Semanario Orientacion (28 jun 2015)

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S • E • M • A • N • A • R • I • O Año LXIII Nº 5866

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ÓRGANO OFICIOSO DEL ARZOBISPADO DE SAN SALVADOR. 28 de junio de 2015

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alabras del Arzobispo

Laudato si’ (Alabado sea), una visión de conjunto de la Encíclica del Papa Francisco – Pág. 7 –

– Pág. 2 –

ACTIVIDADES COTIDIANAS. JORNADA DE

SANTIFICACIÓN DEL CLERO. FIESTA PATRONAL DE BASÍLICA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. COLOCACIÓN Y BENDICION DE IMAGEN

N. SEÑORA DE LA PAZ EN LOS

DE

JARDINES VATICANOS

¿Para qué pasamos por este mundo? ¿para qué vinimos a esta vida? ¿para qué trabajamos y luchamos? ¿para qué nos necesita esta tierra?”: “Si no nos planteamos estas preguntas de fondo –dice el Pontífice– no creo que nuestras preocupaciones ecológicas puedan obtener resultados importantes

– Pág. 10 –

Fallece sor Nirmala, sucesora de la Madre Teresa

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Mons. Jesús Delgado

Y el lobo tenía razón – Pág. 5 –

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El Lobo de Gubbio (detalle), Luc-Olivier Merson

Preparado por:


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IGLESIA LOCAL

Palabras del Arzobispo

ACTIVIDADES COTIDIANAS. JORNADA DE SANTIFICACIÓN DEL CLERO. FIESTA PATRONAL DE BASÍLICA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. COLOCACIÓN Y BENDICION DE IMAGEN DE N. SEÑORA DE LA PAZ EN LOS JARDINES VATICANOS – 281 – Todos los días comenzamos con la celebración de la santa Misa en la Parroquia Jesús Manso y Humilde de Corazón, que está dentro del recinto del Arzobispado. Luego en el despacho hemos estado atendiendo las visitas y dando curso a la correspondencia y los documentos oficiales que es regular emitir. Pero quiero destacar algunas actividades que sobresalen de forma extraordinaria en nuestra actividad: El viernes 12 de junio, Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, es a la vez la Jornada Mundial de Santificación del Clero. Ese día por la mañana, en la Parroquia La Resurrección de la Colonia Miramonte, como cada año tuvimos nuestra Jornada de Santificación del Clero. Con una muy buena asistencia de sacerdotes de la Arquidiócesis, quisimos que este año tuviera una connotación especial, pues la Beatificación de Monseñor Romero nos debe impulsar a la santidad. La Jornada tuvo dos partes principales la meditación y el acto penitencial. 1. La meditación estuvo a cargo del Rvdo. Padre Octavio Cruz, quien nos habló precisamente del compromiso de pastores que todos los sacerdotes tenemos y que la figura, el testimonio y la doctrina del Beato Monseñor Romero nos orienta y nos impulsa a ser buenos pastores como él. 2. El acto penitencial fue dirigido por el Excmo. Monseñor Gregorio Rosa, quien también nos invitó a reflexionar sobre nuestra vida espiritual moviéndonos a la conversión y a la santificación iluminados por el hermoso testimonio de fe de Monseñor Romero. Después de las confesiones, finalizó nuestra jornada con la bendición con el Santísimo que también fue impartida por nuestro querido Monseñor Gregorio Rosa. Ese mismo día a las 5:00 p.m. en la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, tuve el gusto de presidir la solemne Misa Patronal en honor al Sagrado Corazón de Jesús. Concelebraron conmigo el Excmo. Monseñor Gregorio Rosa, el Ilmo. Monseñor Cristóbal Cortez, el señor Párroco, Rvdo. Padre Carlos Chavarría Lemus, el Rvdo. Padre Simeón Leonidas Reyes, Vicario Parroquial y un buen número de sacerdotes invitados. Participaron muchas Hermanas Religiosas, algunos hermanos religiosos y gran cantidad de fieles devotos del Sagrado Corazón de Jesús. Fue una celebración muy hermosa y en un ambiente de mucha fe. El sábado 13, por la mañana, partí hacia Roma para presidir la santa Misa de Acción de Gracias por la colocación de una bella imagen de Nuestra Señora la Reina de la Paz, Patrona de nuestro país, en los Jardines Vaticanos. La santa Misa tuvo lugar en la iglesia de Santa María Madre de la Familia en la Ciudad del Vaticano, el lunes 15 de junio, a las 10:00 a.m. Concelebraron conmigo

el Padre Luis Ernesto Ayala y el Padre John Fredy Caro (que habían viajado desde El Salvador para estar en el evento), además un buen número de sacerdotes salvadoreños que estudian o trabajan pastoralmente en Roma, también estuvieron los seminaristas salvadoreños, algunas Hermanas Religiosas, Hermanos Religiosos, el señor Embajador de El Salvador ante la Santa Sede, la señora Embajadora de El Salvador en Italia, otros señores Embajadores con sus acompañantes y personas de El Salvador que viven en Roma. Después de la santa Misa pasamos al lugar donde está colocada para hacer la bendición de la linda imagen de la santísima Virgen, la cual hizo el señor Cardenal Giuseppe Vertello, Presidente del Gobernatorato del Vaticano, acompañaron Monseñor Vincenzo Paglia y otros Monseñores. Fue un evento muy hermoso y de profunda fe el intenso amor a María Santísima. Damos gracias a Dios por esta gran bendición para nuestro país el que tengamos en el Vaticano a nuestra Patrona, la Santísima Virgen Reina de la Paz, que interceda por nuestra nación y nos obtenga de Dios el don de la paz. A lo largo de la semana visité a nuestros seminaristas en los seminarios donde viven y pude hablar con los señores rectores de los seminarios y también con nuestros seminaristas en grupo y con cada uno de ellos. Después de una semana de actividades en Roma, regresé al país para continuar con mis labores cotidianas en esta Arquidiócesis. Ahora deseo compartirles alguna reflexión sobre la Liturgia de la Palabra de Dios este domingo XIII del Tiempo Ordinario: Yavé Dios, que es el viviente por excelencia, se autodefine: “Yo soy el que soy” (Ex 3, 14); Él no puede ser más que el autor de la vida, “no fue Dios –dice el libro de la Sabiduría– el que hizo la muerte, ni se recrea en la destrucción de los vivientes” (1, 13). Creando al hombre a su imagen y semejanza, no podía destinarlo a la muerte. La Escritura es explícita sobre este punto: “Dios creó al hombre incorruptible, le hizo imagen de su misma naturaleza” (2, 23). ¿De dónde procede, pues, la triste realidad de la muerte a la que nadie puede escapar? Desde las primeras páginas de la Biblia se la presenta como el castigo del pecado (Gn 3, 19) y el fragmento de hoy, aludiendo a esa idea, precisa: “Por envidia del diablo entró la muerte en el mundo” (Sb 2, 24). El maligno incitando al hombre a pecar lo arrastró a la muerte total: muerte física y muerte espiritual, es decir separación eterna de Dios. Y mientras la muerte corporal –aunque siga siendo consecuencia del

pecado– es para el justo tránsito a la vida eterna, la del impío coincide con la perdición eterna. “La justicia es inmortal” (Sb 1, 15), afirma la Escritura; o sea, los que viven según la virtud y según Dios, tienen asegurada la inmortalidad; en cambio, los impíos con sus pecados «llaman a la muerte» (ib 16), la muerte eterna, separación irreparable de Dios, fuente de la vida. Redimiendo al hombre del pecado, Jesús lo ha redimido también de la muerte; le ha restituido plenamente su destino de vida eterna. Cristo demuestra este poder con las resurrecciones que obra; el EVANGELIO de hoy (Mc 5, 21-43) refiere el de la hija de Jairo. Igual que en el caso de Lázaro, no dice Jesús que está muerta, sino que duerme: “La niña no está muerta, está dormida” (ib 39); como para indicar que la muerte, lo mismo que el sueño admite un despertar y que para Él no es más difícil resucitar a un muerto que despertar a uno que duerme. Las resurrecciones realizadas por Jesús son ciertamente hechos excepcionales, pero esbozan una realidad muy superior que tendrá lugar al fin de los tiempos para todos los hombres: la resurrección de los cuerpos. San Juan Crisóstomo, comentando la narración evangélica, dice: “¿No ha resucitado Cristo a tu hija? Pues bien, la resucitará con absoluta certeza y con una gloria mayor. Aquella niña, después de ser resucitada, murió de nuevo; pero tu hija cuando resucite, será para siempre inmortal” (In Mt 31, 3). Esta es la fe y la esperanza cierta del cristiano para sí y para todos sus seres queridos: “esperamos la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro” (Credo). Es preciso afianzar esa fe y esa esperanza para ser capaces de contemplar la muerte propia y la ajena con ojos cristianos: como nacimiento a la vida eterna y encuentro definitivo con Dios. También la caridad ha de concurrir a serenar al hombre frente a la muerte. En la SEGUNDA LECTURA (2 Cr 8, 7-9; 13-15) exhorta San Pablo a los Corintios a dar su contribución generosa para aliviar la pobreza de los hermanos de Jerusalén. Y recordándoles que Jesús, «siendo rico, se hizo pobre por nosotros, para que con su pobreza nos hagamos ricos» (ib 9), les invita a inclinar la abundancia propia sobre la indigencia ajena, porque «un día la abundancia de ellos remediará vuestra falta» (ib 14). En otras palabras, la limosna que alivia la miseria material de los desheredados, remedia la moral de los hacendados o de cualquiera que la realice. La caridad, la benevolencia y la generosidad para con los pobres, obtiene de Dios el perdón de los pecados y enriquece para la vida eterna. † Mons. José Luis Escobar Alas Arzobispo Metropolitano de San Salvador


