Semanario Orientacion (21 jun 2015)

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S • E • M • A • N • A • R • I • O Año LXIII Nº 5865

ÓRGANO OFICIOSO DEL ARZOBISPADO DE SAN SALVADOR. 21 de junio de 2015

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Su Eminencia Cardenal Giuseppe Vertello, Presidente del Gobernatorato vaticano (izq.), bendice la obra en relieve de Nuestra Señora de la Paz que permanecerá en los jardines vaticanos desde este quince de junio. Mons. José Luis Escobar, Arzobispo de San Salvador (2º de der. a izq.), participó del acto


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Torogoz. El Salvador Foto del perfil de Facebook

IGLESIA LOCAL

Un regalo del pueblo salvadoreño a la Santa Sede

Nuestra Señora Reina de la Paz sostiene en su mano derecha una pluma dorada, en recuerdo del milagro que se obró mediante su intercesión en 1787

Continuando con la idea de los Santos Padres de hacer de los Jardines del Vaticano un espacio dedicado a la religiosidad popular, desde este quince de junio ahí mora una nueva residente. Esta vez la ocupante tiene rasgos latinoamericanos, lleva antepuesto al frente de la falda de su traje el escudo nacional de la República de El Salvador, y en su mano derecha sostiene una pluma dorada −en recuerdo del milagro que se obró mediante su intercesión durante la erupción del volcán Chaparrastique en 1787−. Sí, se trata de un relieve de Nuestra Señora Reina de la Paz que desde ahora ocupa un sitial de mucha importancia en estos patios de la Santa Sede, junto a otras obras de arte e imágenes que representan las advocaciones de la Santísima Virgen veneradas en diferentes países del mundo. El evento fue presidido por Su Eminencia, el señor Cardenal Giuseppe Vertello, Presidente del Gobernatorato vaticano; Mons. José Luis Escobar, Arzobispo Metropolitano de San Salvador; el Pbro. Luis Ernesto Ayala y una representación gubernamental encabezada por el Arq. Manuel Roberto López, Embajador de El Salvador ante la Santa Sede. La obra, de 1.90 de alto por 1.50 metros de ancho, está elaborada en acero inoxidable y cobre. Las coronas de la Virgen y el Niño son chapadas en oro; y su alrededor hay catorce querubines que representan los catorce departamentos de nuestro país. Los jardines vaticanos son parcelas urbanas y parques que abarcan más de la mitad del territorio vaticano en el sur y en el noreste. Contiene algunos edificios como Radio Vaticana dentro del lugar y posee muros de piedra que rodean las aproximadamente 23 hectáreas por el norte, el sur y el oeste. Cerca de estos jardines se encuentra además el helipuerto y el monasterio Mater Ecclesiae, donde reside Benedicto XVI. (Pasa a página siguiente)

De izq. a der.: Arq. Manuel López, Su Eminencia Cardenal Giuseppe Vertello y Mons. José Luis Escobar durante el acto de bendición del monumento

Palabras del Excelentísimo señor Embajador de El Salvador ante la Santa Sede, Arq. Manuel Roberto López, durante la bendición del monumento. 15 de junio de 2015 Tal como lo expresa la placa de mármol especialmente para estar con nosotros. que ha sido colocada a los pies de la Es muy justo también expresar en esta Santísima Virgen, este es un regalo del ocasión un sincero agradecimiento al pueblo de El Salvador a la Santa Sede, como reverendo padre Luis Ayala, párroco de una expresión del amor filial que se profesa la iglesia de San Benito en nuestro país, a la Santa Madre Iglesia en nuestro país. quien después del Espíritu Santo, ha Asimismo nos llena de mucha alegría sido el verdadero motor que ha movido y compartimos con ustedes la plena la ejecución de esta obra, ya que como disposición de Su Santidad el papa coordinador en El Salvador logró hacer Francisco para la colocación de esta realidad las colectas a través de las cuales imagen en los jardines vaticanos, se pagó la realización del monumento por expresada con mucho entusiasmo a los la reconocida empresa Torogoz, pionera miembros de la Conferencia Episcopal en nuestro país en el trabajo del bronce de El Salvador que le visitaron durante el artístico, así como su posterior traslado mes de mayo de 2014. a la ciudad de Roma. A través del padre A partir de ese momento, se inició Luis enviamos nuestros agradecimientos a la coordinación con el Gobernatorato los feligreses de la (parroquia) San Benito vaticano, encontrando también una quienes son su generosidad hicieron notable y cordial acogida en su posible esta obra. presidente, Su Eminencia Reverendísima, Debo destacar y al mismo tiempo cardenal Giuseppe Vertello, quien nos agradecer de una forma muy especial expresó su satisfacción de autorizar la la colaboración espontanea y muy realización de la obra y en su Secretario profesional de las unidades especializadas General, Su Excelencia Reverendísima del Gobernatorato, especialmente don Monseñor Fernando Vergez Alzaga, quien Rafael García de la Serra, Jefe de la ha apoyado todos los aspectos que han Oficina de Servicios Técnicos y a la hecho posible la realización de la obra. arquitecto Barbara Belano de la misma Es también motivo de una especial oficina, quienes en todo momento satisfacción el haber realizado todas nos dieron su asistencia técnica y sus nuestras acciones en coordinación atinadas sugerencias para obtener los con la Conferencia Episcopal de El resultados que apreciarán dentro de Salvador, habiendo tenido la visita de su breves momentos. Nos acompañaron Presidente y Arzobispo de San Salvador, al momento del desembalaje de nuestra Su Excelencia Reverendísima Monseñor imagen, compartiendo con nosotros los José Luis Escobar Alas, quien dio sus emocionantes momentos de constatar atinadas sugerencias para realizar la obra las dimensiones de la imagen que debía que este día ustedes podrán admirar. coincidir exactamente con el marco de Agradecemos a Monseñor José Luis mármol antiguo ya existente en el lugar. Escobar Alas, por haber realizado este viaje A todos muchísimas gracias.


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3 Hay varios manantiales subterráneos que actualmente no están en funcionamiento. Hay una amplia variedad de flora, y el área es considerada un biotopo. Cabe destacar que los jardines y los parques se establecieron durante la época del Renacimiento y del Barroco. Están decorados con fuentes y esculturas, y tienen un círculo donde están varias imagen veneradas en Latinoamérica: Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de México y de América Latina. La segunda devoción a María ahí colocada fue la réplica de la Virgen de Suyapa en 2013, y la Virgen de la Caridad del Cobre, venerada en Cuba, que fue entronizada en 2014.

Foto del perfil de Facebook

Radio Luz El Salvador

Este acontecimiento tiene mucha relevancia, considerando que son solo algunas las advocaciones de nuestra Madre las que adornan los Jardines del Vaticano. Los peregrinos que visiten Roma, salvadoreños y latinoamericanos tendrán la cercanía de la Patrona de El Salvador. Tendremos la bendición de contar con Ella, no sólo en nuestro corazón sino también con su imagen que servirá para recordarnos ese amor de Madre y protección que siempre nos ha dispensado.

Oración para pedir favores por la intercesión de MONSEÑOR ROMERO Oh Dios Padre Misericordioso: que por mediación de Jesucristo y la intercesión de la Virgen María, Reina de la Paz; y la acción del Espíritu Santo concediste al Beato Oscar Romero la gracia de ser un Pastor ejemplar al servicio de la Iglesia; y en ella preferencialmente a los pobres y los necesitados. Haz Señor, yo sepa también vivir conforme al Evangelio de tu Hijo y dígnate glorificar a tu Beato Oscar Romero y concédeme, por tu intercesión el favor que te pido… Así sea. (Si recibe el favor solicitado, repórtelo por escrito a la Oficina de Canonización de Monseñor Romero en el Arzobispado de San Salvador)

El señor Arzobispo, Mons. José Luis Escobar (izq.), viajó a Roma para participar del acto de bendición y develación de la obra en relieve de Nuestra Señora de la Paz, este 15 de junio

ORACIÓN DE

STER

E

para tiempos de violencia

Oh Dios, que dominas todo, oye el clamor de los desesperados: Líbranos del poder de los malvados y líbrame a mí del miedo. Amén. (Ester 14,19)

Ordenación de dos nuevos sacerdotes La Iglesia de la Arquidiócesis de San Salvador se alegra con la ordenación de dos nuevos presbíteros, este 6 de junio, por imposición de manos de S.E.R. Mons. José Luis Escobar (centro). A su lado, los neosacerdotes Ángel Rafael Rustrian Lara (a su der.) y Oswaldo Patricio Ortega Pañora, en Catedral Metropolitana

DIRECTORIO

Mons. Jesús Delgado DIRECTOR

Roger Herrera EDITOR EN JEFE

Dios Padre nuestro, que, con admirable providencia gobiernas el mundo, atiende nuestros ruegos por la Patria, para que la sabiduría de sus autoridades y la honestidad de sus ciudadanos robustezcan la concordia y la justicia, y podamos vivir en paz y progreso constante. Por Jesucristo nuestro Señor.

