobre aquellos que nunca se han alejado de Ti, sino también sobre aquellos que te han abandonado; haz que todos vuelvan, como el hijo pródigo, a la casa paterna. Mira, Señor, con amor a nuestra amada patria de El Salvador. Tú sabes que la han invadido muchas semillas de maldad, de odio y de violencia. Tú conoces que la idolatría de la riqueza y las tinieblas de la mentira han ahogado la verdad y
la justicia. Concede a tus fieles ser auténticos testigos de tu Reino. Te c o n s a g r a m o s , S e ñ o r, n u e s t r a s familias, fundamento de la sociedad y de la Iglesia. Con el don de tu Espíritu fortalece y reanima nuestros hogares, para que sean de verdad, pequeña y primera comunidad cristiana por la Fe, la Oración y el Testimonio. Que llegue a nosotros tu Reino, el Reino de la Verdad y de la Vida, el Reino de la Justicia, el Amor y la Paz. Amén.
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“La Transfiguración no es un cambio en Jesús, sino la Revelación de su Divinidad” – Homilía de Mons. José Luis Escobar, Arzobispo de San Salvador, en la Misa Patronal en honor al Divino Salvador del Mundo. Atrio de Catedral Metropolitana. 6 de agosto de 2015 – Saludo de corazón a todos, a los señores obispos, en primer lugar al Excmo. Señor Nuncio Apostólico de Su Santidad el Papa Francisco, Mons. Léon Kalenga; al Excmo. Mons. Fernando Sáenz Lacalle, nuestro Arzobispo Emérito; al Excmo. Mons. Reynaldo Colindres, Obispo Castrense y Vicepresidente de la CEDES; al Excmo. Mons. Rodrigo Orlando Cabrera, Obispo de Santiago de María; al Excmo. Mons. Samuel Elías Bolaños, Obispo de Zacatecoluca; al Excmo. Mons. Miguel Ángel Morán, Obispo de San Miguel; al Excmo. Mons. Luis Morao, Obispo de Chalatenango; al Excmo. Mons. Monseñor Elías Rauda, Obispo de San Vicente; al Excmo. Mons. Gregorio Rosa Chávez, Obispo Auxiliar de San Salvador. Al Excmo. señor Presidente de la República en Funciones, el señor Oscar Ortiz; al Excmo. señor Presidente de la Corte Suprema de Justicia, el señor Oscar Pineda; a la Excma. Presidenta en Funciones de la Asamblea Legislativa, señora Jacqueline Rivera. Al Honorable señor Alcalde Municipal Don Nayib Bukele y su señora esposa. A los señores diputados presentes, a los señores embajadores presentes, a los señores del Consejo Municipal presentes. Al Ilmo. Mons. Gabriel Viola, Secretario de la Nunciatura Apostólica, a los Ilmos. Monseñores, a los Reverendos Sacerdotes, a los señores Diáconos, a los seminaristas, a las hermanas religiosas y hermanos religiosos. A todos los amadísimos hermanos y hermanas en Cristo, los aquí presentes y a todos los que por radio y televisión están unidos a nosotros en esta celebración. Cuscatlán en idioma náhuatl significa: “Tierra de dicha o de abundancia”. En 1525 nuestra tierra fue bautizada con el nombre del Divino Salvador, porque 69 años antes, el año 1457, el Papa Calixto III dedica el día 6 de agosto en Acción de Gracias al Divino Salvador del Mundo, Jesucristo, y desde entonces lo hemos venido celebrando a la fecha, son 490 años. La fiesta de hoy nos revela la identidad escondida de Jesús que se manifiesta a sus discípulos en la cima de la montaña. Jesús, el hombre de Nazaret, el hijo de María, el humilde carpintero de Nazaret, es también el hijo de Dios. Esa es su verdadera identidad. La Transfiguración no es un cambio en Jesús, sino la Revelación de su Divinidad. Pedro, Santiago y Juan, contemplando la Divinidad del Señor, se preparan para afrontar el escándalo de la Cruz. ¡La Transfiguración es un anticipo de la Resurrección! San Juan Pablo II Nos dijo: En el Tabor comprendemos mejor que el camino de la cruz y el de la gloria son inseparables. Acogiendo plenamente el designio del Padre, en el que estaba escrito que debía sufrir para entrar en su gloria (cf. Lc 24, 26), Cristo experimenta de forma anticipada la luz de la resurrección. De igual modo nosotros, al llevar cada día la cruz con fe rebosante de amor, no solo experimentamos su peso y su dureza, sino también su fuerza de renovación y de consolación. Con Jesús, recibimos esta luz interior especialmente en la oración.