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Documentos

“Es un don del Señor muy grande que se nos concede” – Homilía de Mons. José Luis Escobar Alas, Arzobispo Metropolitano de San Salvador, durante la acción de gracias por la Entronización del relieve de la Virgen de la Paz en el Vaticano. 15 de junio de 2015 – Queridos hermanos sacerdotes, queridos diáconos, queridos seminaristas, queridas hermanas religiosas, queridos hermanos religiosos, Excelentísimo señor Embajador de El Salvador ante la Santa Sede, Manuel López; Excelentísima señora Embajadora de El Salvador ante la República de Italia, Excelentísimos señores Embajadores, honorables personas que nos acompañan, amadísimos hermanos y hermanas, todos en Cristo Jesús. Este era un sueño que hoy se nos hace realidad: la dicha de tener a la Santísima Virgen Nuestra Señora de la Paz, patrona de El Salvador, en la ruta mariana, en los jardines vaticanos. Es un don del Señor muy grande que se nos concede, por eso la Santa Misa es siempre una acción de gracias. Hoy queremos, con todo ese sentido de acción de gracias,

ofrecerla al Señor, agradeciéndole profundamente este don tan grande para todo nuestro país, para nosotros. Pero también quiere ser esta Santa Misa una acción de gracias a la Santísima Virgen que está siempre con nosotros, que nos protege siempre con su manto maternal. Además, queremos que tenga el sentido de acción de gracias a Su Santidad el Papa que, como hemos dicho, con tanta bondad ha querido que coloquemos esta imagen de Nuestra Señora de la Paz en los jardines del Vaticano. Le agradecemos infinitamente. Pero también es oportuno dar gracias a Dios y dar gracias a la Iglesia, al Papa principalmente, por la todavía reciente Beatificación de nuestro muy querido Mons. Oscar Arnulfo Romero; estamos inmensamente agradecidos. Ambos acontecimientos se unifican; Dios nos ha visto con

bondad en su infinita misericordia y el cielo se ha abierto para bendecir a nuestro país con el gran acontecimiento de la Beatificación de Mons. Oscar Arnulfo Romero y también con este acontecimiento grande de la colocación de la Santísima Virgen, Nuestra Señora de la Paz, Patrona de El Salvador, en los jardines del Vaticano. Agradecemos al Papa su bondad, su cercanía, su aprecio y cariño para con El Salvador y, además su devoción por Mons. Romero, su admiración por Mons. Romero y todo el impulso que dio a la causa por la paz en el mundo entero, por la paz en Latinoamérica, por la paz en nuestro país. Que Nuestra Señora, la Reina de la Paz, nos cubra con su manto maternal y nos obtenga este don tan querido, tan anhelado, tan necesario: el don de la paz. Que así sea.

“Es un gran honor para nosotros, una inmensa alegría que nunca terminaremos de agradecer” – Palabras de agradecimiento de Mons. José Luis Escobar Alas, Arzobispo Metropolitano de San Salvador, durante la Bendición del relieve de la Virgen de la Paz en los jardines vaticanos. 15 de junio de 2015 – Quiero agradecer ante todo a Su Santidad el Papa. Hace un año le visitamos de parte de la Conferencia Episcopal de El Salvador cuatro Obispos, para pedirle por la Beatificación de Mons. Romero, pero aprovechamos además solicitarle colocar en los jardines vaticanos una imagen de la Santísima Virgen Reina de la Paz, Patrona de El Salvador. Y el Papa con mucha alegría por Mons. Romero nos contestó, también radiante de gozo, contándonos que la causa iba adelante. Y cuando le hablamos de colocar la Santísima Virgen, nos dijo: colóquenla y coloquen las que quieran, con mucha expresividad y alegría. Quiero agradecerle en nombre de la Conferencia Episcopal de El Salvador y en nombre del pueblo salvadoreño a Su Santidad el Papa, todo su cariño, su afecto, su cercanía para con todo el país, con el mundo, pero también con nuestro país El Salvador, al darnos al nuevo Beato Mons. Romero, y también el permitirnos que la Santísima Virgen, Nuestra Señora de la Paz, Patrona de El Salvador, esté aquí en el jardín vaticano. Ese es un gran honor para nosotros, una inmensa alegría que nunca terminaremos de agradecer.

DIRECTORIO

También, por supuesto, quiero agradecer al Señor Cardenal, Su Eminencia Reverendísima, Mons. Guiseppe Vertello, Presidente del Gobernatorato de los jardines vaticanos en el Vaticano, el que esté aquí, el que tenga la bondad de bendecir la Santísima Virgen y todo lo que él ha hecho para que se pueda colocar. Y con el señor Cardenal Vertello quiero también agradecer a Mons. Fernando y todos sus colaboradores todo el trabajo que han hecho, la buena voluntad, el cariño, el afecto para con nosotros, para que todo se dispusiera de la mejor manera, que Dios les pague. También quiero agradecer al señor embajador de El Salvador ante la Santa Sede. Quiero decir que él ha impulsado este proyecto desde el principio y con tanto cariño, con tanto afecto. Tenemos un embajador pues, tan nuestro, tan de la Iglesia, y eso nos alegra muchísimo. También el proceso de Mons. Romero, el señor embajador ha trabajado tanto. Nosotros hablamos de las dos cosas porque las dos cosas están muy ligadas y como bien se decía hoy en la Santa Misa, Mons. Romero estuvo tan cerca de Nuestra Señora de la Paz, él fue sacerdote originario de esta Diócesis de San Miguel, de donde es patrona Nuestra Señora de la Paz, pero además es patrona nacional de El Salvador.

Mons. Jesús Delgado DIRECTOR

Roger Herrera EDITOR EN JEFE

Nosotros vemos también un don de Dios en dos momentos: darnos la Beatificación de Mons. Romero y ahora colocar la Santísima Virgen, Patrona de El Salvador, en los jardines vaticanos, como un todo, una gracia especial. Quiero agradecer de todo corazón a Mons. Vicenzo Paglia, nuestro postulador de Mons. Romero, que ha querido estar aquí con nosotros. Dios le pague Mons. Paglia por su cercanía, su cariño, su afecto. Y agradecer a todos ustedes, nuestros señores embajadores de distintas partes que nos acompañan y de Centroamérica, y también a nuestros sacerdotes, nuestros seminaristas, nuestras hermanas religiosas, nuestros hermanos religiosos, a todas las personas que con tanta bondad nos están acompañando. Muchísimas gracias, estamos inmensamente agradecidos; nunca vamos a poder recompensar la bondad que hoy estamos recibiendo de todos ustedes al acompañarnos. Pero eso sí tengan seguro que estaremos pidiéndole siempre a la Santísima Virgen que les obtenga de Dios las más grandes bendiciones. Dios les pague.

Efraín Caravantes DISEÑO GRÁFICO

Roger Herrera DISEÑO DE PORTADA


VOZ DEL PAPA

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“El amor está más en las obras que en las palabras” El amor de Cristo nos Una plaza repleta de jóvenes con Rosarios en Francisco les invitó a vivir plenamente su apremia hacia los que las manos y entonando “Emanuel” acogieron vida, con amor, andando a “contra corriente”, al Papa Francisco, llegado a la Plaza Vittorio siguiendo las palabras del Beato Pier Giorgio sufren y los perseguidos Veneto de Turín donde también se encontraba la cruz de la JMJ. Amor, vida y amigos: fueron éstos los temas fundamentales del discurso del Papa, respondiendo a las preguntas que le dirigieron algunos jóvenes. El amor es concreto, es diálogo, es casto, es sacrificio, es finalmente “servicio”: así definió el Papa el amor, respondiendo a la primera pregunta. El Obispo de Roma explicó que el amor se mueve en base a dos ejes fundamentales: el primero, es el ser concreto: “el amor está más en las obras que en las palabras”, dijo. El segundo eje, es el diálogo: “el amor se comunica, se hace en el diálogo, en comunión”, prosiguió.