Efraín Caravantes DISEÑO GRÁFICO

Amén.

Roger Herrera DISEÑO DE PORTADA


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VOZ DEL PAPA

Papa pide más atención sobre la degradación ambiental El papa Francisco invitó el 16 de junio a que “se renueve la atención sobre la degradación ambiental y su recuperación en cada territorio”, al anunciar la publicación el 18 de junio de su encíclica sobre el medio ambiente. “Esta encíclica está dirigida a todos los que puedan recibir su mensaje y crecer en la responsabilidad hacia la casa común que Dios nos ha confiado”, agregó tras el rezo del Ángelus dominical en San Pedro. El título de la que será la primera encíclica de Francisco, ya que la anterior tuvo sólo que completarla, pues gran parte la había escrito su predecesor, Benedicto XVI , es “Laudato si (Alabado seas, en italiano antiguo). Sobre la protección de la casa común”. “Laudato si” es la frase inicial del Cántico de las Criaturas de san Francisco de Asís,

escrito en 1225. Es además el segundo documento pontificio después de la Exhortación Apostólica “Evangelii Gaudium” (La Alegría del Evangelio). Aunque aún no se conoce el contenido de la encíclica, escrita en español, su publicación llega precedida de algunas controversias sobre cuál será su mensaje y la posible crítica a los sistemas económicos y financieros actuales o incluso a los presuntos grupos de poder o multinacionales petrolíferas. El Cardenal hondureño Oscar Rodríguez Maradiaga, coordinador del llamado grupo “G9” que ayuda a Francisco en sus reformas de la Curia y quien ha leído el documento, afirmó que es “un texto delicioso” que va a poner “el dedo en la llaga” sobre algunas cuestiones. (Cf. Larazon.es 16 jun. 2015)

El escándalo del cristiano es vivir como un pagano En su Homilía del lunes 15, en Casa Santa Marta, el papa Francisco dijo que escandaliza ver a un cristiano que va a Misa el domingo pero vive como un pagano. Además afirmó que no hay que recibir en vano la gracia de Dios que se manifiesta según San Pablo “ahora mismo”. “Es lo que dice Pablo: ‘No recibir en vano’. ¿Y cómo debemos recibir? Ante todo es el ‘momento favorable’, dice. Nosotros debemos estar atentos para entender el tiempo de Dios, cuando Dios pasa por nuestro corazón”. “Estar libre de pasiones y tener un corazón humilde y dócil. El corazón es custodiado por

“Quien habla de los pobres es llamado comunista” ROMA. El papa Francisco advirtió el 16 de junio que “la pobreza es una palabra que siempre pone en aprietos y con frecuencia quien habla de los pobres es definido comunista”, en la Homilía de la Misa en Santa Marta. A propósito de la “teología de la pobreza”, Francisco observó que hoy como entonces, pobreza es “una palabra que pone en aprietos”. Tantas veces, afirmó, se siente decir: “pero este sacerdote habla demasiado de pobreza, este obispo habla de pobreza, este cristiano, esta monja hablan de pobreza... Pero son un poco comunistas, ¿no?”. Y en cambio, advirtió, “si tienes tanta riqueza en el corazón, esta riqueza tan grande, la caridad, la palabra de Dios, el conocimiento de Dios, haz que esta riqueza llegue a los bolsillos. Y esta es una regla de oro. Cuando la fe no llega a los bolsillos, no es una fe genuina. Es una regla de oro que Pablo aquí dice: ‘ustedes son ricos en tantas cosas, ahora, entonces sean amplios en esta obra generosa’”, indicó. (Cf. Ansalatina.com 16 jun. 2015)

la humildad, por la mansedumbre, jamás por las luchas. ¡No! Esto es el rumor: rumor mundano, rumor pagano o rumor del diablo. El corazón en paz. ‘No dar motivo de escándalo a nadie para que no sea criticado nuestro ministerio’, dice Pablo”, afirmó el Papa. “Custodiar el corazón para ser de Dios siempre, como dice San Pablo, ‘en las tribulaciones, en las necesidades, en las angustias, en las adversidades, en las prisiones, en los tumultos, en las fatigas, en las vigilias y en los ayunos’”, concluyó. (Cf. Romereports.com 15 jun. 2015)

Amor entre marido y esposa, soslayar diferencias...

Educación para los jóvenes, amor entre el marido y la mujer, comunión en las diferencias y no usar a los niños como rehenes en las separaciones, además de mantener a los abuelos en casa y evitar enviarlos a un hogar de ancianos, salvo cuando esta sea la única solución posible, pregonó el 14 de junio el papa Francisco. Esa cadena de consejos de Sumo Pontífice los dijo a la Diócesis de Roma. El Pontífice dijo que Roma “después de los hechos conocidos necesita un renacimiento moral y espiritual”, e instó a los padres a luchar contra lo que llamó “la colonización ideológica’ que sufren los niños en la escuela. Francisco habló del amor “como garantía tanto del matrimonio como del crecimiento armónico de los niños”. “Antes que una casa de ladrillo –exhortó– sus niños se visten de su amor”. El Pontífice también insistió en la cuestión de las personas mayores y ancianas, que siempre llama cariñosamente “abuelos”, y recordó que en Roma son una cuarta parte de la población. En tiempos de desempleo, dijo, “muchos utilizan y se valen de su jubilación” y recalcó que “merecen respeto, atención” porque “son la memoria de la familia y la sociedad”. “Por favor –aseveró– que el hogar de ancianos sea la solución última”. Gran parte de su alocución estuvo dedicada a las parejas en crisis, a las que el Papa pidió, cuando la separación es la única solución, mostrar al cónyuge para los niños “con respeto y nunca con malicia”. “Digan a los niños, que se separan porque tienen algunas dificultades, pero que su padre es un buen hombre. Que eso diga la madre a su hijo. Y que el padre acote que la madre es una buena mujer”, recomendó conciliador y pensando en los más pequeños. (Cf. Ansalatina.com 14 jun. 2015)

Los seres queridos que fallecen no están en la oscuridad, están en las manos de Dios Hace ya calor en Roma pero eso no ha impedido que miles de peregrinos acudan a la audiencia general. Tampoco que el Papa recorra la plaza besando niños y saludando, como hizo con estos peregrinos enfermos. Además hubo intercambio de solideo. Este 17 de junio de nuevo, Francisco habló sobre las familias. En esta ocasión afrontó una dolorosa circunstancia: la pérdida de un ser querido. Dijo que es especialmente incomprensible cuando fallecen los niños o cuando los niños muy pequeños pierden a sus padres. “Cuando una familia, en terrible luto, encuentra la fuerza para mantener la fe y el amor que nos unen a los que amamos, impide a la muerte llevarse todo. La oscuridad de la muerte se afronta con un intenso trabajo de amor”, recordó Francisco. Explicó que la muerte no resulta natural y que incluso es normal enfadarse con Dios. Sin

embargo, aseguró que gracias a la Resurrección de Cristo, la muerte ya no tiene la última palabra. “En esta fe podemos consolarnos los unos a los otros sabiendo que el Señor ha vencido a la muerte de una vez para siempre. Nuestros seres queridos no han desaparecido en la oscuridad de la nada: la esperanza nos asegura que están en las manos buenas y fuertes de Dios”, reflexionó el papa Francisco. También recordó que la muerte se vuelve aún más incomprensible cuando viene provocada por el odio y la indiferencia de las propias personas. Por eso, pidió que nadie se habitúe a esto. Y relacionado con la indiferencia, habló de los refugiados. “Invito a pedir perdón por las personas e instituciones que cierran la puerta a estas personas que buscan un hogar, que buscan una familia, que buscan ser protegidos”, finalizó. (Cf. Romereports.com 15 jun. 2015)


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ditorial

{ La

Reina de la Paz en el Vaticano

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Este lunes pasado, 15 de junio, el señor Arzobispo estuvo en los jardines del Vaticano presidiendo la entronización de la hermosa imagen de la Reina de la Paz, patrona de El Salvador, esculpida por artesanos y artistas de este nuestro suelo. La imagen de Nuestra Reina se encuentra ahora formando parte de un jardín de imágenes de la Virgen de dominaciones diferentes, según el lugar de procedencia. América Latina tiene tantas imágenes veneradas bajo diversas advocaciones, todas respondiendo a la rica veneración de nuestra gente creyente y piadosa.

esta acción que, una vez cumplida, termina diciendo “todo está cumplido”.