San Atanasio el Sinaíta escribe que «Él se había revestido con nuestra miserable túnica de piel, hoy se ha puesto el vestido divino, y la luz le ha envuelto como un manto». El mensaje que Jesús transfigurado nos trae son las palabras del Padre: «Éste es mi Hijo amado; escuchadle» (Mc 9, 7). Escuchar significa hacer su voluntad, contemplar su persona, imitarlo, poner en práctica sus consejos, tomar nuestra cruz y seguirlo.
El prefacio de esta fiesta nos ofrece un bello resumen de la Transfiguración de Jesús. Dice así: «Porque Cristo, Señor, habiendo anunciado su muerte a los discípulos, reveló su gloria en la montaña sagrada y, teniendo también la Ley y los profetas como testigos, les hizo comprender que la pasión es necesaria para llegar a la gloria de la resurrección». Una lección que no debemos olvidar nunca. Hace un mes Su Santidad El Papa Francisco visitó nuestro continente América Latina. Su visita nos deja un legado de inmenso valor. Hoy solo quiero referir la felicitación que hizo a América Latina y más concretamente al Ecuador por su profunda fe, dijo que encontraba algo especial que no había encontrado en otras partes y explicó que se debía a la Consagración del Ecuador al Sagrado Corazón de Jesús. Lo mismo
puede decirse de nuestro pueblo. Felicitamos la fe del pueblo salvadoreño su amor a Cristo y hoy que estamos reunidos todos como nación los Obispos de El Salvador queremos Renovar la Consagración de Nuestro País al Sagrado Corazón de Jesús. Lo haremos inmediatamente después de mis palabras. Hace solo seis días Nuestra Conferencia Episcopal hacía este llamado a todos los salvadoreños: “En este momento de mucho sufrimiento, dolor y luto, les animamos a fortalecer su fe y mantener la esperanza, confiando en la misericordia divina; supliquemos al Divino Salvador que proteja y salve nuestra nación. Invitamos a todos a unirnos en oración por la paz. A nuestros sacerdotes les pedimos promover la oración por la paz en todo el país. Que en todos los templos parroquiales y capillas donde está el Santísimo Sacramento... todos los días jueves y sábados por la tarde, se haga una hora de adoración al Santísimo. Que además se hagan procesiones, Rosarios, ayunos y sacrificios, suplicando a Dios el don de la paz para nuestra Nación.” Y Más adelante los obispos nos han dicho: “es el momento de vivir de acuerdo a nuestros principios y valores, a no dejarnos vencer por el mal, sino a vencer el mal con el bien. Es el momento de que todos seamos solidarios con los que sufren y aportar lo mejor de nosotros en favor del bien común”. Hago propicia la ocasión para reiterar ese llamado de nuestros Obispos a toda la sociedad salvadoreña. Y queremos elevar nuestras oraciones al Divino Salvador del Mundo por intercesión del más grande y más santo de los hijos de nuestro pueblo, nuestro amadísimo Beato Mons. Romero; por eso sus reliquias nos acompañan en estas celebraciones y las llevaremos a todas las parroquias de nuestro país para que sean veneradas por todos. Al venerar a Monseñor Romero pidamos su intercesión para que nos obtenga del Divino Salvador el don de la Paz y a la vez imitemos su valiente defensa, de la verdad, de la justicia y del bien. La defensa de los derechos de nuestros hermanos más pobres y vulnerables y su rechazo de toda violencia en aras de la Paz. Invocamos hoy por intercesión de María Santísima y de Monseñor Romero al Divino Salvador: por tu misericordia danos la Paz.