Frassati: “vivir, no sobrevivir”. “A mí me da mucha tristeza y mucha pena ver a los jóvenes que se jubilan a las 20 años. Han envejecido rápidamente. Lo que hace que un joven no se jubile, son las ganas de amar”, dijo. El Papa, quien habló sin papeles en la mano, quiso también que los jóvenes pensaran sobre los conflictos bélicos que se viven actualmente en el mundo, en Europa, en África, en Medio Oriente… “¿yo puedo tener confianza en una vida así de este modo?, ¿puedo confiar en los dirigentes mundiales? Cuando yo voy a votar a un candidato; ¿puedo confiar que no llevará mi país a la guerra”, e insistió también en la hipocresía de hablar de paz y fabricar armas. (Cf. News.va 21 jun. 2015)

Al concluir la Misa en la Plaza Vittorio Veneto de Turín, el Papa Francisco introdujo el rezo mariano, haciendo hincapié en que la Sábana Santa atrae hacia el rostro y el cuerpo martirizado de Jesús y, al mismo tiempo, impulsa hacia el rostro de toda persona sufriente y perseguida injustamente, el Obispo de Roma recordó a San José Benito Cottolengo y a San Juan Bosco, en el bicentenario de su nacimiento. Le encomendó a la Virgen Santa la ciudad de Turín, su territorio y todos los que viven allí, para que puedan vivir en la justicia, en la paz y en la fraternidad. En especial, “a las familias, a los jóvenes, a los ancianos, a los encarcelados y a todos los sufrientes, con una especial consideración por los enfermos de leucemia, hoy en la Jornada Nacional contra la leucemia, linfoma y mieloma. María Consolata, reina de Turín y del Piamonte, fortalezca nuestra fe, asegure nuestra esperanza y fecunde nuestra caridad, para ser ‘sal y luz’ de esta bendita tierra”. (Cf. News.va 21 jun. 2015)

Francisco homenajea a Como peregrino, en silencio, contemplación, Don Bosco en Basílica oración, el Papa veneró el Santo Sudario de Turín

El rector mayor de la orden de los Salesianos, Angel Fernández Artime, y la hermana Yvonne Reungoat, Superiora General de las Hijas de María Auxiliadora, aguardaban el papamovil frente a la Basílica en honor a San Juan Bosco. Francisco besó a algunos bebés durante su recorrido y se detuvo a rezar ante los restos del Santo.

Luego, el Papa expresó su agradecimiento: “Estoy tan agradecido a los salesianos por lo que han hecho por mi familia, que estaba muy ligada a ellos”, dijo en la Basílica de María Auxiliadora, en Turín, al hablar en ocasión de los 200 años del nacimiento de Don Bosco. “Mi mamá y mi papá fueron casados por un salesiano, misionero en la Patagonia, proveniente de Lodi, que me ayudó mucho en mi vocación”, contó Jorge Mario Bergoglio. El Papa argentino, al llegar a la Basílica, dijo: “Pensé tanto en qué decirles y lo escribí, pero es demasiado formal. Lo entrego al rector mayor, que conocí en la confesión”. Esas primeras palabras de Francisco dieron paso después a un discurso improvisado y directo, fiel a su estilo, recordando la cercanía de su familia, en Buenos Aires, con la obra salesiana. (Cf. Ansalatina.com 21 jun. 2015)

Dentro de la catedral de Turín en penumbras, el domingo 21 de junio, Francisco veneró en silencio la misteriosa sábana sepulcral en la que envolvieron a un crucificado, con todos los signos de la pasión de Jesús de Nazaret que refiere el Evangelio. El momento central de esta peregrinación del Papa, fue en absoluto silencio. Ni lecturas, ni discursos, ni cantos, ni música. Solo varios minutos de contemplación y oración delante del Santo Sudario, con algunos enfermos en silla de ruedas en primera fila. “El hombre de la Sábana Santa nos invita a contemplar a Jesús de Nazaret” dijo Francisco en un video mensaje en los días previos a su visita. “También yo me pongo con ustedes ante la Sábana Santa… no se trata simplemente de observar, sino de venerar; es una mirada de oración. Y diría aún más: es un dejarse mirar. Este rostro tiene los ojos cerrados, es el rostro de un difunto y, sin embargo, misteriosamente

nos mira y, en el silencio, nos habla. Esta imagen –grabada en el lienzo– habla a nuestro corazón y nos lleva a subir al monte del Calvario, a mirar el madero de la cruz, a sumergirnos en el silencio elocuente del amor.” “Así pues, dejémonos alcanzar por esta mirada, que no va en busca de nuestros ojos, sino de nuestro corazón. Escuchemos lo que nos quiere decir, en el silencio, sobrepasando la muerte misma. A través de la Sábana Santa nos llega la Palabra única y última de Dios: el Amor hecho hombre, encarnado en nuestra historia; el Amor misericordioso de Dios, que ha tomado sobre sí todo el mal del mundo para liberarnos de su dominio.” El Obispo de Roma, sentado frente a la reliquia de Jesús miraba y bajaba la cabeza, en contemplación y oración, finalmente se persigno, se levantó y camino subiendo los escalones que lo separaban de la misteriosa sábana y tocó el vidrio que la protege. (Cf. News.va 21 jun. 2015)

“Proseguir con el diálogo, la división entre cristianos es un escándalo” “¡Nuestro diálogo debe continuar!”, es lo que escribe el Papa Francisco en su mensaje dirigido al Secretario General del Consejo Ecuménico de las Iglesias, Olav Fykse Tveit, en ocasión del 50° Aniversario del Grupo mixto de trabajo entre este organismo y la Iglesia Católica. El documento pontificio fue leído la tarde de este martes por el Cardenal Kurt Koch, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los cristianos, en el curso del congreso conmemorativo desarrollado en Roma. En el mensaje, el Obispo de Roma manifiesta

su parecer por las “significativas relaciones ecuménicas” existentes hoy y por todas las metas alcanzadas, en el curso de los años, “inspirados por el deseo de unidad que Cristo instituyó para la Iglesia, Su cuerpo, y por el dolor del escándalo de la división entre cristianos”. Por ello, el Pontífice pide al grupo mixto de trabajo no ser solo “un fórum introspectivo”, sino de convertirse en una “fábrica de ideas” concretas, abiertas a todas las oportunidades y los desafíos que hoy la Iglesia enfrenta en su misión de acompañar a la humanidad sufriente”, difundiendo “en la sociedad y en la cultura” los

valores y la verdad del Evangelio. Recordando el sufrimiento causado por la división entre cristianos, el SucesWor de Pedro, exhorta al grupo mixto a enfrentar “los temas ecuménicos cruciales” y a “promover, modos para testimoniar una comunión real, si bien imperfecta, entre todos los bautizados”. El deseo del Papa se dirige al “don de la unidad plenamente visible entre todos los cristianos, para que la Iglesia pueda ser siempre más un signo de esperanza en el mundo y un instrumento de reconciliación entre los pueblos”. (Cf. News.va 22 jun. 2015)


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Y el lobo tenía razón

Es impresionante leer la nueva Encíclica del Papa Francisco sobre la ecología desde la perspectiva humana y social, y compararla con el hermoso poema de Rubén Darío: “Los Motivos del Lobo”. Pienso que el Papa Francisco ha leído más de alguna vez este hermoso poema del poeta nicaragüense, pero no quizás previo a la elaboración de su Encíclica “Laudato si'”. De todos modos, hay una semejanza entre lo que la musa de Rubén desgrana con fuertes y sonoros versos, y el mensaje valiente del Papa Francisco. “El mínimo y dulce Francisco de Asís, está con un rudo y torvo animal”. Con esta frase, Rubén sitúa al hombre Francisco frente al animal que pertenece a la creación que precede al hombre. La creación es más fuerte que el hombre y tiene sus propias leyes. Escribe Rubén: “Fuertes cazadores armados de hierros fueron destrozados”. “Francisco salió, al lobo buscó, en su madriguera lo encontró. Alzando las manos, al lobo furioso dijo, con dulce voz: ¡Paz, hermano lobo!”. Se entabla entonces un cerrado diálogo que, a medida que avanza, se vuelve más amigable. Francisco se propone llevar al lobo a la civilización para que haya un diálogo entre los humanos y la creación que el hermano lobo representa. Un diálogo que salve a la naturaleza y al hombre con ella. El diálogo se entabla. “Francisco llamó la gente a la plaza”. La plaza representa el mundo civilizado, el mundo de los hombres, de la técnica y del progreso. El Hermano Francisco dijo: “He aquí una amable caza. El hermano lobo se viene conmigo; me juró no ser ya vuestro enemigo y no repetir su ataque sangriento. Vosotros en cambio, daréis su alimento a la pobre bestia de Dios”.