Para esta ocasión, qué bueno traer a la memoria unas bellas palabras del papa Francisco escritas en la Exhortación Apostólica “Evangelii gaudium”. En el número 285, precisamente, escribe: “Al Señor no le agrada que falte a su Iglesia el icono femenino. Ella, que lo engendró con tanta fe, también acompaña al resto de sus hijos, los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús” (Ap 12,17). A esta afirmación tan tierna llega el Papa después de contemplar a María al pie de la cruz.

El objeto de poner en el jardín del Vaticano muchas imágenes de la Virgen de acuerdo a múltiples advocaciones piadosas del pueblo creyente, se aclara con estas palabras que escribe el Papa en la “Evangelii gaudium” n° 286: “A través de las distintas advocaciones marianas, ligadas generalmente a los santuarios, es un modo de compartir las historias de cada pueblo que ha recibido el Evangelio, y entra a formar parte de su identidad histórica”.

“En la cruz, cuando Cristo sufría en su carne el dramático encuentro entre el pecado del mundo y la misericordia divina, pudo ver a sus pies la consoladora presencia de la Madre y del amigo. En ese crucial instante, antes de dar por consumada la obra que el Padre le había encargado, Jesús le dijo a María: Mujer, ahí tienes a tu hijo. Luego le dijo al amigo amado “Ahí tienes a tu madre” (Jn 19, 26-27). El Papa considera que esas palabras del Crucificado no despiertan en el hombre sentimientos de mera piedad, sino, sobre todo, revelan el misterio de una “especial misión salvífica. Jesús nos dejaba a su madre como madre nuestra”. Y tan importante considera Jesús

Jesús no quiere que caminemos hacia la casa del Padre, sin Madre, escribe allí mismo el papa Francisco. Y añade, en el número 286: “Como madre de todos, Ella es signo de esperanza para los pueblos que sufren dolores de parto hasta que brote la justicia”. Enseguida acota el Papa: “Ella, como verdadera Madre, camina con nosotros, lucha con nosotros y derrama incesantemente la cercanía del amor de Dios”.

Hete aquí que el jardín del Vaticano se convierte desde hoy, en Santuario de Santuarios. Un espacio testigo de la piedad popular que, como lo afirmó Aparecida (258), es un lugar de encuentro con Jesucristo. Allí queda plasmada la verdad que Aparecida formula con estas palabras: “Esta manera de expresar la fe está presente de diversas formas en todos los sectores sociales, en una multitud que merece nuestro respeto y cariño, porque la piedad del Pueblo de Dios «refleja la sed de Dios que solamente los pobres y sencillos pueden conocer»”. Junto a imágenes de la Virgen de todas las latitudes del mundo católica, las imágenes llegadas al Vaticano desde América Latina nos están diciendo que el catolicismo popular es también de Dios.

Por Mons. Jesús Delgado Acevedo, Director de Semanario Orientación

tioziggi@hotmail.com • Sigfrido Munés

La Polonia siempre católica La patria de San Juan Pablo II vio marcada su historia por el hecho de convivir, como alguien dijo, entre el Kaiser y el Zar. Es decir, entre dos grandes potencias militares. Y, después de mucho sufrir en el pasado y ser escenario de los mayores crímenes de los nazis, resurge como la nación pacífica que es y la más católica de Europa. Hace unos días, en TVE, veíamos el programa “Españoles en el mundo” realizado desde Varsovia, la capital polaca. Un reportaje doblemente grato, por cuanto mostraba ángulos muy interesantes de la hospitalaria ciudad y de su respeto y buenas normas de convivencia con los inmigrantes.

Percibimos una ciudad mucho más tranquila y apacible que otras grandes urbes, sin privarse de la dinámica del progreso. La vimos reconstruida, pero conservando adrede algunas ruinas de la segunda guerra mundial, como monumentos recordatorios. Está parcialmente en pie el ghetto judío, con todas las huellas físicas de la violencia sufrida por su gente durante aquellos años de la ocupación. El casco histórico y sus iglesias han sido reconstruidos conforme a sus planos originales, mientras en sus cercanías se levantan edificios modernos y vistosos rascacielos. El primero de estos altos edificios fue regalo de los soviéticos y es de hecho un clon de los que se levantan en Moscú, con la severidad gris de la arquitectura de la época de Stalin. El pueblo polaco sigue siendo fervientemente

católico, en contraste con otros pueblos europeos que se devanan en un materialismo que devora principios y valores. Pero Polonia es más que su ciudad capital. Con ella incluida es tierra de veneración y fe, meta de peregrinos de todo el mundo que acuden a respirar el aire que oxigenó el valor y la perseverancia de Karol Wojtyla ante la opresión; y santuarios que recuerdan las apariciones de María, como el de Częstochowa, donde preside los actos de fe la virgen negra, patrona del país. Polonia –cuna de Lech Walesa y del sindicato Solidaridad– ha sobrevivido, resurgiendo de entre sus ruinas y dejando en el pasado los días de las dictaduras ateas de los nazis y los comunistas, como diciendo al mundo que no hay mal que dure cien años… En Dios confiamos.


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Jornada de Oración por la Santificación de los Sacerdotes Por

Estimados hermanos en el sacerdocio: La Jornada de Oración por la santificación de los Sacerdotes, en la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús de este año, la celebramos en un contexto muy especial, puesto que acabamos de participar con gran alegría en la Beatificación de Mons. Oscar Arnulfo Romero, obispo y mártir, pastor según el corazón de Cristo, Evangelizador y padre de los pobres, Testigo heroico del Reino de Dios, Reino de justicia, fraternidad y paz. Este acontecimiento debemos leerlo a la luz de la fe para escuchar y discernir con atención “lo que el Espíritu está diciendo a las Iglesias” (Ap 2, 29), su repercusión nacional e internacional nos muestra que nos encontramos ante un signo de los tiempos a través del cual Dios se nos está manifestando (AP 366). Por eso los obispos de la Conferencia Episcopal nos dicen al final de su carta: “Y compartimos la opinión generalizada de que ésta gracia extraordinaria de poder contar con el primer beato salvadoreño debe marcar un antes y un después”. En la primea Semana de Pastoral Arquidiocesana del 5 al 10 de enero de 1976 hicimos nuestra la Evangelii Nuntiandi que el Papa Pablo VI recién había publicado el 8 de diciembre de 1975. Las opciones pastorales, que asumimos en esa semana, fueron: 1. La opción primordial por una Evangelización en todos los niveles, considerase como grave, urgente y necesaria. 2. La renovación necesaria de todos los medios disponibles en orden a una Evangelización adecuada y que no admite dilaciones, pero que tampoco admite superficialidades. 3. La necesidad de seleccionar y formar adecuadamente los Agentes de Pastoral, sobre todo los seglares. 4. Las comunidades cristianas, como objetivo que está en el horizonte, si queremos vitalizar la Iglesia. 5. La creación y adecuación de mecanismos operativos que vengan a dinamizar y a poner en ejecución estas opciones. El documento fruto de esa semana plasmó el marco doctrinal que nos orientó en nuestro hacer evangelizador de esa década, con el compromiso de hacer vida la Evangelli Nuntiandi y las conclusiones de dicha semana. El sabio acompañamiento pastoral de Monseñor Luis Chávez y González y Monseñor Rivera propició una generación de sacerdotes y laicos comprometidos con la evangelización. En este ambiente pastoral llegó Monseñor Romero a nuestra Arquidiócesis sucediendo a Monseñor Luis Chávez y González, dándole continuidad y nuevo dinamismo a la pastoral evangelizadora de la Arquidiócesis. En el primer Plan Arquidiocesano de Pastoral (1990-1995) en el Objetivo General nos propusimos: “Realizar en comunión y participación la Nueva Evangelización en la Arquidiócesis para que siendo signo e instrumento del Reino de Dios, contribuyamos a la transformación de la sociedad salvadoreña”1. La Nueva Evangelización se convirtió para todos nosotros en la prioridad pastoral en un ambiente de guerra civil en que nos encontrábamos, ésta había sido pedida para América Latina por el Papa Juan Pablo II en 1981 en Haití. Para la IV Conferencia del Episcopado

Latinoamericano, reunida en Santo Domingo, el mismo Papa, propuso como tema central la Nueva Evangelización, junto con la Promoción Humana y la Cultura Cristiana. En la reflexión y motivación pastoral que realizábamos en ese tiempo decíamos que así como la primera evangelización había producido santos, también la nueva evangelización debería producir los nuevos santos, y ¿quiénes serían esos santos?, pues todos los que en ese momento estábamos presentes.