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Ordenación sacerdotal en San Pablo Tacachico
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Arzobispado de San Salvador
El señor Arzobispo de San Salvador, Mons. José Luis Escobar Alas otorga el Sacramento del Orden Sacerdotal a Donis Ernesto Morán Vega
El 8 de agosto quedará grabado en la memoria de muchos fieles de la parroquia San Pablo Apóstol, en el departamento de La Libertad. Ese día recibió el Sacramento del Orden Sacerdotal el diácono Donis Ernesto Morán Vega, quien es originario del cantón San José Las Flores, municipio de El Congo, pero que desde su juventud ha vivido en la ciudad de San Pablo Tacachico, de dicho departamento. La Ordenación tuvo lugar en el Centro Recreativo de la ciudad, pues la asistencia de familiares, amigos y conocidos fue bastante grande. También asistieron muchos sacerdotes que fueron recibidos por el Pbro. Oscar Wilfredo Carpio, párroco de San Pablo Apóstol, y el Pbro. Juan Carlos Toloza, Vicario Parroquial. A las 10:00 am dio inició la solemne misa, que fue presidida por Mons. José Luis Escobar, Arzobispo Metropolitano de San Salvador. Animó la celebración litúrgica un coro integrado por los diferentes movimientos y pastorales de la parroquia local. El padre Morán Vega es el segundo de ocho hijos de los esposos Salvador Francisco Morán y de Emelina del Carmen Vega Medina. Inició
sus estudios de Licenciatura en Administración de Empresas, en la Universidad Modular Abierta, pero los vio interrumpidos por el inicio de su discernimiento vocacional. En 2008, fue aceptado en el Seminario y culminó sus estudios en 2014. Contribuyó en pastoralmente en parroquias como San Antonio de Padua, San Pedro Perulapán y Catedral Metropolitana de San Salvador. Durante su diaconado permaneció en la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes, en Lourdes, municipio de Colón. El domingo 9 agosto, en la parroquia San Pablo Apóstol, el Pbro. Donis Morán ofició su primera Misa en compañía del párroco y el Vicario Parroquial de dicha comunidad. Gracias Padre Donis por ser fiel a su vocación y por inspirarnos a aportar más en la labor pastoral.
A nuestros lectores
El nuevo sacerdote, Pbro. Donis Morán, es felicitado por los demás padres que participaron de la ceremonia
Esperamos sus sugerencias, comentarios o avisos de actividades parroquiales a los números:
2298-6268 o 7737-3760, y su correspondencia a: 1a. Calle Poniente Nº 3412, Col. Escalón, S.S. o bien al correo electrónico:
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Palabras del Arzobispo
Decreto
(viene de la página 2) La PRIMERA LECTURA (Pr 9, l-6) anticipa su figura en la de un espléndido banquete dado por la sabiduría, personificada en una rica matrona que invita a su mesa especialmente a los más desprovistos de ella como son los jóvenes inexpertos y los ignorantes. “Venid a comer mi pan y a beber el vino que he mezclado” (ib 5). En ese contexto pan y vino son sinónimos de consejos sabios y prudentes dispensados con largueza por la sabiduría. Pero esto no quita que el lector cristiano pueda ver ahí –como insinúa la Liturgia del día– una prefiguración del pan y el vino eucarísticos ofrecidos por Cristo a todos los creyentes. Al decir Jesús: “el pan que yo daré es mi carne, para la vida del mundo” (Jn 6, 51) manifiesta su intención de llevar el don de sí a los hombres hasta dejarles en comida su carne y su sangre. La Eucaristía se presenta así no sólo en relación estrecha con la muerte del Señor sino también con su Encarnación, como prolongación mística de la misma. La carne tomada por el Verbo para hacer de ella una oblación al Padre en la cruz, continuará siendo sacrificada místicamente en el Sacramento Eucarístico y ofrecida a los creyentes en alimento. A proposición tan inaudita los Judíos se rebelaron vivamente: “¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?” (ib 52). Protesta justificable; pues ¿puede un hombre normal no estremecerse a la idea de tener que comer la carne de un semejante? Jesús, con todo, no retracta ni atenúa lo dicho, antes lo recalca con énfasis, evidenciando además la necesidad de esa “comida”: “Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna... Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida” (ib 5355). El Señor no da explicaciones que hagan el misterio más accesible; quien no cree en Él no las aceptaría. Él quiere la fe, pero los creyentes, que han recibido el don de la fe, ¿cómo y hasta qué punto creen en este admirable misterio? Tal vez el mundo moderno es tan escéptico frente a la Eucaristía porque con demasiada frecuencia tratan este Sacramento con una superficialidad y ligereza espantosas. Hay que postrarse, suplicar perdón, pedir una fe viva, profundizar en oración las palabras del Señor, adorar su Sacramento, comer de él con estremecimiento y con amor. Entonces se comprenderán también las sublimes afirmaciones de Jesús: “El que come mi carne y bebe mi sangre, habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado y yo vivo por el Padre; del mismo modo el que me come, vivirá por mí” (ib 56-57). La Eucaristía está destinada a nutrir al cristiano para que sea siempre sarmiento vivo de Cristo, criatura conformada con su Señor, de tal modo abismada en Él que de su ser y su obra se trasluzca la presencia de Aquel que, alimentándolo con su carne y con su sangre, lo asemeja a sí. La conducta del cristiano debe demostrar que no vive ya por sí mismo encerrado en estrechos horizontes terrenos, sino para Cristo, abierto a inmensos horizontes eternos, y que sus obras llevan ya la impronta de la vida eterna de que la Eucaristía le nutre. Sólo así puede el creyente ser en el mundo un testimonio vio de la realidad inefable del misterio eucarístico. † Mons. José Luis Escobar Alas Arzobispo Metropolitano de San Salvador
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Conferencia Episcopal de ElSalvador “VENGAN A MÍ, LOS QUE ESTÁN… AGOBIADOS, YO LOS ALIVIARÉ” (MT 11, 28) − Mensaje de la Conferencia Episcopal de El Salvador ante la grave situación de violencia que sufre nuestro país − 1. Los Obispos de la Conferencia Episcopal de El Salvador, reunidos en Asamblea Ordinaria en el mes de julio, en las vísperas de la solemnidad del Divino Salvador del Mundo, Patrono de nuestra Nación, ante la aflictiva crisis nacional, a las víctimas de la violencia les expresamos nuestro dolor y cercanía, y en solidaridad ofrecemos a Dios nuestras oraciones. 2. Merece nuestro elogio la actitud valiente y generosa de la población salvadoreña que, a pesar de los problemas por los que atraviesa, no se doblega y sigue adelante en el cumplimiento de sus deberes, con el espíritu trabajador y abnegado que le caracteriza. Les animamos a no darse por vencidos. Hoy es el momento de vivir de acuerdo a nuestros principios y valores, a no dejarnos vencer por el mal, sino a vencer el mal con el bien. Es el momento de que todos seamos solidarios con los que sufren y aportar lo
† Mons. José Luis Escobar Alas Arzobispo Metropolitano de San Salvador Presidente de la CEDES
Mons. Rodrigo Orlando Cabrera Cuellar Obispo de Santiago de María
Mons. Miguel Ángel Morán Aquino Obispo de San Miguel
Mons. Gregorio Rosa Chávez Obispo Auxiliar de San Salvador
mejor de nosotros en favor del bien común. 3. En este momento de mucho sufrimiento, dolor y luto, les animamos a fortalecer su fe y mantener la esperanza, confiando en la misericordia divina; supliquemos al Divino Salvador que proteja y salve nuestra nación. Invitamos a todos a unirnos en oración por la paz. A nuestros sacerdotes les pedimos promover la oración por la paz en todo el país. Que en todos los templos parroquiales y capillas donde está el Santísimo Sacramento, a partir de esta fecha, todos los días jueves y sábados por la tarde, se haga una hora de adoración al Santísimo. Que además se hagan procesiones, Rosarios, ayunos y sacrificios, suplicando a Dios el don de la paz para nuestra Nación. 4. A los que tristemente han optado por la violencia, les urgimos a deponer esa actitud y volver a Dios. Les advertimos que de todas nuestras acciones daremos cuenta ante el tribunal de Dios, y que nadie escapará de la justicia divina.