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Por un tiempo el lobo estuvo en el pueblo tranquilo. Paseaba por sus calles como un manso cordero. Llegó un día en que el hermano Francisco se ausentó. Y el hermano lobo tuvo tiempo de ver más de cerca cómo vivían los humanos. De repente, y sin que la gente se diera cuenta, el lobo se marchó de nuevo a la selva, y buscó sus antiguas guaridas. “El lobo manso y bueno, el lobo probo desapareció, tornó a la montaña, recomenzaron su aullido y su saña”. A su regreso, “Francisco se puso severo. Se fue a la montaña a buscar al falso lobo carnicero”. Se entabló de nuevo el diálogo. Francisco de Asís no desmaya en el empeño del diálogo. Tampoco Francisco de Roma. Es la única salida para volver a reconciliar la enfurecida naturaleza con la humanidad. Pero no es fácil. El hermano lobo dijo: “Yo estaba contento allá en el convento y manso comía. Más empecé a ver que en todas las casas estaban la Envidia, la Saña, la Ira, y en todos los rostros ardían las brasas del odio, de lujuria, de infamia y mentira. Hermanos a hermanos hacían la guerra, perdían los débiles, ganaban los malos, hembra y macho eran como perro y perra, y un buen día todos me dieron de palos”. “Déjame en el monte, déjame en el risco, déjame existir en mi libertad, vete a tu convento, hermano Francisco, sigue tu camino y tu santidad”. Termina Rubén su poema con estos versos: “El santo de Asís no le dijo nada. Le miró con una profunda mirada, y partió con lágrimas y con desconsuelos. Y habló al Dios eterno con su corazón. El viento del bosque llevó su oración: ¡Padre Nuestro!. Con esta oración, la esperanza dejó abiertas las puertas del corazón para clamar a la conversión.

Por Mons. Jesús Delgado Acevedo, Director de Semanario Orientación

tioziggi@hotmail.com • Sigfrido Munés

Respeto a la vida El ser cristiano demanda de nosotros ser leales y consecuentes a los principios y valores predicados por Jesús; es seguir su ejemplo y disfrutar de las cosas sencillas y maravillosas que se nos han dado gratuitamente. Comenzando por la vida. La que nos demanda el mayor respeto: la propia y la ajena; la del anciano y la del adolescente; la de la madre y la de su hijo, desde antes de nacer. La vida es una maravilla. Un viaje lleno de amaneceres y crepúsculos. La vida es la

oportunidad de amar y ser amado, de convivir con el prójimo en una relación sincera y respetuosa. La vida es una prolongada ocasión para ser solidarios con el necesitado y con el que sufre. Por algo en la oración que nos enseñó el Divino Maestro hablamos de nosotros –en plural– y pedimos perdón para nuestras ofensas (no solamente para las “mías”). El Padre Nuestro resume el cristianismo que confía en Dios, a quien le pide compartir su Reino. El primer derecho del ser humano es pedir y así el niño cuando nace –cuando lo dejan nacer– pega un grito, pidiendo oxígeno y alimento. De ahí en adelante pedirá abrigo y cariño a su madre y a su padre, en hogares constituidos conforme a

las leyes naturales establecidas por el Creador. Y crecerá y pedirá conocimientos. Y luego pedirá una oportunidad de trabajo, para poder realizarse. Y también tendrá las ocasiones para pedir respeto a sus derechos y a los de sus conciudadanos. Y así, seguirá pidiendo, hasta pedir al final perdón y compasión por los yerros cometidos. La vida es un viaje en el que nos acompañan otros hijos de Dios, hechos a su semejanza y cuya dignidad merece respeto. El respeto que nos conduce al bien común, aspiración natural de los cristianos. En Dios confiamos.


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Los motivos del lobo

Darío

pues la bestia fiera no dio treguas a su furor jamás, como si estuviera fuegos de Moloch y de Satanás.

El varón que tiene corazón de lis, alma de querube, lengua celestial, el mínimo y dulce Francisco de Asís, está con un rudo y torvo animal, bestia temerosa, de sangre y de robo, las fauces de furia, los ojos de mal: ¡el lobo de Gubbia, el terrible lobo! Rabioso, ha asolado los alrededores; cruel, ha deshecho todos los rebaños; devoró corderos, devoró pastores, y son incontables sus muertos y daños.

Cuando volvió al pueblo el divino santo, todos los buscaron con quejas y llanto, y con mil querellas dieron testimonio de lo que sufrían y perdían tanto por aquel infame lobo del demonio. Francisco de Asís se puso severo. Se fue a la montaña a buscar al falso lobo carnicero. Y junto a su cueva halló a la alimaña.

Fuertes cazadores armados de hierros fueron destrozados. Los duros colmillos dieron cuenta de los más bravos perros, como de cabritos y de corderillos. Francisco salió: al lobo buscó en su madriguera. Cerca de la cueva encontró a la fiera enorme, que al verle se lanzó feroz contra él. Francisco, con su dulce voz, alzando la mano, al lobo furioso dijo: “¡Paz, hermano lobo!” El animal contempló al varón de tosco sayal; dejó su aire arisco, cerró las abiertas fauces agresivas, y dijo: “!Está bien, hermano Francisco!” “¡Cómo! exclamó el santo. ¿Es ley que tú vivas de horror y de muerte? ¿La sangre que vierte tu hocico diabólico, el duelo y espanto que esparces, el llanto de los campesinos, el grito, el dolor de tanta criatura de Nuestro Señor, no han de contener tu encono infernal? ¿Vienes del infierno? ¿Te ha infundido acaso su rencor eterno Luzbel o Belial?”

Poema por Rubén

“Está bien, hermano Francisco de Asís”. “Ante el Señor, que toda ata y desata, en fe de promesa tiéndeme la pata”. El lobo tendió la pata al hermano de Asís, que a su vez le alargó la mano. Fueron a la aldea. La gente veía y lo que miraba casi no creía. Tras el religioso iba el lobo fiero, y, bajo la testa, quieto le seguía como un can de casa, o como un cordero. Francisco llamó la gente a la plaza y allí predicó. Y dijo: “He aquí una amable caza. El hermano lobo se viene conmigo; me juró no ser ya vuestro enemigo, y no repetir su ataque sangriento. Vosotros, en cambio, daréis su alimento a la pobre bestia de Dios.” “¡Así sea!”, Contestó la gente toda de la aldea. Y luego, en señal de contentamiento, movió la testa y cola el buen animal, y entró con Francisco de Asís al convento.

Y el gran lobo, humilde: “¡Es duro el invierno, y es horrible el hambre! En el bosque helado no hallé qué comer; y busqué el ganado, y en veces comí ganado y pastor. ¿La sangre? Yo vi más de un cazador sobre su caballo, llevando el azor al puño; o correr tras el jabalí, el oso o el ciervo; y a más de uno vi mancharse de sangre, herir, torturar, de las roncas trompas al sordo clamor, a los animales de Nuestro Señor. ¡Y no era por hambre, que iban a cazar!”.

Algún tiempo estuvo el lobo tranquilo en el santo asilo. Sus bastas orejas los salmos oían y los claros ojos se le humedecían. Aprendió mil gracias y hacía mil juegos cuando a la cocina iba con los legos. Y cuando Francisco su oración hacía, el lobo las pobres sandalias lamía. Salía a la calle, iba por el monte, descendía al valle, entraba a las casas y le daban algo de comer. Mirábanle como a un manso galgo.

Francisco responde: “En el hombre existe mala levadura. Cuando nace, viene con pecado. Es triste. Mas el alma simple de la bestia es pura. Tú vas a tener desde hoy qué comer. Dejarás en paz rebaños y gente en este país. ¡Que Dios melifique tu ser montaraz!”.