Dios nos ha dado la caridad pastoral, nos ha hecho ministros suyos y nos confía misiones concretas, en donde ejercemos el ministerio en sus diversas dimensiones El Cardenal Amato, en su Homilía de la Beatificación, nos dijo que Romero es otra estrella luminosísima que se enciende en el firmamento espiritual americano. Él pertenece a la santidad de la Iglesia Americana, y nos presentó una extensa lista de santos de nuestro continente agrupados de acuerdo a diversos carismas. Terminaba la lista diciendo: “Mártires como Roque González, Miguel Pro y Oscar Arnulfo Romero”2. Monseñor Vincenzo Paglia dijo de él al diario Avvenire (22 de mayo): “El martirio de Monseñor Romero es el cumplimiento de una fe vivida en plenitud. La fe que emerge con fuerza en los textos del Concilio Vaticano II. En este sentido podemos decir que Romero es el primer mártir del Concilio, el primer testigo de una Iglesia que se mezcla con la historia del pueblo con el que vive la esperanza del Reino. Una esperanza de justicia, de amor, de paz. Romero es un fruto del Concilio”. Monseñor Romero es el primer mártir del Concilio Vaticano II y de la Nueva Evangelización, tal como aquí en nuestra Arquidiócesis y país lo asumimos, pero no debe ser el único, él ha marcado el camino, él ha abierto la brecha. Después de él debemos ir todos nosotros. El tiempo que vivió Monseñor Romero tiene bastantes similitudes con el tiempo que nosotros ahora vivimos. A nivel eclesial en cuanto a sus documentos teníamos el llamado que la Iglesia nos hacía a la misión y a la renovación por medio de los documentos del Concilio Vaticano II, la encíclica Eclesiam Suam y la Populorum Progressio de Paulo VI, entre otros. Hoy tenemos siempre el Concilio Vaticano II, que acaba de cumplir 50 años, y mantiene toda su vigencia. El rico magisterio de San Juan Pablo II, del Papa

Pbro. Jesús Octavio Cruz

Benedicto XVI y la Evangelii Gaudium del Papa Francisco y todos los mensajes que diariamente nos llegan de él. Como Iglesia latinoamericana teníamos los documentos de Medellín y Puebla, y los comunicados y cartas del SEDAC. Ahora contamos con los documentos de Santo Domingo y recientemente Aparecida. Y los mensajes y cartas de nuestra Conferencia Episcopal. En torno a la realidad socio económico y política del país, en la década de los años sesenta y setenta vivíamos una creciente crisis marcada por el cierre de los espacios políticos de participación y de exclusión de las mayorías de los beneficios económicos de la modernización del país. Y una creciente respuesta represiva (mano dura) a las demandas de los sectores populares. A la respuesta represiva los sectores populares respondieron con la organización de los diversos sectores para la defensa de sus intereses, esta tensión fue creciendo y hacía vislumbrar los peligros de una guerra civil. La voz de la Iglesia, a través de cartas pastorales (Monseñor Luis Chávez, Monseñor Romero) y de los púlpitos llamaba a la conversión y a la búsqueda de soluciones pacíficas basadas en la justicia, el amor y el respeto de los derechos fundamentales de la persona humana. A finales de la década del sesenta, a través de la acción católica especializada, se dio formación en Doctrina Social de la iglesia a muchos laicos que después incursionaron en la política. También hubo Escuela de Formación en Cooperativismo tanto en la zona urbana como en la rural. La Iglesia trató de dar acompañamiento pastoral a los laicos comprometidos en los movimientos sociales llamándoles permanentemente a la conversión y a no perder de vista los valores evangélicos y la visión de la transcendencia. Monseñor Romero decía: “La Eucaristía alimenta todo lo reivindicativo de la tierra porque le da su verdadero horizonte y cuando un hombre o un grupo quiere trabajar sólo por la tierra y no tiene horizonte de eternidad y no le importan esos horizontes religiosos, no es un liberador completo, no se puede fiar de él. Hoy luchan por el poder y mañana desde el poder serán los peores represores si no se tiene un horizonte de más allá de la historia que sancione lo bueno y lo malo de lo que hacemos los hombre en la tierra, no puede haber justicia verdadera ni reivindicación eficaces” (Homilía 17 de junio 1979). Actualmente, después de la emoción de la Beatificación, debemos bajar de la montaña y encarar la realidad que hoy presenta sus retos a la Evangelización. Aparecida nos ha advertido que en el nuevo contexto social, la realidad se ha vuelto para el ser humano cada vez más opaca y compleja. Esto quiere decir que cualquier persona individual necesita siempre más información, si quiere ejercer sobre la realidad el señorío a que por vocación está llamada. Esto nos ha enseñado a mirar la realidad con más humildad, sabiendo que ella es más grande y compleja que las simplificaciones con que solíamos verla en un pasado aún no demasiado lejano y que en muchos casos, introdujeron conflictos en la sociedad, dejando muchas heridas que aún no logran cicatrizar (AP 36). Sin embargo

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Plan Arquidiocesano de Pastoral 1990-1995. N. 403

2

Beato Oscar Arnulfo Romero y Galdámez (1917-1980). Homilía pronunciada el 23 de mayo de 2015, durante la misa de Beatificación del Arzobispo mártir Card. Angelo Amato, SDB. N 5


21 de junio de 2015 esto no significa que debemos abandonar el estudio de la realidad, sino que debemos ser más acuciosos y echar mano de las ciencias sociales. Es como cuando Jesús advierte a los discípulos de las dificultades de la misión, pero no por eso les desanima de ir. Monseñor Vincenzo Paglia en la Beatificación nos dijo que los salvadoreños debemos transformar el “sentir con la Iglesia” de Monseñor Romero, a “sentir con Romero” para propiciar la unidad, paz y reconciliación nacional. Pero ¿qué significa sentir con Romero? Significa que hagamos nuestros sus sentimientos, sus pensamientos, y que sigamos el ejemplo de vida que él nos dio. Sentir con Romero significa ponerse a lado de las mismas causas que él defendió, seguir sus ideales y estar abiertos a una permanente conversión al Evangelio”3. Nuestros obispos de la Conferencia Episcopal han dado ya el primer paso al declarar solemnemente en la Carta Pastoral, “Beato Monseñor Oscar Romero, Pastor y Mártir”: “Ahora que la Iglesia proclama Beato a Monseñor Romero, queremos comprometernos solemnemente a llevar adelante el pastoreo que él inició con audacia (“parresía”) y que selló con su sangre. El Beato Oscar Romero nos motiva a todos los católicos salvadoreños a emprender un nuevo modo de vivir y de dar testimonio de nuestra fe en Cristo. Los pastores en especial encontramos en él un llamado a asumir nuestra responsabilidad evangelizadora con sentido de pastor y entrega de mártir”4. Como dije anteriormente, los obispos terminan diciendo: “Y compartimos la opinión generalizada de que esta gracia extraordinaria de poder contar con el primer Beato salvadoreño debe marcar un antes y un después. Que seamos dignos de la gracia recibida y que nos pongamos de nuevo en marcha hacia un país diferente, el país que Dios quiere y el país por cuya transformación Monseñor Romero entregó su vida”5. Ahora bien, ¿cuál es el camino para hacer nuestro ese compromiso que ha adquirido nuestra Conferencia Episcopal, marcar ese después y aportar a la construcción de ese país que Dios quiere? El camino es el de la “santidad”. San Juan Pablo II nos la propuso como una de las prioridades pastorales para la Iglesia del tercer milenio y nosotros la asumimos en el marco doctrinal del Tercer Plan Pastoral Arquidiocesano6. De manera general todos sabemos que la santidad no consiste en llevar a cabo acciones extraordinarias, sino en permitir que Cristo actúe en nosotros y hacer nuestras sus actitudes, sus pensamientos, sus comportamientos. El valor de la santidad está en la estatura que Cristo alcanza en nosotros, en cuánto, con el vigor del Espíritu Santo, modelamos toda nuestra vida. El Cardenal Amato nos decía que el martirio de Monseñor Romero no fue una improvisación, sino que tuvo una larga preparación. Romero, de hecho, era, como Abrahán, un hombre de fe profunda y de esperanza inquebrantable. 3 4 5