Mons. Fabio Reynaldo Colíndres Abarca Obispo del Ordinariato Militar Vicepresidente de la CEDES
Mons. Luis Morao , OFM Obispo de Chalatenango
5. A las Autoridades del Estado, a los políticos de todos los partidos, y a todas las fuerzas vivas de la sociedad, les pedimos que actúen con responsabilidad, cumpliendo con sus deberes en favor de la sociedad, deponiendo las actitudes negativas de ataque mutuo que generan más división en el pueblo. Por el contrario, es tiempo de unir esfuerzos, con respeto y espíritu de colaboración, para promover la paz y el progreso en nuestra Nación. Les exhortamos a poner su mejor esfuerzo obrando de manera honesta, recordándoles que el fin no justifica los medios. Pedimos al Divino Salvador del Mundo, por intercesión de la Reina de la Paz y de nuestro Beato Monseñor Romero, el don de la paz para todos. Dado en la sede de la Conferencia Episcopal de El Salvador, San Salvador, 30 de julio de 2015.
Mons. Romeo Tovar Astorga, OFM Obispo de Santa Ana Secretario General de la CEDES
Mons. Elías Samuel Bolaños Avelar, SDB Obispo de Zacatecoluca
Mons. José Elías Rauda Gutiérrez , OFM Obispo de San Vicente
Mons. Constantino Barrera Morales Obispo del Sonsonate
Mons. Fernando Sáenz Lacalle Arzobispo Emérito de San Salvador
Mons. Eduardo Alas Alfaro Obispo Emérito de Chalatenango
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La Palabra de Dios para cada semana Lecturas: Pro 9, 1-6; Sal 33, 2-3.10-15; Ef 5, 15-20; † Jn 6, 51-58 Domingo 16 de agosto de 2015 • Vigésimo domingo del Tiempo Ordinario • Ciclo “B” • Año I impar Preparado por:
Pbro. Patxi Loidi cirsol6@integra.com.sv
Quien come mi carne vive en mí y yo en él
Amigas y amigos: Lo tenemos tan oído, que podemos leerlo sin detenernos. Y ¿por qué habría que detenerse? Porque son palabra sublimes, de las más sublimes que se hayan dicho. Quien come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna ya desde ahora. ¿Se puede decir más? Mejor es sumergirse en el Amor y dejar que nos empape por completo. Feliz día con el Señor. Hola, amigos y amigas. ¿No les parece duro también a ustedes este lenguaje? ¡Comer y beber carne y sangre humana! Diríamos que el evangelista se excedió. Casi nos sumaríamos al coro de los escandalizados y protestones. Pero a veces ni siquiera pensamos. Y no han faltado cristianos que han visto carne palpitante sobre el altar, una estupidez y una barbaridad. ¡Y pensar que uno lo ha escuchado en Homilías de personas importantes! La murmuración era inevitable. La réplica de Jesús fue inmediata: O comen mi carne y beben mi sangre o no tendrán vida. Lenguaje severo, puesto por el autor en boca de Jesús. ¿No es lógico que provocara rechazo? Pero alguna razón pudo haber. Cuando se escribió este Evangelio, había una corriente cristiana que negaba la humanidad de Jesús. Decían que era un Dios revestido de carne humana. Para la cultura griega de entonces, el cuerpo humano tenía escaso valor; lo que valía era lo espiritual y lo divino. De ahí nació la negación de la humanidad de Jesús. Para combatir esa falsedad, el autor emplea ese lenguaje realista y crudo. Y en otra parte dice explícitamente: Quien confiesa a Jesucristo venido en carne mortal es de Dios; quien lo
niega no es de Dios (1 Jn 4, 2-3). Por eso el Evangelio de hoy trae a continuación estas tres grandes máximas:
Plegaria.
Misterio y Amor
– Quien coma de este pan, vivirá para siempre.
Por favor, no me den explicaciones. No luchen por dejarlo descubierto, porque van a matármelo. Me matan el misterio.