Un día, Francisco se ausentó. Y el lobo dulce, el lobo manso y bueno, el lobo probo, desapareció, tornó a la montaña, y recomenzaron su aullido y su saña. Otra vez sintióse el temor, la alarma, entre los vecinos y entre los pastores; colmaba el espanto en los alrededores, de nada servían el valor y el arma,

A nuestros lectores

“En nombre del Padre del sacro universo, conjúrote dijo, ¡oh lobo perverso!, a que me respondas: ¿Por qué has vuelto al mal? Contesta. Te escucho”. Como en sorda lucha, habló el animal, la boca espumosa y el ojo fatal: “Hermano Francisco, no te acerques mucho... Yo estaba tranquilo allá en el convento; al pueblo salía, y si algo me daban estaba contento y manso comía. Mas empecé a ver que en todas las casas estaban la Envidia, la Saña, la Ira, y en todos los rostros ardían las brasas de odio, de lujuria, de infamia y mentira. Hermanos a hermanos hacían la guerra, perdían los débiles, ganaban los malos, hembra y macho eran como perro y perra, y un buen día todos me dieron de palos. Me vieron humilde, lamía las manos y los pies. Seguía tus sagradas leyes, todas las criaturas eran mis hermanos: los hermanos hombres, los hermanos bueyes, hermanas estrellas y hermanos gusanos. Y así, me apalearon y me echaron fuera. Y su risa fue como un agua hirviente, y entre mis entrañas revivió la fiera, y me sentí lobo malo de repente; mas siempre mejor que esa mala gente. Y recomencé a luchar aquí, a me defender y a me alimentar. Como el oso hace, como el jabalí, que para vivir tienen que matar. Déjame en el monte, déjame en el risco, déjame existir en mi libertad, vete a tu convento, hermano Francisco, sigue tu camino y tu santidad”. El santo de Asís no le dijo nada. Le miró con una profunda mirada, y partió con lágrimas y con desconsuelos, y habló al Dios eterno con su corazón. El viento del bosque llevó su oración, que era: “Padre nuestro, que estás en los cielos...”.

Esperamos sus sugerencias, comentarios o avisos de actividades parroquiales a los números:

2298-6268 o 7737-3760, y su correspondencia a: 1a. Calle Poniente Nº 3412, Col.Escalón, S.S. o bien al correo electrónico:

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Laudato si’ (Alabado sea), una visión de conjunto de la Encíclica del Papa Francisco – Primera entrega – El texto que sigue brinda una visión general de las 191 páginas de la Encíclica Laudato si' y de sus puntos claves, así como un resumen de los seis capítulos (Lo que está pasando a nuestra casa; El Evangelio de la creación; La raíz humana de la crisis ecológica; Una ecología integral; Algunas líneas orientativas y de acción; Educación y espiritualidad ecológica que la componen) y de sus apartados. La Encíclica termina con una Oración interreligiosa por nuestra tierra y una Oración cristiana con la creación. “¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo?”. Esta pregunta está en el centro de Laudato si', la esperada Encíclica del Papa Francisco sobre el cuidado de la casa común. Y continúa: “Esta

pregunta no afecta sólo al ambiente de manera aislada, porque no se puede plantear la cuestión de modo fragmentario”, y nos conduce a interrogarnos sobre el sentido de la existencia y el valor de la vida social: “¿Para qué pasamos por este mundo? ¿para qué vinimos a esta vida? ¿para qué trabajamos y luchamos? ¿para qué nos necesita esta tierra?”: “Si no nos planteamos estas preguntas de fondo –dice el Pontífice– no creo que nuestras preocupaciones ecológicas puedan obtener resultados importantes”. La Encíclica toma su nombre de la invocación de San Francisco, “Laudato si', mi' Signore”, que en el Cántico de las creaturas que recuerda que la tierra, nuestra casa común, “es también como una hermana con la que compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos”. Nosotros mismos “somos tierra. Nuestro propio cuerpo está formado por elementos del planeta, su aire nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura”.

Pero ahora esta tierra maltratada y saqueada clama y sus gemidos se unen a los de todos los abandonados del mundo. El Papa Francisco nos invita a escucharlos, llamando a todos y cada uno –individuos, familias, colectivos locales, nacionales y comunidad internacional– a una “conversión ecológica”, según expresión de San Juan Pablo II, es decir, a “cambiar de ruta”, asumiendo la urgencia y la hermosura del desafío que se nos presenta ante el “cuidado de la casa común”. Al mismo tiempo, el Papa Francisco reconoce que “se advierte una creciente sensibilidad con respecto al ambiente y al cuidado de la naturaleza, y crece una sincera y dolorosa preocupación por lo que está ocurriendo con nuestro planeta”, permitiendo una mirada de esperanza que atraviesa

toda la Encíclica y envía a todos un mensaje claro y esperanzado: “La humanidad tiene aún la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común”; “el ser humano es todavía capaz de intervenir positivamente”; “no todo está perdido, porque los seres humanos, capaces de degradarse hasta el extremo, pueden también superarse, volver a elegir el bien y regenerarse”. El Papa Francisco se dirige, claro está, a los fieles católicos, retomando las palabras de San Juan Pablo II: “los cristianos, en particular, descubren que su cometido dentro de la creación, así como sus deberes con la naturaleza y el Creador, forman parte de su fe”, pero se propone “especialmente entrar en diálogo con todos sobre nuestra casa común”: el diálogo aparece en todo el texto, y en el Capítulo 5 se vuelve instrumento para afrontar y resolver los problemas. Desde el principio el Papa Francisco recuerda que también “otras

Tomado de

News.va

Iglesias y Comunidades cristianas – como también otras religiones– han desarrollado una profunda preocupación y una valiosa reflexión” sobre el tema de la ecología. Más aún, asume explícitamente su contribución a partir de la del “querido Patriarca Ecuménico Bartolomé”, ampliamente citado en los nn. 8-9. En varios momentos, además, el Pontífice agradece a los protagonistas de este esfuerzo – tanto individuos como asociaciones o instituciones–, reconociendo que “la reflexión de innumerables científicos, filósofos, teólogos y organizaciones sociales (ha) enriquecido el pensamiento de la Iglesia sobre estas cuestiones” e invita a todos a reconocer “la riqueza que las religiones pueden ofrecer para una ecología integral y para el desarrollo pleno del género humano”. El recorrido de la Encíclica está trazado en el n. 15 y se desarrolla en seis capítulos. A partir de la escucha de la situación, a partir de los mejores conocimientos científicos disponibles hoy, recurre a la luz de la Biblia y la tradición judeocristiana, detectando las raíces del problema en la tecnocracia y el excesivo repliegue autorreferencial del ser humano. La propuesta de la Encíclica es la de una “ecología integral, que incorpore claramente las dimensiones humanas y sociales”, inseparablemente vinculadas con la situación ambiental. En esta perspectiva, el Papa Francisco propone emprender un diálogo honesto a todos los niveles de la vida social, que facilite procesos de decisión transparentes. Y recuerda que ningún proyecto puede ser eficaz si no está animado por una conciencia formada y responsable, sugiriendo principios para crecer en esta dirección a nivel educativo, espiritual, eclesial, político y teológico. El texto termina con dos oraciones, una que se ofrece para ser compartida con todos los que creen en “un Dios creador omnipotente”, y la otra propuesta a quienes profesan la fe en Jesucristo, rimada con el estribillo “Laudato si'”, que abre y cierra la Encíclica. El texto está atravesado por algunos ejes temáticos, vistos desde variadas perspectivas, que le dan una fuerte coherencia interna: “la íntima relación entre los pobres y la fragilidad del planeta, la convicción de que en el mundo todo está conectado, la crítica al nuevo paradigma y a las formas de poder que derivan de la tecnología, la invitación a buscar otros modos de entender la economía y el progreso, el valor propio de cada criatura, el sentido humano de la ecología, la necesidad de debates sinceros y honestos, la grave responsabilidad de la política internacional y local, la cultura del descarte y la propuesta de un nuevo estilo de vida”. Capítulo primero – “Lo que está pasando a nuestra casa” (Calentamiento global y contaminación; Contaminación, basura y cultura del descarte; El clima como bien común; La cuestión del agua; Pérdida de biodiversidad; Deterioro de la calidad de la vida humana y decadencia social; Inequidad planetaria; La debilidad de las reacciones. Diversidad de opiniones) El capítulo asume los descubrimientos científicos más recientes en materia ambiental como manera de escuchar el clamor de la creación, (pasa a página 8)