7 De manera general también, todos sabemos que en ejercicio del ministerio pastoral tenemos la fuente principal, el alimento adecuado y el motor para la santificación personal y comunitaria. Dios nos ha dado la caridad pastoral, nos ha hecho ministros suyos y nos confía misiones concretas, en donde ejercemos el ministerio en sus diversas dimensiones: ministerio profético, litúrgico, servicio al mundo, de conducción de la comunidad y de la pastoral misionera hacia todas las gentes7. En el camino de ser santos, no cuenta tanto la cantidad sino la calidad de los servicios pastorales. La santificación depende de que ejerzamos cada día el ministerio pastoral con autenticidad, caridad pastoral y en el Espíritu de Cristo. Pero, en nuestro caso el camino de santidad debemos seguirlo en continuidad con la memoria histórica de la pastoral de nuestra Arquidiócesis y su testimonio de santidad heroica hasta el martirio. Monseñor Vincenzo Paglia dijo en su intervención que, con la Beatificación, en el cielo se alegraba Monseñor Romero, y muchos otros hombres y mujeres que se alegraban junto a él, son sacerdotes, catequistas, religiosas, sencillos fieles que fueron bárbaramente asesinados y muchos otros que lo han seguido escuchado y amado. El Padre Rutilio Grande, Nelson y Manuel, todos ellos son un tesoro precioso de la fe de la Iglesia de El Salvador. Esto es sumamente importante, con la Beatificación de Mons. Romero se le ha dado la razón a la Iglesia salvadoreña, esa Iglesia que somos nosotros y que fuimos formados por Mons. Luis Chávez y Gonzáles, por Mons. Rivera Damas, por Mons. Romero, y por tantos hermanos sacerdotes del clero diocesano y religiosos que nos comprometimos con la Nueva Evangelización. No estábamos equivocados, en lo que Dios, la Iglesia y la realidad nos pedían y nosotros con generosidad nos comprometimos. La palabra de Dios, los

documentos del Concilio Vaticano II, de Medellín, de Puebla y la Evangelii Nuntiandi, fueron nuestros textos. El Cardenal Amato dijo “su opción por los pobres no era ideológica sino evangélica. Su caridad se extendía también a los perseguidores a los que predicaba la conversión al bien y a los que aseguraba el perdón, no obstante todo”. ¿Y con cuáles servicios ministeriales nos

santificamos? Esta santificación vendrá por el ejercicio de nuestros diversos ministerios pastorales, los cuales hemos de ejercer en su totalidad para alcanzar la globalidad de la acción pastoral. Como ya dijimos son: 1. El ministerio de la palabra, 2. El ministerio de los sacramentos, 3. El ministerio de la conducción de la comunidad (Cf. PO, 13), 4. El ministerio de la caridad (servicio al mundo, diakonía) y 5. La pastoral y cooperación misioneras, desde la Iglesia particular, hacia todas las gentes (Mt 28, 20). Todos los servicios ministeriales hemos de enmarcarlos en la Pastoral Diocesana, recordando como presbíteros nuestra esencia diocesana. Ser presbítero implica, por la misma ordenación, la pertenencia a un colegio, al Presbiterio. Este Presbiterio tiene como cabeza al Obispo. Los presbíteros estamos ontológicamente unidos con Cristo y con el Obispo por el Espíritu Santo que se nos ha dado por la imposición de las manos y por haber sido enviados a la tarea común de edificar la Iglesia. Esta unidad profunda ha de ser también para cada sacerdote la base de un trabajo conjunto con el Obispo y con todos los miembros del Presbiterio, teniendo en cuenta que la pertenencia a él hace a todos los Presbíteros cabeza no propiamente de su sola comunidad, sino de todas las realidades y comunidades diocesanas. Junto con el Obispo, nuestra solicitud ha de ser por toda la diócesis. El conjunto está, pues, precediendo la acción individual, a la puntual o a la territorial. Nuestro ser y nuestra misión son de tipo colegial. Ontológicamente hablando primero somos miembros de un Presbiterio y colaboradores de nuestro Obispo, que párrocos de tal sitio. Por eso nuestro ministerio está integrado en la pastoral de conjunto. Avanzar por este camino supone tomar en serio la conversión pastoral de la que nos habla Aparecida en los números 365-372, y también el Papa Francisco en la Evangelii Gaudium, 25-33. En el número 26: “Pablo VI invitó a ampliar el llamado a la renovación, para expresar con fuerza que no se dirige sólo a los individuos aislados, sino a la Iglesia entera. Recordemos este memorable texto que no ha perdido su fuerza interpelante: «La Iglesia debe profundizar en la conciencia de sí misma, debe meditar sobre el misterio que le es propio […] De esta iluminada y operante conciencia brota un espontáneo deseo de comparar la imagen ideal de la Iglesia –tal como Cristo la vio, la quiso y la amó como Esposa suya santa e inmaculada (cf. Ef 5,27)– y el rostro real que hoy la Iglesia presenta […] Brota, por lo tanto, un anhelo generoso y casi impaciente de renovación, es decir, de enmienda de los defectos que denuncia y refleja la conciencia, a modo de examen interior, frente al espejo del modelo que Cristo nos dejó de sí»”8.

Editorial UCA, 27/05/2015

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Plan Pastoral Arquidiocesano 2005-2010. Págs. 54-55

Carta Pastoral Conferencia Episcopal. N. 8

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Julio Botía A. Ejercicios Espirituales 2013

Ib N. 37

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Pablo VI, Eclesiam Suam N. 3

(pasa a página 8)


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21 de junio de 2015

(viene de página 7) La herramienta pastoral concreta que nos permite articular la pastoral de conjunto en nuestra diócesis es el Plan Pastoral Arquidiocesano del que estamos en el tercer año de su ejecución y cuyas prioridades pastorales conservan su vigencia: Primera, la Misión Permanente que es la misión esencial de la iglesia, una tarea y misión que los cambios amplios y profundos de la sociedad actual hacen cada vez más urgentes, nos decía ya la Evangelii Nuntiandi9. Y también nos decía que debemos evangelizar “no de una manera decorativa, como un barniz superficial, sino de manera vital, en profundidad y hasta las mismas raíces de la cultura”10. Debemos alcanzar y transformar con la fuerza del Evangelio los criterios de juicio, los valores determinantes, los puntos de interés, las líneas de pensamiento, las fuentes inspiradoras y los modelos de vida de la humanidad que están en contraste con la Palabra de Dios y con el designio de salvación11. La realidad de violencia y crisis económica que vivimos nos muestra claramente la necesidad de la misión evangelizadora. De ahí la insistencia del Papa Francisco en convertirnos en una Iglesia en permanente estado de misión12. Segunda, Formación Permanente de Agentes de Pastoral. En el marco operativo del Plan Pastoral las indicaciones que se nos dieron están orientadas sobre todo a los Sacerdotes. En los niveles vicariales y parroquiales debemos elaborar los respectivos planes de formación de agentes de pastoral y de los laicos en general, recordemos a este propósito el capítulo sexto de Aparecida, “El Itinerario formativo de los discípulos misioneros”. En los programas de televisión en donde salían diversos analistas comentando sobre la persona de Monseñor Romero se notaba claramente la falta de formación para entender la Doctrina Social de la Iglesia y el papel de la jerarquía y el de los laicos en los procesos históricos. Los responsables al nivel diocesano deben acelerar la implementación de lo propuesto en el marco operativo del Plan Pastoral. La formación permanente del clero y la pastoral sacerdotal se vuelven prioridades ineludibles. Tercera, La Pastoral Social Integral. Según el documento de Aparecida las grandes tareas de la Pastoral Social se pueden sintetizar en tres. 1. La profundización de la dimensión social de la fe, especialmente a través de la formación de la conciencia social de los cristianos, la difusión de la Doctrina Social de la Iglesia y la formación de agentes de Pastoral Social. 2. La defensa y promoción de la dignidad humana, especialmente de los más vulnerables (personas que viven en la calle, enfermos, adictos dependientes, migrantes, detenidos en las cárceles… sin olvidar las niñas y niños en situación de riesgo, las mujeres maltratadas y los adultos mayores 9

abandonados) en los distintos campos de la actividad humana: ecología, economía, política, salud, tierra, educación, trabajo13... 3. La defensa y promoción de los derechos de la familia y de los pueblos a la cultura, al desarrollo, a la participación, a la solidaridad y a la paz14. Nuestra Conferencia Episcopal en el Mensaje del 21 de noviembre de 2014, titulado “Bienaventurados los artesanos de la paz” nos exhortaron a asumir entre nuestras prioridades: fortalecer los procesos pastorales de prevención de la violencia que ya existen. Poner en marcha nuevos procesos. En 48 parroquias ya contamos con alguna experiencia en este campo y en las 122 restantes todavía hay que implementarla. Esto supone procesos de formación para nosotros los presbíteros y para nuestros laicos. Cuarta, la Pastoral Familiar. La familia es una de las instituciones más afectadas por la cultura moderna y por la crisis socioeconómica. Esto es sumamente grave porque se trata de la célula básica de la sociedad, el lugar donde se aprende a convivir en la diferencia y a pertenecer a otros y donde los padres transmiten la fe a sus hijos. Debemos