– Quien come mi carne y bebe mi sangre, tiene ya ahora la vida eterna. – Quien coma mi carne y bebe mi sangre, vive en mí y yo en Él. ¡Magníficas afirmaciones de fe! Vida eterna, vida eterna desde hoy mismo, y vida fundida con la de Jesús. Es mucho más que la unión: es un misterio inmenso. Dios tiene un solo Hijo, Jesús. Pero Jesús se funde con todos los seres humanos, formando lo que llamamos el Cristo Total. Esta gran realidad comienza con el bautismo y se plasma en la Eucaristía con el pan y vino consagrados: en ellos recibimos a Jesús y Jesús nos transforma en Él. Es una comida y bebida espiritual, porque recibimos a Jesús Resucitado. Pero no por espiritual es menos real y profunda. Es un misterio inmenso, imposible de comprender con nuestro pobre entendimiento. Pero lo que no consigue el pensamiento, lo consigue el amor. La celebración eucarística es amor o no es nada.
Mas tampoco me dejen sin amor, no me dejen desnudo sobre el frío suelo. Pobres predicadores, que apelan al misterio por salir del enredo y luego no nos dan tampoco amor. Nos quitan todo. No queremos verlos ni en fotos ni en pintura. ¡Afuera! ¡Afuera! Pueden decirnos que jamás lo entenderemos, con tal que embriaguen nuestras almas con el fruto santo de la vid. Pueden mostrarnos que no alcanza nuestro entendimiento pero llenándonos la copa hasta los bordes. Si no sabéis hacerlo, marchaos para siempre, dejad esa tarea, ¡Jesús, Jesús!, amor sin muros y sin techo. Mas… perdonadme, porque también yo tengo un corazón pequeño y sus paredes sudan humedad. Y en ellas danza el ego, resbalando y llevándome hacia abajo. Perdonadme; y hablemos del Misterio Envuelto en el Amor, con nuestro balbuciente y pobre verbo.
• Del 17 al 22 de agosto de 2015 • Martes 18: Jc 6, 11-24; Sal 84, 9.11-14; † Mt 19, 23-30 Miércoles 19: Jc 9, 6-15; Sal 20, 2-7; † Mt 20, 1-16 (Memoria) Ef 3, 14-19; Sal 130; † Mt 11, 25-30 (Misa de feria) Jueves 20: Eclo 15, 1-6; Sal 118; † Jn 17, 20-26 (Memoria) Jc 11, 29-39; Sal 39, 7-10; † Mt 22, 1-14 (Misa de feria) Viernes 21: 1 Tes 2, 2-8; Sal 88; † Jn 21, 15-17 (Memoria) Rut 1, 1.3-8.14-16.22; Sal 145, 5-10; † Mt 22, 34-40 (Misa de feria) Sábado 22: Is 9, 1-3.5-6; Sal 112; † Lc 1, 26-38 (Memoria) Rut 2, 1-3.8-11; 4, 13-17; Sal 127, 1-5; † Mt 23, 1-12 (Misa de feria)
Lecturas de la Semana
Lunes 17: Jc 2, 11-19; Sal 105; † Mt 19, 16-22
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Fiestas en honor al Divino Salvador del Mundo
Visita del señor Arzobispo a Radio YSAX Este 4 de agosto, Mons. Jesús Delgado, director de Radio YSAX (der.), invitó a Mons. José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador, a visitar las instalaciones donde próximamente funcionará dicha estación. El señor Arzobispo se mostró muy interesado y complacido por el impulso que este nuevo medio dará a la evangelización de nuestro pueblo
Español - Inglés. Clase ÿAŸ. Sacerdotes Diocesanos y profesores asociados
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Abre su Matrícula para 2016 Santas Misas:
Domingo en el Santuario 8:00 y 10:00 a.m. Capilla del Colegio 11:15 a.m.
Tel.: 2263-0666 y 2263-0755 Final 5… calle poniente, Calle José Martí, anexo al Santuario Divino Niño, Colonia Escalón
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IGLESIA LOCAL
“La Transfiguración no es un cambio en Jesús, sino la Revelación de su Divinidad”