8 (viene de página 7) para “convertir en sufrimiento personal lo que le pasa al mundo, y así reconocer cuál es la contribución que cada uno puede aportar”. Se acometen así “varios aspectos de la actual crisis ecológica”. El cambio climático: “El calentamiento es un problema global con graves dimensiones ambientales, sociales, económicas, distributivas y políticas, y plantea uno de los principales desafíos actuales para la humanidad”. Si “El clima es un bien común, de todos y para todos”, el impacto más grave de su alteración recae en los más pobres, pero muchos de los que “tienen más recursos y poder económico o político parecen concentrarse sobre todo en enmascarar los problemas o en ocultar los síntomas, tratando sólo de reducir algunos impactos negativos del calentamiento”: “La falta de reacciones ante estos dramas de nuestros hermanos es un signo de la pérdida de aquel sentido de responsabilidad por nuestros semejantes sobre el cual se funda toda sociedad civil”. La cuestión del agua: El Papa afirma sin ambages que “el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos.” Privar a los pobres del acceso al agua significa negarles “el derecho a la vida, enraizado en su inalienable dignidad”. La pérdida de la biodiversidad: “Cada año desaparecen miles de especies vegetales y animales que ya no podremos conocer, que nuestros hijos ya no podrán ver, perdidas para siempre”. No son sólo eventuales “recursos” explotables, sino que tienen un valor en sí mismas. En esta perspectiva “son loables y a veces admirables los esfuerzos de científicos y técnicos que tratan de aportar soluciones a los problemas creados por el ser humano”, pero esa intervención humana, cuando se pone al servicio de las finanzas y el consumismo, “hace que la tierra en que vivimos se vuelva menos rica y bella, cada vez más limitada y gris”. La deuda ecológica: en el marco de una ética de las relaciones internacionales, la Encíclica indica que existe “una auténtica deuda ecológica”, sobre todo del Norte en relación con el Sur del mundo. Frente al cambio climático hay “distintas responsabilidades”, y son mayores las de los países desarrollados. Conociendo las profundas divergencias que existen respecto a estas problemáticas, el Papa Francisco se muestra profundamente impresionado por la “debilidad de las reacciones” frente a los dramas de tantas personas y poblaciones. Aunque no faltan ejemplos positivos, señala “un cierto adormecimiento y una alegre irresponsabilidad”. Faltan una cultura adecuada y la disposición a cambiar de estilo de vida, producción y consumo, a la vez que urge “crear un sistema normativo que (...) asegure la protección de los ecosistemas” . Capítulo segundo – El Evangelio de la Creación (La luz que ofrece la fe; La sabiduría de los relatos bíblicos; El misterio del universo; El

28 de junio de 2015 mensaje de cada criatura en la armonía de todo lo creado; Una comunión universal; El destino común de los bienes; La mirada de Jesús) Para afrontar la problemática ilustrada en el capítulo anterior, el Papa Francisco relee los relatos de la Biblia, ofrece una visión general que proviene de la tradición judeo-cristiana y articula la “tremenda responsabilidad” del ser humano respecto a la creación, el lazo íntimo que existe entre todas las creaturas, y el hecho de que “el ambiente es un bien colectivo, patrimonio de toda la humanidad y responsabilidad de todos”. En la Biblia, “el Dios que libera y salva es el mismo que ha creado el universo”, y “en él se conjugan amor y poder”. El relato de la creación es central para reflexionar sobre la relación entre el ser humano y las demás creaturas, y sobre cómo el pecado rompe el equilibrio de toda la creación en su conjunto. “Estas narraciones sugieren que la existencia humana se basa en tres relaciones fundamentales estrechamente conectadas: la relación con Dios, con el prójimo y con la tierra. Según la Biblia, las tres relaciones vitales se han roto, no sólo externamente, sino también dentro de nosotros. Esta ruptura es el pecado”. Por ello, aunque “Si es verdad que algunas veces los cristianos hemos interpretado incorrectamente las Escrituras, hoy debemos rechazar con fuerza que, del hecho de ser creados a imagen de Dios y del mandato de dominar la tierra, se deduzca un dominio absoluto sobre las demás criaturas”. Al ser humano le corresponde “cultivar y custodiar el jardín del mundo”, sabiendo que “el fin último de las demás criaturas no somos nosotros. Pero todas avanzan, junto con nosotros y a través de nosotros, hacia el término común, que es Dios”. Que el ser humano no sea patrón del universo “no significa equiparar a todos los seres vivos y quitarle aquel valor peculiar que lo caracteriza”; y “Tampoco supone una divinización de la tierra que nos privaría del llamado a colaborar con ella y a proteger su fragilidad”. En esta perspectiva “Todo ensañamiento con cualquier criatura es contrario a la dignidad humana”, pero “No puede ser real un sentimiento de íntima unión con los demás seres de la naturaleza si al mismo tiempo en el corazón no hay ternura, compasión y preocupación por los seres humanos”. Es necesaria la conciencia de una comunión universal: “creados por el mismo Padre, todos los seres del universo estamos unidos por lazos invisibles y conformamos una especie de familia universal, (...) que nos mueve a un respeto sagrado, cariñoso y humilde.” Concluye el capítulo con el corazón del a revelación cristiana: el “Jesús terreno” con su “relación tan concreta y amable con las cosas” está “resucitado y glorioso, presente en toda la creación con su señorío universal”. Capítulo tercero – La raíz humana de la crisis ecológica (La tecnología: creatividad y poder; La globalización del paradigma tecnológico; Crisis y consecuencias del antropocentrismo moderno; El relativismo práctico; La necesidad de preservar el trabajo;

La innovación biológica a partir de la investigación) Este capítulo presenta un análisis del a situación actual “para comprender no sólo los síntomas sino también las causas más profundas”, en un diálogo con la filosofía y las ciencias humanas. Un primer fundamento del capítulo son las reflexiones sobre la tecnología: se le reconoce con gratitud su contribución al mejoramiento de las condiciones de vida, aunque también “dan a quienes tienen el conocimiento, y sobre todo el poder económico para utilizarlo, un dominio impresionante sobre el conjunto de la humanidad y del mundo entero”. Son justamente las lógicas de dominio tecnocrático las que llevan a destruir la naturaleza y a explotar a las personas y las poblaciones más débiles. “El paradigma tecnológico también tiende a ejercer su dominio sobre la economía y la política”, impidiendo reconocer que “el mercado por sí mismo no garantiza el desarrollo humano integral y la inclusión social”. En la raíz de todo ello puede diagnosticarse en la época moderna un exceso de antropocentrismo: el ser humano ya no reconoce su posición justa respecto al mundo, y asume una postura autorreferencial, centrada exclusivamente en sí mismo y su poder. De ello deriva una lógica “usa y tira” que justifica todo tipo de descarte, sea éste humano o ambiental, que trata al otro y a la naturaleza como un simple objeto y conduce a una infinidad de formas de dominio. Es la lógica que conduce a la explotación infantil, el abandono de los ancianos, a reducir a otros a la esclavitud, a sobrevalorar las capacidades del mercado para autorregularse, a practicar la trata de seres humanos, el comercio de pieles de animales en vías de extinción, y de “diamantes ensangrentados”. Es la misma lógica de muchas mafias, de los traficantes de órganos, del narcotráfico y del descarte de los niños que no se adaptan a los proyectos de los padres. A esta luz, la Encíclica afronta dos problemas cruciales para el mundo de hoy. Primero que nada el trabajo: “En cualquier planteamiento sobre una ecología integral, que no excluya al ser humano, es indispensable incorporar el valor del trabajo”, pues “Dejar de invertir en las personas para obtener un mayor rédito inmediato es muy mal negocio para la sociedad.” La segunda se refiere a los límites del progreso científico, con clara referencia a los Organismos Genéticamente Modificados (OGM), que son “una cuestión ambiental de carácter complejo”. Si bien “en algunas regiones su utilización ha provocado un crecimiento económico que ayudó a resolver problemas, hay dificultades importantes que no deben ser relativizadas, por ejemplo una concentración de tierras productivas en manos de pocos”. El Papa Francisco piensa en particular en los pequeños productores y en los trabajadores del campo, en la biodiversidad, en la red de ecosistemas. Es por ello es necesaria “una discusión científica y social que sea responsable y amplia, capaz de considerar toda la información disponible y de llamar a las cosas por su nombre”, a partir de “líneas de investigación libre e interdisciplinaria”. (Continúa la semana siguiente)


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Monseñor Romero Hombre de Dios

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li Tema 12. Ju

– Material para el Primer año del Trienio sobre Monseñor Romero – La Iglesia en El Salvador se prepara para celebrar el Centenario del natalicio de Monseñor Romero, dando a conocer la figura de nuestro tan amado pastor dedicándole un trienio con la siguiente temática: • Primer año: Monseñor Romero, hombre de Dios • Segundo Año: Monseñor Romero, Obispo y hombre de Iglesia • Tercer año: Monseñor Romero, servidor de los pobres

MONSEÑOR ROMERO: TESTIGO FIEL 1. MOTIVACIÓN. Saludo. Bienvenidos hermanos, nos alegramos de estar reunidos como comunidad, ministerio, movimiento apostólico, para conocer la persona, y el misterio de la vida consagrada de Monseñor Romero al servicio de su pueblo. 2. ORACIÓN DE INICIO. Dios Padre, Dios Hijo Redentor y Espíritu Santo Consolador, modelo de comunidad, nos reunimos como hijos tuyos para glorificarte y bendecirte por el testimonio de la vida de Monseñor Romero, permítenos, te rogamos, conocerlo en profundidad y seguir su ejemplo de cristiano y pastor de nuestro pueblo a quien amó y sirvió hasta la últimas consecuencias de su vida. Amén. 3. CANTO MOTIVACIONAL. 4. CONTENIDO DEL TEMA:

MONSEÑOR ROMERO: TESTIGO FIEL. Texto Bíblico: Jn 1,7-8. El amor es lo que califica al verdadero testigo fiel. Nos lo dijo Jesús: “Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos” (Juan 15,13). Mons. Romero nos invita a vivir la Eucaristía en la vida diaria convencido de que todo nuestro obrar debe ser un culto a Dios en espíritu y en verdad: “Misa no sólo se celebra el Domingo en Catedral, Misa es la del hombre que hace de su vida un culto al Señor” (Homilía, 23 de Abril de 1978).