organizar esta pastoral en las parroquias que aún no lo han hecho y darle cabal cumplimiento al objetivo general del plan, y además junto con la pastoral social y la pastoral de jóvenes desarrollar procesos de familias fuertes como parte de la prevención de la violencia y de cultura de paz. Quinta, La Pastoral de Jóvenes. No cabe duda que los jóvenes son actualmente los más pobres de los pobres, el consumismo, el materialismo, la muerte violenta, la privación de libertad en sus territorios, la falta de oportunidades, les impactan directamente; es impresionante el temor con que viven muchos jóvenes en los sectores de nuestras parroquias. La necesidad de la pastoral de juventudes es más que evidente. Asumir corresponsablemente la pastoral Arquidiocesana nos permitirá cumplir el deseo con el que termina la Conferencia Episcopal su Carta Pastoral: “Que seamos dignos de la gracia recibida y que nos pongamos de nuevo en marcha hacia un país diferente, el país que Dios quiere y el país por cuya transformación Monseñor Romero entregó

su vida”. Haciendo eso es que los presbíteros nos santificamos, nos santificamos en, con y mediante el ministerio bien ejercido. Renovemos nuestra consagración al Sagrado Corazón de Jesús y volvamos a ser esa iglesia de santos que desde la opción evangélica nos decidimos a hacer vida la Palabra de Dios, los documentos de nuestra Iglesia, y desde allí dar respuesta a los retos que la realidad de nuestro país presenta a la evangelización. Que el Espíritu Santo nos dé la fortaleza para ser evangelizadores con Espíritu que anunciemos la novedad del Evangelio con audacia (parresía), en voz alta y en todo tiempo y lugar, incluso a contracorriente. Que de verdad entremos en una nueva etapa evangelizadora más fervorosa, alegre, generosa, audaz, llena de amor hasta el fin y de vida contagiosa15. Para vencer nuestros miedos sigamos el ejemplo y testimonio de nuestro Beato Monseñor Romero. Pedro Miguel Lamet, SJ16 escribe: “¿Cómo un hombre frágil, tímido, sensible, escrupuloso, solitario, llega a dar un paso así? Porque siempre fue radicalmente evangélico desde el seminario. Porque no olvidemos que, detrás de su timidez, había un carácter rico y fuerte, a veces tozudo incluso. Desde el momento en que ve claro, se lanza a la defensa de los pequeños, los pobres, como respuesta al núcleo central del Evangelio, y ya no duda, aunque no deje nunca de sentir miedo físico y la somatización en forma de enfermedades que, si siempre le acompañaron, al final se agravaron. Pero ya no era fidelidad a una norma o doctrina, sino a una persona: “El cristianismo –dirá en una Homilía– no es un conjunto de verdades que hay que creer, de leyes que hay que cumplir, de prohibiciones. El cristianismo es una persona que amó tanto que reclama mi amor. El cristianismo es Cristo”. El Cristo que vive, muere y resucita en Oscar Romero. Que como nos ha dicho el Papa Francisco seamos capaces de vencer los cansancios peligrosos y negativos como el cansancio de uno mismo17, neutralizar el cansancio de los enemigos, pedir la gracia de aprender a neutralizar el mal, poder experimentar el cansancio del bueno, cansancio lleno de frutos y de alegría, fruto del contacto con la gente, el cansancio de las multitudes. La gente ama, quiere y necesita a sus pastores. El pueblo fiel no nos deja sin tarea directa, salvo que uno se esconda en una oficina o ande por la ciudad en un auto con vidrios polarizados. Es el cansancio del sacerdote con olor a oveja...18 “Con este pueblo no cuesta ser buen pastor. Es un pueblo que empuja a su servicio a quienes hemos sido llamados para defender sus derechos y para ser su voz, decía Monseñor Romero”.19 En síntesis, decía Mons. Julio Botía: nos santificamos en, con y mediante el ministerio bien ejercido.

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Pedro Miguel Lamet, SJ. Escritor, periodista y autor de “El Alma Secreta del Mártir Oscar Romero”, en “Romero de América, Mártir de los Pobres” (Mensajero, 2015)

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Homilía del Papa Francisco. Misa Crismal del jueves santo 2015

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Homilía Monseñor Romero 18 de noviembre 1979

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Aparecida capítulo 8 Aparecida capítulos 9 y 10

EG 261


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21 de junio de 2015 Carta Pastoral de la Conferencia Episcopal de El Salvador

Beato Monseñor Oscar Romero, Pastor y Mártir – Última entrega – Anexo Orientaciones sobre el culto al Beato Oscar Romero. 1. De acuerdo a la Carta Apostólica que el Santo Padre el Papa Francisco nos ha hecho llegar, debemos dar culto al beato Óscar Arnulfo Romero el 24 de marzo, día en que nació para el cielo, en los lugares y de acuerdo a los modos establecidos por el derecho” 2. De acuerdo a la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, en el capítulo VI, que trata sobre la veneración a los santos y beatos, en el número 211, establece que “La doctrina de la Iglesia y su Liturgia proponen a los Santos y Beatos, que contemplan ya “claramente a Dios Uno y Trino” como: - testigos históricos de la vocación universal a la santidad; ellos, fruto eminente de la redención de Cristo, son prueba y testimonio de que Dios, en todos los tiempos y de todos los pueblos, en las más variadas condiciones socio-culturales y en los diversos estados de vida, llama a sus hijos a alcanzar la plenitud de la madurez en Cristo (cfr. Ef 4, 13; Col 1, 28). - discípulos insignes del Señor y, por tanto, modelos de vida evangélica; en los procesos de canonización la Iglesia reconoce la heroicidad de sus virtudes y consiguientemente los propone como modelos a imitar; - ciudadanos de la Jerusalén del cielo, que cantan sin cesar la gloria y la misericordia de Dios; en ellos ya se ha cumplido el paso pascual de este mundo al Padre; - intercesores y amigos de los fieles todavía peregrinos en la tierra, porque los Santos, aunque participan de la bienaventuranza de Dios, conocen los afanes de sus hermanos y hermanas y acompañan su camino con la oración y protección; 3. El mismo documento establece en el número 226, que el influjo recíproco entre Liturgia y piedad popular resulta particularmente intenso en las manifestaciones de culto tributadas a los Santos y a los Beatos. Por lo tanto, parece oportuno recordar, de manera sintética, las principales formas de veneración que la Iglesia rinde a los Santos en la Liturgia: estas deben iluminar y guiar la piedad popular. 4. En el numeral 227, el citado Documento establece que la celebración de una fiesta en honor de un Santo a los Beatos se les aplica, servatis servandis, lo que se dice de los Santos es sin duda una expresión eminente del culto que les tributa la comunidad eclesial: conlleva, en muchos casos, la celebración de la Eucaristía. La fijación del “día de la fiesta” es un hecho cultual relevante, a veces complejo, porque concurren

factores históricos, litúrgicos y culturales, no siempre fáciles de armonizar. 5. Interesantes recomendaciones nos da el citado documento para la celebración litúrgica de los santos y beatos en los numerales 229 y siguientes. En este citado numeral nos dice que es necesario instruir a los fieles sobre la relación entre las fiestas de los Santos y la celebración del misterio de Cristo. Las fiestas de los Santos, reconducidas a su razón de ser más profunda, iluminan realizaciones concretas del designio salvífico de Dios y “proclaman las maravillas de Cristo en sus servidores”; las fiestas de los miembros, los Santos, son en definitiva fiestas de la Cabeza, Cristo. Nos dice además que es conveniente que los fieles se acostumbren a discernir el valor y el significado de las fiestas de los Santos y Santas que han tenido una misión especial en la historia de la salvación y una relación peculiar con el Señor Jesús. Es además oportuno exhortar a los fieles a que prefieran las fiestas de los santos que han tenido una misión de gracia respecto a la Iglesia particular, como los Patronos o los que han anunciado por primera vez la Buena Nueva a la antigua comunidad. 6. El mismo documento de la Congregación para el culto de los santos y beatos, nos habla del día de la fiesta, en el numeral 230., en estos términos. El día de la fiesta del Santo tiene una gran importancia, tanto desde el punto de vista de la Liturgia como de la piedad popular. En un breve e idéntico espacio de tiempo, concurren numerosas expresiones cultuales, tanto litúrgicas como populares, no sin riesgo de conflicto, para configurar el “día del Santo”. Los eventuales conflictos se deben resolver a la luz de las normas del Misal Romano y del Calendario Romano General, en lo referente al grado de la celebración del Santo o del Beato, establecido según su relación con la comunidad cristiana (Patrono principal del lugar, Título de la iglesia, Fundador de una familia religiosa o su Patrono principal); también sobre las condiciones que se han de respetar, en el caso de un eventual traslado de la fiesta al domingo, y sobre la celebración de las fiestas de los Santos en tiempos determinados del Año litúrgico. Estas normas se deben observar no sólo como una forma de respeto a la autoridad litúrgica de la Sede Apostólica, sino sobre todo como expresión de respeto al misterio de Cristo y de coherencia con el espíritu de la Liturgia. En particular es necesario evitar que las razones que han determinado el traslado de las fechas de algunas fiestas de Santos y Beatos −por ejemplo, de la Cuaresma al Tiempo ordinario−, se relativicen en la praxis pastoral: celebrar en el ámbito litúrgico la fiesta de un Santo según la nueva fecha y continuar celebrándola según la fecha anterior en el ámbito de la piedad

popular, no sólo atenta contra la armonía entre Liturgia y piedad popular, sino que da lugar a una duplicidad que produce confusión y desorientación. 7. Por fin, en el numeral 231, el Documento de la Congregación romana nos dice que es necesario que la fiesta del Santo se prepare y se celebre con atención y cuidado, desde el punto de vista litúrgico y pastoral. Esto conlleva, ante todo, una presentación correcta de la finalidad pastoral del culto a los Santos, es decir, la glorificación de Dios, “admirable en sus Santos”, y el compromiso de llevar una vida conforme a la enseñanza y ejemplo de Cristo, de cuyo cuerpo místico los Santos son miembros eminentes. Es preciso, también, que se presente correctamente la figura del Santo. Según la tendencia de nuestra época, esta presentación no se detendrá tanto en los elementos legendarios, que quizá envuelven la vida del Santo, ni en su poder taumatúrgico, cuanto en el valor de su personalidad cristiana, en la grandeza de su santidad, en la eficacia de su testimonio evangélico, en el carisma personal con el que enriqueció la vida de la Iglesia. 8. En el numeral 232, el citado Documento dice que el “día del Santo” tiene un gran valor antropológico: es día de fiesta. Y la fiesta, como es sabido, responde a una necesidad vital del hombre, hunde sus raíces en la aspiración a la trascendencia. A través de las manifestaciones de alegría y de júbilo, la fiesta es una afirmación del valor de la vida y de la creación. En cuanto interrumpe la monotonía de lo cotidiano, de las formas convencionales, del sometimiento a la necesidad de ganancia, la fiesta es expresión de libertad integral, de tensión hacia la felicidad plena, de exaltación de la pura gratuidad. En cuanto testimonio cultural, destaca el genio peculiar de un pueblo, sus valores característicos, las expresiones más auténticas de su folclore. En cuanto momento de socialización, la fiesta es una ocasión de acrecentar las relaciones familiares y de abrirse a nuevas relaciones comunitarias. 9. Habida cuenta de las normas y recomendaciones que nos hace la Congregación para el culto de los santos y beatos, decidimos que para el culto del Beato Oscar Arnulfo Romero se observen las siguientes recomendaciones: 1). Celebrar solemnemente la Fiesta del Beato Oscar Romero celebrada en todo nuestro país, el día 24 de marzo. 2). Promover el conocimiento de su persona y su doctrina. 3). Promover la imitación de sus virtudes. 4). Invocar constantemente su intercesión. 5). Pedir a Dios la gracia de su pronta canonización.

Puedes consultar la edición e l e c t r ó n i c a d e Orientación e n

www.arzobispadosansalvador.org


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21 de junio de 2015

EN EL MUNDO

Semana del migrante

No a los prejuicios, sí a los derechos y a la participación BRASIL. “Ayudar a nuestras comunidades a reflexionar y profundizar en la realidad de la migración, iluminadas por la experiencia de la Campaña de Fraternidad de este año, cuyo tema ‘Iglesia y Sociedad’ nos ha permitido comprender mejor y contextualizar la misión de Jesús y sus seguidores en todo el mundo: ‘he venido a servir’”. Con estas palabras el obispo de Pesqueira, Su Exc. Mons. José Luiz Ferreira Sales, de la Conferencia Episcopal de Brasil, define el objetivo principal de la 30 semana del migrante, que se ha celebrado en Brasil del 14 de junio hasta hoy. El tema de la semana ha sido “Migración y Sociedad” y el lema “No al prejuicio, por los derechos y la participación”, y tiene como objetivo profundizar en la reflexión realizada en el Campaña de Fraternidad 2015, analizando la situación actual de los inmigrantes presentes en Brasil. (Cf. News.va 16 jun. 2015)

La advocación mariana que ayudó a Santa Teresita del Niño Jesús contra la depresión En sus escritos, Santa Teresita del Niño Jesús relataba que cuando era niña sufría de una enfermedad que, por los síntomas, se asemeja a lo que hoy conocemos como depresión, un mal que aqueja a millones de personas en todo el mundo y que la Santa habría superado gracias a la “Virgen de la Sonrisa”. En sus textos, la Santa carmelita escribió: “13 de mayo de 1883, fiesta de Pentecostés. Sobre la cama, puse mi mirada hacia la imagen de Nuestra Señora y… de pronto la Santísima Virgen me ha parecido bella, tan bella

La lucha de la Iglesia contra la pobreza se incrementa un 15% La Iglesia católica en España lo ha vuelto a conseguir. A pesar del contexto económico, difícil para ciudadanos, administraciones y organizaciones sin ánimo de lucro, su lucha contra la pobreza no sólo no se ha visto reducida, sino que se ha incrementado. En total, en 2013, atendió las necesidades más básicas de 2,5 millones de personas en centros para mitigar la pobreza, un 15% más que el año anterior. Una cifra que supera los 4 millones de personas si sumamos la totalidad de personas acompañadas y atendidas en los casi 8,500 centros caritativos y asistenciales –sanitarios, formativos y culturales, para promover el trabajo, para mitigar la pobreza, para víctimas de violencia, etc.– de la Iglesia. Estos datos son sólo una pequeña muestra del trabajo de la Iglesia en la sociedad española, que el 15 de junio presentó en público

la Memoria de Actividades. A todo este trabajo hay que añadir la labor pastoral y celebrativa. En la pastoral, destaca la dedicación de 19,163 sacerdotes, 57,986 religiosos, 23,098 parroquias, 865 monasterios y 10,899 monjas y monjes de clausura, mientras que en la celebrativa se cuentan por cientos de miles los bautizos, comuniones y confirmaciones. Sacerdotes, voluntarios y seglares dedican 48,35 millones de horas a estas actividades, que además rinden más del doble que si fueran contratadas a precio de mercado. La guinda a esta vasta actividad la ponen los 13,000 misioneros españoles repartidos por todo el mundo, que son, según la Conferencia Episcopal Española, la “auténtica marca España”. (Cf. Larazon.es 16 jun. 2015)

“Cristo no cambió su mensaje para agradar y la Iglesia tampoco lo hará” Card. Wuerl

El Arzobispo de Washington, Cardenal Donald Wuerl, publicó la carta pastoral “Ser católico hoy” en la que señala las dificultades que enfrentan los fieles en Estados Unidos cuando viven su fe en la esfera pública y explica que así como Cristo no cambió su mensaje pese a la incomprensión de muchos, la Iglesia tampoco lo puede alterar para agradar a la gente. El Purpurado señaló que la fe no puede ocultarse ya que es la esencia y la identidad de la Iglesia que se manifiesta frecuentemente en el trabajo pastoral con los pobres, inmigrantes y niños. “El prejuicio y la discriminación están mal porque dividen a la familia y violan la dignidad

humana. También son contrarias a la verdad y caridad a la que todos estamos llamados”, resaltó. Aunque la Iglesia acoge a todos los pecadores, no puede aprobar el pecado, explicó el Arzobispo. “Jesús no cambió su mensaje sólo porque alguien sintió que sus palabras sonaban ‘muy duras’”, indicó el Cardenal. Su Eminencia dijo que “Nadie debe sorprenderse ante la fidelidad de la Iglesia hacia las enseñanzas de Jesús. Después de todo está en su mensaje y en su Iglesia. Nosotros no tenemos derecho a cambiarlas”. “Siendo católicos no podemos renunciar a nuestra forma de vida basada en las enseñanzas de Cristo. Él nos enseñó a alimentar al hambriento, amparar a quienes viven en el abandono, atender a los enfermos y ayudar a los necesitados. Esa es la educación católica que profesamos”, concluyó. (Cf. Aciprensa.com 14 jun. 2015)

que nunca vi algo semejante, su rostro exhalaba una bondad y una ternura inefables, pero lo que caló hondo en mi alma fue la ‘sonrisa encantadora de la Santísima Virgen’”. “En ese momento se fueron todas mis penas, dos gruesas lágrimas rodaron por mis mejillas y cayeron por mi rostro, eran lágrimas de pura alegría… ¡Ah! pensé, la Santísima Virgen me sonrió, estoy feliz… Fuera por causa de ella, por sus intensas oraciones, que tuve la gracia de la sonrisa de la Reina de los Cielos”, expresó. Santa Teresita del Niño Jesús llamó a esta imagen “La Virgen de la Sonrisa” y difundió esta advocación primero en su familia. Luego la llevó al Carmelo de Lisieux. Finalmente, fue divulgada en todas las órdenes carmelitas y se propagó en el mundo. Alrededor del mundo muchas personas han asegurado que se han curado de la depresión y de otras enfermedades del alma gracias a esta devoción. (Cf. Aciprensa.com 13 jun. 2015)