Testigo de la verdad: Fue Jesús quien nos dijo: “Conocerán la verdad y la verdad los hará libres” (Juan 8,32). Sintiéndose libre con la verdad, Monseñor Romero decía: “Gracias a Dios que la Iglesia en El Salvador, todavía puede hablar, pero que no se trate de apagar esta voz; porque si habla, tiene que decir la verdad, y si no, mejor no hablar” (Homilía 16 de julio de 1978). Pocos días antes de su martirio, llegó a decir con tanta clarividencia: “Mi disposición debe ser dar mi vida por Dios, cualquiera que sea el fin de mi vida. Las circunstancias desconocidas se vivirán con la gracia de Dios. Él asistió a los mártires y si es necesario lo sentiré muy cerca al entregarle mi último suspiro. Pero que más valioso que el momento de morir es entregarle toda la vida y vivir para Él” (Cuaderno de Ejercicios Espirituales pp. 47-48). 5. PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR. a. ¿Qué es ser testigo fiel? b. ¿Cómo nos invita Monseñor Romero a ser testigos de la fe en nuestra vida diaria?

6- ORACIÓN FINAL Para terminar el tema les invito a rezar la oración para pedir favores por la intercesión del Beato OSCAR ARNULFO ROMERO GALDÁMEZ:

Oh Dios Padre Misericordioso: que por mediación de Jesucristo y la intercesión de la Virgen María, Reina de la Paz; y la acción del Espíritu Santo concediste al Beato Oscar Romero la gracia de ser un Pastor ejemplar al servicio de la Iglesia; y en ella preferencialmente a los pobres y los necesitados. Haz Señor, yo sepa también vivir conforme al Evangelio de tu Hijo y dígnate glorificar a tu Beato Oscar Romero y concédeme, por tu intercesión el favor que te pido… Así sea.

c. ¿Cómo nos ayudan los sacramentos, especialmente la eucaristía a ser testigos fieles como Monseñor Romero?

(Si recibe el favor solicitado, repórtelo por escrito

d. ¿Qué nos hace falta a tantos cristianos para ser fieles testigos como Monseñor Romero?

Romero en el Arzobispado de San Salvador)

Entonemos un canto para terminar.

a la Oficina de Canonización de Monseñor


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EN EL MUNDO

Fallece sor Nirmala, sucesora de la Madre Teresa Sor Nirmala Joshi, la sucesora de la Madre Teresa de Calcuta, falleció este veintitrés de junio, a los 81 años de edad después de que sus problemas de salud, fundamentalmente cardiacos. Según la agencia misionera Asianews, estos problemas desembocaron el pasado viernes en una insuficiencia renal, ante la que los médicos recomendaron su ingreso, aunque ella «prefirió permanecer con sus hermanas». Es la religiosa que inició la rama contemplativa de las Misioneras de la Caridad, de la que fue responsable hasta la muerte de la Madre Teresa.

Tierra Santa

Manifestación de protesta contra incendio de iglesia TABGHA. Miles de cristianos de Galilea se han reunido este 21 de junio en la iglesia del milagro de la Multiplicación de los Panes y los Peces en Tabgha, que el jueves dieciocho sufrió un atentado pirómano atribuible a extremistas colonos judíos. Se trataba de un encuentro de oración en recogimiento y silencio, con motivo de la reapertura de la iglesia para la misa del domingo, pero se han encendido los ánimos y cientos de jóvenes bloquearon las carreteras llevando cruces y banderas blancas y amarillas del Vaticano, mientras cantaban himnos en honor de Jesús y María. La Misa ha sido celebrada por Su Beatitud Michel Sabbah, Patriarca emérito de Jerusalén de los Latinos. También ha tomado parte en la celebración el viceembajador USA en Israel, William Grant. (Cf. Fides.org 22 jun. 2015)

La peculiaridad de Nirmala es su paso por el hinduismo, fruto de la tradición familiar, aunque la educación que recibió por instituciones cristianas, el ejemplo de los misioneros y la fascinación por la figura de Teresa la llevaron a convertirse en católica y entrar a formar parte en 1976 de la Congregación de las Misioneras de la Caridad. Antes, había estudiado Ciencias Políticas y trabajado como abogada. Sencilla, humilde y esquiva, solía mantenerse al margen del foco mediático, muy en línea con su perfil más contemplativo, aunque siempre demostró un gran amor a los pobres, fruto, según solía repetir, de su amor a la Eucaristía. La noticia cayó como balde de agua fría sobre todo en India, país natal de la religiosa, donde se sucedieron las manifestaciones de reconocimiento y afecto hacia su persona y labor. (Cf. Larazon.es 24 jun. 2015)

Benedicto XVI y un encuentro para el recuerdo con seminaristas

Un grupo de seminaristas italianos se encontró el 16 de junio con el Sumo Pontífice Emérito Benedicto XVI en los jardines del Vaticano. “Duró dos minutos, pero siempre lo recordaré”, dijo uno de los participantes a Aciprensa. Los seminaristas llegaron procedentes de la diócesis de Faenza-Modigliana, liderados por su Obispo, Mons. Mario Toso quien comentó que los muchachos “realmente quería encontrarse con el Papa Emérito a quien quieren y estiman mucho”. Cada día Benedicto XVI camina en los jardines del Vaticano mientras reza el rosario acompañado del Arzobispo Georg Gaenswein, su secretario personal que es además Prefecto de la Casa Pontificia. Aunque el Papa Emérito lleva una vida de estudio y oración, este verano se espera que tengas varias apariciones públicas. El 1 de julio, por ejemplo, acompañará al Papa Francisco a la residencia estival de Castel Gandolfo. (Cf. Aciprensa.com 20 jun. 2015)

Huelga de hambre en 12 estados por los prisioneros políticos, en Mérida piden la intervención de la Iglesia MÉRIDA, VENEZUELA. El Arzobispo de Mérida, Su Exc. Mons. Baltazar Enrique Porras Cardozo, ayer se reunió con los jóvenes que están en huelga de hambre en Mérida, en la iglesia de El Llano. Luego recibió una carta de ellos en la que piden la intervención de la iglesia como su portavoz ante el gobierno.

La carta, recibida en la Agencia Fides, describe la situación del país, donde ya son 12 estados de Venezuela, de los 23 totales, en los que están teniendo lugar manifestaciones de jóvenes y adultos en huelga de hambre para exigir al gobierno la liberación de los presos políticos. El texto también afirma que ni siquiera se ha permitido la visita de la Cruz Roja Internacional a los que esta encarcelados.

Por lo tanto en Venezuela continúa la tensión entre grupos organizados que piden al gobierno una respuesta definitiva sobre la situación de los “prisioneros políticos”, que para el gobierno “no existen”.