Sobre el Canal Interoceánico

Mons. Báez: “hace falta más transparencia”

Se han retomado estos días las discusiones sobre el proyecto del Gran Canal Interoceánico de Nicaragua, destinado a conectar el océano Atlántico con el Pacífico, y en esta ocasión el tema ha sido la salinidad del lago Nicaragua. El lago es el embalse más grande del país y es hogar de una rica fauna acuática: con la construcción del canal, se usaría longitudinalmente. A pesar de ser un tema incluido en el estudio presentado por HKND Group, la empresa responsable del proyecto, la opinión pública y algunos estudiosos han cuestionado cuanto se afirma en el proyecto. El problema de fondo ha sido manifestado por el obispo auxiliar de Managua, Su Exc. Mons. Silvio Báez, y se refiere a la falta de transparencia por parte del gobierno sobre el proyecto completo, que el gobierno en los últimos meses se ha preocupado de presentar como un “proyecto nacional”. Mons. Báez ha afirmado: “Con respecto al proyecto del Canal como algo Nacional, en este momento no lo es, porque en realidad, en principio el pueblo no ha participado en la toma de la decisión”. También ha criticado el hecho de que hasta ahora no se haya hecho público el contenido de los estudios sobre el impacto ambiental, que se han presentado a la comisión del Gran Canal. “El secretismo nunca es bueno en una gestión gubernamental. Mientras más transparente es un gobierno es más democrático” ha reiterado Mons. Baez. (Cf. News.va 16 jun. 2015)


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La Palabra de Dios para cada semana Lecturas: Job 38, 1.8-11; Sal 106, 23-26.28-31; 2 Cor 5, 14-17; † Mc 4, 35-41 Domingo 21 de junio de 2015 • Décimo segundo domingo de Tiempo Ordinario • Ciclo “B” • Año I impar

“Pasemos a la otra orilla” ¿Cuántos de nosotros quedan atrapados por la tormenta y no tienen nada más a lo que aferrarse que el grito de ayuda, mientras parece que el Señor duerme?

Mons. Vincenzo Paglia*

Esta orden de Jesús a los discípulos, que abre el Evangelio de este domingo, es una pregunta especialmente para aquellos que tienen la tentación de pararse, de cerrarse en sí mismos, en el horizonte de cada día. La narración evangélica nos permite intuir que la travesía no es nada fácil. Parece empezar por la noche (así lo hace pensar el sueño de Jesús). Hay una analogía con nuestros días: la caída de horizontes ideales y la ausencia de nuevas visiones hace que vivamos en la oscuridad, es decir, sin perspectivas claras. Por eso es urgente que la niebla se disipe y que aparezca un horizonte nuevo, más amplio. Solo obedeciendo a Jesús se puede ir más allá. Así lo hicieron los discípulos cuando aceptaron la invitación de Jesús de subir a la barca y pasar a la otra orilla. Pero poco después se desencadena una tormenta, un fenómeno frecuente en el lago de Genesaret. Los pescadores, en general, casi no se han percatado todavía de la furia del viento cuando la embarcación es zarandeada por las olas. La escena que dibuja el evangelista es emblemática. La barca, baja y con capacidad para unas doce personas, se zarandea por la tormenta y Jesús

duerme; los apóstoles se preocupan cada vez más y su miedo aumenta, mientras que Jesús continúa durmiendo tranquilamente. Los discípulos se muestran desconcertados por la actitud de Jesús. Parece que a Jesús no le importe lo que les pasa, su vida, sus familias. El espanto crece cada vez más hasta que los discípulos despiertan a Jesús y le reprochan: “¿No te importa que perezcamos?”. Es un grito de desesperación, no hay duda, pero podemos leer en él también la confianza en aquel maestro. Es una pregunta tal vez un tanto brusca, pero Jacopo Tintoretto - Cristo en el mar de Galilea contiene al mismo tiempo una esperanza. También nuestra oración a veces es como un grito de desesperación que quiere despertar al Señor. ¿Cuántos de nosotros quedan atrapados por la tormenta y no tienen nada más a lo que aferrarse que el grito de ayuda, mientras parece que el Señor duerme? Aquel grito está cerca de muchas situaciones humanas, a veces pueblos enteros que han sufrido hasta la muerte. El sueño de Jesús puede significar que se encuentra a gusto entre los discípulos en aquella travesía, pero sin duda indica su plena

confianza en el Padre: sabe que no abandonará a nadie. Tomar con nosotros al Señor significa cargar con su confianza y su poder. A nuestro grito se despierta, se pone en pie sobre la barca, y amenaza al viento y al mar tempestuoso. De inmediato el viento calla y llega una gran bonanza. Dios vence a las potencias hostiles que no permiten hacer la travesía (a ese propósito hay que destacar que en el Antiguo Testamento la creación se describe como una lucha de Dios contra el mar, representado como un monstruo). La narración se cierra con un episodio peculiar. Los discípulos son presa de un gran miedo y se dicen entre sí: “¿Quién es este?”. El texto de Marcos habla de miedo más que de estupor. Y es un miedo mayor que el miedo que sintieron poco antes de la tormenta: no se identifica con la angustia, y puede ir acompañado de una total confianza en el Señor. Este segundo miedo, aun siendo fuerte como el anterior, tiene características incisivas que llegan hasta lo más hondo del alma. Es el santo temor de estar ante la presencia de Dios. Sí, el temor de quien se siente pequeño y pobre frente al salvador de la vida; el temor de quien, siendo débil y pecador, es acogido por aquel al que ha ofendido y que lo supera en el amor; el temor de no desperdiciar el único verdadero tesoro de amor que hemos recibido; el temor de no saber aprovechar la proximidad de Dios en nuestra vida de cada día; el temor de no desperdiciar el “sueño” de un nuevo mundo que Jesús ha empezado también en nosotros y con nosotros. Este temor es el signo que nos hace comprender que ya estamos en la otra orilla.

* Obispo de Terni-Narni-Amelia, en Italia; Presidente del Pontificio Consejo para la Familia; Consejero espiritual de la Comunidad de Sant’ Egidio; Presidente de la Federación Internacional Bíblica Católica y Presidente de la Comisión de Ecumenismo y Diálogo de la Conferencia Episcopal Italiana.

Lunes 22: Gen 12, 1-9; Sal 32, 12-13.18-20.22; † Mt 7, 1-5 (Misa de feria) 2 Cor 8, 9-15; Sal 39; † Lc 12, 32-34 o bien

1 Pe 4, 12-19; Sal 125; † Mt 10, 34-39 (Memoria)

Martes 23: Gen 13, 2.5-18; Sal 14; † Mt 7, 6.12-14 Jer 1, 4-10; Sal 70, 1-6.15.17; 1 Pe 1, 8-12; † Lc 1, 5-17 (Misa vespertina) Miércoles 24: Is 49, 1-6; Sal 138, 1-3.13-15; Hch 13, 22-26; † Lc 1, 57-66.80 Jueves 25: Gen 16, 1-12.15-16; Sal 105.1-5; † Mt 7, 21-29 Viernes 26: Gen 17, 1.9-10.15-22; Sal 127.1-5; † Mt 8, 1-4 Sábado 27: Gen 18, 1-15; Sal: Lc 1, 46-50.53-55; † Mt 8, 5-17

Lecturas de la Semana

• Del 22 al 27 de junio de 2015 •


12

21 de junio de 2015

Preparado por:

Mons. Jesús Delgado

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La Reina de la Paz en el Vaticano

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– Pág. 5 –

IGLESIA LOCAL

La imagen de Nuestra Reina se encuentra ahora formando parte de un jardín de imágenes de la Virgen de dominaciones diferentes, según el lugar de procedencia. América Latina tiene tantas imágenes veneradas bajo diversas advocaciones


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