La petición del grupo de Mérida está dirigida a la Conferencia Episcopal y a la Nunciatura, y la han realizado los estudiantes en huelga de hambre porque según ellos, el grupo de presos ha llegado al límite de su resistencia. Parece que ha habido intentos de suicidio, cuyas causas no se han dado a conocer: se presupone que por razones de presión psicológica, por depresión o por tortura psicológica de los que dirigen el centro de detención. (Cf. Fides.org 22 jun. 2015)

Teorías sobre por qué el Santo Sudario de Turín es genuino A pesar de las continuas discusiones acerca de su edad, los estudios realizados en 1978 por un equipo internacional de expertos no revelaron ninguna explicación clara de cómo la tela tiene reflejada la imagen de un hombre con barba, que aparentemente lleva las heridas de la crucifixión. Sobre ello hay aquí algunas hipótesis. 1. Es una pintura. No se encuentra evidencia de ningún pigmento o colorantes en la tela. Tampoco hay ninguna señal de que se dieran pinceladas. De hecho, la imagen es apenas visible a simple vista. La débil coloración es el material de las mismas fibras que se ha oscurecido. 2. Fue hecha por un proceso químico natural. El científico Raymond Rogers, del Laboratorio Nacional de Los Álamos en Nuevo México, EE.UU., argumentó en 2002 que la temperatura corporal del cadáver (si la persona murió de hipertermia o deshidratación el cuerpo podría alcanzar brevemente unos 40 grados) podría ser suficiente para decolorar los compuestos de carbohidratos azucarados que se encuentran en la superficie de las fibras de algodón. Aunque parezca una idea lógica, no es un proceso que ocurra con frecuencia en otras mortajas. Otra idea es la que el biólogo francés, Paul Vignon, propuso en el año 1900 que esta sustancia podría haber sido amoníaco, producido por la descomposición de la urea en el sudor. Pero la teoría no funciona: de ser así la imagen sería demasiado borrosa. 3. Es una fotografía. La fotografía de Secondo Pia evidenció que la imagen en la tela es un negativo: oscuro donde debe estar claro. El historiador de arte sudafricano Nicholas Allen se ha dedicado a comprobar esta teoría. Él sostiene que la clave está en el nitrato de plata, un compuesto sensible a la luz. La tela pudo haber sido revestida con la sustancia y luego expuesta a la luz solar en una cámara oscura a través de una lente de cuarzo. De hecho Allen ha hecho réplicas del Sudario usando esta técnica. Pero, ¿cómo lograr que la imagen se quede en la tela cuando la plata es eliminada? 4. Fue hecho por algún tipo de liberación de energía. De acuerdo con un equipo internacional de científicos y aficionados del Grupo Científico Yahoo para el Sudario, la imagen se creó mediante “una fuente de energía que emana del cuerpo envuelto, y las descargas electrostáticas causadas por un campo magnético”. Para el químico italiano Giulio Fanti, de la Universidad de Padua, la imagen pudo haber sido quemada como resultado de un estallido de “energía radiante”: luz brillante, la luz ultravioleta, los rayos X o corrientes de partículas fundamentales que emanan desde el propio cuerpo. Según el científico Raymond Rogers, todo tipo de teorías pseudocientíficas que invocan alguna radiación misteriosa, son responsable no sólo de crear la imagen sino de distorsionar la datación por radiocarbono del lino. Lo que sí está claro es que se trata de una pieza única y obstinadamente desconcertante. (Cf. Bbcmundo.com 21 jun. 2015)


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La Palabra de Dios para cada semana Lecturas: Sab 1, 13-15; 2, 23-24; Sal 29, 2.4-6.11-13; 2 Cor 8, 7.9.13-15; † Mc 5, 21-43 Domingo 28 de junio de 2015 • Décimo tercer domingo de Tiempo Ordinario • Ciclo “B” • Año I impar

Preparado por:

Pbro. Patxi Loidi cirsol6@integra.com.sv

“Si logro tocar aunque sólo sea su vestido, me salvaré”

Queridas amigas y amigos: el texto evangélico de hoy es una maravilla. Una mujer sin salida, excluida por todas partes, de su familia, sus amigos y sus vecinos, de todos, porque una dura y larga enfermedad la ha hecho impura. Quisiera acercarse a Jesús, pero sabe muy bien que no puede. Entonces piensa en acercarse sin que nadie se diera cuenta, porque sabía que era impura y que quebrantaba una ley. Pero dichosa mujer, porque Jesús nota algo especial. ¡Qué momento tan entrañable cuando Él quiere ver de dónde le ha salido aquella fuerza bienhechora. Leamos despacio este precioso Evangelio y meditémoslo profundamente para recibir la misma fuerza. Feliz domingo.

La hemorroísa era doblemente desgraciada, por la enfermedad y por la impureza, que la excluía del templo, lo más doloroso para ella. En todos estos relatos Jesús también queda impuro, sobre todo cuando toma de la mano a la niña muerta de Jairo. Pero su compasión está por encima de esta clase de leyes y no puede contenerse. A la hemorroísa le da vergüenza acercarse a Jesús y actúa a escondidas. El relato se llena de ternura cuando la mujer se ve sanada y Jesús advierte que ha salido de

él una fuerza misteriosa. Y cuando la mujer se le declara, Jesús la llama hija. ¡Qué emoción sentiría aquella mujer! No era ese el trato que se les daba en aquella cultura. Pero él era diferente; y, con soberana libertad, les daba confianza y dignidad. Por momentos, el relato puede dar impresión de magia. Pero la actitud de la mujer y las palabras de Jesús disuelven todo atisbo de magia. Sólo queda la fe. La mujer está postrada ante Jesús. Podríamos decir que es esa fe la que le abre la puerta para dar salvación. Entonces, admirado Él también de la fe de la mujer, la envuelve de ternura y le regala las palabras sanadoras. Primero, “Tu fe te ha salvado”: es decir, eres una persona completamente nueva. Segundo, “vete en paz”: es la paz de Dios y la paz consigo misma; es decirle ‘no eres impura’ y quitarle el sentimiento de culpa; es también la paz en la sociedad: no eres una excluida, eres tan digna como la persona más digna. Y como colofón, la confirmación de aquel conjunto de regalos trasformadores: Estás liberada de tu enfermedad y de todas sus secuelas. La curación física se ha convertido también en salvación religiosa.

• Del 29 de junio al 4 de julio de 2015 • Lunes 29: Hch 12, 1-11; Sal 33, 2-9; 2 Tim 4, 6-8.17-18; † Mt 16, 13-19 Martes 30: Gen 19, 15-29; Sal 25, 2-3.9-12; † Mt 8, 23-27 (Misa de feria) Rom 8, 31-39; Sal 123; † Mt 24, 4-13 (Memoria) Miércoles 1: Gen 21, 5.8-20; Sal 33, 7-8.10-13; † Mt 8, 28-34 Jueves 2: Gen 22, 1-19; Sal 114, 1-6.8-9; † Mt 9, 1-8 Viernes 3: Ef 2, 19-22; Sal 116, 1-2; † Jn 20, 24-29 Sábado 4: Gen 27, 1-5.15-29; Sal 134, 1-6; † Mt 9, 14-17 (Misa de feria) 1 Jn 3, 14-18; Sal 111; † Mt 25, 31-46 (Memoria)

Plegaria.

Oración de la Discípula Señor Jesús, Señor de nuestra fe y de nuestra vida, triunfador de la muerte, Amor de las empobrecidas, las víctimas y las dolientes. Quisiéramos tocarte como la hemorroísa, tocarte con su fe y con su silencio. Como la multitud que te seguía, quisiéramos apretujarte, recibir tu mirada y tus caricias y escuchar la ternura de tu voz con la más esperada de tus palabras: Hija. Pero permítenos decirte algo especial, una queja sincera, muy sentida. Quisiéramos que tus discípulos actuales no fueran como tus apóstoles y que tuvieran vista, que descubrieran que existimos y que también nosotras somos tus discípulas; que vieran cómo nos gastamos por tu causa, aunque nos tienen invisibles, escondidas; y que se dieran cuenta de las veces en las que sin piedad se nos humilla. Haznos robustas como robles en la fe, para dar tu ternura y alegría a tantas dolorosas maltratadas, que pululan por esta tierra herida, de la que ellos, incluso algunos de los tuyos, son los patrones y los cabecillas. Y míranos como miraste a aquella hermana nuestra, bendita Santa Hemorroísa.

Lecturas de la Semana

Amigas y amigos: saludos y feliz día del Señor. Este texto es precioso, pero largo. Contiene dos relatos: el de la hemorroísa y el de la hija de Jairo, jefe de una sinagoga. Aquí tomamos sólo el primero. Vamos a situarlo en su contexto. Jesús ha sentido la oposición de los líderes venidos de Jerusalén y hasta la persecución, con amenaza de muerte. También ha experimentado la oposición de sus familiares. Después, en el capítulo cuarto, da su enseñanza en parábolas, quizás por precaución. Y en el quinto –donde está el pasaje de hoy– se da cuenta de que no basta que le sigan y empieza a pedir fe.


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28 de junio de 2015

“Es un gran honor para nosotros, una inmensa alegría que nunca terminaremos de agradecer” – Pág. 3 –

IGLESIA LOCAL

– Palabras de agradecimiento de Mons. José Luis Escobar Alas, Arzobispo Metropolitano de San Salvador, durante la Bendición del relieve de la Virgen de la Paz en los jardines vaticanos. 15 de junio de 2015 –


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